El cáncer de piel es la forma de cáncer más común en los Estados Unidos. Los dos tipos más
comunes son el cáncer de células basales y el cáncer de células escamosas. Por lo general,
se forman en la cabeza, la cara, el cuello, las manos y los brazos. Otro tipo de cáncer de piel,
el melanoma, es más peligroso pero menos común.
Cualquier persona puede desarrollar cáncer de piel, pero es más común entre quienes:
Los tratamientos incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia fotodinámica (PDT, por
sus siglas en inglés) y terapia biológica. La terapia fotodinámica utiliza un medicamento y un
tipo de luz láser para eliminar las células cancerosas. La terapia biológica aumenta la propia
capacidad del cuerpo para combatir el cáncer.
Melanoma
Los síntomas incluyen neoplasias inusuales y nuevas, o cambios en un lunar ya existente. Los
melanomas pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo.
El carcinoma de células escamosas puede presentarse como una protuberancia, una úlcera o una
mancha escamosa en la piel.
Cómo se diagnostica el
cáncer de piel tipo
melanoma?
La mayoría de los melanomas se traen a la atención del médico cuando
la persona presentasignos o síntomas.
Biopsia de piel
Si el médico cree que una marca puede ser un melanoma, se tomará una
muestra de piel del área que causa sospecha y se enviará a un
laboratorio para examinarla con un microscopio. Esto se conoce
como biopsia de piel.
Existen muchas maneras de hacer una biopsia de piel. El médico optará
por un método basándose en el tamaño del área afectada, su
localización en el cuerpo y otros factores. Cualquier biopsia es propensa
a dejar por lo menos una pequeña cicatriz. Los diferentes métodos
pueden dejar diferentes tipos de cicatrices. Por lo tanto, pregunte a su
doctor acerca de esto antes de la biopsia. Independientemente del tipo
de biopsia que se haga, se debe extraer tanta área sospechosa como
sea posible de modo que se pueda hacer un diagnóstico preciso.
Las biopsias por aspiración con aguja fina no son tan invasivas como
algunos otros tipos de biopsia, pero puede que no siempre provean
suficiente cantidad de muestra para saber si un área sospechosa es
melanoma. En estos casos, puede que se requiera un tipo de biopsia
más invasiva.
Biopsia quirúrgica (por escisión) de los
ganglios linfáticos
Este procedimiento se puede usar para extirpar un ganglio linfático
agrandado a través de una incisión pequeña (corte) en la piel. Por lo
general, se usa una anestesia local (anestésico) si el ganglio linfático
está cerca de la superficie del cuerpo, aunque puede que una persona
necesite estar sedada o incluso estar dormida (usando anestesia
general) si el ganglio está más profundo en el cuerpo.
Tomografía computarizada
La tomografía computarizada (computed tomography, CT) usa rayos X
para producir imágenes transversales detalladas de su cuerpo. A
diferencia de una radiografía regular, las CT pueden mostrar el detalle en
tejidos blandos (tal como órganos internos). Este estudio puede ayudar a
indicar si cualquier ganglio linfático está agrandado o si órganos, tal
como los pulmones o el hígado tienen áreas sospechosas que podrían
deberse a la propagación del melanoma. Además, puede ayudar a
identificar la propagación a los pulmones mejor que las radiografías
convencionales del tórax.
Biopsia con aguja guiada por CT: las tomografías por computadora
también pueden ser usadas para ayudar a guiar la aguja de una biopsia
hacia un área sospechosa dentro del cuerpo. Para este procedimiento,
usted permanece en la mesa de la CT, mientras un médico mueve una
aguja de biopsia a través de la piel y hacia el área sospechosa. Las
tomografías computarizadas se repiten hasta que la aguja esté dentro de
la masa. Entonces, se obtiene una muestra mediante una biopsia con
aguja y se examina con el microscopio.
Los exámenes de MRI son también muy útiles para examinar el cerebro y
la médula espinal.
Las imágenes por resonancia magnética toman más tiempo que las
tomografías (a veces hasta una hora más) y son un poco más
incómodas. Usted debe permanecer acostado dentro de un tubo
estrecho, que podría ser confinante y puede que resulte molesto para las
personas que temen a los lugares cerrados. Algunas veces, se pueden
usar en cambio las máquinas más nuevas y más abiertas de MRI,
aunque puede que en algunos casos las imágenes no sean tan nítidas.
La máquina de MRI también produce un zumbido fuerte de modo que en
algunos lugares se proveen audífonos para ayudar a bloquear estos
ruidos.
Muchos centros tienen máquinas especiales que pueden hacer una PET
y una CT al mismo tiempo (PET/CT scan). Esto permite al médico
comparar las áreas de mayor radiactividad en la PET con la apariencia
más detallada de esa área en la CT.
Para más información sobre estos estudios por imágenes, lea nuestro
documento Estudios por imágenes (Radiología).
Análisis de sangre
Los análisis de sangre no se usan para diagnosticar melanoma, pero se
pueden hacer algunos análisis antes o durante el tratamiento,
especialmente para los melanomas más avanzados.
Cirugía
Inmunoterapia
Terapia dirigida
Quimioterapia
Radioterapia
A menudo, los melanomas en etapas iniciales se pueden tratar
eficazmente sólo con cirugía, aunque los cánceres más avanzados
frecuentemente requieren de otros tratamientos. Algunas veces, se usa
más de un tipo de tratamiento. Siga este enlace para obtener más
información sobre las opciones de tratamiento más comunes según la
etapa del melanoma.
CANCER DE COLON
cáncer de colon es el cáncer del intestino grueso (colon), que es la parte final del
tubo digestivo. La mayoría de los casos del cáncer de colon comienza como un
conjunto de células pequeño y no canceroso (benigno) denominado «pólipo
adenomatoso». Con el tiempo, algunos de estos pólipos pueden convertirse en
cáncer de colon.
Los pólipos pueden ser pequeños y causar pocos síntomas o no causarlos. Por
este motivo, los médicos recomiendan realizar análisis para la detección en forma
regular con el fin de ayudar a prevenir el cáncer de colon mediante la identificación
y extirpación de pólipos antes de que se conviertan en cáncer.
Síntomas
Debilidad o fatiga
Causas
En la mayoría de los casos, no se sabe con certeza qué es lo que provoca cáncer
de colon. Los médicos saben que el cáncer de colon ocurre cuando las células
sanas del colon presentan errores en su constitución genética, es decir, en el
ADN.
Diagnóstico
Examen para la detección del cáncer de colon
Las personas con riesgo promedio de padecer cáncer de colon pueden considerar
los análisis para la detección a partir de los 50 años. Sin embargo, las personas
con riesgo elevado, como quienes tienen antecedentes familiares de cáncer de
colon, deberían considerar comenzar con los análisis para la detección antes de
los 50 años. Los afroamericanos y los indígenas estadounidenses pueden
considerar comenzar con los análisis para la detección del cáncer de colon a los
45 años.
Existen diversas opciones de análisis para la detección; cada una de ellas tiene
sus ventajas y desventajas. Analiza las opciones con el médico para que juntos
puedan decidir qué análisis son adecuados para ti. Si se usa una colonoscopia
como análisis para la detección, se pueden extraer los pólipos durante el
procedimiento antes de que se conviertan en cáncer.
Diagnóstico del cáncer de colon
Colonoscopia
Si los signos y síntomas que presentas indican que podrías tener cáncer de colon,
el médico podría recomendarte una o más pruebas y procedimientos que
comprenden:
Etapas del cáncer de colon
Una vez que se te haya diagnosticado cáncer de colon, el médico solicitará
pruebas para determinar la extensión (el estadio) del cáncer. La estadificación
ayuda a determinar cuáles son los tratamientos más adecuados para ti.
Las pruebas de estadificación pueden comprender procedimientos de diagnóstico
por imágenes, como exploraciones por tomografía computarizada del abdomen, la
zona pélvica y el tórax. En muchos casos, el estadio del cáncer no se puede
determinar hasta después de la cirugía para tratar el cáncer de colon.
Estadio II. El cáncer alcanzó o atravesó la pared del colon o el recto, pero no se
diseminó a los ganglios linfáticos cercanos.
Estadio III. El cáncer invadió los ganglios linfáticos cercanos, pero todavía no afecta
otras partes del cuerpo.
Estadio IV. El cáncer se propagó a lugares distantes, como otros órganos (por
ejemplo, el hígado o los pulmones).
Tratamiento
Cirugía mínimamente invasiva. Los pólipos que no pueden quitarse durante una
colonoscopia pueden extraerse mediante una cirugía laparoscópica. En este
procedimiento, el cirujano realiza la operación mediante varias incisiones pequeñas
en la pared abdominal e introduce instrumentos con cámaras incorporadas que
muestran el colon en una pantalla de video. El cirujano también puede tomar
muestras de los ganglios linfáticos de la zona donde se encuentra el cáncer.
Cirugía para cáncer invasivo de colon
Colectomía parcial. En este procedimiento, el cirujano extrae la parte del colon que
contiene el cáncer, junto con un margen de tejido normal a cada lado del tumor. En
general, el cirujano puede volver a conectar las partes saludables del colon o el
recto. Con frecuencia, este procedimiento se puede realizar con un enfoque
mínimamente invasivo (laparoscopia).
Cirugía para crear una vía para eliminar los desechos del cuerpo. Si no
se pueden volver a conectar las partes saludables del colon o el recto, es
posible que necesites una ostomía. Este procedimiento implica crear una
abertura en la pared del abdomen, desde una parte del intestino restante,
para la eliminación de heces en una bolsa que se ajusta de forma segura
sobre la abertura.
Quimioterapia
La quimioterapia también se puede administrar para aliviar los síntomas del cáncer
de colon cuando se ha propagado a otras partes del cuerpo.
Radioterapia
La radioterapia usa fuentes de energía poderosas, como los rayos X, para destruir
las células cancerosas, reducir el tamaño de tumores grandes antes de una
operación para que puedan extraerse con mayor facilidad o aliviar los síntomas del
cáncer de colon y el cáncer de recto. La radioterapia, ya sea sola o combinada con
la quimioterapia, es una de las opciones de tratamiento estándar para el control
inicial del cáncer de recto, seguida de cirugía.
Bevacizumab (Avastin)
Cetuximab (Erbitux)
Panitumumab (Vectibix)
Ramucirumab (Cyramza)
Regorafenib (Stigvara)
Ziv-aflibercept (Zaltrap)
Los medicamentos dirigidos se pueden administrar solos o junto con la
quimioterapia. Dichos medicamentos dirigidos suelen reservarse para personas
con cáncer de colon avanzado.
Algunas personas mejoran con los medicamentos de terapia dirigida, mientras que
otras no lo hacen. Recientemente, los investigadores han progresado en
establecer quién es más propenso a obtener el mayor beneficio con estos
medicamentos de terapia dirigida. Hasta que haya más información al respecto,
los médicos comparan los posibles beneficios de los medicamentos dirigidos con
el riesgo de los efectos secundarios y el costo al decidir si recurrir o no a estos
tratamientos.
Inmunoterapia
CANCER DE TIROIDES
Causas
Alrededor del 80% de todos los cánceres de tiroides diagnosticados en los
Estados Unidos son de tipo carcinoma papilar y es más común en mujeres que
en hombres. Se puede presentar en la infancia, pero casi siempre se observa en
adultos entre las edades de 30 y 50 años.
SINTOMAS
El signo principal del cáncer de tiroides es un bulto (nódulo) en la tiroides, y la mayoría de los
cánceres no producen ningún síntoma (véase el folleto de Nódulos tiroideo). Las pruebas de
sangre en general no son de ayuda para encontrar el cáncer de tiroides y las pruebas de tiroides
como la TSH generalmente son normales, aun cuando el cáncer esté presente. El examen del
cuello por parte de su médico es la forma más común como se encuentran los nódulos y cáncer
de tiroides. Con frecuencia, los nódulos de tiroides se encuentran incidentalmente en pruebas de
imágenes como las tomografías computarizadas y los ultrasonidos del cuello realizados por
motivos no relacionados con la tiroides. Ocasionalmente, los mismos pacientes pueden
encontrar los nódulos al notar un bulto en el cuello al mirarse en un espejo, al abotonarse la
camisa o ponerse un collar. Raramente, los nódulos o cáncer de tiroides pueden causar
síntomas. En estos casos los pacientes se pueden quejar de dolor en el cuello, la mandíbula o el
oído. Si el nódulo es lo suficientemente grande para comprimir la tráquea o el esófago, puede
causar dificultad para respirar, para tragar, o causar un “cosquilleo” en la garganta. Rara vez,
puede producir ronquera si el cáncer irrita un nervio que controla las cuerdas vocales.
Los puntos importantes a recordar son que los cánceres que se originan en los nódulos tiroideos
generalmente no producen síntomas, las pruebas de función tiroidea son típicamente normales
aun cuando el cáncer este presente, y que la mejor manera de encontrar un nódulo tiroideo es
asegurarse de que su médico le examine el cuello como parte de su chequeo periódico
DIAGNOSTICO
Los resultados de la biopsia por aspiración con aguja fina de un nódulo tiroideo pueden sugerir
el diagnóstico de cáncer de tiroides y este puede ser determinado con certeza una vez que el
nódulo es removido con cirugía (Véase el folleto de Nódulos tiroideos). Aun cuando los
nódulos tiroideos son muy comunes, menos de 1 en cada 10 resultaran ser cáncer de tiroides.
TRATAMIENTO
Cirugía. El tratamiento primario de todas las formas de cáncer de tiroides es la cirugía (Véase
el folleto de Cirugía de la tiroides). La extensión de la cirugía para cáncer diferenciado de
tiroides (remover solo el lóbulo que tiene el cáncer- lo que se conoce como lobectomía- o la
tiroides completa -llamado tiroidectomía) dependerá del tamaño del tumor y de si el tumor está
o no limitado a la tiroides. A veces los hallazgos antes o al momento de la cirugía- tales como
extensión del tumor en las áreas a su alrededor o la presencia de ganglios linfáticos que están
obviamente afectados- indicarán que una tiroidectomía total sería la mejor opción. Algunos
pacientes tendrán cáncer de tiroides en los ganglios linfáticos del cuello (metástasis a los
ganglios linfáticos). Estos ganglios pueden ser removidos al momento de la cirugía inicial, o
algunas veces en una cirugía posterior si son detectados más adelante. En caso de cánceres muy
pequeños (< 1 cm) que están limitados a la tiroides, que afectan un solo lóbulo y sin evidencia
de haber afectado los ganglios linfáticos, una simple lobectomía (remover solo el lóbulo
afectado) se considera suficiente. Estudios recientes sugieren que tumores pequeños – llamados
microcarcinomas papilares de tiroides- pueden ser observados sin cirugía dependiendo de su
localización dentro de la tiroides. Después de la cirugía, la mayoría de los pacientes necesitan
tomar hormona tiroidea de por vida (véase el folleto sobre Tratamiento con hormona tiroidea).
Con frecuencia, el cáncer de tiroides se cura con solo la cirugía, especialmente si el cáncer es
pequeño. Si el cáncer dentro de la tiroides es grande o si se ha extendido a los ganglios
linfáticos del cuello, o si su médico piensa que usted tiene un riesgo alto de recurrencia, el yodo
radiactivo puede ser utilizado después de sacar la glándula tiroides.
Terapia con yodo radiactivo. (Se conoce también como terapia con I-131). Las células
tiroideas y la mayoría de los cánceres diferenciados de tiroides absorben y concentran el yodo.
Es por eso que el yodo radiactivo se puede usar para eliminar todo el tejido tiroideo normal que
quede después de la cirugía y potencialmente destruir también tejido canceroso residual (Véase
el folleto de Iodo radiactivo). El procedimiento usado para destruir tejido tiroideo residual se
conoce como ablación con yodo radiactivo. Esto produce altas concentraciones de Iodo
radiactivo en los tejidos tiroideos, lo cual hace que eventualmente mueran las células. Como la
mayoría de los otros tejidos en el cuerpo no absorben o concentran el yodo en forma eficiente,
el yodo radiactivo usado durante el procedimiento de ablación suele tener muy poco o ningún
efecto en los tejidos fuera de la tiroides. Sin embargo, en algunos pacientes que reciben dosis
más altas de yodo radiactivo para el tratamiento de metástasis de cáncer de tiroides, el yodo
radiactivo puede afectar las glándulas que producen la saliva y resultar en complicaciones como
sequedad de la boca. Si se necesitan dosis altas, puede haber un riesgo pequeño de desarrollar
otros cánceres más adelante. Este riesgo es muy pequeño y aumenta a medida que aumenta la
dosis de yodo radiactivo. Los riesgos potenciales del tratamiento pueden ser minimizados
utilizando la dosis más pequeña posible. El balancear los riesgos potenciales contra los
beneficios de la terapia con yodo radiactivo es una discusión importante que usted debe tener
con su médico si se le recomienda la terapia con yodo radiactivo.
Si su doctor recomienda tratamiento con yodo radiactivo, su nivel de TSH debe ser aumentado,
lo cual se puede lograr de dos maneras:
La primera es suspender las píldoras de hormona tiroidea (levotiroxina) por 3-6 semanas. Esto
trae como resultado que su cuerpo produzca niveles altos de TSH en forma natural. Esto
resultará en hipotiroidismo, lo cual puede traer síntomas como fatiga, intolerancia al frío, y
otros, que pueden ser significativos. Para minimizar los síntomas de hipotiroidismo, es posible
que su médico le recete T3 (Cytomel™, liotironina) que es una forma de hormona tiroidea de
acción corta, que se toma después de parar la levotiroxina y hasta dos semanas antes del
tratamiento con yodo radiactivo.
Alternativamente, la TSH se puede aumentar lo suficiente sin parar la hormona tiroidea,
inyectando TSH en su cuerpo. La TSH recombinante (rhTSH, Thyrogen®) se puede
administrar en forma de dos inyecciones en los días anteriores al tratamiento con yodo
radiactivo. El beneficio de esta forma de tratamiento es que usted puede continuar el
tratamiento con hormona tiroidea y evitar los posibles síntomas relacionados con el
hipotiroidismo.
Independientemente de que usted se vuelva hipotiroideo (suspendiendo la hormona tiroidea) o
use terapia con TSH recombinante, es posible que también su médico le recomiende una dieta
baja en yodo por 1 a 2 semanas antes del tratamiento (véase Dieta baja en iodo FAQ) lo que
resultará en mejorar la absorción de yodo radiactivo, maximizando el efecto del tratamiento.