INTRODUCCIÓN
El Segundo Encuentro Continental de Educación Salesiana (Cumbayá II, 2001), con sus
compromisos, políticas y líneas de acción, ha sido la referencia programática para las obras
escolares y centros de formación profesional de las Inspectorías y Provincias de la Familia
Salesiana del continente. En el marco de este Tercer Encuentro continental de la Escuela
Salesiana en América (ESA), se presenta ahora una reflexión sobre el hecho
educomunicacional en la escuela salesiana, con la intención de renovar su compromiso de
resignificación.
1
VECCHI JUAN E., La Escuela Católica, plataforma de evangelización y de acción pastoral. Relación
compartida en un encuentro de religiosos educadores, en Cumbayá, 1982, Documento inédito, p. 1
2
La Escuela Católica, n8. Citado por el P. Juan Vecchi en la relación antes citada.
1
ética comunicacional basada en el evangelio”3. Se deseaba pasar de una concepción
instrumental a una concepción cultural, de una información unidireccional a una comunicación
recíproca e incluyente. Para esto priorizó cuatro áreas de intervención: 1) Educación para la
comunicación, 2) Mediación tecnológica, 3) Educomunicación para la ciudadana, 4) Expresión
y artes, para una transformación social.
Nuevos hábitos comunicaciones. En las últimas tres décadas, en las medianas y grandes
ciudades, estamos acostumbrándonos a nuevos ritos y costumbres que asoman en nuestra
“realidad virtualizada”. Constatamos la producción de una cadena de vínculos dónde lo
virtual/digital se ha vuelto necesario en la vida cotidiana: los correos electrónicos, los mensajes
de textos, el chat, los pagos por tarjetas; a través de los teléfonos celulares tenemos múltiples
servicios: reproducción de mp3, cámara de foto y video, portal de Internet, pantalla de
televisión, tarjeta de crédito y operador bancario móvil. Esto se desarrolla en un contexto
sociocultural cambiante, en el que se presentan emergentes analfabetismos que erosionan la
calidad de la comunicación humana y de las interrelaciones sociales, como son: el
analfabetismo de la lecto escritura, el sociocultural, el tecnológico y el emocional.
3
EQUIPO DE COORDINACIÓN CENTRAL, II Encuentro Continental de Educación Salesiana (Cumbayá II),
editorial Don Bosco. Cuenca – Ecuador, 2001, pgs. 306 – 316.
4
La expresión “sociedad de la información” se la debemos al sociólogo Daniel Bell. Describe así la
nueva situación social de una economía basada en el conocimiento teórico, en la información y su
gestión. Es una definición que se ha utilizado en las políticas globales asociadas al neoliberalismo y
hace énfasis en el carácter positivo de este tipo de economía y sociedad en la que la información se
vuelve el capital más importante en un mercado mundial abierto que se autorregula y al cual todos los
países deben integrarse. La “sociedad del conocimiento”, también llamada “sociedad del saber”, por
organismos como la UNESCO, va más allá de la definición basada en la economía. La sociedad del
conocimiento, implica las transformaciones que han experimentado las dimensiones sociales,
culturales y políticas de las instituciones y las comunidades.
5
GASTALDI Italo, Educar y evangelizar en la ‘posmodernidad’ y en la new age, en CENTRO SALESIANO
REGIONAL Proceso educativo. Salesiano y culturas emergentes, Cumbayá – Ecuador, 15 – 25 de mayo
de 1994, p. 290.
2
conocida como la del cuarto hombre6. Se trata del modo de pensar y actuar de quien emerge
del paso de las tecnologías de las necesidades, a las tecnologías de los deseos en una
sociedad de consumo. El cuarto hombre, - afirma el P. Alejandro Saavedra, sdb -, pierde el
sentido histórico porque cualquier orden que dé a los acontecimientos le parece válidos; el
modo privilegiado de saber es el estético, relegando a planos secundarios el saber científico,
religioso y filosófico. La libertad de expresión muchas veces está cargada de subjetivismo y
relativismo. Son actitudes que limitan la posibilidad de establecer consensos y compromisos
duraderos. Los actos humanos ya no se juzgan desde la ética, sino sólo desde la estética. Se
prefiere una religiosidad genérica que responda a los deseos y, dado que no puede creer en
modo real, cree en modo imaginativo. Esto explica por qué la persona vive en situación de
permanente inseguridad existencial y cómo su vida está plagada de sin sentidos.
“El hombre postmoderno privilegia lo que es individual sobre todo aquello que es social” 7. De
ahí que la relación con los demás se vuelve utilitarista, funcional, privada de la capacidad para
reconocer la dignidad del otro. Mientras tanto, la intersubjetividad clama por la relacionalidad y
la corresponsabilidad, expresadas en la acogida, el reconocimiento de la dignidad y la
capacidad de donación.
Tiene dificultad para reconocer la superioridad del bien común sobre el bien individual”8. Se da
más importancia a lo legal que a lo que es justo, es decir, a lo ético. La ruptura con la tradición
y el temor a la incertidumbre han generado una confianza dirigida únicamente en el presente e
inmediato. El presentismo enfría los sueños y las utopías aniquilan el interés por proyectos a
largo plazo. Lo pasado pierde valor por considerarlo fuera de moda y fácilmente se confunde lo
novedoso con lo valioso (Cfr. Aparecida, 38-39).
A los jóvenes les interesa experienciar nuevos modos de comunicación: estar juntos, pasear de
noche, estar en la esquina, los cyber café, grafitis, aretes, tatuajes, pandillas, Chat, uso del
celular, las comunidades virtuales, blogs… Existen nuevos areópagos en los que se evidencia
una vigorosa creatividad, la sed de felicidad, desde siempre presente en el corazón humano,
pero que en cada época pide cosas diferentes, en situaciones diversas (Cfr. LOME, 16).
Es importante reconocer que, por parte de los mayores, existe un desconocimiento de los
actuales modos juveniles de comunicación. No se ha de olvidar que para acompañar a los
jóvenes, no basta conocer sus potencialidades, carencias, contextos de vida y los nuevos
lenguajes, sino que es necesario estar con ellos para realizar procesos de transformación
social.
3
academia, desde la cual se cultivó la razón, desplazando el mundo de los afectos, la formación
en valores éticos y estéticos, sin caer en cuenta que el hombre y mujer postmodernos
desarrollaron una mayor sensibilidad hacia estos saberes.
Sin embargo, como afirma Jesús Martín Barbero, una población mayoritaria de América Latina
ya no está accediendo a la modernidad de la mano del libro, siguiendo el proyecto ilustrado,
sino desde los formatos y los géneros de las industrias culturales del audiovisual. La sociedad
a través de los medios está suministrando un “caudal” de información que les sirve para
desenvolverse en la vida urbana.
Cuando las NTICs se utilizan como “simples aparatos” que garantizan la modernidad de la
Escuela, desconociendo esta nueva racionalidad tecnológica y la necesidad de una mediación,
ocurre lo que describe Laura Manolakis11 al plantear que la escuela actual, al pretender asumir
esta cultura masmediática ha experimentado cuatro efectos, que son a la vez defectos:
En este sentido y para dar continuidad a la reflexión de Cumbayá II, se aspira a que ESA III
proponga algunas políticas de gestión de la comunicación en el ámbito educativo escolar
salesiano, para construir una cultura comunicacional. Dado que solo una escuela que
humaniza y forma ciudadanos justifica su existencia en la sociedad. (Cfr Aparecida, 61).
La familia que es la primera institución social llamada a educar desde la tradición de valores
heredados en un clima de interrelaciones cálidas y solidarias, ha cambiado radicalmente en las
últimas décadas.
En la década del sesenta la relación entre padres e hijos/as sufrió una confrontación radical
declarando el rechazo a todo tipo de autoritarismo; la generación de los setenta asumió como
9
FULLAT OCTAVI, Filosofías de la educación. Ediciones CEAC, Barcelona – España, 1979, p. 171
10
AAVV., Las formas de lo escolar. Del estante editorial, Buenos Aires – Argentina, 2007 p. 33
11
Magister en Ciencias Sociales con mención en Educación (FLACSO – Argentina); miembro del
Programa de Investigación “Sujetos y políticas en educación” y Directora de la carrera de licenciatura
en Educación (UNQ).
12
MANOLAKIS LAURA, Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la escuela.
Artículo que consta en la obra titulada: Las formas de lo escolar, p. 188
13
BUMAN ZYGMUNT, citado por Manolakis Laura, p. 189
4
estrategia contestataria una actitud de pasotismo15, sin renunciar al derecho de disentir con los
adultos. La generación de los ochenta, es decir los hijos e hijas de padres que en su momento
fueron los rebeldes, se interesó por la coexistencia pacífica en la familia. En su afán de
rechazar el autoritarismo, abandonaron la autoridad y se pasaron a la indiferencia y
permisividad, se volvieron padres light. De este modo privaron a los hijos/as de la presencia
paterna, rompieron con la transmisión de valores heredados, sea por falta de convicción, sea
por temor a imponerlos de un modo que antes ellos lo repudiaron.
1. ILUMINACIÓN
La significatividad tiene que ver con lo que impacta la vida de las personas desde su
interioridad. Hay hechos que se convierten así en acontecimientos de buena noticia, porque
transmiten mensajes nuevos a las personas. La admiración y fascinación que tienen revelan el
atractivo de sus valores, la relevancia que representan. Significativo es lo que se nota distinto,
relevante y atractivo a causa del brillo con el que deja traslucir a la conciencia el bonum
axiológico y el sentido de la existencia. La significatividad es como la tonalidad de la
comunicación porque le sirve de antesala a la atmósfera humana del encuentro y porque lo
nuevo o descubierto de un mejor modo, siempre se quiere comunicar. La pregunta
consecuente que se le plantea a la Escuela salesiana en América es si la propuesta de
humanidad que ofrece en su proyecto, es o no significativa para la juventud del continente. (Cfr.
Aparecida, 100d).
La fe cristiana orienta nuestra existencia hacia el intercambio interpersonal con un Dios que es,
vive y revela la comunión. Creemos en un Dios cuyo dinamismo vital es la comunicación. Por
su palabra creadora, nos mostró el secreto amoroso de su corazón (cfr. Ef 1, 5-6). Con obras,
palabras y por medio de los profetas, fue mostrando a su pueblo el camino de la liberación (cfr.
DV, 4). Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios se nos reveló en su Hijo amado,
15
Pasotismo se refiere a la actitud asumida por quienes pretenden prescindir de reglas sociales y
normas morales sin que esto suponga una rebelión contra las mismas.
5
Jesucristo (cfr. Heb. 1, 1-2), la Palabra eterna encarnada en el misterio de la humanidad (Cfr.
Aparecida, 41). En medio de sus coetáneos, Jesús de Nazareth se dedicó al anuncio de la
Buena nueva del Reino de Dios por medio de gestos, parábolas y la entrega de sí mismo.
Después de su Resurrección nos envía a seguir comunicándolo.
Estos fundamentos de nuestra fe cristiana nos dan unos criterios que iluminan de modo
significativo los procesos educativos en perspectiva de comunicación (Cfr Aparecida, 331-332).
Algunos de esos criterios orientadores son:
Los referentes simbólicos son distintos: un cántaro para sacar agua del pozo y poder calmar la
sed (cfr. Jn 4, 4ss), y un camino recorrido entre el desencanto y el asombro (cfr. Lc 24, 13ss).
En ambos relatos notamos unas fases de comunicación: el acercamiento entre las personas, el
respeto por una situación humana que embarga, la solicitud de una ayuda mutua, la mediación
simbólica del cántaro y el pozo en el primer relato, o la del camino y la fracción del pan, en el
segundo; la escucha profunda en el diálogo desde la alteridad, el descubrimiento y el
planteamiento de algo nuevo para la vida, el anuncio que se quiere compartir con otros,
después del encuentro vivo con Jesús.
Estudiando la experiencia educativa de prevención que vivió Don Bosco con sus jóvenes y
colaboradores, también descubrimos algunas actitudes de comunicación que son propias del
carisma educativo salesiano. Nos servimos de los diálogos iniciales que establece Don Bosco
con Miguel Magone en 185616. En ese encuentro se deja ver una constante que se percibe en
Don Bosco cuando establece otros diálogos citados en sus Memorias del Oratorio. Nos
referimos a su diálogo de adolescente con Don Calosso, en 1829 [MO, 9] y, posteriormente, el
diálogo que entabla en 1841 como sacerdote con Bartolomé Garelli [MO, 40]. En esos diálogos
se deja ver el dinamismo de unas actitudes muy salesianas: la búsqueda, el encuentro, el
diálogo, la propuesta y el acompañamiento (cfr. CGXXsdb, 360).
Don Bosco crea el Oratorio desde una experiencia de educación preventiva en la reciprocidad.
De ese modo le da forma orgánica y sistémica a su acción educativa, con y a favor de los
16
BOSCO Juan, Apuntes biográficos del joven Miguel Magone, capítulos I y II = CANALS J. - MARTINEZ
A., San Juan Bosco. Obras fundamentales, BAC 402, Madrid, 1978, pp 224-229
17
Cf. DICASTERIO DE LA PASTORAL JUVENIL, La Pastoral Juvenil salesiana. Cuadro de
referencia, Roma2000, p.19
6
muchachos más pobres de Turín. Las interrelaciones personales entre ellos generan una
modalidad pedagógica original que Don Bosco posteriormente llamará Sistema Preventivo. Es
un conjunto orgánico de intervenciones educativas y pastorales que conforman un ecosistema
humano, una aldea alternativa para la vida de los muchachos más necesitados.
Estos textos del evangelio y del primer momento del Oratorio de Don Bosco, los leemos en el
clima que inspira la espiritualidad de la comunión, señalada como el principio educativo de la
Iglesia para el tercer milenio (NMI, 43). Estas orientaciones pedagógicas constituyen una
referencia metodológica en el planteamiento doctrinal que ilumina el asunto de la comunicación
en la educación.
a. La búsqueda, actitud de salir hacia el mundo del otro, la realidad circundante, la cultura
juvenil para conocer sus necesidades y buscar juntos sus posibilidades. Actitud educativa que
debe cultivarse a nivel personal e institucional. Las instituciones educativas, van
reconociéndose como un sistema amplio de comunicación con el cual se confrontan y dentro
del cual interactúa. Un proyecto educativo pastoral salesiano (PEPS) se desarrolla siempre en
relación con las personas implicadas y en el territorio en el cual la obra salesiana está colocada
como centro de integración y agente de transformación social.17
Hay una experiencia privilegiada de encuentro que debe favorecer la escuela católica: la
adhesión personal y comunitaria a Jesucristo (Cfr Aparecida, 41). El proyecto de la escuela
católica sólo es convincente si es realizado por personas profundamente motivadas, testigos de
un encuentro vivo con Cristo (Cfr. Educar juntos, 4).
Nos educamos como comunidad educativa (Cfr Aparecida, 156). En el ámbito educativo
escolar ya no es suficiente la espontaneidad en relaciones o la distribución informal de
funciones y cargos, hoy las relaciones cercanas y familiares del carisma salesiano, requieren
de una gestión de comunicación que las canalice. Es el momento de buscar y proponer
caminos de gestión de la comunicación en las comunidades, privilegiando la humanización, la
ciudadanía y la interculturalidad.
d. Un ambiente que se hace propuesta. Don Bosco afirmaba que “la educación es cosa del
corazón”. Esta expresión identifica el ambiente de las obras salesianas; se refiere al clima de
familiaridad con el que educandos, educadores, religiosas, religiosos, familias y amigos se
tratan entre sí. Este clima de familia, de alegría, creatividad, confianza y libertad es un
ambiente que se construye poco a poco entre todos. En los ambientes salesianos se cuenta
con un amplio margen de expresiones de arte y servicios de comunicación: la radio escolar, los
murales, los grafitti, el teatro, la música, la lírica, etc. Para el Sistema Preventivo, la educación
7
tiene su fundamento principal en la relación y en sus dinámicas interactivas y comunicativas, en
el clima, en el ambiente.
Don Bosco “inventa” el cariño educativo (amorevolezza) y crea para los jóvenes -y junto con
ellos, como primeros colaboradores-, un ecosistema cálido en el que cada persona encontraba
espacio para ser y crecer. Esta es la propuesta: una familia que se educa en la reciprocidad.
Toda obra salesiana que acoge a los jóvenes no es simplemente un espacio físico,
circunstancial, sino una ecología pedagógica. Se educa en primer lugar a través de un “medio
ambiente”, un hábitat sano donde se respira y vive una atmósfera de intensos valores humanos
y cristianos. (Cfr. Fernando Peraza, 1998).
Los colegios salesianos siempre fueron “casas”. El patio era para Don Bosco un espacio
educativo tan importante o más que el salón de clase. Ahí podían los educadores acercarse a
los jóvenes e interesarse por ellos, entrar en su mundo sin la formalidad que da un aula. Se
educa no solo enseñando o motivando, sino también a través de una buena relación
interpersonal, la forjada en el trinomio “razón, religión y amabilidad”, con la creación de un
clima favorable y estimulante a obrar bien. El estilo salesiano que anima la comunidad une a
educadoras, educadores y jóvenes en una única experiencia formativa, presupone un ambiente
de participación, de reciprocidad, de valores compartidos, de paciente espera de los ritmos de
crecimiento personal y de respetuoso diálogo con quien es portador de otra tradición cultural y
religiosa.
8
un trasmisor que tenga el conocimiento y un grupo que reciba ese conocimiento. En la
sociedad Red, todos estamos en un proceso de aprendizaje permanente en el que aprender
significa implicarse en la información y no solo recibirla. Hoy en día, más que nunca, aprender
significa experimentar de manera proactiva y con sentido. Los conocimientos se descubren, se
construyen, se editan y se transforman.
En la nueva lógica, instaurada por la Sociedad Red, la educación no puede concebirse más de
acuerdo a las formas tradicionales, ni de la educación ni de la comunicación. Hoy en día los
estudiantes se mueven con la misma libertad, y –casi siempre- con mayor versatilidad por la
red del conocimiento y la información; no sólo la transitan o navegan, sino que la nutren y
participan en su construcción. Por eso que pretender que vayan a un aula a “recibir”
información que deben procesar pasivamente, no tiene sentido. En la red se respira de manera
diferente, de modo que el aula ha de entrar en esta nueva lógica, constituyéndose en un
espacio de construcción colectiva del saber, propiciando el aprendizaje colaborativo, entrando
en el nuevo ecosistema educomunicativo20.
De igual modo, se activan mecanismos y espacios de participación que dan lugar a inéditas
concepciones y prácticas de la ciudadanía. Los procesos de la globalización, la cibernética, la
hermenéutica actual, el constructivismo y el pensamiento complejo contribuyen actualmente en
el modo de aprender y madurar, sea como personas o como colectivo. La escuela está
desafiada a incorporarse y aportar en este nuevo orden cultural. La relación entre
comunicación y educación tiene como meta la ciudadanía y como proceso la gestión
participativa y el uso de los medios (Ismar de Oliveira, 2006). Este modelo de ciudadanía
implica el cuidado de dimensiones, como son: la política, la social, la económica, la intercultural
y la comunicacional.
20
En el blog de José Joaquín Brunner (http://mt.educarchile.cl/MT/jjbrunner/) se puede consultar la obra
de LEVY Pierre, La Inteligencia Colectiva. Ver también en Video la entrevista con Martín Barbero:
http://es.youtube.com/watch?v=L2LHEkZiO58
9
Educar es comunicar. Esta convicción encuentra amplio espacio en la vivencia del Sistema
Preventivo salesiano. La educomunicación se realiza mediante relaciones y procesos de
propuestas, razonables y amables que ponen a la escucha de la respuesta por parte del
interlocutor. En la praxis salesiana es creación de relaciones recíprocas e intergeneracionales,
abiertas y profundas, situadas en un más amplio sistema en el que actúan otras fuerzas
sociales, culturales, institucionales y económicas. Responde a necesidades, como el
conocimiento, la confrontación con la diversidad, el intercambio y la colaboración. Posee un
potencial de solidaridad para que desemboque en iniciativas que se extiendan de la relación
yo-tú al grupo, a la comunidad educativa, hasta la más amplia realidad social. Según la lógica
de la comunicación, todo ambiente educativo debería configurarse como ecosistema donde es
posible encontrar un espacio apto para el propio crecimiento (cfr. LOME, 53, 55).
En una escuela con amplios canales de conversación y entendimiento con los más diversos
actores sociales, con la cultura, así como reestructurar nuestros sistemas educativos ante la
nueva realidad (Da Silva, 2002). Instituciones educativas, que lejos de ser aparatos sociales de
reproducción de estructuras existentes, se afirman a sí mismas como espacio de producción,
difusión y gestión de significado social. Los lugares dedicados a las funciones y procesos
educativos comparten escenarios con un sinnúmero de nuevas fuentes de información, diálogo
y encuentro.
El momento cultural que vivimos exige a la Escuela un nuevo perfil para la formación del
ciudadano comunicador. La prospectiva comunicativa es particularmente importante para
favorecer la relación y el encuentro. Por esto es necesario prestar atención a las exigencias
comunicativas de las generaciones jóvenes, educarlas al diálogo interpersonal, a la apertura al
otro respetando su originalidad, a la vida de grupo como laboratorio de relaciones auténticas, al
redescubrimiento de la familia, al compartir en comunidad de fe, a la utilización positiva de los
nuevos medios, a la valoración del teatro, de la música, del arte. (Cfr. LOME, 54).
24
LOPEZ TORNERO José Manuel, Comunicación y educación en la sociedad de la información, edic,
2000.
10
La escuela de hoy ha de estar sistemáticamente abierta a nuevas fuentes de saber, sean éstas
convergentes o no, ya que los estudiantes están confrontados con estas fuentes y necesitan
ser acompañados para aprovecharlas en su valor o para discutirlas con conciencia crítica y
lucidez. Escuelas diseñadas como espacios de exploración, de descubrimiento y de invención
que vayan dejando de ser unos centros de transmisión del saber para comenzar a ser
escenarios de descubrimientos colectivos y centros de producción del conocimiento.
Según estos retos, la Escuela está llamada a pasar a un aprendizaje dialógico y socialmente
significativo; un aprendizaje que supere las concepciones academicistas y se abra a un
horizonte de solidaridad, igualdad y transformación social, con el ejercicio efectivo de
ciudadanía.
Lo cual implica la redefinición del rol del profesorado, como mediadores, acompañantes y
comunicadores que resignifican la asistencia salesiana en procesos de aprendizajes
cooperativos entre y con los estudiantes. En ese sentido, promotores de nuevos grupos y
comunidades educativas, diseñadores de nuevos entornos de aprendizaje, mediadores de
conflictos. Educadores, en una palabra.
11
expresa, las categorías mediante las cuales las personas elaboran sus propios juicios sobre la
realidad, los principales lazos existenciales en el tejido de la vida cotidiana, restan realce a la
belleza del mismo mensaje que deseamos comunicar, es decir el evangelio (Cfr. LOME, 57).
La circulación correcta de información dentro de una institución y fuera de ella, es una de las
primeras condiciones de apertura a éste nuevo paradigma educativo que persiguen ambientes
en los que los procesos de comunicación se potencien, converjan y se pongan al servicio del
crecimiento de las personas y sus comunidades.
Lo planteado hasta este momento, nos exige buscar los diferentes modos de interrelación entre
la educación y la comunicación. La educación debemos entenderla como un espacio de
comunicación dentro del nuevo y complejo ecosistema cultural que emerge en la Era de la
Información. En este sentido se requiere el concepto y la práctica de Gestión de la
comunicación en el espacio educativo.
Entre los diversos factores del proceso de gestión, resaltamos la investigación. Es el motor del
proceso educomunicacional, busca darle soporte teórico a la práctica y legitima la calidad
educativa en el campo de la comunicación. La reflexión permanente sobre los procesos que se
llevan a cabo, permite la evolución en el área.
2 Criterios
12
2.1. Los sujetos de la comunicación siempre son las personas. Su grado de conciencia
en esta interacción les posibilita procesos de educomunicación.
2.2. La comunicación es el clima educativo en la escuela.
2.3. La fe cristiana y el carisma salesiano que profesamos inspiran y exigen pedagogías
de comunicación, inclusión y reciprocidad.
2.4. Solo una experiencia significativa de comunicación orienta el proyecto de vida
personal de los actores sociales, particularmente de los jóvenes.
2.5. Las transformaciones científicas de la comunicación y la informática posibilitan
experiencias formativas para una cultura de la comunicación.
2.6. La comunicación corporativa es el clima desde el cual se proyecta la imagen
institucional de la escuela para tejer redes y ecosistemas comunicativos.
2.7. La escuela, paradigma de la educomunicación, debe constituirse en un centro de
evangelización para la formación ciudadana con criterio de inclusión.
DESAFÍO
Favorecer la cultura comunicacional inspirada en los valores del Evangelio, educándonos para
la comunicación interpersonal, la mediación tecnológica, la expresión y el arte y la formación
ciudadana, comprendiendo los nuevos lenguajes de las culturas juveniles, en la óptica de la
Educomunicación.
13
pastorales a una política.
acción
comunicativa que 2.2.2. Redes de vinculación
genere una 2.2. Establecer vínculos interinstitucionales.
ciudadanía activa. de interacción
comunicativa en la
CEP y su entorno.
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