AUTO
I. PARTE EXPOSITIVA:
Con fecha primero de marzo del dos mil trece, la doctora Erika Vergara Córdova en
calidad de abogada defensora particular de los imputados Adolfo Enrique Fiestas
Valverde y Henry Walker Quispe Villa, presentó la nulidad del acta de registro
vehicular e incautación de dinero practicado en el vehículo de placa de rodaje
número BC-9371 y las actas de registro personal de incautación practicado a los
imputados Adolfo Enrique Fiestas Valverde, Henry Walker Quispe Villa, José Luis
Cedrón Chávez y Bryan Esteven Rodríguez Alvarado, elaboradas con fecha primero
de octubre del dos mil doce, por lo que, siguiendo el trámite previsto en el artículo 8º
del Código Procesal Penal del 2004 –en adelante CPP-, se corrió traslado a los
demás sujetos procesales para la absolución respectiva. De otro lado, la doctora
Yael López Gamboa en calidad de Fiscal Provincial de la Tercera Fiscalía Provincial
Penal Corporativa de Trujillo, con fecha trece de marzo del dos mil trece requirió la
confirmación judicial de las actas antes cuestionadas como lo exige el artículo
203.3º del CPP. Finalmente en la audiencia realizada con fecha trece de marzo del
dos mil trece, el Fiscal Manuel Gonzáles Tapia y la abogada Erika Vergara Córdova
aceptaron la propuesta del Juez, consistente en el debate acumulado de ambas
pretensiones en una sola sesión por su conexión con los mismos actos de
investigación preliminar, siendo el estado del proceso el de emitir la resolución
correspondiente.
1. Itinerario procesal
1.1. Con fecha dos de octubre del dos mil doce, el doctor Herve Aquino Espinoza en
calidad de Fiscal Adjunto Provincial Penal Titular de la Tercera Fiscalía Provincial
Penal Corporativa de Trujillo, dictó disposición de formalización de investigación
preparatoria contra Adolfo Enrique Fiestas Valverde y Henry Walker Quispe Villa, por
la comisión del delito de tenencia ilegal de armas de fuego, tipificado en el artículo
279° del Código Penal en agravio del Estado; y contra los imputados Adolfo Enrique
Fiestas Valverde, Henry Walker Quispe Villa, José Luis Cedrón Chávez y Bryan
Esteven Rodríguez Alvarado por el delito de robo agravado, tipificado en los
artículos 188° y 189°, incisos 3º y 4º del Código Penal, en agravio de Alvarado
Zacarías Wilson Escobedo Jara. En la misma fecha, el Juez del Tercer Juzgado de
Investigación Preparatoria de Trujillo dictó la resolución número uno admitiendo la
disposición de formalización.
1.2. La tesis incriminatoria contenida en la formalización de investigación se resume en
que con fecha primero de octubre del dos mil doce, aproximadamente a las cinco
horas, el agraviado Alvarado Zacarías Wilson Escobedo Jara, llegó a Trujillo
procedente de Huamachuco. A las once horas, se dirigió al centro comercial Real
Plaza, con la finalidad de cobrar un cheque de gerencia del Banco Continental
emitido por Molinos Asociados a su favor por el monto de S/. 20,000.00 (veinte mil
nuevos soles). A las doce horas con treinta minutos, abordó un taxi de color amarillo
Tico hacia la agencia de Transportes Horna ubicado en la avenida America Sur
número mil trescientos sesenta y ocho de Trujillo; sin embargo, al bajar del taxi, fue
interceptado sorpresivamente por tres sujetos premunidos de armas de fuego,
quienes lo amenazaron y golpearon en diferentes partes del cuerpo, sustrayéndole
el dinero que se encontraba en un sobre blanco, luego corrieron hacia un vehículo
taxi color azul con farola y emprendieron la fuga.
1.3. Con fecha primero de octubre del dos mil doce, a las doce horas con cincuenta
minutos, efectivos policiales de la DEPPAMOT-NORESTE y DEPPAMOT-CENTRO a
bordo de sus respectivos patrulleros fueron alertados del robo por la central de radio
105, logrando observar la circulación de un vehículo taxi color azul con farola y placa
de rodaje cubierta con papel plastificado blanco, por lo que, procedieron a
perseguirlo con la participación de otras unidades policiales, logrando finalmente
interceptar al vehículo de placa de rodaje número BC-9371 y detener a los
imputados Adolfo Enrique Fiestas Valverde, Henry Walker Quispe Villa, José Luis
Cedrón Chávez y Bryan Esteven Rodríguez Alvarado en la intersección de las
avenidas Ricardo Palma con Belaúnde de la urbanización El Bosque de Trujillo. En
la consola del tablero del vehículo se encontró un fajo de dinero de doscientos
billetes de S/. 100.00 (cien nuevos soles) cada uno, en tanto que al imputado Adolfo
Enrique Fiestas Valverde se le encontró un revólver calibre 38 mm. con serie
número 79103 y al imputado Henry Walker Quispe Villa otro revólver calibre 38 mm.
con serie número AWF6748.
1.4. Con fecha tres de octubre del dos mil doce, el Juez del Tercer Juzgado de
Investigación Preparatoria de Trujillo, declaró fundado el requerimiento de prisión
preventiva por el plazo de nueve meses contra los imputados Adolfo Enrique
Fiestas Valverde y Henry Walker Quispe Villa, por los delitos de tenencia ilegal de
armas de fuego y robo agravado en agravio del Estado en la persona del Procurador
Publico del Ministerio del Interior y de Alvarado Zacarias Wilson Escobedo Jara
respectivamente, ordenando su ingreso inmediato al Establecimiento Penitenciario
Trujillo I, computándose el plazo de prisión preventiva desde el primero de octubre
del dos mil doce hasta el primero de julio del dos mil trece. De otro lado, declaró
infundado el requerimiento de prisión preventiva contra José Luis Cedrón
Chávez, por el delito de robo agravado en agravio de Alvarado Zacarias Wilson
Escobedo Jara; y le impuso la medida de comparecencia con restricciones
condicionada al cumplimiento de las siguientes reglas de conducta: 1) Acudir cada
quince días a la Fiscalía encargada del caso, a fin de firmar el registro de control
correspondiente, empezando desde el quince de octubre, luego el treinta y uno de
octubre del dos ml doce y así sucesivamente hasta que concluya el proceso. 2) No
tener contacto directo (personal) o indirecto (a través de algún medio de
comunicación como teléfono, internet, etc.) con el agraviado y su familia. 3) No
variar el domicilio señalado en autos, sin la previa comunicación a la Fiscalía y al
Juzgado. 4) La obligación de acudir a toda citación fiscal o judicial en que sea
obligatoria su presencia. Advirtiéndose que en caso de incumplimiento de cualquiera
de las reglas de conducta, se procedería a la revocatoria de la comparecencia con
restricciones y su sustitución por la medida de prisión preventiva, previo
requerimiento fiscal. Finalmente con fecha treinta y uno de octubre del dos mil doce,
declaró fundado el requerimiento de comparecencia con restricciones contra el
imputado Bryan Esteven Rodríguez Alvarado, imponiéndose las mismas reglas de
conducta con el mismo apercibimiento antes anotado.
1.5. Con fecha primero de marzo del dos mil trece, la abogada defensora de los
imputados Adolfo Enrique Fiestas Valverde y Henry Walker Quispe Villa, solicitó la
nulidad del acta de registro vehicular e incautación de dinero y del acta de registro
personal e incautación, ambas de fecha primero de octubre del dos mil doce,
argumentando que si bien las diligencias policiales materializadas en las actas de
registro e incautación se realizaron en un supuesto de flagrancia delictiva; sin
embargo, el Ministerio Público no cumplió con su obligación de requerir al Juez de
Investigación Preparatoria su confirmatoria, con la finalidad de controlar la legalidad
de dichas medidas restrictivas de derechos como lo prevé los artículos 218.2º y
316.1° del CPP; por lo que, desde que los imputados fueron detenidos por la Policía
Nacional hasta la actualidad (más de cinco meses después), no se cumplió la
obligación procesal de requerir la confirmatoria inmediata de la incautación de los
bienes, lo que ya no puede ser efectuado por el tiempo transcurrido, vulnerándose el
derecho a la tutela judicial efectiva, el debido proceso y el principio de legalidad.
2.1. En el actual proceso penal, existen tres momentos sensibles para que resulten
afectados los derechos fundamentales en las etapas previas al juicio: la detención,
las medidas restrictivas de derechos y las medidas coercitivas personales. El Juez
de Investigación Preparatoria que cumple esencialmente una función de control de
garantías, por ser esas diligencias muy invasivas de derechos, debe propender por
su afectación sólo de manera excepcional, realizando un riguroso control de
legalidad tanto de los requisitos para su procedencia como de la forma de su
ejecución, sea en forma anticipada mediante la resolución autoritativa (ex ante) o en
forma posterior a través de la resolución confirmatoria (ex post). La obligación del
Estado encaminada a garantizar el goce de la libertad individual, debe ser realizada
dentro de los preceptos constitucionales y los parámetros internacionales de los
derechos humanos ratificados por el Estado, que bajo la premisa del respeto a la
dignidad humana (artículo 1º de la Constitución), debe garantizar la libertad de las
personas y sólo restringirla al amparo de las normas indicadas. Para salvaguardar la
libertad personal de la arbitrariedad, el Estado de Derecho se estructura sobre la
garantía de la reserva de jurisdicción o reserva judicial. Esta garantía consiste en
que los límites a los derechos fundamentales, por regla general, sólo pueden ser
fijados por una autoridad judicial independiente e imparcial 1. La excepción es la
actuación policial directa en la detención (en flagrancia), o, la practica de medidas
restrictivas de otros derechos distintos a la libertad (en urgencia o peligro en la
demora), de ahí que tales diligencias deban ser controladas por el Juez, para
determinar si efectivamente acontece la situación excepcional habilitante, en
resguardo a su vez del principio de interdicción de la arbitrariedad2.
1
RODRIGUEZ HERRERA, José Daniel. Captura, Imputación y Medida de Aseguramiento en el Nuevo Sistema
Penal Acusatorio. Grupo Editorial Ibañez. Bogotá D.C. 2008, pp. 21-23.
2.2. En el presente caso, se evidencia una práctica poco feliz en los Juzgados de
Investigación Preparatoria del distrito judicial de La Libertad, desde la entrada en
vigencia del actual proceso penal acusatorio con tendencia adversarial (01/04/2007),
consistente en la presentación tardía del requerimiento de confirmación de las
medidas restrictivas de derechos practicadas por la Policía ante supuestos de
urgencia o peligro en la demora (artículo 203.3º del CPP), en aquellos casos en que
previamente se resolvió en audiencia pública el requerimiento de prisión preventiva
de un imputado detenido preliminarmente en flagrancia. Esta inversión en el orden
temporal de ambos actos procesales, está generando que las actas policiales de
constatación de la forma en que se ejecutó una medida restrictiva de derechos (por
ejemplo, el acta de registro personal, el acta de incautación, el acta de allanamiento,
entre otros), sean ingresadas como elementos de convicción del requerimiento de
prisión preventiva en forma irregular, al no haberse cumplido previamente el
procedimiento legal establecido para su incorporación válida mediante la expedición
del auto confirmatorio. En otras palabras, no se está cumpliendo con la inmediata
confirmación judicial de las medidas restrictivas de derechos practicadas
excepcionalmente por la policía; para recién habilitar más adelante la admisión de
tales actuaciones de investigación como elementos de convicción que puedan servir
para la emisión de las resoluciones propias de la investigación (artículo 325º del
CPP), como sucede por ejemplo con el auto de prisión preventiva que tiene como
uno de sus presupuestos materiales, la existencia de fundados y graves elementos
de convicción, para estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al
imputado como autor o participe del mismo (artículo 268.1.a del CPP).
Cuadro 1
Debate disfuncional de la confirmación después de la prisión
Definición de detención
3.1. La detención, en un sentido amplio, puede ser definida como toda privación de la
libertad ambulatoria de una persona, distinta de la prisión preventiva o de la
ejecución de una pena privativa de libertad, ejecutada bajo invocación de un fin
previsto y permitido por el ordenamiento jurídico 4. La consideración en sentido
amplio del concepto de detención resulta sumamente relevante, porque permite
aplicar el estatus jurídico del detenido, esto es, afirmar los derechos y garantías que
el sistema le reconoce, con independencia de la denominación que se dé
oficialmente al acto5. Una correcta identificación del concepto de detención es
4
GIMENO SENDRA, Vicente y otros. Derecho Procesal Penal. Editorial Colex. Madrid. 1997, p. 485.
5
HORVITZ LENON, María Inés y LOPEZ MASLE, Julián. Derecho Procesal Penal Chileno. Tomo I. Editorial
Jurídica de Chile. Santiago. 2005, p. 363.
condición necesaria para la exigencia y aplicación del integro sistema de garantías a
favor del detenido, por ello, no es constitucionalmente tolerable que situaciones
efectivas de privación de la libertad –en las que de cualquier modo, se impida u
obstaculice la autodeterminación de la conducta lícita- queden sustraídas a la
protección de la libertad por medio de una indebida restricción del ámbito de las
categorías que en ella se emplean. Debe considerarse entonces como detención
cualquier situación en que la persona se vea impedida u obstaculizada para
autodeterminar, por obra de su voluntad una conducta lícita, de suerte que la
detención no es una decisión que se adopte en el curso de un procedimiento, sino
una pura situación fáctica, sin que puedan encontrarse zonas intermedias entre
detención y libertad6.
3.2. Entender el concepto de detención en sentido amplio, implica desconocer toda valor
a giros lingüísticos tales como “retención” o “conducción”, que a menudo se utilizan
para encubrir situaciones objetivas de detención practicadas en casos o de formas
no autorizadas por la ley. En la terminología del Conjunto de Principios para la
Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o
Prisión, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su
Resolución número 43/173 (09/12/1988), por “arresto” se entiende el acto de
aprehender a una persona con motivo de la supuesta comisión de un delito o por
acto de autoridad; y, por “persona detenida” se entiende toda persona privada de la
libertad personal, salvo cuando ello haya resultado de una condena por razón de un
delito. En resumen, la detención como medida cautelar personal, es aquella en
virtud de la cual se priva de libertad a una persona a quien se le imputa la comisión
de un delito, por un breve lapso de tiempo, con la exclusiva finalidad de ponerla a
disposición del juez, con el objeto de asegurar su comparecencia a algún acto del
procedimiento7.
Clases de detención
6
LOPEZ BARJA DE QUIROGA, Jacobo. Instituciones de Derecho Procesal Penal. Ediciones Jurídicas Cuyo.
Mendoza. 2001, p. 219.
7
Idem.
8
Una modalidad de detención que no tienen una naturaleza cautelar es la detención como medida ejecutiva, que
tiene por objeto asegurar el cumplimiento de un proceso de ejecución ya iniciado o que debió iniciarse y al cual se
ha sustraído el condenado. No es cautelar porque no está destinada a garantizar una ejecución futura, sino a
imponer la ejecución actual de una sentencia condenatoria.
su libertad ambulatoria9. Esta modalidad se condice con la declaratoria judicial de
ausencia o contumacia del imputado (artículo 79º del CPP).
3.6. La lectura del artículo 259.1º del CPP sobre el concepto de flagrancia delictiva,
quedaría incompleta e incomprendida cabalmente si no es complementada con la
jurisprudencia emitida por del Tribunal Constitucional sobre la detención legítima en
flagrante delito prevista en el artículo 2.24.f de la Constitución, para la cual en forma
reiterada y uniforme viene exigiendo la concurrencia de dos requisitos insustituibles:
1) la inmediatez temporal, es decir, que el delito se este cometiendo o que se haya
cometido instantes antes; 2) la inmediatez personal, que el presunto delincuente
se encuentre ahí, en ese momento en situación y con relación al objeto o a los
9
HORVITZ LENON, María Inés y LOPEZ MASLE, Julián. Ob. cit., pp. 364-382.
instrumentos del delito, que ello ofrezca una prueba evidente de su participación en
el hecho delictivo. La flagrancia supone la aprehensión del autor de la infracción en
el preciso momento de la comisión del mismo o que durante la aprehensión el autor
se encuentre con el objeto o instrumentos del delito 10. A mayor precisión, la
flagrancia debe entenderse como una evidencia del hecho delictuoso, por lo que
solo se constituirá cuando exista un conocimiento fundado, directo e inmediato del
hecho punible que se viene realizando o que se acaba de realizar. Por ende, se
debe reiterar que lo que justifica la excepción al principio constitucional de la reserva
judicial para privar la libertad en los supuestos de flagrancia es la inmediatez
temporal y personal del hecho delictuoso, lo que supone la imposibilidad de obtener
una orden judicial previa11.
3.9. Toda persona tiene derecho inviolable e irrestricto a que se le informe de sus
derechos, a que se le comunique de inmediato y detalladamente la imputación
formulada en su contra, y a ser asistida por un Abogado Defensor de su elección o,
en su caso, por un abogado de oficio, desde que es citada o detenida por la
autoridad. También tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable para
que prepare su defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir, en plena
igualdad, en la actividad probatoria; y, en las condiciones previstas por la Ley, a
utilizar los medios de prueba pertinentes. El ejercicio del derecho de defensa se
extiende a todo estado y grado del procedimiento, en la forma y oportunidad que la
ley señala (artículo IX.1º del CPP). Nadie puede ser obligado o inducido a declarar o
10
STC Nº 2096-2004-HC/TC, caso Eleazar Jesús Camacho Fajardo, FJ. 4-5.
11
STC Nº 3325-2008-HC/TC, caso Paula Orfelinda Arévalo Ortiz, FJ. 10.
a reconocer culpabilidad contra sí mismo, contra su cónyuge, o sus parientes dentro
del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad (artículo IX.2º del CPP).
3.10. Los Jueces, los Fiscales o la Policía Nacional deben hacer saber al imputado de
manera inmediata y comprensible, que tiene derecho a: a) Conocer los cargos
formulados en su contra y, en caso de detención, a que se le exprese la causa o
motivo de dicha medida, entregándole la orden de detención girada en su contra,
cuando corresponda; b) Designar a la persona o institución a la que debe
comunicarse su detención y que dicha comunicación se haga en forma inmediata;
c) Ser asistido desde los actos iniciales de investigación por un Abogado Defensor;
d) Abstenerse de declarar; y, si acepta hacerlo, a que su Abogado Defensor esté
presente en su declaración y en todas las diligencias en que se requiere su
presencia; e) Que no se emplee en su contra medios coactivos, intimidatorios o
contrarios a su dignidad, ni a ser sometido a técnicas o métodos que induzcan o
alteren su libre voluntad o a sufrir una restricción no autorizada ni permitida por Ley;
y f) Ser examinado por un médico legista o en su defecto por otro profesional de la
salud, cuando su estado de salud así lo requiera (artículo 71.2º del CPP). Deberá
proveérseles traductor o intérprete, según corresponda, a las personas que ignoren
el castellano, a quienes se les permita hacer uso de su propio idioma, así como a
los sordomudos y a quienes tengan algún impedimento para darse a entender
(artículo 114.3º del CPP).
12
La Asamblea ocupa un lugar central como principal órgano deliberativo, de formulación de políticas y
representativo de las Naciones Unidas. La Asamblea está integrada por los 193 Estados Miembros de las Naciones
Unidas y proporciona un foro para el debate multilateral de toda la gama de cuestiones internacionales que abarca
la Carta. Perú es un estado miembro de las Naciones Unidas desde el 31/10/1945 (En:
http://www.un.org/es/rights/).
Las autoridades que arresten a una persona, la mantengan detenida o investiguen el caso
sólo podrán ejercer las atribuciones que les confiera la ley, y el ejercicio de esas atribuciones
estará sujeto a recurso ante un juez u otra autoridad.
Duración de la detención
3.12. El artículo 2.24.f de la Constitución prescribe que el detenido debe ser puesto a
disposición del juzgado correspondiente, dentro de las veinticuatro horas o en el
término de la distancia. Estos plazos no se aplican a los casos de terrorismo,
espionaje y tráfico ilícito de drogas en que la detención preventiva de los presuntos
implicados no será mayor de quince días naturales. En ambos casos se debe dar
cuenta al Ministerio Público y al Juez, quien puede asumir jurisdicción antes de
vencido dicho término. Por su parte, el artículo 264º del CPP específica que la
detención preliminar policial o la detención preliminar judicial sólo durará un plazo de
veinticuatro horas13, a cuyo término el Fiscal decidirá si ordena la libertad del
detenido o si, comunicando al Juez de la Investigación Preparatoria la continuación
de las investigaciones, solicita la prisión preventiva u otra medida alternativa (inciso
1º). La detención policial de oficio o la detención preliminar podra durar hasta un
plazo no mayor de quince días naturales en los delitos de terrorismo, espionaje y
tráfico ilícito de drogas (inciso 2º). Al requerir el Fiscal la prisión preventiva del
13
El plazo de detención hasta por 24 horas en nuestro país para los delitos comunes, se encuentre dentro del
estándar propuesto en el artículo 19.2º de la Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la
Justicia Penal (“Reglas de Mallorca”), al invocar que los Estados fijen en sus legislaciones nacionales un límite
máximo de duración de la detención que nunca excederá de 72 horas.
imputado, la detención preliminar se mantiene hasta la realización de la audiencia
en el plazo de cuarenta y ocho horas (inciso 3º).
3.14. El derecho a ser puesto a disposición judicial dentro del plazo estrictamente
necesario de la detención o dentro del plazo máximo de la detención resulta
oponible frente a cualquier supuesto de detención o privación de la libertad personal
que se encuentre regulado por el ordenamiento jurídico (detención policial,
detención preliminar judicial, etc.). En ese sentido, a efectos de optimizar su tutela,
lo que corresponde es que la autoridad competente efectúe un control de los plazos
de la detención tanto concurrente como posterior, dejándose constancia del acto de
control, disponiendo, si fuera el caso, las medidas correctivas pertinentes, bajo
responsabilidad. Este control de los plazos de la detención debe ser efectuado tanto
por el representante del Ministerio Público como por el Juez competente, según
corresponda, sin que ambos sean excluyentes, sino más bien complementarios15.
Convalidación de la detención
3.15. Vencido el plazo de detención preliminar, el Fiscal, salvo los delitos de terrorismo,
espionaje y tráfico ilícito de drogas, si considera que subsisten las razones que
determinaron la detención, lo pondrá a disposición del Juez de la Investigación
Preparatoria requiriendo auto de convalidación de la detención. En caso contrario,
dispondrá la inmediata libertad del detenido (artículo 266.1º del CPP). El Juez, ese
mismo día, realizará la audiencia con asistencia del Fiscal, del imputado y de su
defensor, y luego de escuchar a los asistentes, teniendo a la vista las actuaciones
proporcionadas por el Ministerio Público, decidirá en ese mismo acto mediante
resolución motivada lo que corresponda (artículo 266.2º del CPP). La detención
convalidada tendrá un plazo de duración de siete días naturales, a cuyo vencimiento
se pondrá al detenido a disposición del Juez de la Investigación Preliminar para
determinar si dicta mandato de prisión preventiva o comparecencia, simple o
14
STC N 6423-2007-PHC/TC, caso Alí Guillermo Ruíz Dianderas, F.J. 12.a regla sustancial.
15
STC N 6423-2007-PHC/TC, caso Alí Guillermo Ruíz Dianderas, F.J. 12.b regla procesal.
restrictiva (artículo 266.3º del CPP). En los supuestos de detención por los delitos
de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas, vencido el plazo de quince días
establecido en la Constitución, el Fiscal solicitará de ser el caso la medida de prisión
preventiva u otra alternativa prevista en este Código (artículo 266.4º del CPP).
3.17. El artículo 9.3º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos –en adelante
PIDCYP-, concordante con el artículo 7.5º de la Convención Americana de Derechos
Humanos –en adelante CADH-17, garantizan que toda persona detenida o presa a
causa de una infracción penal será llevada sin demora ante un Juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a
ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. El artículo 9.4º
del PIDCYP y el artículo 7.6º de la CADH reconocen que toda persona que sea
privada de libertad en virtud de detención o prisión tendrá derecho a recurrir ante un
tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible sobre la legalidad de su
arresto o prisión y ordene su libertad si el arresto o la prisión fueran ilegales. El
artículo 19.2º de la Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración
de la Justicia Penal (“Reglas de Mallorca”), precisa que toda persona detenida por
sospecha de haber cometido un delito deberá ser presentada, a la mayor brevedad,
16
Artículo VII.3º del CPP: La Ley que coacte la libertad o el ejercicio de los derechos procesales de las personas,
así como la que limite un poder conferido a las partes o establezca sanciones procesales, será interpretada
restrictivamente. La interpretación extensiva y la analogía quedan prohibidas mientras no favorezcan la libertad
del imputado o el ejercicio de sus derechos.
17
La cuarta disposición final y transitoria de la Constitución prescribe que las normas relativas a los derechos y a
las libertades que la Constitución reconoce se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de
Derechos Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por el Perú.
Nuestro país aprobó y ratificó el PIDCYP mediante Decreto Ley N° 22128 del 28/03/1978 y la CADH mediante
Decreto Ley N° 22231 del 11/07/1978.
ante la autoridad judicial. Esta autoridad deberá, después de escucharla, resolver
inmediatamente respecto de su libertad. El principio 37º del Conjunto de Principios
para la Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de
Detención o Prisión, adoptado por la Asamblea General en su Resolución número
43/173 (09/12/1988), prescribe que toda persona detenida a causa de una infracción
penal será llevada sin demora tras su detención ante un juez u otra autoridad
determinada por ley. Esa autoridad decidirá sin dilación si la detención es lícita y
necesaria.
3.23. No todas las detenciones preliminares policiales deben ser sometidas a un control
de legalidad por el Juez de Investigación Preparatoria, sino solo aquellas en las que
el Fiscal procedió a formalizar la investigación preparatoria y requirió la imposición
de la medida cautelar de prisión preventiva. Al vencimiento del plazo de detención,
el Fiscal decidirá si ordena la libertad del detenido o si, comunicando al Juez de la
Investigación Preparatoria la continuación de las investigaciones, solicita la prisión
preventiva u otra medida alternativa (artículo 264.1º del CPP). Cuando el Fiscal
requiera la prisión preventiva del imputado, la detención preliminar se mantendrá
hasta la realización de la audiencia (artículo 264.3º del CPP), por el contrario,
cuando el Fiscal requiera una medida cautelar no privativa de libertad, deberá
ordenar la libertad inmediata del detenido. Este poder-deber del Fiscal en controlar
la legalidad de la detención preliminar policial tiene sentido en habérsele reconocido
la definición de la estrategia de investigación adecuada al caso (artículo 65.4º del
CPP). Así pues, el Fiscal según las particularidades del caso y con el objeto de
minimizar el peligro procesal, podría considerar adecuado a su estrategia de
investigación que el detenido continúe privado de su libertad durante el proceso,
mediante la imposición judicial de una prisión preventiva, al colegir razonablemente
que eludirá la acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizará la averiguación
de la verdad (peligro de obstaculización).
3.24. Al Fiscal le corresponde entonces, dejar en libertad al detenido cuando advierte que
la detención es ilegal, o que el delito por el cual fue detenida la persona no comporta
medida cautelar consistente en prisión preventiva. Debe el Fiscal, una vez recibida a
la persona detenida y si no se presenta ninguna de estas causales de libertad,
acudir a más tardar dentro de las veinticuatro horas siguientes ante el Juez de
Investigación Preparatoria para que se pronuncie sobre su legalidad. El Fiscal para
efectos de la detención -al igual que el Juez- también esta encargado de controlar
las garantías y derechos fundamentales del detenido, erigiéndose en la práctica, en
el primer filtro de legalidad de la detención, teniendo reconocida la facultad legal
expresa de ordenar la libertad del detenido, en el caso de verificar la irregularidad
del acto de privación de libertad. Por su parte, la Policía Nacional debe cumplir en
forma inmediata e incondicional la orden fiscal de libertad del detenido, bajo las
responsabilidades disciplinarias y penales previstas en la Ley en caso de
incumplimiento o cumplimiento tardío o defectuoso, ello es así, porque la Policía
Nacional esta obligada a cumplir los mandatos del Ministerio Público en el ámbito de
su función (artículo 159.4º de la Constitución y artículo 60.2º del CPP).
Cuadro 2
Formas de control de legalidad de la detención preliminar policial
Actividad integral o divisible de la detención
a. Tesis del procedimiento de detención como una actividad integral, entiende que
al presentase una irregularidad durante cualquier momento de la detención, todo el
procedimiento se ilegítima, con las consecuencias sustanciales o procesales que
esa ilegalidad puede generar. Una detención sería ilegal, cuando a pesar de
presentarse el sorprendimiento flagrante, los policías no le dieron a conocer sus
derechos, o lo golpearon sin justificación alguna, o le conculcaron algún otro
derecho fundamental, como el de acceder a un abogado o a un traductor si se
trataba de un extranjero que no habla el idioma local. En este evento, todo el
procedimiento de detención resulta viciado, generando la obligación, inicialmente
para el Fiscal de disponer de la libertad, o para el Juez Investigación Preparatoria,
en el evento de que se intente su legalización ante el mismo. También se impone la
exclusión de los elementos materiales probatorios o bienes que hayan sido
incautados, además de las investigaciones penales y disciplinarias que se pueden
emprender en contra de la autoridad de policía que ejecute la privación de la libertad
o del Fiscal que asuma la investigación, sin efectuar control jurídico alguno sobre los
actos de investigación policial manifiestamente ilegales. Para esta tesis, el
procedimiento de la detención es entendida como una secuencia de actos
integrados, ininterrumpidos y dependientes que va desde la aprehensión hasta la
puesta a disposición del detenido ante el Juez, por tanto, cualquier ilegalidad
cometida durante este periodo, perjudicaría sin más a todo el procedimiento de
detención.
4.2. La referencia legal (artículos 203.3° y 317.2° del CPP) al término “inmediatamente”,
empleado para la confirmación judicial de la medida de incautación, significa que
entre el momento en que tiene lugar la incautación y el que se presenta la solicitud
de confirmación judicial no debe mediar solución de continuidad. Debe realizarse
enseguida, sin tardanza injustificada, lo que será apreciable caso por caso, según
las circunstancias concretas del mismo. La justificación de la tardanza se examinará
con arreglo al principio de proporcionalidad. La confirmación judicial constituye un
requisito más de la incautación como actividad compleja que, sin embargo, sólo
persigue dotarla de estabilidad instrumental respecto de la cadena de actos que
pueden sucederse en el tiempo y que de uno u otro modo dependan o partan de él.
Por tanto, la tardanza u omisión de la solicitud de confirmación judicial -al no
importar la infracción de un precepto que determine la procedencia legítima de la
incautación- no determina irremediablemente la nulidad radical de la propia medida
ni su insubsanabilidad. El plazo para requerir la respectiva resolución jurisdiccional,
en este caso, no es un requisito de validez o eficacia de la incautación -sin perjuicio
de la responsabilidad administrativa que acarrea al Fiscal omiso-. Su incumplimiento
no está asociada, como consecuencia legalmente prevista, a específicas y severas
sanciones procesales: nulidad absoluta o anulabilidad -requisito indispensable para
anudar los efectos jurídicos correspondientes-30.
30
Acuerdo Plenario Nº 5-2010/CJ-116, adoptado en el VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República de fecha 16/11/2010, FJ. 13.
31
Acuerdo Plenario Nº 5-2010/CJ-116, Idem, FJ. 14.
4.4. Cuando una persona se encuentre detenida -sea por detención preliminar policial o
judicial-, y haya sido puesta a disposición del Juez de Investigación Preparatoria por
haber requerido el Fiscal la imposición de prisión preventiva, corresponderá en
primer lugar, efectuar el control de legalidad de la detención al inicio de la respectiva
audiencia. A continuación, en segundo lugar, se realizará el control de legalidad de
las medidas restrictivas de derechos conexas a la detención; solo así será posible
utilizar como evidencia lo obtenido a través de éstas. Recuérdese que para dictar
mandato de prisión preventiva, se requiere la existencia de fundados y graves
elementos de convicción, para estimar razonablemente la comisión de un delito que
vincule al imputado como autor o partícipe del mismo (artículo 268.1.a del CPP);
ergo, para que pueda ingresar al proceso el elemento de prueba obtenido de una
determinada medida restrictiva de derechos practicada por la Policía en una
situación excepcional de urgencia o peligro en la demora, resulta indispensable la
confirmación judicial como condición previa para la valorabilidad probatoria. La
omisión o rechazo de la confirmación de la medida restrictiva conllevaría a que el
Juez no pueda utilizar, directa o indirectamente, las fuentes o medios de prueba
obtenidos con vulneración del contenido esencial de los derechos fundamentales de
la persona (artículo 159.1º del CPP). En consecuencia, necesariamente el control de
legalidad de la medida restrictiva debe preceder al debate de la prisión preventiva.
Estamos pues ante una acumulación objetiva y sucesiva de pretensiones que tienen
una conexión lógica-jurídica necesaria.
5.1. Si de la denuncia, del Informe Policial o de las Diligencias Preliminares que realizó,
aparecen indicios reveladores de la existencia de un delito, que la acción penal no
ha prescrito, que se ha individualizado al imputado y que, si fuera el caso, se han
satisfecho los requisitos de procedibilidad, dispondrá la formalización y la
continuación de la Investigación Preparatoria (artículo 336.1º del CPP). La
Disposición de formalización contendrá: a) El nombre completo del imputado; b) Los
hechos y la tipificación específica correspondiente. El Fiscal podrá, si fuera el caso,
consignar tipificaciones alternativas al hecho objeto de investigación, indicando los
motivos de esa calificación; c) El nombre del agraviado, si fuera posible; y, d) Las
diligencias que de inmediato deban actuarse (artículo 336.2º del CPP). La
formalización de la investigación representa la concreción del derecho a conocer el
contenido de la imputación. Puede ser concebida como una función garantista del
fiscal, quien deberá informar a una persona -en la misma audiencia de prisión
preventiva- su calidad de imputado para que pueda defenderse, así como permitir la
práctica de diligencias de investigación.
6.1. El Juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión
preventiva, si atendiendo a los primeros recaudos sea posible determinar la
concurrencia de los siguientes presupuestos: a) Que existen fundados y graves
elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión de un delito que
vincule al imputado como autor o partícipe del mismo. b) Que la sanción a
imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de libertad; y c) Que el
imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular,
32
STC Nº 4989-2006-PHC/TC, caso John Mc. Carter: El principio de imputación necesaria establece la ineludible
exigencia que la acusación [al igual que la disposición de formalización de investigación preparatoria], ha de ser
cierta, no implícita, sino precisa, clara y expresa; con una descripción suficiente detalladas de los hechos
considerados punibles que se imputan y del material probatorio en que se fundamenta, según el cual al momento
de calificar la denuncia será necesario, controlar la corrección jurídica del juicio de imputación propuesto por el
Fiscal, esto es, la imputación de un delito debe partir de una consideración acerca del supuesto aporte delictivo de
todos y cada uno de los imputados (FJ. 13).
33
Recurso de Nulidad Nº 956-2011-Ucayali de fecha 21/03/2012 (precedente vinculante): La imputación, supone
la atribución de un hecho punible, fundado en el factum correspondiente, así como en la legis atinente y sostenido
en la prueba, presupuestos que debe ser inescrupulosamente verificados por órgano jurisdiccional que ejerciendo la
facultad de control debe exigir que la labor fiscal sea cabal, que la presentación de los cargos, sea puntual y
exhaustiva, que permita desarrollar juicios razonables (FJ. IV).
No es suficiente la simple enunciación de los supuestos de hecho contenidos en las normas penales; estos deben
tener su correlato fáctico concreto, debidamente diferenciado y limitado respecto de cada uno de los encausados,
tanto más cuando se trata de delitos de infracción de deber, donde las conductas están íntimamente vinculadas al
cargo que desempeñan y la función que les es confiada (FJ. V).
34
Acuerdo Plenario Nº 2-2012/CJ-116 adoptado en el I Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las Salas Penales
Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República de fecha 26/03/2012 : La garantía de
defensa procesal, desarrollada por el artículo IX del Titulo Preliminar del NCPP, incluye aparte de los llamados
“derechos instrumentales” (derecho a la asistencia de abogado, utilización de medios de prueba pertinente, a no
declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable), los denominados “derechos sustanciales”, que son
presupuestos básicos de su debido ejercicio, entre ellos, la comunicación detallada de la imputación formulada
contra el imputado. Su efectividad, sin duda, como correlato del conocimiento de los cargos (artículo 72.2.a
NCPP), requiere inexorablemente de que los hechos objeto de imputación en sede de investigación preparatoria
(vid. artículo 342.1º NCPP) tengan un mínimo nivel de detalle que permita al imputado saber el suceso histórico
que se le atribuye y la forma y circunstancias en que pudo tener lugar.
Tal dato es indispensable para que pueda ejercer una defensa efectiva, la cual no puede quedar rezagada a la etapa
intermedia o a la etapa principal de enjuiciamiento: la defensa se ejerce desde el primer momento de la imputación
(vid: artículo 139.14º de la Constitución), que es un hecho procesal que debe participarse a quien resulte implicado
desde que, de uno u otro modo, la investigación se dirija contra él, sin que haga falta un acto procesal formal para
que le reconozca viabilidad.
Es evidente, a partir del modelo procesal asumido por el NCPP, que el imputado, en un primero momento, deberá
acudir al propio Fiscal para solicitar las subsanaciones correspondientes en orden a la precisión de los hechos
atribuidos –este derecho de modo amplio lo reconoce el artículo 71.1º NCPP- (FJ. 10).
35
El principio de economía procesal es mucho más trascendente de lo que comúnmente se cree. De hecho, son
muchas las instituciones del proceso que tiene como objeto hacer efectivo este principio. El concepto economía,
tomado en su acepción de ahorro, está referido a su vez a tres áreas distintas: ahorro de tiempo, gasto y esfuerzo
(En: MONROY GÁLVEZ, Juan. Ob. cit., p. 98).
permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro
de fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización)
(artículo 268.1º del CPP). También será presupuesto material para dictar mandato
de prisión preventiva, la existencia de razonables elementos de convicción acerca
de la pertenencia del imputado a una organización delictiva o su reintegración a la
misma, y sea del caso advertir que podrá utilizar los medios que ella le brinde para
facilitar su fuga o la de otros imputados o para obstaculizar la averiguación de la
verdad (artículo 268.2º del CPP).
Cuadro 3
Debate temático en audiencia de prisión con imputado-detenido
36
El principio de concentración consiste en reunir en una sola audiencia varios actos procesales para su actuación,
con la finalidad de que el juez tenga una visión integral del proceso que va a resolver. Tiende a que el proceso se
realice en el menor tiempo posible y con la mejor unidad. Para esto se debe procurar que el proceso se desenvuelva
sin solución de continuidad (En: IDROGO DELGADO, Teófilo. Ob. cit., p. 34).
37
El principio de proporcionalidad se encuentra reconocido en el artículo 200º, último párrafo de la Constitución,
el artículo VI del Título Preliminar del CPP y el artículo 25.17º del Código Procesal Constitucional. La
proporcionalidad no es más que un método que nos indica en qué condiciones puede una norma, que incide en un
derecho fundamental, obtener una aplicación conforme a la Constitución, obliga al operador jurídico a tratar de
alcanzar el justo equilibrio entre los intereses en conflicto. En conclusión, la aplicación práctica de este principio
se expresa en el equilibrio entre los derechos fundamentales y la necesidad de persecución penal eficaz, evitando
que la desproporción suponga un sacrificio excesivo e innecesario a los bienes jurídicos en conflicto.
38
El subprincipio de idoneidad, busca garantizar que la medida aplicable sea de todas las exigencias la más apta
para cumplir el fin constitucionalmente legítimo. La idoneidad presupone que entre el medio y el fin debe existir
una relación positiva, el medio debe facilitar la obtención del fin. El subprincipio de necesidad, indica que la
medida restrictiva debe ser la única capaz entre otras medidas de alcanzar la finalidad que con ella se busca al
menor costo posible para el derecho que se pretende afectar, se trata así de una comparación entre: dos o más
medidas alternativas que cumplan los fines (constitucionalmente legítimos) que se pretendan cautelar, escogiendo
de ellas a aquella que permita lesionar en menor medida o gravamen los derechos fundamentales que se
encuentran en juego. El subprincipio de proporcionalidad en sentido estricto, cumple una función negativa, de
impedir que el imputado sufra una medida excesiva (principio de prohibición de excesos), el operador jurídico
parte de hacer un ejercicio mental, consistente en colocar en una balanza imaginaria los principios constitucionales
que se encuentran en contraposición; para hacer un balance costo-beneficio.
Cuadro 4
Debate específico en audiencia de prisión
7. Solución
7.1. En el caso examinado, las actas policiales de fecha primero de octubre del dos mil
doce –objeto de nulidad-, fueron en su oportunidad valoradas positivamente por el
Juez de Investigación Preparatoria a quo, como elementos de convicción de cargo,
para justificar la imposición de las medidas coercitivas de prisión preventiva y de
comparecencia con restricciones en las audiencias de su propósito, sin que
previamente el Ministerio Público haya cumplido la exigencia legal de haber
requerido en forma inmediata su confirmación judicial, ni tampoco la defensa haya
cuestionado en ese momento tal omisión. Recuérdese que la confirmación de los
actos de investigación policial que tienen incidencia directa en la afectación de los
derechos fundamentales, deben ser objeto de confirmación judicial inmediata a
efecto de verificar la concurrencia de los supuestos excepcionales habilitantes de
urgencia o peligro en la demora (artículo 203.3º del CPP), ello permitirá la
incorporación válida al proceso de las actas policiales que contienen tales medidas
intrusivas y su calificación procesal como elementos de convicción sustentatorios de
cualquier requerimiento fiscal y/o resolución judicial, durante la etapa de
investigación preparatoria y la etapa intermedia (artículo 325º del CPP).
7.2. Por lo expuesto, deberá declararse infundada la nulidad deducida por la defensa
técnica de los imputados Adolfo Enrique Fiestas Valverde y Henry Walker Quispe
Villa, en primer lugar, porque la audiencia de prisión preventiva contra aquellos se
realizó el tres de octubre del dos mil doce, en tanto que la solicitud de nulidad fue
presentada recién el primero de marzo del dos mil trece (cinco meses después),
esto es, fuera del plazo de cinco días de haber conocido el defecto como lo exige el
artículo 151.3º del CPP. En segundo lugar, los imputados Adolfo Enrique Fiestas
Valverde y Henry Walker Quispe Villa, no presentaron recurso impugnatorio de
apelación contra la resolución que declaro fundada la prisión preventiva, siendo
aplicable el artículo 152.1.b del CPP que considera convalidados los vicios cuando
quienes tengan derecho a impugnarlo hayan aceptado expresa o tácitamente los
efectos del acto. En tercer lugar, la demora o retraso en el requerimiento de
confirmación judicial de las diligencias contenidas en las actas policiales de fecha
primero de octubre del dos mil doce –objeto de nulidad-, no constituye en rigor un
requisito sustancial que signifique un vicio de nulidad absoluta conforme a las
causales previstas en el artículo 150º del CPP, de cara a pretender su exclusión
como prueba ilícita, sino más bien estamos ante un requisito formal que puede
generar un vicio de nulidad relativa, precisamente por no haberse cumplido
oportunamente con el procedimiento establecido en el artículo 203.3º del CPP, para
su incorporación al proceso como elementos de convicción, lo cual es perfectamente
subsanable con el requerimiento actual de confirmación.