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Biografía política de Andrés Manuel López Obrador, un político

mexicano
Introducción
El presente documento es una presentación sucinta de la tesis Biografía política de Andrés
Manuel López Obrador. A continuación, se presentan las principales consideraciones
desarrolladas en el trabajo, para sugerir un panorama general del mismo. Con tales fines
se ha desarrollado un apartado de consideraciones generales del trabajo, donde se
explicita la parte metodológica. Enseguida se tienen una serie de elementos que nos
permiten comprender a grandes rasgos la vida de Andrés Manuel López Obrador,
entretejida con la historia del país a manera de puntos de referencia. Luego de esto, se ha
desarrollado un apartado analítico conformado por consideraciones en torno a lo
simbólico y el imaginario en torno a AMLO, sus repertorios de conducta, las
movilizaciones sociales, y finalmente el liderazgo, que es el eje que guía el trabajo.

Consideraciones generales sobre el trabajo


El presente trabajo desarrolla la biografía política de Andrés Manuel López Obrador
(AMLO); un político mexicano que se autodenomina de izquierda partidista. El interés
de adentrarnos en su vida está dado por que ha sido uno de los actores que han participado
de los sucesos más importantes que han ocurrido en el país en los últimos años. Además,
es un actor ante el que pocos permanecen indiferentes -se le ama tanto como se le odia-,
quizá por ello ha habido interés por comprenderlo. Así, esta tesis no es innovadora por el
objeto elegido, si no por el enfoque. En torno a AMLO encontramos un continuum de
trabajos que van desde lo periodístico, hasta lo científico. Los primeros, sobre todo, cerca
de las elecciones1, algunas veces realizados por académicos, que intentan presentarlo al
gran público. Este trabajo se distancia de ellos, pues busca una comprensión sociológica
del liderazgo, y no sólo el relato de su vida. De los trabajos científicos, abundan tesis,
artículos y libros de corte académico2 que intentan explicar episodios particulares o
características que definen el liderazgo. En contra parte, pretendemos generar una
perspectiva global, reflexiva, anclada en el contexto que va rodeando a AMLO;
intentando generar referentes que nos permitan comprender los liderazgos en general.
Muchos de los trabajos elaborados han sido piezas –o han pretendido serlo3- del debate

1
Como la biografía autorizada de Áviles, los textos de Cruz, Frías, Gómez, Trelles y Zagel y Zepeda.
2
Como el trabajo de Grayson, Combes, Figueroa, Moren, Rodríguez, González y las diversas tesis que se
citan.
3
Como el trabajo de González.
en torno a AMLO, lo que a nuestro parecer genera su principal debilidad, pues están
escritos para aportar argumentos a una discusión que ha polarizado a la sociedad y que se
ha visto reflejada en la academia. Así, alrededor de AMLO y su rol en el sistema
encontramos tesis encontradas, para algunos se trata del personaje que logrará la cabal
democratización y quien garantiza la representación de los grupos excluidos4, mientras
que para otros se trata de alguien que se ha aprovechado del sistema y desde un discurso
mesiánico encontró su lugar y clientela5. A lo largo de la tesis mediamos entre estas
posiciones para hacer ver que AMLO es un político como otros, con relaciones
ideológicas e instrumentales con la población, que apoya tanto como entorpece los
procesos de democratización actuando en respuesta a su posición, ideas, redes,…, desde
una perspectiva racional y emocional.
Asimismo, se debe considerar que dada su posición, su vida parece un buen hilo
conductor para reflexionar sobre los procesos de liderazgo. Probablemente ahora
convenga explicitar la razón de haber elegido elaborar una biografía política. Esta nos
pareció una manera conveniente de acercarnos al estudio de los liderazgos y aprehender
diferentes elementos que los conforman, mientras que nos daba la oportunidad de
reconstruir algunos de los paradigmas que se emplean para la comprensión de los mismos.
Estudiar a AMLO fue pensado como un camino para abordar constructos que
estigmatizados en el espacio público y en el mundo académico parecen haber terminado
por perder su poder descriptivo y explicativo. Por ello, buscamos otras rutas, la idea fue
estudiar el caso concreto de un líder, intentando encontrar elementos que le caracterizaran
y a partir de ellos religarlo o distanciarlo de los conceptos que tradicionalmente se han
empleado para estudiar el liderazgo como carisma, liderazgo de proximidad, generación
de simbolismos, consideraciones sobre los estilos discursivos; y el populismo que será de
facto el constructo que nos permitirá agrupar las diversas características. Pero no nos
adelantemos. Este camino, nos asegura entender primero al líder, y luego reflexionar
sobre las construcciones académicas, mientras nos abre la puerta para pensar la forma en
que están edificados los constructos. Para realizar esto resultaba esencial entender como
el líder se había fincado; la idea fue entonces entender su desarrollo de carrera, sus
repertorios de conducta, los imaginarios que iba creando en torno a él; y las circunstancias
que le iban rodeando.

4
Esta es la posición por ejemplo de Lorenzo Meyer.
5
Como por ejemplo Sánchez.
Sobre estas bases ya podemos explicitar nuestra pregunta de investigación. Nos
guió la inquietud de entender los elementos que permitieron la posibilidad de
construcción, existencia y consolidación del liderazgo político de AMLO. Esto nos llevó
pronto a ligar el trabajo con los conceptos de carisma -por la justificación encontrada en
la evidencia empírica sobre las razones para seguir a AMLO y los mecanismos utilizados
para la legitimación del liderazgo- y de populismo -su trayectoria se vio entre cruzada
con un escenario donde hay crisis de confianza de la población, pérdida de la identidad
nacionalista, sensación de hostilidad en contra de la globalización y de los tecnócratas
que en su discurso buscan dañar al país para preservar sus propios intereses, hay una crisis
de representación en la que los ciudadanos no se identifican con las élites que los
gobiernan; y AMLO genera un liderazgo personalizado que se construye sobre la imagen
de un hombre común, vengador de las injusticias sufridas y honesto, adelanta un discurso
en el que propone una lucha contra alguien que es pensado como externo al pueblo,
avanza la idea de complot que justifica sus reveses y problemas, propone la salvación del
país gracias al despertar del pueblo que por su voz se aviva; e invoca una ruptura real que
permitirá salvar al pueblo y establecer la verdadera democracia-6. Este trabajo se
pretende una contribución a los debates sobre el populismo que se han avivado en los
últimos años, luego de las experiencias así calificadas en América-latina y Europa, que
parecen tan disímiles; de ahí la importancia de la generación de estudios empíricos que
nos ayuden a mejor entenderlo. Podemos pensar esta tesis como la descripción de una
serie de repertorios de conducta, escenarios y estilos que buscan contribuir a la
comprensión sociológica del mismo.
A estas preguntas generales se le fueron agregando las que surgieron producto de
la búsqueda de comprensión de contextos específicos y que se vieron permeadas por la
necesidad de entender la construcción de la parte simbólica en torno a AMLO y la teoría
de las minorías políticamente activas de Moscovici, que permitió que nos planteáramos
preguntas sobre la forma de actuar de los líderes. Asimismo, es primordial mencionar que
también quisimos intentar dar respuesta a una pregunta que rodea intuitivamente los
procesos de liderazgo; a saber, ¿en qué AMLO es particular o parecido a otros? La
respuesta no pretende establecer una comparación simplista entre él y otros actores. Lejos
de ello. A priori señalamos que si bien en su camino encontramos grandes trazos que por
momentos pueden hacernos pensar en ciertos personajes, los detalles se ven permeados

6
Taguieff, P. (2007) L’illusion populiste. Paris: Flammarion.
por su propio contexto y el momento social que le toca vivir. Ello conlleva, a que aunque
podamos afirmar que la trayectoria de AMLO todavía corresponde en buena medida a la
forma en que los políticos postrevolucionarios construían su carrera; no se le pueda
comparar enteramente con estos. Además, aunque hay elementos compartidos con los
líderes populistas de la época clásica en América Latina; por la posición que ocuparon,
su posibilidad de injerencia en la vida de los países y el tipo de relaciones que
establecieron con los actores; no se le puede comparar directamente con ellos sin caer en
un error de nivel de análisis. Se presenta el mismo problema en las comparaciones con
los líderes de la Nueva Izquierda Latinoamericana, pese a las concordancia en algunos
casos en el estilo discursivo y en los modos de establecimiento de los liderazgos, no se
puede afirmar que AMLO sea equiparable a Evo Morales, pese al anclaje indigenista, o
Hugo Chávez. Lo mismo sucede cuando se le compara con otros líderes como Mockus
Antara o Enriquez Ominami, con quienes en apariencia no se cometería el error de nivel
de análisis, pero cuyas trayectorias y orígenes los hacen bastante diferentes.
En cuanto a la metodología empleada, optamos por un enfoque cualitativo que
utiliza el método inductivo, se concentra en la subjetividad de los involucrados y en casos
particulares. La preferencia del enfoque respondió a la creencia de que la realidad es
múltiple y construida por quienes la enfrentan, y al valor que se le da a la interacción
entre el investigador y la gente en el proceso. La posición adoptada tuvo como
consecuencia que nos encontráramos frente a un trabajo donde se realizaron constantes
procesos reflexivos sobre nuestra relación con AMLO, la realidad del país, los líderes y
su lugar en el sistema, el proceso de democratización y la vida política en general; y sobre
todo los hallazgos que iban surgiendo y que marcaron sensiblemente diseño, las líneas de
trabajo y las herramientas utilizadas. Lo recién mencionado genera una ruptura con otros
trabajos como Faire parti. Trajectoires de gauche au Mexique de Combes7.
Prácticamente, se realizaron observaciones participantes y no participantes,
aunque por la elección de enfoque fueron más abundantes las primeras. Estas nos
permitieron acercarnos a las vivencias cotidianas de los seguidores de AMLO; pudimos
vivir los procesos de estigmatización, de construcción de liderazgo, solidaridad y

7
Combes realizó en su tesis doctoral un estudio cuantitativo sobre la sociogénesis y el desarrollo del PRD
basado en un enfoque donde se combinan la perspectiva política y sociológica en el estudio del caso elegido.
Para ello se apoyó un centenar de entrevistas y analizó el CV de militantes con el objetivo de generar una
base de datos que le permitiera entender de donde venían, y sus trayectorias al interior del partido. Si bien
la perspectiva generó aportaciones, permitiendo entender la construcción de carrera, redes y
posicionamientos de la militancia de a pie; nuestro trabajo se distingue de este por haber elegido un enfoque
diferente, bajo los principios anteriormente enunciados.
contagio de las emociones colectivas, pero también el modo de funcionamiento de la
estructura que les rodea. Estas tuvieron lugar entre el verano del 2007 y el mitin de
separación de AMLO del PRD en septiembre del 2012. Fueron enriquecidas con treinta
y ocho entrevistas abiertas y a profundidad, cuyos participantes fueron contactados
mayoritariamente a través del método de bola de nieve, escarbando diversas redes y por
encuentros incidentales, como el caso de Rodríguez Pratts. Al lado de ellas, una serie
conversaciones informales8 incrementaron las pistas de investigación y la evidencia que
sustenta el trabajo. Una parte fundamental fue la revisión de archivos, nos concentramos
en la revista Proceso desde sus inicios y hasta la separación de AMLO del PRD. La
elección se justifica porque es un marcador importante de la vida política. Igualmente, La
Jornada fue consultada para episodios específicos del pasado reciente y a partir del año
2000 cotidianamente. Se eligió así, pues este diario reporta cotidianamente las actividades
de AMLO y aunque le es abiertamente favorable, en periodos donde otros medios no se
han interesado en él, ahí podemos encontrar información. A partir del 2007, se
consultaron los periódicos: Excelsior, La Jornada y Reforma para tener un panorama
amplio; y El País buscando situar las actualidades en una realidad global. Igualmente, a
partir de su surgimiento, cerca de las elecciones del 2012, se revisó La razón un diario
claramente contrario a AMLO, pero que se interesaba cotidianamente en él. Por último,
merece ser mencionado que en Tabasco se realizó una revisión de archivos, por las
condiciones de almacenaje el que predominó fue La verdad del sureste, un periódico que
editado desde 1991, es afín a AMLO. Este trabajo no hubiera podido ser posible sin el
análisis cotidiano de los discursos, videos y libros que AMLO ha publicado donde además
de exponer sus ideas cuenta su propia versión de su vida de manera fragmentada. Esto
nos aportó una perspectiva de análisis impensada al principio del trabajo, que además de
volverse central en la construcción del imaginario nos permitió reflexionar sobre la
elaboración de narraciones que generamos cotidianamente para posicionarnos
situacionalmente, y para entender los usos políticos de la historia de vida.

8
Las ideas que se exponen bajo esta etiqueta no fueron obtenidas a través de entrevistas. La gente al saber
el tema que nos ocupa compartía informalmente ideas, impresiones, experiencias o conocimiento sobre
AMLO, otros actores políticos o alguno de los temas específicos. Si bien, algunas veces este tipo de
conversaciones significaron a la postre entrevistas, las aquí mencionadas no lo fueron; pues las personas
no habían participado activamente cerca de AMLO y el conocimiento que tenían era limitado a la
información que proporcionaban, o situacionalmente una entrevista no era posible. Como sea, al servir para
generar evidencia, complementar información o ser parte de las pistas de investigación, fueron incluidas
bajo este título.
El tratamiento de la información estuvo condicionado por el proyecto de elaborar
la biografía política, lo que resultó intelectualmente estimulante y un trabajo de prueba y
error. Probablemente, la falta de estudios sobre la elaboración de biografías políticas sea
una de las principales aportaciones y limitaciones del marco elegido. Otras, son la
necesidad de conocer a profundidad diversos temas de la historia reciente del país y los
debates que les rodean; y de movilizar marcos explicativos de muy diversa índole; pues
no es realista pensar que se conocen a fondo las discusiones y las teorías que explican los
temas que se movilizan; así, aunque hemos elegido nuestra trinchera de interpretación, se
debe considerar que este trabajo trata ante todo del estudio del liderazgo y que para
complementarlo y entenderlo de forma más global se han incluido referentes de otra
índole. La decisión de escribir una biografía política se justifica por el interés que tiene
estudiar a un líder y a partir de los elementos encontrados tratar de religarlo con
construcciones teóricas que nos permitan entenderlo. De igual modo, nos permite
restablecer en la historia de vida el contexto, al que atribuimos fuerte influencia en las
acciones de las personas. Al estudiar la vida de AMLO nos encontramos con episodios
de la historia contemporánea de México que rescatamos bajo la perspectiva de la
influencia que estos ejercen en la historia del mismo. De eso se trata hacer una biografía
política. La restitución además de permitirnos comprender mejor al personaje, es una
oportunidad para pensar los episodios y reinterpretarlos a la luz de una historia particular.
A nuestro parecer esta es una de nuestras aportaciones, restablecer en su contexto los
primeros años de AMLO, entendiendo parte de las condiciones que permearon en lo que
más tarde se convertiría; y luego comprender desde una perspectiva amplia su actuación
como parte de los actores de los juegos políticos mexicanos. El juego entre la historia del
país y la vida particular de un personaje, representó el principal reto al momento de la
escritura. El ir y venir entre los dos niveles no sólo significa la necesidad de contar con
una estructura que permita comprender al lector el paso de uno a otro; igualmente
conlleva contar con información suficiente y poder sistematizarla de una manera lógica y
entretejida; donde el paso entre ellos se estructure coherentemente, cosa especialmente
difícil en los años en que no era parte de los actores a nivel nacional. A partir de que se
convirtió en uno de ellos, el reto era no hacer parecer que las acciones de este
determinaban el funcionamiento del sistema, sino comprender las relaciones que se tejían
entre el contexto y los actores. Otro de los problemas que enfrentamos, fue que se trató
de un trabajo donde se debía seguir el paso acelerado del protagonista que tanto en tiempo
electoral, como no electoral se posiciona mediáticamente, lo que hacía que se trabajara a
la vez en dos frentes y que se sumara día a día nueva evidencia.
La tesis se compone de tres capítulos que corresponden a tres momentos de la vida
de AMLO. Cada uno se va tejiendo de forma que podamos entender ciertos elementos
que caracterizan al liderazgo. A través de estos elaboramos desde la historia de vida de
un personaje, un cuadro que nos ha permitido retrasar parte de la historia política
mexicana de los últimos años y un estudio sociológico del liderazgo, anclado en el
concepto de populismo que disgregamos en diversos constructos que nos han permitido
irlo comprendiendo, y así, quizás, abonar a la reflexión sobre este deleznable concepto.

Sobre Andrés Manuel López Obrador y la vida en México en torno a él


Andrés Manuel López Obrador nació en Macuspana, Tabasco el 13 de noviembre de
1953. Las historias que narra sobre sus primeros años ya están cargadas de elementos que
han fincado una cierta aura mitológica en torno a él y que son completados por otros que
han adelantado sus biógrafos. Estudió la primaria en la escuela “Marcos Becerra”. Para
la secundaria, como en Tepetitán, donde la familia vivía, no había secundaria, fue enviado
a Macuspana. En 1965, la familia se mudó a Villahermosa, la capital del estado. Esto
permitió que AMLO continuara su educación cerca de ella en la Escuela Federal no. 1.
En esta etapa formativa su camino se moldeo por la influencia que ejerció en él, sin
saberlo, el profesor Rodolfo Lara Lagunas. La preparatoria la estudió en la escuela estatal
“Manuel Sánchez Mármol”, fue en aquella época cuando leyó estudios más formales
sobre la revolución, que se había vuelto su centro de interés. En aquella época y luego de
un incidente familiar, se separó de a poco de ellos.
Aquellos primeros años estuvieron rodeados políticamente por el hecho de que el
Partido Revolucionario Institucional (PRI) era el partido dominante y la única vía que
tenían los políticos para acceder al poder. Era de un partido hegemónico que controlaba
todos los aspectos de la vida política mexicana. A nivel federal se vieron pasar los
gobiernos de Adolfo Ruiz Cortines –recordado por la reconstrucción identitaria de la
mexicanidad, la urbanización acelerada y los movimientos sociales-, Adolfo López
Mateos –el periodo se caracterizó por el constante compromiso entre políticas populares
y represivas-, Gustavo Díaz Ordaz –que se recuerda por la represión del 68 y donde se
aparentaba falsa estabilidad que ocultaba problemas sociales y económicos- y Luis
Echeverría –donde se sintieron las consecuencias del movimiento del 68 y se buscó
aminorar el rol del estado a nivel económico-. En Tabasco, la década de 1950, fue donde
el potencial productivo de la región detonó. Políticamente hablando, se transitaba del
garridismo al madracismo. Se vieron transitar a Manuel Bartlett -cuyo gobierno fue
interrumpido-, Miguel Orrico de los Llanos, Carlos A. Madrazo –caracterizado por la
modernización y el desarrollo del estado producto de la consolidación de la economía- y
Manuel R. Mora –que fue un continuador de la política del anterior-.
Un evento parte-aguas del periodo fue el movimiento estudiantil de 1968 que a
nivel nacional encontró su punto clímax el 2 de octubre cuando la manifestación que se
llevó a cabo en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco fue reprimida, desarticulándolo.
La movilización, a largo plazo, redefinió las rutas de la izquierda, fue el “inicio de la
etapa final del régimen postrevolucionario”, pues demostró que el PRI, era incapaz de
“recoger y procesar las demandas de grupos y fuerzas independientes de su vieja
estructura de control9” y abrió las puertas para la aceptación de la diversidad. En Tabasco
el movimiento comenzó en la Escuela Normal en 1967, el gobernador se declaró con
fuerza en contra de este y organizó grupos que no permitieron que convergieran los
diferentes sectores, haciendo de esto su particularidad en el plano local. Aunque el
gobierno actuó con fuerza en contra de esta, la universidad consiguió su autonomía.
Entre 1973 y 1976, AMLO vivió en la ciudad de México, para estudiar la carrera
de Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. En principio sus padres no
sabían que había decidido hacerlo pues la relación era distante. Fue en el transcurso de
aquellos años cuando se restableció. Aquella época resultó importante en la formación de
AMLO porque en la UNAM la memoria de 1968 aún estaba fresca; en aquellos años los
movimientos sociales en el país y el continente continuaron, y sendos profesores exiliados
pasaron por aquellas aulas; y tuvo contacto con el poeta Carlos Pellicer quien sería una
importante influencia en su vida. Respecto a los años en la UNAM, conviene hacer dos
precisiones, la primera, que AMLO perteneció a una de las últimas generaciones que por
el sólo hecho de tener acceso a la educación universitaria formaba parte de una élite que
aspiraba a desarrollarse en la política; y que no se tituló porque le faltaron cubrir
requisitos.
En 1976 se llevaron a cabo elecciones federales. Aunque la oposición realizó
esfuerzos para fortalecerse ningún partido presentó candidato que pudiera significar
competencia para el oficial; José López Portillo -el logro más importante del sexenio fue
la reforma electoral de 1977 que dio inicio a una nueva fase dentro de la construcción de

9
Meyer, L. (2003). La Visión General. En Bizberg, I et Meyer, L. Una historia contemporánea de México:
Transformaciones y permanencias (pp. 13-31). México: Océano.
la democracia. Esta ocasionó que el PRI pasara de ser un partido hegemónico a un partido
dominante en crisis-. Mientras tanto, Tabasco había cambiado drásticamente
consecuencia del descubrimiento de yacimientos petroleros a principios de los 7010. Entre
1971 y 1977, el gobernador fue Mario Trujillo García, durante su mandato Tabasco fue
una de las economías más dinámicas del país gracias a Pemex que significó un salvavidas
para la región, aunque no fue impulsor de desarrollo y sus acciones no redujeron la
desigualdad. Además, su entrada en el estado generó que se evidenciara la incapacidad
del gobierno para responder a las demandas de servicios y dos grupos contrapuestos: los
petroleros y los locales; entre los que se generó una dinámica que estableció un nuevo
estilo de relaciones y cuyas consecuencias se hicieron presentes a partir de ese momento.
En 1976, AMLO fue invitado por Pellicer a formar parte del equipo que apoyaría
su candidatura como senador, impulsado por el PRI. La campaña a ras de suelo y la
política de plaza de Pellicer marcarían definitivamente la comprensión de AMLO de las
campañas. Después de aquello AMLO se afilió al PRI. Esto era una necesidad si se quería
hacer carrera, pues el desarrollo de esta sólo era posible al interior del partido. AMLO
trabajó unos meses como Director de Estudios Sectoriales de la Secretaria de Promoción
del Estado de Tabasco, para luego obtener el puesto de director del Centro Coordinador
Indigenista Chontal dentro del Instituto Nacional Indigenista (INI), en 1977, gracias a la
intervención de Pellicer, quien pidió al que sería el siguiente gobernador Rovirosa -el
mandato de este se caracterizó por la opulencia que no generó un desarrollo coherente.
En 1981, enfrentó el revés del boom petrolero, sin que aquello repercutiera en los recursos
asignados a la localidad; aunque se dieron modificaciones por los procesos al interior de
Pemex y la conflictividad entre los locales y los foráneos se hizo presente- que ayudara a
AMLO.
Dentro del INI, AMLO buscó de distintas maneras, mejorar la vida de los
indígenas; estableciendo una serie de políticas que desagraviaran a la población; y esto
en continuidad con la línea que hasta entonces había seguido el gobierno. Contó con el
apoyo de líderes capaces de movilizar gente: activistas de grupos excluidos de la arena
política fueron invitados a participar y la estructura creada por la iglesia católica que era
afín a la teología de la liberación y que se había implantado en la zona11. Los programas

10
Para información al respecto, consultar: Ortiz, M. (2009). Historia de la Explotación Petrolera en
Tabasco. 1900-1960. México: Petróleos Mexicanos y Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, p. 72.
11
Cometario de la Dra. María Luisa Tarrés en el contexto de un seminario de presentación de trabajos
doctorales en el COLMEX-CES, que se llevó a cabo el 25 de septiembre del 2013.
que propulsó fueron reconocidos como logros del gobierno de Rovirosa12 lo que le valió
que su carrera política se viera favorecida. Gracias a las buenas relaciones que tejió
recibió apoyo y recursos; aunque en contra parte se le pedía apoyar ciertas iniciativas. Así
encontramos la primera movilización comandada por AMLO en 1979, contextualizada
por la tensión que creó el Pacto Ribereño, luego de que López Portillo propusiera una
reforma al artículo 27 para facilitar la penetración de Pemex en las zonas agrícolas.
Diversos actores entraron en conflicto: el gobierno local y federal, la Confederación
Nacional Campesina y el Pacto Ribereño. El gobierno de Rovirosa organizó funcionarios
–entre ellos AMLO- para que realizaran bloqueos, con el objetivo final de garantizar los
recursos del estado.
Entre tanto, AMLO conoció a Rocío, se casó y tuvo tres hijos.
En 1982 sobrevinieron cambios importantes a nivel federal: hubo una devaluación
el 17 de febrero y se celebraron elecciones. El PRI apoyó la candidatura de Miguel de la
Madrid. Aun sabiendo que llegaría a la presidencia, se realizó una campaña buscando
legitimarlo. El Partido de Acción Nacional (PAN) –la oposición de derecha en el espectro
mexicano- tuvo posibilidad de afianzarse; según Bartra debido a que compartía el mismo
imaginario social de una parte de la población. Aunado a ello el PRI entró en crisis a
partir de diciembre producto de problemas internos, de los vicios que se habían
incrementado en los últimos sexenios, de las condiciones socio-económicas del país y de
la incapacidad del régimen para responder a las demandas de la sociedad. A partir de
entonces los pactos que el partido había realizado con los algunos actores fueron menos
respetados; y los grupos que surgieron no encontraron vías de integración. Esto beneficio
a algunos grupos de izquierda y al PAN; pero predominantemente al PAN que ganó
diversos puestos de elección popular en el norte. Los triunfos le fueron reconocidos hasta
que se consideró que su posición se estaba fortaleciendo demasiado. A partir de entonces
tuvo que protestar para defenderla. El mandato de De la Madrid comenzó debiendo
encarar la crisis económica del 82, que no fue la única del periodo. Entre tanto, Tabasco
se había convertido en un bastión clave a nivel nacional a causa de la cantidad de recursos
que la federación le asignaba13; empero, los problemas sociales y políticos no dejaban de
crecer. A la par de las elecciones presidenciales, se comenzó a hablar del sucesor en el

12
Ruíz Abreu, C. y Fabregas Puig (2009)2. Historia Política y Contemporánea de Tabasco, Tomo II.
Villahermosa: Gobierno del Estado de Tabasco, pp. 185-200.
13
Assad, C. (2011). Tabasco. Historia breve. México: COLMEX y Fondo de Cultura Económica, pp.
252-258.
estado; el elegido fue Enrique González Pedrero. Este requirió en torno a él el apoyo de
grupos para afianzarse en el estado. Gracias a ello, AMLO se integró en el equipo de
gobierno. Primero, apoyando en la campaña mediante la realización de foros. Y luego,
como presidente local del PRI. Empero, poco tiempo después y por entrar en conflicto
con los intereses de los gobiernos municipales, el gobernador marcó su distancia, le
informó que debía dejar el puesto aunque le propuso el de oficial mayor; al que renunció
un día después de haberlo aceptado.
Así fue como la familia que había fundado llegó a la ciudad de México. Luego de
una época de inestabilidad en la que AMLO aprovechó para titularse y extender sus redes;
consiguió trabajo en el Instituto Nacional del Consumidor.
Entre tanto, la ciudad de México vivió los sismos del 85 que marcaron una ruptura
en la vida de la ciudad, la comprensión de la política y el rol del estado en los procesos,
y desencadenaron la organización ciudadana en la que más tarde se apoyaría el frente que
estaba por articularse. Y es que en 1986 se dio una reunión fortuita entre Cuauhtémoc
Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo en el PRI. Estos personajes concurrieron con otros
políticos -cuya progresión de carrera se había estancado- para criticarlo y discutir acerca
del abandono de los ideales revolucionarios, el aumento de influencia de los tecnócratas
y la sucesión presidencial para la que no tenían oportunidad de ser candidatos. Esto fincó
las bases de lo que más tarde sería el Frente Democrático Nacional (FDN) y después el
PRD. Para 1988, este grupo presentó como candidato a quien fuera su líder C. Cárdenas.
Desde ninguna trinchera se esperaba que su posición resultara tan favorecida. Como sea
el día de las elecciones el nuevo sistema de conteo de votos por computadora, “se cayó”
y resultó ganador el candidato del PRI, Carlos Salinas. Si bien el FDN organizó la
protesta, esta se desdibujó ante la inacción del líder.
Durante su gobierno, Salinas concentró importante cantidad de poder y se dedicó
sobre todo a los asuntos económicos, dejando del lado en apariencia la parte política;
desechó el discurso del nacionalismo revolucionario y lo remplazó por el de la
modernización. Para enero de 1989, los partidos que conformaron el FDN ya habían
regresado a los espacios políticos que ocupaban. El Partido Mexicano Socialista (PMS)
y algunos grupos decidieron crear el PRD (Partido de la Revolución Democrática)14. Para
oficializar la decisión Heberto Castillo, fundador PMS, les cedió su registro.

14
Pivron, A. (1999). Anatomía de un partido de oposición mexicano: la estructura del juego político en el
Partido de la Revolución Democrática (1989-1997). Estudios Sociológicos XVII , pp. 239-272.
Poco tiempo después AMLO fue invitado a incorporarse como candidato para
gobernador de Tabasco a la estructura; cosa relevante pues aquellas fueron las primeras
elecciones luego de las federales. Así empezó en camino de AMLO en la oposición. Una
oposición que en aquella época se movilizaba para ganar su lugar en el juego político
mexicano. Además de la candidatura de AMLO, hay otras que pueden ser consideradas
paradigmáticas en la historia de la alternancia, la de Ernesto Ruffo Appel, candidato del
PAN para la gubernatura de Baja California en 1989; la de Salvador Nava candidato del
Frente Cívico Potosino, coalición formada por el PAN y el Partido Demócrata Mexicano
en San Luis Potosí en 1991 y la de Vicente Fox candidato del PAN al gobierno de
Guanajuato el mismo año15.
En aquellas elecciones y en las que vinieron después AMLO recibió el trato que
el PRI le reservaba a la oposición, cosa que fue documentada por diversos actores. Los
comicios se realizaron el 9 de noviembre16, y AMLO no ganó. Estos significaron en la
política local la desarticulación de un sistema. El PRI intentó normalizar a AMLO para
que aceptara los resultados. Este rechazó los avances aduciendo que ya se habían
presentado las quejas a las autoridades correspondientes, y que la voluntad del pueblo “no
era negociable”. A la par se inició un movimiento postelectoral que fincado en giras,
plantones a nivel local, el establecimiento de un “gabinete de la sombra” que hizo trabajo
de base de cara a la población todo el periodo y un plantón en la ciudad de México luego
del “primer éxodo”; terminó permitiendo que el ya formado PRD se implantara en la
localidad e indirectamente abonó para la destitución de Neme; que empero, fue vivida
por el grupo como producto directo de sus acciones. Debido a las acciones de resistencia
y la implantación del PRD, el gobierno local dispuso de dos vehículos oficiales que de
manera clandestina vigilaban a AMLO. La atención sobre él se acrecentó aún más luego
de que encabezara la resistencia en contra de Pemex, una causa de lucha constante en la
región.
En mayo 1992 AMLO se fue invitado a incorporarse a la organización de la
campaña de Heberto Castillo para gobernador de Veracruz, que junto con la de
Michoacán, eran las más importantes17. Esta significó la posibilidad de pasar de un

15
Las similitudes y diferencias de estos casos son sucintamente analizados en la tesis.
16
Según los resultados oficiales Neme –el candidato del PRI- obtuvo el 77.94%, AMLO el 21.19%, Castillo
Pérez, candidato del Partido Democrático Mexicano el 0.88% y el abstencionismo fue del 57.84%. López,
A. (2000). Tabasco, víctima del fraude electoral. México: Nuestro Tiempo, pp. 109 y 137. Corroborado
con los datos del IFE.
17
Para ello, AMLO tuvo que dejar Tabasco y la dirección del PRD local a cargo de González Ballina.
liderazgo local a uno nacional y le permitió renovar sus vínculos con la facción liderada
por Castillo. Los resultados no favorecieron al PRD, que ya habiendo aducido fraude
desde la campaña, se movilizó.
Hasta 1993 México parecía encontrarse en una época de estabilidad. Empero,
desde el sexenio anterior era evidente que el PRI se encontraba es una situación
completamente diferente a la de partido dominante. Desde el sexenio de Salinas se fueron
dando los procesos de alternancia, en los que la oposición fue ganando progresivamente
plazas de cada vez mayor importancia. En aquel momento se podían hacer
interpretaciones a dos ritmos: entre 1988 y 1991 parecía que el PRI recuperaba su
posición en lo que fue conocido como la restauración intermedia; empero, se dieron casos
de lucha de la oposición que matizaron el juego político. Al mismo tiempo, las luchas al
interior del PRI se hacían latentes. En diciembre comenzó la carrera presidencial. Esta se
vio atravesada por la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio18 y por el
levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; aquello rematado por una
serie de asesinatos políticos, de los que el paradigmático fue el del candidato priista a la
presidencia Colosio. A partir de ello las candidaturas y las acciones de proselitismo,
sufrieron modificaciones importantes. El PRI terminó apoyando a Zedillo, el PAN a
Fernández de Cevallos y el PRD a C. Cárdenas. El candidato del PRI ganó las elecciones
y las posiciones y prácticas que adoptó luego, favorecieron la transición a la presidencia
en el año y modificaron la forma en que los actores se posicionaron.
En 1994 tuvieron también lugar elecciones en Tabasco. AMLO era el candidato
natural a gobernador del PRD, tanto por el trabajo de posicionamiento del partido que
había llevado a cabo, como por las relaciones que había tejido y que habían significado
la consolidación de su liderazgo. Las condiciones de las elecciones fueron bastante
inequitativas. Estas se llevaron a cabo el 20 de noviembre. Antes de ellas, se había
acordado un pacto entre AMLO y los otros actores de cabal respeto a la legalidad, empero
desde muy temprano en aquella jornada se registraron irregularidades que AMLO
denunció a los medios sin necesidad de pruebas, pues el ambiente se encontraba
enrarecido. Luego de la ratificación de Madrazo, AMLO se dispuso a organizar la
protesta, que fue muy conflictiva. Luego de uno de los mítines, se decidió dirigir las
acciones a la ciudad de México a través de “La Caravana por la Democracia” que no

18
Es un tratado que se estableció entre México, Estados Unidos y Canadá para favorecer la integración y
la cooperación económica de la región.
recibía en apoyo soldado del PRD y cuyos resultados se vieron comprometidos por el
juego político a nivel nacional. Mientras tanto, en Tabasco la movilización se desarrollaba
en dos frentes: el PRI temiendo que hubiera negociaciones con el centro y el PRD
amenazando con cerrar pozos. Con la ratificación de Madrazo iniciaron los cierres y los
actores se manifestaron tanto a favor, como en contra de las acciones. La toma de
posesión de Madrazo se convirtió en una prueba del juego de la oca, con la protesta
perredista en torno a él; el gobierno mando llamar a 3000 elementos del ejército que
convirtieron al aeropuerto de Villahermosa en su base militar, ante un supuesto ataque
inminente del EZLN. Luego de la toma de protesta, a Madrazo se le vio en pocos eventos.
AMLO continuó la protesta, cuya conflictividad no disminuía. Mientras tanto, Zedillo se
dio cuenta de que requería el apoyo del PRD para realizar las sexenales reformas
electorales. Como muestra de buena voluntad, decidió resolver los conflictos en Chiapas
y Tabasco. No podía destituir a Madrazo, por lo que le ofreció un puesto en el gabinete.
Este inseguro de su posición y de una posible destitución de un puesto como aquel, y
aprovechando la modificación que se daba de las reglas del juego político, decidió
permanecer en la gubernatura, lo que a la larga afianzó su lugar. Ante aquello AMLO
realizó un “segundo éxodo”. Este parecía condenado al fracaso hasta que por un golpe de
buena fortuna el grupo en torno a él, encontró e hizo públicos los gastos de campaña de
Madrazo. En un principio Madrazo y su equipo intentaron descalificar la información.
Luego, buscaron explicar la procedencia de los recursos. Finalmente, declararon que
buena parte de aquellos fondos había servido para apoyar la campaña de Zedillo. El
mensaje fue comprendido, si Madrazo era juzgado intentaría involucrarlo19. Las
investigaciones iniciaron, pero no llegaron muy lejos. Todo aquel asunto significó en la
carrera política de AMLO una visibilidad sin precedentes.
Durante el tiempo que AMLO vivió en Tabasco, no dejó de manifestarse y de
organizar acciones de resistencia. Las más importantes fueron los cierres de caminos que
conducían a pozos petroleros en la Chontalpa20. De acuerdo con la movilización, las
acciones se emprendieron justificadas por la mala administración del petróleo, los daños

19
En aquel momento y gracias a los documentos que AMLO presentó, se mostraba la contribución de
Carlos Cabal Peniche a las campañas de Colosio, Zedillo y Madrazo; el banquero dio 15 millones de dólares
a Colosio, 5 millones a Zedillo y 5 millones a Madrazo. (López, A. (1995). Entre la historia y la esperanza.
México: Grijalbo, p. 231). Este declaró que estos “donativos eran normales en México” López, A. (1999).
Fobaproa: Expediente abierto. Reseña y archivo. México: Grijalbo, p. 44.
20
La causa se aquella movilización puede rastrearse en la reducción de producción de petróleo en 1991.
Aquello ocasionó el despido de muchos trabajadores. (Áviles, J., Op. Cit., p. 102). Además de descontento
aquello redundó en descenso social de algunos.
ecológicos, el desvío de recursos y la amenaza de privatización de PEMEX21. Algunos
analistas aumentaron el descontento por los resultados electorales y el retraso en el pago
de las indemnizaciones. Como parte de las acciones de resistencia, se acordó en un mitin
que nadie opondría resistencia a la policía. En total hubieron doscientas personas
detenidas y los grupos de refuerzos se fueron dando de cien en cien. El gobierno declaró
que era imposible dialogar con los perredistas. Entonces, se amenazó de encarcelar a
AMLO. Se giraron en su contra 12 órdenes de aprehensión que nunca se concretaron; en
gran medida por la intervención de Muñoz Ledo. Para abril de 1995 AMLO había
aceptado que Madrazo gobernaría aunque no aceptaba los resultados electorales. El
gobierno a través de la prensa lo atacó estigmatizándolo por medio de panfletos y notas
periodísticas. Pese a ello, su carrera política siguió adelante.
En 1996 y luego de que el PRD hubiera atravesado, de acuerdo con
Prud’homme22, cuatro fases de desarrollo, AMLO se postuló candidato a la presidencia
nacional del partido. El apoyo le vino dado por C. Cárdenas -quien era el líder
indiscutible- lo que no fue bien interpretado por el resto de los actores, debido a que desde
hacía tiempo se escuchaban críticas a la forma en que ejercía el poder, y la lucha entre
grupos se hacía presente. AMLO ganó el puesto gracias a que las reglas formales y los
acuerdos implícitos jugaron en el mismo sentido23. Comenzó su periodo el el 3 de agosto
y renunció en el 2000 para contender por la jefatura de gobierno del DF. AMLO fue el
cuarto presidente del PRD24. Su periodo se caracterizó porque hubo mayor cantidad de
recursos, por la disminución de influencia de C. Cárdenas y por la capacidad de las
facciones para consensuar. Organizacionalmente, hubo búsqueda de unidad y se
implantaron estructuras corporativistas. En cuanto a las relaciones con el gobierno
federal, se mostró abierto al diálogo, pero estuvo poco dispuesto a apoyar iniciativas que
a su parecer fueran en contra de la ciudadanía o de los principios del PRD. Esto llevó a
que en numerosas ocasiones fuera la voz crítica del sistema, lo que le hizo ser solicitado
por los medios para opinar sobre asunto controvertidos, entre los que el más destacado es
el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA). AMLO se invirtió a tal punto
en el asunro que hizo una gira para informar a la población y una consulta; lo que le valió

21
Desde aquella época AMLO estaba convencido que el gobierno pretendía privatizar Pemex.
22
Prud'homme, J. (1996). El PRD: su vida interna y sus elecciones estratégicas. México: CIDE
Documento de Trabajo.
23
Martínez, V. (septiembre-diciembre 2005). Un partido muy partido: el PRD y su dirigencia 15 años
fraccionada. Estudios políticos, num. 5, octava época.
24
Sus predecesores fueron Cuauhtémoc Cárdenas, Roberto Robles Garnica y Porfirio Muñoz Ledo.
ser públicamente la voz crítica a la decisión del gobierno. Además, le tocó intentar
modificar el imaginario ligado a la violencia que rodeaba al partido a causa de la
estigmatización y sus vínculos con los movimientos sociales; y consolidarlo
electoralmente. Para ello se utilizaron elecciones primarias, redistribución del
presupuesto, la instauración de las Brigadas del Sol25, la publicitación del PRD a través
de una gira nacional y el apoyo a personalidades que pudieran asegurar el éxito. Esto
último significó que se eligieran personajes externos -mayoritariamente del PRI-, que se
incorporaban por la candidatura –en un momento donde los políticos migraban a la
oposición por oportunidad política- aportando su capital, pero ocasionando tensiones por
luchas por el poder mediadas por la percepción de que se privilegiaba a los recién
llegados. De las elecciones que le tocaron encabezar algunas resultaron paradigmáticas
por los éxitos que significaron; tales como las de Guerrero y Edo de México, y la primera
elección para jefe gobierno de la que C. Cárdenas resultó victorioso. Con la consolidación
del PRD como actor político, sus miembros empezaron a vivir de la política engrosando
las filas de la burocracia profesional. A partir de entonces, el desarrollo de carrera se dio
por medio de rotación de cuadros de los grupos predominantes. El final del periodo estuvo
marcado por las apasionadas declaraciones de AMLO contra el Fobaproa y por las
elecciones internas para elegir Presidente Nacional. Su última tarea fue la organización
de dichas elecciones. Al no tener vínculos firmes con ninguna corriente, no hubo delfín.
El proceso estuvo envuelto en el escándalo por el poco apego a los procedimientos
democráticos; al punto que tuvo que repetirse. Desde que esto se supo, los candidatos
reafirmaron sus vínculos con grupos al interior del partido y realizaron negociaciones,
llevando a que se dijera que la sucesión se había convertido en un asunto de pactos 26; y

25
Las “Brigadas del Sol” son un grupo de activistas pagados, -entre 600 y 1000 pesos al mes. González,
Luz (agosto de 2009), entrevistada por la autora. OMCIM, Elecciones 2009. (13 de julio de 2009).
Consultado el 9 de abril de 2012, de Pago incumplido a brigadistas del PRD:
http://omcim2009elecciones.wordpress.com/2009/07/13/pago-incumplido-a-brigadistas-del-prd/ Zepeda,
J. (2005). Andrés Manuel López Obrador. El Rayo. En J. Zepeda, et.al., Los Suspirantes. Los precandidatos
de carne y hueso. (págs. 9-37). México: Planeta, p. 29.
26
Se dijo que García sería la ganadora a cambio de puestos de importancia para Ortega y su gente; y esto
dejó en muy mala posición la democracia interna del partido. Los acuerdos se vuelven evidentes cuando se
piensa en lo que pasaba al interior del PRD con relación a las diversas corrientes: García representaba al
grupo de la izquierda radical, que se había debilitado; Ortega pertenecía a la izquierda política que se había
convertido en la postura generalmente aceptada; que García ganara no tiene lógica si se toma en cuenta este
hecho. Encontramos esta idea en: Ortíz, F. (1999). La sucesión en el PRD se reduce a pactos de interés.
Los grupos decidirán quien encabeza la dirección nacional. Proceso, número 1165, p. 16, y Martínez
González, V. (2005).1 Fisiones y fusiones, divorcios y reconciliaciones. La dirigencia del Partido de la
Revolución Democrática (PRD) 1989-2004. México: Centro de Estudios Políticos y Sociales de Monterrey,
AC, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, Facultad de Contaduría y Administración, UNAM,
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y Plaza y Valdés.
eso se mantendría como parte de la forma de funcionamiento del PRD a partir de
entonces27. Aquello llevó a que se desataran publicamente una serie de críticas en contra
del partido.
Al dejar la presidencia del PRD, AMLO regresó a Tabasco y realizó un recorrido
que llamó “la marcha de los mil pueblos” buscando restablecer lazos con la población
pues esperaba ser candidato a gobernador. Aquello finalmente no sucedió por los arreglos
al interior del partido que terminaron solicitándolo como candidato para jefe de gobierno
de la ciudad de México. La candidatura desde el principio –al interior del partido-
despertó la animaversión de los contendientes a causa del domicilio de AMLO, quien
presuntamente no cumplía con los tiempos necesarios viviendo en la localidad para ser
candidato. Salvado este requisito al interior del partido, se desató la controversia al
exterior. Los candidatos del PRI y del PAN adujeron aquello como causa para que este
fuera descalificado, pero solo lograron que la posición de AMLO se fortaleciera. Esto,
aunado a que la jefa de gobierno sustituta, Rosario Robles, -C. Cárdenas había renunciado
para entonces buscando contender a la presidencia- hizo proselitismo a favor suyo de
forma indirecta; slogans, el uso de las brigadas del sol y su posición fortalecida gracias a
los posicionamientos en torno al Fobaproa; le permitieron ganar el puesto. Ya desde la
campaña, se escuchaba el canto de cisne de su relación con C. Cárdenas.
AMLO fue el segundo jefe de gobierno electo de la ciudad de México, desde el
principio de su mandato, marcó distancia con el presidente de la alternancia, Vicente Fox,
con quien mantuvo relaciones que tuvieron ciclos que fueron de la cooperación al
conflicto. A este respecto es importante señalar que en México, la alternancia no sucedió
como en otras latitudes donde hubo un claro momento fundacional, fue un proceso con
idas y vueltas, donde se fueron flexibilizando de forma controlada las condiciones de
competencia y participación. Una parte de ello se vio reflejado en la aceptación de
resultados adversos al partido oficial; y otra, en las reformas en el ámbito electoral. Una
forma de explicar dicho proceso es la que adelanta Modoux, donde la alternancia es vista
como una cesión de espacios, en la que el PRI tuvo que ir haciendo compromisos con la
oposición para evitar perder el poder; así, cedió lo que no resultaba primordial y conforme

27
Al interior del partido, se instauró un hábito que aunque no promovió la democratización interna, sirvió
para resolver el problema de definir quienes estarían en la cima del partido. Ya que no era posible canalizar
los conflictos por vías legales, se aceptó como parte de la normalidad que quien obtuviera el segundo lugar
tendría derecho al segundo puesto de importancia dentro del CEN. Los arreglos informales fueron
preferidos por que aminoraban la posibilidad de que se produjeran rupturas. Esta nueva regla, permitió que
se dieran contrapesos, pero ocasionó luchas entre los grupos y que las minorías se aliaran al mejor postor y
se vivieran como externas.
fueron aumentando las demandas se incrementaron los espacios; siempre y cuando se
estuviera en un contexto de baja legitimidad, lo que le permitía al PRI recuperar y
mantener la fachada de democracia28. Aquello significó que la oposición obtuvo triunfos
a nivel municipal y luego estatal, y así sucesivamente. Al respecto convendría
preguntarnos hasta donde terminó el proceso en el año 2000, pues aunque el PRI perdió
la presidencia, conservó mayoría en las cámaras y gubernaturas29. La alternancia puede
también ser entendida como el resultado de dos ciclos, uno corto y uno largo, que están
ligados a rupturas que se dieron a nivel global en dos fechas específicas y que pueden ser
interpretadas como parte de una tendencia general30. El corto está ligado a la historia de
la cisión del PRI en 1988; y el largo con el movimiento del 68 que marcó una ruptura,
que significó el crecimiento de una nueva cultura política, donde el PRI no encontró
fuentes de legitimidad; y de la crisis de las políticas nacionalistas, en las que ya nadie
creía. El proceso de alternancia dentro de la oposición no se acompañó de la adopción de
nuevas formas de entender y hacer la política31. Se reprodujeron hábitos y prácticas del
PRI porque estos eran los más adaptados para el juego político. México quedó atrapado
entre dos modos de entender y hacer política: el autoritario-tradicional y el democrático.
Las elecciones del 2000 significaron un momento de reconfiguración en el contexto de
una prolongada crisis institucional y socio-política; que representó la apertura de una
nueva fase en la que predomina la superposición de actores, demandas y conflictos.
Empero, como toda reconfiguración significó un mecanismo de prolongación de las
lógicas excluyentes. Fox llegó al poder en medio de esta tensión; en aquel momento varias
opciones parecían posibles: se podía optar por destruir prácticas y valores ligados al
priismo, seguir con la misma dinámica o encontrar compromisos entre viejas y nuevas
formas; una suerte de nuevo híbrido. Esta última opción prevaleció, en parte porque
durante los primeros meses del gobierno foxista se creó una burbuja de ambigüedad.
Frente a ella los actores establecieron una serie de estrategias que buscaban asegurar su
lugar. Estas negociaciones construyeron el entramado sobre el que se habría de tejer la
política del México posterior a la alternancia. Luego del proceso la gran lección fue que

28
Modoux, M. (2006). Démocratie et Féderalisme au Mexique (1989-2000). Paris: Karthala.
29
El estudio de Modoux no incluye la alternancia a nivel federal, pero si el de Cansino y Covarrubias que
siguen esta misma línea de reflexión. Cansino, C. y Covarrubias, I. (2007). Retóricas y Dinámicas del
populismo en México: un análisis desde la teoría política. Enfoques, Universidad Central de Chile, Santiago
de Chile, número 007, pp. 37-72.
30
Rivera, M. (27 de enero de 2001). El desarrollo capitalista abre espacios al empobrecimiento cultural:
Bartra. Proceso.
31
De hecho para Meyer se mantuvieron estructuras que desde la colonia se habían creado, simplemente se
adaptaron. Meyer, L. (2013). “Nuestra tragedia persistente”. México: Debate. p. 30.
esta per se no garantiza la modificación de las reglas del sistema político, ni que los
actores adoptarán prácticas más democráticas, ni que quedan asentadas las mínimas
condiciones para modificar las instituciones.
El mandato de Fox generó altas expectativas que no pudieron ser cumplidas,
generando la percepción entre la población de que la alternancia de poco había servido.
AMLO como jefe de gobierno, puso en marcha una serie de programas de ayuda
social dirigidos a diversos sectores y de muy diversa índole, que empero no se
concentraron en las zonas de pobreza, sino en aquellas que parecen reportar más
políticamente –cosa que se detalla en el trabajo-. Además de ellos, se le recuerda por sus
conferencias de prensa matutinas que marcaban la agenda noticiosa, le dieron visibilidad
y le permitieron reducir los costos de comunicación manteniendo una imagen de
coherencia por parte de su gobierno. Aunado a ellas, apareció la atención matutina a los
ciudadanos que conscientes del horario del jefe de gobierno, decidieron acercarse a él
para recibir apoyo o agradecerle su ayuda. De igual forma, se deben resaltar las diversas
controversias que creó y enfrentó: que la ciudad no se alineara al horario de verano,
negarse a implementar los mecanismos de transparencia y acceso a la información
pública, el desarrollo de una serie de obras públicas de la que la más conocida fue la
construcción del segundo piso y que causaron revuelo entre ciertos sectores de la
población, la modificación del código electoral de la ciudad de México en un sentido que
propiciaba que el PRD se pudiera empotrar en la entidad como una fuerza hegemónica,
no realizar el pago de la indemnización del paraje de San Juan, los video-escándalos y el
desafuero. Los dos últimos fueron por mucho los más importantes, y permitieron a la
larga que AMLO fijara su posición en el espacio público y ganara la simpatía de sectores
que hasta entonces no se habían manifestado en el espacio político. Pero no nos
adelantemos, para entender mejor lo que estos significaron, debemos saber que para el
2004 el ambiente político se encontraba enrarecido y todas las fuerzas había atravesado
escándalos -el IFE incluído-, menos el PRD –que seguía adelantándose como la medida
de la honradez-. Empero, a partir de aquel momento sus prácticas también fueron
expuestas, modificando la configuración interna del partido. Desde el principio AMLO
interpretó lo que ocurría como una estrategia para descalificarlo montada por los
“hampones de la derecha” que se daban cuenta de sus posibilidades de llegar a la
presidencia. En realidad los escándalos son la punta del iceberg de un proceso de
descomposición que se gestaba de tiempo atrás32. En el año 2000, Rosario Robles llegó a
la presidencia del partido, contaba con que esta sería la plataforma para llegar a la
candidatura a la presidencia del país. Estaba apoyada muy de cerca por Carlos Ahumada,
un empresario. Contra el apoyo al partido, este solicitaba ser beneficiado al momento de
las licitaciones en las localidades donde este estaba implantado. Cuando sus pagos
comenzaron a atrasarse decidió tomar cartas en el asunto poniendo al descubierto los
malos manejos del PRD. El grupo en torno a AMLO, muy probablemente comprendiendo
que beneficiarlo era fortalecer a Robles decidió tomar su distancia. Esto llevó a una
estrategia que intentando presionarlo generó el episodio conocido como los video-
escándalos.
Todo comenzó cuando se hizo público el sueldo del chofer de AMLO, que no
correspondía a lo esperado para tal puesto. Este no tuvo nada que ver con Robles y
Ahumada, pero preparó el escenario, al igual que el intercambio de terrenos en Santa Fe
por bultos de cemento –que no parecía beneficioso a los intereses del gobierno de la
ciudad-. El 3 de marzo se presentó ante los medios un video en el que se veía a Gustavo
Ponce entonces Secretario de Finanzas del GDF, en el Casino Bellagio de las Vegas,
apostando. Al día siguiente, AMLO hizo declaraciones para aminorar las consecuencias,
separó de su cargo a Ponce y defendió su honestidad pidiendo derecho de réplica. De él,
la población no supo más nada. Entonces AMLO comenzó a avanzar el discurso del
complot que fue ratificado por WikiLeaks más tarde. Poco después hubo una segunda
entrega en el programa El Mañanero de Televisa, conducido por Brozo33. Un video en el
que se veía a Bejarano34, -uno de los personajes más importantes de la administración y
una de las piezas clave del triunfo de AMLO en el 2000-, recibiendo dinero de Ahumada.
Este en vivo, y sin saber que lo estaba, tuvo que explicarse. Aquel día hubo control de los
daños y el 5 hubo una junta donde se discutió la situación acordando culpar a Robles de
la situación. A partir de entonces todos los involucrados adoptaron un discurso en ese
tono. Los videos desataron caos; todos los que habían tenido tratos con Ahumada
intentaban desligarse de él y que su nombre no saliera a la luz pública. A causa de ello,

32
Por esa época también ocurrieron el escándalo de Yeidckol Pollevnsky y de la sucesión en Tlaxcala; el
partido comenzaba a “requerir” constantes procesos de refundación para poder mantener su imagen.
33
Brozo es un personaje creado e interpretado por Víctor Trujillo. Este hizo un juego de palabras entre
Bozo, y broza, -que significa gente vulgar e irrespetuosa-; su objetivo al crear al personaje era fuera un
payaso para divertir borrachos. Ante el éxito se convirtió en conductor del programa El Mañanero,
volviéndose un líder de opinión.
34
Bejarano no había sido elegido vocero al azar, desde tiempo atrás tenía relaciones ásperas con el grupo
de Robles.
de la necesidad de dar una explicación y de las posibles consecuencias; se llevó a cabo
una reunión en Morelia el 6 de marzo del 2004. Esta se convirtió en una especie de
tribunal que juzgó a los involucrados. Luego de esta, Sosamontes y Robles renunciaron
y Godoy fue designado presidente nacional. Su interés mayor estuvo dado porque los
video-escándalos quedaran en el pasado, pues las elecciones del 2006 se acercaban a
pasos agigantados.
Las elecciones internas no estaban lejanas; ya en enero del 2005 se hablaba de los
sucesores. Estas resultaban importantes pues se acercaba la elección presidencial y las
posibilidades de ser el elegido candidato –sobre todo a la presidencia- dependían de quien
quedara a la cabeza. AMLO exteriorizó su apoyo a Leonel Cota Montaño -el candidato
más fuerte y un personaje que se le sabía cercano- repitiendo los hábitos que habían
acompañado a los primeros años del perredismo y que estaban ligados a los del priismo.
Como respuesta C. Cárdenas dijo que dentro del PRD no había condiciones para el
desarrollo de la democracia, la unidad y la paz; y no se pronunció a favor de nadie. A los
pocos días dentro del PRD se declaró que se le pediría a AMLO que pensara en un
personaje más neutral, pues era obvio que si Cota quedaba a la cabeza los dados estarían
cargados a su favor. Supusieron que si aceptaba se podrían limpiar los procesos de
elección. AMLO no escuchó la petición, haciendo una demostración de fuerzas y de su
lugar.
Así, el tablero se configuraba al interior del partido. Poco tiempo después vino el
escándalo por el desafuero, donde se generaron una serie de eventos que configuraron el
escenario para que su posición se soldara y generaron imaginarios compartidos que le
permitieron fortalecer su liderazgo y extenderlo a nivel nacional. La PGR determinó el
17 de mayo que AMLO debía ser juzgado por desacato, pues se negó a interrumpir una
serie de trabajos para construir un camino para el hospital ABC, en un terreno expropiado
por la ciudad de México, que estaba en disputa. Para ello tenía que ser desaforado35. Ante
aquello, el PRD decidió romper con el poder ejecutivo. El asunto se mediatizó y a los
pocos días sectores de la sociedad se pronunciaban a favor de AMLO, y una serie de
elementos simbólicos comenzaron a ser movilizados. En aquel momento comenzaron a
congregarse en torno a él sectores que no necesariamente habían simpatizado con sus
ideas, pero que se involucraron percibiendo injusticia y la amenaza del gobierno federal
de bloquear a un participante en la contienda del 2006. Así se iniciaron las

35
En México las personas que ostentan puestos de elección popular cuentan con fuero. Es decir, una
protección para no ser juzgados por las acciones que realicen en tanto que autoridad.
movilizaciones. El 1 de abril del 2005, se decidió que existían pruebas suficientes para
juzgar a AMLO y que los diputados debían votar. La cámara falló en contra suya. AMLO
dejó su puesto de jefe de gobierno y comenzó a construir la movilización sobre la que
habría de anclarse la campaña electoral del 2006 –para la que ya había empezado a
realizar una serie de giras presentando sus propuestas a la población36, sin explicitarse
candidato-, donde gracias al evento pudo construir una serie de imaginarios que la ligaron
a la cardenista de 1988, lo que fortaleció su posición, y que le permitió generar una
estructura de apoyo las redes ciudadanas que se volverían la base de sus acciones y de la
estructura partidista que después fundaría.
Podríamos considerar que el proceso electoral comenzó mientras se resolvía el
asunto del desafuero, pues este ocasionó que se realizaran acomodos que configuraron el
escenario en el que se desenvolverían. Los candidatos para estas fueron Felipe Calderón
apoyado por el PAN, Roberto Madrazo por la Alianza por México: PRI y Partido Verde
Ecologista de México, Patricia Mercado por Partido Alternativa Social-Demócrata y
Campesina, Roberto Campa por Nueva Alianza, y AMLO por la Coalición por el Bien de
Todos: PRD, Partido del Trabajo y Convergencia.
Concentrémonos en lo que sucedió al interior del PRD. Para el año 2000, era claro
que C. Cárdenas seguía siendo la figura más importante. Empero, a lo largo del periodo
fueron surgiendo liderazgos que significaron una nueva configuración. Luego de la
renuncia de Robles, por primera vez desde 1988 fue posible la disputa por el liderazgo.
La batalla no fue sencilla, C. Cárdenas, muy pronto mostró que haría lo necesario para
ser candidato. Pero la oportunidad del PRD estaba en AMLO, quien a partir del desafuero
parecía adelantarlo37 y que aprovechó su posición para hacer demostraciones de fuerza
de cara al líder, hasta el punto que el día de una de las manifestaciones en contra del
desafuero, C. Cárdenas terminó siendo abucheado. Este proceso de lucha por el liderazgo
se dio en medio de tensión entre las diferentes fuerzas. En cierto momento, fue evidente
que AMLO adelantaba a C. Cárdenas en su oportunidad de llegar a la presidencia;
entonces las decisiones y recursos fueron puestos en sus manos, por parte del resto de las
fuerzas. Le dieron libertad de acción y disposición, esperando ver aquello compensado

36
Las propuestas de la campaña 2006 y 2012 se analizan en el documento final.
37
De hecho, C. Cárdenas en el XX Congreso Nacional del partido al momento en el que AMLO estaba
enfrentando el juicio por el desafuero, esperó a que éste terminara su intervención para hacer acto de
presencia.
más adelante38. AMLO obtuvo el control del partido39 y eso tuvo consecuencias en la
configuración del mismo, su imagen y la forma en que AMLO ejerció su rol. Pues hizo
cuando estaba en sus manos para cristalizar su lugar, se volvió intolerante a las críticas,
comenzó a tener más injerencia en la vida interna40 y evidenció que este se encontraba
bien posicionado gracias a él. En la campaña eso significó un problema al momento de
definir y modificar estrategias y una contradicción con el AMLO de 1994, que motivaría
la crítica. Igualmente, se debe mencionar que se siguieron favoreciendo procesos de
discusión viciados.
Para AMLO, de lo que se trataba durante la campaña era de mantener la posición
de ventaja. Quizá por ello optó por el inmovilismo, cosa poco conveniente por la larga
duración de estas. Mientras él actuaba así, sus adversarios pusieron en marcha estrategias
para posicionarse y descalificarlo. Al principio, la campaña fue muy parecida a aquellas
en las que había participado y manteniendo el mismo tipo de discursos –a ras de suelo,
intentando conectarse directamente con la población, con un discurso mesiánico y de
carencia-. Cuando las estadísticas comenzaron a reflejar que la estrategia no daba frutos,
se dejó ver que se necesitaría modificarla. Pero a AMLO le parecía que él quien debía
decidir. Como sea, al final si se realizaron modificaciones, que que no fueron suficientes
para reposicionarlo. Y es que los candidatos del PRI, y sobre todo el del PAN, pusieron
en marcha una campaña de desprestigio basada en el miedo, buscando construir un
monstruo popular anclado en la idea de la incivilidad, por medio de una serie de spots
televisados. AMLO la justificó bajo el discurso del complot. La Coalición que lo apoyaba
protestó y metió una serie de recursos ante el IFE para que interviniera. La mediación de
este tomó algunos días, lo que fue interpretado como una toma de posición a favor del
PAN. Los efectos de la estrategia de descalificación se vieron amplificados por la primera
parte de la campaña lopezobradorista y por una serie de errores que se cometieron que se
exploran en la versión extensa de este trabajo.
Las elecciones tuvieron lugar el 2 de julio envueltas en un ambiente de fuerte
tensión a causa de la polarización en torno a Calderón y a AMLO; y de la falta de señales
contundentes -más allá de las creencias de cada frente-; de que alguno llevaba la

38
Sánchez, Luis (7 de julio de 2009), entrevistado por la autora.
39
Esto tiene similitud con lo que ocurrió con los generales alemanes previo a la llegada de Hitler al poder.
Decidieron ceder recursos y posibilidades de maniobra, no calculando las consecuencias. Riess, C. (1951).
Gloria y Ocaso de los Generales Alemanes (Los generales alemanes frente a Hitler). México: Ateneo.
40
AMLO participó indirectamente en la designación de candidatos dejando a un hombre de su confianza
en de las mesas de discusión a aquel respecto.
delantera. Además, los seguidores de AMLO estaban seguros de que se fraguaría un
fraude sustentado en el complot y la campaña negativa. Y en contra parte, se esperaba
que si AMLO no ganaba, organizara una movilización a gran escala, tal como había hecho
otrora. Además, aquella jornada ocurrieron eventos que terminaron por perjudicar a
AMLO. La Otra Campaña, encabezada por el EZLN, llevó a cabo una manifestación en
la que invitó a la abstención –en consonancia con el discurso que avanzara desde el inicio
de la campaña electoral-; lo que pesó en algunos sectores afines a AMLO41. Además,
Elba Esther Gordillo –otro actor de importancia en la política mexicana- pidió a sus
contactos la promoción del voto masivo en favor de Calderón42. A saber, dentro del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, eso ocasionó que AMLO perdiera
otra capa de votantes, pues al interior de este había un voto diferenciado entre el PAN y
el PRD43.
A las 23 horas el IFE dio su anuncio oficial. Se reiteró lo que se había escuchado
a lo largo del día, los resultados no eran contundentes y el conteo rápido no permitía
determinar ganador, por lo que se había decidido esperar hasta el conteo total, el 5 de
julio. La reacción del IFE no fue suficientemente clara y generó desconfianza. Sobre todo
en el sector lopezobradorista, pues AMLO confirmaba haber ganado la elección, en un
momento donde de acuerdo con Tello, sabía que no estaba arriba; pero ante la indefinición
dio el primer paso. Enseguida se dirigió al zócalo, donde envió un segundo mensaje que
ratificó su triunfo y dejó claro que defendería el resultado. La gente le creyó. Los otros
partidos también se pronunciaron: Madrazo aceptó la derrota y Calderón afirmó que
respetaría la decisión del IFE, pero compartió una serie de encuestas en donde se le daba
la ventaja, proclamándose ganador también.
El 6 de julio del 2006 el IFE transmitió los resultados oficiales declarando
candidato electo a Calderón. Entre tiempo, AMLO se había dedicado a divulgar sus
pruebas. Como en Tabasco, la falta de credibilidad de las instituciones, los
procedimientos y la política convencieron más que los hechos. A partir de entonces inicio
el movimiento postelectoral. En un principio este se baso en manifestaciones y protestas
pacíficas en torno a quienes consideraban responsables de la situación; en un proceso

41
Las entidades en las que se concentraron el abstencionismo fueron el DF y el Estado de México. En estas
la preferencia electoral ha sido tradicionalmente a favor del PRD.
42
La prueba de esto se dio mediante la grabación de una llamada telefónica que tuvo con Eugenio
Hernández, entonces gobernador de Tamaulipas. (Mandoki, L. (Dirección). (2007). El fraude del 2006: la
llamada de Elba Esther Gordillo [Película]. México. Y Redacción. (25 de junio de 2012). Como en 2006,
el SNTE se apresta a ejecutar "acarreros" y compra de votos. Proceso.)
43
Tello, C., Op. Cit., p. 63.
siempre creciente. El 30 de julio se realizó un mitin que resultó un parte-aguas; por un
lado, mostró que los partidos no estaban de acuerdo en la estrategia que debía seguirse; y
por otro, concluyó en un plantón en el centro de la ciudad, que determinó el destino del
lopezobradorismo. Así, por cuarenta días parte de los simpatizantes de AMLO vivieron
en tiendas de campaña distribuidos entre el Zócalo y las calles de Madero, Juárez y
Reforma. Lo que ahí sucedió cambió de forma dramática la manera en la habrían de
entender el movimiento, la movilización y al líder. Quienes participaron lo narran como
una ruptura; en el trabajo se describen las conductas, los discursos y la vida en general de
quienes en él participaron. Conforme el tiempo en el plantón avanzó una serie de
distanciamientos entre los actores y AMLO. El 16 de septiembre el campamento terminó
por levantarse, luego de haber enfrentado la resolución del Tribunal Electoral sobre los
resultados, que les fue contraria; pero construyendo el futuro positivamente, pues AMLO
iba a ser investido simbólicamente por sus seguidores en una ceremonia en 20 de
noviembre como presidente legítimo, lo que significaba el comienzo de una nueva etapa
para el movimiento.
Luego de aquella ceremonia AMLO retomó las giras por el país44, apoyado por
los partidos del FAP. En los eventos pronto se evidenció que ya no contaba con el apoyo
soldado del PRD; lo que terminaba comprometiendo el desarrollo de estos, pues los
recursos no siempre estaban disponibles, habían cambios de último minuto, los pleitos
internos salían a relucir e incluso se veía comprometido el número de asistentes. Muy
pronto AMLO se ligó con otras movilizaciones sociales para mantenerse visible y
fortalecer su posición. De hecho desde sus recorridos se daban manifestaciones de apoyo
a causas diversas, entre las que podemos señalar “las [movilizaciones contra las] reformas
electoral, fiscal y energética, el movimiento de la APPO, las elecciones intermedias de la
Cámara de Diputados, las delegacionales del Distrito Federal y después las demandas del
SME [y el incendio de la guardería ABC que] fueron episodios que le dieron elementos
y argumentos para que el movimiento sumara causas o empezara a luchar desde
derroteros diferentes45.” La más paradigmática fue aquella en contra de la reforma
energética en el 2008, que tocaba uno de los puntos centrales de la identidad opositora de
AMLO; y que consiguió que se hiciera una consulta y una serie de foros donde

44
Entre enero del 2007 y marzo del 2009 visitó los 2038 municipios de régimen de partido. Luego, los 418
por usos y costumbres. De lunes a miércoles trabajaba en el DF y de jueves a domingo viajaba. Cada día
tenía aproximadamente cinco eventos.
45
Ramírez, C. (mayo 2012) Andrés Manuel López Obrador: la movilización permanente. Letras Libres.
intelectuales y expertos discutieron la iniciativa federal sosteniendo la lucha. Producto de
su trabajo se elaboró una contra propuesta, que fue presentada como ciudadana por el
FAP. Esta fue dejada de lado en el senado para concentrarse en la presidencial, que fue
aprobada el 27 de octubre del 2008. Fue lo extendido de la lucha lo que le permitió
encontrar una salida cuando se aprobó la propuesta federal. En aquel momento AMLO
afirmó que se debía regresar a velar la economía popular, estar al pendiente para que no
se vendiera la paraestatal; y criticó la forma en la que el gobierno estaba usando los
recursos, proponiendo protección a los trabajadores que se despidieran, y recortes en
salarios y gastos de los gobernantes; y el hecho de haber logrado generar debate público
fue interpretado como un éxito.
El conjunto de movilizaciones recién referido no lo posicionaron como otrora,
aunque lograron mantenerlo en el espacio público. Empero, esto se vio compensado por
la estructura que AMLO eligió para promoverse; el partido-movimiento. A través de ella,
buscó generar vínculos con movimientos sociales, que requirieron actualizaciones para
garantizar permanencia. Esto se vio beneficiado por una tendencia actual donde los
ciudadanos luego de las elecciones se quedan al pendiente de lo que sucede en el espacio
público y sujetan a las autoridades a procesos de relegitimación, evaluándolos. Cheresky
lo ha llamado la democracia continua46. Lo recién mencionado permitió que se
conformara Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), un grupo que se decía
compuesto por amplios sectores, plural, incluyente y en búsqueda de propulsar cambios
para mejorar el país. Se conformó por “cuadros que quedaban del movimiento de
“resistencia” al fraude electoral, los comités del “gobierno legítimo”, los grupos de
defensa de la economía popular y la defensa del petróleo47” que fueron congregados en
“los protagonistas del cambio verdadero”: los seguidores de AMLO que decidieron
mantenerse unidos para darle continuidad al movimiento y cuya historia se anclaba en las
redes que se conformaron al momento del desafuero. A la larga, Morena se convirtió en
una Sociedad Civil. La culminación del proceso tuvo lugar el 20 de marzo del 2011 en el
Auditorio Nacional, en un evento al que se asistió por invitación. Esto permitió que se
realizaran una serie de preparativos con miras a las campaña electoral 2012, donde
AMLO fue candidato.
Los procesos recién descritos se vieron envueltos por el gobierno de Calderón que
comenzó con serios cuestionamientos sobre su legitimidad por parte de algunos sectores.

46
Cheresky, I. (2011). Ciudadanía y democracia continua. Buenos Aires: Prometeo.
47
Ramírez, C., Op. Cit.
Para Vasconcelos, este sería recordado porque no permitió el recuento de votos, no
cumplió con ser el presidente del empleo, ni dio oportunidades a los jóvenes y por los
más de 50 mil muertos que ocasionó “la guerra contra el narcotráfico”. Esta última, que
era su principal estrategia para luchar en contra de los diversos cárteles que desde hacía
tiempo se estaban adueñando del país y se habían convertido en uno de sus principales
problemas; fue criticada pues generó el cuestionamiento de la monopolización por parte
del gobierno del uso de la fuerza, de la neutralidad del aparato estatal evidenciando la
corrupción y la impunidad -que generó indignación- y un clima de patente inseguridad y
violencia. Además, la aceptación del problema del narcotráfico trajo otras consecuencias
a nivel social y geopolítico.
A la mitad del sexenio la posición del PRI se encontraba en vías de fortalecimiento
e incluso se hablaba de sus posibilidades de regresar a la presidencia. La prueba de aquello
se dio durante las elecciones intermedias del 5 de julio, donde obtuvo mayoría.
De aquel proceso conviene retrasar un episodio que causó controversia en las filas
perredistas; el de la jefatura delegacional de Iztapalapa en el que AMLO se vio inmerso
por el apoyo que brindó a Clara Brugada, que pocos días antes de las elecciones fue
destituida de la candidatura por el IFE, lo que llevó a que el frente lopezobradorista
buscara un candidato sustituto que se comprometió a dimitir a su favor luego de ganar el
puesto. Dicho candidato Rafael Acosta Ángeles, alias Juanito, pretendió no cumplir su
palabra; hasta que las fuerzas perredistas lo obligaron, haciendo saber convenientemente
que el acta de nacimiento con la que se había registrado era falsa. Aquello significó para
AMLO el despertar de una serie de críticas que se enfocaron en su necesidad de ingerir
en los procesos y en la imposición de figuras dentro del juego político.
Igualmente, nos interesa lo ocurrido en el Estado de México, donde, el PRD y el
PAN tuvieron acercamientos para intentar lanzar un candidato conjunto. AMLO se
pronunció en contra, buscando medir fuerzas con los chuchos quienes siendo la otra
fuerza predominante al interior del partido, tenían una posición favorable a estas. A la
larga la posición de AMLO fue la dominante al interior del partido, pero el PRI ganó las
elecciones. La izquierda declaró que se debió a un fraude y al uso de una serie de
estrategias que se estaban probando para las elecciones del 2012, donde se buscaría
recuperar la presidencia. Aquello minó el ambiente en el que se desarrollaron las
elecciones presidenciales; atizado por una serie de malos manejos de las diferentes
fuerzas políticas que se hicieron públicos al final del mandato
Para las elecciones presidenciales los candidatos fueron fueron Josefina Vázquez
Mota (PAN), Enrique Peña Nieto (Compromiso por México: PRI y PVEM), AMLO
(Movimiento Progresista: PRD, PT y Movimiento Ciudadano); y Gabriel Quadri
(PANAL). La campaña lopezobradorista siguió la misma dinámica del sexenio y de otras
campañas comandadas por AMLO. Al lado de ello, hubo algunas diferencias importantes,
como la aparición del discurso de “la republica amorosa” y el hecho de que AMLO diera
a conocer su vida privada a la sociedad adaptándose a la tendencia de esta época. Como
sea, siguiendo aquello que parece ser una regularidad en el sistema político mexicano; a
saber, que un candidato que ya se ha presentado a un puesto ve disminuidas sus
oportunidades las siguientes veces que lo intenta; en esa campaña AMLO no se encontró
en la posición que detentara en el 2006. La aparición del movimiento #YoSoy132 pareció
por un momento tender a la modificación del escenario; empero el 24 de mayo ocurrió
un incidente, luego del que las tendencias regresaron a su cauce anterior: el charolazo48.
A la jornada electoral del 1 de julio se llegó con la promesa de fraude. La
Coalición Movimiento Progresista había adelantado desde tiempo atrás tres argumentos:
Peña Nieto había rebasado los topes de gastos de campaña desde febrero, las casas
encuestadoras habían estado difundiendo resultados que mostraban como puntero a Peña
Nieto porque estaban coludidas con él, generando propaganda disfrazada, en un intento
de justificar el fraude y manipulando la voluntad popular mediante mecanismos de
influencia social mayoritaria; y el IFE no iba a actuar como árbitro parcial. El mismo día
se anunció que el ganador había sido Peña Nieto, con el 38.21% de los votos49. AMLO
fue el segundo lugar con el 31.59%. La diferencia fue suficiente para que no se repitieran
manifestaciones al estilo de las del 2006. Empero, eso no significó que los resultados
fueron aceptados; tanto los grupos que rodearon a AMLO, como el #YoSoy132 se
inconformaron, se manifestaron y buscaron organizarse para crear un frente nacional
contra la imposición de Peña Nieto que finalmente no prosperó.
Como sea, la reacción de la protesta fue moderada en comparación con la del
2006. Se organizó por medio del Plan Nacional en Defensa de la Democracia y de la

48
Colaboradores cercanos de AMLO pidieron a sendos empresarios que apoyaran la campaña con recursos
económicos. Esto fue hecho público por El Universal a través de una grabación, donde era irrefutable que
se estaban buscando fondos para quien se dijera un político austero; y que no había dejado de criticar los
gastos de Peña Nieto, minando así su imagen y credibilidad.
49
Ante el regreso del PRI a la presidencia algunas capas de la población tuvieron la impresión de haber
despertado de un sueño. Aunque a nadie se le habían escapado los desaciertos del PAN, se tuvo la impresión
de que los mexicanos no habían aprendido de su historia y de que el país se encontraba en el punto en el
que el PRI lo había dejado doce años antes.
Dignidad de México, que se presentó el 20 de julio y contempló acciones hasta el 5 de
septiembre que era el día en que el TEPJF haría saber su resolución. Ya entonces era
obvio que la principal fuerza de apoyo de AMLO era Morena y no los partidos que lo
apoyaran candidato. Los lopezobradoristas afirmaron que se les arrebataba la victoria,
presentaron impugnaciones, instalaron mesas para la recepción de pruebas contra el
fraude, recabaron firmas para buscar anular la elección, hicieron videos, montaron en el
centro del DF el museo del fraude cuyo efecto mediático no fue mayor, pero fue
importante a nivel simbólico. En este se buscaba demostrar que el PRI había comprado
votos –a las capas más necesitadas- por medio de tarjetas prepagadas para usar en tiendas
departamentales o para acceder a servicios de salud, artículos de proselitismo, boletos de
rifas, artículos domésticos, tarjetas prepagadas de celular e incluso animales; y se dieron
declaraciones en contra de los resultados. El 29 de agosto, los autonombrados partidos de
izquierda presentaron las pruebas del fraude a las instancias correspondientes. Las
autoridades determinaron que pese a la abundancia de información, esta no resultaba
concluyente; y no dieron seguimiento a la petición de nulidad del proceso. Al tiempo,
cuando el IFE analizó los gastos de campaña aunque todos los partidos fueron castigados
finalmente; en un primer momento, sólo AMLO fue penalizado. Lo que indignó a sus
seguidores, generó debate y que se dijera que el IFE había tratado con mucha minucia su
caso, mientras que las pruebas en contra de los otros las había investigado poco.
Luego de la resolución del Tribunal Electoral en contra de AMLO, la movilización
sólo realizó un acto más. Este tuvo lugar el 9 de septiembre en el zócalo de la Ciudad de
México, en un contexto de distanciamiento con los tres partidos, donde en un nuevo
discurso fundacional se separó del PRD y anunció que construiría activamente Morena,
cuyo estatus sería definido por los seguidores que decidirían entre movimiento social o
partido político. Desde ese momento, había poco lugar para la indeterminación, se sabía
que la fuerza política intentaría convertirse en partido.
El sexenio de Peña Nieto, comenzó con la estrella del Pacto por México50. Se
pretendía que este aplanara el camino para realizar reformas. Si bien la primera, la
educativa, pasó sin mayor conflicto a nivel político, las subsecuentes los originaron hasta
que el pacto se disolvió51. De hecho, la izquierda, muy pronto se apropio de la causa

50
Un acuerdo político que pretendía establecer un piso mínimo de diálogo entre las fuerzas políticas, para
promover la gobernabilidad.
51
También estuvo marcado por una serie de eventos que ocasionaron que perdiera popularidad, y que se
detallan en el trabajo.
energética afirmando que se opondría a la reforma. En un principio parecía que la lucha
uniría a la izquierda partidista; Muñoz Ledo y C. Cárdenas tuvieron un acercamiento. Se
pensó que AMLO iba a unírseles. Sin embargo, mostró su distancia debilitando al frente.
La parte medular de la lucha en el frente lopezobradorista se dio entre septiembre y
diciembre del 2013. Luego de una serie de mítines, -donde entre tiempo hubo un
acercamiento con el frente cardenista- se decidió llevar a cabo un cerco al senado, el 4 de
diciembre. El 3, AMLO sufrió un ataque al miocardio. Como sea, el 4 se llevó a cabo el
cerco; y aunque Andrés Manuel López Beltrán –el hijo de AMLO-, tomó las riendas; la
movilización terminó desdibujándose. Por último, se debe mencionar que aunque el frente
lopezobradorista y el cardenista consiguieron el número de firmas necesarias para que su
petición tuviera seguimiento, la Suprema Corte de Justicia de la Nación la consideró
improcedente, por estar directamente relacionada con el presupuesto. Las fuerzas se
mostraron inconformes, pero nada procedió.

Consideraciones analíticas
Tanto lo relativo a la vida de AMLO, como a los cambios en el país en los últimos años
se encuentran desarrollados e interconectados en el trabajo. Estos son analizados por
diferentes marcos de comprensión que buscan converger en la comprensión del liderazgo
de AMLO en particular, y de los liderazgos políticos en general. Por ello nos interesamos
en comprender la forma en la que AMLO ha construido su carrera política; una
puntualización en la que pocos de los que se han interesado en él han abordado, y que de
hecho, no ha sido fuente de abundantes análisis. Analizamos los cambios, continuidades
y rupturas como una forma de entender los resabios de la manera de construir carrera de
una generación, y las consecuencias de ello en el sistema político. Pues esta pertenece a
una generación bisagra; saberlo, nos permitió vislumbrar referentes que nos ayudaron a
elucidar el modo de relacionarse de los actores y los paradigmas desde los que se
posicionan. Igualmente, nos permitió remarcar que muchos políticos de diversas
filiaciones han mantenido hábitos y formas de actuar ancladas en el priismo
postrevolucionario –sin que esto signifique que el sistema político mexicano no ha sufrido
cambios- por parecer las más adaptadas al juego político; empero, avanzando un discurso
democratizador.
Igualmente, llevamos a cabo un análisis de las conductas que AMLO fue
aprendiendo y manteniendo a lo largo de su carrera lo que nos permite afirmar que buena
parte de los repertorios de conducta que hoy avanza, pueden ser explicados por sus
primeras experiencias e influencias; y muchos en los contextos de asimilación cobran
todo su sentido. Así, los primeros años dentro del PRI de la mano de Pellicer son
fundamentales para entender su proceder político, como lo son su paso por el INI y los
primeros años dentro de la oposición, cuyos repertorios de conducta y discursos aún están
presentes en él. Consideramos que tomando un poco de distancia, estas pueden ser
entendidas como pautas que facilitan su actuar en el espacio social; son constantes, pero
no lo condicionan. En este mismo tono entendemos las elecciones, ya que aunque cada
una se ha visto marcada por su contexto particular; encontramos una serie de
continuidades que cobran sentidos diferentes rodeadas de ambientes distintos, y los
resultados que alcanzan también varían en función de estos. Más allá de eso, la
particularidad de las situaciones se ven rodeadas por la comprensión subjetiva de esta por
parte de los actores y su interpretación pública –en el caso de AMLO- que forma parte de
las narraciones posibles sobre las que se escribe la historia cotidianamente –sobre todo a
partir de que se volvió parte de los actores más importantes en el juego político-. Pero
igualmente, del uso que se le da a la construcción que se elabora sobre los eventos; y que
puede irse modificando contextualmente. Esto se palpa en la tesis, pues buscamos resaltar
y explicar el uso político que AMLO ha hecho de su historia de vida, a través de la
modificación de sus narraciones o de las explicaciones de sus acciones. Estos matices son
elaboraciones continuas que todos vamos generando al momento de articular nuestra
propia historia; tomando en cuenta el contexto de la narración -para adecuarnos de mejor
manera- y buscando mantener una buena imagen de nosotros mismos; que en este caso
particular además está relacionada con la imagen que el líder proyecta y que sus
seguidores perciben.
Asimismo, se debe mencionar que adoptamos una perspectiva que se interesa en
detallar las configuraciones que le rodearon y que pesaron en su actuar. Y esto sin caer
en el extremo de pensar que la configuración externa o la estructura marcaron
determinantemente y sin la incidencia del actor, su camino. Pero si dándole el peso
necesario para entender el escenario que se configuraba en torno a él, que permitió su
despunte, la interpretación pública y privada de sus acciones, el repertorio de acciones
que despliega y la conflictividad o falta de este con la que se proyecta. Así, en cada
episodio se van articulando reflexiones que nos permiten identificar los elementos que
apoyaron o entorpecieron coyunturalmente, a que el liderazgo se apuntalara. En la
Chontalpa, por ejemplo, subrayamos como aprovechó estructuras creadas previamente y
las configuraciones locales; esto mismo pesó en las candidaturas al gobierno de Tabasco
y en los movimientos postelectorales. Es interesante mencionar que AMLO ha sabido
bien aprovechar las coyunturas para fortalecerse a lo largo de toda su carrera política. Un
factor de interés a lo largo de diferentes episodios es el juego al interior del PRD, por ello
en la tesis nos concentramos en la forma en que se constituyó, las diversas etapas de
conformación que atravesó y los juegos entre los actores, los discursos y repertorios de
conducta más empleados. Lo recién mencionado nos permitió contextualizar los
escenarios que jugaron en el desarrollo de la carrera política de AMLO a ese nivel; pero
también realizar comparaciones con otros partidos, específicamente con el PRI de la
época post-revolucionaria, y probablemente a futuro pueda ser la base para realizar
comparaciones con Morena. El hecho de entender el funcionamiento del PRD, permitió
también que elucidáramos la forma en que AMLO construyó y consolidó el liderazgo; y
los juegos que en torno a este se generaron.
De igual manera, en este trabajo rescatamos una herramienta de la psicología52.
Aquella que se interesa en las narraciones que nos fundan. Intentamos encontrar las que
han tenido un eco importante en el relato de AMLO y en la construcción de los diversos
episodios, teniendo en cuenta que los relatos con los que contamos para hacer esta tarea,
son los relatos públicos, su forma de mostrarse en la esfera política. Así, analizamos una
serie de figuras que han sido referenciales en la generación de su núcleo identitario
público –si es que verdaderamente se puede pensar en la creación de un personaje que le
sea enteramente ajeno al hombre privado-. Analizamos los textos que AMLO considera
esenciales, intentando encontrar los vínculos con sus propios relatos; por ejemplo, Un
niño en la revolución de Andrés Iduarte. Además, retomamos personajes referenciales,
como el profesor Lara, Pellicer, Madrazo, y encontramos en sus narraciones y sus propios
paradigmas, elementos para entender facetas poco exploradas de AMLO. Fue
especialmente interesante la liga con Pellicer, que nos llevó a Vasconcelos,
permitiéndonos trabajar dimensiones simbólicas tales como la idea de un pueblo elegido,
la necesidad de este de luchar, el encuentro del pueblo con una figura que lo guie y que
nos remonta en el imaginario mexicano a la tradición mitológica mesoamericana.
En este mismo talante, conviene apuntar que utilizamos los desarrollos de
Moscovici acerca de las formas de actuar de las minorías políticamente activas. Esto nos

52
Al principio se buscaron pistas de comprensión de este líder en las teorías freudianas, muy pronto
apareció el riesgo de caer en el encasillamiento de AMLO en algún cuadro clínico u optar incluso por la
psicologización que era constantemente avanzada en las entrevistas por sus detractores. Haciendo un
análisis crítico de estos marcos –incluido el del narcisismo- se optó por buscar otras vías, entre ellas la de
las narraciones que estructuran la personalidad y el análisis de las minorías políticamente activas de Serge
Moscovici.
permitió generar espacios de comprensión de los liderazgos políticos hasta ahora poco
explorados, y que nos permitieron elucidar la elección de ciertos repertorios de conducta
que de otras forma difícilmente pueden explicarse y que permitieron que atrajera o alejara
a ciertos sectores de sus luchas.
Ahora, aboquémonos a los constructos directamente relacionados con el estudio
del liderazgo. A lo largo de la tesis se desarrollan entretejidos con los diferentes episodios
intentando generar análisis en cada una de las divisiones que artificialmente se generaron
en la vida de AMLO con tal fin –pues consideramos que los episodios son creados para
generar análisis y entender condiciones y factores, pero no significan rupturas reales, y
AMLO mismo no las adelanta como tales-.
En el primer capítulo, las consideraciones son abordadas como cimientos. Se
adelantan algunos elementos que nos permitirán entender el liderazgo. Primero, nos
concentramos en la herencia que el garridismo y el madricismo. Para Krauze53, del
primero debe rescatarse para el caso de AMLO la religiosidad invertida que instauró, el
carisma, el caudillismo, el control vertical de las estructuras y la búsqueda de purificación.
De Madrazo, su carácter avispado, eficiente y auténtico; a lo que podríamos agregar la
forma en que se enfrentó al partido y su propuesta de reforma –todas las proporciones
guardadas por la posición que ocupaba cada uno dentro de este-. También se aborda el
rol de la madre en el liderazgo y la posición que ocupó dentro de la familia, que se ven
reflejados en sus actitudes como líder. Es considerado un líder comprensivo, -tal y como
se describe el liderazgo de su madre-; cuya autoridad nace en gran medida de su
experiencia, -demostración que ejercía continuamente frente a sus hermanos-. Además,
en sus discursos acostumbra emplear un tono de entre reprimenda y consejo para dirigirse
a su auditorio que no puede dejar de recordarnos aquel de “hermano mayor”. Asimismo,
encontramos elementos identitarios que lo ligan al pueblo, lo que más tarde le permitirá
conformar un liderazgo de proximidad y populista. Igualmente, pudimos constatar que en
los primeros años de su historia de vida hay una serie de similitudes con aquellas
estudiadas por Camp y que lo conectan con los políticos postrevolucionarios, tales como
la posibilidad de escolarización, en una combinación entre curiosidad inagotable -venida
de la familia- y del destino, el aprovechar las ayudas del gobierno para salir adelante y el
rol que jugó su madre en todo ello. Además, ya encontramos en sus narraciones una
puntualización en la importancia de la historia que está dada por su interés en la misma.

53
Krauze, E (junio 2006). El Mesías Tropical. México: Letras Libres. Edición on-line
http://www.letraslibres.com/revista/convivio/el-mesias-tropical. Consultada el 15 de octubre del 2013.
Por último, encontramos una serie de experiencias que son interpretadas como puntos de
quiebre y generan un nuevo sentido a su vida -como cuando casi se ahoga nadando, o la
muerte de uno de sus amigos luchadores sociales que lo llevó a tomar decisiones sobre su
futuro-. Estas, le dieron la seguridad de tener una misión en la vida y la posibilidad de
reinterpretar su rol. Episodios como este son frecuentes en las historias de vida de líderes
carismáticos. Luego de experiencias de este tipo deciden consagrase a grandes causas.
Igualmente se realiza un trabajo sobre algunos elementos que nos permitirán
comprender la forma en que construyó su identidad, se puede subrayar la importancia de
su madre –que es comparable a la que le dan otros políticos postrevolucionarios-. Así
como la convivencia con sus abuelos maternos que es disimulada por el origen de estos,
español, en pos de una identidad que acentúe lo ligado al orgullo de ser provinciano. Del
mismo modo, se reflexiona sobre el rol de la religión en su vida, que ha sido uno de los
tantos puntos de debate sobre él; si bien la familia de AMLO era abiertamente católica,
él ha adoptado sobre todo la imagen de Cristo y valores que en general promueven todas
las religiones como el amor al prójimo y el respeto. Públicamente, mantiene una relación
cordial pero no íntima con la iglesia católica, pero ello no es nada particular ya que ha
mantenido sana distancia con todos los cultos. Probablemente haya adoptado esta postura
para hacerse ver como un liberal, pero en un contexto donde la definición identitaria
mexicana todavía está muy ligada a la religión y donde más que una ruptura franca,
conviene adoptar una relación de respetuosa distancia. También debe considerarse, su
gusto por las historietas de El Santo donde se adelanta el arquetipo del luchador ligado a
los ideales de orden y justicia que se encuentran en sus luchas y discursos. En quinto
lugar, está el episodio de la muerte de su hermano que marcó una ruptura en su vida,
vinculándolo de nuevo a las trayectorias de los priistas post-revolucionarios estudiados
por Camp. Por último, se debe considerar la influencia de la UNAM en su propia
construcción.

Luego de aquellos primero años antes de la entrada de AMLO en la política; y que


por ello consideramos particulares y que no se pueden analizar con la misma lupa que los
que vinieron después; encontramos en el trabajo cuatro apartados que nos ayudaron a
comprender a AMLO; y que de cierta manera permanecen conectados, marcando
continuidades y con fronteras permeables. En ellos adelantamos una serie de elementos
que nos permiten llevar a cabo un trabajo analítico, que se hace evidentemente palpable
en los constructos relacionados directamente con el liderazgo; pero que, nos ayudan a
comprender el panorama más allá de ellos. En primer lugar, se adelantaron una serie de
consideraciones sobre el imaginario en torno a AMLO, figuras con las que ha ligado en
su discurso el liderazgo y una serie de símbolos que ha ido generando y que han
configurado el escenario en el que se ha asentado. Ahí, subrayamos algunos elementos
identitarios que él avanza y que nos ayudan a entender la manera en la que ha sido
construido, así como referentes que son socialmente compartidos con sus seguidores. El
segundo está relacionado con la forma de actuar de AMLO, a saber los diferentes
repertorios de conducta que adelanta y que tratamos de religar entre ellos para evidenciar
que hay un cierto patrón que si bien no determina, marca una línea. Más allá de ello,
buscamos rastrear su procedencia. De igual manera, se consideró el marco de las minorías
políticamente activas para comprender su actuar. En tercer lugar, en la tesis en diversos
momentos se analizan las movilizaciones sociales en las que AMLO se ha visto
involucrado como líder, para ello movilizamos las ideas adelantadas por Mc Adam,
complementadas con reflexiones diversas sobre los movimientos sociales. Por último, en
cada apartado de la tesis resaltamos los diferentes tipos de liderazgo en los que las
conductas de AMLO pueden encajar, explicitando las razones. Al final del trabajo, en las
conclusiones retomamos las ideas adelantadas y las religamos con el concepto de
populismo, pues este constructo las engloba y nos permite entender el liderazgo por
AMLO construido.
Lo simbólico y el imaginario en torno a AMLO
En cuanto a la construcción de símbolos, cabe mencionar que AMLO adelanta de los
primeros años de su vida, su capacidad de unir contrarios y de establecerse como “una
mezcla de todas las razas”, no buscando avanzar una dimensión de “ciudadanía global”,
sino para demostrar que es capaz de agrupar en él una variedad de diferencias, y por ende
de representar al pueblo, pues en él confluye la diversidad. Además, dignifica la provincia
mediante el discurso que adelanta sobre su lugar de nacimiento del que remarca las
condiciones geográficas e históricas; y haciendo ver que sentía orgullo de haber nacido y
crecido en un pueblo cualquiera, pues esto les permitía mostrar como de una situación de
suma desventaja habían logrado, gracias a su esfuerzo y una pizca de suerte, salir adelante
y superarse. Asimismo, confiere reconocimiento al trabajo sencillo pero importante que
realizan los profesores. Igualmente, da importancia a los vínculos familiares, cosa
importante para la sociedad mexicana, dejando de lado en su narración los momentos en
los que se encontraba alejado de los suyos. Del mismo modo, resalta el pacifismo. Si bien
reconoce que como universitario llegó a admirar a líderes que habían decidido tomar la
vía armada; nunca la ha considerado, ligando ya con uno de los ideales que caracterizan
sus luchas y le han permitido mantenerse en la institucionalidad. De la misma manera, se
debe resaltar su trayectoria escolar entrecortada que lo acerca con ciertos grupos que
tienen trayectorias similares; y con los políticos postrevolucionarios que a veces tuvieron
que dejar temporalmente la educación superior. La educación en México, -pese a la
masificación-, sigue siendo un privilegio; y muchos estudiantes, tal como él hizo, deben
abandonar y retomar sus estudios.
En esta época también encontramos una vinculación importante con la figura de
Benito Juárez que estuvo dada a través de la narración del profesor Lara, contenida en el
libro libro Juárez, de la Choza al Palacio Nacional: historias y testimonios. Al conocer
las narraciones que AMLO ha hecho de su vida se percibe que ha ido reproduciendo
partes del guion. Asimilándose a este, ha enfrentado dificultades para avanzar en su
carrera y a partir del 2000 para llegar a la presidencia. Para superarlas se ha apoyado en
“sus máximas de vida”, -que casualmente resultan ser las mismas que de acuerdo con
Lara, Juárez enarbolaba-; la honestidad, la valentía y la austeridad. Asimismo, ha hecho
frente a los obstáculos que le ponen personajes que en su narración son asimilados a
traidores a la patria; y representan al menos fragmentariamente su antítesis. Igualmente,
justifica sus decisiones por el contexto que las rodea, reconociendo que la política no es
toda bondad y que las coyunturas cuentan. También, debe considerarse que durante esta
etapa desarrolló interés en el episodio de la Revolución Mexicana, que habría de ser
determinante para la elección de los puntos de referencia sobre los que se apoya para la
comprensión de la política. Además, debe considerarse la influencia de Carlos Pellicer;
su comprensión del mundo marcó la de AMLO; y esta estaba a su vez permeada por la
de José Vasconcelos. Todas las proporciones guardadas en ambos se hace patente el
nacionalismo, la sacralización de la Revolución Mexicana como punto de quiebre, la idea
de un grupo elegido que debe pasar una serie de vicisitudes para lograr la salvación, la
necesidad de purificación, sacrificio y salvación a través de la honradez del pueblo y de
la guía de un líder consciente, la búsqueda de la regeneración moral asociada al
establecimiento de la democracia; y el rol que se confieren dentro de la historia nacional.
Al iniciar su carrera política, muy pronto se avanzó como un hombre más cercano
a la gente que al resto de los políticos, y esto considerándose a sí mismo un hombre de
izquierda. También, adelantaba ya que era más importante la experiencia que da la vida
a lo contenido en los libros o un diploma. Esta valorización además de reivindicar a una
buena parte de la población que no tiene acceso a la escolarización, le permite justificar
el hecho de no haberse titulado y lo liga con el ideal tipo del líder político
posrevolucionario de Camp. En tercer lugar, buscó incluir, visibilizar y desagraviar a los
pobres, en aquel caso a los inexistentes indígenas tabasqueños. El trabajo en el INI lo
sensibilizó a la forma en que los grupos minoritarios deben ser incluidos, ya que en
aquella época se buscaba “incorporarlos a la civilización”, sin respetar su cultura,
ejerciendo en contra de ellos una violencia civilizatoria que los negaba. En cuarto lugar,
fincó su imagen en el pueblo, del que aprendió tanto, según su propio discurso. Por
último, apeló elementos venidos del garridismo, se ancló en el indigenismo que es uno de
los referentes que la izquierda tiende a movilizar y utilizó la mitología de la revolución
cubana, Fidel incluido. Además, desde esta época ya adelantaba una mitología ligada al
pobre como un ser bueno, valioso y atacado por un mundo que trata de abusar de él, y de
los indígenas como un grupo del que el resto de la población debería aprender.
En su paso por la presidencia del PRI local podemos encontrar la influencia de
Carlos Madrazo y de Julieta Campos. Del primero, se inspiraba en las propuestas que
había hecho para reestructurar y democratizar al partido; además, sus historias tienen
tienen una similitud; intentado reformar al PRI, se entrometieron en la jurisdicción de
gobernadores o presidentes municipales, ganándose enemistades que causaron que sus
superiores los abandonaran y esto los hizo perder su posición. De ella, retomó la idea del
cuestionamiento del “efecto cascada” del capitalismo. Igualmente, conviene destacar el
uso político que AMLO ha dado a su afiliación y renuncia al PRI, y que ha correspondido
a las modificaciones de su propia historia de vida y a los elementos y valores que ha
buscado resaltar en el espacio público situacionalmente. Asimismo, conviene señalar que
en esta época los sectores que seguían las prácticas comunes en la política dentro del PRI,
lo construyeron negativamente y buscaron descalificarlo y hacerle perder su lugar,
comenzando una campaña de estigmatización y de construcción negativa que habría de
mantenerse a lo largo del tiempo.
De la época que vivió en el DF, luego de haber dejado el PRI local, podemos
resaltar la honestidad que avanzó y que se hizo patente cuando prefirió prefirió terminar
su amistad con Ruiz Abreu quien lo había ayudado a hacer la revisión bibliográfica para
su segundo libro, a sacarle copias en el INCO; y la identidad de intelectual que resaltaba,
desde la que ya lanzaba férreas críticas al sistema y a la forma de los tecnócratas de
manejar los rubros que considera estratégicos para el desarrollo del país.
Al momento de la primera candidatura para la gubernatura de Tabasco, AMLO se
avanzaba a sí mismo como un hombre con valores e ideales que se muestra incapaz de
traicionar y como capaz de lograr grandes metas. Desde esta época ya encontramos en su
discurso un imaginario relativo a los vicios y a lo antidemocrático de las prácticas del
PRI; esto se ha mantenido a lo largo de su carrera y ha servido para atraer a capas de la
población. Igualmente, ya adelantaba un discurso negativo en contra de Pemex. De la
campaña, se debe resaltar la utilización del imaginario relacionado con Lázaro Cárdenas,
su capacidad para conectar con los excluidos y ofrecerles un espacio de restitución e
inclusión, y con la población en general -con la que emocionalmente se vinculaba según
su propio recito-, sus aptitudes para atraer a la gente, la construcción del periodo como
una búsqueda de abrirle brecha a la oposición y un discurso de pobreza que entonces era
una realidad material, pero construida como una condición desmedidamente injusta, que
empero, significaba una prueba de su integridad.
Cuando AMLO participó en la campaña de Castillo en 1992 por la gubernatura de
Veracruz reafirmó su percepción de desigualdad en la competencia electoral; y asimiló la
representación social que los perredistas habían construido de Salinas. AMLO lo
responsabilizó al de las malas condiciones del país, se convirtió en la encarnación de los
vicios del PRI y la élite tecnocrática, y en la evidencia del fraude contra de C. Cárdenas.
A la postre, una parte de la población, no necesariamente simpatizante del PRD, asimiló
una imagen similar a raíz de la crisis de 1994. Esta modificación resultó benéfica para
AMLO, quien hizo notar que él y su partido, -pero sobre todo él-; se habían formado
desde antes aquella imagen.
De la segunda candidatura para el gobierno de Tabasco, merece ser resaltado que
AMLO se presentaba como un político diferente a los priistas, pues más allá de buscar
obtener un puesto de elección popular, prefirió mantener sus ideales luchando por la
democracia. Esto se evidenció cuando en su discurso apuntó que había decidido no
aceptar la oferta de una candidatura conjunta con el PRI a sabiendas que esto le hubiera
significado la gubernatura, para permanecer luchando por la equidad de las contiendas y
la democracia. Además, en aquel proceso representó a la gente de huaraches54, mientras
que Madrazo representaba a los “tabasqueños bien nacidos”, -como él los llamaba-.. Por
último, la candidatura y las movilizaciones que vinieron luego, representan la
continuación de la lucha por la democratización del país. Esto alentó a que AMLO fuese
construido como parte de los actores democratizadores. Aunado a ello, enarboló un

54
Taibo II, P. (2012). López Obrador, los comienzos. (Crónica de Tabasco). México: Para Leer en Libertad
AC.
discurso de falta de equidad en la contienda que en aquel momento era francamente una
realidad contra la oposición55.
Durante la segunda candidatura a la gubernatura de Tabasco, siguió
construyéndose como un hombre salido del pueblo, cercano a él y capaz de relacionarse
con cercanía con este y representarlo. Lo primero lo reafirmaba remarcando sus orígenes
y el haber enfrentado las mismas carencias y problemas que aquel. Lo segundo fue muy
claro durante las acciones de protesta donde luchó hombro con hombro con la gente a
diferencia de otros; y en el mitin llevado a cabo en Nezahualcóyotl antes de que el
segundo éxodo entrara a la ciudad de México fue: “la actitud que tuvo hacia la gente.
Después de un breve discurso convivió con los participantes. No había diferencia entre
su forma de comer y de dormir, y la de los marchistas.56” Asimismo, se presentaba
orgulloso portavoz de su pueblo57. La cercanía de AMLO con la gente lo alejaba de las
élites. En aquella época se le describía como un hombre reservado, más cómodo en la
situación de lucha que con la burocracia partidista58. Incluso su personalidad fue descrita
como poco atractiva para la política y cuando se le veía fuera de contexto no se pensaba
que fuera capaz de movilizar a la cantidad de personas que lo seguían. La plaza pública
lo transformaba. También se debe resaltar que se contrapuso y contrapuso al PRD a los
otros actores por su confiabilidad. En esta etapa se siguió construyendo como un político
distinto. Igualmente, en una época de alta conflictividad avanzó un movimiento
discursivamente pacífico; aunque esto debe ser matizado por las condiciones y los
enfrentamientos que tuvieron lugar. Del mismo modo, se muestra conocedor del ambiente
político pues es capaz de leer y encontrar el peligro; aunado a que cuenta con la protección
de la gente –con la que está conectado- que le da información que él puede bien conjeturar
gracias al conocimiento del sistema político mexicano que dice poseer. Atinadamente
señalan Trelles y Zagal que AMLO parece que tiene suerte o una habilidad especial para
conseguir información59. AMLO ha utilizado este discurso para hacer ver que la gente
tiene más información de lo que los políticos creen y que tiene confianza para decirle lo
que sabe pues de alguna forma está segura que será bien utilizado. De igual forma,

55
Rodriguez Pratts (19 de septiembre de 2014) entrevistado por la autora.
56
Sánchez, Luis, Op. Cit.
57
Los “más pobres fueron también los más conscientes. López, A. (1995). Entre la historia y la esperanza.
México: Grijalbo.
58
Sánchez, Luis, Op. Cit.
59
Trelles, A. y Zagel, H. (2004). AMLO, Historia política y personal del jefe de Gobierno del DF.
México: Plaza Janés, p. 29.
representaba el espíritu de la época; un participante del mitin que se llevó a cabo en
Nezahualcóyotl antes de la llegada del segundo éxodo al zócalo dijo al respecto: “AMLO
entendía perfectamente el sentir del partido y estaba en consonancia con el momento que
se vivía. 60”. De la misma manera se mostraba capaz de rechazar los resultados electorales
y construir en torno a ello una lucha. Además, estaba dispuesto a ir a la cárcel si aquello
resultaba necesario. A su parecer, los dirigentes sociales deben estar listos para librar ese
tipo de batallas. Por último, la imagen de AMLO fue estigmatizada y fue construido como
un enemigo público, una persona indeseable, incapaz de cumplir su palabra61, oportunista,
-movilizaba a los indígenas para crear un clima de ingobernabilidad y así precipitar la
salida de Madrazo del gobierno- violento, intransigente, rebelde, incapaz de negociar y
con pocas dotes políticas. Todo esto concordaba con la representación social que se había
publicitado durante el sexenio de Salinas sobre los perredistas.
Como presidente nacional del PRD se adelantó como un político diferente, que
pertenecía al único partido que significaba un proyecto distinto62 y que se contraponía al
de los otros dos grandes partidos que conformaban el PRIAN, al que habría de oponerse
identitariamente. Y no sólo era la dimensión electoral lo que los diferenciaba, sino
también la social, donde buscaba una especie de inversión simbólica donde los que están
abajo encarnan a la nación por medio de la palabra del líder 63; estas son ideas muy
similares a aquellas que C. Cárdenas adelantó en la campaña en 1988. En el discurso de
AMLO se vieron reforzadas por la forma en que construyó la narrativa acerca del
Fobaproa. En segundo lugar, se mostró como un reformista integrando un CEN plural y
con participación femenina en un momento donde la inclusión de este sector resultaba
progresista. En tercero, se adelantó como un político que contaba con información y era
capaz de descifrar y hacer públicas las intenciones de las élites. En cuarto, siguió
contraponiéndose en el espacio público a Salinas, haciendo parte del escenario político
esta configuración; construyendo gracias al asunto del Fobaproa una batalla al estilo
David contra Goliat, donde él y su grupo se enfrentaban a las élites. Aquello fue una

60
Sánchez, Luis, Op. Cit.
61
Rodríguez Pratts, Op. Cit.
62
El argumento encajaba con el discurso que el PRD había mantenido desde su creación y con las
representaciones sociales que se habían creado entre los miembros sobre su lugar en la vida pública. No
olvidemos que de acuerdo con ellos, este quedó excluido de todo arreglo en las elecciones de 1988,
constituyéndose como la única alternativa a la política de siempre. Además, afirmaban que el PRI y el PAN
querían construir un sistema bipartidista del que el PRD estaba excluido; la persecución de perredistas
parecía mostrarse como evidencia de la veracidad de la afirmación.
63
De la Torre, C. (Escritor). (2011). Es el populismo la forma constitutiva de la democracia en América
Latina [Película]. México.
acción simbólicamente arriesgada, pero factualmente sin peligro porque Salinas se había
convertido en un personaje non grato. Gracias a la contraposición, en el imaginario de
los simpatizantes de AMLO, este ha sido capaz de enfrentarlo una y otra vez. Asimismo,
cabe resaltar que se posicionaba como un súper hombre, imponiéndose una agenda de
trabajo difícil de cumplir, pero pensada necesaria para alcanzar sus objetivos. Esto es
común a los líderes carismáticos. Del mismo modo, se debe señalar que AMLO continuó
creando significantes que formaron parte de la escenografía en la que se desarrolló su
liderazgo, así encontramos la movilización de la idea de un grupo rico, privilegiado y
actuando en contra de la población; que es construida como buena y muchas veces
abusada. Ideas similares habíamos encontrado ya antes en su carrera política, ancladas en
la forma en que se representan los personajes en la historieta del Santo; y generando
polarización social.
Al momento de la candidatura para la jefatura de gobierno de la ciudad de México,
AMLO debió abandonar aquella para la gubernatura de Tabasco, para ello pidió permiso
simbólicamente a los tabasqueños. En esa acción se hizo evidente una dimensión de
sacrificio, pues el bien colectivo era más importante que sus deseos. En la misma época
se adelantó como el unificador del PRD. Y el acceso a la candidatura, lo construyó sobre
el modelo de la narración de la vida de Juárez que Lara adelantó. En ella se presentó como
quien no protegía los intereses de las élites, gracias a esta pudo exteriorizar a un enemigo
del partido, proponiendo a los perredistas que en un principio se habían opuesto a su
candidatura una salida para la posición adoptada. Esta misma la edificó públicamente
como una batalla que hizo pasar del plano jurídico al político -el matiz le permitió que la
discusión pasara de la demostración de su domicilio a la explicación de por qué sus
adversarios querían hacerlo salir de la contienda- Este tipo de transformaciones han sido
constantes en su carrera; desde el plano moral resulta más fácil el proceso de persuasión
mediante la obtención de la desaprobación y el uso de grandes valores 64. Asimismo,
quedó ligado en aquel momento al referente de ser un perredista combativo, capaz de
luchar y sacar adelante al partido, desde una posición de minoría. Por último, se presentó
como el representante del pueblo, posicionándose como el rival débil y construyendo la

64
Por un lado, se hace creer que un grupo adversario ha aprobado y sigue una idea, estimulando a que el
grupo al que se dirige el mensaje la desapruebe sin analizarla. En este caso la desaprobación de la
candidatura de AMLO por el grupo adversario, estimula a que el grupo simpatizante la apruebe. Igualmente,
puede darse cuando la gente se identifica con grandes valores sin analizar las ideas que los acompañan. Así,
al AMLO presentarse del lado del lado de los buenos y honestos, hace que se pasen por alto los argumentos
que acompañan al valor, reduciendo el razonamiento crítico.
contraposición a su candidatura como un complot. Los que antes habían aprobado el
Fobaproa –los enemigos del pueblo- se habían unido en su contra.
Cuando fue jefe de gobierno proyectó una imagen y una serie de discursos en los
que se distingió por su compromiso hacia el trabajo, estando dispuesto a dejar todo por
sus responsabilidades; aquello es común en hombres que sostienen tener importantes
misiones. Además, movilizó la imagen de un hombre común, diferente a los otros
políticos, creando así la percepción de cercanía y disponibilidad para con la población;
esto redundó en que pareciera que actuaba con transparencia; gracias a las políticas
sociales que instauró AMLO fue construido como un político sensible y capaz de darles
valor a las personas, se presentó como un hombre honesto y modesto y como un dirigente
austero. También, renovó un imaginario ligado al vasconcelismo, que no reivindicó
formalmente. Durante los escándalos se adjuranton otros elementos; como que prefería
ser recto a preservar su bienestar o beneficiarse de los arreglos. Esto es visible también al
momento del desafuero cuando se le propuso culpar a uno de sus colaboradores cercanos
del asunto. Igualmente, se hizo obvio su buen olfato en la política. Adelantó que sería
atacado por quienes veían amenazados sus intereses si llegaba al poder. Esto reforzó su
liderazgo y su posición ante los sectores que lo apoyaban. Las declaraciones adquirieron
tono de profecía que al cumplirse le dieron credibilidad. Asimismo, se construyó como
una minoría ignorada por los medios de comunicación. Esto a la larga le permitió
reproducir simbólicamente una condición de exclusión con la que sectores se sintieron
identificados65. Además, al adelantar durante las manifestaciones en contra del desafuero
ideas que pudieran servir a quien fuera el futuro candidato de las fuerzas de izquierda, se
mostraba capaz de llevar a cabo una lectura realista de la situación mexicana, lo que lo
hacía parecer en contacto con los problemas de la población y capaz de hablar de ellos.
A estos elementos hay que agregar que siguió utilizando los referentes que conformaran
el escenario que antes estableciera; reivindicaba a los pobres, contraponía al grueso de la
población a los grupos en el poder, y señalaba una serie de políticas y personajes a los
que responsabilizaba por la situación del país. Por último, es necesario señalar que la
imagen se iconizó durante el desafuero –en un momento donde era una figura referencial-
.
En este, se volvió a hacer patente el discurso del complot en contra suya y de que
las élites querían perjudicarlo por defender los intereses del pueblo; específicamente

65
La Jornada y AMLO explicaron en ese entonces que los medios habían dejado de cubrir el tema, lo que
revivió el imaginario de control de la información que primó durante el priismo.
cuando AMLO adelantó que “no era juzgado por violar una ley, sino por las propuestas
que hacía para el futuro66”. Para él resultaba importante que la población estuviera segura
de su inocencia y se diera cuenta que si el golpe le era asestado, las consecuencias serían
graves e incidirían en todos, de forma que se apropiaran del conflicto. Conforme el evento
se construyó AMLO resignificó lo que ocurría para que pasara de ser un asunto legal a
uno político. Así, aunque unos estaban convencidos de su inocencia, y otros pensaban
que efectivamente había violado la ley; se calificó en el espacio público de irresponsables
a las autoridades y no se creyeron las declaraciones del presidente y sus allegados que
trataban de mostrar que la gente no estaba bien entendiendo lo que pasaba67. AMLO
afirmó que se vivía en el mundo al revés donde los corruptos eran los jueces68. Esto
significó la posibilidad de que construyera la lucha simbólicamente como un episodio de
combate de las fuerzas oscuras contra las democráticas, y todo para quitarle sus derechos
políticos69. Asimismo, se debe considerar que AMLO expresó que estaba dispuesto a ir a
la cárcel si ello resultaba necesario. Era claro que estaba consciente de las implicaciones
simbólicas de esto. El día del juicio, decidió emprender su defensa jurídica en un discurso
que fue comparado con el J’accuse de Émile Zola por haber denunciado abiertamente a
las élites que lo culpaban. En su alegato comenzó explicando que no iba a defenderse en
términos jurídicos porque su expediente estaba plagado de falsedades, sabía que la
naturaleza de su juicio era política y que el objetivo final era despojarlo de sus derechos
con miras a la elección del 2006, por representar la defensa de los intereses y recursos del
pueblo. Se posicionó del lado de los que sufren abusos, y trató de construir a través de su
rol como político una equivalencia identitaria que le diera proximidad con ellos. Además,
volvió a señalar a los culpables de que estuviera enfrentando aquel juicio; adelantando
una dimensión autoritaria de las acciones; girando el foco de atención sobre las élites que
actuaban en su beneficio sin castigo, mientras que él estaba siendo juzgado por actuar en
beneficio de la población70. Esto lo señalaba con cierto orgullo.
Para el periodo de las candidaturas a las elecciones presidenciales, y lo que vino
después se adelantó capaz de denunciar los malos manejos de los actores, como una

66
Grayson, G. (2006). Mesías Mexicano. Biografía crítica de Andrés Manuel López Obrador. México:
Grijalbo, p. 254; y Díaz-Polanco, H. El desafuero. La gran ignomia. México: Fundación Rosa Luxemburg
Stiftung y Para Leer en Libertad, A.C., p. 5.
67
Garrido, L. (21 de mayo de 2004). La acusación. La Jornada.
68
Bolaños, A. (27 de septiembre de 2004). Las hostilidades contra GDF, a partir del regreso de Salinas:
López Obrador. La Jornada.
69
Bolaños, A. (28 de julio de 2005). Si procede el desafuero, golpe a la democracia. La Jornada .
70
Después de todo sólo estaba construyendo un camino para acceder a un hospital. Lo que AMLO no
evidenció es que se trataba de uno de los hospitales más caros de México.
alternativa a la política de siempre, se construyó seguido por libre pensadores, intentando
hacer una reescritura de la historia, donde él, es uno de los principales protagonistas; un
hombre honesto, un político salido del pueblo, común y humilde; nacionalista, capaz de
hacer una lectura certera de la situación del país y del juego político. Sus adversarios lo
adelantaron como en contra de los empresario, mentiroso, manipulador, intolerante,
incapaz del diálogo y que reprimiría a quienes no estuvieran de acuerdo con sus ideas.
Esto revivió los imaginarios ligados a la guerra fría donde la llegada de las clases
populares al poder terminaría por desproveer a los grupos beneficiados. Asimismo, fue
calificado como mesiánico. No aceptó el calificativo y se mostró crítico a quienes lo
adelantaron. Al lado de ellas surgieron otras que cuestionaron su austeridad y su
honestidad. Las elecciones del 2006 estuvieron plagadas de símbolos y muchos se
construyeron desde el desafuero, sólo por señalar algunos mencionemos el uso del
Caballo de Troya en las movilizaciones y la comparación del líder con Pepe el Toro. En
el movimiento postelectoral, las representaciones surgieron tanto del líder como de la
población; este por su importancia se detalla en la tesis a través de las descripciones de
Poniatowska71 que participó y se ocupó de realizar un texto en torno a ello, en esta época
encontramos el escapulario donde AMLO y la Virgen aparecen juntos, muñecos,
playeras, y elementos tales como la misa y otros que surgieron de la convivencia cotidiana
y afianzaron al grupo, cristalizando el liderazgo. Del 2012, hay un elemento en particular
que nos gustaría resaltar, la “república amorosa”, que discursivamente marcó un cambio
y le dio un matiz de hombre de derecha que se entiende de manera diferente si se moviliza
el marco de comprensión del liderazgo populista. La propuesta de AMLO buscaba que la
vida no se redujera a la simple obtención de lo material, sino que los valores individuales
y colectivos fundaran el proyecto de país. Para él resultaba esencial que un elevado ideal
moral sustituyera el modo de comprensión de la vida social; sólo esto garantizaría una
transformación capaz de enfrentar al individualismo, la codicia y el odio que reinan.
Aquello era una crítica a quienes siguen el modelo de EEUU. Sin mencionarlo, hacía
hincapié en que el modelo de los mexicanos debían ser los pueblos indígenas. AMLO
hace de ellos ejemplo, retomando un imaginario donde el pobre y la pobreza están unidos
a la virtud, imaginario que adelanta el catolicismo. De acuerdo con lo publicado en el
periódico Regeneración, la República amorosa buscaba generar un estilo de vida pública
utilizando una “nueva forma de hacer la política”, donde se conjuntaran: justicia,

71
Poniatowska, E. (2007). Amanecer en el Zócalo. Los 50 días que confrontaron a México. México:
Planeta.
honestidad y amor. Igualmente, se hace patente el imaginario de que México es un país
rico, pese al saqueó que ha sufrido, pues la élites son insensibles. Así, serían una especie
de continuadores de la explotación que llevaron a cabo los conquistadores.
Durante el proceso de fundación y consolidación de Morena, hay algunos
elementos que se deben resaltar por haberse ligado a los inicios perredistas.
Primeramente, los procesos de fundación fueron comparados: en ambos encontramos la
movilización de estrategias de comunicación mesiánicas; la fundación de un partido-
movimiento; la separación de otra fuerza; ambas se presentaron como diferentes a las ya
existentes y como un espacio donde la población podía fincar las esperanzas de un futuro
mejor, ambas se definieron de “verdadera izquierda”, capaces de ver por el pueblo, las
únicas posibles jueces de la democracia –y esto fundado en su autoridad moral-,
construidas sobre la pureza de sus valores que les permiten fundar un proyecto de nación
distinto, y en clara contraposición con el resto de los actores políticos, ambos encontraron
su centro en un liderazgo carismático y dentro de Morena ya se vislumbran actores
intrapartidarios que nos recuerdan las semillas de las facciones perredistas. Al lado de las
similitudes, los grupos a favor de AMLO se han encargado de subrayar las diferencias72;
entre las que resalta el contexto particular de la separación. Comparar los procesos
conlleva una dimensión simbólica que no debe ser dejada de lado, ligada a una
refundación de la izquierda electoral en el país.
Igualmente, se debe mencionar que en la construcción de Morena AMLO se ha
invertido actuando como súper hombre imponiéndose una agenda cargada; como un
precipitador en la formación de la fuerza; y como despertador de la conciencia de la
población; basándose en los valores, la cultura y la forma de vida de la gente.
En este espacio, también conviene señalar que cuando AMLO, en el tiempo entre
elecciones 2006 y 2012 generó la estructura de Morena; movilizó una serie de elementos
simbólicos en los nombres elegidos: los protagonistas del cambio verdadero y Morena.
El primero tiene una connotación cuasi-religiosa. Del segundo el simbolismo se evidencio
el día que Morena fue constituida sociedad civil.73 En el evento se presentó un videoclip
diseñado para la promoción del movimiento montado sobre una canción de Byron

72
Para Monreal y Camacho, se trata de un nuevo 1988; mientras que para Encinas estamos de cara a un
proceso enteramente distinto.
73
El video se presentó a los medios el 21 de marzo; y esto porque los mensajes semanales de AMLO se
difundían en lunes. La coincidencia no pudo haber sido más favorable, pues se trataba del aniversario de
Benito Juárez. Otra vez utilizaba una fecha fundacional de la historia del país en su propio camino.
Barranco con ritmo latino. En ella se hacía alusión a la virgen de Guadalupe74 y se podía
ver reiteradamente a una joven morena que se volvió parte de la imagen del movimiento.
La representó, Luisa María Alcalde Luján. El video comienza con una parada de autobús
donde pasa un camión rotulado con la leyenda Morena y el águila juarista que AMLO
utilizó en el periodo. A él se van subiendo personas que pretenden representar la
diversidad de los mexicanos75; entre ellos “la morena” quien alterna con el compositor y
AMLO. En el video se hacen alusiones claras a que el camino de la derecha no funciona:
hay una señal de tránsito que anuncia “no a la derecha” y se presenta un camión azul
descompuesto y quienes lo ocupan terminan por hacerle parada al camión de Morena.
También son notorios los símbolos relacionados con los procesos electorales y los
llamados a la democracia, la canción invita a los seguidores a “cuidar la elección”, para
que no se repita lo ocurrido en 2006, pero señalando que había confianza en la
organización y que eso haría toda la diferencia en las venideras elecciones. Igualmente,
se mostraba la convivencia de la población en los medios de transporte, cosa que atañe a
las clases bajas y medias bajas, lo que aún ante el nuevo discurso lopezobradorista nos
hacía ver que se estaba dirigiendo a los grupos que lo habían apoyado y para quienes su
imagen de liderazgo se había cristalizado. También, se presenta la imagen de la virgen de
Guadalupe en una parada, y en ella un hombre humilde se sube a vender dulces; el
conductor se los cambia por un paquete de libros y lo invita a sentarse, reforzando el
apoyo que AMLO ha mostrado a la educación y la posibilidad de un futuro mejor. Por
último, se invita a la gente a leer el periódico Regeneración.
Sobre los repertorios de conducta de AMLO.
En este apartado adelantamos una serie de consideraciones que nos permiten entender la
manera de actuar de AMLO y anclarla a momentos específicos donde adquirió estos
repertorios de acción, y desde donde podemos darles todo su sentido. Al inicio de su
carrera política en la Chontalpa, exhibió una serie de repertorios que nos muestran que
estaba aprendiendo el funcionamiento del sistema político mexicano: creó programas
sociales novedosos, de fuerte impacto popular76 y que buscaban desagraviar a la
población; ni en ese momento, ni después intentó que le fuera dado mérito por su trabajo,
lo que le valió apuntalar su lugar; estableció un estilo de relación con sus compañeros y
subordinados que no apoya la democracia buscando normalizarlos por medio de la

74
Fue desechada en las versiones posteriores.
75
Los únicos que no se suben al camión, pero que están representados en las imágenes que se intercalan
mostrando a AMLO en mítines, son los indígenas.
76
Zepeda, J. (2005), Op. Cit., pp 16-17.
descalificación. Al volverse parte de la oposición encontramos que mantuvo una serie de
discursos y repertorios de conducta que lo ligan con los políticos postrevolucionarios
estudiados por Camp como el modo en que llegó a la candidatura, la creación y utilización
de redes, la campaña a ras de suelo y el valerse de un referente fuerte para posicionarse.
Pero también ya se hacían patentes conductas exhibidas por políticos que se separaban
del partido, específicamente el hecho de aprovechar la oportunidad de desarrollo de
carrera que la oposición le brindaba. De esta época es necesario también apuntar que
algunas reacciones, discursos y comportamientos de AMLO respondían directamente a
las acciones del priismo en contra de la oposición; pues en aquella época sufrió del
tratamiento que este le daba: descalificación pública, estigmatización y movilización de
toda la maquinaria política para hacer triunfar al candidato priista.
Desde que empezaron las luchas postelectorales, y en aquella en contra del
desafuero; encontramos que AMLO mantuvo sus conductas de forma consistente; cosa
típica de las minorías políticamente activas77. Y es que de hecho esta categoría nos sirve
bien para entender a AMLO y los repertorios de conducta que elige. Para Moscovici, las
minorías políticamente activas enfrentan pruebas y descalificación, pero en contra parte
pueden influir activamente en el medio. Para el autor, el comportamiento de las minorías
resulta determinante en su capacidad de influencia; adelanta cinco estilos que
comúnmente exhiben: compromiso, autonomía, consistencia, rigidez y equidad. Por
compromiso entiende la demostración de confianza ante la elección tomada; conlleva un
fuerte grado de coherencia interna. Por autonomía, la independencia de juicio y de actitud
que refleja la determinación de actuar según sus propios principios. Al ser autónoma la
minoría da la impresión de dominio de su comportamiento y no es percibida como
buscando llevar a cabo procesos de influencia social, lo que genera su potencial de
influencia. El tercer comportamiento es la consistencia, que se entiende como una
tendencia a mantenerse con un punto de vista. Esta es reflejo del compromiso con los
principios y en la mayoría de las ocasiones conlleva una falta de flexibilidad hacia quienes
no forman parte de la minoría. La rigidez es la imposibilidad de aceptar compromisos, es
la voluntad de imponerse a todo precio, pero también puede ser el resultado de la
imposibilidad de conceder. La minoría debe ser cuidadosa a este respecto, pues esta puede
estimular o eliminar la influencia. Por una parte, es necesaria para que parezca fijada en
la postura que defiende, pero no al punto de mostrarla incapaz de probar la razón de su

77
Moscovici, S. (1979). Psychologie des Minorités Actives. Paris: PUF.
causa. Se trata de un proceso sutil, donde juega el momento en el que se encuentra la
movilización y la percepción del observador. La última conducta es la equidad, Moscovici
nos explica que para poder generar influencia es necesario que la minoría permita que
otros puedan expresar su opinión y modificar a la minoría, se trata de alentar influencia
recíproca. Empero, es necesario que el proceso se lleve a cabo a dos ritmos; hacia el
interior debe mostrarse un estilo rígido y hacia el exterior debe primar la equidad. En las
luchas de AMLO se ha mostrado de forma consistente el compromiso con su propia
causa, que es según él mismo la necesidad de democratizar el país y el respeto a la
voluntad del pueblo. Igualmente, se hace latente la autonomía en su forma de posicionarse
y su consistencia al actuar. Depende la posición que detente en el espacio público, la
rigidez y la equidad en el discurso se han modificado. Así, cuando es necesario generar
procesos de atracción se muestra menos rigidez y más equidad; mientras que cuando el
grupo está soldado en torno al líder, estas se han presentado en menor grado. A este
respecto es importante también mencionar que la equidad ha sido solamente una
estrategia discursiva, pues aún en los momentos en los que se ha presentado abiertamente,
la creencia que está detrás de ella en el discurso de AMLO, es que escuchando los
argumentos del otro y adelantando los propios, el interlocutor no tiene más remedio al
final, que estar de acuerdo con él.
Como líder de la oposición en Tabasco AMLO continuó exhibiendo conductas
ligadas a la forma de actuar de los priistas, tales como el clientelismo. También se debe
resaltar que todavía era una pieza con la que se podía negociar y esta posición no
cambiaría hasta que adquirió cierta autonomía en el cargo de presidente nacional del
partido.
Durante el tiempo que estuvo al frente del PRD nacional, AMLO siguió
prefiriendo pasar acuerdos que apegarse a la estricta legalidad, cosa que se hizo patente
en el respeto que mostró a las reglas no escritas sobre la repartición de puestos y que le
permitieron tener una presidencia estable. Igualmente, utilizó su puesto para propulsar su
carrera buscando mantener el poder. Mantuvo por el estilo de relación que primaba al
interior del partido y los programas de ayuda social, control vertical y hábitos
corporativistas. Del mismo modo, enarboló una serie de valores que debían guiar la
conducta de los políticos para diferenciarlos de los corruptos priistas. Como sea, las
prácticas no se ajustaron a los ideales; y se debe aclarar que su posición respecto a los
valores ha sido circunstancial78 Además, movilizó el referente de la revolución como un
punto de anclaje identitario. Igual, como otrora ancló sus discursos en la historia. Y buscó
proteger su imagen, cosa que se hizo patente al momento de la derrota electoral en
Tabasco donde se obligó a renunciar al culpable y luego de las elecciones internas donde
buscó disgregar la responsabilidad. Todo esto presente en las conducta de los políticos
post-revolucionarios estudiados por Camp. Además, de la concentración de poder que se
dio sólo en cierta medida, pues C. Cárdenas seguía siendo el líder fuerte al interior de la
estructura. Asimismo, se debe mencionar que continuó exhibiendo una serie de prácticas
que había adoptado en sus primeros años, entre las que resaltan los recorridos a ras de
suelo, la austeridad en el manejo de recursos y la democracia directa. Y, siguió la
tendencia, incluyendo dentro de las filas del perredismo a políticos venidos de otras
fuerzas, pese a que esto no fue generalmente aceptado dentro del partido 79. Más tarde
dedicaría en La mafia nos robó la presidencia, un buen número de páginas para justificar
tal decisión.
En la candidatura al gobierno de la ciudad de México, seguimos encontrando
continuidades con la forma de actuar de los políticos postrevolucionarios. AMLO logró
como otrora Antonio –el protagonista de Camp- la candidatura gracias a relaciones tejidas
previamente y por estar posicionado detrás de un líder importante. Además, ambos, antes
de ser elegidos candidatos, se encontraban en una posición de fuerza desde la que no
representaban una amenaza y sin ser los favoritos de los líderes fueron usados como
moneda de cambio, lo que terminó beneficiándolos. Del mismo modo, ambos utilizaron
la estructura de los partidos para manejar la campaña, valiéndose de formas de actuar que
no pueden ser calificadas como democráticas; y aunque ambos se consideraron
demócratas, toleraron aquello, justificándolo –no estaban directamente involucrados en
su ejercicio- y explicando que pese a su posición estas formaban parte de la normalidad.
Durante la jefatura de gobierno podemos considerar en varios sentidos que actúo
bajo el paradigma del priismo: realizó obras monumentales, congregó su gabinete con las
redes que había creado previamente; sus políticas sociales significaron un parte-aguas en
la historia de la ciudad, estas podrían haberse forjado en la época de hegemonía del
priismo, en ellas se combinaba una dosis de piso ideológico con la búsqueda de crear

78
López, A. (2007). La Mafia nos robó la presidencia. México: Grijalbo., pp. 82-83.
79
Se debe subrayar, que de cualquier forma, desde los años 80, la tendencia a cambiar de partido sin
reflexionar en las implicaciones ideológicas y guiándose por los beneficios materiales o de ascenso de
carrera, es una constante. Para más información al respecto referirse a Manin, B. (1995). Principes du
gouvernement représentatif. Paris: Calmann-Lévy.
clientelas políticas; sobre la corporatización, merece la pena apuntar que gracias a los
programas sociales, se crearon grupos de apoyo y de promoción de la figura de AMLO –
el más importante fue el de los adultos mayores-; fue capaz de tejer relaciones con un
espectro amplio de actores. Del mismo modo, se deben resaltar algunas características
venidas de sus años en el INI: prefirió el contacto con la gente, privilegió el aprendizaje
por medio de la experiencia, otorgó un lugar simbólicamente predominante a la población
lo que le permitió mantener cercanía con ella, buscó el desagravio de los pobres e
ignorados y fincó su imagen en el pueblo. Asimismo, se valió de la imagen de los
intelectuales y artistas que lo apoyaban para darle legitimidad a las acciones de su
gobierno y a su lucha contra el desafuero. Congregó a un grupo que generó que la gente
construyera un imaginario que anunciaba que si estas personalidades reconocidas lo
apoyaban era porque su causa era legítima y estaba fundamentada. Del mismo modo, fue
manteniendo y desarrollando redes que le serían funcionales para la continuación de su
carrera política. Si bien, las más evidentes son las creadas al momento del desafuero y
aquellas que tejió con los intelectuales; hay otras como aquellas que se formaron por las
personas tocadas por los programas sociales en torno a intermediarios, los empresarios y
las élites religiosas. En otro ámbito, ejerció influencia social mayoritaria y minoritaria.
Lo primero se evidenció en su comportamiento hacia los reporteros a quienes normalizaba
cotidianamente en las mañaneras; lo segundo al momento del desafuero cuando se debían
tomar decisiones, por ejemplo80. Igualmente, debe enfatizarse el empleo de mecanismos
de democracia directa, específicamente de consultas ciudadanas.
Además, en esta época AMLO se distanció de C. Cárdenas, mientras se fortalecía
al interior del partido y de cara a la opinión pública. Esta forma de actuar ha sido común
en líderes políticos. AMLO mató simbólicamente a C. Cárdenas desde el discurso
posterior a las elecciones del 2000, construyéndolo como parte de la historia. Para Freud
se trataría de la reproducción del mito avanzado en Tótem y Tabú. Asimismo, cuando la
posición de AMLO se soldó se fueron generando en torno a él procesos de groupthink,
aquello aminoró su percepción de la realidad social generando que su propia subjetividad
reinara, imposibilitándolo para tomar decisiones críticas. Por último, continuó
preocupándose por mantener una estrategia de comunicación que le permitiera mantener
visibilidad, continuar la construcción de un liderazgo de proximidad y difundir las
acciones de su gobierno.

80
Moscovici, S. (1979). Op. Cit.
En la época de las dos campañas a la presidencia del país, encontramos de nueva
cuenta elementos que nos hacen pensar en el priismo postrevolucionario; como el
mantenimiento de símbolos, colores, formas de actuar –campaña a ras de suelo- y
discursos. Aquello hizo que fuera pensado como anclado en maneras de actuar poco
modernas. Del mismo modo, siguió movilizando la historia que considera cíclica y fuente
de sabiduría. Asimismo, buscaba construir un pacto de inclusión nacional al estilo de los
adelantados por el priismo postrevolucionario, que abarcara toda la gama de sectores. De
la misma forma, cuando estaba construyendo su proyecto para presentar en las elecciones
del 2012 convocó a una serie de discusiones que buscaban incorporar a la población y a
los intelectuales. Aquello, fue un mero acto simbólico, pues como hiciera el PRI las ideas
vinieron de los frentes previamente fijados; pues ni esto, ni las encuestas –en las que se
apoya, como el resto de los políticos- eran verdaderos instrumentos del sentir popular.
Sobre esto, es interesante remarcar el testimonio de Costa, asesor de campaña en el 2012,
él afirma que sobre los efectos de la república amorosa, se hacían las encuestas a modo,
y los resultados eran tomados como verdades sociológicas; sin importar la veracidad o
los sesgos que se introducían en el diseño; ya que AMLO –quien no es un experto en
diseño de las mismas- participaba en la elaboración. Los resultados eran utilizados para
confirmar sus ideas y el equipo las asimilaba acríticamente, pues envuelto como en el
2006 en procesos de pensamiento de grupo, no buscaba en ellas información que le
permitiera tomar decisiones81; lo que redundaba en perder la posibilidad de conseguir una
lectura certera82. Además, AMLO ha mostrado gustar de concentraciones que muestren
la importancia numérica de sus seguidores, esto significa una demostración de fuerzas.
Asimismo, en este periodo, siguió rodeándose de la red previamente creada; y
encontramos dinámicas que alientan el corporativismo. Además de las características
recién mencionadas, hay otras que no lo demarcan especialmente de otros actores
políticos; por ejemplo su interés por fortalecer su figura haciendo alianzas con personajes
que acrecienten su zona de influencia, el uso de recursos y un discurso antisistémico que
contrastaba con las prácticas que se apegan al modo de funcionamiento del sistema
político. Además, mantuvo estilos narrativos y prácticas que vinieron de sus primeros
años dentro de la oposición; entre los que destacan el discurso de carencia y la inequidad

81
Rodea, F. (29 de julio de 2013). “Hacíamos encuestas a modo, AMLO dictaba las preguntas. La Razón.
Consultado el 5 de junio de 2014 en http://www.razon.com.mx/spip.php?article182681&var_mode=calcul
82
Aunque en la época en la que el PRI tenía la hegemonía hacer encuestas de opinión no era una práctica
corriente; se llevaban a cabo otro tipo de acciones que hacían que las figuras de autoridad ratificaran sus
creencias y se establecían también procesos de pensamiento de grupo.
de las contiendas. Igualmente, se siguieron haciendo palpables el uso de la historia, la
movilización de propaganda de sus ideas y de posicionamientos en el espacio público que
no abonan al razonamiento crítico, la utilización de mecanismos de influencia social
mayoritaria de cara a sus seguidores y minoritaria hacia la población, la democracia
directa, la creación de una estructura parecida a las brigadas del sol: las redes ciudadanas,
que se analizan con detalle en el trabajo; y el apoyo en los grupos de intelectuales que le
rodearon.
Dentro de Morena encontramos formas de actuar similares a las que han
acompañado a AMLO a lo largo de su carrera política. Como otrora en la Chontalpa, ha
abogado porque sea un partido-movimiento, con bases en el pacifismo, que se finque en
la institucionalidad aunque desconfiando de ella, lo que le permite articular un discurso
antisistémico; con trabajo a ras de suelo para convencer a la población manteniendo un
liderazgo de cercanía, y la recuperación del rol de intelectual. En segundo lugar, intenta
construirse como un contrapeso ante un gobierno que a su parecer no defiende al pueblo,
tal y como se intentara en el periodo entre las elecciones de 1988 y 1994 en Tabasco.
Igualmente, encontramos conductas que son herencia de la forma de actuar de los priistas
postrevolucionarios: las redes de apoyo, el dedazo, la falta de promoción de liderazgos,
la construcción de un liderazgo carismático que está por encima de los estatutos del
partido y donde la dependencia para con este es mayúscula, reproducción de clientelismo
y corporativismo, la implantación sectorial y territorial capaz de aglutinar amplios
sectores, el establecimiento de un liderazgo que condensa el poder formal e informal, que
rompe la división de poderes, y esto justificado por el carisma y por la encarnación del
pueblo. También, encontramos formas de actuar que nos recuerdan lo que sucedía en los
primeros años que perteneció al PRD, al interior del partido. Específicamente nos
referimos a que pese a los discursos y algunas prácticas concretas de empoderamiento;
encontramos la construcción un liderazgo fuerte, donde su palabra parece pesar más que
la voluntad de la gente, que se construye solamente a través de su discurso; en la estructura
no se han implementado procedimientos claros de elección interna y AMLO tiene la
facultad de revocar al CEN haciendo que los poderes al interior del partido queden
fusionados en él, tal como pasaba en los primeros años del PRD. En Morena, en los años
a venir seremos testigos de cómo se resuelve esta situación. Igualmente, se debe
considerar que AMLO ha explicitado ya sus intenciones para contender una vez más por
la presidencia del país. Ante ello, debe considerarse que su posibilidad de lograrlo es cada
vez menor, en ello juega el modo de funcionamiento del sistema político mexicano donde
el principio de no reelección parece aplicar también para las candidaturas a la presidencia.
Pese a ello, AMLO no parece tener la intención de pasar la estafeta. Así, seguimos
encontrando en su actuar una tensión entre la promoción y el freno a la democracia.
Sobre las movilizaciones sociales
No debemos olvidar que durante su carrera política, AMLO ha comandado múltiples
movilizaciones. Para analizarlas hemos decidido apoyarnos en las pistas avanzadas por
Doug Mc Adam, completadas con reflexiones sobre los movimientos sociales; y bajo el
entendido que el marco de análisis sirve simplemente para complementar la comprensión
del liderazgo. El marco que propone nos permite integrar la parte cultural de las
movilizaciones como parte de lo político en una búsqueda de inclusión y de que las
demandas de los diferentes grupos sean tomadas en cuenta. De acuerdo con Mc Adam las
movilizaciones no pueden entenderse desglosadas en fases discontinuas, sino que se trata
de procesos que deben ser comprendidos integralmente. Como sea, para su estudio
considera dos momentos, el de emergencia y el de desarrollo. En el primero señala tres
factores: el grado de preparación organizacional; es decir que tanto el grupo está
organizado y motivado para llevar a cabo una acción, así como la fuerza que es capaz de
ejercer de abajo hacia arriba. La oportunidad política, que no es otra cosa que la
posibilidad real de llevar a cabo una acción contestataria y que depende de que en el
ambiente existan rupturas que permitan la emergencia de la movilización. En tercer lugar,
se concentra en la forma en la que los actores comprenden subjetivamente la situación.
Para movilizarse debe darse lo que llama la liberación cognitiva que es la “ruptura con la
resignación fatalista.”83 Para el momento de desarrollo apunta que “el movimiento debe
ser considerado como una fuerza autónoma modeladora, de su propio desarrollo84”; y que
depende de la reacción que otros grupos -el más importante es el grupo en el poder- tengan
hacia la movilización. Esto lo completamos con reflexiones acerca de los participantes en
las movilizaciones, el análisis de estructuras, normas, lógicas de funcionamiento, el
núcleo de significación de la lucha y la dimensión que primó en las acciones. Si bien en
el trabajo cada movilización es analizada de manera particular, se pueden adelantar una
serie de consideraciones generales. En primer lugar, las movilizaciones que AMLO ha
comandado se han complejizado en cuanto a su preparación organizacional. Así, los
grupos se han ido nutriendo, han complejizado sus formas de organizarse y manifestarse

83
Chazel, F. (1993). La place du politique dans les mobilisations contestataires: une découverte progressive.
En F. Chazel, Action Collective et Mouvements Sociaux (pp. 145-162). Paris: PUF, p. 152.
84
Ibíd, p. 153.
y han crecido numéricamente conforme la carrera política de AMLO ha ido avanzando.
Esto, a excepción de la primera que fue particular por el apoyo del gobierno del estado
con el que contaba. En lo relacionado a las oportunidades políticas, AMLO parece muy
competente para leerlas en lo inmediato. Así, para los éxodos, buscó situaciones que
terminaran por beneficiarlo, como la firma de unos Acuerdos de Paz que eran importantes
para el gobierno de Salinas y que terminaron beneficiando al movimiento; o las
posiciones que ha tomado considerando la dureza o laxitud con la que el gobierno trata a
los movimientos sociales. No se puede decir lo mismo de la lectura de las condiciones
más generales, o al menos no se detecta en el plano discursivo. Respecto a esto es
importante señalar que para Mc Adam, estas son las que en realidad juegan en las
posibilidades de triunfo de la movilización. Empero, se ha beneficiado. Sobre la
liberación cognitiva, se debe apuntar que la causa constante está dada por la necesidad de
democratizar al país y modificar las condiciones de vida de la población; y esta naciente
en un contexto donde se evidenciaba que el partido oficial no iba a aceptar los triunfos de
la oposición si esta no luchaba por ellos, y que se ha mantenido constante en el discurso
lopezobradorista. De las condiciones de desarrollo en general, se puede apuntar que los
grupos en torno a AMLO se han construido como fuerzas autónomas; y que la reacción
hacia ellos por parte de las autoridades ha sido en general negativa –a excepción de la
primera movilización, cuyas condiciones son particulares-. Como sea, se deben resaltar
condiciones de cuatro movilizaciones: la postelectoral de 1994 que causó rechazo por
parte de sectores de la población tabasqueña; el desafuero que congregó la simpatía de
amplios sectores de la población; el plantón que generó fuertes rupturas y la movilización
del 2012 que fue entendida por algunos como laxa, pero que no se esperara que fuera tan
conflictiva como la del 2006. En fin, los detalles de cada una se desarrollan en el trabajo.
Sobre las otras consideraciones que se adelantaron para analizar las
movilizaciones se debe decir que en todas primó la dimensión de sacrificio; que el núcleo
de significación estuvo dado por la necesidad de respeto a los resultados electorales, de
justicia o de restitución; que el repertorio de conductas se mantuvo estable –mítines,
éxodos, plantones, acciones en contra de los considerados los grandes responsables de los
problemas sociales o de los fraudes-, con un discurso apuntalado en el pacifismo;
funcionando a través de una estructura vertical de la que AMLO está en la cima; y con
atracción a sectores que han generado una identidad popular en torno al líder, donde se
puede percibir tanto una dimensión ideológica que les moviliza, como una instrumental.
Sobre el liderazgo
Los constructos relacionados directamente con el de liderazgo fueron conectados en la
parte final de la tesis con el constructo de populismo. Esto se debe a que no queríamos a
priori imponer categorías de análisis por el tipo de enfoque de investigación elegido, y
sobre todo por la estigmatización que recae sobre el concepto tanto en el espacio público,
como dentro de los círculos académicos. Para explicar el liderazgo de AMLO
movilizamos los siguientes constructos: la importancia de la dimensión simbólica fincada
en las ideas de Lefort y de Lacan, el liderazgo de proximidad apoyados en Rosanvallon,
los liderazgos simbólicos de Klapp y el liderazgo carismático basado en Max Weber, que
fue completado con algunas reflexiones sobre el concepto de liderazgo mesiánico.
En primer lugar, concentrémonos en la dimensión simbólica y mitológica. Esta
fue analizada en el trabajo en la sección donde nos interesamos en la construcción del
imaginario y de los elementos simbólicos en torno a AMLO, y le dimos esta importancia
en la tesis, pues ha sido una dimensión dejada de lado en el análisis de su liderazgo, pese
a la cantidad de material empírico que hay para llevarlo a cabo. Las dimensiones han sido
incorporadas al estudio de los liderazgos populistas entendiendo que su comprensión abre
la puerta para conocer los elementos sobre los que estos se fincan, que hacen sentido a la
población, los imaginarios que se sustentan en el mundo social, las creencias de una
sociedad en un momento histórico dado, sus contradicciones y en general de aquello que
ayuda cotidianamente a que esta interprete y de sentido a lo que sucede. Todo esto
configura finalmente el escenario en el que el líder desempeñará su papel y forma parte
de aquello en lo que se fincan las percepciones del líder que juegan a su vez en la
generación de sentidos. Si bien se debe mencionar que esta dimensión no es exclusiva de
los liderazgos populistas, en estos resulta esencial, pues a partir de ellos se pueden
entender los modos de legitimación movilizados y se puede estudiar la tendencia
ideológica que los funda, que recordemos en el estudio de los populismo y el debate en
torno a ellos es un tema que ha causado interés, pues estos se fincan tanto en líderes con
tendencia de izquierda, como de derecha.
En cuanto al liderazgo de proximidad, desde el principio su carrera política estuvo
marcada por la personalización del liderazgo y la construcción de relaciones de
proximidad con la población. Para el análisis de la proximidad se utilizó el marco
propuesto por Rosanvallon85. Para él, existen tres acepciones del adjetivo proximidad: la
de posición, la de interacción y la de intervención. La de posición está relacionada con
que el político demuestre atención, empatía y compasión hacia el ciudadano, y
normalmente está asociada con una corta distancia física. La de interacción tiene que ver
con que los políticos sean accesibles, receptivos y escuchen a la gente. La de intervención,
guarda relación con que el interés particular quede ligado al general, pero también está
relacionada con la capacidad para actuar adecuándose al contexto, prefiriendo los arreglos
informales al seguimiento de las reglas si estas parecen entorpecer la resolución de los
problemas86. Al principio de su carrera política AMLO vivía dentro de las comunidades,
escuchaba y respondía personalmente las demandas de los ciudadanos y buscaba
adecuarse al contexto del grupo con el que trabajaba. Para las campañas electorales a
nivel estatal; la dimensión se hizo presente a través del trabajo a ras de suelo que AMLO
y su equipo llevaban a cabo; y en las movilizaciones postelectorales al discursivamente
saltarse las reglas del juego político por considerarlas injustas; pero también en la manera
en la que se posiciona al lado de la gente para luchar. De igual forma, la encontramos
cuando fue presidente nacional del PRD, principalmente en sus posicionamientos sobre
el Fobaproa y el hecho de que desenmascarara los manejos gracias a la información de
los ciudadanos. Al ser candidato a la jefatura de gobierno del DF, también se acentuó esta
característica para con los tabasqueños; pero de forma simbólica, pues era percibido como
un líder que se alejaba. El líder los había dejado como tantas veces los habían abandonado
las élites políticas pasadas las elecciones. Esta era la manera tradicional en la que se
habían vinculado los grupos en el poder y la población. Los tabasqueños que seguían a
AMLO se sintieron utilizados, esto modificó la forma en la que se relacionaron con él y
lo construyeron. Sorj y Martuccelli adelantan que esto es común en América latina, donde
cada generación se porta esperanza de la democratización ligada a algún actor colectivo,
luego los abandonos aparecen87. La proximidad también se presentó cuando AMLO logró
la candidatura a jefe de gobierno; entonces las leyes fueron entendidas como mecanismos
moldeables adaptables a la conveniencia de la gente y no como las bases del juego
político. La característica siguió acompañándolo durante la jefatura de gobierno, donde

85
Las ideas avanzadas por Rosanvallon fueron conceptualizadas en un contexto diferente al
latinoamericano por lo que deben ser matizadas al utilizarse. Empero, el concepto tiene potencial
explicativo en el caso de AMLO.
86
Rosanvallon, P. (2008). La légitimité démocratique. Impartialité, réflexivité, proximité. Paris: Seuil, pp.
267-269.
87
Sorj, B. y Martuccelli, D. (2008) El Desafío Latinoamericano. Cohesión Social y Democracia. Buenos
Aires: Instituto Fernando Henrique Cardoso y Siglo XXI Editora Latinoamericana.
creó espacios para escuchar a la población y resolver sus necesidades; adelantó elementos
que lo hacían parecer asimilable al resto de la gente, tales como el tipo de educación que
tuvo y la forma en la que esta se desarrolló; en resumidas cuentas, buscó elementos que
lo distinguieran de los políticos y lo hicieran asimilable a la población88. El episodio del
desafuero le permitió construir un imaginario que reforzó la cercanía. Además, en este se
mostró capaz de pasar por sobre la legalidad para defender su posición y en teoría en
defensa de la población. Aquello lo fortaleció, pero también sirvió para justificar el
imaginario de que era un político capaz de pasar, cuando le conviniera, por encima de la
legalidad. En la época de las candidaturas por la presidencia del país AMLO siguió
fincando un liderazgo de cercanía que además de las dimensiones simbólicas; tenía un
importante peso pragmático; pues la atracción, le ayudaba a negociar y obtener apoyo.
Durante las campañas lo construyó gracias al trabajo a ras de suelo que le permitió
establecer “un genuino diálogo circular” y recoger “demandas, sentimientos y
preocupaciones”89. Aunque en otros momentos había construido su carrera tejiendo
relaciones directas con la población, en aquel momento se trataba de una relación
simbólica fincada en intermediarios y establecida por el intercambio de emociones y en
los contactos frugales que le organizaban las redes y los partidos. Al momento del plantón
adelantó un discurso donde evidenciaba que compartía con la gente la experiencia
recreando la figura del Tata Cárdenas que nunca había abandonado a su pueblo y de otros
líderes populistas que establecieron la misma dinámica. Por último, respecto a la
dimensión de cercanía se debe apuntar que cuando AMLO decidió separarse del PRD,
parte de sus seguidores no comprendieron su actuar, se sintieron abandonados como
otrora en Tabasco.
En el trabajo, abordamos el constructo de cercanía desde una perspectiva
simbólica primordialmente, pues la proximidad entre los líderes y la población no se dio
en el caso de AMLO de manera directa, más que en las primeras fases; sino que se
estableció mediante otro tipo de mecanismos que hacen parecer como si el líder estuviera
en contacto directo con la gente y a través de la generación de referentes que acortan la
distancia entre ellos. El interés de generar una reducción de la distancia percibida entre la

88
Park, R. (2007). La Foule et le public. Paris: Paragon.
89
López, A. (2009). El país desde abajo. Apuntes de mi gira por México. México: La Jornada. Consultado
el 22 de julio de 2014 en:
http://www.jornada.unam.mx/2009/03/09/opinion/018a1pol,http://www.jornada.unam.mx/2009/03/10/opi
nion/014a1pol,http://www.jornada.unam.mx/2009/03/11/opinion/016a1pol,http://www.jornada.unam.mx/
2009/03/13/opinion/014a1pol.
gente y el líder, responde a una inquietud de este de garantizar la representatividad de la
voz del pueblo; lo que nos permite ligar este constructo con el del populismo. Y es que
para los líderes populistas es necesario que quien esté a la cabeza de los gobiernos
represente auténticamente lo popular; pues hay una ruptura percibida entre las élites y la
gente, en un proceso de construcción identitaria donde se estas viven como más
semejantes a las de otras latitudes que a la población que los elige; y los mecanismos de
representación de la población no son satisfactorios, a su parecer90. Los líderes populistas
tienen una preocupación de integrar al pueblo –ligando su propia causa con la de este- en
un intento de reformar la democracia, y bajo la justificación de que esta no debe reducirse
a sus formas procedurales, sino que debe fincarse en la soberanía del pueblo que es su
principio de legitimidad y que estos construyen y reconstruyen continuamente91. Por ello,
se les liga a la realización de acciones radicales en su proceder, pues en su orientación
normativa requieren la integración del pueblo mediante la democracia directa –que como
se apunta en el trabajo no genera más o mejor democracia, y que estuvo presente en
AMLO desde las acciones en el INI-, y a los procedimientos que la rigen tales como el
referéndum, sobre todo aquel de surgimiento popular. Así, en esta tesis se hace presente
empíricamente la tensión que se presenta en el populismo entre abonar a la construcción
de una mejor democracia y minarla por las prácticas mismas del liderazgo. Esto nos
permite darle un matiz diferente al debate que se ha establecido en torno a AMLO para
buscar definirlo como un líder que abona a la democracia o que la entorpece. Igualmente,
nos permite hacer patente la tensión que se presenta entre la búsqueda de generación de
equilibrios entre los procedimientos vinculados con la democracia y las expectativas que
el régimen creó y que no ha logrado cumplir; y que los líderes populistas puntualizan
continuamente. Así, el populismo es la voz de una crítica al modo de funcionamiento de
la democracia. Esto en el caso que estudiamos hace todo su sentido, pues la carrera de
AMLO se construyó en un momento en el que se buscaba la generación de apertura de
espacios democráticos y luego de un periodo donde se generó esperanza en la posibilidad
de alcanzar la democracia causado por la transición de la presidencia del país, que
terminó en desencanto y donde las críticas fueron constantes. Esto nos permite avanzar
que el liderazgo populista ha surgido prioritariamente en contextos de profunda crisis de
representación –como el que se vivía en México previo a la alternancia ,y luego de ella-,
aunadas al hecho de que hay una dificultad de pasar del marco de construcción de estado

90
Taguieff, Op. Cit., pp. 24-25, 222.
91
Ibid., p- 170.
nación al supranacional que gobierna la globalización, de ahí que el discurso de estos
líderes se ancle muchas veces en la antiglobalización, que tiene en parte el objetivo de
preservar la identidad nacional del pueblo en cuestión –y que en México ha estado
marcado por el paso del nacionalismo postrevolucionario a un discurso modernizador
anclado en la importancia de la entrada de México al mundo global; pero donde existen
aún sectores socializados en el nacionalismo revolucionario, a los que AMLO dirige su
mensaje-.
En lo concerniente al liderazgo simbólico victimario, lo encontramos desde su
paso por la presidencia del PRI de Tabasco. Si bien Zepeda afirma que se puede rastrear
desde sus narraciones de juventud. De este, podemos resaltar el hecho de que en su propio
discurso haya librado una batalla al estilo David contra Goliat, lo que le permitiría fincar
este tipo de liderazgo. En el episodio mencionado se enfrentaba contra el estado,
avanzando una dimensión de sacrificio, que exalta el carisma construido; que como sea
queda justificada por las condiciones que le rodearon, y fue construido como una
exaltación de sus valores, subrayando características deseables en un líder y promoviendo
una justificación para su abandono al PRI que desde ahí quedaba ligado en su propio
recito, a una serie de hábitos que no se cansa de descalificar. Igualmente, se hizo presente
al momento de la movilización postelectoral de 1988 pues discursivamente construyó el
evento como un drama público92, en el que se posicionó como el rival débil enfrentando
a un enemigo poderoso, y construyendo los resultados como favorables para él y la
movilización anclados en la destitución de Neme, que se adjudicaron como un éxito –si
bien para entender el proceso se debe matizar el rol del frente-. El mismo estilo de
construcción lo encontramos en la candidatura a la jefatura de gobierno, donde una serie
de personajes querían impedirle el acceso, presuntamente por sus posiciones sobre el
Fobaproa. La construcción del evento corresponde con el patrón que hasta entonces había
utilizado; es anunciado como una batalla en la que los poderosos se unen y utilizan los
medios que tienen para hacerlo a un lado. La utilización de recursos lleva implícito el
abuso de poder. Pese a ello no deja de lado su principio rector: la honestidad. De hacerlo,
estaría traicionando a su pueblo. El abuso le permite crear nódulos de identificación.
AMLO publicita los hechos de forma que el otro va viendo cómo se desarrolla el evento,
se involucra emocionalmente y lo vive como un drama propio. Luego, al salir victorioso
el liderazgo se fortalece. La misma estrategia es movilizada durante el episodio de los

92
Klapp, E. (1969). Symbolique leaders, Public Dramas and Public Men. Chicago: Stanford University.
video-escándalos, donde avanzó que se trataba de un ataque contra él y su proyecto, de
cara a las elecciones del 2006. Afirmó que EEUU estaba incidiendo para que no llegara
a la presidencia, actualizando la idea de que este país injiere en los asuntos internos en
América latina, reviviendo el antiimperialismo. AMLO decía representar una amenaza
por ser nacionalista, no defender sus intereses y estar del lado del pueblo. Además,
incluyó a las élites –que construyó como enemigas del pueblo en ese referente-. Los
enemigos de AMLO eran los grupos poderosos del país, él era el rival débil. Pero, tenía
que ser capaz de vencer pues en el orden natural de la vida adelantado por él, el bien y
los buenos siempre triunfan. A diferentes grados la gente se identificó con el líder,
percibió la manipulación o presentó ambivalencia hacia la figura. Aquello fortaleció la
imagen de AMLO. Su autoridad moral había logrado pasar por encima de quienes
buscaban perjudicarlo. Con todo aquello AMLO dio visibilidad a un descontento patente
y se construyó como la víctima del sistema; que abusaba de él, tal y como lo hacía con el
resto de la población; esto permitió indirectamente justificar su inocencia; la creencia se
cristalizó entre sus seguidores y a partir de ello modificarla no iba a ser sencillo. En este
tono se llegó a las elecciones del 2006, y al movimiento postelectoral, en el que AMLO
volvió a movilizar los mismos arquetipos, reforzados por algunos imaginarios que se
habían hecho públicos durantes las movilizaciones, como el de Peje El Toro, que lo ligaba
con el personaje Pepe El Toro, que ha simbolizado la capacidad de los pobres de soportar
todas las vicisitudes que la vida les presenta. Para las elecciones del 2012 el arquetipo se
volvió a movilizar a través del episodio del charolazo; y en el movimiento postelectoral
por la fiscalización a la que se vio sujeto; pero entonces ya enteramente ligado al discurso
del complot. Movilizando el discurso, reforzó los argumentos que había adelantado
anteriormente y le dio credibilidad a su palabra, mientras creaba un escudo que pensaba
lo hacía inmune a las críticas avanzadas. Igualmente, se debe señalar que al momento del
conflicto postelectoral y las movilizaciones en contra de la reforma energética recreó la
batalla David contra Goliat presentándose como el rival débil capaz de hacer frente a un
sistema entero. Y que este discurso permaneció latente cuando Morena estaba en trámite
de convertirse en un partido oficialmente aceptado en el juego político. Lo presentaba
como una minoría en lucha.
Igualmente, se debe subrayar que para este tipo de liderazgo la dimensión
mediática es fundamental. Cuando AMLO fue presidente nacional del PRD explotó en
buena medida en su uso gracias al Fobaproa. De acuerdo con Grayson93, el debate le
permitió consolidar algunos aspectos de su imagen y posicionarse sobre un asunto que
permanecería en el espacio público, lo que de volverse la voz experta de la oposición le
garantizaba visibilidad. A largo plazo le sirvió para reiterar sus argumentos de que las
élites políticas querían aprovecharse de la población. De igual forma, como jefe de
gobierno adoptó una serie de estratégias de comunicación que le garantizaron visibilidad
pública y que se analizan con detalle en la tesis; y de las que las más importantes son las
mañaneras -conferencias de prensa que se realizaban todas las mañanas muy temprano-.
La utilización de este marco de análisis de los liderazgos nos permitió entender el
sentido e interpretación que la gente da a las luchas por las que atraviesan los líderes, los
procesos de identificación que se generan en caso de éxito -que son parecidos a los que
ocurren en el caso de filiaciones a equipos deportivos donde éxitos y derrotas son vividos
de forma personal-, la explicación que genera sobre los sucesos que ocurren en el mundo
social al líder y el posicionamiento que luego de ello tendrán –a través de liderazgo
victimario en el caso de AMLO y construyendo toda clase de símbolos de interpretación
comunes que fortalecen la identidad de sus seguidores y la generación del pueblo-, y
también la posibilidad que tienen de reconstruir y deconstruir el sentido con el que el líder
o ellos son juzgados y entendidos socialmente –específicamente nos referimos a la idea
del renegado, estigma que cayó sobre los lopezobradoristas al momento del plantón, la
principal estrategia del movimiento postelectoral del 2006; lo que nos permite conectar
con los procesos de estigmatización que los líderes populistas y sus seguidores atraviesan,
y la forma en la que son entendidos los intelectuales que se pronuncian a favor o en contra
de AMLO en el espacio social mexicano, y que son parecidas a aquellas de otros líderes
que entran dentro de esta categoría-. Utilizar el concepto de liderazgo victimario nos
proporcionó una entrada para aproximarnos al inconsciente colectivo mexicano, y los
diferentes componentes que este tiene; su entendimiento nos brinda puertas de
comprensión de lo social relacionadas con imaginarios extendidos como el arquetipo del
renegado que acaba de ser mencionado o de Pepe el Toro.
AMLO construyó un liderazgo carismático94. El carisma es una cualidad de la
personalidad individual que debe considerarse como extraordinaria. En el caso específico

93
Grayson, G, Op. Cit., pp. 141-144.
94
Esta idea proviene de la teoría de dominación legítima, que construyó Max Weber cuando se interesó en
las formas de autoridad política establecidas en los estados modernos. En ella analiza las claves históricas
que permiten definir distintos tipos de ejercicio del poder. Hace una distinción entre poder y dominación.
Por poder entiende la habilidad individual de hacer valer su propia voluntad; y por dominación el derecho
de AMLO se trata de un liderazgo carismático situacional; es decir que el carisma se basa
en un estado de estrés que se vive en una sociedad que hace parecer las características del
líder de forma muy pronunciada a causa de las condiciones que le rodean. El liderazgo
carismático se caracteriza por trascender el cotidiano y los resultados de las acciones que
emprende el líder deben demostrar continuamente su capacidad. Las luchas que AMLO
ha enfrentado, siempre las interpreta de forma que parezca que ha ganado, lo que hace
que su fuerza no se desvanezca. La segunda característica está relacionada con la voluntad
del líder para liberar a sus adeptos de una condición de opresión; Weber la llama
“renunciación del pasado”95. Generalmente, se trata de una injusticia construida como
inaceptable y que se ha cometido por un cierto tiempo. En su estado más puro equivale a
un llamado hacia una obligación espiritual que conlleva a los adeptos a negar la realidad
factual opresiva e incluso la realidad mundana. Es por esto que Weber habla de una
tendencia a renunciar a los deseos y las necesidades para elevarse a nivel espiritual; esto
hace que el líder parezca estar constituido de una sustancia distinta al del resto de los
miembros de la comunidad. AMLO no va al punto de presentarse como ascético; sin
embargo, renuncia al menos en apariencia a una serie de lujos, así como a los privilegios
que rodean a los de su gremio; y construye continuamente sus acciones como sacrificios,
lo que le permite legitimar su autoridad; sin olvidar que posee una marcada habilidad para
percibir y nombrar las injusticias. A causa de las dos características mencionadas, Weber
propone que el liderazgo aparece principalmente en momentos de crisis social. Entonces
el líder propone una ruptura con el pasado y una nueva manera de actuar fundada en la
inspiración divina o una visión extraordinaria. Se propone como una alternativa diferente.
AMLO ha actuado así a lo largo de su carrera política, llegando incluso a proponer la
tercera gran transformación del país. Por último, AMLO consideraba su vida y trabajo
como una misión y era capaz de infundir en sus seguidores el mismo espíritu. Esta

de la autoridad de dar ciertas ordenes esperando que se cumplan. (Weber, (M.), 1978, Economy and Society,
California, Berkley Univesity of California Press, p. 53.) El sistema de autoridad legítima está dado por el
derecho de las autoridades a dar ordenes. El interés de Weber por las diversas formas de dominación lo
llevó a ocuparse de la estructura de la dominación. Según él, un sistema de dominación se diferencia de
otro por la forma en que las ordenes son dadas y seguidas. Cada sistema es un aparato de autoridad porque
refleja las relaciones entre los gobernantes, la burocracia o los aparatos administrativos y la gente. Para
comprender los modos de autoridad divisa dos elementos: la legitimidad del poder y la percepción que los
otros tienen de la legitimidad de la autoridad; y el aparato administrativo. En base a ellas determinó cuatro
características que nos pueden ayudar a entender los sistemas de dominación: la manera en que la autoridad
y el poder son establecidos, el tipo de obediencia, la gente que forma parte de la administración y los medios
que utiliza el sistema para legitimarse. Tomando en cuenta las diferencias estableció su teoría de la
autoridad política, donde propone los tres tipos de dominación legítima.
95
Ibíd., p. 244.
dimensión también se hizo presente al momento de las diversas campañas electorales
gracias a la movilización del imaginario de cercanía de AMLO con la gente, la promesa
de llevar a cabo grande acciones con la garantía de su desempeño anterior, la promesa de
defensa y restitución de grupos excluidos y la presencia de la dimensión de sacrificio
mediante la visibilización de las difíciles condiciones en las que sus campañas se han
debido realizar. Como líder de los movimientos postelectorales a nivel local, AMLO se
estableció como saliente del pueblo, pero con características excepcionales que lo
distinguían del mismo y hacían que la gente confiara en él y sus habilidades; construyó
la serie de eventos que fue enarbolando en sus luchas como injusticias donde las causas
de movilización y su propia figura estaban ligadas a la necesidad de renunciar al pasado
y apareció en un momento de crisis, donde se traslaparon dos formas de funcionamiento
del sistema político. Se definió a sí mismo como un luchador por el bienestar de la
población y un generador de cambios dentro del funcionamiento de la vida pública sin
tener intereses de por medio. Además, al hacerlo tuvo que realizar sacrificios en todos los
sentidos, que estuvo dispuesto a hacer porque sabía que de esto dependía que se
concretizaran las modificaciones requeridas para “salvar al país” y “mejorar la calidad de
vida de la gente”. Gracias a este tipo de liderazgo pudo actuar como precipitador de las
diversas movilizaciones que se articularon, y donde un componente importante era la fe
de la gente en que era un superhombre capaz de lograr sus objetivos y enfrentar a los
poderosos. Asimismo, debe resaltarse que la plaza lo transformaba. Como presidente
nacional del PRD, la dimensión se hizo palpable en la construcción de la justificación de
sus errores y de sus derrotas como victorias que dieron prueba de sus capacidades;
también, en la búsqueda de liberar a la población de una situación de opresión, en la
ocurrencia del Fobaproa. Al momento de la jefatura de gobierno, se propuso saliente del
pueblo, pero trascenciendo la cotidianidad. En aquel momento fue construido como un
líder excepcional por su capacidad de enfrentar a los poderosos, su acercamiento con la
gente y por representar un estilo diferente de político en un momento donde estos estaban
desprestigiados. Asimismo, esperaba a través de las políticas sociales liberar al pueblo de
la opresión económica, restituirlo, dignificarlo y ofrecerle justicia. Además, se presentaba
como capaz de renunciar a las comodidades del mundo material para solidarizarse con
este. Conviene resaltar que el liderazgo despuntó en un momento de crisis a causa de la
decepción ante la alternancia de partidos en el poder. En cuanto a presentarse como una
alternativa, esto no sólo se fundó en la imagen política que construía, sino también en que
fue pensado como el sucesor de C. Cárdenas, como aquel capaz de renovar al partido; y
esto en un momento donde el PRD tenía necesidad de purificarse pues se creía que sólo
así recuperaría la posición que en 1988 pudo detentar. Aquello tenía importante peso
simbólico. También debe mencionarse que probaba su carisma el hecho de que se
mostraba en el plano teatral capaz de resolver los problemas de quienes se acercaban a él
solicitando su ayuda; de los capitalinos en general y de quienes el gobierno había
excluido. Se construyó como un súper hombre capaz de hacer frente a cualquier cantidad
de peticiones y vicisitudes, sin dejar de lado toda una dimensión de sacrificio carismático
en su actuar. Además, el liderazgo se apuntalaba en un proceso dramático donde se apela
a la inclusión sin ejercer de fondo las acciones que se requieren para hacerla realidad 96.
El discurso es creído por los interlocutores por el sólo hecho de dirigirse a sectores
habitualmente excluidos. Así, en el fondo AMLO con las acciones que llevó a cabo, no
se construía como un caudillo épico que los salvaba de la situación desesperada en la que
se encontraban, sino como un “cacique urbano populista”97. Esto último se evidencia en
la forma en que desmanteló una serie de redes y mecanismos que permitían dotar de
ayudas a las bases98. Asimismo, adelantó sobre sí una serie de competencias que hacían
de él la persona idónea para ocupar el cargo: su experiencia dentro de la administración
pública que lo hizo hábil en el trabajo social y en la organización de la gente; su
conocimiento práctico y teórico de la ciudad . Sobre la inestabilidad del liderazgo,
conviene mencionar que gracias a los escándalos mostró que su carisma estaba intacto,
era todavía capaz de guiar a su pueblo. Por último, tal como Weber nos sugiere al llegar
al poder y verse limitado por el aparato burocrático y el presupuesto fue realizando una
serie de acuerdos, arreglos y ajustes que le permitieron seguir fiel en la consecución de
sus objetivos. Asimismo, monopolizó la toma de decisiones –aunque escuchó a los
expertos- bajo la justificación de su propio carisma. Durante la época de las candidaturas
a la presidencia ciertamente buscaba trascender lo cotidiano y demostrar su capacidad
para llegar a resultados extraordinarios a través de la referencia a su mandato como jefe
de gobierno como prueba de sus capacidades; y de las interpretaciones que hace de las
actualidades, que se apoyan en un discurso milenarista; especialmente evidente en ¡el
folleto Mi país desde abajo, apuntes de mi gira por México. En las candidaturas AMLO
anunciaba que buscaría modificar las condiciones de la población liberándola de una

96
Rouquié, A. (2011). A la sombra de las Dictaduras. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
97
Bartra, R. (septiembre 2006). Fango sobre la democracia. Letras libres. En Tello, C. (2007). 2 de julio.
La crónica minuto a minuto del día más importante de nuestra historia contemporánea. México: Planeta,
p. 204.
98
AMLO prefirió los arreglos políticos sobre la conveniencia técnica. Krauze, E (junio 2006). Op. Cit
opresión que hasta entonces pesaba sobre ella; adelantando que aquello era más
importante que su supervivencia en la política o su estabilidad. Se presentaba como el
posible salvador de los mexicanos. Su liderazgo se vio favorecido por dos circunstancias;
la insatisfacción para con los políticos tradicionales y la desigualdad. A AMLO se le
construyó como un despertador de consciencia, rodeado de un discurso de reivindicación
de la cultura y la forma de vida del pueblo99, que puede ser leído como una especie de
discurso civilizatorio pero a la inversa. A saber, su pueblo y sobre todo las comunidades
indígenas, deben contagiar con sus valores al resto de la sociedad. Además, durante el
plantón les dio la posibilidad de simbólicamente invertir los roles con quienes abusaban
de ellos; generando la percepción de ser un grupo empoderado y con capacidad de
agencia100. Mediante sus propuestas les infundía la esperanza de un futuro mejor, de que
la política podía ser algo distinto, les prometía restitución, dignificación101 y les hacía ver
que las acciones que llevaban a cabo eran trascendentales –las luchas tenían un sentido,
cambiar el rumbo de la nación-; todo constante en su carrera. Igualmente, se mostró capaz
de hacer sacrificios materiales y simbólicos; que quedaron expuestos al momento de las
campañas y el plantón; pero también de la separación de Morena del PRD donde además
cuestionó a su pueblo sobre su propia capacidad de llevar a cabo sacrificios, en medio del
rito fundador y ya sabiendo la respuesta que este le daría, pero recreando la dinámica que
Martuccelli y Svampa desarrollan en La Plaza Vacía102. Tal como ellos explican, AMLO
buscaba comprometerlo, mostrarle su propia posición y reprenderlo en caso de no estar
listo. Asimismo, el liderazgo apareció en un momento de crisis social donde había fuerte
polarización y las instituciones estaban siendo cuestionadas. En todo el periodo, AMLO
ha generado en la plaza actos que le ha permiten escenificar comuniones políticas y
recrear rituales de religión secular; que afianzan el liderazgo, y son capaces de llenar una
nostalgia comunitaria que reafirma los vínculos sociales –un bien cada vez más escaso,
pero necesario en las sociedades de América latina -. Por último, debemos comentar que
en los episodios donde el carisma podía ser cuestionado, se daban explicaciones que
mantenían su posición de cara a los seguidores que habían cristalizado el liderazgo.

99
Por ejemplo, al momento del plantón se resaltó el ingenio de la población para resolver los problemas
cotidianos con pocos recursos.
100
Poniatowska, E. (2007). Amanecer en el Zócalo. Los 50 días que confrontaron a México. México:
Planeta, pp.307-308.
101
AMLO dijo: “queremos patria para todos, que haya patria para el humillado, que haya patria para el
pobre, que haya patria para todos los mexicanos, que haya futuro para todos los mexicanos.” Pérez, C. (19
de abril de 2006), Op. Cit.
102
Martuccelli, D. y Svampa. (1997). La plaza vacía. Las transformaciones del peronismo. Buenos Aires:
Losada.
Muy ligado al constructo de carisma, se encuentra el uso del discurso mesiánico.
Entendemos por ello, uno que reivindica peticiones cuyo objetivo son compensar a una
población dañada y que pretende retribuirla, que ofrece una relación transformacional,
donde al participar en las movilizaciones sus seguidores y el líder se modifican de manera
significativa. Discursivamente, construyen sus mensajes movilizando la temporalidad
pasada, presente y futura. Al hablar del pasado, recrean en un momento particular un
“mundo ideal”103. Al hablar del presente, construyen narraciones subrayando los
elementos negativos. Y al hablar del futuro, proyectan un mejor avenir donde las
condiciones se transforman, si se siguen las ideas que proponen. Además, se basan en una
concepción religiosa de lo político, que tiende a surgir en momentos de crisis; y estas
comparten que forman y se forman de elementos simbólicos104 y que generan referentes
que permiten interpretar el mundo social y construir relaciones a través de ellos.
Consideramos que AMLO puede entrar dentro de esta categoría, pues a lo largo de su
carrera ha nombrado daños sufridos por diversas poblaciones y ha buscado
discursivamente compensarlas y retribuirlas; además se posiciona como un líder que al
ser seguido saca lo mejor de sus seguidores transformándolos; de hecho, el liderazgo se
asienta en su autodefinida capacidad para despertar la conciencia de la población y sobre
una dimensión del sacrificio. Un buen ejemplo resulta el discurso de toma de posesión
como jefe de gobierno, donde subrayó la excepcional situación que le tocaba vivir y como
se trataba de una oportunidad para transformar las condiciones de vida de la población,
rompiendo con los tecnócratas. La dimensión también se ha hecho palpable en varios
episodios de su vida –el paso por el DF en el INCO y como jefe de gobierno, por ejemplo;
donde son evidentes los constantes sacrificios, la renuncia a los bienes materiales, la
construcción de sus acciones como una misión al servicio de la población y la persecución
de ideales ambiciosos. Por otra parte, se debe señalar que continuamente en sus discursos
encontraremos el uso de las tres temporalidades descritas para explicar la situación del
país, tal como lo han hecho constar trabajos como el de Guzmán Rocha105
En cuanto a las relaciones de las dimensiones recién descritas, es importante
mencionar que a los liderazgos populistas en general se les confiere la característica de

103
En los discursos de AMLO encontramos dos periodos idealizados, la época del mandato de Benito Juárez
y el periodo comprendido entre 1940 y 1970.
104
De acuerdo con Lefort la política está formada por lo simbólico y de comprenderlo podemos entender
la esencia de la política. Lefort, C. (1981). ¿Permanece lo teológico-político? Buenos Aires: Hachette.
105
Guzmán Rocha, M. N., dirigida por Amador Bech, J. (2008). Entre mito y política: análisis de los
discursos políticos del candidato electoral: Andrés Manuel López Obrador de enero al 2 de julio del 2006.
Tesis para obtener el grado de Maestra México: Flacso.
ser carismáticos y se les liga con el mesianismo. Si bien la relación no aplica a la inversa.
La conexión está dada por la utilización del elemento carismático para legitimar al líder,
por el hecho de que este hace creer a la población que mediante su palabra puede cambiar
la realidad; y de acuerdo con Krulic, por su oposición hacia la intermediación en el
régimen democrático y por su desconfianza en los procesos de representación al interior
del mismo106. En este trabajo buscamos generar evidencias empíricas para religar los
conceptos. Así, por un lado, podemos señalar el ya adelantado argumento de ser un
mecanismo de legitimación. Por el otro, que en el discurso de AMLO encontramos la
necesidad de sacar adelante a la población de una condición de opresión y restituirla, y
esto a través de sacrificios simbólicos y materiales anclados en un discurso mesiánico que
los justifica y alienta; esto nos permite tejer de nuevo puentes con el constructo de
populismo.
Por último, tenemos el constructo mismo de populismo. En el trabajo lo
entendimos recuperando elementos avanzados por diversos teóricos. De Germani,
retomaremos que se trata de un liderazgo que busca la incorporación de las masas a la
vida pública y con fuerte base social. De Laclau, la dimensión discursiva, donde el líder
se posiciona reactivamente de cara a las instituciones, apela al pueblo, acorta la distancia
con este, se vuelve la voz que le da expresión y el elemento en el que finca sus esperanzas.
De Álvarez Junco, la inclusión de una visión simbólica y mitológica. De Pécaut, las
configuraciones en las que se forja basadas en una condición de contradicción social y en
la búsqueda de resaltar las desigualdades sin proponer en la práctica un nuevo orden; en
la generación de una identidad que unifique107 y un discurso de fundación de un orden,
como si la situación se erigiera sobre el desorden. Por último, de De la Torre recuperamos
que el líder se haga coincidir discursivamente por sus oponentes con la barbarie, que se
busque asustar a la opinión pública por la vía de ese referente, que el líder verbalice y de
espacios de visibilidad a las humillaciones que la gente común sufre, politizándolas; la
asimilación del líder al pueblo y en la práctica el uso del clientelismo y de la política del
espectáculo. En el caso de AMLO, encontramos a lo largo de su carrera, que ha buscado
la incorporación de grupos que se han construido o que han sido fácticamente excluidos;
y ha buscado construir sus apoyos en la base social. Discursivamente, ha adelantado
formas reactivas –que generan polarización y contraposición entre grupos,

106
Taguieff, Op. Cit. p. 197.
107
Pécaut, D. (enero-junio 2000). Populismo imposible y violencia: el caso colombiano. Estudio Políticos,
no. 16. Medellín.
específicamente las élites en contra del pueblo-, se ha ubicado por encima de las
instituciones, se dice más cercano al pueblo que al resto de los políticos –y se vive así,
como en el episodio del plantón-, construye a través de su discurso al pueblo, encuentra
en él la esperanza de futuro –sólo el pueblo puede salvar a México, y esto a través de una
división que genera polarización –el pueblo contra las élites que luchan solo por conservar
sus beneficios-. Se ha convertido en la voz que le da expresión a este –explicando sus
reivindicaciones en las diferentes luchas, representándole; siendo el que puede darle voz
en el espacio público-. Ha construido una visión simbólica y mitológica en torno a él, que
se hace especialmente perceptible cuando consolidó el liderazgo a nivel nacional; a través
de símbolos como el caballo de Troya o su imagen en caricatura y el mito de la venidera
revolución pacífica; sólo por mencionar algunos. Igualmente, encontramos que el
liderazgo surgió en un momento de contradicción social, donde se instauraba la lucha de
la oposición por generar espacios y las reglas del juego político atravesaron un momento
de redefinición. AMLO, en sus discursos y su forma de presentarse busca generar una
identidad que unifique al pueblo, y de hecho es el elemento que lo conjunta, a través de
los elementos simbólicos que son estudiados en el trabajo; y adelanta un discurso donde
propone la necesidad de un nuevo orden para seguir adelante. En general, encontramos
en los discursos de AMLO denuncias sobre la situación del país, la construcción de otra
sociedad por sobre la existente, el aglutinamiento de un grupo en torno a él y la
construcción de su pueblo, del que se nombró el único que en el fondo defendía sus
intereses, transmutándose en este. AMLO lo apela constantemente, lo ha cifrado como su
fuente de legitimidad y se pretende su encarnación. Si bien esto se hace patente desde el
principio de su carrera política, a partir de la jefatura de gobierno, se hace palpable con
más fuerza aún. Es para entender estos puntos que en el trabajo nos apoyamos en las
reflexiones de Lefort sobre el uso de las estrategias venidas de la religión para la
consolidación o la legitimación de lo político. Del mismo modo, a partir de la candidatura
al gobierno de Tabasco de 1988 podemos percibir la estigmatización que sufrió y que lo
acompañaría desde entonces, la denuncia de las malas condiciones de vida de la
población, el que encarnara al pueblo, el uso de prácticas corporativistas y clientelistas;
y en los mítines escenarios de representación en la que practicaba la política espectáculo
–si bien, esto se podía rastrear ya en sus años en el INI-. En el periodo como jefe de
gobierno se hicieron especialmente visibles las características de su liderazgo populista.
Además de lo recién mencionado que ha estado presente en toda su historia política;
conviene mencionar que durante su mandato se establecieron una serie de acciones y
políticas sociales que nos permiten interpretar que este entendía su rol como centrado en
la necesidad de restituir a quienes habían sido excluidos. Los programas que se
establecieron pueden ser considerados como tales, en el sentido que buscaban paliar
formas de exclusión mediante acciones pensadas en el cortoplacismo, con una perspectiva
asistencialista, pero insertos en un discurso modernizante. Además, unificaban en él una
serie de reivindicaciones populares. Las acciones llevadas a cabo eran vistas como
provenientes de él, quien era visto como quien podría modificar el destino de la población
y adelantaban un imaginario donde los pobres y excluidos eran percibidos como un grupo
virtuoso. Asimismo, incorporó a las masas hasta antes excluidas al espacio público por la
vía de los programas sociales y buscando generar una nueva justicia social, con un
discurso que politizaba la situación de exclusión hasta entonces vivida. Las acciones a
favor de los grupos no buscaba generar empoderamiento –esto se hizo evidente en el
discurso de las prostitutas que sabían que tarde o temprano tendrían que ser
autosuficientes- sino que tenían la lógica de resolver temporalmente los problemas, sin
erradicarlos de fondo. En el sentido que incluía demandas sociales de los grupos
excluidos, el liderazgo de AMLO podría ser comparado con el de Perón todas las
proporciones guardadas; pues ambos se posicionaron frente a una revolución de facto o
simbólica, resignificándola como un episodio que debería redundar en justicia social –en
un sentido no condicionado o limitado- para los grupos hasta entonces ignorados a los
que decían representar, generando planes que no eran sostenibles económicamente a largo
plazo. Ambos líderes generaron polarización en torno a ellos, pues ciertos grupos se
pensaron afectados por las medidas tomadas que eran en el fondo una compensación
intergeneracional por las injusticias sufridas y por las ganancias percibidas. Así, la
categoría de justicia social se convirtió en un referente nodal al momento de articular sus
discursos108. En su mandato podemos rastrear el mantenimiento de prácticas clientelistas,
la promoción de relaciones instrumentales a través de las ayudas sociales y el manejo
hábil de los medios de comunicación, llegando al punto de la generación de la política
espectáculo. En cuanto a los elementos discursivos: se pronunció por encima de las
instituciones. Personalizó la política y generó un discurso donde las élites se oponían al
pueblo en un tono antielitista y donde marcó una clara distancia entre el representante y
el representado, bloqueando los espacios de representación; específicamente adelantaba
un discurso antisistémico donde se oponía a otros políticos y figuras de autoridad, el

108
Groppo, A. (2009) Los dos príncipes: Juan D. Perón y Getulio Vargas: Un estudio comparado del
populismo latinoamericano, Buenos Aires: Editorial Eduvin.
presidente incluido, lo que lo posicionaba como una figura antisistémica del
antisistemismo. Generó discursos donde polarizaba a la sociedad construyendo una
contraposición entre las élites y el pueblo. Se posicionó más cerca de este que de los
políticos, eliminando la distancia entre representado y representante, creando una nueva
entidad ilusoria donde ambos se simbiotizan; a través de ella se convirtió en la voz que le
dio expresión. Esto le permitió tomar decisiones en nombre de la comunidad que se
legitimaron por el posicionamiento respecto a esta que adoptó. Afirmó que como sabía
que la oposición intentaría cerrarle el paso a sus iniciativas –y esto a la luz de la forma en
la que se había conducido para con C. Cárdenas-, iba a llevar a cabo una política de
decreto109, cosa que mantuvo hasta el momento en que los órganos legislativos le fueron
favorables. Los decretos fueron legitimados en su discurso por mecanismos de
participación ciudadana. Del mismo modo, debe ser resaltado que AMLO esperaba que
sus seguidores –a quienes construía como su pueblo- pudieran modificar el destino de la
ciudad y luego del país. Asimismo, convirtió a los pobres en “los habitantes nobles y
virtuosos de la patria que necesitan de su protección paternalista.110”. Esto ocasiona que
el líder adopte un discurso en el que subraya la necesidad de atenderlos, protegerlos y
cuidarlos; y les confiera un estatus superior al del resto de la población, -en el caso de
AMLO los considera llenos de cultura y sabiduría-. Estos grupos desfavorecidos viven
en el sufrimiento de la carencia, lo que les concede sabiduría; además por su condición
económica siempre mantienen una actitud sencilla, lo que los eleva todavía más por sobre
quienes no la padecen. Promovió la polarización despertando emociones encontradas -
para unos, un hombre muy querido; para los otros un manipulador-; y esto fue en parte
consecuencia de la división artificial de la sociedad que promovió, que aunque le fue útil
para construir una identidad popular y para las campañas, terminó fragmentando la
sociedad. Igualmente, abonó a la polarización el hecho de que Fox se adelantara como el
portador de un nuevo modelo liberal al que AMLO pudo contraponerse recuperando los
valores nacionalistas. Cada posición hizo sentido a diferentes grupos. Por último, en esta
época encontramos exacerbada la retórica del complot.
Para el periodo de las candidaturas a la presidencia del 2006 y 2012, buscó
discursivamente la incorporación de las masas a la vida pública mediante la
reivindicación de amplios sectores excluidos, lo que le valió el apoyo de grupos de la

109
Dresser, D. (2000). AMLO, Locomotora lacerante. Proceso, número 1223, pp. 38-39.
110
De la Torre, C. (2003). Masas, pueblo y democracia: un balance crítico de los debates sobre el nuevo
populismo. (P. U. Chile, Ed.) Revista de Ciencia Política número 1, pp. 55-66, p. 58.
clase media que se identificaron con la causa. En los grupos excluidos y aquellos que en
el camino fueron siendo estigmatizados fincó su pueblo, sobre las bases de una promesa
de restitución. Igualmente, se ubicó por encima de las instituciones cuando afirmó que
reconocía los resultados electorales, siempre y cuando estos fueran en el sentido de los
que él exponía, a causa de la injusticia de las leyes. Se mostró más cerca del pueblo que
de las élites eligiendo llevar a cabo la campaña a ras de suelo que lo distanciaba de los
medios tradicionales, lo fincaba en la construcción de carencia que había caracterizado
los primeros años de la oposición, le permitió seguir adelantándose como el único que
conocía las necesidades de la gente y situándose su portavoz; y cuando eligió no ir al
debate del 2006 descalificando al sistema, situándose por encima de él en una arriesgada
apuesta. Del mismo modo, fincó sus esperanzas en el pueblo, que decía no lo abandonaría
y construiría con él una nueva época. Este lo respaldó haciendo proselitismo; salieron de
puerta en puerta a buscar simpatizantes con ejemplar convicción. Asimismo, congregó
capas de la población disímiles en demandas e intereses, motivadas por factores
heterogéneos que pasaban por el intercambio instrumental, la identificación ideológica,
la búsqueda de la construcción de la democracia, y la identificación con su imagen
pública. Entre estas resaltaban quienes no habían encontrado formas de integrarse a la
vida ciudadana y que veían en él a alguien que podía incluirlos. Además, promovió una
división de la sociedad que generaba polarización, contraponiendo al pueblo con las élites
en un contexto en el que la población percibía marcadas distancias sociales y pocas
oportunidades de ascensión. Así, se generaron identidades contrapuestas, y aquello se
volvió parte fundamental de la identidad de los simpatizantes de AMLO. En su discurso,
marcaba adversarios claros: Salinas, los medios de comunicación tradicionales, el PRIAN
y los 30 potentados; a estos se unían todos los actores que por alguna razón no estaban de
acuerdo con él y no lo apoyaban; por ejemplo los intelectuales que se mostraban críticos,
los grupos que luego de seguirlo se alejaban, y al final del periodo los perredistas que no
concordaban con sus ideas. Del mismo modo, el liderazgo se generó en un momento de
contradicción social en el que el líder generaba una identidad unificadora y un discurso
de fundación de un orden, como si la situación se erigiera sobre el desorden. Además, fue
estigmatizado; se le ligó con la barbarie y se dijo que era un populista. Intentó liberarse
de aquel calificativo, que en ese momento se encontraba en el espacio público sin una
explicación exhaustiva de su significado, pero vinculado al elemento nacionalista que
caracteriza a los populismos clásicos, que servía para descalificarlo. Los seguidores de
AMLO también sufrieron de la estigmatización. A quienes lo apoyaban se les tachó de
incivilizados, peligrosos e irreflexivos. La dimensión de sacrificio se construyó en las
movilizaciones y en la plaza a través de una relación de violencia simbólica entre la masa
y el líder; que de acuerdo con Martuccelli y Svampa, es común en los liderazgos
populistas latinoamericanos, donde se escenifica una y otra vez la pasión crística111. Se
hizo patente en el periodo el clientelismo, y la política espectáculo se manifestaba en los
mítines. Por último, se debe afirmar que al principio del periodo AMLO renegaba del
calificativo de populista comprendiéndolo como un mecanismo de descalificación,
mientras que durante el gobierno de Peña Nieto lo resignificó convirtiéndolo en una
característica positiva y deseable.
En el trabajo, describimos la forma de actuar de AMLO, sus discursos, el contexto
que le ha rodeado y su forma de legitimarse; lo que nos permitió aportar a la comprensión
del estigmatizado constructo de populismo a través de las descripciones realizadas. Dicho
constructo en los círculos académicos se ha visto rodeado de desacuerdos sobre sus
dimensiones, características, contextos de aparición, etc., lo que pudiera hacernos pensar
que no contiene una substancia común; lo que entonces no justifica su existencia. Se trata
de una especie de holograma con el que se pudiera cazar casi cualquier cosa desde
perspectivas diversas. Según Taguieff, de ahí la importancia de generar estudios teóricos
y empíricos que nos permitan mejor aprehenderlo. Por otra parte, en el espacio público
ha habido una sobre utilización de la etiqueta, sin las consideraciones comprensivas
necesarias y con un sentido siempre negativo, ligado a la demagogia o al nacionalismo.
Se ha utilizado para descalificar líderes, quienes al así ser llamados buscan deshacerse
del calificativo o resignificarlo para revirar el estigma: lo primero aduciendo a que se trata
de un mecanismo de descalificación por parte de sus enemigos políticos; lo segundo
explicando que son llamados así por la cercanía que presentan con el pueblo o lo popular,
cosa adelantada de manera positiva. Esta nube en la que se encuentra envuelto el concepto
dificulta la posibilidad poder afirmar públicamente que nos encontramos ante la presencia
de un liderazgo populista. Por ello, en lugar de colocar la etiqueta o enumerar sus
características o los contextos que beneficiaron su aparición –y aquí habría que considerar
el legado de repertorios de acción priista y analizarlo a través de este lente-, buscamos
describir el liderazgo para aprehender las particularidades y poder entender de manera
detallada y a través de un caso concreto lo que es un líder populista, lo que significa en
su contexto de desarrollo –el lugar que ocupa-, como lo vive, lo construye y lo entiende

111
Martuccelli, (D.) y Svampa (M.), 1997, Op. Cit., p. 85.
la sociedad desde diferentes ángulos y los otros actores políticos; el rol que se le asigna
desde diferentes trincheras y las interpretaciones que se generan en torno a los conceptos
estructurales de vida política, como su rol en la democracia mexicana.

Conclusiones
El presente trabajo se adelanta una aportación al estudio de los liderazgos políticos
considerando una perspectiva desde la que se contextualizan en su surgimiento y
desarrollo. Lo que de paso, permite generar lecturas distintas de la realidad del contexto
general que les rodea; permeadas por las necesidades explicativas mismas del líder en
estudio.
En la tesis resultó primordial la comprensión de la dimensión simbólica y de los
imaginarios creados en torno al líder. Pues desde nuestra perspectiva, es esta la que nos
permite entender cómo la gente construye a los líderes–si abonan o no a la democracia,
si son buenos o buscan el bienestar general o no- y las razones por las que decide seguirlos
o alejarse de ellos, desde una perspectiva diferente a la de la racionalidad instrumental; y
apegada al entendimiento de una serie de arquetipos que hacen sentido a una sociedad, y
que este trabajo nos permitió explorar.
También, era esencial explorar la procedencia de una serie de conductas que han
caracterizado a AMLO y que han generado comparaciones, no siempre atinadas, con otros
líderes. Así, buscamos generar un matiz que nos permita religar a AMLO con la forma
de actuar de los priistas postrevolucionarios, pero también encontrar otros puntos de
referencia; como la experiencia en el INI que marcó sensiblemente sus repertorios de
conducta y que lo distancia de los primeros. Más allá de esto, movilizamos el marco de
las minorías políticamente activas, buscando aportar elementos para entender la forma en
que se ha posicionado en el espacio público, y que de acuerdo con la mencionada teoría
se puede vincular a la necesidad de atraer o no a capas del líder.
Asimismo, se consideran las movilizaciones sociales, pues en el liderazgo de
AMLO estas han pesado de manera importante.
Igualmente, hemos explorado una serie de conceptos relacionados con el liderazgo
que se agruparon al final del trabajo en el de populismo. Buscando desde una perspectiva
cualitativa, centrada en un caso, en la historia de vida de un personaje en particular
generar puntos de comprensión; en un momento en el que el debate en la academia y en
el espacio social así lo exige; y no sólo porque este liderazgo parece mantenerse en
América latina de forma intermitente, sino por su resurgimiento en otras latitudes lo que
anima el debate y renueva el interés en el mismo; planteándonos de forma directa sus
relaciones con la democracia en cuestionamiento también en algunas latitudes; y
avanzando las tensiones que entre ellos surgen.
Por último, buscamos puntualizar las modificaciones que se han dado en el
sistema político mexicano en los últimos años; y que al formar parte del mismo pueden
parecer imperceptibles. Los cambios han tenido lugar y han reconfigurado, regresado al
estado anterior, tejido nuevas formas de relaciones entre los actores y con la ciudadanía,
modificado el marco institucional, establecido puntos de referencia para la construcción
o no de la ciudadanía; y tal como se hace patente en este trabajo, marcado sensiblemente
la trayectoria de los actores que en este se han desempeñado.

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