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LA IMPRESORA

Como indica su nombre, la impresora es el periférico que la computadora utiliza para


presentar información impresa en papel u otro medio. Las primeras impresoras nacieron
muchos años antes que la PC e incluso antes que los monitores (el otro dispositivo de salida
por excelencia), siendo durante años el método más usual para presentar los resultados de los
cálculos en aquellas primitivas computadoras, que previamente usaban tarjetas y cintas
perforadas.

TIPOS DE IMPRESORAS

Impresoras de matriz de puntos

Las impresoras matriciales fueron las primeras que


surgieron en el mercado, y aunque han perdido
terreno últimamente frente a las impresoras de
inyección de tinta, siguen siendo las únicas que
pueden imprimir formularios continuos, además
debido a lo económico que resultan sus consumibles,
las hace una opción válida para locales comerciales
que necesitan imprimir recibos, facturas o tickets de negocios.

Este tipo de impresoras tienen un cabezal móvil con 9 o 24 pequeñas agujas (pines) que al ser
empujado por un pequeño electroimán, bien directamente o mediante un mecanismo de
palancas, impactan sobre una cinta
impregnada con tinta, la cual se transfiere
al papel para formar la imagen deseada.
Cuantas más agujas posea el cabezal de
impresión, mayor será la resolución, que
suele estar entre 150 y 300 ppp.

Actualmente se siguen vendiendo este tipo de impresoras, incluso con los grandes avances
tecnológicos aplicados a la impresión. Muchas empresas de renombre y experiencia en este
campo, venden modelos nuevos adaptados a los computadores y sistemas operativos
modernos. El mercado donde se mueven este tipo de impresoras suelen ser la pequeña y
mediana empresa y las administraciones públicas, especialmente en los casos en los que se
utiliza papel autocopiante (realizado mediante una copia al carbón), pues este tipo de papel
necesita siempre un impacto mecánico para realizar su función correctamente.
Impresoras de inyección de tinta.

Se llama “impresoras de inyeccion de tinta” (Ink Jet Printer) a


aquellas en las que la tinta, soluble en agua o aceite, se
encuentra en forma más o menos liquida en un cartucho
(cartridge) contenedor. En el momento que enviamos a
imprimir algo, la impresora recibe los datos y los almacena en
una memoria intermedia (buffer) hasta tener los suficientes
para generar una matriz de señales para enviar al cartucho de
impresión. La tinta es emitida por boquillas que se encuentran
en el cabezal de impresión. El cabezal de impresión recorre la página en franjas horizontales,
usando un motor para moverse lateralmente, y otro para pasar el papel en pasos verticales.
Una franja de papel es impresa, entonces el
papel se mueve, listo para una nueva franja. Para
acelerar el proceso, la cabeza impresora no
imprime sólo una simple línea de píxeles en cada
pasada, sino también una línea vertical de
píxeles a la vez. Para dibujar un determinado
carácter (una letra, por ejemplo) la impresora
deberá activar al mismo tiempo tantos orificios
como sean necesarios para poder imprimirlo.

La tinta se obtiene de unos cartuchos reemplazables. Algunas impresoras utilizan dos


cartuchos, uno para la tinta negra y otro para la de color, en donde suelen estar los tres
colores básicos. Estas impresoras tienen como virtud la facilidad de manejo, pero en contra, si
utilizamos más un color que otro, nos veremos obligados a realizar la sustitución del cartucho
cuando cualquiera de los tres colores se agote, aunque en los demás compartimentos todavía
nos quede tinta de otros colores. En los últimos años esta desventaja se ha visto solventada
con la aparición en el mercado de impresoras que utilizan cartuchos de tinta con colores
individuales lo cual representa un gran ahorro de recursos debido a que permite aprovechar el
máximo rendimiento a la tinta de todos los colores, reemplazamos solo el cartucho que se
encuentra agotado.
Impresoras láser

Las impresoras láser se basan en el sistema de


impresión de las fotocopiadoras. En éstas, a partir
de la imagen en papel a fotocopiar iluminada por
una potente lámpara, a medida que el cilindro
fotosensible OPC (también llamado tambor
fotoreceptor) gira, sobre su superficie se forma la
imagen a imprimir por medio de puntos
electropositivos, gracias a la acción de un haz de
luz láser. Estos puntos electropositivos atraen las
partículas de tóner electronegativas que están sobre el rodillo magnético, apareciendo así
sobre la superficie del cilindro OPC la imagen a imprimir formado por los puntos negros de
tóner negativos adheridos.

El papel en el que se imprimirá es cargado con


carga positiva, y pasa junto al cilindro a medida
que éste gira. Así atrae los puntos con tóner
electronegativo adheridos al cilindro OPC,
pasando la imagen del cilindro al papel. Después,
el tóner adherido al papel es fundido por calor al
pasar por el fusor, para que quede fijado al
papel. De otro modo, el tóner sólo estaría
pegado momentáneamente y se borraría al
tocarlo.

Este proceso se conoce como “impresión láser“,


aunque también se emplean otros medios para producir el mismo efecto que un haz de luz
láser, usando diodos luminosos (LED) o con cristal líquido (LCS).

En una impresora láser no se tiene, como en una fotocopiadora, una imagen original en papel,
sino que ésta existe como una matriz ordenada de unos y ceros a imprimir, en la memoria de
la impresora. Si se imprime en blanco y negro, un uno hace que el microprocesador que
gobierna la impresora encienda el haz láser que barre la superficie del cilindro. Al incidir el haz
en un punto de dicha superficie, este pasa a ser un punto con carga positiva, sobre el que se
adherirán partículas de tóner negativo. Los ceros no encienden el haz, resultando puntos
sobre los que no se adherirá el tóner, que luego serán puntos blancos en el papel.
En el caso de ser una impresora láser a color, se le agregan tres mecanismos de impresión
extra. La unión de cada uno de los tóner de colores (negro, magenta, cian y amarillo) da como
resultado una impresión a color de gran calidad.

Este tipo de impresoras rápidamente se volvieron


populares tanto por la alta calidad de su impresión, como
por sus costos relativamente bajos. Como el mercado de
las impresoras láser se ha desarrollado, la competencia
entre los fabricantes se ha vuelto cada vez más feroz, con
los precios cada vez más bajos y llegando a una resolución
de 600 ppp como estándar, además de fabricar impresoras
cada vez más pequeñas y con más prestaciones para el
usuario hogareño.

CUADRO COMPARATIVO

Tipo de impresora Características esenciales


Matriz de puntos Impresora de impacto, de consumibles muy económicos. Es ideal
o para la impresión de recibos y facturas. Es un tipo de impresora
Matriciales totalmente en desuso para otros tipos de impresión. Son duraderas y
económicas, aunque lentas y de calidad de impresión muy reducida.
Son muy ruidosas en comparación con otras impresoras.
Inyección de tinta Debido a su bajo precio, alta calidad de impresión, capacidad de
impresión en colores vivos y facilidad de uso, se ha convertido en la
impresora familiar más popular del mercado.
La mayoría de las impresoras de tinta cuentan con dos cartuchos de
tinta, uno para el negro y otro para los colores y pueden realizar
hasta 100 copias antes de que sea necesario recargar los cartuchos.
Láser Impresora de alta velocidad y calidad de impresión. Generalmente
son impresoras monocromáticas, pero también las hay a color.
Las impresoras láser son ideales para imprimir texto a gran
velocidad, con un bajo coste y con el mínimo de ruido, lo que las
hace excelentes para la oficina.
CARACTERISTICAS DE LAS IMPRESORAS

La caracterización de las impresoras en cuanto a prestaciones se lleva a cabo mediante cuatro


parámetros fundamentales.

1) Velocidad de Impresión.

En primer lugar, la velocidad de la impresora se determina en


páginas por minuto (ppm).

A la hora de interpretar la velocidad especificada por el


fabricante de la impresora, debemos ser realmente cautos, e
indagar en los detalles: ¿cómo se ha medido dicha
velocidad? Normalmente los fabricantes indican que su
impresora alcanza 6 páginas por minuto, pero no especifican
que se trata de páginas con un 5% de información impresa, sin gráficos y en baja calidad.
Incluso se suele descontar el tiempo de cálculo empleado por el ordenador, aumentando más
la cifra. Esta cifra es la máxima que puede alcanzar el motor de la impresora.

2) Resolución de las impresoras.

La resolución de la impresora es un parámetro íntimamente ligado


a la calidad de impresión. Indica la cantidad de puntos (píxeles)
que la impresora puede crear sobre el papel, por unidad de
superficie. Se suele medir en puntos por pulgada (ppp) tanto en
dirección horizontal como vertical.

Por ejemplo, una impresora con resolución de 600 x 300 ppp es


capaz de imprimir 600 puntos en cada 2,54 cm horizontales (una
pulgada), y 300 puntos en cada pulgada vertical. Si sólo se indica
un número, la resolución es la misma en ambas direcciones (por ejemplo, 600 ppp equivale a
600 x 600 ppp). No hay que olvidar que la resolución de la impresora no es directamente
traducible en calidad. Si la impresora presenta una elevada resolución, pero no sitúa los
puntos con precisión sobre el papel o los puntos son demasiado gruesos, el resultado no
presentará alta calidad.
3) El buffer de memoria de la impresora

El tamaño del buffer de memoria (zona de almacenamiento


temporal de datos en la impresora) es otro dato importante, ya
que determina el rendimiento de las comunicaciones entre el PC y
la impresora. El PC funciona a una velocidad considerablemente
más rápida que la impresora. Por tanto, sin un buffer, el PC
debería esperar continuamente a la impresora entre envío y
envío. Gracias al buffer, el PC envía datos a la impresora, y pasa a
realizar otras tareas mientras la impresora procesa dicha información.

A mayor tamaño de buffer, más rápida es la impresión. El tamaño habitual es de 256 kB,
aunque las impresoras más profesionales ofrecen hasta varios MB.

4) La interfaz de conexión

Finalmente, el último parámetro de interés es la interfaz de


conexión. Hasta hace poco la más habitual era el puerto paralelo
estándar del PC, también conocido como LPT. También existen
impresoras que funcionan a través del puerto serie RS-232, lo
que minimiza el número de cables a utilizar y permite emplear
cables mucho más largos. Sin embargo, la impresión serie resulta
mucho más lenta, por lo que no es la interfaz de conexión más
habitual. Hoy en día, la conexión vía USB es la más común por su
elevada velocidad frente al puerto paralelo.

Otras conexiones habituales, normalmente compartidas con una de las anteriores, son los
puertos de infrarrojos, de red o hasta un enlace bluetooth inalámbrico o Wifi.

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