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INDICE

INTRODUCCION ..................................................... Error! Bookmark not defined.


PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ...................... Error! Bookmark not defined.
JUSTIFICACIÓN ...................................................... Error! Bookmark not defined.
LIMITACIONES DE LA INVESTIGACIÓN ................ Error! Bookmark not defined.
ALCANCES DE LA INVESTIGACIÓN ...................... Error! Bookmark not defined.
OBJETIVOS: GENERAL Y ESPECIFICOS .............. Error! Bookmark not defined.
MARCO TEÓRICO................................................... Error! Bookmark not defined.
MATERIALES Y MÉTODOS .................................... Error! Bookmark not defined.
MARCO TEÓRICO Y REFERENCIAL ..................... Error! Bookmark not defined.

Capítulo I: Origen y evolución del proceso penal y las medidas de coerción en


la República Dominicana ........................................... Error! Bookmark not defined.

1.1.Origen del Proceso Penal en la República Dominicana.Error! Bookmark not


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1.2.Concepto de Proceso Penal. .............................. Error! Bookmark not defined.
1.3.Evolución del Proceso Penal en República Dominicana (Ley No. 76-02) . Error!
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1.4.Origen de las Medidas Cautelares en el nuevo Proceso Penal
Dominicano. ............................................................. Error! Bookmark not defined.
1.4.1.Solicitud de las Medidas Cautelares ............... Error! Bookmark not defined.
1.4.2.Elementos constitutivos y tribunales competentes para el conocimiento de las
medidas de coerción. ............................................... Error! Bookmark not defined.
1.4.3.Revisión de las Medidas de Coerción. ............ Error! Bookmark not defined.

Capítulo II: Fundamentos procesales de las medidas de coerción según la


normativa penal de la República Dominicana ......... Error! Bookmark not defined.

2.1. Medidas de Coerción......................................... Error! Bookmark not defined.


2.2. Clasificación de las medidas de coerción: ......... Error! Bookmark not defined.
2.3. Fundamento jurídico de las medidas de coerciónError! Bookmark not
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2.5. Medidas de coerción o cautelares personales .. Error! Bookmark not defined.
2.5.1. La Citación. .................................................... Error! Bookmark not defined.
2.5.2. El Arresto........................................................ Error! Bookmark not defined.
2.5.3. La prisión preventiva. ..................................... Error! Bookmark not defined.
2.5.4. La presentación de garantía económica. ........ Error! Bookmark not defined.
2.5.5. Impedimento de salida del país o localidad. ... Error! Bookmark not defined.
2.5.6. Someterse al cuidado o vigilancia de persona o institución y presentación
periódica ante el juez o autoridad............................. Error! Bookmark not defined.
2.5.7. Arresto domiciliario. ........................................ Error! Bookmark not defined.
2.5.9. Colocación de localizadores electrónicos. ...... Error! Bookmark not defined.
Capítulo III: Criterios y efectos de la aplicación de las medidas de coerción en
el Tribunal de Atención Permanente .................... Error! Bookmark not defined.
3.1. Resolución núm. 58-2010. Sobre criterios que los jueces deben tomar en
consideración para la imposición o variación de la medida de coerción prisión
preventiva. ............................................................................................................. 11
3.2. Efectos jurídicos de las medidas de coerción en el imputado ........................ 15
3.3. La prisión preventiva ......................................... Error! Bookmark not defined.
3.4 Presupuestos .................................................................................................. 17
3.5 Análisis de sentencia Núm. 223-020-01-2014-00465 ...................................... 20

CONCLUSIONES .................................................... Error! Bookmark not defined.


RECOMENDACIONES ............................................ Error! Bookmark not defined.
REFERENCIASBIBLIOGRÁFICAS ......................... Error! Bookmark not defined.
ANEXOS
CAPITULO III
EL SUJETO OBJETO DE LA INFORMACIÓN

3. Generalidades del objeto de la investigación.

Para el logro de los resultados de la presente investigación se realizó una


exhaustiva revisión documental y de las normativas vigentes, dicha información
sirvió de base para el análisis de las Medidas de Coerción Personal conforme al
Código Procesal Penal Dominicano. En este sentido a través de la información
recolectada, se identificó la Medida de Coerciónen el Proceso Penal, en relación a
los sujetos procesales tales como el imputado, la víctima, el Ministerio Público,
contenido doctrinario y procesal de esta figura jurídica así como, las generalidades,
finalidades, fundamentos y el debido procedimiento que rigen las Medidas de
Coerción.

La finalización del informe final del curso monográfico sobre el análisis de las
Medidas de Coerción permitió obtener los objetivos planteados.

Definición del contenido doctrinario y procesal de las Medidas de Coerción en el


Proceso Penal Dominicano.

Se comprobó que la naturaleza jurídica estas medidas, son de carácter coercitivo,


es decir son restricciones a la libertad o a derechos personales o patrimoniales
consagradas a través de mecanismos e instrumentos que emplea el Estado para
lograr el descubrimiento de la verdad material y las siguiente aplicación de la Ley
sustantiva en la disolución de conflictos sociales que se presentan ante el órgano
jurisdiccional.
Estas medidas se aplican posterior a la adecuación de una conducta a una hipótesis
normativa de carácter jurídico-penal, y que por lo tanto es una reacción del Estado
contra el delito y no puede tratarse de medida cautelar o de seguridad por carecer
esta pretensión de fundamento, el carácter es punitivo y esto sale a flote tanto
teórica como prácticamente, ya que se mantiene aun cuando existan posibilidades
relevantes de un resultado absolutorio, situación que contradice al principio de
inocencia en mayor manera.

De igual forma en el juez debe prevalecer la atención al equilibrio entre la intensidad


o grado de la medida a aplicar y la gravedad del delito, protegiendo de esta forma
los principios de necesidad y proporcionalidad, a través de un juicio valorativo que
tome consideración, al mismo tiempo, tanto las circunstancias de su comisión, como
la sanción probable.

Las medidas de coerción personal no pueden exceder de dos años, salvo que se
solicite una prórroga por parte del Ministerio Público o el Querellante cuando existan
causas graves que así lo justifiquen.

En este sentido es deber de la Justicia penal, ejemplo, jueces abogados y fiscales


del Ministerio Público, ponderar la aplicación de las medidas de coerción personal,
en aquellos casos estrictamente necesarios, haciendo valer de esta forma el
principio fundamental de la dignidad humana, por encima de las legítimas
aspiraciones punitivas del Estado.

Se confirmó, que las medidas de coerción personal están tipificadas en el Código


Penal Dominicano, en: Medidas Cautelares personales y Medidas Cautelares
Reales.

Las generalidades, finalidades y fundamentos de la existencia y aplicación de las


diversas figuras o instituciones que integran las Medidas de Coerción Personal.
En relación a las figuras que integran las Medidas de Coerción Personal, se
concluye que son: 1. La citación. 2. El arresto. 3. La prisión preventiva. 4. La
presentación de garantía económica. 5. Impedimento de salida del país o localidad.
6. Someterse al cuidado o vigilancia de persona o institución. 7. Presentación
periódica ante el juez o autoridad. 8. Arresto domiciliario. 9. Colocación de
localizadores electrónicos. Las medidas de coerción reales no se solicitan
exclusivamente contra el imputado.

Se evidenció que solo será viable la privación excepcional de la libertad sin orden
judicial por las evidencias o manifestaciones externas de un hecho punible y la
individualización de su autor o participes en el caso de una aprehensión en
flagrancia, privación que se mantendrá o será revocada solo si se cumplen los
extremos legales que fundamentan a esta medida y las presunciones que la
justifican por el riesgo procesal, dando paso al procedimiento abreviado, que supone
recabados los elementos de convicción o las pruebas para llevar al sorprendido
infraganti a juicio; o bien, al procedimiento ordinario, si no se estima completa la
investigación y carece de fundamentos para sostener un juicio.

Es por ende que la medida de privación judicial preventiva de la libertad es una


decisión, por supuesto relevante de la etapa procesal correspondiente a la fase
inicial del juicio, toda vez que su finalidad primordial, es evitar que no sé del proceso
reprimiendo la fuga del imputado, asegurando de esta forma el éxito de la
instrucción y evitando la ocultación de futuros medios de pruebas, evitar la
reiteración delictiva del imputado. Y por último el satisfacer las expectativas de la
comunidad, en el caso de que otras medidas menos gravosas no sean suficientes
para garantizar la presencia del imputado o la búsqueda de la verdad.

Asimismo se estableció que el objetivo de las medidas cautelares sustitutivas es


asegurar la finalidad del proceso penal, a través del establecimiento de la verdad de
los hechos por la vías jurídicas, así como otorgar la garantías de salvaguardar el
contexto de lo reclamado, cuando es ejercida oportunamente y con fundamento
logra su propósito. Sin embargo La aplicación de estas medidas deben ser objeto
del estudio y revisión detenidamente antes de imponerse, ya que se deberá evaluar
la exacta imposición de las mismas teniendo en consideración el delito cometido, la
gravedad de la medida y el perfil del imputado.

Se evidenció que las medidas cautelares sustitutivas, son medidas o sanciones que
dan una respuesta inmediata a los problemas de hacinamiento al sistema
penitenciario en la cual vive nuestro país en la actualidad, que busca un cambio en
la política criminal y más humanizadora.

A tal efecto, se confirmó que el Artículo 234 del Código Procesal Penal, establece
que la prisión preventiva puede ser razonadamente satisfecha con la aplicación de
otra medida menos gravosa para el imputado, el tribunal competente, de oficio,
solicitud del Ministerio Público o el imputado, deberá imponerle el lugar, mediante
alguna de las siguientes medidas:

Detención domiciliaria en su propio domicilio, o en custodia de otra persona,


obligación de someterse al cuidado o vigilancia de una persona u institución, la
presentación periódica ante el tribunal, la prohibición de salir sin autorización del
país, de recurrir a determinadas reuniones u lugares, de comunicarse con
determinadas personas. Así mismo, la caución económica adecuada y finalmente
cualquier otra medida preventiva o cautelar que el tribunal estime procedente.

Procedimientos previstos en el Código Procesal Penal Dominicano para la


aplicación de algunas de las Medidas de Coerción Personal.

En cuanto al procedimiento en casos de flagrancia la aprehensión del sorprendido


infraganti puede ejecutarse por cualquier persona o cualquierautoridad, que
previamente estime la situación como flagrancia, cuasi flagrancia o flagrancia
presumida, siempre que se trate de un delito que se califique como tal de manera
inequívoca, manifestado o evidente y no de una falta y que, además, el hecho tenga
asignada, por la ley penal una pena privativa de libertad y no una sanción restrictiva
de otros derechos o de naturaleza pecuniaria.
Se constata que una vez el aprehendido a disposición del tribunal de control, la
representación fiscal solicitará que el tribunal decrete la medida de coerción
personal, de privación de la libertad u otra medida de cautelar, sobre la base de los
requisitos de la verificación de las exigencias legales que la fundamentan y las
exigencias del proceso.

En el caso de la medidas de privación judicial preventiva de la libertad, corresponde


al Juez de instrucción o control, a solicitud del Ministerio Público, situación que se
puede concretar durante la fase preparatoria o del proceso, sin haberse presentado
formal acusación; durante la fase intermedia, en la audiencia preliminar, una vez
formalizada la acusación, o, inclusive en la fase del juicio oral, cuando se presume
que el acusado no cumplirá con los actos del proceso.

Es preciso señalar que la legislación penal dominicana no hace referencia, a


procedimiento particular alguno que resulte aplicable a ésta institución de las
Medidas Cautelares Sustitutivas. Sin embargo, la ley adjetiva penal, se limita en
señalar aspectos de análisis, verificación y apreciación.

El alcance del principio de libertad en el proceso penal, en relación a la necesidad


de la prisión preventiva.La Constitución de la República Dominicana y diversos
instrumentos legales internacionales reconocen tácitamente la libertad personal,
como uno de los derechos más importantes inherentes al ser humano. Es por ello,
un deber y obligación del Estado garantizarlo y asegurar la plena vigencia de este
principio, del cual se deriva un reconocimiento explícito de la dignidad del ser
humano.

La reacción institucional tiene como características el ser compleja,


multidimensional, dinámica, interdisciplinaria y situacional. La función del derecho
es la de asegurar la coexistencia de la comunidad, armonizando las actividades de
sus miembros. Por ello, ante la violación de la norma, el orden jurídico ajusta la
forma de la reacción social, basándose en determinadas estructuras de política
criminal. Sin embargo cualquier acción que restringa o límite la libertad en virtud de
lo anteriormente expresado, solo debe ser por causas excepcionales y con el objeto
de asegurar que en el proceso penal se pueda alcanzar el logro de la verdad, para
la aplicación de las eventuales penas que el derecho penal material dictamine. La
aplicación de la prisión preventiva con fines punitivos es contraria a la normativa
vigente y por ende inconstitucional, debido a que su ejecución violenta de forma
drástica el principio de presunción de inocencia.

3.1. Efectos de la Prisión Preventiva

No obstante, sea por presiones ante el augede la delincuencia, por las deficiencias
en la estructura administrativa judicial o para no asentar famas de débiles los
fiscales están solicitando la mayor cantidad posible de prisión preventiva y los
jueces las están concediendo. Se cita que como resultado de las solicitudes de
medidas de coerción se impuso un total de 31,541 medidas, de las cuales el 39%,
10,463 correspondieron a prisión preventiva”.1

Esto fue sólo durante 2005. Si se amplía el período a 2005-2007, se verá que las
cárceles dominicanas, si se habían vaciado por la labor de la estructura liquidadora,
han vuelto a llenarse, y de qué forma: en toda la República Dominicana las cárceles
están a reventar, volviendo la prisión preventiva a convertirse en una pena
anticipada, violándose el artículo 15 del Código Procesal Penal en la medida en que
la medida de prisión preventiva, según se observa, no está siendo aplicada en
relación proporcional al peligro qué se trata de resguardar.

Y, ¿qué se propone para resolver ese problema? Violar el Código Procesal Penal y
la normativa internacional ampliando el plazo de duración de la prisión preventiva,
de un año a dos en casos simples y a tres en casos complejos. Tamaño

1La Ejecución del Código Procesal Penal 2004-2006. Compilación de Informes, Discursos y
Reacciones de la Prensa Escrita. Comisión Nacional de Ejecución de la Reforma Procesal Penal.
Pág. 131
despropósito tiene explicación muy sencilla: a) se cree que las medidas policiales
bastan para eliminar la delincuencia; b) se desconfía de otras alternativas de política
criminal.
En cuanto a la primera creencia, debe decirse que no basta proponer una
modificación ilusoria del Código Procesal Penal para resolver el asunto, pues es
ilusión y no derecho creer que más policíasequivale a menos delito. Es lo mismo
creer que la policía puede prever la infracción y evitarla, siendo su misión legal y
posible perseguir activamente a los responsables, atraparlos y dejarlos en manos
de la justicia, quien a su vez debe necesariamente controlar el otro inmenso
problema del sistema de derecho dominicano: el control carcelario. En suma, las
medidas policiales ayudan pero no evitan el crimen.En cuanto al segundo aspecto,
se entiende que los jueces pronuncien más medidas de coerción porque dejar en
libertad al imputado suele equivaler a la pérdida de la oportunidad procesal.2

Eso debía saberlo el redactor del CPP. Pero no es suficiente para justificar la
barbaridad de ampliación del plazo de prisión preventiva. Si existiera la forma de
implementar la medida de coerción número 5 colocaciones de localizadores
electrónicos los jueces no se verían obligados a pronunciar prisión preventiva con
tanta frecuencia.

El artículo 16, del Código Procesal Penal, se refiere a este caso, cuando indica que,
"La Prisión Preventiva está sometida a un límite temporal razonable a los fines de
evitar que se convierta en una pena anticipada, pero en los tribunales de la
República Dominicana, específicamente en los Juzgados de Paz, este principio aún
no ha echado raíces, por cuanto ni el Fiscalizador, ni los Jueces de Paz, han
comprendido que para la protección de este principio se deben observar
categóricamente las penas que en caso de condena se impondrán, además deben
emplear criterios de proporcionalidad y razonabilidad y una inquebrantable apego a
las normas constitucionales vigentes.

2 Ibíd., Pág. 132


La Prisión Preventiva, dispuesta casi automáticamente, hasta en los Juzgados de
Paz, a todo el que se le imputa la comisión de un hecho delictuoso, lejos de ser la
excepción, conforme a lo establecido en la ley, se revela como una práctica general
que convierte a las llamadas garantías en simples disposiciones estipularias, y es
así, porque si se aplica la lógica jurídica se sobre entiende que no se puede imponer
una Prisión Preventiva por tres meses a una persona, en un delito que cuya pena
va desde los 15 días hasta 6 meses

La Exposición de Motivos del Código Procesal Penal señala que dicha medida en
cuanto que es la intervención más grave que el Estado está autorizado a adoptar
en ausencia de juicio, y que implica la privación total de libertad física sin un juicio
definitivo, debe estar rodeada de las más estrictas garantías y reservas. La prisión
preventiva es la modalidad más radical de intervención del Estado durante el
desarrollo del proceso penal, pues incide en el núcleo del derecho a la libertad
personal del sujeto.

La prisión preventiva no es una cuestión ideológicamente indiferente. En el sistema


inquisitivo puro dominado por la ideología del orden la privación de libertad durante
la tramitación del proceso era la regla general, asignando a la prisión preventiva
fines similares a la pena de prevención general y especial. En el contexto de un
Estado democrático de Derecho en donde la libertad es configurada
constitucionalmente comoun valor superior de todo el ordenamiento jurídico la
prisión preventiva debe estar presidida por el principio de excepcionalidad.

Su compatibilidad con la presunción de inocencia, en su concepción como regla de


tratamiento del imputado, exige que dicha medida tenga un carácter excepcional.
En esta última se establece que dada la presunción de inocencia en tanto no se
demuestre su culpabilidad, ningún acusado deberá hallarse en situación de prisión
preventiva, a no ser que las circunstancias hagan estrictamente necesaria dicha
medida. Por tanto, la prisión preventiva deberá considerarse como medida
excepcional y nunca deberá ser obligatoria ni utilizarse con fines punitivos.
Excepcionalidad reconocida, también, por la jurisprudenciadel Tribunal
Constitucional Español lo que impone la vigencia del principio del favor libertatis o
del in dubio pro libértate. La generalización del uso de la prisión preventiva es
absolutamente inaceptable, pues conculca la presunción de inocencia y las
garantíasdel debido proceso. Deben evitarse los denominados efectos perversos
que puede ocasionar la medida de prisión preventiva.

Así Jorge Barreiro denuncia que las decisiones a adoptar en el proceso en el futuro,
tanto en sus aspectos procesales como en los sustantivos, van a estar
precondicionadas por la aplicación de la medida cautelar. El juez o tribual no es, por
mucho que pretenda aparentarlo o intente seriamente conseguirlo, totalmente ajeno
en sus resoluciones al hecho de que el encausado se halle o no privado de libertad.

Continua argumentado dicho autor que el juez de instrucción tiende a legitimar la


adopción de la medida cautelar acentuando la práctica de las diligencias de
investigación incriminatorias en detrimento de las diligencias exculpatorias. Y el juez
o tribual sentenciador se muestra poco sensible al peso de la pena que ya lleva
cumplida el acusado en prisión provisional. Contingencia que acaba repercutiendo,
aunque sea de forma inconsciente y encubierta, en aspectos fundamentales de su
decisión, tanto en la propia apreciación probatoria como en la cuantía de la pena,
que en no pocos casos acaba determinándose con la mira puesta en los plazos de
la prisión preventiva.

3.2. Resolución núm. 58-2010. Sobre criterios que los jueces deben tomar en
consideración para la imposición o variación de la medida de coerción prisión
preventiva.

Atendido, que el artículo 226 del Código Procesal Penal, con la finalidad de ser
aplicadas en la fase preparatoria de los procesos para que rijan durante el tiempo
de investigación de las infracciones, establece las siguientes medidas de coerción:
1) La presentación de una garantía económica suficiente;

2) La prohibición de salir sin autorización del país, de la localidad en la cual


reside o del ámbito territorial que fije el juez;

3) La obligación de someterse al cuidado o vigilancia de una persona o


institución determinada, que informa regularmente al juez;

4) La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad


que él designe;

5) La colocación de localizadores electrónicos, sin que pueda mediar violencia


o lesión a la dignidad o integridad física del imputado;

6) El arresto domiciliario, en su propio domicilio o en custodia de otra persona,


sin vigilancia alguna o con la que el juez disponga;

7) La prisión preventiva.

Atendido, que el artículo 227 del referido código dispone que procede aplicar
medidas de coerción cuando concurren las siguientes circunstancias:
1) Existen elementos de prueba suficientes para sostener, razonablemente, que
el imputado es, con probabilidad, autor o cómplice de una infracción;

2) Existe peligro de fuga basado en una presunción razonable, por apreciación


de las circunstancias del caso particular, acerca de que el imputado podría
no someterse al procedimiento;

3) La infracción que se le atribuya esté reprimida con pena privativa de libertad.


Atendido, que el juez que ordenase una o varias de las medidas de coerción
establecidas en el Código Procesal Penal debe hacerlo siempre de manera
sopesada, adecuada, racional y cautelosa, toda vez que este mecanismo de control
debe garantizar de manera rigurosa, tanto la presentación del imputado o de los
imputados a todos los actos de procedimiento así como la efectiva protección a la
sociedad en general y a las víctimas de los crímenes y delitos en particular;
Atendido, que de la combinación de los artículos 227 y 229 del mencionado Código
se deriva que la prisión preventiva, como medida de coerción, procede cuando
concurran las circunstancias expresadas en el referido artículo 227, siendo
necesario que el juez evalúe el peligro de fuga tomando en consideración varios
elementos como son: el arraigo del imputado en el país, su domicilio, asiento familiar
y actividad laboral, lo cual necesariamente debe probarse mediante documentos;
asimismo, facilidad del imputado para ocultarse o abandonar el país y si ha ofrecido
falsa información sobre su residencia; así como también el grado de peligrosidad
del hecho, reflejado en la escala de severidad de la pena imponible al imputado en
caso de ser condenado; la importancia o magnitud del daño personal o social que
deba ser resarcido y el comportamiento del reo durante el procedimiento o con
anterioridad al mismo;

Atendido, que en adición a los elementos anteriormente citados que sirven de base
para evaluar el peligro de fuga, los jueces deben tener en consideración el hecho
comprobado de que el imputado forma parte de manera asociada de un grupo
criminal, o si en caso de recibir su libertad se pondría en juego la seguridad de la
sociedad o la posible obstrucción a la investigación judicial, o si existe la presunción
de que el imputado se reintegre, una vez puesto en libertad, a la organización
delictiva a la cual se sospecha pertenece y utilice los medios que ella le brinde para
entorpecer la investigación o facilitar la fuga de otros imputados, o que destruirá,
modificará, ocultará o falsificará elementos de prueba, o el hecho fundado de que el
imputado podría atentar o ejecutar actos de represalia en contra del acusador o
denunciante;
Atendido, que las condiciones anteriores conforman un cuadro de aspectos que
deben constatarse de manera conjunta y armónica, y por ende no sólo debe tomarse
en cuenta uno de estos aspectos de manera aislada o independiente;

Atendido, que en cuanto al artículo 238 del Código Procesal Penal, el cual dispone:

“Salvo lo dispuesto especialmente para la prisión preventiva, el juez, en cualquier


estado del procedimiento, a solicitud de parte, o de oficio en beneficio del imputado,
revisa, sustituye, modifica o hace cesar las medidas de coerción por resolución
motivada, cuando así lo determine la variación de las condiciones que en su
momento las justificaron”, debe entenderse que el espíritu del mismo es que en todo
estado del procedimiento existe la posibilidad de variar las medidas de coerción
impuestas, pero esto es a condición de que surja, real y concretamente, una
variación de las condiciones y/o circunstancias que originalmente se tomaron en
cuenta al momento de dictarse la medida;

Por tales motivos, RESUELVE:

Primero: Declara que el juez o corte que en virtud de las atribuciones que le confiere
la ley, imponga medida de coerción, debe evaluar de manera conjunta y armónica
los elementos y circunstancias que establecen los artículos 227 y 229 del Código
Procesal Penal, así como las otras condiciones establecidas en la presente
resolución;

Segundo: Declara que el juez o la corte que revise la medida de coerción prisión
preventiva, para variarla está en el deber ineludible de motivar su decisión, lo cual
significa que queda obligado a explicar ampliamente en su resolución en qué
consiste la variación de las condiciones que en su momento justificaron la prisión
preventiva; asimismo debe exponer cuáles documentos o circunstancias se
presentan por primera vez el día de la variación de la medida de coerción que no
existían cuando se ordenó la prisión preventiva;
Tercero: Declara que el concepto variación de presupuesto debe entenderse como
la desaparición de la causa o el motivo que sirvió de fundamento para la imposición
de la prisión preventiva que se dictó originalmente;

Cuarto: Ordena que la presente resolución sea comunicada al Procurador General


de la República, a los jueces penales y publicada en el Boletín Judicial.

3.3. Efectos jurídicos de las medidas de coerción en el imputado

Cuando el imputado es sorprendido en el momento de cometer el hecho punible o


inmediatamente después, o cuando tiene objetos o presenta rastros que hacen
presumir razonablemente que acaba de participar en una infracción (art. 224, núm.1
CPP).La flagrancia se caracteriza por la percepción sensorial directa de la comisión
de un hecho delictivo por parte de un tercero, en este caso, de los agentes policiales
que proceden al arresto.

En los casos en que la búsqueda o persecución se hubiere interrumpido, se


requerirá orden judicial para proceder al arresto (art. 224 CPP). La interrupción de
la búsqueda o persecución excluye la necesidad de intervención inmediata que
justifica el arresto policial en los casos de flagrancia, por lo que será necesario, en
estos casos, solicitar la oportuna orden de arresto judicial.A sensu contrario, el
arresto podrá practicarse sin orden judicial cuando la persecución iniciada
inmediatamente después de apreciarse la comisión del hecho delictivo no se
hubiere interrumpido.

El precepto legal analizado utiliza un concepto amplio de flagrancia que no se limita


a los supuestos en que el delincuente es sorprendido en el momento de cometer el
delito o inmediatamente después de cometerlo. El arresto puede acordarse,
también, cuando se le ocupan objetos o presenta rastros que hagan presumir
razonablemente queacaba de participar en la comisión de un hecho delictivo. Se
incluyen pues supuestos de cuasi flagrancia, cuya apreciación exige, en todo caso,
la concurrencia del requisito de la inmediatez temporal, de ahí que la fórmula legal
emplee el término que acaba de participar. El espacio de tiempo transcurrido entre
la consumación del delito y el descubrimiento de su comisión debe ser muy corto,
lo que ofrece una evidencia razonable de la participación del arrestado en los
hechos.

“También procede el arresto policial autónomo cuando el imputado se ha evadido


de un establecimiento penal o centro de detención se puede decir que estamos ante
un supuesto particular de flagrancia delictiva, pues la evasión o fuga del
establecimiento penal o centro de detención supone la comisión de un delito de
quebrantamiento de condena o evasión de presos, que dada su condición de delito
permanente puede estimarse en flagrancia desde que tuvo lugar el quebrantamiento
hasta la aprensión del fugado”.3

Las medidas coercitivas que afectan el secreto postal y de comunicaciones como la


interceptación y secuestro de comunicaciones y correspondencia Art. 191 y 192.
todas estas medidas solo se le aplican normalmente al imputado, sin embargo y
excepcionalmente pueden dictarse medidas coercitivas en contra de terceros por
ejemplo el registro colectivo, traer por la fuerza pública al testigo que no acudió a la
citación judicial, la interceptación de telecomunicaciones y la restricción de
circulación.

Importantes es señalar que quien esta habitualmente facultado para imponer


medidas de coerción es el tribunal y en circunstancias especiales las puedes
imponer el ministerio público y la policía judicial sin autorización del juez como la
citación, el arresto en caso de fragancia la cual puede aplicar un particular, el
registro de personas, registro de vehículos, registro colectivos, restricciones de

3Butrón Baliñas, P. M (1998). Incidencia de la Alarma Social en la Adopción de la Prisión


Provisional. Revista del Poder Judicial, No. 50, Segundo Trimestre.
circulación la cual no puede superar más de seis horas, por último la orden de
secuestro en ocasión de un registro.

3.4 Presupuestos

Dos son los presupuestos comunes a todas las medidas de coerción personales,
que aparecenplasmados normativamente en el art. 227 Código Procesal
Penal.Fumuscommisidelicti: implica un juicio provisional de imputación, esto es, la
fundada sospecha de participación del imputado en un determinado hecho punible
o con apariencia delictiva. En el ámbito del proceso penal se traduce en la razonable
atribución a una persona determinada de la comisión de un hecho punible.
Exige la presencia de indicios, objetiva y racionalmente fundados, que permitan
imputar los hechos presuntamente delictivos al sujeto pasivo de la medida. Es algo
más que la existencia de simples conjeturas o probabilidades, pues supone la
concurrencia de datos objetivos (indicios) que permitan sostener, a título de
imputación provisional, que el imputado es responsable del hecho delictivo.

A este presupuesto se refiere el art. 22 7.1 CPP cuando condiciona la aplicación de


las medidas de coerción a que existen elementos de prueba suficientes para
sostener, razonablemente,que el imputado es, con probabilidad, autor o cómplice
de una infracción”. Infracción que debeser imputable personalmente al destinatario
de la medida de coerción como consecuencia delprincipio de personalidad de la
persecución consagrado en el art. 17 Código Procesal Penal, según el cual
nadiepuede ser perseguido, investigado ni sometido a medidas de coerción sino por
el hecho personal.

La retención de personas ajenas a la comisión de un hecho punible, con miras a


obtener sucolaboración o la entrega del imputado, se sanciona de conformidad con
las disposiciones de la ley penal. Esta disposición trata de poner fin a la práctica
policial consistente en procedera la detención arbitraria de familiares de
sospechosos para forzar que éstos se entreguen a lasautoridades policiales.
Práctica denunciada en el Informe de la Comisión Interamericana de los Derechos
Humanos sobre la Situación de losDerechos Humanos en la República Dominicana
de 1999.El Tribunal Español de los Derechos Humanos viene exigiendo la
concurrencia de sospechas fundadas y razonables, para lo cual debenexistir hechos
o informaciones que persuadan a un observador objetivo de que el individuo
encuestión puede haber cometido el delito.Periculum in mora que se concreta en el
peligro de fuga o de sustracción del imputadoa la acción de la justicia.

El peligro de fuga es una manifestación concreta del más amplio periculumlibertatis,


entendidoeste último como la posibilidad de que se frustren los fines del proceso
penal a causa de lapuesta en libertad del sospechoso17, esto es, los peligros que
pueden derivar del hecho de que elimputado permanezca en libertad durante el
tiempo que dure el proceso.

La proporcionalidad de la medida exige que la privación de libertad sea


imprescindible para queel presunto autor de los hechos delictivos comparezca ante
el órgano jurisdiccional.En Italia, el art. 274 Código Procesal Penal se refiere como
presupuesto de las medidas cautelares a situaciones deconcretto e attualepericolo,
fundamentadas en circunstancias de hecho.Para su apreciación el art. 229 Código
Procesal Penal menciona las siguientes circunstancias que el juez
deberá,especialmente, tener en cuenta:Arraigo en el país, determinado por el
domicilio, residencia habitual, asiento de la familia, de sus negocios o trabajo y
facilidades para abandonar el país o permanecer oculto. La falsedad o falta de
información sobre el domicilio del imputado constituye presunción de fuga.

Gravedad de la pena. La pena imponible al imputado en caso de condena.La


importancia del daño que debe ser resarcido y la actitud que voluntariamente adopta
el imputado ante el mismo.El comportamiento del imputado durante el
procedimiento o en otro anterior, en la medida que indique su voluntad de someterse
o no a la persecución penal por ejemplo, la existencia de anteriores declaraciones
de rebeldía o la existencia de anteriores órdenes de arresto judicial por
incomparecencia del imputado.Se trata de criterios de carácter orientativo que el
juez deberá valorar en cada caso para constatarla presencia o no de dicho peligro
de fuga u ocultación. La enumeración contenida en dichoprecepto no es limitativa
(numerus clausus), y nada impide que puedan tenerse en cuenta otrosfactores
relevantes. El propio precepto utiliza la expresión especialmente. Así, cabría
mencionarlos propios antecedentes penales del imputado como exponentes de una
habitualidad en lacomisión de hechos delictivos de la que podía deducirse la
existencia de un peligro de fuga.

Tradicionalmente la gravedad del hecho ha sido considerada en muchas ocasiones


como el únicoelemento a tener en cuenta para acordar una medida de coerción
personal, especialmente laprisión preventiva. El contenido del artículo 229 Código
Procesal Penal nos advierte de que la constatación del riesgo defuga exige no solo
tener en cuenta la gravedad del hecho cometido y la pena que lleva aparejada,sino
también las circunstancias personales, familiares, laborales y sociales del arrestado
su edad, su estado de salud, o por ejemplo, el intento del imputado de fugarse u
ocultarse después dela comisión del hecho o para evitar el arresto, pueden ser datos
indicativos de su intención deeludir la acción de la Justicia; o identificarse con un
nombre falso o con documentación falsa.

Se admite que la promesa del imputado de someterse al procedimiento pueda


erigirse engarantía suficiente, a juicio del juez, para neutralizar y descartar el peligro
de fuga, prescindiéndoseentonces de toda medida de coerción. Naturaleza de la
infracción objeto de imputación: a tenor de lo dispuesto en el art.227.3 Código
Procesal Penal, debe tratarse de infracciones penales castigadas con pena privativa
delibertad.

Es suficiente que estos presupuestos concurran o estén presentes en el momento


de la adopcióny durante el mantenimiento de la medida, sin que una ulterior
desaparición de los motivos o elposterior archivo del procedimiento penal sin
acusación o sin condena conviertan en ilícita la inicial privación de libertad.4

3.5 Análisis de sentenciaNúm. 223-020-01-2014-00465

En cumplimiento de las disposiciones del artículo 335 del Código Procesal Penal,
se ha procedido a entregar una copia de la Resolución/Auto completa a las partes,
por lo que se le considera notificada.

Tribunal: Oficina Judicial De Servicios De Atencion Permanente Núm. 223-020-01-


2014-00465. Fecha de la Resolución: 26/01/2014. Auto Núm. 395-2014.
Imputado:kelvin Alexander Lara Brozaban. Quien recibe: Licda. Rosanna Elisabeth
Cruz Rosado y Odalis Flor D´ Aliza Beltrán Pérez. Parte en el proceso: abogados
de la defensa.5

Se fija la revisión de oficio para el siete (07) de agosto del dos mil catorce (2013) a
las 09:00 de la mañana, por ante el Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito
Nacional de la Provincia Santo Domingo.

Observaciones a la Victima: Para mantenerse informado sobre el estatus de su


caso, a partir de la fecha debe permanecer en contacto con el Fiscal investigador.
Asimismo, si desea constituirse en querellante y actor civil, deberá hacerlo antes de
que culmine el plazo para la investigación del proceso. A tales fines deberá estar
asistido por un abogado, el cual podrá ser privado o de manera gratuita por un
representante de la Oficina de Atención a la Víctima de la Procuraduría General de
la República.

4 Butrón Baliñas, P. M (1998). Incidencia de la Alarma Social en la Adopción de la Prisión


Provisional. Revista del Poder Judicial, No. 50, Segundo Trimestre.
5
Ver anexo No. I
Observaciones al Imputado: Se le informa que en caso de no poder contratar un
abogado privado, usted tiene derecho a ser asistido por un Defensor Público.
Asimismo, se le informa que usted puede solicitar que la medida de coerción
impuesta le sea revisada en cualquier estado del procedimiento.

En el caso que nos ocupa no se observa que el ciudadano imputado vaya a


sustraerse del proceso, por tanto y para garantizar la presencia de los imputados
Edgar Bolívar Rodríguez Uceta, José Roberto Francisco Y/O José Rafael Francisco
y Javier González G., a cada uno de los actos del proceso procede imponer las
medidas de coerción prevista en los numerales 1 y 4 del artículo 226 del Código
Procesal Penal, por considerarse que dichas medidas resultan proporcionales,
idóneas y adecuadas al caso, con las cuales el imputado estará disponible para la
instrucción del presente proceso, tomando en cuenta los siguientes presupuestos:
a) La Participación en el hecho imputable; b) Tiene arraigo Familiar; e) Porta cédula
de identidad y electoral; Tiene domicilio conocido; e) Se comprometió a presentarse
cada vez que sea requerido.

El juez al decidir sobre la garantía, fija el monto, la modalidad de la prestación:


aprecia su idoneidad. En ningún caso fija una garantía excesiva ni de imposible
cumplimiento en atención a los recursos económicos del imputado. El juez hace la
estimación de modo que constituya una motivo eficaz para que el imputado se
abstenga de incumplir sus obligaciones art.235 Código Procesal Penal.

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