1-. INTRODUCCION
Desde mediados del S. XIX, y sobre todo a finales, fue surgiendo de las cavernas el conocimiento de un
sorprendente arte animalístico, pero se hace muy difícil determinar cuando surgieron los primeros indicios
de lo que nuestros criterios estéticos llamamos “artísticos” ya que pudieron existir formas primitivas de
danza y canto, el tatuaje sobre el cuerpo o la decoración sobre pieles o cestería, aunque estás escapan a
nuestro conocimiento. En cambio, hay indicios como la regularidad y simetría de muchas hachas de mano
del Achelense, la recolección de conchas y fósiles o la utilización abundante del ocre rojo durante el
Musteriense que permiten pensar en una actividad “pre-artística” antes del 32.000 BP.
Las cinco etapas culturales del Paleolítico Superior van a producir durante más de 20.000 años lo que
llamamos “arte paleolítico”, del que solo conocemos sus formas parietales en cuevas y esporádicamente al
aire libre (arte rupestre) y los objetos con representaciones pintadas, grabadas o labradas sobre materiales
no perecederos (arte mueble).
Este arte se trata de algo que desde sus inicios se nos manifiesta muy complejo, implicando un intrincado
mundo de ideas maduradas en una larga tradición.
El abate H. Breuil indica que el arte figurado nació de ceremonias o representaciones dramáticas en las que
el actor imitaba a un animal, enmascarado con la piel o la cornamenta del mismo, pudiéndose éstos
sustituir por imitaciones, al tiempo que el Hombre adquiere la facultad de reconocer formas naturales
semejantes. Con la llegada del Homo Sapiens hace 40.000 años aparecen las primeras manifestaciones
artísticas seguras sobre paredes de las cuevas o en abrigos rocosos así como en pequeños objetos de
piedra, hueso o marfil. De esto se deriva la amplia división general en dos grupos:
- Arte mueble o mobiliar que se puede transportar, y
- Arte parietal o rupestre realizado en las paredes o sobre grandes bloques.
En 1879 se descubren las pinturas de Altamira pero su autenticidad fue rechazada y tachadas de falsas,
siendo su único valedor Juan Vilanova y Piera.
En 1902, Cartailhac y Breuil visitan Altamira surgiendo un pequeño artículo y un gran libro. Mientras tanto,
Herminio Alcalde del Rio se convierte en el mayor descubridor de cuevas con arte de la Cornisa Cantábrica,
en Francia se producen sustanciales avances y descubrimientos como el de la cueva de Lascaux en 1940,
así como los más recientes de las cuevas Cosquer cuya entrada está bajo las aguas marinas.
Hasta entonces se pensaba que la más antiguas manifestaciones artísticas aparecían en las fases
primigenias de las civilizaciones nilótica y mesopotámica, ya plenamente protohistóricas o incluso
históricas.
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4-. DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
En total habrá unos 300 lugares conocidos, especialmente concentradas en Perigord-Dordoña y los
Pirineos en Francia, y en el País Vasco, Cantabria y Asturias, la meseta castellana y Andalucía en España,
pero también existen cuevas dispersas por otros puntos de Europa.
El Arte Parietal se extiende desde la Europa Occidental hasta las grandes llanuras de Siberia en el extremo
oriental, siendo la reina de las cuevas pintadas la de Lascaux en Francia destacando en ella la “Sala de los
Toros” y “Divertículo”.
Otras, como la Grotte Chauvert cuenta con varios paneles pintados y grabados con una técnica
sorprendente por su perfección y realismo estético para su antigüedad, 35.000 años, destacando el panel
de los caballos superpuestos y el de los leones acechando a su presa.
En la Grotte Cosquer, su entrada está 40 metros por debajo del nivel actual del mar y en la zona emergida
se conservan representaciones de manos en negativo, pingüinos y muchos cuadrúpedos.
En otros lugares de Francia central encontramos:
- Angles-sur-l´Anglin Friso con relieves femeninos,
- La Marche bloques grabados
- Roc de Sers bloques esculpidos con formas zoomorfas,
- Laussel bajo relieve conocido como “Venus del cuerno”, o
- Cap Blanc con un friso de caballos esculpidos,
- Etc….
Las tres técnicas básicas en el arte parietal paleolítico son el bajorrelieve, el grabado y la pintura, ya sean
aisladas o combinadas.
Algunos grabados parietales, a partir del Solutrense Final, se realiza sobre hueso, marfil o asta,
presentando incisiones aisladas o agrupadas que definen detalles de la silueta.
Algunas paredes aparecen recubiertas por películas de arcilla dejaron manifestaciones artísticas pero si, se
seca, puede desprenderse, por lo que el abate Breuil consideró los rastros de dedos en la arcilla
(macarronis) representan líneas sinuosas y simples siluetas de animales que serían los elementos más
antiguos.
5.1-. GRABADO
Es una incisión, un surco o entalladura generalmente sobre un soporte duro para el que se podría haber
utilizado un buril aunque es más probable la utilización de simples lascas u hojas de sílex. A veces, si el
soporte lo permitía también se utilizaba la técnica del martillado.
5.2-. PINTURA
En la pintura paleolítica se conocen tres colores básicos: rojo, amarillo y negro, pero con una amplia gama
de tonalidades según el colorante utilizado o las mezclas realizadas.
Los ocres amarillos son variedades de arcilla o limonita, mientras que los ocres rojos son óxidos de hierro,
o podrían ser el resultado del calentamiento del ocre amarillo o limonita. Respecto al color negro se trata
de óxidos de manganeso y de carbón vegetal.
Sobre los aglutinantes se ha demostrado que muchos de ellos estaban preparados con aglutinantes
orgánicos, al parecer aceites vegetales o grasas animales.
En Lascau, Fon de Gaume y Chauvet las siluetas se presentan rellenas con pigmentos sombreados
mediante dos colores, mientras que en Altamira se combinan hasta 3 colores
Se desconoce si estos pigmentos se aplicaban directamente en las paredes o por frotación en polvo o
pasta, utilizándose probablemente diversas técnicas, sin embargo, las líneas muy tenues o difusas
demuestran que se utilizaba un pigmento líquido y que probablemente se aplicaba con alguna especie de
pincel o tampón.
Lo técnica que sí conocía era la aerografía, lo que se deduce de las siluetas de manos de las cuevas de
Maltravieso, El Castillo o Gargas.
5.3-. BAJORRELIEVE
La existencia de restos de pintura sobre alguno de estos bajorrelieves, como en una Venus de Laussel, en
Francia, desprendida de la pared del abrigo y hallada en los depósitos arqueológicos, indica que hubo
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ocasiones en que se aplicó pintura sobre ellas. La escultura en bulto redondo de gran tamaño y en piedra
debió ser muy excepcional en comparación de los bajorrelieves, técnica más frecuente entre los objetos de
pequeño tamaño llamados arte mobiliar o arte mueble.
Los grabados y esculturas están hechos en piedra caliza, así, las calizas de los Pirineos son mucho más
difíciles de trabajar que en la zona de Dordoña que es menos compacta y ligeramente arenosa.
Los primeros grabados conocidos están hechos sobre lajas de piedra y proceden de los niveles
auriñacienses del yacimiento de La Ferrassie (Francia), siendo simples siluetas de animales y vulvas
femeninas y cuya técnica de elaboración es de difícil averiguación ya que las incisiones anchas y toscas
pudieran haber sido realizadas mediante un útil grueso de sílex junto con algún tipo de punzón, mientras
que los grabados superficiales y finos podrían haber sido hechos con un buril o con una simple lasca con
filo.
En Cap Blanc (Francia) hay un gran friso esculpido en bajorrelieve en el que se encontraron al pie varios
grandes buriles
En la escultura, la primera cueva conocida con figuras en arcilla fue Tuc d´Audoubert, con tres bisontes, y la
caverna de Montespan, con un oso joven doblado sobre sus patas y sin cabeza que fue calificado como la
“estatua más antigua del mundo”. Ambos son del Magdaleniense (14.000 – 10.000 BP).
Las convenciones estilísticas varían para mostrar detalles como las pezuñas, los cuernos y las astas, algunos
aparecen en forma de silueta en perspectiva simple en los que se ven una pata delantera y una trasera y
un único cuerno.
En caballos y bisontes se da una representación completa de las cuatro patas y se dibujan los dos cuernos
en una perspectiva aproximada casi a la realidad, que se denomina perspectiva semitorcida, con las patas y
los cuernos del lado contrario parcialmente ocultos por el cuerpo del animal. En este caso, las pezuñas y
cascos en caso de dibujarse se representan en su verdadero perfil.
7-. TEMATICA
7.1-. LOS ZOOMORFOS
Las imágenes zoomorfas constituyen el 80 % del total de las representaciones paleolíticas, es más, el
caballo, el bisonte y los signos constituyen el 54 %.
Desde un punto de vista biogeográfico, en la Península Ibérica hay dos regiones bioclimáticas y aunque
existen especies tolerantes, cada una presenta unos mamíferos característicos:
- Eurosiberiana
o desde Europa por el área pirenaica y la cordillera cantábrica
o elementos “eurosiberianos”, propios de climas fríos y de preferencia esteparia:
mamut
reno
bisonte
glotón, y
lince boreal
- Mediterránea
o resto de la Península
o nunca encontraremos un mamut en esta zona
Los caballos aparecen en casi todas las cavernas y en multitud de objetos mobiliares a lo largo de todas las
épocas.
El grupo de los bóvidos: bisontes y uros, representan el 25 % del total de las imágenes zoomorfas, siendo
su distribución muy desigual en las diversas cavidades y en según qué zonas, posiblemente relacionado con
el medio ambiente.
En cuanto a los cérvidos, los machos presentan grandes cuernas desarrolladas, mientras que las hembras
carecen de cornamenta, pero las características fundamentales son tanto la cabeza como el cuello muy
alargados. Así, la única especie de ciervos representada es el ciervo rojo al encontrarla por todas las zonas
más o menos templadas, siendo junto con el caballo, una de las especies más representadas en la zona
extracantábrica de la Península Ibérica.
Los renos sustituyeron a los ciervos, así, una característica que los diferencia es la barba o mechón blanco
del pecho, así como el mayor envergadura de las astas de los machos. A pesar de su rareza como
manifestación artística, es muy abundante como alimento, y en general, esta mas presente en obras
mobiliares que en parietales.
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El mamut está representado de manera desigual pero constante en toda la zona eurosiberiana, aunque en
la Península Ibérica únicamente se encuentra en la cornisa cantábrica.
Los caprinos son relativamente frecuentes tanto en el sur de Francia como en casi toda la Península,
distinguiéndose dos especies: el íbice alpino y la cabra montés, que se pueden diferenciar ya que los
cuernos poseen una morfología distinta.
Las representaciones de carnívoros son mucho más raras que las de herbívoros, así, la mayor parte
pertenecen al león de las cavernas, en el que destaca el panel principal de La Grotte Chauvert.
Otros carnívoros representados son el lobo, el zorro y el oso pardo, y únicamente encontramos al oso polar
en la cueva de Las Monedas, en Cantabria.
Dentro de los antropomorfos dominan dos estaciones: Gönnersdorf en Alemania con 400 figuras, y La
Marche en Francia con 115 figuras humanas.
Las representaciones humanas son my variadas tanto en su ejecución como en su forma, siendo muy difícil
buscar un denominador común más allá de la realización tosca y carente de rasgos definidores.
Las primeras representaciones aparecen en el Auriñaciense y en la zona del sudoeste francés, mientras que
en el Gravetiense se amplía la zona, apareciendo estatuillas en bulto redondeo, bien en piedra, marfil o en
arcilla cocida, e incluso algunos en bajorrelieve. Durante el Solutrense, las únicas representaciones
aparecen en el friso esculpido de Roc-de-Sers, en Francia, mientras que en el Magdaleniense las figuras
humanas se hallan por todas partes.
Junto a estas figuras, encontramos otras figuras extrañas, sobre todo en cuevas, que se engloban bajo el
nombre genérico de monstruos o fantasmas.
Las “Venus” faltan en la Península Ibérica, mientras se extienden desde Francia e Italia, por la Europa
Central y Oriental hasta Siberia.
Esta representación pone en evidencia el lugar preeminente de la mujer en la sociedad paleolítica, aunque
su significado concreto se nos escapa.
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Cabe señalar el predominio del color rojo en varias tonalidades tanto en España como en Francia, y
también en ambos países la mayoría (97%) son negativas. Así mismo, en algunas siluetas uno o varios
dedos son considerablemente más cortos que otros.
Es difícil hacer una descripción de los signos ya que no existe uno que sea idéntico a otro, y solo hay una
similitud entre los tectiformes (en forma de techo) y los claviformes (en forma de clava, hacha polinesia).
Los ideomorfos son poco abundantes en los inicios del Paleolítico Superior, pero ampliamente repartidos
durante el Magdaleniense.
Los signos nos aseguran que, junto al arte figurativo y naturalista, los artistas se transmitían, de generación
en generación, series de símbolos abstractos que constituyen una tradición iconográfica muy elaborada.
8-. RESUMEN
En conjunto, los sujetos representados en las cuevas francesas son con frecuencia parecidos a los del arte
parietal español. Sin embargo, renos, mamuts y rinocerontes lanudos son más frecuentes en Francia que
en España, donde abundan los gamos, ciervas y uros. Las diferencias se explican por las condiciones
climáticas al norte de los Pirineos, más rigurosas, aunque también existen matices entre las diferentes
regiones francesas.
Este regionalismo es reforzado por la variedad de signos que son particulares de cada sector geográfico:
- signos claviformes en los Pirineos centrales
- tectiformes en el Valle de la Vezere
- aviformes en Quercy y Charente.
O los signos más simples, las puntuaciones, que tienen una repartición más amplia.