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APRENDER TAMBIÉN ES EMOCIONANTE...

Las emociones juegan un papel muy importante en nuestros


estudios y nuestro aprendizaje, en todas las etapas de la vida -la escolar,
la universitaria y la del aprendizaje permanente a que hoy nos obligan las
responsabilidades profesionales y ejecutivas.

Como es natural, hay emociones que favorecerán nuestro aprendizaje,


y hay otras que lo perjudican o lo obstaculizan. A priori, podríamos decir
que estados anímicos como la alegría, el entusiasmo o el coraje nos
impulsan con la energía emocional adecuada para llevar adelante con
eficiencia cualquier proceso de aprendizaje. Y estados anímicos como la
tristeza, el miedo o la cólera perturban, obstaculizan o incluso pueden
llegar a invalidar el proceso de aprendizaje.

En una segunda lectura, podemos advertir que la intensidad


de una misma emoción puede convertirla en positiva o negativa
para distintas actividades.

Por ejemplo: un atleta puede tener un determinado nivel de ansiedad


que puede mejorar su perfomance. Pero si tiene mucha ansiedad, no
alcanzará su máximo nivel. Un actor puede ser estimulado por la
ansiedad, y así mejorar su actuación, pero si esa ansiedad se convierte en
miedo, al salir al escenario saldrá disminuído. Lo mismo puede ocurrir
ante un examen, o ante una presentación en público, o ante la elaboración
un informe, etc.

Hay cuatro niveles en los que nuestros estados emocionales pueden


afectar nuestro aprendizaje:

1) En una etapa inicial (predisposición, motivación, interés)

2) En una etapa intermedia (perseverancia, persistencia,


regularidad del estudio)

3) En una etapa de obstáculos (manejo de, de las


dificultades, de la frustración o de la adversidad)

4) En una etapa final (equilibrio emocional en el examen de


nuestros conocimientos o en la aplicación de los mismos).

Elba L. Menecier
La violencia provocada por los jóvenes norteamericanos preocupa
y hay quienes se están preguntando qué es lo que está fallando en la
crianza de los niños en este país.

Mientras que los comunicadores culpan a los juegos de video y la


televisión, los educadores a la falta de orientación cívica y moral en las
escuelas, los sicólogos apuntan hacia un aspecto fundamental del desarrollo de
la personalidad.

Antes lo llamaban madurez, pero ahora es calificado de inteligencia


emocional y hasta existen pruebas que miden el coeficiente emocional
(EQ).

"Estamos criando un montón de niños sin disciplina por ideas mal


entendidas de dejar al niño hacer lo que quiera", afirma María C. Fernández,
psicóloga de la Universidad de Miami que labora en el Mailman Center for
Child Development.

A su juicio, la forma ideal de desarrollar la Inteligencia Emocional es


mediante la crianza en el hogar en el que los padres logren hacerlo con un
equilibrio del amor y la disciplina.

"Uno trata de que el niño se desarrolle emocionalmente y que sea feliz en


la vida, son cosas básicas y normales", apunta la experta en sicología infantil.
"Para lograr el desarrollo del niño es indispensable el amor y la disciplina.
Los dos tienen que ir de la mano".

Otros hasta discuten si la Inteligencia Emocional es un potencial innato


o si constituye un grupo de habilidades, competencias, o destrezas que se
aprenden.

También hay especialistas que afirman que, al igual que ocurre con todos
los otros tipos de inteligencia, existen aspectos de desarrollo en el
aprendizaje de cómo utilizar esta inteligencia. Y la habilidad de usarla varía
de situación a situación y de día a día.

Según investigaciones recientes, los niños con una Inteligencia


Emocional alta aprenden mejor, tienen menos problemas de conducta, se
sienten mejor sobre sí mismos, tienen mayor facilidad de resistir las
presiones de sus contemporáneos, son menos violentos y tienen más
empatía, a la vez que resuelven mejor los conflictos.

Otras características de los niños emocionalmente inteligentes es que


tienen menos probabilidades den recurrir a una conducta
autodestructiva, (como drogas, alcohol, embarazo adolescente), tienen más
amigos, gozan de mayor capacidad para controlar los impulsos y son más
felices, saludables y exitosos.

"La inteligencia emocional es lo que antes se llamaba sabiduría, o


madurez, o instinto social", explica la psicóloga Gilda Moreno, del Miami
Children Hospital. "Es poder desarrollarse bien dentro de su ambiente de una
manera inteligente, porque la vida es un equilibrio, y si uno tiene ese balance
emocional es más fácil alcanzar la felicidad".

Los padres deben entender "que a los niños hay que hablarles mucho,
y hoy día nadie les está hablando", excepto la televisión, Internet y los
amigos.

Lo más indispensable, asegura Moreno, es que los padres mantengan una


buena comunicación con sus hijos.

"Si uno no deja que los niños hablen, no sabemos qué lo que están
pensando. No hablarles en tono de sermón, pero sí en un tono de que los
adultos podemos ayudarlos a encontrar su propia manera de pensar".
Una persona responsable cumple con el deber
que se le asignó y permanece fiel al objetivo.
Las responsabilidades se llevan a cabo con
integridad y con sentido del propósito.

Las circunstancias, necesidades y elecciones sitúan a las


personas en situaciones y roles particulares. Responsabilidad
moral es aceptar lo que se requiere, honrar el papel que se nos
ha confiado y llevarlo a cabo conscientemente, poniendo lo
mejor de uno mismo. Al actor se le ha dado un papel. Debe ser
consciente de esto y no desear estar en otro lugar o ser otra
persona. Las tareas asignadas deben realizarse con integridad
y sentido de propósito.

Actuar responsablemente
En la vida, la responsabilidad personal proviene de muchas
fuentes previsibles e imprevisibles, e implica asociarse y
participar, comprometerse y cooperar. La responsabilidad social
y global requiere de todo lo antes mencionado, así como de la
justicia, la humanidad y el respeto por los derechos de todos los
seres humanos. Ello conlleva prestar atención especial para
asegurar el beneficio de todos sin discriminación.

Algunos interpretan la responsabilidad como una carga y no


logran verla como algo personalmente relevante. Creen
conveniente proyectarla como si fuera el problema de otros.
Estas personas no asumen sus responsabilidades, sin
embargo, cuando se trata de sus derechos ¡son los primeros en
reivindicarlos!

Una persona responsable persevera, no con terquedad, sino


con la motivación de cumplir con el deber que se le asignó y
permanece fiel al objetivo. Cuando hay la conciencia de ser un
instrumento, o un facilitador, la persona permanece neutral y
flexible en su papel. Permanece desapegada, pero con un claro
entendimiento de lo que se necesita hacer. Cuando se
interpreta un papel con precisión y efectividad uno se siente
satisfecho y alegre por haber realizado una contribución
significativa.

La responsabilidad a menudo requiere de la humildad para


ayudar a superar los obstáculos creados por el ego. Por
ejemplo, el que actúa con responsabilidad no se apodera ni
controla los resultados. El que actúa con responsabilidad
también tiene la madurez de saber cuándo debe delegarse una
responsabilidad a otro. Una de las principales barreras es estar
demasiado apegado a la responsabilidad. Ser excesivamente
meticuloso conduce a la preocupación, las dudas y al miedo, lo
cual puede tener un efecto paralizante en la toma de
decisiones, dando como resultado consecuencias indeseables.

La colaboración es esencial
Las personas responsables trabajan en colaboración entre
ellas. Esto es cierto para todas las tareas y especialmente
importante en las áreas que afectan la vida de los demás. Las
personas responsables operan sobre dos premisas: 1) que
todos los participantes tienen algo valioso que ofrecer, y 2) que
la situación requiere un ambiente cooperativo y no competitivo.
Las personas responsables no caen en la trampa del complejo
de inferioridad ni de superioridad; reconocen que el resultado
óptimo no depende de una sola persona, un sólo grupo o una
sola nación.

La responsabilidad significa administrar con eficacia el tiempo y


los recursos para obtener el máximo beneficio, amoldándose a
la vez a los cambios necesarios. Las decisiones en la
conciencia de ser responsable por el bienestar social o global
animan a realizar acciones de manera altruista. Al asumir la
responsabilidad en favor de los derechos de los demás, debe
planificarse el costo de todos los medios: mentales, físicos y
espirituales. Esto incluye tener en cuenta los recursos
acumulados y disponibles y su uso eficiente y equitativo. La
falta de atención, el descuido, la corrupción, la codicia, o la falta
de sentido común provocan no sólo que algunas personas o
algunas zonas no reciban nada, que otras no reciban lo
suficiente y que otras reciban en exceso, sino también la
pérdida innecesaria de vidas humanas y de recursos naturales.

Responsabilidad ante la vida


Cuando la finalidad de una acción es mejorar a una persona o
al mundo, cuando se acepta este papel y esa responsabilidad,
se necesita a la vez un sistema de apoyo interno que asegure
la asimilación de las cualidades esenciales y su puesta en
práctica. Esto es necesario para todos y en especial para los
padres, educadores, líderes religiosos y políticos y
celebridades, así como para los que marcan el rumbo de
diversas disciplinas porque todos ellos son modelos de
conducta. Todas estas personas tienen roles significativos
porque ayudan a perfilar normas y modelos de conducta que
ejercen una enorme influencia en la sociedad. Un principio del
aprendizaje es observar la conducta y la experiencia de la vida
real de los que admiramos y respetamos. Por tanto, es
obligatorio para quienes son modelos el aceptar y honrar la
responsabilidad de “ser ejemplo”. Cuanto más importante sea
su papel, mayor debe ser su interés por el mensaje que se
difunde y por el impacto del mismo en las vidas de los demás.

Se dice que los derechos llevan implícitas las


responsabilidades, y en ese concepto la ley de la acción se
vuelve operativa. Cada ser humano es como una estrella que
contiene su pequeño mundo. Cada estrella ha de percibir su
propio mundo y cuidar del equilibrio de sus derechos y
responsabilidades. La vida es un campo de acción. En ese
campo, cada papel debe realizarse con responsabilidad y
rindiendo cuentas del mismo. ¡Los que llevan puesta la corona
de la responsabilidad con las joyas incrustadas de los derechos
se convierten en estrellas con una influencia positiva en el
mundo!

EMPATÍA
¿Reconoce usted los sentimientos de las demás personas?
¿Comprende por qué los demás se sienten así? Esta es la habilidad
de 'sentir con los demás', de experimentar las emociones de los
otros como si fuesen propias.
Cuando desarrollamos la empatía (la cuarta de las habilidades
prácticas de la Inteligencia Emocional) las emociones de los demás
resuenan en nosotros. Sentimos cuáles son los sentimientos del
otro, cuán fuertes son y qué cosas los provocan. Esto es difícil para
algunas personas, pero en cambio, para otras, es tan sencillo que
pueden leer los sentimientos tal como si se tratase de un libro.

Es importante aquí hacer una distinción entre la empatía y la


simpatía. La simpatía es un proceso que nos permite sentir los
mismos estados emocionales que sienten los demás, los
comprendamos o no.

Sin embargo, la simpatía es un proceso puramente


emocional, que tiene con la empatía la misma relación que puede
tener un cuadro prehecho con la obra de un artista. En el primero,
podemos llenar los espacios correctos con los colores adecuados o
las emociones adecuadas, y obtener una copia aceptable del
original, sin necesidad de entender claramente qué significa el
cuadro.

La empatía es algo diferente: involucra nuestras propias


emociones, y por eso entendemos cabalmente los sentimientos de
los demás, porque los sentimos en nuestros corazones además
de comprenderlos con nuestras mentes. Pero además, y
fundamentalmente, la empatía incluye la comprensión de las
perspectivas, pensamientos, deseos y creencias ajenos.

La simpatía es un pobre sustituto de la empatía, si bien en


algunos casos, en los cuales las personas no pueden sentir empatía
respecto de algunas emociones, la simpatía es mejor que nada.
Sin embargo, para avanzar al siguiente estadio de la conciencia
emocional, se requiere verdadera empatía.

Ser una persona altamente empática puede tener sus


desventajas. Una persona empática es muy consciente de todo un
complejo universo de información emocional, a veces dolorosa
e intolerable, que otros no perciben.

Las personas que tienen empatía están mucho más


adaptadas a las sutiles señales sociales que indican lo que otros
necesitan o quieren. Esto los hace mejores en profesiones tales
como la enseñanza, las ventas y la administración.
¡Mutantes!, por Ricardo Ros

Durante la Edad Media, el orden social estaba caracterizado por un


concepto feudal de la vida. No había movilidad, eran muy pocas las
personas que viajaban, y prácticamente no había cambios. Los cambios
tardaban siglos en producirse. Nacían y morían sin que hubiera amenazas
ni conflictos culturales. Las personas aprendían unos valores, aceptados
por todos los miembros de ese grupo, que nunca se ponían en cuestión. No
había posibilidad de elegir ni el oficio, ni el lugar en el que vivir, ni la
forma de vida, ya que todo estaba regido por el nacimiento. La religión era
única e indiscutible y el orden social estaba perfectamente definido. Eso
les daba seguridad y, sobre todo, un sentido de pertenencia. La tradición
tutelaba la vida diaria y hacía que la referencia moral estuviera marcada
por la experiencia de las personas mayores.

El Renacimiento lo cambió todo. Se empezó a viajar y el acceso a nuevas


formas de ver el mundo comenzó a crear conflictos en relación con los
valores tradicionales. El contacto con otras culturas, con otras religiones,
obligó a las personas a replantearse todo aquello que hasta aquél momento
les había servido pero que, poco a poco, se había vuelto obsoleto. Ya no
había unos valores fijos que seguir, por lo que las personas comenzaron a
formar valores individuales. La sociedad se defendió creando un sentido
social del deber, de lo que se podía y no se podía hacer, de lo que se podía
y no se podía creer. La educación se encargó de la labor de marcar este
rumbo común en los niños, de crear una moral asumida por todos, que
permitiera a la sociedad seguir adelante sin grandes conflictos. Durante el
Renacimiento se crearon mecanismos sociales y psicológicos que
permitieron al ser humano evolucionar y adaptarse a las nuevas
circunstancias.

Con la industrialización vino una nueva crisis que se extendió a lo largo


del siglo pasado, sobre a todo a partir de la Segunda Guerra Mundial. Se
abandona el individualismo anterior y se cae en el conformismo. Grandes
Estados, grandes empresas, grandes burocracias, grandes guerras, nos
llevaron a asumir como principal valor la sensibilidad hacia los deseos de
los demás. El ser humano se orienta hacia los iguales, hacia las
necesidades de los demás, y abandona "el sentido del deber". El respeto a
la tradición se rompe y se glorifica la juventud y la búsqueda de la
felicidad. Se busca sobre todas las cosas la aprobación de los demás y se
abandonan los grandes objetivos. Todo esto lleva a las personas a perder su
sentido de identidad, a convertirse en conformistas, en superficiales. Toda
la sociedad adquiere los valores adolescentes de ser aceptados, de ser
valorados por los iguales. Ya no es la educación, la escuela, quien
transmite los valores, sino los grandes medios de comunicación. Esto tiene
un aspecto muy positivo, que es la gran facilidad de adaptación a los
enormes cambios rápidos que se producen en todos los órdenes de la vida,
pero supone también la pérdida del rumbo y de la identidad. Se hace lo que
está bien, lo güay, lo aceptado por los compañeros. Los hippies de los
sesenta representan a este colectivo. Los actuales integrantes de bandas
callejeras, todos vestidos iguales, con rituales comunes, son el paradigma
presente. Los consumistas forman parte también de este grupo vigente.
Todos ellos buscan una identidad que no encuentran más que en aspectos
superficiales y anecdóticos.

Estamos en un momento de transición, de


ambigüedad. Hay una lucha invisible entre
quienes se aferran al pasado y quienes
quieren saltar a un nuevo sistema de
valores. En este momento hay una gran
confusión. La podemos notar en nuestros
jóvenes. Por un lado son solidarios y
desprendidos. Por otro lado son egoístas y
consumistas. Por un lado huyen de
obligaciones, evitan los deberes impuestos
por lo demás y rechazan dogmas y
ortodoxias. Por otro lado siguen las
orientaciones marcadas por las modas y las
grandes industrias del entretenimiento. En
cada situación parecen personas diferentes
y, sin embargo, son las mismas personas
que se desesperan buscando el camino apropiado.

¿Hacia dónde vamos? En la aldea global en la que vivimos, enzarzados en


terribles guerras por el dominio económico, con una revolución
tecnológica sin precedentes, el ser humano se está preparando para dar un
salto cuántico. El final es incierto, pero el camino se está abriendo ante
nuestros ojos. Es en estos momentos de incertidumbre cuando el ser
humano avanza a pasos agigantados hacia nuevos paradigmas. Siempre ha
sido así a lo largo de la historia y así parece que va a ser, esta vez en muy
breve espacio de tiempo. Estamos en la frontera, a punto de saltar al otro
lado del barranco. No sabemos qué hay al otro lado, pero las encrucijadas
están siempre llenas de miedos y también de oportunidades.

¿Cómo será este nuevo ser humano? Estamos ya empezando a verlo,


aunque sea sólo a retazos. Es una persona que no acepta las organizaciones
y empresas rígidas, que odia la burocracia. Quiere aprender y está abierto a
nuevas experiencias formativas, pero el sistema educativo actual no le
sirve. Ama la flexibilidad, el cambio rápido, la adaptación inmediata.
Tiene un gran sentido de la humanidad y por eso apoya nuevas
instituciones que se adapten a los nuevos tiempos. Tiene intereses
espirituales, pero se aleja de las religiones tradicionales, precisamente
porque las vive como excesivamente rígidas y dogmáticas. Tiene un gran
interés por nuevas formas de convivencia, de relaciones con los demás, por
lo que el matrimonio como institución no está entre sus objetivos. Le gusta
hacerse preguntas, pero no admite respuestas. Es una persona libre a todos
los niveles, a nivel de opinión y de sentimientos. Rechaza la injusticia y
tiene sus propias normas de comportamiento, coincidan o no con la ley.
Ama la naturaleza y es combativo ecológicamente. Sus decisiones las basa
en su propia experiencia y no admite imposiciones por parte de los demás.

Es posible que el lector esté ya reconociendo en sí mismo o en sus hijos o


nietos estas cualidades. Este ser humano nuevo que está surgiendo, está ya
aquí, entre nosotros, como si de un mutante se tratara.

¡Qué tiempos tan extraordinarios nos aguardan, llenos de cambios y


desafíos!

EL FRACASO

¿Has oído hablar del fracaso? ¿Conoces a algún


fracasado? El mundo está lleno de grandes fracasados,
personas que, con gran tenacidad y esfuerzo, han
conseguido llegar a lo máximo en cuestiones de
fracaso. Una de las herramientas de la PNL es el
modelado, es decir, el estudio de las características que
hacen que algo funcione. Hay modelados clásicos, como los realizados
por Robert Dilts acerca de grandes personajes de la historia, como
Einstein o Jesucristo. En este artículo voy a explicar qué hay que hacer
para fracasar, algo que no es nada fácil conseguir si no ponemos
grandes empeños.

Si quieres llegar a ser un gran fracasado, únicamente tienes que seguir


alguna de estas pautas que explico a continuación. Con un poco de
determinación, pronto lo conseguirás.

 Vive siempre en el pasado. Dale vueltas y vueltas al pasado, piensa en


lo maravillosa o terrible que fue tu niñez, en las oportunidades perdidas, en
los fracasos ya conseguidos. Deléitate en lo bonita que era la vida cuando
tenías X años.
 Vive siempre en el futuro. Piensa en grandes ideas sobre el futuro, en
lo que te gustaría conseguir. Pero nunca hagas nada hoy. También puedes
pensar en grandes catástrofes para el futuro.
 Juega al juego del "¿y si"?" Es fácil, completa la frase con lo que tu
quieras, preferentemente desgracias posibles. "¿Y si me quedo sin
trabajo?" ¿"Y si tengo un accidente con el carro?", "¿Y si se muere mi
padre?". Esta última, junto con la versión "madre", es especialmente
poderosa.
 Piensa en lo torpe que eres jugando al golf y generalízalo al resto de tu
vida. Eres verdaderamente torpe en todo, nuca serás capaz de hacer nada
positivo.
 Convierte la frase "no puedo" en la bandera de todos tus pensamientos.
 No pases nunca a la acción, la acción es sólo para los triunfadores, y tu
eres un fracasado.
 El amor, el cariño, la ternura no son para ti, huye de ellos como del
diablo.
 Nunca busques opciones diferentes. Piensa exclusivamente en un solo
camino.
 Piensa que cada fracaso demuestra que tienes muy mala suerte en la
vida (o, si lo prefieres, que todo el mundo está en tu contra)
 No tengas amigos, los amigos son fuente permanente de problemas.
 Déjalo todo para mañana. Si puedes hacerlo mañana, ¿para qué te vas a
molestar hoy?
 Mantente siempre inflexible en tus planteamientos, nunca cedas.
 Ni se te ocurra negociar nada. Negociar es tener que ceder y tu nunca
debes caer en eso.
 Utiliza mucho la frase “bah, seguro que no sale bien” o alguna similar.
 Convéncete de que si los demás triunfan en la vida es porque tienen
padrinos o porque alguien les está ayudando, es imposible que puedan
hacerlo por si mismos.
 Has nacido para ser lo que eres. No intentes cambiar nada, acomódate.
 No te pierdas ningún programa de TV, sobre todo los informativos. Y
créetelos al pie de la letra.
 Camina encorvado, como sin energía. Pronto tu organismo aprenderá a
hacerlo por sí mismo.
 No mires a los demás a los ojos, mantente íntegro.
 Ten permanentemente ocupada tu cabeza con frases lapidarias y con
juicios de valor negativos sobre ti mismo y sobre el mundo.
 Desconfía del resto de las personas. No hay nadie bueno.
 Rechaza tu cuerpo, eres feo y asqueroso, demasiado gordo o demasiado
delgado, demasiado alto o demasido pequeño. Realmente, das asco, no
comprendo cómo te atreves a salir a la calle.
 No sólo eres feo por fuera. Por dentro no tienes absolutamente nada
que merezca la pena. Eres apestoso emocionalmente.
 Acumula rabia, rencor y odio por toneladas. Explota de vez en cuando,
tienes derecho, la vida sinceramente es una mierda.
 Procura estar siempre en tensión. La ansiedad es una buena consejera.
No te relajes, ahí está tu perdición.
 Piensa que ya naciste así, que lo tuyo es algo congénito. Si me apuras,
la culpa es de tus padres.
 Tu eres tu peor enemigo. Mantente alejado de ti mismo.
 Repite veinte veces al dìa que no eres digno de ser amado.
 Culpabilízate de todo lo que ocurre a tu alrededor.
 Tu felicidad depende de los demás. O sea que no tienes nada que hacer.
 Los demás son más importantes que tu mismo. Dedicarte tiempo a ti
mismo es puro egoísmo.
 Nunca corras riesgos. No merece la pena.
 Acumula cuantos errores puedas. Pero nunca rectifiques.
 Nunca niegues nada a los demás, acepta siempre lo que los demás te
piden.
 Trata de ayudar a los demás. Pero sólo cuando no te lo pidan.
 Hazte especialista en ser la víctima de todas las situaciones.
 Después de cada fracaso di: "lo intenté"

¿Ya es suficiente? Puedes empezar por cualquiera de ellas y después


continuar por cualquiera de las demás. No es necesario que te diga que si
haces lo contrario, el éxito lo tienes asegurado.

Aprendizaje multisensorial, por Ricardo Ros


Ricardo Ros

Nos ponemos en comunicaciòn


con el mundo a través de los
sentidos. Los bebés utilizan sus
sentidos para aprender sobre las
cosas que les rodean, agarran
objetos, los examina, los
huelen, los manosean, los
chupan…. A través de los
sentidos adquieren la
información necesaria para
conocer ese objeto. Pero ese
objeto, al principio, todavía no
tiene un nombre, el atributo
verbal se lo pondrán más tarde.
Los sentidos auditivo, visual y
kinestésico son las principales
modalidades del aprendizaje,
los caminos a través de los
cuales recibimos información.
Pero no son los únicos
Además de los cinco sentidos externos, también existen
otros sentidos internos, los propioceptores, como el
vestibular (que controla la posición en el espacio), el
cinestésico ( que controla el movimiento) y el visceral
(que controla las sensaciones de los órganos internos).
Los seres humanos poseemos un sistema de
funcionamiento multicanal, es decir, podemos recibir
información simultánea desde distintos canales al mismo tiempo.
Generalmente uno de los canales recibe la información con mayor
precisión, claridad y potencia. Otras veces, uno de los canales se recibe
con cierta interferencia, provocando problemas de aprendizaje. Casi
siempre, establecemos escalas con los distintos canales, de forma que unos
se complementan con los otros.

El cerebro del niño se va desarrollando poco a poco a lo largo de los


primeros años. Millones de conexiones sinápticas se van estableciendo
entre las neuronas, aumentando las posibilidades de discriminación tactil,
de percepción auditiva y visual, de transmisión de información a través de
los diferentes sentidos y de interpretación de los datos que se van
recibiendo en el cerebro. Hasta los ocho años, el niño no acaba de
completar este complicado proceso.

Los sentidos cumplen, pues, una importantísima función en el aprendizaje,


y están implicados en el aprendizaje de habilidades, transmisión de
información y adquisión de capaciadades de socialización. Las tareas que
se le presentan al niño, deben ser, por lo tanto, apropiadas a su grado de
desarrollo evolutivo. La autoimagen de los niños debería estar establecida
a través de los distintos canales, ya que debe basarse en la información que
procede de los sentidos.

Generalmente, en la escuela se priman los sentidos visual y auditivo,


dejando el desarrollo del kinestésico en segundo plano. Proporcionar a los
niños acceso a las distintas experiencias por medio de todos los sentidos es
algo que deberían plantearse los profesores, no ya porque hay niños que
tiene dificultades con determinadas modalidades, sino porque el
aprendizaje multisensorial proporciona un acceso mucho más rico a la
información. Cuando le pedimos a un niño que deletree una palabra y que
la escriba al mismo tiempo con su dedo en el espacio, le estamos haciendo
utilizar dos canales complementarios. Cuando le pedimos que sume varios
elementos que previamente ha tenido que hacer con arcilla, le estamos
dando nuevas oportunidades de aprendizaje multisensorial.
Para algunas personas es imposible pensar
si se están quietas. Para ellas el
movimiento forma parte de su proceso de
aprendizaje. Necesitan moverse, caminar,
saltar mientras aprenden algo nuevo. En
todas las aulas, de cualquier nivel de
enseñanza, se debería habilitar un espacio
para que los alumnos pudieran moverse
con libertad, de igual manera que se crean
espacios para los alumnos que se distraen
con facilidad o para aquellos que necesitan
un apoyo en algún área concreta. Alumnos
que se muevan no es algo que les guste a la
mayor parte de los profesores, pero es algo
que deben entender como imprescindible
para algunos alumnos que fracasan
constantemente sin ningún motivo. Otros
aspectos que se deberían facilitar a los alumnos es golpear rítmicamente,
asociar gestos con conceptos, bailar mientras se recita o, simplemente,
tocar.

Para otras personas es imposible pensar si no es a través de imágenes. El


desarrollo de mapas conceptuales les ayudará a memorizar y a aprender.
Otras personas necesitan oir, escuchar. El ruido, los ritmos, son muy útiles
para estos alumnos. Aportar a todos los alumnos un conocimiento sobre
cada uno de los sentidos les permitirá abrir sus canales a nuevos
aprendizajes. Los profesores pueden ofrecer directrices verbales o
presentar su información de forma visual, pero también pueden utilizar el
movimiento y los gestos.
Ansiedad

Por Ricardo Roos


La ansiedad, el miedo, el estrés y la depresión son trastornos que
cada día afectan a millones de personas en todo el mundo.
¿Qué es la ansiedad desde mi perspectiva? Una valiosa
herramienta que tiene el cerebro humano para ponernos a
salvo en situaciones límite, pero que se convierte en una
pesadilla cuando el cerebro sigue dando las mismas
respuestas sin motivo. Tratar los miedos, sobre todo los de los
niños, me chifla, porque es algo tan sencillo y tan gratificante...
También trato casos de depresión, obsesiones e inseguridad.
Me encantan los retos y resolver problemas que parecían
crónicos.

Como te decía, considero la ansiedad como una


extraordinaria herramienta que tiene el ser humano (y, por
cierto, también los animales), que se activa en el momento en
que nuestro cerebro considera que existe un peligro real para
mantener la vida. Los síntomas de la ansiedad hacen que
haya una respuesta automática de todo nuestro sistema
nervioso con la finalidad de ponernos a salvo. Así como el
animal huye del peligro o se enfrenta a él en cuanto lo detecta,
los seres humanos respondemos de la misma manera,
seguimos teniendo respuestas bastante primarias... Nuestro
sistema límbico creo que tiene algo que ver con esto...
sudoración, taquicardia, palpitaciones, un nudo en el
estómago, falta de aire, la cabeza que se embota... buff, hay
más de cuarenta síntomas relacionados con la ansiedad.

Pero, ¿qué ocurre cuando nuestro cerebro codifica algo neutro


como un peligro real? Lo que ocurre es que el cerebro envía
los mismos síntomas de ansiedad, esto es, de huída o de
evitación, como si el peligro fuera evidente. También puede
ocurrir que ante una situación de peligro real, nuestro cerebro
envíe ansiedad, pero siga enviándola también una vez
acabado el peligro. Esto ocurre muchas veces en el
denominado trastorno por estrés traumático.

Nuestro cerebro tiene una característica muy importante.


Cuando algo para él tiene una especial importancia, es decir,
cuando se produce una respuesta emocional, sea buena o
mala, el cerebro tiende a repetir esa misma respuesta ante el
mismo estímulo. Algo parecido conocemos en PNL como
"anclaje". Un anclaje es una respuesta automática asociada a
un estímulo neutro, que se dispara ante la sola presencia del
estímulo (si Pavlov levantara la cabeza se asombraría de lo
mucho que sabemos) Por ejemplo, las canciones o los olores
son anclajes muy poderosos: olemos un perfume u oímos una
canción y despiertan en nosotros recuerdos y emociones
olvidadas desde hace muchos años, aquella primera novia,
nuestro primer día de colegio, las famosas magdalenas de
Proust... Hummm, que recuerdos...

La ansiedad funciona a través de anclajes negativos. Nos


quedamos "enganchados" en respuestas automáticas
asociadas al estímulo respuesta o realmente ansiógeno. Pero
es que el cerebro tiene otra característica todavía más
importante, para bien y para mal. Si no nos quitamos algo de la
cabeza, el cerebro comienza a generalizar el estímulo a
estímulos parecidos, en el significado, en la forma, en el
simbolismo, en lo que sea. Cada vez hay más estímulos que
provocan la misma reacción de ansiedad. Es la sensación que
tiene la persona atrapada por un proceso de ansiedad, que
cada vez hay más cosas, situaciones, contextos, que provocan
respuestas de ansiedad. A veces la ansiedad se va
acumulando hasta que estalla en lo que llamamos crisis de
ansiedad o de angustia. Así como la ansiedad tiene relación
con miedos del futuro (¿"y si me pasa tal cosa?"), la
depresión está relacionada con culpas del pasado.

A través de la Programación Neurolingüística es muy fácil,


aunque también muy complejo, resolver este tipo de
problemas. Lo que hago es cortar las conexiones y los
circuitos neurológicos que están poniendo en marcha y
manteniendo todo el proceso. Lo más importante es que el
cliente sepa exactamente cómo funciona él interiormente y
darle herramientas para que pueda cortar cualquier amago de
ansiedad. Con la PNL el tiempo de tratamiento se ha acortado
considerablemente y lo que antes costaba años, ahora se
soluciona en... muy poquito tiempo.

La genialidad de Milton, por Ricardo Ros


Ricardo Ros

Milton H. Erickson murió el 27 de marzo


de 1980 debido a un choque séptico
consecuencia de una peritonitis tras una
infección de estreptococos beta. Tenía
setenta y ocho años y murió rodeado de
sus ocho hijos y de muchos de sus
amigos. Sus cenizas fueron esparcidas en
el Cerro Squaw, cerca de Phoenix, en una
ceremonia familiar. A sus casi ochenta
años, Milton había sabido ganarse el
respeto de toda la clase psiquiátrica, a
pesar de que sus planteamientos habían
chocado frontalmente con lo que hasta
entonces había estado establecido de
forma oficial.

Milton era un gran contador de


cuentos. Los cuentos y leyendas, las
fábulas, las parábolas, los mitos
populares y los cuentos de hadas han
sido utilizados por todas las
civilizaciones humanas, con el fin de
transmitir de forma inconsciente
enseñanzas y valores morales y Milton
supo utilizarlos de forma genial con
fines terapéuticos. Para Milton, la
mayor parte de las cosas que hace un
ser humano están determinadas de
forma inconsciente, pero, mientras
para el psicoanálisis, el inconsciente es muy difícil de cambiar, para Milton
es sumamente fácil si lo hacemos a través de un trance, de un estado
alterado de conciencia. La mente inconsciente es para Milton el mejor
amigo de cada individuo.

Para Milton, la psicoterapia consiste justamente en influir en la otra


persona a través de su mente inconsciente, ofrecerle recursos y darle
oportunidades de cambio. Es en el estado de trance en el que más
oportunidades existen de que se produzca un aprendizaje y, como
consecuencia, la opción de cambio. En estado de trance, las personas son
capaces de dar significado a los cuentos y símbolos, según lo que Milton
denominaba "aprendizaje inconsciente".

Jeffrey Zeig indicó la bondad del empleo de anécdotas en la terapia ya que


las anécdotas no conllevan una amenaza, captan el interés de la persona,
fomentan la independencia del individuo (puesto que tiene que darle un

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