RETOS INELUDIBLES, RETOS IMPOSTERGABLES........

Hoy, como en ninguna otra época, el nuevo presidente de los colombianos ha hecho
renacer las esperanzas del pueblo. El presente y el futuro comienzan a percibirse
promisorios en oportunidades, paz, autoridad y en justicia social. Sin embargo, el logro
de los objetivos propuestos durante su campaña, demanda el apoyo de todos y de todas
y una tremenda coherencia entre el comportamiento de su gabinete con los principios y
valores, rectores de la administración pública.

Parte de los problemas por los que atraviesa el sector salud se deben a la falta de
coherencia de muchos funcionarios y actores responsables de la conducción del
cambio propuesto por la ley 100 de 1.993, a la ausencia de vasos comunicantes entre
las diferentes organizaciones y a la posición secundaria en la cual fue colocado el
paciente o usuario, en estos primeros ocho años de implementación de la ley.

El sector salud, tiene un diagnostico bastante claro sobre las realidades del
aseguramiento, financiación y prestación de servicios, suficiente para efectuar los
ajustes requeridos sin llevar al Congreso de la República más proyectos de ley. Lo que
si se requiere es: voluntad política, armonía entre los actores y un compromiso
colectivo con la salud de la población y no con los intereses particulares de algunos.

Las evidencias demuestran que son seis las áreas en las cuales el actual gobierno debe
concentrar su trabajo en forma inmediata: 1. reubicación del usuario dentro del contexto
del nuevo modelo, 2. coherencia y estabilidad normativa, 3. liderazgo de los
organismos de dirección del sistema, 4. implementación de un sistema de información,
5. fortalecimiento de la red prestadora de servicios, y 6. Organización del aseguramiento
del sector público.

REUBICACIÓN DEL USUARIO DENTRO DEL CONTEXTO DEL NUEVO

MODELO. Esto parece más una reflexión filosófica que operativa, sin embargo,
ningún Sistema en salud puede ser exitoso si no se estructura y opera, teniendo como
eje central, real, de su organización al individuo, la familia y la comunidad. Las
normas, los procesos y las decisiones, en todos los niveles, deben ser diseñadas y
evaluadas a la luz de su aporte a la salud individual y colectiva.

La búsqueda de la eficiencia no puede convertirse en una amenaza para los derechos

del individuo, ni para la oportunidad y calidez de los servicios que reclama. Hay que
preparar al usuario para hacerlo promotor de su propia salud, consumidor responsable
de servicios y veedor, sin miedo, de la atención de sus derechos. Por lo tanto, se hace
impostergable: 1. el fortalecimiento de las ligas de usuarios y de las oficinas de
atención al cliente en cada una de las aseguradoras, 2. la regulación y divulgación
de periodos máximos de espera para la consulta externa, especializada, tratamientos
médicos y quirúrgicos, entre otros y 3. la transformación de la Superintendencia
Nacional de Salud-SNS en un órgano especializado solo en el control de la oferta y
prestación de servicios a la población.
SISTEMA DE INFORMACIÓN. La ausencia de este, ha favorecido y sigue facilitando
la corrupción en el sector, la manipulación de cifras para demostrar los logros en
materia de cobertura, la distorsión de los perfiles epidemiológicos nacionales y locales,
las dobles afiliaciones, las afiliaciones fraudulentas y la inestabilidad en la toma de
decisiones, entre otros.

La preocupación mayor, si es que ha habido alguna, por parte de los organismos de

dirección del Sistema de Salud , estuvo centrada en CUAL institución contrataba el
diseño del Sistema de información y en CUAL de los Ministerios (Salud, Hacienda
o Departamento Nacional de Planeación) se ubicaba la Central de Información. Hoy,
después de más de ocho años de entrar en vigencia la ley, solo se cuenta con fragmentos
de información, muy dispersa y con serios problemas en muchas de las fuentes
generadoras de datos.

Para julio del año 2.003 todos los colombianos deberían poder consultar su situación de
afiliación en tiempo real, a través de Internet, una línea 9800, o un sistema similar a los
cajeros electrónicos. La población de regiones apartadas y carentes de recursos de
telecomunicaciones, exige modalidades innovadoras para acceder a esta información,
evitando la malversación de recursos destinados a la población más pobre y vulnerable.

La información epidemiológica que permita construir indicadores esenciales para

monitorear la salud de las comunidades y tomar decisiones oportunas debería estarse
recolectando, analizando e iniciando su publicación periódica a más tardar en el primer
semestre del próximo año. Para este mismo período, debería el país contar con unas
disposiciones claras y estables, en materia de historia clínica única y su manejo entre
las instituciones aseguradoras y las prestadoras de servicio.