RESUMEN
INTRODUCCION
Actualmente, el notable desarrollo cientificotécnico que se opera en todos los campos del
saber, ha relacionado la ortodoncia con otras disciplinas (antropología, embriología,
cirugía, crecimiento y desarrollo, etcétera)1 y ha garantizado un mejor tratamiento integral a
los pacientes afectados por deformidades dentofaciales.2
Estos tratamientos son más complejos al aumentar la edad, pues el movimiento dentario se
hace más lento, debido a una mayor condensación ósea, a pesar de que los dientes pueden
ser movidos a cualquier edad.3 En términos generales, es más fácil el movimiento dentario
en el niño, porque hay una mejor respuesta celular, mientras que en el adulto se dificulta
por la reducción de la vitalidad de los tejidos.4
Las otras variables están mucho menos asociadas en el orden individual. Está claro que las
irregularidades en la curva de Spee tienden a ser un factor de riesgo ( 0,78<RPC<20,75),
mientras que la neutroclusión y el contacto en PMI de caninos tienden a ser un factor
protector (0,06<PRC<1,68 y 0,10 RPC<1,52 respectivamente) pero ninguno de ellos llegó a
ser significativo al 5 %.
DISCUSION
Sin embargo, la literatura especializada señala que los tras tornos disfuncionales son muy
frecuentes en adolescentes y existe la suposición actual de que son más comunes en
personas más jóvenes que en otras.5,11 El sexo femenino fue el más propenso a padecer la
enfermedad.12,13
Existe una gran variedad de signos que pueden experimentar los pacientes que padecen tal
afección y los más frecuentes en nuestra muestra según el test, fueron el dolor muscular a la
palpación, el dolor de la ATM, la posición de primer contacto distinto a la posición de
máxima intercuspidación y el chasquido o crujido en orden decreciente. Estos resultados
constituyeron, aunque no en el mismo orden, los más frecuentes obtenidos en el estudio de
Véliz Concepción.
Otras investigaciones que han utilizado criterios ajenos al test de Paulsen para establecer el
diagnós tico de disfunción, han obtenido los siguientes resultados: el dolor circunscripto en
la ATM fue el signo que predominó en las citas de Ozaki y Shigematsu (1990).14 Otros
autores registraron el dolor muscular como el signo más frecuente, seguido por el dolor en
la región de la articulación y el chasquido durante las maniobras de palpación.
El sonido articular constituyó la principal alteración en los pacientes estudiados por Shiau
YY (1992).11 Reyes et al. (1990)15 hallaron semejantes resultados en una población adulta
con disfunción, es decir, el chasquido y el dolor muscular fueron los signos más frecuentes
(90 % y 32,2 % respectivamente). Pahkala (1991)16 por su parte demostró que los niños
con deslizamiento de relación céntrica a PMI presentaban con mayor frecuencia signos de
disfunción y no así los que no tenían este rasgo, por lo que considera como la principal
causa la inestabilidad de la oclusión.
La mayoría de los trabajos17,18 plantean que estos síntomas (dolor muscular y en la ATM,
chasquido y posición del primer contacto distinta a PMI) dominan el patrón de la
enfermedad, los cuales llevan supuesto a la impotencia funcional, con algunas diferencias
en la frecuencia en la aparición de los mismos. Esto tiene una relación lógica si se tiene en
cuenta lo referido por González y Royo Villanova (1990),19 quien señala que la mandíbula
al seguir su trayectoria de cierre voluntario, debe poder cerrarse desde la posición de reposo
hasta la oclusión céntrica o máxima intercuspidación sin contactos prematuros ni
desviaciones.
CONCLUSIONES
1. La disfunción clínica se mostró con gran relevancia según el test de Krogh-Paulsen
independientemente del sexo y la edad.
2. Las afecciones funcionales de mayor ocurrencia fueron dolor muscular por
palpación, dolor de la ATM, posición de relación céntrica diferente a PMI y
chasquido o crujido.
3. En el análisis discriminante de todas las variaciones, las alteraciones de la
convexidad de la curva de Spee fue la detección más importante, a la que siguieron
alteraciones en la irregularidad de dicha curva, neutroclusión y contacto en PMI
caninos.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Dr. Leonardo Soca Rodríguez. Calle 4ta. No. 58 entre 1ra. y 3ra. Reparto Santa Rosa,
Santiago de Cuba, Cuba