Personajes:
Narrador Lilit
Don Dimas Satanas
Visitación Juez 1
Tía Juez 2
NARRADOR: Cerca del portal de los Escribanos, vivía un cartulario llamado don Dimas de la
Tijereta, escribano de la Real Audiencia. Su alma estaba tan desecha que ni Dios la hubiera
reconocido, con ser él quien lo creó y ni el diablo ni el ángel de la guarda podrían
encontrar en él por dónde cogerle el alma. Tijereta había caído en la peor tontería de la
vejez: se enamoró hasta la coronilla de Visitación, una muchachita de veinte primaveras,
una figurita de mírame y no me toques y ojos más matadores que las espadas de los
duelistas, pero no vivía sola, sino con su tía, que la había adoctrinado para servir de cebo
de ricos caballeros a quienes sacar dinero. En una tarde la tía de visitación se encontró con
don Dimas de la tijereta y él le pregunto por su sobrina, es así que su tía fue a su casa a
conversar con ella.
DIMAS: Que me está pasando acaso me habré enamorado de esta muchacha, tengo que
hacer algo para conquistarlo.
LA TIA: Visitación ya es hora de que aproveches toda esa belleza que tienes, ya que nada
dura para siempre, además tu puedes conquistar a cualquier hombre de la alta sociedad y
casualmente me encontré hoy por la tarde con Don Dimas de la Tijereta, un hombre con
mucho dinero, y al parecer está muy interesado en ti.
LA TIA: Que como es. Es un señor hidalgo y muy atento; a que se dedica, es un funcionario
muy respetado y respecto a la edad… (Es interrumpida por el sonido de la puerta,
Visitación se retira)
DIMAS: Buenas tardes señorita, mi nombre es don Dimas de la tijereta, pero tú me puedes
llamar Dimas nomas, tome le traje este obsequio, pero claro no se compara con la
inmensa hermosura que posee usted mi bella musa y pedirle a mi cabeza que deje de
pensar en ti es como pedirle a mi corazón que deje de latir.
VISITACION: Gracias, pero creo que es muy poco para alguien como yo, hasta luego.
DIMAS: Bueno fue un gusto conocerla espero verla pronto señorita porque cada vez que
me despido de ti me muero por dentro. Y cada vez que me reencuentro contigo, siento
que estoy en el cielo.
LA TIA: Hasta luego Don Dimas y gracias por venir. (AL DIA SIGUIENTE…)
DIMAS: Buenas señorita disculpe mi atrevimiento, pero vine a ofrecerle este obsequio
espero que le guste.
VISITACION: Está muy bonito gracias, pero no pierdas en mi balas carabinero porque soy
paloma de mucho vuelo. Si quieres que te quiera me has de dar antes aretes y sortijas,
blondas y guantes.
6 MESES DESPUES…
DIMAS: Bueno luego de haber pasado tanto tiempo, creo que llego mi recompensa.
DIMAS: Pero Visitación todos estos 6 meses que han pasado en las cuales te he regalado
todo lo que querías o lo que te hacía falta.
NARRADOR: Así pues, Dimas se retiró con una gran decepción y capaz de hacer cualquier
cosa por conseguir el amor de Visitación hasta de entregar su almilla al diablo, ya que
estaba desesperado, y se dirigió al cerro de la Ramas.
DIMAS: Toda mi vida se ha despreciado. Pero no, esto no se queda así… ¡¡que venga un
diablo cualquiera y se lleve mi almilla a cambio del amor de esa muchacha!!
SATANAS: ¿Qué fue lo que escuche? (toca su campanilla para Lamar a su secretario Lilit).
SATANAS: Escuchaste Lilit, hay un hombre que está dando du alma a cambio del amor de
una chica, y escúchame desprecia tanto su alma que le dice almilla, ve al cerro de las
Ramas y has un trato con él; y no seas tacaño que yo doy cualquier cosa por su alma.
LILIT: (hace una reverencia y va al cerro de las Ramas) ¿Me llamabas simple mortal?
LILIT: De acuerdo tendrás el amor de esa muchacha, pero al de tres años tú me darás tu
almilla.
NARRADOR: Así los 2 se retiraron y cuando don Dimas llega su casa vio a visitación
totalmente distinta.
VISTACION: Ven, vamos a pasear que quiero mostrarle a todo el mundo lo que soy de
estar contigo.
NARRADOR: Don Dimas consiguió el amor de visitación, pero como no hay plazo que no
sea cumpla, ni deuda que no se pague, pasaron, día a día, tres años como yo llego el día
en que tijereta tuviese que pagar su deuda, y sin darse cuenta se encontró en el cerro de
las Ramas y el diablo estaba ahí y quiso ser pagado. Dimas empezó a quitarse la ropa.
LILIT: No se tome vuestra merced esa molestia, que yo tengo fuerzas para llevármelo a
usted vestido y calzado
DIMAS: Bueno aquí está mi almilla (le dijo entrándole una prenda de vestir)
LILIT: ¿Pero qué es esto? A mí no me vengas con payasadas, vamos ante mi amo (y se lo
llevo ante Satanás)
LILIT: Pues aquí te traigo al escribano que juro dar su almilla a cambio del amor de una
mujer, se han cumplido los tres años, pero ahora en vez de darme su almilla me da un
bivirí.
DIMAS: Bueno don Sata el contrato dice bien clarito que pasado los 3 años yo le iba a
darle mi almilla a usted al rey de los villanos.
SATANÁS: Bueno si eso dice, pero y que tiene que ver ese bivirí.
JUEZ 1: Bueno aquí dice que la palabra almilla significa prenda interior del hombre sin
mangas.
NARRADOR: Y así don Dimas regreso a su casa y se encontró con que visitación lo había
abandonado corriendo a encerrarse a un convento. Satanás, por no quedarse sin nada, se
quedó con la almilla. Pero desde entonces se dice que el diablo ya no acepta escribanos,
pero no se sabe si don Dimas murió de buenas o malas maneras.