Los pensamientos tóxicos son como veneno; pero las buenas noticias son que
puedes romper el ciclo de pensamiento tóxico. También puedes revertir sus
efectos. Y una vez que ese ciclo ha sido roto, tus pensamientos pueden
empezar a mejorar cada día de tu vida — tus relaciones, tu salud y aun tu éxito.
Quiero presentarte la docena sucia: aquellas áreas de nuestra vida que son el
objetivo de una forma de pensar tóxica: Pensamientos tóxicos; emociones
tóxicas; palabras tóxicas; decisiones tóxicas, sueños tóxicos; semillas tóxicas;
fe tóxica; amor tóxico; toques tóxicos; seriedad tóxica; salud tóxica; horarios
tóxicos.
Ningún sistema del cuerpo se salva cuando el estrés anda suelto. Una
interminable lista de investigaciones demuestran que hasta el 80 por ciento de
los problemas de salud físicos, mentales y emocionales de hoy en día pueden
ser el resultado directo de nuestros pensamientos. Pero hay esperanza. Puedes
romper ese ciclo de pensamientos tóxicos y empezar a construir patrones
saludables que traen paz a una vida de pensamientos tormentosos.
Debido a que desde muy temprana edad se me enseñó que mejorar siempre es
una posibilidad, cuando me uní a la comunidad científica, me fue muy difícil
entender esta manera negativa de mirar las cosas. Pensé que debía haber algo
más que podríamos hacer para alcanzar niños con dificultades de aprendizaje,
pacientes con heridas en la cabeza y gente que estaba desesperada por
obtener paz en sus mentes.
¿Te suena familiar? «Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre
bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la
decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes
puedan vivir!» (Deuteronomio 30:19, Nueva Traducción Viviente).
Los pensamientos no tóxicos, sanos, ayudan a nutrir y crear una base positiva
en las redes neuronales de la mente. Estos pensamientos positivos fortalecen
reacciones en cadena positivas y liberan bioquímicos, tales como endorfinas y
serotonina, desde la farmacia natural del cerebro. Dentro de estos ambientes
positivos, florece el intelecto, y con éste, la salud mentad y la salud física.
Para cada principio, he diseñado una serie de preguntas para barrer el cerebro.
Créelo o no, estas preguntas provocan más que una simple reflexión. Estan
diseñadas para llevar el pensamiento de tu cerebro a una secuencia especifica
basada en la ciencia del pensamiento. Investigué y desarrollé este proceso para
mi maestría, y ha sido usado para ayudar a las personas a aprender, pensar,
entender y mejorar sus vidas con un éxito grandioso.