básica
Estudios para los creyentes nuevos
icef
Iglesia Cristiana
de Edificacion Familiar
Estudio 1
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Estudio 3
El bautismo
I. Su importancia
A. El bautismo es importante por el simple hecho de que
Cristo lo ordenó.
B. El bautismo es importante porque Cristo lo hizo un
requisito previo para la membresía de una iglesia y es el acto
inicial de una vida de servicio cristiano.
C. El bautismo es importante conforme a las Escrituras
porque debe preceder al acceso a la mesa del Señor.
II. El acto
A. La inmersión es el acto requerido para llenar los requi-
sitos del bautismo. Nuestra palabra en español «bautizar»
es una transliteración del griego «baptizo». Ahora significa y
siempre ha significado: «meter», «zambullir» o «sumergir».
B. El bautismo bíblico es la inmersión en el agua al creyente
en Cristo en el nombre, o por la autoridad, del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, por una iglesia bíblica, la cual es Su
único agente autorizado para administrarlo.
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Estudio 4
Cómo orar
I. ¿Qué es la oración?
A. «Es un acto por el cual manifestamos a Dios, en nombre
de Cristo, nuestros deseos de obtener aquello que sea con-
forme a su voluntad, confesando al mismo tiempo nuestros
pecados y reconociendo con gratitud Sus beneficios.»
B. Es un acto como oír, pensar, comer, etc. Orar es hablar
con Dios en pensamiento o en palabra. Como ejemplo tene-
mos la oración de Cristo en Mateo 6:9-13.
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Estudio 5
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Estudio 6
Pruebas de la inspiración
divina de la Biblia
I. Su universalidad
A. La Biblia se adapta a todas las gentes del universo,
aun cuando de un punto a otro de la tierra cambian de idio-
sincracía, costumbres y pensamientos. Es útil y práctica a
todos los carácteres: al anciano, al joven, al niño, al militar,
al gobernante, al maestro, al campesino, al rico, al pobre, al
artista, al obrero, etc.
B. La Biblia se adapta a todos los siglos. Cada época deja
sus huellas sobre la personalidad de las gentes, y las civiliza-
ciones prosperan y caen, pero la Biblia tiene un mensaje muy
apropiado para todas las épocas.
II. Su veracidad
A. La Biblia en gran parte es la historia del pueblo de
Israel y otros pueblos y, siempre que sus hechos tienen re-
ferencia a la historia secular, resulta ser veraz lo que dice,
ya sea sobre Jerusalén, Cristo, Nerón, Noé, Atenas, etc. Por
ejemplo:
1. Los chinos, los egipcios, los griegos, etc. narran en su
historia sobre un día muy largo en tiempos de Josué, quien
detuvo el sol. (Véase Josué 10:1-14.)
2. Las caballerizas de 1 Reyes 4:26 se comprobaron al
hallarse muchos pilares de piedras rectangulares, pisos
cacarizos, acueductos; en todo esto la Biblia tenía razón.
3. La redondez de la tierra se menciona en Isaías 40:22.
B. Los desacuerdos existen cuando se aceptan las hipótesis
por ciencia. La ciencia es lo ya comprobado. Por ejemplo:
Que el hombre desciende del mono no es ciencia, es sólo
una teoría, y en eso hay desacuerdo con la Biblia. Algún día
la ciencia estará de acuerdo con la Biblia en que el hombre
fue hecho directamente de la mano de Dios.
IV. Su moralidad
A. La Biblia es un libro de moralidad. Los preceptos de
la Biblia son perfectos, sus mandamientos son justos, sus
consejos son santos, ya sea los Diez Mandamientos en el
Antiguo Testamento o el Sermón del Monte en el Nuevo
Testamento o la parte práctica de las epístolas. Hasta el
momento, nadie ha refutado su contenido ético, sino los
escritos bíblicos han servido de base para los códigos en
todas partes del mundo.
B. Todos los libros son «corregidos y aumentados» pero la
Biblia no, pues sus preceptos son inmejorables. Jesucristo dijo:
«El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán»
(Lucas 21:33).
V. Su perpetuidad
A. Es el libro más perseguido de todos los tiempos y, sin
embargo, cada vez el más vendido. Es el campeón de los
favoritos.
1. Los primeros cristianos en muchos lugares no podían
leer ni enseñar la Biblia.
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2. La larga edad media se distinguió por esconder la Bi-
blia. Muchos Papas prohibieron su lectura. La gente fue
martirizada y llevada a la hoguera por ello.
B. Martín Lutero tradujo la Biblia al alemán, Juan Calvino
al francés, Casiodoro de Reina al español y Guillermo Tyndale
al inglés. Todos fueron perseguidos, y Tyndale fue matado
en la hoguera. Sin embargo, hoy hay más Biblias que nunca.
Millones de Biblias salen de las imprentas cada año.
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Estudio 7
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El Nuevo Testamento tiene 27 libros
Los Evangelios (4)
1. Mateo 3. Lucas
2. Marcos 4. Juan
Las epístolas
Las epístolas paulinas (14)
6. Romanos 13. 1 Tesalonicenses
7. 1 Corintios 14. 2 Tesalonicenses
8. 2 Corintios 15. 1 Timoteo
9. Gálatas 16. 2 Timoteo
10. Efesios 17. Tito
11. Filipenses 18. Filemón
12. Colosenses 19. Hebreos
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Estudio 8
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Estudio 9
La bendición de ofrendar
I. Las ofrendas en el Antiguo Testamento
A. El diezmo de todo: fruto, cosas, animales y dinero que
Dios nos da
1. Abraham lo hizo. «y bendito sea el Dios altísimo, que
entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los
diezmos de todo» (Génesis 14:20).
2. Jacob lo hizo. «E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere
Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y
me diere pan para comer y vestido para vestir, y si vol-
viere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y
esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios;
y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti»
(Génesis 28:20-22).
3. El pueblo de Dios lo hizo y, cuando dejaron de hacerlo,
Dios les reprendió y prometió bendecir al que cumpliera.
«¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis ro-
bado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros
diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque
vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos
los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y pro-
badme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no
os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé
también por vosotros al devorador, y no os destruirá el
fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril,
dice Jehová de los ejércitos» (Malaquías 3:8-11).
B. Las primicias
1. Dios pidió para Él los primogénitos de hombres y de
animales. «Porque mío es todo primogénito de entre los
hijos de Israel, así de hombres como de animales; desde el
día que yo herí a todo primogénito en la tierra de Egipto,
los santifiqué para mí» (Números 8:17).
2. Dios pidió para Él los primeros frutos del campo y de
los árboles (Deuteronomio 26:1-3, 8-10).
II. Las ofrendas de los cristianos en el Nuevo Testamento son más
liberales
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A. El fariseo se sentía satisfecho de dar su diezmo. «El fa-
riseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera:
Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres,
ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que
gano» (Lucas 18:11, 12).
B. Zaqueo dio cinco diezmos. «Entonces Zaqueo, puesto
en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes
doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo
devuelvo cuadruplicado» (Lucas 19:8).
C. La viuda dio diez diezmos. «Entonces llamando a sus
discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre
echó más que todos los que han echado en el arca; porque
todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su po-
breza echó todo lo que tenía, todo su sustento» (Marcos 12:
43, 44).
D. Muchos vendieron sus propiedades para traer a los
apóstoles todo el producto, como Bernabé. «Así que no
había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que
poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio
de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y
se repartía a cada uno según su necesidad. Entonces José,
a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé
(que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de
Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio
y lo puso a los pies de los apóstoles» (Hechos 4:34-37).
E. Los macedonios «a sí mismos se dieron primeramente al
Señor» y entonces ofrendaron sobre sus fuerzas (2 Corintios
8:3-5).
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Estudio 10
Jesucristo es Dios
Si Jesucristo fuera solamente un hombre superior, más sabio y bon-
dadoso, y no fuera Dios, haría del cristianismo una filosofía o una
religión más, en lugar de lo que es: Una institución divina, el reino
de Dios establecido en la tierra, para gloria de Dios y testimonio al
mundo.
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Estudio 11
El Espíritu Santo y el
creyente
I. El Espíritu Santo es una Persona divina.
A. Definición: «Hay tres Personas en la Divinidad: el Pa-
dre, el Hijo y el Espíritu Santo; y estas tres Personas son un
solo Dios, las mismas en sustancia, iguales en poder y en
gloria.»
B. Sectas heréticas como los Mormones, los Unitarios y
los Testigos de Jehová niegan Su personalidad. Pasan por alto
cientos de pasajes que hablan del Espíritu como el Omnipre-
sente, el Creador y Sostentador de todas las cosas y la vida.
«Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas esta-
ban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía
sobre la faz de las aguas» (Génesis 1:2). «Escondes tu rostro,
se turban;/ Les quitas el hálito, dejan de ser,/ Y vuelven al
polvo./ Envías tu Espíritu, son creados,/ Y renuevas la faz
de la tierra» (Salmo 104:29, 30). (Véase, también Salmo 139:
7-12.)
C. Puesto que Él es una Persona, es inteligente, con voluntad
y sentimientos.
1. Como Persona inteligente, tiene el ministerio de enseñar
y revelar las cosas de Dios Padre. «Porque ¿quién de los
hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las
cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios» (1 Corintios 2:11).
«Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y
os recordará todo lo que yo os he dicho» (Juan 14:26).
2. El Espíritu manifiesta Su voluntad repartiendo «dones»
a todo cristiano «como Él quiere». «Pero todas estas cosas
las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno
en particular como él quiere» (1 Corintios 12:11). El Espíritu
ha dirigido la obra universal de evangelización. «…recibi-
réis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea,
en Samaria, y hasta lo último de la tierra» (Hechos 1:8).
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«Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu
Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que
los he llamado» (Hechos 13:2).
3. Los sentimientos del Espíritu son manifestados en
el amor que nos tiene. «Pero os ruego, hermanos, por
nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me
ayudéis orando por mí a Dios» (Romanos 15:30). El Espíritu
se entristece cuando el cristiano peca. «Y no contristéis al
Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para
el día de la redención» (Efesios 4:30). El Espíritu se ofende
grandemente ante el intento de engañar a Sus representan-
tes (Hechos 5:3-5).
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Estudio 12
La perseverancia de los
santos
Esta es una de las doctrinas más consoladoras para el creyente;
consiste en la seguridad que tenemos los cristianos de permanecer
dentro de la gracia de Dios para siempre. En otras palabras, el que
es salvo hoy lo será mañana y lo será para siempre.
IV. En que la Biblia declara que si alguno vuelve atrás, es señal de que
no era cristiano. «Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros;
porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con
nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos
son de nosotros» (1 Juan 2:19). Si el verdadero cristiano peca,
luego se arrepiente. Pero si alguno cae en maldad y se hunde
cada vez más y no se arrepiente, es señal de que nunca había
sido salvo. Llegó a llamarse evangélico sin ser cristiano.
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