DEPARTAMENTO DE HISTORIA
NACIONES Y REGIONES EN COLOMBIA II
PROFESOR: DAVID PRADO
ESTUDIANTE: GERMÁN EDUARDO SUÁREZ RODRÍGUEZ
CÓDIGO: 102414010620
12 de mayo de 2016
Desde los eventos desatados por la revolución francesa, las élites gobernantes
en Hispanoamérica temían por una emulación de las prácticas punitivas y
sanguinarias que ciertos sectores sociales (como las castas) podrían ejercer sobre
ellos. Después de las independencias de las colonias españolas y su paulatina
constitución como repúblicas, las estructuras jerárquicas mostraron ciertas
permanencias (con respecto a las instituciones gubernamentales) con el sistema
monárquico, pero también heredaron sus temores con respecto al alzamiento de
sectores de la población con pretensiones políticas, pues, ya no sólo estaba el
caso de la revolución francesa sino que más recientemente la revolución haitiana
daba ejemplo de cómo una clase de negros y mulatos luchaba por el poder y
buscaba reivindicaciones socio-raciales.
Así pues los indios y negros (y por extensión toda su descendencia) tenían la
primera certeza, si estaban bautizados en la religión católica podrían adquirir la
segunda. En la época republicana estaban bastante normalizados los
sacramentos católicos por una larga tradición durante la colonia, de esta manera
los pardos ya tenían las dos primeras certezas, por lo cual podrían distinguir el
bien del mal y unirse a la causa patriota que formaría la República. Simón Bolívar
procuró captar las simpatías de pardos, mulatos y negros proclamando en 1816 la
liberación de los esclavos, sin duda con propósitos militares.
Ahora bien, los actos de acción política de los pardos ¿eran una amenaza para
la República? Se cree que no. Con la revolución liberal se había dado origen a una
utopía de igualdad sin hacer reparo en raza o estatus social con la invención del
ciudadano, al menos a nivel teórico, pero con la moral social del momento valía
mucho el blanqueamiento de sangre en los sectores de mulatos y pardos.
En los casos en que los pardos accedían al poder solían tener problemas con
miembros de las élites por el monopolio comercial, por el dominio de una flota o
como ejemplifica Conde con el caso de Remigio Márquez por retener un
cargamento propiedad del hijo del precursor de la patria, y la resolución de la
querella se hacía mediante pasquines que fomentaban la acción violenta entre
sectores raciales. Finalmente se puede concluir que muchas de las
desavenencias entre sectores sociales, mandos militares, prestantes
personalidades regionales no eran “más que una cuestión de pigmento”.
REREFENCIAS