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Expediente : 4894-2012-70

Juzgado : Tercer Juzgado Penal de Investigación Preparatoria de Trujillo


Imputados : Adolfo Enrique Fiestas Valverde y otros
Agraviados : Alvaro Zacarias Wilson Escobedo Jara y El Estado
Delitos : Robo agravado y tenencia ilegal de armas de fuego
Juez : Dr. Giammpol Taboada Pilco
Asistente : Ysela Carrera Rengifo

AUTO

RESOLUCIÓN NÚMERO CUATRO:


Trujillo, primero de abril del dos mil trece.-

I. PARTE EXPOSITIVA:

Con fecha primero de marzo del dos mil trece, la doctora Erika Vergara Córdova en
calidad de abogada defensora particular de los imputados Adolfo Enrique Fiestas
Valverde y Henry Walker Quispe Villa, presentó la nulidad del acta de registro
vehicular e incautación de dinero practicado en el vehículo de placa de rodaje
número BC-9371 y las actas de registro personal de incautación practicado a los
imputados Adolfo Enrique Fiestas Valverde, Henry Walker Quispe Villa, José Luis
Cedrón Chávez y Bryan Esteven Rodríguez Alvarado, elaboradas con fecha primero
de octubre del dos mil doce, por lo que, siguiendo el trámite previsto en el artículo 8º
del Código Procesal Penal del 2004 –en adelante CPP-, se corrió traslado a los
demás sujetos procesales para la absolución respectiva. De otro lado, la doctora
Yael López Gamboa en calidad de Fiscal Provincial de la Tercera Fiscalía Provincial
Penal Corporativa de Trujillo, con fecha trece de marzo del dos mil trece requirió la
confirmación judicial de las actas antes cuestionadas como lo exige el artículo
203.3º del CPP. Finalmente en la audiencia realizada con fecha trece de marzo del
dos mil trece, el Fiscal Manuel Gonzáles Tapia y la abogada Erika Vergara Córdova
aceptaron la propuesta del Juez, consistente en el debate acumulado de ambas
pretensiones en una sola sesión por su conexión con los mismos actos de
investigación preliminar, siendo el estado del proceso el de emitir la resolución
correspondiente.

II. PARTE CONSIDERATIVA:

1. Itinerario procesal

1.1. Con fecha dos de octubre del dos mil doce, el doctor Herve Aquino Espinoza en
calidad de Fiscal Adjunto Provincial Penal Titular de la Tercera Fiscalía Provincial
Penal Corporativa de Trujillo, dictó disposición de formalización de investigación
preparatoria contra Adolfo Enrique Fiestas Valverde y Henry Walker Quispe Villa, por
la comisión del delito de tenencia ilegal de armas de fuego, tipificado en el artículo
279° del Código Penal en agravio del Estado; y contra los imputados Adolfo Enrique
Fiestas Valverde, Henry Walker Quispe Villa, José Luis Cedrón Chávez y Bryan
Esteven Rodríguez Alvarado por el delito de robo agravado, tipificado en los
artículos 188° y 189°, incisos 3º y 4º del Código Penal, en agravio de Alvarado
Zacarías Wilson Escobedo Jara. En la misma fecha, el Juez del Tercer Juzgado de
Investigación Preparatoria de Trujillo dictó la resolución número uno admitiendo la
disposición de formalización.
1.2. La tesis incriminatoria contenida en la formalización de investigación se resume en
que con fecha primero de octubre del dos mil doce, aproximadamente a las cinco
horas, el agraviado Alvarado Zacarías Wilson Escobedo Jara, llegó a Trujillo
procedente de Huamachuco. A las once horas, se dirigió al centro comercial Real
Plaza, con la finalidad de cobrar un cheque de gerencia del Banco Continental
emitido por Molinos Asociados a su favor por el monto de S/. 20,000.00 (veinte mil
nuevos soles). A las doce horas con treinta minutos, abordó un taxi de color amarillo
Tico hacia la agencia de Transportes Horna ubicado en la avenida America Sur
número mil trescientos sesenta y ocho de Trujillo; sin embargo, al bajar del taxi, fue
interceptado sorpresivamente por tres sujetos premunidos de armas de fuego,
quienes lo amenazaron y golpearon en diferentes partes del cuerpo, sustrayéndole
el dinero que se encontraba en un sobre blanco, luego corrieron hacia un vehículo
taxi color azul con farola y emprendieron la fuga.

1.3. Con fecha primero de octubre del dos mil doce, a las doce horas con cincuenta
minutos, efectivos policiales de la DEPPAMOT-NORESTE y DEPPAMOT-CENTRO a
bordo de sus respectivos patrulleros fueron alertados del robo por la central de radio
105, logrando observar la circulación de un vehículo taxi color azul con farola y placa
de rodaje cubierta con papel plastificado blanco, por lo que, procedieron a
perseguirlo con la participación de otras unidades policiales, logrando finalmente
interceptar al vehículo de placa de rodaje número BC-9371 y detener a los
imputados Adolfo Enrique Fiestas Valverde, Henry Walker Quispe Villa, José Luis
Cedrón Chávez y Bryan Esteven Rodríguez Alvarado en la intersección de las
avenidas Ricardo Palma con Belaúnde de la urbanización El Bosque de Trujillo. En
la consola del tablero del vehículo se encontró un fajo de dinero de doscientos
billetes de S/. 100.00 (cien nuevos soles) cada uno, en tanto que al imputado Adolfo
Enrique Fiestas Valverde se le encontró un revólver calibre 38 mm. con serie
número 79103 y al imputado Henry Walker Quispe Villa otro revólver calibre 38 mm.
con serie número AWF6748.

1.4. Con fecha tres de octubre del dos mil doce, el Juez del Tercer Juzgado de
Investigación Preparatoria de Trujillo, declaró fundado el requerimiento de prisión
preventiva por el plazo de nueve meses contra los imputados Adolfo Enrique
Fiestas Valverde y Henry Walker Quispe Villa, por los delitos de tenencia ilegal de
armas de fuego y robo agravado en agravio del Estado en la persona del Procurador
Publico del Ministerio del Interior y de Alvarado Zacarias Wilson Escobedo Jara
respectivamente, ordenando su ingreso inmediato al Establecimiento Penitenciario
Trujillo I, computándose el plazo de prisión preventiva desde el primero de octubre
del dos mil doce hasta el primero de julio del dos mil trece. De otro lado, declaró
infundado el requerimiento de prisión preventiva contra José Luis Cedrón
Chávez, por el delito de robo agravado en agravio de Alvarado Zacarias Wilson
Escobedo Jara; y le impuso la medida de comparecencia con restricciones
condicionada al cumplimiento de las siguientes reglas de conducta: 1) Acudir cada
quince días a la Fiscalía encargada del caso, a fin de firmar el registro de control
correspondiente, empezando desde el quince de octubre, luego el treinta y uno de
octubre del dos ml doce y así sucesivamente hasta que concluya el proceso. 2) No
tener contacto directo (personal) o indirecto (a través de algún medio de
comunicación como teléfono, internet, etc.) con el agraviado y su familia. 3) No
variar el domicilio señalado en autos, sin la previa comunicación a la Fiscalía y al
Juzgado. 4) La obligación de acudir a toda citación fiscal o judicial en que sea
obligatoria su presencia. Advirtiéndose que en caso de incumplimiento de cualquiera
de las reglas de conducta, se procedería a la revocatoria de la comparecencia con
restricciones y su sustitución por la medida de prisión preventiva, previo
requerimiento fiscal. Finalmente con fecha treinta y uno de octubre del dos mil doce,
declaró fundado el requerimiento de comparecencia con restricciones contra el
imputado Bryan Esteven Rodríguez Alvarado, imponiéndose las mismas reglas de
conducta con el mismo apercibimiento antes anotado.

1.5. Con fecha primero de marzo del dos mil trece, la abogada defensora de los
imputados Adolfo Enrique Fiestas Valverde y Henry Walker Quispe Villa, solicitó la
nulidad del acta de registro vehicular e incautación de dinero y del acta de registro
personal e incautación, ambas de fecha primero de octubre del dos mil doce,
argumentando que si bien las diligencias policiales materializadas en las actas de
registro e incautación se realizaron en un supuesto de flagrancia delictiva; sin
embargo, el Ministerio Público no cumplió con su obligación de requerir al Juez de
Investigación Preparatoria su confirmatoria, con la finalidad de controlar la legalidad
de dichas medidas restrictivas de derechos como lo prevé los artículos 218.2º y
316.1° del CPP; por lo que, desde que los imputados fueron detenidos por la Policía
Nacional hasta la actualidad (más de cinco meses después), no se cumplió la
obligación procesal de requerir la confirmatoria inmediata de la incautación de los
bienes, lo que ya no puede ser efectuado por el tiempo transcurrido, vulnerándose el
derecho a la tutela judicial efectiva, el debido proceso y el principio de legalidad.

2. Confirmatoria de la medida restrictiva de derechos con posterioridad a la prisión


preventiva

2.1. En el actual proceso penal, existen tres momentos sensibles para que resulten
afectados los derechos fundamentales en las etapas previas al juicio: la detención,
las medidas restrictivas de derechos y las medidas coercitivas personales. El Juez
de Investigación Preparatoria que cumple esencialmente una función de control de
garantías, por ser esas diligencias muy invasivas de derechos, debe propender por
su afectación sólo de manera excepcional, realizando un riguroso control de
legalidad tanto de los requisitos para su procedencia como de la forma de su
ejecución, sea en forma anticipada mediante la resolución autoritativa (ex ante) o en
forma posterior a través de la resolución confirmatoria (ex post). La obligación del
Estado encaminada a garantizar el goce de la libertad individual, debe ser realizada
dentro de los preceptos constitucionales y los parámetros internacionales de los
derechos humanos ratificados por el Estado, que bajo la premisa del respeto a la
dignidad humana (artículo 1º de la Constitución), debe garantizar la libertad de las
personas y sólo restringirla al amparo de las normas indicadas. Para salvaguardar la
libertad personal de la arbitrariedad, el Estado de Derecho se estructura sobre la
garantía de la reserva de jurisdicción o reserva judicial. Esta garantía consiste en
que los límites a los derechos fundamentales, por regla general, sólo pueden ser
fijados por una autoridad judicial independiente e imparcial 1. La excepción es la
actuación policial directa en la detención (en flagrancia), o, la practica de medidas
restrictivas de otros derechos distintos a la libertad (en urgencia o peligro en la
demora), de ahí que tales diligencias deban ser controladas por el Juez, para
determinar si efectivamente acontece la situación excepcional habilitante, en
resguardo a su vez del principio de interdicción de la arbitrariedad2.

1
RODRIGUEZ HERRERA, José Daniel. Captura, Imputación y Medida de Aseguramiento en el Nuevo Sistema
Penal Acusatorio. Grupo Editorial Ibañez. Bogotá D.C. 2008, pp. 21-23.
2.2. En el presente caso, se evidencia una práctica poco feliz en los Juzgados de
Investigación Preparatoria del distrito judicial de La Libertad, desde la entrada en
vigencia del actual proceso penal acusatorio con tendencia adversarial (01/04/2007),
consistente en la presentación tardía del requerimiento de confirmación de las
medidas restrictivas de derechos practicadas por la Policía ante supuestos de
urgencia o peligro en la demora (artículo 203.3º del CPP), en aquellos casos en que
previamente se resolvió en audiencia pública el requerimiento de prisión preventiva
de un imputado detenido preliminarmente en flagrancia. Esta inversión en el orden
temporal de ambos actos procesales, está generando que las actas policiales de
constatación de la forma en que se ejecutó una medida restrictiva de derechos (por
ejemplo, el acta de registro personal, el acta de incautación, el acta de allanamiento,
entre otros), sean ingresadas como elementos de convicción del requerimiento de
prisión preventiva en forma irregular, al no haberse cumplido previamente el
procedimiento legal establecido para su incorporación válida mediante la expedición
del auto confirmatorio. En otras palabras, no se está cumpliendo con la inmediata
confirmación judicial de las medidas restrictivas de derechos practicadas
excepcionalmente por la policía; para recién habilitar más adelante la admisión de
tales actuaciones de investigación como elementos de convicción que puedan servir
para la emisión de las resoluciones propias de la investigación (artículo 325º del
CPP), como sucede por ejemplo con el auto de prisión preventiva que tiene como
uno de sus presupuestos materiales, la existencia de fundados y graves elementos
de convicción, para estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al
imputado como autor o participe del mismo (artículo 268.1.a del CPP).

2.3. Esta disfuncionalidad de invertir el orden temporal de debate de confirmación de una


medida restrictiva de derechos a un acto posterior al de imposición de una medida
coercitiva personal como la prisión preventiva, debe ser corregido a partir de la
presente resolución, para sintonizar con el respeto a los derechos fundamentales y
las garantías procesales reconocidas a favor del imputado en la normatividad
vigente. En consecuencia, el Juez de Investigación Preparatoria tiene la obligación
de controlar la legalidad de todos aquellos actos de investigación que impliquen una
restricción de cualesquiera de los derechos fundamentales del imputado, sea en
forma anterior y/o posterior a la ejecución material de las mismas, especialmente de
la detención preliminar policial (en flagrancia) y todas aquellas medidas restrictivas
de derechos que tienen lugar con ocasión de la misma (en urgencia o peligro en la
demora).

2.4. Generalmente a la detención preliminar policial en flagrancia, le sigue el registro


personal del detenido y la incautación de aquellos objetos relacionados con el delito;
por tanto, la audiencia oral, pública y contradictoria convocada para el requerimiento
de prisión preventiva del imputado detenido, constituye el escenario propicio y
oportuno para el debate de estas medidas coercitivas, máxime si en la práctica viene
a ser la primera audiencia de entrada al proceso penal que contará con la presencia
obligatoria del fiscal, el imputado3 y su abogado defensor. Así, el primer control de
legalidad que deberá efectuar el Juez estará dirigido al aspecto material y formal de
2
Consiste en la prohibición de que los poderes públicos actúen conforme a la mera voluntad o capricho de sus
titulares y en forma contraria a la justicia, razón o las leyes (En: ORE GUARDIA, Arsenio. Manual de Derecho
Procesal Penal. Tomo I. Editorial Reforma. Lima. 2011, p. 118).
3
El artículo 271.2º del CPP: Si el imputado se niega por cualquier motivo a estar presente en la audiencia, será
representado por su abogado o el defensor de oficio, según sea el caso. En este último supuesto deberá ser
notificado con la resolución que se expida dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la conclusión de la
audiencia.
la detención; el segundo control será para las medidas restrictivas de derechos
practicadas a continuación; el tercer control de legalidad será respecto a la
imputación de cargos formulada por el Ministerio Público en su disposición de
formalización de investigación; finalmente un cuarto control de legalidad será recién
sobre la medida cautelar personal de prisión preventiva que dio lugar a la realización
de una audiencia, ahora convertida en multipropósito, por la acumulación objetiva
sucesiva de pretensiones, dada la manifiesta conexidad entre ellas al presentarse
elementos comunes y afines imbricadas al hecho punible.

Cuadro 1
Debate disfuncional de la confirmación después de la prisión

3. Detención preliminar judicial y policial

Definición de detención

3.1. La detención, en un sentido amplio, puede ser definida como toda privación de la
libertad ambulatoria de una persona, distinta de la prisión preventiva o de la
ejecución de una pena privativa de libertad, ejecutada bajo invocación de un fin
previsto y permitido por el ordenamiento jurídico 4. La consideración en sentido
amplio del concepto de detención resulta sumamente relevante, porque permite
aplicar el estatus jurídico del detenido, esto es, afirmar los derechos y garantías que
el sistema le reconoce, con independencia de la denominación que se dé
oficialmente al acto5. Una correcta identificación del concepto de detención es

4
GIMENO SENDRA, Vicente y otros. Derecho Procesal Penal. Editorial Colex. Madrid. 1997, p. 485.
5
HORVITZ LENON, María Inés y LOPEZ MASLE, Julián. Derecho Procesal Penal Chileno. Tomo I. Editorial
Jurídica de Chile. Santiago. 2005, p. 363.
condición necesaria para la exigencia y aplicación del integro sistema de garantías a
favor del detenido, por ello, no es constitucionalmente tolerable que situaciones
efectivas de privación de la libertad –en las que de cualquier modo, se impida u
obstaculice la autodeterminación de la conducta lícita- queden sustraídas a la
protección de la libertad por medio de una indebida restricción del ámbito de las
categorías que en ella se emplean. Debe considerarse entonces como detención
cualquier situación en que la persona se vea impedida u obstaculizada para
autodeterminar, por obra de su voluntad una conducta lícita, de suerte que la
detención no es una decisión que se adopte en el curso de un procedimiento, sino
una pura situación fáctica, sin que puedan encontrarse zonas intermedias entre
detención y libertad6.

3.2. Entender el concepto de detención en sentido amplio, implica desconocer toda valor
a giros lingüísticos tales como “retención” o “conducción”, que a menudo se utilizan
para encubrir situaciones objetivas de detención practicadas en casos o de formas
no autorizadas por la ley. En la terminología del Conjunto de Principios para la
Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o
Prisión, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su
Resolución número 43/173 (09/12/1988), por “arresto” se entiende el acto de
aprehender a una persona con motivo de la supuesta comisión de un delito o por
acto de autoridad; y, por “persona detenida” se entiende toda persona privada de la
libertad personal, salvo cuando ello haya resultado de una condena por razón de un
delito. En resumen, la detención como medida cautelar personal, es aquella en
virtud de la cual se priva de libertad a una persona a quien se le imputa la comisión
de un delito, por un breve lapso de tiempo, con la exclusiva finalidad de ponerla a
disposición del juez, con el objeto de asegurar su comparecencia a algún acto del
procedimiento7.

Clases de detención

3.3. Puede diferenciarse dos modalidades de detención como medidas cautelares


personales: la detención imputativa y la detención por incomparecencia o arresto8.
1) La detención imputativa: es aquella que se decreta o practica sin citación
previa, con el objeto de poner al imputado en situación de que se formalice la
investigación y, eventualmente, se adopte alguna medida cautelar personal de
mayor intensidad, en su contra. Las modalidades de esta forma de detención en
nuestra legislación son la detención preliminar judicial (artículo 261º del CPP), la
detención preliminar policial (artículo 259º del CPP) y el arresto ciudadano (artículo
260º del CPP), estas dos últimas vinculadas a una situación de flagrancia delictiva.
2) La detención por incomparecencia o arresto, es aquella que tiene
exclusivamente por objeto obtener compulsivamente la presencia del imputado para
la realización de un determinado acto del procedimiento, previa notificación judicial
válidamente despachada, tras lo cual éste recupera en forma inmediata e ineludible

6
LOPEZ BARJA DE QUIROGA, Jacobo. Instituciones de Derecho Procesal Penal. Ediciones Jurídicas Cuyo.
Mendoza. 2001, p. 219.
7
Idem.
8
Una modalidad de detención que no tienen una naturaleza cautelar es la detención como medida ejecutiva, que
tiene por objeto asegurar el cumplimiento de un proceso de ejecución ya iniciado o que debió iniciarse y al cual se
ha sustraído el condenado. No es cautelar porque no está destinada a garantizar una ejecución futura, sino a
imponer la ejecución actual de una sentencia condenatoria.
su libertad ambulatoria9. Esta modalidad se condice con la declaratoria judicial de
ausencia o contumacia del imputado (artículo 79º del CPP).

3.4. En la detención preliminar judicial, el Juez de la Investigación Preparatoria, a


solicitud del Fiscal, sin trámite alguno y teniendo a la vista las actuaciones remitidas
por aquél, dictará mandato de detención preliminar, cuando: a) No se presente un
supuesto de flagrancia delictiva, pero existan razones plausibles para considerar
que una persona ha cometido un delito sancionado con pena privativa de libertad
superior a cuatro años y, por las circunstancias del caso, puede desprenderse cierta
posibilidad de fuga. b) El sorprendido en flagrante delito logre evitar su detención. c)
El detenido se fugare de un centro de detención preliminar (artículo 261.1º del CPP).
La orden de detención deberá ser puesta en conocimiento de la Policía a la
brevedad posible, de manera escrita bajo cargo, quien la ejecutará de inmediato
(artículo 261.3º del CPP). Las requisitorias cursadas a la autoridad policial tendrán
una vigencia de seis meses. Vencido este plazo caducarán automáticamente bajo
responsabilidad, salvo que fuesen renovadas. La vigencia de la requisitoria para los
casos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas no caducarán hasta la
efectiva detención de los requisitoriados (artículo 261.4º del CPP). El auto de
detención deberá contener los datos de identidad del imputado, la exposición
sucinta de los hechos objeto de imputación, los fundamentos de hecho y de
derecho, con mención expresa de las normas legales aplicables (artículo 262º del
CPP).

3.5. En la detención preliminar policial, la Policía Nacional en función de investigación


y bajo la conducción del Fiscal, podrá capturar a los presuntos autores y participes
en caso de flagrancia (artículo 68.1.h del CPP). La Policía detiene, sin mandato
judicial, a quien sorprende en flagrante delito cuando: 1) el agente es descubierto en
la realización del hecho punible; 2) el agente acaba de cometer el hecho punible y
es descubierto; 3) El agente ha huido y ha sido identificado durante o
inmediatamente después de la perpetración del hecho punible, sea por el agraviado,
o por otra persona que haya presenciado el hecho, o por medio audiovisual o
análogo que haya registrado imágenes de éste y, es encontrado dentro de las
veinticuatro (24) horas de producido el hecho punible. 4) El agente es encontrado
dentro de las veinticuatro (24) horas, después de la perpetración del delito con
efectos o instrumentos procedentes de aquél o que hubieren sido empleados para
cometerlo o con señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su probable
autoría o participación en el hecho delictuoso (artículo 259.1º del CPP). No obstante
lo expuesto, si se tratare de una falta o de un delito sancionado con una pena no
mayor de dos años de privación de libertad, luego de los interrogatorios de
identificación y demás actos de investigación urgentes, podrá ordenarse una medida
menos restrictiva o su libertad (artículo 259.2º del CPP).

3.6. La lectura del artículo 259.1º del CPP sobre el concepto de flagrancia delictiva,
quedaría incompleta e incomprendida cabalmente si no es complementada con la
jurisprudencia emitida por del Tribunal Constitucional sobre la detención legítima en
flagrante delito prevista en el artículo 2.24.f de la Constitución, para la cual en forma
reiterada y uniforme viene exigiendo la concurrencia de dos requisitos insustituibles:
1) la inmediatez temporal, es decir, que el delito se este cometiendo o que se haya
cometido instantes antes; 2) la inmediatez personal, que el presunto delincuente
se encuentre ahí, en ese momento en situación y con relación al objeto o a los
9
HORVITZ LENON, María Inés y LOPEZ MASLE, Julián. Ob. cit., pp. 364-382.
instrumentos del delito, que ello ofrezca una prueba evidente de su participación en
el hecho delictivo. La flagrancia supone la aprehensión del autor de la infracción en
el preciso momento de la comisión del mismo o que durante la aprehensión el autor
se encuentre con el objeto o instrumentos del delito 10. A mayor precisión, la
flagrancia debe entenderse como una evidencia del hecho delictuoso, por lo que
solo se constituirá cuando exista un conocimiento fundado, directo e inmediato del
hecho punible que se viene realizando o que se acaba de realizar. Por ende, se
debe reiterar que lo que justifica la excepción al principio constitucional de la reserva
judicial para privar la libertad en los supuestos de flagrancia es la inmediatez
temporal y personal del hecho delictuoso, lo que supone la imposibilidad de obtener
una orden judicial previa11.

3.7. En el arresto ciudadano, toda persona esta autoriza a proceder al arresto en


estado de flagrancia delictiva (artículo 260.1º del CPP). En este caso debe entregar
inmediatamente al arrestado y las cosas que constituyan el cuerpo del delito a la
Policía más cercana. Se entiende por entrega inmediata el tiempo que demanda el
dirigirse a la dependencia policial más cercana o al Policía que se halle por
inmediaciones del lugar. En ningún caso el arresto autoriza a encerrar o mantener
privada de su libertad en un lugar público o privado hasta su entrega a la autoridad
policial. La Policía redactará un acta donde se haga constar la entrega y las demás
circunstancias de la intervención (artículo 260.2º del CPP).

3.8. La detención (particular o policial) en caso de flagrancia, se trata de la detención


que puede realizar cualquier persona que sorprendiere a otra en delito flagrante,
para poner al detenido a disposición del juez con el objeto que se celebre la
audiencia en que se ha de formalizarse la investigación, y eventualmente, se adopte
alguna medida cautelar personal de mayor intensidad en su contra. La detención por
flagrancia constituye una excepción a la exigencia de la orden de detención judicial
previa. Para los particulares constituye una facultad; para los agentes policiales, en
cambio, una obligación. La Policía debe cumplir esa obligación sin necesidad de
orden judicial previa ni de recibir previamente instrucciones particulares de los
fiscales. Cabe precisar que el delito flagrante que autoriza la detención por los
particulares o la Policía sin orden previa es, por regla general, el delito de acción
penal pública. En los demás casos de delitos de acción penal privada, la detención
por flagrancia no se encuentra autorizada.

Derechos del detenido

3.9. Toda persona tiene derecho inviolable e irrestricto a que se le informe de sus
derechos, a que se le comunique de inmediato y detalladamente la imputación
formulada en su contra, y a ser asistida por un Abogado Defensor de su elección o,
en su caso, por un abogado de oficio, desde que es citada o detenida por la
autoridad. También tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable para
que prepare su defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir, en plena
igualdad, en la actividad probatoria; y, en las condiciones previstas por la Ley, a
utilizar los medios de prueba pertinentes. El ejercicio del derecho de defensa se
extiende a todo estado y grado del procedimiento, en la forma y oportunidad que la
ley señala (artículo IX.1º del CPP). Nadie puede ser obligado o inducido a declarar o

10
STC Nº 2096-2004-HC/TC, caso Eleazar Jesús Camacho Fajardo, FJ. 4-5.
11
STC Nº 3325-2008-HC/TC, caso Paula Orfelinda Arévalo Ortiz, FJ. 10.
a reconocer culpabilidad contra sí mismo, contra su cónyuge, o sus parientes dentro
del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad (artículo IX.2º del CPP).

3.10. Los Jueces, los Fiscales o la Policía Nacional deben hacer saber al imputado de
manera inmediata y comprensible, que tiene derecho a: a) Conocer los cargos
formulados en su contra y, en caso de detención, a que se le exprese la causa o
motivo de dicha medida, entregándole la orden de detención girada en su contra,
cuando corresponda; b) Designar a la persona o institución a la que debe
comunicarse su detención y que dicha comunicación se haga en forma inmediata;
c) Ser asistido desde los actos iniciales de investigación por un Abogado Defensor;
d) Abstenerse de declarar; y, si acepta hacerlo, a que su Abogado Defensor esté
presente en su declaración y en todas las diligencias en que se requiere su
presencia; e) Que no se emplee en su contra medios coactivos, intimidatorios o
contrarios a su dignidad, ni a ser sometido a técnicas o métodos que induzcan o
alteren su libre voluntad o a sufrir una restricción no autorizada ni permitida por Ley;
y f) Ser examinado por un médico legista o en su defecto por otro profesional de la
salud, cuando su estado de salud así lo requiera (artículo 71.2º del CPP). Deberá
proveérseles traductor o intérprete, según corresponda, a las personas que ignoren
el castellano, a quienes se les permita hacer uso de su propio idioma, así como a
los sordomudos y a quienes tengan algún impedimento para darse a entender
(artículo 114.3º del CPP).

3.11. En el Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a


Cualquier Forma de Detención o Prisión, adoptado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en su Resolución número 43/173 (09/12/1988) 12, se reconocen
complementariamente los siguientes derechos del detenido:

Principio 1º: Respeto a la dignidad


Toda persona sometida a cualquier forma de detención o prisión será tratada humanamente
y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.
(…)

Principio 6º: Prohibición de tortura


Ninguna persona sometida a cualquier forma de detención o prisión será sometida a tortura
o a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. No podrá invocarse circunstancia
alguna como justificación de la tortura o de otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes.
(…)

Principio 8º: Trato apropiado


Las personas detenidas recibirán un trato apropiado a su condición de personas que no han
sido condenadas. En consecuencia, siempre que sea posible se las mantendrá separadas
de las personas presas.

Principio 9º: Atribuciones legales

12
La Asamblea ocupa un lugar central como principal órgano deliberativo, de formulación de políticas y
representativo de las Naciones Unidas. La Asamblea está integrada por los 193 Estados Miembros de las Naciones
Unidas y proporciona un foro para el debate multilateral de toda la gama de cuestiones internacionales que abarca
la Carta. Perú es un estado miembro de las Naciones Unidas desde el 31/10/1945 (En:
http://www.un.org/es/rights/).
Las autoridades que arresten a una persona, la mantengan detenida o investiguen el caso
sólo podrán ejercer las atribuciones que les confiera la ley, y el ejercicio de esas atribuciones
estará sujeto a recurso ante un juez u otra autoridad.

Principio 10º: Razón del arresto


Toda persona arrestada será informada en el momento de su arresto de la razón por la que
se procede a él y notificada sin demora de la acusación formulada contra ella.

Principio 11º: Derecho a ser oído


1. Nadie será mantenido en detención sin tener la posibilidad real de ser oído sin demora
por un juez u otra autoridad. La persona detenida tendrá el derecho de defenderse por sí
misma o ser asistida por un abogado según prescriba la ley.
2. Toda persona detenida y su abogado, si lo tiene, recibirán una comunicación inmediata y
completa de la orden de detención, junto con las razones en que se funde.
3. Se facultará a un juez o a otra autoridad para considerar la prolongación de la detención
según corresponda.

Principio 12º: Constancias


1. Se harán constar debidamente:
a) Las razones del arresto;
b) La hora del arresto de la persona y la hora de su traslado al lugar de custodia, así como
la hora de su primera comparecencia ante el juez u otra autoridad;
c) La identidad de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que hayan
intervenido;
d) Información precisa acerca del lugar de custodia.
2. La constancia de esas actuaciones será puesta en conocimiento de la persona detenida o
de su abogado, si lo tiene, en la forma prescrita por la ley.

Principio 13º: Información de derechos


Las autoridades responsables del arresto, detención o prisión de una persona deberán
suministrarle, en el momento del arresto y al comienzo del período de detención o de prisión
o poco después, información y una explicación sobre sus derechos, así como sobre la
manera de ejercerlos.

Principio 14º: Derecho a un intérprete


Toda persona que no comprenda o no hable adecuadamente el idioma empleado por las
autoridades responsables del arresto, detención o prisión tendrá derecho a que se le
comunique sin demora, en un idioma que comprenda, la información mencionada en el
principio 10º, el párrafo 2 del principio 11º, el párrafo 1 del principio 12º y el principio 13º y a
contar con la asistencia, gratuita si fuese necesario, de un intérprete en las actuaciones
judiciales posteriores a su arresto.

Principio 15º: Prohibición de incomunicación


A reserva de las excepciones consignadas en el párrafo 4 del principio 16º y el párrafo 3 del
principio 18º, no se mantendrá a la persona presa o detenida incomunicada del mundo
exterior, en particular de su familia o su abogado, por más de algunos días.

Principio 16º: Derecho a poder comunicarse


1. Prontamente después de su arresto y después de cada traslado de un lugar de detención
o prisión a otro, la persona detenida o presa tendrá derecho a notificar, o a pedir que la
autoridad competente notifique, a su familia o a otras personas idóneas que él designe,
su arresto, detención o prisión o su traslado y el lugar en que se encuentra bajo custodia.
2. Si se trata de un extranjero, la persona detenida o presa será también informada
prontamente de su derecho a ponerse en comunicación por los medios adecuados con
una oficina consular o la misión diplomática del Estado del que sea nacional o de aquel al
que, por otras razones, competa recibir esa comunicación, de conformidad con el
derecho internacional o con el representante de la organización internacional competente,
si se trata de un refugiado o se halla bajo la protección de una organización
intergubernamental por algún otro motivo.
3. Si la persona detenida o presa es un menor o una persona incapaz de entender cuáles
son sus derechos, la autoridad competente se encargará por iniciativa propia de efectuar
la notificación a que se hace referencia en este principio. Se velará en especial porque
los padres o tutores sean notificados.
4. La autoridad competente hará o permitirá que se hagan sin demora las notificaciones a
que se hace referencia en el presente principio. Sin embargo, la autoridad competente
podrá retrasar una notificación por un período razonable en los casos en que las
necesidades excepcionales de la investigación así lo requieran.

Principio 17º: Derecho a la asistencia de un abogado


1. Las personas detenidas tendrán derecho a asistencia de un abogado. La autoridad
competente les informará de ese derecho prontamente después de su arresto y les
facilitará medios adecuados para ejercerlo.
2. La persona detenida que no disponga de asistencia de un abogado de su elección tendrá
derecho a que un juez u otra autoridad le designe un abogado en todos los casos en que
el interés de la justicia así lo requiera y sin costo para él si careciere de medios
suficientes para pagarlo.

Principio 18º: Derecho a entrevistarse con su abogado


1. Toda persona detenida o presa tendrá derecho a comunicarse con su abogado y a
consultarlo.
2. Se darán a la persona detenida o presa tiempo y medios adecuados para consultar con
su abogado.
3. El derecho de la persona detenida o presa a ser visitada por su abogado y a consultarlo y
comunicarse con él, sin demora y sin censura, y en régimen de absoluta confidencialidad,
no podrá suspenderse ni restringirse, salvo en circunstancias excepcionales que serán
determinadas por la ley o los reglamentos dictados conforme a derecho, cuando un juez u
otra autoridad lo considere indispensable para mantener la seguridad y el orden.
4. Las entrevistas entre la persona detenida o presa y su abogado podrán celebrarse a la
vista de un funcionario encargado de hacer cumplir la ley, pero éste no podrá hallarse a
distancia que le permita oír la conversación.
5. Las comunicaciones entre una persona detenida o presa y su abogado mencionadas en
el presente principio no se podrán admitir como prueba en contra de la persona detenida
o presa a menos que se relacionen con un delito continuo o que se proyecte cometer.

Principio 19º: Derecho a la visitas


Toda persona detenida o presa tendrá el derecho de ser visitada, en particular por sus
familiares, y de tener correspondencia con ellos y tendrá oportunidad adecuada de
comunicarse con el mundo exterior, con sujeción a las condiciones y restricciones
razonables determinadas por ley o reglamentos dictados conforme a derecho.

Principio 20º: Derecho a situarse cerca de su residencia


Si lo solicita la persona detenida o presa, será mantenida en lo posible en un lugar de
detención o prisión situado a una distancia razonable de su lugar de residencia habitual.

Principio 21º: Derecho a la no auto incriminación


1. Estará prohibido abusar de la situación de una persona detenida o presa para obligarla a
confesar o declarar contra sí misma o contra cualquier otra persona.
2. Ninguna persona detenida será sometida, durante su interrogatorio, a violencia,
amenazas o cualquier otro método de interrogación que menoscabe su capacidad de
decisión o su juicio.
Principio 22º: Derecho a la integridad física y mental
Ninguna persona detenida o presa será sometida, ni siquiera con su consentimiento, a
experimentos médicos o científicos que puedan ser perjudiciales para su salud.

Principio 23º: Registro de interrogatorio y acceso a la información


1. La duración de todo interrogatorio a que se someta a una persona detenida o presa y la
de los intervalos entre los interrogatorios, así como la identidad de los funcionarios que
los hayan practicado y la de las demás personas presentes, serán consignadas en
registros y certificadas en la forma prescrita por ley.
2. La persona detenida o presa, o su abogado, cuando lo disponga la ley, tendrá acceso a la
información descrita en el párrafo 1 del presente principio.

Principio 24º: Derecho a un examen médico


Se ofrecerá a toda persona detenida o presa un examen médico apropiado con la menor
dilación posible después de su ingreso en el lugar de detención o prisión y, posteriormente,
esas personas recibirán atención y tratamiento médico cada vez que sea necesario. Esa
atención y ese tratamiento serán gratuitos.

Principio 25º: Derecho a un segundo examen médico


La persona detenida o presa o su abogado, con sujeción únicamente a condiciones
razonables que garanticen la seguridad y el orden en el lugar de detención o prisión, tendrá
derecho a solicitar autorización de un juez u otra autoridad para un segundo examen médico
o una segunda opinión médica.

Principio 26º: Registro del examen médico


Quedará debida constancia en registros del hecho de que una persona detenida o presa ha
sido sometida a un examen médico, del nombre del médico y de los resultados de dicho
examen. Se garantizará el acceso a esos registros. Las modalidades a tal efecto serán
conformes a las normas pertinentes del derecho interno.

Principio 27º: Inobservancia de principios en obtención de pruebas


La inobservancia de los presentes principios en la obtención de las pruebas se tendrá en
cuenta al determinar la admisibilidad de tales pruebas contra una persona detenida o presa.

Principio 28º: Derecho a obtener material educativo y cultural


La persona detenida o presa tendrá derecho a obtener, dentro de los límites de los recursos
disponibles si se trata de fuentes públicas, cantidades razonables de materiales
educacionales, culturales y de información, con sujeción a condiciones razonables que
garanticen la seguridad y el orden en el lugar de detención o prisión.

Principio 29º: Supervisión de lugares de detención


1. A fin de velar por la estricta observancia de las leyes y reglamentos pertinentes, los
lugares de detención serán visitados regularmente por personas calificadas y
experimentadas nombradas por una autoridad competente distinta de la autoridad
directamente encargada de la administración del lugar de detención o prisión, y
dependientes de esa autoridad.
2. La persona detenida o presa tendrá derecho a comunicarse libremente y en régimen de
absoluta confidencialidad con las personas que visiten los lugares de detención o prisión
de conformidad con lo dispuesto en el párrafo 1 del presente principio, con sujeción a
condiciones razonables que garanticen la seguridad y el orden en tales lugares.

Principio 30º: Reserva legal de las infracciones disciplinarias


1. Los tipos de conducta de la persona detenida o presa que constituyan infracciones
disciplinarias durante la detención o la prisión, la descripción y duración de las sanciones
disciplinarias que puedan aplicarse y las autoridades competentes para aplicar dichas
sanciones se determinarán por ley o por reglamentos dictados conforme a derecho y
debidamente publicados.
2. La persona detenida o presa tendrá derecho a ser oída antes de que se tomen medidas
disciplinarias. Tendrá derecho a someter tales medidas a autoridades superiores para su
examen.

Principio 31º: Asistencia y tutela


Las autoridades competentes procurarán asegurar, de conformidad con el derecho interno y
cuando se necesite, la asistencia a los familiares de las personas detenidas o presas que
estén a cargo de éstas, y en particular a los menores, y velarán especialmente por la tutela
de los niños que hayan quedado privados de supervisión.

Principio 32º: Derecho de impugnación


1. La persona detenida o su abogado tendrá derecho a interponer en cualquier momento
una acción, con arreglo al derecho interno, ante un juez u otra autoridad a fin de
impugnar la legalidad de su detención y, si ésta no fuese legal, obtener su inmediata
liberación.
2. El procedimiento previsto en el párrafo 1 del presente principio, será sencillo y expedito y
no entrañará costo alguno para el detenido, si éste careciere de medios suficientes. La
autoridad que haya procedido a la detención llevará sin demora injustificada al detenido
ante la autoridad encargada del examen del caso.

Principio 33º: Derecho de petición


1. La persona detenida o presa o su abogado tendrá derecho a presentar a las autoridades
encargadas de la administración del lugar de detención y a las autoridades superiores y,
de ser necesario, a las autoridades competentes que tengan atribuciones fiscalizadoras o
correctivas una petición o un recurso por el trato de que haya sido objeto, en particular en
caso de tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
2. Los derechos que confiere el párrafo 1 del presente principio, podrán ser ejercidos por un
familiar de la persona presa o detenida o por otra persona que tenga conocimiento del
caso cuando ni la persona presa o detenida ni su abogado tengan posibilidades de
ejercerlos.
3. La petición o recurso serán confidenciales si así lo pidiere el recurrente.
4. Toda petición o recurso serán examinados sin dilación y contestados sin demora
injustificada. Si la petición o recurso fueren rechazados o hubiere un retraso excesivo, el
recurrente tendrá derecho a presentar una petición o recurso ante un juez u otra
autoridad. Ni las personas detenidas o presas ni los recurrentes sufrirán perjuicios por
haber presentado una petición o recurso de conformidad con el párrafo 1 del presente
principio.

Principio 34º: Derecho a la verdad


Si una persona detenida o presa muere o desaparece durante su detención o prisión, un juez
u otra autoridad, de oficio o a instancias de un miembro de la familia de esa persona o de
alguna persona que tenga conocimiento del caso, investigará la causa de la muerte o
desaparición. Cuando las circunstancias lo justifiquen, se llevará a cabo una investigación
iniciada de la misma manera cuando la muerte o desaparición ocurra poco después de
terminada la detención o prisión. Las conclusiones de esa investigación o el informe
correspondiente serán puestos a disposición de quien lo solicite, a menos que con ello se
obstaculice la instrucción de una causa penal en curso.
Principio 35º: Derecho a una indemnización
1. Los daños causados por actos u omisiones de un funcionario público que sean contrarios
a los derechos previstos en los presentes principios serán indemnizados de conformidad
con las normas del derecho interno aplicables en materia de responsabilidad.
2. La información de la que se deba dejar constancia en registros a efectos de los presentes
principios estará disponible, de conformidad con los procedimientos previstos en el
derecho interno, para ser utilizada cuando se reclame indemnización con arreglo al
presente principio.

Principio 36º: Derecho a la presunción de inocencia


1. Se presumirá la inocencia de toda persona sospechosa o acusada de un delito y se la
tratará como tal mientras no haya sido probada su culpabilidad conforme al derecho en
un juicio público en el que haya gozado de todas las garantías necesarias para su
defensa.
2. Sólo se procederá al arresto o detención de esa persona en espera de la instrucción y el
juicio cuando lo requieran las necesidades de la administración de justicia por motivos y
según condiciones y procedimientos determinados por ley. Estará prohibido imponer a
esa persona restricciones que no estén estrictamente justificadas para los fines de la
detención o para evitar que se entorpezca el proceso de instrucción o la administración
de justicia, o para el mantenimiento de la seguridad y el orden en el lugar de detención.

Principio 37º: Derecho a ser llevado ante un juez


Toda persona detenida a causa de una infracción penal será llevada sin demora tras su
detención ante un juez u otra autoridad determinada por ley. Esa autoridad decidirá sin
dilación si la detención es lícita y necesaria. Nadie podrá ser mantenido en detención en
espera de la instrucción o el juicio salvo en virtud de orden escrita de dicha autoridad. Toda
persona detenida, al comparecer ante esa autoridad, tendrá derecho a hacer una
declaración acerca del trato que haya recibido durante su detención.

Principio 38º: Derecho al plazo razonable


La persona detenida a causa de una infracción penal tendrá derecho a ser juzgada dentro de
un plazo razonable o puesta en libertad en espera de juicio.

Principio 39º: Derecho a la libertad


Excepto en casos especiales indicados por ley, toda persona detenida a causa de una
infracción penal tendrá derecho, a menos que un juez u otra autoridad decida lo contrario en
interés de la administración de justicia, a la libertad en espera de juicio con sujeción a las
condiciones que se impongan conforme a derecho. Esa autoridad mantendrá en examen la
necesidad de la detención.

Duración de la detención

3.12. El artículo 2.24.f de la Constitución prescribe que el detenido debe ser puesto a
disposición del juzgado correspondiente, dentro de las veinticuatro horas o en el
término de la distancia. Estos plazos no se aplican a los casos de terrorismo,
espionaje y tráfico ilícito de drogas en que la detención preventiva de los presuntos
implicados no será mayor de quince días naturales. En ambos casos se debe dar
cuenta al Ministerio Público y al Juez, quien puede asumir jurisdicción antes de
vencido dicho término. Por su parte, el artículo 264º del CPP específica que la
detención preliminar policial o la detención preliminar judicial sólo durará un plazo de
veinticuatro horas13, a cuyo término el Fiscal decidirá si ordena la libertad del
detenido o si, comunicando al Juez de la Investigación Preparatoria la continuación
de las investigaciones, solicita la prisión preventiva u otra medida alternativa (inciso
1º). La detención policial de oficio o la detención preliminar podra durar hasta un
plazo no mayor de quince días naturales en los delitos de terrorismo, espionaje y
tráfico ilícito de drogas (inciso 2º). Al requerir el Fiscal la prisión preventiva del
13
El plazo de detención hasta por 24 horas en nuestro país para los delitos comunes, se encuentre dentro del
estándar propuesto en el artículo 19.2º de la Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la
Justicia Penal (“Reglas de Mallorca”), al invocar que los Estados fijen en sus legislaciones nacionales un límite
máximo de duración de la detención que nunca excederá de 72 horas.
imputado, la detención preliminar se mantiene hasta la realización de la audiencia
en el plazo de cuarenta y ocho horas (inciso 3º).

3.13. El plazo de la detención que la Norma Fundamental establece es un plazo máximo,


de carácter absoluto, cuyo cómputo es inequívoco y simple, pero no es el único,
pues existe también el plazo estrictamente necesario de la detención. Y es que, aún
sí la detención no hubiera traspasado el plazo máximo, ese dato per se no resulta
suficiente para evaluar los márgenes de constitucionalidad de la detención, pues
esta tampoco puede durar más allá del plazo estrictamente necesario (límite
máximo de la detención). Como es evidente, el límite máximo de la detención debe
ser establecido en atención a las circunstancias de cada caso concreto, tales como
las diligencias necesarias a realizarse, la particular dificultad para efectuar
determinadas pericias o exámenes, el comportamiento del afectado con la medida,
entre otros. En suma, resulta lesiva al derecho fundamental a la libertad personal la
privación de esta en los supuestos en que ha transcurrido el plazo máximo para la
detención, o cuando, estando dentro de dicho plazo, se ha rebasado el plazo
estrictamente necesario; en ambos casos, dicho estado de cosas queda privado de
fundamento constitucional, y la consecuencia debe ser la puesta inmediata de la
persona detenida a disposición del Juez competente para que sea este quien
determine si procede la detención judicial respectiva o la libertad de la persona, sin
perjuicio de las responsabilidades que señala la ley para la autoridad, funcionario o
persona que hubieren incurrido en ellas14.

3.14. El derecho a ser puesto a disposición judicial dentro del plazo estrictamente
necesario de la detención o dentro del plazo máximo de la detención resulta
oponible frente a cualquier supuesto de detención o privación de la libertad personal
que se encuentre regulado por el ordenamiento jurídico (detención policial,
detención preliminar judicial, etc.). En ese sentido, a efectos de optimizar su tutela,
lo que corresponde es que la autoridad competente efectúe un control de los plazos
de la detención tanto concurrente como posterior, dejándose constancia del acto de
control, disponiendo, si fuera el caso, las medidas correctivas pertinentes, bajo
responsabilidad. Este control de los plazos de la detención debe ser efectuado tanto
por el representante del Ministerio Público como por el Juez competente, según
corresponda, sin que ambos sean excluyentes, sino más bien complementarios15.

Convalidación de la detención

3.15. Vencido el plazo de detención preliminar, el Fiscal, salvo los delitos de terrorismo,
espionaje y tráfico ilícito de drogas, si considera que subsisten las razones que
determinaron la detención, lo pondrá a disposición del Juez de la Investigación
Preparatoria requiriendo auto de convalidación de la detención. En caso contrario,
dispondrá la inmediata libertad del detenido (artículo 266.1º del CPP). El Juez, ese
mismo día, realizará la audiencia con asistencia del Fiscal, del imputado y de su
defensor, y luego de escuchar a los asistentes, teniendo a la vista las actuaciones
proporcionadas por el Ministerio Público, decidirá en ese mismo acto mediante
resolución motivada lo que corresponda (artículo 266.2º del CPP). La detención
convalidada tendrá un plazo de duración de siete días naturales, a cuyo vencimiento
se pondrá al detenido a disposición del Juez de la Investigación Preliminar para
determinar si dicta mandato de prisión preventiva o comparecencia, simple o
14
STC N 6423-2007-PHC/TC, caso Alí Guillermo Ruíz Dianderas, F.J. 12.a regla sustancial.
15
STC N 6423-2007-PHC/TC, caso Alí Guillermo Ruíz Dianderas, F.J. 12.b regla procesal.
restrictiva (artículo 266.3º del CPP). En los supuestos de detención por los delitos
de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas, vencido el plazo de quince días
establecido en la Constitución, el Fiscal solicitará de ser el caso la medida de prisión
preventiva u otra alternativa prevista en este Código (artículo 266.4º del CPP).

3.16. La convalidación de la detención, en rigor, constituye una prolongación del plazo


inicial de un día a siete días naturales para los delitos comunes, aclarándose que la
sumatoria del plazo inicial de la detención propiamente dicha con el plazo adicional
de la detención convalidada no debe exceder del límite de siete días naturales, en
aplicación del método de interpretación restrictiva por tratarse de una ley que coacta
la libertad (artículo VII.3º del CPP)16. Esta extensión temporal de la detención
autorizada por el Juez previo requerimiento fiscal, sólo es permisible para aquellos
delitos cuyo plazo ordinario de detención es de veinticuatro horas, pero no para los
delitos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas por tener éstos un plazo
extraordinario de detención de quince días naturales, siendo más que suficiente
para lograr los objetivos de dicha medida coercitiva. El objetivo de la convalidación
es la realización de aquellos actos de investigación urgentes, inaplazables y
fundantes de una formalización de investigación preparatoria (artículo 336º del CPP)
y de ser el caso, de una medida coercitiva de prisión preventiva contra el imputado
detenido (artículo 268º del CPP), ello porque para ambos actos procesales
postulatorios se necesita de fundados y graves elementos de convicción dirigidos a
demostrar -en grado de de probabilidad positiva- la comisión de un delito y su
vinculación con el imputado. De otro lado, al tratarse de una medida que afecta con
mayor intensidad la libertad ambulatoria del imputado al tener el efecto de prolongar
la detención, deberá exigirse una especial motivación de la resolución judicial de
convalidación (artículo 271.3º del CPP) y su adecuación al principio de
proporcionalidad (artículo 253.2º del CPP).

Control de la detención por el Juez

3.17. El artículo 9.3º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos –en adelante
PIDCYP-, concordante con el artículo 7.5º de la Convención Americana de Derechos
Humanos –en adelante CADH-17, garantizan que toda persona detenida o presa a
causa de una infracción penal será llevada sin demora ante un Juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a
ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. El artículo 9.4º
del PIDCYP y el artículo 7.6º de la CADH reconocen que toda persona que sea
privada de libertad en virtud de detención o prisión tendrá derecho a recurrir ante un
tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible sobre la legalidad de su
arresto o prisión y ordene su libertad si el arresto o la prisión fueran ilegales. El
artículo 19.2º de la Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración
de la Justicia Penal (“Reglas de Mallorca”), precisa que toda persona detenida por
sospecha de haber cometido un delito deberá ser presentada, a la mayor brevedad,
16
Artículo VII.3º del CPP: La Ley que coacte la libertad o el ejercicio de los derechos procesales de las personas,
así como la que limite un poder conferido a las partes o establezca sanciones procesales, será interpretada
restrictivamente. La interpretación extensiva y la analogía quedan prohibidas mientras no favorezcan la libertad
del imputado o el ejercicio de sus derechos.
17
La cuarta disposición final y transitoria de la Constitución prescribe que las normas relativas a los derechos y a
las libertades que la Constitución reconoce se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de
Derechos Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por el Perú.
Nuestro país aprobó y ratificó el PIDCYP mediante Decreto Ley N° 22128 del 28/03/1978 y la CADH mediante
Decreto Ley N° 22231 del 11/07/1978.
ante la autoridad judicial. Esta autoridad deberá, después de escucharla, resolver
inmediatamente respecto de su libertad. El principio 37º del Conjunto de Principios
para la Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de
Detención o Prisión, adoptado por la Asamblea General en su Resolución número
43/173 (09/12/1988), prescribe que toda persona detenida a causa de una infracción
penal será llevada sin demora tras su detención ante un juez u otra autoridad
determinada por ley. Esa autoridad decidirá sin dilación si la detención es lícita y
necesaria.

3.18. La protección del derecho a la libertad y seguridad personal prevista en el artículo


2.24.f de la Constitución, consistente en que “el detenido debe ser puesto a
disposición del juzgado correspondiente”, debe ser integrada y complementada con
las demás garantías reconocidas ante toda forma de detención por las normas
internacionales anotadas. Resulta incuestionable el primer control cuantitativo
dirigido a los órganos oficiales de persecución penal de trasladar al detenido, -sea
por detención preliminar judicial o policial-, ante el juez penal competente dentro del
plazo estrictamente necesario de la detención (ver STC Nº 6423-2007-PHC/TC). Sin
embargo, esta garantía sería insuficiente, si a continuación no pudiera efectuarse un
segundo control cualitativo de la detención tendiente a verificar la concurrencia
real de una flagrancia delictiva, así como el respeto de los derechos reconocidos a
favor de una persona detenida desde el acto material de la detención hasta su
puesta a disposición de la autoridad judicial. En consecuencia, la garantía prevista
en el artículo 2.24.f de la Constitución tiene concreción en que el juez ejerza
funciones judiciales mediante el control integral (cuantitativo y cualitativo) de la
legalidad de la detención, consistente en verificar en cada caso concreto: 1) Si la
detención se ha producido en una situación inequívoca de flagrancia; 2) Si en la
ejecución de la detención se respetaron los derechos inherentes a una persona
detenida, y, 3) Si el detenido fue puesto a disposición del juez dentro del plazo
estrictamente necesario de la detención.

3.19. El control de legalidad de la detención preliminar judicial por la Policía, se


encuentra regulado en forma expresa por el artículo 263º del CPP, es así que, la
Policía tiene el deber de informar al detenido del delito que se le atribuye y de la
autoridad que ha ordenado su detención, comunicará la medida al Ministerio Público
y pondrá al detenido inmediatamente a disposición del Juez de la Investigación
Preparatoria. El Juez, inmediatamente examinará al imputado, con la asistencia de
su Defensor o el de oficio, a fin de verificar su identidad y garantizar el cumplimiento
de sus derechos fundamentales. Acto seguido, lo pondrá a disposición del Fiscal y lo
ingresará en el centro de detención policial o transitorio que corresponda (inciso 2º).
En todos los casos, la Policía advertirá al detenido o arrestado que le asiste los
derechos previstos en el artículo 71º del CPP. De esa diligencia se levantará un acta
(inciso 3º). Nótese que, en rigor, se trata de un control de legalidad ex post por el
Juez de Investigación Preparatoria de la forma de ejecución por la Policía del
mandato contenido en el auto de detención preliminar judicial emitido ex ante por el
mismo u otro Juez, se entiende ante la concurrencia de los presupuestos del artículo
261.1º del CPP, para ello deberá verificarse en el escenario de una audiencia que
garantice los principios de oralidad, inmediación y contradicción-, si la
materialización de la detención ordenada judicialmente, se enmarca dentro del
respeto a los derechos del detenido reconocidos en la Constitución, los tratados
internacionales sobre derechos humanos y la ley.
3.20. El control de legalidad de la detención preliminar policial, si bien no encuentra
reconocimiento expreso en nuestra norma procesal a diferencia de la detención
preliminar judicial, ello no obsta que, dada la eficacia directa de los derechos
fundamentales a favor de una persona detenida reconocidos en el artículo 2.24.f de
la Constitución, concordante con los artículos 9.3º y 9.4º del PIDCYP y los artículos
7.5º y 7.6º de la CADH, podamos concluir que la puesta a disposición del detenido
ante el Juez, es para éste ejerza el poder-deber de controlar la legalidad de toda la
diligencia de detención tanto en su aspecto cualitativo como cuantitativo. Una
garantía elemental del Estado Constitucional de Derecho es que las medidas que
limitan derechos fundamentales, salvo las excepciones previstas en la Constitución,
sólo podrán dictarse por la autoridad judicial, en el modo, forma y con las garantías
previstas por la Ley (artículo VI del CPP), siendo por consiguiente, la detención en
flagrancia delictiva una excepción a la exigencia de la orden de detención judicial
previa (principio de reserva judicial), por consiguiente, la misma debe ser objeto de
un riguroso control por el Juez al tener la función de garantizar los derechos
fundamentales de quienes intervinientes en el proceso, para evitar de esta manera
todo acto de arbitrariedad en el ejercicio directo del poder punitivo por las agencias
policiales sobre personas concretas (proceso de criminalización secundaria)18.

3.21. En la práctica, el control de legalidad de la detención preliminar policial, sería el


primer tema de debate en la audiencia de prisión preventiva dirigida por el Juez de
Investigación Preparatoria, al contarse con la presencia del fiscal, del imputado
(detenido) y de su abogado defensor, siendo su finalidad supervisar la legalidad
formal y material de la detención. El control judicial de la detención deberá confirmar
con carácter prioritario la regularidad de las condiciones que determinaron la
detención en flagrancia. Si el Juez considera que la persona fue detenida sin que
concurra ningún supuesto de flagrancia, o que se prolongó la detención más allá de
sus límites legales o que no se respetaron los derechos reconocidos a favor del
detenido, dispondrá de ser el caso la adopción de las medidas sancionatorias que
correspondan al personal policial responsable, sin perjuicio de disponer la libertad
inmediata del detenido al interior del propio proceso penal19.

Control de la detención por el Fiscal

3.22. La policía que ha efectuado la detención en flagrante delito o en los casos de


arresto ciudadano, informará al detenido el delito que se le atribuye y comunicará
inmediatamente el hecho al Ministerio Público (artículo 263.1º del CPP), ello
significa que una persona detenida si bien tiene el derecho fundamental a ser
llevado ante un juez para que ejerza funciones jurisdiccionales de control de
legalidad de la detención (artículo 2.24.f de la Constitución), sin embargo, se ha
18
La selección criminalizante no la realizan los jueces, a quienes las agencias ejecutivas les llevan los candidatos
cuando ya ellas comenzaron el proceso de criminalización (secundaria) desde el punto de vista de la realidad
(detención de la persona, incautación de objetos). Las agencias jurídicas reciben el producto de la selección
policial y sólo pueden decidir si la criminalización sigue adelante o se interrumpe, y en el primer caso la cantidad
de poder punitivo que puede ejercerse sobre la persona. Esto muestra claramente que el poder punitivo no es
ejercido por las agencias jurídicas del sistema penal, sino por las policiales, y las jurídicas lo único que pueden
hacer en la práctica y hasta cierto punto es contenerlo. (En: ZAFFARONI, Eugenio Raúl y otros. Manual de
Derecho Penal. Parte General. Ediar. Segunda reimpresión. Buenos Aires. 2006, pp. 14-15.)
19
FERNÁNDEZ LEÓN, Whanda. Procedimiento Penal Acusatorio y Oral. Volumen I. Editorial ABC. Bogotá
D.C. 2005, pp. 76-83.
reconocido previamente la necesidad que el Fiscal, sea en la practica el primer
funcionario público llamado a controlar la legalidad de la detención preliminar
policial, al conducir desde su inicio la investigación del delito, estando obligada la
Policía Nacional a cumplir los mandatos del Ministerio Público en el ámbito de su
función (artículo 159.4º de la Constitución y artículo 60.2º del CPP), además de
tener reconocido independencia de criterio en el proceso penal, adecuando sus
actos a un criterio objetivo, rigiéndose únicamente por la Constitución y la Ley
(artículo 61.1º del CPP).

3.23. No todas las detenciones preliminares policiales deben ser sometidas a un control
de legalidad por el Juez de Investigación Preparatoria, sino solo aquellas en las que
el Fiscal procedió a formalizar la investigación preparatoria y requirió la imposición
de la medida cautelar de prisión preventiva. Al vencimiento del plazo de detención,
el Fiscal decidirá si ordena la libertad del detenido o si, comunicando al Juez de la
Investigación Preparatoria la continuación de las investigaciones, solicita la prisión
preventiva u otra medida alternativa (artículo 264.1º del CPP). Cuando el Fiscal
requiera la prisión preventiva del imputado, la detención preliminar se mantendrá
hasta la realización de la audiencia (artículo 264.3º del CPP), por el contrario,
cuando el Fiscal requiera una medida cautelar no privativa de libertad, deberá
ordenar la libertad inmediata del detenido. Este poder-deber del Fiscal en controlar
la legalidad de la detención preliminar policial tiene sentido en habérsele reconocido
la definición de la estrategia de investigación adecuada al caso (artículo 65.4º del
CPP). Así pues, el Fiscal según las particularidades del caso y con el objeto de
minimizar el peligro procesal, podría considerar adecuado a su estrategia de
investigación que el detenido continúe privado de su libertad durante el proceso,
mediante la imposición judicial de una prisión preventiva, al colegir razonablemente
que eludirá la acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizará la averiguación
de la verdad (peligro de obstaculización).

3.24. Al Fiscal le corresponde entonces, dejar en libertad al detenido cuando advierte que
la detención es ilegal, o que el delito por el cual fue detenida la persona no comporta
medida cautelar consistente en prisión preventiva. Debe el Fiscal, una vez recibida a
la persona detenida y si no se presenta ninguna de estas causales de libertad,
acudir a más tardar dentro de las veinticuatro horas siguientes ante el Juez de
Investigación Preparatoria para que se pronuncie sobre su legalidad. El Fiscal para
efectos de la detención -al igual que el Juez- también esta encargado de controlar
las garantías y derechos fundamentales del detenido, erigiéndose en la práctica, en
el primer filtro de legalidad de la detención, teniendo reconocida la facultad legal
expresa de ordenar la libertad del detenido, en el caso de verificar la irregularidad
del acto de privación de libertad. Por su parte, la Policía Nacional debe cumplir en
forma inmediata e incondicional la orden fiscal de libertad del detenido, bajo las
responsabilidades disciplinarias y penales previstas en la Ley en caso de
incumplimiento o cumplimiento tardío o defectuoso, ello es así, porque la Policía
Nacional esta obligada a cumplir los mandatos del Ministerio Público en el ámbito de
su función (artículo 159.4º de la Constitución y artículo 60.2º del CPP).

3.25. Si al Fiscal en su rol de conductor jurídico de la investigación que realiza la policía


(artículo IV.2º del CPP), se le exige presentar al detenido dentro del plazo
estrictamente necesario o a más tardar dentro de las veinticuatro horas siguientes,
ante el Juez de Investigación Preparatoria para que este se pronuncie en audiencia
sobre la legalidad de la detención, ello no tiene objeto cuando dicha verificación con
su efecto trascedente de liberación ya la hizo ese funcionario. Por sustracción de
materia, no hay “detenido” –dado que ya no tiene esa condición quien fue dejado en
libertad-, ni corre a cargo del Fiscal “presentarlo”, cuando este ha recobrado todas
sus facultades locomotivas y es propio de su voluntad atender o no al llamado que,
se entenderá válido o necesario para las otras audiencias del proceso. Por lo
demás, no es función primordial del Juez, ordenar de oficio que se investigue penal
y disciplinariamente a quienes hubiesen incurrido en abusos o violentasen los
derechos del detenido. Si ello ocurrió los afectados tiene el camino expedito para
presentar la correspondiente denuncia, sin que se justifique el mantenimiento de la
privación de libertad hasta la diligencia de control judicial de legalidad de la
detención en mención, sólo para que el Juez haga pronunciamiento en tal sentido,
cuando la libertad del detenido pudo haber sido dispuesta previamente por el propio
Fiscal, evitando el procedimiento judicial posterior para esa misma finalidad.

3.26. De aceptarse que toda decisión sobre la detención en flagrancia es de reserva


exclusiva del Juez, se le estaría imponiendo, en la práctica, una carga muy elevada
al ciudadano por cuanto, así haya sido arbitrariamente detenido al no cumplirse las
condiciones de la flagrancia, deberá además esperar a ser llevado a audiencia ante
el Juez. Además, el Fiscal se limita a constatar, con base en criterios objetivos, si el
supuesto delito cometido por el detenido en flagrancia daría o no lugar a la
formalización de la investigación y a la imposición de una medida de prisión
preventiva por parte del Juez. En este caso, igualmente, se propende por la defensa
del derecho a la libertad personal ya que, en la práctica el Juez terminaría
igualmente absteniéndose de imponer la medida coercitiva del derecho fundamental
con el consecuente restablecimiento inmediato de la libertad ambulatoria. La
decisión del Fiscal de dejar en libertad al detenido se justifica en cuanto, de todas
formas, se le impone al ciudadano el compromiso de comparecer cuando sea
necesario mediante la imposición judicial ulterior de la medida cautelar personal de
comparecencia simple (artículo 286º del CPP) o con restricciones (artículo 288º del
CPP), según el caso.

3.27. El primer control de legalidad de la detención preliminar policial lo realiza en primer


término el Ministerio Público, al tener entre sus atribuciones el de conducir y
controlar jurídicamente los actos de investigación que realiza la Policía Nacional
(artículo IV.2º del CPP), por ello, es que el Fiscal debe actuar en el proceso penal
con independencia de criterio, adecuando sus actos a un criterio objetivo, rigiéndose
únicamente por la Constitución y la Ley (artículo 61.1º del CPP). En suma, si el
efecto concreto de la determinación que hace el Juez de control de garantías acerca
de la legalidad o no de la detención es, en el segundo caso, ordenar la inmediata
libertad del detenido, no tiene fundamento racional ni practico que se solicite y
adelante la audiencia si ya previamente dicho efecto se obtuvo con la intervención
directa del Fiscal, quien así actúo, controlando previamente la legalidad del acto
material de la detención y dejado en libertad al detenido, cuando el delito no
comporta prisión preventiva o cuando la detención es ilegal. El Fiscal funge de
manera legal como el primer garante del derecho de la libertad.

Cuadro 2
Formas de control de legalidad de la detención preliminar policial
Actividad integral o divisible de la detención

3.28. Habiendo establecido la necesidad de control de legalidad de la detención, primero


por el Fiscal y luego por el Juez en caso siga manteniéndose la detención de cara a
la formalización de la investigación y al pedido de una prisión preventiva,
corresponde determinar si para los efectos de ese control de legalidad, debe
considerarse a la detención una actividad integral o divisible, esto porque la
predilección del Juez por cualquiera de éstas, generará diferentes consecuencias
jurídicas en la protección de derechos y garantías vinculadas al proceso.

a. Tesis del procedimiento de detención como una actividad integral, entiende que
al presentase una irregularidad durante cualquier momento de la detención, todo el
procedimiento se ilegítima, con las consecuencias sustanciales o procesales que
esa ilegalidad puede generar. Una detención sería ilegal, cuando a pesar de
presentarse el sorprendimiento flagrante, los policías no le dieron a conocer sus
derechos, o lo golpearon sin justificación alguna, o le conculcaron algún otro
derecho fundamental, como el de acceder a un abogado o a un traductor si se
trataba de un extranjero que no habla el idioma local. En este evento, todo el
procedimiento de detención resulta viciado, generando la obligación, inicialmente
para el Fiscal de disponer de la libertad, o para el Juez Investigación Preparatoria,
en el evento de que se intente su legalización ante el mismo. También se impone la
exclusión de los elementos materiales probatorios o bienes que hayan sido
incautados, además de las investigaciones penales y disciplinarias que se pueden
emprender en contra de la autoridad de policía que ejecute la privación de la libertad
o del Fiscal que asuma la investigación, sin efectuar control jurídico alguno sobre los
actos de investigación policial manifiestamente ilegales. Para esta tesis, el
procedimiento de la detención es entendida como una secuencia de actos
integrados, ininterrumpidos y dependientes que va desde la aprehensión hasta la
puesta a disposición del detenido ante el Juez, por tanto, cualquier ilegalidad
cometida durante este periodo, perjudicaría sin más a todo el procedimiento de
detención.

b. Tesis del procedimiento de detención como una actividad divisible, establece


que la vulneración de los derechos constitucionales o legales posteriores al
sorprendimiento en fragancia, podrían dar lugar a una investigación o sanción de
tipo penal o disciplinaria en contra de los funcionarios que intervinieron en la
actividad, pero no la libertad del detenido, toda vez que la detención se encontraría
legitimada en una situación de flagrancia delictiva. El procedimiento de detención
resultaría ilegítimo sólo en una segunda parte cuando los policías no le dieron a
conocer sus derechos, o lo golpearon sin justificación alguna, o le conculcaron algún
otro derecho fundamental reconocido a una persona detenida, así por ejemplo, la
aprehensión de la persona así como el registro personal y la incautación de objetos
del delito practicados por la policía en flagrancia mantendrán su eficacia, al haber
tenido lugar en la primera parte del procedimiento de detención, cuando aún no se
había cometido ninguna violación a los otros derechos del detenido. Para esta tesis,
la detención es entendida como una secuencia de actos separados, diferenciables e
independientes, de suerte que la ilegalidad de uno de estos no afectaría en nada la
legalidad del resto del procedimiento de detención.

Control facultativo u obligatorio de la detención

3.29. El legislador nacional ha reconocido diversos medios de protección del derecho


fundamental a no ser detenido sino por mandamiento del Juez o por las autoridades
policiales en caso de flagrante delito (artículo 2.24.f de la Constitución), la primera a
través de la interposición de una demanda de hábeas corpus ante cualquier juez
penal20, y, la segunda mediante la presentación de una solicitud de tutela de
derechos específicamente ante el Juez de Investigación Preparatoria 21, siendo
común en ambos casos la iniciativa de parte como requisito para incoar la
intervención judicial en el control de legalidad de la detención en clara adhesión al
principio dispositivo22. En consecuencia, la falta de ejercicio del derecho de acción
ante el órgano jurisdiccional competente por el afectado con la detención, impediría
en la práctica su ulterior control de legalidad, al no haber asumido competencia
ningún Juez en el conocimiento de dicha materia, estableciéndose de facto en el
proceso penal una suerte de presunción de legalidad de la detención por omisión de
control judicial, en abierta contravención al principio de presunción de inocencia
(artículo 2.24.e de la Constitución y artículo II del CPP), la misma que entre sus
20
Procede el hábeas corpus ante la acción u omisión que amenace o vulnere el derecho a no ser detenido sino por
mandato escrito y motivado del Juez, o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito; o si ha sido
detenido, a ser puesto dentro de las 24 horas o en el término de la distancia, a disposición del juzgado que
corresponda, de acuerdo con el artículo 2.24.f de la Constitución sin perjuicio de las excepciones que en él se
consignan (artículo 25.7º del Código Procesal Constitucional).
21
Cuando el imputado considere que durante las diligencias preliminares o en la investigación preparatoria no se
ha dado cumplimiento o respetado sus derechos, o que es objeto de medidas limitativas de derechos indebidas o de
requerimientos ilegales, puede acudir en vía de tutela al Juez de la Investigación Preparatoria para que subsane la
omisión o dicte las medidas de corrección o de protección que correspondan. La solicitud del imputado se
resolverá inmediatamente, previa constatación de los hechos y realización de una audiencia con intervención de
las partes (artículo 71.4º del CPP).
22
El principio dispositivo es definido como la potestad que tiene las partes para ejercer o no un acto procesal. Es la
facultad exclusiva del individuo de reclamar la tutela jurídica del Estado para su derecho. El proceso ésta sujeto a
la voluntad de las partes, fundamentándose en la autonomía de la voluntad (En: IDROGO DELGADO, Teófilo.
Principios Fundamentales de Derecho Procesal Civil. Marsol. Segunda edición. Lima. 1999, pp. 43-45)
manifestaciones de protección al imputado establece que no pueden existir ficciones
de culpabilidad, es decir, partes de la culpabilidad que no necesitan ser probadas23.

3.30. La interpretación del artículo 2.24.f de la Constitución en concordancia práctica con


los tratados internacionales sobre derechos humanos anotados precedentemente,
constituyen el marco de concreción del derecho de toda persona detenida por las
autoridades policiales a ser puesto a disposición del Juez para ejercer funciones
jurisdiccionales, es decir, para realizar -a petición de parte o de oficio- el control de
legalidad de la detención por el Juez de Investigación Preparatoria al interior del
mismo proceso penal, siendo la audiencia de prisión preventiva el escenario natural
para posibilitar dicho control al materializar con creces el principio de inmediación;24
primero, por ser la primera audiencia de entrada al proceso; segundo, por contar
con la presencia simultánea del Juez, Fiscal, imputado y abogado defensor quienes
son los actores legitimados para su debate; y, tercero, por garantizar el derecho
humano a ser oído en una audiencia con las características de oralidad,
contradicción y publicidad. Nos adherimos al principio de impulso procesal25 en la
revisión de legalidad de la detención de oficio en la audiencia de prisión preventiva,
en razón que tal mandamiento dirigido al Juez tiene sustento en normas de orden
público, no pudiendo ser objeto de renuncia o disposición por la partes, por tratarse
de la protección de un derecho humano, que por su propia naturaleza tiene las
características de ser innato, inalienable, imprescriptible, inviolable y obligatorio.

3.31. Estamos ante un poder-deber del Juez de garantías asentado en el principio de


dirección judicial del proceso26 y en el sub principio de impulso oficioso 27, al dirigirse
23
La presunción de inocencia en su formulación negativa nos indica que “nadie es culpable si una sentencia
no lo declara así”, en concreto significa que: a) Que, sólo la sentencia tiene esa virtualidad. b) Que, al momento de
la sentencia sólo existen dos posibilidades: o culpable, o inocente. No existe una tercera posibilidad. c) Que la
culpabilidad deber ser jurídicamente construida. d) Que esa construcción implica la adquisición de un grado de
certeza. e) Que el imputado no tiene que construir su inocencia. f) Que el imputado no tiene que ser tratado como
un culpable. g) Que no pueden existir ficciones de culpabilidad, es decir, partes de la culpabilidad que no necesitan
ser probadas (En. BINDER, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ad Hoc SRL. Segunda edición.
Buenos Aires-Argentina. 2000, pp. 124-127.
24
El principio de inmediación tiene por finalidad que el juez tenga el mayor contacto posible con todos los
elementos que conforman el proceso, más exactamente que conforman el contexto real del conflicto. Existente tres
clases de inmediación. La inmediación subjetiva, esta referida a la cercanía del juez con los protagonistas directos
o indirectos de la relación procesal. La inmediación objetiva, referida a la comunicación cercana entre el juez y los
hechos o cosas materiales ligadas a la relación procesal. La inmediación de actividad, se presenta cuando en el
desarrollo del iter procesal, la actuación de un medio de prueba produce la información necesaria como para
acreditar un hecho (En: MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción al Proceso Civil. Tomo I. Temis. Bogotá D.C.-
Colombia. 1996, pp. 94-95).
25
El principio de impulso procesal –conocido también como impulso oficial, impulso judicial o impulso
autónomo- es el que permite poner en movimiento el proceso en forma indistinta a petición de parte o de oficio por
los órganos jurisdiccionales o por disposición expresa de la ley. Se fundamenta en la idea de que el Estado está
interesado en la rápida definición de los procesos, es por esto, que a los Jueces se les ha dotado de un instrumento
procesal que les permita tomar iniciativa en la pronta solución de los conflictos de las partes sometidos a su
competencia, permitiendo que los procesos continúen, no se detengan y que la administración de justicia sea
dinámica, eficiente y oportuna para lograr la paz social (En: IDROGO DELGADO, Teófilo. Ob. cit., p. 34).
26
El principio de dirección judicial del proceso o principio de autoridad es el que mejor caracteriza el sistema
publicístico. En él, como sabemos, se privilegia el análisis e importancia del proceso desde la perspectiva de su
función pública, es decir, como medios utilizado por el Estado para hacer efectivo el derecho objetivo y concretar
finalmente la paz social en justicia (En: MONROY GÁLVEZ, Juan. Ob. cit., p. 92).
27
El principio de impulso oficioso puede ser calificado de subprincipio, en tanto es una manifestación concreta del
principio de dirección judicial. Consiste en la facultad que se concede al juez para conducir y hacer avanzar
autónomamente el proceso –sin necesidad de intervención de las partes- a fin de lograr la consecución de sus fines.
El juez tiene que vigilar para que el pleito, desde el comienzo hasta el fin, se lleve en la forma determinada por la
ley, para que puedan utilizar las partes, sin estorbos ni restricciones, todos los medios de hacer efectivos sus
a la verificación de la legalidad de una actuación policial en una situación
excepcional de flagrancia delictiva, la misma que debe ser constatada objetivamente
en cada caso concreto, independientemente de la inacción en el ejercicio del
derecho de acción del detenido a través del hábeas corpus o la tutela de derechos,
prescindiendo de toda presunción de legitimidad de la misma ante su falta de control
por iniciativa de parte, precisamente por tratarse de una excepción a la regla de la
reserva judicial en la ejecución de las medidas de coerción que afecten derechos
fundamentales (artículos VI, 203.1º y 255.1º del CPP). Es en esta línea de ideas,
que el artículo 203.3º del CPP ha reconocido el control de legalidad obligatorio de
todas aquellos actos de investigación practicados por la Policía que restrinjan
derechos fundamentales de las personas ante supuestos de urgencia o peligro por
la demora y con estrictos fines de averiguación, mediante la presentación ante el
Juez de Investigación Preparatoria del requerimiento de confirmación de la medida
restrictiva de derechos por el Fiscal, ergo, aplicando la argumento de analogía a
fortiori28, con mayor razón deberá controlarse imperativamente la legalidad de la
detención por el Juez, al protegerse nada menos que el derecho fundamental a la
libertad individual, a partir del cual materialmente se ejercitan los demás derechos
fundamentales.

3.32. Finalmente, conforme al artículo 263.2º del CPP corresponde al Juez de


Investigación Preparatoria efectuar el control de legalidad ex post de la forma de
ejecución por la Policía del mandato contenido en el auto de detención preliminar
judicial emitido ex ante por el mismo u otro Juez, por lo que, utilizando el argumento
de analogía a pari29, podemos concluir que, existiendo semejanza sustancial entre la
detención preliminar judicial y la detención policial al tratarse ambas de la privación
de libertad de un ciudadano por su vinculación con la comisión de un delito, existirá
también el mismo derecho a que un Juez imparcial controle que la causa de su
procedencia y la forma de su ejecución encaje dentro de las garantías previstas en
la Constitución, los tratados internacionales sobre derechos humanos y la ley.

4. Medidas restrictivas de derechos conexas

4.1. Cuando la Policía o el Ministerio Público, siempre que no se requiera previamente


resolución judicial, ante supuestos de urgencia o peligro por la demora y con
estrictos fines de averiguación, restringa derechos fundamentales de las personas,
corresponde al Fiscal solicitar inmediatamente la confirmación judicial. El Juez de la
Investigación Preparatoria, sin trámite alguno, decidirá en el mismo día o a más
tardar al día siguiente confirmando o desaprobando la medida ejecutada por la
Policía o la Fiscalía, salvo que considere indispensable el previo traslado a los
sujetos procesales o, en su caso, la realización de una audiencia con intervención
del Fiscal y del afectado. La resolución que ordena el previo traslado o la audiencia
no es impugnable (artículo 203.3º del CPP). Los efectos provenientes de la
infracción penal o los instrumentos con que se hubiere ejecutado, así como los
objetos del delito permitidos por la Ley, siempre que exista peligro por la demora,

derechos (En: MONROY GÁLVEZ, Juan. Ob. cit., p. 93).


28
El argumento a fortiori funciona en base al criterio de “con mayo razón” (En: RUBIO CORREA, Marcial. El
Sistema Jurídico. Introducción al Derecho. Fondo Editorial de la PUCP. Sexta reimpresión. Lima. 2006, p. 298).
29
Según el argumento a pari, “donde hay la misma razón hay el mismo derecho” (En: RUBIO CORREA, Marcial.
Ob. cit., p. 297).
pueden ser incautados durante las primeras diligencias y en el curso de la
Investigación Preparatoria, ya sea por la Policía o por el Ministerio Público (artículo
316.1° del CPP). Acto seguido, el Fiscal requerirá inmediatamente al Juez de la
Investigación Preparatoria la expedición de una resolución confirmatoria, la cual se
emitirá, sin trámite alguno, en el plazo de dos días (artículo 316.2° del CPP).

4.2. La referencia legal (artículos 203.3° y 317.2° del CPP) al término “inmediatamente”,
empleado para la confirmación judicial de la medida de incautación, significa que
entre el momento en que tiene lugar la incautación y el que se presenta la solicitud
de confirmación judicial no debe mediar solución de continuidad. Debe realizarse
enseguida, sin tardanza injustificada, lo que será apreciable caso por caso, según
las circunstancias concretas del mismo. La justificación de la tardanza se examinará
con arreglo al principio de proporcionalidad. La confirmación judicial constituye un
requisito más de la incautación como actividad compleja que, sin embargo, sólo
persigue dotarla de estabilidad instrumental respecto de la cadena de actos que
pueden sucederse en el tiempo y que de uno u otro modo dependan o partan de él.
Por tanto, la tardanza u omisión de la solicitud de confirmación judicial -al no
importar la infracción de un precepto que determine la procedencia legítima de la
incautación- no determina irremediablemente la nulidad radical de la propia medida
ni su insubsanabilidad. El plazo para requerir la respectiva resolución jurisdiccional,
en este caso, no es un requisito de validez o eficacia de la incautación -sin perjuicio
de la responsabilidad administrativa que acarrea al Fiscal omiso-. Su incumplimiento
no está asociada, como consecuencia legalmente prevista, a específicas y severas
sanciones procesales: nulidad absoluta o anulabilidad -requisito indispensable para
anudar los efectos jurídicos correspondientes-30.

4.3. Es indispensable la intervención judicial, como condición previa para la valorabilidad


de toda incautación desde la perspectiva probatoria, no siendo posible utilizar como
evidencia lo obtenido a través de la incautación mientras no se ha cumplido con el
correspondiente control jurisdiccional. En estos casos, para decidir acerca de una
petición concreta derivada o vinculada a la incautación la autoridad judicial debe
realizar, con carácter previo pero en ese mismo acto, una evaluación de la legalidad
de la incautación. De no ser posible el aludido examen por la necesidad de un
debate más amplio, será del caso rechazar provisoriamente el requerimiento o la
solicitud que, como dato esencial, se sustentó en la incautación a fin de definirla
anticipadamente y, emitida la decisión respectiva, recién pronunciarse sobre su
mérito31. Como la diligencia matriz de la recolección de los elementos de convicción
es la detención, se tendría, de todas maneras, que examinar la legalidad del
procedimiento de detención, para determinar si la recolección de elementos o de
evidencias que de allí se obtuvieron son legítimas y admisibles en el proceso. La
ausencia del análisis sobre la legalidad de la detención, a su vez impediría que las
evidencias obtenidas mediante la ejecución directa por la Policía de una o varias
medidas restrictivas de derechos como el allanamiento, el registro personal o la
incautación, fueran incorporadas al proceso como elementos de convicción a través
de su confirmación judicial, al encontrarse todas estas medidas de fuerza vinculadas
de manera directa o indirecta a una situación de flagrancia delictiva.

30
Acuerdo Plenario Nº 5-2010/CJ-116, adoptado en el VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República de fecha 16/11/2010, FJ. 13.
31
Acuerdo Plenario Nº 5-2010/CJ-116, Idem, FJ. 14.
4.4. Cuando una persona se encuentre detenida -sea por detención preliminar policial o
judicial-, y haya sido puesta a disposición del Juez de Investigación Preparatoria por
haber requerido el Fiscal la imposición de prisión preventiva, corresponderá en
primer lugar, efectuar el control de legalidad de la detención al inicio de la respectiva
audiencia. A continuación, en segundo lugar, se realizará el control de legalidad de
las medidas restrictivas de derechos conexas a la detención; solo así será posible
utilizar como evidencia lo obtenido a través de éstas. Recuérdese que para dictar
mandato de prisión preventiva, se requiere la existencia de fundados y graves
elementos de convicción, para estimar razonablemente la comisión de un delito que
vincule al imputado como autor o partícipe del mismo (artículo 268.1.a del CPP);
ergo, para que pueda ingresar al proceso el elemento de prueba obtenido de una
determinada medida restrictiva de derechos practicada por la Policía en una
situación excepcional de urgencia o peligro en la demora, resulta indispensable la
confirmación judicial como condición previa para la valorabilidad probatoria. La
omisión o rechazo de la confirmación de la medida restrictiva conllevaría a que el
Juez no pueda utilizar, directa o indirectamente, las fuentes o medios de prueba
obtenidos con vulneración del contenido esencial de los derechos fundamentales de
la persona (artículo 159.1º del CPP). En consecuencia, necesariamente el control de
legalidad de la medida restrictiva debe preceder al debate de la prisión preventiva.
Estamos pues ante una acumulación objetiva y sucesiva de pretensiones que tienen
una conexión lógica-jurídica necesaria.

5. Formalización de investigación preparatoria

5.1. Si de la denuncia, del Informe Policial o de las Diligencias Preliminares que realizó,
aparecen indicios reveladores de la existencia de un delito, que la acción penal no
ha prescrito, que se ha individualizado al imputado y que, si fuera el caso, se han
satisfecho los requisitos de procedibilidad, dispondrá la formalización y la
continuación de la Investigación Preparatoria (artículo 336.1º del CPP). La
Disposición de formalización contendrá: a) El nombre completo del imputado; b) Los
hechos y la tipificación específica correspondiente. El Fiscal podrá, si fuera el caso,
consignar tipificaciones alternativas al hecho objeto de investigación, indicando los
motivos de esa calificación; c) El nombre del agraviado, si fuera posible; y, d) Las
diligencias que de inmediato deban actuarse (artículo 336.2º del CPP). La
formalización de la investigación representa la concreción del derecho a conocer el
contenido de la imputación. Puede ser concebida como una función garantista del
fiscal, quien deberá informar a una persona -en la misma audiencia de prisión
preventiva- su calidad de imputado para que pueda defenderse, así como permitir la
práctica de diligencias de investigación.

5.2. Finalizado el debate sobre el control de legalidad de la detención y de las medidas


restrictivas de derechos conexas, corresponderá al Juez de Investigación
Preparatoria promover un tercer debate sobre el control de legalidad de la
formalización de investigación preparatoria dado que el Fiscal, el imputado y su
abogado defensor estarán presentes en la audiencia, por lo que, el primero deberá
exponer verbalmente los cargos que presentare en contra del imputado, pudiendo
éste o su abogado solicitar la aclaración sobre ellos a fin de poder ejercer
adecuadamente el derecho de defensa, evitándose de ésta manera la presentación
ulterior de solicitudes escritas de tutelas de derechos por incomprensión de los
cargos, a la vez que garantiza en forma oportuna, sencilla y efectiva el principio de
imputación necesaria, la misma que ha sido objeto de intensa protección en la
jurisprudencia constitucional32 y penal33, así como por la doctrina adoptada en los
plenos jurisdiccionales en materia penal34, amén de materializar otro principio
general del proceso no menos importante como el de economía procesal35. Una vez
formalizada la investigación preparatoria al haberse verificado el cumplimiento de
todos sus requisitos legales en el mismo acto de la audiencia, queda abierta la
posibilidad de debate sobre diversos temas trascedentes al proceso como la fijación
del plazo de la investigación, la imposición de las medidas cautelares, las diligencias
de investigación que afecten derechos fundamentales con conocimiento del
afectado, la prueba anticipada, los criterios de oportunidad, entre otros.

6. Medida de prisión preventiva

6.1. El Juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión
preventiva, si atendiendo a los primeros recaudos sea posible determinar la
concurrencia de los siguientes presupuestos: a) Que existen fundados y graves
elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión de un delito que
vincule al imputado como autor o partícipe del mismo. b) Que la sanción a
imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de libertad; y c) Que el
imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular,
32
STC Nº 4989-2006-PHC/TC, caso John Mc. Carter: El principio de imputación necesaria establece la ineludible
exigencia que la acusación [al igual que la disposición de formalización de investigación preparatoria], ha de ser
cierta, no implícita, sino precisa, clara y expresa; con una descripción suficiente detalladas de los hechos
considerados punibles que se imputan y del material probatorio en que se fundamenta, según el cual al momento
de calificar la denuncia será necesario, controlar la corrección jurídica del juicio de imputación propuesto por el
Fiscal, esto es, la imputación de un delito debe partir de una consideración acerca del supuesto aporte delictivo de
todos y cada uno de los imputados (FJ. 13).
33
Recurso de Nulidad Nº 956-2011-Ucayali de fecha 21/03/2012 (precedente vinculante): La imputación, supone
la atribución de un hecho punible, fundado en el factum correspondiente, así como en la legis atinente y sostenido
en la prueba, presupuestos que debe ser inescrupulosamente verificados por órgano jurisdiccional que ejerciendo la
facultad de control debe exigir que la labor fiscal sea cabal, que la presentación de los cargos, sea puntual y
exhaustiva, que permita desarrollar juicios razonables (FJ. IV).
No es suficiente la simple enunciación de los supuestos de hecho contenidos en las normas penales; estos deben
tener su correlato fáctico concreto, debidamente diferenciado y limitado respecto de cada uno de los encausados,
tanto más cuando se trata de delitos de infracción de deber, donde las conductas están íntimamente vinculadas al
cargo que desempeñan y la función que les es confiada (FJ. V).
34
Acuerdo Plenario Nº 2-2012/CJ-116 adoptado en el I Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las Salas Penales
Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República de fecha 26/03/2012 : La garantía de
defensa procesal, desarrollada por el artículo IX del Titulo Preliminar del NCPP, incluye aparte de los llamados
“derechos instrumentales” (derecho a la asistencia de abogado, utilización de medios de prueba pertinente, a no
declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable), los denominados “derechos sustanciales”, que son
presupuestos básicos de su debido ejercicio, entre ellos, la comunicación detallada de la imputación formulada
contra el imputado. Su efectividad, sin duda, como correlato del conocimiento de los cargos (artículo 72.2.a
NCPP), requiere inexorablemente de que los hechos objeto de imputación en sede de investigación preparatoria
(vid. artículo 342.1º NCPP) tengan un mínimo nivel de detalle que permita al imputado saber el suceso histórico
que se le atribuye y la forma y circunstancias en que pudo tener lugar.
Tal dato es indispensable para que pueda ejercer una defensa efectiva, la cual no puede quedar rezagada a la etapa
intermedia o a la etapa principal de enjuiciamiento: la defensa se ejerce desde el primer momento de la imputación
(vid: artículo 139.14º de la Constitución), que es un hecho procesal que debe participarse a quien resulte implicado
desde que, de uno u otro modo, la investigación se dirija contra él, sin que haga falta un acto procesal formal para
que le reconozca viabilidad.
Es evidente, a partir del modelo procesal asumido por el NCPP, que el imputado, en un primero momento, deberá
acudir al propio Fiscal para solicitar las subsanaciones correspondientes en orden a la precisión de los hechos
atribuidos –este derecho de modo amplio lo reconoce el artículo 71.1º NCPP- (FJ. 10).
35
El principio de economía procesal es mucho más trascendente de lo que comúnmente se cree. De hecho, son
muchas las instituciones del proceso que tiene como objeto hacer efectivo este principio. El concepto economía,
tomado en su acepción de ahorro, está referido a su vez a tres áreas distintas: ahorro de tiempo, gasto y esfuerzo
(En: MONROY GÁLVEZ, Juan. Ob. cit., p. 98).
permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro
de fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización)
(artículo 268.1º del CPP). También será presupuesto material para dictar mandato
de prisión preventiva, la existencia de razonables elementos de convicción acerca
de la pertenencia del imputado a una organización delictiva o su reintegración a la
misma, y sea del caso advertir que podrá utilizar los medios que ella le brinde para
facilitar su fuga o la de otros imputados o para obstaculizar la averiguación de la
verdad (artículo 268.2º del CPP).

6.2. Habiéndose transitado previamente por el debate consecutivo de control de


legalidad de la detención, de las medidas restrictivas de derechos y de la propia
formalización de investigación en una única audiencia pública en sintonía con el
principio de concentración36, recién podrá habilitarse en cuarto lugar, el debate sobre
la concurrencia de los presupuestos materiales de la medida de prisión preventiva,
exigiéndose para este último tema una motivación especial de la resolución respecto
al principio de proporcionalidad37 (compuesto por los sub principios de idoneidad,
necesidad y proporcionalidad en sentido estricto)38 y al plazo estrictamente
necesario de la prisión que corresponderá en el caso concreto. La omisión en la
promoción del debate y decisión judicial sobre la secuencia temática antes descrita,
significaría sin más una vulneración al principio de legalidad, que establece
claramente cuáles son los requisitos de validez de los actos de investigación y actos
procesales precedentes, así como, la inobservancia del derecho a la defensa y a la
presunción de inocencia, al establecer en la práctica judicial una presunción de
legitimidad de las actuaciones de los órganos oficiales de persecución penal, por no
haber sido objeto de contradicción y verificación en base a lo actuado objetivamente
en el proceso.

Cuadro 3
Debate temático en audiencia de prisión con imputado-detenido

36
El principio de concentración consiste en reunir en una sola audiencia varios actos procesales para su actuación,
con la finalidad de que el juez tenga una visión integral del proceso que va a resolver. Tiende a que el proceso se
realice en el menor tiempo posible y con la mejor unidad. Para esto se debe procurar que el proceso se desenvuelva
sin solución de continuidad (En: IDROGO DELGADO, Teófilo. Ob. cit., p. 34).
37
El principio de proporcionalidad se encuentra reconocido en el artículo 200º, último párrafo de la Constitución,
el artículo VI del Título Preliminar del CPP y el artículo 25.17º del Código Procesal Constitucional. La
proporcionalidad no es más que un método que nos indica en qué condiciones puede una norma, que incide en un
derecho fundamental, obtener una aplicación conforme a la Constitución, obliga al operador jurídico a tratar de
alcanzar el justo equilibrio entre los intereses en conflicto. En conclusión, la aplicación práctica de este principio
se expresa en el equilibrio entre los derechos fundamentales y la necesidad de persecución penal eficaz, evitando
que la desproporción suponga un sacrificio excesivo e innecesario a los bienes jurídicos en conflicto.
38
El subprincipio de idoneidad, busca garantizar que la medida aplicable sea de todas las exigencias la más apta
para cumplir el fin constitucionalmente legítimo. La idoneidad presupone que entre el medio y el fin debe existir
una relación positiva, el medio debe facilitar la obtención del fin. El subprincipio de necesidad, indica que la
medida restrictiva debe ser la única capaz entre otras medidas de alcanzar la finalidad que con ella se busca al
menor costo posible para el derecho que se pretende afectar, se trata así de una comparación entre: dos o más
medidas alternativas que cumplan los fines (constitucionalmente legítimos) que se pretendan cautelar, escogiendo
de ellas a aquella que permita lesionar en menor medida o gravamen los derechos fundamentales que se
encuentran en juego. El subprincipio de proporcionalidad en sentido estricto, cumple una función negativa, de
impedir que el imputado sufra una medida excesiva (principio de prohibición de excesos), el operador jurídico
parte de hacer un ejercicio mental, consistente en colocar en una balanza imaginaria los principios constitucionales
que se encuentran en contraposición; para hacer un balance costo-beneficio.
Cuadro 4
Debate específico en audiencia de prisión

7. Solución

7.1. En el caso examinado, las actas policiales de fecha primero de octubre del dos mil
doce –objeto de nulidad-, fueron en su oportunidad valoradas positivamente por el
Juez de Investigación Preparatoria a quo, como elementos de convicción de cargo,
para justificar la imposición de las medidas coercitivas de prisión preventiva y de
comparecencia con restricciones en las audiencias de su propósito, sin que
previamente el Ministerio Público haya cumplido la exigencia legal de haber
requerido en forma inmediata su confirmación judicial, ni tampoco la defensa haya
cuestionado en ese momento tal omisión. Recuérdese que la confirmación de los
actos de investigación policial que tienen incidencia directa en la afectación de los
derechos fundamentales, deben ser objeto de confirmación judicial inmediata a
efecto de verificar la concurrencia de los supuestos excepcionales habilitantes de
urgencia o peligro en la demora (artículo 203.3º del CPP), ello permitirá la
incorporación válida al proceso de las actas policiales que contienen tales medidas
intrusivas y su calificación procesal como elementos de convicción sustentatorios de
cualquier requerimiento fiscal y/o resolución judicial, durante la etapa de
investigación preparatoria y la etapa intermedia (artículo 325º del CPP).

7.2. Por lo expuesto, deberá declararse infundada la nulidad deducida por la defensa
técnica de los imputados Adolfo Enrique Fiestas Valverde y Henry Walker Quispe
Villa, en primer lugar, porque la audiencia de prisión preventiva contra aquellos se
realizó el tres de octubre del dos mil doce, en tanto que la solicitud de nulidad fue
presentada recién el primero de marzo del dos mil trece (cinco meses después),
esto es, fuera del plazo de cinco días de haber conocido el defecto como lo exige el
artículo 151.3º del CPP. En segundo lugar, los imputados Adolfo Enrique Fiestas
Valverde y Henry Walker Quispe Villa, no presentaron recurso impugnatorio de
apelación contra la resolución que declaro fundada la prisión preventiva, siendo
aplicable el artículo 152.1.b del CPP que considera convalidados los vicios cuando
quienes tengan derecho a impugnarlo hayan aceptado expresa o tácitamente los
efectos del acto. En tercer lugar, la demora o retraso en el requerimiento de
confirmación judicial de las diligencias contenidas en las actas policiales de fecha
primero de octubre del dos mil doce –objeto de nulidad-, no constituye en rigor un
requisito sustancial que signifique un vicio de nulidad absoluta conforme a las
causales previstas en el artículo 150º del CPP, de cara a pretender su exclusión
como prueba ilícita, sino más bien estamos ante un requisito formal que puede
generar un vicio de nulidad relativa, precisamente por no haberse cumplido
oportunamente con el procedimiento establecido en el artículo 203.3º del CPP, para
su incorporación al proceso como elementos de convicción, lo cual es perfectamente
subsanable con el requerimiento actual de confirmación.

7.3. Finalmente, por lógica consecuencia, deberá declararse fundado el requerimiento de


confirmación judicial de las diligencias de registro vehicular y personal, así como de
incautación de los objetos e instrumentos delictivos, materializados en las actas
policiales de fecha primero de octubre del dos mil doce, en coherencia con la
valoración que sobre los mismos realizó en su oportunidad el Juez a quo, en la
audiencia de prisión preventiva de los imputados Adolfo Enrique Fiestas Valverde y
Henry Walker Quispe Villa con fecha tres de octubre del dos mil doce, para
determinar la concurrencia del presupuesto material de verosimilitud de la
imputación exigida en el artículo 268.1.a del CPP, máxime si tal resolución quedo
consentida al no presentarse recurso impugnatorio alguno por los imputados
mencionados.

Por estas consideraciones, SE RESUELVE

III. PARTE RESOLUTIVA:

INFUNDADA la solicitud de nulidad deducida por la doctora Erika Vergara Córdova,


en calidad de abogada defensora particular de los imputados Adolfo Enrique Fiestas
Valverde y Henry Walker Quispe Villa, y, FUNDADO el requerimiento de
confirmación judicial de las diligencias de registro del vehículo de placa de rodaje
número BC-9371 e incautación de un fajo de dinero de doscientos billetes de S/.
100.00 (cien nuevos soles) cada uno, así como del registro personal al imputado
Adolfo Enrique Fiestas Valverde e incautación de un revólver calibre 38 mm., con
serie número 79103 y del registro personal al imputado Henry Walker Quispe Villa e
incautación de un revólver calibre 38 mm., con serie número AWF6748,
materializadas en las actas policiales de fecha primero de octubre del dos mil doce
que obran en la carpeta fiscal. NOTIFÍQUESE a los sujetos procesales. ENVIESE
copia de la presente resolución a los Fiscales Coordinadores, al Director de la
Defensoría Pública, al Decano del Colegio de Abogados y a los Jueces
Coordinadores del Área Penal, correspondientes al Distrito Judicial de La Libertad,
para su conocimiento y fines.-

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