Anda di halaman 1dari 30

Programa Nacional de Fortalecimiento

de la Educación Especial y de la Integración Educativa

Familia
Este documento fue elaborado en la Dirección General de Desarrollo de la Gestión e
Innovación Educativa de la Subsecretaría de Educación Básica, por la Dirección de Innovación
Educativa como parte del Programa Nacional de Fortalecimiento de la Educación Especial
y de la Integración Educativa.

Reyes Tamez Guerra Coordinación general


Secretaría de Educación Pública Ernesto Castellano Pérez

Lorenzo Gómez-Morin Fuentes Coordinación de la serie


Subsecretaría de Educación Básica María del Carmen Escandón Minutti

Autoras
Ernesto Castellano Pérez Alicia Angélica López Campos
Dirección General de Desarrollo de la Gestión María Elizabeth Montes Aguilar
e Innovación Educativa
Coordinación editorial
María del Carmen Escandón Minutti Cecilia Eugenia Espinosa Bonilla
Dirección de Innovación Educativa
Cuidado de la edición
Rosa Iliana Puga Vázquez Jorge Humberto Miranda Vázquez
Programa Nacional de Fortalecimiento de la Patricia Vera Fuentes
Educación Especial y de la Integración Educativa Valeria Yolanda Hernández Luna

Correción de estilo
Claudia Nancy García García

Correción de pruebas
Rafael Isaac Cervantes Aguilar

Diseño de portada, interiores y formación


Moianes. Servicios Editoriales

D.R. © Secretaría de Educación Pública, 2006


Argentina 28
Col. Centro Histórico
C.P. 06020, México, D.F.

ISBN: 970-57-0030-3

Impreso en México
Distribución gratuita / Prohibida su venta
Agradecemos la colaboración de los
representantes de las distintas instancias de
gobierno y de organizaciones de la sociedad
civil que participaron en la mesa de
trabajo sobre familia de la Subcomisión de
Educación del Consejo Nacional Consultivo
para la Integración de las Personas con
Discapacidad: Consejo Nacional de
Fomento Educativo; Centro Nacional de
Rehabilitación; Centro de Rehabilitación
Gaby Brimmer del Sistema Nacional de
Desarrollo Integral de la Familia; Colegio de
Pedagogía de la UNAM; Instituto Mexicano
del Seguro Social, guardería Felices hacia
el Futuro; Dirección de Educación Especial
del Distrito Federal; Adelante Niños Down,
A. C.; Centro de Adiestramiento Personal
y Social, A. C.; Centro de Habilitación
e Integración para Invidentes, I.A.P.;
Excelencia Educativa, A.C.; Integración
Down, I.A.P.; señora Margarita Alexander,
y licenciado Francisco Javier Teutli Guillén.
Índice
Presentación general 9

Introducción 13

I. ¿Quiénes somos? 21
1. El niño y la niña con discapacidad 25
2. La familia con un integrante con discapacidad 34
3. La maestra de un alumno con discapacidad 43

II. ¿Podemos trabajar de manera colaborativa familia


y maestros? 51
1. Trabajo colaborativo 53
2. La importancia de la comunicación
en el trabajo conjunto 60

III. ¿Cómo y en qué participamos? 71


1. La evaluación psicopedagógica 73
2. La propuesta curricular adaptada 82

IV. ¿Qué apoyos tenemos? 89


1. Apoyos legales 92
2. Apoyos educativos 93
3. Apoyos sociales 96

Bibliografía 105

7
Presentación
general
Presentación
general
En nuestro país se han realizado esfuerzos importantes
por ampliar la cobertura de los servicios educativos y por
alcanzar la justicia y la equidad educativas, que son funda-
mentales para conseguir el desarrollo y la integración plena
de todos los alumnos y las alumnas y así ir avanzando en
la construcción de una sociedad basada en el respeto y la
valoración de las diferencias.

Lo anterior ha implicado poner en marcha un conjunto


de acciones encaminadas a revertir la desigualdad y favo-
recer, mediante mayores y mejores recursos, a la población
que se encuentra en situación de vulnerabilidad, como es
el caso de las niñas, los niños y los jóvenes que presentan
necesidades educativas especiales, particularmente aquellos
con alguna discapacidad.

En los últimos años, a través del Programa Nacional de


Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Edu-
cativa, se ha promovido el apoyo a los servicios de educa-
ción especial con la finalidad de que éstos cuenten con los
recursos humanos y materiales necesarios que les permitan
orientar, asesorar y apoyar al personal directivo y docente
de las escuelas de educación inicial y básica, de las distintas
modalidades, que integran alumnos y alumnas que presen-
tan necesidades educativas especiales, así como atender di-
rectamente a las familias y a las niñas, niños y jóvenes que
lo requieren.

Igualmente se ha promovido la generación de condicio-


nes que permitan la integración de los alumnos y las alum-
nas que presentan necesidades educativas especiales en las
escuelas de educación inicial y básica de las diferentes mo-

11
dalidades, tales como: sensibilización, información y actua-
lización permanente a la comunidad educativa; dotación de
los apoyos técnicos y materiales para atender satisfactoria-
mente a los alumnos con necesidades educativas especiales;
realización de la evaluación psicopedagógica y la propuesta
curricular adaptada a cada uno de los alumnos que lo re-
quieren, y contar con el acompañamiento de algún servicio
de educación especial.

Cada vez son más las escuelas de educación inicial y bá-


sica involucradas en procesos de integración educativa, lo
que implica no sólo abrir sus puertas a los alumnos con ne-
cesidades educativas especiales sino un cambio en la escuela
en su conjunto, que sin duda ha beneficiado al resto de los
alumnos y a la comunidad educativa en general.

Los títulos de la Serie Todos en la Misma Escuela están di-


rigidos principalmente a las autoridades educativas, al per-
sonal de las supervisiones escolares y al personal directivo y
docente de las escuelas de educación inicial y básica de las
distintas modalidades. Su propósito es contribuir al forta-
lecimiento del proceso de integración educativa en nues-
tro país y a la creación de las condiciones que permitan
que los alumnos y las alumnas que presentan necesidades
educativas especiales, principalmente aquellos con alguna
discapacidad, puedan tener acceso a la educación básica,
recibiendo los apoyos indispensables que les permitan de-
sarrollar sus capacidades al máximo e integrarse educativa,
social y laboralmente.

12
Introducción
Introducción

En la actualidad las escuelas de México requieren cam-


bios sustanciales para brindar atención pertinente y opor-
tuna a la diversidad de alumnos y alumnas que día a día se
incorporan a sus aulas.

Los centros escolares albergan alumnos y alumnas que


hablan distintas lenguas, tienen diferentes ideologías, per-
tenecen a niveles socioeconómicos distintos, e incluso a
diversas nacionalidades, y en este marco de heterogenei-
dad son cada vez más los alumnos y alumnas con discapa-
cidad que ingresan a las escuelas regulares, tanto públicas
como privadas.

Ante esta realidad, resulta más necesario e importante


que la escuela y la familia trabajen de manera colaborativa
con el fin de dar atención a aquellos alumnos y alumnas
que necesitan apoyos específicos y que, en ocasiones, la es-
cuela o la familia no los pueden proporcionar de forma
independiente.

Este documento busca ofrecer algunas estrategias y he-


rramientas que apoyen tanto a maestros y maestras como a
los integrantes de las familias para que de manera conjunta
y vinculada puedan dar respuesta a las necesidades educati-
vas especiales de alumnos y alumnas.

En primer lugar se presentan actividades para generar


la reflexión; en seguida se ofrecen lecturas breves que pre-
tenden informar acerca del tema tratado en cada apartado,
y por último se hacen sugerencias de actividades que pue-
den realizar de manera conjunta padres, madres, maestras y
maestros, cotidianamente.

15
Familia

El objetivo es ofrecer un material que destaque la im-


portancia del trabajo colaborativo dentro de las escuelas y
permita brindar un mayor apoyo a los alumnos y alumnas
que lo requieran.

La elaboración de este trabajo contó con el apoyo de la


Subcomisión de Educación del Consejo Nacional Consul-
tivo para la Integración de las Personas con Discapacidad,
coordinada por el Programa Nacional de Fortalecimiento de la
Educación Especial y de la Integración Educativa de la Secretaría
de Educación Pública.

Este trabajo está dirigido tanto a los miembros de la fa-


milia, padres, madres, tíos, hermanos u otros familiares o
personas que de alguna manera participan en la educación
de los niños o niñas con discapacidad o sin ella,1 como a los
maestros y maestras de educación inicial, preescolar, prima-
ria, secundaria y educación especial que estén interesados
en favorecer el trabajo colaborativo y mejorar la calidad de
la atención educativa.

Esperamos que este material promueva una manera dis-


tinta de relación entre la comunidad educativa, facilite la
integración a las escuelas de niños y niñas con discapacidad
o necesidades educativas especiales y contribuya al éxito.

1
En lo subsiguiente la redacción hará referencia a padres y madres; sin embar-
go, se está considerando a todas las personas de la familia involucradas en el
desarrollo de los niños y niñas.

16
“Hemos aprendido de manera conjunta,
padres y profesionales, que el trabajo de todos los que estamos
involucrados en este proceso tiene que ser equitativo”
A. López

Para: Los maestros y las maestras


De: Los padres y las madres

Queridas Maestras y queridos Maestros:

Presentamos a ustedes una propuesta para contribuir al trabajo


que realizamos cotidianamente en favor de los niños y niñas
con discapacidad en las escuelas regulares.

Las familias y las escuelas, al ser los principales agentes


de formación de las personas, tenemos el gran compromiso de
ofrecer alternativas para el fomento de valores como el res-
peto, la tolerancia, la equidad y la justicia.

Estamos convencidos de que, uniendo esfuerzos, podremos


contribuir a la construcción de una sociedad que respete y
valore la diferencia y ofrezca oportunidades en igualdad de
circunstancias.

19
“Las maestras y especialistas ¡son excelentes!,
pues pregunto por Gabriel y me saben decir todo,
cómo se comporta, cuál ha sido su avance, o qué
fue lo que aprendió y cómo puedo colaborar…”
J. Sandoval

Para: Los padres y las madres


De: Los maestros y las maestras

Estimados padres y madres de familia:

A lo largo de nuestra labor como docentes, hemos visto


la importancia de trabajar junto con la familia, la cual, sin
duda alguna, nos ha dotado de herramientas para cono-
cer de manera más cercana las necesidades y capacidades
de cada uno de los alumnos, lo que ha permitido elaborar
programas para facilitar el desarrollo máximo de sus poten-
cialidades.

Tenemos la convicción de que una estrategia para evitar la


discriminación es incluir a todos, y que la mejor manera de hacer-
lo es emprendiendo acciones conjuntas con toda la comunidad
educativa, es decir, familia, alumnos, alumnas, maestros, maestras,
equipos de apoyo, personal administrativo y de intendencia.

20
I.
¿Quiénes
somos?

I. ¿QUIÉNES SOMOS?

Las familias, los maestros y las maestras deben estar alertas


para entender a todos los niños y niñas, en especial a quie-
nes presentan discapacidad.

Tienen que aprender a escucharlos, aun cuando su comu-


nicación sea mediante gestos, entender qué quieren, a través
de sus conductas y movimientos; estar dispuestos a escuchar
sus voces, que en ocasiones son poco claras pero que mani-
fiestan sus necesidades y sentimientos. Deben estar compro-
metidos a conocerlos y entenderlos para poder apoyarlos.

En este capítulo se aborda, de manera general, lo que


acontece ante la presencia de un niño o niña con disca-
pacidad en la familia o en la escuela. El objetivo es dar a
conocer el proceso de adaptación por el que atraviesan los
padres y docentes y entender el papel que juegan en el tra-
bajo que se realiza cotidianamente en la escuela.

Para lo cual se abarcan tres temas:

1. El niño y la niña con discapacidad.

2. La familia con un integrante con discapacidad.

3. La maestra de un alumno con discapacidad.

23
Familia

Por favor ¡Escúchame!

Los niños y las niñas con discapacidad, al igual que los


demás, nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alre-
dedor, de lo que las personas piensan o dicen de nosotros.
Nos gustaría que no creyeran que somos “tan distintos” y
nos dieran la oportunidad de demostrarlo. ¿Sabes? ¡Tenemos
los mismos derechos!

Esto es algo que nosotros pensamos en ocasiones. Te


invito a que lo leas y reflexiones un poco.

A veces, cuando trato de pensar en lo que quiero decir,


mmh… las palabras se… mmh… se mezclan en mi
cabeza… cuando la maestra me pregunta algo en clase
no puedo pensar en la respuesta lo suficientemente
rápido, por lo que, mejor digo… mmh… que no sé…

Jared, nueve años.

Cuando estoy en clase parece que el maestro hablara


en un idioma raro que todos entienden menos yo, él
mueve la boca pero no entiendo lo que dice, me da
pena preguntar, pero sólo entiendo soniditos.

Daniel, nueve años.

Cuando oigo que la gente dice que el cielo está abo-


rregado o que un color es muy hermoso, me pregunto
cómo se verá un cielo con borregos o qué hace un
color para ser hermoso.

Karina, seis años.

24
I.
¿Quiénes
somos?

Cuando estoy jugando básquet con mis amigos casi se


me olvida cuánto me gustaría brincar con mi hermana
la cuerda; también parece muy divertido.

Ángel, 10 años.

1. El niño y la niña con discapacidad

¿Qué es ser niño o niña?

Los niños y las niñas, ante todo, somos seres humanos con
derechos y no importa el color que tengamos, la raza a la que
pertenezcamos; tampoco importa el sexo, religión, posición
económica o social de nuestra familia ni si tenemos algu-
na discapacidad o no; debemos disfrutar de nuestros dere-
chos sin discriminación alguna.

¿Qué es ser niño o niña con discapacidad?

Las niñas y niños con discapacidad somos, ante todo, per-


sonas con deseos, intereses, necesidades y sueños; niñas y
niños que disfrutamos jugar, ir al parque, ver cine; nos gusta
también asistir a la misma escuela que nuestros hermanos y
amiguitos, como cualquier otra niña o niño.

Somos niñas y niños que necesitamos, sobre todo, ser


amados y respetados por las personas que nos rodean; nos
damos cuenta de todo lo que acontece a nuestro alrededor,
aunque algunas veces no lo podemos expresar.

Sentimos la aceptación y respeto de nuestras familias,


maestras, maestros o de las personas que nos encontramos
en la calle, pero también sentimos cuando nos rechazan.

Las niñas y los niños con discapacidad no queremos ser


discriminados.

25
Familia

• Como niñas y niños tenemos derecho a ser incluidos


en todos los espacios de la sociedad y a hacer uso de
sus servicios.

• Como hijas e hijos tenemos derecho a pertenecer a


una familia, a ser alimentados adecuadamente y a ser
atendidos cuando presentemos algún problema de
salud o de otra índole.

• Como alumnas y alumnos tenemos derecho a asistir


a la escuela más cercana a nuestra casa y recibir los
apoyos educativos que necesitemos.

• En fin... tenemos derecho a “recibir el tratamiento,


la educación y el cuidado especiales” que necesite-
mos, adecuados a nuestras características individuales
(CNDH).

El principal derecho que tenemos las niñas


y los niños con discapacidad es a recibir
un buen trato de todas las personas y, sobre
todo, tenemos derecho a que nos brinden
los apoyos necesarios para desarrollarnos
plenamente.

26
I.
¿Quiénes
somos?

¿Qué es la discapacidad?

La discapacidad2 se presenta cuando hay ausencia o limita-


ciones de ciertas capacidades necesarias para realizar alguna
actividad que el resto de los niños y niñas de nuestra misma
edad pueden realizar sin dificultad, por ejemplo:

Desde que nací no oigo, por lo cual me cuesta traba-


jo comunicarme con las personas. Por eso dicen que
tengo problemas auditivos que se traducen en discapa-
cidad auditiva.

Existen también otros tipos de discapacidad, como la vi-


sual, la intelectual y la motora.

Es importante saber que la discapacidad se puede acen-


tuar si no tenemos los apoyos necesarios para funcionar
adecuadamente en la sociedad; ejemplos:

• Si tenemos discapacidad intelectual, nuestro aprendi-


zaje escolar va a ser más lento y va a depender de los
apoyos que nos brinden dentro y fuera de la escuela,
nuestra familia, maestros, maestras, compañeros, com-
pañeras y, en general, toda la comunidad educativa,
para que el ritmo de ese aprendizaje se mejore.

• Si tenemos discapacidad motora podremos asistir a


cualquier lugar, siempre y cuando no existan barreras
físicas, esto es, cruzaremos las calles si existen rampas y
las personas no las bloquean al estacionar sus autos.

2
I. García Cedillo, I. Escalante Herrera, M. C. Escandón Minutti, et. al,
La integración educativa en el aula regular. Principios, finalidades y estrategias,
México, SEP/Fondo Mixto de Cooperación Técnica y Científica México-
España, 2000, p. 47.

27
Familia

• Si tenemos discapacidad visual podremos viajar en


transporte público si hay los señalamientos adecuados
en sistema Braille.3

Esto quiere decir que, independientemente de nuestras


discapacidades y características físicas, sensoriales o inte-
lectuales, podemos realizar nuestras actividades, siempre y
cuando contemos con los apoyos necesarios que nos per-
mitan desarrollarnos en todos los ambientes (escolar, fami-
liar y social).

Niñas y niños somos todos diferentes y tenemos necesi-


dades individuales distintas de cualquier miembro de nues-
tra comunidad, sin importar a qué familia pertenezcamos o
qué religión profesemos.

En la actualidad existen leyes que nos protegen y pro-


mueven, por ejemplo, que asistamos a la misma escuela
donde estudia el resto de los niños y niñas.

También tenemos derecho a que la escuela realice las


adecuaciones curriculares y de acceso para desarrollar nues-
tras potencialidades y alcanzar un aprendizaje significativo.

3
Sistema Braille es un código de lecto-escritura para personas ciegas que se
basa en un signo generador formado por seis puntos que están en relieve y
representan una letra, número o signo de la escritura. Consta de 64 combi-
naciones y fue inventado por Luis Braille en el siglo XIX.

28
I.
¿Quiénes
somos?

¿Qué son las necesidades educativas especiales?

Algunos niños y niñas tenemos un ritmo y un estilo muy


diferente para aprender; por eso en ocasiones nos llaman
flojos, apáticos o rebeldes; hoy se sabe que no somos flo-
jos, apáticos, ni rebeldes, sino que aprendemos de manera
diferente al resto de nuestros compañeros y compañeras
del mismo grado, por ello la escuela necesita ofrecernos re-
cursos diferentes que apoyen nuestro aprendizaje, es decir,
tenemos necesidades educativas especiales.

Pero no todos los niños y niñas con discapacidad reque-


rimos que se realicen adecuaciones curriculares para, por
ejemplo, aprender a leer, escribir, sumar o multiplicar.

Las necesidades educativas especiales se evidencian


cuando nuestro entorno no nos ofrece los apoyos o ayudas
que requerimos.

En ocasiones necesito…

…que me den las instrucciones una por una, de mane-


ra más concreta, si tengo síndrome de Down.

…que existan rampas, baños adaptados, puertas un


poco más anchas o bien que coloquen una tabla sobre
mi silla de ruedas y así poder escribir.

…que el examen esté en sistema Braille para que yo


pueda leer, o bien que me evalúen de manera oral.

…que mi maestra o maestro utilice otras estrategias


de enseñanza congruentes con mi estilo y ritmo de
aprendizaje.

29
Familia

Para que los niños y niñas con


discapacidad o necesidades educativas
especiales podamos desarrollar al máximo
nuestras potencialidades es muy importante
que nuestras familias, maestros y maestras
unan esfuerzos y aprendan a trabajar
colaborativamente.

ACTIVIDAD 1

Para todos

¿Qué tanto aprendí?

Después de realizar la lectura anterior, con-


testa las siguientes preguntas:

¿Quién es un(a) niño(a)?

¿Cambió tu forma de ver a las personas con discapaci-


dad? ¿Por qué?

¿Qué significa para ti la discapacidad?

30
I.
¿Quiénes
somos?

Escribe por qué la discapacidad es un fenómeno social.

Argumenta por qué la discapacidad no es una enfer-


medad.

¿Qué son las necesidades educativas especiales?

¿Qué diferencia existe entre un niño o niña con ne-


cesidades educativas especiales y un niño o niña con
discapacidad?

ACTIVIDAD 2

Para todos

“Ponte en mi lugar”

No es fácil entender cómo vive alguien con discapa-


cidad, debido a las diferentes formas de ser de las personas,
la inconsciencia e indiferencia sobre la discapacidad,
condiciones que impiden entender y valorar el esfuer-
zo cotidiano que las personas en estas circunstancias
realizamos para desarrollar las actividades que los demás
hacen de manera automática día tras día.

31
Familia

Si tu interés es comprender un poco


más acerca de la discapacidad, te suge-
rimos realizar los siguientes ejercicios y
reflexionar en torno a las indicaciones
que se plantean.

Discapacidad motora

Haz el ejercicio de sentarte en una silla de ruedas y


trata de desplazarte.
También puedes intentar cortar un pedazo de carne
con una mano atrás.

Discapacidad auditiva

En tu casa, frente al televisor viendo un noticiero, baja el


volumen por completo y trata de entender lo que dicen.

Discapacidad intelectual

Sin papel ni lápiz, trata de resolver la siguiente ope-


ración: 9 873 474 más 97 345 094.857 menos 4 894
entre 45.65 por 453

Discapacidad visual

Con los ojos vendados, trata de desplazarte por tu casa.

Después de realizar los ejercicios ante-


riores te invitamos a que contestes las
siguientes preguntas:

32
I.
¿Quiénes
somos?

¿Cuáles fueron los sentimientos que experimentaste al


realizar cada ejercicio?

¿Por qué crees que tuviste esos sentimientos?

¿Cuál actividad te resultó más complicada? ¿Cuál más


fácil?

¿Por qué crees que fue así?

Los maestros, maestras y familia


tenemos que conocer los apoyos y
ayudas que necesitan los niños y niñas
con discapacidad y brindárselos para que
puedan seguir aprendiendo.

33
Familia

2. La familia con un integrante con discapacidad

Podemos decir que en la actualidad las familias no sólo


están formadas por padre, madre, hijos e hijas, sino por las
personas que se consideren parte de ella ya sea por vivir en
la misma casa, independientemente de los vínculos bioló-
gicos, civiles o religiosos que tengan. Lo importante es que
sus integrantes se cuiden y apoyen unos a otros.

Aunque las familias no están preparadas para recibir a un


miembro con discapacidad, cuando esto sucede emplean
todos sus recursos para enfrentar la situación.

Algunas familias, que por su historia de vida han estado


en contacto con la discapacidad, cuentan con elementos
que les permiten salir adelante sin mayores apoyos. Otras,
principalmente las que han estado alejadas de la discapaci-
dad, frecuentemente la asumen como algo negativo, por lo
tanto les resulta más difícil aceptarla.

En este apartado se narra la situación que suele pasar


una familia cuando se entera de la llegada de un nuevo
integrante el cual tiene discapacidad, el impacto que sufre
al recibir esta información y el proceso de aceptación que
requiere como familia a lo largo de su vida.

La historia de una familia….

Cuando mi esposo y yo supimos de la


llegada de nuestro primer bebé sen-
timos una enorme emoción. En ese
momento nuestros sueños estaban
centrados en torno a su llegada. Era nuestra primera ex-
periencia como padres y nos parecía que todo era dicha
y felicidad; nos imaginábamos al mejor bebé del mundo,
soñábamos en los rasgos que tendría de uno y de otro.

34
I.
¿Quiénes
somos?

¡Cuánta ilusión experimentábamos! ¡Con cuánto amor


lo esperábamos! Por fin llegó el tan ansiado momento.
Nació una hermosa niña. Al nacer fue pequeñita en talla y
peso; sin embargo, el reporte pediátrico nos auguraba que
sería tal y como lo habíamos soñado, una bebé sin ningún
problema.

Al paso del tiempo, creció, como todas las niñas de su


edad; se sentó a tiempo, comía perfectamente, siempre son-
riente. Empezó a decir sus primeras palabras. ¡Cuánta emo-
ción nos causaba! En verdad gozábamos muchísimo vién-
dola crecer y avanzar cada día en todo lo que hacía.

Después de dos años nuestra familia se llenó nuevamente


de luz. Nació nuestra segunda hija y nosotros, como pareja,
estábamos felices al verlas crecer, gozando con ellas todos
los momentos de su existencia. Sin embargo empezamos a
ver que la primera nena presentaba un retroceso en el de-
sarrollo de su lenguaje y que además en ciertas conductas
se mostraba insegura.

La primera reacción que tuvimos fue pensar que eran


celos por la presencia de su hermanita, y consideramos que
era el momento para que ingresara a una guardería y em-
pezara a socializar con otros niños y así lo hicimos, entró a
la escuela.

Al día siguiente de su ingreso al colegio nos mandó lla-


mar el médico escolar para decirnos, de manera tajante e
indiferente, que nuestra hija era una niña con deficiencia
mental.

El golpe fue muy duro y consideramos que el médico


tuvo muy poco tacto al enfrentarnos de una manera tan
fría y poco humana (así lo consideramos en ese momento)
a una realidad que nos negábamos a aceptar, sin embargo,
debo confesarles que nos sentimos muy descontrolados y
que por supuesto nosotros no queríamos aceptar el diag-

35
Familia

nóstico, ya que no había ningún antecedente que nos indi-


cara que podía ser cierto.

Y entonces, empezó nuestro peregrinar en la tan lla-


mada “compra de médicos”. Visitamos a dos o tres, con
la ilusión de oír que había un error en lo que nos habían
dicho, ya que nada indicaba hasta ese momento que había
algo fuera de lo normal en el desarrollo de nuestra hijita.

En efecto peregrinamos, íbamos de un diagnóstico a


otro. A veces nos sentíamos con muchas fuerzas y en otras
ocasiones desanimados y temerosos por el futuro incierto
que se nos presentaba. El diagnóstico a veces era minimiza-
do por algunos médicos y en otros momentos se exageraba,
lo que nos hacía sentir confundidos. Encontramos de todo.
Médicos fríos y alejados de nuestro sentir como padres, y
otros más comprometidos, que nos explicaban paciente-
mente las posibilidades de nuestra niña para desarrollarse
de la mejor manera, siempre y cuando le proporcionáramos
los apoyos necesarios para ello.

El proceso de aceptación fue paulatino. Su entrada al


colegio a un programa en donde se visualizaba desde siem-
pre la integración y el trabajo colaborativo entre padres y
profesionales ha permitido prepararnos para brindarle los
apoyos necesarios para su desarrollo como persona, en lo
físico, mental, escolar y social, y a nosotros, crecer como
padres, pero sobre todo como seres humanos.

Nos hemos equivocado algunas veces; otras hemos sido


asertivos, pero siempre hemos querido estar cerca de los
profesionales que nos han brindado ayuda a todos. Hemos
aprendido en este proyecto, de manera conjunta, que el tra-
bajo de todos los que estamos involucrados: padres, madres,
profesionales y nuestros mismos hijos con discapacidad,
tiene que ser equitativo.

Familia Ramos
36
I.
¿Quiénes
somos?

“Del desconcierto a la adaptación”

Cuando los padres y las madres conocen la noticia de que


su hija o hijo tiene algún signo de discapacidad (intelectual,
sensorial, motriz…) sufren una gran desilusión, se enfrentan
a un desafío incomparable, reaccionan de diferentes mane-
ras, de acuerdo con el impacto emocional que les provoca
la noticia.

Los especialistas en la materia señalan que viven un estado


de choque, puesto que esta situación inesperada rompe con
las expectativas forjadas acerca del hijo o la hija que desean.

Durante los nueve meses de embarazo construyen la


imagen de ese hijo o hija. Imaginan sus características fí-
sicas; piensan en que será el más inteligente, bonito, listo,
etcétera; alimentan cada momento su fantasía, esperando
ansiosamente su nacimiento.

Pero a la llegada de una hija o un hijo con discapacidad


pierden las expectativas de todo aquello que imaginaron y
el futuro de su familia se ve amenazado.

La noticia de un miembro de la familia con discapacidad


impacta de diferente manera a sus integrantes: hermanos, tíos,
abuelos, etcétera; en esos momentos de confusión se mezclan
sentimientos de rechazo, aceptación y culpabilidad.

A los padres y madres les provoca miedo; llegan a sentir


un gran enojo, experimentan un dolor que en ocasiones es
comparado con la muerte de un ser querido, a veces se nie-
gan a admitir esta situación. Por el dolor que experimentan,
con frecuencia suponen que no quieren a sus hijos o hijas
con discapacidad; sin darse cuenta que en realidad rechazan
la discapacidad misma.

37
Familia

Los padres y madres se preguntan sobre su futuro y el


de sus familias. Al carecer de respuestas inmediatas sobre
lo que puede suceder recurren a sus vivencias relacionadas
con las personas con discapacidad y el miedo que experi-
mentan puede tornarse inexplicable.

Muchos padres y madres no recurren a la ayuda profe-


sional para enfrentar el impacto de la noticia.4 En algunas
parejas, el tener un hijo o hija con discapacidad es motivo
suficiente para desintegrar su hogar o derrumbarse; en otras,
por el contrario, las fortalece el reto que implica apoyar a
sus hijos e hijas con discapacidad para salir adelante, bus-
cando los apoyos necesarios para superar las etapas e iniciar
un camino de integración dentro de la familia, la sociedad
en general y, especialmente, en el ámbito educativo, como
se pudo constatar en el testimonio anterior.

Cuando los niños o niñas con discapacidad llegan a la


etapa escolar, la participación de la familia es fundamental
para el logro de los objetivos educativos. Es importante que
el padre y la madre conozcan cuáles son sus fortalezas y
necesidades respecto a la atención a sus hijos, y los maestros
y maestras deben saber cuáles son los procesos que vive la
familia y, con base en ello, crear de manera conjunta estra-
tegias que faciliten la vinculación con el trabajo escolar.

4
Javier Villarreal. Versión resumida de la ponencia “Aspectos psicológicos de
la persona con discapacidad motora y su familia, Segundo Congreso In-
ternacional La discapacidad en el Año 2000”, en Revista Araru número 18,
2000, pp. 24-25.

38
I.
¿Quiénes
somos?

ACTIVIDAD 3

Para padres y madres

A continuación sugerimos que contestes el


siguiente formato que te permitirá detectar
las fortalezas y necesidades de tu familia.5

Puntos de reflexión
Sí No

¿Requieres orientación para saber más acerca


de las necesidades especiales de tu hijo(a) con
discapacidad?
¿Consideras que la información que tienes sobre
la discapacidad de tu hijo(a) es real y objetiva?
¿Consideras que es suficiente el conocimien-
to que tienes de las características de tu hijo(a)
con discapacidad para apoyarlo en su proceso
educativo?
¿Tienes disposición para aprender a educar
mejor a tu hijo(a) con discapacidad?
¿Favoreces el desarrollo de actitudes, hábitos y
habilidades de tu hijo(a) con discapacidad?
¿Aprovechas las actividades diarias y los intere-
ses de tu hijo (a) con discapacidad para propiciar
y promover nuevos aprendizajes?

5
Elvia Rodríguez, et. al., Hacia una escuela integradora, Secretaría de Educación
Pública, Monterrey, México, 1997, pp. 110-111.

39
Familia

Puntos de reflexión
Sí No

¿Auxilias a tu hijo(a) con discapacidad en la rea-


lización de sus actividades escolares?

¿Consideras que puedes aportar experiencias que


enriquezcan el trabajo educativo de la escuela?
¿Tienes habilidades para diseñar y elaborar ma-
terial didáctico que apoye la educación de tu
hijo(a)?
¿Tienes la facilidad de aprovechar los recursos
de la comunidad?
¿Te interesa participar en la organización de
grupos de padres y madres que permitan hacer
propuestas de cambios en la escuela de tu hijo(a)
con discapacidad?
¿Conoces los objetivos que persigue la escuela a
la que asiste tu hijo(a)?
¿Te interesa participar en la escuela para la toma
de decisiones acerca de los aspectos concer-
nientes a tu hijo(a) con discapacidad?
¿Crees que eres escuchado?
¿Necesitas estrategias para enfrentarte junto con
tu hijo(a) con discapacidad a los problemas co-
tidianos?
¿Necesitas información acerca de la política de
la escuela a la que asiste tu hijo(a) con disca-
pacidad?
¿Necesitas orientación para optimizar los recur-
sos de tu familia?

Las respuestas afirmativas te indican las fortalezas


con las que cuentas, y las negativas te permitirán ubicar
tus necesidades y, por lo tanto, te darán la pauta sobre
los aspectos que debes trabajar.

40

Anda mungkin juga menyukai