Anda di halaman 1dari 2

Mi padre bueno

Tuve un padre maravilloso que me lleno de su bondad y me enseño que la vida tiene más
sentido cuando el amor se expresa a través de la coherencia que satisface a una familia
sedienta de su presencia. Este es el más grande de los tesoros que guarda mi corazón
con respecto a la relación que a través de un padre terrenal nos permite Dios
experimentar gracias a su bondad infinita.

La parábola del hijo pródigo nos muestra el gran amor de un padre hacia sus hijos.
Cuando Jesús nos habla del hijo menor o del hijo mayor lo hace únicamente para
describirnos el corazón del Padre celestial. El no quiso hablarnos de un muchacho que se
arrepiente después de haber hecho las canalladas más grandes con su padre, o de un
hijo que “siempre” ha sido fiel con su padre, sino de que quiso mostrarnos un Padre
maravilloso, extraordinario, único, que se desvive por cada uno de sus hijos y espera que
lleguen hasta él y se hundan en su corazón, porque ese es el sitio para cada uno de sus
hijos amados. Utilizó el cuadro de este par de muchachos para que comprendiéramos
mejor quién es el verdadero Dios: un padre lleno de una infinita misericordia para con
cada uno de sus hijos, independientemente de cómo obren.

Tanto nos ama el Padre que ha hecho del corazón de cada uno de nosotros su cielo, su
morada. Allí vive desde el día de nuestra entrega y nunca nos abandonará, aunque
nosotros, prefiriendo los placeres a su amor, le abandonemos. A Él no le interesa que sus
hijos hayan cometido las más terribles injusticias contra él. Su amor es más grande que
nuestros pecados e ingratitudes, por grandes que parezcan. Ante su infinito amor,
nuestros pecados son simples pajas fácilmente destruibles por el fuego de su amor. El
está pendiente de sus hijos pecadores, atrayéndolos con su amor, hasta que regresen. Y
una vez regresen, cambiará el corazón de sus hijos. Y los hará todavía más lindos y
maravillosos, que antes de haberse alejado de El. Cuando su criatura querida Adán le
traicionó pecando, envolviendo en su pecado a todos los hombres y apostatando de lo
más grande que le había dado, al crearlo “a su imagen y semejanza”, le recuperó en una
forma más maravillosa aún haciéndole su hijo querido. Para ello: “envió el Padre a su Hijo,
nacido de mujer, y sometido a le ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, para
que pudieran recibir la filiación divina. La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado
a sus corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! De modo que ya no eres
esclavo sino hijo” (Gal 4,4-6). Y así hará con cada uno de nosotros. Aunque nos
olvidemos de que somos hijos suyos, el jamás nos olvida y estará pendiente de nosotros
con su amor que siempre perdona, para recuperarnos y volvernos a su amor. Aunque el
hijo le falle a Dios y no le interese su filiación, el Padre es fiel a su paternidad, es fiel al
amor que desde siempre ha sentido por su hijo. Esa fidelidad la expresa la parábola no
solo con la inmediata prontitud en acoger al pródigo cuando regresa a casa, sin echarle
en cara su mal comportamiento sino, de manera especial y más plenamente, con aquella
alegría, con aquella celebración tan generosa, con aquella recuperación que hace de su
hijo, sin que él se lo pida, pero que se lo exige el amor tan especial que le tiene. Amor
misericordioso Los hombres necesitamos un “Padre”, necesitamos, por lo mismo,
descubrir a Dios en su calidad de Padre. “Hoy lo tenemos todo, la ciencia lo puede todo,
pero tenemos frío, porque nos falta un Padre. Cueste lo que cueste necesitamos descubrir
a Dios como Padre, necesitamos recibir amorosamente el calor tierno del Padre. Sin Él
los cristianos nos vamos enfriando cada día más”. Y descubrir al Padre es descubrir
nuestra filiación, y especialmente que necesitamos ser misericordiosos como nuestro
Padre. Vivir sin el Padre es emprender un camino que conduce hacia la nada. Sólo quien
conoce a Dios y le ama como a su Padre es capaz de entender y gustar lo que es el
perdón, de otorgar el perdón y ser misericordioso con los demás.

EMMA

Anda mungkin juga menyukai