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CONSTRUCCIONES ABSOLUTAS
1
Y COHERENCIA DISCURSIVA

ISABEL PÉREZ JIMÉNEZ


CSIC

El objetivo de estas páginas es dar cuenta de las bases gramaticales


que subyacen a la siguiente recomendación de tipo normativo que se
recoge en la Nueva Gramática de la Lengua Española en relación al uso
de las construcciones absolutas:
[Las construcciones absolutas] están siempre vinculadas semánticamente con
el discurso en el que se insertan, si bien la naturaleza particular de la vincu-
lación depende de factores semánticos y pragmáticos. De hecho, se aconseja
evitar, por razones estilísticas, las construcciones absolutas en las que no se
reconoce esta relación. Así, la oración Nacido en Córdoba, el joven escritor acaba
de publicar su tercera novela está encabezada por una construcción extraña
desde el punto de vista discursivo (aunque esté bien formada sintácticamen-
te), ya que resulta difícil, si no imposible, asignarle un vínculo causal, conce-
2
sivo, temporal o de otro tipo con la oración principal .

Para explicar por qué el tipo de ejemplo señalado es extraño desde


el punto de vista discursivo, comenzaremos exponiendo el concepto de
coherencia discursiva en la sección primera. En la sección segunda pre-
sentaremos las propiedades sintáctico-semánticas básicas de las cons-
trucciones absolutas. En la última sección desentrañaremos los porqués
de la recomendación académica recién mencionada.

1. LA COHERENCIA DISCURSIVA

Uno de los aspectos que conforman el conocimiento que un


hablante tiene de su propia lengua es la capacidad de establecer rela-
1
La investigación conducente a este trabajo ha sido parcialmente financiada por el
Ministerio de Ciencia e Innovación (FFI2009-07114).
2
Real Academia Española, Nueva gramática de la lengua española, Espasa-Calpe, Madrid,
2009, 38.12a.

Español Actual, 92/2009


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ciones interpretativas entre oraciones. La existencia de esta capaci-


dad explica que los pasajes que aparecen en (1) y (2) no constituyan
secuencias de oraciones aisladas e inconexas. En (1) las situaciones
descritas en las oraciones Juan estaba cansado de la vida y (Juan) se ha
suicidado se vinculan interpretativamente mediante una relación cau-
3
sal . En (2), la secuencia de oraciones Juan nació en Córdoba. (Juan) Se
casó a los veinte años. (Juan) Acaba de publicar su primera novela se inter-
preta, dicho de un modo un tanto laxo, como una suma de situacio-
nes parciales que combinadas describen conjuntamente una situa-
ción compleja.

(1) Juan estaba cansado de la vida. Se ha suicidado.


(2) Juan nació en Córdoba. Se casó a los veinte años. Acaba de publicar su
tercera novela.

Estos ejemplos ilustran, por tanto, el hecho de que todo hablante


de una lengua produce o interpreta una secuencia de oraciones
como un discurso coherente. Podemos afirmar así con Kehler (2002,
4
2004: 243) que el establecimiento de relaciones de coherencia discur-
siva es parte de la competencia gramatical (semántico-pragmática)
de los hablantes de una lengua. Las relaciones de coherencia discur-
siva se han estudiado en numerosos trabajos y diferentes taxonomías
han sido propuestas desde distintas perspectivas y con distintos obje-
5
tivos ; de acuerdo con la clasificación de Kehler (2002, 2004), la rela-
ción ilustrada en (1) se denomina resultado (result) y pertenece a la
macrocategoría de relaciones causa-efecto (cause-effect). Resultado defi-
ne una relación de implicación entre las proposiciones denotadas
por las oraciones en cuestión. Si P es la proposición asociada a la aser-

de la segunda; se sigue que P g Q (conforme al conocimiento del


ción de la primera oración y Q la proposición asociada a la aserción

3
Para facilitar la claridad y la comodidad en la exposición, utilizaremos en la ejemplifi-
cación oraciones con sujetos correferenciales u oraciones entre cuyos sujetos se da una rela-
ción anafórica. Todo lo que diremos a lo largo de estas páginas, no obstante, es válido para
casos en que las oraciones que integran una secuencia discursiva tienen sujetos distintos y no
hay entre ellas relaciones anafóricas pronominales.
4
Andrew Kehler, Coherence, Reference and the Theory of Grammar. CSLI Publications,
Stanford, 2002; Andrew Kehler, “Discourse coherence”, en K. R. Horn y G. Ward (eds.), The
Handbook of Pragmatics, Blackwell Publishing, Oxford, 2004, cap. 11.
5
Dado que no es el objetivo de estas páginas hacer una revisión bibliográfica exhaustiva
sobre el concepto de coherencia discursiva, remitimos al lector interesado a Hobbs (1985),
Kehler (2002, 2004), Blakemore (2002), Wolf y Gibson (2006), Alturo (2010) y las referen-
cias allí citadas. En este trabajo emplearemos la taxonomía propuesta en Kehler, basada en
el pensamiento de Hume acerca de las conexiones posibles que pueden establecerse entre
ideas.
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mundo compartido entre hablantes y oyentes) . La relación ilustrada
en (2) recibe el nombre de ocasión (occasion) y pertenece a la macro-
categoría contigüidad (contiguity, denominada conjoining, addition, en
otras propuestas). En palabras de Kehler (2002: 242): “Occasion
allows one to describe a complex situation in a multi-utterance dis-
course by using intermediate states of affairs as points of connection
between partial descriptions of that situation”.

2. LAS CONSTRUCCIONES ABSOLUTAS

Las relaciones de coherencia no se dan solo entre oraciones inde-


pendientes, como las que integran las secuencias de (1) y (2), sino
que se dan también en el interior de oraciones complejas sintáctica-
mente, esto es, oraciones que incluyen a su vez otras oraciones, o bien
7
constituyentes sintácticos que denotan proposiciones . Este es el caso
de oraciones en que aparece una construcción o cláusula absoluta (3).

(3) Cansado de la vida, Juan se ha suicidado.

8
Siguiendo la definición de Bello (1847) , las construcciones absolutas
son estructuras que aparecen en posiciones parentéticas dentro de
una oración (que denominaremos oración principal en lo que sigue) y
que están integradas por un predicado y por un sujeto. El sujeto
puede aparecer realizado explícitamente o callado; el predicado
puede ser un participio, adjetivo, complemento –esto es, sintagma
9
preposicional– o adverbio . Se ofrecen algunos ejemplos en (4).

(4) a. Atrapado (su cinturón) por el asiento del copiloto, el piloto murió
quemado antes de que los bomberos pudieran llegar al lugar del
accidente.

6
Otras relaciones de coherencia pertenecientes a la macrocategoría causa-efecto son expli-

aserción de S2; se sigue que Q g P”) o violación de expectativa (“si P es la proposición aso-
cación (“si P es la proposición asociada a la aserción de S1 y Q la proposición asociada a la

ciada a la aserción de S1 y Q la proposición asociada a la aserción de S2; se sigue que P g ¬


Q”). La relación de explicación está ligada al orden en que aparecen las oraciones. La rela-
ción de violación de expectativa suele venir desencadenada por la presencia de conectores con
significado concesivo en la segunda oración.
7
Sobre la delimitación de la unidad relevante para el estudio de las relaciones discursi-
vas (que se denomina segmento de forma general en la bibliografía), véanse las referencias
citadas en la nota 5, especialmente Wolf y Gibson (2006).
8
Andrés Bello, Gramática de la lengua castellana, Edaf, Madrid, 1847 [1984].
9
Véase Pérez Jiménez (2007) para otras definiciones de estas estructuras existentes en la
bibliografía.
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b. Lejos ya (sus hijos) de toda amenaza, María reconstruyó su vida poco


a poco.
c. Demasiado bonito (aquel regalo) como para poder ocultarlo sin
levantar sospechas, Ana decidió devolver el paquete al director.
d. Víctima (la pobre) de su enorme generosidad, Ana ha cometido hoy
un gran error.
e. En pie de nuevo (sus muros) tras el incendio que la había destruido,
la vieja fábrica iba a abrir sus puertas aquel mismo lunes.
[Tomados de Pérez Jiménez 2007: V.2]

Desde el punto de vista semántico, como ya señalara Lenz (1920),


las construcciones absolutas equivalen a un juicio lógico completo,
esto es, denotan una proposición. Ese contenido proposicional se
interpreta como causa, explicación, desencadenante, objeción, etc.,
respecto a la circunstancia descrita por la oración principal (esto es,
respecto a la proposición denotada por la oración principal). Nótese
que todas estas relaciones son variantes de la relación causa-efecto, des-
10
crita anteriormente (recuérdese la nota 6) . De hecho, es necesario
determinar cuál es la relación significativa que se establece entre la
construcción absoluta y la oración principal para obtener una inter-
pretación plena de las secuencias del tipo de (3) y (4). Así, en (3) se
interpreta que el estado de cosas descrito en la proposición denota-
da por Cansado (Juan) de la vida es la causa del estado de cosas des-
crito en la proposición denotada por la oración principal Juan se ha
suicidado. La relación de coherencia que se establece entre la cons-
trucción absoluta que aparece en (3) y la oración principal es la
misma que se establecía entre las oraciones independientes que inte-
graban la secuencia de (1).

3. USO Y ABUSO (DISCURSIVO) DE LAS CONSTRUCCIONES ABSOLUTAS.


LA INTERACCIÓN SINTAXIS-DISCURSO

Llegados a este punto, consideremos la recomendación normativa


que recogíamos al comienzo de esta papeleta gramatical. El uso de las
construcciones absolutas que se censura en el párrafo 38.12a de la
10
La relación de coherencia de explicación suele darse cuando la construcción absoluta
sigue a la oración principal: Juan se suicidó, cansado de la vida. La relación de violación de expec-
tativa suele darse en presencia de conectores concesivos en la oración principal: Cansado de
la vida, Juan, sin embargo, no se suicidó. Las relaciones interpretativas que ligan las construc-
ciones absolutas con la oración principal se han estudiado en Beukema (1982), Stump
(1985), Kortmann (1991), para el inglés; Gutiérrez Ordóñez (1986), De Miguel (1992),
Hernanz (1991), Fernández Fernández (1993), Martínez (1994), Fernández Leborans
(1995), Hernanz y Suñer (1999), Pérez Jiménez (2007), Nueva Gramática de la Lengua
Española, etc., para el español, entre otros trabajos.
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Nueva Gramática de la Lengua española es muy frecuente en los textos


de prensa, de ahí, entendemos, la recomendación académica.

(5) a. Madrileño, de 40 años, realizó estudios en Ciencias Empresariales y


Arquitectura. [El Mundo, 15/03/1996; CREA].
b. […] ha sido nombrado director general de Música, según acuerdo
del Consejo de Ministros del pasado jueves. Natural de Madrid (1934),
es licenciado en Filosofía, en 1959, y en Teología, por la Universidad de
Munich, en 1962. Da a conocer en España la obra de los filósofos de
la Escuela de Frankfurt […]. Director de la Editorial Taurus, desarrolla
una intensa actividad como conferenciante. [El País, 10/09/1977;
CREA].

La pregunta que debemos responder es ¿por qué la secuencia


<construcción absoluta-oración principal> que se recoge en el párra-
fo de la gramática académica, y las secuencias de (5), están discursi-
vamente mal formadas, si la secuencia ejemplificada en (2), integra-
da por dos oraciones independientes consecutivas, está bien forma-
da? Más específicamente, ¿por qué la relación de coherencia discur-
siva ocasión no es posible entre una construcción absoluta y la oración
11
que la aloja, y sí es posible sin embargo la relación causa-efecto?
Como argumentaremos a continuación, la respuesta a estas pre-
guntas tiene una base estrictamente gramatical. En concreto, cree-
mos que la anomalía discursiva de secuencias como las de (5) deriva
de que las construcciones absolutas son sintácticamente constituyentes
tópicos dentro de la estructura de la oración principal.
La idea de que las construcciones absolutas son sintácticamente
constituyentes tópicos se ha defendido en diversos trabajos. Por ejem-
12
plo, Fernández Fernández (1993) señala que las construcciones
absolutas son desde el punto de vista sintáctico, similares a otros cons-
tituyentes tematizados, como los que se ilustran en (6).

11
Debe señalarse que cuando la construcción absoluta está integrada por un participio
con aspecto Perfecto, sí parece posible una mera relación de ocasión entre la construcción y
la oración principal, (i). El aspecto Perfecto del participio aporta la información de tipo
temporal (de tiempo no deíctico) necesaria para que se establezca una secuencia temporal
entre la situación descrita en la construcción absoluta y la descrita en la oración principal.
Esa relación de secuencia temporal posibilita la relación de coherencia de ocasión.

(i) Terminada la reunión, salimos de paseo.

Las propiedades tempo-aspectuales de las construcciones absolutas se estudian con deta-


lle en Pérez Jiménez (2007).
12
Antonio Fernández Fernández, La función incidental en español, Oviedo, Universidad de
Oviedo, Publicaciones del Departamento de Filología Española, 1993.
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(6) a. A Juan, no pienso invitarlo a mi fiesta.


b. En Madrid, a Juan le gusta alojarse en la calle Gran Vía.

Numerosos autores han defendido, como se describe en (7), que


sobre el nudo de la estructura oracional que define la estructura bási-
ca Sujeto-(flexión)-Predicado y por debajo del nudo que aloja a las
conjunciones que encabezan oraciones subordinadas (Complemen-
tante), existen posiciones específicas que alojan a los constituyentes
periféricos y, en concreto, un nudo Tópico que aloja a los constitu-
13
yentes topicales del tipo de (6) . Esa sería la posición sintáctica que
ocupan las construcciones absolutas dentro de la estructura de la ora-
14
ción principal .
(7) [Complementante [Tópico [SN FLEX SV]]].

Así, se espera que las construcciones absolutas compartan con los


constituyentes subrayados en (6) ciertas propiedades gramaticales
(más allá de su patrón entonativo común), como, por ejemplo, su dis-
tribución sintáctica. Ejemplo de su comportamiento sintáctico para-
lelo es que tanto las construcciones absolutas como los constituyentes
tematizados del tipo de (6) deben aparecer necesariamente a la dere-
cha de las conjunciones que introducen oraciones subordinadas (que
ocupan la posición de Complementante en la estructura de (7)).
(8) a. Dicen que, a María, Pedro no la invitará a la fiesta.
b. *Dicen, a María, que Pedro no la invitará a la fiesta.
(9) a. Ana se preguntaba si, harto de aquella situación, Juan finalmente acep-
taría el divorcio.
b. Hemos sido una generación arrastrada a un punto crítico, en el cual
sintió que, destrozadas ya tantas cosas para sí misma, deshecho tanto su pre-
sente, es el futuro para otros lo que tiene que ayudar a salvar. [M.
Hernández, Poemas de Amor, Alianza, 1964].
[Tomados de Pérez Jiménez 2007].

La consecuencia semántica de la propuesta de que las construc-


ciones absolutas se generan en un nudo Tópico es que la proposición
que denotan se interpreta como información no aseverada (back-
grounded information) en relación con la proposición denotada por la
oración principal. Dicho con palabras de Fernández Fernández
(1993: 93), el contenido de la construcción absoluta se considera
como “telón de fondo con el que confrontar el contenido proposicional
13
Véase Rizzi (1997) o Benincà y Poletto (2004), entre otros muchos trabajos.
14
Esta idea se defiende explícitamente en Beukema (1982, 1985) y Pérez Jiménez (2007:
XII, 1).
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de la predicación matriz”. El modo en que, creemos, debe entender-


se esta afirmación es el siguiente: la proposición denotada por la
construcción absoluta y la denotada por la oración principal habrán
de mantener entre sí algún tipo de relación implicativa. Esta es, por
tanto, la causa de que entre una construcción absoluta y la oración
principal que la aloja no pueda establecerse el mismo rango de rela-
ciones de coherencia que entre oraciones sintácticamente indepen-
dientes, y la relación de coherencia discursiva ocasión esté vetada.
Podemos concluir, por tanto, que la proyección sintáctica de
Tópico que las construcciones absolutas ocupan dentro de la estruc-
tura de la oración principal determina su interpretación; crucial-
mente, determina el tipo de relaciones de coherencia discursiva que
pueden establecerse con la oración principal. Esta es pues la base gra-
matical de la ‘mala formación’ discursiva de (5) y de la recomenda-
ción normativa sobre el uso de estas construcciones recogida en la
Nueva Gramática de la Lengua Española.

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