Cuando una persona inhala las bacterias de la tuberculosis, estas pueden alojarse en los
pulmones y comenzar a multiplicarse. Desde allí, las bacterias pueden desplazarse por la
sangre a otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral y el cerebro.
Enfermedad de tuberculosis
En las personas con el sistema inmunitario débil, especialmente las que tienen
la infección por el VIH, el riesgo de presentar enfermedad de tuberculosis es
mucho más alto que para las personas con el sistema inmunitario normal.
Signos y síntomas
síntomas de la enfermedad de tuberculosis dependen del área del cuerpo donde se estén
multiplicando las bacterias de la tuberculosis. Por lo general, las bacterias de la tuberculosis
se multiplican en los pulmones (tuberculosis pulmonar). La enfermedad de tuberculosis en
los pulmones puede causar síntomas como los siguientes:
Debilidad o fatiga
Pérdida de peso
Falta de apetito
Escalofríos
Fiebre
Sudores nocturnos
Los síntomas de la enfermedad de tuberculosis en otras partes del cuerpo dependen del
área afectada
Personas que han sido infectadas recientemente por las bacterias de la tuberculosis.
Personas con afecciones que debilitan el sistema inmunitario.
Personas que han sido infectadas recientemente por las bacterias
de la tuberculosis
Entre estas se incluyen las siguientes personas:
La ropa
Los vasos
Los utensilios para comer
Darle la mano a alguien
El inodoro
Otras superficies
Si usted cree que ha estado expuesto a una persona con enfermedad de tuberculosis, debe
comunicarse con su médico o su departamento de salud local para que le hagan la prueba
cutánea de la tuberculina o un análisis especial de sangre para detectar la tuberculosis.
Asegúrese de decirle al médico o al personal de enfermería cuándo pasó tiempo con la
persona con enfermedad de tuberculosis.
Prevención de la tuberculosis
Cómo evitar que la infección de tuberculosis latente evolucione a enfermedad de
tuberculosis
Muchas personas que tienen infección de tuberculosis latente nunca presentan enfermedad
de tuberculosis. Pero algunas personas que tienen infección de tuberculosis latente tienen
más probabilidades que otras de tener enfermedad de tuberculosis. Entre las personas en
alto riesgo de presentar la enfermedad de tuberculosis están las siguientes:
Si usted tiene infección de tuberculosis latente y pertenece a uno de estos grupos de alto
riesgo, debe tomar su medicamento para evitar la enfermedad de tuberculosis. Hay varias
opciones de tratamiento para la infección de tuberculosis latente.Usted y su proveedor de
atención médica deben decidir cuál es el mejor tratamiento para usted. Si toma su
medicamento como se le indique, puede evitar la enfermedad de tuberculosis. Debido a que
hay menos bacterias, el tratamiento para la infección de tuberculosis latente es mucho más
fácil que el tratamiento para la enfermedad de tuberculosis. Una persona con enfermedad
de tuberculosis tiene una gran cantidad de bacterias de la tuberculosis en el cuerpo. Se
necesitan varios medicamentos para tratar la enfermedad de tuberculosis.
Obtenga más información sobre los factores de riesgo de la tuberculosis.
En muchos países, la tuberculosis es mucho más común que en los Estados Unidos. Los
viajeros deben evitar el contacto cercano o prolongado con personas que se sabe que tienen
tuberculosis, en espacios cerrados con una gran cantidad de gente (por ejemplo, centros
médicos, hospitales, prisiones o albergues para desamparados).
Aunque en todo el mundo hay casos de tuberculosis multirresistente o MDR, por sus siglas
en inglés, y de tuberculosis extremadamente resistente o XDR, por sus siglas en inglés,
estos son aún muy poco frecuentes. Los viajeros que tienen el VIH son los que tienen el
mayor riesgo si entran en contacto con una persona con tuberculosis MDR o XDR.
Los viajes aéreos por sí solos representan un riesgo relativamente bajo de infección con
cualquier tipo de tuberculosis. Los viajeros que vayan a trabajar en centros médicos,
hospitales y otros entornos médicos donde haya probabilidad de encontrar pacientes con
tuberculosis deben consultar a expertos en el control de infecciones o de salud ocupacional.
Estos viajeros deben preguntar sobre los procedimientos administrativos y ambientales
existentes para prevenir la exposición a la tuberculosis. Una vez que se hayan implementado
esos procedimientos, se pueden tomar otras medidas como el uso de equipos individuales
de protección respiratoria.
Los viajeros que anticipen tener una posible exposición prolongada a personas con
tuberculosis (por ejemplo, aquellos que saben que van a estar en contacto rutinario con
personas en centros médicos, hospitales, prisiones o albergues para desamparados) deben
hacerse una prueba cutánea de la tuberculina o un examen de sangre para detectar la
tuberculosis antes de salir de los Estados Unidos. Si la reacción a la prueba es negativa,
deben repetirse la prueba entre 8 a 10 semanas después de regresar a los Estados Unidos.
Además, sería recomendable que las personas que anticipan una exposición prolongada o
repetida, o que vayan a permanecer largo tiempo en otros lugares a lo largo de varios años,
se realicen la prueba de forma anual. Debido a que las personas con infección por el VIH
tienen más probabilidades de tener una respuesta deficiente en las pruebas para detectar la
tuberculosis, los viajeros que sean VIH positivos deben decirle al médico que tienen ese
virus.
Vacuna contra la tuberculosis (BCG)
La BCG o bacilo de Calmette-Guérin es una vacuna contra la enfermedad de tuberculosis
(TB). Esta vacuna no es de uso frecuente en los Estados Unidos, pero a menudo se
administra a los bebés y niños pequeños en los países donde la tuberculosis es común. La
vacuna BCG no siempre protege a las personas contra la tuberculosis.
Niños
La vacuna BCG solo se debe considerar para niños que tengan un resultado negativo en la
prueba de detección de la tuberculosis y que estén expuestos en forma continua y no se les
pueda separar de los adultos que:
Trabajadores de la salud
Muchas personas nacidas fuera de los Estados Unidos han recibido la vacuna BCG.
Las personas que previamente recibieron la vacuna BCG pueden hacerse una prueba
cutánea de la tuberculina para detectar la infección de tuberculosis. La vacuna BCG puede
causar una reacción positiva a la prueba cutánea de la tuberculina. Esta reacción positiva a
la prueba cutánea de la tuberculina puede deberse a la vacuna BCG propiamente tal o a
una infección con bacterias de la tuberculosis.
En los niños menores de 5 años de edad, se prefiere hacer una prueba cutánea de la
tuberculina en vez de un análisis de sangre para detectar la tuberculosis.
.
Si no se administra un tratamiento, como ocurre con otras infecciones oportunistas, el VIH y
la tuberculosis pueden actuar en combinación para acortar la vida de la persona infectada.
Una persona con infección de tuberculosis latente no tratada e infección por el VIH
tiene muchas más probabilidades de presentar enfermedad de tuberculosis en el
transcurso de su vida que alguien que no tiene infección por el VIH.
Entre las personas con infección de tuberculosis latente, la infección por el VIH es el
factor de riesgo conocido más significativo para que la infección evolucione a
enfermedad de tuberculosis.
Una persona con infección por el VIH y enfermedad de tuberculosis tiene un cuadro
clínico de sida.
Las personas infectadas por el VIH que también tienen infección de tuberculosis latente o
enfermedad de tuberculosis pueden ser tratadas eficazmente. El primer paso es asegurarse
de que las personas con el VIH se hagan pruebas para detectar la infección de tuberculosis.
Si se detecta infección de tuberculosis, es necesario hacer más pruebas para descartar la
enfermedad de tuberculosis. El próximo paso es comenzar el tratamiento para la infección
de tuberculosis latente o la enfermedad de tuberculosis según los resultados de las pruebas.
Tratamiento
Afortunadamente, hay varias opciones de tratamiento para las personas que tienen el VIH y
que también tienen infección de tuberculosis latente o enfermedad de tuberculosis.
Contacto: una persona que ha pasado tiempo con alguien que tiene tuberculosis en su
etapa infecciosa.
Cultivo: una prueba para determinar si hay bacterias de la tuberculosis en las flemas o en
otros líquidos corporales. Esta prueba puede tardar entre 2 y 4 semanas, en la mayoría de
los laboratorios.
Esputo: la flema proveniente del interior de los pulmones que se expulsa al toser. El esputo
se examina para detectar la presencia de bacterias de la tuberculosis mediante un frotis;
una parte del esputo también se puede usar para hacer un cultivo.
Frotis: una prueba para determinar si hay bacterias de tuberculosis en las flemas. Para
realizar esta prueba, el personal del laboratorio unta la flema en un portaobjetos de vidrio,
tiñe la muestra con un colorante especial y analiza si hay bacterias de tuberculosis en el
portaobjetos. Por lo general, los resultados de esta prueba tardan un día.
Infección por el VIH: infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, el virus que
provoca el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). Una persona que tiene la
infección de tuberculosis latente y la infección por el VIH tiene un riesgo muy elevado de
enfermar de tuberculosis activa.
Negativo: por lo general se refiere al resultado de una prueba. Si usted tiene una reacción
negativa a la prueba cutánea de la tuberculina, es probable que no tenga la infección por
tuberculosis.
Positivo: por lo general se refiere al resultado de una prueba. Si usted tiene una reacción
positiva a la prueba cutánea de la tuberculina, es probable que tenga una infección de
tuberculosis.
Prueba cutánea de la tuberculina: una prueba que a menudo se utiliza para saber si la
persona está infectada con bacterias de la tuberculosis. Un líquido denominado tuberculina
es inyectado debajo de la piel en la parte inferior del brazo. Si usted tiene una reacción
positiva a esta prueba, es probable que tenga la infección de tuberculosis. Será necesario
realizar otras pruebas para determinar si tiene la infección de tuberculosis latente o la
enfermedad.
Prueba de sangre para detectar la tuberculosis: una prueba que utiliza una muestra de
sangre para determinar si la persona está infectada con bacterias de la tuberculosis. La
prueba mide la respuesta a las proteínas de la tuberculosis cuando se mezclan con una
pequeña cantidad de sangre. Entre estas pruebas especiales de sangre para la tuberculosis
se encuentran la prueba QuantiFERON®-TB Gold (QFT-G) y la prueba TB T-Spot®.
Radiografía de tórax: una fotografía del interior del tórax. La radiografía de tórax es una
fotografía del pecho tomada con rayos X. El médico puede analizar esta placa para
determinar si las bacterias de la tuberculosis han dañado los pulmones.
Rifampicina (RIF): uno de los cuatro medicamentos que se utilizan a menudo para tratar la
enfermedad de tuberculosis activa. Se lo considera un medicamento de primera elección.
Terapia por observación directa (DOT, por sus siglas en inglés): una forma de ayudar
a los pacientes a tomar sus medicamentos para la tuberculosis. Si usted recibe terapia por
observación directa, se reunirá con un miembro del personal de salud todos los días o varias
veces por semana. Se reunirán en un lugar acordado por ambos. Puede ser la clínica
especializada en tuberculosis, su casa, su trabajo o cualquier otro lugar conveniente. Usted
se tomará sus medicamentos en presencia del trabajador de salud.
Tuberculina (PPD, por sus siglas en inglés): un líquido que se inyecta debajo de la piel
en la parte inferior del brazo durante la prueba cutánea de la tuberculosis. Si usted tiene la
infección de tuberculosis latente, es probable que presente una reacción positiva a la
tuberculina.
Tuberculosis extrapulmonar: tuberculosis activa que afecta cualquier parte del cuerpo que
no sea en los pulmones (por ej., los riñones, la columna vertebral, el cerebro o los ganglios
linfáticos).
Tuberculosis extremadamente resistente (XDR TB, por sus siglas en inglés): una forma
inusual de tuberculosis resistente a casi todos los medicamentos utilizados para tratar la
tuberculosis.
Tuberculosis multirresistente (MDR TB, por sus siglas en inglés): una forma de
tuberculosis activa causada por bacterias resistentes a dos o más de los principales
medicamentos contra la enfermedad: la isoniazida y la rifampicina.
Tuberculosis pulmonar: la tuberculosis activa que afecta a los pulmones y que por lo
general provoca una tos que dura 3 semanas o más. En la mayoría de los casos, la
tuberculosis activa es pulmonar.
Vacuna BCG: una vacuna contra la tuberculosis que lleva las iniciales de los científicos
franceses que la desarrollaron, Calmette y Guérin. La vacuna BCG no es de uso frecuente
en los Estados Unidos, sin embargo, en los países donde la tuberculosis es común, a
menudo se le administra a los bebés y niños pequeños.
Tratamiento
No todas las personas infectadas por las bacterias de la tuberculosis se enferman. Por eso,
existen dos afecciones relacionadas con la tuberculosis: la infección de tuberculosis latente
y la enfermedad de tuberculosis. Ambas se pueden tratar.
Grupos a los cuales se les debe dar alta prioridad para el tratamiento de la infección
de tuberculosis latente
Personas con un resultado positivo en una prueba de liberación de interferón gamma (IGRA,
por sus siglas en inglés) o una reacción a la prueba cutánea de la tuberculina de 5 milímetros
o más:
Personas con un resultado positivo en una prueba de liberación de interferón gamma (IGRA,
por sus siglas en inglés) o una reacción a la prueba cutánea de la tuberculina de 10
milímetros o más:
Las personas que no tienen factores de riesgo de tuberculosis conocidos pueden ser
consideradas para que reciban tratamiento para la infección de tuberculosis latente si tienen
un resultado positivo en una prueba de liberación de interferón gamma (IGRA) o si su
reacción a la prueba cutánea de la tuberculina es de 15 milímetros o más. Sin embargo, los
programas selectivos de pruebas de detección de la tuberculosis solo se deben implementar
en grupos de alto riesgo. Todas las actividades de realización de pruebas de tuberculosis
se deben acompañar de un plan de seguimiento de los cuidados médicos de las personas
que presenten infección o enfermedad de tuberculosis.
Esquemas posológicos para el tratamiento de la infección
de tuberculosis latente
Los cuatro esquemas posológicos para el tratamiento de la infección de tuberculosis latente
usan isoniazida (INH), rifapentina (RPT) o rifampina (RIF). El tratamiento debe modificarse
si el paciente ha tenido contacto con una persona que tiene enfermedad de tuberculosis
resistente a los medicamentos. Se recomienda consultar a un experto en tuberculosis si la
fuente de la infección tiene tuberculosis resistente a los medicamentos.
Dos veces a
la semana*
*Usar terapia por observación directa (DOT, por sus siglas en inglés)
Nota: A raíz de los informes sobre lesiones graves en el hígado y muertes, los CDC
recomiendan que la combinación de rifampina (RIF) y pirazinamida (PZA) no se ofrezca de
manera general como tratamiento contra la infección de tuberculosis latente.
Es muy importante que las personas con enfermedad de tuberculosis reciban tratamiento,
terminen todos sus medicamentos y los tomen exactamente como se les haya indicado. Si
dejan de tomar los medicamentos antes de lo previsto, pueden volver a enfermarse. Si no
los toman en la forma correcta, las bacterias de la tuberculosis que todavía estén vivas
pueden volverse resistentes a esos medicamentos. La tuberculosis resistente a los
medicamentos es más difícil y más costosa de tratar.
La enfermedad de tuberculosis se puede tratar tomando varios medicamentos durante un
periodo de 6 a 9 meses. En la actualidad hay 10 medicamentos aprobados por la
Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés)
para el tratamiento de la tuberculosis. Entre los medicamentos aprobados, los fármacos de
primera línea contra la tuberculosis, que componen los principales esquemas posológicos
de tratamiento, incluyen los siguientes:
Isoniazida (INH)
Rifampina (RIF)
Etambutol (EMB)
Pirazinamida (PZA)
Eventos adversos
Los pacientes que reciban tratamiento para la infección de tuberculosis latente o para la
enfermedad de tuberculosis deben reportarle a su proveedor de atención médica todos los
signos y síntomas de reacciones adversas a los medicamentos, incluidos los siguientes:
Anorexia sin causa aparente, náuseas o vómitos, orina oscura* o ictericia (piel u ojos
amarillentos).
Parestesia persistente (hormigueo, adormecimiento o ardor) en las manos o los pies.
Debilidad, fatiga, fiebre o sensibilidad estomacal persistentes.
Moretones o sangrados que ocurren con facilidad.
Visión borrosa o cambios en la visión.
*A los pacientes que toman rifampina (RIF) o rifapentina (RPT) se les debe advertir que
notarán una coloración naranja normal de los líquidos corporales, como la orina y las
lágrimas. Es posible que los lentes de contacto se manchen de forma permanente.
Los pacientes deben proporcionar una lista de los medicamentos que estén usando para
evitar las interacciones de medicamentos. Algunas interacciones que hay que tener en
cuenta son las siguientes:
Pruebas y Diagnóstico
Pruebas
Hay dos tipos de pruebas que se usan para detectar las bacterias de la tuberculosis en el
cuerpo: la prueba cutánea de la tuberculina y pruebas de sangre. Un resultado positivo en
la prueba cutánea de la tuberculina o en una prueba de sangre solo indica que la persona
ha sido infectada con bacterias de la tuberculosis. No indica si la persona tiene infección de
tuberculosis latente (LTBI, por sus siglas en inglés) o si ha evolucionado a enfermedad de
tuberculosis. Para determinar si la persona tiene enfermedad de tuberculosis, es necesario
hacer otras pruebas, como una radiografía de tórax o tomar una muestra de esputo.
Diagnóstico
Si se encuentra que una persona está infectada con bacterias de la tuberculosis, se deberán
hacer más pruebas para ver si tiene infección de tuberculosis latente o enfermedad de
tuberculosis.
Ciertas personas se deben hacer pruebas para detectar la infección de tuberculosis debido
a que tienen mayor riesgo de estar infectadas con las bacterias que la causan. Entre estas
personas se encuentran las siguientes:
Personas que han pasado tiempo con alguien que tiene enfermedad de tuberculosis.
Personas que provienen de un país donde la tuberculosis es común (la mayoría de
los países de América Latina y el Caribe, África, Asia, Europa Oriental y Rusia).
Personas que viven o trabajan en entornos de alto riesgo (por ejemplo,
establecimientos correccionales, centros de cuidados a largo plazo o asilos de
ancianos y albergues para desamparados).
Trabajadores de la salud que atienden a pacientes en mayor riesgo de contraer
enfermedad de tuberculosis.
Bebés, niños y adolescentes expuestos a adultos que tienen mayor riesgo de contraer
infección de tuberculosis latente o enfermedad de tuberculosis.
Muchas personas que tienen infección de tuberculosis latente nunca presentan enfermedad
de tuberculosis. Pero algunas personas que tienen infección de tuberculosis latente tienen
más probabilidades que otras de tener enfermedad de tuberculosis. Entre las personas en
alto riesgo de presentar la enfermedad de tuberculosis están las siguientes:
Por lo general, las personas con bajo riesgo de infección por las bacterias de la tuberculosis
no necesitan hacerse pruebas de detección.
Las pruebas de sangre para detectar la tuberculosis son las pruebas preferidas para hacer
en las siguientes personas:
Muchas personas nacidas fuera de los Estados Unidos han recibido una vacuna llamada
BCG.
Las personas que previamente recibieron la vacuna BCG pueden hacerse una prueba
cutánea de la tuberculina para detectar la infección de tuberculosis. La vacuna BCG puede
causar una reacción falsa positiva a la prueba cutánea de la tuberculina. Esta reacción
positiva a la prueba cutánea de la tuberculina puede deberse a la vacuna BCG misma o a
una infección con bacterias de la tuberculosis.
Las personas que se cree que tienen enfermedad de tuberculosis deben ser remitidas a una
evaluación médica completa, la cual incluirá lo siguiente:
1. Antecedentes médicos
2. Examen físico
El examen físico puede proporcionar información valiosa sobre el estado general del
paciente y otros factores que podrían influir en el tratamiento contra la tuberculosis, como la
infección por el VIH u otras enfermedades.
4. Radiografía de tórax
5. Microbiología diagnóstica
En todos los casos, la M. tuberculosis que se aísla por primera vez debe analizarse para
determinar su resistencia a los medicamentos. Es muy importante identificar esta resistencia
a los medicamentos tan pronto como sea posible para garantizar un tratamiento eficaz.
Deben repetirse los patrones de sensibilidad a los medicamentos en los pacientes que no
respondan adecuadamente al tratamiento o que hayan tenido resultados positivos en sus
cultivos pese a que hayan recibido tratamiento durante 3 meses. Los resultados de
sensibilidad obtenidos en el laboratorio deben reportarse rápidamente al proveedor de
atención médica primaria y al programa estatal o local de control de la tuberculosis.
Las personas que trabajan o reciben atención médica en esos entornos están en mayor
riesgo de infectarse con tuberculosis; por eso, es necesario tener un plan de control de
infecciones de tuberculosis como parte de un programa general de control de infecciones
diseñado para garantizar lo siguiente:
En todos los entornos de atención médica, particularmente en aquellos donde las personas
están en alto riesgo de exposición a la tuberculosis, se deben elaborar normas y
procedimientos para el control de la tuberculosis, y revisar y evaluar periódicamente su
eficacia para determinar las medidas necesarias para minimizar el riesgo de transmisión.
1. Medidas administrativas
2. Controles ambientales
3. Uso de equipo de protección respiratoria
Medidas administrativas
Controles ambientales
Equipo de protección respiratoria
Los controles administrativos son el primer nivel de la jerarquía y el más importante. Son
medidas de gestión cuyo objetivo es reducir el riesgo de exposición a personas con
tuberculosis contagiosa. Estas medidas de control consisten en las siguientes actividades:
asignar a alguien la responsabilidad del control de las infecciones de tuberculosis en el
entorno de atención médica;
hacer una evaluación del riesgo de tuberculosis en el entorno;
hacer un plan de control de infecciones de tuberculosis por escrito e implementarlo;
garantizar la disponibilidad de los procesos y las pruebas de laboratorio recomendados,
y la notificación de los resultados;
implementar prácticas laborales eficaces para el manejo de pacientes que puedan tener
enfermedad de tuberculosis;
garantizar la limpieza, esterilización o desinfección adecuada del equipo que podría
estar contaminado (p. ej., los endoscopios);
educar, capacitar y aconsejar a los trabajadores de la salud, los pacientes y las visitas
acerca de la infección y la enfermedad de tuberculosis;
hacerles pruebas de detección y evaluar a los trabajadores en riesgo de exposición a la
enfermedad de tuberculosis;
aplicar principios de prevención basados en la epidemiología, lo que incluye usar datos
sobre el control de infecciones de tuberculosis relacionadas con el entorno;
usar afiches y letreros para recordarles a los pacientes y al personal los buenos modales
al toser (cubrirse la boca) y las medidas de higiene respiratoria; y
coordinar los esfuerzos entre los departamentos de salud locales o estatales y los
entornos de alto riesgo donde se proporciona atención médica y donde se congregan
personas.
1.
Medidas administrativas
Controles ambientales
1.
Medidas administrativas
Controles ambientales
Equipo de protección respiratoria
El uso de equipo de protección respiratoria puede reducir más el riesgo de exposición de los
trabajadores de la salud a núcleos de gotitas infecciosas que hayan sido expulsadas al aire
por un paciente con enfermedad de tuberculosis contagiosa. Para reducir el riesgo de
exposición se pueden tomar las siguientes medidas:
Cuando las personas no terminan la tanda completa del tratamiento para la tuberculosis.
Cuando los proveedores de atención médica recetan un tratamiento inadecuado (dosis o
tiempo de tratamiento inadecuado).
Cuando los medicamentos para el tratamiento adecuado no están disponibles.
Cuando los medicamentos son de mala calidad.
La tuberculosis extremadamente resistente (XDR TB, por sus siglas en inglés) es un tipo
poco común de tuberculosis multirresistente que es resistente a la isoniazida y a la rifampina,
así como a todas las fluoroquinolonas y a por lo menos uno de tres medicamentos
inyectables de segunda línea (p. ej., amikacina, kanamicina o capreomicina).
El costo promedio del tratamiento de una persona con enfermedad de tuberculosis aumenta
a medida que aumenta la resistencia a los medicamentos. Los costos directos (en dólares
estadounidenses del 2014) promedian desde los 17 000 dólares para tratar la tuberculosis
sensible a los medicamentos hasta los 482 000 dólares para tratar la forma de la enfermedad
más resistente a los medicamentos (XDR TB). Los costos son incluso más altos cuando se
incluye la pérdida de productividad que enfrentan los pacientes (p. ej., los ingresos perdidos)
mientras reciben el tratamiento.
Viajeros internacionales
Cómo prevenir la exposición a la enfermedad de
tuberculosis durante los viajes al extranjero
En muchos países, la tuberculosis es mucho más común que en los Estados Unidos. Los
viajeros deben evitar el contacto cercano o prolongado con personas que se sabe que tienen
tuberculosis en espacios cerrados con una gran cantidad de gente (por ejemplo, centros
médicos, hospitales, prisiones o albergues para desamparados).
Aunque en todo el mundo hay casos de tuberculosis multirresistente o MDR, por sus siglas
en inglés, y de tuberculosis extremadamente resistente o XDR, por sus siglas en
inglés, estos son aún muy poco frecuentes. Los viajeros que tienen el VIH son los que tienen
el mayor riesgo si entran en contacto con una persona con tuberculosis MDR o XDR.
Los viajes aéreos por sí solos representan un riesgo relativamente bajo de infección con
cualquier tipo de tuberculosis. Los viajeros que vayan a trabajar en centros médicos,
hospitales y otros entornos médicos donde haya probabilidad de encontrar pacientes con
tuberculosis deben consultar a expertos en el control de infecciones o de salud ocupacional.
Estos viajeros deben preguntar sobre los procedimientos administrativos y ambientales
existentes para prevenir la exposición a la tuberculosis. Una vez que se hayan implementado
esos procedimientos, se pueden tomar otras medidas como el uso de equipos individuales
de protección respiratoria.
Los viajeros que anticipen tener una posible exposición prolongada a personas con
tuberculosis (por ejemplo, aquellos que saben que van a estar en contacto rutinario con
personas en centros médicos, hospitales, prisiones o albergues para desamparados) deben
hacerse una prueba cutánea de la tuberculina o un examen de sangre para detectar la
tuberculosis antes de salir de los Estados Unidos. Si la reacción a la prueba es negativa,
deben repetirse la prueba entre 8 a 10 semanas después de regresar a los Estados Unidos.
Además, sería recomendable que las personas que anticipan una exposición prolongada o
repetida, o que vayan a permanecer largo tiempo en otros lugares a lo largo de varios años,
se realicen la prueba de forma anual. Debido a que las personas con infección por el VIH
tienen más probabilidades de tener una respuesta deficiente en las pruebas para detectar la
tuberculosis, los viajeros que sean VIH positivos deben decirle al médico que tienen ese
virus.
Tratamiento
Las mujeres embarazadas que reciben un diagnóstico de enfermedad de tuberculosis deben
empezar el tratamiento tan pronto como se detecte la tuberculosis. Aunque los
medicamentos utilizados en el tratamiento contra la tuberculosis atraviesan la placenta,
estos medicamentos no parecen tener efectos nocivos en el bebé.
Diagnóstico Tratamiento
Infección de tuberculosis Isoniazida (INH, por sus siglas en inglés), diariamente o dos veces
latente
suplementos de piridoxina (vitamina B6).
La isoniazida y la rifapentina administradas una vez por semana durant
las mujeres embarazadas ni para aquellas que prevén quedar embaraz
Diagnóstico Tratamiento
Contraindicaciones
Los siguientes medicamentos contra la tuberculosis están contraindicados en las mujeres
embarazadas:
Estreptomicina
Kanamicina
Amikacina
Capreomicina
Fluoroquinolonas
A las mujeres que reciben tratamiento contra la tuberculosis resistente a los medicamentos
se les debe advertir sobre el riesgo que enfrenta el feto, dados los riesgos conocidos y
desconocidos de los medicamentos de segunda línea contra la tuberculosis.
Lactancia materna