Los actos administrativos no pueden ser realizados sino por organismos o personas
que tengan investidura legal para ello y que los actos se apoyen en la ley.
Es bien sabido que en el Derecho Administrativo existe una teoría clásica que afirma
que el principio de la legalidad no es susceptible de aplicación en materia de "actos de
gobierno".
Siguiendo con George Vedel, las circunstancias excepcionales pueden ser definidas: 1)
Suponen una situación anormal y exorbitante; 2) sólo tienen efecto jurídico cuando
existe la imposibilidad para la Administración de actuar legalmente y 3) sólo dispensan
del respeto a la legalidad normal en la medida en que un interés público actual lo exija.
Las circunstancias excepcionales producen una serie de efectos entre los cuales
podemos citar: a) Legitiman todas las medidas necesarias; b) cuando la Administración
tiene la posibilidad de actuar legalmente, debe hacerlo c) los poderes excepcionales
cesan cuando las circunstancias excepcionales desaparecen; y d) las ilegalidades que
cometa la Administración no pueden degenerar en vía de hecho.
Entendemos que una Ley del Régimen Jurídico debe venir a colmar esta laguna de
nuestro ordenamiento jurídico, y así evitar que un sólo hombre concentre tantos
poderes y los use arbitrariamente o de manera anti-democrática.
Esta institución fue creada con el fin de controlar los actos dictados por el Segundo
Almirante, Don Diego Colón, pero en apenas 4 años, es decir, en 1515, perdió su razón
de ser, habida cuenta de que la Ley Reformatoria de la Audiencia y Cancillería Real
determinaba que esta debía estar dirigida por un Presidente que fuera a la vez
Gobernador y Capitán General.
De donde se sigue que los tribunales ordinarios de nuestro país tenían competencia
para decidir las controversias penales, civiles y, además, las controversias
administrativas.
Este sistema, llamado de la "Plenitud Judicial", se practicó en nuestro país hasta el año
de 1947, cuando se aprobó la Ley No. 1494, de fecha 2 de Agosto del mismo año, y
que instituyó la Jurisdicción Contenciosa Administrativa.
7.- Los Actos de Gobierno y el Principio de la Legalidad de la Administración
El Art. 7, letras b), c) y d), de la Ley 1494, puntualiza que "los actos que dicten o
realicen los poderes del Estado en uso de atribuciones constitucionales, los actos de
las autoridades militares relacionados con los miembros de los cuerpos
correspondientes y los actos relativos a la conservación de la seguridad y el orden
público, no corresponde conocerlos al Tribunal Superior Administrativo", es decir, que
no tiene competencia para estatuir sobre los recursos contra dichos actos.