La finalización del informe final del curso monográfico sobre el análisis de las
Medidas de Coerción permitió obtener los objetivos planteados.
Las medidas de coerción personal no pueden exceder de dos años, salvo que se
solicite una prórroga por parte del Ministerio Público o el Querellante cuando existan
causas graves que así lo justifiquen.
Se evidenció que solo será viable la privación excepcional de la libertad sin orden
judicial por las evidencias o manifestaciones externas de un hecho punible y la
individualización de su autor o participes en el caso de una aprehensión en
flagrancia, privación que se mantendrá o será revocada solo si se cumplen los
extremos legales que fundamentan a esta medida y las presunciones que la
justifican por el riesgo procesal, dando paso al procedimiento abreviado, que supone
recabados los elementos de convicción o las pruebas para llevar al sorprendido
infraganti a juicio; o bien, al procedimiento ordinario, si no se estima completa la
investigación y carece de fundamentos para sostener un juicio.
Se evidenció que las medidas cautelares sustitutivas, son medidas o sanciones que
dan una respuesta inmediata a los problemas de hacinamiento al sistema
penitenciario en la cual vive nuestro país en la actualidad, que busca un cambio en
la política criminal y más humanizadora.
A tal efecto, se confirmó que el Artículo 234 del Código Procesal Penal, establece
que la prisión preventiva puede ser razonadamente satisfecha con la aplicación de
otra medida menos gravosa para el imputado, el tribunal competente, de oficio,
solicitud del Ministerio Público o el imputado, deberá imponerle el lugar, mediante
alguna de las siguientes medidas:
No obstante, sea por presiones ante el augede la delincuencia, por las deficiencias
en la estructura administrativa judicial o para no asentar famas de débiles los
fiscales están solicitando la mayor cantidad posible de prisión preventiva y los
jueces las están concediendo. Se cita que como resultado de las solicitudes de
medidas de coerción se impuso un total de 31,541 medidas, de las cuales el 39%,
10,463 correspondieron a prisión preventiva”.1
Esto fue sólo durante 2005. Si se amplía el período a 2005-2007, se verá que las
cárceles dominicanas, si se habían vaciado por la labor de la estructura liquidadora,
han vuelto a llenarse, y de qué forma: en toda la República Dominicana las cárceles
están a reventar, volviendo la prisión preventiva a convertirse en una pena
anticipada, violándose el artículo 15 del Código Procesal Penal en la medida en que
la medida de prisión preventiva, según se observa, no está siendo aplicada en
relación proporcional al peligro qué se trata de resguardar.
Y, ¿qué se propone para resolver ese problema? Violar el Código Procesal Penal y
la normativa internacional ampliando el plazo de duración de la prisión preventiva,
de un año a dos en casos simples y a tres en casos complejos. Tamaño
1La Ejecución del Código Procesal Penal 2004-2006. Compilación de Informes, Discursos y
Reacciones de la Prensa Escrita. Comisión Nacional de Ejecución de la Reforma Procesal Penal.
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despropósito tiene explicación muy sencilla: a) se cree que las medidas policiales
bastan para eliminar la delincuencia; b) se desconfía de otras alternativas de política
criminal.
En cuanto a la primera creencia, debe decirse que no basta proponer una
modificación ilusoria del Código Procesal Penal para resolver el asunto, pues es
ilusión y no derecho creer que más policíasequivale a menos delito. Es lo mismo
creer que la policía puede prever la infracción y evitarla, siendo su misión legal y
posible perseguir activamente a los responsables, atraparlos y dejarlos en manos
de la justicia, quien a su vez debe necesariamente controlar el otro inmenso
problema del sistema de derecho dominicano: el control carcelario. En suma, las
medidas policiales ayudan pero no evitan el crimen.En cuanto al segundo aspecto,
se entiende que los jueces pronuncien más medidas de coerción porque dejar en
libertad al imputado suele equivaler a la pérdida de la oportunidad procesal.2
Eso debía saberlo el redactor del CPP. Pero no es suficiente para justificar la
barbaridad de ampliación del plazo de prisión preventiva. Si existiera la forma de
implementar la medida de coerción número 5 colocaciones de localizadores
electrónicos los jueces no se verían obligados a pronunciar prisión preventiva con
tanta frecuencia.
El artículo 16, del Código Procesal Penal, se refiere a este caso, cuando indica que,
"La Prisión Preventiva está sometida a un límite temporal razonable a los fines de
evitar que se convierta en una pena anticipada, pero en los tribunales de la
República Dominicana, específicamente en los Juzgados de Paz, este principio aún
no ha echado raíces, por cuanto ni el Fiscalizador, ni los Jueces de Paz, han
comprendido que para la protección de este principio se deben observar
categóricamente las penas que en caso de condena se impondrán, además deben
emplear criterios de proporcionalidad y razonabilidad y una inquebrantable apego a
las normas constitucionales vigentes.
La Exposición de Motivos del Código Procesal Penal señala que dicha medida en
cuanto que es la intervención más grave que el Estado está autorizado a adoptar
en ausencia de juicio, y que implica la privación total de libertad física sin un juicio
definitivo, debe estar rodeada de las más estrictas garantías y reservas. La prisión
preventiva es la modalidad más radical de intervención del Estado durante el
desarrollo del proceso penal, pues incide en el núcleo del derecho a la libertad
personal del sujeto.
Así Jorge Barreiro denuncia que las decisiones a adoptar en el proceso en el futuro,
tanto en sus aspectos procesales como en los sustantivos, van a estar
precondicionadas por la aplicación de la medida cautelar. El juez o tribual no es, por
mucho que pretenda aparentarlo o intente seriamente conseguirlo, totalmente ajeno
en sus resoluciones al hecho de que el encausado se halle o no privado de libertad.
3.2. Resolución núm. 58-2010. Sobre criterios que los jueces deben tomar en
consideración para la imposición o variación de la medida de coerción prisión
preventiva.
Atendido, que el artículo 226 del Código Procesal Penal, con la finalidad de ser
aplicadas en la fase preparatoria de los procesos para que rijan durante el tiempo
de investigación de las infracciones, establece las siguientes medidas de coerción:
1) La presentación de una garantía económica suficiente;
7) La prisión preventiva.
Atendido, que el artículo 227 del referido código dispone que procede aplicar
medidas de coerción cuando concurren las siguientes circunstancias:
1) Existen elementos de prueba suficientes para sostener, razonablemente, que
el imputado es, con probabilidad, autor o cómplice de una infracción;
Atendido, que en adición a los elementos anteriormente citados que sirven de base
para evaluar el peligro de fuga, los jueces deben tener en consideración el hecho
comprobado de que el imputado forma parte de manera asociada de un grupo
criminal, o si en caso de recibir su libertad se pondría en juego la seguridad de la
sociedad o la posible obstrucción a la investigación judicial, o si existe la presunción
de que el imputado se reintegre, una vez puesto en libertad, a la organización
delictiva a la cual se sospecha pertenece y utilice los medios que ella le brinde para
entorpecer la investigación o facilitar la fuga de otros imputados, o que destruirá,
modificará, ocultará o falsificará elementos de prueba, o el hecho fundado de que el
imputado podría atentar o ejecutar actos de represalia en contra del acusador o
denunciante;
Atendido, que las condiciones anteriores conforman un cuadro de aspectos que
deben constatarse de manera conjunta y armónica, y por ende no sólo debe tomarse
en cuenta uno de estos aspectos de manera aislada o independiente;
Atendido, que en cuanto al artículo 238 del Código Procesal Penal, el cual dispone:
Primero: Declara que el juez o corte que en virtud de las atribuciones que le confiere
la ley, imponga medida de coerción, debe evaluar de manera conjunta y armónica
los elementos y circunstancias que establecen los artículos 227 y 229 del Código
Procesal Penal, así como las otras condiciones establecidas en la presente
resolución;
Segundo: Declara que el juez o la corte que revise la medida de coerción prisión
preventiva, para variarla está en el deber ineludible de motivar su decisión, lo cual
significa que queda obligado a explicar ampliamente en su resolución en qué
consiste la variación de las condiciones que en su momento justificaron la prisión
preventiva; asimismo debe exponer cuáles documentos o circunstancias se
presentan por primera vez el día de la variación de la medida de coerción que no
existían cuando se ordenó la prisión preventiva;
Tercero: Declara que el concepto variación de presupuesto debe entenderse como
la desaparición de la causa o el motivo que sirvió de fundamento para la imposición
de la prisión preventiva que se dictó originalmente;
3.4 Presupuestos
Dos son los presupuestos comunes a todas las medidas de coerción personales,
que aparecenplasmados normativamente en el art. 227 Código Procesal
Penal.Fumuscommisidelicti: implica un juicio provisional de imputación, esto es, la
fundada sospecha de participación del imputado en un determinado hecho punible
o con apariencia delictiva. En el ámbito del proceso penal se traduce en la razonable
atribución a una persona determinada de la comisión de un hecho punible.
Exige la presencia de indicios, objetiva y racionalmente fundados, que permitan
imputar los hechos presuntamente delictivos al sujeto pasivo de la medida. Es algo
más que la existencia de simples conjeturas o probabilidades, pues supone la
concurrencia de datos objetivos (indicios) que permitan sostener, a título de
imputación provisional, que el imputado es responsable del hecho delictivo.
En cumplimiento de las disposiciones del artículo 335 del Código Procesal Penal,
se ha procedido a entregar una copia de la Resolución/Auto completa a las partes,
por lo que se le considera notificada.
Se fija la revisión de oficio para el siete (07) de agosto del dos mil catorce (2013) a
las 09:00 de la mañana, por ante el Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito
Nacional de la Provincia Santo Domingo.