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Art. 10 de la ley 19.

550: Publicidad de las Sociedades de responsabilidad limitada y por


acciones:
El art. 10 de la LGS dispone los requisitos esenciales no tipificantes del contrato de
sociedad. Conforme al mismo, las S.R.L y las sociedades por acciones deben publicar por 1
día en el diario de publicaciones legales correspondiente, un aviso que deberá contener:

a) En oportunidad de su constitución:
1. Nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio, número de documento
de identidad de los socios.
2. Fecha del instrumento de constitución.
3. La razón social o denominación de la sociedad.
4. Domicilio de la sociedad.
5. Objeto social.
6. Plazo de duración.
7. Capital social.
8. Composición de los órganos de administración y fiscalización, nombres de sus
miembros y, en su caso, duración en los cargos.
9. Organización de la representación legal.
10. Fecha de cierre del ejercicio.

b) En oportunidad de la modificación del contrato o disolución:


1. Fecha de la resolución de la sociedad que aprobó la modificación del contrato o su
disolución.
2. Cuando la modificación afecte los puntos enumerados de los incisos 3 a 10 del apartado
a), la publicación deberá determinarlo en la forma allí establecida.

Art. 11: Contenido del instrumento constitutivo.


El art. 11 de la ley 19.550 contempla los requisitos específicos o tipificantes del contrato
de sociedad. El mismo expresa que el instrumento de constitución debe contener, sin
perjuicio de lo establecido para ciertos tipos de sociedad:

1) El nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio y número de


documento de identidad de los socios.

2) La razón social o la denominación, y el domicilio de la sociedad:


El nombre de la sociedad es el atributo de su personalidad que la individualiza y la
distingue del conjunto de socios, quedando obligada la sociedad cuando quien la
representa lo hace bajo la designación de su nombre societario.

El nombre de la sociedad no puede ser confundido con el nombre comercial, ya que


presentan las siguientes diferencias:
 El nombre social es un atributo de la personalidad jurídica del que la sociedad goza por
expresa directiva legal, mientras que el nombre comercial es un elemento del fondo
de comercio que identifica el establecimiento industrial o comercial en el ámbito del
tráfico mercantil y como tal, constituye un derecho patrimonial del comerciante.
 El nombre societario es inherente a la sociedad y constituye una estipulación necesaria
del contrato constitutivo a los efectos de identificación de la persona jurídica.
En cambio, la propiedad del nombre comercial se adquiere por el uso y sólo con relación
al ramo en el que se lo utiliza. Dicho uso debe ser público y ostensible para que llegue al
público en general.
 El nombre societario es intransmisible por su propia naturaleza, mientras que el
nombre comercial es transmisible con el fondo de comercio.
 Siempre deben mediar razones de excepción que justifiquen el cambio del nombre
societario, mientras que el nombre comercial puede modificarse libremente por su
titular.

Una de las características básicas que debe reunir el nombre societario es su novedad e
inconfundibilidad, la cual protege el interés de los 3ros y del comercio en general, que
pueden verse perjudicados con la actuación de 2 sociedades de nombre idéntico o
análogo.

Las sociedades por parte de interés y las sociedades en comandita por acciones tienen
la opción de elegir entre 2 variantes de nombre societario:
 La razón social: Es el nombre societario que incorpora el nombre de 1 o más socios,
publicitando de tal forma a los terceros la responsabilidad solidaria, ilimitada y
subsidiaria entre ellos.
 La denominación social: Se distingue de la razón social en que no tiene por qué incluir
el nombre de ningún socio, sino que puede hacer referencia a una o varias actividades
económicas del objeto social o bien tratarse de un nombre inventado.

Las S.R.L y S.A tiene que utilizar exclusivamente el sistema de la denominación social,
atento a la inexistencia de socios que respondan en forma solidaria e ilimitada por las
obligaciones sociales.
Las sociedades accidentales o en participación carecen de nombre societario, ya que no
revisten el carácter de sujeto de derecho, del cual el nombre es una de sus
manifestaciones.

El domicilio que integra el art. 11 no es la dirección precisa (calle y número) de una


determinada ciudad o población. Se trata del concepto de “sede social”, al cual ha aludido
el fallo plenario de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial en el caso Quilpe
S.A, de 1977.
Si la dirección precisa constituye una cláusula del contrato social o estatuto, su
modificación implicará necesariamente reformarlo. Con este fallo, la dirección precisa no
es necesaria, basta con expresar en el contrato social o estatuto la jurisdicción (ciudad o
población), donde la sociedad tiene su domicilio, y en caso de mudanza dentro de la
misma jurisdicción, no será necesaria la reforma del estatuto.

Si en el contrato constare solamente el domicilio, la dirección de su sede deberá


inscribirse mediante petición por separado suscripta por el órgano de administración. Se
tendrán por válidas y vinculantes para la sociedad todas las notificaciones efectuadas en la
sede inscripta.

3) La designación de su objeto social, que debe ser preciso y determinado.


4) El capital social: Deberá ser expresado en moneda argentina con la mención del aporte
de cada socio. En el caso de las sociedades unipersonales, el capital deberá ser integrado
totalmente en el acto constitutivo.

5) El plazo de duración:
Este plazo deberá ser determinado, por las siguientes razones:
 Para brindar seguridad a los socios, ya que de esta forma conocen sus derechos y
obligaciones.
 Para otorgar seguridad a los acreedores particulares de los socios, en tanto la sociedad
no puede ser prorrogada sino media conformidad de éstos.
 Para permitir la consecución del objeto social, ya que implica la determinación de los
socios de mantenerse unidos durante un determinado lapso.

La ley 19.550 no fija plazos máximos ni mínimos de tiempo. Los usos y costumbres han
consolidado en nuestro medio la práctica de establecer un plazo máximo de 99 años, pero
nada se opone a que contractualmente se fije un plazo mayor.

El vencimiento del plazo máximo de duración provoca la disolución de la sociedad, pero


ella puede ser evitada si los socios, de conformidad con las mayorías requeridas de
acuerdo al tipo social adoptado, resuelven la prórroga de la sociedad.
Ello ocurre siempre y cuando tal acuerdo sea adoptado antes del vencimiento del plazo
de duración y su trámite registral iniciado también ante de este acontecimiento.

6) La organización de la administración, de su fiscalización y de las reuniones de socios.

7) Las reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas: En caso de silencio,
será en proporción de los aportes. Si se prevé sólo la forma de distribución de utilidades,
se aplicará para soportar las pérdidas y viceversa.

8) Las cláusulas necesarias para que puedan establecerse con precisión los derechos y
obligaciones de los socios entre sí y respecto de terceros.

9) Las cláusulas atinentes al funcionamiento, disolución y liquidación de la socied


Unidad 1: Acto constitutivo.

Derecho de las sociedades:


El derecho de las sociedades es aquel que tiene por contenido el estudio del
funcionamiento, tanto interno como externo, de este instrumento de concentración de
capitales.

Naturaleza jurídica del acto constitutivo de la sociedad:


Existen diferentes teorías para explicar la naturaleza jurídica del acto constitutivo de la
sociedad, entre ellas podemos mencionar:

1) Doctrinas contractualistas:
Sostienen que el acto por el cual se constituye una sociedad es un contrato. Pone el
énfasis en la soberanía de la voluntad de los integrantes de la sociedad y en el principio
mayoritario como forma de adoptar resoluciones.
En relación a qué clase de contrato es, existen 2 teorías:

 Contrato bilateral: Sostiene que la sociedad es un contrato bilateral entre la sociedad


por un lado y todos los socios por otro (La sociedad es creada por el contrato, así que
no podría ser parte del contrato).
 Contrato plurilateral: Las partes del contrato son los socios.
La sociedad es un contrato plurilateral de organización ya que en él suelen quedar
reflejadas las relaciones entre los socios y las normas internas de la sociedad. Si un socio
no cumple, los demás deben cumplir igual. Da nacimiento a un ente.

2) Doctrinas anticontractualistas:
Sostienen que el acto por el cual se da nacimiento a una sociedad, no es un contrato,
sino que es un mero acto constitutivo. Las subteorias dentro de esta idea son:

 Acto complejo: Se trata de un acto complejo porque las voluntades de los diferentes
socios se fusionan y forman una sola voluntad, la que finalmente dará vida a la
sociedad.

 Acto colectivo: Las voluntades de los diferentes socios se unen y forman una sola
voluntad. La diferencia con el anterior es que en este caso si bien se forma una
voluntad colectiva, la voluntad de cada socio puede ser diferenciada de las demás en
lo interno del acto.
Ambas son teorías unilateralistas ya que el nacimiento de la sociedad se da por un acto
unilateral, conformado por la voluntad de los socios.
 Teoría de la institución: Fue la que más seguidores tuvo dentro de las posturas
anticontractualistas. Nació dentro del derecho público, pero fue adaptada al negocio
societario.
Esta teoría, a diferencia de la tesis contractualista que pone el énfasis en la soberanía de
la voluntad de los integrantes de la sociedad y en el principio mayoritario como forma de
adoptar resoluciones sociales, otorga preeminencia al interés de la “empresa” por sobre el
interés de los socios o accionistas. Se trata de un interés corporativo que todos los
integrantes de la sociedad deben respetar y subordinarse.

Nuestra legislación societaria se enroló sin reservas en la teoría contractualista para


explicar el acto constitutivo de la sociedad, entendiendo que las diferencias que pueden
existir entre la sociedad con los contratos de cambio (con prestaciones contrapuestas de
las partes), no justifican de manera alguna el abandono de las nociones clásicas del
contrato.
Por ello, la opinión predominante dentro de la doctrina nacional y extranjera es que el
negocio jurídico por cuya virtud se crea una sociedad es un contrato plurilateral de
organización.

Sin embargo, la ley 19.550, consagra también, aunque aisladamente, algunas soluciones
propias de la concepción institucionalista. Por ej. el carácter restrictivo de las medidas
cautelares sobre el funcionamiento del ente o la norma por medio de la cual se dispone
que en las sociedades colectivas y en comandita simple, los fundadores pueden prever en
el contrato constitutivo que, ante el fallecimiento de uno de los socios, la sociedad
continúe con sus herederos, pacto que obliga a estos sin necesidad de un nuevo contrato.
Es evidente que en estos casos el legislador ha tendido a proteger a la empresa.

Es importante mencionar que la reciente incorporación a la legislación de las sociedades


unipersonales por parte de la ley 26.994, no ha hecho perder a la sociedad su naturaleza
de contrato plurilateral de organización, pues la sociedad de un solo socio es una
excepción al principio general. La sociedad unipersonal no es un contrato.

Concepto de sociedad:
Habrá sociedad si 1 o más personas en forma organizada conforme a uno de los tipos
previstos en la ley 19.550, se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la producción o
intercambio de bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando las
pérdidas.

La sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima. La sociedad


unipersonal no puede constituirse por una sociedad unipersonal.

Con el término de sociedad se denomina tanto a:


 El contrato plurilateral de organización del que nace la persona jurídica: Las
prestaciones no son contrapuestas, sino yuxtapuestas y orientadas hacia un fin común.
El mero acuerdo de voluntades o de la inscripción registral del acto constitutivo da
lugar a un nuevo sujeto de derecho con personalidad jurídica independiente de sus
fundadores y con vida propia en el mundo de los negocios.
 A la persona jurídica misma: La persona jurídica es un ente ideal, un centro de
imputación diferenciado de derechos y obligaciones distinto de la persona humana.
La personalidad es otorgada por la ley. El art. 2 de la ley 19.550 expresa que la
sociedad es un sujeto de derecho con el alcance fijado en esta Ley. Si la misma no
existiera, no habría un centro diferenciado al cual imputársele derechos y
obligaciones, por lo que los propios socios serían los responsables.
La sociedad es una herramienta, un recurso técnico, que el legislador les otorga a los
empresarios para que obtengan beneficios económicos. A cambio de ello, la ley les exige
que la empleen adecuadamente. Por ej. que no la usen para cometer fraude. En el
supuesto de que la sociedad fuera empleada inadecuadamente, se perdería la garantía
que otorga la personalidad: la limitación de responsabilidad.

Caracteres del contrato de sociedad:


1. Consensual: Basta el consentimiento de los integrantes para hacer nacer los derechos
y obligaciones derivados del carácter de socio, así como para generar los efectos
característicos del contrato.
2. Conmutativo: Al momento de constituir la sociedad las partes pueden conocer las
ventajas y sacrificios que el negocio ofrece.
3. Oneroso: No es concebible que una persona pueda adquirir los derechos de socio si no
cumple con la necesaria aportación al fondo común.
4. Es de ejecución continuada o duradera: El contrato de sociedad no se celebra para una
sola operación, sino para realizar actividades y generar con ellas ganancias a sus
socios.
5. En principio, es plurilateral: El contrato de sociedad ha sido pensado como un
instrumento de concentración de capitales y alberga a un número ilimitado de socios,
debiendo contar siempre con no menos de 2 de ellos. Excepto en el caso de las
sociedades anónimas unipersonales, en donde basta la declaración unilateral de
voluntad para crear la misma.
6. Es un contrato de organización: A diferencia del contrato de cambio, que presupone
un intercambio de prestaciones que se agotan con su realización, en la sociedad cada
parte constituye, a través de prestaciones coordinadas, el patrimonio de un nuevo
sujeto de derecho creado en virtud del contrato que les permitirá a los socios obtener
los beneficios esperados.
Por otra parte, el carácter organizacional del acto constitutivo de la sociedad surge
de la necesidad de reglamentar, en el contrato social o estatuto, las relaciones entre
los socios y de éstos con la sociedad y el funcionamiento del ente (tanto desde el
punto de vista interno como frente a terceros).

Diferencias entre los contratos de organización y los contratos de cambio:


1. En los contratos de cambio, la nulidad vincular determina la nulidad del contrato,
mientras que en el contrato de sociedad el principio general es que la nulidad o
anulación que afecte el vínculo de alguno de los socios no producirá la nulidad o
anulación del contrato de sociedad.
2. El incumplimiento en que incurra alguna de las partes en los contratos de cambio,
podrá justificar su rescisión o resolución. Por el contrario, en el contrato de sociedad el
incumplimiento en que incurriera uno de los socios respecto a las obligaciones que le
impone el estado de socio, podrá determinar su exclusión del ente, pero nunca la
disolución y liquidación de la sociedad.
3. En materia de nulidad del contrato de sociedad, los efectos de su declaración carecen
del efecto retroactivo previsto para los contratos bilaterales de cambio. Tal posibilidad
es impensable para la sociedad por el nacimiento de un sujeto de derecho distinto al
de los socios otorgantes.
4. No es aplicable al contrato social la excepción de cumplimiento, en la medida que el
incumplimiento de uno de los socios no justifica ni autoriza el incumplimiento por
parte de los restantes al no existir interdependencia entre las prestaciones de todos
los integrantes de la sociedad.

Clasificación de las sociedades comerciales:


1) Sociedades regulares: Aquellas que han adoptado uno de los tipos previstos por la ley
19.550, cumplido con las formas y con la publicidad requerida por el ordenamiento
societario e inscriptas en el Registro Público.
A su vez, las sociedades regulares pueden ser:
 Sociedades de interés o de personas.
 Sociedades por cuotas.
 Sociedades por acciones.

2) Sociedades irregulares: Aquellas que no se constituyeron con sujeción a los tipos


previstos en la ley 19.550 o que han omitido los requisitos esenciales o que incumplen
las formalidades exigidas por la ley.

La reforma efectuada por la ley 26.994 a la Ley de Sociedades ha hecho perder la


importancia que tenía la distinción efectuada entre las sociedades regulares y las
sociedades irregulares, puesto que conforme al texto original de los arts. 21 a 26 de la ley
19.550, la sociedad y los socios no podían invocar entre sí, ni a la sociedad ni a terceros,
los derechos y defensas nacidos del contrato social. Así, los socios asumían una
responsabilidad solidaria, ilimitada y no subsidiaria en el cumplimiento de las obligaciones
sociales.
Pero efectuada la aludida reforma, casi convierte a las sociedades irregulares en una
especie de tipo social, en el cual, sus integrantes responden frente a terceros en forma
mancomunada y por partes iguales, pudiendo oponerse entre sí, ante la sociedad y frente
a terceros, las cláusulas del contrato social.
Unidad 2: Personalidad jurídica societaria

Concepto e importancia:
Por expresa disposición del art. 2 de la ley 19.550, la sociedad es un sujeto de derecho,
con el alcance fijado por esta ley.
La atribución a las sociedades del carácter de “persona jurídica” implica que la ley les
reconoce el carácter de sujeto de derecho, se genera un centro de imputación de
derechos y obligaciones diferente de la persona humana.
Así, la ley ha considerado a la sociedad como una persona diferente a la de sus
integrantes, de manera tal que los derechos y obligaciones que aquélla adquiera, son
imputados a la propia sociedad y no a cada uno de sus integrantes ni a todos ellos,
excepto en los casos previstos en el art. 54, párr.3 de la ley 19.550 y 144 CCCN.

La personalidad jurídica de las personas de existencia física proviene de la naturaleza


misma del ser humano.
En el caso de las sociedades, el reconocimiento de su personalidad jurídica se funda en
fines eminentemente prácticos, pues satisface múltiples necesidades del mundo de los
negocios. En definitiva, el carácter de la personalidad jurídica de las sociedades es
meramente instrumental, y por ello, otorgado por el legislador cuando de tal
reconocimiento se derivan beneficios para el interés general.

A la hora de la creación de una sociedad, la ley tiene como principio rector el orden
público societario, el cual consiste en la finalidad por la cual la ley autoriza a las personas a
crear sociedades: el fin de lucro.
Es decir, el estado a través de la LGS les da a los empresarios la herramienta de las
sociedades (personalidad jurídica), debiéndose cumplir con el fin previsto: crear empresa.

Naturaleza jurídica de la Personalidad:

1) Teoría de la ficción: Es sostenida entre otros por Nissen y Richard.

Conforme a esta teoría, no existen otras personas más que las físicas, pero se crea la
ficción de las personas jurídicas con el fin de facilitar los negocios.
Corresponde a una ficción del derecho reconocer por medio de la ley, lo que
materialmente no existe y en virtud de esa ficción, se confirma un ente individual e
independiente que genera obligaciones y derechos similares a los de una persona física.

Todas las acciones de las personas jurídicas son hechas por las personas físicas que la
integran y el límite de la ficción es, precisamente, la legitimidad (actuar conforme al
objeto social).
En consecuencia, se implementa un sistema de responsabilidad ultra vires. La sociedad
responde por la actividad que se realice dentro de su objeto social, mientras que todo lo
que sea extraño al objeto social, se le imputa al socio interviniente (al que tomo la
decisión y produjo un daño).

2) Teoría de la realidad: Es la adoptada por los redactores de la ley 19.550.


Según esta teoría, la sociedad existe porque una norma autoriza la existencia de
sociedades. Entonces, la sociedad es independiente de la voluntad de sus miembros.
El límite, es la capacidad de esa sociedad.

3) Teoría de la capacidad plena: Afirma que una vez que el Estado autoriza a la persona
jurídica, ésta tiene capacidad plena y la sociedad debe responder siempre aunque los
socios actúen fuera del objeto social.

El art. 58 de la ley 19.550 está más cerca de la teoría de la capacidad plena, en cuanto
expresa que el administrador o el representante que de acuerdo con el contrato o por
disposición de la ley tenga la representación de la sociedad, obliga a ésta por todos los
actos que no sean notoriamente extraños al objeto social.
Es decir, la sociedad siempre es responsable, excepto cuando el acto sea notoriamente
extraño al objeto social.

Efectos jurídicos de la personalidad:


El reconocimiento de la personalidad jurídica implica que las sociedades adquieran
ciertas cualidades de las que gozan todas las personas, que se denominan atributos de la
personalidad. Entre ellos podemos mencionar:
1. Nombre de la sociedad: Es la designación exclusiva que la individualiza y que permite
que los efectos de los actos celebrados por determinados sujetos que lo emplean, se
imputen directamente al patrimonio de la sociedad.
2. Patrimonio: Es el conjunto de bienes de la sociedad.
Al ser una persona jurídica, la sociedad cuenta con un patrimonio propio (social)
diferente al de los socios que la integran. Por eso, las sociedades responder por sus
propias deudas con todo el patrimonio social y los socios no están obligados a pagar
esas deudas con bienes personales, solo responderán con sus bienes en caso que
tengan responsabilidad ilimitada.
3. Capacidad: Su aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones.
4. Domicilio: El domicilio es la ciudad donde se encuentra la sede social de la empresa. La
sede social es la dirección exacta donde se encuentra constituida la sociedad. No es la
dirección, sino la jurisdicción donde está inscripta.
5. Nacionalidad.

Los atributos de la personalidad de las sociedades, al igual que en el caso de las personas
físicas, son únicos, necesarios e indisponibles.
Nacimiento y extinción de la personalidad jurídica de las sociedades:
El carácter de sujeto de derecho de las sociedades es contemporáneo con el nacimiento
del ente, sin que ninguna relación tenga con ello la inscripción de la sociedad en el
Registro Público, que sólo otorga oponibilidad al acto registrado.

Límites al reconocimiento de la personalidad jurídica. Fenómeno del abuso de la


personalidad de las sociedades. Velo societario:
Conforme a la Teoría del Velo Societario, en aquellos casos en que la sociedad ha sido
utilizada como una pantalla o velo para violar la ley o la buena fe o para frustrar derechos
de terceros o para obtener fines ajenos a la sociedad, el juez puede romper el velo de esa
sociedad dejando de lado la personalidad y poder atribuirle a los hombres que actúan
detrás de esta, la responsabilidad solidaria e ilimitada por los actos antijurídicos.

El art. 54 in fine de la ley 19.550 expresa que la actuación de la sociedad que:


 Encubra la consecución de fines extrasocietarios (la sociedad no tiene por fin generar
riqueza, participar tanto en las ganancias como en las perdidas. Es una finalidad fuera
del orden público societario. Se las crean para cumplir otro fin que no es la actividad
comercial).
 Constituya un mero recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para
frustrar derechos de terceros,
Se imputará directamente a los socios o a los controlantes que la hicieron posible,
quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.

La expresión “actuación” utilizada por la norma debe entenderse comprensiva de


cualquier acto emanado de los órganos de la sociedad, con lo que quedan comprendidas
no solo aquellas maniobras que tengan como víctimas a terceros, sino también a alguno
de sus integrantes.

Por medio de la aplicación del art 54 in fine, se dispone la inoponibilidad de la sociedad.


Es decir, se considera que ante determinadas circunstancias, esa sociedad no sea una
persona jurídica y no produzca efectos jurídicos respecto de determinados sujetos.
Respecto de esos terceros, la sociedad no puede oponerse y es como si nunca hubiera
existido.
En consecuencia, se pierde la seguridad jurídica en donde deja de funcionar el principio
de separación de patrimonios y las personas que hicieron posible el acto antijurídico
responderán de manera solidaria e ilimitada. Es decir, no solo con el patrimonio social sino
también con el patrimonio personal, por todo perjuicio provocado.

En cuanto a los efectos de la aplicación de la doctrina de la inoponibilidad de la persona


jurídica, el art. 54 in fine prescribe los siguientes:
 Imputación a los socios o controlantes de la actuación ilegítima o extrasocietaria del
ente.
 Satisfacción por los socios o controlantes que hubieran hecho posible tal actuación, de
los daños y perjuicios correspondientes.
 En el caso de las sociedades constituidas únicamente para defraudar a terceros, la
declaración de inoponibilidad de la sociedad provocará la disolución del ente, que
deberá ser liquidado.
 La inoponibilidad de la actuación de la sociedad frente a un acto o actos determinados.
En estos casos, la calidad de sujeto de derecho se mantiene vigente en todos sus otros
aspectos, pero esa calidad no ampara los actos realizados en contra o abuso de la ley.

La mayor parte de la doctrina sostiene que el art. 54 es de aplicación restrictiva,


debiendo darse todos los supuestos. En cambio, Nissen postula que el principio de justicia
es más importante y que en la realidad argentina muchos de los socios son quienes
administran la sociedad, realizando un vaciamiento y los obreros no cobran lo que les
corresponde.

¿Es aplicable la doctrina de la inoponibilidad de la persona jurídica a otras personas de


existencia ideal?
El CCCN incorporó en su art. 144 y para todas las personas jurídicas, una solución casi
idéntica a la prevista por el art. 54 último párrafo de la ley 19.550.

Tal art. dispone, bajo el título de inoponibilidad de la personalidad jurídica, que:


La actuación que esté destinada a la consecución de fines ajenos a la persona jurídica,
constituya un recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar
derechos de cualquier persona, se imputa a quienes a título de socios, asociados,
miembros o controlantes directos o indirectos, la hicieron posible, quienes responderán
solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.
Lo dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio
de las responsabilidades personales de que puedan ser pasibles los participantes en los
hechos por los perjuicios causados.

El art. 144 del CCCN ha mejorado el texto del art. 54 de la LGS, ya que diferencia
imputación de responsabilidad. Así, se imputa por un lado a la sociedad y por el otro, se
incluye a los socios, asociados, miembros o controlantes directos o indirectos, que
provocaron el perjuicio.
Para Nissen, la ley especial imperativa está por encima de la ley general imperativa. Por
ende, el art 144 del CCCN se puede aplicar ante cualquier ilegalidad, mientras que el art.
54 de LGS es de aplicación estricta.
Unidad 3: Elementos generales de las sociedades.

CONSENTIMIENTO DE LOS SOCIOS:


El consentimiento consiste en una manifestación de la voluntad mediante ofertas de
una parte y la aceptación de la otra.
En primer lugar, rigen los principios generales que gobiernan el consentimiento en
materia de actos jurídicos en general y contratos en particular. Sin embargo, debe
destacarse que nuestro ordenamiento mercantil prevé 3 supuestos de sociedad
obligatoria:

 Art. 90 de la 19.550: En las sociedades colectivas y en comandita simple, es lícito


pactar que la sociedad continúe con los herederos del socio fallecido. Dicho pacto
obliga a éstos sin necesidad de un nuevo contrato, pero ellos pueden condicionar su
incorporación a la transformación de su parte en comanditaria. Es decir, el heredero
se reserva el derecho de que su parte pase a ser con responsabilidad limitada.

 Art. 155 de la 19.550: Si el contrato previera la incorporación de los herederos del


socio, el pacto será obligatorio para éstos y para los socios.
Las limitaciones a la transmisibilidad de las cuotas serán, en estos casos inoponibles a
las cesiones que los herederos realicen dentro de los 3 meses de su incorporación. Pero la
sociedad o los socios podrán ejercer opción de compra por el mismo precio, dentro de los
15 días de haberse comunicado a la gerencia el propósito de ceder, lo que deberá ponerse
en conocimiento de los socios en forma inmediata y por medio fehaciente.

 Art. 43, párr. 1° de la ley 24.522: El caso de las sociedades constituidas por el
concursado o fallido con sus acreedores, que obliga a incorporarse aun a quienes han
votado en contra de tal propuesta.

CAPACIDAD PARA CONSTITUIR SOCIEDADES:


La capacidad para constituir sociedades se rige también, en principio, por las normas del
Código Civil y Comercial de la Nación o por leyes especiales. Por lo tanto, cumplida la
mayoría de edad (actualmente 18 años) la persona humana adquiere plena capacidad
para ser titular de derechos y obligaciones jurídicas y se encuentra habilitada para la
celebración de todos los actos jurídicos que pretenda realizar, entre ellos, conformar
sociedades.
Empero, existen algunos supuestos particulares, tales como:

1) Capacidad de los menores emancipados:


Tratándose de menores emancipados por matrimonio (única emancipación prevista en
el CCCN), ha quedado derogada toda diferencia entre el menor casado con o sin
autorización, de manera que la capacidad del mismo es siempre idéntica y la única
restricción que padecen en el negocio societario es la constitución o participación en
sociedades en las cuales el menor emancipado intervenga como socio con responsabilidad
ilimitada y solidaria, habida cuenta de que tienen prohibido afianzar obligaciones.
De esta forma, los menores emancipados por matrimonio sólo pueden formar
sociedades de responsabilidad limitada o sociedades por acciones.

2) Socios herederos menores, incapaces o con capacidad restringida:


En la sociedad constituida con bienes sometidos a indivisión forzosa hereditaria, los
herederos menores de edad, incapaces, o con capacidad restringida sólo pueden ser
socios con responsabilidad limitada.
El contrato constitutivo debe ser aprobado por el juez de la sucesión.

Si existiere posibilidad de colisión de intereses entre el representante legal, el curador o


el apoyo y la persona menor de edad, incapaz o con capacidad restringida, se debe
designar un representante ad hoc para la celebración del contrato y para el contralor de la
administración de la sociedad si fuere ejercida por aquél.

La conformación de una sociedad distinta a la S.R.L, hace solidaria e ilimitadamente


responsables al representante, al curador y al apoyo de la persona menor de edad,
incapaz o con capacidad restringida y a los consocios plenamente capaces, por los daños y
perjuicios causados a la persona menor de edad, incapaz o con capacidad restringida.

3) Art. 683 del CCCN:


La ley presume que el hijo mayor de 16 años que ejerce algún empleo, profesión o
industria, está autorizado por sus progenitores para todos los actos y contratos
concernientes al empleo, profesión o industria que realiza, recayendo los derechos y
obligaciones que resulten de su ejercicio, exclusivamente sobre los bienes cuya
administración está a cargo de los hijos, estén conviviendo o no con sus padres.

4) Capacidad de los cónyuges:


Antiguamente, la ley de Sociedades Comerciales disponía que los esposos sólo podían
integrar entre sí sociedades por acciones y de responsabilidad limitada.
Dicha norma tenía como finalidad evitar la superposición de dos regímenes distintos de
responsabilidad, como lo eran el societario y el patrimonial del matrimonio, en el cual el
cónyuge no respondía por las obligaciones asumidas por el otro esposo.

Empero, los cambios producidos en el CCCN en cuanto al régimen patrimonial del


matrimonio, en donde se prevé un doble régimen (uno de comunidad de bienes y otro de
separación de bienes), hizo que la redacción del art. 27 de la ley 19.550 también se
modificara. En consecuencia, actualmente los cónyuges pueden integrar entre sí
sociedades de cualquier tipo y las reguladas en la Sección IV.

5) Capacidad de las sociedades para participar en otras:


En principio, por el art. 30 de la ley 19.550, las sociedades tienen capacidad para
integrar otras sociedades. Excepto las sociedades anónimas y en comandita por acciones
que solo pueden formar parte de sociedades por acciones y de responsabilidad limitada.
Éstas podrán ser parte de cualquier contrato asociativo.

Según el art. 31 de la LGS ninguna sociedad, excepto aquellas cuyo objeto sea
exclusivamente financiero o de inversión, puede mantener participación en otra u otras
sociedades por un monto superior a sus reservas libres y a la mitad de su capital y de las
reservas legales.
Ello es en protección del objeto social de la sociedad participante y en defensa de los
socios de esta compañía.

Quedan excluidas de estas limitaciones las entidades reguladas por la Ley 18.061. El PEN
podrá autorizar en casos concretos el apartamiento de los límites previstos.

Las participaciones, sea en partes de interés, cuotas o acciones, que excedan de dicho
monto deberán ser enajenadas dentro de los 6 meses siguientes a la fecha de aprobación
del balance general del que resulte que el límite ha sido superado.
Esta constatación deberá ser comunicada a la sociedad participada dentro del plazo de
10 días de la aprobación del referido balance general. El incumplimiento en la enajenación
del excedente produce la pérdida de los derechos de voto y a las utilidades que
correspondan a esas participaciones en exceso hasta que se proceda a dicha venta.

Conforme al art. 32 de la ley 19.550 quedan prohibidas las participaciones recíprocas


entre sociedades, proscripción que tiende a proteger a los terceros, pues con ello se evita
el aguamiento del capital social de las sociedades participantes y participadas,
impidiéndose la confusión de patrimonios y capitales.
Es nula la constitución de sociedades o el aumento de su capital mediante
participaciones recíprocas, aún por persona interpuesta. La infracción a esta prohibición
hará responsable en forma ilimitada y solidaria a los fundadores, administradores,
directores y síndicos.
Dentro del término de 3 meses deberá procederse a la reducción del capital
indebidamente integrado, quedando la sociedad en caso contrario, disuelta de pleno
derecho.

Tampoco puede una sociedad controlada participar en la controlante ni en sociedad


controlada por ésta por un monto superior (según balance) al de sus reservas, excluida la
legal.
Las partes de interés, cuotas o acciones que excedan los límites fijados deberán ser
enajenadas dentro de los 6 meses siguientes a la fecha de aprobación del balance del que
resulte la infracción. El incumplimiento será sancionado con la pérdida de los derechos de
voto y a las utilidades que correspondan a esas participaciones en exceso hasta que se
proceda a dicha enajenación.
OBJETO DEL CONTRATO DE SOCIEDAD:
El objeto del contrato de sociedad no debe confundirse con el objeto social.
El objeto del contrato es el aporte efectuado por cada uno de los socios. Está
constituido por las prestaciones de dar o de hacer que se comprometieron a efectuar los
socios en el momento de contratar.

Por su parte, el objeto social es un requisito de inclusión esencial en todo contrato de


sociedad (art. 11 de la ley 19.550) que consiste en el ámbito de las actividades
económicas delimitadas en el contrato o acto constitutivo.
Se trata de la enunciación actos o categorías de actos que en virtud del contrato
constitutivo podrá realizar la sociedad para lograr su fin mediante su ejercicio o actividad.
Por ej. vender chupetines.
El objeto social es lo que le va a dar capacidad al ente. La capacidad de la persona
jurídica está limitada al objeto social.

El objeto social debe reunir los siguientes requisitos:


1. Ser lícito, así como también deben ser lícitas las actividades tendientes a realizarlo.
2. Debe ser fácticamente posible: Si la imposibilidad es preexistente y absoluta, la
sociedad es nula, mientras que si la imposibilidad es sobreviniente, ella provocará la
disolución del ente.
3. Debe ser preciso y determinado, evitándose toda enunciación genérica de actividades.
4. Debe ser único: La Inspección General de Justicia en la Resol Gral. 9/04 ha previsto que
resulta admisible la inclusión de otras actividades, también descriptas en forma
precisa y determinada, únicamente si las mismas son conexas, accesorias y/o
complementarias de las actividades que conduzcan al desarrollo del objeto social.
5. El conjunto de las actividades descriptas en el objeto social debe guardar razonable
relación con el capital social: Ello es así puesto que la mención del objeto en el
contrato social constituye un elemento de garantía para los socios y para los terceros,
pues delimita la legitimación de los administradores de la sociedad, la cual sólo
responderá por los actos celebrados por sus representantes siempre y cuando no
fueran notoriamente extraños al objeto de la sociedad.
Es evidente la relación entre el capital y el objeto social, ya que éste último es el
conjunto de actividades que la sociedad se propone cumplir y el capital social es el
conjunto de los aportes de los socios ordenados a la consecución de dicho fin.

El ejercicio efectivo de los actos o categorías de actos realizados por la sociedad en


funcionamiento, se denomina actividad social.

CAUSA DEL CONTRATO DE SOCIEDAD:


La causa del contrato de sociedad es la finalidad que han tenido los fundadores para su
constitución y no es otra cosa que la obtención de las ganancias a través de la realización
de las actividades previstas en el contrato social.

FORMA:
El contrato de sociedad puede instrumentarse mediante instrumento público o
instrumento privado, salvo las S.A que siempre se constituyen por instrumento público.

Dentro de los 20 días del acto constitutivo, éste se presentará al Registro Público para su
inscripción o, en su caso, a la autoridad de contralor. El plazo para completar el trámite
será de 30 días adicionales, quedando prorrogado por 30 días más cuando resulte
excedido por el normal cumplimiento de los procedimientos.

La inscripción solicitada tardíamente o vencido el plazo complementario, sólo se


dispone si no media oposición de parte interesada.

En cuanto a los autorizados para la inscripción, si no hubiera mandatarios especiales


para realizar los trámites de constitución, se entiende que los representantes de la
sociedad designados en el acto constitutivo se encuentran autorizados para realizarlos. En
su defecto, cualquier socio puede instarla a expensas de la sociedad.

La inscripción puede tener 2 efectos:


Publicidad formal: La inscripción no le da eficacia al acto, sino que su eficacia es anterior.
En estos casos, la inscripción sólo le da publicidad al acto para que sea oponible a
terceros.
Publicidad material: La inscripción además de otorgar simple publicidad, le da eficacia al
acto y produce un cambio de status. Por ej. La sociedad sólo se considera regularmente
constituida con la inscripción del contrato constitutivo en el Registro Público de Comercio.

Modificaciones no inscriptas: Ineficacia para la sociedad y los terceros.


Las modificaciones no inscriptas regularmente obligan a los socios otorgantes. Son
inoponibles a los 3ros, no obstante, estos pueden alegarlas contra la sociedad y los socios,
salvo en las sociedades por acciones y en las sociedades de responsabilidad limitada.

Competencia: Art. 15.: Cuando en la ley se dispone o autoriza la promoción de acción


judicial ésta se sustanciará por el procedimiento sumario salvo que se indique otro. La
competencia está dada por la sede social, entiende el juez en materia comercial.
Unidad 4: Elementos específicos de las sociedades.

Los elementos específicos del contrato de sociedad se encuentran previstos en la


definición del art. 1 de la ley 19.550.
La doctrina ha discutido si tales elementos son formales o sustanciales. En el primer
caso, se los podría cumplir sólo en apariencia formal, mientras que en el segundo, se debe
cumplir realmente con estos elementos y no en apariencia.
Hoy en día, la jurisprudencia es pacífica en cuanto a que todos los elementos del art. 1
de la LGS son sustanciales.

1) Pluralidad de socios:
Hasta la sanción de la ley 26.994 que admitió a las sociedades unipersonales, la
pluralidad de socios (2 o más) era una de las características más importantes del contrato
de sociedad. A raíz de ello, la mayoría de la doctrina considera que la pluralidad de socios
ya no constituye un requisito esencial del contrato de sociedad.

Empero, como la LGS restringe tanto la constitución y la actuación de las sociedades de


un solo socio, podemos afirmar que la regla general sigue siendo la pluralidad de socios
como elemento esencial y la sociedad unipersonal una excepción a la regla.

Las características de la sociedad unipersonal son:


1. Sólo se permite que sean sociedades unipersonales las sociedades anónimas. La
denominación debe ser “Sociedad Anónima Unipersonal” (S.A.U).
2. Sólo puede ser constituida por instrumento público y por acto único.
3. No puede ser único socio otra sociedad unipersonal.
4. La integración del aporte debe efectuarse en su totalidad al momento de su
constitución.
5. La reducción a 1 del número de socios de las sociedades anónimas no unipersonales,
no conforma una causal de disolución de dichas compañías, sino que deben adecuar la
denominación social a la exigencia del art. 164 para las sociedades unipersonales y
cumplir con el régimen dispuesto por el art. 299 de la ley 19.550.
6. Están sujetas a la fiscalización estatal permanente (art. 299 de la 19.550).
7. Deben contar con un directorio y una sindicatura plural en forma obligatoria (arts. 255
y 284).
8. Deben publicar los edictos de convocatoria a las asambleas por 5 días en el Boletín
Oficial y en otro diario de amplia circulación en la República Argentina (art. 237).

Estas especiales notas que caracterizan a las sociedades unipersonales impiden que las
mismas se conviertan en un instrumento para que el empresario pueda limitar su
responsabilidad y se promuevan las inversiones en nuestro país. En la práctica, los únicos
destinatarios de estos instrumentos serán las grandes corporaciones nacionales y las
sociedades extranjeras.
2) La tipicidad:
El tipo es una descripción. En el antiguo Código, la tipicidad era cerrada, de modo que la
sociedad atípica era nula de nulidad absoluta. Actualmente, el CCCN dispone una tipicidad
semicerrada, por lo que la sociedad atípica es válida relativamente oponible.
En virtud del concepto de tipicidad los constituyentes no pueden apartarse de los tipos
creados por el legislador si pretenden tener una sociedad regularmente constituida. La
tipicidad brinda seguridad al tráfico mercantil, pues los terceros saben, cuando contratan
con una determinada sociedad, cuál es el alcance de la responsabilidad de los socios,
quién se encuentra facultado para representarla y cuáles son las pautas de su
funcionamiento interno.

Hoy en día existen 6 tipos sociales y 1 régimen residual para las sociedades que no
encuadran en los mismos. El art. 17 de la ley 19.550 somete a las sociedades que no
exhiban todos los requisitos esenciales tipificantes o que comprendan elementos
incompatibles con el tipo legal, al régimen de las sociedades no regulares (arts. 21 as 26),
impidiéndoles producir los efectos del tipo elegido.

Entre los tipos sociales encontramos:


1. Sociedades de interés o de personas: Aquí, lo que les importa a los socios es quién es
el otro socio y no tanto el capital aportado.
Son sociedades que cuentan, por lo general, con muy pocos socios y se caracterizan por
la responsabilidad solidaria, ilimitada y subsidiaria de sus integrantes, así como también
por un esquema sencillo de funcionamiento.
La personalidad es de enrome relevancia, se requieren importantes mayorías para
modificar el contrato social y la conformidad de todos los demás para que un socio ceda
su parte. Entre ellas encontramos:

 Sociedad colectiva: Aquella en la que los socios responden solidaria, subsidiaria e


ilimitadamente.
Solidariamente, porque una vez que el socio es requerido, responde por toda la deuda,
sin perjuicio de la acción de repetición que tenga respecto de los otros socios.
Subsidiariamente, porque los socios tienen el beneficio de exclusión, por lo que pueden
exigirles a los acreedores que ataquen primero al patrimonio social. Ilimitadamente, dado
que todos los socios responden con todo su patrimonio.
Su normativa es aplicable a las demás sociedades incluidas en esta clasificación, en lo
que resultaran compatibles.

 En Comandita Simple: Se caracteriza por la existencia de 2 categorías de socios:


 Los comanditados, que responden como los socios de sociedades colectivas.
 Los comanditarios, que responden sólo por los aportes efectuados a la sociedad,
que deben necesariamente consistir en obligaciones de dar.
Precisamente, por los límites a la responsabilidad asumida, les está prohibido a estos
socios ejercer la administración de la sociedad, la cual deberá estar a cargo de los socios
comanditados o terceros.

 De Capital e Industria: Posee dos tipos de socios:


 Los capitalistas, que responden como los socios de sociedades colectivas.
 Los industriales, que responden hasta la concurrencia de las ganancias no
percibidas. Sólo aporta su trabajo, pero no capital.
A diferencia de las sociedades en comandita simple, la administración de las sociedades
de capital e industria puede ser desempeñada por cualquiera de los socios.

2. Sociedades por acciones:


Son aquellas en las cuales su capital social se divide en acciones que se incorporan a
títulos representativos, y así circulan. Los socios, denominados accionistas, limitan su
responsabilidad a la integración de las acciones suscriptas.

Aquí encontramos:
 Sociedad anónima: Es la sociedad por acciones por naturaleza. Aquella en la que los
accionistas responden en forma subsidiaria, limitada al capital suscripto y en forma
simplemente mancomunada.
 En Comandita por Acciones: Posee dos tipos de socios:
 Accionistas o comanditarios, que tienen las mismas características que los socios
de las S.A.
 Comanditados, que responden como los socios de sociedades colectivas (en forma
solidaria).
Se diferencia de la sociedad en Comandita Simple porque en ésta los socios comanditarios
poseen títulos accionarios.

3. Sociedades por Cuotas:


Son exclusivamente las Sociedades de Responsabilidad Limitada (S.R.L), caracterizadas
por la división de su capital social en cuotas de igual valor y la responsabilidad de todos
sus socios por las cuotas que hubieran suscripto o integrado.
Constituyen una categoría mixta e intermediaria entre las sociedades de personas y las
sociedades de capital, ya que los socios responden en forma subsidiaria, limitada al capital
suscripto, pero solidaria (todos por el todo).

3) La organización:
A diferencia del contrato de cambio, que presupone un intercambio de prestaciones que
se agotan con su realización, en la sociedad cada parte constituye, a través de
prestaciones coordinadas, el patrimonio de un nuevo sujeto de derecho creado en virtud
del contrato que les permitirá a los socios obtener los beneficios esperados.
Por otra parte, el carácter organizacional del acto constitutivo de la sociedad surge de la
necesidad de reglamentar, en el contrato social o estatuto, las relaciones entre los socios y
de éstos con la sociedad y el funcionamiento del ente (tanto desde el punto de vista
interno como frente a terceros).

4) Capital social:
El conjunto de los aportes, en dinero o en especie, estimados en una cifra determinada,
forman el capital social de la compañía. El capital debe ser adecuado al objeto que la
sociedad pretenda desarrollar.

La importancia del capital radica en que el mismo:


1. Sirve como fondo patrimonial para la obtención de beneficios a través del ejercicio por
la sociedad de una determinada actividad empresarial.
2. Sirve como parámetro para medir matemáticamente la participación del socio en la
sociedad.
3. Cumple una función de garantía frente a los terceros, en especial en las sociedades de
responsabilidad limitada y en la S.A, pues la cifra capital brinda a los terceros un dato
de fundamental importancia al permitirles conocer los bienes con que cuenta la
sociedad para afrontar sus obligaciones.
El capital se erige como garantía indirecta de los acreedores, ya que es un límite para
los socios, de modo que no puedan llevarse el patrimonio. Precisamente, por la
función de garantía que el capital social cumple, es que el legislador ha establecido
una serie de normas para asegurar su intangibilidad.

Es importante que no se confunda el capital social con el patrimonio.


El capital es la suma de los aportes de los socios, integrados en el acto constitutivo o en
oportunidad de su ampliación o incremento. Es decir, que el capital de la sociedad es una
cifra abstracta que voy a encontrar en el contrato social (tiene una existencia de derecho)
y, en principio, es una cifra fija e invariable.
El capital es una cifra que siempre debe estar en la sociedad, pues sirve de instrumento
de garantía para los acreedores por la exoneración de la responsabilidad de que gozan los
patrimonios personales de cada uno de los socios.

Contrariamente, el patrimonio de la sociedad, cuyo monto sólo puede coincidir con el


del capital social en el momento de la constitución de la misma, puede ser concebido
como un activo social efectivo con el cual la sociedad responde por las obligaciones
contraídas.
Es una cifra que se plasma en los libros contables y resulta esencialmente variable por el
giro ordinario de los negocios. Tiene una existencia de hecho, ya que es un dato que surge
de la realidad.
Cuando el patrimonio está por debajo del capital, aunque sea neto, el capital no puede
ser tocado por los socios.

Principios del capital social:


 Principio de intangibilidad: Es la relación necesaria entre el patrimonio y el capital
suscripto que garantiza la solidez de éste. El capital es una cifra que siempre debe
estar en la sociedad, pues sirve de instrumento de garantía para los acreedores por la
exoneración de la responsabilidad de que gozan los patrimonios personales de cada
uno de los socios.
El patrimonio neto no debe ser inferior al capital social.
 Principio de determinación: El capital social es una cifra numérica, determinada en los
estatutos, y sólo modificable mediante el procedimiento de modificación de estatutos.
 Principio de efectividad: Debe existir en forma real.
 Principio de unidad: El capital debe ser singular como cifra que exprese el valor total
del patrimonio en garantía.

Los aportes:
El aporte es la contribución de cada socio al fondo común que debe constituirse para el
desarrollo del objeto social. Consiste en una prestación de dar, hacer o de no hacer.

Los aportes pueden transferirse a la sociedad en propiedad o en uso y goce, según se


convenga.
Asimismo, pueden consistir en dinero, créditos a cargo de terceros, cosas muebles e
inmuebles, mercaderías, patentes de invención, marcas de fábrica, fondos de comercio,
trabajos personales, bienes gravados (por su valor con deducción del gravamen
especificado por el aportante), etc.
Empero, no todas esas prestaciones pueden ser aportadas a cualquier tipo social. Por ej.
en las sociedades donde los socios limitan su responsabilidad al aporte efectuado, los
aportes sólo pueden consistir en dinero o en prestaciones de dar, susceptibles de
ejecución forzada.

Cumplimiento, exigibilidad y ejecución del aporte:


El aporte es consensual, por lo cual debe ser cumplido en el término fijado en el
contrato. Por ej. la ley 19.550 estipula para ciertos tipos sociales (S.R.L y S.A pluripersonal)
que los aportes en dinero deben integrarse en un 25 %, como mínimo y completarse en un
plazo de dos 2 años.
Si no tuviere plazo fijado, el aporte es exigible desde la inscripción de la sociedad.
Ello es aplicable a todas las sociedades, con excepción de las sociedades anónimas
unipersonales, en las cuales el aporte debe ser cumplido totalmente en el acto
constitutivo.
El socio que no cumpla con el aporte en las condiciones convenidas, incurre en mora por
el mero vencimiento del plazo, lo que autoriza a la sociedad a:
 Disponer la exclusión del socio: La decisión es adoptada por el órgano de gobierno de
la sociedad y se hace efectiva sin necesidad de acción judicial. El socio afectado puede
reclamar en sede judicial la legalidad de aquella decisión societaria.
Esta sanción es exclusivamente aplicable en las sociedades de interés y de
responsabilidad limitada, a los socios comanditados de las sociedades por acciones y
en las sociedades de hecho.
 Exigir el cumplimiento con la indemnización de los daños y perjuicios
correspondientes: Esta sanción es aplicable a todos los tipos societarios.
 Disponer en la S.A (no unipersonal) la caducidad de los derechos del accionista
moroso, previa intimación a integrar en un plazo no mayor de 30 días, con pérdida de
las sumas abonadas: Esta sanción es aplicable si se la previó por vía estatuaria.

Prescripción de las acciones para la integración de los aportes:


Tratándose de una obligación derivada del incumplimiento del aporte, el plazo de
prescripción de la acción correspondiente es de 5 años, contados desde que la obligación
fue exigible.

Garantía por evicción y vicios redhibitorios:


La garantía de evicción por los bienes aportados tiene el siguiente régimen:
1. La sanción específica contra el socio que ha aportado un bien reclamado
legítimamente por terceros, consiste en la exclusión de la sociedad, sin perjuicio de las
acciones resarcitorias que ésta pueda promover en su contra.
2. La sociedad podrá, a su elección, optar por no excluir al socio, reclamándole el valor
del bien y la indemnización por los daños ocasionados. Tal posibilidad es inadmisible
en caso de mala fe del aportante.
3. El socio responsable de la evicción sólo podrá evitar la exclusión si reemplaza el bien
por otro de igual especie y calidad, sin perjuicio de su obligación de indemnizar a la
sociedad por los daños ocasionados.
4. Si el aporte del socio fuera el usufructo del bien, el socio aportante carecerá de la
posibilidad de reemplazarlo.

En materia de vicios redhibitorios, la ley 19.550 no contiene solución especial,


coincidiendo la doctrina en la aplicación al caso de los mismos principios que gobiernan a
la garantía de evicción.

Valuación de los aportes en especie:


El sistema de valuación de los aportes no dinerarios previstos por la ley 19.550 es
diferente según el tipo societario del que se trate y la responsabilidad asumida por cada
socio:
1. Sociedades de personas o de interés: La ley delega en los socios la explicitación en el
contrato social de los métodos de valuación empleados. En su defecto, los aportes en
especie se valuarán según los precios de plaza o por uno o más peritos que designará
el juez de la inscripción (hoy la Inspección General de Justicia en la Capital Federal).

2. Sociedades de responsabilidad limitada y en comandita simple para el porte de los


socios comanditarios: Se indicarán en el contrato constitutivo los antecedentes
justificativos de la valuación.
En caso de insolvencia o quiebra de la sociedad, los acreedores pueden impugnarla en el
plazo de 5 años de realizado el aporte. La impugnación no procederá si la valuación se
realizó judicialmente.
Es decir, la ley sólo exige que se reglamente la valuación, pero con la responsabilidad a
cargo de los socios.

3. Sociedades por acciones: La valuación de los aportes en especie no es delegada a los


fundadores, labor que está a cargo exclusivamente de la autoridad de control y que
deberá efectuarse siguiendo las siguientes pautas:
 Por valor de plaza, cuando se tratare de bienes con valor corriente.
 Por valuación pericial, cuando a juicio de la autoridad de contralor no pueda ser
reemplazada por informes de reparticiones estatales o Bancos oficiales.

Infravaluación de los aportes:


Se admite la procedencia del aporte no dinerario por un valor inferior a la valuación,
pues ello no afecta el principio de intangibilidad del capital social.
No sucede lo mismo con la sobrevaluación de tales bienes, en cuyo caso, la ley exige
expresamente la integración de la diferencia.

Prestaciones accesorias:
Son aquellas prestaciones efectuadas por los socios que no integran el capital social ni
implican acrecentamiento por parte del aportante de sus derechos sociales.
Se trata necesariamente de obligaciones de dar bienes no dinerarios, prestaciones de
industria u obligaciones de hacer, que deben estar individualizadas en el contrato social
en orden a su naturaleza, así como la retribución, duración y sanciones en caso de
incumplimiento.
Las prestaciones accesorias adquieren especial relevancia en materia de sociedades de
responsabilidad limitada y anónimas.

5) Fin societario: La sociedad debe dedicarse a la producción o intercambio de bienes o


servicios (actividad).

6) Riesgo común:
Implica que todos los socios ganan o todos pierden.
La participación en los beneficios económicos, denominados técnicamente dividendos,
está sujeta a un procedimiento especial previsto expresamente por la ley 19.550. Los
dividendos sólo pueden ser aprobados y distribuidos a los socios si ellos surgen de
ganancias realizadas y liquidadas resultantes de un balance confeccionado de acuerdo con
la ley y el estatuto y aprobado por el órgano social competente (salvo en las S.A incluidas
en el art. 299).

Los socios deben pactar en el contrato constitutivo o en el estatuto la forma en que se


distribuirán entre ellos las utilidades obtenidas por la sociedad y el modo en que
soportarán las pérdidas.
Si se prevé sólo la forma de distribución de utilidades, esta manera se aplicará para
soportar las pérdidas y viceversa.
En caso de silencio y nada se diga respecto al modo de distribución de las utilidades y de
las pérdidas, será en proporción a los aportes.

Son nulas de nulidad absoluta las cláusulas del contrato social o del estatuto por medio
de las cuales:
1. Alguno o algunos de los socios reciban todos los beneficios o se los excluya de ellos, o
que sean liberados de contribuir a las pérdidas.
2. Se les restituyan al socio o socios capitalistas los aportes con un premio designado o
con sus frutos (promesa de utilidades).
3. Se asegure al socio su capital o las ganancias eventuales.
4. Se disponga que la totalidad de las ganancias pertenezcan al socio o socios
sobrevivientes.
5. Se permita la determinación de un precio para la adquisición de la parte de un socio
por otro, que se aparte notablemente de su valor real al tiempo de hacerla efectiva.
Tales cláusulas han sido denominadas como “cláusulas leoninas”.

7) La affectio societatis:
Elemento del contrato social que consiste en la predisposición de los integrantes de la
sociedad de actuar en forma coordinada para obtener el fin perseguido con su
constitución, postergando los intereses personales en aras del beneficio común.
Es decir, es la vocación de someter el interés propio al interés social (el límite al
gobierno de las mayorías).

Debe descartarse la identificación entre el referido elemento y la amistad o cordialidad


entre los socios, en la medida en que la affectio societatis le impone al socio una serie de
conductas (ánimo de colaboración y su lealtad hacia los fines societarios), que suponen
frecuentes y necesarios cambios de opiniones y discrepancias que no pueden conducir
fatalmente a la disolución de la sociedad.
En otras palabras, si bien la affectio societatis es el elemento característico del contrato
de sociedad, su inexistencia no puede ser, en principio, causal de resolución parcial del
referido contrato ni esgrimido por ninguno de los socios para negarse a cumplir con sus
obligaciones.
Pero sí, la falta de affectio es el móvil de determinadas conductas del socio que resultan
perjudiciales para la compañía. Por ej. su permanente inasistencia a las reuniones de
socios, impidiendo adoptar decisiones fundamentales para la marcha de la sociedad. La
exclusión de quien incurra en tales inconductas es admisible, pero no fundada en la
inexistencia de affectio, sino en las conductas que son su consecuencia.
La affectio societatis nace como un elemento del contrato social, pero a partir de la
firma del mismo, se transforma en una obligación contractual.

Sociedad de cómodo: Socie


Unidad 5: Nulidades societarias

La nulidad es una sanción legal por un vicio presente en el acto jurídico que lo priva de
sus efectos.
La concepción de la sociedad como un contrato plurilateral de organización trae como
consecuencia la escasa adaptación a ella de las normas que el CCCN prevé en materia de
nulidad de actos jurídicos en general.
A diferencia de los contratos de cambio, que se caracterizan por la existencia de
prestaciones recíprocas y contrapuestas entre las partes, en el contrato de sociedad las
prestaciones de los socios no resultan antagónicas y son debidas a un nuevo sujeto de
derecho que se convierte en el titular de las relaciones jurídicas habidas con los terceros.

Entonces, los efectos que supone la declaración de nulidad de una sociedad son:
1) La nulidad declarada no importa la retroacción de los efectos cumplidos al momento
de la constitución del ente, sino que rige ex nunc (desde ahora).
El nacimiento de un sujeto de derecho distinto a los socios otorgantes y la presunción de
validez de la actuación de quién contrata a nombre de la sociedad en cumplimiento de su
objeto social, hacen que si se aplica la normativa del ordenamiento común, se afecten los
derechos de terceros de buena fe y se atente contra la seguridad jurídica y la estabilidad
de las operaciones sociales.
Esta ausencia de efecto retroactivo vale para las relaciones internas como externas de la
sociedad.
2) Opera como causal de disolución de la sociedad, dando paso en forma automática, al
proceso liquidatorio. Excepto, en los casos en que la nulidad sea decretada como
consecuencia de incurrir la sociedad en las conductas previstas en los arts. 18 a 20 de
la ley 19.550, en cuyo caso, el procedimiento liquidatorio es especial y sumamente
riguroso.
3) La declaración de nulidad no puede afectar los contratos celebrados por la sociedad
frente a terceros.
4) La declaración de nulidad de la sociedad provoca la invalidez del contrato social
suscrito entre los socios, pero no borra la actuación asociativa interna desarrollada en
la sociedad, que ha de juzgarse por las reglas de las sociedades irregulares.

Nulidad vincular del contrato de sociedad:


El art. 16 de la LGS dispone que la nulidad o anulación que afecte el vínculo de alguno de
los socios no producirá la nulidad, anulación o resolución del contrato, excepto que la
participación o la prestación de ese socio deba considerarse esencial, habida cuenta de las
circunstancias o que se trate de socio único.

De esta manera, la nulidad del vínculo que une al socio con la sociedad no produce la
nulidad del contrato constitutivo del ente. Por ej. incapacidad de hecho o de derecho del
socio, vicios de la voluntad, etc.
En este caso, la invalidez debe ser encausada a través de las soluciones previstas para la
resolución parcial del contrato social a los fines de materializar la exclusión del incapaz y
abonarle el valor de su participación, sin que esa circunstancia trascienda la existencia y el
funcionamiento de la sociedad.
Sin embargo, el legislador ha previsto algunos casos en que la nulidad del vínculo que
une a uno de los socios con la sociedad puede provocar la nulidad del contrato social.
Tales supuestos son:
 Tratándose de cualquier supuesto de nulidad vincular, cuando la participación o la
prestación del socio afectado deba ser considerada esencial, habida cuenta de las
circunstancias. En tal caso, la declaración de nulidad del contrato social deberá ser
determinada por el juez.
 Si se trata de un socio único.
 Si se trata de sociedad en comandita simple o por acciones, o de sociedad de capital e
industria, el vicio de la voluntad del único socio de una de las categorías de socios hace
anulable el contrato.

Nulidad del contrato social por omisión de requisitos esenciales:


Conforme al art. 17 de la LGS, las sociedades previstas en el Capítulo II de esta ley no
pueden omitir requisitos esenciales tipificantes ni comprender elementos incompatibles
con el tipo legal.
Entre los requisitos esenciales tipificantes encontramos: nombre societario, domicilio
social, designación precisa y determinada de su objeto, fijación del capital social, mención
del aporte de cada socio y determinación del plazo de duración.

En caso de infracción a estas reglas, la sociedad constituida no produce los efectos


propios de su tipo y queda regida por lo dispuesto para las sociedades simples o
irregulares.

Sociedades de objeto ilícito:


El art. 18 de la LGS expresa que las sociedades que tengan objeto ilícito son nulas de
nulidad absoluta, principio que también vale para las hipótesis previstas en los arts. 19 y
20 del mismo ordenamiento.

Consecuencias:
1. Los terceros de buena fe pueden alegar contra los socios la existencia de la sociedad,
sin que éstos puedan oponer la nulidad.
2. Los socios no pueden alegar la existencia de la sociedad erga omnes, ni aún para
demandar a terceros o para reclamar la restitución de los aportes, la división de
ganancias o la contribución a las pérdidas.
3. Decretada la nulidad de oficio, a petición de parte o del Ministerio Público, deberá
procederse a su liquidación. Esta tarea será efectuada por un liquidador judicial
designado por el juez de la causa, quien deberá realizar el activo y cancelar el pasivo
social, así como los perjuicios causados.
4. Los integrantes de la sociedad carecen de todo derecho al reembolso del capital
aportado, así como al remanente de la liquidación, el cual, en caso de existir, deberá
ser ingresado por el liquidador judicial al patrimonio estatal para el fomento de la
educación común de la jurisdicción respectiva.
5. Los socios, los administradores y quienes actúen como tales en la gestión social (aún
temporalmente) responderán ilimitada y solidariamente por el pasivo social y los
perjuicios causados. Debe tenerse en cuenta que tal solidaridad está supeditada a los
siguientes requisitos:
 Que se trate de actos practicados en común.
 Que hayan sido celebrados para el fin de la sociedad.
Las previsiones del art. 18 de la LGS rigen tanto respecto de las sociedades regulares
como de las irregulares.
Sociedades de actividad ilícita (art. 19 de la LGS):
Al igual que en materia de sociedades de objeto ilícito, el régimen de nulidad de las
sociedades de objeto lícito y actividad ilícita ofrece las particularidades de:
1. Su disolución y liquidación a pedido de parte o de oficio, a cargo de un funcionario
judicial.
2. La inoponibilidad erga omnes de la existencia de la sociedad por sus integrantes.
3. La responsabilidad solidaria e ilimitada de los socios, administradores y quienes
actúen como tales en la gestión social por el pasivo social y los perjuicios ocasionados.

La única diferencia entre el régimen previsto en el art. 18 y la situación prevista en el art.


19, es que en este último caso, los socios que acrediten su buena fe quedan excluidos de
la responsabilidad solidaria e ilimitada por el pasivo social y los perjuicios causados y
gozan del derecho a obtener su cuota liquidatoria, una vez realizado el activo y cancelado
el pasivo social por parte del liquidador judicial.

Ello es así ya que el acto ilícito aislado sólo podrá generar responsabilidad de quien lo ha
cometido o consentido, pero no puede afectar la existencia del ente.
Por ej. queda comprendida en la norma del art. 19 la sociedad que desarrolla una
actividad comúnmente denominada “en negro”, esto es, sin constancias en los registros
contables o sociales para evadir obligaciones impositivas o previsionales.

Sociedades de objeto prohibido:


Las sociedades que tengan un objeto prohibido en razón del tipo, son nulas de nulidad
absoluta.
Se trata estrictamente de sociedades que tuvieren un objeto prohibido en razón del
tipo, en tanto nuestra legislación reserva ciertas actividades a compañías mercantiles que
han adoptado una determinada tipología (actividades bancarias, financieras,
aseguradoras, etc.), a las cuales somete a estrictos controles de constitución y
funcionamiento por organismos especializados.
A las sociedades de objeto prohibido en razón del tipo, se les aplican las previsiones del
art. 18 de la LGS, excepto en cuanto a la distribución del remanente la liquidación, al cual
todos sus integrantes tendrán derecho sin necesidad de acreditar su buena fe.
En cuanto a la responsabilidad por el pasivo social y los perjuicios sociales, la regla del
art. 18 resulta plenamente aplicable a todos los integrantes de las sociedades de objeto
prohibido, sin excepción de ninguna índole.

Sociedades simuladas:
La ley 19.550 ha previsto algunos supuestos de simulación subjetiva en el art. 34, que
contempla la situación de los socios ocultos o ficticios.
Empero, no contempla la simulación del contrato de sociedad, situación que se da ante
la existencia de sociedades constituidas exclusivamente por testaferros, que disfrazan la
actuación de un controlante exclusivo a los fines, por lo general, de eludir prohibiciones,
incapacidades o inhabilitaciones previstas por el ordenamiento positivo y cuya nulidad se
previene en los arts. 334 y 336 del CCCN.
Acción judicial de nulidad:
Legitimación activa
Tratándose de sociedades de objeto ilícito, actividad ilícita y objeto prohibido, la nulidad
podrá ser pedida por el interesado o declarada de oficio por el juez, atento a su carácter
absoluto.
En la nulidad vincular o en la nulidad por simulación del acto constitutivo, la invalidez
también puede ser requerida por los terceros afectados por el vicio. Según el art. 336 del
CCCN, los terceros cuyos derechos o intereses legítimos son afectados por el acto
simulado pueden demandar su nulidad. Pueden acreditar la simulación por cualquier
medio de prueba.

Legitimación pasiva:
 En la demanda por nulidad del acto constitutivo de la sociedad, se demanda a todos
sus integrantes en forma individual y no al ente.
 En la demanda por nulidad de la sociedad en los términos de los arts. 18 a 20 de la
LGS, se demanda a la propia sociedad y no a sus integrantes.

Procedimiento: La demanda deberá tramitar por el procedimiento sumario, salvo que se


indique otro.
Prescripción: El plazo general de prescripción de la acción de nulidad es de 5 años, salvo
que se trate de una sociedad en cuya nulidad está interesado el orden público, en cuyo
caso, la acción judicial será imprescriptible y el acto jurídico nulo será inconfirmable.

Nulidad de la constitución de sociedades mediante participaciones recíprocas:


Conforme al art. 32 de la ley 19.550 quedan prohibidas las participaciones recíprocas
entre sociedades, proscripción que tiende a proteger a los terceros, pues con ello se evita
el aguamiento del capital social de las sociedades participantes y participadas,
impidiéndose la confusión de patrimonios y capitales.
Es nula la constitución de sociedades o el aumento de su capital mediante
participaciones recíprocas, aún por persona interpuesta. La infracción a esta prohibición
hará responsable en forma ilimitada y solidaria a los fundadores, administradores,
directores y síndicos.
Dentro del término de 3 meses deberá procederse a la reducción del capital
indebidamente integrado, quedando la sociedad en caso contrario, disuelta de pleno
derecho.

Tampoco puede una sociedad controlada participar en la controlante ni en sociedad


controlada por ésta por un monto superior (según balance) al de sus reservas, excluida la
legal.
Las partes de interés, cuotas o acciones que excedan los límites fijados deberán ser
enajenadas dentro de los 6 meses siguientes a la fecha de aprobación del balance del que
resulte la infracción. El incumplimiento será sancionado con la pérdida de los derechos de
voto y a las utilidades que correspondan a esas participaciones en exceso hasta que se
proceda a dicha enajenación.
Unidad 6: La sociedad simple

Régimen legal de las sociedades no constituidas regularmente:


En la legislación anterior, el legislador asignaba a las sociedades no constituidas
regularmente un régimen sumamente riguroso en torno a responsabilidades emergentes
y en cuanto a las limitaciones para invocar el contrato entre sus integrantes. Todo ello,
con el propósito de eliminar la irregularidad.

Actualmente, luego de la reforma del CCCN, la legislación es muchísimo más benigna,


aunque sin pretender beneficiar a estas sociedades no constituidas regularmente.

Las sociedades no constituidas regularmente son aquellas que no se constituyeron con


sujeción a los tipos previstos en la ley 19.550 o que han omitido los requisitos esenciales o
que incumplen las formalidades exigidas por la ley.

Encontramos 2 tipos, los cuales coinciden en no estar inscriptas en el Registro Público:


 Irregulares: Aquellas que han cumplido con todas las formalidades legales, pero que
sólo han omitido su inscripción registral en los términos del art. 7 de la LGS. Poseen
un contrato escrito.
 De hecho: Aquellas que carecen de todo instrumento escrito de constitución. Aquí, el
contrato social es verbal.

Las sociedades no constituidas regularmente, sean irregulares o de hecho, tienen plena


personalidad jurídica (son sujetos de derecho), la cual surge a partir de la realización del
contrato verbal o escrito.

Sociedades incluidas:
Conforme al art. 21 de la LGS, quedan comprendidas en el régimen de las sociedades no
constituidas regularmente:
1. La sociedad que no se constituya con sujeción a los tipos del Capítulo II: Es decir, las
sociedades atípicas. Antes de la reforma eran NULAS, ahora son consideradas como
sociedades no constituidas regularmente.
2. La sociedad que omita requisitos esenciales: Ya sean requisitos esenciales tipificantes,
como requisitos esenciales no tipificantes.
3. La sociedad que incumpla con las formalidades exigidas por esta la LGS: Ya sea por la
falta de instrumentación, publicidad o inscripción.

También, podemos incluir a:


4. Las sociedades Civiles de profesionales:
Son aquellas sociedades cuyo objeto constituya la prestación de servicios profesionales y
que no se hayan constituido de conformidad con los tipos previstos en el ordenamiento
legal.
Son pequeñas sociedades informales constituidas por 2 o más personas, dedicadas al
ejercicio de una profesión liberal y que, luego de un trabajo realizado en común, proceden
a distribuir de inmediato las ganancias obtenidas.

Tras la sanción del CCCN, el estatus legal de las sociedades civiles se ha modificado con
las siguientes consecuencias:
 No podrán conformarse ni constituirse nuevas sociedades civiles a partir de la entrada
en vigencia del nuevo código.
 Ellas desaparecerán como tales, para quedar incluidas en el régimen previsto por la
LGS para las sociedades no constituidas regularmente (arts. 21 a 26).
 Las sociedades civiles que, a esta fecha, hubieran sido constituidas por escritura
pública, continuarán gobernadas por las cláusulas de su estatuto, en la medida que
resulten compatibles con el nuevo régimen legal.

5. Sociedades irregulares por derivación: Son sociedades regulares, pero que por algún
motivo que generaría su disolución pero que no logra disolverla, se hace irregular. Por
ej. una sociedad de plazo vencido que no se liquida.

Régimen aplicable:
Según el art. 22, el contrato social (escrito) puede ser invocado entre los socios.
Es oponible a los 3ros sólo si se prueba que lo conocieron efectivamente al tiempo de la
contratación o del nacimiento de la relación obligatoria, siendo la prueba de esta
circunstancia a cargo de los socios o de la sociedad.
Por su parte, los terceros también pueden invocarlo contra la sociedad, los socios y los
administradores.

Representación: administración y gobierno:


El órgano de administración cumple 2 funciones: la primera REPRESENTAR (hacia afuera)
y la segunda ADMINISTRAR (hacia adentro).

Conforme al art. 23, las cláusulas relativas a la representación, la administración y las


demás que disponen sobre la organización y gobierno de la sociedad pueden ser
invocadas entre los socios.
En las relaciones con 3ros, en principio, cualquiera de los socios representa a la sociedad
exhibiendo el contrato. Empero, la disposición del contrato social le puede ser opuesta si
se prueba que los terceros la conocieron efectivamente al tiempo del nacimiento de la
relación jurídica.

Adquisición de bienes registrables:


Para adquirir bienes registrables, la sociedad debe acreditar ante el Registro su
existencia y las facultades de su representante por un acto de reconocimiento de todos
quienes afirman ser sus socios.
Este acto debe ser instrumentado en escritura pública o instrumento privado con firma
autenticada por escribano.
El bien se inscribirá a nombre de la sociedad, debiéndose indicar la proporción en que
participan los socios en tal sociedad.

El acto de reconocimiento debe ser presentado ante el Registro correspondiente al bien


registral adquirido por la sociedad y es exigible para todos los entes mencionados en el
art. 21 con excepción de la sociedad irregular.
Ello se debe a que el contrato escrito constitutivo de la misma fue pasado en escritura
pública o en instrumento privado con firma certificada por notario, por lo que la
realización del referido acto de reconocimiento carece de sentido.

Es importante aclarar que para todas las demás sociedades incluidas en el art. 21, el acto
de reconocimiento no significa la celebración de un contrato social.

Prueba de la existencia de las sociedades no constituidas regularmente:


La existencia de la sociedad simple puede acreditarse por cualquier medio de prueba.

Como se trata de un contrato, se rige por las reglas generales de los contratos y se exige
un principio de prueba por escrito.
Se considera principio de prueba instrumental cualquier instrumento que emane de la
otra parte, de su causante o de parte interesada en el asunto, que haga verosímil la
existencia del contrato. Se establece además que los contratos por escrito no pueden
probarse solamente por testigos.

El mayor inconveniente surge al probar las sociedades de hecho ya que tienen contrato
verbal.
La carga de la prueba del contrato de sociedad corresponde a quien invoca la existencia
de una relación asociativa.

Responsabilidad de los socios:


En el régimen anterior, la responsabilidad de los socios era ilimitada, solidaria y no
subsidiaria. Empero, actualmente los socios responden frente a los 3ros como obligados
simplemente mancomunados y por partes iguales, salvo que la solidaridad con la sociedad
o entre ellos, o una distinta proporción, resulten:

 De una estipulación expresa respecto de una relación o un conjunto de relaciones.


 De una estipulación del contrato social.
 De las reglas comunes del tipo que manifestaron adoptar y respecto del cual se
dejaron de cumplir requisitos sustanciales o formales.

Subsanación de la sociedad no regular:


El legislador ha reemplazado el procedimiento de “regularización” previsto en el
derogado art. 22 de la ley 19.550, por un mecanismo que denomina “subsanación”.

Sólo pueden subsanarse las sociedades irregulares, ya sea a iniciativa de la sociedad o


de los socios en cualquier tiempo durante el plazo de duración previsto en el contrato.
Podemos ver, que se excluye de dicho beneficio a aquellos entes que no puedan exhibir
un contrato social con un plazo de duración determinado, tal como acontece en las
sociedades de hecho.

A falta de acuerdo unánime de los socios, la subsanación puede ser ordenada


judicialmente en procedimiento sumarísimo. En caso necesario, el juez puede suplir la
falta de acuerdo, sin imponer mayor responsabilidad a los socios que no lo consientan.
El socio disconforme podrá ejercer el derecho de receso dentro de los 10 días de quedar
firme la decisión judicial, por lo que podrá irse de la sociedad habiéndosele reembolsado
su cuota parte.

Disolución. Liquidación:
Cuando NO hay pacto de duración, cualquiera de los socios puede solicitar la disolución,
para la cual no se exige la invocación de motivos, bastando la notificación fehaciente de la
voluntad disolutoria a todos los socios.
Si hubiera pacto de duración, como este es oponible entre socios, hay que esperar hasta
su vencimiento para pedir la disolución.

La sociedad queda disuelta de pleno derecho si en el plazo de 90 días de recibida la


última notificación, los socios no manifiestan su voluntad de no disolverla.

Los socios que deseen permanecer en la sociedad, deben pagar a los salientes su parte
social. En este articulado se establece el principio de continuidad de la empresa,
estableciendo que la oposición de 1 solo socio dentro de los 90 días de la última
notificación hace que no proceda la disolución, debiendo el o los socios que deseen
permanecer en la sociedad, pagar a los salientes su parte social.

La liquidación se rige por las normas del contrato y de la LGS.

Relaciones entre los acreedores sociales y los particulares de los socios:


Las relaciones entre los acreedores sociales y los acreedores particulares de los socios,
aun en caso de quiebra, se juzgarán como si se tratara de una sociedad de los tipos
previstos en el Capítulo II, incluso con respecto a los bienes registrables.
Unidad 7: El status de socio

El estado de socio:
Los socios son los dueños de la sociedad, aquellos que hicieron los aportes y tienen
derecho a las utilidades. En principio, no tienen la obligación de trabajar.
El estado de socio implica para éste la asunción de una determinada actuación ante la
sociedad que integra, sus órganos y frente a sus consocios, pues una vez que ha accedido
a este carácter, el socio se convierte en el titular de una serie de derechos y obligaciones
que han sido previstos expresamente en la ley 19.550 para lograr el desarrollo y
cumplimiento del fin societario.

El estado de socio surge por su intervención en el acto constitutivo de la entidad


(contrato) o por su incorporación voluntaria posterior. En el caso de las sociedades de
hecho, el estado de socio nace en el momento de la primera exteriorización de la
sociedad.

OBLIGACIONES DEL SOCIO:

1) Realizar los aportes comprometidos:


La importancia del cumplimiento de esta obligación es fundamental, pues sin aporte, la
sociedad carecerá de capital para el desarrollo de su objeto social. Se ha sostenido que sin
aporte no puede haber socios y por ende, tampoco sociedad.

El socio que no cumpla con el aporte en las condiciones convenidas incurre en mora por
el mero vencimiento del plazo, y debe resarcir los daños e intereses. Si no tuviere plazo
fijado, el aporte es exigible desde la inscripción de la sociedad.

En el caso de las sociedades de personas y de responsabilidad limitada, la sociedad


podrá excluirlo sin perjuicio de reclamación judicial del afectado o exigirle el cumplimiento
del aporte.

En las sociedades por acciones, la mora en la integración del aporte suspende


automáticamente el ejercicio de los derechos inherentes a las acciones en mora,
pudiéndose disponer en el estatuto las siguientes sanciones:
 Que los derechos de suscripción correspondientes a ellas sean vendidos en remate público
o por medio de un agente de bolsa, si se trata de acciones cotizables.
 La caducidad de los derechos que otorgan las acciones en mora.
Si estatuariamente nada se ha previsto, sólo queda a la sociedad optar por el
cumplimiento del contrato de suscripción.

2) Adecuar su conducta y sus intereses personales al interés social o colectivo y a las


necesidades de la sociedad:
Tal manera de actuar dentro del contexto societario ha sido denominada comúnmente
como la affectio societatis.
El legislador ha adaptado la intensidad de la obligación de los socios de adecuar sus
intereses a las necesidades de la sociedad, al tipo social elegido por ellas al constituir la
compañía y por ello, corresponde hacer las siguientes distinciones:
1) En las sociedades de personas, todos los socios están obligados a administrar la
sociedad cuando el contrato social no ha regulado el régimen de administración. La
negativa del socio a administrar la sociedad debe ser considerada como un grave
incumplimiento de sus obligaciones, pudiéndose incluso excluir al socio.
En cambio, en las sociedades de responsabilidad limitada y en las sociedades anónimas,
la ley requiere expresamente la organización del órgano de administración (gerencia o
directorio) en el contrato social o estatuto.

2) En las sociedades de personas la ley les exige a cada uno de los socios un deber de
lealtad que se concreta en la prohibición absoluta de competencia directa o indirecta
con la sociedad que integra, pudiendo ser excluidos del ente en caso de violación a
dicha norma.
En las sociedades de responsabilidad limitada y en las sociedades anónimas, tal
prohibición sólo es impuesta a los administradores.
Ello no quiere decir que los socios pueden competir libremente con la sociedad, en la
medida que siempre serán responsables patrimonialmente cuando a través de los actos
en competencia han producido un daño a la sociedad.

El deber de lealtad también es impuesto a los socios cuando, al participar en un


determinado acto societario (asamblea o reunión de socios), los intereses personales de
éste puedan entrar en colisión con los intereses de la sociedad.
En tal caso, el accionista o su representante deben abstenerse de votar en los acuerdos
relativos a aquélla.

Finalmente, el deber de lealtad se concreta a través de la obligación del socio de


abstenerse de utilizar la estructura societaria para fines extrasocietarios, en su propio
provecho o en fraude a 3ros. En caso de que así sea, deberá traer a la sociedad las
ganancias resultantes, siendo las pérdidas de su exclusiva cuenta.

3) Contribuir en las pérdidas:


La obligación de soportar las pérdidas es una obligación que pesa en cabeza de todos y
cada uno de los socios y que rige para cualquier tipo de sociedad, aunque con diferente
intensidad.

Así, en las sociedades de personas se responde solidaria, subsidiaria e ilimitadamente


por las obligaciones sociales.
Por el contrario, en las S.A y S.R.L, los acreedores de la sociedad no pueden dirigir sus
pretensiones contra el patrimonio personal de los integrantes de estos tipos societarios,
atento a su responsabilidad restringida.
Empero, eso no significa que éstos no deban contribuir con las pérdidas del ente, en la
medida que la pérdida de los aportes implica la asunción de riesgo empresario.

DERECHOS DE LOS SOCIOS:


Los derechos de los socios pueden ser clasificados como de naturaleza política o
patrimonial.
Los de naturaleza política están relacionados con la actuación del socio dentro de la
sociedad, mientras que los de índole económica se relacionan con el propósito de lucro
que ha inspirado a cada uno de los socios al momento de constituir el ente.

Los derechos que la ley 19.550 ha otorgado en favor de los socios o accionistas tienen
carácter esencial e inderogable, lo que significa que el contrato o estatuto sólo pueden
reglamentar su ejercicio, pero nunca derogarlos ni disminuir su eficacia.

Derechos de naturaleza política:

1) Derecho de información:
El derecho de información en sentido amplio está comprendido en el art. 55 de la ley
19.550, el cual consiste en la facultad que tienen los socios de examinar los libros y
papeles sociales y recabar del administrador los informes que estimen pertinentes.

Por una parte, es un derecho autónomo, al cual el socio puede recurrir para conocer la
marcha de la administración de la sociedad. Por la otra, es un derecho que se encuentra
vinculado con el derecho de voto, el cual sólo puede ser ejercido con idoneidad por el
socio o accionista cuando goza de completo conocimiento del tema objeto de la votación.

El derecho de información de los socios o accionistas ha sido asegurado por el legislador


a través de diversas normas:

1. Mediante la facultad de los socios de examinar los libros y papeles sociales y recabar
del administrador los informes que estimen pertinentes.
Este control individual rige para todos los tipos sociales, con excepción de:
 Las S.R.L, cuyo capital sea superior a los PESOS DIEZ MILLONES ($ 10.000.000), salvo
pacto en contrario.
 Las S.A o aquellas sociedades por acciones en las cuales el estatuto haya previsto la
actuación de un órgano específico de control (sindicatura o consejo de vigilancia), en
las cuales el derecho de información debe ser canalizado a través de dicho órgano.
Excepto que la sociedad prescinda del órgano específico de control.
2. A través de la presentación de los estados contables. Esta obligación pesa sobre
todos los administradores sociales, cualquiera fuere el tipo social adoptado.
Se trata de una rendición de cuentas adaptada al negocio societario, por medio de la
cual el socio o accionista, una vez al año cuanto menos, toma conocimiento de la marcha
de los negocios sociales y sus resultados y de la situación económica y financiera de la
sociedad.

3. Mediante el derecho de voz en las reuniones de socios o asambleas de accionistas.


En esta oportunidad, los integrantes de la sociedad pueden recabar de los
administradores todas las informaciones que estimen necesarias para poder emitir su
voto en la decisión de que se trata.

4. A través de la exhibición u obtención de las actas de los órganos colegiados. Éstas


nunca pueden ser secretas para los socios, atento a su carácter de aportantes de los
fondos sociales.

La doctrina y la jurisprudencia han dispuesto 3 límites al derecho de información:


 El abuso del derecho (cuando el derecho se ejerce con una finalidad distinta a aquella
por la cual lo concedió el legislador).
 No perjudicar a la sociedad.
 Preservar los secretos comerciales o industriales.

2) Derecho de receso:
Es el derecho que le asiste a todo socio o accionista de retirarse de la sociedad cuando
por decisión del órgano de gobierno, se resuelve modificar de manera sustancial el
contrato social o estatuto, encontrándose luego de ese acontecimiento con una sociedad
diferente a aquella en la cual resolvió oportunamente integrarse.

No cualquier modificación del estatuto es susceptible de generar el Dcho. de receso, sino


sólo aquella que implique una modificación sustancial de la sociedad o suponga un
cambio fundamental en la posición que el socio tenía en ella.
El art. 245 de la ley 19.550 hace un listado de los supuestos que autorizan este derecho,
aunque no es taxativo. Por ej. la transformación, fusión y escisión de la sociedad, cambio
fundamental del objeto, reintegración total o parcial del capital social y la transferencia
del domicilio legal al extranjero.

La ley 19.550 prevé una fórmula de reembolso del valor de las acciones en favor de los
accionistas o socios recedentes, que al hacer referencia al valor resultante del último
balance realizado o que deba realizarse, deja de lado sin reembolsar el valor llave de la
empresa sobre el cual los socios aportantes tienen legítimo derecho, pues contribuyeron
con su esfuerzo a constituirlo.
3) Derecho de voto:
Es otro de los derechos inderogables de los socios, pues mediante su ejercicio el socio
participa activamente en el gobierno de la sociedad.
Este derecho está vinculado al derecho de información y debe ser ejercido en forma leal,
debiendo el socio priorizar los intereses sociales a los particulares, absteniéndose de votar
en los casos que tuviese interés contrario a los de la sociedad que integra.

4) Derecho de mantener intangible su participación societaria:


Se da con mayor énfasis a los integrantes de sociedades por acciones donde el ejercicio
de ciertos derechos fundamentales (información, denuncia, convocación del órgano de
gobierno), está subordinado a la tenencia de un determinado porcentaje accionario.

5) Derecho de acrecer:
Consiste en suscribir e integrar las acciones de otro u otros socios, en caso de aumento
del capital, cuando éstos no hubieran suscripto tales participaciones.
Este derecho fue otorgado para preservar el elenco original de los socios y evitar el
ingreso de 3ros a la sociedad.

6) Derecho a la convocatoria de asambleas de accionistas o reuniones de socios:


Según el art. 236 de la ley 19.550, para ello se requiere contar con el 5 % del capital
social.

Derechos de naturaleza económica:

1) Derecho al dividendo:
Es importante no confundir el derecho a las utilidades con el derecho al dividendo, ya
que habrá utilidades cuando un balancee aprobado refleje una ganancia, mientras que
habrá dividendo cuando el órgano de control apruebe la distribución de las utilidades.

El derecho al dividendo constituye la causa final del contrato de sociedad, pues el ánimo
de lucro en las sociedades comerciales se obtiene con su percepción.

De la existencia de ganancias no se deriva necesaria y automáticamente el derecho al


dividendo de sus socios, pues una política de sana y prudente administración no aconseja
la distribución de las utilidades obtenidas inmediatamente de finalizada cada operación.
La realidad es que, por lo general, los dividendos son retaceados a los socios o
accionistas que no integran el grupo de control, a los fines de forzar su alejamiento de la
sociedad mediante enajenaciones poco convenientes para éstos.

Por ello, el legislador ha impuesto una serie de requisitos para la percepción del
dividendo:
 Que las ganancias surjan de un balance confeccionado de acuerdo con la ley y el
estatuto y aprobado por el órgano de gobierno de la sociedad.
 Que dichas ganancias sean realizadas y líquidas.
 Que el órgano de gobierno de la sociedad resuelva distribuirlas entre los socios o
accionistas.

2) Derecho a la cuota de liquidación:


Consiste en el derecho del socio al reembolso de una suma de dinero proporcional a la
participación societaria, en caso de existir un remanente luego de la realización del activo
y la cancelación del pasivo durante la etapa liquidatoria.
Previo al pago de la cuota liquidatoria se requiere la confección de un balance final.

Transmisibilidad del carácter de socio:

Por actos entre vivos:


La transmisibilidad del carácter de socio por actos entre vivos depende del tipo social.
 En las sociedades de personas, al haber sido constituidas en base a la personalidad de
sus fundadores, la transferencia de la participación societaria requiere el
consentimiento de TODOS los socios, salvo pacto en contrario, por tratarse de una
modificación sustancial del contrato social.
 En las sociedades por acciones, la transferencia de las acciones en que se divide el
capital social no requiere el consentimiento de los restantes socios ni de órgano
alguno, salvo que estatuariamente se hayan incluido cláusulas limitativas de tal
transmisibilidad, las cuales no pueden importar la prohibición de su transferencia.
 En las S.R.L, la cesión de las cuotas sociales ha merecido por parte del legislador una
minuciosa reglamentación, que ha conspirado contra la aceptación masiva de este tipo
social.

En resumen, las cuotas sociales son libremente transmisibles, pero el contrato de


sociedad puede limitar tal transferencia a 3ros, a través del otorgamiento a la sociedad o a
los restantes socios de un derecho de veto hacia la persona del adquirente o un derecho
de preferencia para la adquisición de tales participaciones.

Transmisibilidad mortis causa:


Tratándose de transferencias mortis causa, ellas también dependen del tipo de sociedad
de que se trate.
 En las sociedades de personas y en las S.R.L, el principio general es que la muerte del
socio resuelve parcialmente el contrato, sin derecho de los herederos de pretender su
ingreso a la sociedad, quienes sólo obtendrán el reembolso del valor de la
participación del causante.
 En las sociedades colectivas y en comandita simple y de responsabilidad limitada, se
acepta que el contrato social pueda prever la incorporación de los herederos del socio,
el cual será obligatoria para éstos, para los socios y para la sociedad.
 En las sociedades por acciones (atento a su naturaleza impersonal), la muerte del
accionista no resuelve parcialmente el contrato de sociedad y la transmisibilidad de las
acciones a los herederos está sujeta a las mismas reglas de la transmisión de los demás
bienes del causante.

El socio aparente y el socio oculto:


El art. 34 contempla la situación del socio aparente y el socio oculto, habida cuenta de la
existencia de una enorme cantidad de sociedades donde el verdadero socio o controlante
prefiere esconderse detrás de un “prestanombres” y de tal manera, dividir su patrimonio
en diversas sociedades en las cuales aquél ni siquiera integra.

El que prestare su nombre como socio NO será reputado como tal respecto de los
verdaderos socios, tenga o no parte en las ganancias de la sociedad.
Empero, con relación a 3ros, será considerado con las obligaciones y responsabilidades
de un socio, salvo su acción contra los socios para ser indemnizado de lo que pagare.

En cuanto al socio oculto (contrapartida del prestanombre), su responsabilidad será


siempre subsidiaria, ilimitada y solidaria por las obligaciones sociales y se le podrá
extender la quiebra de la sociedad a la cual niega o esconde su participación.

El socio del socio:


El art. 35 de la ley 19.550, contempla el caso en que un socio da participación a terceros
en lo que le corresponde en ese carácter, constituyéndose entre ellos una verdadera
sociedad gobernada por las reglas sobre sociedades accidentales o en participación.
El socio partícipe, carece de todo derecho en la sociedad integrada por el asociante,
pues no reviste carácter de socio de ella, y de toda acción social.
No obstante, el asociante deberá consentir los controles del partícipe respecto de su
actuación frente a la sociedad principal, debiendo suministrar las informaciones
pertinentes.

Diferencias entre los socios. Interés del socio e interés social:


La regla general es que los intereses particulares del socio se subordinan al interés
social, aceptando someter su derecho individual al social.
El interés social es la supervivencia de la sociedad.
Así, la acción social es diferente a la acción individual, puesto que la primera siempre es
en beneficio del interés social, mientras que la segunda tutela a cada uno de los socios.
Unidad 8: Control y vinculación

Formas societarias. Sociedad como socia. Limitaciones (arts. 30 a 32 de la ley 19.550):

En principio, por el art. 30 de la ley 19.550, las sociedades tienen capacidad para
integrar otras sociedades. Excepto las sociedades anónimas y en comandita por acciones
que solo pueden formar parte de sociedades por acciones y de responsabilidad limitada.
Éstas podrán ser parte de cualquier contrato asociativo.

Según el art. 31 de la LGS ninguna sociedad, excepto aquellas cuyo objeto sea
exclusivamente financiero o de inversión, puede mantener participación en otra u otras
sociedades por un monto superior a sus reservas libres y a la mitad de su capital y de las
reservas legales.
Ello es en protección del objeto social de la sociedad participante y en defensa de los
socios de esta compañía.

Quedan excluidas de estas limitaciones las entidades reguladas por la Ley 18.061. El PEN
podrá autorizar en casos concretos el apartamiento de los límites previstos.

Las participaciones, sea en partes de interés, cuotas o acciones, que excedan de dicho
monto deberán ser enajenadas dentro de los 6 meses siguientes a la fecha de aprobación
del balance general del que resulte que el límite ha sido superado.
Esta constatación deberá ser comunicada a la sociedad participada dentro del plazo de
10 días de la aprobación del referido balance general. El incumplimiento en la enajenación
del excedente produce la pérdida de los derechos de voto y a las utilidades que
correspondan a esas participaciones en exceso hasta que se proceda a dicha venta.

Conforme al art. 32 de la ley 19.550 quedan prohibidas las participaciones recíprocas


entre sociedades, proscripción que tiende a proteger a los terceros, pues con ello se evita
el aguamiento del capital social de las sociedades participantes y participadas,
impidiéndose la confusión de patrimonios y capitales. Por ej. A conforma B y B conforma
A con el mismo capital.
Es nula la constitución de sociedades o el aumento de su capital mediante
participaciones recíprocas, aún por persona interpuesta. La infracción a esta prohibición
hará responsable en forma ilimitada y solidaria a los fundadores, administradores,
directores y síndicos.
Dentro del término de 3 meses deberá procederse a la reducción del capital
indebidamente integrado, quedando la sociedad en caso contrario, disuelta de pleno
derecho.
Tampoco puede una sociedad controlada participar en la controlante ni en sociedad
controlada por ésta por un monto superior (según balance) al de sus reservas, excluida la
legal.
Las partes de interés, cuotas o acciones que excedan los límites fijados deberán ser
enajenadas dentro de los 6 meses siguientes a la fecha de aprobación del balance del que
resulte la infracción. El incumplimiento será sancionado con la pérdida de los derechos de
voto y a las utilidades que correspondan a esas participaciones en exceso hasta que se
proceda a dicha enajenación.

Sociedades controladas (art.33):


Se consideran sociedades controladas aquellas en que otra sociedad, en forma directa o
por intermedio de otra sociedad a su vez controlada:
 Posea participación, por cualquier título, que otorgue los votos necesarios para formar
la voluntad social en las reuniones sociales o asambleas ordinarias. Ésto se denomina
sistema de control interno.
 Ejerza una influencia dominante como consecuencia de acciones, cuotas o partes de
interés poseídas, o por los especiales vínculos existentes entre las sociedades. Ésto se
denomina sistema de control externo, ya que el control se establece por una cuestión
comercial, no jurídica. Por ej. A es la única proveedora de B, como en el caso de los
tambos que le venden a la serenísima.

Sociedades vinculadas:
Se consideran sociedades vinculadas, cuando una participe en más del 10% del capital
de otra.
La sociedad que participe en más del 25% del capital de otra, deberá comunicárselo a fin
de que en su próxima asamblea ordinaria tome conocimiento del hecho.

Formas contractuales. Contratos asociativos:


La ley 19.550 buscaba evitar la conformación de grupos económicos y preservar la
competencia en el mercado. La ley de defensa de la competencia (ley 25.156) tiende a
prohibir la concentración económica que distorsione la competencia.
Empero, a partir del S. XX, lo empresarios comenzaron a relacionarse por medio de
contratos, sin necesidad de un vínculo societario.

El CCCN regula 4 tipos de contratos asociativos:


1. Negocio en participación.
2. Agrupaciones de colaboración empresaria (A.C.E).
3. Unión transitoria de empresas.
4. Consorcios de colaboración.
Estos contratos no persiguen un fin de lucro en sí mismos, sino que el beneficio
económico es para las empresas que los conforman.
Todos los contratos asociativos, excepto el de negocio en participación, contemplan: Un
órgano de representación, un órgano de gobierno, sistema de control, plazo, objeto y
fondo común.
De allí que los contratos asociativos son verdaderas sociedades (los conforman
empresas), pero carecen de personería jurídica.

Negocio en participación:
El negocio en participación tiene por objeto la realización de una o más operaciones
determinadas a cumplirse mediante aportaciones comunes y a nombre personal del
gestor. Por ej. la compra de semillas.
No tiene denominación, no está sometido a requisitos de forma, ni se inscribe en el
Registro Público.

La figura consta de un socio gestor y el partícipe:


 Gestor: Los terceros adquieren derechos y asumen obligaciones sólo respecto del
gestor (es la cara visible). La responsabilidad de éste por los negocios es ilimitada. Si
actúa más de un gestor son solidariamente responsables.

 Partícipe: Es la parte del negocio que no actúa frente a los terceros. No tiene acción
contra éstos ni éstos contra aquél, en tanto no se exteriorice la apariencia de una
actuación común.
Su responsabilidad es limitada.
Tiene derecho a que el gestor le brinde información y acceso a la documentación relativa
al negocio. También, a la rendición de cuentas de la gestión en la forma y en el tiempo
pactados. En defecto de pacto, anualmente y al concluir la negociación.

Agrupaciones de colaboración empresaria (A.C.E):


Hay contrato de agrupación de colaboración empresaria cuando las partes establecen
una organización común con la finalidad de facilitar o desarrollar determinadas fases de
la actividad de sus miembros o de perfeccionar o incrementar el resultado de tales
actividades.

La agrupación no puede ejercer funciones de dirección sobre la actividad de sus


miembros.

Contrato. Forma y contenido:


El contrato debe otorgarse por instrumento público o privado con firma certificada
notarialmente e inscribirse en el Registro Público que corresponda.
Una copia certificada con los datos de su correspondiente inscripción debe ser remitida
por el Registro a la Oficina de Defensa de la Competencia.
Duración: La duración del contrato no puede exceder de 10 años. Si se establece por más
tiempo, queda reducida a dicho plazo.
En caso de omisión del plazo, se entiende que la duración es de 10 años.
Puede ser prorrogada antes de su vencimiento por decisión unánime de los participantes
por sucesivos plazos de hasta 10 años. El contrato no puede prorrogarse si hubiese
acreedores embargantes de los participantes y no se los desinteresa previamente.

Resoluciones: Las resoluciones relativas a la realización del objeto de la agrupación se


adoptan por el voto de la mayoría absoluta de los participantes, excepto disposición
contraria del contrato.
La impugnación de las resoluciones sólo puede fundarse en la violación de disposiciones
legales o contractuales. La acción debe ser dirigida contra cada uno de los integrantes de
la agrupación y plantearse ante el tribunal del domicilio fijado en el contrato, dentro de
los 30 días de haberse notificado fehacientemente la decisión de la agrupación.

No puede modificarse el contrato sin el consentimiento unánime de los participantes.

Dirección y administración: La dirección y administración debe estar a cargo de 1 o más


personas humanas designadas en el contrato, o posteriormente por resolución de los
participantes. Son aplicables las reglas del mandato.
En caso de ser varios los administradores, si nada se dice en el contrato pueden actuar
indistintamente.

Fondo común operativo: Las contribuciones de los participantes y los bienes que con ellas
se adquieran, constituyen el fondo común operativo de la agrupación. Durante el plazo
establecido para su duración, los bienes se deben mantener indivisos, y los acreedores
particulares de los participantes no pueden hacer valer su derecho sobre ellos.

Obligaciones. Solidaridad: Los participantes responden ilimitada y solidariamente respecto


de terceros por las obligaciones que sus representantes asuman en nombre de la
agrupación.
La acción queda expedita después de haberse interpelado infructuosamente al
administrador de la agrupación.
El participante responde solidariamente con el fondo común operativo por las
obligaciones que los representantes hayan asumido en representación de un participante,
haciéndolo saber al tercero al tiempo de obligarse.

Extinción: El contrato de agrupación se extingue por:


1. La decisión de los participantes.
2. La expiración del plazo por el cual se constituye.
3. La consecución del objeto para el que se forma o la imposibilidad sobreviniente de
lograrlo.
4. La reducción a uno del número de participantes.
5. Incapacidad, muerte, disolución o quiebra de un participante, a menos que el contrato
prevea su continuación o que los demás participantes lo decidan por unanimidad.
6. Decisión firme de la autoridad competente que considere que la agrupación, por su
objeto o por su actividad, persigue la realización de prácticas restrictivas de la
competencia.
7. Causas específicamente previstas en el contrato.

Unión transitoria de empresas:


Hay contrato de unión transitoria de empresas cuando las partes se reúnen para el
desarrollo o ejecución de obras, servicios o suministros concretos, dentro o fuera de la
República.
Pueden desarrollar o ejecutar las obras y servicios complementarios y accesorios al
objeto principal.
Por ej. las empresas de colectivo.

Contrato. Forma y contenido: El contrato se debe otorgar por instrumento público o


privado con firma certificada notarialmente. El contrato y la designación del
representante deben ser inscriptos en el Registro Público que corresponda.

Duración: Debe ser igual a la de la obra, servicio o suministro que constituye el objeto del
contrato.

Representante: El representante tiene los poderes suficientes de todos y cada uno de los
miembros para ejercer los derechos y contraer las obligaciones que hacen al desarrollo o
ejecución de la obra, servicio o suministro.

Obligaciones. No solidaridad: Excepto disposición en contrario del contrato, no se


presume la solidaridad de los miembros por los actos y operaciones que realicen en la
unión transitoria, ni por las obligaciones contraídas frente a los terceros.

Acuerdos: Los acuerdos se deben adoptar siempre por unanimidad, excepto pacto en
contrario.

Quiebra, muerte o incapacidad: La quiebra de cualquiera de los participantes, y la muerte


o incapacidad de las personas humanas integrantes no produce la extinción del contrato
de unión transitoria, el que continúa con los restantes si acuerdan la manera de hacerse
cargo de las prestaciones ante los terceros.

Consorcios de colaboración:
Hay contrato de consorcio de cooperación cuando las partes establecen una
organización común para facilitar, desarrollar, incrementar o concretar operaciones
relacionadas con la actividad económica de sus miembros a fin de mejorar o acrecentar
sus resultados.

Es un contrato parecido al de A.C.E, con la diferencia de que aquí el objeto es más


amplio, busca un beneficio genérico y no acotado a una fase. Por ej. parques industriales.
El consorcio de cooperación no puede ejercer funciones de dirección o control sobre la
actividad de sus miembros.

Forma: El contrato debe otorgarse por instrumento público o privado con firma
certificada notarialmente, e inscribirse conjuntamente con la designación de sus
representantes en el Registro Público que corresponda.
No debe registrarse en la Oficina de Defensa de la Competencia, dado que no tiene por
objeto la unión para colaborar con una fase de la cadena de producción o servicio.

Duración: A diferencia del contrato de A.C.E, los consorcios de colaboración no tienen un


plazo mínimo de duración.

Responsabilidad de los participantes: El contrato puede establecer la proporción en que


cada miembro responde por las obligaciones asumidas en nombre del consorcio. En caso
de silencio, todos los miembros son solidariamente responsables.
Participación en los resultados: Los resultados que genera la actividad desarrollada por el
consorcio de cooperación se distribuyen entre sus miembros en la proporción que fija el
contrato y, en su defecto, por partes iguales.

Extinción del contrato: El contrato de consorcio de cooperación se extingue por:


1. El agotamiento de su objeto o la imposibilidad de ejecutarlo.
2. La expiración del plazo establecido.
3. La decisión unánime de sus miembros.
4. La reducción a 1 del número de miembros.

La muerte, incapacidad, disolución, liquidación, concurso preventivo, cesación de pagos


o quiebra de alguno de los miembros del consorcio, no extingue el contrato, que continúa
con los restantes, excepto que ello resulte imposible fáctica o jurídicamente.
Unidad 9: Reorganización societaria

Las formas legisladas por la LGS para la reorganización societaria son: la transformación,
la fusión y la escisión.

TRANSFORMACIÓN:
Hay transformación cuando una sociedad adopta otro de los tipos previstos. No se
disuelve la sociedad ni se alteran sus derechos y obligaciones.
La transformación no implica la disolución de la sociedad, sino una modificación de su
contrato social o estatuto, continuando el mismo organismo social modificado en su
forma, aunque con el mismo sustrato personal y patrimonial.

La transformación no es un procedimiento admisible para las sociedades no constituidas


regularmente, pues la transformación supone una sociedad regularmente constituida
según un tipo determinado, que adopta otro tipo también determinado para su
reestructuración.

Puede ser voluntaria o forzosa. La primera se produce cuando los socios resuelven tal
acto sin circunstancias que los obliguen a ella, por considerar al nuevo tipo social
adoptado como más conveniente para la envergadura de la empresa.
Por el contrario, la transformación es forzosa u obligatoria cuando la ley obliga a la
sociedad a llevar a cabo tal procedimiento para evitar la nulidad de la sociedad (arts. 140,
145 y 324 de la ley 19.550) o para proteger los derechos de quienes se deben incorporar a
la sociedad, como consecuencia del fallecimiento de un socio, cuando así se hubiere
estipulado en el contrato constitutivo.

Asimismo, existe luego de la sanción de la ley 26.994 la transformación de pleno


derecho que el art. 94 bis de la ley 19.550 impone a las sociedades en comandita y de
capital e industria, cuando queda reducida a 1 en el número de socios.
Lamentablemente, la norma no ha definido ni ha precisado las características y los
efectos de la transformación de pleno derecho de una sociedad, pues si se parte de la
idea que la transformación es un procedimiento complejo que requiere la celebración de
trámites internos y externos, no se entiende cómo ni de qué manera se le pueden
imponer “sin más” a una sociedad los requisitos propios de otro tipo social.

¿Puede transformarse una sociedad en una persona jurídica diferente?


En primer lugar, es inadmisible, por expresa directiva legal, la transformación de
sociedades en entidades cooperativas y viceversa.
En cuanto a las asociaciones civiles, éstas no pueden transformarse en sociedades, ni es
admisible el supuesto contrario, atento que no puede concebirse que a través de tal
procedimiento puedan alterarse los requisitos que caracterizan a toda sociedad.
Finalmente, las sociedades en liquidación tampoco pueden transformarse en sociedades
de otro tipo, salvo que previa o contemporáneamente se resuelva la reconducción de su
contrato social o estatuto o la remoción de su causal disolutoria.
La transformación de la sociedad y la responsabilidad de los socios:
Como la transformación es un acto en el cual participan exclusivamente los socios de la
sociedad, los terceros ajenos a ella jamás pueden quedar afectados por la reorganización
del ente, salvo expreso consentimiento.
La transformación NO modifica la responsabilidad solidaria e ilimitada anterior de los
socios, aun cuando se trate de obligaciones que deban cumplirse con posterioridad a la
adopción del nuevo tipo, salvo que los acreedores lo consientan expresamente.

Si en razón de la transformación existen socios que asumen responsabilidad ilimitada,


ésta NO se extiende a las obligaciones sociales anteriores a la transformación salvo que la
acepten expresamente.

Requisitos de la transformación. Procedimiento:


1) Acuerdo unánime de los socios: Salvo pacto en contrario o lo dispuesto para algunos
tipos societarios. Esto es, las ¾ partes del capital social en las S.R.L (art. 160 de la LGS)
y la mayoría de acciones con derecho a voto en las sociedades por acciones (art. 244 in
fine de la LGS).

2) Confección de un balance especial: Este balance debe estar cerrado a una fecha que
no exceda de 1 mes a la del acuerdo de transformación y puesto a disposición de los
socios en la sede social con no menos de 15 días de anticipación a dicho acuerdo.
Debe ser aprobado con las mismas mayorías establecidas para la aprobación de los
balances de ejercicio. Es decir, con el voto favorable de las mayorías calificadas.

3) Otorgamiento del acto que instrumente la transformación: Es la modificación del


contrato.
Este acto es otorgado por los órganos competentes de la sociedad que se transforme,
con constancia de los socios que se retiren, capital que representan y cumplimiento de las
formalidades del nuevo tipo societario adoptado.

4) Publicación: La publicación del otorgamiento del acto es por 1 día en el diario de


publicaciones legales que corresponda a la sede social y sus sucursales.

5) Inscripción: La inscripción del instrumento (Otorgamiento del acto) con copia del
balance firmado en el Registro Público de Comercio. Estas inscripciones deben ser
ordenadas y ejecutadas por el Juez o autoridad a cargo del Registro Público de
Comercio.

La transformación y el derecho de receso:


Es evidente la procedencia del derecho de receso cuando los socios o accionistas
resuelven la transformación de la sociedad pues el cambio de tipo implica una
modificación sustancial del contrato de sociedad que oportunamente suscribieron, ya sea
por:
 El cambio de responsabilidad.
 El diferente régimen de organización interna que caracteriza a cada uno de los tipos
societarios.

Las normas que gobiernan el derecho de receso en el caso de la transformación son las
siguientes:
1) El derecho de receso es otorgado a los socios que han votado en contra y los
ausentes: No obstante su retiro de la sociedad, estos socios continúan respondiendo
frente a terceros por las obligaciones contraídas por la sociedad hasta la inscripción de
la transformación en el Registro Público.
Empero, como contra partida, la sociedad, los socios con responsabilidad ilimitada y los
administradores garantizan solidaria e ilimitadamente a los socios recedentes por las
obligaciones sociales contraídas desde el ejercicio del receso hasta su inscripción.
2) Debe ejercerse dentro de los 15 días del acuerdo social, salvo que el contrato fije un
plazo distinto y lo dispuesto para algunos tipos societarios:
Así, el art. 245 de la LGS dispone que en las S.A el derecho de receso sólo podrá ser
ejercido por los accionistas presentes que votaron en contra de la decisión, dentro del 5to
día y por los ausentes que acrediten la calidad de accionistas al tiempo de la asamblea,
dentro de los 15 días de su clausura.
Por su parte, el art. 160 dispone que en las S.R.L los socios ausentes del acuerdo de
transformación, carecen del derecho de receso.

3) El reembolso de las partes de los socios recedentes se hará sobre la base del balance
de transformación.
4) Los socios que permanecen mantienen las preferencias sobre las partes de los
recedentes, salvo pacto en contrario.

Rescisión de la transformación:
El acuerdo social de transformación puede ser dejado sin efecto mientras éste no se
haya inscripto. Este acto es volitivo.
Para que la transformación pueda ser dejada sin efecto, se requiere el acuerdo unánime
de los socios, adoptado con las mismas mayorías que el acuerdo de transformación, salvo
pacto en contrario y lo dispuesto para algunos tipos societarios.

Si medió publicación, debe efectuarse una nueva publicación al sólo efecto de anunciar
la rescisión de la transformación.

Caducidad del acuerdo de transformación:


El acuerdo de transformación caduca si a los 3 meses de haberse celebrado no se
inscribió el respectivo instrumento en el Registro Público de Comercio, salvo que el plazo
resultare excedido por el normal cumplimiento de los trámites ante la autoridad que debe
intervenir o disponer la inscripción.
La caducidad no es volitiva.

En caso de haberse publicado, deberá efectuarse una nueva publicación al solo efecto de
anunciar la caducidad de la transformación.
Los administradores son responsables solidaria e ilimitadamente por los perjuicios
derivados del incumplimiento de la inscripción o de la publicación.

FUSIÓN DE SOCIEDADES:

Concepto y clases:
La fusión de sociedades constituye el instrumento jurídico más idóneo para la
concentración empresaria.
Hay fusión cuando:
 2 o más sociedades se disuelven sin liquidarse, para constituir una nueva (fusión
propiamente dicha). Las sociedades que se disuelven sin liquidarse son las
fusionantes, mientras que la nueva sociedad es la fusionaría.
 Una ya existente incorpora a una u otras, que sin liquidarse son disueltas (fusión por
absorción). Aquí, vamos a tener una sociedad absorbida y otra absorbente.

En cuanto a su naturaleza jurídica, la fusión es un contrato celebrado entre sociedades


que tiene por objeto la transferencia universal del patrimonio de las sociedades
fusionadas a la nueva sociedad o del patrimonio de la sociedad absorbida a la sociedad
absorbente.

Los efectos de la fusión son:


 La nueva sociedad o la incorporante adquiere la titularidad de los derechos y
obligaciones de las sociedades disueltas, produciéndose la transferencia total de sus
respectivos patrimonios al inscribirse en el Registro Público.
 La fusión produce la atribución de la calidad de socios en la nueva sociedad o en la
sociedad incorporante a quieres eran socios en las sociedades disueltas.

En consecuencia, a fusión implica una sucesión a título universal. No se trata de un


procedimiento admisible en las sociedades en liquidación, pues constituye un acto que
exorbita el trámite liquidatorio.
Asimismo, la fusión supone regularidad en los sujetos intervinientes, por lo que la
jurisprudencia ha descartado la intervención de sociedades no constituidas regularmente
en este procedimiento.
Requisitos y procedimiento:
La concreción de la fusión entre varias compañías requiere una larga preparación por las
dificultades técnicas de su concreción definitiva, sin contar las negociaciones previas para
armonizar los intereses de los socios o grupos dominantes de una u otra sociedad.

La fusión exige el cumplimiento de los siguientes requisitos:


1. Compromiso previo de fusión:
Es otorgado por los representantes de las sociedades, el cual debe contener:
a) La exposición de los motivos y finalidades de la fusión.
b) Los balances especiales de fusión de cada sociedad, preparados por sus
administradores, con informes de los síndicos en su caso, cerrados en una misma
fecha que no será anterior a 3 meses a la firma del compromiso y confeccionados
sobre bases homogéneas y criterios de valuación idénticos.
c) La relación de cambios de las participaciones sociales, cuotas o acciones: Mediante tal
relación, los socios de la o las sociedades fusionadas pueden conocer cuál será su
futura participación en la nueva sociedad o en la sociedad incorporante.
d) El proyecto de contrato o estatuto de la nueva sociedad o de modificaciones del
contrato o estatuto de la sociedad absorbente, según el caso.
e) Las limitaciones que las sociedades convengan en la respectiva administración de sus
negocios y la garantía que establezcan para el cumplimiento de una actividad normal
en su gestión, durante el lapso que transcurra hasta que la fusión se inscriba.

2. Resoluciones sociales:
El compromiso previo de fusión y los balances especiales deben ser aprobados por el
órgano de gobierno de todas las sociedades partícipes del procedimiento.
A tal efecto, deben quedar copias en las respectivas sedes sociales del compromiso
previo de fusión, del balance y del informe del síndico en su caso, a disposición de los
socios o accionistas con no menos de 15 días de anticipación a su consideración.

3. Publicidad:
Aprobado el compromiso previo de fusión y los balances especiales, debe publicarse por
3 días un aviso en el diario de publicaciones legales de la jurisdicción de cada sociedad y
en uno de los diarios de mayor circulación general en la República.

La referida publicidad, además de la lógica intención de hacer conocer al mercado la


proyectada fusión de empresas, tiene por efecto fundamental el anoticiamiento de dicho
acto a los acreedores de todas las sociedades intervinientes, para que puedan ejercer el
derecho de oposición a la ejecución de la fusión.

Entonces, los acreedores cuentan con un plazo de 15 días desde la última publicación del
aviso, para ejercer su derecho de oposición. Empero, queda claro que dicha oposición no
frustra el procedimiento de fusión, sino que sólo demora el otorgamiento del acuerdo
definitivo de fusión, el que no podrá ser llevado a cabo hasta 20 días después del
vencimiento del plazo antes indicado, a fin de que los oponentes que no fueren
desinteresados o debidamente garantizados por las fusionantes puedan obtener embargo
judicial.
Es decir, la oposición de los acreedores no frena el proceso de fusión. La ley privilegia la
continuidad de los negocios y lo único que pueden hacer los acreedores es asegurar su
crédito mediante medidas precautorias.

4. Acuerdo definitivo de fusión:


No existiendo acreedores oponentes o transcurrido el plazo de 20 días a que se hizo
referencia anteriormente, los representantes de todas las sociedades intervinientes se
encuentran en condiciones de otorgar el acuerdo definitivo de fusión, el cual contendrá:
 Las resoluciones sociales aprobatorias de la fusión.
 La nómina de los socios que ejerzan el derecho de receso y capital que representen en
cada sociedad.
 La agregación de los balances especiales y de un balance consolidado de las
sociedades que se fusionan.

A menos que en el compromiso previo se haya pactado lo contrario, desde el acuerdo


definitivo de fusión, la administración y representación de las sociedades fusionantes
disueltas, está a cargo de los administradores de la sociedad fusionaria o de la
incorporante, con suspensión de quienes hasta entonces la ejecutaban.

5. Inscripción registral:
La inscripción del acuerdo definitivo de fusión en el Registro Público de Comercio,
momento a partir del cual la fusión resulta oponible para la sociedad, sus integrantes y
frente a terceros.

Requisitos específicos en caso de fusión:


En el caso de fusión propiamente dicha, al constituirse la sociedad fusionaria, el acuerdo
definitivo de fusión será otorgado por los órganos competentes de las fusionantes con
cumplimiento de las formalidades que correspondan al tipo adoptado.
Al órgano de administración de la sociedad así creada incumbe la ejecución de los actos
tendientes a cancelar la inscripción registral de las sociedades disueltas, sin que se
requiera publicación en ningún caso.

En cambio, en el supuesto de fusión por incorporación es suficiente el cumplimiento de


las normas atinentes a la reforma del contrato o estatuto y la ejecución de los actos
necesarios para cancelar la inscripción registral de las sociedades disueltas, que en ningún
caso requieren publicación, compete al órgano de administración de la sociedad
absorbente.
Inscripciones registrales:
Tanto en la constitución de nueva sociedad como en la incorporación, las inscripciones
registrales que correspondan por la naturaleza de los bienes que integran el patrimonio
transferido y sus gravámenes deben ser ordenados por el juez o autoridad a cargo del
Registro Público de Comercio.
La resolución de la autoridad que ordene la inscripción, es instrumento suficiente para la
toma de razón de la transmisión de la propiedad.

Derecho de receso y preferencias de los socios:


Se aplican las mismas normas que en el derecho de receso en la transformación de las
sociedades, con las siguientes diferencias:
 El derecho de receso debe ser ejercitado por los socios que votaron en contra de la
aprobación del compromiso de fusión dentro de los 15 días de la respectiva asamblea
o reunión de socios que haya aprobado dicho instrumento.
 No corresponde el derecho de receso para los accionistas de la sociedad incorporante
(es la sociedad fuerte) ni es admisible tal derecho en las sociedades que hacen oferta
pública de sus acciones o se hallan autorizadas para su cotización.

Revocación del compromiso previo de fusión:


El compromiso previo de fusión puede ser dejado sin efecto por cualquiera de las partes,
si no se han obtenido todas las resoluciones sociales aprobatorias en el término de 3
meses, ocntados desde su suscripción.

A su vez, las resoluciones sociales aprobatorias pueden ser revocadas, mientras no se


haya otorgado el acuerdo definitivo, siempre que no causen perjuicios a las sociedades,
los socios y los terceros y se tomen las medidas de publicidad necesarias.

Rescisión:
Cualquiera de las sociedades interesadas puede demandar la rescisión del acuerdo
definitivo de fusión por justos motivos. Tal derecho sólo puede ser ejercido hasta el
momento de su inscripción registral.
La demanda de rescisión deberá interponerse en la jurisdicción que corresponda al lugar
en que se celebró el acuerdo y la acción tramita por las normas del proceso sumario.
ESCISIÓN DE LAS SOCIEDADES:
La escisión significa separar, dividir. Podemos encontrar distintos tipos de escisión.

1. Escisión incorporación o con absorción: Tiene lugar cuando una sociedad sin
disolverse (sociedad escindente) destina parte de su patrimonio a otra sociedad ya
existente (sociedad escisionaria).
2. Fusión escisión: Tiene lugar cuando una sociedad sin disolverse participa con otra u
otras (sociedades escindentes) en la creación de una nueva sociedad (sociedad
escisionaria) con parte de sus respectivos patrimonios. Los socios de ambas
sociedades adquieren la calidad de socios de la nueva sociedad.
3. Escisión propiamente dicha: Es aquella en la cual una sociedad sin disolverse destina
parte de su patrimonio para constituir una o varias sociedades nuevas. Dicho acto se
resuelve en forma unilateral por el órgano de gobierno de la sociedad escindida,
otorgándose el instrumento de constitución del nuevo ente en la asamblea o reunión
de socios que apruebe la escisión.
4. Escisión división: Existe cuando una sociedad se disuelve sin liquidarse (sociedad
escindente) para constituir nuevas sociedades (sociedades escisionarias) con la
totalidad de su patrimonio.

Salvo el supuesto de escisión división, en que la sociedad se disuelve como consecuencia


de destinar la totalidad de su patrimonio a las nuevas entidades, en las restantes hipótesis
de escisión, las sociedades escindentes no se disuelven ni las escisionarias asumen el
activo y pasivo de aquéllas, manteniendo cada una de ellas su personalidad jurídica.
En otras palabras, a diferencia de la fusión, en el procedimiento de escisión no se
produce una transmisión de bienes a título universal en favor de las sociedades
escisionarias.
También, es característica del procedimiento de escisión que las partes sociales y
acciones correspondientes a la participación en la sociedad que se crea o que recibe parte
del patrimonio del ente dividido, no se adjudica a éste, sino que se atribuyen
directamente a los socios. Con ello, se ha querido evitar la incidencia que pudieran tener
en el procedimiento de escisión, las normas de los arts. 30 a 33 de la LGS.

Requisitos de la escisión:
1) Resolución aprobatoria de la escisión del contrato social o estatuto de la sociedad
escisionaria, de la reforma del contrato o estatuto de la escindente, en su caso y del
balance especial que debe confeccionarse al efecto.
El balance especial de la escisión no será anterior a 3 meses de la resolución social
respectiva y será confeccionado como un estado de situación patrimonial.
La ley remite para el ejercicio del derecho de receso y para las preferencias, al régimen
establecido para el derecho de receso en la transformación de las sociedades.

2) La resolución social aprobatoria incluirá la atribución de las partes sociales o acciones


de la sociedad escisionaria a los socios o accionistas de la sociedad escindente, en
proporción a sus participaciones en ésta.

3) La publicación de un aviso por 3 días en el diario de publicaciones legales que


corresponda a la sede social de la sociedad escindente y en uno de los diarios de
mayor circulación general en la República.

Los acreedores tendrán derecho de oposición de acuerdo al régimen de fusión. Vencidos


los plazos correspondientes al derecho de receso y de oposición y embargo de acreedores,
se otorgarán los instrumentos de constitución de la sociedad escisionaria y de
modificación de la sociedad escindente, practicándose las inscripciones correspondientes.
Unidad 10: Administración y representación

Conceptos generales:
En principio, debe distinguirse administración de representación de la sociedad.

 Administración: Importa la deliberación de la decisión del órgano de ella y pertenece


a la esfera interna del ente. Se trata de un concepto que abarca las relaciones internas
de organización societaria.
Administrar es dirigir, tomar decisiones. Todo acto que realiza la sociedad día a día, es
un acto de administración. Hay algunos más complejos que otros, por lo que podemos
advertir actos de administración ordinarios o extraordinarios.

 Representación: Se refiere a la esfera externa del ente. Es decir, a la vinculación de la


sociedad con los terceros, pues quien tiene a su cargo la representación o el uso de la
firma social, obliga a la sociedad por todos los actos que no sean notoriamente
extraños al objeto social. En definitiva, la representación es el medio en cuya virtud la
sociedad se manifiesta ante terceros.

Las facultades legales de los administradores o representantes respecto de los terceros


no afectan la validez interna de las restricciones contractuales y la responsabilidad por su
infracción.

La ley no define el concepto de gobierno de la sociedad. Empero podemos decir que


comprende las grandes decisiones respecto de la sociedad. El órgano por excelencia de
gobierno de la sociedad es la Asamblea.
Las asambleas toman las grandes decisiones y después las ejecutan los administradores.

Doctrina del órgano:


La ley 19.550 ha adherido a la moderna teoría que predica la inexistencia de la relación
de mandato entre los administradores y la sociedad, denominada Doctrina del Órgano.
La doctrina del órgano se contrapone a la teoría de la representación, y no consiste en
una doctrina jurídica, sino de las ciencias de la administración.

La doctrina del órgano toma como presupuesto la negativa de todo tipo de


diferenciación de sujetos jurídicos en la relación entre el órgano de administración y la
sociedad. Es decir, que los administradores no son mandatarios de la sociedad, sino sus
funcionarios, por lo que es la sociedad misma la que actúa frente a terceros mediante la
actuación de una persona física.

Dentro de la teoría del órgano, podemos mencionar las siguientes reglas:


1. Todos los órganos son igual de importantes.
2. No sirve la representación, ya que no existe relación de mandato entre los
administradores y la sociedad.
3. No hay rectificación posible, ni nadie puede contradecir al directorio.
4. Cada órgano es parte de un sujeto integral, no tiene una personalidad jurídica distinta.
5. La asamblea y cada órgano son soberanos en su competencia.

Organización de la administración y representación de las sociedades:


La organización de la administración y representación en las sociedades es diferente
para cada tipo de sociedad.

1) Sociedades por parte de interés y en las sociedades en comandita por acciones: La


administración está funcionalmente ligada con la representación, y a falta de
regulación en el contrato constitutivo, cualquier socio (sólo los comanditados en las
sociedades en comandita) se encuentra facultado para administrar y representar a la
sociedad en forma indistinta.
Si se encarga la administración a varios socios sin determinar sus funciones ni expresar
que el uno no podrá obrar sin el otro, se entiende que pueden realizar indistintamente
cualquier acto de la administración.
En caso contrario, ningún administrador puede obrar individualmente.

2) Sociedades de responsabilidad limitada: La administración y la representación está a


cargo de 1 o más gerentes, socios o no, designados por tiempo determinado o
indeterminado en el contrato constitutivo o posteriormente.
Los socios pueden organizar una gerencia plural, que podrá funcionar en forma
indistinta o conjunta o también colegiada. Esto es, mediante la toma de decisiones por
mayoría y ejercicio de la representación por parte del presidente de ese órgano.

3) Sociedades anónimas:
La administración está a cargo del directorio, órgano de carácter necesariamente
colegiado cuando es plural, cuyos integrantes deben adoptar por mayoría las decisiones
correspondientes a la dirección de la sociedad, pero que carecen per se de facultades de
representación.
Estas facultades de representación sólo pertenecen al presidente del directorio, salvo
autorización expresa del estatuto a 1 o más directores para desempeñar tal función,
aunque la actuación de éstos jamás desplaza al presidente que, por propia definición,
tiene el uso de la firma social.

En otras palabras, la administración y representación de la sociedad puede organizarse


de la siguiente manera:
1. En forma singular: La administración y representación se confunden en una sola
persona.
2. En forma plural: Puede ser:
 Plural e indistinta: La organización de la administración y representación puede
estar a cargo e indistintamente en manos de todos los administradores.
 Plural conjunta: Puede requerirse por medio de expresa disposición del acto
constitutivo, la actuación conjunta de 2 o más administradores, en cuyo caso, nada
podrá hacer un administrador sin el concurso del otro.
 Colegiada: Es el caso del directorio plural de las S.A.

Designación y registración de los administradores:


El nombramiento de los administradores, en principio, está a cargo del órgano de
gobierno de la sociedad (reunión o asambleas de socios) con las mayorías simples
requeridas.
En materia de S.A y sin perjuicio de esa forma de designación que constituye el principio
general, se han establecido otros procedimientos, como por ej. la designación de los
directores por el consejo de vigilancia o a través del mecanismo de elección por clase de
acciones.

Del mismo modo, el art. 263 de la ley 19.550, ha admitido la utilización del sistema
anglosajón del voto acumulativo, que permite a las minorías competir por el tercio de las
vacantes a llenar, disposición que no debe considerarse exclusivamente reservada a las
sociedades anónimas, sino a la integración de todo órgano colegiado de administración
cualquiera fuere el tipo social adoptado.

Según el art. 60 de la LGS, toda designación o cesación de administradores debe ser


inscripta en los registros correspondientes e incorporada al respectivo legajo de la
sociedad. También, debe publicarse cuando se tratare de S.R.L o sociedad por acciones.
Esta carga corresponde no solamente a la sociedad, sino que puede ser llevada a cabo
por quienes revistieron el carácter de administradores y pretenden con ello hacer pública
su desvinculación del ente y evitar de esa manera su responsabilidad por las actuaciones
de sus reemplazantes.

Esta toma de razón cumple efectos declarativos, en el sentido de que el administrador


reviste el carácter de tal desde su designación y no a partir de su registración.
Empero, el administrador cuya desvinculación no ha sido inscripta en el Registro Público,
puede continuar obligando a la sociedad, pues la ausencia de tal registración torna
inoponible a los terceros el cese de sus funciones.

La falta de inscripción hará aplicable el artículo 12 (inoponibilidad del acto frente a


terceros), sin las excepciones que el mismo prevé.

Régimen de renuncia y remoción de los administradores de las sociedades:


 Sociedades de personas: Si bien el administrador puede renunciar en cualquier
momento, salvo pacto en contrario en el acto constitutivo, responde por los perjuicios
que ocasiona si la renuncia fuera dolosa o intempestiva.
 Sociedades de responsabilidad limitada y S.A: El director o gerente renunciante no se
desvincula automáticamente de la administración de la sociedad por el solo hecho de
presentar su renuncia, pues ella sólo es operativa si es aceptada por el directorio y no
afecta el funcionamiento regular de dicho órgano y no fuera dolosa e intempestiva.
En estos casos, debe continuar en sus funciones hasta que la asamblea se pronuncie.

El principio general de la libertad de los socios para elegir al administrador del


patrimonio social que consideren más idóneo, hace posible que éstos puedan remover a
aquéllos, sin necesidad de invocar causa, mediante la decisión que por mayoría simple
debe adoptarse en reunión de socios o asamblea de accionistas.

No obstante, en las sociedades por parte de interés puede suceder que la designación
de un determinado administrador haya sido condición expresa para la constitución de la
misma. En este supuesto, se requiere que se lo remueva existiendo una justa causa y los
socios que estuvieran disconformes con esta decisión tienen derecho a retirarse de la
sociedad mediante el derecho de receso. Lo mismo sucede en las S.R.L.
Finalmente, en las S.A, el estatuto no puede suprimir ni restringir la revocabilidad de los
directores. Su designación es revocable exclusivamente por la asamblea, sin perjuicio de
que cualquiera de los accionistas pueda solicitar la remoción con causa de ellos, a través
de juicio ordinario que deberá tramitar contra la sociedad y los directores cuya remoción
se persigue.

Régimen legal de representación de las sociedades:


El art. 58 de la LGS dispone que el administrador o el representante que de acuerdo con
el contrato o por disposición de la ley tenga la representación de la sociedad, obliga a ésta
por todos los actos que no sean notoriamente extraños al objeto social.
Es decir, que, en principio, el objeto social marca el límite de la actuación del
representante de la sociedad, debiendo los actos celebrados por éste no ser notoriamente
extraños a él.
Se trata de la aplicación del principio de la especialidad, conforme al cual el objeto de la
entidad limita la capacidad de la misma, la cual no puede hacer cualquier cosa, si el acto
no está encaminado a la consecución del fin de la sociedad.
La determinación de cuando la obligación es notoriamente extraña al objeto social es
una cuestión de hecho, y la duda al respecto impone considerar que el acto obliga a la
sociedad.

Deben considerarse incluidos en esta categoría aquellos actos que de manera alguna
tienden a beneficiar a la sociedad. Por ej. el otorgamiento de garantías a favor de terceros,
sin contraprestación para la sociedad, el pago de deudas de terceros o la realización de
donaciones que no supongan beneficio para el ente.
Los actos notoriamente extraños al objeto social serán inoponibles al ente, que podrá
repeler las acciones judiciales tendientes a exigir su cumplimiento.

La representación de la sociedad y la doctrina de la apariencia:


Con frecuencia, sucede que la sociedad ha generado la apariencia de su propia
actuación a través del actuar de determinas personas, que sin tener las facultades de
obligar a la sociedad, han contratado en nombre de ella sin ningún reparo por parte del
ente que ha tolerado dicha manera de proceder, para luego invocar el desconocimiento
de tal actuación cuando es demandada para el cumplimiento de las obligaciones asumidas
por el representante de hecho.
Este fenómeno se presenta con suma frecuencia en materia de títulos valores.

En este caso, la jurisprudencia, a través de numerosos precedentes ha priorizado la


seguridad de los terceros ajenos al ente societario sobre los intereses de los socios. En tal
sentido, se ha sostenido que corresponde excluir la oponibilidad a terceros de las reglas
estatuarias de representación cuando la conducta del mandante ha sido idónea para crear
una apariencia en la atribución de las facultades que invocan los suscriptores de los
títulos, aun infringiendo lo dispuesto en los estatutos.

Obligaciones de los administradores:


Los administradores y los representantes de la sociedad deben obrar con lealtad y con
la diligencia de un buen hombre de negocios.
 Lealtad: La obligación de lealtad del administrador es poner el interés social por
encima del suyo. Por ej. no es leal cuando usa la información de la sociedad en
beneficio propio.
 Diligencia de un buen hombre de negocios: Se trata de un buen comerciante.

Los que faltaren a sus obligaciones son responsables, ilimitada y solidariamente, por los
daños y perjuicios que resultaren de su acción u omisión.

La doctrina plantea 2 cuestiones:


 Conservadora: Si no hay ley que obligue al administrador, no hay responsabilidad.
 Italiana: Va más allá que la nuestra. El administrador debe responder en forma
profesional, dado que a mayor conocimiento, mayor deber de obrar con cuidado.

Responsabilidad del administrador:


1. Tiene mayor responsabilidad por los actos jurídicos negativos, que por los positivos.
Los actos negativos son la omisión de un deber jurídico.
2. Cuando realiza un acto contrario al acto que lo hacía un buen hombre de negocios, la
sociedad responde totalmente y el administrador sólo por los daños causados.
Empero, en otros casos, la sociedad no responde.
3. Se debe reparar el daño causado.

Remuneración de los administradores:


La actividad de los administradores de las sociedades es remunerada por la naturaleza
de sus funciones.
El art. 261 de la LGS dispone que el estatuto podrá establecer la remuneración del
directorio y del consejo de vigilancia. En su defecto, la fijará la asamblea o el consejo de
vigilancia en su caso.
Si bien este artículo se refiere al directorio, nada autoriza a establecer diferencias
respecto a los demás tipos sociales.

La rendición de cuentas y la formulación de los estados contables:


La jurisprudencia ha pronunciado en forma reiterada que las sociedades regulares no
rinden cuentas a sus socios, sino que someten a éstos los estados contables
confeccionados por el órgano de administración.
Por medio de estos estados contables, se ponen de manifiesto los resultados arrojados
por la gestión empresaria.
Esta manera de razonar se basa en la doctrina orgánica que no admite la existencia de
sujetos distintos dentro de una sociedad.

Pero de ello no puede derivarse mecánicamente que los administradores no deben


rendir cuentas en determinadas circunstancias. Por ej. cuando éstos no llevan contabilidad
en legal forma o cuando uno de los administradores ha sido desplazado de la gestión
ordinaria de los negocios sociales y exige rendición de cuentas al restante.

Finalmente, la rendición de cuentas constituye el único medio de información para los


socios en las sociedades irregulares y de hecho, atento a la imposibilidad de los
administradores de llevar una contabilidad regular, base y fundamento de la confección
de los estados contables.

INTERVENCIÓN JUDICIAL

Definición:
La intervención judicial será procedente cuando el o los administradores de la sociedad
realicen actos o incurran en omisiones que la pongan en peligro grave.
Entonces, la intervención judicial de las sociedades es una típica medida cautelar
societaria, que tiene como fin evitar que mientras se sustancia la acción de remoción de
los administradores, éstos puedan continuar ejerciendo libremente su administración.
Es decir, constituye un remedio que el legislador brinda a los socios en defensa del
patrimonio societario administrado, cuando ha sido suficientemente acreditado que el o
los administradores realizan actos o incurren en omisiones que ponen a la entidad en
peligro grave.

Si bien la intervención judicial está prevista a los fines de poner límites a una
administración ilegítima, ha sido aceptada como medida autosatisfactiva ante supuestos
de total acefalía en la administración del ente.

Requisitos:
El dictado de una resolución que decreta la intervención judicial como medida cautelar
se dispone sin oír a la contraparte y requiere para su procedencia los siguientes requisitos:
1. Acreditar la condición de socio por parte del peticionante.
2. Demostrar la existencia del peligro que corre la sociedad y su gravedad.
3. Acreditar que el peticionante agotó los recursos acordados por el contrato social: Es
decir, que intentó poner fin al conflicto por medio de los mecanismos internos de la
compañía.

4. Promover la acción de remoción de los administradores: Pues, salvo casos


excepcionales, la intervención judicial es medida cautelar de aquella acción y no
constituye acción autónoma.

El ministro Hiller sostiene que en la intervención en materia de sociedades, las normas


procesales van en contra de las medidas cautelares. Aplica primero las normas de la LGS.

Clases:
La intervención judicial no supone necesariamente el desplazamiento de los
administradores naturales de la sociedad y la automática asunción del cargo por un
funcionario judicial (administrador judicial). Ello sólo acontece cuando la extrema
gravedad de los hechos denunciados y acreditados así lo justifica.

De esta manera, la intervención puede consistir en la designación de:


 Un mero veedor: La designación de un veedor judicial generalmente se reserva para
los casos en que los órganos de administración o fiscalización de la sociedad no
suministren información a los socios, para los casos en que la contabilidad de la
empresa fuera llevada en forma irregular o con significativo atraso.
La función del veedor consiste exclusivamente en informar sobre las materias
encomendadas pro el juez.
 1 o varios coadministradores.
 1 o varios administradores.

Apreciación judicial de la intervención judicial:


El juez apreciará la procedencia de la intervención judicial con criterio restrictivo.
De todos modos, el criterio restrictivo no es admisible para la designación de un veedor
judicial, atento a la inexistencia de perjuicios que puede causar a la sociedad la actuación
de un funcionario que sólo tiene como función la investigación de ciertos hechos o
documentos e informar al juez sobre su contenido.

Contracautela:
Para completar los requisitos de procedencia de la intervención judicial, el art. 116 de la
LGS dispone que el peticionante debe prestar la contracautela que fije el juez, de acuerdo
con las circunstancias del caso, los perjuicios que la medida pueda causar a la sociedad y
las costas causídicas.

La prestación de contracautela es un requisito genérico de toda medida cautelar y tiende


a asegurar la eventual responsabilidad de la parte que obtuvo una medida de esa
naturaleza, cuyo monto depende de la mayor o menor verosimilitud del derecho
invocado, de las circunstancias del caso y de la amplitud de la medida.

La actuación del administrador judicial:


Las funciones que debe cumplir el administrador judicial deben ser fijadas por el juez de
la causa, pero no pueden ser nunca mayores que las otorgadas a los administradores por
la ley 19.550 o por el contrato social.
El juez debe precisar el término de la actuación, el que sólo puede ser prorrogado
mediante información sumaria de su necesidad.

Las atribuciones, obligaciones, derechos y responsabilidades de los administradores e


interventores judiciales se rigen por las normas de los arts. 58, 59 y 274 de la ley 19.550,
obligando a la sociedad por los actos celebrados a nombre de ésta, debiendo desempeñar
su cargo personalmente y con la lealtad y diligencia de un buen hombre de negocios.

Su remuneración la fija el juez de la causa y tiene derecho a pedir el pago de anticipos de


honorarios cuando su actuación se ha prolongado en el tiempo y exigir el pago de los
honorarios regulados a cualquiera de las partes del litigio.

Si bien las funciones del interventor son indelegables, éste puede contratar a los
colaboradores que estime necesarios cuando la magnitud de la empresa o la naturaleza
de las funciones así lo aconsejen.
La remoción de los interventores la resuelve el juez de la causa, así como su
responsabilidad por los perjuicios causados.
Dicha remoción puede ser declarada de oficio o a pedido de parte, en cuyo caso, el
magistrado deberá conferir traslado a la contraparte y al funcionario judicial antes de
adoptar la resolución que corresponda.
El interventor judicial removido por ejercicio abusivo del cargo pierde derecho a percibir
honorarios. Empero, si la remoción fue dispuesta por negligencia, el juez deberá disminuir
proporcionalmente los estipendios del auxiliar.

Legitimación de los administradores desplazados:


La designación de un administrador judicial con desplazamiento de las autoridades
naturales de la sociedad priva a éstos de toda legitimación para obligar a la sociedad.

Recursos contra la designación de un interventor judicial:


La resolución que dispone la intervención es apelable al solo efecto devolutivo, lo cual
implica el cumplimiento efectivo de la medida hasta tanto el tribunal de alzada resuelva el
recurso.

Intervención judicial a pedido de terceros:


La LGS no contempla tal hipótesis, aunque sí lo hace el art. 224 del CPCCN, que admite la
designación de interventores informantes para que suministren información sobre las
operaciones o actividades con la periodicidad que se establezca en la providencia que lo
designe.
Unidad 11: De la documentación y la contabilidad.

Fundamento de la necesidad del comerciante de llevar registros contables:


La contabilidad es un sistema que permite llevar la cuenta de todos los movimientos
patrimoniales de la sociedad.
Para algunos doctrinarios, la contabilidad se integra no sólo con los libros contables, sino
también con toda la documentación respaldatoria de los registros efectuados en esos
libros. Empero, para otros, los libros son autosuficientes.

Conforme al art. 320 del CCCN, están obligadas a llevar contabilidad todas las personas
jurídicas privadas y quienes realizan una actividad económica organizada o son titulares de
una empresa o establecimiento comercial, industrial, agropecuario o de servicios.
Cualquier otra persona puede llevar contabilidad si solicita su inscripción y la habilitación
de sus registros o la rubricación de los libros.

La importancia de la contabilidad puede ser advertida desde numerosos puntos de vista:


1. En beneficio de la comunidad y del tráfico mercantil, ya que los terceros interesados
en contratar con el comerciante pueden conocer la evolución de sus negocios y
porque permite la reconstrucción del patrimonio del comerciante, lo que cobra
importancia en el caso de concursos o quiebras.
2. En interés del comerciante mismo, pues además de permitirle conocer el estado y la
evolución de sus propios negocios, la ley le permite valerse de ellos, cuando la
contabilidad es llevada en legal forma, para probar de manera rápida y eficaz sus
operaciones en caso de conflicto.
3. En el supuesto de las sociedades, sólo una regular contabilidad permitirá a los socios
ejercer con plenitud su derecho de información.

En materia de sociedades, la legal teneduría de libros es obligación exclusiva de los


administradores, cuya inexistencia o irregularidad es suficiente causal de remoción. Del
mismo modo, es obligación de la sindicatura verificar la legalidad de la carga, cuya
omisión puede acarrear idénticas consecuencias.

Los registros contables que obligatoriamente deben llevar los comerciantes son:
a) El libro diario: En el libro Diario deben registrarse todas las operaciones relativas a la
actividad de la persona que tienen efecto sobre el patrimonio, individualmente o en
registros resumidos que cubran períodos de duración no superiores al mes.

b) Libro de inventario y balances: Es un registro cronológico en el cual se deben anotar el


conjunto de bienes y derechos de propiedad de la sociedad, así como también las
obligaciones de las que ésta fuere responsable. Dicha información debe asentarse al
momento de la constitución de la sociedad y a partir de allí, al cierre de cada ejercicio
económico.
c) Aquellos que corresponden a una adecuada integración de un sistema de contabilidad
y que exige la importancia y la naturaleza de las actividades a desarrollar: El código se
refiere a libros complementarios de los libros indispensables, a los que denomina
“auxiliares”. Éstos también están sometidos a las mismas formalidades que los libros
diario e inventario y balances. Por ej. el libro mayor o de cuentas corrientes, el libro de
caja o el libro bancos, compras y ventas.

d) Los que en forma especial impone este Código u otras leyes: Dentro de esta fórmula
deben incluirse los libros societarios.

Medios mecánicos y otros:


El art. 325 del CCCN dispone que los libros y registros contables deben ser llevados en
forma cronológica, actualizada, sin alteración alguna que no haya sido debidamente
salvada. También, deben llevarse en idioma y moneda nacional.
Asimismo, deben permitir determinar al cierre de cada ejercicio económico anual la
situación patrimonial, su evolución y sus resultados.

Podrá prescindirse del cumplimiento de las formalidades impuestas por el art. 323 del
CCCN (encuadernación, foliación y rúbrica de los libros) para llevar los libros en la medida
que la autoridad de control o el Registro Público autoricen la sustitución de los mismos
por ordenadores, medios mecánicos o magnéticos u otros, salvo el de Inventarios y
Balances.

La petición deberá incluir una adecuada descripción del sistema, con dictamen técnico o
antecedentes de su utilización, lo que, una vez autorizada, deberá transcribirse en el libro
de Inventarios y Balances.
Los pedidos de autorización se considerarán automáticamente aprobados dentro de los
30 días de efectuados, si no mediare observación previa o rechazo fundado.

Libros societarios:
A diferencia del comerciante individual, las sociedades deben llevar otros libros
obligatorios, con las mismas formalidades exigidas para los libros de comercio.

1. Libros de actas de órganos colegiados: Permiten reconstruir el giro de los negocios


desde la misma constitución de la sociedad. Dichos libros son los siguientes:
 Libro de actas de asambleas: En el cual, deberán volcarse un resumen de las
manifestaciones hechas por los socios o accionistas en el seno de ellas, las formas de
las votaciones y sus resultados.
La ley no requiere que las actas de asambleas sean redactadas a medida que el acto
transcurre, sino que para agilizar su trámite, prevé la necesaria inclusión en el orden del
día, de la elección de los encargados de suscribir el acta.
Las actas del directorio serán firmadas por los asistentes. Las actas de las asambleas de
las sociedades por acciones serán confeccionadas y firmadas dentro de los 5 días, por el
presidente y los socios designados al efecto.

 Libro de actas de directorio: En él deben transcribirse resumidamente las


manifestaciones y votaciones de los directores presentes, así como las decisiones
adoptadas en el seno del órgano de administración. Las actas de directorio deben ser
redactadas a medida que transcurre el acto, debiendo ser firmadas por todos los
directores presentes al concluir la reunión.

Si bien la ley 19.550 se refiere a las actas de directorio, sus normas son aplicables para el
caso de que tratándose de otro tipo de sociedad, se haya organizado la administración en
forma colegiada. El art. 73 de la misma expresa que deberá labrarse en libro especial, con
las formalidades de los libros de comercio, acta de las deliberaciones de los órganos
colegiados.

2. Libro de registro de asistencia a asambleas de accionistas: En él deben registrarse los


accionistas que hubieran manifestado su voluntad de concurrir al acto asambleario,
mediante comunicación dirigida a la sociedad con 3 días hábiles de anticipación al de
la fecha fijada. Es complementario del libro de actas de asambleas.

3. Libro de registro de acciones: Es de libre consulta por los accionistas. El carácter de


accionista se adquiere desde la inscripción de la transferencia en este libro. Además de
la transferencia de acciones, deben inscribirse las clases de acciones en que se divide
el capital y los derechos y obligaciones que estas importan.

Tratándose de S.R.L, la ley prevé un libro especial de actas de asambleas. Así, las
resoluciones sociales que no se adopten en asamblea constarán, mediante actas que
serán confeccionadas y firmadas por los gerentes dentro del 5to día de concluido el
acuerdo.
En el acta deberán constar las respuestas dadas por los socios y su sentido a los efectos
del cómputo de los votos. Los documentos en que consten las respuestas deberán
conservarse por 3 años.

La pérdida o sustracción de los libros societarios no impide la celebración de los órganos


colegiados, En tales casos, bastará transcribir lo acontecido en instrumentos privados o
públicos y luego, rubricados los nuevos libros, reproducir su texto en estos últimos.

Balances y estados contables de la sociedad:


Los administradores de las sociedades regularmente constituidas no rinden cuentas de
su gestión a los socios mediante el procedimiento previsto por los arts. 858 a 864 del
CCCN, sino mediante la formulación de los estados contables. Éstos se integran con:
1. Los balances.
2. Los estados de resultados.
3. Los cuadros e información complementaria.
4. La memoria de ejercicio.
5. El informe de la sindicatura.

Asimismo, normas técnicas de carácter contable han impuesto la obligatoriedad de


completar los estados contables con un dictamen o informe escrito suscripto por
contador público, fundado en el examen de los estados contables a partir de un trabajo de
auditoría.
Las previsiones de los arts. 62 a 66 de la ley 19.550 son aplicables a las sociedades por
acciones y a las S.R.L, cuyo capital alcance una suma superior a los $10.000.000. Las
restantes sociedades deben confeccionar sus estados contables de acuerdo con las
previsiones del art. 326 del CCCN. Según este art., al cierre del ejercicio quien lleva
contabilidad obligada o voluntaria debe confeccionar sus estados contables, que
comprenden como mínimo un estado de situación patrimonial y un estado de resultados
que deben asentarse en el registro de inventarios y balances.

Preparación y aprobación de los estados contables:


Si bien es obligación de los administradores o directores de la sociedad hacer llevar la
contabilidad y la confección de los estados contables, tal carga generalmente es delegada
en profesionales del área contable de la empresa, lo que no implica eximir la
responsabilidad de aquéllos por las irregularidades que tales instrumentos puedan
presentar.
Los estados contables requieren la aprobación por parte del órgano de administración o
directorio, mediante decisión expresa del órgano colegiado, en reunión donde debe
aprobarse además la confección de la memoria y la convocatoria a asamblea general de
socios o accionistas.

Los estados contables correspondientes a ejercicios completos o períodos intermedios


dentro de un mismo ejercicio, deberán confeccionarse en moneda constante.

BALANCE:
El balance es una descripción gráfica de carácter estático de la situación económica,
financiera y patrimonial de la sociedad en un momento dado, que permite conocer la
composición de su patrimonio y la solvencia con que cuenta para el cumplimiento de sus
obligaciones.

Los balances pueden ser clasificados en:


1. Balances de ejercicio o generales: Describen la posición financiera de la sociedad en un
momento dado. Muestran sus activos y sus pasivos en un momento determinado.
2. Balances especiales: Deben ser elaborados en determinadas oportunidades,
fundamentalmente en caso de reorganización estructural de la sociedad.
3. Balances de liquidación.
4. Balances de comprobación: Son requeridos a la sindicatura para comprobar la
legalidad de los actos de la sociedad.
5. Balances consolidados: Permiten agrupar la información correspondiente a grupos de
sociedades y que es requerido a toda sociedad que revista el carácter de controlante.

Contenido del balance general:

 En el activo:
1. El dinero en efectivo en caja y Bancos, otros valores caracterizados por similares
principios de liquidez, certeza y efectividad, y la moneda extranjera.
2. Los créditos provenientes de las actividades sociales.
3. Los bienes de cambio, agrupados de acuerdo con las actividades de la sociedad.
4. Los bienes de uso, con indicación de sus amortizaciones acumuladas.
5. Los bienes inmateriales.
6. Todo otro rubro que por su naturaleza corresponda ser incluido como activo.

 En el pasivo:
1. Las deudas, indicándose separadamente las comerciales, las bancarias, las financieras,
las existentes con sociedades controlantes, controladas o vinculadas, etc.
2. El capital social, con distinción en su caso, de las acciones ordinarias y de otras clases.
3. Las reservas legales contractuales o estatutarias, voluntarias y las provenientes de
revaluaciones y de primas de emisión.
4. Todo otro rubro que por su naturaleza corresponda ser incluido en las cuentas de
capital pasivas y resultados.
5. Los bienes en depósito, los avales y garantías, documentos descontados.

La presentación de balances está sometida a las siguientes pautas:


1. La información deberá agruparse de modo que sea posible distinguir y totalizar el
activo corriente del activo no corriente, y el pasivo corriente del pasivo no corriente.
Se entiende por corriente todo activo o pasivo cuyo vencimiento o realización, se
producirá dentro de los 12 meses a partir de la fecha del balance general.

2. Los derechos y obligaciones deberán mostrarse indicándose si son documentados, con


garantía real u otras.
3. El activo y el pasivo en moneda extranjera, deberán mostrarse por separado en los
rubros que correspondan.
4. No podrán compensarse las distintas partidas entre sí.

EL ESTADO DE RESULTADOS:
El balance se complementa con el estado de resultados o cuenta de ganancias y
pérdidas del ejercicio, cuya importancia fundamentalmente radica en informar sobre los
resultados, positivos o negativos, del ejercicio, de los cuales depende la posibilidad de
distribución de dividendos entre los socios o accionistas y el monto de las remuneraciones
de los administradores.

Las partidas del estado de resultados han sido divididas por el legislador de la siguiente
manera:
1. El producido de las ventas o servicios, agrupado por tipo de actividad. De cada total
se deducirá el costo de las mercaderías o productos vendidos o servicios prestados,
con el fin de determinar el resultado.
2. Los gastos ordinarios de administración, de comercialización, de financiación y otro
que corresponda cargar al ejercicio.
3. Las ganancias y gastos extraordinarios del ejercicio.
4. Los ajustes por ganancias y gastos de ejercicios anteriores.

El estado de resultados deberá presentarse de modo que muestre por separado la


ganancia o pérdida proveniente de las operaciones ordinarias y extraordinarias de la
sociedad.
No podrán compensarse las distintas partidas entre sí.
El estado de resultados deberá complementarse con el estado de evolución del
patrimonio neto. En él se incluirán las causas de los cambios producidos durante el
ejercicio en cada uno de los rubros integrantes del patrimonio neto.

NOTAS COMPLEMENTARIAS Y LOS CUADROS ANEXOS:


Su preparación es indispensable cuando la información no estuviere contenida en los
balances o en el estado de resultados. Tales notas y cuadros anexos son considerados
parte de aquéllos.

La siguiente enumeración es enunciativa.


Notas referentes a:
1. Bienes de disponibilidad restringida explicándose brevemente la restricción existente.
2. Activos gravados con hipoteca, prenda u otro derecho real, con referencia a las
obligaciones que garantizan.
3. Restricciones contractuales para la distribución de ganancias.
4. Contratos celebrados con los directores que requieren aprobación y sus montos.
5. El monto no integrado del capital social.

Cuadros anexos:
1. De bienes de uso, detallando para cada cuenta principal los saldos al comienzo, los
aumentos y las disminuciones, y los saldos al cierre del ejercicio.
2. De bienes inmateriales y sus correspondientes amortizaciones.
3. De inversiones en títulos valores y participaciones en otras sociedades.
4. De previsiones y reservas.
5. El costo de las mercaderías o productos vendidos.
6. El activo y pasivo en moneda extranjera.

MEMORIA:
La memoria es un documento que forma parte de los estados contables, en el cual los
administradores deben informar a los socios o accionistas sobre la marcha y situación de
la sociedad, dando el detalle de las operaciones realizadas o en vía de realización.
La importancia de la memoria es fundamental para la lectura, comprensión e
interpretación de los estados contables, a punto tal que se ha resuelto que su insuficiencia
o inexistencia provoca la nulidad de la decisión asamblearia que aprueba los referidos
instrumentos.

Del informe que hagan los administradores en la memoria debe resultar:


1. Las razones de variaciones significativas operadas en las partidas del activo y pasivo.
2. Una adecuada explicación sobre los gastos y ganancias extraordinarias y su origen y
de los ajustes por ganancias y gastos de ejercicios anteriores.
3. Las razones por las cuales se propone la constitución de reservas, explicadas clara y
circunstanciadamente.
4. Las causas por las que se propone el pago de dividendos o la distribución de
ganancias en otra forma que en efectivo.
5. Estimación u orientación sobre perspectivas de las futuras operaciones.
6. Las relaciones con las sociedades controlantes, controladas o vinculadas.
7. Los rubros y montos no mostrados en el estado de resultados, por formar parte los
mismos parcial o totalmente, de los costos de bienes del activo.

EL INFORME DE LA SINDICATURA Y EL DICTAMEN DE AUDITORÍA:


En las sociedades por acciones y en toda otra sociedad en donde los socios hubieran
previsto la actuación de un órgano de control, la sindicatura debe presentar a la misma
asamblea donde se consideran los estados contables, un informe escrito y fundado sobre
la actuación económica y financiera de la sociedad, dictaminando sobre la memoria,
inventario, balance y estado de resultados.

Dicho informe no debe ser confundido con el dictamen de auditoría, el cual consiste en
un informe sobre los estados contables, elaborado y suscripto por un contador público
independiente practicado con las normas de auditoría generalmente aceptadas. Dicho
profesional debe abstenerse de emitir opiniones.

Copias: Depósito.
En la sede social deben quedar copias del balance, del estado de resultados del ejercicio
y del estado de evolución del patrimonio neto, y de notas, informaciones
complementarias y cuadros anexos, a disposición de los socios o accionistas. Ello debe
hacerse con no menos de 15 días de anticipación a su consideración por aquéllos.

Cuando corresponda, también se mantendrán a su disposición copias de la memoria del


directorio o de los administradores y del informe de los síndicos.

Dentro de los 15 días de su aprobación, las sociedades de responsabilidad limitada cuyo


capital alcance el importe fijado por artículo 299, inciso 2), deben remitir al Registro
Público un ejemplar de cada uno de esos documentos.
Cuando se trate de una sociedad por acciones, se remitirá un ejemplar a la autoridad de
contralor y, en su caso, del balance consolidado.

Dividendos:
Los dividendos no pueden ser aprobados ni distribuidos a los socios, sino por ganancias
realizadas y líquidas resultantes de un balance confeccionado de acuerdo con la ley y el
estatuto y aprobado por el órgano social competente.
Las ganancias distribuidas en violación a esta regla son repetibles, con excepción del
supuesto previsto en el artículo 225 (No son repetibles los dividendos percibidos de buena
fe).
Aprobación. Impugnación:
El derecho a la aprobación e impugnación de los estados contables y a la adopción de
resoluciones de cualquier orden a su respecto, es irrenunciable y cualquier convención en
contrario es nula.

Reserva legal:
Las S.R.L y las sociedades por acciones, deben efectuar una reserva no menor del 5 % de
las ganancias realizadas y líquidas que arroje el estado de resultados del ejercicio, hasta
alcanzar el 20 % del capital social.
Cuando esta reserva quede disminuida por cualquier razón, no pueden distribuirse
ganancias hasta su reintegro.

En cualquier tipo de sociedad podrán constituirse otras reservas que las legales, siempre
que las mismas sean razonables y respondan a una prudente administración.

Ganancias. Pérdidas anteriores:


Las ganancias no pueden distribuirse hasta tanto no se cubran las pérdidas de ejercicios
anteriores.
Cuando los administradores, directores o síndicos sean remunerados con un porcentaje
de ganancias, la asamblea podrá disponer en cada caso su pago aun cuando no se cubran
pérdidas anteriores.
Responsabilidad de administradores y síndicos:
La aprobación de los estados contables no implica la de la gestión de los directores,
administradores, gerentes, miembros del consejo de vigilancia o síndicos, hayan o no
votado en la respectiva decisión, ni importa la liberación de responsabilidades.
Unidad 12: Sociedades constituidas en el extranjero

El problema de la nacionalidad de las sociedades:


La nacionalidad es un atributo de la personalidad. Se trata de un vínculo jurídico de
derecho público que relaciona a una persona con el Estado. La nacionalidad otorga
derechos políticos, principalmente el derecho de voto y el derecho a ser elegido.

En cuanto a la nacionalidad de las sociedades, nuestro país adopta la doctrina Irigoyen,


expuesta en el año 1875 al desestimar una propuesta del gobierno inglés referida al cierre
de la sucursal del Banco de Londres en la ciudad de Rosario y procesamiento de su
gerente, dispuesta por el gobierno de la Provincia de Santa Fe.
Esta doctrina sostiene que las sociedades NO tienen nacionalidad, pues la actuación de
ellas no presupone vinculación política alguna entre un ciudadano y el Estado, habida
cuenta de que el contrato de sociedad sólo crea entre sus integrantes un vínculo jurídico
de base económica.

Sin embargo, el criterio no es uniforme y en otros países, fundamentalmente en Europa


continental, se entiende que si la sociedad es una persona jurídica, no hay razón para
negar toda relación entre ésta y el Estado.

A pesar del carácter negatorio de la nacionalidad de las sociedades sostenido


pacíficamente por la doctrina argentina, existe consenso sobre la necesidad de conocer el
origen de los capitales de una sociedad constituida en el extranjero que tiene actuación en
nuestro país, a fin de proteger la industria nacional o por razones de interés público.
Esta doctrina, llamada del “Control económico”, tuvo su origen durante la S.G.M, ante la
necesidad de adoptar medidas que evitaran infiltraciones patrimoniales o personales de
otros Estados con los cuales se mantenía beligerancia y luego, se proyectó en tiempos de
paz.
La doctrina del control económico no significa otorgar nacionalidad a las sociedades,
sino conocer el origen de sus integrantes o sus capitales para ciertos y determinados fines,
con evidente interés público.

Legislación aplicable a las sociedades extranjeras con actuación en la República:


La sociedad constituida en el extranjero se rige en cuanto a su existencia y formas por
las leyes del lugar de constitución (art. 118 primera parte). Ello significa que toda la
problemática en materia de personalidad jurídica, capacidad, formalidades de
constitución, tipicidad y órganos, se rige por la ley del país de origen.
Pero no así en cuanto se refiere a la actuación del ente foráneo en nuestro país, la cual
se rige por las reglas de los artículos 118, párr. 1, art. 118 ter y art. 123 de la ley 19.550.
Concepto de acto aislado (art. 118):
Las sociedades extranjeras se encuentran habilitadas para realizar en el país actos
aislados y estar en juicio.
El concepto de acto aislado debe ser interpretado en sentido restringido, reservándose
para aquellos actos desprovistos de permanencia y que se caracterizan por lo esporádico y
accidental. El acto aislado es aquel que está fuera del objeto social, ya que tiene un
carácter excepcional.

Desarrollo de actividad habitual por la sociedad extranjera (art. 118):


La actuación habitual es aquella que está dentro del objeto social.

Para el ejercicio habitual de actos comprendidos en su objeto social, establecer sucursal,


asiento o cualquier otra especie de representación permanente, la sociedad extranjera
debe:
1. Acreditar la existencia de la sociedad con arreglo a las leyes de su país.
2. Fijar un domicilio en la República, cumpliendo con la publicación e inscripción exigidas
por la LGS para las sociedades que se constituyan en la República.
3. Justificar la decisión de crear dicha representación y designar la persona a cuyo cargo
ella estará.
4. Si se tratare de una sucursal, determinar el capital que se le asigne cuando
corresponda por leyes especiales.

La falta de inscripción de la sociedad extranjera no implica considerarla como irregular,


pues su regularidad se gobierna por las leyes de su país de origen. La sanción es la
inoponibilidad o ininvocabilidad de la actuación de la sociedad extranjera no inscripta en
la República, hasta tanto cumpla con tal trámite registral.

Es obligado para dicha sociedad llevar en la República contabilidad separada y


someterse al contralor que corresponda al tipo de sociedad.

Constitución por la sociedad extranjera de sociedades nacionales (art. 123):


La constitución por la sociedad extranjera de sociedades nacionales o su participación en
ellas constituye otro supuesto de actividad permanente por aquéllas en el territorio de la
República.

Según el art. 123 de la LGS, para constituir sociedad en la República, las sociedades
extranjeras deberán previamente:
 Acreditar ante el juez del Registro que se han constituido de acuerdo con las leyes
de sus países respectivos.
 Inscribir su contrato social, reformas y demás documentación habilitante, así
como la relativa a sus representantes legales, en el Registro Público de Comercio y
en el Registro Nacional de Sociedades por Acciones, en su caso.
Se advierte un grave error en la redacción de la aludida norma, pues ella se refiere a la
constitución por la sociedad extranjera de una sociedad nacional y no a su participación.
Así, una interpretación literal de ella podría llevar a la conclusión de que los requisitos del
mencionado art. 123 son exigibles sólo cuando la sociedad extranjera participa como
fundadora de un ente mercantil nacional.
Sin embargo, la doctrina nacional y la jurisprudencia unánime de nuestros tribunales,
han coincidido en la comprensión dentro del art. 123 del supuesto de la adquisición
posterior de acciones o cuotas de una sociedad argentina, pues de lo contrario se
despojaría a la norma de todo sentido y efecto práctico.

La omisión de inscribir la sociedad extranjera que ha constituido una sociedad argentina


se sanciona con la inoponibilidad de su carácter de socia hasta tanto cumpla con el
trámite registral.
En el caso en que se omita inscribir una sociedad extranjera que participe en una
sociedad nacional, la doctrina, en principio, sostiene que no debe inscribirse, salvo que
posea la mayoría accional u ostente el control de hecho.
Sociedades extranjeras de tipo desconocido:
Los requisitos dispuestos por el Art. 118 se aplicarán a la sociedad constituida en otro
Estado bajo un tipo desconocido por las leyes de la República.
En tal caso, corresponde al Juez de la inscripción o a la autoridad de control determinar
las formalidades a cumplirse en cada caso, con sujeción al criterio del máximo rigor
previsto en la LGS, esto es, a las disposiciones previstas para las sociedades anónimas.

Es decir, se va a aplicar el régimen previsto para las S.A a aquellas sociedades


constituidas en el extranjero que no encuadren con ninguno de los tipos sociales previstos
por la legislación argentina a los efectos de su funcionamiento. Empero, la existencia o la
forma, continuarán rigiéndose por la ley del Estado de origen.

Representantes. Responsabilidades:
El representante de sociedad constituida en el extranjero contrae las mismas
responsabilidades que para los administradores prevé la LGS y en los supuestos de
sociedades de tipos no reglamentados, las de los directores de sociedades anónimas.

Emplazamiento en juicio:
El emplazamiento a una sociedad constituida en el extranjero puede cumplirse en la
República:
 Originándose en un acto aislado, en la persona del apoderado que intervino en el acto
o contrato que motive el litigio.
 Si existiere sucursal, asiento o cualquier otra especie de representación, en la persona
del representante.
Es importante mencionar que ello no supone necesariamente el sometimiento de los
litigios originados por la actuación de la sociedad extranjera a los tribunales argentinos,
pues para ello se requiere que exista jurisdicción internacional argentina para entender en
la causa.

Sociedades extranjeras con domicilio en la República o cuyo principal objeto se cumple


en ella:
Conforme al art. 124 de la LGS la sociedad constituida en el extranjero que tenga su sede
en la República o su principal objeto esté destinado a cumplirse en la misma, será
considerada como sociedad local a los efectos del cumplimiento de las formalidades de
constitución o de su reforma y contralor de funcionamiento.

El supuesto en análisis ha sido considerado por la doctrina como “sociedades


constituidas en fraude de la ley” porque por lo general ocultan comerciantes o
ciudadanos argentinos que, para superar incapacidades de derecho o para permanecer
ocultos a la hora de responder patrimonialmente por actuaciones ilegítimas, prefieren
constituir sociedades extranjeras ficticias o simuladas con actuación exclusiva en la
república.
Este tipo de sociedades recibe su denominación no porque cometan delitos, sino porque
hay una modificación del punto de conexión normativa legal. La sanción que prevé la ley
es que se ajusten a la normativa nacional, que cambie su estatuto.

Nuestra ley no ha sido feliz en su tratamiento, puesto que no parece razonable


considerarlas como sociedades locales sólo a los fines del cumplimiento de las
formalidades de constitución y reforma. Las sociedades extranjeras descriptas en el art.
124 de la ley 19.550 deben ser consideradas como sociedades locales para todos los
efectos, a los fines de evitar que invoquen el derecho de su país de origen cuando les
resulte conveniente.

La problemática de las sociedades off shore:


Las sociedades off shore son aquellas que en su país de origen no pueden funcionar,
pudiendo hacerlo en otros Estados dependiendo de su legislación. Por lo general, son de
capitales anónimos. En cambio, las sociedades constituidas en el extranjero pueden
funcionar tanto en su país de origen como en otro.

Se entiende por "sociedades off shore" a aquellas sociedades constituidas en el


extranjero que conforme a las leyes del lugar de su creación o incorporación tengan
vedado o restringido el desarrollo de todas sus actividades o de la principal o principales
de ellas en dicho lugar de creación o incorporación.

La Resolución General 2/05 del a I.G.J prohíbe el funcionamiento de las sociedades off
shore.
Como consecuencia de la tragedia de “República de Cromagnon” surge la Resolución
General 2/05, dictada el 16 de Febrero de 2005, conforme a la cual la Inspección General
de Justicia a cargo del Registro Público de Comercio, no inscribiría más en dicho registro
en los términos de los arts. 118, párr. 3 y 123 de la ley 19.550 a las sociedades constituidas
en el extranjero que carezcan de capacidad y legitimación para actuar en el territorio del
lugar de creación.
Los argumentos dados por la I.G.J son que:
 Por un lado, las sociedades off shore, generalmente, constituyen instrumentos del
fraude, del ocultamiento o disimulo patrimonial para la violación de normas de orden
público y la legitimación de activos provenientes de actos o actividades ilícitas.
 Por el otro, no puede pretender una sociedad constituida en el extranjero que se le
reconozca en el territorio nacional una capacidad y legitimación para obrar de la
cuales dicha sociedad carece para actuar en su propio territorio, o con un alcance
mayor de las que les fueran otorgadas en su país de origen.

Esta resolución implicó una nueva vuelta de tuerca en materia de control de la actuación
de las sociedades constituidas en el extranjero por parte de la Inspección General de
Justicia, agravando los términos de la anterior Resolución General 7/03, pues, mientras
esta normativa aceptó que las sociedades off shore pudieran acreditar la realización de
actividades en otra parte del mundo para evitar su encuadramiento en la hipótesis
prevista por el art. 124 de la LGS, la nueva Resolución General desestimó directamente la
registración de estas sociedades, aun cuando las mismas tuvieran una actividad
empresarial o contara con activos fijos de importancia en otro punto del planeta.

Además, la Resolución General 2/05 excluyó de su ámbito de aplicación a las


denominadas “sociedades vehículo” ya inscriptas o que se inscriban en el Registro de
Comercio, en los términos de la Resolución General IGJ 22/04, sin que ello inhabilite el
análisis por la autoridad de control tributario de la licitud de su interposición desde el
punto de vista de las eventuales finalidades de orden fiscal que con ellas se persigan y a
salvo la responsabilidad del controlante o de los controlantes de dichas sociedades por los
fundamentos expresados en la mencionada resolución general.

Algunos doctrinarios plantearon la inconstitucionalidad de la Resolución General 2/05,


puesto que la ley 19.550 no prohíbe las sociedades off shore y el Inspector General, por
medio de una Resolución, no puede tomarse las atribuciones del legislador.
Pese a las críticas que se le formularon, dicha Resolución sigue vigente.

Unidad 13: resolución, disolución, liquidación

RESOLUCIÓN PARCIAL DEL CONTRATO DE SOCIEDAD:


Hay determinados momentos en la vida de una sociedad, en especial en las
denominadas sociedades de personas o de interés, que por vía natural, convencional o
incluso como remedio para preservar el funcionamiento del ente, se produce la
desvinculación de 1 o más de sus socios, subsistiendo la sociedad con el resto de sus
integrantes.

En tales supuestos, se produce la resolución parcial del contrato de sociedad, lo que


significa el fin del vínculo de uno de los socios con el ente, pero no afecta su normal
funcionamiento. Es decir, el contrato se extingue respecto de alguno/os socios, pero
continúa para los otros y la sociedad subsiste.

La resolución parcial busca la preservación de la empresa y produce los siguientes


efectos:
 Obligación de la sociedad de restituir el valor de la parte del socio desvinculado.
 La continuación de la sociedad con el resto de los socios.

Las normas previstas por el ordenamiento societario para la resolución parcial resultan
aplicables a las sociedades colectivas, en comandita simple y de capital e industria.
Empero, no son aplicables a las S.A, en las cuales interesa la inversión hecha y no las
características personales de sus integrantes.

Casos de resolución parcial del contrato de sociedad:


Los casos de resolución parcial del contrato de sociedad son 3:

1) Retiro voluntario del socio:


El art. 89 de la LGS dispone que los socios pueden prever en el contrato constitutivo
causales de resolución parcial y de disolución no previstas en esta ley.
La norma se refiere fundamentalmente al caso en donde se estipula el retiro voluntario
del socio. Por el art. 13 inc. 5 de la ley 19.550, se ha admitido implícitamente la posibilidad
de que, transcurrido un cierto tiempo, los socios pudieran optar por retirarse de la
sociedad sin explicar los motivos que lo llevan a esa determinación con derecho al
reembolso por la sociedad del valor real de su participación, en bienes o en dinero
efectivo.

El retiro voluntario no debe confundirse con el derecho de receso, aun cuando media
entre ellos una relación de género y especie.
El derecho de receso es el derecho que asiste a cualquiera de los socios, cualquiera
fuere el tipo social adoptado, frente a la decisión de los demás socios de modificar
sustancialmente el contrato de sociedad. El ejercicio de este derecho no necesita cláusula
convencional que lo autorice y determina la obligación de la sociedad de reembolsar el
valor de la parte del socio recedido, mensurada al valor resultante del último balance.

En cambio, el retiro voluntario no es admisible para las sociedades anónimas, necesita


estar autorizado por una cláusula específica del acto constitutivo y el valor de la
participación del socio retirado puede mensurarse a través de balances especiales de
retiro, con inclusión del valor llave.
2) La muerte del socio:
En las sociedades colectivas, en comandita simple, de capital e industria y en
participación, la muerte de un socio resuelve parcialmente el contrato. Ello es así porque
son sociedades de personas o de interés donde predominan las características personales
de los socios por sobre el capital que aportan.

En las sociedades colectivas y en comandita simple, es lícito pactar que la sociedad


continúe con sus herederos. Dicho pacto obliga a éstos sin necesidad de un nuevo
contrato, pero pueden ellos condicionar su incorporación a la transformación de su parte
en comanditaria.
La doctrina ha cuestionado esta disposición, pues afirman que el heredero del socio
difunto carece de affectio societatis.

3) Exclusión del socio:


Cualquier socio en las sociedades colectivas, en comandita simple, de capital e industria
y en participación, así como los socios comanditados en las sociedades en comandita por
acciones y los socios de las S.R.L, pueden ser excluidos si mediare justa causa. Es nulo el
pacto en contrario.

Habrá justa causa cuando el socio incurra en grave incumplimiento de sus obligaciones.
Por ej. violar el estatuto o tener una actividad paralela similar al objeto de la sociedad y
desviar trabajo y clientes en desmedro de la sociedad.
También, existirá en los supuestos de incapacidad, inhabilitación, declaración en quiebra
o concurso civil, salvo en las sociedades de responsabilidad limitada.

El derecho de exclusión se extingue si no es ejercido en el término de 90 días siguientes


a la fecha en la que se conoció el hecho justificativo de la separación.

La justa causa debe ser alegada por un socio o por la sociedad.


 Si la exclusión la decide la sociedad, la acción será ejercida por su representante o por
quien los restantes socios designen si la exclusión se refiere a los administradores. En
ambos supuestos, puede disponerse judicialmente la suspensión provisoria de los
derechos del socio cuya exclusión se persigue.
 Si la exclusión es ejercida individualmente por uno de los socios, se sustanciará con
citación de todos los socios.

Efectos de la exclusión:
1. El socio excluido tiene derecho a una suma de dinero que represente el valor de su
parte a la fecha de la invocación de la exclusión.
2. Si existen operaciones pendientes, el socio participa en los beneficios o soporta sus
pérdidas.
3. La sociedad puede retener la parte del socio excluido hasta concluir las operaciones en
curso al tiempo de la separación.
4. Cuando el socio hubiera aportado un bien en uso y goce, el socio excluido no podrá
exigir la entrega del mismo si éste es indispensable para el funcionamiento de la
sociedad y se le pagará su parte en dinero.
5. El socio excluido responde hacia los terceros por las obligaciones sociales hasta la
inscripción de la modificación del contrato en el Registro Público de Comercio.

Exclusión en sociedad de dos socios:


En las sociedades de 2 socios procede la exclusión de uno de ellos cuando hubiere justa
causa. El socio inocente asume el activo y pasivo sociales.
De pleno derecho, la sociedad en comandita (simple o por acciones) y de capital e
industria, se transforma en sociedad anónima unipersonal, si no se decidiera otra solución
en el término de 3 meses.

DISOLUCION DEL A SOCIEDAD:


A diferencia de la resolución parcial del contrato de sociedad, que afecta el vínculo de 1
o varios socios con ella, la disolución implica la extinción total de contrato, es decir es el
punto final de su vida activa y una profunda mutación del fin societario.
Como consecuencia del acaecimiento de una causal de disolución, la sociedad deberá
dejar de realizar, como actividad específica, la operatoria descripta en el objeto social,
para reemplazarla por una actuación encaminada a la venta de los bienes sociales, la
cancelación del pasivo y la eventual distribución del remanente entre los socios.

La disolución abre el camino a la liquidación de la sociedad, pero no importa de suyo el


cese abrupto de sus actividades ni la extinción de su personalidad jurídica, que debe
mantenerse precisamente a los fines liquidatorios.

Causales de disolución de la sociedad:


1. Por decisión de los socios.
2. Por expiración del término por el cual se constituyó.
3. Por cumplimiento de la condición a la que se subordinó su existencia.
4. Por consecución del objeto por el cual se formó, o por la imposibilidad sobreviniente
de lograrlo.

5. Por la pérdida del capital social: En el caso de pérdida del capital social, la disolución
no se produce si los socios acuerdan su reintegro total o parcial del mismo o su
aumento.
6. Por declaración en quiebra: Empero, la disolución quedará sin efecto si se celebrare
avenimiento (pago) o se dispone la conversión (se convierte la quiebra en concurso).
7. Por su fusión: 2 sociedades se disuelven pero sin liquidarse para formar otra.
8. Por sanción firme de cancelación de oferta pública o de la cotización de sus acciones:
La disolución podrá quedar sin efecto por resolución de asamblea extraordinaria
reunida dentro de los 60 días.

9. Por resolución firme de retiro de la autorización para funcionar si leyes especiales la


impusieran en razón del objeto.

La numeración prevista no es taxativa ya que el art 89 establece la posibilidad de que los


socios prevén causales de disolución no contempladas en la ley.
Reducción a uno del número de socios (Art. 94 bis):
La reducción a 1 del número de socios no es causal de disolución, imponiendo la
transformación de pleno derecho de las sociedades en comandita (simple o por acciones)
y de capital e industria, en sociedad anónima unipersonal, si no se decidiera otra solución
en el término de 3 meses.

Vemos que en este supuesto lo que opera es una transformación consistente en cambiar
un tipo social por otro.
También, existe otra alternativa que es que la sociedad siga funcionando con el otro tipo
social y que el socio inocente asuma el activo y pasivo sociales.

Prórroga y reconducción. Requisitos:


La disolución por vencimiento del plazo de duración merece especial atención, ya que el
legislador otorga a los socios la posibilidad de evitarla mediante la prórroga de la
sociedad.
Esta prórroga requiere acuerdo unánime de los socios, salvo pacto en contrario y lo
dispuesto para las sociedades por acciones y las S.R.L.
Debe ser resuelta y solicitada su inscripción registral antes del vencimiento del plazo de
duración de la sociedad.

Es decir que la sociedad va a decidir continuar con el negocio jurídico por un nuevo plazo
que puede ser igual o diferente al anterior, pero se tiene que establecer antes de que
venza el plazo de duración de la sociedad.

Con sujeción a los requisitos previstos para la prórroga de la sociedad, los socios pueden
con posterioridad al hecho que provoco la disolución o al vencimiento del plazo de
duración de la sociedad acordar la reconducción, siempre y cuando no se haya inscripto el
nombramiento del liquidador.
Todo ulterior acuerdo de reconducción debe adoptarse por unanimidad, sin distinción
de tipos.

La reconducción es la vuelta a la actividad dinámica del ente, evitando de tal manera su


liquidación. Es importante aclarar que ello no implica concederle efecto retroactivo a tal
resolución ni exime a los liquidadores del cumplimiento de las obligaciones que le impone
tal carácter.

Disolución judicial: efectos.


Cuando la disolución sea declarada judicialmente, la sentencia tendrá efecto retroactivo
al día en que tuvo lugar su causa generadora.

Eficacia respecto de terceros.


La disolución de la sociedad se encuentre o no constituida regularmente, sólo surte
efecto respecto de terceros desde su inscripción registral, previa publicación en su caso.

Administradores: facultades y deberes.


Los administradores con posterioridad al vencimiento de plazo de duración de la
sociedad o al acuerdo de disolución o a la declaración de haberse comprobado alguna de
las causales de disolución, solo pueden atender los asuntos urgentes y deben adoptar las
medidas necesarias para iniciar la liquidación.

Cualquier operación ajena a esos fines los hace responsables ilimitada y solidariamente
respecto a los terceros y los socios sin perjuicio de la responsabilidad de éstos.

Remoción de causales de disolución:


Las causales de disolución podrán ser removidas mediando decisión del órgano de
gobierno y eliminación de la causa que le dio origen, si existe viabilidad económica y social
de la subsistencia de la actividad de la sociedad.
La resolución deberá adoptarse antes de cancelarse la inscripción, sin perjuicio de
terceros y de las responsabilidades asumidas.

En caso de duda sobre la existencia de una causal de disolución, se estará a favor de la


subsistencia de la sociedad.

LIQUIDACIÓN:
El procedimiento liquidatario es la realización del activo y la cancelación del pasivo
social como paso previo para la distribución del remanente entre los socios.
Primero, la sociedad tiene que disolverse para luego liquidarse.
El trámite liquidatorio constituye un procedimiento mediante el cual los liquidadores
deberán vender los bienes que componen el activo social, pagar las deudas, así como los
gastos de liquidación, para posteriormente, y en caso de resultar saldo favorable,
reembolsar el capital oportunamente aportado por los socios y distribuir entre ellos su
remanente.

Los socios carecen de derecho de disponer de los bienes sociales o distribuirlos a su


conveniencia, hasta tanto sea totalmente satisfecho el pasivo social.

La personalidad jurídica de las sociedades en liquidación:


La sociedad en liquidación conserva su personalidad a ese efecto, y se rige por las
normas correspondientes a su tipo en cuanto sean compatibles.
Es decir, que la sociedad conserva su personalidad jurídica con el aditamento “en
liquidación” para que los 3ros contratantes solo contraten cuestiones relativas a la
liquidación y no con el objeto social.
La sociedad conserva su personalidad para ciertos efectos, limitada a la conclusión de las
relaciones jurídicas pendientes.

Designación de liquidador:
La liquidación de la sociedad está a cargo del órgano de administración, salvo casos
especiales o estipulación en contrario.
En su defecto, el liquidador o liquidadores serán nombrados por mayoría de votos
dentro de los 30 días de haber entrado la sociedad en estado de liquidación.
No designados los liquidadores o si éstos no desempeñaren el cargo, cualquier socio
puede solicitar al juez el nombramiento omitido o nueva elección.

El nombramiento del liquidador debe inscribirse en el Registro Público de Comercio para


ser oponible su actuación frente a terceros. Excepto que la liquidación de la sociedad
fuere llevada a cabo por los administradores intervinientes al momento de entrar la
sociedad en liquidación, en cuyo caso tal registración es innecesaria.

Los liquidadores pueden ser removidos por las mismas mayorías requeridas para
designarlos. Cualquier socio, o el síndico en su caso, pueden demandar la remoción
judicial por justa causa.

Obligaciones de los liquidadores:


1) Confeccionar un inventario y balance del patrimonio social dentro de los 30 días de
asumido el cargo, los cuales deberán poner a disposición de los socios. Estos últimos
podrán por mayoría, extender el plazo hasta ciento 120 días.
El inventario permite saber los bienes que tiene la sociedad y balance sirve para
determinar cuál es el pasivo social.
El incumplimiento de esta obligación es causal de remoción y les hace perder el derecho
de remuneración, así como les responsabiliza por los daños y perjuicios ocasionados.
2) Informar a los socios, por lo menos trimestralmente, sobre el estado de la
liquidación. En las S.R.L cuyo capital alcance el importe fijado por el artículo 299, inciso
2 ($10.000.000.) y en las sociedades por acciones, el informe se suministrará a la
sindicatura.

3) Confeccionar balances anuales si la liquidación se prolongare más allá del ejercicio en


que la disolución se hubiera producido.
4) Seguir las instrucciones de los socios, en lo que se refiere a los tramites liquidatorios,
so pena de incurrir en responsabilidad por los daños y perjuicios causados por el
incumplimiento.
5) Actuar empleando la razón social o denominación de la sociedad con el aditamento
"en liquidación", so pena de responder en forma ilimitada y solidaria por los daños y
perjuicios.
6) Exigir a los socios las contribuciones debidas de acuerdo con el tipo de sociedad o del
contrato constitutivo, cuando los fondos sociales fueran insuficientes para satisfacer el
pasivo social.
Tal obligación solo es exigible en las sociedades en las cuales los socios responden en
forma solidaria e ilimitada por las deudas sociales o cuando aquella ha sido impuesta en
el contrato constitutivo.

7) Efectuar partición parcial entre los socios del producido de la venta de los bienes
cuando el cumplimiento de las obligaciones sociales estuvieran suficientemente
garantizadas.
Los accionistas que representen la décima parte del capital social en las sociedades por
acciones y cualquier socio en los demás tipos, pueden requerir en esas condiciones la
distribución parcial. En caso de la negativa de los liquidadores, la incidencia será resuelta
judicialmente.

8) Publicar el acuerdo de distribución parcial en la misma forma y con los mismos


efectos que el acuerdo de reducción de capital.
9) Ajustar su conducta al estándar de conducta previsto para los administradores de
sociedades, esto es desempeñar sus funciones con lealtad y diligencia de un buen
hombre de negocios. El liquidador tiene las mismas funciones que el administrador de
la sociedad y todo lo que el haga obliga al ente, siempre que se ajuste a la liquidación.
10) Confeccionar el balance final y proyecto de distribución, una vez extinguido el pasivo
social.

11) Suscribir el balance final y proyecto de distribución y ponerlos a disposición de los


socios, quienes podrán impugnarlos en el término de 15 días desde su puesta a
disposición.
Si la impugnación no fuera admitida, los socios deberán promover la acción judicial
correspondiente dentro de los 60 días siguientes a la resolución de los liquidadores. Se
acumularán todas las impugnaciones en una causa única.
En las S.R.L cuyo capital alcance el importe fijado por el artículo 299, inciso 2), y en las
sociedades por acciones, el balance final y el proyecto de distribución suscriptos también
por los síndicos, serán sometidos a la aprobación de la asamblea general de accionistas y
no a cada socio en particular.
Los socios o accionistas disidentes o ausentes, podrán impugnar judicialmente estas
operaciones dentro de los 60 días contados desde la aprobación por la asamblea.

12) Agregar al legajo de la sociedad obrante en el Registro Público el balance final y


proyecto de distribución.

13) Reembolsar las partes de capital a los socios y, salvo disposición en contrario del acto
constitutivo, distribuir el excedente en proporción a la participación de cada socio en
las ganancias.
Los importes no reclamados dentro de los 90 días de la presentación de tales
documentos en el Registro Público, se depositarán en un banco oficial a disposición de sus
titulares. Transcurridos 3 años sin ser reclamados, se atribuirán a la autoridad escolar de la
jurisdicción respectiva.

14) Cancelar la inscripción del contrato social en el Registro Público.


15) Conservar los libros sociales y demás documentos sociales por el término de 10 años.
En defecto de acuerdo de los socios el Juez de Registro decidirá quién conservará los
libros y demás documentos sociales.

Facultades y derechos de los liquidadores:


 Ejercer la representación de la sociedad, estando facultados para celebrar todos los
actos necesarios para la realización del activo y cancelación del pasivo.
 Percibir una remuneración por su función que es por naturaleza onerosa.

Obligaciones y responsabilidades:
Las obligaciones y la responsabilidad de los liquidadores se rigen por las disposiciones
establecidas para los administradores, en todo cuanto no esté dispuesto en la Sección 13
de la LGS.
Unidad 14: Sociedades en partes de interés

Sociedades de personas. Características:


Las sociedades de personas o de interés son aquellas en las cuales predominan las
características personales de los socios por sobre el capital que aportan.
Son históricamente las más antiguas y su utilización en el tráfico mercantil es cada vez
más escasa, pues, a pesar de la flexibilidad y simplicidad de funcionamiento, no ofrecen a
sus socios el beneficio de la limitación de responsabilidad.

Son sociedades que cuentan, por lo general, con muy pocos socios y se caracterizan por
la responsabilidad solidaria, ilimitada y subsidiaria de sus integrantes.
La personalidad es de enrome relevancia, se requieren importantes mayorías para
modificar el contrato social y la conformidad de todos los demás para que un socio ceda
su parte. Entre ellas encontramos:
 Las sociedades colectivas.
 Las sociedades en comandita simple.
 Las sociedades de capital e industria.

SOCIEDADES COLECTIVAS:

Requisitos tipificantes. Responsabilidad de los socios:


El requisito tipificante de estas sociedades lo constituye la responsabilidad solidaria,
ilimitada y subsidiaria de sus socios por las obligaciones sociales, siendo inoponible a
terceros el pacto en contrario.
 Solidaria, porque una vez que el socio es requerido, responde por toda la deuda,
sin perjuicio de la acción de repetición que tenga respecto de los otros socios.
 Ilimitada, dado que todos los socios responden con todo su patrimonio.
 Subsidiaria, porque los socios tienen el beneficio de exclusión, por lo que pueden
exigirles a los acreedores que ataquen primero al patrimonio social. La oposición a
terceros del beneficio de excusión no opera automáticamente, sino que debe ser
opuesto expresamente por el socio a terceros.

Su normativa es aplicable a las demás sociedades incluidas en esta clasificación, en lo


que resultaran compatibles.

Constitución y funcionamiento:
Las sociedades colectivas se constituyen y modifican por instrumento público o privado.

La denominación social se integra con las palabras "sociedad colectiva" o su


abreviatura.
Si actúa bajo una razón social, ésta se formará con el nombre de alguno, algunos o todos
los socios y si en ella no figuran los nombres de todos los socios, contendrá las palabras "y
compañía" o su abreviatura.

Cuando se modifique la razón social, se aclarará esta circunstancia en su empleo de tal


manera que resulte indubitable la identidad de la sociedad.
La violación de alguna de estas disposiciones hará al firmante responsable
solidariamente con la sociedad por las obligaciones así contraídas.

Administración y representación:
La administración y representación de las sociedades colectivas están sometidas a las
siguientes reglas:

1. Todos los administradores son, a su vez representantes de la sociedad, obligando a la


sociedad por las obligaciones contraídas a su nombre.
2. Pueden revestir el cargo de administradores los socios o terceros.
3. El contrato regulará el régimen de administración. Empero, si el contrato social no
regula un régimen concreto de administración, todos los socios en forma indistinta
tiene derecho a administrarla y representarla.
4. Administración indistinta: Si se encargara la administración a varios socios sin
determinar sus funciones, ni expresar que el uno no podrá obrar sin el otro, se
entiende que pueden realizar indistintamente cualquier acto de la administración y
representación.
5. Administración conjunta: Si se ha estipulado que nada puede hacer el uno sin el otro,
ninguno puede obrar individualmente, aun en el caso de que el coadministrador se
hallare en la imposibilidad de actuar, sin perjuicio de la aplicación del artículo 58.

Remoción del administrador:


El administrador, socio o no, aun designado en el contrato social, puede ser removido
por decisión de mayoría en cualquier tiempo sin invocación de causa, salvo pacto en
contrario.
Cuando el contrato requiera justa causa, conservará su cargo hasta la sentencia judicial,
si negare la existencia de aquella.

Cualquier socio puede reclamar judicialmente la remoción del administrador con


invocación de justa causa. Los socios disconformes con la remoción del administrador
cuyo nombramiento fue condición expresa de la constitución de la sociedad, tienen
derecho de receso.
Renuncia:
El administrador, aunque fuere socio, puede renunciar en cualquier tiempo, salvo pacto
en contrario, pero responde de los perjuicios que ocasione si la renuncia fuere dolosa o
intempestiva.

Modificación del contrato:


Toda modificación del contrato, incluso la transferencia de la parte a otro socio, requiere
el consentimiento de todos los socios, salvo pacto en contrario.
Las demás resoluciones sociales se adoptarán por mayoría. Por mayoría se entiende, la
mayoría absoluta de capital, excepto que el contrato fije un régimen distinto.

La única excepción por la cual la modificación de la composición societaria no implica


una modificación del contrato social es el supuesto del art. 92 de la LGS (incorporación de
los herederos del socio). La doctrina critica esta solución, puesto que se le está haciendo
oponible el contrato social a terceros.
Capital en las sociedades colectivas:
En las sociedades colectivas el capital se divide en partes de interés, los socios no tienen
ni cuotas ni acciones.
El capital de una sociedad colectiva no se puede ejecutar, ya que ésto atenta contra la
composición societaria. Así, el acreedor de un socio colectivo sólo puede embargar su
parte de interés.

Actos en competencia:
Un socio no puede realizar por cuenta propia o ajena actos que importen competir con
la sociedad, salvo consentimiento expreso y unánime de los consocios.
La violación de esta prohibición autoriza:
 La exclusión del socio.
 La incorporación de los beneficios obtenidos.
 El resarcimiento de los daños.

SOCIEDADES EN COMANDITA SIMPLE:

Requisitos tipificantes:
Las características especiales de las sociedades en comandita simple son las siguientes:
1. Existencia de 2 categorías de socios:
 Comanditados: Responden por las obligaciones sociales como los socios de la
sociedad colectiva. Esto es, en forma solidaria, ilimitada y subsidiaria.
 Comanditarios: Solo responden con el capital que se obliguen a aportar.

2. El capital social en que participen los socios comanditarios no se divide en acciones ni


se representa en títulos circulatorios, a diferencia de las sociedades en comandita por
acciones. Aquí, el capital se divide en partes de interés.
3. La administración y representación sólo puede ser ejercida por los socios
comanditados o terceros que se designen, quedando vedado a los socios
comanditarios inmiscuirse en la administración.

4. Los socios comanditados pueden comprometerse a efectuar obligaciones de hacer o


de dar. En cambio, los socios comanditarios asumen obligaciones de dar.

Constitución:
Rigen para la constitución de las sociedades en comandita simple los mismos requisitos
formales que para las sociedades colectivas.

La denominación social se integra con las palabras "sociedad en comandita simple" o su


abreviatura.
Si actúa bajo una razón social, ésta se formará exclusivamente con el nombre o nombres
de los comanditados, debiendo contener las palabras “y compañía” o su abreviatura si en
ella no figurasen el nombre de todos los socios comanditados.
La infracción a lo dispuesto, hace responsable solidariamente al firmante con la sociedad
por las obligaciones así contraídas.

Administración y representación:
La administración y representación de la sociedad es ejercida por los socios
comanditados o terceros que se designen, y se aplicarán las normas sobre administración
de las sociedades colectivas.
En caso contrario, el firmante será solidariamente responsable con la sociedad por las
obligaciones así contraídas.

Prohibiciones al comanditario socio. Sanciones:


El socio comanditario no puede inmiscuirse en la administración y si lo hiciere, será
responsable ilimitada y solidariamente.
Su responsabilidad se extenderá a los actos en que no hubiera intervenido, cuando su
actuación administrativa fuere habitual.

Tampoco, puede ser mandatario. La violación de esta prohibición hará responsable al


socio comanditario como en los casos en que se inmiscuya en la administración, sin
perjuicio de obligar a la sociedad de acuerdo con el mandato.

Actos autorizados al comanditario: Actos de examen, inspección, vigilancia, verificación,


opinión o consejo.
Resoluciones sociales:
Se aplican las mismas normas que en el caso de las sociedades colectivas.
Los socios comanditarios tienen votos en la consideración de los estados contables y
para la designación de administrador.

Quiebra, muerte, incapacidad del socio comanditado:


En caso de quiebra, concurso, muerte, incapacidad o inhabilitación de todos los socios
comanditados, puede el socio comanditario realizar los actos urgentes que requiera la
gestión de los negocios sociales mientras se regulariza la situación creada, sin incurrir en la
responsabilidad ilimitada y solidaria.
La sociedad se disuelve si no se regulariza o transforma en el término de 3 meses. Caso
contrario, los socios comanditarios responderán ilimitada y solidariamente por las
obligaciones contraídas.

SOCIEDADES DE CAPITAL E INDUSTRIA

Requisitos tipificantes:
Los requisitos tipificantes de las sociedades de capital e industria son los siguientes:
1. Existencia de 2 categorías de socios:
 Los socios capitalistas: Solo tienen permitido efectuar prestaciones de dar.
 Los socios industriales: Sólo aportan su trabajo, su industria. Es decir, obligaciones
de hacer.
2. Los socios capitalistas responden por los resultados de las obligaciones sociales como
los socios de la sociedad colectiva, mientras que los socios industriales responden
hasta la concurrencia de las ganancias no percibidas.

Es conveniente recordar que al socio industrial le está expresamente prohibido percibir


sueldos o retribuciones periódicas por su trabajo.
El contrato debe determinar la parte de interés del socio industrial en los beneficios
sociales. Cuando no lo disponga, se fijará judicialmente.

Constitución:
Rigen las mismas formalidades de constitución que para las sociedades colectivas.

La denominación social se integra con las palabras "sociedad de capital e industria" o su


abreviatura.
Si actúa bajo una razón social no podrá figurar en ella el nombre del socio industrial.

La violación a lo dispuesto hará responsable solidariamente al firmante con la sociedad


por las obligaciones así contraídas.
Administración y representación:
La representación y administración de la sociedad podrá ejercerse por cualquiera de los
socios o por un tercero.

Si el socio industrial no ejerciere la administración, la quiebra, concurso, muerte,


incapacidad o inhabilitación de todos los administradores, habilita a aquél a realizar los
actos urgentes que requiera la gestión de los negocios sociales mientras se regulariza la
situación creada, sin incurrir en la responsabilidad ilimitada y solidaria.
No obstante ello, la sociedad se disuelve si no se regulariza o transforma en el término
de 3 meses. Caso contrario, el socio industrial responde en forma ilimitada y
solidariamente por las obligaciones contraídas.

Resoluciones sociales:
Se aplican las mismas normas que en el caso de las sociedades colectivas, computándose
a los efectos del voto, como capital del socio industrial el del capitalista con menor aporte.
Unidad 15: Sociedad de responsabilidad limitada

Naturaleza y características:
La doctrina ha calificado a las sociedades de responsabilidad limitada como sociedades
de carácter mixto, en el sentido de que si bien la personalidad del socio no es esencial
para su constitución, como en las colectivas, tampoco es indiferente como sucede en las
sociedades anónimas.

Sus requisitos tipificantes son:


1. Su capital se divide en cuotas y los socios o cuotistas limitan su responsabilidad a la
integración de las que suscriben e integran. No obstante ello, los socios garantizan
solidaria e ilimitadamente a los terceros la integración de los aportes en efectivo y son
responsables de la misma manera por la sobrevaluación de los aportes en especie.
2. La administración y representación está a cargo de una gerencia, que puede ser
unipersonal o plural, integrada por socios o terceros.
3. El número de socios no excederá de 50.

Clases:
 S.R.L chica: Aquella cuyo capital social sea de $10.000.000 o menos.
 S.R.L grande: Aquella cuyo capital social supere los $10.000.000.

Requisitos de constitución:
Las S.R.L se constituyen y modifican por instrumento público o privado, pero la
modificación del elenco de los socios no constituye reforma del contrato social, a
diferencia de lo que sucede en las sociedades de personas.

El capital social debe ser suscripto íntegramente en el acto de constitución de la


sociedad.
Los aportes en dinero deben integrarse en un 25 %, como mínimo y completarse en un
plazo de 2 años. Su cumplimiento se acreditará al tiempo de ordenarse la inscripción en el
Registro Público, con el comprobante de su depósito en un banco oficial.

En cuanto a los aportes en especie, deben integrarse totalmente y su valor se justificará


indicándose en el contrato social los antecedentes justificativos de la valuación. Si los
socios optan por realizar valuación por pericia judicial, cesa la responsabilidad por la
valuación que les impone el artículo 150.

Este artículo expresa que los socios garantizan solidaria e ilimitadamente a los terceros
la integración de los aportes.
La sobrevaluación de los aportes en especie, al tiempo de la constitución o del aumento
de capital, hará solidaria e ilimitadamente responsables a los socios frente a los terceros
por el plazo de 5 años de realizado el aporte.
La denominación social puede incluir el nombre de 1 o más socios y debe contener la
indicación "sociedad de responsabilidad limitada", su abreviatura o la sigla S.R.L.
Su omisión hará responsable ilimitada y solidariamente al gerente por los actos que
celebre en esas condiciones.

Responsabilidad de los socios:


La responsabilidad de los socios en las S.R.L se limita a la integración de las cuotas que
suscriban o adquieran, sin perjuicio de la garantía a que se refiere el art. 150 de la LGS.
Ello significa que el socio de una S.R.L no puede intervenir ni ser demandado en la acción
promovida por un acreedor de la sociedad.

Empero, la responsabilidad de los socios a las cuotas integradas impone un capital social
adecuado al real movimiento de la empresa, pues de lo contrario, la sociedad se convierte
en un instrumento de fraude y perjuicios para terceros.

Naturaleza jurídica de las cuotas sociales:


El capital social de las sociedades de responsabilidad limitada se divide en cuotas de
igual valor, el que será de $ 10 o sus múltiplos.
Las cuotas, a diferencia de las acciones de las sociedades anónimas, no se representan
en títulos, sino que su titularidad se acredita con las constancias del contrato constitutivo
o convenios posteriores de cesión, debidamente inscriptos en el Registro Público.

Los acreedores de los socios de las S.R.L pueden ejecutar las cuotas cuyo deudor es
titular en ellas, con sujeción a un régimen especial (art. 154 de la LGS).

Aunque es de casi nula aplicación en la práctica, el art. 151 de la LGS, autoriza la emisión
por la S.R.L de cuotas suplementarias, siempre y cuando tal emisión estuviere autorizada
en el contrato social.
Las cuotas suplementarias se diferencian de las ordinarias por el hecho de que no
forman parte del capital social, aun cuando su integración implica un ingreso de fondos a
la sociedad que deberá asentarse en el balance.
Precisamente, por no constituir capital, su emisión no está sujeta a las mayorías
requeridas por el contrato social para la modificación del acto constitutivo. Así, las cuotas
suplementarias son exigibles solamente por la sociedad, total o parcialmente, mediante
acuerdo de socios que representen más de la mitad del capital social.

Por otra parte, la integración de las cuotas suplementarias debe ser proporcional al
número de cuotas de que cada socio sea titular en el momento en que se acuerde
hacerlas efectivas y su integración sólo será exigible por la sociedad, una vez que la
decisión social de emisión haya sido publicada e inscripta.
Cesión de cuotas:
El art. 153 de la LGS dispone como principio general que las cuotas son libremente
transmisibles, salvo disposición contraria del contrato. Sin embargo, la cláusula restrictiva
sólo puede limitar la transferencia, pero nunca prohibirla, ya que la transmisibilidad de las
cuotas es un rasgo tipificante de las S.R.L.
Entonces, como en principio son libremente transmisibles, la transferencia de cuotas no
implica reforma del contrato social.

La forma de la cesión de cuotas requiere instrumento escrito, pues constituye un acto


formal.
Así, la transmisión de la cuota tiene efecto frente a la sociedad desde que el cedente o el
adquirente entreguen a la gerencia un ejemplar o copia del título de la cesión o
transferencia, con autentificación de las firmas si obra en instrumento privado.

La sociedad o el socio sólo podrán excluir por justa causa al socio así incorporado,
procediendo con arreglo a lo dispuesto por el artículo 91 (exclusión del socio).

La transmisión de las cuotas es oponible a los terceros desde su inscripción en el


Registro Público, la que puede ser requerida por la sociedad. También, podrán
peticionarla el cedente o el adquirente exhibiendo el título de la transferencia y
constancia fehaciente de su comunicación a la gerencia.

Si bien la cesión de cuotas sociales implica la transferencia de todos los derechos


sociales, no comprende la transmisión de la condición de gerente, aun cuando el contrato
constitutivo ha dispuesto que todos los socios revisten tal carácter. Ello es así, ya que la
calidad de gerente no es una calidad inherente a la participación social adquirida,
debiendo entenderse que tal previsión se ha referido exclusivamente a los socios
fundadores.

Limitaciones a la transmisibilidad de las cuotas:


El contrato de sociedad puede limitar la transmisibilidad de las cuotas, pero no
prohibirla.
A tal fin, son lícitas las cláusulas que:
 Requieran la conformidad mayoritaria o unánime de los socios.
 Confieran un derecho de preferencia a los socios o a la sociedad si ésta adquiere las
cuotas con utilidades o reservas disponibles o reduce su capital.

Para la validez de estas cláusulas el contrato debe establecer los procedimientos a que
se sujetará el otorgamiento de la conformidad o el ejercicio de la opción de compra,
estableciendo el legislador ciertas pautas para asegurar la licitud de tales procedimientos:
1. El plazo para notificar la decisión al socio que se propone ceder no podrá exceder de
30 días desde que éste comunicó a gerencia el nombre del interesado y el precio. A su
vencimiento se tendrá por acordada la conformidad y por no ejercitada la preferencia.

2. Cuando al tiempo de ejercitar el derecho de preferencia los socios o la sociedad


impugnen el precio de las cuotas, deberán expresar el que consideren ajustado a la
realidad.
En este caso, salvo que el contrato prevea otras reglas para la solución del diferendo, la
determinación del precio resultará de una pericia judicial. Pero los impugnantes no
estarán obligados a pagar uno mayor que el de la cesión propuesta, ni el cedente a cobrar
uno menor que el ofrecido por los que ejercitaron la opción.
Las costas del procedimiento estarán a cargo de la parte que pretendió el precio más
distante del fijado por la tasación judicial.

3. La oposición a la personalidad del cesionario deberá ser fundada en razones de interés


social.
Denegada la conformidad para la cesión de cuotas que tienen limitada su
transmisibilidad, el que se propone ceder podrá ocurrir ante el juez quien, con audiencia
de la sociedad, autorizará la cesión si no existe justa causa de oposición.
Esta declaración judicial importará también la caducidad del derecho de preferencia de
la sociedad y de los socios que se opusieron respecto de la cuota de este cedente.
Incorporación de los herederos:
Si el contrato previera la incorporación de los herederos del socio muerto, el pacto será
obligatorio para éstos y para los socios.
Su incorporación se hará efectiva cuando acrediten su calidad. En el ínterin, actuará en
su representación el administrador de la sucesión.

En estos casos, las limitaciones a la transmisibilidad de las cuotas serán, inoponibles a las
cesiones que los herederos realicen dentro de los 3 meses de su incorporación. La
sociedad o los socios podrán ejercer opción de compra por el mismo precio, dentro de los
15 días de haberse comunicado a la gerencia el propósito de ceder, la que deberá ponerla
en conocimiento de los socios en forma inmediata y por medio fehaciente.

Ejecución forzada:
Los acreedores del socio de las S.R.L tienen derecho a ejecutar las cuotas sociales de que
éste es titular.

En la ejecución forzada de cuotas limitadas en su transmisibilidad, la resolución que


disponga la subasta será notificada a la sociedad con no menos de 15 días de anticipación
a la fecha del remate.
Si en dicho lapso el acreedor, el deudor y la sociedad no llegan a un acuerdo sobre la
venta de la cuota, se realizará su subasta. Pero el juez no la adjudicará si dentro de los 10
días la sociedad presenta un adquirente o ella o los socios ejercitan la opción de compra
por el mismo precio, depositando su importe.

Copropiedad de cuotas sociales:


Cuando exista copropiedad de cuota social se aplicarán las reglas del condominio. Sin
embargo, la sociedad podrá exigir la unificación de la representación para ejercer los
derechos y cumplir con las obligaciones sociales que se derivan de tal cuota.

Administración de las S.R.L:


La administración y representación de la sociedad corresponde a 1 o más gerentes,
socios o no, designados por tiempo determinado o indeterminado en el contrato
constitutivo o posteriormente.
Podrán elegirse suplentes para casos de vacancia.
Constituye un régimen propio de este tipo de sociedad, cuya ausencia hace incurrir a la
misma en nulidad.

La gerencia puede ser individual o plural y en este último caso, conjunta o colegiada.
En el caso de gerencia plural, el contrato podrá establecer las funciones que a cada
gerente compete en la administración o imponer la administración conjunta o colegiada.
En caso de silencio se entiende que puede realizar indistintamente cualquier acto de
administración.
Hay gerencia cuando los gerentes están regidos por normas de funcionamiento. De lo
contrario, tenemos gerentes separados que administran.

Derechos y obligaciones de los gerentes:


Los gerentes tienen los mismos derechos, obligaciones, prohibiciones e
incompatibilidades que los directores de la sociedad anónima. No pueden participar por
cuenta propia o ajena, en actos que importen competir con la sociedad, salvo autorización
expresa y unánime de los socios.

Responsabilidad de los gerentes:


Los gerentes serán responsables individual o solidariamente, según la organización de la
gerencia y la reglamentación de su funcionamiento establecidas en el contrato.

En el caso de gerencia colegiada, resultan de aplicación las disposiciones relativas a la


responsabilidad de los directores.
Pero si la gerencia plural fuera organizada en forma indistinta o conjunta y varios
gerentes participaron en los mismos hechos generadores de responsabilidad, el Juez
puede fijar la parte que a cada uno corresponde en la reparación de los perjuicios,
atendiendo a su actuación personal.
Revocabilidad:
En cuanto a la remoción de los gerentes, rige el principio de su libre revocabilidad.
Excepto cuando la designación fuere condición expresa de la constitución de la sociedad.
En este caso, el gerente conserva su cargo hasta la sentencia judicial que lo remueva,
salvo intervención judicial fundada en graves incumplimientos del gerente. Los socios
disconformes tendrán derecho de receso.

Fiscalización de la S.R.L:
En principio y salvo disposición en contrario en el contrato constitutivo, la fiscalización
interna de las S.R.L se encuentra a cargo de cualquiera de los socios, quienes pueden
examinar los libros y papeles sociales y recabar de los administradores los informes que
estimen necesarios.

Sin embargo, los socios de las S.R.L cuyo capital social sea de $10.000.000 o menos
pueden, voluntariamente, establecer un órgano de fiscalización, sindicatura o consejo de
vigilancia, que se regirá por las disposiciones del contrato social. Por su parte, los socios
mantienen las facultades del art. 55 de la LGS.
Empero, este régimen de control interno será obligatorio cuando el capital social de la
S.R.L supere los $10.000.000, perdiendo los socios las facultades del art. 55 de la LGS.

Tanto a la fiscalización optativa como a la obligatoria se aplican supletoriamente las


reglas de la sociedad anónima. Las atribuciones y deberes de éstos órganos no podrán ser
menores que los establecidos para tal sociedad, cuando es obligatoria.

Órgano de gobierno de la S.R.L:


Las S.R.L constituyen el único tipo social en el cual se permite que las decisiones sociales
no provengan exclusivamente de reuniones o asambleas de socios.

El principio general es la autonomía de la voluntad, de modo que el contrato dispondrá


sobre la forma de deliberar y tomar acuerdos sociales.
En caso de silencio, podrán aplicarse cualquiera de los siguientes mecanismos
supletorios:

1) Voto por correspondencia: Por medio de este sistema, el gerente debe requerir a los
socios el sentido de su voto en las cuestiones que puedan resolverse de tal manera, a
través de un medio fehaciente. Por ej. carta documento, telegrama colacionado, acta
notarial, etc.
Los socios deben contestar dentro de los 10 días de habérseles cursado consulta
simultánea, también, a través de un medio fehaciente.
Pasado ese plazo, la sociedad va a contar los votos y aquellos que no hayan contestado,
serán tenidos como ausentes.
Para la mayor parte de la doctrina, esta consulta sólo puede ser enviada por los gerentes
de la S.R.L, mientras que para el profesor Balona, esta facultad puede ser ejercida por
cualquier socio.

2) A través de una declaración escrita en la que todos los socios expresan el sentido de
su voto:
En este caso, no es necesario consulta previa ni actuación del gerente, que sólo debe
limitarse a ejecutar la decisión social adoptada por unanimidad. Por ej. un acta firmada
por todos los socios, de modo que si 1 solo de ellos no firma, este sistema no sirve.

Existe una excepción al principio de la autonomía de la voluntad de los socios para


determinar la forma de deliberar y tomar acuerdos sociales.
Así, en las S.R.L grandes, cuyo capital social supere los $10.000.000, los estados
contables se tratan en asamblea. Para las demás decisiones, vale lo anteriormente
explicado.
Los socios reunidos en asamblea resolverán sobre los estados contables de ejercicio,
para cuya consideración serán convocados dentro de los 4 meses de su cierre.
Esta asamblea se sujetará a las normas previstas para la sociedad anónima,
reemplazándose el medio de convocarlas por la citación notificada personalmente o por
otro medio fehaciente.

Domicilio de los socios:


Toda comunicación o citación a los socios debe dirigirse al domicilio expresado en el
instrumento de constitución, salvo que se haya notificado su cambio a la gerencia.

Régimen de mayorías en la adopción de los acuerdos sociales:


El contrato establecerá las reglas aplicables a las resoluciones que tengan por objeto su
modificación, pero la mayoría debe representar como mínimo más de la mitad del capital
social.
En caso de silencio, se requiere el voto de las 3/4 partes del capital social.

Si un solo socio representare el voto mayoritario, se necesitará, además, el voto de otro.


Nunca la decisión la puede tomar 1 solo socio.

Las resoluciones sociales que NO conciernan a la modificación del contrato, se


adoptarán de acuerdo a lo que diga el contrato. En caso de silencio, por mayoría de más
de la mitad del capital presente en la asamblea o participe en el acuerdo, salvo que el
contrato exija una mayoría superior.
En cuanto a la designación y la revocación de gerentes o síndicos, no importa si esta
resolución implica o no modificación del contrato, ya que de todas formas, se le aplican las
reglas de las mayorías en las decisiones que no modifican el contrato social.

Derecho de receso:
Se prevé el derecho de receso para los socios que votaron en contra y estuvieran
disconformes cuando se hubiera resuelto la transformación, la fusión, la escisión, la
prórroga, la reconducción, la transferencia de domicilio al extranjero, el cambio
fundamental del objeto y todo acuerdo que incremente las obligaciones sociales o la
responsabilidad de los socios.

Los socios ausentes o los que votaron contra el aumento de capital tienen derecho a
suscribir cuotas proporcionalmente a su participación social. Si no lo asumen, podrán
acrecerlos otros socios y, en su defecto, incorporarse nuevos socios.

Voto: cómputo, limitaciones: Cada cuota solo da derecho a 1 voto y rigen las limitaciones
de orden personal previstas para los accionistas de la sociedad anónima.

Actas:
Las resoluciones sociales que no se adopten en asamblea constarán también mediante
actas que serán confeccionadas y firmadas por los gerentes dentro del 5to día de
concluido el acuerdo.
En el acta deberán constar las respuestas dadas por los socios y su sentido a los efectos
del cómputo de los votos. Los documentos en que consten las respuestas deberán
conservarse por 3 años.
Unidad 16: Acto constitutivo. Sociedad en formación

Sociedades Anónimas. Características:

Sus rasgos tipificantes son los siguientes:


 Su capital social se representa por acciones y los socios limitan su responsabilidad a la
integración de las acciones suscriptas.
 Las acciones se representan en títulos libremente negociables.
 Sus órganos se encuentran totalmente diferenciados y reglamentados en la ley 19.550.
Su gobierno corresponde a la asamblea de accionistas, su administración al directorio
y su representación al presidente del directorio. Finalmente, la fiscalización es, en
principio, otorgada a un órgano permanente y específico denominado sindicatura o
consejo de vigilancia.

Es de toda evidencia que el principio de la responsabilidad limitada que caracteriza a una


S.A presupone que ésta debe contar con un capital adecuado para cumplir con su objeto,
pues de lo contrario, el beneficio que la integración de una S.A implica para los socios se
convierte en una trampa para terceros.

La denominación social puede incluir el nombre de una o más personas de existencia


visible y debe contener la expresión “sociedad anónima”, su abreviatura o la sigla S.A.
En caso de sociedad anónima unipersonal, deberá contener la expresión “sociedad
anónima unipersonal”, su abreviatura o la sigla S.A.U.
La omisión de esta mención hará responsables ilimitada y solidariamente a los
representantes de la sociedad juntamente con ésta, por los actos que celebren en esas
condiciones.

Constitución de las S.A. La constitución por acto único:


La sociedad se constituye por instrumento público y por acto único o por suscripción
pública. Sin embargo, la experiencia demuestra que sólo se fundan sociedades de este
tipo mediante el procedimiento del acto único.

A diferencia de los restantes tipos societarios y por razones de seguridad jurídica, las
sociedades por acciones deben constituirse necesariamente por instrumento público.
Cabe aclarar que la reforma de sus estatutos no requiere idéntica formalidad, sino que
sólo puede llevarse a cabo a través del acta de la asamblea extraordinaria que es un
instrumento privado.

Si la S.A se constituye por acto único, el instrumento de constitución contendrá los


requisitos del artículo 11 y además:
 Respecto del capital social, la naturaleza, clases, modalidades de emisión y demás
características de las acciones, y en su caso, su régimen de aumento.
 La suscripción del capital, el monto y la forma de integración y, si corresponde, el plazo
para el pago del saldo adeudado, el que no puede exceder de 2 años.
 La elección de los integrantes de los órganos de administración y de fiscalización,
fijándose el término de duración en los cargos.

Todos los firmantes del contrato constitutivo se consideran fundadores.

Trámite administrativo:
El contrato constitutivo será presentado a la autoridad de contralor para verificar el
cumplimiento de los requisitos legales y fiscales.
Conformada la constitución, el expediente pasará al Juez de Registro, quien dispondrá la
inscripción si la juzgara procedente.
Si el estatuto previese un reglamento, éste se inscribirá con idénticos requisitos.
Si no hubiere mandatarios especiales designados para realizar los trámites integrantes
de la constitución de la sociedad, se entiende que los representantes estatutarios se
encuentran autorizados para realizarlos.

Régimen legal de las sociedades anónimas en proceso de formación:

Las sociedades anónimas en proceso de formación son aquellas que se encuentran en la


situación legal que resulta de estar constituidas por acto único, mientras duran los
trámites necesarios para obtener su inscripción registral.
Para que una sociedad sea considerada en formación, es imprescindible ingresar en el
período fundacional, mediante el otorgamiento del acto constitutivo y que no se
interrumpa voluntariamente el iter constitutivo. De lo contrario, estaremos en presencia
de una sociedad no constituida regularmente. La sociedad en formación no es equiparable
ni asimilable a las sociedades no constituidas regularmente, toda vez que el espacio
temporal es necesario para obtener el tipo regular de la sociedad seleccionada en el
instrumento constitutivo.

Los arts. 183 y 184 de la LGS prevén esta situación y, a pesar de haber sido legislados
para las S.A, son aplicables a todas las sociedades, atento a la falta de otra normativa.

Las sociedades en formación tiene personalidad jurídica y el contrato social es


plenamente oponible entre los socios, por lo que nada obsta al funcionamiento de sus
órganos durante el trámite o iter constitutivo ni al uso de la firma social por sus
representantes estatuarios.

Hoy en día, la responsabilidad que asumen los socios y administradores durante la etapa
de formación de la sociedad es mucho mayor que la de los integrantes de las sociedades
que han omitido, por su propia voluntad, los trámites de constitución previstos por los
arts. 4, 5 y 7 de la LGS, en las cuáles la responsabilidad de los mismos es simplemente
mancomunada y por partes iguales.

Los directores solo tienen facultades para obligar a la sociedad respecto de los actos
necesarios para su constitución y los relativos al objeto social cuya ejecución durante el
período fundacional haya sido expresamente autorizada en el acto constitutivo.
Los directores, los fundadores y la sociedad en formación son solidaria e
ilimitadamente responsables por estos actos mientras la sociedad no esté inscripta.

Por los demás actos cumplidos antes de la inscripción, propios del objeto social pero no
autorizados expresamente en el acto constitutivo, serán responsables ilimitada y
solidariamente las personas que los hubieran realizado y los directores y fundadores que
los hubieren consentido.

Asunción de las obligaciones por la sociedad. Efectos:


Inscripto el contrato constitutivo, los actos necesarios para la constitución y los
realizados en virtud de expresa facultad conferida en el acto constitutivo, se tendrán
como originariamente cumplidos por la sociedad. Los promotores, fundadores y
directores quedan liberados frente a terceros de las obligaciones emergentes de estos
actos.

Si se tratare de actos propios del objeto social pero que no fueron expresamente
autorizados en el acto constitutivo, el directorio podrá resolver, dentro de los 3 meses de
realizada la inscripción, la asunción por la sociedad de las obligaciones resultantes de tales
actos, dando cuenta a la asamblea ordinaria, la que podrá:
 Aprobar lo actuado. Cabe aclarar que la asunción de estas obligaciones por la
sociedad, no libera de responsabilidad a quienes las contrajeron, ni a los directores y
fundadores que los consintieron.
 Desaprobar lo actuado, siendo los directores responsables de los daños y perjuicios
aplicándose el artículo 274. Según este art., los directores responden ilimitada y
solidariamente hacia la sociedad, los accionistas y los terceros, por el mal desempeño
de su cargo, así como por la violación de la ley, el estatuto o el reglamento y por
cualquier otro daño producido por dolo, abuso de facultades o culpa grave.

Constitución de la S.A por suscripción pública:


El procedimiento para la constitución de sociedades anónimas a través de la suscripción
pública es el siguiente:

1) Redacción por los promotores de un programa de fundación que puede ser efectuado
por instrumento público o privado.
El programa de fundación debe contener:
 Los datos personales de todos sus firmantes, a quienes se denominan promotores.
 Bases del estatuto.
 Naturaleza de las acciones.
 Determinación de un banco con el cual los promotores deberán celebrar un contrato a
fin de que el mismo asuma las funciones que se le otorguen como representante de
los futuros suscriptores.
 Ventajas o beneficios eventuales que los promotores proyecten reservarse.

Las firmas de los otorgantes deben ser autenticadas por escribano público u otro
funcionario competente.

El programa de fundación se someterá a la aprobación de la autoridad de contralor. Ésta


se pronunciará en el término de 15 días hábiles. Su demora autoriza recurso ante el
Tribunal de apelación que conoce de los recursos contra las decisiones del juez de
Registro.

Aprobado el programa, deberá presentarse para su inscripción en el Registro Público en


el plazo de 15 días. Omitida dicha presentación, en este plazo, caducará automáticamente
la autorización administrativa.

2) El plazo de suscripción no podrá exceder de 3 meses computados desde la inscripción


del programa en el Registro Público.

3) Los inversores deberán suscribir con el banco un contrato de suscripción:


El contrato de suscripción debe ser preparado en doble ejemplar por el banco y tiene
que contener transcripto el programa que el suscriptor declarará conocer y aceptar.
Además, deben constar expresamente:
 Datos personales del suscriptor.
 El número de las acciones suscriptas.
 El anticipo de integración en efectivo cumplido en ese acto, que no podrá ser inferior
al 25% del valor nominal de las acciones suscriptas.
 Las constancias de la inscripción del programa.
 La fecha de convocatoria de la asamblea constitutiva, la que debe realizarse en plazo
no mayor de 2 meses de la fecha de vencimiento del período de suscripción, y su
orden del día.

El segundo ejemplar del contrato con recibo de pago efectuado, cuando corresponda, se
entregará al interesado por el banco.
Si la suscripción total del capital social de la nueva sociedad no fuera cubierta, los
contratos se resolverán de pleno derecho y el banco restituirá de inmediato a cada
interesado el total entregado, sin ningún descuento.
Cuando las suscripciones excedan el monto previsto, la asamblea constitutiva decidirá su
reducción a prorrata o aumentará el capital hasta el monto de las suscripciones.

4) La asamblea constitutiva: Debe celebrarse con la presencia del banco inversor y será
presidida por un funcionario de la autoridad de control, quedando constituida con la
presencia de la mitad + 1 de las acciones suscriptas.

Si fracasara, se dará por terminada la promoción de la sociedad y se restituirá las


integraciones efectuadas por los inversores.

Cada suscriptor tiene derecho a tantos votos como acciones haya suscripto e integrado
en la medida fijada.
Las decisiones se adoptarán por la mayoría de los suscriptores presentes que
representen no menos de la 3ra parte del capital suscripto con derecho a voto, sin que
pueda estipularse diversamente.
Los promotores pueden ser suscriptores. El banco interviniente puede ser representante
de suscriptores.

5) La asamblea resolverá si se constituye la sociedad y, en caso afirmativo, sobre la


redacción de su estatuto, la valuación provisional de los aportes no dinerarios, la
designación de los directores y síndicos y el plazo de integración de los saldos de los
aportes en dinero.
Labrada el acta y firmada por los suscriptores designados al efecto, juntamente con el
presidente de la sociedad y los delegados del banco, se procederá a inscribirla en el
Registro Público, previa publicación.

Obligación de los promotores:


Los promotores tienen la obligación de cumplir con las gestiones y trámites necesarios
para la constitución de la sociedad hasta la celebración de la asamblea constitutiva.
Las acciones para el cumplimiento de esas obligaciones sólo pueden ser ejercidas por el
banco en representación del conjunto de suscriptores. Estos solo tendrán acción
individual en lo referente a cuestiones especiales atinentes a sus contratos.

Responsabilidad de los promotores y de la sociedad:


En la constitución sucesiva, los promotores responden ilimitada y solidariamente por las
obligaciones contraídas para la constitución de la sociedad, inclusive por los gastos y
comisiones del banco interviniente.

Empero, una vez inscripta la sociedad, ésta asumirá las obligaciones contraídas
legítimamente por los promotores y les reembolsará los gastos realizados, si su gestión ha
sido aprobada por la asamblea constitutiva o si los gastos han sido necesarios para la
constitución. En ningún caso los suscriptores serán responsables por las obligaciones
mencionadas.

Recurso contra las decisiones administrativas:


La demora de la autoridad de contralor a la hora de expedirse sobre el programa de
fundación y las resoluciones que se dicten en la constitución por suscripción pública, son
recurribles ante el Tribunal de apelación que conoce de los recursos contra las decisiones
del juez de Registro.
La apelación se interpondrá fundada, dentro del 5to día de notificada la resolución
administrativa y las actuaciones se elevarán en los 5 días posteriores.

Beneficios de promotores y fundadores:


Los promotores y los fundadores no pueden recibir ningún beneficio que menoscabe el
capital social. Todo pacto en contrario es nulo.
Su retribución podrá consistir en la participación hasta el 10 % de las ganancias, por el
término máximo de 10 ejercicios en los que se distribuyan.
Unidad 17: La sociedad anónima unipersonal.

Naturaleza jurídica de la S.A.U:


La incorporación a la legislación de las sociedades unipersonales, no ha hecho perder a
la sociedad su naturaleza de contrato plurilateral de organización, pues la sociedad de un
solo socio es una excepción al principio general.
La sociedad unipersonal no es un contrato, sino un acto jurídico unilateral. Una
manifestación unilateral de la voluntad.

Las sociedades anónimas unipersonales:


Hasta la sanción de la ley 26.994 que admitió a las sociedades unipersonales, la
pluralidad de socios (2 o más) era una de las características más importantes del contrato
de sociedad. A raíz de ello, la mayoría de la doctrina considera que la pluralidad de socios
ya no constituye un requisito esencial del contrato de sociedad.

Empero, como la LGS restringe tanto la constitución y la actuación de las sociedades de


un solo socio, podemos afirmar que la regla general sigue siendo la pluralidad de socios
como elemento esencial y la sociedad unipersonal una excepción a la regla.

Las sociedades anónimas unipersonales se rigen por las mismas normas que la S.A, pero
por sus características particulares, podemos advertir las siguientes diferencias:

9. Sólo se permite que sean sociedades unipersonales las sociedades anónimas.


10. No puede ser único socio otra sociedad unipersonal.

11. La denominación social deberá contener la expresión “sociedad anónima


unipersonal”, su abreviatura o la sigla S.A.U. Sin embargo, ha sido suprimida la sanción
conforme a la cual si se omitía esta mención, los representantes de la sociedad
juntamente con ésta eran responsables ilimitada y solidariamente por los actos que
celebren en estas condiciones.
Ello responde a la reticencia del nuevo legislador societario de imponer
responsabilidades ilimitadas y solidarias entre sus integrantes.

12. Sólo puede ser constituida por instrumento público y por acto único.
13. La integración del aporte debe efectuarse en su totalidad al momento de su
constitución.

14. La reducción a 1 del número de socios de las sociedades anónimas no unipersonales,


no conforma una causal de disolución de dichas compañías, sino que deben adecuar la
denominación social a la exigencia del art. 164 para las sociedades unipersonales y
cumplir con el régimen dispuesto por el art. 299 de la ley 19.550.
15. Están sujetas a la fiscalización estatal permanente (art. 299 de la 19.550). De esta
manera, entre otras consecuencias, deben:
 Publicar los edictos de convocatoria a asambleas por 5 días en el Boletín Oficial y en el
diario de mayor circulación general de la República.
 Contar con un directorio y sindicatura plural en forma obligatoria: Tiene que contar
con, por lo menos, 3 directores y 3 síndicos titulares y 3 síndicos suplentes.

Estas especiales notas que caracterizan a las sociedades unipersonales impiden que las
mismas se conviertan en un instrumento para que el empresario pueda limitar su
responsabilidad y se promuevan las inversiones en nuestro país. En la práctica, los únicos
destinatarios de estos instrumentos serán las grandes corporaciones nacionales y las
sociedades extranjeras.

Transformación de pleno derecho y unipersonalidad sobreviniente en otros tipos


sociales:
El Art. 94 bis de la LGS, dispone que la reducción a 1 del número de socios no es causal
de disolución, imponiendo la transformación de pleno derecho de las sociedades en
comandita (simple o por acciones) y de capital e industria, en sociedad anónima
unipersonal, si no se decidiera otra solución en el término de 3 meses.

Empero, la solución prevista por el art. 94 bis carecerá de toda operatividad, pues es
imposible desde todo punto de vista que la figura de la transformación societaria pueda
imponerse de “pleno derecho”, toda vez que su concreción requiere el cumplimiento de
numerosos trámites internos e inscripciones ante el Registro Púbico.

Respecto a las demás sociedades, distintas de las sociedades en comandita y de capital e


industria, si se reduce a 1 el número de socios la doctrina ha planteado diferentes
soluciones:
1. Para algunos doctrinarios, esa sociedad queda comprendida en la sección 4ta de la
LGS. Es decir, pasa a ser una sociedad no constituida regularmente por la omisión de
sus requisitos esenciales.

2. Para la mayor parte de la doctrina, no ocurre nada y la sociedad sigue como si nada
hubiera ocurrido. Afirman que el tratamiento de este supuesto fue un punto omitido
por el legislador, quien no ha dispuesto expresamente que se disuelve la sociedad en
este caso.

3. Para otros, la sociedad se disuelve.


Apoyan su postura en el art. 163 del CCCN, el cual, referido a la persona jurídica en
general, dispone que la persona jurídica se disuelve por la reducción a 1 del número de
miembros, si la ley especial exige pluralidad de ellos y ésta no es restablecida dentro de
los 3 meses.
El art. 150 del CCCN dispone el siguiente orden de prelación respecto de la normativa
aplicable a las personas jurídicas privadas que se constituyen en la República:
1. Las normas imperativas de la ley especial.
2. Las normas imperativas del CCCN.
3. Las normas del acto constitutivo con sus modificaciones (estatuto).
4. Los reglamentos.
5. Las normas supletorias de leyes especiales.
6. Las normas supletorias del CCCN.

En base al presente orden de prelación, el art. 163 inc. “g” del CCCN es una norma
imperativa, mientras que el art. 94 bis de la LGS, es una norma supletoria de la ley
especial. Por lo tanto, cuando se reduce a 1 el número de socios en las sociedades (menos
en las sociedades en comandita y de capital e industria) la sociedad se disuelve si la
pluralidad de socios no es restablecida dentro de los 3 meses.

Cuando una sociedad se disuelve los socios son ilimitada y solidariamente responsables
por todo lo que ésta haga.
Entonces, definir si la sociedad se disuelve o no por la reducción a 1 del número de
socios es en verdad una cuestión de responsabilidad. En este supuesto, la sociedad
continúa operando, pero los socios ya no gozan del beneficio de la limitación de
responsabilidad.
Unidad 18: El capital social

Importancia del capital social. La función de garantía que cumple el capital social frente
a terceros:
El conjunto de los aportes, en dinero o en especie, estimados en una cifra determinada,
forman el capital social de la compañía. El capital debe ser adecuado al objeto que la
sociedad pretenda desarrollar.

El capital social cumple las siguientes funciones de importancia:


 De productividad, puesto que el capital sirve como fondo patrimonial empleado para
la obtención de un beneficio, a través del ejercicio de una determinada actividad
empresarial.
 De determinación de la posición del socio en la entidad, pues mediante el capital social
se mide matemáticamente la participación y eventualmente, la responsabilidad de los
socios en las S.A y S.R.L.
 Lograr que los socios tomen un riesgo razonable.
 De garantía frente a los acreedores sociales: De todas las funciones, ésta es la que
asume el papel más destacado, pudiendo sostenerse que el capital sirve de
instrumento de garantía que compensa a los acreedores la exoneración de
responsabilidad de que gozan los patrimonios personales de cada uno de los socios, en
especial en las sociedades anónimas y en las S.R.L.
El capital no sirve para garantizar solvencia, sino que se erige como garantía indirecta
de los acreedores, ya que es un límite para los socios de modo que no puedan llevarse el
patrimonio.

Sociedades infracapitalizadas:
Son aquellas que tienen un capital social inferior al requerido para desarrollar su
actividad. La infracapitalización puede ser:
 Formal: Existe un patrimonio suficiente, pero no un capital suficiente. El capital está
escondido como un crédito. Cuando los socios suministran los recursos necesarios
para el giro en cantidad suficiente pero bajo un título diverso del correspondiente de
aporte que corresponde a su condición de tales.
 Material: La sociedad carece de un patrimonio propio. Tiene lugar cuando la sociedad
no dispone de recursos, activos o medios para cumplir con su objeto social.

En cuanto a los efectos de la infracapitalización, el art. 1758 del CCCN, va a incluir el


concepto de “actividad riesgosa” y dispone que en caso de actividad riesgosa o peligrosa
responde quien la realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o por terceros,
excepto lo dispuesto por la legislación especial.
A diferencia del anterior art. 1113 del Cód. Civil, el riesgo ya no debe estar en la
naturaleza de la cosa, ahora la norma también se aplica cuando por determinadas
circunstancias la actividad deviene en riesgosa.
Capital mínimo:
Para las S.A, la LGS estableció que se requiere como capital mínimo la suma de $
100.000. Se trata de una cifra mínima requerida desde el aspecto administrativo.
Empero, aun teniendo la sociedad un capital de $ 100.000, la Inspección General de
Justicia o la Dirección Provincial de Personas Jurídicas, podrá considerar que el capital
social no guarda relación con el objeto, cuando este sea notoriamente pequeño o
insuficiente respecto de la actividad que desarrolla, y de esa manera observarlo.

Por su parte, para el resto de los tipos sociales la ley no exige ningún capital mínimo.

Integración del capital social:


En las S.A, los aportes de los socios sólo pueden consistir en bienes determinados,
susceptibles de ejecución forzada. Si bien se aceptan los aportes de uso y goce, ellos sólo
pueden ser efectuados en este tipo de sociedades mediante las prestaciones accesorias
contempladas en el art. 50 de la ley 19.550.

El capital debe suscribirse totalmente al tiempo de la celebración del contrato


constitutivo. No podrá ser inferior a $ 100.000. Este monto podrá ser actualizado por el
Poder Ejecutivo, cada vez que lo estime necesario.
La integración en dinero efectivo NO podrá ser menor al 25% de la suscripción y su
cumplimiento se justificará al tiempo de ordenarse la inscripción con el comprobante de
su depósito en un banco oficial, cumplida la cual quedará liberado.

Los aportes no dinerarios deben integrarse totalmente. Solo pueden consistir en


obligaciones de dar y su cumplimiento se justificará al tiempo de solicitar la conformidad
de la autoridad de contralor para verificar si el contrato constitutivo cumple con los
requisitos legales y fiscales.

Como excepción a lo expuesto precedentemente, en las S.A.U, a los fines de evitar


fraudes, el capital social deberá estar totalmente integrado en el acto constitutivo, ya sea
el aporte dinerario o no dinerario.

La mora en la integración de las acciones se produce de pleno derecho, sin necesidad


de interpelación judicial y suspende automáticamente el ejercicio de los derechos
inherentes a las acciones de mora.
Ante tal situación la ley 19.550 adopta las siguientes soluciones:

 El estatuto podrá disponer que los derechos de suscripción correspondientes a las


acciones en mora sean vendidos en remate público o por medio de un agente de Bolsa
si se tratara de acciones cotizables.
Son de cuenta del suscriptor moroso los gastos del remate y los intereses moratorios, sin
perjuicio de su responsabilidad por los daños.
 También, el estatuto podrá establecer que se producirá la caducidad de los derechos.
En este caso, la sanción producirá sus efectos previa intimación a integrar en un plazo
no mayor de 30 días, con pérdida de las sumas abonadas.
 Sin perjuicio de ambas posibilidades, la sociedad podrá optar por el cumplimiento del
contrato de suscripción.

Aumento del capital:


Todo aumento del capital social requiere un procedimiento complejo, en donde
intervienen todos los órganos de la sociedad.

Es el directorio en las S.A el que debe justificar la necesidad de incrementar el capital


social, convocando a asamblea de accionistas.
Convocada la asamblea de accionistas por el directorio, son los accionistas quienes
deben resolver sobre el aumento del capital social propuesto, variando la clase de
asamblea según el monto sugerido por el órgano de administración:

 Será una asamblea ordinaria la que resolverá el aumento del capital social si éste NO
supera el quíntuplo de su valor.
Se trata de un procedimiento de aumento del capital social sin que haya reforma del
estatuto, puesto que éste puede prever el aumento del capital social hasta su quíntuplo.
En este caso, no hay derecho de receso ni se requiere una nueva conformidad
administrativa.

 Será una asamblea extraordinaria la que resolverá el aumento del capital social si éste
supera el quíntuplo de su valor.
Se trata de un procedimiento de aumento de capital social con modificación del
estatuto social.

El aumento del capital social puede ser:


 Con aumento del patrimonio: Se puede llevar acabo mediante:
 Aportes de los socios que aumentan el capital social.
 La capitalización de los pasivos. A los acreedores en vez de pagarle con dinero, se
le dan acciones por el valor de su crédito y no hay derecho de preferencia para los
socios.

 Sin aumento del patrimonio: El aumento del capital social no requiere necesariamente
nuevos aportes o desembolsos dinerarios por parte de los socios o accionistas, pues el
incremento del capital puede producirse por:
 Capitalización de reservas disponibles (no hay derecho de receso).
 Capitalización de utilidades o dividendos. En vez de darles a los socios el dinero
correspondiente a las utilidades, se les entrega ese monto en acciones. Se trata de
acciones liberadas porque ya están pagas.

Decidido por la asamblea el aumento de capital social, se procederá a la etapa de


ejecución, la cual resulta diferente según la forma en que dicho aumento ha sido
efectuado:

 Si el aumento del capital fue efectuado mediante la capitalización de fondos especiales


inscriptos en el balance, los accionistas recibirán directamente las nuevas acciones sin
desembolsar un solo peso, en la medida que tales acciones ya se encontraban
totalmente integradas.

 Si el aumento del capital social se llevará a cabo mediante nuevos desembolsos de los
socios, la asamblea puede delegar en el directorio la época de la emisión, forma y
condiciones de pago.
Con lo cual, el directorio podrá elegir el momento de requerir el aporte de nuevos
fondos a los accionistas e incluso, podrá fraccionar el requerimiento, pero siempre dentro
de los 2 años siguientes a contar desde la fecha de la celebración de la asamblea que ha
aumentado el capital social.

Ahora bien, la procedencia de todo aumento de capital social está subordinada a que las
anteriores acciones se encuentren totalmente suscriptas.

En tanto el incremento del capital social no afecta los derechos de terceros, sin
exactamente lo contrario, la ley 19.550 sólo incluye normas de protección de los
accionistas, tales como:
 Debe respetarse la proporción de cada accionista en la capitalización de reservas y
otros fondos especiales inscriptos en el balance.

 Si se trata de aumento del capital con efectivo desembolso por parte de los
accionistas, éstos cuentan con el derecho de preferencia para conservar su proporción
en el capital social, e incluso, con el derecho de acrecer su participación, para el caso
de que alguno de los accionistas no suscriba la nueva emisión de las acciones.
Por el contrario, si el accionista no cuenta con fondos para hacer frente a la integración
de las nuevas acciones o no tiene intención de realizar nuevos desembolsos dinerarios a la
sociedad, aquél podrá ejercer derecho de receso, siempre y cuando el aumento del capital
social supere el quíntuplo, si tal facultad está prevista por el estatuto.

Finalmente, la resolución de la asamblea que aumente el capital social se publicará e


inscribirá en el Registro Público para su oponibilidad a terceros. En las relaciones
intersocietarias, la decisión asamblearia que aumenta el capital social es plenamente
oponible desde la clausura de la asamblea y ejecutable desde ese momento por el órgano
de administración.

Derecho de preferencia y el derecho de acrecer: Tratado en la unidad 20.

Emisión de acciones:
A la hora de emitir acciones, hay 3 variables:

1) Emisión a la par: Consiste en emitir la acción al mismo valor que su valor nominal.

2) Emisión de acciones bajo la par:


La emisión de acciones bajo la par, es decir, por debajo de su valor nominal, se
encuentra prohibida y es nula. Excepto en el supuesto de la Ley 19.060 (sociedades que
cotizan en bolsa).
El fundamento de la norma radica en la protección de los terceros y la afectación del
principio de la intangibilidad del capital social, de orden público.
Se trata de un aumento mentiroso, ya que implica desprenderse del capital desde el
origen.

3) Emisión de acciones con prima:


Consiste en emitir la acción a un valor superior que su valor nominal.
La emisión con prima o sobreprecio tiene como finalidad equiparar la situación de los
nuevos socios con la posición de los antiguos accionistas, en relación con el patrimonio de
la sociedad antes del aumento del capital social.
Su función es la de conservar los accionistas existentes el mayor valor real de la acción,
que si se emitiera sin prima, traería un enriquecimiento gratuito a los nuevos accionistas.

El art. 202 de la LGS NO prevé la obligatoriedad de emitir las acciones con prima, sino
que es facultativo hacerlo, mediando decisión de la asamblea extraordinaria que deberá
fijar el valor del sobreprecio.
En las sociedades autorizadas para hacer oferta pública de sus acciones la decisión será
adoptada por asamblea ordinaria la que podrá delegar en el directorio la facultad de fijar
la prima, dentro de los límites que deberá establecer.
Ello ha sido objeto de críticas por parte de la doctrina, registrándose un importante
precedente jurisprudencial que ha resuelto la obligatoriedad de la emisión de las
acciones con prima, tomando como fundamento jurídico el art. 13 inc. 5 de la LGS referido
a las cláusulas leoninas.
“5) Que permitan la determinación de un precio para la adquisición de la parte de un socio
por otro, que se aparte notablemente de su valor real al tiempo de hacerla efectiva”.
El saldo que arroje el importe de la prima, descontados los gastos de emisión, integra
una reserva especial. Es distribuible entre los accionistas con los requisitos de publicidad y
oposición previstos para los supuestos de reducción voluntaria del capital social.

Aumento del capital social en las sociedades que hacen oferta pública de sus acciones:
El aumento del capital podrá realizarse por oferta pública de acciones. En las sociedades
anónimas autorizadas a hacer oferta pública de sus acciones, la asamblea puede aumentar
el capital sin límite alguno ni necesidad de modificar el estatuto.

Las emisiones de acciones realizadas en violación del régimen de oferta pública son
nulas y los títulos o certificados emitidos en consecuencia y los derechos emergentes de
los mismos, son inoponibles a la sociedad, socios y terceros.

Los directores, miembros del consejo de vigilancia y síndicos son solidaria e


ilimitadamente responsables por los daños que se originaren a la sociedad y a los
accionistas por las emisiones hechas en violación del régimen de la oferta pública.
El suscriptor podrá demandar la nulidad de la suscripción y exigir solidariamente a la
sociedad, los directores, miembros del consejo de vigilancia y síndicos el resarcimiento de
los daños.

La sociedad comunicará a la autoridad de contralor y al Registro Público, la suscripción


del aumento de capital, a los efectos de su registro.

Los aportes irrevocables a cuenta de futuras emisiones de acciones:


Este curioso instituto, de reciente aparición y que no ha sido previsto por la ley 19.550,
surge de la necesidad de dotar fondos de refresco a la sociedad, que se imputan como
“aportes” para ser capitalizados en una futura asamblea a celebrarse, asumiendo también
el carácter de “irrevocables” a efectos de que el suministrante o dador de tales fondos
evite reclamarlos antes de producirse el aumento del capital.

Si bien este instituto ha recibido adhesión de la doctrina y jurisprudencia mayoritaria en


nuestro medio, no es difícil advertir que bajo este nombre se esconde un préstamo
mercantil de carácter gratuito, al cual se le ha cambiado la denominación para evitar que
dicho mutuo engrose el largo pasivo de la sociedad.
La entrega de fondos a la sociedad jamás puede ser calificada como aporte cuando
todavía no se celebró su acto antecedente y necesario. Esto es, la asamblea general de
accionistas que resolvió el aumento del capital social.
A tenor de la ley 19.550, jamás puede hablarse de aporte sin emisión de acciones y
tampoco de emisión de acciones sin un acuerdo asambleario que incrementó dicho
capital.
Debe insistirse que el denominado “aporte irrevocable” no es otra cosa que un
préstamo, que confiere al prestamista un crédito contra la sociedad, pudiendo con ese
crédito compensar su ulterior deuda por suscripción de acciones y sin que ello afecte el
ejercicio del derecho de preferencia por parte de los demás accionistas.

La IGJ, reglamentó esta figura en el art. 271 de la Resolución General IGJ 7/05,
conforme al cual, la sociedad receptora del aporte irrevocable debe aceptar el mismo
mediante instrumento fehaciente (acta de directorio en las S.A) y registrar
contablemente los fondos recibidos en el patrimonio neto de la sociedad.
Dichos aportes deben ser objeto de capitalización dentro de los 180 días de recibidos a
los fines de evitar la perpetuación en los estados contables.
Transcurrido ese plazo sin capitalizar los aportes irrevocables, cualquiera de los
aportantes podrá exigir a la sociedad su reintegro y los mismos serán contabilizados en el
pasivo social.

Reducción del capital social:


Es un procedimiento excepcional, no es habitual. La ley contiene 3 supuestos:

1) Reducción voluntaria:
La reducción voluntaria del capital deberá ser resuelta por asamblea extraordinaria con
informe fundado del síndico, en su caso, y tal resolución deberá inscribirse previa
publicación.

A diferencia de lo que acontece con el aumento del capital social, en su reducción se


encuentra fundamentalmente comprometido el interés de los terceros, pues se les reduce
la garantía que la cifra capital les ofrece.
Ello justifica que cuando la sociedad resuelve reducir voluntariamente el capital social, a
los efectos de adaptarlo a su patrimonio, los acreedores sociales cuentan con el derecho
de oponerse a la reducción, la cual sólo podrá llevarse a cabo si tales acreedores son
desinteresados o suficientemente garantizados.
Este derecho de los acreedores no podrá ejercerse cuando la reducción voluntaria del
capital se opere por amortización de acciones integradas y se realice con ganancias o
reservas libres, pues en tal caso, no se afecta el capital.

2) Reducción por pérdidas: La asamblea extraordinaria puede resolver la reducción del


capital en razón de pérdidas sufridas por la sociedad para restablecer el equilibrio
entre el capital y el patrimonio social.
En esta hipótesis, no hace falta la publicidad de la resolución, puesto que los terceros no
tienen derecho de oposición. Además, a los accionistas se les reducen sus acciones y no se
les reembolsa suma alguna.

3) Reducción obligatoria o forzosa:


La reducción del capital es obligatoria cuando las pérdidas insumen las reservas y el 50
% del capital.

Si las pérdidas han afectado la totalidad del capital social o cuando ellas fueren de tal
magnitud que resultare insuficiente el capital social remanente para cumplir con el objeto
social, opera la disolución de la sociedad, excepto que los socios acuerden el reintegro
total o parcial del capital perdido o su aumento.
Unidad 19: Acciones

Comisión Nacional de valores 4)


(ente regulador)

Bolsa de Comercio 1) Merval S.A.


2)

Caja de valores S.A 5)


Mercado Abierto Electrónico. (MAE) 3)

1) Es una Asociación Civil sin fines de lucro. Establece los parámetros y requisitos de las
cotizaciones. Dice qué sociedades cotizan y cuáles no.
2) Es donde se realizan las operaciones, es el mercado en sí mismo.
3) Fue fundado en 1988 y es el mercado electrónico de títulos valores y de negociación
de moneda extranjera más importante de la Argentina. Está pensado para las
obligaciones negociables, letras de cambio, etc. Todo movimiento de mayor volumen.
4) Ente regulador.
5) Fue creada por la ley 20.643. Única depositaria del país. Es el lugar físico donde se dan
las transacciones. Asimismo, aquí se registran las operaciones.

Hay que diferenciar las sociedades que cotizan en bolsa, de las sociedades que no
cotizan en bolsa, las cuales son la mayoría. Las primeras se van a regir por el reglamento
de la Comisión Nacional de valores.

Características de las acciones:


 Las acciones son las partes iguales en las que se divide el capital social de una sociedad
anónima.
 La acción es un título de valor o un título de crédito causado, porque no puede
desligarse de su causa, la acción sin la sociedad no es nada. Requiere de un estatuto. El
art. 163 de la LGS ha erigido a la división del capital en acciones como requisito
esencial tipificante de las S.A. Precisamente, es la acción la que incorpora en sí la
condición de socio.
 También, la acción es un título de participación, un elemento político, porque esa
acción va a determinar la medida de los derechos.

Para tener tal virtualidad no es necesario que la acción deba estar representada en
títulos circulatorios y que su titular deba exhibirlos al momento del ejercicio de sus
derechos societarios, pues el estado de socio se adquiere desde el momento en que ellas
se suscriben, independientemente de la entrega de los títulos al accionista.
Las acciones serán siempre de igual valor, expresado en moneda argentina, no
admitiendo nuestra legislación la emisión de acciones sin valor nominal. Empero nada
obsta a que aquéllas confieran diferentes derechos.
De esta manera, surge la posibilidad de creación, por parte de los fundadores o
accionistas, de diversas clases o categorías de acciones, pero dentro de cada una de estas
clases o categorías, los derechos deben ser siempre idénticos. Es nula toda disposición en
contrario.

La ley 19.550 no impone la necesidad de emitir títulos accionarios, a punto tal que el
estatuto puede autorizar que todas las acciones o algunas de sus clases no se representen
en títulos.
Esta particular clase de acciones ha sido receptada por la ley 22.903, que la ha
incorporado a nuestra legislación con el nombre de acciones escriturales.
La emisión, transferencia, gravámenes y constitución de derechos reales sobre estas
acciones debe ser inscripta en cuentas llevadas a nombre de sus titulares por la sociedad
emisora o por bancos comerciales o de inversión o cajas de valores autorizados.

La calidad de accionista del titular de las acciones escriturales se presume por las
constancias de las cuentas abiertas en el registro de acciones escriturales.
En todos los casos la sociedad es responsable ante los accionistas por los errores o
irregularidades de las cuentas, sin perjuicio de la responsabilidad del banco o caja de
valores ante la sociedad, en su caso.

Para acreditar el carácter de titular de acciones escriturales, la sociedad, la entidad


bancaria o la caja de valores deben otorgar al accionista comprobante de la apertura de su
cuenta y de todo movimiento que inscriban en ella.
Además, todo accionista tiene derecho a que se le entregue, en todo tiempo, constancia
del saldo de su cuenta, a su costa.

Clasificación de las acciones:


Las acciones pueden ser divididas desde numerosos puntos de vista:

1) Desde el punto de vista de su circulación, las acciones se dividen en:


 Acciones al portador:
Las acciones al portador podrían transmitirse por la mera tradición, aunque ello es
supuesto impensable en el mundo de los negocios, salvo transferencia de un pequeño
paquete accionario y con pago de precio al contado.
El titular de las acciones emitidas al portador puede ejercer sus derechos de socio con la
mera exhibición de los títulos, sin necesidad de inscripción en ningún registro.

 Acciones nominativas endosables:


También se las denomina acciones a la orden y son aquellas acciones transmisibles por
endoso y que pueden circular libremente, incluso con endoso en blanco.
Su titular deberá realizar la pertinente inscripción en el libro de Registro de Acciones de
la sociedad a efectos de hacer valer los derechos derivados de su propiedad.

 Acciones nominativas no endosables:


Las acciones nominativas no endosables son transmisibles sólo por vía de la cesión y
requieren para el ejercicio de sus derechos la inscripción en el libro de Registro de
Acciones de la sociedad.

Los abusos cometidos a través de las acciones al portador han llevado a que actualmente
todas las acciones de las S.A y demás sociedades por acciones deban ser nominativas no
endosables, por expresa disposición de la ley 24.587, que impuso la nominatividad
obligatoria de pleno derecho.
En consecuencia, los accionistas titulares de acciones que no fueron emitidas como
nominativas no endosables y que no hayan cumplido con el procedimiento de conversión,
carecen de legitimación para el ejercicio de todos sus derechos societarios, amén de la
imposición de determinadas sanciones de tipo tributario impuestas en dicho
ordenamiento.

 Escriturales:
Son acciones que no se representan en títulos negociables y que la sociedad emisora o
entidades autorizadas, inscriben en cuentas llevadas a nombre de los titulares,
otorgándose al accionista comprobante de la apertura de su cuenta y de todo movimiento
que se inscriba en ella.

Con las acciones escriturales se intenta que las acciones de una compañía sean
mantenidas como cuentas de depósito a nombre de los titulares, a semejanza de lo que
ocurre con los depósitos bancarios de moneda. Se caracterizan por la inexistencia de
certificados que las representen, con el fin de eliminar los costos inherentes a la emisión
de certificados.

Su transmisión debe inscribirse en un libro especial llamado “Libro registro de acciones


escriturales” que la sociedad anónima lleva al efecto. La calidad de accionista se prueba
mediante la inscripción practicada en este libro. Cuando esta acción se transmita, en este
libro constarán los nombres de los subsiguientes tenedores.
La transmisión es oponible desde la inscripción en el libro.
Si se trata de una sociedad anónima abierta, además, debe inscribirse la cesión en un
libro registro que lleva la bolsa o un banco o una caja de valores a elección de la sociedad.

2) Desde el punto de vista de los derechos que confieren, las acciones pueden clasificarse
en:
 Acciones privilegiadas o de voto plural: Son aquellas que confieren más de 1 voto por
acción. El estatuto puede crear clases que le otorguen al accionista hasta 5 votos.
Nuestra legislación las somete a una serie de restricciones y en tal sentido, no pueden
ser emitidas una vez que la sociedad emisora haya sido autorizada a hacer oferta pública
de sus acciones.
Del mismo modo, cuando se trata de la adopción de ciertos acuerdos asamblearios que
implican la reforma sustancial del estatuto de la sociedad emisora, ellas pierden el voto
múltiple, confiriendo un solo voto por acción.

 Acciones preferidas: Son aquellas que confieren a sus titulares determinados derechos
patrimoniales que pueden asumir las siguientes modalidades:
a) El derecho al cobro preferente de las utilidades hasta determinado porcentaje.
b) El pago de un dividendo fijo, si existen utilidades.
c) El pago de dividendos fijos, siempre que existan utilidades pero acumulables.
d) Percibir como dividendo un interés fijo, quedando para las acciones ordinarias
como dividendo lo que reste después de satisfechas aquéllas privilegiadas o
acciones en las que se estipulan el pago de dividendos juntamente con las
ordinarias, pero en mayor proporción.

Sin embargo, las acciones preferidas tienen limitaciones en cuanto al derecho de


participar en la administración y gestión de la sociedad, pues al resolverse su emisión,
puede pactarse que ellas carezcan de derecho de voto. Sin embargo, recuperan el derecho
de voto en determinadas circunstancias. Por ej. cuando se trata de resolver en la
asamblea extraordinaria las decisiones previstas por el último párrafo del art. 244 de la ley
19.550 o cuando se trata de la designación o la remoción de los síndicos (art. 284 in fine
de la ley 19.550).
Tendrán derecho de voto durante el tiempo en que se encuentren en mora en recibir los
beneficios que constituyen su preferencia.
También lo tendrán si cotizaren en bolsa y se suspendiere o retirare dicha cotización por
cualquier causa, mientras subsista esta situación.

Cabe aclarar que a pesar de las limitaciones para participar en la administración y


gestión de la sociedad, los titulares de las acciones preferidas tienen derecho de asistir a
las asambleas, pudiendo ejercer su derecho de voz. Ésto es, emitir su opinión en
oportunidad de producirse la deliberación de cada uno de los puntos del orden del día.

La pérdida del derecho de voto de los titulares de acciones preferidas, que no es


automática, debe estar prevista en las condiciones de emisión.
Asimismo, las condiciones de emisión de estas acciones contienen por lo general una
cláusula de amortización o rescate, por medio de la cual la sociedad emisora recupera
estas acciones al cabo de un determinado tiempo.
Las acciones preferidas están sujetas a la ley de dividendos, lo cual significa que sus
titulares sólo percibirán sus preferencias en la medida que se presenten las circunstancias
previstas para la distribución de dividendos entre los accionistas.

 Acciones ordinarias: Son aquellas que confieren 1 voto por acción y que carecen de
preferencias patrimoniales.

Transmisibilidad de las acciones:


En principio y como rasgo característico de las acciones, éstas son libremente
transmisibles y el estatuto sólo puede limitar la transferencia de las acciones nominativas
o escriturales, sin que ello importe la prohibición de su transferencia.
La limitación debe constar en el título o en las inscripciones en cuenta, sus
comprobantes y estado respectivo.

Las cláusulas de limitación a la transferencia de acciones puede referirse a actos entre


vivos o transferencia mortis causa y la jurisprudencia ha admitido la posibilidad de que la
sociedad o los restantes accionistas puedan oponerse a la personalidad del cesionario
(cláusulas de agrado) o establecer un derecho de preferencia para la adquisición de las
acciones por parte de los mismos sujetos (cláusulas de preferencia en la adquisición).

En materia de S.A, a diferencia de lo que sucede respecto de las S.R.L, no se ha


establecido un régimen específico para reglamentar el ejercicio del derecho de agrado o
de preferencia. Empero, jurisprudencialmente se ha aceptado el derecho del socio
afectado por la denegatoria de la cesión a recurrir judicialmente a los fines de obtener la
desestimación de la oposición.

La transmisión de las acciones nominativas o escriturales y de los derechos reales que


las graven debe notificarse por escrito a la sociedad emisora o entidad que lleve el registro
e inscribirse en el libro o cuenta pertinente. Surte efecto contra la sociedad y los terceros
desde su inscripción.
Además, la transferencia de las acciones nominativas, con excepción de las acciones de
sociedades cotizantes, requiere el consentimiento del cónyuge del cedente.

En el caso de acciones escriturales, la sociedad emisora o entidad que lleve el registro


cursará aviso al titular de la cuenta en que se efectúe un débito por transmisión de
acciones, dentro de los 10 días de haberse inscripto, en el domicilio que se haya
constituido.

En las sociedades sujetas al régimen de la oferta pública, la autoridad de contralor podrá


reglamentar otros medios de información a los socios.
Las acciones endosables se transmiten por una cadena ininterrumpida de endosos y para
el ejercicio de sus derechos el endosatario solicitará el registro.
El cedente que no haya completado la integración de las acciones, responde ilimitada y
solidariamente por los pagos debidos por los cesionarios. El cedente que realice algún
pago, será copropietario de las acciones cedidas en proporción de lo pagado.

El libro de registro de acciones:


El libro de Registro de Acciones debe llevarse con todas las formalidades propias de los
libros de comercio y cumple un rol trascendente en materia de publicidad, tanto para los
integrantes de la sociedad como para los terceros.

Este libro es de libre consulta por los accionistas y en el que se asentará:


1. Clases de acciones, derechos y obligaciones que comporten.
2. Estado de integración, con indicación del nombre del suscriptor.
3. Si son al portador, los números y si son nominativas, las sucesivas transferencias con
detalle de fechas e individualización de los adquirentes.
4. Los derechos reales que gravan las acciones nominativas.
5. La conversión de los títulos, con los datos que correspondan a los nuevos.
6. Cualquier otra mención que derive de la situación jurídica de las acciones y de sus
modificaciones.

Sólo cumplida la inscripción de esos actos en el mencionado libro, ellos serán oponibles
a la sociedad y a terceros.

Indivisibilidad de las acciones:


Las acciones son indivisibles y si existe copropiedad, se aplican las reglas del condominio.
La sociedad puede exigir la unificación de la representación de los condominios para
ejercer los derechos y cumplir con las obligaciones sociales.

Requisitos de las acciones y de los títulos:


El estatuto social establecerá las formalidades de las acciones y de los certificados
provisionales.
Son esenciales las siguientes menciones:
 Datos de la sociedad emisora.
 El capital social.
 El número, valor nominal y clase de acciones que representa el título y derechos que
comporta.
 En los certificados provisionales, la anotación de las integraciones que se efectúen.

Las variaciones de las menciones precedentes, excepto las relativas al capital, deberán
hacerse constar en los títulos.
Los títulos y las acciones que representan se ordenarán en numeración correlativa.
Los títulos y certificados provisorios deben ser suscriptos con la firma autógrafa por no
menos de 1 director y 1 síndico, aunque la autoridad de control puede autorizar, en cada
caso, su reemplazo por impresión que garantice la autenticidad de los títulos y la sociedad
inscribirá en su legajo un facsímil de éstos.

Forma de los títulos. Certificados provisorios, certificados globales y cupones:


Los títulos pueden representar 1 o más acciones y ser al portador o nominativos
(endosables o no).

 Son certificados provisorios aquéllos títulos que son emitidos por la sociedad cuando
las acciones no han sido integradas totalmente por los suscriptores de ellas. Son títulos
valores necesariamente nominativos.
Cumplida la integración, los interesados pueden exigir la inscripción en las cuentas de las
acciones escriturales o la entrega de los títulos definitivos que serán el portador si los
estatutos no disponen lo contrario.
Hasta tanto se cumpla con esta entrega, el certificado provisorio será considerado
definitivo, negociable y divisible.

 Los certificados globales son títulos que sólo pueden ser emitidos por las sociedades
autorizadas a la oferta pública cuando las acciones estuvieran totalmente integradas.
Sólo se autoriza su emisión para su inscripción en regímenes de depósito colectivo (caja
de valores). A tal fin, se considerarán definitivos, negociables y divisibles.

 Los cupones son anexos que generalmente se adhieren a los títulos representativos de
las acciones y constituyen documentos legitimantes para el cobro de los dividendos.
Son títulos de crédito siempre y cuando ellos contengan la identificación de la sociedad
emisora, las características de las acciones a las cuales adhieren, número de acciones que
integran la lámina de la cual fueron separados, etc.

Los cupones pueden ser al portador aun en las acciones nominativas. Esta disposición es
aplicable a los certificados.
La ley 24.587 establece una presunción iure et de iure de que los cupones pertenecen a
la persona cuyo nombre está inscripto en el título valor respectivo, rigiendo tal presunción
a todos los efectos.

Negociación sobre acciones:


En tanto las acciones de una sociedad anónima son “cosas” valiosas, ellas pueden ser
objeto de diferentes negocios jurídicos.

 Compraventa de acciones:
Este contrato no está previsto en la ley 19.550, salvo para limitar la posibilidad de la
sociedad de adquirir sus propias acciones a los supuestos taxativamente fijados por el art.
220 de la LGS.
La compraventa de acciones se rige por las disposiciones de los arts. 1123 a 1169 del
CCCN en lo que resulta compatible.
La sociedad puede adquirir acciones que emitió, sólo en las siguientes condiciones:
1. Para cancelarlas y previo acuerdo de reducción del capital.
2. Excepcionalmente, con ganancias realizadas y líquidas o reservas libres, cuando
estuvieren completamente integradas y para evitar un daño grave, lo que será
justificado en la próxima asamblea ordinaria.
3. Por integrar el haber de un establecimiento que adquiere o de una sociedad que
incorpore.

Para evitar que las acciones adquiridas por la propia sociedad emisora queden en
cartera, en los supuestos 2 y 3, el directorio enajenará las acciones adquiridas dentro del
término de un 1 año, salvo prórroga por la asamblea. Se otorgará el derecho de
preferencia.
En el mismo sentido, ha sido resuelto que no se encuentra obstáculo para que la
sociedad adquirente de sus propias acciones en el caso 2 haya elegido el camino más
simple y distribuirlas en proporción a sus respectivas tenencias.

Los derechos correspondientes a las acciones adquiridas por la sociedad quedarán


suspendidos hasta su enajenación o distribución y no se computarán para la
determinación del quórum ni de la mayoría.

La adquisición de las propias acciones por la sociedad fuera de los casos previstos por el
art. 220 de la ley 19.550, constituye un acto nulo de nulidad absoluta, por afectar la
intangibilidad del capital social que se ha previsto en protección de los terceros.

Pasivos ocultos. Compra y venta de paquetes accionarios:


Es la venta del paquete que otorga el control de la sociedad, la cantidad de acciones que
representa la voluntad general (mayoría).
En estos casos, se interpreta que no se están comprando títulos, sino que se está
comprando la empresa.

Existen 3 clases de pasivos ocultos:


 Desconocidos: Nadie responde por ellos.
 Contingentes: Pasivo que se sabe que se tiene en expectativa.
 Ocultos propiamente dichos: Para Nissen, la responsabilidad del cedente de las
acciones por los pasivos ocultos de la sociedad, debe considerarse una cláusula
implícita de todo contrato de compraventa de acciones, conclusión que se funda en las
especiales características del negocio societario y en la natural responsabilidad de
todo vendedor por los vicios redhibitorios de la cosa.
Empero, la jurisprudencia determinó que en la compra y venta de paquetes accionarios
NO se responde por el pasivo oculto.

Para evitar ésto, se debe realizar una Auditoría de Compra previa.

 Usufructo de acciones:
El usufructo de acciones consiste en la posibilidad de dividir el ejercicio de los derechos
que confieren las acciones objeto de este derecho real, otorgando al usufructuario el
cobro de los dividendos y al nudo propietario la titularidad de las acciones, el cobro de la
cuota liquidatoria (salvo pacto en contrario) y el ejercicio de los derechos políticos.

La deficiente redacción del art. 218, párr. 3 de la ley 19.550, ha dado margen para
sostener la posibilidad de que el usufructuario pueda también ejercer los derechos
políticos, lo cual resulta inadmisible, pues el nudo propietario carecería de toda injerencia
en la vida de la sociedad, encubriéndose tras la figura del usufructo una verdadera venta,
con la posibilidad de perjudicar a los terceros acreedores.
Así lo dispone el art. 128 de la Resolución General IGJ 7/05, conforme a la cual dicho
organismo no inscribirá la constitución de usufructo de cuotas que comprenda la
transmisión de derechos de voto al usufructuario.

El usufructuario tiene derecho a percibir las ganancias obtenidas durante el usufructo.


Este derecho no incluye las ganancias pasadas a reserva o capitalizadas, pero comprende
las correspondientes a las acciones entregadas por la capitalización.
Dicho dividendo será percibido por el tenedor del título en el momento del pago; si
hubiere distintos usufructuarios se distribuirá a prorrata de la duración de sus derechos.
Cuando las acciones no estuvieren totalmente integradas, el usufructuario para
conservar sus derechos debe efectuar los pagos que correspondan, sin perjuicio de
repetirlos del nudo propietario.

La calidad de socio corresponde al nudo propietario, el cual tiene derecho al ejercicio de


los demás derechos derivados de la calidad de socio, inclusive la participación de los
resultados de la liquidación, salvo pacto en contrario y el usufructo legal.

 Prenda de acciones y embargo de acciones:


Este derecho real prevé que el ejercicio de todos los derechos que confiere la titularidad
de acciones corresponde al deudor prendario. El acreedor prendario no debe obstaculizar
el ejercicio de tales derechos.
Se trata de un contrato de prenda comercial o con desplazamiento, pues los títulos
accionarios son entregados al acreedor prendario o a un tercero en depósito, previa
inscripción en el libro de Registro de Acciones, hasta el cumplimiento de la obligación que
la prenda garantiza.
La LGS acepta la posibilidad de que los acreedores particulares del accionista embarguen
las acciones de que es titular su deudor, para su posterior ejecución forzada. Los títulos
accionarios son entregados al acreedor embargante.
En el ínterin en que se lleva a cabo la subasta, el propietario de las acciones es el único
legitimado para ejercer todos los derechos societarios, debiendo el acreedor embargante
facilitar el ejercicio de ellos.

 Sindicación de acciones:
Se trata de un contrato de naturaleza “parasocietaria” mediante el cual determinados
socios convienen votar en las asambleas de accionistas en un mismo e idéntico sentido,
inhibiéndose de disponer sus títulos por un determinado período, a los fines de dar una
mayor coherencia a la política de gestión o de oposición que pretenden llevar a cabo en la
sociedad.
Se rige por la voluntad de las partes al contratar.

Nuestra legislación societaria no lo ha previsto, aunque su legitimidad ha sido aceptada


por nuestros tribunales comerciales con muchas reservas, pues atenta contra el principio
deliberativo que es esencial en el órgano de gobierno de la sociedad.

En cuanto a la duración del contrato de sindicación de acciones, si bien no parece


acertado limitar el pacto a una sola asamblea, como ha sido resuelto
jurisprudencialmente, tampoco es razonable que su plazo de duración se extienda
indefinidamente, en la medida que implica una limitación a la transferencia de acciones y
al ejercicio de los derechos políticos que no puede prolongarse a perpetuidad. Por ello,
resulta admisible acotarlo a un plazo determinado de vigencia.

En cuanto a la relación de los sindicados con la sociedad, la jurisprudencia se ha


pronunciado en forma reiterada sobre su inoponibilidad absoluta, de manera que jamás
podría invocarse lo acordado en un pacto de sindicación para pretender nulificar una
actuación de cualquier órgano societario.

Finalmente, y respecto a la situación de los herederos del accionista sindicado, dicho


contrato debe resolverse parcialmente con su fallecimiento, salvo expreso consentimiento
de aquéllos de incorporarse al pacto, pues no resulta procedente extender a los sucesores
las enormes limitaciones que el contrato de sindicación de acciones implica para el
ejercicio de los derechos societarios.
Es decir, en principio, el contrato de sindicación de acciones es inoponible a los
herederos del accionista sindicado muerto.

Acciones en garantía. Prohibición: La sociedad no puede recibir sus acciones en garantía.


La amortización de acciones:
La amortización de acciones es un procedimiento de muy escasa utilización en la
práctica que se lleva a cabo cuando la sociedad emisora cancela total o parcialmente las
acciones en las que se divide su capital social, para adecuarlo al patrimonio de la empresa.
Es importante aclarar que la amortización no supone una reducción del capital social,
pues sólo puede llevarse a cabo mediante ganancias líquidas y realizadas para cancelar las
acciones y no para volver a ponerlas en circulación.

Se trata de un procedimiento de cancelación de acciones especial, previsto en el art. 223


de la LGS, donde al beneficiario se le da a cambio un bono de goce.
En este procedimiento se emplea analógicamente el concepto de amortización
contable.

El estatuto puede autorizar la amortización total o parcial de acciones integradas, con


ganancias realizadas y líquidas, con los siguientes recaudos:
1. Resolución previa de la asamblea que fije el justo precio y asegure la igualdad de los
accionistas.
2. Cuando se realice por sorteo, se practicará ante la autoridad de contralor o escribano
de registro, se publicará su resultado y se inscribirá en el libro de Registro de Acciones.
3. Si la amortización fuere parcial, se asentará en los títulos o en las cuentas de acciones
escriturales. Si la amortización es total se anularán, reemplazándose por bonos de
goce o inscripciones en cuenta con el mismo efecto.
Unidad 20: Derechos y obligaciones de los accionistas

OBLIGACIONES DE LOS ACCIONISTAS:

1) Integración del capital social:


En las S.A, los aportes de los socios sólo pueden consistir en bienes determinados,
susceptibles de ejecución forzada. Si bien se aceptan los aportes de uso y goce, ellos sólo
pueden ser efectuados en este tipo de sociedades mediante las prestaciones accesorias
contempladas en el art. 50 de la ley 19.550.

El capital debe suscribirse totalmente al tiempo de la celebración del contrato


constitutivo. No podrá ser inferior a $ 100.000. Este monto podrá ser actualizado por el
Poder Ejecutivo, cada vez que lo estime necesario.
La integración en dinero efectivo NO podrá ser menor al 25% de la suscripción y su
cumplimiento se justificará al tiempo de ordenarse la inscripción con el comprobante de
su depósito en un banco oficial, cumplida la cual quedará liberado.

Los aportes no dinerarios deben integrarse totalmente. Solo pueden consistir en


obligaciones de dar y su cumplimiento se justificará al tiempo de solicitar la conformidad
de la autoridad de contralor para verificar si el contrato constitutivo cumple con los
requisitos legales y fiscales.

Como excepción a lo expuesto precedentemente, en las S.A.U, a los fines de evitar


fraudes, el capital social deberá estar totalmente integrado en el acto constitutivo, ya sea
el aporte dinerario o no dinerario.

La mora en la integración de las acciones se produce de pleno derecho, sin necesidad


de interpelación judicial y suspende automáticamente el ejercicio de los derechos
inherentes a las acciones de mora.
Ante tal situación la ley 19.550 adopta las siguientes soluciones:

 El estatuto podrá disponer que los derechos de suscripción correspondientes a las


acciones en mora sean vendidos en remate público o por medio de un agente de Bolsa
si se tratara de acciones cotizables.
Son de cuenta del suscriptor moroso los gastos del remate y los intereses moratorios, sin
perjuicio de su responsabilidad por los daños.
 También, el estatuto podrá establecer que se producirá la caducidad de los derechos.
En este caso, la sanción producirá sus efectos previa intimación a integrar en un plazo
no mayor de 30 días, con pérdida de las sumas abonadas.
 Sin perjuicio de ambas posibilidades, la sociedad podrá optar por el cumplimiento del
contrato de suscripción.
2) Deber de lealtad:
El accionista o su representante que en una operación determinada tenga por cuenta
propia o ajena un interés contrario al de la sociedad, tiene obligación de abstenerse de
votar los acuerdos relativos a aquélla.
Si contraviniese esta disposición será responsable de los daños y perjuicios, cuando sin
su voto no se hubiera logrado la mayoría necesaria para una decisión válida.

En este caso, la resolución no es nula, sino que la sanción para el accionista o su


representante es responder por los daños y perjuicios ocasionados. Empero, para Nissen,
dentro de los 3 meses se puede plantear la nulidad de la asamblea.

DERECHOS DE LOS ACCIONISTAS:

1) Derecho al dividendo:
Es importante no confundir el derecho a las utilidades con el derecho al dividendo, ya
que habrá utilidades cuando un balancee aprobado refleje una ganancia, mientras que
habrá dividendo cuando el órgano de control apruebe la distribución de las utilidades.

La distribución de dividendos o el pago de interés a los accionistas son lícitos sólo si


resultan de ganancias realizadas y líquidas correspondientes a un balance de ejercicio
regularmente confeccionado y aprobado.
Corresponde a la asamblea ordinaria considerar y resolver la aprobación del Balance
General, debiendo convocarse dentro de los 4 meses del cierre del ejercicio.

Está prohibido distribuir intereses o dividendos anticipados o provisionales o resultantes


de balances especiales, excepto en las sociedades sometidas al control estatal. Tales
dividendos se llaman “dividendos ficticios” y están prohibidos, excepto en las sociedades
cotizantes.
En todos estos casos los directores, los miembros del consejo de vigilancia y síndicos son
responsables ilimitada y solidariamente por tales pagos y distribuciones.
No son repetibles los dividendos percibidos de buena fe.

2) Derecho de preferencia y derecho de acrecer:


El fundamento del derecho de suscripción preferente radica en la necesidad de
conceder al accionista la posibilidad de conservar en la sociedad la misma proporción
entre el importe nominal de sus acciones y el capital social, lo cual reviste esencial
importancia en una ley que subordina el ejercicio de derechos elementales a la titularidad
de una determinada tenencia accionaria.
En otras palabras, el derecho de suscripción preferente es el derecho de los socios, ante
el aumento del capital social, de suscribir acciones preferentemente hasta el porcentaje
originario de su participación, en la medida que pueda sostenerlo.
Ello explica que las normas que legislan al derecho de preferencia revistan carácter de
orden público.
En principio, el derecho de preferencia es otorgado a los titulares de acciones ordinarias,
de voto simple o plural, pero no existen inconvenientes de que sea extendido a los
titulares de acciones preferidas. En este último caso, se requiere una expresa decisión de
la asamblea extraordinaria que dispuso la emisión de esa particular clase de acciones.

El derecho de acrecer, tiene fundamento diferente, que consiste en la preservación del


elenco original de los socios.
Consiste en la posibilidad que tienen todos aquellos accionistas que han ejercido el
derecho de preferencia de suscribir a prorrata las acciones no suscriptas por otros
accionistas, incrementando su participación accionaria.
Es decir, consiste en suscribir e integrar las acciones de otro u otros socios, en caso de
aumento del capital, cuando éstos no hubieran suscripto tales participaciones.

Para garantizar el ejercicio de estos derechos, el art. 194 de la LGS ha dispuesto el


siguiente procedimiento:
1. La sociedad hará el ofrecimiento a los accionistas mediante avisos por 3 días en el
diario de publicaciones legales y además en uno de los diarios de mayor circulación
general en toda la República cuando se tratare de sociedades comprendidas en el
artículo 299.
2. Los accionistas podrán ejercer su derecho de opción dentro de los 30 días siguientes al
de la última publicación, si los estatutos no establecieran un plazo mayor.
Tratándose de sociedades que hagan oferta pública, la asamblea extraordinaria, podrá
reducir este plazo hasta un mínimo de 10 días, tanto para sus acciones como para
debentures convertibles en acciones.

3. Los suscriptores deben celebrar con la sociedad emisora un contrato de suscripción,


en doble ejemplar, el que deberá contener:
 Los datos de identificación de los suscriptores.
 La cantidad, valor nominal, clase y características de las acciones suscriptas.
 El precio de cada acción y del total suscripto.
 La forma y las condiciones de pago.
 Los aportes en especie se individualizarán con precisión.

Tanto el derecho de suscripción preferente como el derecho de acrecer no pueden ser


suprimidos o condicionados, salvo lo dispuesto en el artículo 197.
Tal art. expresa que la asamblea extraordinaria, con las mayorías del último párrafo del
artículo 244, puede resolver en casos particulares y excepcionales, cuando el interés de la
sociedad lo exija, la limitación o suspensión del derecho de preferencia en la suscripción
de nuevas acciones, bajo las condiciones siguientes:
 Que su consideración se incluya en el orden del día.
 Que se trate de acciones a integrarse con aportes en especie o que se den en pago de
obligaciones preexistentes.

La suspensión o limitación del derecho de preferencia autoriza el ejercicio del derecho


de receso, atento que con ello el accionista puede perder derechos esenciales.

Fuera de los supuestos del art. 197 de la ley 19.550, la sociedad no puede privar al
accionista del derecho de preferencia. Su violación autoriza al accionista a optar por los
siguientes caminos:
1) La acción de nulidad del acuerdo asambleario que dispuso el aumento del capital
social, si la violación del derecho de preferencia surge en ese acto.
2) Exigir judicialmente la cancelación de las suscripciones que le hubieren correspondido.
Empero, si se tratase de acciones entregadas a terceros de buena fe, no podrá
procederse a la cancelación prevista y el accionista perjudicado tendrá derecho a que la
sociedad y los directores solidariamente le indemnicen los daños causados. La
indemnización en ningún caso será inferior al 3ple del valor nominal de las acciones que
hubiera podido suscribir, computándose el monto de la misma en moneda constante
desde la emisión.

Estas acciones deben ser promovidas en el término de 6 meses a partir del vencimiento
del plazo de suscripción y sólo pueden ser intentadas por el accionista perjudicado o
cualquiera de los directores o síndicos.

3) Derecho de receso:
El socio de las S.A no tiene derecho a irse cuando quiera, por lo que el derecho de receso
es excepcional y taxativo en los casos previstos por la ley. Asimismo, para poder tomarse
se requiere la mayoría agravada (mayoría absoluta del capital social. Las acciones
preferidas recuperan 1 voto y las privilegiadas pierden el privilegio).

No cualquier modificación estatuaria otorga a los socios disconformes el derecho de


receso, sino sólo aquella modificación sustancial de la sociedad o que suponga un
cambio fundamental en la posición que el socio tenía en ella. El art. 245 menciona las
siguientes:
 La transformación, prórroga o reconducción, excepto en las sociedades que hacen
oferta pública o cotización de sus acciones.
 La transferencia del domicilio al extranjero.
 El cambio fundamental del objeto.
 La fusión, salvo respecto de la sociedad incorporante.
 La escisión.

También podrán separarse en los casos de aumentos de capital que competan a la


asamblea extraordinaria y que impliquen desembolso para el socio, de retiro voluntario de
la oferta pública o de la cotización de las acciones y de continuación de la actividad de la
sociedad anónima sancionada con la cancelación firme de la oferta pública o cotización.

En las sociedades que hacen ofertas públicas de sus acciones o se hallan autorizadas
para la cotización de las mismas, los accionistas no podrán ejercer el derecho de receso en
los casos de fusión o de escisión, si las acciones que deben recibir en su consecuencia
estuviesen admitidas a la oferta pública o para la cotización, según el caso.
Podrán ejercerlo si la inscripción bajos dichos regímenes fuese desistida o denegada.

Titulares:
El derecho de receso sólo podrá ser ejercido por los accionistas presentes que votaron
en contra de la decisión, dentro del 5to día y por los ausentes que acrediten la calidad de
accionistas al tiempo de la asamblea, dentro de los 15 días de su clausura. Los que se
abstienen de votar no tienen este derecho.
En estos supuestos, el plazo se contará desde que la sociedad comunique la denegatoria
o el desistimiento mediante avisos por 3 días en el diario de publicaciones legales y en uno
de los que tenga mayor circulación en la República.

La voluntad de receder puede notificarse por cualquier medio fehaciente. Una vez que
se informa a la sociedad la voluntad de receder, ya no se es más socio y no se pueden
ejercer las acciones de nulidad.

Caducidad:
Como el ejercicio del derecho de receso implica para la sociedad fuertes desembolsos
dinerarios, la ley permite que una nueva asamblea de accionistas pueda revocar la
decisión asamblearia que originó el derecho de receso.
De esta forma, el derecho de receso y las acciones emergentes caducan si la resolución
que los origina es revocada por asamblea celebrada dentro de los 60 días de expirado el
plazo para su ejercicio por los ausentes.
En este caso, los recedentes readquieren sin más el ejercicio de sus derechos
retrotrayéndose los de naturaleza patrimonial al momento en que notificaron el receso.

Fijación del valor:


Las acciones se reembolsarán por el valor resultante del último balance realizado o que
deba realizarse en cumplimiento de normas legales o reglamentarias.
Su importe deberá ser pagado dentro del año de la clausura de la asamblea que originó
el receso.
Excepto en los casos de retiro voluntario, desistimiento o denegatoria de la oferta
pública o cotización o de continuación de la sociedad en el supuesto del artículo 94, inciso
9), en los que deberá pagarse dentro de los 60 días desde la clausura de la asamblea o
desde que se publique el desistimiento, la denegatoria o la aprobación del retiro
voluntario.

El valor de la deuda se ajustará a la fecha del efectivo de pago.


Nulidad:
Es nula toda disposición que excluya el derecho de receso o agrave las condiciones de su
ejercicio.

4) Derecho de negociación de acciones: Unidad 19

5) Derecho de voto:
Es otro de los derechos inderogables de los socios, pues mediante su ejercicio el socio
participa activamente en el gobierno de la sociedad.
Este derecho está vinculado al derecho de información y debe ser ejercido en forma leal,
debiendo el socio priorizar los intereses sociales a los particulares, absteniéndose de votar
en los casos que tuviese interés contrario a los de la sociedad que integra.

Acciones ordinarias:
Cada acción ordinaria da derecho a 1 voto. El estatuto puede crear clases que
reconozcan hasta 5 votos por acción ordinaria.
El privilegio en el voto es incompatible con preferencias patrimoniales.
No pueden emitirse acciones de voto privilegiado después que la sociedad haya sido
autorizada a hacer oferta pública de sus acciones.
Acciones preferidas:
Las acciones con preferencia patrimonial pueden carecer de voto, excepto para las
materias incluidas en el cuarto párrafo del artículo 244 (casos que dan lugar al dcho. de
receso), sin perjuicio de su derecho de asistir a las asambleas con voz.
Tendrán derecho de voto durante el tiempo en que se encuentren en mora en recibir los
beneficios que constituyen su preferencia.
También, lo tendrán si cotizaren en bolsa y se suspendiere o retirare dicha cotización por
cualquier causa, mientras subsista esta situación.

6) Derecho de información:
La fiscalización privada de la sociedad está a cargo de 1 o más síndicos designados por la
asamblea de accionistas. Se elegirá igual número de síndicos suplentes.
Cuando la sociedad estuviere comprendida en el artículo 299 (fiscalización estatal
permanente), excepto su inc. 2., la sindicatura debe ser colegiada en número impar.

Cada acción dará en todos los casos derechos a 1 sólo voto para la elección y remoción
de los síndicos.
Es nula cualquier cláusula en contrario.

Las sociedades que no estén comprendidas en ninguno de los supuestos a que se refiere
el artículo 299, podrán prescindir de la sindicatura cuando así esté previsto en el estatuto.
En tal caso, los socios poseen el derecho de contralor que confiere el artículo 55.
Cuando por aumento de capital resultare excedido el monto indicado la asamblea que
así lo resolviere debe designar síndico, sin que sea necesaria reforma de estatuto.
Unidad 21: Otros títulos negociables emitidos por la sociedad

La sociedad puede emitir distintas clases de títulos, diferentes a las acciones, cuya
naturaleza jurídica es la de títulos de crédito. Es decir, títulos negociables. Éstos no
forman parte del capital social y sus tenedores no son socios sino accionistas.

Los bonos de goce y los bonos de participación:


Los bonos son títulos que puede emitir la sociedad, de naturaleza diferente a las
acciones, y que otorgan a sus titulares el derecho de participar exclusivamente en las
utilidades sociales, que se autorizan a emitir en determinados supuestos.

Tienen características similares a las acciones. Las emite la sociedad, pero no forman
parte del capital. Se los emite para obtener dinero, pero sin necesidad de aumentar el
capital social.
Las S.A son las que pueden emitir bonos según lo dispuesto por su estatuto.

Los bonos se clasifican de la siguiente manera:


 Bonos de goce: Se otorgan a los titulares de acciones totalmente amortizadas.
Dan derecho a participar en las ganancias y, en caso de disolución, en el producido de la
liquidación, después de reembolsado el valor nominal de las acciones no amortizadas.
Además, gozarán de los derechos que el estatuto les reconozca expresamente.

 Bonos de participación: Se emiten a favor de los accionistas por prestaciones que no


sean aportes de capital. Solo dan derecho a participar en las ganancias de ejercicio.
Son emitidos por la sociedad sin que sea necesaria la amortización de acciones y les da
un dividendo al socio de acuerdo a la cantidad de bonos de participación que tenga.

Dentro de esta categoría se incluyen los bonos de participación para el personal de la


sociedad. Las ganancias que les correspondan se computarán como gastos. Son
intransferibles y caducan con la extinción de la relación laboral, cualquiera sea la causa.
También existen los programas de propiedad participada, los cuales dan participación
en un 10% a sus empleados en las ganancias.

Los bonos de participación se abonan contemporáneamente con el dividendo.


La modificación de las condiciones de los bonos requiere la conformidad de los
tenedores de la mayoría absoluta de bonos de la clase respectiva, expresada en asamblea
convocada por la sociedad al afecto.
No se requiere esa conformidad para la modificación referente al número de bonos
cuando se trate de bonos de goce y bonos de participación al personal.

Los debentures:
Los debentures constituyen títulos de deuda que pueden emitir exclusivamente las
sociedades por acciones, siempre y cuando tal emisión estuviere expresamente prevista
en los estatutos y contara con la aprobación de la asamblea extraordinaria.
Así, las S.A y las sociedades en comandita por acciones podrán, si sus estatutos lo
autorizan, contraer empréstitos en forma pública o privada, mediante la emisión de
debentures.

En cuanto a su naturaleza jurídica, se trata de un título valor que incorpora un derecho


de crédito contra la sociedad que lo emite. Ese es un crédito productor de intereses y que
a su vencimiento debe ser reembolsado. Se trata de un título circulatorio.

Hoy en día es de casi nula utilización en la práctica.

Los títulos de debentures deben ser de igual valor y pueden representar más de una
obligación.
Respecto a su forma, pueden ser al portador o nominativos (endosables o no).
La transmisión de los títulos nominativos y de los derechos reales que los graven deben
notificarse a la sociedad por escrito o inscribirse en un libro de registro que deberá llevar
al efecto la sociedad deudora. Surte efecto contra la sociedad y los terceros desde su
notificación. Tratándose de títulos endosables se notificará el último endoso.

Clases de debentures:
Los debentures, por la garantía que otorgan, pueden clasificarse en:

 Debentures con garantía flotante: Aquellos que afectan a su pago todos los derechos,
bienes muebles e inmuebles, presentes y futuros o una parte de ellos, de la sociedad
emisora, y otorgan los privilegios que corresponden a la prenda, a la hipoteca o la
anticresis, según el caso.

No están sometidos a las disposiciones de forma que rigen esos derechos reales. La
garantía se constituye por la manifestación que se inserte en el contrato de emisión y el
cumplimiento del procedimiento e inscripciones de la LGS.

La garantía flotante es exigible si la sociedad:


1. No paga los intereses o amortizaciones del préstamo en los plazos convenidos.
2. Pierde la 1/4 parte o más del activo existente al día del contrato de emisión de los
debentures.
3. Incurre en disolución voluntaria, forzosa, o quiebra.
4. Cesa el giro de sus negocios.

La sociedad conservará la disposición y administración de sus bienes como si no


tuvieren gravamen, mientras no ocurra uno de los casos mencionados anteriormente.
Estas facultades pueden excluirse o limitarse respecto de ciertos bienes en el contrato de
emisión. En este supuesto, debe inscribirse la limitación o exclusión en el registro
correspondiente.

La sociedad que hubiese constituido una garantía flotante, no podrá vender o ceder la
totalidad de su activo, ni tampoco parte de él, si así imposibilitare la continuación del giro
de sus negocios. Tampoco, podrá fusionarse o escindirse con otra sociedad sin
autorización de la asamblea de debenturistas.

Emitidos debentures con garantía flotante, no pueden emitirse otros que tengan
prioridad o deban pagarse pari passu (al mismo nivel) con los primeros, sin
consentimiento de la asamblea de debenturistas.

 Debentures con garantía especial: Aquellos que afectan a su pago bienes


determinados de la sociedad susceptibles de hipoteca.
La garantía especial debe especificarse en el acta de emisión con todos los requisitos
exigidos para la constitución de hipoteca y se tomará razón de ella en el registro
correspondiente.
Les serán aplicables todas las disposiciones que se refieren a la hipoteca, con la
excepción de que esta garantía puede constituirse por el término de 40 años. La
inscripción que se haga en el registro pertinente surte sus efectos por igual término.

 Debentures con garantía común: Son aquellos cuyos titulares cobrarán sus créditos en
igualdad de condiciones con los acreedores quirografarios.

La emisión cuyo privilegio no se limite a bienes inmuebles determinados, se considerará


realizada con garantía flotante.

Por otro lado, los debentures pueden clasificarse en:


 Debentures simples: Otorgan sólo derecho a la devolución del préstamo con sus
intereses.
 Debentures convertibles en acciones: Otorgan la posibilidad a su beneficiario de
percibir su crédito o convertirse en accionista de la sociedad emisora.

Contrato de fideicomiso:
La sociedad que decide emitir debentures debe celebrar con un banco un contrato de
fideicomiso para que tome a su cargo:
 La gestión de las suscripciones.
 El contralor de las integraciones y su depósito, cuando corresponda.
 La representación necesaria de los futuros debenturistas.
 La defensa conjunta de sus derechos e intereses durante la vigencia del empréstito
hasta su cancelación total.

El contrato que se otorgará por instrumento público, se inscribirá en el Registro Público


y contendrá:
1. La denominación y domicilio de la sociedad emisora.
2. El monto del capital suscripto o integrado a la fecha del contrato.
3. El importe de la emisión, naturaleza de la garantía, tipo de interés, lugar de pago y
demás condiciones generales del empréstito.
4. Los derechos y obligaciones de los suscriptores.
5. La designación del banco fiduciario y la aceptación de éste.
6. La retribución que corresponda al fiduciario, la que estará a cargo de la sociedad
emisora.

Cuando se recurra a la suscripción pública el contrato se someterá a la autoridad de


contralor. En estos casos, la sociedad confeccionará un prospecto que debe contener:
1. Las especificaciones del artículo 336 y la inscripción del contrato de fideicomiso en el
Registro Público.
2. La actividad de la sociedad y su evolución.
3. Los nombres de los directores y síndicos.
4. El resultado de los 2 últimos ejercicios, si no tiene antigüedad menor, y la transcripción
del balance especial a la fecha de autorización de la emisión.
Los directores, síndicos y fiduciarios son solidariamente responsables por la exactitud de
los datos contenidos en el prospecto.
Las decisiones se toman en la asamblea de debenturistas, la cual es presidida por un
fiduciario y se regirá en cuanto a su constitución, funcionamiento y mayoría por las
normas de la asamblea ordinaria de la sociedad anónima.

La exigencia de que el fiduciario sea una institución bancaria rige obligatoriamente sólo
para el período de emisión y suscripción. Posteriormente, la asamblea de debenturistas
puede designar a cualquier persona siempre y cuando no sean los directores, integrantes
del consejo de vigilancia, síndicos o empleados de la sociedad emisora, ni quienes no
puedan ser directores, integrantes del consejo de vigilancia o síndicos de sociedades
anónimas.
Tampoco podrán ser fiduciarios los accionistas que posean la vigésima parte o más del
capital social.

El fiduciario tiene, como representante legal de los debenturistas, todas la facultades y


deberes de los mandatarios generales, y de los especiales.

El fiduciario en los casos de debentures con garantía común o con garantía flotante,
tiene siempre las siguientes facultades:
1. Revisar la documentación y contabilidad de la sociedad deudora.
2. Asistir a las reuniones del directorio y de las asambleas con voz y sin voto.
3. Pedir la suspensión del directorio cuando:
 No hayan sido pagados los intereses o amortizaciones del préstamo después de 30
días de vencidos los plazos convenidos.
 La sociedad deudora haya perdido la 1/4 parte del activo existente al día del
contrato de emisión.
 Se produzca la disolución forzosa o la quiebra de la sociedad.

En todos estos casos, el juez, a pedido del fiduciario y sin más trámite, dispondrá la
suspensión del directorio y nombrará en su reemplazo al o a los fiduciarios, quienes
recibirán la administración y los bienes sociales bajo inventario.

El fiduciario puede continuar el giro de los negocios de la sociedad deudora sin


intervención judicial y con las más amplias facultades de administración, incluso la de
enajenar bienes muebles o inmuebles o realizar la liquidación de la sociedad de acuerdo
con lo que resuelva la asamblea de debenturistas que se convocará al efecto.

El directorio suspendido puede promover juicio en el término de 10 días de notificado,


para probar la inexactitud de los fundamentos alegados por el fiduciario.
Promovida la acción, no podrá resolverse la liquidación hasta que no exista sentencia
firme y el fiduciario debe limitarse a los actos de conservación y administración ordinaria
de los bienes de la sociedad deudora.

Si la sociedad que hubiere emitido debentures con garantía flotante o común fuere
declarada en quiebra, el fiduciario será liquidador coadyuvante necesario de la misma.
El fiduciario puede ser removido sin causa por resolución de la asamblea de
debenturistas. También puede serlo judicialmente, por justa causa, a pedido de un
debenturista.

Si se trata de debentures emitidos con garantía especial las facultades del fiduciario se
limitan a ejecutar la garantía en caso de mora en el pago de los intereses o de la
amortización.

Debentures convertibles:
Cuando los debentures sean convertibles en acciones:
1. Los accionistas, cualquiera sea su clase o categoría, gozarán de preferencia para su
suscripción en proporción a las acciones que posean, con derecho de acrecer.
2. Si la emisión fuere bajo la par la conversión no podrá ejecutarse en desmedro de la
integridad del capital social.
3. Pendiente la conversión, está prohibido: amortizar o reducir el capital, aumentarlo por
incorporación de reservas o ganancias, distribuir las reservas o modificar el estatuto en
cuanto a la distribución de ganancias.
Obligaciones negociables:
Las obligaciones negociables son títulos de crédito, valores negociables. Cuando nos
referimos a una obligación negociable podemos decir que es la promesa asumida por la
persona jurídica que la emite de pagar una suma de dinero a las personas físicas o
jurídicas que le prestaron fondos a cambio de una determinada retribución (tasa de
interés) durante el tiempo convenido.
La ley de Obligaciones Negociables es la ley 23.962.

Pueden ser emitidas por sociedades por acciones, cooperativas, asociaciones civiles
constituidas en el país y sucursales de sociedades por acciones extranjeras.
Las obligaciones negociables pueden emitirse con cláusula de reajuste de capital
conforme a pautas objetivas de estabilización y pueden otorgar un interés fijo o variable.

Se establece para las obligaciones negociables un régimen de libertad de salida y regreso


del país.
Se reglamenta en forma más minuciosa y detallada el régimen de obligaciones
convertibles en acciones, cuya opción es otorgada exclusivamente al obligacionista para
convertirse en titular de acciones de la sociedad emisora.

Se flexibiliza el régimen de emisión de las obligaciones negociables, cuando éstas son


emitidas por sociedades por acciones o cooperativas, en las cuales a diferencia de los
debentures, NO se requiere la autorización de los estatutos o su modificación en caso
contrario.
En tales entidades, la emisión de obligaciones negociables puede ser resuelta por una
asamblea general ordinaria, salvo las obligaciones convertibles en acciones, cuya emisión
es competencia de las asambleas extraordinarias (excepto las sociedades autorizadas a
hacer oferta pública de sus acciones).

No es obligatorio para la sociedad emisora recurrir a una institución bancaria o


financiera mediante la celebración de un contrato de fideicomiso, para la defensa de los
derechos o intereses que colectivamente correspondan a los obligacionistas. Aun
recurriendo a dichas instituciones, éstas no tienen las exorbitantes facultades que la ley
19.550, en materia de debentures, pone en manos del fiduciario.
Por el contrario, la ley 23.962 prefiere otorgar a los obligacionistas la vía ejecutiva
contra la sociedad emisora para reclamar el capital, actualizaciones o intereses y para
ejecutar las garantías otorgadas, sin agregar más privilegios que los estrictamente
reservados por nuestro ordenamiento positivo a cualquier acreedor.

Es también ponderable en la ley 23.962 el equilibrio logrado para no restringir ni afectar


las facultades de reorganización de la sociedad emisora, sin lesionar los intereses de los
obligacionistas, a quienes se les otorga, frente a determinados supuestos el ejercicio de
ciertos derechos.
De tal manera, se requiere el consentimiento de los obligacionistas en caso de retiro de
oferta pública o cotización de las obligaciones o de las acciones, cuando aquéllas fueren
convertibles con derecho al reembolso para los obligacionistas disconformes o ausentes,
que deberán ejercerse en la forma y los plazos previstos para el derecho de receso por los
accionistas.
En los casos de fusión y escisión de la emisora, se declara que el titular de las
obligaciones no convertibles tiene derecho de ser reembolsado o suficientemente
garantizado.

Se prevé la emisión de obligaciones negociables no incorporadas a títulos, adaptando


para éstas el régimen de las acciones escriturales. Asimismo, se incorporan
importantísimos beneficios fiscales, de los cuales carecía la regulación prevista por la ley
19.550 en materia de debentures.

En el supuesto de decidirse la conversión de las obligaciones negociables en acciones,


los accionistas que no estuvieran de acuerdo con tal decisión, pueden ejercer el derecho
de receso. En este caso, también hay derecho de preferencia.
Unidad 22: La asamblea

Concepto y características:
Puede definirse a la asamblea como la reunión de los accionistas convocada y celebrada
de acuerdo a la ley y los estatutos, para considerar y resolver sobre los asuntos indicados
en la convocatoria.

Son características de las asambleas de accionistas:


1. Es el órgano de gobierno de la sociedad, lo cual implica que no es asamblea cualquier
reunión de accionistas, sino aquélla que es convocada y celebrada conforme a la ley y
los estatutos con todas las formalidades legales y cuyas decisiones, obtenidas a través
del régimen de mayorías, son obligatorias para todos los integrantes de la sociedad. Se
le atribuye a la asamblea las consecuencias y efectos que se deriven de tales acuerdos.

2. Es un órgano no permanente de la sociedad, en el sentido que no funciona


ininterrumpidamente durante toda la existencia de la sociedad, sino cuando es
convocada por el órgano de administración de la compañía. Éste deberá hacerlo 1 vez
por año, dentro de los 4 meses del cierre del ejercicio, para considerar los balances y
estados contables, la política de ganancias, la gestión de los directores y síndicos y su
remuneración.
El incumplimiento de esta expresa directiva es suficiente causal de remoción de los
integrantes de los órganos de administración y fiscalización de la sociedad.

3. Sus facultades son indelegables, por cuanto su competencia es exclusiva y no puede


ser suplida por decisiones de otros órganos de la sociedad. De la misma manera, la
asamblea de accionistas no puede invadir esferas reservadas a otros órganos sociales,
generando los vicios de competencia nulidades absolutas, inconfirmables e
imprescriptibles.

4. La validez de sus decisiones implica el respeto de la legalidad en todas y cada una de


las etapas formativas de la voluntad social. La asamblea de accionistas es un acto
formal ad solemnitatem.

5. Sus decisiones, en tanto respeten el estatuto y el ordenamiento legal, son obligatorias


para todos los accionistas, que deben acatar la decisión de la mayoría y deben ser
cumplidas por el directorio.

Principios de la Asamblea: 1) Principio mayoritario de gobierno 2) Interés social 3)


Legalidad.

Clases de asambleas:
Las asambleas pueden clasificarse de la siguiente manera:
Por los accionistas que participan:
 Asambleas generales o universales: A las cuales deben asistir, deliberar y votar todos
los accionistas de la sociedad. Participan todos los socios, de todas las clases.
 Asambleas especiales: En las cuales sólo participan los integrantes de determinada
clase de accionistas, cuando tales “clases” o “categorías” fueron creadas en el
estatuto.

Por los temas que se consideran, los actos asamblearios se dividen en:
 Asamblea ordinaria: Aquella encargada de considerar y resolver los siguientes
asuntos:
1. Balance general, estado de los resultados, distribución de ganancias, memoria e
informe del síndico. En general, toda otra medida relativa a la gestión de la sociedad
que le competa resolver conforme a la ley y el estatuto o que sometan a su decisión el
directorio, el consejo de vigilancia o los síndicos.
2. Designación y remoción de directores y síndicos miembros del consejo de vigilancia y
fijación de su retribución.
3. Responsabilidad de los directores y síndicos y miembros del consejo de vigilancia.
4. Aumentos del capital dentro del quíntuplo de su valor, si así estuviere autorizado en el
estatuto.

Para considerar los puntos 1) y 2) será convocada dentro de los 4 meses del cierre del
ejercicio.

 Asambleas extraordinarias: Aquella encargada de considerar y resolver los todos los


asuntos que no sean de competencia de la asamblea ordinaria, la modificación del
estatuto y en especial:
1. Aumento de capital, salvo el supuesto del artículo 188.
2. Reducción y reintegro del capital.
3. Rescate, reembolso y amortización de acciones.
4. Fusión, transformación y disolución de la sociedad; nombramiento, remoción y
retribución de los liquidadores; escisión; consideración de las cuentas.
5. Limitación o suspensión del derecho de preferencia en la suscripción de nuevas
acciones conforme al artículo 197.
6. Emisión de debentures y su conversión en acciones.
7. Emisión de bonos.

Existen también las llamadas asambleas “unánimes”, que son aquellas que NO son
convocadas por medio de edictos y a las cuales deben comparecer todos los accionistas,
resolviendo por unanimidad de las acciones con derecho a voto cada uno de los puntos
del orden del día.
Son de muy frecuente celebración en las sociedades anónimas cerradas o de familia.
Para Nissen la unanimidad en la adopción de la correspondiente decisión asamblearia no
es un requisito necesario, bastando la presencia de todos los accionistas. Pero lo cierto es
que la ley dispone la unanimidad para que de esta forma la minoría no se vea perjudicada.

Podría nombrarse como clase de asamblea a la asamblea constitutiva, la cual tiene lugar
cuando la formación de la S.A no es por suscripción pública.

Etapas para la adopción de decisiones asamblearias:


La doctrina nacional las resume en 3 etapas:

1) Requisitos de convocatoria:
La convocatoria debe ser efectuada por el órgano competente de la sociedad, que por
regla general es el directorio.
También, se encuentra legitimado para proceder a la convocatoria el órgano de
fiscalización (sindicatura o consejo de vigilancia) cuando lo juzgue necesario si se trata de
una asamblea extraordinaria o cuando omitiere hacerlo el directorio si se trata de una
asamblea ordinaria o asambleas especiales.

Del mismo modo, cualquier accionista está habilitado para requerir al directorio la
convocatoria a asamblea de accionistas, siempre y cuando el peticionante tuviera una
participación accionaria de cuanto menos del 5% del capital social, si los estatutos no
fijaran una representación menor. En este supuesto la petición indicará los temas a tratar
y el directorio o el síndico convocará la asamblea para que se celebre en el plazo máximo
de 40 días de recibida la solicitud.

La omisión por parte del directorio o de la sindicatura para proceder a la convocatoria


solicitada por el accionista, da derecho para que éste la solicite judicial o
administrativamente, a través de la autoridad de control, sin perjuicio de configurar tal
actuación suficiente causal de remoción de los integrantes de aquéllos órganos.

La ley 19.550 no contempla la posibilidad de que la asamblea de accionistas pueda


autoconvocarse, pero sí lo hace el art. 158 del CCCN, para todas las personas jurídicas, al
disponer que los miembros que deban participar en una asamblea o los integrantes del
consejo, pueden autoconvocarse para deliberar, sin necesidad de citación previa. Las
decisiones que se tomen son válidas si concurren todos y el temario a tratar es aprobado
por unanimidad.
La asamblea autoconvocada al no ser convocada por el órgano de administración o de
fiscalización de la sociedad, se diferencia de la asamblea unánime, la cual cumple con
todos los requisitos formales en cuanto al órgano de convocatoria.

Efectuada la convocatoria por el directorio, requisito del cual no están exentas las
asambleas unánimes, el directorio u órgano de convocante debe proceder a publicar
edictos en el boletín oficial y en un diario de amplia circulación en la República, cuando se
trate de una sociedad incluida en el art. 299 de la LGS.
La publicación del orden del día debe efectuarse por 5 días, con por lo menos 10 de
anticipación a la celebración de la asamblea, y no más de 30 cuando se tratare de
asamblea en primera convocatoria. Deberá mencionarse el carácter de la asamblea, fecha,
hora y lugar de reunión, orden del día, y los recaudos especiales exigidos por el estatuto
para la concurrencia de los accionistas.

La asamblea en segunda convocatoria, por haber fracasado la primera, deberá


celebrarse dentro de los 30 días siguientes de fracasado el acto asambleario en primera
convocatoria.
Las publicaciones se harán por 3 días con 8 de anticipación como mínimo.

El estatuto puede autorizar ambas convocatorias simultáneamente, excepto para las


sociedades que hacen oferta pública de sus acciones, en las que esta facultad queda
limitada a la asamblea ordinaria.
En el supuesto de convocatorias simultáneas, si la asamblea fuere citada para el mismo
día, la celebración del acto en segunda convocatoria deberá hacerse con un intervalo no
inferior a 1 hora de la fijada para la primera.

2) Requisitos de reunión:
Los accionistas que pretendan participar en la asamblea de accionistas deben comunicar
su voluntad de asistencia con no menos de 3 días de anticipación a la fecha de celebración
de la asamblea, por medio fehaciente, para su inscripción en el libro de Registro de
Accionistas y Asistencia a Asambleas.

Como consecuencia de la ley 24.587 que convirtió de pleno derecho a todas las acciones
en títulos nominativos no endosables, no rige más la obligación del art. 238 de la LGS
conforme al cual, los propietarios de acciones al portador o de acciones escriturales
debían depositar en la sociedad sus acciones o un certificado de depósito o constancia de
las cuentas de acciones escriturales respectivamente, librado al efecto por un banco, caja
de valores u otra institución autorizada, para su registro en el libro de asistencia a las
asambleas, con no menos de 3 días hábiles de anticipación al de la fecha fijada.
La sociedad les entregaba los comprobantes necesarios de recibo, que servirán para la
admisión a la asamblea.
Hoy en día, basta la comunicación fehaciente a la compañía dando noticia de la
voluntad de cada accionista de participar en la asamblea.

Antes de comenzar el acto asambleario, los accionistas o sus representantes que


concurran a ella firmarán el libro de asistencia en el que se dejará constancia de sus
domicilios, documentos de identidad y número de votos que les corresponda.
Dicho registro es de libre consulta por todos los accionistas, quienes tienen derecho a
solicitar copia del mismo.

La asamblea sólo puede sesionar válidamente si se reúne el quórum previsto por la LGS y
los estatutos sociales. El quórum es el número mínimo de accionistas requerido para
sesionar, el cual varía de acuerdo con la clase de asamblea o la naturaleza del asunto a
considerar.

La constitución de la asamblea ordinaria en primera convocatoria, requiere la presencia


de accionistas que representen la mayoría absoluta (mitad + 1) de las acciones con
derecho a voto.
El legislador ha intentado favorecer la celebración de las asambleas de accionistas y ha
previsto la posibilidad de que el quórum pueda ser reducido en una segunda convocatoria.
Así, en la segunda convocatoria la asamblea se considerará constituida cualquiera sea el
número de esas acciones presentes. Para que esta asamblea fracase, no debe haber
ningún socio.

En materia de asambleas extraordinarias, el quórum es más riguroso. Se reúne en


primera convocatoria con la presencia de accionistas que representen el 60 % de las
acciones con derecho a voto, si el estatuto no exige quórum mayor.
En la segunda convocatoria, se requiere la concurrencia de accionistas que representen
el 30 % de las acciones con derecho a voto, salvo que el estatuto fije quórum mayor o
menor.

Las asambleas deben realizarse en la sede o en el lugar que corresponda a jurisdicción


del domicilio social.

3) Requisitos de deliberación y voto:


Los accionistas pueden hacerse representar en las asambleas por medio de un mandato
especial. No pueden ser mandatarios los directores, los síndicos, los integrantes del
consejo de vigilancia, los gerentes y demás empleados de la sociedad.
Es suficiente el otorgamiento del mandato en instrumento privado, con la firma
certificada en forma judicial, notarial o bancaria, salvo disposición en contrario del
estatuto.

Asimismo, resulta válido el poder otorgado por el accionista en presencia del síndico o
del directorio de la sociedad, aun cuando la firma de éste no contuviere ninguna
certificación o cuando existiere certeza absoluta de que la firma inserta en el poder
pertenece de puño y letra al accionista otorgante.

Las asambleas serán presididas por el presidente del directorio o su reemplazante, salvo
disposición contraria del estatuto. En su defecto, por la persona que designe la asamblea.
Cuando la asamblea fuere convocada por el juez o la autoridad de contralor, será
presidida por el funcionario que éstos designen.

Los directores, los síndicos y los gerentes generales tienen derecho y obligación de asistir
con voz a todas las asambleas. Sólo tendrán voto en la medida que les corresponda como
accionistas. Es nula cualquier cláusula en contrario.

La asamblea puede pasar a cuarto intermedio por 1 vez, a fin de continuar dentro de los
30 días siguientes. Sólo podrán participar en la reunión los accionistas que habían asistido
a la primera parte del acto asambleario. Las decisiones adoptadas antes de pasar a cuarto
intermedio son obligatorias y ejecutables por el directorio incluso antes de su
reanudación.
Se confeccionará acta de cada reunión.

Durante la celebración del acto asambleario, todos los accionistas gozan del derecho de
voz, incluso los titulares de acciones preferidas sin derecho a voto. Asimismo, gozan del
derecho de voz los directores no accionistas, los síndicos o miembros del consejo de
vigilancia y los gerentes generales, los cuales no obstante, no pueden votar en las
decisiones vinculadas con la aprobación de sus actos de gestión. Tampoco, lo pueden
hacer en las resoluciones atinentes a su responsabilidad o remoción con causa.

El accionista o su representante que en una operación determinada tenga por cuenta


propia o ajena un interés contrario al de la sociedad, tiene obligación de abstenerse de
votar los acuerdos relativos a aquélla.
Si contraviniese esta disposición, será responsable de los daños y perjuicios, cuando sin
su voto no se hubiera logrado la mayoría necesaria para una decisión válida.

En cuanto a los efectos del orden del día, es nula toda decisión sobre materias extrañas
a las incluidas en el orden del día, salvo:
1. Si estuviere presente la totalidad del capital y la decisión se adopte por unanimidad de
las acciones con derecho a voto.
2. La promoción de acciones de responsabilidad contra los directores o síndicos, cuando
ella es consecuencia directa de una resolución incluida en el orden del día.
3. La elección de los encargados de suscribir el acta.

Las decisiones o acuerdos asamblearios para ser válidos deben reunir las mayorías
previstas legalmente:
 Si se trata de asambleas ordinarias, ellos podrán ser tomados por mayoría absoluta de
los votos presentes que puedan emitirse en la respectiva decisión, salvo cuando el
estatuto exija mayor número.
 Si se trata de asambleas extraordinarias, las resoluciones serán tomadas por mayoría
absoluta de los votos presentes que puedan emitirse en la respectiva decisión, salvo
cuando el estatuto exija mayor número.

Debe destacarse que hay determinados casos a los cuales la ley 19.550 llama “supuestos
especiales”, en donde la mayoría se adopta de una manera diferente, requiriéndose el
voto favorable de la mayoría de acciones con derecho a voto, sin aplicarse la pluralidad de
voto. Asimismo, se computa el voto de los titulares de acciones preferidas sin derecho a
voto.
Es decir, todos los accionistas tienen 1 voto por acción: las acciones privilegiadas pierden
el privilegio y las acciones preferidas recuperan 1 voto.

Son los casos de transformación, prórroga o reconducción (excepto en las sociedades


que hacen oferta pública o cotización de sus acciones), disolución anticipada de la
sociedad, transferencia del domicilio al extranjero, cambio fundamental del objeto y
reintegración total o parcial del capital, fusión y la escisión, salvo respecto de la sociedad
incorporante.

En principio, la ley excluye la unanimidad para la adopción de acuerdos asamblearios.


Ésta sólo se requiere para el caso de reconducción de la sociedad si es decidida luego de
inscripta la designación del liquidador en el Registro Público.
Se trata de la asamblea unánime sin distinción de tipos, que constituye el único caso en
el que la ley exige una determinada clase de asamblea, cualquiera sea el tipo social, ante
una circunstancia particular.

Clausurado el acto asambleario, el director debe labrar acta de lo allí acontecido. Dicha
acta debe resumir las manifestaciones hechas en la deliberación, las formas de las
votaciones y sus resultados con expresión completa de las decisiones.
El acta debe estar confeccionada y firmada dentro de los 5 días por el presidente y los
socios designados al efecto (2). Cualquier accionista puede solicitar a su costa, copia
firmada del acta.

Efectos de las decisiones asamblearias:


El principio general es que las decisiones asamblearias adoptadas conforme a la ley y al
estatuto son obligatorias para todos los accionistas y deben ser cumplidas por el
directorio.
Empero, este principio puede sufrir las siguientes excepciones:

1) Si un accionista ejerciera el derecho de receso.

2) Si se plantea la acción de impugnación de acuerdos sociales (Art. 251):


Toda resolución de la asamblea adoptada en violación de la ley, el estatuto o el
reglamento, puede ser impugnada de nulidad por los accionistas que no hubieren votado
favorablemente en la respectiva decisión y por los ausentes que acrediten la calidad de
accionistas a la fecha de la decisión impugnada.
Los accionistas que votaron favorablemente pueden impugnarla si su voto es anulable
por vicio de la voluntad.
También pueden impugnarla los directores, síndicos, miembros del consejo de vigilancia
o la autoridad de contralor.

La acción de impugnación de acuerdos sociales (Art. 251) debe ser promovida contra la
sociedad, por ante el Juez de su domicilio, dentro de los 3 meses de clausurada la
asamblea. Este plazo es de caducidad, no de prescripción. Pasa ese tiempo y pierdo el
derecho. Los días se computan de acuerdo a la cantidad real de días que tenga el mes del
que se trate, no son 90 días.
En el caso de falsa causa en la decisión asamblearia adoptada, el plazo de prescripción
de la acción correspondiente se somete al derecho común que es de 2 años.

La promoción de esta acción, que reviste siempre el carácter de social pues se inicia en
beneficio de la sociedad y no del impugnante, constituye una obligación para los
directores y miembros del órgano de fiscalización.

Cuando la acción sea intentada por la mayoría de los directores o de miembros del
consejo de vigilancia, los accionistas que votaron favorablemente designarán por mayoría
un representante ad hoc, en asamblea especial convocada al efecto. Si no se alcanzare esa
mayoría, el representante será designado de entre ellos por el juez. Ello es para evitar que
quien demanda a la sociedad sea la misma persona que la representa.

Causas que invalidan la asamblea:


1. Inexistencia o irregular convocatoria, celebración o instrumentación. Si lo ataco, es
susceptible de nulidad absoluta.
2. Falta de competencia del órgano o tratamiento de puntos fuera del orden del día.
3. Falta de quórum.
4. Ilegitimidad de los contenidos.
5. Abuso de las mayorías irrazonablemente lesivas del interés del socio o del interés
social.

La suspensión provisoria de la ejecución de la decisión asamblearia atacada de nulidad:


El art. 252 de la LGS prevé expresamente una medida cautelar que es compatible con la
acción de fondo, consistente en la suspensión de la ejecución de la resolución impugnada,
exigiendo para ello los siguientes requisitos.
 Que sea pedida por la parte impugnante.
 Que no medie perjuicio para terceros.
 Otorgamiento por el actor de garantía suficiente para responder por los daños que
dicha medida pudiere causara la sociedad.
Asimismo y por tratarse de una medida precautoria, son exigibles los requisitos de
verosimilitud del derecho y peligro en la demora.
A pesar de que el legislador no ha previsto un criterio restrictivo por parte de los jueces
para el otorgamiento de esta medida cautelar, como sí lo ha hecho respecto de la
intervención judicial, nuestros tribunales mercantiles han exhibido una incomprensible
estrictez en su otorgamiento que de manera alguna coincide con el espíritu del legislador.

A pesar de que la ley 19.550 no dispone excepciones para esta medida cautelar, se ha
sostenido que hay decisiones asamblearias que no son susceptibles de ser suspendidas,
tales como la aprobación de los balances y estados contables, con el argumento de que tal
acuerdo se agota en sí mismo y que de él no se derivan actos susceptibles de ejecución.
Nissen no está de acuerdo con esta postura, explicando que a partir de los estados
contables aprobados por la asamblea, la sociedad se encuentra habilitada para distribuir
los dividendos y pagar las remuneraciones a los directores.

Revocación del acuerdo impugnado (Art. 254). Las asambleas confirmatorias:


Los accionistas que votaran favorablemente las resoluciones que se declaren nulas,
responden ilimitada y solidariamente de las consecuencias de las mismas, sin perjuicio de
la responsabilidad que corresponda a los directores, síndicos e integrantes del consejo de
vigilancia.

De allí que la ley permite que una asamblea posterior pueda revocar el acuerdo
impugnado de nulidad. Esta resolución surtirá efecto desde entonces y no procederá la
iniciación o la continuación del proceso de impugnación. Subsistirá la responsabilidad por
los efectos producidos o que sean su consecuencia directa.

Sin embargo, la ley 19.550 no prevé el supuesto contrario, esto es, cuando una asamblea
vuelve a tratar y aprobar determinadas cuestiones que ya habían sido aprobadas con
anterioridad, pero que se encontraban cuestionadas en sede judicial o extrajudicial.
Esta manera de proceder fue denominada “ratificación” de asambleas o decisiones
asamblearias, denominación totalmente impropia, por cuanto la ratificación es una figura
legal prevista para los contratos bilaterales donde una parte ratifica lo actuado por otro a
su nombre y ello resulta impensable en el esquema societario, donde una misma persona
jurídica no puede ratificar lo hecho o actuado por ella con anterioridad.

Por el contrario, se trata de un supuesto de confirmación de actos nulos y que supone


un reconocimiento de la invalidez del acto precedente.
En el caso Noel c/ Noel s/impugnación, se dispuso que si bien la LGS es una norma de
orden público, posee normas imperativas, entre las cuales encontramos las normas en
materia de nulidades asamblearias. Así, las nulidades asamblearias son susceptibles de
nulidad relativa y confirmables.
La IGJ reconoce la existencia de las asambleas confirmatorias, las cuales deben reunir
todos los requisitos de las otras asambleas, de modo que no debe tener vicios. El art. 47
de la Resol. Gral. 7/05 cuyo art. 47 expresa:
Si los errores u omisiones afectan en su totalidad o en determinadas resoluciones a una
asamblea de accionistas, reunión de socios u otra forma de acuerdo habilitada por la ley
de fondo, la subsanación o saneamiento del acto afectado, se halle o no inscripto, cuando
resulte posible por la naturaleza del vicio, debe ajustarse a lo dispuesto en materia de
confirmación de actos jurídicos por los artículos 1061 y 1062 del Código Civil (hoy arts. 393
a 395 del CCCN), debiendo efectuarse en cada resolución o acuerdo confirmatorios
referencia específica al anterior que se dispone confirmar.
Si el acto que se confirma no está inscripto, su inscripción debe practicarse
conjuntamente con la del confirmatorio, sin perjuicio de los efectos retroactivos de este
último establecidos por la ley sustancial.

Nulidad de las asambleas y el orden público societario:


Uno de los temas más controvertidos en nuestro derecho societario lo constituye la
inclusión o no, dentro del plazo de 3 meses previsto por el art. 251 de la ley 19.550 de
toda causa de nulidad que pudiera afectar la respectiva asamblea o decisión asamblearia.

Para quienes se enrolan en la teoría de la institución para definir la naturaleza del


contrato de sociedad, colocando el funcionamiento del sujeto de derecho de segundo
grado por encima de las personas que lo integran, el art. 251 es comprensivo de toda
causal de invalidez que pudiera afectar el acto asambleario. De esta manera, niegan la
posibilidad de que, en materia societaria, pudieran existir nulidades absolutas.

Por el contrario, quienes sostienen el carácter contractual de la sociedad, previsto por el


ordenamiento legal como un mero instrumento de concentración de capitales, la norma
del art. 251 de la ley 19.550 sólo comprende las nulidades relativas y no las nulidades
absolutas. Las nulidades absolutas son imprescriptibles y para plantearlas hay que recurrir
al derecho común.
Este criterio ha merecido adhesión casi unánime de nuestra jurisprudencia.

El problema radica en determinar si existe orden público en la protección de los


derechos inderogables de los accionistas o si las normas que custodian tales derechos son
meramente imperativas. Tales derechos son el derecho de aprobación e impugnación de
los estados contables, el derecho de preferencia, el derecho de receso y al voto
acumulativo.
Si bien la LGS es una norma de orden público, posee normas imperativas, entre las
cuales encontramos las normas en materia de nulidades asamblearias. Así las nulidades
asamblearias son susceptibles de nulidad relativa y confirmables.
Nulidad de la asamblea planteada por terceros: Los terceros pueden impugnar la
asamblea, pero no por medio de la acción de impugnación de acuerdos sociales (Art.
251), sino por la vía civil planteando una acción de nulidad absoluta cuando se afecte el
orden público.
El juez interviene de oficio para declarar la nulidad de una asamblea que afecte el orden
público. La autoridad de contralor puede deducir la acción de nulidad, pero no puede
resolverla. Ello queda a cargo del juez.

Justiciabilidad de la decisión asamblearia que aprueba un aumento del capital social:


En el fallo "Pereda, Rafael c/ Pampagro S.A." la Cámara de Apelaciones en lo Comercial
resolvió que la decisión sobre la necesidad, conveniencia y oportunidad del aumento del
capital social constituye una cuestión no justiciable, reservada a la esfera de la política
empresaria, que como principio, y a salvo el caso de arbitrariedad extrema o de
irracionalidad dañosa del cual resulten perjuicios para terceros, debe quedar
exclusivamente reservado a los órganos societarios naturales que tienen competencia real
sobre la materia.

La gravedad de ese precedente resulta sencillamente alarmante, pues convierte al


accionista en prisionero de la voluntad mayoritaria.
Unidad 23: el directorio

Administración y representación de la Sociedad Anónima:


La administración de la S.A está a cargo de un directorio compuesto por 1 o más
directores designados, por regla general, a través de la decisión de la asamblea de
accionistas. También, pueden ser designados por el consejo de vigilancia.

A diferencia de lo que acontece con los restantes tipos societarios, en las S.A. la
administración esta escindida de la representación, la cual corresponde al presidente del
directorio o al vicepresidente, en caso de ausencia o impedimento.
Ello sin perjuicio de que, por vía estatutaria se autorice que la representación de la
sociedad se encuentre a cargo de uno o más directores, pero ello no implica el
desplazamiento del presidente del directorio en el uso de la firma social, que siempre es,
el representante legal de la sociedad y cuya actuación priva sobre otros representantes
estatutarios o convencionales.

A partir de la sanción de la ley 19.550, nuestro ordenamiento societario ha adoptado la


TEORÍA ORGANICISTA, conforme a la cual los directores NO son mandatarios de la
sociedad, sino sus funcionarios. Ergo, NO son terceros los que actúan en nombre de la
compañía, sino la sociedad misma, quienes lo hacen con arreglo a las atribuciones
conferidas en el acto constitutivo.

No es necesario ser accionista para ocupar un cargo en el directorio.


 El directorio puede ser UNIPERSONAL, salvo en las S.A. DEL ART 299, en cuyo caso el
órgano de administración se integrara por lo menos con 3 directores. Las S.A.U., como
consecuencia de su inclusión en aquella norma, deben contar con un directorio de
cuanto menos 3 integrantes.

 Si el directorio es PLURAL sus integrantes deben actuar colegiadamente. Esto es,


sesionar y decidir por mayoría cada uno de los aspectos de la gestión social. Por ello, el
principio general es la responsabilidad solidaria e ilimitada de todos ellos por los
daños y perjuicios sufridos por la sociedad, los accionistas y los 3ros como
consecuencia de su actuación.

El estatuto puede establecer el número de directores que integraran el directorio o


facultar a la asamblea de accionistas para determinar el número de directores en cada
oportunidad en que deba ser renovada su integración.
A este fin, la ley dispone la necesidad de que en el acto constitutivo de la sociedad se
establezca el número máximo y mínimo de directores.

Los directores son reelegibles indefinidamente. El estatuto debe precisar el término por
el cual los directores son elegidos, el que no puede exceder los 3 ejercicios si lo elige la
asamblea o de 5 ejercicios si es elegido por el consejo de vigilancia. Estos son los plazos
máximos, pero el cargo puede durar menos.
Ello no significa que los directores deban dejar el cargo el último día del ejercicio por el
cual fueron designados, sino que deben permanecer en él hasta su efectivo reemplazo,
que por lo general se produce en la asamblea ordinaria que considera los balances y
estados contables correspondientes al período en el cual se desempeñaron, para cuya
convocatoria el directorio cuenta con 4 meses luego de cerrado el ejercicio.

En el caso de silencio del estatuto sobre la duración en el cargo de los directores, se


entiende entonces que el término previsto es el máximo autorizado.

La designación de los directores es revocable exclusivamente por la asamblea y el


estatuto no puede suprimir ni restringir la revocabilidad en el cargo.

El estatuto puede establecer la elección de directores suplentes para subsanar la falta de


directores por cualquier causa. Esta previsión es obligatoria en las sociedades que
prescinden de la sindicatura, pues de existir órgano de control, será éste quien deba
designar a los reemplazantes en caso de vacancia.
Los directores suplentes deben ejercer sus funciones hasta la próxima asamblea, en la
cual se decidirá sobre la nueva composición del directorio

La mayoría absoluta de los directores debe tener domicilio real en la República


Argentina. Sin perjuicio de ello, todos los directores deberán constituir un domicilio
especial en la República, donde será válidas las notificaciones que se les efectúen con
motivo del ejercicio de sus funciones, incluyéndose las relativas a las acciones de
responsabilidad.

Al asumir el cargo, los directores deben prestar una garantía para responder por los
eventuales daños y perjuicios ocasionados como consecuencia de su mala gestión.
El estatuto debe establecer la naturaleza y clase de dicha garantía, pero que nunca
puede consistir en las acciones de la compañía que administran.
La Resol. 7/15 de la IGJ, en su art. 76 expresa:
El monto de la garantía será igual para todos los directores o gerentes, no pudiendo ser
inferior al 60% del monto del capital social en forma conjunta entre todos los titulares
designados. Sin perjuicio de lo expuesto precedentemente, en ningún caso el monto de la
garantía podrá ser inferior (en forma individual) $10.000 ni superior a $50.000, por cada
director o gerente.

Designación de los directores. Elección por clase de acciones. El voto acumulativo:


El principio general establecido por la ley 19.550 para la elección de los directores
consiste en su designación por mayoría absoluta en el seno de la Asamblea Ordinaria,
con la complementación de la posibilidad abierta al voto acumulativo.

Sin embargo, la ley establece otros procedimientos para la designación de directores:


 A través de la elección por categoría o clase de acciones: Cuando existen diversas
clases de acciones, el estatuto puede prever que cada una de ellas elija 1 o más
directores, a cuyo efecto reglamentara la elección.
La remoción de los directores elegidos por categoría de acciones se hará por la asamblea
de accionistas de la clase, salvo que incurra en alguna de las prohibiciones o
incompatibilidades previstas por el art 264 o haya sido dispuesta por asamblea general la
promoción de acciones de responsabilidad contra ellos.

 Por medio del consejo de vigilancia, siempre y cuando el estatuto confiera


expresamente a este órgano tal función:
La revocabilidad de los directores así desganados debe ser efectuada por la asamblea de
accionistas si el estatuto previera tal atribución en favor del consejo de vigilancia. La
remuneración de los directores será fija y la duración en sus funciones podrá extenderse a
5 años.

El voto acumulativo constituye un derecho inderogable que el art. 263 le confiere a todo
accionista para participar en el directorio de la sociedad.
Su esencia radica en dar a la minoría una representación en el órgano de administración,
pero para ello debe ser titular de la cantidad suficiente de acciones, que multiplicadas por
el número de vacantes a llenar, le permita superar el número de votos emitidos por la
mayoría, para cubrir el tercio de las vacantes del órgano de administración.

En otras palabras, la limitación del tercio a que hace referencia el art. 263 significa que
2/3 de los directores de eligen por el sistema de la simple pluralidad de sufragios o
sistema ordinario o plural, y los restantes, pero nunca más de 1/3, se eligen por el sistema
de voto acumulativo.

El sistema de voto acumulativo rige también para la elección de directores suplentes y


puede ser aplicado para la designación de los integrantes del consejo de vigilancia.
Sin embargo, cuando el estatuto prevea la existencia de este órgano de fiscalización, ni
el mecanismo previsto por el art 263, ni el sistema de elección por clase, se aplicaran en la
elección directores, si estos deben ser elegidos por el consejo de vigilancia.

Procedimiento para el ejercicio del voto acumulativo:


1) El o los accionistas que deseen votar acumulativamente deberán notificarlo a la
sociedad, con anticipación no menor de 3 días hábiles a la celebración de la asamblea,
en forma fehaciente.
El accionista debe individualizar las acciones con que se ejercerá ese derecho y si fuesen
al portador, depositando los títulos o el certificado o constancia del banco o institución
autorizada.
Cumplidos tales requisitos, aunque sea por 1 solo accionista, todos quedan habilitados
para votar por este sistema.

2) La sociedad deberá informar a los accionistas que lo soliciten, acerca de las


notificaciones recibidas en tal sentido. Sin perjuicio de ello, y en el seno de la
asamblea, el presidente de ésta debe informar a los accionistas presentes que todos se
encuentran facultados para votar acumulativamente, hayan o no formulado la
votación.

3) Antes de la votación, se informara pública y circunstanciadamente el número de


votos que corresponde a cada accionista presente.

4) Cada accionista que vote acumulativamente tendrá un número de votos igual al que
resulte de multiplicar los que normalmente le hubieren correspondido por el número
de vacantes a elegir.
Podrá distribuirlos o acumularlos en un número de candidatos que NO exceda del 1/3 de
las vacantes a llenar.

5) Los accionistas que voten por el sistema ordinario o plural y los que voten
acumulativamente, competirán en la elección del 1/3 de las vacantes a llenar,
aplicándose a los 2/3 restantes el sistema ordinario o plural de votación.
Los accionistas que no voten acumulativamente lo harán por la totalidad de las vacantes
a cubrir, otorgando a cada uno de los candidatos la totalidad de los votos que les
corresponde conforme a sus acciones con derecho a voto.

6) Ningún accionista podrá votar, dividiendo al efecto sus acciones, en parte


acumulativamente y en parte en forma ordinaria o plural.

7) Todos los accionistas pueden variar el procedimiento o sistema de votación, antes de


la emisión del voto, inclusive los que notificaron su voluntad de votar
acumulativamente y cumplieron los recaudos al efecto.

8) El resultado de la votación será computado por persona.


Sólo se considerarán electos los candidatos votados por el sistema ordinario o plural si
reúnen la mayoría absoluta de los votos presentes.
Sólo se considerarán electos los candidatos votados acumulativamente que obtengan
mayor número de votos, superando a los obtenidos por el sistema ordinario, hasta
completar la tercera parte de las vacantes.
9) En caso de empate entre 2 o más candidatos votados por el mismo sistema, se
procederá a una nueva votación en la que participaran solamente los accionistas que
optaron por dicho sistema.
En caso de empate entre candidatos votados acumulativamente, en la nueva elección no
votaran los accionistas que, dentro del sistema, ya obtuvieron la elección de sus
postulados.

El estatuto no puede derogar el derecho al voto acumulativo, ni reglamentarlo de


manera que dificulte su ejercicio, salvo cuando en el acto constitutivo se haya previsto
expresamente el sistema de elección por clases.
Con la misma filosofía, el directorio no podrá renovarse en forma parcial o escalonada, si
de tal manera se impide el ejercicio del voto acumulativo.

La ley NO impide la existencia de directorios compuestos por uno o dos integrantes,


donde el ejercicio del voto acumulativo en la elección de ellos es imposible pues no hay
tercio de vacantes a llenar. Pero si durante el transcurso de la asamblea, el grupo
mayoritario resolvió reducir el número de integrantes del directorio, ante la voluntad de
uno de los accionistas de ejercer el derecho previsto por el art 263, disminuyendo el
número de directores a uno o dos, tal decisión es nula de nulidad absoluta, por frustrar
de manera definitiva el ejercicio de este derecho inderogable.

Es también nula la sumatoria de los votos emitidos por el sistema ordinario o plural y por
el sistema del voto acumulativo, cuando ellos recaen sobre el mismo candidato, pues tal
manera de proceder implica una maniobra dolosa en perjuicio de la verdadera minoría.

Remuneración de los directores:


La función de director es remunerada y si los estatutos nada dicen sobre ello, es la
asamblea general ordinaria de accionistas quien debe fijar la retribución.
El monto máximo que por todo concepto pueden percibir los miembros del directorio y
del consejo de vigilancia, en su caso, incluidos sueldos y otras remuneraciones por el
desempeño de funciones técnico-administrativas de carácter permanente, no podrá
exceder del 25% de las ganancias.

Empero, el monto del 25% de las ganancias se limitara al 5%, cuando no se distribuyan
dividendos a los accionistas y se incrementará proporcionalmente a la distribución, hasta
alcanzar aquel limite cuando se reparta el total de las ganancias.
A los fines de la aplicación de esta disposición, no se debe tener en cuenta la reducción
en la distribución de dividendos, resultante de deducir las retribuciones del directorio y
del consejo de vigilancia.

En otras palabras:
 Si se distribuyen todas las ganancias, previa deducción de la reserva legal, la asamblea
puede destinar el 25% de ellos para remunerar a los directores.
 Si existen ganancias, pero no se distribuyen, por la necesidad fundada de constituir
reservas facultativas, la remuneración del directorio se limita al 5% de las utilidades,
aumentándose proporcionalmente según el porcentaje de ganancias que se repartan.
 Si hay pérdidas, el directorio nada percibe.

El art. 261 en su último párrafo establece una importante excepción a la norma,


disponiendo que cuando el ejercicio de comisiones especiales o de funciones técnico-
administrativas por parte de uno o más directores, frente a lo reducido o inexistencia de
ganancias imponga la necesidad de exceder los límites prefijados, solo podrán hacerse
efectivas tales remuneraciones en exceso si fuesen expresamente acordadas por la
asamblea de accionistas, a cuyo efecto deberá incluirse el asunto como uno de los puntos
del orden del día.

Prohibiciones e inhabilidades para desempeñar el cargo de directores:


El art. 264 de la LGS dispone que no pueden ser directores ni gerentes a las siguientes
personas:
1. Quienes no pueden ejercer el comercio.
2. Los condenados con accesoria de inhabilitación de ejercer cargos públicos, los
condenados por hurto, robo, defraudación, cohecho emisión de cheques sin fondos y
delitos contra la fe pública, los condenados por delitos cometidos en la constitución,
funcionamiento y liquidación de sociedades. En todos los casos, hasta después de 10
años de cumplida la condena.
3. Los funcionarios de la administración pública cuyo desempeño se relacione con el
objeto de la sociedad, hasta 2 años del cese de sus funciones.

Antiguamente, el Art. 264, inc. 2 de la LGS, prohibía integrar el órgano de administración


a los fallidos por quiebra culpable o fraudulenta. Empero, tal inciso fue derogado
tácitamente por la ley de concursos y quiebras, que ha dejado sin efecto la calificación de
la conducta de los fallidos o sus administradores, por lo que dicho inciso debe
interpretarse en el sentido de que tal prohibición sólo rige para los quebrados hasta su
rehabilitación definitiva.

El directorio, o en su defecto el síndico, por propia iniciativa o a pedido fundado de


cualquier accionista, debe convocar a asamblea ordinaria para la remoción del director o
gerente incluido en las prohibiciones establecidas por el art 264, la cual deberá celebrarse
dentro de los 40 días de solicitada.
Si la remoción fuera denegada cualquier accionista, director o síndico puede requerirla
judicialmente.
Delegación de funciones. La gerencia:
Como principio general, el cargo de director es personal e indelegable. Ello se funda en
la necesidad de evitar que el director, que ha sido elegido por su idoneidad, pueda delegar
su cargo en terceros, desnaturalizando todo el régimen de responsabilidad.

Tanto ha sido el celo del legislador en esta materia, que le prohíbe al director votar por
correspondencia las decisiones del directorio. Pero, en caso de ausencia, podrán autorizar
a otro director a hacerlo en su nombre, siempre que existiera quórum, y su
responsabilidad será la de los directores presentes.

Sin embargo, esta directiva no puede ser interpretada en el sentido de que el directorio
esté imposibilitado de otorgar mandatos para el ejercicio de determinadas funciones o
representar al ente en la celebración de determinados actos. Pero carece de toda validez
el otorgamiento de poderes generales de administración y de disposición de los bienes
sociales en favor de terceros, por implicar ellos una flagrante violación a la clara exigencia
de indelegabilidad de funciones previstas por el legislador.

El art 270 autoriza al directorio a designar gerentes generales o especiales, sean


directores o no, revocables libremente por decisión del directorio, en quienes sólo pueden
delegarse las funciones ejecutivas de la administración.
Los gerentes responden ante la sociedad y los terceros por el desempeño de su cargo en
la misma extensión y forma que los directores y su designación no excluye la
responsabilidad de los directores.

Las facultades del gerente de la S.A. son de administración ordinaria pero nunca de
administración extraordinaria y menos de disposición, careciendo de toda atribución para
contratar en nombre de la sociedad, salvo que hubiese sido otorgado un poder especial en
su favor.

El comité ejecutivo:
Aun cuando su constitución no importa delegación de funciones por parte del directorio,
en la medida que este cuerpo está exclusivamente integrado por directores, el art. 269
permite organizar un comité ejecutivo que tenga a su cargo únicamente la gestión de los
negocios ordinarios de la sociedad.
Su constitución requiere clausula estatutaria permisiva y su fundamento lo constituye
la necesidad de agilizar la toma de decisiones no sólo en las operaciones cotidianas con
terceros, sino en las relaciones internas, ya sea el gobierno del personal, contabilidad de la
empresa, situación impositiva, etc.

El directorio de la sociedad, que es el órgano que designa de entre ellos a los integrantes
del comité ejecutivo, debe vigilar y controlar su actuación, sin perjuicio de ejercer las
demás atribuciones legales y estatutarias que le correspondan.
La organización del comité ejecutivo no modifica las obligaciones y responsabilidades de
los directores.
Funcionamiento del directorio:
El Art. 267 exige la reunión del Directorio por lo menos cada 3 meses, salvo que el
estatuto obligase a un mayor número de reuniones y sin perjuicio de las que se pudieran
celebrar a pedido de cualquier director.
En este caso, la convocatoria será hecha por el presidente del directorio para unirse
dentro del 5to día de recibido el pedido. En su defecto, podrá convocarla cualquiera de los
directores y la convocatoria deberá indicar los temas a tratar.

El directorio es quien debe determinar el contenido de la voluntad de la sociedad. El


presidente solo tiene facultades para declarar y ejecutar las decisiones de ese órgano, y si
bien frente a 3ros la deliberación del directorio y la aprobación de determinada operación
es cuestión intrascendente, quedando obligada la sociedad por la actuación de su
representante legal, la falta de decisión del directorio sobre tal operación es suficiente
argumento para apartarlo del tal cargo y proceder a su remoción del órgano de
administración.

La ley no define cuales son las cuestiones que deben necesariamente ser objeto de
resolución por parte del directorio, pero sí las que deben ser objeto de consideración por
parte del directorio:
1. La delegación de funciones (otorgamiento de poderes) venta de bienes registrables.
2. Operaciones que exceden el giro habitual de los negocios.
3. Convocatoria a asambleas de accionistas.
4. Designación de gerentes e integrantes del comité ejecutivo.
5. Otorgamiento de licencias a los directores.
6. Contrataciones de profesionales, etc.

El estatuto debe reglamentar la constitución y funcionamiento del directorio. El quórum


no podrá ser inferior a la mayoría absoluta de sus integrantes.

Los directores deben actuar con la lealtad exigida por el art. 59 de la LGS y por ello,
cuando tuviere interés contrario al de la sociedad deberá hacerlo saber al directorio y a los
síndicos y abstenerse de intervenir en la respectiva deliberación, so pena de incurrir en la
responsabilidad solidaria e ilimitada por los daños y perjuicios que resultares de su acción
y omisión.

Las decisiones del directorio son impugnables de nulidad cuando ellas violen la ley, el
estatuto o reglamento, afecten el interés social o aprueben un acuerdo que beneficia
exclusivamente a los integrantes del grupo de control. Si bien la ley 19.550 no ha previsto
la acción de impugnación de decisiones del directorio, la doctrina y jurisprudencia han
admitido tal posibilidad en forma uniforme.
Son sujetos legitimados para demandar la nulidad de decisiones del directorio:
 Los accionistas.
 Directores que no contribuyeron a formar tal acuerdo.
 Los integrantes del órgano de fiscalización.

El plazo de prescripción de la acción NO puede ser mayor al previsto para atacar de


nulidad una decisión asamblearia (3 meses) y debe computarse:
 Para los directores o síndicos que hubiesen sido notificados de la celebración de la
reunión, desde el día de su clausura.
 Para los accionistas, desde que tomaron conocimiento de la decisión viciada de
nulidad.
Prohibición de contratar con la sociedad:
El director puede celebrar los contratos que sean de la actividad en que ésta opere,
siempre que se celebren en las condiciones de mercado.
La ley permite dicha contratación, pero sometiéndola a 2 requisitos fundamentales de
validez:
 Que el objeto de dicho contrato se limite a la actividad normal del ente. La fórmula del
legislador se adapta a las prácticas habituales del tráfico mercantil, pues no limita esos
contratos al objeto del ente, sino a su actividad normal, con lo que se evita la nulidad
de determinados contratos que son conexos y necesarios para el giro empresario. Por
ej. los préstamos dinerarios efectuados por el director.
 Que la operación se celebre en las condiciones de mercado.

Los contratos que no reúnan los requisitos del párrafo anterior sólo podrán celebrarse
previa aprobación del directorio o conformidad de la sindicatura si no existiese quórum.
De estas operaciones deberá darse cuenta a la asamblea de accionistas, la cual puede
desaprobar los contratos celebrados, lo que determinará su nulidad y la responsabilidad
solidaria de los directores y síndicos por los daños y perjuicios irrogados a la sociedad.

Actos en competencia:
El director no puede participar por cuenta propia o de terceros, en actividades en
competencia con la sociedad, salvo autorización expresa de la asamblea, so pena de
incurrir en responsabilidad solidaria e ilimitadamente por los daños y perjuicios que
resultaren de su acción u omisión (art. 59).

La ley no circunscribe la prohibición de competir que pesa sobre los directores de las S.A
a las actividades habituales, sino que también comprende a las esporádicas, pues la
lealtad que les exige el art. 59 de la LGS, debe mantenerse durante todo el desempeño del
cargo.

La violación a la prohibición de competir no solo genera responsabilidad al director que


ha infringido el art 273, sino que también constituye justa causa para la remoción del
cargo que desempeña.
Renuncia y remoción de los directores:
Conforme al art. 259 de la LGS, el directorio deberá aceptar la renuncia del director, en
la primera reunión que celebre después de presentada siempre que no afectare su
funcionamiento regular y no fuere dolosa o intempestiva, lo que deberá constar en el
acta pertinente. De lo contrario, el renunciante debe continuar en funciones hasta tanto la
próxima asamblea se pronuncie.

Ello significa que la renuncia del director no surte efectos en tanto no haya sido
aceptada por el directorio y el renunciante debe permanecer en funciones hasta el
pronunciamiento de la próxima asamblea.

Aun cuando el art. 259 no establece sanción expresa al incumplimiento del directorio de
expedirse sobre la renuncia presentada, debe necesariamente interpretarse que la
omisión del órgano de administración de reunirse dentro del plazo previsto por el art. 267
(1 vez cada 3 meses) constituye una concreta manifestación de voluntad en el sentido de
la aceptación de la renuncia, pues frente a la dimisión, el directorio tiene obligación de
expedirse.
El art. 259 consagra un incuestionable derecho del director renunciante a que se
considere de inmediato su renuncia y correlativamente, obtenga un pronunciamiento al
respecto: rechazo o aceptación, explícita o implícita. Por ello, parece inaceptable
convalidar el silencio, la morosidad.

La designación de los directores es revocable exclusivamente por la asamblea de


accionistas, sin necesidad de justificar la causa. El estatuto no puede restringir ni suprimir
la revocabilidad del cargo, lo cual encuentra explicación a los fines de dejar en libertad de
acción a los accionistas para elegir a los administradores que consideren más idóneos.

Cualquier accionista puede demandar la remoción por vía judicial de 1, varios o todos
los directores, pero para ello es necesario que previamente lleven la cuestión al ámbito
interno de la sociedad, denunciando la presunta mala administración de los directores e
invocando las causa, imputadas personalmente.

La promoción de la acción de remoción contra los directores y contra los síndicos o


miembros del consejo de vigilancia no exige la acreditación de los daños y perjuicios
sufridos por la sociedad como consecuencia de su mala gestión, salvo que se acumule a
aquella la acción de responsabilidad.
La acción de remoción se justifica por la sola existencia de actuaciones prohibidas a los
directores, que impliquen violación a los deberes de lealtad y diligencia exigidos a todo
administrador de sociedad comercial, no resultando requisito indispensable la existencia
de perjuicios.
La promoción de la acción de remoción contra directores de la S.A. requiere, además de
la presencia de la sociedad como sujeto pasivo legitimado, la citación personal de ellos al
proceso y oírse le sobre el atribuido mal desempeño.

La decisión asamblearia o judicial que remueve por justa causa a un director implica
automáticamente el cese de sus funciones como gerente de la misma sociedad. Del
mismo modo, la remoción con causa de los directores impide la reelección de los mismos.

Jurisprudencialmente han sido admitidas como justas causas de remoción de los


directores el abandono de la actividad comercial y societaria del ente, así como la falta de
confección de balances y el incumplimiento de la carga de llevar la contabilidad en legal
forma, la falta de convocatoria a asamblea de accionistas, la violación del derecho de
información de los accionistas, la violación del deber de impugnar las asambleas
contrarias a la ley, el estatuto y reglamento, etc.

Responsabilidad de los directores (274):


Los directores de las S.A. responden ilimitada y solidariamente hacia la sociedad, los
accionistas y los 3ros por el mal desempeño de su cargo, según el criterio de lealtad y
diligencia previsto por el art. 59 de la LGS. Así como por la violación de la ley, estatuto o el
reglamento y por cualquier otro daño producido por dolo, abuso de facultades o culpa
grave.

Si bien por aplicación de la teoría del órgano, los actos reprochables de los directores se
imputan a la sociedad en cuanto a sus consecuencias patrimoniales, ello de manera alguna
descarta la responsabilidad de aquéllos frente a la sociedad, sus accionistas o terceros,
pues el elemento psicológico que la persona física aporta al órgano del ente colectivo que
integra, constituye el fundamento de la responsabilidad personal de los directores por las
consecuencias dañosas que, en definitiva produce el comportamiento social.
La responsabilidad de los integrantes del directorio surge así como una responsabilidad
coexistente o complementaria al de la sociedad.

Al ser el directorio un órgano colegiado, la responsabilidad de sus integrantes nace con


su mera integración. La responsabilidad solidaria e ilimitada de los directores es
consecuencia del carácter colegiado del órgano, que impone a cada uno de sus
integrantes un deber de vigilancia o control de la totalidad de la gestión empresaria y la
invocación de no haber tenido injerencia en la administración de los negocios sociales no
entraña causal exculpatoria alguna.

La imputación de responsabilidad solidaria e ilimitada de los directores solo se


encuentra limitada cuando se hubieran asignado funciones en forma personal de
acuerdo con lo establecido en el estatuto, reglamento o decisión asamblearia y se haya
inscripto tal asignación en el Registro Público.
Ello no implica necesariamente la desvinculación del director por las consecuencias de
actuaciones sociales dañosas acaecidas en áreas de la empresa donde aquél no
desempeñara funciones, sino simplemente que la imputación de la responsabilidad la hará
el juez atendiendo a la actuación individual, siempre y cuando, la asignación particular de
funciones se hubiera inscripto en los registros mercantiles.

Jurisprudencialmente, se han establecido como causales generadores de


responsabilidad por ej. la venta a precio vil de bienes sociales, la realización total del
activo sin transitar por la etapa liquidatoria, el abandono de funciones, entre otras.

Las acciones de responsabilidad:


Las acciones de responsabilidad contra los directores de las S.A. se clasifican en sociales
e individuales.

En principio, la acción social de responsabilidad corresponde a la sociedad, previa


resolución de la asamblea de accionistas, que puede ser adoptada aunque no conste el
orden del día, si es consecuencia directa de la resolución del asunto incluido en este.
Tal resolución producirá la remoción del director o directores afectados y obligará a su
reemplazo.

Si la promoción de la acción social resuelta por la asamblea no fuera iniciada por la


sociedad dentro del plazo de 3 meses contados desde la fecha del acuerdo, cualquier
accionista puede promoverla, sin perjuicio de la responsabilidad que resulte del
incumplimiento de la medida ordenada.

La acción social de responsabilidad también puede ser iniciada por cualquier accionista
que se hubiera opuesto a la aprobación de la gestión de los directores imputados de mal
desempeño de su cargo.
La promoción de la acción social uti singuli esto es, por los accionistas disconformes
con la decisión asamblearia aprobatoria de la gestión, no requiere que aquellos deduzcan
contemporáneamente la acción de nulidad de tal acuerdo, pues basta la simple oposición
en el mismo acto asambleario a la liberación de la responsabilidad de los directores
imputados, siempre y cuando los accionistas que la promuevan reúnan por lo menos el 5%
del capital social, pues para ellos la decisión asamblearia aprobatoria de la gestión de los
directores imputados no es vinculante.
Por el contrario, si el accionista promotor de la acción de responsabilidad no reúne tal
porcentaje accionario, está obligado a acumular esa demanda a la nulidad de la decisión
asamblearia que hubiera aprobado la gestión de los directores demandados.

La acción de responsabilidad individual ha sido otorgada a los accionistas o 3ros los


cuales conservan siempre el ejercicio de ellas contra los directores. Se trata de acciones
encaminadas a defender el patrimonio personal de aquellos por las inconductas de los
directores.
La doctrina y la jurisprudencia mayoritarias han restringido la procedencia de esta acción
al resarcimiento de los daños directos sufridos por el accionista y no a los indirectos,
definidos como el ocasionado al valor de las acciones de las que aquél es titular.

Si bien la promoción de ambas acciones de responsabilidad requieren la configuración


de todos los presupuestos exigidos por la teoría general de la responsabilidad civil
(demostración del incumplimiento o infracción, existencia de un perjuicio patrimonial real
y efectivo y adecuada relación de causalidad entre tal inconducta y el daño causado),
existen grandes diferencias entre ellas, como ser:
 En la acción social, los resultados obtenidos beneficiaran exclusivamente a la
compañía.
 En las acciones individuales de responsabilidad, el sujeto legitimado activamente
(accionista o 3ros) no actúan en representación de la sociedad perjudicada, sino en su
interés particular.
Tales diferencias justifican que, en materia de tasa de justicia y regulación de honorarios,
cuando se trata de acciones sociales de responsabilidad, el juicio debe considerarse como
de monto indeterminado.

En caso de quiebra de la sociedad, la acción de responsabilidad (acción social) puede ser


ejercida por el representante del concurso y en su defecto, se ejercerá por los acreedores
individualmente, siendo inoponible al concurso cualquiera de las formas de extinción de la
responsabilidad.

Las acciones sociales de responsabilidad contra los directores prescriben a los 3 años,
por tratarse de acciones originadas en daños derivados de la responsabilidad civil. Este
plazo de prescripción debe computarse desde que la acción respectiva se encuentra en
condiciones de ser ejercida, ésto es, desde que el director o administrador imputado haya
sido declarado responsable por decisión asamblearia o dentro de los 3 meses de la fecha
de la asamblea si la acción social es ejercida uti singuli por cualquier accionista.

Las acciones individuales de responsabilidad también prescriben a los 3 años de


acaecido el hecho generador de responsabilidad, siendo indiferente desde todo punto de
vista la adopción de acuerdo asamblearios que hubiesen declarado tal responsabilidad.

En el supuesto en que proceda la acción social de responsabilidad en caso de quiebra,


el plazo de prescripción de tal acción es 3 años, pero computados desde la fecha de la
declaración de quiebra, pues quien debe promover la misma es un 3ro (sindico) que ha
sido ajeno al funcionamiento de la sociedad.
Eximición y extinción de la responsabilidad de los directores:
El art. 274 in fine dispone que queda exento de responsabilidad el director que participó
en la deliberación o resolución o que la conoció, si:
 Deja constancia escrita de su protesta y
 Diera noticia al síndico antes de que su responsabilidad se denuncie al directorio, al
síndico, a la asamblea, a la autoridad competente, o se ejerza la acción judicial.

Por otra parte, la responsabilidad de los directores y gerentes respecto de la sociedad,


se extingue por aprobación de su gestión o por renuncia expresa o transacción, resuelta
por la asamblea, si esa responsabilidad no es por violación de la ley, del estatuto o
reglamento y si no media oposición del 5 % del capital social, por lo menos.
La extinción es ineficaz en caso de liquidación coactiva o concursal.
Unidad 24: fiscalización privada y estatal

FISCALIZACIÓN PRIVADA O INTERNA:

Órgano de fiscalización de las sociedades anónimas:


La ley 22.903 que reformó en el año 1983 el texto original de la ley 19.550, modificó
sustancialmente el régimen de control interno de las sociedades por acciones.
Hasta ese momento, toda S.A debía organizar obligatoriamente un órgano de control,
existiendo para los fundadores 2 posibilidades:
 La creación de un consejo de vigilancia, integrado por 3 a 15 accionistas,
designados por la asamblea y libremente revocables.
 La constitución de una sindicatura, que es un órgano profesional, integrado por
abogados, contadores o sociedades civiles integradas por ellos. La sindicatura
puede ser de composición unipersonal o plural (comisión fiscalizadora). Su
existencia es obligatoria cuando la S.A estuviera comprendida en el art. 299 de la
ley 19.550, excepto el supuesto previsto en el inc. 2.

Las modificaciones efectuadas al texto original de la ley 19.550 consistieron en eliminar


la obligatoriedad de la sindicatura para las sociedades no comprendidas en el art. 299, la
cual pasó a ser un órgano optativo, de modo tal que si el estatuto no preveía su
funcionamiento, rige para todos los accionistas el control individual previsto por el art. 55
de la LGS.

El consejo de vigilancia:
Se trata de un órgano de fiscalización colegiado, no profesional, integrado por 3 a 15
accionistas, cuya existencia deberá estar expresamente prevista por el estatuto, el cual
deberá reglamentar su organización y funcionamiento.

La regulación del consejo de vigilancia es deficiente, pues cuando se refiere al


nombramiento de sus miembros, el art 280 establece que serán designados por la
asamblea de accionistas, conforme a los art 262 y 263.
Cuando el estatuto prevea el consejo de vigilancia, los artículos 262 y 263 no se aplicarán
en la elección de directores si éstos deben ser elegidos por aquél.

La ley parece prescribir que, si existiesen diversas clases de acciones, la designación de


los consejeros de vigilancia deberá hacerse por asambleas especiales integradas por los
titulares de cada clase y que, fuera de este supuesto, el nombramiento de ellos deberá
hacerse por asamblea general ordinaria, en donde el voto acumulativo resulta
obligatorio.
La designación de los integrantes del consejo de vigilancia es libremente revocable y
tanto su nombramiento como desvinculación deben inscribirse en el Registro Público.
Los miembros del consejo de vigilancia son reelegibles.

El funcionamiento del consejo de vigilancia, sin perjuicio de su necesaria reglamentación


por el estatuto, se rige en subsidio por las normas de funcionamiento del directorio,
siendo también aplicables para sus integrantes lo dispuesto en materia de renuncia de los
directores, su régimen de remuneración, las incompatibilidades y prohibiciones, la
prohibición de tener interés contrario al de la sociedad y actuar en competencia, así como
el régimen de responsabilidad de los directores.

Son atribuciones y deberes del consejo de vigilancia:


1. Fiscalizar la gestión del directorio: Puede examinar la contabilidad social, los bienes
sociales, realizar arqueos de caja, sea directamente o por peritos que designe; recabar
informes sobre contratos celebrados o en trámite de celebración, aun cuando no
excedan de las atribuciones del directorio. Por lo menos trimestralmente, el directorio
presentará al consejo informe escrito acerca de la gestión social.

2. Convocar a asamblea cuando estime conveniente o lo requieran accionistas que


representen más del 5% del capital social.

3. Aprobar determinada clase de actos o contratos celebrados por los directores,


siempre y cuando el estatuto les otorgue especialmente esta función. La falta de
aprobación por parte del consejo de vigilancia autoriza al directorio a recurrir a la
asamblea de accionistas, pero jamás puede ser invocada esa falta de autorización por
la sociedad para desconocer el cumplimiento de los contratos celebrados por su
representante legal.

4. La elección de los integrantes del directorio, cuando lo establezca el estatuto, sin


perjuicio de su revocabilidad por la asamblea. En este caso, la remuneración de los
directores será fija y la duración en el cargo podrá extenderse a 5 años.

5. Presentar a la asamblea sus observaciones sobre la memoria del directorio y los


estados contables sometidos a consideración de la misma.

6. Designar una o más comisiones para investigar o examinar cuestiones o denuncias


de accionistas o para vigilar la ejecución de sus decisiones.

7. Las demás funciones y facultades atribuidas en la LGS a los síndicos.

Para garantizar el cumplimiento de sus funciones, así como para evitar el abuso de
mayorías, el art 282 dispone que los consejeros disidentes en número no menor de 1/3
podrán convocar la asamblea de accionistas para que ésta tome conocimiento y decida
acerca de la cuestión que motiva su disidencia.

La existencia del consejo de vigilancia no supone necesariamente la eliminación de la


sindicatura, la cual puede coexistir.
Cuando el estatuto organice el consejo de vigilancia, podrá prescindir de la sindicatura.
En tal caso, la sindicatura será reemplazada por auditoría anual, contratada por el consejo
de vigilancia, y su informe sobre los estados contables se someterá a la asamblea, sin
perjuicio de las medidas que pueda adoptar el consejo.

La sindicatura:
La fiscalización privada de la S.A. está a cargo de 1 o más síndicos designados por la
asamblea de accionistas, la cual elegirá igual número de síndicos suplentes.

Cuando la sociedad estuviere comprendida en el art. 299 (excepto su inciso 2.) la


sindicatura debe ser colegiada en número impar.

Las S.A. no comprendidas en el art. 299 pueden prescindir de este órgano, siendo
optativa su constitución, pero el estatuto debe prever especialmente esta prescindencia.
En tal caso, los socios poseen el derecho de control previsto por el art. 55.
Sin embargo, cuando por aumento del capital social el mismo exceda los $10.000.000 la
sindicatura es obligatoria y la asamblea que así lo resuelva debe designar síndico, sin que
sea necesaria la reforma del estatuto.

Las S.A.U. deben contar con una sindicatura plural, con un número no inferior a 3
miembros.

La elección y remoción de los síndicos, si bien deben ser objeto de decisión de la


asamblea ordinaria, conforme a la mayoría previstas por el art 243 (mayoría absoluta de
los votos presentes), presenta algunas particularidades para facilitar la participación de los
accionistas minoritarios en dicho órgano y evitar abusos por parte del grupo de control.
En tal oportunidad, cada acción otorga 1 solo voto, careciendo los titulares de acciones
con derecho a más de un voto del privilegio del voto múltiple, siendo nula cualquiera
clausula en contrario.
Del mismo modo, pese al silencio de la ley, debe concluirse que los titulares de acciones
preferidas sin derecho a voto lo recuperan.

El legislador ha otorgado a los accionistas el derecho de integrar el órgano de


fiscalización, cuando fuere plural en número no inferior a 3, a través del ejercicio del voto
acumulativo.
Si existieran diversas clases de acciones, el estatuto puede autorizar que a cada una de
ellas corresponda la elección de uno o más síndicos titulares e igual número de suplentes,
debiendo el acto constitutivo reglamentar la elección.
El estatuto debe precisar el término por el cual son elegidos los síndicos para el cargo,
que no puede exceder de 3 ejercicios, aunque pueden ser reelegidos. Ellos deben
permanecer en el cargo hasta ser reemplazados.

En caso de vacancia, temporal o definitiva, o de sobrevenir una causa de inhabilitación


para el cargo, el síndico será reemplazado por el suplente que corresponda. De no ser
posible la actuación del síndico suplente, el directorio convocara de inmediato a una
asamblea general o de la clase en su caso, a fin de hacer las designaciones hasta
completar el período.

Requisitos para desempeñarse como síndico:


Se requiere título profesional para integrar este órgano interno de fiscalización. El art.
285 establece que se requiere:
1) Ser abogado o contador público, con título habilitante, o sociedad con responsabilidad
solidaria constituida exclusivamente por estos profesionales. Las sociedades a las que se
refiere el art. 285 solo pueden ser sociedades colectivas, pero no sociedades de ningún
otro tipo de los previstos en la ley.
2) Tener domicilio real en el país.

Inhabilidades e incompatibilidades:
No pueden ser síndicos:
1. Quienes se hallan inhabilitados para ser directores, conforme al artículo 264.
2. Los directores, gerentes y empleados de la misma sociedad o de otra controlada o
controlante.
3. Los cónyuges, los parientes por consanguinidad en línea recta, los colaterales hasta el
cuarto grado, inclusive, y los afines dentro del segundo de los directores y gerentes
generales.

Las inhabilidades e incompatibilidades previstas alcanzan a todos los integrantes de la


sociedad civil, síndico y el solo hecho de que alguno de ellos estuviera incurso en ella
impide que dicha entidad profesional pudiera ejercer tal cargo.

Producida una causal de impedimento durante el desempeño del cargo, el síndico


deberá cesar de inmediato en sus funciones e informar al directorio dentro del término de
10 días a los efectos de convocar al síndico suplente o llamar a asamblea general ordinaria
o de clase, para la nueva elección.
Los síndicos tampoco pueden realizar actos en competencia con la sociedad que
fiscalizan, ni tener interés contrarios a ella, debiendo contratar con la sociedad siempre y
cuando los contratos sean de la actividad en que ésta opere y siempre sean celebrados en
las condiciones del mercado.

Atribuciones y deberes de la sindicatura:


El síndico debe ejercer sus funciones en forma personal, siendo su cargo indelegable.

Derechos y deberes de la sindicatura:


1) Fiscalizar la administración de la sociedad, a cuyo efecto examinará los libros y
documentación siempre que lo juzgue conveniente y, por lo menos, 1 vez cada 3 meses.

2) Verificar en igual forma y periodicidad las disponibilidades y títulos valores, así como las
obligaciones y su cumplimiento; igualmente puede solicitar la confección de balances de
comprobación.

3) Asistir con voz, pero sin voto, a las reuniones del directorio, del comité ejecutivo y de la
asamblea, a todas las cuales debe ser citado.

4) Controlar la constitución y subsistencia de la garantía de los directores y recabar las


medidas necesarias para corregir cualquier irregularidad.

5) Presentar a la asamblea ordinaria un informe escrito y fundado sobre la situación


económica y financiera de la sociedad, dictaminando sobre la memoria, inventario,
balance y estado de resultados.

6) Suministrar a accionistas que representen no menos del 2 % del capital, en cualquier


momento que éstos se lo requieran, información sobre las materias que son de su
competencia.
En esta materia, la sindicatura reemplaza a los accionistas en su derecho de información
sobre la marcha de los negocios sociales.
El limite previsto no es exigible cuando el accionista necesita información para ejercer el
derecho de voto, lo que ocurre en las asambleas ordinarias que consideran los balances y
estados contables.
En esa oportunidad, todos y cada uno de los integrantes de la sociedad, cualquiera sea el
número de acciones que sean titulares, pueden recabar directamente del directorio las
aclaraciones necesarias para emitir su votos en la aprobación o no de tales instrumentos.

El incumplimiento por la sindicatura del deber de informar, además de constituir causal


suficiente de remoción, autoriza al accionista requirente a solicitar judicialmente tales
informes, resultando incluso procedente la designación de un veedor ante la actitud
omisiva del funcionario concursal.
7) Convocar a asamblea extraordinaria, cuando lo juzgue necesario y a asamblea ordinaria
o asambleas especiales, cuando omitiere hacerlo el directorio.

8) Hacer incluir en el orden del día de la asamblea, los puntos que considere procedentes.

9) Vigilar que los órganos sociales den debido cumplimiento a la ley, estatuto, reglamento
y decisiones asamblearias.

10) Fiscalizar la liquidación de la sociedad.

11) Investigar las denuncias que le formulen por escrito accionistas que representen no
menos del 2 % del capital, mencionarlas en informe verbal a la asamblea y expresar acerca
de ellas las consideraciones y proposiciones que correspondan.
Convocará de inmediato a asamblea para que resuelva al respecto, cuando la situación
investigada no reciba del directorio el tratamiento que conceptúe adecuado y juzgue
necesario actuar con urgencia.

El art. 294 no agota las obligaciones de la sindicatura, pues la misma ley, en otras
disposiciones, se encarga de imponer al funcionario sindical otras obligaciones. En tal
sentido, el síndico debe:
1. Hacer un informe fundado sobre la conveniencia de la reducción voluntaria del capital
social.
2. Impugnar las decisiones de la asamblea cuando son contrarias a la ley, estatuto o
reglamento.
3. Convocar a asamblea de accionistas en forma urgente, cuando un director haya
incurrido en prohibiciones o inhabilidades.
4. Exigir la intervención de la autoridad de control, cuando el estado de la sociedad lo
requiera.

La ley no contempla la posibilidad del síndico de solicitar la intervención judicial de la


sociedad. Sin embargo, Nissen considera que a pesar del silencio de la ley, el síndico
societario no puede estar excluido de requerirla, en la medida que:
 Se encuentra facultado para exigir la remoción de los directores en determinados
casos.
 Ello hace a la ejecución de sus funciones de control.

Los derechos de información e investigación administrativa del síndico incluyen los


ejercicios económicos anteriores a su elección.

Remuneración de los síndicos:


La función del síndico es remunerada. Si la remuneración no estuviera determinada por
el estatuto, lo será por la asamblea.
A diferencia del consejo de vigilancia, la retribución de los integrantes de la sindicatura
no está relacionada con las ganancias de la empresa, pues al funcionario sindical no le han
sido atribuidas, directa ni indirectamente, funciones de administración.

La decisión asamblearia que aprobó la remuneración del síndico es impugnable por éste
dentro de los 3 meses de clausurada la asamblea.
La omisión por la asamblea de accionistas autoriza al síndico a reclamarla judicialmente
por tratarse del incumplimiento de una obligación de hacer impuesta al órgano de
gobierno. Prescribe a los 5 años de la clausura que debió fijar su retribución.

Funcionamiento de la sindicatura:
Cuando la sindicatura fuere plural, deberá actuar como órgano colegiado y se
denominara “comisión fiscalizadora”.
El estatuto deberá reglamentar su constitución y funcionamiento, debiendo llevarse un
libro de actas y deberá ser firmada por los asistentes al cierre de cada reunión.

No obstante su carácter colegiado, que obliga a todos los síndicos a respetar las
decisiones de la mayoría, el art 290 establece que tales acuerdos no son vinculantes para
el síndico disidente, quien tendrá los derechos, atribuciones y deberes del art 294.

Renuncia y remoción de los Síndicos:


La designación de los síndicos es revocable solamente por la asamblea de accionistas
que podrá disponerla sin causa siempre que no medie oposición del 5 % del capital social.
Tal requisito, se complementa con la pérdida del voto plural en la elección y remoción
de los síndicos, que se impone como mecanismo de defensa ante claras situaciones de
abuso y justifica que sea nula cualquier clausula en contrario del estatuto.

Si la elección de los síndicos se ha hecho por clase o categoría de acciones, su remoción


se decidirá también por asamblea especial de la misma clase, salvo que el síndico haya
incurrido en las prohibiciones o incompatibilidades previstas por el art 286 o haya sido
declarada su responsabilidad en asamblea general ordinaria (art. 296).
Cualquier accionista puede solicitar la remoción con causa del síndico, a través de la
promoción de la acción social correspondiente, que se rige por las mismas pautas
previstas para la acción de remoción de los directores.

En caso de renuncia por parte del síndico, la cual debe ser presentada al directorio, éste
será inmediatamente reemplazado por el suplente. De lo contrario, el directorio debe
convocar a asamblea ordinaria o de clase para la nueva designación. En el ínterin, el
síndico renunciante debe continuar en sus funciones.

Responsabilidad de los síndicos:


Los síndicos son ilimitada y solidariamente responsables por el incumplimiento de las
obligaciones que les imponen la ley, el estatuto y el reglamento.
Su responsabilidad se hará efectiva por decisión de la asamblea. La decisión de la
asamblea que declare la responsabilidad importa la remoción del síndico.

También, son responsables solidariamente con los directores por los hechos y omisiones
de éstos cuando el daño no se hubiera producido si hubieran actuado de conformidad con
lo establecido en la ley, estatuto, reglamento o decisiones asamblearias.

Los síndicos disidentes de la voluntad mayoritaria del órgano de fiscalización no quedan


eximidos de responsabilidad por el solo hecho de haber votado en contra de tal decisión.
Ante ello, aquéllos deben actuar individualmente en el ejercicio de sus atribuciones y
obligaciones.

Las acciones de responsabilidad contra los síndicos se rigen por los arts. 274 a 279
referidos a la responsabilidad de los directores.

FISCALIZACION ESTATAL O EXTERNA:


Además de la fiscalización interna de las S.A., la ley ha impuesto un régimen de control
externo, a cargo de la IGJ de la Capital Federal, cuyos alcances difieren según la clase de
sociedad de que se trata:

A- Si se trata de sociedades comprendidas en el art. 299 esto es, sociedades que:


1) Hagan oferta pública de sus acciones o debentures;
2) Tengan capital social superior a $ 10.000.000
3) Sean de economía mixta o de participación estatal mayoritaria;
4) Realicen operaciones de capitalización, ahorro o en cualquier forma requieran dinero o
valores al público con promesas de prestaciones o beneficios futuros;
5) Exploten concesiones o servicios públicos;
6) Se trate de sociedad controlante o controlada por otra sujeta a fiscalización, conforme a
uno de los incisos anteriores.
7) Se trate de Sociedades Anónimas Unipersonales.

Estas se encuentran sometidas, además del control de legalidad en el acto de su


constitución, a la fiscalización permanente por parte de la autoridad de control de su
domicilio, durante su funcionamiento, disolución y liquidación.

B- Si la S.A. no se encuentra incluida entre aquellas compañías mencionadas por el art.


299, su fiscalización estatal se limitara al contrato constitutivo, sus reformas y variaciones
del capital y valuación de sus aportes en especie.
Empero, la autoridad de contralor podrá ejercer funciones de vigilancia en cualquiera de
los siguientes casos:
 Cuando lo soliciten accionistas que representen el 10 % del capital suscripto o lo
requiera cualquier síndico. En este caso, se limitará a los hechos que funden la
presentación.
 Cuando lo considere necesario, según resolución fundada, en resguardo del interés
público.

Facultad de la autoridad de contralor para solicitar determinadas medidas:


En ejercicio de sus funciones, la autoridad de control está facultada para solicitar del
juez del domicilio de la sociedad:
1) La suspensión de las resoluciones de sus órganos si las mismas fueren contrarias a la
ley, el estatuto o el reglamento.

2) La intervención judicial de la administración de la sociedad, cuando las autoridades


naturales han violado la ley, el estatuto o reglamento, cuando la sociedad haga oferta
pública de sus acciones o debentures o realice operaciones de capitalización, ahorro o
en cualquier forma requiera dinero o valores al público con promesa de prestaciones o
beneficios futuros o cuando lo considere necesario, según resolución fundada, en
resguardo del interés público.
En todos los casos, la intervención tendrá por objeto remediar las causas que la
motivaron y si no fuere ello posible, disolución y liquidación.

3) La disolución y liquidación en los casos:


1. Cuando se hubiera cumplido la condición a que se subordino la existencia de la
sociedad.
2. Cuando hubiere conseguido el objeto para la cual se formó o por la imposibilidad
sobreviniente de lograrlo.
3. Cuando la sociedad fiscalizada hubiere perdido el capital social.
4. Cuando hubiere quedado reducida a 1 el número de los socios y no se hubiera
regularizado.
5. Cuando existiese sentencia firme de cancelación de oferta pública o de la cotización de
sus acciones.
6. Cuando la sociedad emisora ignorase la causal disolutoria.
7. Cuando hubiera expirado el término por el cual la sociedad fue constituida.

4) En caso de violación de la ley, estatuto o reglamento, imponer sanciones de:


1) Apercibimientos, con o sin publicación.
2) Multas a la sociedad, sus directores y síndicos en proporción del capital social y a la
gravedad de la falta, aclarando la ley, en este último caso que la sociedad no podrá
hacerse cargo de las multas cuando ellas se apliquen a los directores y síndicos.

Responsabilidad de directores y síndicos por ocultación:


La sociedad no puede eludir la fiscalización permanente por parte de la autoridad de
contralor, estableciendo la carga a los directores y síndicos de comunicarle la inclusión del
ente en cualquiera de los supuestos previstos en el artículo 299.
La omisión en el cumplimiento de esta carga hace responsables en forma ilimitada y
solidaria a los directores y síndicos por los perjuicios que tal actuación hubiesen
ocasionado a la sociedad.

Recursos:
Las resoluciones de la autoridad de contralor son apelables ante el tribunal de
apelaciones competente en materia comercial y tratándose de asociaciones civiles o
fundaciones, ante el tribunal de apelaciones con competencia en lo civil.

La apelación se interpondrá ante la autoridad de contralor, dentro de los 5 días de


notificada la resolución.
La apelación contra las sanciones de apercibimiento con publicación y multa será
concedida con efecto suspensivo.

Fiscalización especial: La fiscalización prevista por la ley 19.550 es sin perjuicio de la que
establezcan leyes especiales.
Unidad 25: Sociedad en comandita por acciones

Requisitos tipificantes:
Los requisitos tipificantes de las sociedades en comandita por acciones son los
siguientes:
 El o los socios comanditados responden por las obligaciones sociales como los socios
de la sociedad colectiva. En cambio, el o los socios comanditarios limitan su
responsabilidad al capital que suscriben.
 Sólo los aportes de los comanditarios se representan por acciones.
 La administración podrá ser unipersonal y será ejercida por un socio comanditado o
por un tercero, quienes durarán en sus cargos el tiempo que fije el estatuto sin la
limitación de los 3 ejercicios previsto por el art. 257 de la 19.550 para los directores de
la S.A.

La confusión en las mismas personas de la calidad de socios comanditados y


comanditarios violenta el principio de la tipicidad, pues la exigencia de 2 categorías de
socios es norma imperativa. Ello no significa que los socios comanditados no puedan ser
accionistas del capital comanditario, pero para la configuración de las sociedades de este
tipo debe existir, por lo menos, algún accionista que sea comanditario puro.

Normativa aplicable:
La normativa legal aplicable presenta el siguiente orden de prelación:
 En primer lugar, las disposiciones que regulan el tipo y las correspondientes a la S.A,
en la medida que éstas sean compatibles.
 En segundo lugar y supletoriamente, la normativa de las sociedades en comandita
simple.

Formalidades de constitución:
Las sociedades en comandita por acciones están sometidas a las formalidades de
constitución de las S.A, en cuanto a la formalización de su acto constitutivo o estatuto por
instrumento público (requisitos del art. 11 y siguientes. Art. 166 de la 19.550).

Los aportes no dinerarios de los socios comanditados se valuarán en la forma prevenida


en el contrato o, en su defecto, según los precios de plaza o por uno o más peritos que
designará el juez de la inscripción.
En cambio, los correspondientes a los socios comanditarios deben ser aprobados por la
autoridad de control.

La denominación social se integra con las palabras "sociedad en comandita por


acciones" su abreviatura o la sigla S.C.A. La omisión de esa indicación hará responsables
ilimitada y solidariamente al administrador, juntamente con la sociedad por los actos que
concertare en esas condiciones.
Si actúa bajo una razón social, deberá incluirse en ella solamente el nombre de los socios
comanditados. Contendrá las palabras "y compañía" o su abreviatura si en ella no figuren
los nombres de todos los socios comanditados.

Administración de las sociedades en comandita por acciones:


La administración podrá ser unipersonal y será ejercida por un socio comanditado o por
un tercero, quienes durarán en sus cargos el tiempo que fije el estatuto sin la limitación de
los 3 ejercicios previsto por el art. 257 de la 19.550 para los directores de la S.A.

La exclusión de los socios comanditarios de la administración, responde a la necesidad


de preservar el patrimonio de los socios comanditados de una gestión social imprudente o
negligente por parte de los socios comanditarios.
Si los socios comanditarios se inmiscuyen en la administración, responden en forma
solidaria e ilimitada por las obligaciones sociales contraídas.

Sin embargo, los socios comanditarios tienen derecho de examen, inspección, vigilancia,
verificación, opinión o consejo.
Es importante mencionar que su derecho de información y control individual de la
administración debe ser ejercido a través de la sindicatura, cuya elección es competencia
exclusiva de los socios comanditarios.
Si la sociedad hubiera prescindido de la sindicatura, los socios comanditarios tienen libre
y personal acceso al control de la administración de la entidad.

Los administradores son elegidos por mayoría adoptada en las asambleas generales de
socios y su remoción estará sujeta a las siguientes reglas:

 El administrador, socio o no, aun designado en el contrato social, puede ser removido
por decisión de mayoría en cualquier tiempo sin invocación de causa, salvo pacto en
contrario.
 Cuando el contrato requiera justa causa, conservará su cargo hasta la sentencia
judicial, si negare la existencia de aquella, salvo su desplazamiento provisorio a través
de las normas que regulan la intervención judicial. Cualquier socio comanditario podrá
pedir judicialmente la remoción del administrador con justa causa, cuando represente
no menos del 5 % del capital.
 El socio comanditado removido de la administración tendrá derecho a retirarse de la
sociedad o a transformarse en comanditario.
 Los socios disconformes con la remoción del administrador cuyo nombramiento fue
condición expresa de la constitución de la sociedad tienen derecho de receso.
 El socio comanditado administrador no tiene derecho de voto en la decisión
asamblearia que considera su remoción con justa causa.
Cuando la administración no pueda funcionar por producirse una acefalía total,
consecuencia de la ausencia, impedimento o fallecimiento de los administradores, la
sociedad debe ser reorganizada en el término de 3 meses.
Para este período, el síndico nombrará un administrador provisorio, cuya designación
puede recaer en uno o varios socios comanditarios.
El administrador provisorio cumplirá los actos ordinarios de la administración, actuando
con los terceros con aclaración de su calidad. En estas condiciones, el administrador
provisorio no asume la responsabilidad del socio comanditado.

El administrador provisorio deberá, durante este período, convocar a una asamblea


ordinaria de socios, a los efectos de designar a los administradores definitivos, pues de lo
contrario, la sociedad entrará en disolución.

Reuniones de socios:
Las asambleas de las sociedades en comandita por acciones se integran con los socios de
ambas categorías.
Las partes de interés de los comanditados se considerarán divididas en fracciones del
mismo valor de las acciones a los efectos del quórum y del voto. Cualquier cantidad menor
no se computará a ninguno de esos efectos.

El socio administrador tiene voz pero no voto, y es nula cualquier cláusula en contrario
en los siguientes asuntos:
 Elección y remoción del síndico.
 Aprobación de la gestión de los administradores y síndicos, o la deliberación sobre su
responsabilidad.
 La remoción con causa del socio administrador.

La cesión de la parte social del socio comanditado requiere la conformidad de la


asamblea extraordinaria.

Disolución de las sociedades en comandita por acciones. Pérdida de sus requisitos


tipificantes:
La disolución y liquidación de las sociedades en comandita por acciones se gobiernan por
las normas de los arts. 94 a 112 de la LGS, pero debe tenerse en cuenta que la reducción a
1 del número de socios no provoca la disolución de la sociedad.
En este supuesto, conforme a lo dispuesto por el art. 94 bis de la 19.550, se produce la
transformación de pleno derecho en una S.A.U, si no se diera otra solución en el término
de 3 meses.
Empero, la solución prevista por el art. 94 bis carecerá de toda operatividad, pues es
imposible desde todo punto de vista que la figura de la transformación societaria pueda
imponerse de “pleno derecho”, toda vez que su concreción requiere el cumplimiento de
numerosos trámites internos e inscripciones ante el Registro Púbico.

La inexistencia de las 2 categorías de socios, por muerte o por cualquier otra


circunstancia, le hace perder a la sociedad en comandita por acciones su requisito
tipificante por excelencia.
Ante tal eventualidad, la sociedad queda sometida a las normas de los arts. 21 a 26 de la
LGS (sociedad no constituida regularmente), que expresamente incluyen dentro de su
seno a las sociedades que carezcan de sus requisitos esenciales tipificantes o no
tipificantes.

Confirmación de las sociedades en comandita por acciones:


Es necesaria la concurrencia de todos los socios comanditarios para confirmar el acto
constitutivo y lograr identificarlos, estableciéndose un régimen de regularización.
Sin embargo, miles de sociedades de este tipo quedaron sin regularizar y su estado
actual ha provocado opiniones contradictorias en nuestra jurisprudencia:
 Por una parte, se ha asimilado a estas sociedades a las sociedades irregulares.
 Por el otro, se ha calificado a estos entes como anulables, por carecer de requisitos
esenciales no tipificantes.

Hoy en día, esta discusión ha perdido toda vigencia, por cuanto el CCCN somete a las
sociedades atípicas, irregulares o carentes de requisitos esenciales no tipificantes a una
misma disciplina, que es la prevista para las sociedades no constituidas regularmente.

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