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Se me ha requerido que aclare algunos hechos históricos, desde mi perspectiva, ya que reina cierta confusión en la

aparición cronológica del LOS (A Lifetime of Soundness escrito por Hiltrud Strasser y Sabine Kells), HOG (Horse
Owners Guide To Natural Hoof Care escrito por Jaime Jackson) y el TNH (The Natural Horse, escrito por Jaime
Jackson).

Antes de nada, debo decir que la cuestión no debe centrarse en “quién ha dicho qué y cuando” o “qué o quien vino
primero”, como si se tratara de algún tipo de competición entre la doctora Strasser, yo y otros. Ayudar a los caballos
no ha sido nunca una cuestión de competición ni para mi ni para la doctora Strasser. Por tanto, mi intención aquí es la
de colocar cada hecho, TNH, LOS y el HOG, en el lugar y el momento en el que sucedieron, así como también
revelar la influencia que han tenido estos hechos sobre algunos de los personajes más influyentes en el movimiento
barefoot de hoy en día. Creo que realmente hay menos de 6 personas que conocen realmente los hechos, entre las
cuales podemos encontrar a la doctora Strasser, a Sabine Kells y a mí mismo.

En esta imagen cedida por Jaime Jackson a la Revista The Horse's Hoof,
podemos ver el campamento base que usaba Jaime para estudiar los
caballos salvajes de la Gran Llanura Norteamericana en Nevada.

La decisión de abstenerse de decir a todo el mundo


“sacad las herraduras y dejad a vuestros caballos
descalzos!”, en la edición de 1992 de mi libro “The
Natural Horse: Lessons from the Wild, vino tras las
largas discusiones y consideraciones realizadas con el
amigo y herrador Dr. Leslie Emery (autor del libro
publicado en 1978 “Horseshoeing Theory and Hoof
care”) a finales de los setenta y principios de los
ochenta.

Hay que pensar que en ese momento no existía ni el “movimiento barefoot” o “natural boarding” ni nigún tipo de
revolución similar. La conexión entre el caballo salvaje y la naturaleza, estaba empezando a tejerse gracias a gente
como; Emery, Gene Ovnicek, Pat Parelli, yo mismo y algunos otros. El lenguaje único y las personalidades
carismáticas que hoy en día conocemos y seguimos todos estaban todavía lejos de aparecer. Lo más importante de
todo, es que nadie – y lo digo categóricamente – sabía qué consecuencias tendría contarle a la gente que desherrara
sus caballos. En aquellos momentos, el mayor error cometido, hubiera sido decirlo simplemente así. Pensad en ello.

Las primeras discusiones sobre el cuidado natural del pie, precedieron mi entrada en el mundo del caballo salvaje en
1982, diez años antes de la publicación del TNH, quince años antes de la llegada del LOS. En 1978, Emery y yo nos
encontramos para discutir sobre los pies del caballo y conceptos relacionados como; las implicaciones directas y
vitales de la dieta, las condiciones de estabulación, el modo de tratar, comunicarte y montar al caballo... Pero lo que
que nos faltaba era tener en cuenta al caballo salvaje, la unión directa con la naturaleza, tal y como especuló Emery
en el libro “Horseshoeing Theory and Hoof Care” y que personalmente investigué, con el soporte absoluto de Emery.
Fue el pasaje de la página 65 de su gran trabajo el que me inspiró, nos unió y estableció en mi mente las bases del
moderno movimiento de “cuidado natural”:

“La falta de conocimiento del estado y la función natural del pie es el primer defecto de la teoría y la práctica del
herraje, así como también del tratamiento de las cojeras y otras patologías podales. Si queremos ilustrar totalmente el
estado y la función natural del pie, debemos examinar los orígenes del caballo. Así pues, deben tenerse en cuenta las
razones que han llevado a la naturaleza a desarrollar en los caballos un pie con un solo dígito. El estilo de vida de
nuestros caballos, se ha visto gravemente alterado debido a la domesticación. Si queremos proporcionar al caballo
unos cuidados adecuados, debemos entender cómo y dónde éste ha vivido en estado salvaje. Desde la nutrición al
cuidado de los pies, tener en cuenta este concepto es sumamente importante”.

Al principio, en nuestras mentes, existía la preocupación de si los propietarios actuarían y desherrarían a sus caballos
sin tener en cuenta las consecuencias de sus acciones. Tal y como debe saber todo el mundo relacionado con el
movimiento “barefoot”, el cuidado natural del pie es extremadamente complejo si se quiere realizar correctamente y
requiere de unos profundos conocimientos así como también de ciertas habilidades técnicas para llevarlo a cabo sin
causar sufrimiento y dolor al animal. Además, nosotros teníamos en cuenta que los propietarios no recibirían ningún
tipo de soporte por parte de los herradores (todavía no existían los podólogos equinos), y que los veterinarios (con
quienes nos habíamos entrevistado) considerarían la práctica como inhumana e insana. El hecho era que no
podíamos contar con el soporte ni de los herradores ni de los veterinarios. Incluso los entrenadores con los que nos
pusimos en contacto se mostraban neutrales o negativos en el tema. Para nuestra sorpresa, los veterinarios que
investigaban sobre temas relacionados con los caballos, estaban en contra el “modelo del caballo salvaje” -
Incluyendo, aunque no lo creáis, la doctora Hiltrud Strasser! Y no fue hasta unos cuantos años después de haber
publicado y puesto a su alcance el TNH, que la doctora se convirtió en una defensora del movimiento barefoot.
Desde mi punto de vista, la doctora Strasser nunca ha cambiado su opinión sobre el tema – Por lo menos no me ha
comunicado nada al respecto. Así pues, seguramente los lectores se estarán preguntando, ¿Cómo es esto posible?

Yo conocí a la Doctora Strasser porqué contactó conmigo a través de


un intérprete en 1996, tras mi presentación en el “Bluegrass Laminitis
Sympomium” en Louisville, KY, para expresarme su interés en mi
investigación. Yo entiendo que Sabine Kells ya había contactado con
la Doctora Strasser ya que poco después recibí una carta suya (quien
escribe y habla de manera fluida tanto el inglés como el alemán).
Sabine apreciaba TNH por su inestimable información, y me informó
que estaba colaborando en un nuevo proyecto, LOS, en el cual mi
investigación sería incluida. De hecho, les envié un pie deshidratado
de caballo salvaje para que entendieran mejor la forma que adquirían
éstos en la Gran Llanura Norteamericana!

En esta imagen, cedida por Jaime Jackson a la revista The Horse's Hoof, podemos ver de
izquierda a derecha; Sabine Kells, Jaime Jackson y Hiltrud Strasser. En el Huflinik de la
Doctora Strasser localizado en Tuebingen, Alemania 1999.

Antes, pero, de la llegada de Sabine, la Doctora Strasser había realizado algunos trabajos y libros en alemán. Uno de
sus ayudantes, en el 1996, me envió algunas fotocopias de éstos trabajos para que los revisara y les diera mi
aprobación. Me impresionó que ella estuviera tan activamente comprometida en el barefoot y tuviera una postura tan
rígida en contra del herraje, y de hecho, así se lo comenté. Uno de los trabajos que me hizo llegar, era del 1989.
Además, en 1993, ya había creado una escuela, llamada la Escuela Europea de la Ortopedia Podal (ESHOP), para
enseñar a otra gente su manera de trabajar los pies equinos (el cual no se parecía en nada a lo que yo llamaría un
“recorte natural”, pero otros con los que me contraría más tarde, ya estaban empezando a practicar el barefoot
poniendo su toque personal en el recorte).

Acepté una invitación de la Doctora Strasser para viajar a Alemania. El trabajo conocido como LOS, me había
demostrado que ellas 2 estaban seriamente decididas en promover nuestro objetivo común – desherrar los caballos y
facilitarles un mejor cuidado de sus pies. Además esta sería también mi oportunidad para ver exactamente lo que
estaban haciendo en los pies de los caballos, y de discutir si podríamos trabajar juntos en un futuro.

Así pues, fui a Europa y la conocí – fui el primer americano en hacerlo – . Para mí, la sorpresa fue que ella
considerara el modelo del caballo salvaje una manera inviable para el tratamiento de los pies de los caballos
domésticos. Esta sorpresa se esfumó, cuando Sabine me comunicó que la doctora Strasser había desarrollado un
modelo de tratamiento por sí misma, llamado “el recorte corrector fisiológico” y que ésta quería que yo lo aceptara y
lo promoviera. El único conocimiento que tenía yo sobre el “recorte corrector fisiológico” era que no trataba al pie
exactamente como lo hacía yo, pero como suponía que el TNH le había ayudado a comprender muchos aspectos del
pie del caballo salvaje, tenía la esperanza de poder trabajar juntos en un futuro, por el bien de los caballos. Entonces,
decidí promover el LOS y un tour de cursos de un año de duración en los Estados Unidos.

Las diferencias entre el “método Strasser” y lo que yo defendía, empezaron a salir a la luz a lo largo de ese año. Para
mí era claro, que su manera de recortar el pie no era algo que yo podía defender ni recomendar a otras personas, y
entonces dejé de darle públicamente soporte. Más que criticar públicamente el método de la Doctora Strasser, lo que
hice fue crear la AANHCP y promover lo que yo consideraba un cuidado genuino de los pies del caballo, basado en
el modelo del caballo salvaje. Este hecho, marcó el primer punto divisorio en el movimiento barefoot.

A pesar de todo, el LOS es un trabajo capaz de inspirar a mucha gente. En él, puedes ver la gran influencia que tuvo
sobre Hiltrud los textos escritos en el siglo XIX por el veterinario Barcy Clarck, los escritos por Jenofonte, así como
mi libro TNH (y otros trabajos no publicados que intercambiamos) y otros textos de autores menos conocidos por los
americanos. Además, en él, se encuentran los resultados de muchos de los experimentos realizados por Hiltrud sobre
caballos descalzos. Pero si uno lee el LOS con ojo crítico, uno puede ver que el caballo salvaje es simplemente una
razón más para apoyar su trabajo y atraer a la gente, y no una pieza central e inspiradora, tal y como sucede en el
TNH y en todas mis publicaciones. La Doctora Strasser tenía sus propias ideas, ese era y es el hecho real.
En mi opinión, el LOS no trata sobre “el cuidado natural del pie”. Tampoco es un texto preciso sobre cómo hay que
recortar los pies del caballo, ya que dedica menos de una página y media a hablar sobre ello (El recorte corrector
fisiológico). Para reafirmar mi punto de vista, Sabine y ella, habían creado un manual detallado de más de 800
páginas sobre cómo recortar los pies de los caballos.

El LOS es simplemente una introducción a los beneficios del barefoot, a los métodos de estabulación que promueven
un estilo de vida más natural para el caballo, así como una crítica al herraje. Con todos los respetos, LOS no es ni el
primer libro que condena “los efectos secundarios de la aplicación de la herradura” ni el primer libro que defiende o
describe el cuidado de un pie descalzo, los métodos naturales para comunicarnos con el caballo ni los métodos
naturales de estabulación. Sí, el LOS es un trabajo contemporáneo importante ya que defiende categóricamente que
debemos eliminar el uso de la herradura en los caballos – Porque, y yo he estado al lado de Strasser cuando decía
esto; “Las herraduras siempre dañan al pie – así como también defiende una relación y una comunicación más
natural con el caballo. Más aún, es particularmente inspirador porque proviene de una veterinaria! Todos nos
preguntamos: Porqué la comunidad veterinaria en conjunto, continúa escondiendo la cabeza bajo la arena? Pero aquí
yo dibujo una linea. TNH/HOG y el LOS, realmente no tienen nada más en común. Nada más que los métodos para
tratar el pie equino y sus respectivas visiones inspiradoras.

El libro TNH es único ya que nos aleja de nuestra domesticación egocéntrica, de las teorías sobre los animales de
compañía, de las pseudo-ciencias, y de los caballos enjaulados, para introducirnos directamente en los sucesos del
entorno natural, para que podamos aprender unas lecciones de valor incalculable. No hay nada en el libro, que
provenga o se base en las prácticas de domesticación o en las conclusiones “científicas” contemporáneas (hay pocas
investigaciones científicas creíbles en muchos temas, como en la dieta por ejemplo), simplemente habla de la
aplicación para cuidado del caballo doméstico, del modelo obtenido a partir del caballo salvaje. De hecho, el título
original y completo del libro era; “The Natural Horse; Lessons from de Wild For Domestic Horse Care” acuñado tras
un largo debate de dos años, entre la editorial de Northland Publishing y yo mismo.

Nadie sabia exactamente como llamarle, ya que nada parecido había llegado a la industria de las editoriales. Con la
excepción del Doctor Emery, todas las autoridades del sector equino con las que me puse en contacto (y fueron
muchas), rechazaban lo propuesto por el TNH antes de que se publicara. Este es otro hecho. Más tarde, el presidente
de la Asociación Americana de los Profesionales del sector Equino, me dijo en una llamada telefónica desde su
despacho en Tejas, “No puedo encontrar razón alguna para que nuestros veterinarios estén interesados en tu
investigación”. El editor científico de la Revista Equus, respondiendo a mi petición, me escribió diciendo “Si hay
algo de valor en lo que estás diciendo sobre el caballo salvaje, la Revista Equus, no tu, llevará la iniciativa!”. Y así
pasaba una y otra vez. No fue hasta la publicación del TNH – después de recibir 150 negativas por parte de varias
editoriales – que empezó a recibir algunas notas positivas de los lectores.

Pero el TNH no alcanzó nunca una gran popularidad en el mundo ecuestre debido a su complejidad, y porque, al
contrario del LOS, no es demasiado fácil de leer para la mayoría de la gente. Realmente no era mi intención que lo
fuera. El libro es un trabajo surgido de la inspiración – queriendo decir que uno escucha y escribe, como un
compositor de música o un artista - . Otro hecho es que en 1995 dejó de publicarse ya que pocos en el mundo de la
equitación estaban realmente intereasados en intentar averiguar su significado real. “Demasiadas palabras ambiguas”
se quejó un crítico. Una gran cadena de libros devolvió 225 copias de golpe a la editorial diciendo; “sin interés”.
Pero el TNH no fue nunca pensado para ser ligero (una lectura de mesa) o una simple guía de “cómo se hace” como
el libro de Pete Ramey's “Making Natural Hoof Care Work For You” (el cual publiqué una década después, con la
intención de hacer el cuidado de los pies más accesible a los lectores, y porqué Pete estaba inspirado en ayudar al
mundo y se puso a trabajar en ello). Todavía hoy, hay poca gente que se ha leído el libro, de hecho me decepcionó
saber que algunos graduados de los primeros programas de enseñanza de la AANHCP no habían leído nunca el libro!

A este nivel, el lector ya debe saber que en 1996 otro trabajo salió a la luz, “Horse Owners Guide To Natural Hoof
Care”. La primera edición surgió al darme cuenta que el método de la Doctora Strasser entraba en conflicto con el
modelo del caballo salvaje. Además, a esas alturas, yo me había dado cuenta que el “recorte natural” no había sido
tratado como un método y que los lectores del LOS podrían considerar iguales el método Strasser y el método
basado en el caballo salvaje. No eran lo mismo en esos tiempos y no lo son, tampoco, hoy en día. Y así fue como el
HOG (así es como lo llamo yo) fue el primer libro educativo dedicado por completo al cuidado natural del pie equino
basándose en el modelo del caballo salvaje, y el descalzado de todos los caballos. Pete, reconoció la diferencia y la
importancia del HOG en cuanto a educación y cuidado del pie se refiere, y es por ello que en su libro avisaba a los
lectores que leer el HOG era imprescindible si querían aprender algo de su libro “Making Natural Hoof Care Work
For You”.
Pero realmente, antes de que el libro de Pete, el HOG o el LOS, fueran concebidos y publicados, ya había un trabajo
en el que se recomendaba sacar las herraduras, recortar los pies siguiendo el modelo del caballo salvaje y montar al
caballo descalzo, el TNH. En éste podemos encontrar el siguiente párrafo;

“Mi recomendación para todos aquellos propietarios interesados en desarrollar el caballo natural en sus caballos es
que deben hacer algunos cambios, poco convencionales, en las instalaciones; primero, hay que eliminar los establos
y las vallas para que los caballos puedan correr y mezclarse libremente... limita el perímetro de la pastura evitando
las esquinas... una vez hecho esto, esparce rocas de diferentes tamaños y formas... abandona el uso de los comederos
y alimenta al caballo a nivel del suelo... deja de usar desparasitadores químicos... elimina los bebederos y los cubos
y haz una charca para que los caballos puedan beber agua agua a nivel del suelo... asegúrate de que tengan que poner
los pies en el barro si quieren beber agua. Saca las herraduras... y monta al caballo descalzo así se va a volver
musculoso y magro... si quieres que los pies sean realmente duros, deja de remojarlos en agua y deja de aplicarles
pinturas, aceites, alquitranes...” [TNH, C3, p. 35-36]

Fue esto, y supongo que la atracción de lo “natural”, que tocó la fibra sensible de gente como el Dr. Redden, la Dr.
Strasser y otros. Pero realmente, en ese momento, el cambio que yo abogaba, no tenía ningún tipo de soporte
profesional y entendí a la Doctora Strasser como una aliada. Me había empezado a mostrar en el sector veterinario
gracias a las charlas impartidas en el “Laminitis Symposium” de Kentucky. Las notas de mis conferencias,
publicadas por el anfitrión del Symposium , el Doctor Dic Redden, llegaron a Hiltrud a través de alguno de los
científicos y/o veterinarios europeos que asistieron a éste.

Pero como el Capítulo 3 del TNH contenía probablemente el consejo más radical para el cuidado del pie y del
caballo en general, publicado hasta el momento (1992), Emery me previno de tratarlo precavidamente. Los dos
juntos, habíamos introducido mis hallazgos realizados en la Gran Llanura Norteamericana en la Conferencia Anual
de la Asociación Americana de Herradores realizada en Lexington, Kentucky el 1988 y comprendíamos la resistencia
que ofrecía la comunidad del herraje en cuanto al cuidado natural del pie equino. Sin embargo, nos unimos para
encontrar una manera de relacionar la información del caballo salvaje con los pies de los caballos domésticos, y así
surgió el libro. Al fin y al cabo, la decisión fue llevada a cabo para infundir mi información en las directrices del
herraje y al mismo tiempo, prevenir a los propietarios de que debían trabajar con los herradores más abiertos de
mente si querían aventurarse en el mundo del barefoot. Mi consejo más “radical” fue extraído y movido a un capítulo
diferente (al tercer capítulo), con la intención de no ofender a los herradores que esperábamos que leyeran el libro.

Nuestra intención era la de familiarizar los profesionales con las


directrices del recorte y su aplicación en el herraje, y después, para
luego, en la siguiente sección del mismo capítulo, “Montando a un
caballo descalzo”, insensibilizarles y enseñarles el proceso del
desherrado. Hasta el año pasado (2009), cuando hablé sobre el
cuidado natural del los pies en la Feria Educativa Anual promovida
por la Federación Europea de Herradores, en el Centro Ecuestre
Holandés (Helicon), el director de la Escuela de Herradores, me
comentó: “Yo sigo las directrices del TNH, pero nunca para caballos
desherrados”. Muchos otros herradores me han comentado lo
mismo a lo largo de los años. Creo que Emery y yo hemos
conseguido alguna cosa!

En esta imagen cedida por Nancy Jackson podemos ver los instructores de la AANHCP
del 2002; Cindy Sullivan y Jaime Jackson (al frente), Ruth Green, Steve Dick, Charles
Hall y Pete Ramey (al fondo). Cortesia de R. Drewry

Uno, tiene que comprender el momento y el entorno histórico que vivíamos. Emery y yo, sabíamos que el daño
causado por las herraduras necesitaba ser reparado y por tanto era necesario un período de transición, para hacerlo
funcional a nivel ecuestre. De hecho, abrigábamos más preguntas que respuestas y lo que el lector debe apreciar es
que no existía ninguna estructura que nos permitiera ayudar a los propietarios de los caballos.

Hay que decir también, que en esa época, la mayoría de propietarios se mostraban resistentes u hostiles frente el
cuidado natural del pie. En 1982, era imposible, incluso para mí – como herrador profesional y defensor del barefoot
– promover el barefoot entre mis clientes. Uno de mis clientes, frente a la decisión de sacar las herraduras y probar lo
que en ese momento yo llamaba el “recorte del caballo salvaje”, retrocedió aterrado y me dijo “No vas a poner nada
salvaje en mi caballo!”. Fue esta experiencia la que me hizo cambiar el término “recorte del caballo salvaje” y
convertirlo en lo que conocemos actualmente como el “recorte natural”. Tras aprender que el término “salvaje”
aterraba a los propietarios, puede considerarse un milagro que es un milagro el que Northland lograra convencerme
para que añadiese "Lessons from the Wild" en el título del TNH!

La Doctora Strasser, no es la única, ni la primera (ni la última) profesional del sector equino (veterinarios,
herradores...) a los que he introducido en el cuidado natural del pie basado en el modelo del caballo salvaje. Quizá, lo
que voy a contar ahora, sorprenda a los lectores, pero los hechos son como son. Primero vino la Doctora Barbara
Page, que era el Presidente de la Asociación Médica del Área Veterinaria de Denver la cual me invitó a que
impartiera una charla sobre el modelo del caballo salvaje en la Conferencia Anual de su Organización, en 1993. Poco
después, me escribió diciéndome que mi lección le había abierto lo ojos y a raíz de ésta, había creado una
organización sin ánimo de lucro destinada a promover el bienestar equino, teniendo como pieza central al caballo
salvaje; de hecho, ayudaron a fundarla otros dos personajes, actualmente muy conocidos; Gene Ovnicek (quien con
el tiempo crearía la herradura conocida como Natural Balance), y el frecuente contribuyente a la revista The Horse's
Hoof y controvertido investigador, el Doctor Robert Bowker. La Doctora Lisa Simon-Lancaster, una herradora de
Colorado que después estudió veterinaria y formó parte del equipo de investigación del Doctor Bowker, se acercó a
mí durante este período, para agradecerme que le hubiera permitido obtener una mayor apreciación sobre el cuidado
del pie descalzo; esta influencia, puede verse retratada en su libro, “The sound Hoof”.

Gretchen Fathauer se acercó a mí, en 1996 porqué uno de sus caballos sufrió una enfosura muy severa y necesitaba
que la “sacara de la oscuridad”. Al cabo de poco tiempo, ya había creado una página web en la que promovía el
TNH. Entonces le presenté a la Doctora Strasser y Gretchen empezó a promovernos a los dos!

Martha Olivo, una herradora, se acercó a mí a mitad de los noventa porqué estaba interesada en formar parte de lo
que su intuición le decía que estaba por venir. Su hermana, una veterinaria equina de Tejas que llevaba años
recomendando a sus propietarios el TNH, instó a Martha para que contactara conmigo. Martha empezó a promover
el TNH, comprando una caja y vendiéndolos o regalándolos, imaginaos cuan entusiasmada estaba! Más tarde, le
presenté a la Doctora Strasser y se certificó en el ESHOP. Con el tiempo, Martha creó su propia organización
llamada United Horsemanship, y su propio programa de enseñanza del cuidado del pie, que servía para promover sus
propias ideas sobre el funcionamiento y el recorte del pie.

En la misma época, se me acercó K.C LaPierre, también un herrador, para que tomara consideración de lo que quería
hacer; pero comentándome textualmente que “Yo nunca he creído que el caballo salvaje pueda ser considerado un
modelo para nuestros caballos”, así que yo le insté a que hiciera lo que le pareciese más correcto.

Michael LaGrone, contactó conmigo también en los


noventa, a través de un veterinario de Oklahoma (este
veterinario era al mismo tiempo, Presidente de la
Asociación Americana de Medicina Veterinaria Holística).
Michael, una persona con un gran talento y optimismo,
aprendió conmigo (esto pasó antes de que existiera la
AANHCP), le ayudé a realizar sus primeras charlas y le
recomendé a los propietarios que me pedían ayuda.

En el año 2000, Pete Ramey y Cindy Sullivan entraron en


juego y junto a ellos creé la AANHCP. Con el tiempo,
Cindy y otros miembros de la AANHCP como Steve Dick,
Todd Jaynes... Quisieron hacer las cosas a su propia manera
así que fundaron la Academia de las Ciencias Equinas. Pete
necesitaba hacer lo mismo así que fundó la Asociación
Americana del Pie Equino con su mujer Ivy Ramey.

En esta imagen, cedida por Nancy Jackson, podemos ver los instructores de la AANHCP en la convención anual del 2002. En sentido horario y de delante
a detrás, encontramos; Pete Ramey, Steve Dick, Jaime Jackson, Ruth Green, Charles Hall, Cindy Sullivan. Cortesía de R. Drewry

También en este tiempo, quiso conocerme otro graduado por la ESHOP, Marjorie Smith, quien también tenía muchas
ganas de propagar la voz sobre el cuidado natural del caballo y sus pies. Su página web, que en la actualidad es muy
conocida y se llama “Barefoot For Soundness” surgió gracias a mis consejos y ha logrado introducir a mucha gente
en el movimiento barefoot.
Ove Lind, otro graduado de la AANHCP, se fue en 2008 para crear por su cuenta la “Swedish Hoof School”. Casi al
mismo tiempo, Kirt Lander aprendió conmigo antes de que la AANHCP se convirtiera en una asociación sin ánimo
de lucro, fue miembro de la AANHCP y nos dejó para dedicarse de manera autónoma al cuidado del pie equino y lo
que es más importante, crear la bota conocida como Renegade. Los graduados ingleses de la AANHCP Nicola
Barker y Sarah Baithewaite también dejaron la asociación para formar por su cuenta la UKNHCP. Richard Drewry, a
quien le enseñé el cuidado natural del pie en los noventa y quien me ayudó, en 2004, a legalizar la AANHCP como
una 501c3, nos dejó el año pasado (2009) para unirse al Doctor Bruce Nock y formar el “Liberated Horsemanship”.

Hay muchos otros más en otros países, que no quiero mencionar aquí, a los que les he ayudado a empezar sus
propias organizaciones. Incluso Yvonne Welz, escribió que sacó la inspiración para crear la revista “The Horse's
Hoof” de su antecesor cronológico “The hoof care Advisor” que yo publicaba antes de la creación de la AANHCP. Y
no quiero pasar por alto mi buen amigo Joe Camp quien se acercó a mi en Diciembre del 2006 diciéndome; “Hola
Jaime, puedo pedirte un favor? He terminado mi nuevo libro y... me gustaría mucho que me dieras tu opinión” el cual
se convertiría luego en un bestseller llamado “The Soul of a Horse”

La intención que he puesto en este escrito es la de aclarar las dudas históricas sobre quién hizo qué, cómo y cuando.
Lo que es importante es reconocer que mucha gente ha estado involucrada en la evolución del movimiento barefoot.
Si yo tuviera que decir quién vino primero, en los tiempos modernos, con la idea de “ir natural”, diría que fue Emery
en 1978. Pero qué vamos a hacerle si de manera entendible, cada uno discrepa y tiene sus propias ideas y su propia
manera de hacer y ver las cosas? Igual que la Doctora Strasser y yo. No hay nada de malo en ello! Vivimos en un
mundo libre! Los esfuerzos destinados a caracterizar esa diversidad con el propósito expreso de establecer los hechos
ocurridos en el movimiento barefoot y centrar toda la atención en el nombre de "un determinado personaje", son
contraproducentes, favorecen la aparición de gurús y confunden a la gente. Yo voy a seguir centrándome en los
caballos salvajes que florecen en la Gran Llanura Norteamericana y voy a seguir haciendo todo lo que pueda para
representarlos como un modelo de incalculable valor al que debemos imitar.

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