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Historia Empresarial en una Universidad Latinoamericana, 1974 – 2010

Los orígenes del Grupo “Historia y Empresariado” (GHE) se remontan a 1974, en Bogotá,
cuando la enseñanza y la investigación sobre la historia empresarial colombiana se iniciaba en
la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes. El Grupo se aproxima al estudio
de diversos actores empresariales (empresas, empresarios, élites, grupos económicos,
asociaciones o “gremios” y familias empresariales) desde una perspectiva histórica. Lo
conforman profesionales de diversas disciplinas (sociólogos, historiadores y economistas),
pertenecientes al Área de Gestión de la Facultad.

Desde su creación hasta 1990, al Grupo lo integraban los profesores de la Facultad, Enrique
Ogliastri (Ph. D., Northwestern), Manuel Rodríguez (B. Litt., Oxford) y Carlos Dávila (Ph. D.,
Northwestern). En 1999, Luis Fernando Molina (M.A, Universidad Nacional de Colombia) se
unió al Grupo; Marco Palacios (D. Phil., Oxford) lo hizo en 2001, Beatriz Rodríguez
(economista Uniandina) en 2006, Julio Zuluaga (historiador, Univalle; estudiante del doctorado
en administración), en 2009 y Ana Milena Fayad (M.A., Uniandes; asistente graduada);
y Xavier Durán (Ph. D., LSE) se vinculó en junio de 2010.

Durante más de tres décadas las actividades principales de los integrantes han sido la
enseñanza y la investigación sobre la historia empresarial colombiana. El Grupo ha participado
en la difusión de la investigación realizada en otras regiones del país y contribuido a la
consolidación de la comunidad académica en historia empresarial de América Latina y
Colombia.

Como parte del programa Internacional de profesores visitantes distinguidos (Cátedra Corona)
que adelanta la Facultad, desde 1999 el Grupo ha invitado a historiadores empresariales
británicos, estadounidenses, australianos, españoles, mexicanos y argentinos. En diciembre
de 2006, se celebró un simposio internacional sobre "Estudios de historia empresarial en
México (1995-2005), examen y comparación con América Latina". El Grupo es una de las
entidades fundadoras del Grupo Cuatrinacional de Estudios Empresariales e Historia
Económica formado en 2006 por investigadores afiliados a universidades de Argentina,
México, España y Colombia. Su objetivo es producir nuevos conocimientos, con perspectiva
comparada, sobre historia económica y empresarial, y consolidar los nexos entre los
investigadores de los países que lo integran.

A través de la línea editorial de la Facultad (libros, series Monografías y Cátedra Corona), el


GHE, ha difundido parte de su producción de investigación, así como las contribuciones de
historiadores empresariales colombianos y extranjeros afiliados a otras instituciones.
Clasificación de Colciencias
El grupo de Historia y Empresariado es reconocido por Colciencias y clasificado en la
categoría “A”.
Líneas y Proyectos de Investigación
Historia de Empresarios (Entrepreneurial History)

Proyectos Llevados a Cabo en el Periodo 1976-2000

 Orígenes y formación del empresariado regional en Colombia (1870 – 1940).


 Papel de los inmigrantes en un país con poca inmigración (1870 - 1940).
 Poder, elites empresariales y desarrollo económico en Colombia (1950 – 1975).

Proyectos Actuales

 Historia de empresarios en el desarrollo colombiano (1850-2005).


 Historia del mercadeo en Colombia (1950 – 2005) –un proyecto conjunto con el área
de Mercadeo de la Facultad-.

Historia de los negocios (History of Business)

Proyectos Llevados a Cabo en el Periodo 1976-2000

 Historia de grandes organizaciones (cuatro): una compañía de seguros -La Equidad,


1970-2000-; un banco de ahorro y vivienda -CAV Colmena, 1973-1994-; una
cervecería -Bavaria, 1889-1989- y una entidad estatal de desarrollo regional -CAR,
1961-1986-.
 Historia del sindicalismo y relaciones laborales en Colombia (1960 – 1990).

Proyectos actuales

 Estrategia, estructura y desempeño de grupos económicos contemporáneos


colombianos (1970 – 2005)
 Caracterización socioeconómica de Bogotá (1870 - 1890).
 Observatorio de la historia empresarial colombiana y latinoamericana ( “estados de la
cuestión”: 1990;1992; 1996; 1999; 2003; 2008).

Productos de Investigación 2007-2013

Integrantes

Carlos Dávila Guevara Ladrón Director e investigador

arco Antonio Palacio Rozo Investigador

uis Fernando Molina Londoño Investigador

avier Durán Investigador

eatriz Rodríguez Satizabal Investigadora

artha Elizabeth Garavito Investigadora

na Milena Fayad Investigadora


lio Zuluaga Estudiante Doctorado

olmes Paez Estudiante Doctorado

uillermo Ruiz Estudiante Doctorado

Coloquios, Seminarios y Workshops


En 2007, el Grupo Cuatrinacional celebró su primer simposio en Cartagena (Colombia),
"Tendencias, métodos y fuentes en la historiografía reciente en México, España y Colombia".
En el 2008 tuvo lugar un pre-simposio en Bogotá, con los trabajos colombianos que fueron
presentados en el segundo simposio, celebrado en Saltillo (México) en 2009. El tercer
simposio tuvo lugar en Sevilla (España) en marzo de 2010, y fue precedido por una pre-
conferencia de los ponentes colombianos en Bogotá, en noviembre de 2009. El cuarto
coloquio tuvo lugar en Buenos Aires (Argentina) en noviembre de 2011. El quinto coloquio
realizó en Bogotá en octubre de 2012, con el apoyo del Centro de Estudios Económicos
Regionales (CEER) del Banco de la República, Sucursal Cartagena.

El Grupo también ha participado en la Asociación Colombiana de Historia Económica, creada


en 2007. Y con regularidad está presente en congresos internacionales de historia empresarial
y económica.

https://administracion.uniandes.edu.co/index.php/es/investigacion/grupos-de-
investigacion/historia-y-empresariado

El que no conoce su propia historia está condenado a repetirla". La sabiduría de esta idea
también se relaciona con la actividad empresarial y la ocasión de una entrega de Dinero
dedicada a la historia empresarial del país es propicia para traerla a consideración de los
lectores. En estos últimos 150 años, hay un arsenal de lecciones que le permiten al
empresariado aprender de su propia experiencia. Es una mirada al pasado que resulta al
menos tan sugestiva como la idea de planear estrategias para el futuro, que seduce a
diario a tantos empresarios y gerentes.

La materia prima para estudiar la historia del empresariado está, por supuesto, en los
archivos públicos nacionales y locales, en los registros de las notarías, los periódicos y
revistas. Sin embargo, también está bien cerca de la vida cotidiana y los afectos de los
empresarios, en los archivos privados de las empresas, de sus dueños, de los gremios y
en la memoria viva de los mayores en las organizaciones, los grupos económicos y las
familias. También se encuentra en la correspondencia de los negocios, en las actas de las
juntas directivas y los informes periódicos de la administración a los accionistas. La
historia convive con nosotros y marca profundamente el destino de nuestras
organizaciones.
¿Para qué preguntarse sobre el pasado empresarial del país? Con agendas nacionales
tan urgentes como las que se derivan de un TLC con Estados Unidos; o frente a agendas
personales sin respiro, como las cotidianas de los empresarios y sus gerentes
asalariados, vale la pena preguntarse sobre el sentido que puede tener para los
empresarios, los grupos económicos y los gremios indagar por su trayectoria y vicisitudes
en décadas pasadas. No hay una respuesta única. El conocimiento sobre el pasado
permite examinar cómo se manejaron situaciones similares a las enfrentadas hoy, pero
también deja claro que no hay soluciones mágicas. Quizá la mayor contribución de la
historia es ayudarnos a entender que los problemas empresariales tienen una complejidad
que se escapa a los diagnósticos simples. Esa gran lección debería ayudarnos a hacer
una pausa y ponderar con mayor cuidado distintas perspectivas antes de tomar
decisiones que pueden afectar la vida de centenares o miles de personas.

En otras sociedades, como Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón y Alemania, estas
temáticas son la esencia de un área académica conocida de tiempo atrás como la
business history, la historia empresarial. En la Harvard Business School, pionera en este
campo, existe desde mediados de la década de 1920; en Gran Bretaña desde comienzos
de los 50. Hay una tradición de preservar los archivos empresariales, que las empresas
abren a los investigadores académicos, y una larga trayectoria de publicaciones que
contribuyen a explicitar la memoria empresarial y a ponerla a disposición de un amplio
público. Las universidades de esos países valoran altamente a los investigadores, la
sociedad cree que tienen algo qué decir y las empresas se dejan estudiar. Hay un
entendimiento tácito en el sentido de que reconstruir con criterio crítico y riguroso
aspectos de la trayectoria histórica del empresariado de un país contribuye a su acervo e
identidad cultural, de la misma manera en que lo hace el análisis de las manifestaciones
culturales, de los movimientos populares o de los grandes conflictos sociales.

Hoy en Colombia la historia empresarial es tema de estudio en cerca de veinte


universidades, públicas y privadas, de Bogotá, Medellín, Cali, Barraquilla, Bucaramanga,
Pereira, Cartagena y otras ciudades, en donde existen cursos de historia empresarial de
Colombia y una naciente actividad de investigación en varias de ellas. Ya se cuenta con
una bibliografía especializada que ha crecido gradualmente desde comienzos de la
década del 90, producto del trabajo de investigadores colombianos e historiadores
extranjeros. La temática se introdujo en la Facultad de Administración de la Universidad
de los Andes hace 30 años y desde entonces es un curso básico para sus estudiantes. No
se trata de "historia patria" de fechas a memorizar, héroes a entronizar y malvados a
satanizar, sino de la reconstrucción y análisis crítico de procesos, estructuras, actores,
estrategias y resultados relacionados con la actividad empresarial en períodos, unidades
productivas, sectores y regiones específicas. La historia empresarial está fundamentada
en la historia económica y social, pero se mueve en el nivel micro, no de los grandes
agregados ni de los ejercicios econométricos; por demás útiles para otros fines, como lo
demostró un seminario internacional sobre avances recientes en la historia económica
"cliométrica" colombiana que organizó el Banco de la República el mes pasado.

¿Cuáles son algunos rasgos del empresariado colombiano que comienzan a insinuarse,
gracias a la historiografía empresarial y cuyo estudio más a fondo puede orientar futuras
investigaciones sobre historias de empresas colombianas, biografías de empresarios,
historias de negocios y sectores específicos así como de asociaciones (gremios) de la
producción y los servicios? Entendiendo que el empresariado colombiano conforma una
galaxia antes que un sector homogéneo, a continuación se esbozan unos pocos de esos
rasgos:

- Desde sus orígenes, el empresariado colombiano ha sido altamente diversificado en sus


negocios e inversiones. No tener "todos los huevos en la misma canasta", diversificar el
riesgo, incursionar en múltiples negocios con miras a integrarlos vertical y
horizontalmente, hacia adelante y hacia atrás. Estrategia y lógica que la globalización ha
desafiado, como lo muestran los grandes grupos económicos: de la euforia diversificadora
de hace diez años todos se han movido a redescubrir su core business. Interesante:
Santiago Eder, el fundador de La Manuelita, hizo algo semejante cuando fundó en 1901 el
primer ingenio moderno, luego de 40 años de ser el "campeón de la diversificación".
¿Habrá algo cíclico en la diversificación?

- Aunque se registran cambios en las últimas décadas en la estructura familiar, la familia


ha sido esencial en la vida empresarial del país. Esta no se comprendería sin referirse a
las redes familiares, los linajes y las empresas familiares, así como a las redes de
amistad. La familia no es solo una unidad de producción (y reproducción), sino que se
fundamenta en la confianza (trust) y las solidaridades propias de la consaguinidad. Por
ello, las alianzas familiares por medio de las redes de casamientos para preservar el
parentesco, y el capital, y la práctica premoderna de "hacer negocios con gente conocida:
gente como uno". Seguimos en la etapa del "capitalismo familiar", que hace cien años en
Estados Unidos ya había cedido al "capitalismo gerencial". De los cuatro más grandes
grupos económicos (los "cacaos"), tres son familiares. Una curiosidad: los bancos
antioqueños de la segunda mitad del siglo XIX eran familiares; y esas familias fueron
luego pioneras de la industrialización. Surgieron alrededor de las casas de comercio:
"Hijos de . y Cía." (Restrepos, Villas, Santamarías, etc.). ¿Se sigue reflejando la jerarquía
de la familia en la estructura de la empresa familiar?

- En el país, el "capital político" ha sido un factor importante en el proceso de acumulación


de capital, función distintiva del empresariado. Décadas de proteccionismo le dejaron la
herencia de "jugar al sistema" en vez de "jugar al mercado" como verdaderos capitalistas:
el monopolio y la sombra protectora de las rentas y del Estado son más cómodas que la
competencia y la globalización. No ha sido extraño que los empresarios colombianos
hayan estado cerca de la política y el Estado, una estrategia para propender por sus
intereses frente a las políticas públicas y disminuir la incertidumbre institucional en un
mercado altamente politizado. ¿Es tan diferente -como algunos dicen- el sector público
del privado, en un país con larga experiencia en que lo público sea un "asunto privado"?

- Los conflictos partidistas (y su máxima expresión en las numerosas guerras civiles del
siglo XIX) tuvieron costos y beneficios para los empresarios, dependiendo de su filiación
política: algunos prosperaban con las guerras. Las formas de participación de los
empresarios en la política han sido múltiples, incluyendo desde la financiación de
campañas políticas, el desempeño de cargos públicos de elección popular así como de
nombramiento, el monopolio de rentas (aguardiente, sal, degüello de ganado) cuando el
Estado era aún más débil que ahora, e incluso, hasta la financiación del Estado. Los
Montoya Sáenz en la década de 1830 y Pepe Sierra en los albores del siglo XX fueron
prestamistas del gobierno que atravesaba penurias fiscales. Hernando Caicedo, el
dirigente conservador de los años 1950, fue a su vez un capitán de industria en el sector
azucarero y promotor de Asocaña. En sus años de gloria, hace apenas dos decenios,
Jaime Michelsen, cabeza del grupo Grancolombiano, hacía "temblar al país": tanto a la
Comisión de Valores que intentó controlarlo, como a la Superintendencia Bancaria que
fue solícita en complacerlo. Algo que sorprende al observador extranjero: miembros de
conocidas familias de empresarios han sido presidentes del país durante varias
generaciones: Carlos E. Restrepo, Alfonso López Pumarejo, Pedro Nel Ospina Vásquez,
Mariano Ospina Pérez, entre otros. Por ello, no hay que sorprenderse si un presidente del
gremio de los comerciantes llega a ser ministro de Estado o si un ministro saliente pasa a
presidir una empresa. ¿Será que después del Frente Nacional aumentó el expertise
nacional para "capturar el Estado" por parte de sectores empresariales y de otros sectores
(maestros, burocracia sindical)?

- En un "país de regiones", fragmentadas e incomunicadas hasta hoy por la geografía, con


mercados regionales y con bases económicas diferentes, la Nación como tal tardó mucho
en constituirse. El empresariado se formó con raíces, culturas e identidades locales y
regionales. Y empresarios e iniciativa empresarial se dieron en varias regiones del país. A
medida que ha aumentado el conocimiento del pasado empresarial, el "mito paisa" que
pregonaba que Antioquia era la única región en que florecían la ética, el entrepreneurship
o espíritu (y cuerpo) empresarial, se han ido quedando sin pie. Hoy se sabe que en
Santander de fines del siglo XIX los comerciantes de la "calle del comercio" de
Bucaramanga que negociaban importando mercancías extranjeras y exportando "frutos
del país" (tabaco, quina, añil, luego café), aunque no gozaban de la abundancia de oro de
los antioqueños, poco tenían para envidiarles en cuanto a habilidades en los negocios.
Por otra parte, los prejuicios cachacos sobre los costeños se han ido desmoronando al
descubrirse -gracias al empeño de un grupo de historiadores de primera línea de esa
región- el papel del tabaco de Carmen de Bolívar; el complejo know how para articularse
en el comercio internacional que manejaron inicialmente los comerciantes de Santa Marta
y desde finales del siglo XIX los empresarios cosmopolitas de Barranquilla y Cartagena,
que tenían filiales de sus casas de comercio en el exterior y que luego se embarcaron en
proyectos industriales (industria metalmecánica, ingenios azucareros, petróleo,
frigoríficos) con variadas experiencias de éxito y fracaso, modernizaron los puertos, se
destacaron en la navegación fluvial y se asociaron con inmigrantes extranjeros. Desde la
Costa, tuvieron una visión más global que aún ahora es difícil de lograr desde las
montañas del interior del país.

- A diferencia de otros países latinoamericanos, Colombia no fue un país de inmigrantes;


los pocos centenares que llegaron no se comparan con los siete millones de europeos
que poblaron Argentina y Brasil entre 1870 y 1940. Los extranjeros que se aventuraron en
la "tierra de El Dorado" fueron inicialmente ingenieros y técnicos de minas que se
asentaron en Antioquia a mediados del siglo XIX, seguidos por comerciantes alemanes
que llegaron a Santander. Luego, en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo
XX, capitanes de barco ingleses, algunos italianos y franceses y comerciantes de Curazao
que se quedaron en los puertos de la Costa Caribe; en las primeras décadas del siglo XX
llegaron al interior de la Costa los siriolibaneses; y en los años 30 del siglo XX,
inmigrantes japoneses se localizaron en el Valle del Cauca. Lo interesante es que esos
contados inmigrantes en su mayoría se distinguieron como empresarios, gozaron de
aceptación (hoy sigue siendo así), se casaron y se integraron a la sociedad local, trajeron
una visión del mundo industrializado, estaban familiarizados con la tecnología y tenían
conocimiento del comercio internacional, contactos e información que les dieron ventajas
que aprovecharon con criterio empresarial. Es decir, desplegando afán de lucro,
innovación, capacidad de detectar las oportunidades, toma de riesgos, evitando el
despilfarro, adaptándose a la inestabilidad jurídica e institucional, al vaivén incesante de
las reglas de juego. Lo interesante es que -con matices entre regiones del país- los
colombianos que no tenían esas ventajas comparativas desarrollaron esas mismas
capacidades empresariales, poniendo una certera estocada sobre el lomo de las teorías
que afirmaban, y que se reviven periódicamente en algunos cocteles bogotanos, una
supuesta falta de espíritu empresarial, por razones culturales, en estas tierras del trópico.

http://www.dinero.com/columnistas/edicion-impresa/articulo/a-quien-interesa-historia-del-
empresariado/24738

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