Cubículo 1, Módulo II:

Importancia General de la Teología

La importancia de la teología en la realidad humana es múltiple, integra varios aspectos del ser
humano. Para comenzar, hablaremos de que la teología tiene una “importancia general”, para
las personas. Decimos general porque estos beneficios son accesibles a cualquier persona, en
cualquier lugar y en cualquier tiempo de la historia humana.

Sirve como una cosmovisión para interpretar toda la realidad

En primer lugar, la teología es importante porque provee una cosmovisión con la cual podemos
entender toda la realidad. Lo sepan o no, todo el mundo tiene una teología que afecta cómo
interpreta el mundo. Esta teología puede ser negativa o positiva, puede ser muy profunda o
demasiado superficial. Pero, todos interpretan la realidad de acuerdo a su teología.
Precisamente por ello, el desarrollo de una teología coherente con los hechos es obligatorio para
cada persona, aunque no todos estén interesados en hacerlo. En una teología positiva, las
premisas se basan en las grandes verdades de la realidad humana. De hecho, aquí se encuentra
la afirmación teológica más positiva de todas: “Dios Existe”; Además, aquellas que componen
la cosmovisión clásica teísta: “la realidad existe” y “yo existo”. Tres afirmaciones que proceden
de la teología y modifican considerablemente nuestra percepción de todo. Por ejemplo, si un
científico teísta decide investigar el origen del universo, su creencia en la existencia de Dios
afectará mucho los resultados de su investigación; igual que pasaría con un no-teísta.

Sirve para entender la vida

La teología es una filosofía para entender la vida. Si bien no se dedica precisamente a ello, los
aportes de la teología ha sido claves en la historia del pensamiento científico para entender la
vida terrenal; particularmente, el aspecto metafísico de ella. Preguntas como: ¿De dónde vienen
los seres vivos?, ¿Qué son en este mundo?, ¿A dónde van después de morir?, se resuelven
usualmente en los libros de teología. Ella permite una comprensión ordenada del origen,
desarrollo y finalidad de la vida a un nivel universal. Muy pocas áreas del pensamiento humano
son capaces de ofrecer una interpretación integral de la vida, tan coherentemente como puede
hacerlo la teología. Razón tenían los teólogos de llamarte “ciencia universal”, pues es capaz de
dar respuestas a prácticamente todo misterio cardinal de la curiosidad humana.
Sirve para darle sentido a la historia

La historia necesita un origen. Un continúo de eventos infinitos hacia atrás es un absurdo. Si la

historia avanza hacia el futuro es porque existe un punto en el pasado dónde comenzó. Los
grandes filósofos de la ciencia y los físicos del tiempo están de acuerdo en este punto: la historia
tiene un principio. Pues bien, la teología sirve para fundamentar ese principio. Sin los avances
de la teología, el entendimiento de este principio, incluida su existencia, no fueran posibles. La
teología es importante pues ofrece un punto de partida para la historia y, además, un modo
coherente de entenderla. Sin teología nuestra comprensión de la historia fuera caótica. Sin
embargo, es por ella que la historia “parece” tener sentido. Esto aplica para la historia
universal, pero también para la historia de un acontecimiento en específico. Por ejemplo, sin
teología, entender la Segunda Guerra Mundial sería imposible; pues no se podrían comprender
las razones religiosas de los nazis, o las creencias teístas de los judíos, o el impacto del
cristianismo en la restauración de la iglesia, y muchas otras cosas relacionadas.

Sirve para comprender holísticamente al ser humano

Finalmente, la teología sirve para entender la totalidad del ser humano. Aquí hablamos de
captar al ser humano como un todo, sin separación de áreas. La teología tiene la virtud de
mostrarnos qué es el ser humano. Cada una de sus partes interrelacionadas se interpreta muy
correctamente en la teología. Claro que con esto no se quiere decir que la teología se un tratado
médico que explique cómo funciona el páncreas humano; más bien, hablamos de la teología
cuando el hombre trata de averiguar su ontología, su epistemología, su protología, su teleología
o alguna cuestión fundamental en la vida humana. Y esta virtud de la teología no solo aplica
para la autocomprensión, sino, además, para la comprensión del otro, tanto del ser humano,
como del animal, o del árbol. Sin teología, esta comprensión del “yo” y del “otro” sería
prácticamente imposible. Además, y aquí reside la mayor parte de su gloria, la teología sirve
para comprender al ser humano en su relación con el “totalmente otro”, es decir Dios. Sin los
constantes estudios de la teología por entender a Dios y el hombre, esta relación terminaría en
el abandono intelectual y vivencial. Y, como se sabrá, es la relación humana más importante
en este mundo. Y fuera de él.