Todo estaba bien, hasta que la rana empujó a la ranita y la tiró, sin
que el niño se diera cuenta, pero cuando se dio cuenta la volvió a
regañar. El niño, el perro y la tortuga se molestaron de nuevo con ella.
*
¡Era la ranita que había regresado! Saltó por la ventana y cayó encima
de la rana grande. El niño, el perro y la tortuga se alegraron. *