valor y clarividencia, apareciendo más

com o héroe que como dios. El gobierno

presenta un aspecto sofisticado, con un
Virrey de Nubia además del Visir, y con
una mayor descentralización en ios domi­
nios asiáticos, donde básicamente se pedía
obediencia y, por supuesto, el pago de tri­
butos. Esplendor del arte religioso y fune­
rario (Kamak, Luksor, Abidos, Heliópolis,
Valle de los Reyes y de las Reinas, en Te­
bas, y tumbas de la nobleza), destacando
la originalidad y frescura del arte de la
época de Tell El Amama.

TERCER PERÍODO Se trata de unos siglos de debilitamiento

INTERMEDIO de Egipto, en donde la autoridad se halla
(D inastías XXI-XXV muy limitada y el país prácticamente divi­
1070-664 a .C .) dido. El valle volverá a ser vulnerable a las
potencias extranjeras, y llegarán a insta­
larse dinastías libias y nubias. Ya durante
la Dinastía XXI parte del Medio y Alto
Egipto, regidos por el Gran Sacerdote de
Amón, obtendrán una práctica autonomía
frente a los soberanos legítimos, residentes
en el Delta. Durante la Dinastía XXV (712-
664 a.C .), de origen nubio, el país sufre las
invasiones asirías, que culminarán con el
saqueo de Tebas. Finalmente Psamético I,
príncipe de Sais, expulsa a los asirios y
restablece la unidad del país.

U BAJA ÉPOCA El período saíta, constituido por la Dinas­

(Dinastías XXVTXXXI tía XXV I (664-325 a.C .). es el último gran
664-332 a.C .) periodo nacional egipcio. Se reorganizó la
administración y el gobierno del país, la
capital estaba en Sais, en el Delta, y el eje
de la política exterior egipcia estaba deci­
didamente en el Próximo Oriente y el Me­
diterráneo Oriental. Hay un importante im­
pulso comercial con el establecimiento del
gran centro griego de Naucratis. Se con­
vierte en práctica que el núcleo del ejército

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 lo constituyan mercenarios helenos. En el
deseo de reafirmar el valor de su cultura y
sus orígenes,.'se produce un interesante
móvimie'ríto hacia el arcaísmo que afecta
sobre todo al arte y la literatura, pero tam­
bién a campos como la religión: se imitan ,y
copian modelos del Imperio Antiguo, con
preferencia a los del Imperio Nuevo. En el
525 el soberano persa Cambises ocupa Egipto,
incorporándolo a su im­perio (Dinastías
XXVII y XXXI). Todavía disfrutará Egipto de
medio siglo de débil independencia (404-342
a.C. / Dinastías XXVIII-XXX) hasta la
conquista de Alejan­dro (332 a.C.), que
supondrá la incorpora­ción al mundo
helenístico, en el que, bajo los Ptolomeos,
adquirirá un importante protagonismo.

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