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EL PROPÓSITO DE LA

TEOSOFÍA

Escrito por

Patience Sinnett
(Mrs. Alfred Pierce Sinnett)

Traducción libre: P. C. C. (Sevilla, Octubre 2017)

http://www.theosophical.ca/adyar_pamphlets/AdyarPamphlet_No193.pdf

http://www.theosophical.ca/adyar_pamphlets/AdyarPamphlet_No194.pdf
El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

INDICE

1. Verdades elementales……………………………….......... 3

2. Un esbozo de la Historia Oculta……………………........... 11

3. Concepción errónea occidental de la Filosofía Oriental.... 19

4. Lo visible y lo invisible………………………………………. 26

5. Los Maestros (Mahatmas)………………………………… 34

6. Consejos a los estudiantes……………………………….... 42

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

CAPÍTULO I

Verdades elementales

La Teosofía no es una religión con un credo o código de doctrina a la que sus


seguidores deban suscribirse antes de entrar en el redil.

Una creencia errónea, que ha adoptado, quizás, la opinión pública del mundo
occidental acerca de una determinada fe – de tal manera que el tema ha sido
de absoluta atención estos últimos años -- y el sentido de la presente
publicación es mostrar lo que realmente son el carácter general y las
tendencias del pensamiento teosófico; señalar de una manera concisa y
simple lo que es y lo que el estudio de la Teosofía enseña y ofrece, así como
los efectos al recibir los conocimientos, que debe conducirnos a mejorar
nuestras relaciones en la vida, el trabajo, con nuestros vecinos y la humanidad
en general. Pocos negarán que desde hace muchos años la tendencia del
pensamiento intelectual y la investigación científica ha sido hacia el
materialismo y el agnosticismo.

La Teosofía se ha desacreditado debido a que ha tenido a sus partidarios y


predicadores, que en vez de dedicarse al estudio de la ciencia de la
espiritualidad, se han conformado con la repetición, como loros parlantes, de
los textos editados por los que les han precedido. Estos textos, con frecuencia
fueron originalmente declarados como heréticos, haciendo más difícil su
aceptación y vinculación, no por su valor real o verdad fundamental
descubierta en ellos.

En otras palabras, se han aferrado a los dogmas de sus credos en vez de al


espíritu de la enseñanza contenida en las palabras de sus diferentes líderes.
Sin embargo, a pesar de este sesgo intelectual a favor del materialismo,
todavía queda en la naturaleza humana el deseo de creer en una vida futura; y
las siguientes páginas apuntan a señalar como, el estudio de la Teosofía, o, la
también llamada Doctrina Esotérica, entre otras cosas, muestra la razón de

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este deseo instintivo, y a lo que seguramente y necesariamente conducirá a las


futuras razas de la humanidad.

Cómo la teosofía no es en sí una religión, en la verdadera acepción de la


palabra, ni siquiera una filosofía, puede, y de hecho incluye a seguidores que a
la vez son representativos de casi todas las formas de creencias religiosas en
el mundo, así como muchos que no tienen ninguna creencia. Enseña a la gente
a buscar la verdad fundamental, que es la base común a todos los credos,
filosofía, y ciencia, para descubrir y dejar a un lado la superestructura levantada
por la superstición, la persecución, el amor al poder, la ignorancia de la ciencia
y la intolerancia de la humanidad, y así pone al descubierto el hecho de que
una verdad se encuentra en todas las religiones, no importa cuán divergentes
puedan aparecer ahora; esa verdad es la Sabiduría Divina de los antiguos,
descubrible por igual en los escritos simbólicos de la Kabbala, los libros de
Hermes, los Vedas, y otros libros sagrados del este, en el Talmud, el Corán,
nuestra propia Biblia así como las enseñanzas de Pitágoras, Sócrates, y
muchos de los más recientes filósofos.

Esta religión de sabiduría, que es el germen de la verdad que se encuentra en


toda forma de creencia digna del nombre, existió en este planeta miles de años
antes de que se oyeran cualquiera de los credos de la cristiandad, antes de
que se registraran las religiones aún más antiguas del Este. En apoyo de esta
última declaración se puede aducir que los Vedas, que se dice, constituyen los
libros más antiguos que existen, fueron transmitidos oralmente de sacerdote a
sacerdote, durante siglos, antes de que se escribieran; el conocimiento
verdadero que se encontraba en sus enseñanzas, era considerado de un
carácter demasiado sagrado para confiarlo a cualquiera, era reservado solo
para aquellos que habían dedicado sus vidas a la búsqueda de esta sabiduría
mística.
Y hasta al día de hoy, el verdadero significado de estos libros no puede
entenderse a partir de la mera lectura de ellos, ni siquiera por los mejores
eruditos sánscritos hindúes, en la medida en que de la entonación y la
variación de la voz resulta una interpretación completamente diferente de las
palabras escritas.

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Consecuentemente, un estudiante de ocultismo que desee adquirir el


conocimiento oculto que estos libros sin duda contienen, deberá hacérselos
recitar a su Gurú (maestro), quién por etapas, así como el alumno avance, le
explicará el verdadero significado de la simbología.

El buscador de la verdad encontrará que con la Teosofía tiene dentro de su


alcance una fuente inagotable de conocimiento en cada tipo de pensamiento,
ya sea en el plano espiritual o físico. No hay ciencia, ni arte, ni búsqueda
intelectual, en cualquier dirección que la Teosofía tome, como se entiende
actualmente, que no abarque ni impregne: su estudio, solo puede hacer más
sabios y más elevada a todas las criaturas humanas.

Una de las primeras verdades para reconocer, por un estudiante, es la de la


reencarnación o evolución del espíritu. Se puede confirmar que la creencia en
esta doctrina impregna a todas las filosofías antiguas; y se recomienda a toda
mente responsable que considere como satisface las desigualdades de la vida,
al ser observada alrededor nuestra y en todas partes, tanto en el reino animal
como en el humano.¿Cómo es posible, de otra manera, reconciliar, la injusticia
aparente de un hombre nacido en la más absoluta miseria y, en una situación
donde la mejora, o incluso la voluntad de mejora, resulta imposible; mientras
que otro, no más digno, por lo que puede verse, está rodeado de amigos, lujos
y de todo lo que puede hacer la vida deseable? ¿Cómo explicar la situación de
los lisiados, los ciegos, los de constitución no saludables, y los moralmente
malvados, en comparación con aquellos que poseen la belleza de la forma, una
salud vigorosa, la honestidad en sus propósitos, y en el uso de todos sus
sentidos, a no ser por la teoría de que todos van por etapas progresando y en
ascenso en su evolución, no sólo materialmente, sino también moral y
espiritualmente? ¿Por qué debemos aceptar la teoría de la evolución hasta
cierto punto, y luego desecharla repentinamente, diciendo que esto es el final, y
que aquí cesa todo el progreso?

Es más razonable suponer, argumentando desde la analogía, que la


Naturaleza después de un largo curso de la evolución a través de las

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numerosas y diversas formas de los reinos inferiores, desarrolló la humanidad


que nosotros conocemos, y a partir de este punto corresponde a nosotros
nuestro avance con infinita esperanza espiritual y psíquica, que sólo comienza
ahora a ser débilmente percibido como posible, pero que, con el tiempo, se
hará un hecho aceptado; ¿aceptado porque, en vez de ahora, las facultades
psíquicas que resultan ser un acontecimiento raro y de lo más excepcional,
pueden ser entonces atributos de la mayoría?

Cuando la evolución espiritual haya llegado a este punto, puede haber tal
diferencia mayor entre las razas de la humanidad que posean tales poderes y
las que aún no los tienen, como la que existe hoy en día entre el indio
norteamericano y la gente, hoy en día (*), más altamente civilizada.

Las entidades o egos que ocupan ahora los cuerpos de razas salvajes y
bárbaras, reencarnarán, poco a poco, en cuerpos de hombres un poco más
evolucionados en la escala de civilización, agrupándose así, según sus grados
más bajos, hasta ir adquiriendo experiencias para un desarrollo más avanzado
- evolucionando siempre en mejoramiento y progreso.

Pero no es necesario aquí argumentar a favor o en contra de esta doctrina; es


suficiente mostrar muy brevemente que ha de incluirse en el esquema de la
enseñanza teosófica [Vide, Old Diary Leaves Vol. I, Cap. XVII Reincarnation.]
(*) Fecha 1ª edición 1885

El lector, sin embargo, no debe suponer que la reencarnación signifique la


transmigración de almas humanas en cuerpos de animales, o incluso de
formas inferiores de existencia humana, porque esto difícilmente podría
llamarse progreso espiritual.

Es tan posible para un seguidor de esta filosofía creer en que alguien pudiese
retroceder de encarnar de ser un europeo actual a un salvaje o esquimal como
para que un discípulo de Darwin llegara a pensar que la evolución podría
degenerar para que un mono o un elefante evolucionara a oruga. Lo que ha de
tenerse presente es el gradual y continúo ascenso de cada cosa en este

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planeta, desde los minerales y vegetales hasta el hombre y del hombre a Dios.
Pero no se debe entender con esta palabra que nos referimos al Dios
antropomorfo, o personal del cristianismo ortodoxo. Se utiliza aquí como el
único término disponible adaptado para expresar lo que se describe de manera
diversa como el “poder absoluto”, la “unidad suprema”, el “espíritu divino”, etc.,
que impregna todo el espacio, y del cual su manifestación se puede encontrar
en cualquier cosa alrededor de nosotros, sea esta cosa animada o inanimada.

Es el despertar de este espíritu divino dentro de nosotros el que da lugar, en


algunos casos, a un sentimiento de certeza de un estado futuro, en otros a un
anhelo indescriptible de que debe ser así; esto es algo que parece
independiente del cuerpo, que dota a los cristianos fervientes, o seguidores de
cualquier otra religión, no importa de qué edad o país con la esperanza y la
seguridad de la felicidad celestial después de la muerte.

De esta doctrina de la reencarnación depende la no menos importante ley del


KARMA –la ley de la causa y el efecto- que opera a través del mérito y el
demérito de las acciones de una persona en cada vida.

Cada individuo, con cada acto y pensamiento diario, está creando Karma
bueno o malo y está al mismo tiempo agotando en esta vida el Karma
producido por los actos y deseos de la anterior. Cuando vemos personas
afligidas por sufrimientos naturales, puede decirse que esos sufrimientos son
resultados inevitables de causas originadas por ellas mismas en un nacimiento
anterior. Podrá argüirse que como esas aflicciones son hereditarias, nada
pueden tener que ver con una reencarnación pasada; más es preciso tener
en cuenta que el Ego, el hombre real, la individualidad, no tiene su origen real
en la parentela que lo reencarna, sino que es atraído, por las afinidades que
su género de vida anterior agrupó alrededor de él, dentro de la corriente que lo
lleva, cuando llega la hora del renacimiento, hacia la morada más adecuada
para el desarrollo de esas tendencias…

Por lo tanto, para dar una ilustración en bruto, un niño ciego de nacimiento no es
víctima de accidente o desgracia, como tampoco una persona que come o bebe
de forma que le debe producir efectos desagradables, aunque por el momento le
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agrade al paladar. Pero a consecuencia de vicios o cualidades particulares


pertenecientes a su encarnación anterior, o quizás de una tendencia general y no
controlada en la dirección del mal, su ego se ha rodeado de afinidades que lo
arrastran a lo largo de los conductos que lo plantan, e inevitablemente en el cuerpo
de un niño ciego, para elaborar el viejo Karma, mientras que al mismo tiempo hacen
el nuevo, para ser una y otra vez agotado, cada vez mejorando y purificando,
hasta que, como se dijo más arriba, la raza humana se vuelve más y más
perfecta y Dios. Y aquí se puede observar que la raza humana en general , está
mejorando y evolucionando a un estado de desarrollo mucho más alto de lo que
podemos alcanzar en la actualidad -a consecuencia de nuestra gran
materialidad-; pero hay excepciones individuales a este avance constante, y
aunque estas excepciones, en comparación con la masa, son un porcentaje
infinitesimal, todavía forman una clase por sí mismas, y su eventual
desintegración tiene lugar en el plano astral, después de que la parte espiritual de
su naturaleza ha sido, a través de encarnaciones sucesivas, reprimida y aplastada
hasta que el ego por fin se ha divorciado de lo que solo puede darle inmortalidad.
Un capítulo futuro pondrá esta parte de la doctrina más claramente ante el lector,
al tratar de la constitución del hombre.

Esta doctrina de Karma bien entendida, guía y auxilia a aquellos que


comprenden su verdad, elevando y mejorando su vida; porque no hay que
olvidar que no sólo nuestros actos, sino también nuestros pensamientos, atraen
segurísimamente un cúmulo de circunstancias que han de influir bien o mal en
nuestro porvenir, y lo que es más importante aún, en el porvenir de nuestros
semejantes. Si los pecados por omisión o comisión sólo interesasen al Karma
del pecador, el hecho tendría menos consecuencias; pero como cada acto y
pensamiento en la vida entraña una influencia correspondiente, buena o mala,
sobre otros miembros de la familia humana, el sentido estricto de la justicia, la
moralidad y la generosidad son necesarios a la felicidad o progreso futuros.

Un crimen cometido una vez, un pensamiento malvado enviado desde la mente,


son recordados en pasado - ninguna cantidad de arrepentimiento puede aniquilar
sus resultados en el futuro. "¿Pueden borrarse los resultados de un crimen, aun
cuando el delito mismo debe ser perdonado?" Los efectos de una causa nunca se
limitan a los límites de la causa, ni los resultados del crimen pueden limitarse al
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delincuente y a su víctima. Así como la acción malvada tiene sus efectos, tan
palpablemente como la piedra arrojada en una agua tranquila”. [ lsis sin Velo
Volumen II, P 542 .] El arrepentimiento, si sincero, disuadirá a un hombre de la
repetición de errores; no puede salvarlo a él ni a los demás de los efectos de los
ya producidos, que lo superarán con toda seguridad en esta vida o en el próximo
renacimiento.

Si los hombres y las mujeres observaran la ley del karma y conformaran sus
mentes y sus vidas de acuerdo a sus principios, no tendrían tanto que
responder por los daños hecho a sus semejantes. Porque la ética de esta
enseñanza obliga al bien activo de sus seguidores, a la abstención del mal; y a
una de las lecciones más grandiosas impartidas por la Teosofía que es la de la
hermandad universal, que acertadamente interpretada significa un deseo de
gran corazón para beneficiar a la humanidad. Casi todas las personas, no
importa cuán humildes sean, tienen a su alcance de una manera u otra, ayudar
y consolar con palabras o hechos a algunos de sus convecinos. ¿Cuánto más,
por lo tanto, se encuentra en el poder de las clases educadas? -- y es a los de
esta clase a quienes se dirigen estas palabras. La filantropía está abierta para
ellos en dos planos -- el físico y el espiritual, porque son capaces tanto de
actuar como de pensar; y esta filosofía enseña que los pensamientos pueden,
incluso en algunos casos, ser de mayor importancia que las acciones; ya que
estos últimos, estando en el plano material, afectan solamente a las vidas
físicas de encarnaciones futuras, mientras que los primeros, perteneciendo a
planos más altos, tienen consecuencias aún de más alcance, que afectan a la
existencia espiritual y por lo tanto real.

El karma obtenido por nuestras acciones y deseos decide nuestras


encarnaciones futuras en este planeta; que debido al trabajo intelectual y a los
pensamientos afecta más directamente a nuestra condición espiritual en el
futuro, determinando la duración y el carácter de la bienaventuranza celestial,
previo al renacimiento en el plano material. Así que, a medida que pasamos
por nuestras vidas terrenales, dejamos atrás un conjunto de acontecimientos
que ningún arrepentimiento posterior puede borrar, lo que debe con absoluta
certeza lograr sus resultados inevitables en el próximo renacimiento, siendo
estos la pobreza, la riqueza, la situación personal, la mala salud, la deformidad,
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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

la privación de uno o más de los sentidos, la felicidad, la miseria, un deseo de


hacer el bien sin importar los medios. Todo esto y cualquier otra aflicción o
bendición a la que la humanidad está sujeta, todos los diferentes estados de
felicidad y al revés, se deben, no al capricho de un solo nacimiento y vida, sino
que son las consecuencias directas de los deseos anteriores o de las acciones
acometidas por los individuos.

Esto a grosso modo es la gran ley del Karma. Por supuesto hay innumerables
detalles y cuestiones aparte que se podrían incluir, pero estarían fuera de lugar
en una obra como ésta, elemental en esta materia.

El lector que se encuentre interesado en este tema puede recabar información


más completa en los muchos libros que se encuentran disponibles y se ocupan
de este tema.

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CAPÍTULO II

Un resumen de la Historia oculta

Como ya hemos dicho, la sabiduría divina de los antiguos ha sido la base y la


esencia de todas las grandes religiones populares. El pernicioso crecimiento
a que nos ha conducido el paso del tiempo, y las pasiones humanas con que
ahora se envuelven nuestros momentos, cuando se despejan, descubren su
interior, y aparece que la verdadera doctrina revelada sigue ilesa e intacta.

¿En qué consiste esta sabiduría divina, realmente, de dónde viene, quién la ha
enseñado, y con qué propósito?

Al mirar hacia atrás a lo largo de los registros del pasado, se puede observar
que los miembros cultos de la sociedad siempre han estado en posesión de
conocimientos cuya difusión entre la multitud se pensaba que era indeseable.
Desde los más lejanos tiempos en que la historia puede darnos referencia, la
única clase, la más culta y más elevada se encontraba siempre entre aquellos
que habían sido iniciados en el conocimiento arcano de los misterios de los
hierofantes. “Cada nación tenía sus misterios y su Hierofante….que era el
único que podía impartir el terrible conocimiento contenido en el Merkaba.”
[Isis sin velo]. Los que tenían bajo su custodia esta sagrada religión eran
llamados magos, la palabra viene de “Mage”, o “Magian”; la magia en esos días
estaba considerada, como en verdad era y todavía es, una ciencia divina, su
estudio conducía al descubrimiento de la naturaleza oculta, mediante el uso de
las cualidades espirituales inherentes en el hombre. Ya que a fin de alcanzar,
el estado necesario para la percepción y la aprehensión de estas operaciones
invisibles, el iniciado debía haber reconducido, mientras el cuerpo, a una vida
de pureza absoluta en todos los aspectos – en acciones, pensamientos,
motivos, aspiración y deseos. No fue la clase sacerdotal persa la que
descubrió la magia. Como algunos podrían suponer a partir de la palabra. Sino
que llamaron “mágicos” a los que aprendieron esta ciencia.

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El estudio de antiguas escrituras ocultas revela el hecho de que el


conocimiento y la práctica de la magia ha estado en el mundo desde las
primeras razas del hombre.

La siguiente cita de “Isis sin Velo” le confirma al lector los siguientes puntos:
“Lo que queremos demostrar es que lo que subyace en toda la antigua religión
popular era la misma doctrina de la Sabiduría Antigua”, una e idéntica,
profesada y practicada por los iniciados de cada país, que eran conscientes de
su existencia e importancia. Determinar su origen y la forma precisa de cómo
se desarrolló está ahora más allá de la posibilidad humana. Con un vistazo
solo, sin embargo, es suficiente para asegurar que no se podía haber llegado a
alcanzar tan maravillosa perfección en las reliquias de algunos sistemas
esotéricos, como la que encontramos, excepto después de transcurridos una
sucesión de años. Una filosofía tan profunda, un código moral que tanto
ennoblece y aporta resultados prácticos tan concluyentes y tan uniformemente
demostrables, no puede ser debido al desarrollo de una sola generación o de
una sola época incluso. Las pruebas de esta identidad de doctrina fundamental
en las antiguas religiones se encuentran en la prevalencia de un sistema de
iniciación en las castas sacerdotales que tenía la tutela de las palabras místicas
del poder, y un despliegue público de control fenomenal sobre las fuerzas
naturales indicando la asociación con el futuro de los seres humanos.
Cualquier contacto con los misterios en estas naciones fue guardado con el
más cuidado celo, y a los iniciados de cualquier grado que divulgaran
cualquiera de los secretos que se les confiaban se les aplicaba la pena de
muerte. Tal fue el caso en los misterios egipcios y báquicos, y entre los magos
caldeos y los hierofantes egipcios, mientras que con los hindúes, de donde
derivan todos ellos, esta misma norma ha prevalecido desde tiempos
inmemorables.

Repitiendo; “los misterios son tan viejos como el mundo, y cualquiera versado
en mitologías esotéricas de varias naciones puede rastrearlos a sus inicios en
los días del período pre-Védico en la India.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Y se puede ver hasta donde los archivos históricos se extienden que el


conocimiento y la práctica de la ciencia oculta se remonta al pasado, y que
cada generación sucesiva tanto de sus seguidores como de los practicantes de
estos estudios, siempre han estado formadas entre los eruditos más brillantes
del momento. Pero a pesar de que un período de investigación oculta trajo
consigo la persecución, la tortura y la muerte, llegó con un deseo ardiente de
conocimiento adicional, de forma que ningún miedo a las consecuencias evitó
la búsqueda de la verdad por medio de los cultos hombres que la ingresaron.
Y es justo suponer que algo más que los resultados teóricos debieron haber
empujado a aquellos que arriesgaron sus vidas y reputación por esta
superstición, como se le llama vulgarmente.

Los secretos más íntimos de esta ciencia, sin embargo, han sido conservados y
escrupulosamente protegidos de los profanos por custodios dedicados, que
han ejercido los poderes a su alcance sólo para el avance de las razas, tanto
material como espiritualmente, cuando la necesidad ha surgido, o la situación
de la humanidad lo ha permitido. En edades lejanas la gente por su parte
consideró a estos guardianes con la devoción y la reverencia absolutas,
acatando sus leyes solo por la simple fe.

De la gran raíz de esta ciencia, han brotado a veces movimientos clandestino


de variadas direcciones, a menudo desapercibidos, ramas y brotecillos de
menor virtud y poder que surgieron del tallo original y se alejaron y apartaron
de él, pero que se mantuvieron vivos y continuaron creciendo en su actividad
debido a su unión con la distante y lejana fuente de vida. La alquimia, la
astrología, la hechicería, la demonología, la brujería, el espiritismo, y cualquier
otro tipo y forma de lo que comúnmente trata la llamada temática sobrenatural,
se basan y deben su existencia a la ciencia esotérica de la doctrina de los
antiguos.

Los mismos acontecimientos pueden observarse, por lo que respecta, a las


diversas etapas del ocultismo, y también en los de la religión, la historia, el
mismo sustrato de la verdad, la separación gradual de grupos de personas que
siguen a los líderes individuales, estos a su vez dividiéndose de nuevo, cada
ruptura sucesiva llevando a los miembros más lejos de la verdad, hasta que por

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fin sea con la mayor dificultad que por un hilo de semejanza que pueda ser
percibido nos muestra el vínculo de unión entre estas sectas errantes y su
fuente de partida original.

Pero podemos preguntarnos, ¿cómo es posible que una ciencia sagrada, de


tan enorme importancia como se ha confirmado ésta – con sus ramificaciones
conocidas y que siempre ha sido protegida con tanto cuidado, como la traición
en la entrada a los misterios íntimos del conocimiento adquirido que era
castigable con la muerte? ¿Cómo ocurre que en una comunidad atrincherada
por normas tan estrictas y de tan extremadamente difícil acceso, el deterioro
pudiese, incluso a lo largo del tiempo, tener lugar alguna vez? La
respuesta es que el deterioro de la verdadera filosofía nunca ha podido
establecerse,

Porque las verdades de estos sublimes misterios sólo las pueden transmitir
aquellos que, a base de años de estudio, preparación y juicio, demostraron,
más allá de toda duda, ser digno de ello; y el hecho cierto es que todavía hay
custodios de estos misterios, y de esa iniciación allí , que es el trabajo de
quizás una o incluso dos generaciones , y que muestra que la corrupción,
debida al tiempo y a los deseos humanos, aún no ha entrado en su comunidad,
ni mancillado la pureza de su trabajo. Al mismo tiempo, la posición en el
mundo, mantenida por estos adeptos en tiempos pasados era de un inmenso
poder. Fueron legisladores de sus países, tenían todo el control no sólo sobre
las masas, sino también sobre sus normas de convivencias. Por lo tanto,
se deduce de las austeridades y el rigor de la vida requerido para formar parte
del cuerpo de estudiantes, eran contados, y como se podrá imaginar, cómo se
esforzarían por alcanzar el conocimiento que traía consigo tales ventajas
inestimables, incluso desde el punto de vista terrenal. A veces, hubo quién
con la fuerza del ascetismo adquirieron práctica en el trabajo de ciertos
fenómenos físicos ocultos, pero que habían fallado en las iniciaciones más
elevadas, quizás tal vez por la pureza de intención exigida y fueron tentados,
probablemente para llevar a sitios lejanos el conocimiento limitado adquirido en
el curso de su formación y fueron capaces de pasar, de una manera
relativamente fácil, entre la gente ignorante como verdaderos adeptos, usando

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para su propio beneficio personal y su aprovechamiento, lo que se pretende ser


sólo para progreso de la humanidad en general.

Los falsos maestros tales como estos atraerían alrededor de ellos a los
alumnos o seguidores que a su vez serían inferiores a sus amos, hasta que por
fin la ciencia redujo y se degradó en su estimación ante la opinión pública,
primero a los ojos de las clases dirigentes y posteriormente ante las clases
populares. La historia demuestra que, allá en la época de las antiguas dinastía
egipcias, la creencia en los poderes sobrenaturales del sacerdote y los
oráculos de los templos, entre la aristocracia, se estaba deteriorando
rápidamente, pero el poder y la autoridad que los sacerdotes mantenían sobre
el ejército y en el país en general era demasiado grande para ser ignorado. El
rey y sus cortesanos continuaron cumpliendo sus devociones públicas por bien
del ejemplo, y para guardar el favor de los sacerdotes, y no porque creyeran en
las profecías de los oráculos o de los llamados milagros realizados en los ritos
y favores religiosos.

Estos pueden a menudo ser demasiado transparentemente fraudulentos para


engañar a cualquiera que no sea más que un cretino analfabeto. Mientras los
hierofantes y los sacerdotes de los templos eran verdaderos adeptos, es decir
habían superado sus iniciaciones, y eran consecuentemente libres de toda
ambición mundana - no tenían necesidad de recurrir al malabarismo y la
impostura que eventualmente desgastó la creencia de la personas y trajo
descrédito sobre la religión. Pero a pesar de ésta degradación de la ciencia en
la estimación general, debido en parte al lapso de tiempo, y en parte a algunas
de las formas más bajas de su conocimiento que escapan y son mal
empleadas; la alta iniciación y la destreza nunca ha sido alcanzada por
cualquier individuo que pudiera traer descrédito a la hermandad o divulgar uno
cualquiera de los misterios sagrados. Nadie más que el hombre deificado
podría alcanzar el desarrollo necesario; y, habiendo llegado a esta altura,
estaría muy por encima de cualquier tentación que los atractivos de este
mundo podrían resistir.

Por otra parte, hay otros caminos que conducen a la ciencia oculta además del
que por el que cada alumno o discípulo, a su vez, espera alcanzar el adeptado.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Incluso estos, pueden no ser fáciles de recorrer, el entrenamiento, incluso para


logros menores debe ser severo. Pero cuando, como de vez en cuando puede
haber sido el caso, el objetivo del candidato ha sido simplemente el logro de
fenómenos para conseguir ventajas ordinarias o el deseo de supremacía sobre
sus similares, estos objetivos inferiores pueden haber sido alcanzados de una
manera fácil, y por consiguiente por estudiantes de tipo innoble. La posesión
de poderes por tales personas tendería a rebajar obviamente a los ojos del
mundo la ciencia que los habilitara. Y esta consideración, nos da otra
explicación de cómo la magia, como fuente de poder, ha visto transformado su
uso previsto; y en lugar de ser reconocida como un atributo necesario de la
religión real, cuyo conocimiento debe ser ejercido en beneficio de la sociedad,
ha sido desacreditado como rama de estudio tanto por parte del púlpito como
del estado ---- y de los primeros prohibidos por la Biblia y sometido a una
persecución impía, por creencia insana y maliciosa que nunca tuvo base
alguna excepto en la mente de los ignorantes y supersticiosos de antaño.

La historia del ascenso y caída de todas las religiones se asemejan y poseen


razones casi idénticas en todas las naciones, ya sea oriental u occidental. El
ansia por la inmortalidad que es inherente a la humanidad, tanto entre aquellos
que son demasiado incultos como para ser conscientes de ello, y también entre
aquellos que son demasiado civilizados para admitir su existencia, se ve
reflejada en la sensación que siempre ha influenciado a la gente a seguir una u
otra de las religiones que han aparecido de vez en cuando en la historia del
mundo. Estas religiones, siempre y cuando las enseñanzas dadas por sus
respectivos líderes hubiesen sido sostenidas por sus discípulos, o
descendientes, en su integridad, -- siempre y cuando ningún prejuicio mundano
ni motivos egoístas hubiesen mancillado la vida del clero o de los sacerdotes --
nunca habrían caído en el estado de decadencia; ahora sólo son evidentes
solo para sus adeptos más fervientes. Pero cuando de lo que sólo debería ser
considerado como una vocación, el deseo aplastante de ayudar a la humanidad
que resulta como una percepción espiritual en la Naturaleza, se hace una
profesión en la cual prevalece la lucha por la preeminencia y se convierte en
una rutina, el efecto en la religión es y debe ser el originado. Si esa lucha se
corresponde con la toma de acción para la consecución de un obispado en vez

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

de una vicaría, o para el ejercicio del sacerdocio en un templo más grande y


popular en vez de en otro comparativamente más pequeño y desconocido;
gradualmente, pero seguramente, las dudas, las desuniones, la separación y la
desintegración seguirán de continuo; hasta que, como ahora, vemos, tanto en
el este como en el oeste, se producirá entre las clases un gran predominio de
los pensamientos del agnosticismo y el ateísmo -- creencias que poco a poco
se están propagando entre la gente trabajadora más humilde. La mayoría de
los llamados cristianos ortodoxos no han leído ni reflexionado sobre temas
metafísicos, o ellos en verdad, cuando sus creencias fueron discriminadas, se
convirtieron en cristianos esotéricos, sin firme apego a los dogmas que estaban
por realizar ni a la iglesia como quedó constituida en la actualidad.

Los discípulos posteriores a Buda, Jesús, o cualquiera de los otros grandes


reformadores religiosos, fueron espiritualmente por delante de sus
contemporáneos debido al contacto con, la creencia en, y la garantía de la
pureza absoluta, del motivo, la bondad, y el altruismo entero de sus maestros
respectivos, cuyos códigos morales, milagros, y vidas sencilla variaron tan poco
que resultaba difícil para los estudiantes ´dudar de que su conocimiento no
pudiese haber salido de la fuente original, aunque vivieron en períodos muy
diferentes.

El código moral enseñado y practicado por Jesús, en la medida que se


desarrolla es perfecto y enaltecedor. Pero hasta esto ha sido compatible con la
persecución, el derramamiento de sangre, la tortura y la inmoralidad de todo
tipo. La investigación científica y el progreso material han sido paralizados en
la desesperada lucha del clero para mantener el poder y supremacía obtenido y
defendido por la violencia. A partir de las sencillas palabras de Jesús, sus
seguidores han sido capaces de construir no sólo las dos grandes divisiones de
la cristiandad, el protestantismo y el catolicismo, sino también las innumerables
sectas que se encuentran dentro de sus respectivas órdenes. En vista de todo
esto, no es de extrañar, teniendo en cuenta su gran antigüedad, que la
sabiduría-religión de los ancestros debió ser tergiversada y disfrazada en el
curso de las generaciones sucesivas. Ya se ha dicho lo suficiente para mostrar
al lector – o, en cualquier caso, que lo ponga en la pista para verificar por sí

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

mismo el hecho – que las religiones orientales y occidentales, la magia y el


ocultismo, con todos sus diversos desarrollos, tienen uno y el mismo origen.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

CAPÍTULO III

Concepción errónea occidental de la Filosofía


Oriental

Cuando los eruditos europeos por sí mismos empezaron a interesarse en la


traducción de los libros sagrados del este, no tenían ni idea de que contuviesen
un profundo sistema de pensamiento que, cuando se interpretaba
correctamente, alcanzaba muy lejos a explicar muchos de los enigmas de la
vida, o que en sus antiguas páginas se encuentran algunas de las más
profundas verdades cosmológicas, sobretodo de las que se buscan en filología
y en la ciencia histórica.

Se valoró por parte del mundo civilizado acerca de su antigüedad, y no en los


pensamientos e ideas contenidos en ellos, que nunca fueron considerados
dignos de estudio tan serio como para desarrollar una filosofía. En el número
de Junio de la revista “Nineteen Century” del año pasado [La primera edición
de este manual para principiantes fue publicado en 1885], el profesor Max
Muller, a lo largo de un artículo titulado “Las Biblias olvidadas”, hace las
siguientes observaciones: Algunos al menos, de los más importantes trabajos
ilustrativos de las religiones más antiguas de Oriente han sido
permanentemente rescatados del olvido, y resultan accesibles a todo hombre
que entienda el inglés. Algunos de mis amigos, hombres cuyo juicio valoro
mucho más alto que el mío propio, se preguntaban el motivo para la alegría.
Algunos, más honestos que el resto, me dijeron que eran grandes admiradores
de la sabiduría antigua oriental hasta que llegaron a leer las traducciones de los
libros sagrados del este. Ellos estaban evidentemente expectantes por oír las
canciones de los ángeles y no el balbuceo de los niños. Pero otros no lo
consideraron. ¿Qué, preguntaban, podrían los filósofos del siglo XIX esperar
aprender de las expresiones de los hombres que habían vivido uno, dos, tres, o
incluso cuatro mil años atrás?

Cuando humildemente sugerí que estos libros tenían un interés puramente


histórico, y que la historia de la religión no debería poder ser estudiada de

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

ningún otro documento, me dijeron que se sabía perfectamente cómo apareció


la religión, y a través de cuántas etapas tuvo que pasar en su desarrollo de el
fetichismo al positivismo, y que, cualesquiera que fueran los hechos que se
pudieran encontrar en los libros sagrados del este, todos debían desaparecer
ante teorías infalibles e irrefutables.

Estos comentarios ilustran a la fuerza el hecho de que los traductores, sólo han
apreciado su tema desde un punto de vista, este es el de la antigüedad, y es
obvio que no se les ha ocurrido la idea de que estos libros podían tener un
sentido oculto, que ha sido envuelto en una simbología sólo reconocible para
aquellos que han hecho un profundo estudio de la filosofía mística.

Estos libros pueden, quizás, haber “sido rescatados del olvido” por sus
actuales traductores en lo que respecta al público de habla inglesa; sin
embargo, un serio investigador, deseoso de comprender el profundo significado
del pensamiento oriental, tiene ahora, con estas traducciones disponibles,
incluso fácil el buscar el significado oculto, así como el superficial. Su "rescate"
sólo se ha logrado a expensas de su importancia. Estos libros tienen mucho
más que un mero valor histórico, pues en sus páginas se encuentran las
verdades fundamentales de una filosofía que es recibida por muchas mentes
cultas como un bien digno de respeto sobre otros fundamentos que los de la
antigüedad.

Con referencia a la Rig Veda, en la que Max Muller reclama tener tanta
familiaridad, podemos encontrar en “Isis sin velo” la siguiente referencia no
apoyada ni por la razón ni por la ilustración: “Alquimistas, kabalistas, y los
estudiantes de filosofía mística se encuentran con un sistema de evolución de
la cosmogonía perfectamente desarrollado para un pueblo que vivió una
veintena de miles de años de nuestra época” Encontrarán en ella (Rig Veda)
además, una perfecta identidad de pensamiento, e incluso de doctrina, con la
filosofía hermética, y también con la de Pitágoras y Platón.

Aparte de esto, cabe preguntarse qué filósofos tiene el mundo para mostrar en
la generación actual para comparar con aquellos que han fallecido hace años,
dejando detrás de ellos teorías que quizás pueden estar más cerca de la

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

verdad que aquellos que están detrás de la conocida como "infalible e


incontrovertibles". Las ideas que se encuentran en los libros sagrados del este
son comparadas por el profesor con el “balbuceo de los niños”. ¿Es esto culpa
de las ideas, o no es simplemente posible admitir que los cultos traductores
laboriosos y estudiosos como han demostrado ser, no han encontrado la llave
mística que abrirá estos tesoros ocultos, y sin la que estas Biblias son
comparativamente insignificantes e inútiles? Incluso desde el punto de vista
histórico estas traducciones resultan insatisfactorias, en vez de ayudar a
mostrar el progreso intelectual de la gente, su conocimiento real, o las teorías
que eran capaces de formular sobre la formación del Universo, en aquellos
tiempos remotos que mantienen los cultos místicos de la India, dan una
impresión completamente incorrecta al lector de lo que aquellas teorías
realmente eran, y que conocimientos habían alcanzado aquellos que las
sostuvieron.

No se puede hacer justicia en absoluto al espíritu de la enseñanza en estos


libros por sus nobles contenidos en la versión inglesa. Si se hubiesen podido
hacer estas traducciones comentadas o anotadas por un brahmán instruido,
poseyendo algún conocimiento de la doctrina oriental, toda la filosofía brillaría
con un esplendor que ahora solo puede ser aprendido parcialmente incluso por
aquellos europeos que son discípulos de la sabiduría oriental, y que mostraría
la verdadera grandeza y el poder de sus cosmogonías.

Porque, no importa a qué secta pudiese pertenecer el brahmán, aunque diese


lectura a favor de una secta u otra, no afectaría el resultado, porque, como se
ha dicho anteriormente, las religiones indias pueden y de hecho varían
considerablemente en su exoterismo, pero la base amplia de la identidad
esotérica es reconocida por sus respectivos adeptos y sacerdotes, cultos y
místicos, y todos ellos reconocen el significado oculto escondido que subyace
en cada uno de estos escritos, y que a fin de conseguir su apreciación
apropiada, ha de ser percibido, si no creído en y por el traductor. Sin esta
percepción del hecho de que la ciencia oculta es la base y el fundamento de
todos estos libros, ninguna de ellas será o puede ser satisfactoria, pues debe
ser el deber y el deseo de cada uno dedicado a la tarea de dar a otros cierta
información poniéndolo de un idioma a otro, primero para asegurarse de que
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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

tiene un verdadero entendimiento del tema de este autor; de otra manera,


¿cómo puede esperar hacer justicia a las ideas, por débil e infantil que puedan
parecerle?

La filosofía oriental tiene un gran fundamento de creencia que recorre todas las
diversas formas de pensamiento, ya sea brahmánico ortodoxo, budista, o
vedantista, y esto se asemeja en líneas generales a lo que el Sr. Draper da
como el de los estoicos o seguidores de Zenón: “es un Poder Supremo, no
hay un Ser Supremo. Hay un principio invisible, pero no un Dios personal,
a quién no sería tanto, blasfemia, como absurdo, imputarle la forma, los
sentimientos, las pasiones de los hombres,…. Lo que llamamos
casualidad es solo el efecto de una causa desconocida. Incluso para las
posibilidades existe una ley. No hay cosa tal como la Providencia,
procede, bajo leyes naturales irresistibles, y en este sentido el Universo
es sólo un motor automático de gran alcance. La fuerza vital que
impregna al mundo es lo que los analfabetos llaman Dios. Las
modificaciones a través de las cuales todas las cosas se ejecutan tienen
lugar de una manera irresistible, y por lo tanto se puede decir que el
progreso del mundo está bajo el destino: como una semilla sólo puede
evolucionar en un modo predestinado”.

La acusación de ateísmo tan frecuentemente ejercida contra teósofos y


estudiosos de la filosofía oriental difícilmente podría ser más infundada de lo
que es, y parecería que debe su origen a la ignorancia de la verdadera obra
que los teósofos tienen en su corazón (es decir, la eliminación del
materialismo) o a una interpretación errónea puesta en el significado de la
palabra en su acepción popular.

Se supone que un ateo es alguien que no sólo no cree en Dios, sino que
también está convencido de que no hay para la humanidad ningún tipo de
supervivencia después de la muerte.

Sería igualmente justo y muy lógico sostener que los espiritistas (que pasan la
mayor parte de su tiempo libre en mantener comunicaciones con sus amigos y
parientes que han fallecido) sean ateos, como lo son los budistas y los

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

teósofos. Pues aunque estos últimos puedan estar en desacuerdo con algunas
de las conclusiones formadas por los primeros en cuanto a la condición
espiritual de las almas desincorporadas, son conscientes de que tales
comunicaciones no solo son posibles, sino de hecho cotidiano y a cada hora.

Lo que un estudio de la Teosofía muestra más que otro es que esta vida no es
nada comparada con la siguiente, que el presente es maya, es decir,
transitorio, mientras que la vida real es la que pertenece al hombre interior y
que es aparte del cuerpo. Mientras estamos en el cuerpo, estamos
encadenados por él, y estamos sujetos a las limitaciones en que incurre su
ocupación. Liberados de las limitaciones corporales, podemos tomar
conocimiento de la existencia en otro plano más alto, dónde el tiempo, la
distancia y la muerte no nos afectan. El budismo enseña a sus discípulos, entre
otras cosas, a ignorar los anhelos del cuerpo, para dejar de estar subyugado y
conquistado por los deseos que tienen que ver con los placeres materiales,
para no ser influenciados por sentimientos de envidia, pasión, ira, venganza, y
cultivar un ardiente deseo de beneficiar a la humanidad, combinado con
incrementar las aspiraciones espirituales. Estos deseos corporales, los
sentimientos inferiores de nuestra naturaleza, una vez destruidos, el hombre
interior puede entonces escapar de la esclavitud y ganar aún en esta vida
algunos de los conocimientos y experiencias de otro estado de existencia, y por
tanto la realidad de la historia es que siempre es el poder del Espíritu Divino
interior el que anima todo el Universo.

El mero hecho de que el verdadero budismo no predica una creencia o


dependencia de un Dios personal no es prueba de que la religión es atea, pues
reconoce en el Espíritu Universal todos los atributos superiores que el
cristianismo asigna a su Deidad, mientras que la enseñanza del budismo y del
cristianismo llevan igualmente a la purificación del cuerpo de todos los
cuidados mundanos y la ambición. Todo el código de ética establecido por
Jesús es que la humanidad debe ser desinteresada, para que su yo interior y
espiritual puedan estar en condiciones de asociarse con el Padre Celestial.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

La enseñanza oriental da también el mismo consejo – aplastar y someter a la


personalidad – que puede llegar a darse cuenta de su unidad con el conjunto,
la conciencia universal.

No obstante, el lector no debe suponer que la teosofía enseña el budismo de


forma pura y simple, porque no es así, pero su estudio demuestra claramente
que la vieja religión de la sabiduría, tal como la enseñaron los iniciados desde
tiempos inmemoriales, subyace a todas las grandes religiones del mundo. El
budismo y el brahmanismo tienen la misma relación que el protestantismo y el
catolicismo, y tienen tantas sectas y ramas dentro como tienen estas religiones
occidentales.

El budismo esotérico era una filosofía antes de que el Buda histórico apareciera
en la tierra, es decir, la verdad filosófica dentro de su forma externa estaba allí,
como lo fue también en el cristianismo y el brahmanismo, antes de que sus
fundadores aparecieran. Por lo tanto se verá que la filosofía oriental, en lugar
de ser atea en su tendencia, es absolutamente inversa, y tiene ese carácter, en
parte por ser interpretado erróneamente por los exponentes occidentales, y en
parte por el hecho de que la creencia en un Dios antropomórfico como el
creador del universo es desalentador para las mayores autoridades orientales
de la época, y no se apoya en las enseñanzas de los libros sagrados del
Oriente.

La “Energía Infinita y Eterna de Mr. Herbert Spencer, de la que proceden todas


las cosas”, y su afirmación de que “ninguno de los atributos positivos que se
han predicado de Dios pueden ser usado por esta energía”, coincide y es
idéntico con la enseñanza de la filosofía. Pero, mientras Mr. Spencer dice que
la conciencia finita humana no puede comprender ni acercarse a lo
Incognoscible, que él admite es la “Realidad última”, los iniciados ocultos
afirman que el poder de hacerlo está latente en la humanidad, también que
esta facultad de poder, puede, mediante métodos especiales de desarrollo, por
el conocimiento de los que tienen acceso, ser llevados a dominar y liberarse de
las restricciones del cuerpo, y ser capaz de salvar el abismo que separa lo
conocido de lo desconocido. La profunda veneración con la que los maestros y
alumnos de la doctrina esotérica abordan el tema de la Gran Ley -la

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Inconsciente, la Infinita, la Realidad Última, o cualquier otro nombre que se use


para expresar la idea– de las creencias religiosas, llegarían muy lejos para
disipar la noción tan ampliamente difundida de que este sistema es distinto al
más espiritual de todos, ya que su gran objeto es el abundar en el culto en los
seres humanos de las tendencias superiores de su naturaleza, permitiéndoles
así darse cuenta por sí mismo de la gran verdad, que este mundo físico es lo
transitorio y que lo espiritual, es la única vida verdadera.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

CAPÍTULO IV

Lo visible y lo invisible

Con el fin de comprender mejor la conexión que vincula el mundo material con
lo que comúnmente se llama el mundo espiritual, es necesario para el lector
saber que la filosofía oriental enseña la división del hombre en siete principios
(siete partes principales o cuerpos diferentes), los cuales son:

1. El cuerpo físico
2. El cuerpo vital
3. El cuerpo astral
4. El alma animal
5. El alma humana
6. El alma espiritual
7. El espíritu

Con esta división podemos observar que el cuerpo representa la parte material
del conjunto, aunque posee la potencialidad del desarrollo espiritual que trae
consigo la perfección después de un largo curso de evolución y a través de
muchas encarnaciones. Sin embargo, no debe suponerse que estos principios
pueden separarse o rasgarse uno del otro como capas de la piel, o que tienen
propiedades distintas e individuales que pueden trabajarse independientemente
unas de otras.

Cada principio, por el contrario, está estrechamente unido con su próximo, y


sólo puede trabajar cuando entre sí se apoyan. El cuerpo físico no puede
funcionar sin su parte vital; el cuerpo astral sería, estando dentro de su
conjunto carnal, poco inteligente, sino estuviera iluminado por las facultades
superiores del alma animal, y la parte superior del alma humana misma, pero a
la muerte del ser humano, se aferra a la forma astral, que lentamente se
desintegra en el plano astral, pero con su afinidad y compatibilidad cerrada con
el alma espiritual.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Los tres primeros principios pertenecen exclusivamente a la personalidad y son


perecederos con la muerte del cuerpo físico, es decir, el segundo principio,
cuando deja de estar ocupado con el cuerpo, va a vitalizar otro organismo en
su inmediata proximidad, mientras que la forma astral decae más lentamente
pero al igual como lo hace el cuerpo físico con toda seguridad.

Los cuatro principios superiores de la individualidad, son el verdadero hombre


interior – el ego que pasa de una encarnación a otra. Si, por una larga
trayectoria de deterioro debido a una serie continua de nacimientos de más y
más tendencias degradantes, los principios sexto y séptimo se separan de las
secciones más altas de la quinta, esta última se hunde y se fusiona con la
cuarta y muy lentamente se desintegra en la luz astral, durante ese tiempo es
uno de los más peligrosos elementales. El espíritu puro que por lo tanto ha sido
obligado a alejarse del ego, vuelve de nuevo a su fuente original, el espíritu
universal.

Estos principios son latentes no sólo en animales inferiores así como el más
bajo de los organismos, sino que también en toda materia, ya sea orgánica e
inorgánica. En consecuencia podría decirse que un guijarro contiene los
elementos potenciales del hombre perfeccionado. Esto, sin embargo, no
significa que cualquier piedra en particular, en el curso de millones de años, se
convierta en un hombre, o que, aunque hay en él indudablemente el germen
latente del principio de la vida, por lo tanto será siempre capaz de moverse por
su propia voluntad.

La teoría de la evolución que concuerda hasta cierto punto con la ciencia


oculta, sostiene que el reino vegetal evoluciona del mineral, el animal lo hace
del vegetal, y así sucesivamente. Sigue, por tanto, que en la piedra deben
estar los elementos del vegetal y el animal, por lo tanto del hombre, ya que no
es necesario aquí considerar la cuestión de una creación separadora para el
ser humano.

Los más altos principios en el hombre se desarrollan en él, uno por uno,
recorriendo su camino con la mayor lentitud de grados desde el nivel más bajo
de los salvajes hasta los más avanzados tipos de la presente generación.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Incluso en éstos los principios más altos siguen siendo latentes. La mayoría
de las personas en esta etapa actual de la humanidad solo están en posesión
activa de su cuarto principio, aunque el quinto está empezando a afirmarse y
manifestarse en sí mismo.

Esto se demuestra con el desarrollo del intelecto humano sobre el plano


material, que se ocupa casi enteramente de temas relacionados con el
bienestar de la vida, descubrimiento científico, la educación de las masas, la
investigación histórica, y así sucesivamente, tendiendo la mayor parte hacia el
descrédito en cualquier otro tema, y consecuentemente al estímulo de la
comodidad y la facilidad del cuerpo, más bien que al reconocimiento de las
energías espirituales y psíquicas en el hombre, que apenas están comenzando
a desarrollarse. Cuando se reconocen estas facultades, y se ha descubierto el
sendero a su desarrollo y formación, todas las demás ciencias y estudios se
hundirán en relativa negligencia y se someterán a los inmensos poderes de la
voluntad humana, cuya educación será la más alta ambición de todos aquellos
que tienen por objetivo el logro de la verdad real, o en otras palabras, el
conocimiento universal. Esto, sin embargo, no será hasta que la humanidad
esté en plena posesión de su quinto principio, glorificado por el despertar del
sexto.

Incluso ahora una minoría educada está empezando a ser consciente de que
estas facultades superiores son innatas en todos y que varían activamente en
muchos. La separatividad en la vida del astral del cuerpo físico ha sido probada
más allá de toda duda. El hipnotismo, la clarividencia, el magnetismo, el paso
de la materia a través de la materia, la telegrafía mental, el transporte
instantáneo de objetos de lugares distantes, son hechos que pueden ser
probados y se han hecho realidad por aquellos que están suficientemente
interesados en estos temas para dar tiempo necesario a tal investigación, y los
que se encuentran asimismo, sin tales pruebas, incapaz de realizar una vida
futura o una existencia consciente después de la muerte.

Las personas excepcionales que nacen con, o que se encuentran poseídos de


poderes anormales, o que traen las capacidades espirituales sobre los
fenómenos referidos anteriormente, se pueden dividir groseramente en dos

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

clases, aquellos que a partir de su juventud han sido entrenados de una


manera especial con el fin de cultivar y expandir sus poderes espirituales y
físicos, y aquellos que son videntes y médium nacidos naturalmente, pero que
han crecido sin ningún tipo de formación inteligente especialmente dirigido para
el cultivo de sus dones peculiares.

Hay una gran diferencia entre un vidente y un médium, aunque los dos están
conectados por ciertas semejanzas fundamentales. El primero posee un
desarrollo natural superior que el otro, y sus poderes son suyos y los puede
ejercer libremente como le plazca. El médium, como su nombre implica, no es
más que un agente pasivo de comunicación entre influencias del lado subjetivo
o espiritual de la naturaleza y de nosotros mismos. El vínculo de similitud que
conecta los dos consiste principalmente en el hecho de que ambos pueden ser
abordados y tener comunicación con los habitantes del mundo oculto que nos
rodean. Los médium pueden, bajo ciertas condiciones, realizar los fenómenos
físicos con los que casi todos están ya familiarizados, pero no pueden dictar
cuáles son esas condiciones, ni nunca podrán estar seguros de los resultados
obtenidos ni de los que se obtendrán. El vidente, por otra parte, por la
concentración de su mente en un tema en particular, puede ponerse en
relación con el plano espiritual, y mientras que en un estado perfectamente
consciente y natural podría ver dentro de la luz astral, y no solo llegaría a
intercambiar ideas con la gente en el mismo plano, sino que podría leer con
gran precisión los pensamientos e intenciones de los que viven en este mundo.

Estos pensamientos son fotografiados, más o menos vívidamente, en la luz


astral, según con la fuerza de voluntad del que los ha proyectado. De esta
manera ha podido ser visto claramente un asesinato por un clarividente, en
todos sus detalles, semanas antes de que se cometiese y el asesino
identificado por el vidente, quien lo ha reconocido inequívocamente a partir de
la imagen que había visto en la luz astral.

Acontecimientos como éste permiten ilustrar muy claramente el gran y


duradero efecto que los pensamientos pueden traer consigo tanto para el bien
como para el mal sobre nuestras criaturas. La firme intención de un asesino de
cometer un delito, el cual planea cuidadosamente en todo su desarrollo,

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

consigue ser dibujado en la luz astral, y sólo se desvanece después de un


lapso de tiempo más o menos corto, y mientras permanezca allí puede influir
en otras personas de tendencias malvadas a la comisión de crímenes y que
estén al alcance de este tema en particular. Ellos no ven la imagen como lo
hace el clarividente, pero el magnetismo malvado podría lograr que sus mentes
desarrollaran ciertas cualidades que yacen latentes allí, que de lo contrario
nunca se hubiesen despertado.

El lector aquí puede preguntar, qué es la luz astral que un vidente puede
captar, pero para la generalidad de personas es como una página en blanco –
un nombre sin significado.

La luz astral es lo que, en la literatura sánscrita llaman “Akasa”.

Es el almacén de donde el adepto obtiene, por obligación, el requisito para


trabajar con los fenómenos de tipo creativo. “Akasa es el fluido misterioso
llamado por la ciencia escolástica, el éter omnipresente”, entra a formar parte
de todas las operaciones mágicas de la naturaleza, y produce fenómenos
hipnóticos, magnéticos y espirituales.

La palabra “As”, “Ah”, o “Iah”, significa vida – existencia, es evidentemente la


raíz de la palabra “Akasa”, que en Indostán se pronuncia “Ahasa”, la vida –
principio o vida divina, que aporta el fluido o medio. Este fluido excesivamente
atenuado o medio, el cual penetra este mundo, impregna el universo, y lo rodea
todo en la vida, recibe y graba todos nuestros pensamientos durante un
período más largo o más corto, según la intensidad y precisión con que están
concebidos. En él se encuentra la luz astral la cual lentamente va
desintegrando las almas de los muertos, las cuales, pueden verse en el plano
astral y son llamadas por los profesores de filosofía oriental
“elementales”. (Isis sin velo, vol. I ; pág.140). Es aquí, también, que los
elementales, seres sub-humanos, y el reino de los Deva, hemos de buscarlos
pero hasta que los principios más altos de la humanidad se desarrollen, ya sea
en el curso natural del tiempo, o por entrenamientos especiales, tanto la luz
astral como los secretos de la naturaleza en ella contenidos deben seguir
siendo desconocidos y, por lo tanto, ignorados por la mayoría. El ego del

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

hombre, mientras esté encapsulado en el cuerpo físico, como se constituye en


la actualidad, no tomará conocimiento de las cosas en el plano espiritual,
aunque el estudio de la Teosofía, en una de sus ramas, enseña cómo entrenar
y someter al cuerpo físico en tal condición que el hombre real pueda ser capaz
de afirmar sus poderes, y estar en gran medida independiente de él. El mundo
invisible de alrededor es infinitamente más variado e interesante que el que
conocemos, no porque sea oculto, sino porque es más real, más duradero, más
espiritual, y, ante todo, porque en él se encontró la pista y la secuela del
rompecabezas y misterio en lo que se refiere a la existencia del hombre en este
planeta.

En ciencias estamos continuamente diciendo que tales cosas son “hechos” y


“leyes naturales” y que sólo pueden ser relacionadas por medio de vagas
conjeturas. Todas las minuciosas investigaciones de nuestros más
capacitados investigadores, durante años y años transcurridos, no nos han
traído más cerca de la solución. Los polos de atracción y repulsión del imán, la
recurrencia y las variaciones regulares de la marea, y la acción eléctrica, son
“hechos”, pero ¿cómo se justifican, excepto por las teorías de, todo más o
menos satisfactorio? No debemos dar por supuesto que todos estos problemas
puedan resolverse con la muerte, ni que el mero poder de nosotros mismo
pueda ser capaz de ver la luz astral. Lo que es deseable para un estudiante es
comprender, que una convicción en cuanto a la existencia del mundo invisible y
su estrecha relación con lo visible, es un paso en la dirección del conocimiento
real, y el siguiente es la creencia en la necesidad de estos poderes espirituales
latentes en el hombre, y en llevarlos a un alto grado de desarrollo. El proceso
para este alto grado de desarrollo conlleva un comprensivo estudio del trabajo
de la gran ley referente a los fenómenos de este mundo y su inevitable
conexión con los mundos ocultos y las ocultas condiciones alrededor nuestras.
Para entonces y sólo entonces, podrá ser enseñado a la humanidad que sufre
para distinguir entre lo real y lo irreal, para separar lo verdadero de lo falso.

El ocultismo enseña, y el vidente demuestra, que cada uno, tanto viejos cómo
jóvenes, tienen inmediatamente a su alrededor un envolvente etéreo que varía
en color, formas, y apariencia general de acuerdo con su constitución, vida,
pensamientos, y aspiraciones generales. Dentro de esta atmósfera se pueden
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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

leer los acontecimientos de su vida pasada, como también los que ocurrirán en
el futuro. Se ha dicho, en un capítulo anterior, que todo ser humano deja tras
de sí, cuando pasa por la vida, un caudal de circunstancias, las acciones de
las cuales se debieron a impulsos originados en una encarnación anterior.
Estas circunstancias se pueden ver en su atmósfera, el aura en sí sólo es
visible en la luz astral.

Cada movimiento que hacemos, ya sea de importancia o lo contrario, debe ser


en respuesta a un pensamiento. Si el movimiento es de un de profundo
interés, en el que puede depender mucha felicidad o miseria, la mente ronda
durante mucho tiempo sobre el tema, y llena todos los detalles necesarios para
el éxito del proyecto. Consecuentemente, estos pensamientos son reflejados
en la luz astral, y si son pensamientos cuyos resultados han sido
promulgados, o si los acontecimientos consecuentes sobre ellos todavía están
por venir, el vidente puede igualmente leerlos, y por lo tanto predecirlos, muy a
menudo, lo que se llevará a cabo después de un lapso de tiempo más largo o
más corto. Y, no importa cuán distante y aparentemente desconectado con la
persona cuya aura está siendo examinada pueda estar el que está tejiendo en
su mente las causas que tendrán un gran efecto en su camino a través de la
vida, el clarividente puede seguir los sutiles hilos magnéticos que unen a los
dos con habilidad infalible. Lo que estas corrientes magnéticas, tan reales para
los pocos que pueden percibirlas, tan irreales para la humanidad en general,
son, el lector puede descubrir en la literatura más avanzada acerca de esta
filosofía.

Es indudable que a lo largo de estos hilos invisibles, el maestro del arte de la


telegrafía mental dirige sus mensajes; y es también por lo mismo de estas
líneas que el hipnotizador (inconscientemente en este caso) dirige a su
sensible cuando se separa de él por muchas millas. Un mechón de pelos
dado a un clarividente que es absolutamente ajeno al dueño del pelo, y
separado por cientos de millas, le permitirá enviar su mente a lo largo de las
corrientes magnéticas que subsisten entre el pelo y su dueño natural, con el fin
de tomar nota de lo que está haciendo y lo que es su entorno. Así se verá que
la Teosofía no es meramente una filosofía abstracta, que trata de las teorías de
las metafísicas y de la fantasía, sino que en ella el estudiante puede
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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

seguramente encontrar en esta vida la clave de los misterios ocultos de la


naturaleza, así como la forma en que conduce al progreso espiritual e
intelectual en el siguiente estado de existencia.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

CAPÍTULO V

Los Mathamas

Ya se ha dicho que hay dos clases de personas excepcionalmente constituidas


que tienen dentro de sí mismos ciertas facultades fenomenales, siendo estos
groseramente definidos como el entrenado y el no entrenado. El último grupo
que abarca a videntes, clarividentes, y médiums, han sido brevemente citados,
y ahora nos proponemos dar al lector una información en relación con el primer
grupo, es decir, aquellos que, además de haber nacido con parte o todos los
atributos anormales antes enumerados, han pasado desde la juventud por un
curso especial de capacitación para el desarrollo de sus poderes psíquicos.

Se asume comúnmente que la educación en el plano físico hace que un


individuo, sea excepcionalmente talentoso o al revés, más capaz de
sistematizar sus ideas, y más capaz de utilizarlas con ventaja para el bien de la
raza humana, o que si él se decide por su actuación salvaje, recopilando sus
experiencias de una manera metódica, y de fuentes poco fiables, sin la debida
instrucción y asistencia de aquellos que tienen tiempo y estudios adquiridos de
información práctica y teórica en los bien trazados surcos de la vida
escolástica. Esto que se acepta con respecto a la educación ordinaria, es más
necesario que igualmente se exija en la educación de las facultades
espirituales. Ese gran número que está pasando ahora por esa formación y
desarrollo, y otros que esperan hacerlo en el futuro, es deseable por fin que
sea reconocido y aceptado por algunas personas en Occidente, ya que en el
Este ha sido aceptado desde tiempos inmemorables.

El resultado de este entrenamiento psicológico se muestra en toda su


extensión en la hermandad a la que pertenecen los Mahatmas. El verdadero
vidente o adepto está habilitado, como consecuencia de la formación especial
que ha atravesado, para desconectar sus principios más altos cuando se
dedica al ejercicio de sus facultades desde toda conexión con los más bajos.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Los conocimientos así obtenidos sólo pueden ser adquiridos o percibidos en su


integridad por estos principios más altos cuando no están contaminados por el
apego a los más bajos, y cuando se consigue por el clarividente inexperto, es
malinterpretado y mezclado con las fantasías y recuerdos del cerebro físico, las
funciones de las cuales, como psíquico no instruido, no sabe cómo interpretar
por el momento, siendo inoperante. El adepto confirmado, cuando se encuentra
en el estado necesario para la recepción de este tipo de experiencias, es capaz
de suspender la acción mecánica del cerebro, limitándose a su visión espiritual
y no teniendo influencia la adición de la memoria física. Este estado abstracto
se llama en las escrituras hindúes “Samadhi”, y se considera la condición más
alta de la espiritualidad alcanzable por la humanidad cuando se dispone de
cuerpo físico.

Este tema será de nuevo tratado en “Isis sin velo”:” Hay dos clases de videncia,
la del alma y la del espíritu pero, como las visiones de ambos dependen de la
mayor o menor agudeza del cuerpo astral, difieren muy ampliamente del
perfecto estado espiritual omnisciente, porque en el mejor de los casos el
sujeto puede obtener retazos de la verdad a través del velo que la naturaleza
interpone. El principio astral de la mente, llamado por el yogui hindú fav-
atma, es el alma sensible, inseparable de nuestro cerebro físico. Este es el
ego, la vida intelectual-principio del hombre, su entidad consciente...
Cuando el cuerpo está en el estado de Dharana – una catalepsia total del plano
físico – el alma del clarividente puede liberarse y percibir las cosas
subjetivamente y sin embargo, como el principio sensible del cerebro está vivo
y activo, estas imágenes del pasado, presente, y el futuro serán teñidas con las
percepciones terrestres del mundo objetivo; la memoria física y la fantasía
estarán en el camino de la visión clara. Pero el adepto vidente sabe cómo
suspender la acción mecánica del cerebro. Sus visiones serán tan claras como
la verdad misma, sin color, y no distorsionadas, mientras que el clarividente,
incapaz de controlar las vibraciones de las ondas astrales, percibirá pero más o
menos imágenes rotas a través del medio cerebro.

El vidente nunca puede tomar sombras parpadeantes para las realidades…él


recibe impresiones directamente de su espíritu. Entre sus seres subjetivos y

35
El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

objetivos no hay médiums obstructores. Esta es la verdadera videncia


espiritual, en la que, según una expresión de Platón, “el alma se eleva sobre
todo bien inferior” “Isis sin velo vol. II pág.590”.

Esta educación psicológica a la que los aspirantes tienen que someterse para
la admisión en la comunidad de adeptos no se da de una manera especulativa
o tentativa, sino que es más bien un modo regular de instrucción, las reglas son
rígidas y absolutamente inevitables, estas normas han estado en práctica y
transmitidas de una generación a otra por miles de años, ya que, de hecho, la
humanidad evolucionó primero en este globo. Los custodios de esta escuela de
conocimientos son varios llamados Mahatmas, Rishis, Arhats, Adeptos, Gurú
Devas, Brothers, por sus respectivos seguidores en diferentes países o
religiones, y contienen en su número representantes de muchas
nacionalidades. La mayoría de ellos viven en el Tíbet, aunque los miembros
aislados de la comunidad se encuentran en otros países lejanos. Poseen un
conocimiento de los funcionamientos ocultos de la naturaleza, y de las causas
que producen los fenómenos del mundo físico.

Esto les permite producir, sin otro mecanismo que su propia fuerza de voluntad,
fenómenos, que alteran las teorías que los investigadores de la ciencia física
tienen en vigor y que después del curso de muchos años que se han ido
construyendo gradualmente siguen actuando. Pueden desafiar la materia, la
distancia, incluso la muerte misma. Pueden crear y desintegrar, es decir, son
capaces de reunir los elementos de la Akasa necesarios para la producción de
objetos materiales y hacerlos visibles y tangibles, ya que pueden disipar tales
objetos en sus moléculas originales, que a la vez se difunden a través de la luz
astral y se vuelven invisibles al ojo físico. Pueden tomar conocimiento de la
gente y sus pensamientos independientemente de la distancia, - impresionar,
influenciar, y comunicarse directamente con ellos. Lo que el difunto Lord
Lytton en “Coming Race” describe cómo energía viril, los Mahatmas
indudablemente poseen y pueden ejercer. Reconocen y utilizan prácticamente
para diversos propósitos psicológicos los diversos principios hablados
previamente acerca de cómo se forma la constitución del hombre, y tienen en
la rutina de su formación desarrollada sus más altos principios mientras que al

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

mismo tiempo someten a los más bajos a tal estado de perfección que el
verdadero hombre espiritual es independiente y en conjunto amo del cuerpo
material, y puede consecuentemente dejarlo por largos períodos de tiempo; el
ego que le pertenece mientras tanto, adquiere conocimiento real en otras
esferas, que a su regreso a la tierra va a fortalecer y apoyar el bloque de tales
conocimientos pertenecientes a la Hermandad.

Es bien sabido que en la India los faquires y los yoguis por la práctica del
ascetismo y de ciertos ejercicios físicos, (posturas corporales, asanas), tales
como sentarse durante mucho tiempo juntos en una posición determinada,
respirando con intervalos establecidos según ciertas normas, (respiraciones
controladas y secuenciadas, pranayana),ect… adquieren indudablemente
poderes psicológicos, y la facultad de poder ejecutar ciertos fenómenos físicos.
Este tipo de entrenamiento se llama Hatta Yoga, aunque la verdadera
descripción dada por los adeptos se corresponde con Raja Yoga.

Entre estos dos modelos de educación para el logro de poderes especiales hay
una gran diferencia, además de la brecha que separa a los dos, desde la forma
más baja del uno a la más alta del otro, siendo seguido por seguidores de
todas y muy variadas religiones y sectas dispersas por toda Asia. Entre estos,
tanto se incluye al malabarista, que puede, tal vez, practicar un tipo humilde de
brujería para conseguirse una pequeña remuneración, como al hombre santo
o yogui que vive una vida ascética y solitaria, pasando su tiempo entre la
meditación y las prácticas religiosas, sin perjudicar a nadie, en su choza, por el
contrario, haciendo el bien hasta el punto de llevar a su a casa a la gente no
educada que le visitan a conveniencia para cambiar a una vida pura, con el fin
de que puedan alcanzar la felicidad en el futuro. Pero muy por encima de lo
mejor de estos yoguis –que muchos de ellos son ejemplo de santidad pasiva,
espiritualidad y pureza, no hay duda – están los Mahatmas. Porque ellos son
los herederos directos y guardianes de la antigua sabiduría – religión, y de la
experiencia espiritual acumulada de aquellos que han tenido la carga del
mundo desde que la humanidad apareció.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Y, cuando un aspirante a la iniciación alcanza y logra la destreza, su avance y


educación espiritual no es de ninguna manera un fin; porque en la cultura
espiritual, incluso más que en lo mundano, parece que cuanto más lejos se va
un estudiante, más amplio crece la perspectiva ante él. De modo que los
miembros de esta comunidad venerada, de los cuales los europeos conocen
tan poco, no sólo con su progreso ganan la sabiduría personal y reconocida de
sus contemporáneos y predecesores, sino que, por así decirlo, prueban su
precisión a medida que avanzan paso a paso. Y esta intimidad con el trabajo
de la mano invisible que guía el universo – que da a los adeptos su supremacía
en todos los asuntos relacionados con la física y otras ciencias – es adquirido
por ellos no como el objetivo y el final de sus aspiraciones, sino que se
acumula a ellos por etapas, mientras que todavía discípulos o neófitos se
informan en la línea de estudio organizado para su desarrollo, y es sólo un
paso a la filosofía más sublime de sus antiguos con la que se ayudan a una
comprensión de esta ley divina e inmutable que reina en todas partes por igual,
tanto en los mundos visibles e invisibles que nos rodean, igualmente en las
cosas espirituales y físicas.
De igual forma que es imposible averiguar el momento exacto en que el
mineral da lugar a la aparición de un vegetal, o el vegetal se convierte en un
animal, es por igual irremediablemente difícil determinar el límite que separa la
materia del espíritu.

La atención de la humanidad puede ser atraída por esta hermandad, cuyos


miembros se han levantado a una altura tan tremenda por encima de sus
semejantes, - por los poderes asombrosos y abrumadores con los que están
dotados; pero el estudiante de su doctrina pronto llega a considerar incluso
estos poderes de inferior interés a las visiones amplias e iluminadas del pasado
y el futuro de la humanidad, y su relación y situación en el esquema del
universo, que se obtienen con su ayuda. Su existencia como humano ha sido a
menudo, y sigue siendo, cuestionado por muchos, pero algunos incluso han
vivido bajo el mismo techo con sus propios Mahatmas durante años juntos, y,
naturalmente, durante ese tiempo han sido testigos de innumerables instancias
de sus poderes en varias direcciones. No es, sin embargo, el propósito de este
pequeño libro, como se ha dicho antes, presentar pruebas de las declaraciones

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

hechas en él. El lector puede buscar, y ciertamente encontrar, en otra parte.


Pero puede ser mencionado, quizás, en cuanto a esta afirmación particular en
cuanto a la existencia de los adeptos, que el estudiante encontrará no sólo
apoyo en los libros sagrados del este, que están repletos de referencias a los
“Rishis”, sino también por la seguridad verbal de testigos confiables que han
visto y conversado con su propio gurú adepto, tanto en su cuerpo físico como
también astralmente, cuando están separados por miles de millas.

Esta separabilidad del cuerpo astral del cuerpo físico en la vida no es frecuente
ni nada común entre la gente occidental, ya que están bastante desconectados
con los modos de entrenamiento, y que no tienen conocimiento de los
Mahatmas. Y es perfectamente conocido en ciertos círculos de la sociedad que
esta facultad en particular es recurrida con frecuencia por aquellos que todavía
están en vida y que desean visitar y comunicarse con sus parientes y amigos
que han fallecido y se encuentran en otro estado de existencia.

Además, dos o más astrales harán este viaje en compañía, recordando con
precisión su regreso a sus respectivos cuerpos las conversaciones que han
mantenido con sus amigos muertos, así como la apariencia y las características
principales del paisaje y del país que hayan atravesado en la búsqueda de
estos amigos.

Por lo tanto, si alguno de nosotros puede tener tales experiencias sin haber
pasado por una formación de toda la vida, o haber tenido alguna guía especial,
¿se debe poner en duda la existencia de los hermanos porque los discípulos
consigan la visita astral a sus maestros cuando sus cuerpos están a cientos de
kilómetros de distancia? Una vez más, si una persona inexperta encuentra que
puede dejar su cuerpo a voluntad y atravesar los mundos invisibles alrededor,
trayendo de vuelta el registro de sus viajes e impresiones, cuánto más posible
es creer que el adepto, que, además de las cualidades naturales con que, al
igual que el vidente, que trae al nacer la posesión de, ha estado durante largos
años dedicado a su desarrollo, con la ayuda de la experiencia y el conocimiento
de aquellos que, durante muchas generaciones pasadas, han pisado antes el
mismo sendero. ¿Y por qué no sería razonable suponer que estos iniciados

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

pudiesen tener una filosofía trascendental que tuviese por fundamento, verdad
y conocimiento espiritual?

Hay que recordar, también, que la destreza no es el resultado de la obra de


una vida, pues el sendero hasta ese alto punto de la evolución humana no se
puede alcanzar en tan poco tiempo, incluso bajo las condiciones más
favorables; estas condiciones pertenecen a algunos de los muchos misterios
que tienen que ser pulidos por un estudiante en su camino a lo largo del
sendero que conduce a una comprensión de la ciencia oculta.

La primera chispa de interés en el misticismo que se despliega gradualmente


en cualquier individuo dado por la lectura y el estudio es probablemente debido
a algún leve contacto en un nacimiento anterior con la gente de iguales
tendencias. La lectura y la educación teórica que él alienta en sí mismo en
esta vida tendrá sus resultados en su próxima encarnación, cuando tal vez será
lo suficientemente fuerte como para obligarse a sí mismo, por su seriedad, la
pureza de la vida, y la espiritualidad, en el aviso de un maestro, y
eventualmente se convertirá en un discípulo probatorio.

Una vez que un discípulo es aceptado, su progreso hacia la iniciación depende


de los atributos mentales, físicos, morales, intelectuales, que entonces pueda
desarrollar; y hay muchas iniciaciones que es necesario superar antes de que
el discipulado se pueda considerar alcanzado, ya que se nos dice que sólo se
logra después de una larga y agotadora libertad condicional, durante la cual el
hombre es preparado, probado y demostrado en cada paso, en su curso
ascendente, no sólo en lo que respecta a todos los deseos y sentimientos
corporales, sino también en lo que respecta a su cualificación intelectual; ser
un Mahatma significa ser la encarnación de la sabiduría, del poder, y de la
justicia. Es la meta para la cual la humanidad está luchando; lo que la mayoría
alcanzará eventualmente a través del largo curso de pruebas, experiencias y
placeres que todos tienen que sufrir con el nacimiento y renacimiento del ego
en sus muchas encarnaciones.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Aquellos que están ansiosos por acortar el viaje a este lejano remanso de
reposo de la existencia terrenal, sólo pueden hacerlo dejando el largo camino
–el cual, aunque comparativamente liso y de fácil ascenso, es muy largo– y
para aquellos que son a la vez intrépidos y fieles tomar los pasos de montaña
(sendero) que conducen directamente a la parte superior.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

CAPÍTULO VI

Normas para los estudiantes

Ahora puede ser recomendable dar, para la orientación tanto de los que
quieren ser discípulos como aquellos que desean llegar a ser estudiantes
teóricos de esta filosofía, alguna información que respete el tipo de vida real
que implica el “discipulado”, y qué semejanza lleva a las vidas conducidas por
gente común.

El adeptado es mucho menos infrecuente en la India que en casi cualquier otro


país, y la razón de esto se encuentra a la vista, y se explica por el hecho de
que la creencia y la reverencia para los Mahatmas se pueden describir como
casi hereditaria entre los hindúes. Va de la mano con una fuerte adicción al
estudio de la metafísica trascendental. Esta tendencia no se limita a las clases
altas de la sociedad, pero es observable igualmente en casi cada hindú que
tiene educación suficiente por encima del trabajador no cualificado, o el hombre
trabajador común, también con aquellos que, como consecuencia de haber
recibido una educación occidental, se llaman materialistas, y discuten
generalmente a lo largo de las líneas de Tyndall o de Huxley, y tienen, debajo
de sus métodos ingleses del pensamiento, una creencia firme en el
“sobrenatural”, supuesto, combinado con una dedicación que admira a la
literatura sagrada de su propio país. Naturalmente, se sigue que los
candidatos para el entrenamiento oculto se presentan en números
considerables.

La entrada, sin embargo, que conduce a la aceptación al discipulado como


alumno no es tan fácil como se podría imaginar en un principio, porque las
normas y reglamentos que guardan los portales en este sendero son muy
estrictos, y ni los lazos familiares ni los deberes mundanos pueden ser dejados
de lado o ignorados.

Así, en la India, los matrimonios precoces entre niños han provocado grandes
problemas en muchos casos, aparte de cómo han sido vistos socialmente. Un

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

hombre joven cuyo deseo y esperanza ferviente es convertirse en discípulo,


puede a menudo verse desesperadamente cortado de seguir la única carrera
para la que tiene alguna inclinación por el hecho de que de él depende una
esposa a quién apenas ha visto, y ciertos deberes en su vida para los que él no
tienen, ni cabida ni se encuentra dispuesto.

Sin embargo, vamos a tomar un caso en el que no hay cuestión por medio de
esposa, ni ningún otro inconveniente mundano. El aspirante para el
conocimiento espiritual puede con la ayuda de un maestro comenzar la obra
antes ya que el maestro al principio sólo se requiere para darle ciertos consejos
relativos a los ejercicios para el desarrollo de sus facultades psíquicas, y
comprobar que su progreso y crecimiento no provoca dolor. Porque tales
ejercicios, tomados por alguien deseoso de adquirir desarrollo personal y
perseverando en la dirección apropiada, pone al discípulo en descubierto a
las variadas influencias en el mundo invisible, que a menos que esté protegido
por una fuerza de voluntad entrenada fuerte, son susceptible de reunirse a su
alrededor y producir resultados muy peligrosos.

Simultáneamente con estos ejercicios mentales, el neófito debe limitarse a una


dieta simple de grano, leche y verdura, tomada sólo en cantidades moderadas
y a intervalos regulares. Esta moderación sobre su deseo de comer y beber,
una especie de alimento en preferencia a otro es suficiente para el comienzo
más pequeño y humilde de las dificultades que acosan la vida ascendente.
Porque no sólo debe tener el control total sobre las emociones consecuentes
en los placeres materiales y los dolores de la vida ordinaria, sino que también
debe aprender a conquistar y a elevarse por encima del sufrimiento mental; no
sólo debe esforzarse por llegar a ser indiferente a las debilidades mental y
física, sino que debe tener éxito en conseguirlo, de lo contrario no hay
esperanza en su avance en esa encarnación en particular. Todo aquel que
decide hacer del ocultismo el estudio de su vida, y llegar a la meta de de ese
estudio ya sea en esta o en otra encarnación futura, tiene que asumir, en todo
caso, los cuatro compromisos llamados en los libros Brahmánicos los cuatro
Saddhanas. Estos compromisos conseguidos con el grado de la maestría
completa sobre todos los deseos materiales del cuerpo o de la mente, que

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

corresponden a la personalidad; y que también corresponde con la iluminación


espiritual, lo que permite al discípulo comprender en cierta medida la unidad del
universo y su propia conexión mental con ella.

El primer compromiso da al neófito el poder de distinguir entre lo real y lo irreal,


y captar intelectualmente el hecho de que todo lo relacionado con la vida
corpórea en este planeta no es sino transitorio, y por lo tanto no lo real.

El segundo es en cierta medida el resultado o consecuencia del primero, pues,


una vez verdaderamente establecido en la mente del alumno el carácter
transitorio de esta existencia, todo deseo por los placeres que surjan de ella lo
rechazan, y asumen así el objetivo del segundo compromiso, que es, toda la
indiferencia a los resultados de las acciones, o a la alabanza y la culpa de la
devengación de las mismas. Se abandona incluso el deseo de vida, excepto,
como un medio para la adquisición del conocimiento espiritual.

El tercer compromiso incluye las seis calificaciones, que son brevemente como
sigue:
1. Abstinencia mental, es decir, sometimiento de todos los sentimientos
malvados como la envidia, el odio, la malicia, la venganza, y la purificación de
la mente de todas las ansiedades mundanas.
2. Abstinencia corporal, esto como se vio anteriormente, es la
consecuencia necesaria del primer compromiso, porque como todas las
acciones son impulsadas por los pensamientos, al ser estos entrenados para
asistir solo enteramente sobre temas espirituales, y con el único deseo de
beneficiar a la humanidad, naturalmente persigue que la vida cotidiana del
discípulo no solo estará libre de todo tipo de vicio o egoísmo, sino que su
cuerpo sin esfuerzo se ajustará a las reglas ascetas establecidas como
esenciales para el desarrollo de las facultades espirituales y psíquicas del
hombre.
3. La libertad de todo fanatismo, o preferencia por una forma de religión
sobre otra, el aspirante será capaz de simpatizar y asistir a todas las clases por
igual. El podrá, si es hindú, superar los prejuicios de casta, y estará deseoso
de beneficiar a los mahometanos como si formase parte de su creencia.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

4. Vivacidad perenne que surge de la ausencia de todo orgullo, no teniendo


ningún deseo de alabanza, sin resentimiento cuando se le culpa o se le acusa
erróneamente, no se preocupan por probar su derecho ni el error del otro,
como su disposición a partir con todo lo que posee.
5. El logro de este objetivo hace que el discípulo sea incapaz de desviarse
del sendero correcto, ya que en este momento ha obtenido un control tan
completo sobre los sentidos y antojos de su cuerpo y de su mente, que los
motivos que tientan a la generalidad de La humanidad, en su camino a través
de la vida, para perseguir el placer, la ambición y la riqueza, a cualquier precio,
ya no tienen ninguna retención sobre él, y por lo tanto puede superarla.

Para detalles más completos y precisos sobre los objetivos, al lector se le


refiere al núm. 1 de las "Actas de la Logia de Londres de la Sociedad
Teosófica".

6. Una creencia plena y perfecta en su propio poder de recibir conocimiento


espiritual, y de la habilidad de su gurú adepto para enseñarle esta ciencia.

El cuarto es el último objetivo necesario para alcanzar el ardiente anhelo de


libertad espiritual y liberación de la existencia condicionada

Se reconocerá fácilmente que, con estos objetivos logrados, el discípulo estará


en un estado avanzado de espiritualidad en comparación con la humanidad en
general, y que, incluso si él no consiguió más, su condición, moralmente, sería
de inmensa superioridad como contraste con lo mejor de entre nosotros que se
sostienen como patrones de santidad. Pero, mientras que en sus esfuerzos
para purificar su naturaleza inferior, al mismo tiempo ha estado adquiriendo
conocimiento de sus atributos más altos, y en cierta medida se habilitado a
pasar por alto, para cruzar ese abismo que Mr. Herbert Spencer afirma debe
separarnos para siempre, como seres finitos, desde el conocimiento de lo
incognoscible hasta la única Realidad.

El discípulo ha triunfado en este tiempo sobre las dificultades que lo rodean y le


acosan en el camino de la libertad condicional a la confirmación de discípulo
aceptado. Para toda persona tan pronto como haya sido reconocida en su
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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

discipulado, y comience sus estudios preparatorios, como consecuencia natural


de su situación, todas las cualidades y atributos malignos pertenecientes a su
personalidad saltan a la vista. Inclinaciones de las que sus amigos y
probablemente él mismo no era previamente consciente, ahora se reafirman, y
o bien se desarrollan o bien son rechazadas, de acuerdo con el poder moral y
la fuerza de voluntad de la persona en cuestión.
Si, después de varias oportunidades que le hayan dado, se le encuentra
incapaz de resistir la tentación o de conquistar sus deseos de superación, es
finalmente rechazado por su maestro como incompetente para ocupar una
plaza en las filas del discipulado.
Por último, sin embargo, quienes hubieran pasado de forma segura este
período crítico, podrán seguir el sendero establecido para ellos, cuando cada
uno haya sido a su vez probado en todos los sentidos y superado todas las
debilidades individuales que pudieran surgir.
A veces nos encontramos con que fallan en algunas de las iniciaciones
menores que tienen que pasar, y se echan atrás por un tiempo. En otros casos
avanzan rápidamente, como su karma dicta, o, en otras palabras, como su
fuerza de voluntad y deseo ardiente les urge a las filas superiores, debido a las
afinidades que sus vidas anteriores atrajeron alrededor de ellos. En todo caso,
el sendero a la aceptabilidad es tan arduo y difícil, que sólo un porcentaje de
los que se ofrecen, y son aceptados para el entrenamiento, puede llegar a la
cima en una o incluso dos o tres encarnaciones.

De los que luchan a lo largo de toda su vida, como discípulo, sin alcanzar el
éxito completo o más que parcial, muchos, sino todos, dejan su sendero para
más adelante, y mientras tanto son liberados de las dependencias y las
necesidades de la existencia física, ese tiempo para ellos se toma con un
nuevo aspecto, y pueden permitirse esperar el futuro, consciente del apoyo y la
ayuda de sus maestros venerados que los esperarán para todos sus momentos
importantes.

Si el lector ha seguido esta enseñanza teosófica con atención, como hasta


ahora se ha esbozado, habrá descubierto que el destino de la humanidad es
una larga sucesión de renacimientos, entremezclados con ratos más largos o

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

más cortos de existencia espiritual y dichosa, o semi-inconsciente, en la


proporción exacta a como sus vidas en la tierra fueron dadas a tendencias más
materiales o más elevadas. Uno de los objetivos del discípulo, en su lucha por
el adeptado, es entonces acortar el número de sus encarnaciones, y, al
hacerlo, entrar en un estado de existencia al que, en el curso ordinario de la
evolución, el hombre no lo logrará sino a través del lapso de millones de años;
porque se nos dice que el plazo mínimo de tiempo entre una encarnación y otra
para la humanidad promedio de los adultos es de unos 1500 años.

El discípulo, por un sistema de encarnaciones forzadas o artificiales, renuncia a


su gran parte del cielo, que se ha incrementado enormemente por su vida
excepcionalmente espiritual, y por lo tanto adquiere rápidamente ese status en
el universo al que, en el flujo consuetudinario de progreso espiritual humano,
sólo alcanzaría, como se dijo anteriormente, en millones de años.

La encarnación artificial aludida será menos difícil de comprender por aquellos


que conocen o tienen alguna experiencia de la separabilidad del astral del
cuerpo físico antes descrito. No sólo puede un Mahatma de esta manera dejar
su cuerpo, sino que también puede entrar en el cuerpo de sus discípulos,
haciendo uso de estos órganos extraños casi como si fueran los suyos, el astral
del discípulo mientras tanto se encuentra ausente. Así, el cuerpo físico de un
discípulo, que eventualmente se desgasta ante la entidad, y está
suficientemente adelantado para la iniciación, puede con la ayuda de su
maestro adepto ser trasplantado a otro cuerpo más apto para continuar el
trabajo iniciado en el anterior. El cuerpo elegido para este propósito sería aquel
que en el proceso de la naturaleza ha perdido su principio vital de alguna de las
muchas causas debido a enfermedad o dolencia. En el momento de lo que
comúnmente se habla de la disolución, el ego extraño toma posesión de su
nueva envoltura, y tiene que ajustarse a su forma, inclinaciones, ect…
conformándose poco a poco a las posibilidades de su nueva situación.

El Teshu Lama de Tíbet, el jefe de la jerarquía oculta, es siempre una


reencarnación de esta clase, el cuerpo de un bebé bastante joven que es
tomado para esta ceremonia particular. El Teshu Lama es, por supuesto, un

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

adepto de alto standing, y cuando como sucede en el transcurso de los años,


su cuerpo se vuelve demasiado frágil para la ocupación ulterior, se reencarna
en el cuerpo de un bebé. La siguiente entrevista a cuenta del capitán Turner
con un niño Teshu Lama, en 1783, se recoge del libro de Mr. Clemens
Markham en Tíbet, y puede interesar al lector como ilustrativo de esta práctica
oculta de la reencarnación inmediata:

-En la mañana del 4 de Diciembre el enviado británico tenía audiencia, y


encontró al niño príncipe, entonces con 18 meses de edad, sentado en un trono
con su padre y madre de pie al lado izquierdo. Habiendo sido informado de que
aunque el niño era incapaz para hablar podía entender, el capitán Turner dijo,
“que el gobernador general al recibir las noticias de su fallecimiento en China,
fue dominado por el dolor y la tristeza, y continuó lamentando su ausencia del
mundo hasta que la nube que había nublado la felicidad de esta nación fue
disipada por su reaparición, y entonces, si es posible, había tenido lugar un
mayor grado de alegría que el dolor que había experimentado a la recepción de
las primeras tristes noticias…..”. El infante miró con firmeza al enviado
británico, con la apariencia de mucha atención, y asintiendo con movimientos
repetidos pero lentos, de su cabeza, como si entendiera cada palabra. Se
quedó callado y tranquilo, toda su atención se dirigió al enviado, y se condujo
con total dignidad y decoro. El era uno de los niños más guapos que el capitán
Turner había visto jamás, y creció para ser gobernante capaz y devoto,
deleitando a los tibetanos con su presencia durante muchos años, y muriendo a
una buena vejez-

La individualidad del Dalai Lama, que debe ser también un adepto,


probablemente se lleva a cabo de la misma manera que la de la llama Teshu,
no es probable que estas encarnaciones forzosas se lleven a cabo en el oeste,
aunque ocasionalmente, se pueden escuchar casos parecidos que parecen
puedan surgir de la misma posibilidad. En el este, sin embargo, no son de tal
ocurrencia, como se puede comprobar de diferentes maneras por cualquier
investigador perseverante.

(Tíbet, de Bogle y Manning; Introducción, pág. XXIII. Por Clements


Markham)
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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Consecuentemente, cuando se dijo anteriormente que la destreza rara vez se


lograba en una vida, no se refería a esa afirmación de que el discípulo podía
morir de la manera usual y aguardar su tiempo para el renacimiento de la
manera acostumbrada, retomando su entrenamiento donde lo había terminado
unos dos o 3000 años antes; sino que esperaba la oportunidad de llevar a
cabo su progreso espiritual sin ningún descanso de continuidad.

Uno de los objetivos, por tanto, que los discípulos tienen a la vista ahora es,
reducir el egoísmo del cuerpo, superarlo suficientemente con la lucha del
primer momento y a sus reivindicaciones y aunque difícil, una vez logrado, el
resultado es proporcionalmente grande.

La siguiente cuestión a ser considerada es, lo que va a ganar el destino de la


humanidad por el mero estudio teórico de esta filosofía, los incentivos que
pueden ofrecer al tomar estas nuevas líneas de pensamiento, y cómo, mientras
viven una vida ordinaria, la gente puede seguir algunas de las normas
establecidas para orientación de los discípulos, y con qué resultado en su
futuro. Una de las primeras verdades que el alma que se esfuerza y se alza
hacia arriba tiene que superar es el carácter temporal del cuerpo o
personalidad, con respecto a la individualidad, que es la parte verdadera y
duradera del ser humano. También debe reconocer la continuidad de la
conciencia de la individualidad en cada nacimiento sucesivo, a pesar de que la
memoria personal está ausente, y la necesidad filosófica de esas reglas
primarias de moralidad general, que comprenden el altruismo, la caridad, la
justicia, ect…., como enseñan todas las religiones.

Una tercera concepción a ser captada es la necesidad de una firme creencia en


el elemento divino dentro de nosotros, que puede ser fomentada o reprimida,
de acuerdo con los medios tomados para promover cualquier resultado. Estas
lecciones, cualquier estudiante ordinario puede tratar de seguirlas y
beneficiarse por igual con el discípulo, sin duda con el beneficio de sí mismo en
su próximo nacimiento, y para ventaja inmediata de los que le rodean. Pero una
vida de inocencia no sistemática, no importa cuán libre de pecado real, ni de
espíritu devocional, tendría relativamente poco efecto sobre el progreso
evolutivo de la entidad.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Sin una cierta cantidad de estudio hacia la comprensión de la ciencia espiritual,


no habría ningún avance para la entidad más allá de aquello que todas las
personas bien intencionadas hacen inconscientemente y por grados lentos en
su normal progreso evolutivo hacia adelante. Éstos asegurarán una cierta fase
espiritual consciente (es decir, espiritual al ser libre del cuerpo material),
dependiente en sus atributos más superiores, y una reencarnación después
exactamente satisfecha para el funcionamiento de su karma, más o menos
cargados con la felicidad o el revés según lo dictado por su acción en anterior
existencia.

El estudio intelectual de la doctrina esotérica, por lo tanto, tomado muy


separadamente de cualquier cosa como la formación personal de las facultades
psíquicas, es un factor importante en el progreso evolutivo. Conduciendo,
como lo hace por otra parte, a una vida moral y desinteresada, el trabajo
intelectual en el estudio de la ciencia esotérica debe estimular el progreso
espiritual futuro de la entidad en gran medida. Sin suponer ningún número
extra de encarnaciones para el trabajador intelectual en temas espirituales, el
mero hecho de que su vida haya sido invertida en la adquisición de tales
conocimientos debe llevar consigo una existencia excesivamente prolongada
en el Devachan (equivalente tibetano al cielo cristiano), donde durante este
tiempo, no estará simplemente en un estado de gozosa felicidad no progresiva,
sino, donde continuará, en condiciones mucho más favorables, el trabajo que
fue el principal interés de su vida terrenal.

Esta existencia prolongada en el Devachan beneficia al ego, porque cuando se


cumple el plazo para su reencarnación, ha tenido un gran desarrollo durante el
período para el avance de su espiritualidad, en comparación con la tierra que
dejó en su última existencia, la humanidad con el progreso debido a los
muchos miles de años que han pasado, ha estado desarrollando los recursos
de la ciencia, así como también sus propias facultades psíquicas. El ego que
retorna no se encuentra preparado para la gran diferencia conciencial de la
humanidad, consecuente con su larga existencia en el Devachan, pero está
bastante al tanto, sino en los avances, si en las corrientes y tendencias, sin
haber tenido que pasar por muchas de las encarnaciones que han sido

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

necesarias para conducir a la mayoría de la humanidad a esta etapa del


viaje.

De esta manera, el estudio de la filosofía espiritual debe reducir el número de


encarnaciones del ego, aunque no en las mismas líneas, ni con el mismo éxito
completo, como la formación más elaborada del discípulo.

La consideración principal, por lo tanto, para que el lector tenga en cuenta es,
que sin un esfuerzo variado y sostenido sobre el cuerpo físico o en el trabajo
mental, ningún progreso excepcional puede ser obtenido por cualquier persona
en la procesión humana que marcha hacia ese punto en el desarrollo que los
Mahatmas ya han alcanzado. La obediencia a un código moral, el desempeño
regular de todos los deberes cotidianos, una actitud de devoción no crítica a las
formas y costumbre religiosas, son acciones muy loables en la medida en que
brotan de los dictados de la conciencia de la persona, y sin duda son ejemplos
a las clases no cultas y no educadas, solo materialistas; pero por sí solo no
van a impulsar a la entidad por el sendero trazado, ni a guiarla por los canales
que conducen a métodos más rápidos de avance en la próxima encarnación.
Mientras mantenga tal surco el ego no retrocederá, y no corre riesgo de caer
fuera de la progresión por completo, se mantendrá en las filas, aunque no
progresará en su avance.

Los que no pueden por razón de lazos familiares u otras ocupaciones entrar en
el camino directo del discipulado, aunque posean el fuerte impulso en su
naturaleza para hacerlo, pueden asegurar su progreso mediante el estudio
técnico del ocultismo en todas sus ramas, y esto se puede conseguir sin
romper lazos naturales o sin perturbar la comodidad del mantenimiento de los
amigos o las relaciones sociales, también pueden hacer esto sin ostentación, y
con el tiempo obtendrán los mejores resultados. Y si su ardiente esperanza es
lograr un discipulado tarde o temprano, que mantengan esa idea en mente,
actuando, en cuanto a esta posición respecto a otros que dependen de ellos le
permitirá alcanzar las reglas establecidas por la dirección del discipulado.
Estas personas siempre recibirán asistencia y asesoramiento de los que se les
adelanten en estos asuntos; y, si fuesen miembros de la Sociedad Teosófica,
obtendrán tal ayuda con las máximas facilidades.

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

Se puede, quizás, también mencionar aquí, que en la formación de la Sociedad


Teosófica los fundadores actuaban bajo los deseos directos de algunos de los
Mahatmas, que abrieron así para la puerta oculta un pequeño sendero para
aquellos cuyas instituciones eran suficientemente activas para guiarlos a
aprovechar esta fuente de conocimiento.

La sociedad, que en la India se ha extendido con extraordinaria rapidez, ha


sido de inmenso servicio a los nativos de este país al despertar en ellos amor y
respeto por su propia literatura y filosofía antiguas que a través de la difusión
de los medios occidentales de pensamiento y educación, y también a
consecuencia de la apatía constitucional en los hindúes, se había vuelto casi
inactivo, elevando así su autoestima y patriotismo.

Si la sociedad se hubiera extendido también entre la comunidad anglo-india


que residía en ese país, hubiera probado un vínculo de unión y simpatía entre
las dos razas que ninguna cantidad en igualdad jurídica en el gobierno de la
población mixta jamás podrá producir.

En Occidente la Sociedad ha tenido un éxito diferente que en el Este, y ha


dado, lo que ahora se ve que ha sido tan urgentemente requerido, una
indicación que muestra en qué dirección derivó el conocimiento y la explicación
de la literatura mística. Se ha notado ya que en el oeste la prueba de la
existencia de los Mahatmas no se considera satisfactoria, e incluso algunos
miembros dentro de la sociedad pueden todavía no estar convencidos del
hecho.

Sin embargo, los Mahatmas son sus verdaderos fundadores, y en estrecha


relación con sus líderes nominales. Para mostrar la forma divergente en que la
gente puede mirar la misma pregunta, es divertido encontrar que en la India los
Hindúes tenían primero que convencerse, no de la existencia real de los
Mahatmas como hombres vivos, porque de esto tenían una amplia prueba,
pero que los fundadores visibles de la sociedad eran realmente sus agentes y
en la comunicación con ellos. Una vez que esto se demostró a satisfacción de
los hindúes todo fue bien, y hay ramas en funcionamiento activo en casi cada
ciudad en las tres presidencias de la India, mientras que en Ceilán el

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

movimiento ha tomado si es posible, raíz aún más firme. Debido a las


medidas económicas iniciadas por el coronel Olcott en esta isla, además de
ganar gran cantidad de seguidores de la Sociedad, ha sido el medio de
organizar y poner en marcha muchas escuelas budistas donde los niños
nativos pueden adquirir una buena educación.

Anteriormente estos niños tenían que ser enviados a escuelas presididas por
misioneros cristianos, o tenían que ir sin instrucción regular. Los padres que
creían que podían educar en el hogar influían en contrarrestar lo que
consideraban los peligros para las creencias religiosas de sus hijos y niñas
derivados de dicha educación, los enviaron, sabiamente tomando el bien y
rechazando lo que desde su punto de vista, era el malo. Otros, incapaces de
ver nada más que los peligros de la posible perversión, mantuvieron a sus hijos
en casa, el resultado fue que miles de niños y niñas cingaleses estaban
creciendo en un estado de ignorancia absoluta. Este mal ha sido ahora, en
gran medida, eliminado, y en Ceilán, como en los países occidentales, los
niños ahora mismo pueden ir a las escuelas presididas por maestros que tienen
las mismas creencias religiosas que sus padres.

En Europa el movimiento teosófico no es un renacimiento simple de este tipo.


Las opiniones, las consideraciones sobre la naturaleza que se exponen, se
presentan al principio, entre nosotros, como nuevas ideas. Pero incluso entre
nosotros, cuando el asunto se considera con razón, la Teosofía puede ser
considerada como un renacimiento, - un renacimiento, es decir, del verdadero
significado esotérico encarnado en la gran religión de Occidente, así como en
las del Este.

Los dogmas occidentales han disfrazado la doctrina esotérica muy


elaboradamente, pero todavía corre a través de ellos, aquellos que son
capaces de apreciar que sus contornos pueden ser rastreados tan claramente
en el cristianismo como en la fe del Tíbet. Para muchos teósofos esto importa
muy poco. Su interés radica en el estudio de la verdad abstracta, y no en las
disensiones que han dado lugar a sistemas teológicos antagónicos. Sin
embargo, sería un error imaginar que la especulación abstracta suministra el
único método por el cual se puede acercar la verdad. Puede ser buscado en el

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El Propósito de la Teosofía Mrs. Alfred Pierce Sinnett

análisis del viejo credo, así como, en el fin de la construcción de nuevos


credos, y, teniendo en cuenta la probabilidad de que un gran número de
hombres y mujeres educados, ya sean cristianos, budistas, mahometanos, o
brahmanes podría resultar difícil dar razones inteligibles para la preferencia de
sus propias fórmulas rivales, la consideración de que la Teosofía busca su
propósito, - el cultivo de la espiritualidad – en la detección de identidades en
lugar de enfatizar los contrastes, tal vez puede poner el movimiento en
términos amistosos con muchas personas que podrían de otra manera
erróneamente imaginarse obligados a ofrecer su oposición.

FIN

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