06 - Kosacoff - Hacia Un Nuevo Modelo Industrial

Kosacoff final.
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HACIA UN NUEVO MODELO INDUSTRIAL

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BERNARDO KOSACOFF
HACIA UN NUEVO
MODELO INDUSTRIAL
IDAS Y VUELTAS DEL
DESARROLLO ARGENTINO
CLAVES PARA TODOS

COLECCIÓN DIRIGIDA POR JOSÉ NUN
C i CAPITAL INTELECTUAL
Director José Nun

Editor general Jorge Sigal
ÍNDICE
Edición Luis Gruss
Introducción 9
Coordinación Cecilia Rodriguez
Corrección Mariana Santángelo Capítulo uno
Diagramación Verónica Feinmann Primeras fases 11
Ilustración Miguel Rep
Capítulo dos
Producción Néstor Mazzei
Después de la deuda (1982-1990) 23
Derechos exclusivos de la edición en castellano reservados para todo el mundo: Capítulo tres
© 2007, Bernardo Kosacoff
© 2007, Capital Intelectual Plan de convertibilidad 51
Francisco Acuña de Figueroa 459 (1180) Buenos Aires, Argentina
Teléfono: (+54 11) 4866-1881 Capítulo cuatro
1ª edición: 6.000 ejemplares Un contexto diferente 65
Impreso en Talleres Gráficos Nuevo Offset, Viel 1444, Cap. Fed., en abril
de 2007. Distribuye en Cap. Fed. y GBA: Vaccaro, Sánchez y Cía. S.A.
Distribuye en interior y exterior: D.I.S.A. Queda hecho el depósito que prevé Capítulo cinco
la ley 11.723. Impreso en Argentina. Todos los derechos reservados. Ninguna Hacia un nuevo modelo 79
parte de esta publicación puede ser reproducida sin permiso escrito del editor.
Pedidos en Argentina: pedidos@capin.com.ar
El autor 95
Pedidos desde el exterior: exterior@capin.com.ar
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Le Monde diplomatique, edición Cono Sur • Fem, femenina y singular
Mirá Quién Vino, Vinos y Gastronomía • Pasión Celeste y Blanca • Estación Ciencia
Fundadores de la Izquierda Latinoamericana
338.9 Kosacoff, Bernardo

CDD Hacia un nuevo modelo industrial: idas y vueltas del desarrollo argentino.
1a ed., Buenos Aires, Capital Intelectual, 2007
96 p.; 20x14 cm. (Claves para todos, dirigida por José Nun, Nº 67)
ISBN 978-987-614-015-7
1. Desarrollo Industrial Argentino. I. Título
Escríbanos a info@capin.com.ar
INTRODUCCIÓN
El proceso de industrialización en Argentina arranca a fines del siglo

pasado acompañando al modelo agroexportador, vigente hasta la
década del 30 del siglo pasado. A partir de ese momento la indus-
tria pasa a ocupar un lugar de privilegio en la economía argentina.
Lo hace bajo la modalidad del proceso de sustitución de impor-
taciones. En su segunda fase –que comenzó en 1958– las activi-
dades industriales fueron el motor de crecimiento de la economía,
creadoras de empleos y la base de la acumulación del capital.
Asimismo, en esos años, se fue generando una capacidad tecno-
lógica muy destacada en el ámbito latinoamericano.
Pero a mediados de los años 70 este modelo de industrialización
presentó un conjunto de dificultades. Éstas incluían aspectos rela-
cionados con la propia organización industrial –escala de plantas
muy reducida, falta de subcontratación y proveedores especiali-
zados, escasa competitividad internacional– y con el funcionamiento
macroeconómico en general –fuertes transferencias de ingresos,
saldos comerciales externos deficitarios, volatilidad–.
Simultáneamente, el dinamismo de las sociedades de mayor
industrialización estaba generando el pasaje a un nuevo esquema
HACIA UN NUEVO MODELO INDUSTRIAL 9

tecno-productivo, con modelos de organización de la produc- CAPÍTULO UNO

ción industrial que incorporaban una lógica muy distinta a los
modelos de producción masiva prevalecientes. Uno de los ele-
PRIMERAS FASES
mentos clave que viabilizaron estos cambios fue el extraordinario
desarrollo de la microelectrónica, que permitió operar el pasaje
del mundo de lo electromecánico al mundo de lo electrónico. En
contraposición, ante las dificultades de recrear el dinamismo indus-
trial en la sociedad argentina, la respuesta local no pasó por apro-
vechar los acervos tecnológicos acumulados en la etapa anterior,
para superar sus dificultades, sino por un intento de reforma
estructural asociado a la apertura de la economía. Sin embargo,
el fracaso de su instrumentación en el período 1976-1981 concluyó
con un proceso de desarticulación productiva.
Durante las décadas del ochenta y noventa se fue gene-
rando un modelo de organización de la producción de bienes indus-
triales muy distinto al anterior modelo sustitutivo. Articuladas por
los cambios en la frontera técnica internacional y el marco de ines-
tabilidad e incertidumbre macroeconómica, se fueron gestando La estructura industrial de Argentina está sustentada en un largo
modificaciones a nivel institucional, sectorial, microeconómico y sendero evolutivo de más de un siglo. A medida que la indus-
de inserción externa de la industria. Y a partir del colapso de la tria producía bienes fue generando simultáneamente procesos
convertibilidad se está verificando la recuperación del sector manu- de aprendizaje e incorporación de tecnología, calificación per-
facturero en la búsqueda de convertirse –nuevamente– en un pilar manente de los agentes económicos, un marco institucional y
del desarrollo económico y social. regulatorio, la inserción en la división internacional del trabajo,
El objetivo del presente trabajo es analizar las principales la organización económica de sus mercados y la articulación con
características del sector industrial argentino y las fases de su otras actividades económicas. Los cambios significativos a tra-
desarrollo en el proceso evolutivo de más de un siglo, en espe- vés del tiempo, en cada uno de los aspectos señalados, fueron
cial, sus rasgos estructurales en la década de 1980, los cambios articulando la organización social para la producción de bienes
acaecidos durante la instauración del Plan de Convertibilidad manufacturados. En su evolución, la economía argentina se fue
–entre 1991 y 2001–, las transformaciones que se generaron recien- destacando por su grado de industrialización en el ámbito lati-
temente entre 2002 y 2006 y una evaluación final sobre las noamericano. Ahora bien, si el punto de comparación es el de los
posibilidades de fortalecer la competitividad y los caminos del países más avanzados, sus rasgos centrales son los característicos
desarrollo industrial. de una economía semiindustrializada.
10 BERNARDO KOSACOFF HACIA UN NUEVO MODELO INDUSTRIAL 11

Considerando la participación de las industrias manufactu- de 1930. El segundo período se extiende hasta fines de 1970 en
reras en el producto bruto interno en el período 1900-1990, se un marco de una economía semicerrada en el denominado
pueden observar los cambios más importantes en el grado de modelo de industrialización sustitutivo de importaciones (ISI),
industrialización del país. que en sus cinco décadas abarca a su vez subperíodos diferen-
ciados. El tercero, por último, se inicia con el fracaso de la política
de apertura (1979-81) y con la larga desarticulación macroeconó-
CUADRO UNO
mica del país desde mediados de los setenta hasta 1990.
Participación de la industria manufacturera en el PBI (porcentajes)
El modelo agroexportador se basaba en la especialización
Período Participación argentina en la producción de granos y carnes a partir de la explo-
tación de sus abundantes y competitivos recursos naturales. Desde
1900-1909 15,35 su consolidación institucional el país generó una vigorosa inser-
1910-1919 16,54 ción internacional en función de sus dinámicas exportaciones de
1920-1929 18,65 bienes primarios y la importación de capitales y manufacturas, en
1930-1939 21,06 una economía abierta y con regulación automática del patrón oro.
1940-1949 24,22
Sus fluctuaciones económicas estaban asociadas a las condicio-
nes climáticas –que afectaban el nivel de las cosechas– y al ciclo
1950-1959 24,80
económico de Gran Bretaña, que era el principal articulador con
1960-1969 28,18
el escenario internacional.
1970-1979 27,23 Simultáneamente, comenzaron a aparecer las condiciones
1980-1990 23,60 para una incipiente industrialización del país, que responden en
Fuente: Datos del Banco Central disponibles en 1991.
gran medida a los “impulsos” que Alberto Hirschman describió
1
para América Latina. Entre ellos podemos mencionar:
La participación creciente e ininterrumpida de la industria en la • La existencia de bienes competitivos del sector primario que
economía argentina se extiende hasta mediados de la década del requieren de algún tipo de transformación industrial final para
70, punto en el cual se inicia un retroceso permanente de su impor- exportarse (frigoríficos, tanino, cuero, lana, harinas, etc.).
tancia. Esta caída es de tal magnitud que el grado de industriali- • La corriente inmigratoria europea con calificaciones pre-
zación de inicios de los noventa fue similar a los valores de la vias en el área industrial.
década del 40.
A grandes rasgos se pueden individualizar tres grandes perío-
dos en la industrialización argentina. El primero comienza alre- 1. Ver Hirschman, A., “La economía política de la industrialización a través de la
dedor de 1880, cuando el país modifica radicalmente su inserción sustitución de importaciones”, en El Trimestre Económico, Vol. XXXV, Nº 140,
México, 1968.
internacional bajo el modelo agroexportador, y finaliza con la crisis

• El temprano desarrollo generalizado de la educación y la espe- durante este subperíodo que continúa hasta el comienzo del primer
cialización técnica y profesional. gobierno de Perón en 1946.
• Las dificultades de abastecimiento externo en la Primera En esta nueva etapa que se extiende por una década, la indus-
Guerra Mundial. trialización se profundiza en forma acelerada. Se articula funda-
• Las demandas derivadas de las producciones primarias y mentalmente por una expansión de las actividades existentes
de infraestructura (los grandes talleres de mantenimiento ferro- mediante la utilización intensiva de la mano de obra y un ensan-
viario, maquinaria agrícola, cemento, etc.). chamiento del mercado interno, incorporando al mismo al conjunto
• Los costos de transporte y las protecciones naturales. de la población. El Estado pasa a tener un papel muy activo en la
• El progresivo y acelerado aumento del tamaño del mercado producción de insumos básicos y en la aplicación de una variada
interno. gama de instrumentos de política: administración de cuotas de impor-
Estos factores determinaron que Argentina fuese desarrollando tación, financiamiento –vía el Banco de Crédito Industrial y las líneas
la estructura industrial más destacada de la región, que antes de de redescuento del Banco Central–, promoción sectorial, mecanis-
la crisis del modelo ya representaba el 20 por ciento del PBI, con mos extra-arancelarios, etc. Con una clara especialización en la pro-
más de 50 mil establecimientos. ducción de bienes de consumo orientada exclusivamente hacia el
El agotamiento de la expansión de la frontera agropecuaria, mercado interno, el desarrollo industrial encontró obstáculos para
acompañado de la crisis internacional de 1929 y las conflictivas mantener su dinamismo a medida que creció su obsolescencia
relaciones triangulares entre Argentina, Gran Bretaña y EE.UU., tecnológica y que no tuvo posibilidades –empresariales y tecnoló-
pusieron fin al funcionamiento del modelo agroexportador. El con- gicas– de avanzar hacia procesos productivos más complejos, en un
trol de cambios de 1931, la vigencia de los permisos previos de contexto de permanentes restricciones en su balance de pagos.
importación en 1933, el desdoblamiento del mercado cambiario A partir de 1958 se inicia el último subperíodo de la ISI, que se
con el exterior y la elevación de los aranceles de importación –indu- extiende hasta mediados de los setenta. Orientada hacia los com-
cida fundamentalmente por motivos fiscales– son ilustrativos plejos petroquímico y metal-mecánico (dentro de este último el
del nuevo funcionamiento de la economía, que en su cierre con el automotriz fue el sector más representativo), la industria tuvo su
exterior fue paulatinamente reduciendo la importancia del comer- desempeño más destacado, convirtiéndose en motor de crecimiento,
cio internacional en el PBI. Éstas fueron las condiciones en las generadora de empleo y base de la acumulación del capital. Con la
cuales se desarrolló el primer subperíodo de la sustitución de masiva participación de filiales de empresas transnacionales se ocu-
importaciones. Tenía su punto de apoyo en la incipiente industria- paron progresivamente los casilleros vacíos de la matriz de insumo-
lización anterior y avanzó muy rápidamente en los tramos fáciles producto, en el marco de una economía altamente protegida con
de la producción manufacturera. Las industrias productoras de el objetivo de lograr un mayor nivel de autoabastecimiento.
bienes de consumo (alimentos, textiles, confecciones), los elec-
trodomésticos, las maquinarias y metalurgia sencillas y la industria
asociada a la construcción fueron las actividades más dinámicas

ESQUEMA SIMPLIFICADO DE LAS FASES DEL DESARROLLO INDUSTRIAL ARGENTINO
LA FIRMA Agroexportador con Industrialización Sustitutivo, Mercado interno y Globalización Aperturista con Reestructuración
Y EL ENTORNO (1880 - 1929) (1930 - 1978) (1979 - 1990)
ESCENARIO • Consolidación industrial • Producción fordista • Organización flexible
INTERNACIONAL • Hegemonía británica en la producción y las finanzas • Hegemonía americana y aparición de los NICs • Crecimiento de Alemania, Japón
• Mercados protegidos y Sudeste Asiático
• Bloques económicos
• Globalización y concentración
de producción
• Internacionalización financiera
Inversión Directa Extranjera, asociada a infraestructura, Inversión Directa Extranjera, asociada a la Inversión Directa Extranjera,
financiamiento y captación de materias primas captación del mercado interno y los precios fuerte dinamismo asociado
y recursos primarios de los factores a la globalización, concentración
y privatización
MARCO • Modelo agroexportador integrado al mundo • Industrialización sustitutiva • Programas permanentes
GLOBAL con incipiente inducción a la industrialización de importaciones de búsqueda de estabilización
• Consolidación institucional • Fuerte participación estatal • Apertura comercial y financiera
• Ciclo autorregulado • Regulación estatal • Privatización y desregulación
• Transformación productiva con
heterogeneidad creciente
INDUSTRIAL
1. Sectores dinámicos Alimentos Automotores Acero y aluminio
Textiles Otros metalmecánicos Petroquímica
Otros para consumo interno Químicos Pulpa y Papel
Aceites vegetales
2. Destino Exportación agroindustrial Mercado interno Exportación y mercado interno
Mercado interno
3. Origen de la tecnología Importación Adaptación y desarrollo local de tecnologías Importación y adaptación
alejadas de la “best practice” a condiciones locales. Menor “gap”
tecnológico en algunos sectores
4. Organización Dual: Sectores con tecnologías de punta Series cortas con rezagos tecnológicos Heterogeneidad: Sectores con
tecno-productiva (para exportación) y otros semi-artesanales Fordismo “idiosincrásico” tecnologías y organización fordista
(para mercado local) Intentos de flexibilidad
y cadenas de valor globales
LÍDERES G.E. vinculados a la exportación Empresas públicas G.E. de capital nacional
PYMES Filiales de E.T. Algunas PYMES
PYMES Filiales de E.T.
FORMAS DE Grupos familiares Empresas públicas Multifirmas
ORGANIZACIÓN Empresas familiares
E.T.: Líderes en mercado local
y marginales en el mundo.
Fuente: R. Bisang, M. Fuchs y B. Kosacoff, “Internacionalización de empresas industriales argentinas”,

Proyecto Volkswagen-Stiftung Ref. II/67/066, The transformation of the Argentine economic system. Industry
and international trade, Oficina de la CEPAL en Buenos Aires, 1992.
Estos cambios generaron un acelerado proceso de desarrollo industrias con actividades de alto valor agregado y generación
2
tecnológico basado en la incorporación de tecnologías de los de empleo. Asimismo, la continuidad de los sistemas de pro-
países desarrollados, con significativas adaptaciones al medio moción, el papel de las empresas del Estado y la utilización del
local. Esto determinó la réplica de las producciones con un fuerte poder de compra y el programa de inversiones del sector público
contenido localista. La producción de series cortas en plantas eran algunos de los instrumentos privilegiados.
orientadas al mercado interno (con escalas de producción en pro-
medio diez veces menores a una similar ubicada en la frontera QUIEBRE DE UN MODELO
técnica), el elevado nivel de integración de la producción (por el La política económica iniciada en abril de 1976 cambió profunda-
escaso desarrollo de proveedores y subcontratistas especializa- mente las orientaciones de las actividades industriales. Basado en
dos) y el alto grado de apertura del mix de producción, eran algu- una filosofía de total confianza en los mecanismos del mercado y
nos de los problemas de competitividad internacional que se en el papel subsidiario del Estado, se estableció un programa de
observaban en la estructura industrial argentina. Las restricciones liberalización y posterior apertura externa que proponía la elimi-
macroeconómicas de Argentina se constituían en un obstáculo nación del conjunto de regulaciones, subsidios y privilegios. Se pro-
3
para financiar las transferencias de ingresos hacia las actividades curaba así modernizar e incrementar la eficiencia de la economía.
industriales. Simultáneamente, la particular posición deficitaria En relación con esta fase de la política industrial se pueden
de la industria en el comercio internacional restringía las posibi- señalar dos subperíodos que tienen su corte hacia fines de 1978.
lidades de crecimiento sostenido sin generar crisis en el balance El primero de ellos se caracteriza por la recuperación de la pro-
de pagos. ducción de bienes de consumo durable y de capital, asociada a la
La percepción de estos problemas condujo a buscar mecanis- creciente inversión y a la redistribución regresiva de los ingresos.
mos dentro de la propia ISI. Por un lado, la política de incentivos En este período de sinceramiento de la economía, se comienza
a la exportación de manufacturas buscaba generar las escasas
divisas, expandir un mercado interno con signos de agotamiento
e impulsar la competitividad global de la industria. Sus resulta-
2. Su puesta en marcha en la década del ochenta, en el proceso de desarticulación
dos no fueron menores: mientras que en 1960 las manufacturas de la ISI, generó cambios estructurales significativos, pero con resultados dis-
no tradicionales prácticamente no se exportaban, en 1975 tintos a los planeados.
3. Ver, Canitrot, A., La política de apertura económica (1976-81) y sus efectos sobre
representaban una cuarta parte de las exportaciones del país. Por el empleo y los salarios. Un estudio macroeconómico, Proyecto PNUD/OIT, 1983;
otro lado, se buscaba la profundización de la ISI, en la cual la oferta Schvarzer, J., Martínez de Hoz: La lógica política de la política económica, CISEA,
de algunos insumos básicos (acero, aluminio, papel, petroquí- Buenos Aires, 1983; Sourrouille, J.V., Kosacoff, B. y Lucangeli, J. ,Transnacionaliza-
ción y política económica en la Argentina, Centro Editor de América Latina, Buenos
mica, etc.) era fuertemente dependiente de la importación. Esto Aires, 1985; Damill, M., Fanelli, J.M., Frenkel, R. y Rozenwurcel, G., Las relaciones
motivó la promoción de estas actividades en función de un ahorro financieras en la economía argentina, Ediciones del IDES Nº 15, Buenos Aires, 1988;
de divisas y de la posibilidad de ensanchar la base del mercado Rodríguez, C., “El plan argentino de estabilización del 20 de diciembre”, CEMA,
Documento de trabajo Nº 5, Buenos Aires, 1979.
interno, a partir de los encadenamientos posteriores de estas

4 con la política arancelaria, la asignación de recursos favorecería

con la reducción de los aranceles de importación. A pesar de su
el incremento de la productividad global, desaparecerían los
fuerte baja –en promedio descienden 40 puntos, del 90 al 50 por
sectores menos eficientes y se desarrollarían las actividades con
ciento–, en estos tres primeros años no aumentan significativa-
ventajas comparativas a escala internacional.
mente las importaciones. Este fenómeno tiene su explicación en
Sin embargo, la convergencia no se logró. En los bienes tran-
los incrementos de competitividad, que determinaron la existencia
sables con el exterior el ajuste fue lento e imperfecto; en los bienes
de una fuerte redundancia en las tarifas, y por otra parte, en el man-
no transables, los mecanismos previstos tampoco tuvieron los
tenimiento de un tipo de cambio elevado. Por otro lado, la sanción,
efectos esperados. La evolución de la tasa de interés interna fue
en 1977, de la reforma financiera libera la tasa de interés y crea un
5 altamente afectada por una sobretasa creciente motivada por la
mecanismo totalmente distinto para la asignación de los créditos.
incertidumbre y los elevados costos de la intermediación finan-
El segundo subperíodo se inicia hacia fines de 1978 al instru-
ciera. Por su parte, el tipo de cambio, que estaba prefijado con una
mentarse la versión de economía abierta de la escuela monetarista
previsión inflacionaria menor a la real, se caracterizaba por una
(enfoque monetario del balance de pagos). La aplicación de esta permanente subvaluación de las divisas.
política tenía como objetivo igualar la tasa inflacionaria interna con Esta sobrevaloración del peso en conjunción con las rebajas
la externa, ajustándose esta última a la tasa de devaluación del tipo arancelarias afectó fuertemente la balanza comercial y permitió la
de cambio. Éste se determinaba con un cronograma que fijaba un entrada masiva de productos importados. La entrada de capitales
ritmo de devaluación continuamente decreciente en el tiempo, en externos compensaba el déficit de la cuenta corriente con un
un contexto de creciente apertura de la economía al exterior (tanto incremento significativo del endeudamiento con el exterior. Estos
en el mercado de capital como en el de bienes); ello suponía la con- movimientos –que afectaban seriamente el balance de pagos–
vergencia de las tasas de interés y de inflación internas con las preanunciaban una devaluación del tipo de cambio en un mer-
correspondientes internacionales. En este esquema de política mone- cado de capitales de alta liquidez, atento al muy corto plazo de
taria pasiva, se suponía un período de transición determinado por colocación de los depósitos. En adición, la política fiscal no fue
la distinta velocidad de ajuste en los precios de los productos según lo suficientemente prolija y continuaron su curso importantes trans-
se comerciaran o no en el mercado internacional. ferencias de ingresos de difícil justificación y ausentes de eva-
Una vez que se lograra la convergencia, quedaría establecido luación. A todo esto se sumaba un clima de cambio de autoridades
un nuevo esquema de precios relativos. A su vez, en combinación políticas y económicas. En consecuencia, las primas de riesgo por
la colocación de capitales externos se elevaron considerablemente,
4. Ver Berlinsky, J., Protección arancelaria de actividades seleccionadas de la indus-
con el consiguiente aumento de las tasas de interés.
tria manufacturera argentina, Ministerio de Economía, Buenos Aires, 1977; Nogués,
J., “Protección nominal y efectiva: impacto de las reformas arancelarias durante En este contexto, el sector industrial sufrió la crisis más pro-
1976-77”, en Ensayos Económicos Nº 8, B.C.R.A., Buenos Aires, 1978. funda de su historia por la conjunción de varios factores negati-
5. Desde la crisis de 1930 hasta esta fecha el sistema financiero argentino se carac-
vos. Entre ellos sobresale la contracción de los mercados, por
terizó por la regulación del Banco Central de líneas de redescuento para el
otorgamiento de créditos, con tasas de interés altamente negativas; teniendo las los bajos niveles de demanda de productos industriales locales,
empresas industriales una posición privilegiada en su asignación. tanto interna por la competencia de productos importados, como

externa por el fuerte atraso del tipo de cambio. A su vez, las altas
tasas de interés –que superaban largamente toda posibilidad de
CAPÍTULO DOS
rentabilidad productiva– llevaron a las empresas a niveles de endeu-
6
DESPUÉS DE LA DEUDA (1982-1990)
damiento que en muchos casos superaron el valor de sus activos.
Con el cambio de autoridades dentro del régimen militar en
marzo de 1981 se inicia un proceso caracterizado por la adop-
ción de medidas de corto plazo tendientes a solucionar los pro-
blemas más urgentes de los sectores productivos. No obstante,
también en este período continúa el estancamiento del sector
industrial, en un contexto de permanentes devaluaciones de la
moneda y persistencia de tasas de interés positivas. Los empre-
sarios centraron sus reclamos en la necesidad de solucionar sus
críticos problemas de endeudamiento. Hacia mediados de 1982, se
establece un sistema de financiamiento de mediano plazo de las fir-
mas basado en tasas de interés reguladas, que asociadas al creciente
ritmo inflacionario provocaron una verdadera licuación de los
pasivos de las empresas y un fuerte alivio a las instituciones finan- El plano macroeconómico local ha sido el eje articulador de gran
7
cieras. Asimismo, con la implantación de seguros de cambio, el parte de las transformaciones ocurridas en el período 1982-1990.
Estado se hizo cargo de la mayor parte de la deuda externa del La aplicación del enfoque monetario del balance de pagos –en
sector privado. A través de estos dos mecanismos se socializaron diciembre de 1978– fue el punto de quiebre del modelo de
las pérdidas del sector empresarial. La revalorización del tipo de cam- industrialización anterior. El fracaso de esta política y la crisis de
bio y las restricciones a las importaciones resultantes del abultado endeudamiento externo resultante generaron en la década del 80
endeudamiento externo –cuyos pagos de intereses superaban toda condiciones de inestabilidad e incertidumbre del marco macroe-
previsión optimista del saldo de la balanza comercial–, generaron conómico que abarcaron los desequilibrios de las cuentas fisca-
nuevamente condiciones de protección del sector industrial. El les y externas y la fragilidad del sistema financiero, entre otras
coeficiente de importaciones de la economía argentina volvió a
niveles próximos a los vigentes antes de la política de apertura.
7. Para un análisis más detallado de las condiciones macroeconómicas, ver, entre
otros, Bonvecchi, C., El comercio internacional de manufacturas de la Argentina
1974-80, capítulos 1 y 2, CEPAL-ALADI, 1992; Heymann, D., Tres ensayos sobre
inflación y políticas de estabilización, Estudios e Informes de la CEPAL Nº 63;
6. Los fuertes cambios en los precios relativos de la época, que favorecían a las Machinea, J.L., “Stabilization under Alfonsin’s government a frustrated attempt”,
actividades de servicios y de producción de bienes no transables con el exterior, Documento del CEDES Nº 42, Buenos Aires, 1990; Carciofi, R., La desarticulación del
motivaron el pago de fuertes tasas de interés reales a los sectores industriales pacto fiscal, Documento Nº 36, CEPAL, Buenos Aires, 1990; Damill, M., et al., Déficit
de bienes transables –que sufrieron profundos atrasos relativos de sus precios–. fiscal, deuda externa y desequilibrio financiero, Ed. Tesis, Buenos Aires, 1989.

cosas. La necesaria estabilización de la economía no sólo fue un cuenta corriente del balance de pagos, con la particular posición
objetivo permanente, sino que se convirtió en un camino inelu- desfavorable del sector público, producto del proceso de estatiza-
dible a partir del conjunto de perturbaciones del funcionamiento ción de la deuda externa privada. A su vez, el deterioro de los tér-
de la economía, que tuvieron en los episodios hiperinflacionarios minos de intercambio erosionó fuertemente el esfuerzo exportador.
generados a partir de 1989 sus manifestaciones más crudas. Los Las cuentas fiscales estaban caracterizadas por el creciente nivel
condicionantes externos, la necesidad de consistencia y persis- del gasto público y su falta de correlato en los descendentes ingre-
tencia de las políticas estabilizadoras y el contenido de las mismas sos tributarios. Su habitual forma de financiamiento en el pasado
ocuparon la atención de la sociedad argentina. (endeudamiento externo e interno y el impuesto inflacionario) con
La crisis de la deuda externa en 1982 revirtió el signo de las la crisis y estatización de la deuda externa se desarticula en un con-
transferencias netas de recursos del exterior, producto de la inte- texto de agudización de los desequilibrios fiscales.
rrupción de los flujos de capital y el aumento de las tasas de El régimen de alta inflación persistente generó una elevada
interés internacional. Los efectos inmediatos fueron el renacimiento elasticidad en sus mecanismos de propagación con tasas altas y
y la agudización del desequilibrio estructural externo de la eco- volátiles. A su vez, la fragilidad financiera determinada por el pro-
nomía, pero acompañado ahora por la crisis de financiamiento del ceso de desmonetización y la ausencia de financiamiento externo,
sector público. Estos dos desequilibrios básicos se complemen- fue uno de los principales obstáculos para el manejo de la política
taban con la dinámica de funcionamiento de la economía en el económica. La atención de la deuda externa, a cargo del sector
corto plazo, en la cual el régimen de alta inflación y la fragilidad público, y la existencia de superávit comerciales generados por
financiera amplificaban y profundizaban los efectos de las medidas el sector privado, plantearon muy agudamente las dificultades
adoptadas para corregir los desajustes. El desafío de la política fiscales para la compra de los excedentes de divisas. Para obtener
económica pasaba por la eficiencia para alcanzar los objetivos de esos fondos el sector público debió aumentar su superávit, o
equilibrar los desajustes estructurales y, al mismo tiempo, reducir financiarse vía emisión o colocación de deuda pública interna, o
la inflación sin incurrir en costos excesivos en términos de pro- incurrir en atrasos en los compromisos externos. Cada una de
ducción, empleo y salarios reales. estas opciones generaba dificultades y efectos no deseados. A su
El desequilibrio externo puede ser caracterizado por el desba- vez, estos desequilibrios macroeconómicos produjeron una per-
lance entre la corriente de ingresos que el país estaba en condi- manente incertidumbre que deterioró los procesos de inversión e
ciones de generar y la magnitud de los compromisos de pagos impulsó una marcada exportación de capitales.
externos que el stock de la deuda existente imponía. La búsqueda En el período descrito se destacaron tres programas econó-
de fuertes excedentes de comercio exterior, a partir de devaluacio- micos: el Austral, el Primavera y el Bunge y Born. Todos ellos com-
nes de la moneda local y contracción del gasto interno, determi- partieron el objetivo de incorporar medidas que implicaran –junto
naron el incremento de las exportaciones y la violenta reducción con la obtención de resultados benéficos en la balanza comercial–
de las importaciones y de la inversión. Sin embargo, la naturaleza un mayor control de la demanda agregada nominal, una corrección
financiera de la restricción externa se evidenciaba en el déficit de la de los precios relativos e intentos de orientar el proceso de forma-

ción de las expectativas. En todos los casos se puede señalar la Sin embargo sería incorrecto considerar que a inicios de los
presencia de dificultades para sostener resultados fiscales com- años 90 los argentinos nos encontrábamos con un sector manu-
patibles con las posibilidades de financiamiento interno, externo facturero estancado y deteriorado que producía bienes bajo la
y monetario, y, como consecuencia, la creciente toma de conciencia misma forma de organización social vigente durante el modelo
de la necesidad de realizar reformas estructurales. sustitutivo de importaciones. Las actividades industriales habían
Entre 1980 y 1990 se observó una evolución poco alentadora sufrido un conjunto de profundas transformaciones estructurales
de los principales indicadores económicos con un alto costo social que, a modo de síntesis, podría caracterizarse como un proceso
en el proceso de ajuste. Sólo las exportaciones mostraron un signo de reestructuración regresiva y de creciente heterogeneidad.
positivo con un crecimiento del 78 por ciento entre 1980 y 1990. El El carácter regresivo estaba dado básicamente por dos ele-
resto de los indicadores evidencia el profundo deterioro de la eco- mentos. El primero de ellos: la incapacidad de la economía para
nomía. El PBI disminuyó un 9,4 por ciento; el PBI industrial el 24 basar su reestructuración industrial en los aspectos positivos desa-
por ciento; el consumo el 15,8 por ciento; las importaciones un rrolados durante las cuatro décadas de la sustitución de impor-
58,9 por ciento; la inversión el 70,1 por ciento, y el ingreso por taciones, en las que se acumularon conocimientos, habilidades,
habitante un 25 por ciento. capacidades de ingeniería, equipamientos, recursos humanos, bases
A su vez, la tasa de desocupación abierta se duplicó, el nivel empresariales, etc. Estos elementos estuvieron asociados a serios
de empleo manufacturero disminuyó en torno del 30 por ciento y problemas de funcionamiento que determinaron el agotamiento de
el salario medio real industrial en 1990 fue un 24 por ciento más dicho modelo. Una asignación eficiente de los recursos hubiese
bajo que a inicios de la década anterior. En forma complementa- sido aquella que lograra la superación de estas dificultades, pero
ria se observa un proceso de concentración del ingreso asociado que rescatara los acervos positivos. A nivel empresarial, sectorial,
a una mayor regresividad en su distribución y la agudización de tecnológico y de los recursos humanos se encuentran innumera-
las condiciones de pobreza extrema. bles ejemplos en los cuales no se siguió este criterio.
Estas nuevas condiciones generaron cambios significativos a El segundo de los elementos se refiere a las transferencias de
nivel sectorial y microeconómico. Como resultado (a diferencia de ingresos asociadas al proceso de reestructuración. La nueva espe-
las etapas anteriores en las cuales el sector industrial era el motor cialización e inserción externa resultante de la industria argentina
de desarrollo de la economía), el período 1975-1990 se caracterizó no se adecuaron a la dotación de factores y a la generación de ven-
por los siguientes rasgos: tajas competitivas dinámicas. Por otra parte, el deterioro de las
1. Estancamiento de las actividades manufactureras, perdiendo políticas públicas sociales (educación, salud, vivienda, infraes-
más del 5 por ciento de su participación en el PBI. tructura) que acompañó la desarticulación fiscal del país, afectó a
2. No generación de nuevos empleos en un contexto de serias la equidad de la sociedad, y a su vez a la competitividad sistémica
dificultades estructurales en el mercado de trabajo. de la economía.
3. Niveles de inversión menores a la amortización del capital Por otro lado, el carácter de creciente heterogeneidad está
–produciéndose la descapitalización del sector–. determinado por el desempeño muy diferenciado a nivel sectorial

y, en particular, a nivel empresarial. El estancamiento agregado se de la ocupación de franjas con demanda atrasada en el mercado
descompone en el desmantelamiento, atraso y reducción de doméstico y complementada con incipientes exportaciones en
muchas firmas y, en forma complementaria, en el desarrollo de los años setenta. Estas actividades, junto con la industria alimen-
otras empresas que crecen y modernizan sus estructuras produc- ticia, representaban más del 60 por ciento del producto industrial.
tivas. Las evidencias empíricas de desempeños microeconómicos A mediados de los años setenta, la estructura industrial
exitosos fueron abundantes; sin embargo, la sumatoria de los argentina estaba caracterizada por una alta diversificación de sus
mismos no tuvo la fuerza macroeconómica para definir un nuevo actividades, coincidente con el objetivo de la sustitución de
sendero de crecimiento. importaciones de maximizar el aprovisionamiento local de bienes
manufacturados. Sin embargo, en comparación con las sociedades
más industrializadas, se observaban claramente dos rasgos loca-
EL PRODUCTO INDUSTRIAL les: el escaso desarrollo de la industria de bienes de capital y el de
En un contexto caracterizado por el estancamiento de la produc- las industrias productoras de bienes intermedios de uso difundido
ción, en los últimos quince años la industria no sólo disminuyó (aluminio, papel, acero, petroquímica, etc.)
notablemente su participación en el PBI sino que, simultáneamente, En relación con el escaso desarrollo de la industria de bienes
se generó una profunda transformación en el tejido industrial, de capital, no es casual que esta característica sea compartida con
caracterizada por el incremento de la concentración y la hetero- la mayoría de los países de industrialización intermedia. Los reque-
geneidad estructural, con cambios significativos en la especiali- rimientos de innovaciones mayores, las economías de escala tec-
8
zación intra-industrial. nológica, la articulación con el Sistema Innovativo Nacional y la
En la década anterior (1964-1974), la industria, a partir del necesidad de una clara política nacional, han sido insalvables
aumento de la tasa de inversión, creció al 7 por ciento anual e incre- barreras para su desarrollo. En cambio, la profundización de la
mentó su participación en el PBI del 25 por ciento al 28 por ciento, sustitución de importaciones en las industrias de insumos estuvo
con un fuerte proceso de absorción de empleo, crecimiento de la priorizada en todos los planes de desarrollo elaborados durante
productividad, mejora de los salarios reales y caída de sus precios el período sustitutivo y paradójicamente recibió un mayor impulso
relativos. Los complejos metalmecánicos y petroquímicos fueron durante la apertura de la economía en 1976-1981, evidenciando
los que dinamizaron esta excelente performance industrial a través la desarticulación de las políticas y generando el cambio más impor-
tante de la estructura industrial en la década del 80.
8. Algunas de las contribuciones globales que pueden consultarse son: Kosacoff, En el período 1975-1990, la actividad industrial disminuyó en
B. y Azpiazu, D., La industria argentina: desarrollo y cambios estructurales, CEAL,
Buenos Aires, 1989; Katz, J. y Kosacoff, B., El proceso de industrialización en la
un 25 por ciento, en un proceso con baja productividad en la
Argentina: evolución, retroceso y prospectiva, CEAL, Buenos Aires, 1989; Chud- economía que determinó que la industria disminuyera su partici-
novsky, D., La reestructuración industrial argentina en el contexto macroeconó- pación en el PBI del 28,3 por ciento al 20,7 por ciento. En ese
mico e internacional, CENIT, Buenos Aires, 1991; Nochteff, N., “Reestructuración
industrial en la Argentina: regresión estructural e insuficiencia de los enfoques
contexto los comportamientos microeconómicos y sectoriales fue-
predominantes”, en Desarrollo Económico, Nº 120, Buenos Aires, 1991. ron muy diferenciados. Existió un conjunto de reestructuraciones

Estos cambios a nivel agregado aparecen claramente ejem-

e incrementos de competitividad, en muchos casos complemen-
plificados en los volúmenes físicos de algunos productos alta-
tados con desmantelamientos de firmas, equipos de ingeniería y
mente representativos de la actividad industrial generados entre
recursos humanos calificados. El resultado fue el estancamiento,
1970 y 1990. En relación con los insumos, se nota el crecimiento
ya que la sumatoria de situaciones exitosas no fue suficiente para
de los productos petroquímicos, papel y celulosa, aluminio, acero
generar un modelo de desarrollo sostenible en el mediano plazo.
y laminados. En contraposición, la producción de máquinas herra-
En forma estilizada, los cambios sectoriales más significativos
mientas y tractores del trienio 1988-90, en comparación con el
estuvieron asociados a los siguientes factores:
de 1973-75, es una cuarta parte y la de automotores menos de la
a. Industrias que incrementaron simultáneamente su produc-
mitad. Asimismo, se observa un crecimiento significativo de los
ción y su participación en el producto industrial: Los casos más
recursos energéticos, en particular del gas. Por último, en los pro-
destacados están asociados a las industrias de insumos interme-
ductos alimenticios es notable el crecimiento de los aceites vege-
dios. La industria metálica básica creció entre 1970 y 1990 al 2,3
tales, mientras que la producción de los frigoríficos y de azúcar decae.
por ciento anual y la industria química al 1,4 por ciento anual. Ambos Estos cambios en la especialización sectorial de la industria
sectores representaban menos del 20 por ciento del producto indus- argentina se generaron en el marco de un estancamiento de la
trial en la década del 70, incrementando su participación a casi el demanda doméstica y en el sorprendente dinamismo exportador
30 por ciento en 1990. de la década del 80. Las actividades que más crecieron estuvie-
b. Industrias estancadas con aumento de participación en el ron asociadas a la expansión de la dotación de recursos naturales
producto industrial: El sector de alimentos y bebidas mantiene su y al desarrollo de grandes plantas de insumos, de procesos conti-
nivel de actividad, pero frente a la pobre performance global de la nuos intensivos en capital, que no avanzaron en los encadena-
industria, incrementó su participación en el producto industrial del mientos hacia bienes diferenciados con mayor valor agregado.
21,7 por ciento al 26,5 por ciento entre 1970 y 1990. En cambio, se han desmantelado actividades más asociadas
c. Industrias con caídas en su nivel de actividad y en su par- al uso intensivo de recursos humanos calificados y de fuertes
ticipación en el producto industrial: En primer lugar se destaca el requerimientos de esfuerzos tecnológicos. En particular, el com-
sector de maquinarias y equipos, que entre 1970 y 1990 dismi- plejo metalmecánico y electrónico, que en el escenario interna-
nuye su actividad a una tasa anual del -1,6 por ciento. Esta caída cional pasa a ocupar un lugar destacado en su transición de la
es de tal magnitud que en 1990 produce menos de la mitad de electromecánica a la electrónica; en el orbe doméstico, a pesar
los bienes que producía a mediados de los setenta. De esta forma de su excelente punto de partida, pierde posiciones relativas en
no sorprende que su participación actual en el producto industrial forma significativa.
sea menor al 20 por ciento, mientras que en 1977 había sido del
31,6 por ciento. Con igual comportamiento se observa un conjunto
de industrias asociadas al consumo y a la construcción, como EL EMPLEO
son los textiles y confecciones, maderas y muebles, y minerales Las características centrales del mercado de trabajo durante el
no metálicos. período sustitutivo se han modificado radicalmente durante los

últimos quince años. En aquella etapa de la industrialización, A partir de 1975 comienza una tendencia que se extiende hasta
Argentina se destacaba en América latina por los altos niveles de la actualidad: se estanca la ocupación industrial, con una creciente
calificación de su mano de obra –fenómeno derivado de sus corrien- heterogeneidad, una desarticulación en la formación de recur-
tes inmigratorias–, los aprendizajes en el desarrollo tecnológico sos humanos y una pronunciada caída en el nivel de calidad de
local y la expansión de la educación formal, en todos sus niveles vida de la población. Algunos de los aspectos más destacados de
9
y abarcando casi el total de la sociedad. este período se trabajan en los párrafos que siguen.
En general no se observaban serios problemas de empleo; Los niveles de ocupación industrial de 1990 son similares a los
este rasgo se tornaba evidente en los bajos niveles de desocupa- de 1973 y más bajos que los de 1974/75. Esta pérdida de generación
ción abierta y en una reducida importancia del trabajo informal. de empleos manufactureros se da en un contexto de creciente
Este segmento del mercado de trabajo, en comparación con otros heterogeneidad. Las pequeñas y medianas empresas generaron
países de la región, no tenía las características típicas de refugio un aumento de la ocupación del 25 por ciento, asociado a un
y estaba asociado a remuneraciones no muy bajas y con una rela- estancamiento de su producción y por lo tanto a una caída de pro-
tiva estabilidad. Un factor determinante de esta estructura ocu- ductividad. En contraposición, las grandes empresas expulsaron
pacional estaba dado por la propia dinámica del lento crecimiento fuertemente personal con una importante incidencia en el aumento
de la población económicamente activa, que por este compor- de la productividad.
tamiento no se constituía en un factor de presión sobre el mercado Un conjunto de factores incide en el incremento de la pro-
formal de trabajo. La recepción de inmigrantes vecinos, en gene- ductividad de las grandes empresas. El período 1973/75 estuvo
ral en fuentes de trabajo de baja calificación, era un complemento caracterizado por la existencia de sobreempleo en las plantas indus-
del mercado de trabajo en los períodos de expansión del nivel triales, producto de las condiciones de protección y sindicalización.
de actividad. A partir de 1976 se inicia un lustro de permanente eliminación del
Por otra parte, el sindicalismo jugaba un papel central en el sobreempleo y de pérdida de poder sindical. A su vez, la incorpo-
mercado laboral, en particular en la determinación de los salarios. ración de maquinarias y equipos, en particular entre 1978 y 1980,
De esta forma, el nivel de remuneraciones reales se caracterizaba y los fuertes cambios organizacionales, asociados a tecnologías
por ser más elevado y menos disperso que en otros países lati- desincorporadas, determinaron los cambios señalados.
noamericanos, y resultaba en una relativa mejor distribución de En forma estilizada, el cambio de especialización productiva
los ingresos y menores signos de pobreza y marginalidad. En este en la estructura industrial se caracterizó por el crecimiento de acti-
contexto, el sector industrial era el factor clave para la absorción vidades de escala intensiva en capital y/o recursos naturales, frente
de nuevos puestos de trabajo y para la movilidad social ascen- a una pérdida relativa de las industrias metalmecánicas y de bienes
dente de la población, viabilizando la posibilidad de obtener un
empleo luego de una adecuada educación formal. Asimismo se
9. Para un análisis más detallado, ver Beccaria, L., “Reestructuración, Empleo y
verificaba una asociación positiva entre incrementos de producti- Salarios en la Argentina”, Proyecto Fundación Volkswagen/CEPAL, Buenos
vidad y mejoras del salario real. Aires, 1992.

intensivos en el uso de mano de obra, en particular en los tramos LAS INVERSIONES

de mayor calificación. Estos cambios determinaron una menor En relación con el proceso de inversiones se observa un conjunto
elasticidad del empleo frente a la producción y a la inversión, y a de fuerzas contrapuestas; la resultante es el incremento de la
su vez una menor demanda en las calificaciones para los nuevos heterogeneidad estructural al interior de las actividades indus-
puestos de trabajo. triales con un aumento de la edad media del equipamiento, aso-
El incremento del grado de subutilización de mano de obra ciado recientemente con un ritmo menor de reposición al de su
fue primero suavizado por el efecto del trabajador desalentado por amortización. Existe un conjunto de indicadores que evidencian
la baja de salarios y el incremento de la informalidad. A medida una ruptura y un deterioro en el flujo de incorporaciones de
que la tendencia se profundizaba se verificó un notable crecimiento maquinarias y equipos en el sector industrial. En este sentido, la
de la tasa de desocupación (del 4,2 por ciento en 1974 al 7,4 por relación entre las inversiones y el PBI –que en la década del 70
ciento en 1990) y de la tasa de subocupación (del 5 por ciento en estaba en valores cercanos al 23 por ciento– disminuyó a menos
10
1974 al 9 por ciento en 1990). De esta forma, el mercado de trabajo de la mitad.
no estructurado se convierte en refugio, con una fuerte dismi- La vigencia de altas tasas de interés reales positivas en con-
nución relativa del trabajo formal. Dentro de este último se pro- traposición a su signo negativo en el pasado desvió recursos
duce a su vez una pérdida de importancia del empleo industrial, hacia colocaciones fuera de la industria. El fuerte incremento de
con un incremento de la terciarización de baja productividad en la trasnacionalización del ahorro; la inexistencia de un mercado
los sectores de servicios. El conjunto de estos cambios tienden de capitales de largo plazo; la persistencia de la inestabilidad, la
hacia una “des-salarización”, con el incremento del autoempleo incertidumbre y la inflación, entre otros factores, crearon adicio-
y el cuentapropismo. nalmente condiciones sumamente adversas para el proceso de
Este proceso estuvo articulado con una baja casi permanente inversiones. En suma: la descapitalización y la pérdida del dina-
del salario real, que en 1990 era un tercio menor al de 1974; la caída mismo en la acumulación del capital en el sector industrial han
de la demanda de trabajo, los cambios de composición sectorial y sido, en forma global, uno de los hechos más negativos de la
el deterioro de las estructuras sindicales fueron determinantes. industrialización durante este período
Asociado al fuerte proceso de concentración económica, la parti- En sentido opuesto pueden citarse un conjunto de factores
cipación de las remuneraciones en el ingreso nacional cae per- que indujeron a la formación de capital en diversas firmas y sec-
manentemente (del 45 por ciento en 1974 al 32 por ciento en 1990), tores. Como veremos más adelante, el conjunto de sistemas
con un incremento notable del porcentaje de hogares pobres (del promocionales de la inversión industrial fue una fuente de sub-
8 por ciento en 1980 al 27 por ciento en 1990). Esta regresividad sidios muy fuerte, a la que se adicionaron otros mecanismos,
en la distribución del ingreso se vio profundamente complemen-
tada por la caída per cápita y una mala asignación de gastos
10. La caída del coeficiente de inversión se dio tanto en la inversión del sector pri-
sociales que condujeron al deterioro global de los servicios públicos, vado como en la del sector público. En esta última se verifica una alta correlación
afectando especialmente a los sectores de menos ingresos. entre su nivel y su impacto inductor sobre la inversión en el sector industrial.

11
como la capitalización de la deuda externa . Asimismo, la sobre- vidad del capital. Pero para continuar con avances significativos
valoración de la moneda durante el período 1978-81 determinó en esta dirección, se requiere en muchos casos la renovación de
una importante incorporación de máquinas y equipo de origen equipos que tenían varias décadas de antigüedad.
importado. Las líneas crediticias del Banco Nacional de Desa- La continuidad de los sistemas de Promoción Industrial, tanto
rrollo para la compra de bienes de capital y los créditos prefe- a nivel nacional, como en Tierra del Fuego, y los regímenes pro-
renciales de organismos internacionales y de los gobiernos de vinciales de San Luis, La Rioja, Catamarca y San Juan, han tenido
España e Italia también favorecieron la introducción de nuevo un impacto importante en la localización de las actividades indus-
equipamiento. triales. Sus objetivos e instrumentación han sido una fuente de
En igual sentido y a pesar de los efectos negativos de la tasa polémicas, que llegaron al ámbito parlamentario.
de interés positiva antes mencionados, la vigencia de la misma A nivel nacional, los efectos económicos se concentraron
–asociada a su vez a otros factores– tuvo un impacto muy impor- fundamentalmente en el subsidio para la puesta en marcha de
tante sobre la organización del trabajo industrial. El fuerte peso alrededor de 50 proyectos de grandes plantas productoras de
financiero del manejo ineficiente de stocks excesivos, de pro- bienes intermedios, intensivas en el uso de capital, que tuvieran
cesos discontinuos asociados a tiempos muertos, de falta de su justificación hacia principios de los años 70 en la profundiza-
organización en los sistemas de compras, determinaron la gra- ción del modelo sustitutivo. El régimen fueguino se potenció hacia
dual incorporación al lay out de producción de tecnologías de fines de esa década y la principal motivación para los inversores
automatización que abarcan el control de procesos, el manejo estuvo dada por la libre importación de insumos asociada a una
de inventarios, la mejora de los sistemas de control de calidad, alta protección del producto final.
entre otros. Así se incentivó la instalación de un conjunto de empresas
La incipiente difusión de nuevas tecnologías está teniendo –entre las que se destacan las productoras de artículos electróni-
impactos muy fuertes sobre la organización de la producción, y cos de consumo– que realizan tareas de escasa integración e ínfima
en confluencia con la racionalización del empleo se verifican participación de la ingeniería local. Por último, los regímenes pro-
fuertes incrementos de la productividad así como cambios signi- vinciales generaron la instalación de empresas dedicadas, en la
ficativos en las relaciones obrero-empresariales. Complementa- mayoría de los casos, a la fase final de procesos productivos frag-
riamente, también maduraron algunos proyectos de uso intensivo mentados para maximizar las desgravaciones impositivas.
de ingeniería atentos al bajo costo relativo de la misma en el medio Las principales críticas que se realizan a estos sistemas pro-
local. Todo este conjunto de equipamientos e incorporaciones mocionales apuntan a la escasa selección de las actividades
tecnológicas han pasado por una evaluación mucho más rigurosa, dentro de un modelo de industrialización coherente; los elevados
y la asignación de recursos está asociada a una mayor producti- costos fiscales; la ausencia de una evaluación de los mecanismos;
el carácter discriminatorio de los otorgamientos; la falta de com-
11. Ver Fuchs, M., Los programas de capitalización de la deuda externa argen- petitividad en la organización de los mercados, y la inexistente
tina, Mimeo, CEPAL Buenos Aires, 1990. fiscalización de las actividades que tienen incentivos no sólo

asociados a la formación de capital sino que también incluyen la (12 por ciento) y el sector textil (4 por ciento), señalando la prepon-
operatoria de las firmas. En forma contrapuesta, estos mecanis- derancia de actividades capital intensivas, en contraposición con
mos generaron una incipiente descentralización de la localización aquellas más relacionadas con el empleo y el valor agregado.
de las actividades hacia espacios de menor desarrollo relativo y Además, se verifica la importante incidencia de los regímenes
permitieron la instalación y reestructuración de muchas firmas promocionales y el papel definitorio de los Grandes Grupos Eco-
12
que de otra manera no se hubiesen efectuado. Asimismo, desde nómicos y las subsidiarias de Empresas Transnacionales, que han
el punto de vista tecnológico las plantas de insumos están muy sido las responsables del 75 por ciento de las inversiones del uni-
13
cercanas a las mejores prácticas internacionales. verso estudiado. Es sumamente ilustrativa, por último, la escasa
En una investigación que abarca 591 empresas industriales se incidencia de la instalación de nuevas plantas industriales (30 pro-
14
constatan varios de los aspectos señalados . En el período 1983- yectos sobre un total de 2.238, que representan el 12 por ciento de
88, estas empresas invirtieron 9.500 millones de dólares, que repre- la inversión). La mayor parte de los proyectos están referidos a
sentan alrededor de las tres cuartas partes de la inversión total de ampliación, renovación de equipos y mejoras tecnológicas (70
la industria. Los recursos canalizados hacia la formación de capi- por ciento de la inversión), indicándonos la especial incidencia de
tal sólo representaron el 5 por ciento de sus ventas. La alta inci- los procesos de reestructuración frente a una escasa importancia
dencia en el agregado de un número muy reducido de empresas de nuevas actividades.
se destacó al verificar que las 44 firmas de mayor monto de inver-
sión concentran más de la mitad de la formación de capital global
relevada, con una inversión promedio de 109 millones de dólares COMERCIO DE MANUFACTURAS
por empresa. A nivel sectorial se destaca la mayor especialización De manera muy general puede señalarse que el balance comercial
en el área química-petroquímica y las industrias metálicas bási- de bienes industriales se presenta hasta el año 1981 como estruc-
cas, que abarcan el 60 por ciento de las inversiones, en contrapo- turalmente deficitario. Sin embargo, durante la década del ochenta
sición con la baja representatividad del complejo metalmecánico va revirtiendo su situación hasta llegar al trienio 1988-90 con un
superávit superior a los 4.200 millones de dólares. En términos
generales este comportamiento en las actividades industriales
12. Ver, entre otros, Azpiazu, D., La promoción a la inversión industrial en la Argen-
tina, Documento de trabajo Nº 27. CEPAL, Buenos Aires, 1988; Gatto, F., Gutman,
indica, en primer lugar, una situación de escasa orientación expor-
G. y Yoguel, G., Reestructuración industrial en la Argentina y sus efectos regiona- tadora de las industrias no basadas en recursos naturales durante
les. 1973-1984, PRIDRE-CFI/CEPAL, Documento Nº 14, Buenos Aires, 1988; Roitter, la última fase de la sustitución de importaciones, que, a su vez, eran
M., La industrialización reciente de Tierra del Fuego, PRIDRE-CFI/CEPAL, Docu-
mento de trabajo Nº 13, Buenos Aires, 1987. las principales demandantes de importaciones. Dicha tendencia se
13. Ver Bisang, R., Factores de competitividad de la siderurgia argentina, CEPAL, acentúa fuertemente en el momento de la apertura de la economía
Buenos Aires, 1989. en el período 1979-81, durante el cual el fuerte aumento en las
14. Ver “La inversión en la industria argentina. El comportamiento de las princi-
pales empresas en una etapa de incertidumbre económica”, CEPAL, Documento importaciones no tuvo su correlato en cambios estructurales que
de Trabajo Nº 49, Buenos Aires, 1993. permitieran ganancias de competitividad, que necesariamente se

requieren para un dinamismo de la corriente exportadora. En este Por último, se identifica un tercer grupo de actividades que man-
sentido, los resultados fueron una apertura unilateral de las impor- tiene, a lo largo del período, saldos negativos estructurales que no
taciones, reflejada en el deterioro de los saldos comerciales. se revierten. En esta categoría se destacan la mayoría de las pro-
Los déficit comerciales que se registraron en los años 1980 ducciones del complejo metalmecánico.
y 1981 alcanzaron los 5.000 millones de dólares y 3.700 respec- Uno de los rasgos más significativos en el comercio de manu-
tivamente. El posterior cierre de la economía del año 1982 va facturas es la mayor importancia relativa que revela el comercio
generando un fuerte cambio en el comportamiento del comercio intra-industrial. En este sentido se observa una participación cre-
exterior, donde el proceso de sustitución de la producción de bie- ciente en la serie 1974-90 de este tipo de comercio en el total; a tal
nes intermedios de uso difundido y los bajos niveles de actividad punto que mientras en el período 1974-76 era del 6,3 por ciento,
interna se conjugan con la generación de crecientes saldos de crece al 14,5 por ciento en el trienio 1979-81, y alcanza el 29,2 por
ganancia. Este cambio en la tendencia produce lentamente un con- ciento durante el período 1988-90. Mientras que en la década del
junto de impulsos hacia una mayor actividad exportadora, que, 70 participan alrededor de 26 ramas, a fines de la década del
asociado al reducido nivel de actividad del mercado interno –con ochenta son casi 40 las ramas industriales caracterizadas por su
sus efectos de requerir menos importaciones y generar mayores comercio intra-sectorial. El complejo petroquímico en particular y
saldos exportables–, concluye en los sorprendentes saldos obteni- en menor medida el metalmecánico y la industria papelera son las
15
dos en el trienio 1988-90. actividades que impulsaron el crecimiento del comercio durante
La identificación de las distintas actividades en relación con sus el último trienio.
saldos comerciales permite su agrupación en tres tipos. En pri- Las evidencias presentadas sobre la evolución del balance del
mer lugar se encuentran aquellas actividades industriales que se comercio internacional de bienes están señalando varios rasgos
caracterizan, a mediados de los setenta, por su significativa con- determinantes de la inserción del sector industrial argentino. En
tribución positiva al saldo comercial y que se mantienen a lo largo el período 1974-90 se han individualizado tres etapas:
de la serie. El ejemplo más representativo es la industria alimenti- 1. El período 1974-1978, anterior a la apertura de la economía,
cia en su conjunto, con la existencia de dinámicas muy diferentes corresponde a la etapa final de la sustitución de importaciones, en
en las distintas ramas que la componen. En segundo lugar pueden la cual en una economía semi-cerrada comienza a dinamizarse
señalarse las actividades que registran un cambio de signo en los la corriente de exportaciones industriales y de recursos naturales,
saldos de sus balances comerciales y que pasan de tener una rele- con la persistencia de estrangulamientos externos que determi-
vante incidencia negativa a mediados de la década del setenta, a naban la escasez de divisas para incorporar los requerimientos de
contribuir positivamente al final del período. Los ejemplos más abastecimientos externos de insumos intermedios y de bienes
claros se verifican en varias producciones de bienes intermedios. de capital.
2. La experiencia aperturista de 1979-81, con el deterioro de la
15. Ver Fuchs, M. y Kosacoff, B., Balance del comercio internacional de manufac- balanza comercial, producto del freno de la corriente exportadora
turas de Argentina, Documento de Trabajo Nº 47, CEPAL, Buenos Aires, 1992. y el notable incremento de las importaciones, que en su fracaso

devino en un nuevo cierre de la economía, pero ahora acompa- mentó una nueva reforma arancelaria que incluyó una baja gene-
ñado de un contexto macroeconómico fuertemente desequilibrado. ralizada en las tasas y en la dispersión y una secuencia de pautas
3. Finalmente, el período 1982-90. Asoma nuevamente una trimestrales de sucesivas reducciones. El promedio nominal llegó
economía semi-cerrada; se generan profundas transformaciones al 26 por ciento a principios de 1979 y, según la reforma anunciada,
derivadas de la acción simultánea de la sustitución de importa- debería haberse situado en el 15 por ciento en 1984. La persistencia
ciones, el estancamiento del mercado interno y el sorprendente de altos niveles de inflación o, en otros términos, el fracaso de las
dinamismo de las exportaciones industriales, factores asocia- sucesivas estrategias estabilizadoras, justificó un adelantamiento
dos que generaron los importantes superávit comerciales del casi inmediato del cronograma de reducciones arancelarias. De
trienio 1988-90. este modo se le asignó explícitamente a la apertura comercial
un rol disciplinador de los precios internos. El impacto de la aper-
tura comercial fue de hecho multiplicado por la política cambiaria.
POLÍTICA ARANCELARIA La combinación de la sobrevaluación cambiaria y las rebajas
La fijación de aranceles de importación estuvo asociada tradicio- arancelarias redundaron en un elevado déficit comercial en 1980,
nalmente en Argentina a los criterios de la política fiscal e indus- después de cuatro años sucesivos de superávit.
trial. A estas dos áreas, a partir de 1978, se agregan los objetivos • La fase de ajuste externo 1982-1988. Se inaugura un período
de estabilización de la economía. La utilización de los aranceles de fuerte restricción externa y termina la fase de apertura comer-
como instrumento de la política industrial presentó serias fallas. cial. Las principales medidas implicaron el restablecimiento de
Éstas comprendían: la escasa evaluación de los efectos reales y aranceles altos y restricciones a la importación, de retenciones a
distributivos; su falta de articulación con los otros instrumentos las exportaciones tradicionales e incentivos fiscales a las manu-
de política industrial, y la incertidumbre a partir de las perma- factureras y de un tipo de cambio relativamente subvaluado con
nentes y aleatorias modificaciones. En el período analizado, con control del mercado de divisas. Las barreras no tarifarias fueron
posterioridad a la etapa sustitutiva, se pueden identificar las siguien- el principal instrumento de la política de importaciones. En abril
tes fases: de 1982 fue establecido un sistema de licencias y autorizaciones
• La fase de apertura 1976-1981. La política de importaciones previas que regulaba el ingreso de todos los bienes. Los arance-
tuvo en este período dos etapas. En la primera (hasta fines de 1978) les también se incrementaron, fundamentalmente por propósitos
se redujeron las tasas arancelarias y se fueron eliminando un con- fiscales. Sin embargo, en una economía prácticamente cerrada,
junto de restricciones cuantitativas. Las reducciones iniciales de tanto la estructura arancelaria como las barreras no tarifarias eran
aranceles, si bien amplias, tendieron a absorber el “agua” exis- “perforadas” por un sistema igualmente amplio de excepciones
tente en la tarifa. A fines de 1976, el promedio nominal legal había de diversa naturaleza. Las de mayor impacto eran las contem-
descendido del 94 al 53 por ciento, mientras que algunas estima- pladas en los regímenes promocionales, tanto regionales como
ciones de la tarifa implícita la situaban en el 37 por ciento para el sectoriales. Otras excepciones provenían de regímenes que ampa-
conjunto del sector manufacturero. En la segunda etapa se imple- raban selectivamente a determinadas empresas u organismos.

• La nueva fase de apertura 1989-1991. A fines de 1988, en para la cual se estableció una secuencia gradual y automática de
el contexto de las reformas estructurales negociadas con los orga- reducción de aranceles para el comercio regional hasta su total
nismos financieros internacionales, se acelera el proceso de eliminación a fines de 1994.
rebajas arancelarias y eliminación de los regímenes de consulta
previa. La apertura comercial se profundizó aun más a partir del
cambio de gobierno en julio de 1989, en particular, con las modi- IMPORTACIONES INDUSTRIALES
ficaciones en el régimen de comercio y con la suspensión, por Hasta mediados de la década del 70, las importaciones argentinas
razones de emergencia fiscal, de los regímenes de promoción reflejaban el proceso de crecimiento de la economía en el marco
sectoriales. En enero de 1991 desapareció el sistema de permi- de un modelo de sustitución de importaciones, cuyo núcleo diná-
sos de importación y a mediados de ese año se eliminaron los mico era la producción de bienes de consumo durable y de algu-
derechos específicos que lo habían reemplazado en los sectores nos insumos industriales. Aproximadamente dos terceras partes
de textiles y electrónicos. Paralelamente a estos cambios en el correspondían a bienes intermedios, una cuarta parte a bienes de
ámbito de las para-arancelarias, se modificaron fuertemente los capital, y el resto se dividía en partes iguales entre combustibles
niveles y la estructura de los aranceles nominales. Entre octu- y bienes de consumo.
bre de 1989 y abril de 1991, los aranceles máximos y mínimos A partir de entonces se registró un cambio en el comporta-
fueron modificados once veces. miento de las compras externas, vinculado al grado de apertura
El promedio nominal bajó del 26 por ciento en octubre de 1989 de la economía, la evolución de los precios internos respecto de
al 18 por ciento a fines de 1990. Luego de un brevísimo período los internacionales y los cambios en la estructura productiva.
en el que rigió un arancel único del 22 por ciento. La reforma anun- Durante el período de apertura de la segunda mitad de la década
ciada en abril de 1991 restableció aranceles diferenciados en tres del 70, en el marco de un extraordinario crecimiento de las impor-
niveles: 0,11 y 22 por ciento. En noviembre de 1991, por razones taciones, las compras externas de insumos intermedios disminu-
fiscales y de compensación del retraso cambiario, aquellos bienes yeron notablemente su participación en el total, mientras que, por
libres de arancel pasaron a tributar el 5 por ciento (con la excepción el contrario, las de bienes de capital, y sobre todo las de bienes de
de los bienes de capital no producidos, que permanecen en 0) y consumo, sufrieron significativos incrementos. Con el fin de la polí-
los incluidos en la franja intermedia pasaron al 13 por ciento. El tica de apertura, y en el contexto de un severo ajuste del sector
promedio es apenas inferior al 10 por ciento. externo, las importaciones totales se redujeron drásticamente.
La inexistencia de barreras no arancelarias y el bajo nivel y A continuación se describen los cinco fenómenos que resul-
dispersión de las tarifas definen una apertura general inédita tan centrales para explicar la evolución y el cambio en la compo-
históricamente. La excepción mayor a esta regla se encuentra en sición de las importaciones.
el sector de automóviles terminados, cuyas importaciones apare- a. Sustitución de importaciones de insumos intermedios. Desde
cen reguladas por un sistema ad hoc. A esta reforma comercial comienzos de la década del 70 hasta entrada la del 80 se llevaron
generalizada se suma la integración de Argentina en el Mercosur, adelante en el país distintos proyectos de inversión, impulsados

y, en la mayoría de los casos, subsidiados por el Estado, destina- política de apertura implementada, determinaron la falta de con-
dos a desarrollar la producción de algunos insumos intermedios tinuidad de los proyectos más interesantes que se habían gene-
como acero, aluminio, papel, cemento, algunos productos quími- rado en el sector. Adicionalmente, la existencia del régimen de
cos básicos, etc. El efecto de la puesta en marcha de estas plantas promoción de Tierra del Fuego viabilizó la completa desintegra-
sobre las importaciones fue su disminución drástica entre mediados ción de la industria electrónica y la instalación en esa zona de una
de los 70 y fines de los 80. industria armadora de bienes de consumo electrónicos a partir de
b. Cambios en la industria automotriz. El sector automotriz la importación de partes y componentes.
sufrió intensas transformaciones en los últimos quince años, que d. Cambios en la producción local y en las importaciones de
se reflejan en su grado de apertura a las importaciones. Hasta 1978 bienes de capital. La evolución de las importaciones de bienes de
esta industria tenía un bajísimo grado de apertura, dado que el capital en el período estuvo fuertemente influida por la conjunción
régimen sectorial imponía un muy alto porcentaje de integra- de dos fenómenos: la caída en la inversión que caracterizó a
ción nacional, y prácticamente eliminaba las importaciones de toda la década del 80 desde la crisis de la deuda en adelante, y la
productos terminados. En la segunda mitad de los 70 este sector desarticulación productiva de la industria local de bienes de
pasó de tener un mercado protegido a operar con un alto grado capital luego de la experiencia de apertura. Como resultado de
de apertura, tanto en autopartes como en bienes terminados. En estos dos fenómenos se produjo una sustitución de inversión
esos años, las importaciones de automóviles crecieron en forma en equipos nacionales por inversión en equipos importados, y
espectacular. Terminada la experiencia aperturista en 1981, la indus- un incremento en las importaciones de los bienes de mayor dina-
tria terminal volvió a gozar de un mercado protegido, pero quedó mismo tecnológico paralelo a la disminución de la importancia
abierta la importación de partes. A partir de mediados de los 80, de las compras de material de transporte y de equipos para la gene-
la industria automotriz está adquiriendo un perfil muy distinto ración de energía.
al que tenía en el pasado, con muy altos niveles de contenido e. Expansión de los recursos energéticos. El incremento en
importado en los productos finales, y con empresas crecientemente la producción local de petróleo incidió en una importante dismi-
volcadas a la complementación en el Mercosur y a la integración nución de las importaciones, que a su vez disminuyeron por la
en la estrategia global de sus casas matrices a través de la expor- caída del nivel de actividad económica doméstica. A su vez, hubo
tación de autopartes. un cambio en la composición de las mismas, que tradicionalmente
c. Transformación de la industria electrónica. A comienzos eran de aceites de petróleo y actualmente son en sus dos terceras
de la década del 70, la industria electrónica había logrado un partes de gas, producto del acuerdo bilateral con Bolivia.
importante desarrollo en el medio local, con un interesante nivel
tecnológico y de integración local de partes y componentes. A
partir de 1976, una serie de factores incidieron en la transforma- LAS EXPORTACIONES
ción completa de la estructura de esta industria. Por un lado, el A mediados de los setenta y como fruto de la maduración tecno-
abandono de las políticas específicas de promoción, y por otro, la productiva de una serie de producciones, el sector industrial

argentino exhibía un creciente flujo de exportaciones. Contradi- el azúcar y los productos de molinería pierden importancia en
ciendo la original tendencia mercadointernista que había susten- las exportaciones.
tado su consolidación y desarrollo, una serie de producciones En el terreno de las producciones estrictamente industriales,
intensivas en uso de mano de obra calificada, alto valor agregado el notable dinamismo –crecieron hasta alcanzar casi 4 mil millones
y ubicadas al final de la cadena productiva (como la producciones de dólares anuales– fue también acompañado por profundos
de automotores, maquinaria agrícola, bienes de capital, textiles cambios. La mayor repercusión de las producciones de insumos
y confecciones), volcaban crecientes porcentajes de su producción industriales de uso difundido –acero, aluminio, petroquímica, etc.–,
en los mercados de países de similar o menor desarrollo relativo. los derivados de la refinación del petróleo y las autopartes rápi-
Quince años más tarde, el escenario inicial varió notable- damente desplazaron a las industrias finales asociadas a la pro-
mente. Sorprendentemente, y en el marco de serias turbulencias ducción metalmecánica, papelera y textil, que dominaban la escena
económicas, las exportaciones argentinas superaron (en 1990) en los años setenta.
los 12 mil millones de dólares anuales merced al notable dina- En un proceso de reespecialización productiva, donde la pree-
mismo de las colocaciones externas de manufacturas. Resulta minencia exportadora recae crecientemente en actividades inten-
notable que en el marco de un claro estancamiento de la pro- sivas en recursos naturales –gas, recursos pesqueros y forestales,
ducción las ventas externas crezcan a razón de un 7 por ciento etc.– y con reducido valor agregado y/o asociado a los procesos
anual acumulado y que tal crecimiento se haya basado espe- de globalización de las empresas transnacionales, los flujos comer-
cialmente en la dinámica que caracterizó al sector manufacturero ciales se redireccionaron hacia los mercados centrales, restando
(a punto tal que el incremento de éste fue de casi el 9 por ciento importancia a las colocaciones en los países limítrofes de igual o
16
anual acumulativo). menor desarrollo relativo. De la mano del surgimiento de grandes
El incremento en las exportaciones no fue neutro en términos empresas exportadoras –de capital local y/o transnacional– las
de su composición, sino que –como reflejo de lo ocurrido en la nuevas corrientes exportadoras encuentran su sustento en una
estructura productiva interna– se caracterizó por notables dife- amplia gama de factores que van desde la acumulación tecno-
rencias. En el caso de las manufacturas asociadas a los sectores productiva previa proveniente del modelo sustitutivo, hasta la
primarios, rápidamente ganaron preponderancia las colocaciones ampliación de las fronteras económicas debida a la incorporación
externas de aceites vegetales, pesca, pulpa de papel y, en menor de nuevos recursos naturales (gas, forestación, pesca, etc.), sin
medida, la frutihorticultura y los lácteos. En contraposición a ello, dejar de lado los crecientes procesos de globalización y redefinición
tanto los frigoríficos –que habían explicado durante décadas la de las empresas trasnacionales, los cambios en el marco regula-
inserción externa de un país agroganadero como Argentina– como torio local y el comportamiento anticíclico de las exportaciones
industriales ante el deterioro del mercado interno.
16. Ver Bisang, R. y Kosacoff, B., Exportaciones industriales en una economía en

transformación. Las sorpresas del caso argentino. 1974-1990, CEPAL, Docu-
mento de Trabajo Nº 48, Buenos Aires, 1993.

CAPÍTULO TRES
PLAN DE CONVERTIBILIDAD
El inicio de la década de los noventa se produce en simultáneo con

una etapa de cambios políticos y económicos significativos, tanto
a nivel nacional como en el contexto regional e internacional. Los
impulsos provenientes de factores externos desempeñaron un
papel protagónico, en particular, el aumento notable de la oferta
de crédito internacional para los países denominados emergen-
tes y los mayores precios para los productos de exportación. Sin
embargo, la década se caracteriza principalmente por las refor-
mas de política doméstica encaradas. A lo largo de los años noventa
Argentina implementó una serie de profundas reformas econó-
micas que tuvieron como ejes la estabilización de precios, la pri-
vatización o concesión de activos públicos, la apertura comercial
para amplios sectores de la economía local, la liberalización de
buena parte de la producción de bienes y la provisión de servicios
17
y la renegociación de los pasivos externos.
17. Heymann, D., “Políticas de reforma y comportamiento macroeconómico: la Argen-

tina en los noventa”, en Heymann y Kosacoff (editores), La Argentina de los noventa:
desempeño económico en un contexto de reformas, Eudeba, Buenos Aires, 2000.

La política monetaria fue uno de los ámbitos de estos grandes de telefonía (Entel) y de aeronavegación (Aerolíneas Argentinas).
cambios. En 1991, mediante la sanción de una ley, se estableció un A ellas les siguieron áreas y otros activos petroleros (1991 y 1992),
esquema de convertibilidad con tipo de cambio fijo entre la moneda las empresas de electricidad y gas (1992), la siderúrgica estatal
local y el dólar estadounidense (a razón de un peso por dólar). Se Somisa (1992) y la petrolera YPF (1993), entre otras operaciones.
reformó también la Carta Orgánica del Banco Central para ade- El comportamiento de la política fiscal a lo largo de los años
cuarla al nuevo esquema, limitando a la entidad en el financiamiento noventa es aún debatido. Cuando se compara con la década pre-
al gobierno y en el otorgamiento de redescuentos. Asimismo, cedente, la gestión fiscal presenta mejoras apreciables. Sin
en 1992, el gobierno nacional alcanzó un acuerdo con los acree- embargo, la sustentabilidad del régimen cambiario requería como
dores externos por el cual se reemplazaba la deuda de capital e condición necesaria que la reducción del déficit no se interrum-
intereses atrasados con los bancos por bonos públicos de largo piera al promediar la década, sino que los esfuerzos por aumentar
plazo con garantía, en el marco del denominado Plan Brady. la solvencia del sector público se reforzaran aun más. Inicialmente,
Luego del inicio del programa económico la tasa de inflación los efectos sobre los ingresos públicos del desempeño del producto
mostró una discontinuidad hacia abajo y siguió disminuyendo gra- agregado y de las privatizaciones dieron lugar a un aumento del
dualmente. Esta ruptura con el pasado inflacionario se constituyó gasto público que acompañaba la evolución real de la economía.
en un elemento crucial para la evolución de las actividades eco- Al tiempo se concentraba la estructura impositiva en pocos
nómicas, dada su importancia para la formación de precios y la gravámenes y se ampliaba la base imponible. Posteriormente, los
demanda de activos. La ampliación del horizonte de las decisiones ingresos se vieron afectados por las propias reformas estructu-
inducida representó un cambio de primer orden para la formación rales (en particular, la reforma del sistema de seguridad social) y
de capital. La estabilización de precios estuvo acompañada por un la crisis financiera originada en México. A partir de ahí, y más aun
aumento apreciable del volumen de crédito, tanto en dólares como desde el contexto recesivo iniciado a mediados de 1998, se
en pesos convertibles. Pronto se pudo notar que el funcionamiento desarrolla un período caracterizado por las tensiones crecientes
del mercado de crédito, y de un modo más general el conjunto de entre las demandas de gasto público, la caída en la recaudación y
las relaciones contractuales, en gran medida se basaban en expec- los intentos de solucionar parte de los problemas de precios rela-
tativas respecto de la continuidad del régimen cambiario. De ese tivos a través de la gestión fiscal.
modo, el comportamiento de los agentes económicos determi- La política de comercio exterior en los años noventa tuvo en
naba un aumento de los costos percibidos y efectivos de salida la apertura comercial y la integración regional a dos de sus pila-
del régimen de convertibilidad. res. La reducción de aranceles y barreras no arancelarias a las
En relación con la reforma del funcionamiento y alcance del importaciones y la eliminación de impuestos a las exportaciones
Estado, se sancionó una ley que declaró sujetas a privatización o modificaron los incentivos a la producción y a la demanda de
concesión a un amplio conjunto de empresas y actividades del bienes. El proceso de integración regional en el Mercosur se inten-
sector público. Este proceso se desarrolló con suma celeridad: en sificó en la década y junto con la apertura comercial condujo a
el año 1990 fueron traspasadas al sector privado las empresas un aumento notable de los flujos de comercio entre los países

miembros. Las políticas comerciales y la actitud hacia el proceso ciera en 1995. Este shock derivado de la retracción en la oferta
de integración se vieron severamente afectadas por los pro- de crédito tuvo un impacto inmediato sobre el nivel de actividad
blemas de competitividad de los bienes negociables interna- y el desempleo, y afectó severamente al sistema financiero. Es pro-
cionalmente, sobre todo a partir de la devaluación brasileña a bable que la rápida superación de la crisis, sustentada en mejoras
comienzos de 1999. en los precios internacionales, en el crecimiento de la demanda
El desempeño macroeconómico de inicios del decenio de brasileña posterior al lanzamiento del Plan Real y en reformas
los noventa se caracterizó por un aumento notable de la demanda regulatorias en el sistema financiero, haya contribuido a reafirmar
interna, impulsada por el crecimiento de la oferta de crédito las percepciones positivas sobre el crecimiento de los ingresos y
local e internacional. El origen de este comportamiento se vincula la solidez de un esquema macroeconómico que ahora incremen-
con las expectativas positivas de ingresos futuros derivadas del taba las exportaciones, el ahorro y la inversión.
cambio del régimen económico que impulsan aumentos en el con- Desde 1998 la economía argentina estuvo afectada por varios
sumo y generan nuevas oportunidades de inversión. La menor shocks negativos en forma simultánea. Los efectos de la crisis
restricción financiera se verificaba no sólo en la recuperación del rusa sobre el acceso al financiamiento y las tasas de interés en los
crédito bancario, producto de una monetización creciente, sino países emergentes, la posterior devaluación y modificación del
también en el auge del mercado de capitales, donde se emitían régimen cambiario en el principal socio comercial, la abrupta caída
títulos de deuda y acciones por montos significativos. en los precios de los productos que exporta el país, la persis-
El aumento de la demanda agregada fue difundido en los dis- tente fortaleza del dólar respecto de otras monedas del mundo y
tintos sectores de la economía, aun cuando hay que notar que el continuo desplazamiento del sector privado de los mercados de
el elevado ascenso del producto manufacturero fue inferior que financiamiento interno por parte del sector público, constituyen
el del producto total. El escaso impacto de la expansión de la pro- los ejemplos más destacados de lo ocurrido. A fines de la
ducción sobre la ocupación, derivado de los efectos negativos de década el inicio de un largo período dominado por la recesión y
la reestructuración productiva, contribuyó a elevar el desempleo. la deflación de precios generó tensiones crecientes y modificó las
El abrupto aumento en las importaciones de bienes, sumado a expectativas respecto del potencial de crecimiento de la econo-
exportaciones que no respondían del mismo modo, generaron mía y la solvencia del sector público, provocando por último el
saldos comerciales negativos de magnitud considerable. Asi- colapso definitivo del régimen económico.
mismo, el déficit en la cuenta corriente del balance de pagos
comenzaba a suscitar algunas dudas respecto de la sustentabili-
dad del esquema macroeconómico, aunque eran cubiertos y en LA INDUSTRIA EN LOS NOVENTA
exceso por los ingresos de inversión extranjera y las operaciones En respuesta a una nueva configuración del marco competitivo
de crédito internacional. local, comenzaron a desplegarse fuertes procesos de reconver-
En este contexto, los incrementos de la tasa de interés inter- sión empresarial; en ese campo se alteran tanto las estrategias
nacional y la devaluación mexicana provocaron una crisis finan- como el peso relativo de las distintas actividades y agentes eco-

nómicos, así como las prácticas productivas, tecnológicas y comer- en activos específicos, incorporación o reemplazo de líneas de pro-
ciales. En esta dinámica, las distintas acciones de las firmas deter- ducción, calificación de recursos humanos en la firma o el sendero
minaron resultados contrapuestos que se pueden estilizar en dos a seguir de aprendizaje tecnológico que adquieren una dimensión
grandes grupos de conductas empresariales. Por un lado, aparecen inasible y de difícil evaluación con los esquemas predominantes
las denominadas reestructuraciones ofensivas, que se caracteri- en una economía semi-cerrada.
zan por haber alcanzado niveles de eficiencia comparables con las Uno de los aspectos centrales de las transformaciones estruc-
mejores prácticas internacionales y que abarcan a un grupo de turales fue la reconfiguración del perfil empresario respecto del
alrededor de 400 empresas. vigente durante el proceso sustitutivo. Un panorama general indi-
De todos modos se pueden encontrar casos en casi todo el caría que a la retirada de las empresas estatales, y cierta involución
entramado productivo; predominan particularmente en las activi- de las pequeñas y medianas empresas, se suma la reorganización
dades vinculadas a la extracción y procesamiento de recursos de los conglomerados económicos locales y el liderazgo y soste-
naturales, las ramas productoras de insumos básicos y en parte del nido dinamismo de las empresas transnacionales. Dentro del
complejo automotriz. El resto del tejido productivo (cerca de 25 mil universo de firmas productivas hay que destacar en primer lugar
firmas, si no se consideran las microempresas), se caracterizó el comportamiento de las empresas transnacionales, cuyas estra-
por llevar a cabo los denominados comportamientos defensivos, tegias principales están asociadas a los flujos de Inversión Extran-
los cuales, a pesar de los avances en términos de productividad jera Directa (IED) que ingresaron durante los noventa. Hacia fines
con respecto al propio pasado, están alejados de la frontera téc- del decenio de los ochenta comenzó una recuperación en los flujos
nica internacional y mantienen vigentes ciertos rasgos de la etapa de este tipo de inversión que alcanzó niveles notables y crecientes
sustitutiva, como una escala de producción reducida o escasas en la década siguiente. Según estimaciones oficiales, entre 1990
18
economías de especialización. y 2000 ingresaron 78 mil millones de dólares de IED, por lo cual el
El proceso de estabilización económica encarado en los noventa acervo de capital extranjero creció a tasas anuales superiores al
19
aumentó la capacidad de prever la evolución de las principales 20 por ciento y superó los 80 mil millones en 2000.
variables macroeconómicas de modo notable; implicó también La inversión extranjera lideró el proceso de reconversión pro-
una ventaja incomparable para la organización de las actividades ductiva de los noventa en especial en aquellos aspectos moder-
productivas. Sin embargo surgió un nuevo tipo de incertidum- nizadores del proceso, destacándose la elevada correlación entre
bre que puede denominarse estratégica y que se corresponde con los sectores más dinámicos de la producción local y el aumento
la modificación del entorno competitivo de las firmas y con las de la participación del capital extranjero en dichos sectores.
nuevas reglas de juego que determinan qué van a producir las Aun en el marco de estrategias destinadas en buena medida al apro-
empresas y cómo lo van a hacer. Son decisiones sobre inversión vechamiento del mercado doméstico –o subregional– las filiales
18. Kosacoff, B. (editor), Corporate strategies under structural adjustment in Argen- 19. Kulfas, M.; F. Porta y A. Ramos, La inversión extranjera en la Argentina, CEPAL-
tina, Macmillan Press/St. Antony´s Series, Gran Bretaña, 2000. Naciones Unidas, Buenos Aires, 2002.

realizaron inversiones tendientes a utilizar más eficientemente sus en las privatizaciones y concesiones de activos públicos. Tiempo
recursos físicos y humanos y, mucho más selectivamente, a después muchos de estos conglomerados locales vendieron sus
integrarse de un modo más activo en la estructura internacional participaciones accionarias a los inversores extranjeros. Por otro
de la corporación. lado, la apertura y desregulación económica, a la vez que signifi-
Es posible identificar dos etapas en el comportamiento de los caron el acceso a los mercados financieros internacionales, debi-
flujos de IED hacia Argentina. Entre 1990 y 1993, más de la mitad litaron significativamente las bases para acumular exclusivamente
de los ingresos de inversión extranjera corresponden a opera- y con cierto poder monopólico en el mercado local. Las condi-
ciones de privatización y concesión de activos públicos. Con ciones de liquidez internacional facilitaron el endeudamiento para
posterioridad, las fusiones y adquisiciones de empresas privadas adquirir compañías estatales y diversificar sus inversiones, inclu-
adquieren un rol central en el crecimiento de las inversiones extran- yendo aquellas localizadas en el exterior.
jeras en el país. En suma, a diferencia de períodos anteriores, la A diferencia de etapas anteriores de la historia económica
mayor parte de los fondos de IED (al menos el 56 por ciento de los argentina, la conducta de los conglomerados locales en los noventa
flujos totales entre 1992 y 2000) se destinó a la compra de acti- es altamente heterogénea y cambiante. El tipo de producción, el
vos existentes, tanto estatales como privados. grado de diversificación inicial, el tamaño relativo respecto de los
El proceso de fusiones y adquisiciones de empresas acumula competidores internacionales, la conducta de la demanda, la etapa
entre 1990 y 1999 un monto de más de 55 mil millones de dóla- de cambio generacional por la que transita el grupo económico,
res; de esa suma el 88 por ciento corresponde a desembolsos de incidirán de modo determinante para conformar distintos sen-
empresas de capital extranjero. La ventaja decisiva de las filiales deros de ajuste. Sin embargo, las estrategias que siguieron poseen
de transnacionales sobre las empresas locales residió en el control algunos rasgos comunes: una tendencia a la especialización en un
de los aspectos tecnológicos, en las habilidades ya acumuladas conjunto más reducido de actividades respecto del pasado, una
para operar en economías abiertas y en la capacidad de financiar expansión hacia terceros mercados mediante la inversión directa
la reconversión. Sin embargo, el aporte de las firmas de capital y la concentración de las actividades productivas en sectores
extranjero a la generación de encadenamientos productivos y a con mayores ventajas naturales y escasa presencia en los secto-
una inserción activa en redes dinámicas de comercio internacio- res más dinámicos internacionalmente, basados en el conoci-
nal siguió siendo débil. miento y la innovación tecnológica.
Los noventa marcaron un cambio de rumbo en la dinámica de Como fuera señalado anteriormente, surge como elemento dis-
los conglomerados económicos locales en Argentina. Las nuevas tintivo del posicionamiento estratégico de los conglomerados la rea-
condiciones económicas abrieron múltiples oportunidades de lización de inversiones directas en el exterior, con una intensidad y
negocios en un clima de estabilidad y crecimiento, pero al mismo una modalidad muy distintas a la verificada en la etapa de la susti-
tiempo los enfrentaron a la reacción de la competencia interna- tución de importaciones (ISI). La mayor parte de las inversiones
cional. La articulación previa con el Estado les permitió, asociados en el exterior se destina a otros países latinoamericanos, aun cuando
a inversores y bancos extranjeros, un ventajoso posicionamiento existen casos de inversiones directas en Estados Unidos, Europa o

el Este Asiático. Los conglomerados económicos locales conducen La mayor parte de las PyMEs, con conductas estratégicas defen-
este proceso basados en capacidades de management, conocimiento sivas que enfrentaban un desafío refundacional. En este contexto
y manejo de tecnologías maduras, acceso a recursos financieros, es visible la dificultad de definir una estrategia productiva adecuada
la capacidad de operar en entornos culturales similares o el conoci- durante el proceso de transformación económica. El mismo abarcó
miento de condiciones específicas de ciertos mercados próximos. al conjunto de PyMEs, independientemente de su especialización
Algunos grupos nacionales buscan mediante este tipo de estra- productiva. El nuevo ambiente económico aumentó la incertidum-
tegia alcanzar el liderazgo mundial o regional en segmentos de bre de las firmas y la cantidad y calidad de la información que debían
mercado específicos. Para otro grupo de empresas la internacio- procesar. La preocupación por la situación y perspectivas de las PyMEs
nalización a través de la inversión directa es indispensable para la se expresó en la proliferación de distintas iniciativas gubernamen-
20
propia supervivencia y expansión en el nuevo contexto económico. tales –en las áreas de financiamiento, asistencia técnica, información,
Existe un cierto consenso en afirmar que los rasgos predomi- etc.–, en la actuación y propuestas de las distintas cámaras empre-
nantes de las PyMEs argentinas durante la ISI fueron la centrali- sarias, así como en los reclamos que, desde el ámbito social y polí-
zación de la gestión en la figura del dueño, la inserción externa tico, apuntaban a la protección y promoción de estas empresas.
poco significativa, el predominio de estrategias defensivas, el La creciente tendencia a la adopción de tecnologías de pro-
amplio mix de producción, la escasa especialización productiva, ducto de origen externo con niveles cercanos a las mejores prácti-
la reducida cooperación con otras firmas, la poca relevancia de las cas internacionales fue en desmedro de la generación de esfuerzos
actividades de innovación y el reducido nivel de inversión. Estas locales de adaptación. Esto implicaba una brecha menor en
características, que en gran medida persistieron en el transcurso de términos de tecnologías de producto pero, a la vez, una pérdida
los noventa, condicionaron las respuestas que pudieron implementar significativa en la adquisición de capacidades domésticas mediante
frente a las reformas estructurales. Se pueden identificar tres gru- actividades de investigación y desarrollo. Sin embargo, la fuerte
pos de PyMEs con características y demandas específicas propias. incorporación de máquinas y equipos importados necesariamente
Un grupo minoritario de firmas de elevado posicionamiento estuvo acompañada de cambios organizacionales y de mayores
competitivo (5 por ciento del total) que exhibía rasgos de exce- inversiones en capacitación. Asimismo se afianzó una tendencia
lencia productiva y comercial y con perspectivas favorables para a la incorporación de partes y piezas importadas, reduciendo
adaptarse a las nuevas reglas del juego. la probabilidad de conformar redes de producción basadas en la
Un sector numeroso de PyMEs (30 por ciento del total) con un subcontratación local.
reducido posicionamiento competitivo y escasas posibilidades de En resumen, los principales elementos que caracterizan el
sobrevivir en el escenario de los años noventa. desempeño de la microeconomía en los años noventa son: la dis-
minución del número de establecimientos productivos, el aumento
del grado de apertura comercial (con énfasis en las importaciones),
20. Kosacoff, B., “Las multinacionales argentinas”, en Chudnovsky, D., B. Kosacoff
y A. López, Las multinacionales latinoamericanas: sus estrategias en un mundo un proceso de inversiones basado en la adquisición de equipos
globalizado, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1999. importados, el aumento de la concentración y la extranjerización

de la economía y la caída abrupta del coeficiente de valor agregado. siones crecientes y modificó las expectativas respecto del poten-
Además hubo una mayor adopción de tecnologías de producto cial de crecimiento de la economía y la solvencia del sector público.
de nivel de frontera tecnológica y de origen externo, un abandono Entonces emergieron con fuerza creciente unos cuantos proble-
de la mayor parte de los esfuerzos tecnológicos locales en la gene- mas: la vulnerabilidad de la economía a los shocks externos, una
ración de nuevos productos y procesos, una desverticalización de agudización de la fragilidad del sistema financiero, un cierto sesgo
las actividades basada en la sustitución de valor agregado local anti-competitivo de la estructura de precios, los problemas de con-
por abastecimiento externo, una reducción en el mix de producción sistencia entre el destino del gasto y de la inversión y sus formas
junto con una mayor complementación con la oferta externa, una de financiamiento, la sustentabilidad fiscal y su relación con el
creciente enajenación de actividades del sector servicios, una mayor sostenimiento de un tipo de cambio fijo nominal, la presencia de
internacionalización de las firmas y una importancia creciente de los fuerzas endógenas que inducían un ajuste recesivo y una moder-
acuerdos regionales de comercio en las estrategias empresariales. nización heterogénea del aparato productivo que resultaba insu-
Pero quizás el rasgo más saliente de la conformación produc- ficiente para dotar a la economía de mayores y crecientes niveles
tiva en los años noventa sea la heterogeneidad. Es indudable que de productividad.
no todos los agentes económicos elaboraron de igual manera el En ese contexto, la crisis por la que atravesaba el país terminó
desafío que presentaba el paso del taller a la empresa: son nuevas expresándose en una prolongada y profunda recesión, un progre-
estrategias productivas en donde la producción local se com- sivo aumento en los índices de desempleo, pobreza e indigencia y
binó con la importación de insumos y de bienes finales, con el un moderado proceso de deflación de precios y salarios. La situa-
fin de aprovechar las nuevas reglas del juego económico. ción fiscal era también sumamente delicada por la imposibilidad
Entre 1998 y 2001 el retorno a la extrema volatilidad del entorno casi absoluta de financiar el desequilibrio de manera voluntaria. Pau-
condujo a que las decisiones de producción e inversión se vie- latinamente, las dudas sobre la capacidad de satisfacer la creciente
ran gravemente afectadas. Crecieron las dudas respecto de la sol- deuda pública y sobre la sustentabilidad del régimen monetario y
vencia de un grupo numeroso de empresas. Los problemas de el sistema de contratos asociado se transformaron en certezas.
la economía argentina generaban notables perturbaciones La existencia de una profunda crisis política, la agudización de
financieras y comerciales. Las consecuencias negativas en el plano la conflictividad social y la casi nula credibilidad en las sucesivas
empresarial se habían desplegado y no surgían con claridad las políticas económicas que se ensayaron en vísperas del derrumbe
respuestas dominantes de los agentes económicos ante el regreso final del régimen agravaron el panorama. En esas condiciones
de una elevada incertidumbre macroeconómica. se produjo un brusco y acelerado descenso de los depósitos ban-
carios –acompañado de un proceso paralelo de salida de capitales–
que llevó a imponer restricciones a los fondos del sistema finan-
COLAPSO DE LA CONVERTIBILIDAD ciero y controles de pagos al exterior.
A fines de la década del noventa, el inicio de un largo período Las autoridades que se sucedieron declararon el cese parcial
dominado por la recesión y la deflación de precios generó ten- de pagos de la deuda pública y el abandono del régimen de con-

vertibilidad de la moneda y la paridad cambiaria vigente desde CAPÍTULO CUATRO

1991. Las consecuencias inmediatas fueron un fuerte aumento de
precios y la ruptura del sistema de contratos. En materia cam-
UN CONTEXTO DIFERENTE
biaria, luego de sostener durante un breve período la fijación de
un tipo oficial se pasó a un régimen de flotación con intervención
de la autoridad monetaria.
En la primera parte de 2002 se vivieron fuertes alteraciones:
la desaparición del crédito interno y externo, la imposibilidad de
formular previsiones, el encarecimiento de los insumos y las
dificultades de operación del sistema de pagos se combinaron
para deprimir tanto la demanda como la oferta de bienes y de ser-
vicios. La pesificación parcial de las deudas bancarias y financie-
ras locales nominadas en moneda extranjera redujo el valor real
de los pasivos. La caída del nivel de actividad y la aguda depre-
ciación del tipo de cambio implicaron fuertes modificaciones en
las rentabilidades sectoriales, en la configuración de la demanda El proceso asociado con el abandono del sistema de convertibili-
y en la distribución de los ingresos. En el marco de una intensa dad estuvo marcado por una gran turbulencia no sólo económica,
salida de capitales, el tipo de cambio real alcanzó niveles compa- sino también social y política. Los costos de salida de un régimen
rables a los de la salida del brote hiperinflacionario de 1990. El sin mecanismos de escape y que no resultó sostenible, fueron efec-
saldo comercial fue extraordinariamente elevado, debido a la tivamente muy altos. Pero también fue intensa la recuperación
abrupta caída de las importaciones, generando un apreciable supe- que siguió a la crisis. El contexto y las modalidades en que se
rávit en cuenta corriente. La inversión cayó fuertemente, pero desenvolvió la economía desde la segunda mitad de 2002 confi-
simultáneamente creció el ahorro. Pese a la intensidad de las per- guraron una situación de tendencia a la normalización. Desde el
turbaciones, el peso se mantuvo como denominador de precios y punto de vista del proceso de asignación de recursos, la estruc-
medio de cambio. Aunque los precios internos crecieron consi- tura de incentivos implícita en los nuevos precios relativos de la
derablemente, no se observó la reaparición de comportamientos economía se redefinió a favor de los bienes comercializables, los
adaptados a un contexto de inflación persistente. procesos intensivos en trabajo y las ventajas naturales.
Si en los noventa uno de los problemas básicos del comercio
exterior era la generación de suficientes exportaciones para sus-
tentar los niveles de gasto en dólares ya vigentes, luego de la
devaluación, era la demanda interna la que aparecía como inusual-
mente comprimida en comparación con las exportaciones. En todo

caso, ese vuelco en la balanza comercial generó un margen para el uso de la moneda local y se reestructuró una parte mayoritaria
que pudiera haber una recuperación apreciable de la demanda de la deuda externa, con resultados muy beneficiosos para el país,
interna sin que fuera necesario un financiamiento neto del exterior, asociado esto a la reducción de tasas, quitas y maduración de los
sino una atenuación de la salida de fondos. plazos. En estos aspectos, la historia de expansiones que pronto
El sistema impositivo operó con una configuración de emer- culminan en crisis de solvencia parece haber dejado aprendizajes
gencia que, junto con la caída del valor real del gasto, permitió una expresados en actitudes de mayor precaución y de inquietud por
recomposición del superávit primario. En la recuperación se la consistencia.
observó una respuesta muy elástica de los ingresos tributarios del La tendencia hacia la normalización económica permitió la
gobierno. Se generó un significativo superávit primario, cuyo valor recuperación de los niveles de actividad precrisis y la notable
(en proporción al PBI) fue el mayor en décadas. Asimismo el creación de puestos de trabajo. La cuenta corriente del balance de
gobierno efectuó una propuesta de reestructuración de la deuda pagos y el saldo comercial son superavitarios. La recomposición
emitida antes de 2002, sobre la base de un superávit primario del proceso de inversión fue mayor que lo esperado y ya alcanza
del sector público del orden del 3 por ciento del PBI. los valores picos de los noventa. Esto es especialmente visible en
Al término del período de ofertas en marzo de 2005 fueron el sector agropecuario, en turismo, en minería, construcciones y
presentados 62 mil millones de dólares de bonos, 76 por ciento dentro del conjunto de las pequeñas y medianas empresas. El
del monto elegible. Si bien la deuda luego de la implementación contexto internacional de subas de las materias primas –asociado
del canje (123 mil millones de dólares) no era mucho menor que a la expansión de China e India– y bajas tasas de interés, ha sido
en 2001, se había extendido el perfil de vencimientos y se había muy favorable para el país en los últimos años, con previsiones
reducido considerablemente el peso de los intereses. Uno de los de mantenerse esta situación en el mediano plazo y generando
temas aún sin resolver es el tratamiento de los acreedores que no una ventana de oportunidad para el país.
aceptaron el canje (holdouts) (cerca de 20 mil millones de dólares De todos modos, cuando comparamos los indicadores eco-
de valor original). A inicios de 2006 el gobierno canceló en un nómicos y sociales actuales con los observados en la década del
solo pago la deuda (por cerca de 10 mil millones de dólares) que setenta asoma con total claridad el enorme desafío que debemos
mantenía con el FMI. asumir para recuperar el bienestar, la equidad y la dignidad del
El desempeño económico argentino luego de la convertibi- conjunto de la población. Como alarmantes ejemplos tenemos,
lidad está caracterizado por un sorprendente desempeño posi- entre muchos otros, que el PBI por habitante de 1974 era el mismo
tivo. En términos macroeconómicos existe un punto de partida que en 2003, evidenciando nuestro estancamiento; el valor agre-
que es totalmente distinto del que teníamos en la década pasada. gado industrial por habitante actual es un 20 por ciento menor que
Un tipo de cambio flexible y competitivo, una política fiscal pru- tres décadas atrás; la tasa de desocupación en 1970 era del 4,9 y
dente con resultados inéditos para los últimos cincuenta años y el subempleo del 5,9 por ciento; la proporción de hogares en el
una política monetaria consistente con el esquema macroeco- gran Buenos Aires por debajo de la línea de pobreza pasó del 5
nómico. Hemos podido dejar atrás la convertibilidad sin repudiar por ciento en 1974 al 42 por ciento en 2003, y debajo de la línea

de indigencia del 5 por ciento en 1988 al 20 por ciento en 2003; la ciento en 2002 al 17,7 por ciento en 2005) y revirtiendo el proceso
diferencia de los ingresos del 20 por ciento de los hogares más de desindustrialización relativa de la década pasada. De todas
pobres en comparación con el 20 por ciento de los más ricos pasó maneras, si bien ya supera los niveles de 1998, no se trata del
de 6,7 veces en 1974 a 17,1 veces en 2000. Uno de los pocos mismo aparato industrial de entonces. Comparando los Censos
indicadores económicos con un excelente desempeño fue el Económicos de 1994 y 2004 aparecen claros indicios de que a lo
ascenso de las exportaciones por habitante, que crecieron quince largo de estos años se han desmantelado sectores y han desapa-
veces entre 1970 y 2004. Sin embargo, este dinamismo no generó recido capacidades, se ha acentuado una estructura primarizada y
condiciones para un desarrollo económico sustentable y con desarticulada y se ha consolidado el control por capitales extran-
empleo decente. jeros en gran parte de los sectores industriales y de servicios.
Además de un conjunto reducido de actividades caracteriza-
das por fuertes ventajas comparativas de tipo estático o larga-
21
LA INDUSTRIA EN 2002-2006 mente beneficiadas por políticas industriales específicas, el acervo
La devaluación de comienzos de 2002 provocó un cambio radical industrial actual está constituido por empresas que sobrevivieron
en los precios relativos de la economía, generando incentivos al doble ajuste –producido primero por las condiciones de la
diametralmente opuestos a los vigentes durante el período del convertibilidad y luego por la recesión– y que ante las nuevas
régimen de convertibilidad; las rentabilidades sectoriales se modi- condiciones de precios relativos han reaccionado favorable-
ficaron tanto en términos absolutos como relativos, sesgando a mente. De acuerdo con el régimen competitivo de cada actividad
favor de la producción de transables. Desde entonces la economía y con su particular capacidad de respuesta al cambio abrupto de
argentina ha experimentado un acelerado crecimiento, a una tasa precios relativos, las ramas manufactureras han evidenciado
acumulativa anual promedio del 8,2 por ciento entre 2002 y diversos niveles de recuperación, dinamismo y contribución al
2006, recuperando ya hacia el año 2005 los niveles de producto crecimiento del PBI; sin embargo, una característica saliente del
previos a la fase de recesión y crisis. actual crecimiento industrial es que ha sido bastante generalizado
Dentro de los grandes sectores de la economía, la industria ha a nivel sectorial.
liderado este proceso de reactivación, caracterizándose por una Entre las ramas más dinámicas que se han observado durante
recuperación relativamente temprana y elevadas tasas de creci- la actual fase de reactivación predominan aquellas que experi-
miento. En virtud de esta tendencia, el sector manufacturero ha mentaron la mayor caída relativa de volumen de producción
acumulado un crecimiento del 39,5 por ciento entre 2002 y 2005, durante la crisis: textil y confecciones, metalmecánica –excluida
ganando participación en el PBI nacional (pasando del 16,2 por la maquinaria–, materiales para la construcción, aparatos de audio
y video, maquinaria y equipo eléctrico y automotriz. De todas mane-
ras, en la medida en que estas actividades habían comenzado su
21. Esta sección se basa en un documento en elaboración de Fernando Porta: “El achicamiento o retroceso relativo ya durante los años de crecimiento
desempeño industrial entre 2002-2006”, CEPAL-Redes, 2007. de la década de los 90 (excepto el sector automotriz), su desem-

peño reciente no ha sido suficiente para recuperar sus anteriores en estos últimos años por una eventual mayor capacidad para cap-
22
niveles máximos de producción . tar excedente; por el contrario, el cambio en los precios relativos
Este conjunto de actividades-líderes del crecimiento industrial acentuó aun más las asimetrías de rentabilidad preexistentes den-
desde la devaluación ha enfrentado una demanda creciente tanto tro del sector industrial. Cuando se consideran las estimaciones a
interna como externa y no presenta estrangulamientos por el lado precios corrientes, son aquellas actividades capital-intensivas y de
de la oferta, debido, principalmente, a su abundante capacidad mayor peso en la estructura industrial las que ganaron participa-
ociosa al inicio de la recuperación y, más hacia finales de este ción relativa en este último período; en particular la producción de
período reciente, a inversiones adicionales. metales, automotores, sustancias y productos químicos, petróleo
A su vez, aquellos sectores que más crecieron en la década y alimentos y bebidas.
pasada y cayeron menos que el promedio entre 1998 y 2002, exhi- En cambio, aquellas ramas más orientadas al mercado interno
ben incrementos sostenidos en el período reciente, aunque menos e intensivas en empleo, como muebles, edición e impresión, con-
pronunciados, superando sus máximos históricos. Este desem- fección de textiles, manufacturas de cuero y productos de caucho
peño relativamente menos dinámico se explica, en la mayoría y plástico revistan entre los sectores que disminuyeron su parti-
de los casos, porque están próximos al nivel de saturación de su cipación en el producto industrial.
capacidad instalada o porque requieren grandes proyectos de Si bien muchos sectores han remontado total o parcialmente
inversión cuya puesta en marcha no es inmediata. Se trata, en gene- el terreno perdido en el marco de un cuadro macroeconómico y
ral, de actividades basadas en el aprovechamiento de recursos de incentivos más favorable, la configuración sectorial de la indus-
naturales y productoras de commodities (producción de insumos tria no se ha modificado de un modo significativo. Puede alegarse
básicos, metales, químicos básicos, papel, combustible y ali- que éste sería un fenómeno esperable, dado el escaso tiempo
mentos), consolidadas a lo largo del proceso de apertura y des- transcurrido desde el colapso del régimen de convertibilidad; de
regulación y que ostentan actualmente el mayor peso relativo todas maneras, los indicios emergentes de las tendencias de la
en la estructura industrial. Su mejor performance relativa durante inversión confirmarían la inexistencia, a mediano plazo, de un
el período de crisis se explica, principalmente, por su elevado proceso de cambio estructural en marcha. Las disparidades obser-
coeficiente de exportaciones; a su vez, los precios relativos post vadas en los ritmos de expansión y algunas alteraciones a nivel sec-
devaluación han resultado igualmente favorables. torial en el liderazgo de la recuperación industrial no modificaron
La recuperación del nivel de producción física de los secto- el patrón de crecimiento heredado de las reformas estructurales y
res más castigados durante la convertibilidad no fue acompañada el ajuste productivo consiguiente. Probablemente la excepción más
marcada sea la actividad de refinación de petróleo, destacada
22. Las excepciones están dadas por las actividades de edición, impresión y repro- durante los 90, tanto por su capacidad de tracción del crecimiento
ducción de grabaciones y de materiales para la construcción, que crecieron a tasas agregado, como por su contribución al incremento de los valores
muy elevadas gracias al aumento de la demanda interna, y por la rama de equipos
y aparatos de radio, televisión y comunicaciones, muy favorecida por el Régimen exportados, y que desde principios de los 2000 ingresó en una fase
Promocional de Tierra del Fuego. de estancamiento.

El proceso de generación de empleo en la industria registra 25

del desempleo y la productividad laboral media . Las condiciones
un patrón sectorial similar. Las actividades que han generado pues- de competencia prevalecientes en la década pasada, determinadas,
tos de trabajo e incorporado mano de obra en mayor medida que principalmente, por la apertura comercial y un tipo de cambio rela-
el promedio son aquellas que más la habían expulsado entre tivamente apreciado, forzaron un proceso de ajuste estructural en
1998 y 2002; se trata, fundamentalmente, de ramas intensivas el sector productivo y cambios importantes en la función de pro-
en trabajo y, al mismo tiempo, predominantemente orientadas ducción a nivel microeconómico, sesgando hacia la intensificación
al mercado interno. La fuerte recuperación de la demanda domés- del proceso de trabajo y menores contenidos de empleo, con la
tica desde el segundo semestre del 2003, en el contexto de un tipo consiguiente reducción de los planteles laborales.
de cambio relativamente proteccionista frente a importaciones Este proceso de ajuste se mantuvo aun en la fase de recesión
competitivas, favoreció tal desempeño. En cambio, el proceso y crisis, cuando la caída en los volúmenes de empleo superó a la
de generación de empleo ha sido comparativamente menos diná- registrada en la producción, prolongando la tendencia positiva en
mico en el caso de los sectores tradicionalmente exportadores o la productividad media.
productores de commodities industriales, relativamente poco Los nuevos precios relativos instalados a partir de la deva-
sensibles al ciclo económico interno y, por esa razón, menos expul- luación abarataron relativamente el trabajo vis à vis el capital. Sin
sores de mano de obra durante la crisis previa. En líneas generales: embargo, el crecimiento generalizado del empleo a partir de 2003
la mayor parte del crecimiento del empleo industrial en el período no se explica por un eventual cambio en la función de producción,
reciente se explica por la evolución de algunas ramas con una de signo inverso al comentado para los 90. La masiva incorpora-
ponderación importante en la estructura productiva (alimentos y ción de mano de obra responde, principalmente, a la puesta en
bebidas) y por la fuerte reactivación de otras actividades trabajo- funciones de los elevados niveles de capacidad ociosa de los
23
intensivas (textiles, calzado, metalmecánica) . que parte, y en los que se apoya, el proceso de reactivación pro-
Cabe señalar que la evolución positiva del empleo en todas ductiva; se origina, asimismo, en la importante recuperación de
las ramas industriales es un rasgo distintivo del perfil de crecimiento aquellas ramas más intensivas. Siendo la industria, en general, un
post devaluación, en comparación con las fases de crecimiento sector líder en la generación de puestos de trabajo, la elasticidad
24
bajo la convertibilidad ; en ese período, los aumentos de la pro- empleo-producto viene declinando regularmente desde 2004, regis-
ducción estuvieron asociados a fuertes incrementos simultáneos trándose en 2005 y 2006 tasas de variación de la incorporación de
26
trabajo menores al promedio de crecimiento de la economía . A
23. Al respecto, una estimación del CEP en base a la Matriz Insumo Producto y la su vez, la productividad laboral media ha seguido creciendo en
Encuesta Industrial muestra que siete sectores concentran el 71% del incremento
del empleo desde la devaluación: alimentos y bebidas (32%), maquinaria, insumos este último período: mientras en 2005 la producción industrial fue
de la construcción, productos textiles, cueros y calzado, productos de caucho y
plástico y metalmecánica (excluida maquinaria).
24. En un primer momento, los requerimientos de trabajo conforme aumentaba la 25. De acuerdo con los datos de la Encuesta Industrial Mensual del INDEC, el volu-
producción fueron cubiertos por la extensión de la jornada de trabajo más que por men de producción creció entre 1991 y 1998 un 42%, mientras que el empleo se redujo
la incorporación de nuevos empleados; desde finales del año 2003, en cambio, pre- en un 5%; la productividad laboral media se incrementó, en consecuencia, en un 51%.
domina la expansión por creación de nuevos puestos. 26. Observación basada en datos del empleo registrado (formal).

un 2,75 por ciento mayor a la de 1998, los requerimientos de tra- 28

sectorial de las inversiones , si bien el sector industrial no aparece
27
bajo fueron un 11,7 por ciento más bajos . captando una proporción relativa significativamente mayor a la
La inversión acompañó este proceso de reactivación de la eco- de la década pasada, presenta hacia 2005 una tasa de crecimiento
nomía y la actividad industrial, alcanzando en el tercer trimestre de de los montos y proyectos relevados superior a la del resto de las
2006 una tasa del 22,8 por ciento, superando el máximo registrado actividades. La composición sectorial de la inversión al interior de
a principios de 1998. Es interesante señalar que el proceso de inver- la industria manufacturera no parece alterar el patrón predomi-
sión exhibe un dinamismo mayor al observado en otros períodos nante en los últimos diez o quince años: las ramas de producción
de recuperación post crisis de los últimos veinticinco años; tam- de alimentos y bebidas, automotriz y autopartes, derivados de
bién debe advertirse que la participación del componente de cons- petróleo y gas, y productos químicos siguen concentrando alre-
trucción en la inversión ha sido mayor que en registros previos, dedor del 70 por ciento del total de inversiones en la manufactura.
desplazando relativamente a la incorporación de equipo repro- Los commodities y las actividades basadas en recursos naturales
ductivo. De hecho, desde 1998, la antigüedad del parque instalado permanecen como el núcleo de la especialización productiva
ha venido aumentando paulatinamente, generando problemas argentina y no hay indicios de cambios significativos.
de obsolescencia en algunas ramas y empresas; esta situación A partir de 2004 ha habido una reactivación de los flujos de
resultó particularmente agravada durante la crisis por un proceso Inversión Extranjera Directa (IED) ingresados a la economía argen-
de desinversión neta que afectó la reproducción de la capacidad tina; desde ese año las corrientes de IED han promediado alre-
productiva y elevó la antigüedad del equipamiento existente. dedor de cuatro mil millones de dólares, monto algo menor al
Después de una caída del orden del 85 por ciento entre 1998 promedio anual de los 90 (descontando de éstos los correspon-
y 2002, las importaciones de bienes de capital se recuperaron dientes al ya completado y agotado proceso de privatizaciones).
rápidamente; sin embargo, aquellas dirigidas a la industria manu- El panorama actual de la IED muestra algunos cambios cualitati-
facturera resultaron en 2005 un 40 por ciento más bajas que las vos: una mayor participación relativa de los flujos canalizados
registradas en 1998, sin que, al mismo tiempo, se haya registrado al sector manufacturero y a las actividades exportadoras de base
un proceso significativo de sustitución por producción local. primaria y una mayor participación relativa de los flujos originados
Por lo menos hasta 2004, el crecimiento industrial se explica, en Brasil, Chile y México; en cambio, ha permanecido invariable
principalmente, por la progresiva utilización de capacidad ociosa. la fuerte proporción de la compra de empresas, por encima de
Desde entonces existen evidencias de aumentos en la capacidad las inversiones de ampliación o greenfield.
productiva; los indicadores de uso de la capacidad instalada, en Llama la atención la dinámica de internacionalización de empre-
promedio, se han mantenido estables desde ese año, al tiempo sas de los vecinos regionales, en particular si se la contrasta con la
que se han registrado fuertes aumentos en los volúmenes de pro- debilidad del proceso de expansión internacional de las firmas argen-
ducción. De acuerdo con los datos disponibles sobre la asignación tinas. Al mismo tiempo, como un reflejo del cambio de condiciones
28. CEP, Secretaría de Industria, Comercio y Pequeña y Mediana Empresa, Base de

27. Datos de la Encuesta Industrial Mensual del INDEC.
datos sobre Proyectos de Inversión.

para algunos servicios públicos, ha habido un proceso de recom- haberse dado en aquellas ramas que ampliaron su capacidad pro-
pra de algunos activos privatizados y el reemplazo de inversores ductiva entre finales de los 90 y la actualidad; entre éstas destacan
externos por grupos o holdings de base local; es probable que este celulosa y papel, agroquímicos, acero, materiales para la cons-
movimiento, localizado en segmentos de escaso dinamismo tec- trucción y alimentos y bebidas. Otras ramas como maquinaria para
nológico, ya haya cumplido su ciclo. En la medida en que la situa- la industria e instrumental de precisión, aparecen sustituyendo
ción de los precios de exportación, tipo de cambio y crecimiento importaciones sin que se haya producido una ampliación de la
esperado de la demanda interna se mantenga, es previsible que los capacidad instalada. En cambio, otras ramas como textiles, cueros,
flujos de IED evolucionen igualmente. También es probable que el electrodomésticos y máquinas herramientas, registran un proceso
componente de compra de empresas nacionales siga siendo ele- de de-sustitución neta de importaciones.
vado: entre éstas parecen predominar todavía las estrategias de Ahora bien, desde 2002, el saldo comercial de la industria ha sido
salida por sobre las de un mayor compromiso productivo. positivo, luego de una década completa de resultados deficitarios;
Durante el período considerado, la demanda agregada se expan- este importante cambio de tendencia se explica por el fuerte y sos-
dió con un dinamismo superior al de la oferta de bienes y servicios; tenido crecimiento de las exportaciones, cuyo promedio para el
el crecimiento económico, ya desde fines de 2002, ha sido acom- período 2003-2005 es casi un 40 por ciento superior al registrado
pañado por un incremento sostenido de las importaciones, para en el trienio 1996-1998. Las exportaciones han devenido en una fuente
todas las categorías de productos. Este movimiento fue liderado de crecimiento de la economía argentina, contribuyendo ya en 2005
inicialmente por la oferta importada de insumos y bienes inter- con más del 20 por ciento del incremento del PBI. La devaluación
medios; posteriormente, las importaciones de bienes de capital y ha mejorado indudablemente la competitividad-precio de las manu-
también las de bienes de consumo se incrementaron a un ritmo facturas de origen industrial, cuyas ventas externas han crecido –al
igualmente elevado. Sin dudas llama la atención que el coeficiente igual que las del sector energético, favorecidas, en este caso, por el
de importaciones en esta fase de crecimiento sea superior al regis- alza de los precios internacionales– más que el promedio total. En
trado en la década pasada, habiéndose producido un cambio tan cambio, el nuevo cuadro macroeconómico no parece haber tenido,
abrupto en los precios relativos a favor de la producción local. Dis- por lo menos hasta el momento, mayor impacto en el perfil de las
tintos factores pueden estar induciendo esta situación: la consoli- exportaciones industriales, cuya composición no ha variado signi-
dación de una plataforma y logística de importación, las estrate- ficativamente; después de un arranque relativamente más débil y
gias de aprovisionamiento de las empresas internacionales, algunas lento, a raíz de la situación del mercado brasileño, las exportacio-
rigideces tecnológicas, las dificultades para recuperar capacidad nes de automóviles han recuperado su liderazgo.
técnica desmantelada y el posicionamiento de Brasil como un pro- Es interesante advertir las modificaciones en la composición
veedor generalizado, están seguramente entre los principales. geográfica de los saldos comerciales. En la mayor parte de la
En algunas ramas industriales, de todas maneras, se ha dado década pasada y hasta el año 2001, el saldo comercial negativo se
un proceso de sustitución de importaciones; el aparato industrial, explicaba por las relaciones de intercambio con los países del
a nivel agregado, sustituyó importaciones en un 8,6 por ciento, NAFTA y de la Unión Europea, cuyo déficit no alcanzaba a ser com-
si se compara 2005 con 1997. El mayor esfuerzo sustitutivo parece pensado por los resultados favorables de Argentina en el comer-

cio con el Mercosur. Desde 2002 la situación es exactamente

inversa: el superávit comercial se acumula en la relación con los
CAPÍTULO CINCO
países del Norte –más la emergencia de considerables flujos posi- HACIA UN NUEVO MODELO
tivos con China e India– y es parcialmente disminuido por la
relación deficitaria con Brasil. En parte, la explicación reside en
la composición de los respectivos flujos: la tendencia al alza en los
precios de las materias primas y commodities favorece los resul-
tados obtenidos en el primer caso. Otra parte de la explicación
reside en el bajo crecimiento de la economía brasileña, que res-
tringe sus importaciones y estimula sus exportaciones, y en el
menor rango de la devaluación del peso frente al real en relación
con las monedas de los otros socios comerciales.
Cabe hacer un comentario final sobre las tendencias en la
distribución del ingreso. La devaluación produjo una fenomenal
transferencia desde los asalariados y otros sectores de ingresos
fijos al resto de la economía y sentó las condiciones para una extra-
ordinaria recuperación de los márgenes de rentabilidad operativa En un contexto donde se han sucedido transformaciones de
de las empresas industriales. Los datos disponibles en el proce- enorme impacto en las tecnologías, prácticas productivas y méto-
samiento de la Encuesta Nacional a Grandes Empresas del INDEC dos organizacionales dominantes en el escenario competitivo
evidencian la caída de la participación de la masa de salarios en global, así como una total redefinición de las reglas de juego en
el valor agregado total. Este rasgo es aun más marcado en el caso la economía doméstica, Argentina se enfrenta a desafíos y opor-
del conjunto de empresas pertenecientes al sector industrial; en tunidades cuya resolución definirá en gran medida las caracte-
contrapartida, éstas han venido aumentando su participación en rísticas del estilo de desarrollo que asumirá el país a largo plazo.
la masa de utilidades generadas en el panel de las 500 empresas La idea es aportar algunos elementos de juicio que ayuden a
más grandes del país. Cabe señalar también que la productividad repensar la industrialización argentina y sugerir algunas alterna-
ha evolucionado por arriba del salario real en la industria, incre- tivas que podrían contribuir a que dicho proceso permita una amplia
mentando, en promedio, los márgenes operativos. Junto con el inclusión en términos sociales, con la creación de nuevos puestos
fuerte crecimiento registrado en los niveles de actividad, los ele- de trabajo, y se caracterice por un avance hacia un patrón de espe-
vadísimos niveles de pobreza emergentes de la crisis de la con- cialización más intensivo en el uso de trabajo calificado, basado
vertibilidad y su modo de resolución se fueron reduciendo lenta en esfuerzos tecnológicos domésticos y más centrado en pro-
y paulatinamente, a favor del incremento del empleo y la recu- ducciones de mayor valor agregado y bienes diferenciados.
peración del salario real. Pero la equidad y la cuestión distributiva En el complejo escenario internacional, se observa, en los paí-
son aún asignaturas pendientes del nuevo régimen de crecimiento. ses desarrollados, que las firmas buscan estrategias y formas de

organización y producción más flexibles e innovadoras, con el Las capacidades tecno-productivas no son exclusivamente
objetivo de responder a la creciente globalización y a las cam- la tecnología incorporada en el equipo físico o en manuales y
biantes preferencias de los consumidores. Para alcanzar este obje- patentes que son adquiridos por la firma, si bien éstos son los ins-
tivo no basta con incorporar tecnologías modernas, sino que, en trumentos con los cuales las capacidades son puestas a trabajar.
general, es preciso, simultáneamente, adoptar nuevas formas Ni son únicamente las calificaciones educativas que poseen los
de organización de los procesos de investigación, diseño, gestión, empleados, si bien una base receptiva a la adquisición de capaci-
producción y comercialización. Este proceso de transformaciones dades depende en gran medida de la educación y entrenamiento
es complejo, avanza de manera desigual y asume características del personal involucrado. No son, tampoco, las habilidades y el
específicas según los sectores, regiones y países, e involucra cau- aprendizaje por el que pasan los individuos en la empresa, si bien
salidades e interacciones aún no completamente entendidas. éstos son los ladrillos de la construcción de las capacidades en un
Sin embargo, diferentes análisis han mostrado, en el ámbito empí- nivel micro.
rico, que existe una vinculación entre la adopción de nuevas La capacidad tecno-productiva le permite a una empresa
formas de organización productiva, formación de habilidades (skills) combinar todo lo anterior para funcionar como una organiza-
y capacitación de los recursos humanos, y ganancias de produc- ción, con una interacción constante entre sus miembros, flujos
tividad y competitividad. efectivos de información y decisiones, y una sinergia que es
La competitividad es aún una de las asignaturas pendientes. mayor que la suma de las habilidades y conocimientos indivi-
La posibilidad de acceder a niveles crecientes de competitividad duales. Es conceptualmente útil considerar el desarrollo de la
y mantenerlos en el largo plazo no puede circunscribirse a la acción competitividad a nivel de la firma como inversión en tecnología
de un agente económico individual. La experiencia internacional incorporada, acompañada por las inversiones en habilidades,
señala que los casos exitosos son explicados a partir de un con- información, mejoras organizacionales e interrelaciones con otras
junto de variables que muestran con claridad que el funcionamiento firmas e instituciones.
global del sistema es el que permite lograr una base sólida para Estas consideraciones también sirven para incrementar la inte-
el desarrollo de la competitividad. De esta forma, la noción sisté- gración local y el desarrollo de proveedores locales y subcontra-
mica de competitividad reemplaza a los esfuerzos individuales, tistas. Fuera de los beneficios productivos, estas interrelaciones ace-
que si bien son condición necesaria para lograr este objetivo, deben leran la difusión de tecnologías, incrementan la especialización,
estar acompañados por innumerables aspectos que conforman el aumentan la flexibilidad industrial y generan empleo. Debido a esto
entorno de las firmas (desde la infraestructura física, el aparato podría existir un caso legítimo para promover cadenas de activi-
científico-tecnológico, la red de proveedores y subcontratistas, los dades relacionadas, las que de otro modo no serían capaces de coor-
sistemas de distribución y comercialización hasta los valores dinar sus inversiones. Esta noción sistémica de la competitividad es
culturales, las instituciones, el marco jurídico, etc.). Las capaci- relevante para cada uno de los mercados en que es considerada.
dades de competencia se caracterizan por ser el producto de un Por lo tanto debe ser tenida en cuenta tanto en los mercados de
proceso colectivo y acumulativo a través del tiempo. exportación como con respecto a las potenciales importaciones.

Uno de los aspectos cruciales está asociado al hecho de que permitiría crear un nuevo entorno para fortalecer el progreso
los procesos de aprendizaje no surgen automáticamente con el económico en Argentina.
mero correr del tiempo. Son el resultado positivo de los esfuerzos La economía local enfrenta un conjunto de desafíos para reto-
deliberados y explícitos orientados a la generación de acervos tec- mar un sendero de progreso económico con un crecimiento sos-
nológicos y capacitación de los recursos humanos. Esto significa tenido del PBI y una distribución más equitativa de sus frutos. Entre
desarrollar una estrategia tecnológica y productiva asociada a otros debe superar los problemas estructurales de su mercado de
inversiones orientadas a la generación/adopción de cambios trabajo y buscar los equilibrios de su sector externo. Si conside-
técnicos permanentes que induzcan una maduración que no es ramos que el ingreso per cápita es cercano a los cinco mil dólares
automática ni instantánea y que requiere de esfuerzos permanen- anuales, y nuestra aspiración es acercarnos a países que duplican
tes y conscientes. esa cifra, surge con claridad que nuestra salida no está dada por
En una situación en la cual los problemas económicos se unen la competitividad con salarios bajos, dado que otras sociedades
con la fragilidad institucional, no es necesario retornar al mercado tienen escalas salariales notablemente más bajas y que esa estra-
sino construir el mercado. Esto significa actuar sobre las institu- tegia no es coincidente ni con la mejora de vida de nuestra pobla-
ciones de la vida colectiva y proveer las capacidades que permi- ción, ni con las tendencias que se verifican en aquellas naciones
tan a la mayoría de los sujetos tomar parte en forma efectiva. que poseen los mejores desempeños.
Las políticas públicas para el desarrollo de la competitividad deben La búsqueda de más y mejores empleos sólo es posible en
estar orientadas no sólo a favorecer un cambio en el contexto ins- la mayor calidad y ensanchamiento de nuestra base productiva,
titucional en el cual las firmas realizan sus operaciones, sino tam- con una tendencia creciente a la participación de los bienes basa-
bién hacia acciones específicas que favorezcan el desarrollo de la dos en el conocimiento y la innovación tecnológica, con la utiliza-
cooperación entre las firmas para permitir la especialización ción intensiva de mano de obra calificada y un aprovechamiento
individual en un contexto de complementariedad y extensión integral de nuestros abundantes recursos naturales.
del mercado. El desarrollo de las cadenas productivas y la mayor La difusión, adaptación y generación de conocimientos cien-
demanda de empleo deben ser las metas a lograr. tíficos y tecnológicos no es un proceso ni automático ni individual.
En este escenario, las políticas públicas, con instrumentos dis- Requiere de esfuerzos deliberados en un complejo proceso colec-
tintos a los empleados en el pasado, deben jugar un rol central tivo y acumulativo a través del tiempo, en el cual intervienen en
como catalizadoras de los procesos de transformación, generando forma interactiva, entre otros, empresas, instituciones públicas y
un marco institucional favorable al desarrollo de esfuerzos pro- de la sociedad civil, empresarios y trabajadores, institutos de inves-
ductivos y tecnológicos, apuntando a mejorar las posibilidades de tigación y universidades, que conforman lo que se denomina el
coordinación de los objetivos y estrategias de los agentes priva- Sistema Nacional de Innovación. En el campo del conocimiento,
dos. La tarea de construir el mercado a partir de igualar las opor- las imperfecciones de los mercados, la existencia de bienes públi-
tunidades, mejorar las capacidades, desarrollar las instituciones cos, la transmisión imperfecta de la información, la racionalidad
y replantear el papel de la “empresa” en el sistema económico, acotada, la construcción y fortalecimiento de las instituciones, son

algunas de las condiciones que determinan la necesidad de que salarios abonados y la infraestructura de apoyo a la investigación
existan políticas públicas que fortalezcan la innovación. no son las más adecuadas, ni se ha generado una articulación
Los gastos de Investigación y Desarrollo (ID) que realiza el país de los esfuerzos, tanto al interior de la actividad pública, como
no son los adecuados para permitir el tránsito hacia una estruc- en la construcción de sinergias con el conjunto de la sociedad.
tura productiva más especializada en la producción de bienes y Gracias a la incorporación de nuevos desarrollos conceptua-
servicios diferenciados, con mayores contenidos de valor agre- les de la “nueva teoría” del crecimiento económico, éste se explica
gado local y con el crecimiento sostenido de la productividad. en gran medida por la capacidad que tienen las economías para
Argentina gasta alrededor de 800 millones de dólares anuales la generación e incorporación de conocimientos y tecnologías, por
en ID, lo cual representa sólo el 0,4 por ciento de su PBI, muy la educación y el entrenamiento de la mano de obra, por los cam-
lejos de Brasil y Chile, con valores dos veces superior, y mucho bios en la organización de la producción y por la calidad institu-
más lejos de las sociedades desarrolladas, que destinan entre cional. Pero también la literatura económica reciente nos enseña
el 2 y el 3 por ciento de su PBI a la ID, o de las grandes corpo- que la convergencia entre naciones no es automática y que para
raciones transnacionales, en las que se verifican –en varias de que los países puedan aplicar de modo efectivo las nuevas tec-
ellas– inversiones anuales en ID superiores a los 5 mil millones de nologías para cerrar las brechas de productividad que los separan,
dólares anuales. deben realizar esfuerzos endógenos de desarrollo de capacidades
Nuestro país se caracteriza por una escasa participación del locales y de fortalecimiento institucional.
sector privado, a diferencia de los países de mayor industrializa- En este sentido, las políticas productivas parecen tener tres
ción. Las mejoras en la eficiencia y productividad de la economía ejes clave que las ordenan: 1. fortalecer las capacidades de la eco-
se han basado en la compra de insumos, equipos, maquinarias nomía mediante el fomento del entrepreneurship y la innovación,
y tecnología del exterior. Estos aspectos son necesarios y positi- la inversión en educación, y el mejor funcionamiento de los mer-
vos, pero fueron acompañados con una notable disminución cados de capital; 2. estimular la cooperación intra y entre firmas
de los esfuerzos endógenos para el desarrollo de capacidades e instituciones, en términos sectoriales, regionales y locales, y 3.
competitivas. La creciente participación de las empresas trans- fomentar la competencia a través de la apertura de mercados y la
nacionales no estuvo asociada con la localización en el país de transparencia.
tareas de ID, ni con el fortalecimiento de los encadenamientos Es en el contexto de estas líneas de acción donde hay que
productivos domésticos. insertar las políticas productivas para el caso particular de un país
La mayor parte de los investigadores se desempeñan en los de desarrollo intermedio como Argentina, que debe superar de
organismos públicos de ciencia y tecnología y en las universidades modo simultáneo las restricciones económicas y sociales que
nacionales, con una escasa participación de las universidades enfrenta. Con respecto a las capacidades de nuestra economía
privadas. En el sector público se han logrado algunos resultados correspondería:
parciales ubicados en las mejores prácticas internacionales. Sin a. Impulsar el desarrollo del espíritu empresarial y la creación
embargo, las dedicaciones exclusivas no están difundidas, los de nuevas empresas; con el fin de construir una nueva base empre-

saria, de otorgar flexibilidad al entramado productivo y de reducir información compartida y de la identificación conjunta de mejoras
el riesgo de mortalidad de empresas. productivas, puesto que no siempre es sencillo para las empresas
b. Estimular la creación de mercados de capital no existentes; percibir los beneficios que surgen de las redes y de la cooperación,
mediante la revisión de regulaciones de los fondos instituciona- más aun cuando están focalizadas en los problemas de competi-
les para que financien proyectos de inversión de mayor riesgo; y tividad de corto plazo. Esto conduce a una extensión de los mer-
diseñar nuevos incentivos para las instituciones financieras con el cados, con incrementos de productividad y creación de puestos
fin de que busquen y seleccionen emprendedores. de trabajo.
c. Recuperar el capital social acumulado y fortalecer una base Se trata de promover la competencia, lo cual implica apertura
empresarial nacional. de mercados monopólicos u oligopólicos, transparencia y desre-
d. Promover acciones con el fin de alcanzar mayores derra- gulación allí donde haga falta. Esto significa, en particular, una
mes a partir de la inversión extranjera directa y atraer nuevas inyección de competencia en los servicios privatizados y recom-
inversiones. poner los procesos de inversión. Pero además, las políticas pro-
e. Una reforma tributaria y mejora de la administración y de ductivas deben respetar cuatro requisitos básicos sin los cuales
la calidad del gasto público que incentive los procesos de inver- pierden efectividad. El primero de ellos es que estén insertas en
sión y exportaciones y fortalezca la difusión de bienes públicos. un estrategia económica de irrupción en el mercado mundial; en
f. Otorgar incentivos fiscales a la inversión local en investiga- segundo lugar, que se garantice la continuidad en el tiempo de las
ción y desarrollo por parte del sector privado. políticas; en tercer lugar, que exista coordinación y consistencia
En relación con la cooperación para competir en mercados con el resto de las políticas públicas; y en cuarto lugar, la creación
abiertos, es necesario promover políticas públicas que introduzcan de instancias institucionales del Estado y de la sociedad civil con
la perspectiva de las tramas productivas. Una parte significativa contrapesos para la ejecución de las políticas, de modo que reduz-
de la competitividad de la producción se basa en las formas de can el riesgo de captura rentística.
articulación entre sus diversas etapas y la comercialización: desde Éstos son algunos de los desafíos a enfrentar para que nuestro
el insumo básico hasta el consumidor final. Para ello hay que país recupere el sendero de crecimiento fundado en su potencial
generar y fortalecer las redes productivas. ¿Cómo? Veamos las productivo y despeje definitivamente las dudas sobre su capaci-
opciones: dad económica. En general, las acciones emprendidas hasta ahora
a. El estímulo al desarrollo de eslabonamientos de proveedores por los distintos países para aumentar la competitividad de sus
y cadenas de comercialización. economías procuran atacar de modo directo los denominados
b. La coordinación de inversiones en activos complementarios factores precio (costo del capital, laboral, impositivo, tipo de cam-
en la trama. bio). Sin embargo, no consideran aquellos elementos que la hacen
c. La promoción de una mayor diferenciación de productos y sustentable en el mediano y largo plazo y que resultan ser clave
servicios, y la incorporación de mejoras de calidad a lo largo de la para el crecimiento sostenido, como las políticas que favorecen la
cadena productiva a través de la interacción entre firmas, de una innovación tecnológica, la coordinación de inversiones, la espe-

cialización productiva y comercial, la mejora en la diferenciación el entramado productivo, a mejorar la “calidad” de la inserción
y calidad de la producción de bienes y servicios, y la infraestruc- externa, a explotar las oportunidades y la complementariedad
tura institucional. Es decir, las variables que se conocen como que ofrece el Mercosur, a consolidar el marco institucional de las
“no precio” de la competitividad. En este marco hay que inscri- políticas públicas y a fortalecer la capacidad de evaluarlas. Si se
bir las políticas productivas de un país de desarrollo intermedio aprovechan las ventajas actuales y se estimulan las potenciales,
como Argentina, que debe superar a la vez restricciones econó- se podrá contar con la masa crítica adecuada para comenzar a tran-
micas y sociales sitar el sendero de desarrollo planteado.
El cambio, no obstante, requiere una orientación muy precisa. Argentina es un país que posee abundantes recursos natura-
Cabe recordar que las reformas estructurales de los años noventa, les. Además, en los últimos años se produjo un avance importante,
si bien redefinieron el modo de funcionar de la economía y de sus no sólo en el sector agropecuario, sino también en el energético,
principales instituciones, no modificaron el carácter espasmódico forestal, minero y pesquero. Este tipo de recursos aumenta la riqueza
de la dinámica de crecimiento de largo plazo, ni resolvieron tam- de un país y favorece las capacidades potenciales de progreso eco-
poco los desequilibrios, largamente acumulados en el ámbito nómico, pero no garantiza el crecimiento sostenido. El actual patrón
externo, fiscal, y en el sector de asignación y aprovechamiento de exportador argentino refleja el grado de competencia que se alcanzó
recursos. La caótica salida del régimen monetario y cambiario, en las producciones basadas en esos recursos y en la fabricación
durante esa década, profundizó esos desequilibrios, cuyas con- de insumos básicos (aluminio, petroquímica y siderurgia). No obs-
secuencias sociales se manifiestan esencialmente en dos pla- tante, también nos ilustra sobre el potencial aún no desarrollado.
nos: el deterioro de los ingresos y de las condiciones de trabajo La posibilidad de utilizar los recursos naturales y los insumos bási-
y la heterogeneidad y desarticulación del desarrollo productivo. cos en cadenas productivas con mayor valor agregado, transitando
La sustentabilidad de un esquema de crecimiento a largo plazo al mundo de los bienes diferenciados, es una alternativa que
requiere atender de modo prioritario ambos aspectos. permitiría superar algunas dificultades. Este avance sólo se puede
Ahora bien, ¿cómo actuar en un escenario tan complejo? En generar mediante una fuerte articulación entre la base primaria y
principio, por las características y la trayectoria de la economía los servicios técnicos de apoyo a la producción, comercialización,
argentina, las ventajas a explotar estarán asociadas, en mayor distribución, logística, transporte e industria.
proporción, a la disponibilidad de recursos naturales y a la califi- Poner el foco en la tarea pendiente no significa ignorar las inno-
cación de recursos humanos, factores que aún la distinguen del vaciones que incorporó la agricultura en los últimos tiempos. En
resto de los países de la región. En el caso de las actividades indus- efecto, durante la década de los noventa, en un marco de expan-
triales, la estrategia a seguir podría sintetizarse en dos conceptos: sión de la oferta disponible de tecnologías y de transformaciones
especialización y diferenciación. En cuanto a los servicios, parece técnico-productivas, este sector experimentó en nuestro país un
deseable y factible estimular el desarrollo de productos de alto proceso de modernización y de crecimiento sin precedentes,
valor agregado, relacionados con el conocimiento. Así, será con- que profundizó su internacionalización. Se verificó, entonces, el
veniente priorizar aquellas medidas que contribuyan a reconstruir pasaje hacia una agricultura más intensiva, con una mayor utili-

zación de productos fitosanitarios, la aplicación masiva de la fer- competitivas dinámicas. En los últimos años, a la vez que se
tilización y la adopción de ciertas técnicas como la siembra directa, consolidó un nuevo paradigma intensivo en información y cono-
lo que, en conjunto, permitió un aumento notable de la producti- cimiento, avanzó la discusión sobre la competitividad de los agen-
vidad y de los rendimientos. tes que actúan de manera interrelacionada, por oposición a la de
La introducción y rápida difusión de las semillas de soja trans- quienes lo hacen en forma individual. En ese sentido, la revisión
génica a partir de mediados de la década hicieron posible una de trabajos recientes confirma la complejidad que supone el desa-
importante reducción de costos y la expansión del cultivo en todo rrollo de estas redes, en parte debido al carácter cada vez menos
el país. De este modo, se incorporaron, sólo con un breve público del conocimiento y del proceso de aprendizaje que llevan
retraso respecto de su lanzamiento en los países de origen, tec- a cabo los agentes. Las nuevas redes se caracterizan por una impor-
nologías de nivel internacional en los insumos y en la maquina- tante circulación de información y saberes específicos, no sólo
ria. Paralelamente, se amplió la frontera agrícola y se modificaron entre quienes las integran sino, fundamentalmente, entre firmas
la estructura de la industria y la organización de la producción. e instituciones que no pertenecen a ellas.
Para desarrollar nuevas ventajas competitivas Argentina debe En nuestro país esta discusión tiene importantes implicancias.
asumir una estrategia clara al respecto. El país tiene un enorme A lo largo de los años noventa se profundizó la tendencia a la espe-
potencial en áreas tan diversas como biotecnología, software, cialización de la estructura productiva en commodities y en bie-
química fina, instrumental científico, telemedicina, producción de nes basados en recursos naturales, disminuyendo el peso de los
bienes culturales, publicidad, turismo receptivo, entre otras. Sin productos intensivos en conocimiento. Este proceso de relativa
desconocer el impacto positivo que la salida de la convertibili- primarización, junto con la insuficiente transformación del sistema
dad tuvo sobre la competitividad-precio, un crecimiento impor- institucional, la desconexión de la política tecnológica respecto de
tante de las exportaciones no basadas en ventajas naturales la demanda de los agentes y la debilidad de los sistemas locales,
depende, fundamentalmente, de la concurrencia de atributos que explican el limitado desarrollo de las redes de conocimiento en
maduran en un plazo más largo. Por otra parte, el avance soste- Argentina. Desde una perspectiva más amplia, la pronunciada
nido de un proceso de sustitución de importaciones requiere de distancia en relación con las comunidades que lideran el cambio
oferta disponible y, especialmente, de una capacidad tecnoló- técnico y tienen ventajas competitivas dinámicas en el plano inter-
gica generalizada y una trama productiva sólida. En general, estos nacional constituye una grave restricción para diversificar el patrón
factores fueron particularmente descuidados en el modelo de de especialización y para generar un sendero de crecimiento sus-
reconversión productiva y social que prevaleció durante la década tentable que tienda a disminuir las heterogeneidades y los niveles
de los noventa, y más agredidos aun durante la prolongada rece- de inequidad que hoy prevalecen.
sión de los últimos años y los acontecimientos que marcaron la Desde ya, el debilitamiento o la ruptura de las cadenas pro-
ruptura y salida de la convertibilidad. ductivas limita el desarrollo de procesos de aprendizaje, la demanda
El escenario internacional muestra la creciente relevancia de recursos humanos calificados y la efectividad de la política
asignada a las redes de conocimiento en el desarrollo de ventajas tecnológica. En nuestro país, la asimetría entre la dinámica de las

firmas de distinto tamaño y el creciente abastecimiento de partes, El desarrollo de nuevas empresas es un elemento esencial para
materias primas y sub-ensambles importados por las firmas de recrear el aparato productivo.
mayor tamaño ha restringido las cadenas productivas y el desa- La tarea de construir el mercado –igualando las oportunida-
rrollo del proceso de aprendizaje en red. Esto afectó especialmente des, mejorando las capacidades, desarrollando las instituciones y
a las empresas de menor tamaño y a las firmas grandes que no replanteando el papel de la empresa– equivale a crear un nuevo
integran redes internacionales. En este marco de conexiones “débi- entorno para fortalecer el progreso económico, mejorar la distri-
les”, no resulta sorprendente que las redes intensivas en conoci- bución de los ingresos y generar empleo decente, en el que el
miento tengan un espacio reducido en la estructura productiva. factor de competencia sea la calidad de la mano de obra y no los
También debe llamar la atención el hecho de que los agentes bajos salarios. Las políticas públicas deben recurrir a instrumen-
productivos en Argentina han cambiado. Ha desaparecido el Estado tos distintos de los utilizados en el pasado y actuar como catali-
como productor, se ha reducido el número de empresas naciona- zadoras de los procesos de transformación, respetando algunos
les –tanto grandes como PyMEs– y aumentó notablemente la requisitos básicos sin los cuales perderían efectividad. Ya hemos
participación del capital extranjero dentro de la producción argen- nombrado algunos. El primero de ellos es adoptar una estrategia
tina. Las empresas transnacionales han incrementado su presen- económica de irrupción en el mercado mundial; el segundo, garan-
cia inicialmente por las privatizaciones, después por la búsqueda tizar la continuidad en el tiempo de los programas; el tercero, lograr
de recursos naturales, luego en la concentración bancaria y al final coordinación y consistencia con el resto de las políticas públicas.
en un notable proceso de adquisiciones, donde se vendieron El cuarto consiste en crear instancias institucionales del Estado y
alrededor de 800 posiciones de mercado de empresas nacionales. de la sociedad civil que operen como contrapesos para reducir
El capital extranjero no es bueno ni malo en sí mismo: su lugar el riesgo de captura rentística, y el quinto, en que en su implemen-
depende de qué es lo que puede producir en términos de desa- tación impacte positivamente en la distribución de los ingresos.
rrollo económico. Las reglas de juego que se establecieron
generaron mucha eficiencia de recursos naturales, pero básica-
mente –cuando hablamos del sector transable– estuvieron más
orientadas a la búsqueda de rentas para atender un mercado
doméstico, no a través de la generación de valor agregado o de
innovaciones tecnológicas, sino fundamentalmente a través de
procesos de ensamblados o de simple importación de productos.
El camino es mejorar la “calidad” de la participación del capital
extranjero con el desarrollo de productos globales y fortalecer la
base empresarial de grandes empresas nacionales y PyMEs, que
potencien las economías de escala y especialización para recu-
perar los espacios territoriales y fortalecer las tramas productivas.

EL AUTOR
Licenciado en Economía (UBA). Director de la CEPAL-Naciones Uni-

das en Argentina (desde 2002). Economista Senior de la CEPAL (1983-
2002) como coordinador del Área de Estrategias Empresariales
y Competitividad. Presidente del Instituto de Desarrollo Econó-
mico y Social (IDES) (1999-2002). Profesor titular de la Universidad
de Buenos Aires en Organización Industrial (desde 1984) y de la
Universidad Nacional de Quilmes en Política Económica (desde
1993). Profesor visitante del Saint Anthony´s College, Oxford, Ingla-
terra. Profesor de diversos posgrados y conferencista tanto en
Argentina como en el exterior. Dirigió varias investigaciones de
economía aplicada sobre las posibilidades del desarrollo econó-
mico en Argentina; el proceso de integración del MERCOSUR; las
estrategias de las grandes empresas nacionales y las corporacio-
nes transnacionales; estudios sectoriales sobre la industria textil
y el sector automotor; sobre el desempeño económico de la eco-
nomía argentina, el desarrollo tecnológico y la competitividad de
los sectores productivos argentinos. Es autor de dieciocho libros y
de más de cien artículos y capítulos de libros. Premio Konex de
Platino a la figura más destacada por su trayectoria en la década
1997/2006 en la disciplina “Desarrollo Económico”.

CLAVES PARA TODOS . TÍTULOS YA PUBLICADOS

CRÓNICAS DEL AGUANTE – Pablo Alabarces CRÍTICA DE LA CONSTITUCIÓN – Roberto Gargarella
LA HISTORIA DESBOCADA (I) – José Pablo Feinmann POLÍTICA, POLICÍA Y DELITO – Marcelo Sain
LA HISTORIA DESBOCADA (II) – José Pablo Feinmann CLIENTELISMO POLÍTICO – Javier Auyero
LA HERENCIA SOCIAL DEL AJUSTE – Susana Torrado POLICÍAS Y LADRONES – Alberto Binder
¿ECONOMISTAS O ASTRÓLOGOS? – Alfredo Zaiat LOS PARTIDOS POLÍTICOS – Juan Abal Medina (h)
EL FIN DEL DESEMPLEO – Enrique Martínez LOS ÚLTIMOS CUARENTA AÑOS – Daniel Muchnik
RICOS FLACOS Y GORDOS POBRES – Patricia Aguirre LA DENSIDAD NACIONAL – Aldo Ferrer
COALICIONES POLÍTICAS – Torcuato Di Tella LOS PIBES CHORROS – Daniel Míguez
LA BRECHA URBANA – Maristella Svampa CRISIS Y REFORMA ECONÓMICA – H. Valle . M. Marcó del Pont
LOS ARGENTINOS Y SUS INTELECTUALES – Mempo Giardinelli LA RELIGIOSIDAD POPULAR – Pablo Semán
EL PERONISMO DE LOS ‘70 (I) – Rodolfo H. Terragno EL PERONISMO DE LOS ‘70 (II) – Rodolfo H. Terragno
MODELO NACIONAL INDUSTRIAL – Martín Schorr ROSAS, ESTANCIERO – Jorge Daniel Gelman
LAS PRIVATIZADAS (I) – Daniel Azpiazu LAS PRIVATIZADAS (II) – Daniel Azpiazu
EL RODRIGAZO, 30 AÑOS DESPUÉS – N. Restivo . R. Dellatorre PARA QUÉ SIRVE LA TECNOLOGÍA – Ricardo A. Ferraro
LA BURGUESÍA TERRATENIENTE – Roy Hora EDUCACIÓN POPULAR HOY – Juan Carlos Tedesco
EL REPARTO DE LA TORTA – Javier Lindenboim HISTORIA DE LA DEUDA – Julio Sevares
EL DILEMA MERCOSUR (I) – Jorge Carrera EL DILEMA MERCOSUR (II) – Jorge Carrera
POLÍTICA EXTERIOR ARGENTINA – M. Rapoport . C. Spiguel EL CAMPO ARGENTINO – M. Lattuada . G. Neiman
LOS DESAFÍOS DEL DESARROLLO – E. Hecker . M. Kulfas AUGE Y CAÍDA DEL ANARQUISMO – Juan Suriano
PUEBLO Y POLÍTICA – Hilda Sabato CAMPO E INDUSTRIA – Aldo Ferrer
EMPRESAS RECUPERADAS – J. Rebón . I. Saavedra QUÉ ES AL QAEDA – Pedro Brieger
DIEZ TEORÍAS QUE CONMOVIERON AL MUNDO (I) – L. Moledo . E. Magnani LA NATURALEZA Y NOSOTROS – Carlos Reboratti
DIEZ TEORÍAS QUE CONMOVIERON AL MUNDO (II) – L. Moledo . E. Magnani EL PROBLEMA CARCELARIO – Raúl Salinas
EL CIUDADANO SHERIFF – Darío Kosovsky LA REVOLUCIÓN DE EVO MORALES – P. Stefanoni . H. Do Alto
LOS ENIGMAS DE IRÁN – Luciano Zaccara EL NACIONALISMO DE DERECHA – Daniel Lvovich
2010, ¿ODISEA ENERGÉTICA? – Ricardo De Dicco LA GUERRA SILENCIOSA – Silvina Ramírez
GOBERNAR EL IMPERIO – Oscar Oszlak QUE SE VAYAN TODOS – Inés M. Pousadela
CINE Y DICTADURA – Judith Gociol . Hernán Invernizzi EL CAFÉ DE LOS CIENTÍFICOS – Leonardo Moledo . Martín De Ambrosio
LAS TECNOLOGÍAS EN ARGENTINA – Carlos Eduardo Solivérez CHINA SE AVECINA – Sergio Cesarin
INTERNET Y LUCHA POLÍTICA – S. Martínez . A. Marotias . L. Marotias . G. Movia CHACAREROS PAMPEANOS – Juan Manuel Palacio
EL FENÓMENO RELIGIOSO – Silvia Montenegro . Juan M. Renold LA ECONOMÍA SOCIAL – Mario Elgue
ARTE Y CREACIÓN – Marta Zátonyi LA CIENCIA ES NEGOCIO – Ricardo A. Ferraro . Sonia Bumbak
MALVINAS, CAPÍTULO FINAL (I) – Fabián Bosoer MALVINAS, CAPÍTULO FINAL (II) – Fabián Bosoer
Escríbanos a info@capin.com.ar

06 - Kosacoff - Hacia Un Nuevo Modelo Industrial

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Kosacoff final.

qxp 4/26/07 5:00 PM Page 2

HACIA UN NUEVO MODELO INDUSTRIAL

CLAVES PARA TODOS

Director José Nun

338.9 Kosacoff, Bernardo

El proceso de industrialización en Argentina arranca a fines del siglo

HACIA UN NUEVO MODELO INDUSTRIAL 9

tecno-productivo, con modelos de organización de la produc- CAPÍTULO UNO

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14 BERNARDO KOSACOFF HACIA UN NUEVO MODELO INDUSTRIAL 15

ESQUEMA SIMPLIFICADO DE LAS FASES DEL DESARROLLO INDUSTRIAL ARGENTINO

Fuente: R. Bisang, M. Fuchs y B. Kosacoff, “Internacionalización de empresas industriales argentinas”,

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4 con la política arancelaria, la asignación de recursos favorecería

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Estos cambios a nivel agregado aparecen claramente ejem-

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intensivos en el uso de mano de obra, en particular en los tramos LAS INVERSIONES

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44 BERNARDO KOSACOFF HACIA UN NUEVO MODELO INDUSTRIAL 45

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16. Ver Bisang, R. y Kosacoff, B., Exportaciones industriales en una economía en

48 BERNARDO KOSACOFF HACIA UN NUEVO MODELO INDUSTRIAL 49

El inicio de la década de los noventa se produce en simultáneo con

17. Heymann, D., “Políticas de reforma y comportamiento macroeconómico: la Argen-

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vertibilidad de la moneda y la paridad cambiaria vigente desde CAPÍTULO CUATRO

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El proceso de generación de empleo en la industria registra 25

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un 2,75 por ciento mayor a la de 1998, los requerimientos de tra- 28

28. CEP, Secretaría de Industria, Comercio y Pequeña y Mediana Empresa, Base de

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76 BERNARDO KOSACOFF HACIA UN NUEVO MODELO INDUSTRIAL 77

cio con el Mercosur. Desde 2002 la situación es exactamente

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