FACULTAD DE INGENIERIA
INGENIERIA INDUSTRIAL
Teoría económica
Integrantes:
Cruz Quispe Catherine
Docente: Ing. Msc.
Fecha de entrega: 31/05/2017
La paz – Bolivia
Pagina 92-99
El neoliberalismo se encontró con una economía bastante dolarizada, lo que le obligo a
estabilizar primero el mercado cambiario, garantizando las transacciones en moneda
extranjera, legalizando la dolarización y ajustando los precios de los bienes y servicios
producidos por las empresas públicas.
DORIA MEDINA (1990:186), señalaba que el control de la inflación y la estabilidad
económica de Bolivia se explicaban por el soporte financiero de alrededor de 600
millones de dólares que generaba la economía coca-cocaína anualmente. Los dólares
del narcotráfico en parte van a parar a las ventanillas del BCB, el saldo se lava en el
mercado paralelo, la banca y el contrabando.
La política cambiaria cumplió su objetivo como ancla nominal de la inflación, en la
estabilidad de precios, logrando controlar las expectativas inflacionarias y cambiarias
en la economía boliviana, aunque debe quedar claro, que lo hacía en un ambiente
persistente de recesión económica y de profundización de la dolarización.
Sin embargo la política cambiaria también tuvo serias limitaciones:
- No pudo ser muy activa, por el efecto de transmisión de la devaluación a la
inflación, debía privilegiar la estabilidad de precios (efecto pass-through).
- Las exportaciones no manufactureras, son poco sensibles a las depreciaciones al
tipo de cambio.
- Se señala que la inelasticidad de las exportaciones al tipo de cambio real se debe a
que, como exportadores de materias primas, somos tomadores de precios en los
mercados internacionales y contrariamente la industria nacional tiene que competir
con las importaciones que si son elásticas respecto al tipo de cambio real. Por
tanto, un tipo de cambio real más alto sería más protector.
- Más del 90% de los depósitos y la cartera de los bancos estaban en dólares
americanos, en consecuencia, por la sensibilidad del sector la política cambiaria no
podría ser agresiva. El dólar se utilizaba como una moneda de reserva de valor.
En realidad se puede afirmar que la política cambiaria aplicada en el periodo de
estabilización y en años posteriores, profundizo la dolarización de la economía
boliviana.
Los agentes económicos, las familias, las empresas, los bancos tenían seguridad en la
política de devaluación que implementaba el banco central de Bolivia, es decir, de
apreciación del dólar respecto a la moneda nacional, y por tanto esperaban ganancias
de capital, seguras y permanentes mientras estos mantengan depósitos o efectivos en
dólares estadounidenses.
Por otro lado, la política monetaria del Banco Central de Bolivia estuvo sesgada en una
línea indirecta de fortalecer la dolarización de la economía, con medidas como la
remuneración al encaje legal en moneda extranjera, al encaje de moneda nacional con
mantenimiento de valor, a la compensación de monedas por desencaje y otras.
El tipo de cambio efectivo y real (REER, por sus siglas en ingles) de Bolivia, muestra
desde junio de 1990 hasta el 2005 un boliviano altamente depreciado en términos
reales, esto significa que en la política cambiaria aplicada los años 90 hasta el 2005, se
deprecio la moneda nacional de una manera excesiva y este hecho no trajo ningún
incremento ni diversificación sustancial de la actividad exportadora no tradicional en
nuestro país.
Finalmente se puede decir que la política cambiaria aplicada por el Banco Central de
Bolivia hasta el 2005, por el alto grado de dolarización de la economía boliviana,
genero las condiciones para la enorme acumulación de ganancias por los banqueros y
en un primer momento, de los agentes del mercado paralelo.
Política financiera:
Como era de suponerse, el D.S.N° 21060 también liberalizo absolutamente el mercado
del dinero. Se autorizó a los bancos y a todas las instituciones financieras del sistema,
a efectuar todo tipo de operaciones en moneda extranjera o moneda nacional con
cláusula de mantenimiento de valor, cuyas condiciones financieras debían establecerse
de acuerdo a la oferta y la demanda.
Se autorizó recibir depósitos a plazo fijo en moneda extranjera o moneda nacional con
mantenimiento de valor, otorgar créditos en moneda extranjera o en moneda nacional
con mantenimiento de valor.
Se dejó “al convenio de las partes” la fijación de la tasa de interés, pero en la practica la
definición definición de la tasa de interés no resultaba de una negociación de partes,
sino que eran fijadas por los bancos y entidades financieras, el cliente no tenía otra
opción que tomar o dejar el crédito de acuerdo a su necesidad.
Los depósitos y cualquiera otra operación en moneda extranjera y en moneda nacional
con mantenimiento de valor quedaron exentos de encaje legal.
Asimismo, se autorizó al sector bancario realizar operaciones de comercio exterior
como ser: cartas de crédito, avales y fianzas, avances y aceptaciones, préstamos para
el financiamiento respectivo con sus corresponsales en el exterior y otros sistemas
generalmente aceptados en la banca internacional en favor de los importadores y
exportadores del país, cuyas condiciones financieras, de comisión y otras también
deberían ser establecidas por la oferta y la demanda.
Desde 1987 y en los años siguientes se observó lo que podría haber sido un proceso
de repatriación de capitales, las tasas de intereses domesticas fueron mayores a las
tasas internacionales, hubo una fuerte caída de las tasas en los Estados Unidos y los
depósitos en el país tuvieron un alto crecimiento, igualmente, aunque siempre en
menor medida, crecía la cartera de los bancos.
Las operaciones en moneda extranjera se contribuyeron en el eje dinamizador de las
operaciones financieras, aunque a un costo altísimo para la economía boliviana: la
dolarización. Los bancos se sentían muy cómodos prestando en dólares
estadounidenses y quienes tenían cada vez más peso en las espaldas, eran los
prestarios que debían pagar no solamente la tasa de interés pactada, sino que
adicionalmente tenían que incluir entre sus costos la compra de dólares para el pago
de sus deudas, enfrentando cada vez un dólar estadounidense más caro.
En 1987 tres bancos tres bancos fueron intervenidos y posteriormente liquidado: Banco
de crédito Oruro S.A. Banco de vivienda Sam y Banco de Potosí S.A., poco después
ocurrió lo mismo con el Banco del Progreso.
el D.S.N° 21060 de julio de 1987 llamado de “Reactivación Económica”, entre otras
cosas destino recursos al sector productivo a través de créditos refinanciados por el
Banco Central de Bolivia y transferidos mediante las entidades de intermediación
financiera, recursos originados en créditos externos concedidos al país principalmente
por organismos multilaterales. De esta manera el Banco Central se convertía en el
principal financiador de proyectos de inversión de mediano y largo plazo.
Un par de años posteriores a 1987, el sistema financiero atravesaba una etapa de
recomposición con crecimientos de depósitos , lo cual se vio afectado en las elecciones
de 1989 ante la llegada de Jaime Paz Zamora al gobierno, con fuertes retiros de dinero
que, sin embargo, tuvieron una pronta recuperación. Los retiros de depósitos fueron
cubiertos oportunamente por créditos de liquidez del banco central.
En 1991, en el marco de la ortodoxia privatizadora de la economía, dejan de operar y
son cerrados los bancos estatales: Banco del Estado, Banco Agrícola de Bolivia y
Banco Minero. Se traspasaron las cuentas fiscales al manejo oneroso de la banca
privada.
EL MODELO NEOLIBERAL EN BOLIVIA 1985-2005