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Las teorías cognitivas de la inteligencia – Capítulo 12

Sirven de complemento para las teorías factoriales porque conoces la estructura de los factores más y menos
importantes de la inteligencia es necesario pero no suficiente para saber cómo actúa. Una de las perspectivas cognitivas
fue la propuesta por Hunt, quien sugiere que las diferencias cognitivas se pueden producir en una serie de funciones
cognitivas básicas, en las estrategias o planes de ataque que usan las distintas personas, y en los recursos cognitivos con
los que cuenta el individuo.

Las visiones factoriales y cognitivas de la inteligencia se han tratado de conectar en la teoría de la inteligencia más
ambiciosa: la teoría triárquica del profesor Robert Sternberg.

¿Qué pregunta responden las teorías cognitivas de la inteligencia?

Las teorías cognitivas buscan comprender la dinámica de la inteligencia, es decir, sobre cómo funciona la inteligencia de
una persona. Supongamos que se trata de averiguar cómo funciona el factor verbal:educativo de la teoría de Vernon. Lo
primero que se debe hacer es estudiar los factores más elementales o primeras que se resumen en el factor secundario
v:ed. Al hacer encontramos que hay 7 factores primarios: verbal, numérico, lectura, factor de deletreo, factor lingüístico,
fluidez y pensamiento divergente. Para especificar el estudio cognitivo seleccionamos un factor primario, por ejemplo,
lectura. Luego debemos averiguar cuáles son las pruebas psicológicas en las que se han basado los análisis estadísticos
que han permitido extraer el correspondiente factor. Hay tres pruebas: deletreo sin significado, leer lista de palabras de
distinta longitud y leer palabras de distinta acústica. El estudio cognitivo transforma estas pruebas en experimentos de
laboratorio (manipulando condiciones) para averiguar el rendimiento, en términos de respuesta y nivel de precisión, de
las personas de alta, media y baja capacidad de lectura. Se podrían emplear métodos de correlatos y métodos
componenciales

El método componencial supondría descomponer la tarea completa en pequeñas variantes para ir explorando de un
modo sistemático los tiempos de respuesta y los niveles de precisión alcanzados por las distintas personas. Los datos
recogidos permitirán elaborar un modelo de procesamiento de la información, es decir, una explicación de qué pasos o
procesos mentales realiza la persona para resolver las tareas.

El método de correlatos: Se puede emplear para encontrar la vinculación entre personas de alta, media y baja capacidad
de lectura y el modelo de procesamiento que se ha construido a través del método de componentes.

Las teorías cognitivas de la inteligencia: Los dos elementos básicos de las teorías cognitivas son los procesos cognitivos
y las representaciones mentales. Hay tres cuestiones que se exploran en las teorías cognitivas de la inteligencia:

¿Cuáles son los procesos mentales o cognitivos importantes? Responder a esto supone averiguar cuáles son los procesos
responsables del comportamiento inteligente. Averiguar cómo se pueden categorizar o clasificar los procesos cognitivos.
Hay diferencias individuales entre el grado de disponibilidad, accesibilidad y eficiencia con la que las personas emplean
los distintos procesos cognitivos. Una persona puede disponer de ciertos procesos cognitivos pero no poder acceder a
ellos.

¿Cuáles son los medios que las personas emplean para representarse mentalmente la información que se debe
procesar? Parece que las personas más inteligentes usan sus bases de conocimiento, es decir, lo que conoces (hechos) y
lo que saben (destrezas), para decidir eficazmente qué información en concreto es relevante.

¿Cuáles son las estrategias cognitivas que emplean las distintas personas? Las estrategias cognitivas son los modos en
los que se combinan procesos cognitivos y representaciones mentales. Se debe considerar: La accesibilidad y
disponibilidad de las estrategias cognitivas. Hay individuos que tienen problemas para acceder a las estrategias. Y cómo
afecta el estilo cognitivo al tipo de estrategia que emplea. Además se debe tener en cuenta cómo se relacionan los
factores intelectuales de las teorías factoriales y el tipo de estrategia cognitiva que utiliza la persona.
El tipo de estrategia depende de sus aptitudes intelectuales. Sin embargo, muchas personas se esfuerzan en construir
una estrategia para la cual no están capacitados, lo que se traduce en rendimiento bastante pobre.

Visión cognitiva sobre las diferencias individuales de la inteligencia

Hunt ha propuesto que hay tres tipos de elementos cognitivos que pueden producir diferencias individuales: las
funciones cognitivas básicas, la selección de estrategias cognitivas y los recursos cognitivos.

Las funciones cognitivas básicas: El rendimiento de una persona en términos de tiempo de reacción y nivel de precisión,
en una tarea típica de estudios cognitivos como la tarea de acceso al léxico (acceso al significado de las letras), apenas
sirve para predecir el rendimiento de esa persona en una prueba de inteligencia. Las correlaciones entre el rendimiento
de las personas en ambas pruebas (cognitiva o de procesamiento de información y factorial) nunca superan el valor de
.30. A este fenómeno Hunt lo denominó “Barrera del .30”.

Esta situación se puede superar averiguando el nivel de relación entre varias tareas cognitivas y el rendimiento en una
sola prueba de inteligencia. Sin embargo, tampoco se obtienen resultados muy alentadores. Las correlaciones entre
pruebas de aptitud verbal y baterías cognitivas no suele ser mayor a .60. Una manera de estudiar la relación entre las
teorías cognitivas y las teorías factoriales sería analizar los procesos cognitivos asociados a los factores incluidos en las
teorías factoriales. Así, por ejemplo, pueden estudiarse los procesos cognitivos asociados a las diferencias individuales
en dos factores clave: Gf o inteligencia fluida y Gc o inteligencia cristalizada. Por alguna razón este tipo de estudios
también cuentan con la barrera del .30

Las estrategias cognitivas: La barrera del .30 puede significar que el estudio de los procesos cognitivos no se puede basar
sólo en el cálculo de correlaciones entre el rendimiento en las tareas experimentales y el rendimiento en las pruebas de
inteligencia. Esto es así porque los estudios cognitivos estudian un solo proceso cognitivo, mientras que la prueba
factorial supone la actuación de varios procesos. También nos indica que las investigaciones cognitivas deberían prestar
atención a la aptitud de la persona para seleccionar los procesos cognitivos relevantes y coordinar su actuación. Snow
(1980) estudió los procesos cognitivos necesarios para resolver los problemas incluidos en una serie de pruebas
factoriales. Pudo observar que los tests de razonamiento y comprensión verbal se sitúan en el centro del espacio
(requieren el empleo de varios procesos así como su coordinación), mientras que los tests de aptitudes más específicas
se sitúan en la periferia, y estas pruebas específicas (las más sencillas) son las utilizadas en los estudios cognitivos. Este
modo de organizar los problemas intelectualmente exigentes se denomina Teoría de Radex y permite estimar el número
de procesos cognitivos necesarios para resolver problemas cognitivamente exigentes. Las pruebas más complejas
dependen de la capacidad de idear, mientras que en las pruebas más sencillas suele existir una sola manera eficaz de
resolverlas.

En un estudio realizado por Hunt (1974) se observó que hay dos estrategias cognitivas para resolver el test de matrices
progresivas de Raven. La primera se basa en razonamiento perceptivo o superficial, mientras que la segunda está basada
en un razonamiento más profundo. En el análisis de Snow, el test de matrices se sitúa en el centro del espacio
dimensional. Igualmente, la resolución de analogías verbales (prueba compleja) puede darse al combinar procesos
cognitivos de distinta manera, y cada combinación produce una significativa variedad. Estos datos indican diferencias
individuales en la calidad y no en la cantidad, lo que podría explicar las diferencias entre pruebas factoriales (CI) y
pruebas cognitivas (Tiempos de reacción)

Las estrategias cognitivas son combinaciones de procesos cognitivos y representaciones, y cada persona puede producir
su propia estrategia. Sin embargo, hay elementos que permitan estudiar las relaciones entre las estrategias empleadas
por distintos individuos. Uno de estos en el tipo de representación mental de las estrategias, que puede ser de dos tipos:
Material verbal, es decir, la persona describe a través del lenguaje la información sobre la que va a aplicar los procesos
mentales y Material viso espacial, es decir, la persona imagina en su cabeza la información sobre la que va a aplicar los
procesos mentales. El tipo de procesos cognitivos dependen del tipo de representación mental empleada en la
estrategia. Esto puede ser de utilidad para explicar el rendimiento en actividades educativas y laborales
intelectualmente exigentes.

Cuando se le permite a la persona elegir el tipo de representación, la relación entre rendimiento en pruebas factoriales y
cognitivas tiende a regularizarse. Hunt y otros (1980) realizaron un estudio en el que se comprueba la importancia de la
representación mental elegida. La tarea de verificación de frases pictóricas comprende dos fases, una de compresión y
otra de verificación. En la primera la persona lee y comprende una frase y en la segunda la persona ve los dos símbolos a
los que se refería la frase que ya ha desaparecido de la vista de la persona, y debe decidir si hay o no correspondencia,
es decir, verificar el dibujo frente a la frase. Las preguntas planteadas son: ¿Cuál es el tipo de representación mental que
usa la persona para conservar la información que ha comprendido de la 1era fase? Y ¿Cuál tipo de representación
utilizará para codificar los símbolos que aparecen en la segunda fase para poder comparar la información con la que
conserva en su cabeza?

Quién emplea una estrategia lingüística o pictórica se puede averiguar calculando los tiempos que consume la persona
en presionar la tecla en cada una de las dos fases. El empleo de la estrategia lingüística en la primera fase supondrá un
menor tiempo de reacción que el uso de la estrategia pictórica, sin embargo, en la segunda fase esta relación se invierte,
por lo que, el uso de estrategia lingüística supondrá un mayor tiempo de reacción, puesto que la persona deberá
transformar mentalmente el dibujo en una frase.

MacCleod, Hunt y Mathews (1978) observaron que las personas con altas puntuaciones en pruebas factoriales de
aptitud verbal tendían a usar la estrategia lingüística, mientras que las personas con altas puntuaciones en pruebas
factoriales de aptitud espacial usaban la estrategia pictórica. Es decir, las estrategias que emplean las personan
dependen de los factores intelectuales en los que sobresalen. Además, la manipulación de complejidad lingüística de la
frase solo influye a los usuarios de la estrategia lingüística en el sentido de que tardan más tiempo al realizar la
verificación si la frase incluye negaciones, mientras que este parámetro apenas altera el tiempo de respuesta de los
usuarios de la estrategia pictórica.

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