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GÉNERO, CUERPO Y HETERONORMATIVIDAD.

REFLEXIONES
DESDE LA ANTROPOLOGÍA
María Belén Vásquez Santibáñez y Ana María Carrasco Gutiérrez

RESUMEN

En todas las sociedades humanas se manifiestan ciertos roles di- este artículo es realizar un recorrido histórico de ciertos postula-
ferenciados que restringen e idealizan las aptitudes y capacidades dos sobre la teoría del género y del cuerpo que permitan una re-
de cada género, femenino y masculino. Esto hace que su imagen e flexión sobre la construcción cultural de ambas categorías concep-
identidad varíen dependiendo de las prácticas culturales, así como tuales. Con esto, se busca contextualizar respecto a los postulados
también de las preconcepciones definidas para los diferentes géne- y concepciones teóricas, advirtiendo la existencia de cambios en
ros. Para poder aproximarnos a esta problemática, el objetivo de los discursos heteronormativos actuales.

Aproximaciones Históricas a Así, se comienza a utilizar otro tipo de aspectos que co- cripciones sociales que una
la Construcción de la Teoría este concepto para comprender brarán importancia mas adelan- cultura desarrolla desde la di-
del Género la organización social que exis- te, como los psicológicos y del ferencia anatómica entre los
te en las relaciones entre los inconsciente. Por este motivo, sexos, para simbolizar y cons-
Según Lamas (1996) el tér- sexos; para rechazar la predo- Stolcke (2004) considera que tr uir socialmente lo que es
mino género solo comienza a minancia del deter minismo los inicios del concepto de gé- ‘propio’ de los hombres (lo
circular en las ciencias sociales biológico y para sacar a la luz nero salen a la luz para resaltar masculino) y lo que es ‘pro-
y en el discurso feminista con las propuestas de las mujeres y la desigualdad de hombres y pio’ de las mujeres (lo femeni-
un significado propio y como transformar las normativas y mujeres, y negar la determina- no)” (Lamas, 2000: 84).
una acepción específica a par- paradigmas de la disciplina ción de los aspectos biológicos. Según Scott (1996) en los
tir de la década de 1970. No (Scott, 1996). Basándose en De esta forma, las relaciones años ‘80 el concepto de género
obstante, sólo a fines de los ello, Foucault (2011 [1977]) de género se explicarían por continuaba ligándose con la
‘80 y comienzos de ‘90 el con- considera que a lo largo del “la concepción cambiante de la categoría de mujer para legiti-
cepto adquiere consistencia y siglo XIX el sexo tuvo relación cultura en relación a la natura- mar a las feministas de la
comienza a tener impacto en con una biología reproductiva y leza” (Stolcke, 2004: 2). Por Academia. Sin embargo, es
América Latina. Entonces las con la medicina del sexo. Esta este motivo, Lamas (2000) preciso considerar que al cono-
intelectuales feministas logran postura, que toma lugar hasta plantea que hoy en día el gé- cer la realidad de las mujeres
instalar en la academia y las los años ’70, se limita a enten- nero es comprendido como un implícitamente se estaban in-
políticas públicas la denomina- der una diferencia de género “…conjunto de ideas, repre- sertando también en la vida de
da ‘perspectiva de género’. referente al sexo, sin considerar sentaciones, prácticas y pres- los hombres. Por otra parte, es

PALABRAS CLAVE / Cuerpo / Cultura / Género / Heteronormatividad / Identidad /


Recibido: 24/04/2016. Modificado: 10/07/2017. Aceptado: 29/08/2017.

María Belén Vásquez Santibáñez. gía, Universidad Católica del ma, Chile. e-mail: belenvas- Concepción, Chile. Doctora en
Antropóloga y Licenciada en Nor te -Un iversid ad de Tara- quezs@gmail.com Historia, Universidad de Bar-
Antropología, Universidad de pacá, Chile. Dirección: Calle Ana María Carrasco Gutiérrez. celona, España. Académica,
Tarapacá (UTA), Chile. Magís- R . P. G u st avo L e Paige Antropóloga y Licenciada en Universidad de Tarapacá, Chile.
ter y doctorante en Antropolo- Nº 380, San Pedro de Ataca- Antropología, Universidad de e-mail: anycarrasco@gmail.com

616 0378-1844/14/07/495-07 $ 3.00/0 SEPTEMBER 2017 • VOL. 42 Nº 9


GENDER, BODY AND HETERONORMATIVITY. REFLECTIONS FROM ANTHROPOLOGY
María Belén Vásquez Santibáñez and Ana María Carrasco Gutiérrez

SUMMARY
In all human societies there are certain different roles that of certain postulates about the theory of gender and the body
restrict and idealize skills and capacities of each gender, that allow to reflect on the cultural construction of both con-
feminine and masculine. This makes their image and identity ceptual categories. In this manner we seek to contextualize
vary according to cultural practices and defined preconcep- with respect to theoretical postulates and conceptions, indi-
tions for the different genders. In order to approach this is- cating the existence of changes in current heteronormative
sue, the goal of this article is to make a histyorical overview discourses.

GÊNERO, CORPO E HETERONORMATIVIDADE. REFLEXÕES DESDE A ANTROPOLOGIA


María Belén Vásquez Santibáñez e Ana María Carrasco Gutiérrez

RESUMO
Em todas as sociedades humanas se manifestam certos papéis tica, o objetivo deste artigo é realizar um recorrido histórico
diferenciados que restringem e idealizam as atitudes e capaci- por certos postulados sobre a teoria do gênero e do corpo que
dades de cada gênero, feminino e masculino. Isto faz com que permitam uma reflexão sobre a construção cultural de ambas
sua imagem e identidade varie dependendo das práticas cultu- as categorias conceptuais. Com isto, se busca contextualizar
rais, assim como também das preconcepções definidas para os em relação aos postulados e concepções teóricas, advertindo a
diferentes gêneros. Para poder aproximar-nos desta problemá- existência de mudanças nos discursos heteronormativos atuais.

fundamental tener presente ciertas posiciones de género, un ideal regulatorio que tam- valóricos materializados en un
que, a pesar de percibir las re- en las cuales la figura hegemó- bién se encuentra sujeto a una modelo normativo impuesto.
laciones sociales y las identida- nica tiende a posicionar a la construcción social (Lamas, Dicho modelo ha sido el que
des entre los sexos como una mujer como subordinada del 1999). En este sentido, para ha permitido o prohibido el
“categoría social impuesta so- hombre. A modo de ejemplo, cambiar el destino de las cate- acceso a los comportamientos
bre un cuerpo sexuado” (Scott, es posible observar el desarro- gorías impuestas, como lo son sexuales por parte de los suje-
1996: 7), no han existido pro- llo histórico de América las categorias sexuales, sería tos, reaf ir mando la idea de
puestas que permitan compren- Latina, que nos presenta un necesario transgredir las leyes, que la conducta sexual integra
der por qué se mantienen hasta carácter patriarcal y de subor- anular las prohibiciones e el reper tor io cult u ral que
hoy en día este tipo de cons- dinación hacia las mujeres, en irrumpir la palabra Foucault par ticular iza a todo g r upo
tr ucciones de género en la donde instituciones claves (2011 [1977]). Foucault busca a humano.
sociedad. como la familia y la iglesia través de su libro La Voluntad Junto a ello, operacionaliza
Scott (1996) presenta tres ti- fueron quienes a través de sus del Saber plantear una historia el concepto de poder como re-
pos de enfoques o categorías postulados las mantuvieron de la sexualidad y de sus laciones de fuerza que produ-
que son imprescindibles para excluidas del ámbito político. transformaciones considerando cen los cimientos para inducir
estudiar esta temática. La pri- A pesar de que en el si- que, a partir de la edad clásica, desigualdad y estados de domi-
mera, busca explicar la imposi- glo XIX comienzan a percibir- la represión ha sido la base en nio. De esta forma, la sexuali-
ción del patriarcado a través de se influencias liberales, la igle- las relaciones de poder, del dad se encuentra ligada a dis-
la reproducción, la subordina- sia continuó manteniendo el saber y de la sexualidad positivos de poder que funcio-
ción de la mujer y la domina- poder sobre la familia y la Foucault (2011 [1977]) nan a través de técnicas mó-
ción del hombre. Desde la ter- educación. Asimismo, este autor plan- viles de control (Foucault,
cera década del siglo XX se El segundo enfoque basado tea y critica que desde el si- 2011[1977]). Desde el siglo XX
apelaba a la diferenciación del en los postulados marxistas, y glo XVII se inicia la hipótesis percibe que comienzan a aflo-
hombre y la mujer según sus enfocados en los procesos de de la llamada ‘edad de repre- jar estos dispositivos dominan-
particularidades culturales; sin construcción de los modos de sión’ en las sociedades bur- tes, per mitiendo el espacio
embargo, a partir de los años producción, busca articular una guesas, que busca convertir para nuevas concepciones. Por
70 se opta por generalizar la relación histórica con las críti- en una regla la producción de este motivo, considera esencial
jerarquía de género y asumir cas feministas y conocer los discu rsos sobre el sexo. analizar los dispositivos de
una concreta subordinación fe- impactos y la política de la Percibió que existía una “ne- control y fuerza e invertir el
menina. Siguiendo esta lógica, sexualidad influidas por el fi- cesidad de reglamentar el sexo análisis hacia los mecanismos
nos encontramos frente a una lósofo Michel Foucault (Scott, mediante discursos útiles y positivos, descubriendo su apa-
de las mayores preocupaciones 1996). El autor, cuya obra im- públicos” ( Foucault (2011 rición, su distribución, sus pro-
en el análisis de este fenómeno: pactó fuertemente los paradig- [1977]: 25). Así, las clases hibiciones, definiendo las estra-
la reproducción de patriarcado mas de las ciencias sociales, gobernantes impulsaron diná- tegias de poder y construyendo
en las diversas sociedades. quiso deconstruir las nociones micas de control y poder ma- “una economía política de una
Históricamente, la presencia vigentes de sexualidad partien- terial de los cuerpos incuban- voluntad del saber” (Foucault,
del patriarcado ha permitido do de la base de que el sexo es do cánones ideológicos y 2011[1977]: 77).

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La tercera postura, llevada a Un aspecto que posee gran movimiento feminista contem- culturales y la construcción del
cabo por los teóricos estructura- importancia dentro de la teoría poráneo, existe una contribu- conocimiento teórico para dar
listas franceses y angloamerica- lacaniana es el lenguaje, el ción del concepto de género cuenta de estas mismas, ha
nos, se basa en el desarrollo del cual cumple un papel central como una categoría de análisis sido siempre una tarea comple-
psicoanálisis, que permite cono- en la construcción de la identi- en las ciencias sociales. Sin ja y, en ocasiones, algo incon-
cer la construcción del género dad de género creando un sis- embargo, y tal como lo planteó clusa para las ciencias sociales
en las culturas. La escuela nor- tema de significados y repre- Foucault, es necesario expre- y sus diversas disciplinas. La
teamericana se establece en el sentación de ellos (Scott, sarlo también como una esfera cultura es la responsable de
estudio del género, los factores 1996). Se entiende que ambos que exhibe y genera poder, ya reproducir imposiciones sobre
sociales y la teoría de las rela- géneros son “producidos por el que los cambios que se produ- las prácticas sociales; lo posi-
ciones de objeto, analizando la lenguaje y las prácticas y re- cen en las relaciones sociales a ble y lo imposible dentro de
diferencia entre hombre y mu- presentaciones simbólicas den- través del tiempo son represen- una sociedad en particular. La
jer, incorporando la distinción tro de formaciones sociales taciones simbólicas de fuerza y sexualidad al igual que un sin-
sexual en estudios psicoanalíti- dadas, pero también por proce- dominación. Como se mencionó fín de dinámicas sociocultura-
cos y centrándose en los proce- sos inconscientes vinculados a anteriomente, existen elementos les, trae consigo pautas estric-
sos identitarios del sujeto que la simbolización de la diferen- que norman la significancia de tas de comportamiento que re-
se crean durante el desarrollo cia sexual” (Lamas, 2000: 3). los símbolos para mantener el quieren de un aprendizaje y
del niño (Scott, 1996). El psi- Frente a esto, Butler (2002) control y el poder social de reproducción a lo largo del ci-
coanálisis es un modelo teórico- presenta una postura crítica al ambos géneros, expresados a clo de vida del sujeto. Butler
práctico desarrollado a fines del analizar la posición del lengua- través de la religión, educación, (2002, 2006) da cuenta de ello
siglo XIX, entendido como una je, considerando que existe una leyes, políticas, etc., generando al plantear la existencia de as-
teoría de la sexualidad, la cual concepción errada que plantea por vía de regla un dominio pectos normativos que delinean
“ofrece una descripción de los al género como una identidad hacia las mujeres en las relacio- las conductas sexuales y los
mecanismos por los cuales los sexual prediscursiva, enten- nes sociales. roles de género, y de la capaci-
sexos son divididos y de cómo diendo por ende la perspectiva Bajo esta mirada, y recor- dad de los sujetos para buscar
los niños andróginos y bisexua- que considera la construcción dando nuestro ejemplo anterior, alternativas a estas representa-
les son transformados en niños del género en vir tud de un existe gran cantidad de infor- ciones identitarias o deseos in-
y niñas” (Rubin, 1986: 119). cierto ‘monismo lingüístico’. mación sobre la débil participa- dividuales. La autora plantea
Lamas (2000) percibe que el En base a lo anterior, Lacan ción de las mujeres en las ins- que “En su mayor parte, éstas
psicoanálisis permite entender comprende que “la relación del tancias de poder en América son actuaciones impuestas que
cómo “Cada sujeto elabora en niño con la ley depende de la Latina. Se establece que en las ninguno de nosotros ha elegido,
su inconsciente la diferencia diferencia sexual, de su identi- políticas públicas solo han pero que todos estamos obliga-
sexual y cómo a partir de esa ficación imaginativa (o fantás- existido cambios en reformas dos a negociar. Y digo ‘obliga-
operación se posiciona su deseo tica) con la masculinidad o la liberales (por ejemplo, en los dos a negociar’ porque el carác-
sexual y su asunción de la mas- feminidad” (Scott, 1996: 17) derechos laborales) sin tocar ter obligatorio de estas normas
culinidad o la feminidad … entendiendo, en consecuencia, temas específicos relacionados no implica que siempre sean
piensa al sujeto como un ser que las normas sociales son al mundo de lo doméstico o eficaces” (Butler, 2002: 333).
sexuado y hablante, que se determinadas según el género. privado destinado a la mujer Foucault concibe que la se-
constituye a partir de cómo Existiría entonces una cons- (Montecino, 2004). Por este xualidad no debe entenderse
imagina la diferencia sexual y trucción cultural subjetiva que motivo, aunque por parte de como un comportamiento dado
sus consecuencias se expresan ha tendido a universalizarse en las mujeres se muestren gran- de la naturaleza sino más bien
también en la forma en que se base a ciertas categorías y, por des iniciativas para acabar con como un dispositivo que toma
aceptan o rechazan los atributos tanto, no se encuentra determi- esta brecha reconocida durante como eje central a la familia y
y prescripciones del género” nada biológicamente. Por este años, la dominación masculina que posee “técnicas móviles,
(Lamas 2000: 8). motivo, la historia en la que se social y política continúa ejer- polimorfas y coyunturales de
Por otra par te, la escuela ha construido el pensamiento ciendo su poder. En algunos poder” (Foucault, 2011[1977]:
psicoanalítica en los estudios feminista ha querido dejar casos, la importancia que se le 112). Esta categoría social se
del género está fuertemente atrás las dicotomias, planteán- otorga al psicoanálisis es la de crea en las sociedades occiden-
vinculada a los postulados de dose que “necesitamos rechazar visibilizar la manera en que las tales modernas a partir del si-
Jacques Lacan, psicoanalista la calidad fija y permanente de normas que nos regulan gene- glo XVIII como una forma de
francés del siglo XX y discípu- la oposición binaria, lograr una ran un tipo específico de sujeto intensificar al cuerpo a través
lo de Sigmund Freud, quien historicidad y una deconstruc- y sexo tanto a nivel psíquico del poder que éste puede gene-
lleva a cabo un análisis a sus ción genuinas de los términos como corporal. Sin embargo, rar en base a sus sensaciones,
obras logrando articular el es- de la diferencia sexual” (Scott, Rubin (1986) plantea que tanto placeres, etc. Junto a ello, el
tudio de los sistemas de paren- 1996: 20). desde la disciplina antropológi- sexo es el elemento vivo depen-
tesco, la psique de los indivi- Se concibe que el psicoanali- ca como del enfoque psicoana- diente de la sexualidad que per-
duos y los postulados sexuales sis ayudó a eliminar la dicoto- lista no existe un cuestiona- mite organización y poder de
y biológicos que se manifiestan mia mente y cuerpo, notando mienteo de la opresión de la los cuerpos, así como también
a nivel social (Rubin, 1986). la diferencia sexual como el mujer, ni tampoco analizan de “el punto imaginario fijado por
Aquí se busca determinar que cuerpo inconsciente, el sexo manera crítica la situación his- el dispositivo de la sexualidad,
lo sexual se ubica en el incons- ligado a los aspectos biológicos tórica que implica la predeter- por lo que cada cual debe pasar
ciente de cada sujeto asumien- y el género a los sociológicos minación de la sexualidad. para acceder a su propia inteli-
do importancia de estas cons- al querer explicar las diferen- Podemos decir que la sexua- gibilidad …a su identidad”
trucciones de personalidad den- cias entre hombres y mujeres lidad es una de las más im- (Foucault, 2011[1977]: 165).
tro de cada individuo en parti- (Lamas, 2000). Por otra parte, portantes representaciones del En las sociedades marcadas
cular (Lamas, 2000). gracias al desarollo teórico del cuerpo. Las dinámicas socio- por una infranqueable in-

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fluencia judeo-cristiana, la se- concepto nos invita a estudiar pudo observar, los inicios del lugar en donde los discursos y
xualidad ha sido siempre una la sexualidad de forma mucho desarrollo de ésta problemática los imaginarios se estructuran
articulación de comportamien- más profunda, comprendiendo se enfocaban en las relaciones como significantes de poder y,
tos guiados hacia lo ‘correcto’ que es una problemática que de poder y la desigualdad que por tanto, “el cuerpo media
o moralmente legitimado por no se limita netamente a los existía entre hombres y muje- todas nuestras relaciones con el
el grupo social. Esta situación estudios de géneros sino que se res en las diferentes socieda- mundo” (Citro, 2011: 57). Al
puede explicar, quizás, la tras- incorpora en los diversos ámbi- des. Con el paso de los años, mismo tiempo, las escuelas fe-
cendencia en el tiempo de tos de la esfera social. esta preocupación ha ido en nomenológicas entienden que el
aquella edad de represión Rubin (1986) desarrolla sus aumento, principalmente por la cuerpo “es un portador primi-
mencionada por Foucault (con argumentos sobre esta proble- presencia de nuevas categorías genio de signos, un sustrato
evidentes variaciones históri- mática basándose en la disci- que intensificaron la desigual- básico de orientación social y
co-contextuales), cuya fuerza plina antropológica. El princi- dad de género en los diferentes simbólica, una cartografía na-
tradicional ha permitido man- pal investigador en el cual cen- espacios de la esfera social. En tural que permite ubicarnos
tener el binario heterosexual/ tra su investigación es Claude esta perspectiva, es posible como actores activos en la
homosexual como único mo- Levi-Strauss, quien despliega encontrar dos enfoques teóricos vida social” (Ayús y Eroza,
delo conductual de identidad sus postulados a través de las del género que han predomina- 2007: 44) y que es en sí mis-
sexual reproducido hasta nues- premisas de Friedrich Engels. do en las dos últimas décadas: mo un aspecto incontrolable
tros días. Según Rubin, éste filósofo ale- el primero dice relación con el de la diferencia hu mana
Las imposiciones culturales mán comprende que el sistema estudio de las mujeres, mien- (Lamas, 1999). Para introdu-
de la sexualidad se encuentran capitalista es el productor de la tras que el segundo profundiza cirnos en esta temática es ne-
implícitas, pero fuertemente opresión sexual y estudia los en la construcción cultural de cesario en un primer momento
arraigadas, en cada rincón de sistemas de parentesco como la diferencia sexual o relacio- aproximar nos al desar rollo
nuestra vida social. La madre y generadores de particularidades nes sociales (Lamas, 1999). histórico en el cual se ha des-
el padre le enseñan a su hijo/a sexuales de acuerdo a cada envuelto el concepto del cuer-
las conductas que aprendieron sociedad. A través de ello, en Género y Cuerpo: po y, en un segundo momento,
tradicionalmente de sus padres el siglo XX Levi-Strauss con- Construcción Cultural de conocer el desarrollo antropo-
y abuelos. Instituciones como cibe su propia explicación teó- Dos Elementos y Estrategias lógico que ha perseguido esta
la familia, la iglesia, los siste- rica de ‘parentesco’ entendida de Control área investigativa.
mas de educación formal o los como una “imposición de la A través de los trabajos de-
gobiernos de transito reprodu- organización cultural sobre los Ahora bien, en base al desa- sar rollados por Le Breton
cen, fomentan y perpetúan for- hechos de la procreación bioló- rrollo observado con las teorías (1990) es posible conocer cómo
mas de comportamientos se- gica” (Rubin, 1986: 107). Por existentes sobre el género ¿qué ha cambiado la construcción
xuales que interactúan con el este motivo, existirían diferen- pasa con el cuerpo? ¿Es que es del cuerpo y el individuo, así
orden valórico/moral de la so- tes mecanismos o instrumentos un aspecto desprendido del es- como también la hegemonía
ciedad. Asimismo, los espacios (como por ejemplo el tabú del tudio del género o simplemente corporal que se sostiene hasta
privados y/o públicos son tam- incesto, el matrimonio y el in- invisibilizado? Lamas (1999) hoy en día. Le Breton, al ana-
bién focos de conflicto sexual tercambio de mujeres) que de considera que las investigacio- lizar las fiestas populares que
que expresan patrones imposi- alguna u otra manera constitu- nes feministas han estado deli- se realizaban durante el si-
tivos en el compor tamiento yen los sistemas de parentesco, mitadas en aceptar el someti- glo XV percibe como se “sus-
(uni e inter personal) de los y que provocan la opresión se- miento a la cultura y al incons- pende provisoriamente los usos
sujetos en lugares de uso co- xual de las mujeres y el tráfico ciente, y a la vez del poder so- y costumbres y favorece su
lectivo. De esta manera, asu- del sexo femenino. Se conclu- cial y psíquico que se ejerce. renacimiento y renovación gra-
miendo una imposición norma- ye, por tanto, que estos siste- Esto sería la característica fun- cias a este paso paradójico …
tiva, podríamos decir que la mas parentales instauran un damental que permitió en un instituye la regla de la trans-
sexualidad responde más a una tipo específico de organización momento dado hacer surgir una gresión, lleva a los hombres a
estructura arbitraria que a un social basado en la subordina- nueva concepción tanto del una liberación de las pulsiones
dispositivo social f lexible ción de la mujer y superioridad cuerpo como de la sexualidad. habitualmente reprimidas” (Le
abierto a nuevas tendencias. de los hombres, la heterosexua- Según Ayús y Eroza (2007) Breton, 1990: 30). Esto permite
Pero, ¿qué sucede cuando lidad obligatoria y el género el estudio del cuer po es un visualizar el cuerpo vivido por
emergen identidades sexuales como producto cultural de las área de investigación que invo- hombres y mujeres durante la
que discrepan o se alejan de relaciones sociales de la sexua- lucra desde la perspectiva bio- época medieval, experimentan-
los cánones establecidos? lidad (Rubin, 1986). médica hasta las artes que co- do todo tipo de sensaciones,
En base al concepto de siste- Los postulados presentados mienza a ocupar un lugar im- satisfaciendo las necesidades
ma sexo-género, entendido nos permiten visualizar algu- portante en la disciplina antro- de la persona y relacionándose
como las disposiciones con las nos aspectos históricos que son pológica aproximadamente con la comunidad y la multitud
que alguna sociedad produce básicos para comprender lo que desde el siglo XIX. Sin embar- de personas dentro de la socie-
modificaciones en la sexuali- ha significado el estudio y el go, a pesar de la gran impor- dad. Además, existiría una re-
dad biológica para ser observa- desar rollo del debate en el tancia investigativa y desarrollo lación con el cosmos y el
das como actividades huma- campo del psicoanálisis y del tanto teórico como práctico medioambiente más allá de una
nas culturales transformadas género, así como también los que se puede pensar que posee noción del cuerpo físico; el
(Rubin, 1986), esta última au- aspectos que inf luyen en la la antropología del cuerpo, a cuerpo es un todo, intocable,
tora propone nuevos matices construcción de la sexualidad y nivel mundial existe poca ten- representa a toda la sociedad y
que tienen por objeto comple- que deben ser considerados al dencia de establecer teorizacio- constituye una categoría social
mentar la discusión sobre el momento de enfrentarse en in- nes sobre este tema. (Le Breton, 1990).
cómo se estaba entendiendo la vestigaciones que se relacionen El concepto de cuer po es Esta postura se opone a la
sexualidad. De esta manera, el con esta temática. Como se posible concebirlo como un nueva construcción del cuerpo

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anatomizado en la modernidad, Junto a esto, las personas ciales y políticos sobre los Es necesario dar a conocer
en donde se presenta una indi- comerciantes (mercaderes) son cuerpos (Foucault, 2011 [1977], los postulados contemporáneos
viduación social de éste y don- los nuevos individuos que ca- y se estudia el cuerpo desde que plantea Butler (2006)
de el arte y la ciencia se lo racterizan al hombre moderno la práctica como un ente inter- quien, en base a fundamentos
representa como si fuera inde- a través de las acciones móvi- no que influye en el actor so- feministas, corrientes queer y
pendiente del ser humano: el les que ejecutan; son quienes cial (Bourdieu, 2000 [1998]). movimientos que reivindican
cuer po objetivado como lo exponen sus propias elecciones, Sin embargo, la teoría social los derechos sexuales, postula
opuesto al espíritu. El cuerpo valores y preocupaciones en- del cuerpo es un enfoque que que los análisis no debiesen
se concibe como “aislado, se- tendiendo su actuar como una hace poco tiempo ha tomado agotarse en la dicotomía de lo
parado de los demás, en posi- acumulación personal, más que fuerza dejando atrás la idea de femenino y masculino, sino
ción de exterioridad respecto como un aspecto comunitario cuerpo como símbolo o me- que deben considerar ot ras
del mundo, encer rado en sí (Le Breton, 1990). diador cultural, sino como es- categorías que hoy en día pue-
mismo” (Le Breton, 1990: 32). Esta ruptura epistemológica tructura y acción; es un objeto den tener mayor o igual dis-
El ser del individuo se funda- sensorial que conciben los filó- de estudio que permite acce- criminación que las ya esta-
menta en el alma, separado en sofos mecanicistas es el eje der al análisis humano y cul- blecidas (hombre y mujer),
cuerpo y en ser, aunque sea que guía la modernidad y que tural “de las relaciones entre como por ejemplo los transgé-
éste quien contiene al mismo. deja atrás una relación de in- sujeto, cuerpo y sociedad, en- neros y transexuales. Una de
Este nuevo cuerpo racional es terdependencia con la naturale- tre naturaleza y cultura, entre las ideas centrales es que el
entendido como tal solamente za para dar lugar a una con- lo orgánico y lo cultural, de la cuerpo es construido sobre el
en los estratos altos, y no así cepción de ‘lo natural’, que se constitución pero también de género, basándose en las rela-
en los sectores populares de la basa en la ansiedad de domi- la fragmentación del sujeto” ciones de poder y restringién-
sociedad, siendo, en este senti- narlo: una perspectiva que (Esteban, 2013: 28). Destacan dose a las normas que regulan
do, la élite burguesa la respon- comprende el mundo como re- los post ulados de Csordas a los individuos y la corpora-
sable de reformar al individuo sultado de la interacción de (1990), quien desar rolla el lidad de éstos. Así, Butler
como centro del universo (Le leyes racionales que coordinan concepto de embodiment desde (2002) considera que los cuer-
Breton, 1990). objetos. Siguiendo con los pos- la perspectiva fenomenológica, pos se crean por imposiciones
Frente a estas nuevas con- tulados de Le Breton (1990), el alejándose de las ideas ante- productivas de ciertos esque-
cepciones del cuerpo, la disci- mecanicismo se concibe entre riores que entendían que lo mas que regulan los cuerpos:
plina médica se desarrolla ba- el movimiento y la materia, el social se inscribe en el cuerpo el cuerpo se presenta en los
sándose crecientemente en un hombre es el objeto que posee para concebir que lo corporal géneros y decide por éste. Con
supuesto saber objetivo y real el alma y los movimientos, y es un campo cultural que pue- ello, se entiende que “…los
del individuo: el cuerpo como el cuerpo es la máquina o ma- de visualizarse como un pro- cuerpos sólo surgen, sólo per-
un objeto de investigación y teria que permite los movi- ceso de interacción social. duran, sólo viven dentro de
realidad autónoma. El cuerpo mientos del alma. Csordas (1990) rescata la las limitaciones productivas de
anatomizado, dividido en seg- Por ot ra par te, es f unda- experiencia, el cuer po y la ciertos esquemas reguladores
mentos funcionales, órganos mental conocer la diversidad mente como aspectos interde- en alto grado generizados”
que se entienden como piezas de paradigmas sobre el cuerpo pendientes que conllevan in- (Butler, 2002: 14).
autónomas de un engranaje, en el marco de diversos cam- cluir aspectos psicológicos y Un aspecto que es importan-
genera la naciente curiosidad pos del saber. Ayús y Eroza socioculturales al momento de te de restacar y que presenta
en base a la racionalidad del (2007) dan a conocer el desa- estudiar lo corporal. Para ello, Butler es la performatividad, la
discurso de los especialistas rrollo teórico del cuerpo en la da cuenta del concepto de em- cual permite entenderla como
para cada segmento anatomiza- filosofía, la historia, la psico- bodiment como campo metodo- una práctica reiterativa y refe-
ble del cuerpo: se genera así el logía y la antropología, siendo lógico que busca comprender rencial a través de la cual se
‘cuerpo máquina’ (Le Breton, materia de ref lexión y herra- cómo la mente, a través de produce el discurso. La perfo-
1990). Es en este sentido que mienta analítica en el si- patrones de comportamiento matividad, según la autora,
el proceso de institucionaliza- glo XX. Específicamente en la inscritos en el cuerpo, son par- “implica que el discurso tiene
ción de la ciencia médica y disciplina ant ropológica, a te de expresiones corporales una historia que no solamente
anatómica concibe e inventa un par tir de mediados del si- como ocurre en ámbitos ritua- precede, sino que además con-
cuerpo en partes fragmentadas glo XX, salen a la luz concep- les, cantos, danzas, emociones, diciona sus usos contemporá-
y asumido como un ente priva- tos como la ‘experiencia en- identidad, entre otros. neos y que esta historia le qui-
do (casi como una propiedad carnada’ y el ‘cuerpo vivido’ Strathern y Stewart (1997) ta efectivamente su carácter
del sujeto-individuo). Frente a para entender la corporalidad resaltan el concepto de embo- central a la visión presentista
esto, Citro (2011) plantea que como una determinada manera diment y experiencia como as- del sujeto según la cual éste es
existe “El predominio de un de posicionarse en el tiempo y pectos centrales para el estudio el origen o el propietario ex-
paradigma que reproduce la el espacio (Merleau-Pont y, del cuerpo, la personalidad y la clusivo de lo que se dice”
invisibilización de la experien- 1993[1945]) y que el individuo personificación. De esta forma, (Butler, 2002: 319).
cia cuerpo-mundo en las prác- posee técnicas corporales que hoy destacan investigaciones Lo anterior permite visuali-
ticas y saberes hegemónicos de son aprendidas con el paso del que profundizan aspectos rela- zar cómo una “performance
la modernidad, fruto del proce- tiempo (Mauss, 1971). Se ob- cionados a los sentidos y emo- para alguien puede tener múlti-
so histórico en el que el ascen- serva que existe un comporta- ciones, tales como la estética ples marcas en función de las
so de las tradiciones filosóficas miento cultural del cuerpo en corporal de las artes, senti- articulaciones entre sexo, géne-
del racionalismo, la legitima- respuesta al desorden, temor y mientos en situaciones raciales, ro y deseo” (Piscitelli, 2011:
ción de la biomedicina y la a la incertidumbre (Douglas, corporalidad en trajes ceremo- 325). Las normas culturales
consolidación de la burguesía, 1973[1966]), se profundiza en niales y máscaras rituales, gé- que regulan el sexo se lleva-
cumplirán un rol fundamental” el estudio de las relaciones de nero y raza, entre otros rían a cabo de manera perfor-
(Citro, 2011: 53). poder y de los cambios so- (Mascia-Lees, 2011). mativa para generar una ma-

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terialización de los cuerpos, subcategorias) es el reflejo de dad, un cambio concreto en el dog mática para explicar la
del sexo (entendida como una una constr ucción arbitraria cómo pensamos y actuamos el sexualidad cultural de nues-
fuerza productiva de poder que que deli m it a y canaliza el género y el cuer po? Proba- tros cuerpos, cada vez tiene
se transmite de generación en comportamiento, las significa- blemente la respuesta sea sí, menos adeptos y el escepticis-
generación) y de la diferencia ciones y percepciones de los debido a los indiscutibles mo en torno a esta idea se ha
sexual (Butler, 2006). sujetos. Los aportes teóricos cuestionamientos cotidianos situado con fuerza en el dis-
En definitiva, la discusión en la materia, así como tam- dirigidos al conservadurismo curso colectivo. Las trasfor-
presentada nos permite conce- bién la crítica pública al con- sexual y conceptual de la he- maciones discursivas, la diver-
bir las dinámicas en las cuales servadurismo contemporáneo teronormatividad; no obstante, sidad cultural en torno a con-
se ha visto inserta la teoría del han puesto en tela de juicio el el problema fundamental radi- ductas sexuales y la urgencia
cuerpo, los principales ejes que alcance y profundidad de am- ca en que el cambio de las de repensar, o al menos, dis-
guian los postulados, así como bas categorías históricas para conductas culturales resulta cutir la apertura a nuevas ca-
también la posibilidad de exhi- desnudar una necesaria de- mucho más dificil que la va- tegorias o subcategorías autó-
bir al cuer po en relación al sar ticulación, o al menos riación del discurso oficial en nomas, desnudan la importan-
sujeto, sus representaciones el repensar teór ico de la torno a las categorías de géne- cia que subyace al contexto
simbólicas y sociales. Haciendo heteronormatividad. ro y cuerpo, porque los com- histórico-social en el cual nos
esta lectura, cabe volver a pre- Sin embargo, el problema no portamientos corpóreos que situamos.
guntarnos ¿es la construcción radica en la aparición de nue- transgreden el género estable-
del género y del cuer po un vas propuestas teóricas para cido siguen siendo focos de Conclusiones
mecanismo construido cultural- redefinir lo que entendemos sanción moral y simbólica por
mente para normativizar los por género y cuerpo, sino en parte de la propia ciudadanía. La tarea que nos compete
cuerpos y las conductas sexua- que estas nuevas miradas que En otras palabras, podría decir- hoy como científicos sociales
les de manera arbitraria? apelan a la deconstrucción de se que en la actualidad se ad- recae en repensar el alcance,
la norma hegemónica no pro- vierte un cambio en el discurso las diversas significaciones y
Reflexiones y Discusiones vienen necesariamente de las heteronormativo, al menos por las dinámicas que articulan lo
sobre la Heteronormatividad cúpulas gobernantes, escenario una importante fracción de la que entendemos como género,
que, de acuerdo a las ideas de población. Un cambio fundado cuerpo y sexualidad humana.
Los postulados presentados, Foucault, es el principal engra- en desarticular o, por lo me- Las futuras investigaciones en
que aluden tanto a la teoría del naje de la producción y repro- nos, flexibilizar las ideas con- la materia deben enfocarse en
género como a la teoría del ducción de la nor matividad servadoras percibidas como particularizar los fenómenos
cuerpo, permiten visualizar un tanto práctica como discursiva. retrógradas en torno al género sexuales para entenderlos como
área investigativa interdiscipli- En este sentido, las ideas de y el cuerpo del sujeto social; construcciones culturales acor-
naria que recae en temáticas de cambio surgen desde voces aquellas pautas normadas que des a un contexto específico,
estudio que se encuentran liga- populares, movimientos socia- guiaron, con leves variaciones, en el cual se da pie a un con-
das a alcanzar un fin en co- les y agrupaciones formales la conducta sexual de nuestros junto de categorías, subcatego-
mún: entender cómo se cons- más o menos organizadas que cuerpos durante décadas. rías y dinámicas conductuales
truye culturalmente el género y apelan a derechos civiles de Dicho lo anterior, con razón específicas en torno al género,
el cuerpo. El desarrollo teórico dignidad, respeto e inclusión, cabe preguntarnos ¿qué lugar algunas más reprimidas que
que se ha gestado desde el si- por ejemplo, de identidades ocupan las conductas corpóreas otras. El horizonte de la antro-
glo XVII da cuenta de una sexuales suprimidas cultural- que transgreden las pautas he- pología del género y el cuerpo
discusión histórica y en ocasio- mente, lo que hace más dificil gemónicas del género? ¿Acaso no debe limitarse a la reivindi-
nes aún inconclusa, que recae aún un cambio sustancial en la el transformismo, como una cación de demandas de inclu-
en aquellos mecanismos y es- estructura rígida de la hetero- adaptación e incorporación de sión y respeto, sino al análisis
trategias de imposición y con- nor matividad incubada en cualidades esencialmente feme- de la diversidad conductual y
trol del sujeto social a través nuestros cuerpos. ninas en un cuerpo masculino, sus especificidades culturales
del género y el cuerpo. En este Podríamos decir, por tanto, no es digno de ser una nueva como arquetipos concretos de
sentido, y como se mencionó que la subjetividad y el dina- categoría de género? compor tamientos cor póreos
anteriormente, la génesis de los mismo de la cultura permiten El transformismo, al igual propios de un contexto y, en su
comportamientos normados que transformaciones en las pautas que otros tipos de conductas defecto, de un tiempo y un
entrama el género los entende- de conducta t radicionales, ‘transgresoras’ del género nor- espacio que condiciona y de-
remos, en definitiva, como pro- siempre y cuando se presenten mado, son realidades que no f iende su reproducción y
ductos culturales propios de un las condiciones necesar ias podemos pasar por alto. A permanencia.
tiempo y un espacio determi- para generar estos cambios. Condi- pesar de sufrir una histórica
nado; efectos de coyunturas ciones, por ejemplo, como la invisibilidad dentro del mode- AGRADECIMIENTOS
histórico-políticas, de relacio- consistencia y perseverancia lo hegemónico, estas dinámi-
nes de poder entre sujetos y de de las demandas de las mal cas de género y cuer po se Este documento forma parte
la necesidad de generar diná- llamadas ‘minorías sexuales’, materializan cotidianamente del trabajo de grado para obte-
micas de control social a través la expansión del criterio anti- en exper iencias personales ner el título de Doctora en
de los cuerpos. homofóbico a nivel social, la que dist an bast ante de ser Antropología de la primera
Actualmente, y consideran- inclusión institucional a las casos aislados. El discurso autora y del Proyecto Mayor de
do los datos teórico-contex- diversas identidades sexuales está cambiando y, al parecer, Investigación Científ ica y
tuales presentados, podemos en materias como la salud, el las prácticas corpóreas en tor- Tecnológica UTA 2016 (Código
deducir que el cuer po y el trabajo, el vínculo matrimo- no a la sexualidad están am- 3716); asimismo cuenta con el
género reproducido en nuestra nial, etc. Ahora bien, conside- pliando lentamente su entra- apoyo del Convenio de
cultura (en conjunto con el rando lo anter ior ¿estamos mado conductual. El modelo Desempeño Universidad de
bagaje de categor ías y experimentando, como socie- performativo, como ecuación Tarapacá - Mineduc, Chile.

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