Nombre: Joel Gordon Sotomayor Curso: 1A Fecha: 2017-11-19
LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA
América Latina es considerado un paraíso territorial, siempre vasto en fortunas, grande en hidrografía, rico en minerales, ubicado en un lugar exclusivo del mundo, poseedores de la mayor flora y fauna a nivel mundial, hermosos paisajes, una inmensa riqueza cultural, a simple vista parece que lo tiene todo, ecológicamente hablando somos potencia mundial, pero desde el punto de vista económico, bajo los procesos de globalización, estamos en los últimos escalones de este monopolio que se ha convertido el mundo, pero todo esto tiene su razón de ser y Galeano en su obra nos remonta en la historia a la época de la colonización, y como los libros de historia nos cuentan verdades a medias, o mentiras para su conveniencia, América Latina no fue descubierta, aquí ya existían civilizaciones y cultura, más bien fue saqueada, humillada y empobrecida por los supuestas “potencias” de la época. El primer capítulo relata sobre Cristóbal Colon, quien supuestamente descubrió el continente americano; en Europa después del avance que surgió desde el renacimiento se vio un crecimiento exponencial en el viejo continente y se desarrollaron diversos artefactos que perfeccionarían la navegación, mapas del mundo en los cuales ya se hablaba de nuevas tierras como el mapa Catalán de Carlos Magno, las vías de comercio eran amplias y concurridas y la corona española quería buscar nuevas vías de comercio, principalmente para especias como la canela, busca una nueva ruta marítima para llegar a la India, pero todo lo que encontró fue totalmente distinto, una realidad utópica y en este punto hay que distinguir dos conceptos muy importantes el de colonizar, aquellos que llegan a la tierra para enseñar y dar aportes positivos al lugar y el de conquistar, esos que solo vienen a causar un infierno terrenal, como en nuestro caso, aquí se puede destacar la gran diferencia que hoy en día existe entre Norteamérica y nosotros; los ingleses salieron de sus tierras en busca de un nuevo hogar, he ahí el progreso de USA, fueron costumbres y cultura adquirida, mientras que en nuestro caso fue una total imposición de parte del yugo español que simplemente nos hundió, y cada vez que intentamos salir de ese hueco donde estamos se torna difícil, lo mismo que nos pasó allá en el siglo XV, se sigue viviendo en la edad contemporánea, los españoles se llevaron nuestro oro, ahora Estados Unidos, primera potencia mundial, controla nuestros recursos naturales, como continente no hemos podido hoy en día sacarnos esa espina que nos dejaron, y seguimos culpando al pasado, pero como nación tenemos que levantarnos y demostrar de que estamos hechos y poder ser dueños de nuestras tierras nuevamente. Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no es otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno. (Galeano, 2004) Antropológicamente hablando seguimos siendo iguales a nuestro antepasados, lo único que cambia es el entorno en que nos desenvolvemos, en la colonia fue el oro quien movía la economía global, hoy en día es el petróleo y sus derivados, quizá a futuro sea el recurso hídrico quien mueva al mundo y nosotros lo poseemos, estamos próximos a esa realidad, pero el esquema humano dice que seguiremos con ese comportamiento y que como América Latina nunca encontremos la salida de ese estancamiento histórico, pero las nuevas mentes, ideologías, movimientos, muestran que somos más, que estamos conscientes de nuestra realidad y no queremos seguir hundidos, sabemos lo que valemos y lo que tenemos las generaciones han ido cambiando y seguiremos en la lucha para que se respete lo nuestro, para ser dueños de nuestras tierras nuevamente, poder tener partido en la toma de decisiones en la economía mundial, no ser solo una pieza más de este juego en el que se ha convertido la política, poder ser actores participes y darle un valor mayor a lo nuestro.
Bibliografía Galeano, E. (2004). LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA (27 ed.). México D.F, México: Siglo veintiuno editores.