La red es un conjunto caótico de direcciones.

páqinas elec-
trónicas que están en la superficie !o mismo que mierda. !o
importante es buscar más abajo. más allá. Una red subterránea
que se qesta en entrañas de fibra y luz láser.
Destinos de ¡¡r/, html, vnnl. Qué puede importar el siqnifica-
do. si las siqlas sirven sólo para abreviar. para ser a la vez obvios
y aburridos cada ocasión que uno explica el siqnificado a ese
que paQa por !Ieqar hasta ahÍ: ver acciones de la bofsa en ToRio
antes de ser publicadas. el resultado de un partido de soccer que
transmitirán en diferido. hacer apuestas. firmar acuerdos. en-
viar correo, rascarse las sienes en !o que esperas un mensaje en
la barra de estado. el lleno del indicador de nivel. un video, un El trozo más ~rande
mensaje. el beep de la computadora diciéndote de tu error. bernardo fernández
!ueqo Ja tecla de retroceso. e! cuarto de baño. !os aromas
mezclados en ese del excusado y del lavabo. el vómito que no INSERT
pudo limpiarse de la pared. como tampoco pudo limpiarse esa
otra hemorragia. e! qraffiti improvisado por lápices. lapiceros,
bolíqrafos. un dedo pulqar que hace sólo una mancha marrón /vléxico, DF.11.05.72
en el blanco. Que puede importar eso lueqo del pinchazo. !a
droqa. el dolor aqudo del cuello y la sensación de una sanqre ivlcjor conocido como BEF en el mundo de los co1nics, es 1nonero de
nueva, tibia. Ja hemoqlobina adulterada. la perla que queda para oficio, diseñador gráfico de profesión y escritor de CF por obvicdad.
recordar el sitio, tornar a!qo de ese aire insano. adulterado. Es responsable ;unto con Pepe Rojo de la aparición de SUB, el
contaminado. fanzine_ más interesante dedicado a los subgéneros que haya surgido
A quién !e importa lo que haqo. quién se preocupa hoy día en la historia de ivléxico.
por leer un libro. aunque esté abierto, aunque coma hambur- Fue también fundador del comic y el fanzine Molotov.
quesas. poHo frito, sushi.. Obtuvo en 1995, por unanimidad, el Sequndo Premio Virtual
]Ri 70497 La Lanqosta Se Ha Posado con el primer relato que saliera de su
Mac: Combinaciones Posibles.
Amante de la subcultura y por ende de la contracultura, suele
explorar en sus relatos, sin pudor alguno, las corrientes más comer-
cialistas de la i·ida contemporánea.
EI trozo más qrande no sólo aborda la corrupción gubernamen-
tal, el narcotráfico desde una perspectiva novrdosa sino que adernás
\í rs un compendio explicativo de la jerga estilada en esta corriente
literaria que birn puede servir, sin de1nérito alguno para la trama,
como lra1npolín eficaz al lector que por pri1nera vez se acerca al
Cybcrpunk.

1Z 13

ENTER
En a!!Jún momento del futuro, pero no muy lejano.
1.0
Chingada madre gruñó el capitán Tapia, al ncgars~ ~u e~cendedor a
escupir una llama que prendiera el Del Prado. A'.ro;o el z1ppo contra
la pared. Encabronado, el policía preg1111tó al cluco:
-lTú fumas? . desde dentro. pero no se puede accesar ni entrar desde el
Aquel rostro de conejo le devolvió una 1nirada confund1~a. Tras
unos segundos que parecieron minutos, el adolescente c?~testo qu~ no.
Tapia se incorporó, balbuceando obscenidades, y salio de~ ~!lb1culo
para regresar con el tabaco encendido como m11estra del ex1to de 1_~
excursión. Aspiró profundamente, sostuvo un 1nomento y ~uego de¡o
escapar el humo, dando un ambiente 1nás lóbrego a su ofic1na (como
si lo necesitara). Clavó sus ojos en el muchacho que tenía enfrente,
quien no terminaba de aparentar si lo que tenia era frio, miedo,
cansancio o todos a !a vez.
-Te oigo -dijo Tapia, con una suavidad desacostumbrada en
¡¡n judicial.
-lTiene café? -contestó el joven, quizá deinasiado rápido.
-lCómo?
-Café. , , , mi padre tuvo que desembolsar para una nueva. Desde !ueqo,
Desconcertado, el capitán se levantó de nuevo y ordeno a Gonzalez
que le llevara dos tazas; 11na vez sc'.vido, no pud_o evi:ar sorprend_ersc
por la cantidad de aztícar qtte su 1nter!octltor disolvia en la bebida.
Aparentemente, la ingestión del café caltrió a! muchacho, los te1nblo-
res desaparecieron y, por fin, comenzó a hablar.
Me Hamo Grillo. Bueno. ése es mi nicRname en la red. Por Pepe
Grillo, el de Pinocho. así me decían en el camión de la escuela.
Soy un hacRer. un ladrón de información. Y lo diqocon orqullo,
aunque robar no sea ninguna conducta ejemplar. Pero los
hacRerssomos la élite de la inte!iqencia crimina!. Es cierto, robar
14
una cartera en el metro requiere de habilidad y entrenamiento,
pero jamás de !a inteligencia que se necesita para romper un
ICE. ¿cómo? Son los sistemas de seguridad de las redes de
información. Perdón. se me olvidaba que usted no es experto.
¿Nunca ha usado una computadora? Claro. el trabajo no lo
requiere, la acción es más que nada en las calles ¿Qué dice? No,
no. mire. imaqínese que !as redes de información son circuitos
cerrados para e! manejo de información de tal o cual corpora-
ción. ¿no? Entonces. a cada una de esas redes tiene acceso un
grupo específico de personas. Normalmente las redes se comu-
nican hacia el exterior. la información puede salir o solicitarse
exterior. están prote¡;¡'idas por sistemas de se¡;¡'uridad. Los hacRers
nos dedicamos a romper esos sistemas de sequridad. Robo o
manipulación ileqal de información.
¿yo? Pues empecé como todos. o casi todos. Mis papás no
tenían tiempo de atenderme. bastante tenían con reconstruir
sus vidas después del divorcio. Así que la mejor solución fue
ponerme enfrente una computadora que hiciera !as veces de
maestra. niñera y mamá.
El equipo no estaba mal para comenzar. era una ... bueno. no
importa. lo que le diga no significará nada para usted, son
especificaciones técnicas. pero el hecho es que nadie sospechó
que yo habría de sacarle tanto provecho a mi máquina. Pronto
la primera computadora me quedó chica. y ante mis berrinches
junto a su antecesora se veía como un Ferrari al lado de un
VolRs\.va¡¡en. Pero lo maravilloso es que este juquete traía inclui-
do alqo que habría de cambiarme la vida para siempre: mi
primer módem. Un módem es ... Ah. ¿si los conoce? Qué bien.
ya nos vamos entendiendo. Pero usted. capitán. no puede
imaqinar lo que sentí al descubrir a los catorce años la Red. Ahí
estaba. maqnífica. tan grande que no existe ser humano que la
haya recorrido toda (ni lo habrá). Todo el saber humano atra-
pado en un espacio que no existe. todos los conocimientos
viajando por cables de fibra óptica. por señales de micro ondas.
Me la imai;tinaba como un pulpo de tentáculos infinitos que se
15
extiende por todo el planeta·. suponía que de alguna manera. si
lo tocabas en algún punto. su delicado sistema nervioso lo
detectaría. No podías pasar desapercibido. y sin embargo. un
organismo tan l¡Irande no puede ocuparse de cada uno de sus
nervios. Ahí estaba mi ventaja ..
La red inició como una célula cancerosa. originada con fines
militares. liberada para el uso civil y que se reproduce frenéti-
camente. a un ritmo que escapa a la comprensión humana. y
que se ha volteado contra sus creadores: en lugar de ser instru-
mento de control absoluto se ha transformado en un modelo
funcional de anarquía.
Desde Iueqo. según pasaba el tiempo. cada computadora se
volvía obsoleta a un paso más rápido que el modelo anterior.
He tenido hasta seis máquinas en un año: algo debía paqar mi
padre por abandonarme a una nodriza que !Ieva microchips en
Jugar de intestinos.
Y entonces sucedió.
Encontré en Ja WWW una página de pornoqrafía Snuff. aquella
en la que los modelos son torturados hasta morir mientras la
cámara lo capta. imperturbable Ya había visto mucnas páginas de
porno. no era tan difícil. contando además con la ventaja de que
mis papás entienden de computadoras tanto como un cromaQnon
de mecánica automotriz. Pero aquella pár¡?ina no era de acceso
libre. Era necesario mandar una cuota de doscientos dólares para
pertenecer al club snuff, y así obtener la clave de acceso a las fotos.
Ni madres. pensé. y me dediqué a romper el programa de protec-
ción. Me costó tiempo. tuve que emplear horas y horas en deducir
la Ióqica del programador. y en crear un programita que daba
millones de claves por segundo de manera metódica. hasta encon-
trar la correcta. Me costó trabajo. y fue la combinación de todas
mis mañas y conocimientos de máquinas las que me permitieron
romper el candado virtual y entrar a la galería snuff. En realidad.
!as fotos eran una mierda. lo que realmente me interesaba ('r<.1 !d
posibilidad de romper sistemas más complejos. Busqué más p:1~i­
nas que requirieran paqar cuotas para obtener claves de acc e~() y
me dediqué pacientemente a romper !os códigos de seQuridud_ Al
principio hubo éxito en algunos y fracasos en muchos. Pero !o
16
importante es que estaba en la ruta de alqo qordo, yo sabía que
esta nueva habilidad tenía que servirme de a!qo. Como puede
ver. no soy lo que se dice un atleta. y para cualquier otra cosa
que no sea usar un teclado y un ratón. mis manos son instru·
mentas torpes. si no inútiles.
Y si antes no me relacionaba demasiado con mis compañe-
ros de clase. después de descubrir este nuevo placer menos me
interesaba establecer contacto con esos imbéciles. Ahora más
que nunca. el resto de la humanidad me parecía una gran
manada de vacas. A través de Ja red contacté con otros hackers.
así como con crackers. que son los que se dedican a romper
sistemas de sequridad de software y modificarlo y copiarlo; y
phreaRs. que roban costoso tiempo telefónico a las compañías
de telecomunicaciones. ¿Tendrá más café? Es que no puedo
vivir sin mi taza ... Gracias. ¿porqué tanta azúcar? Mmmmh. no
sé. me gusta. ¿En qué estábamos? ... Ah. claro ... Pues bien. Jo que
tenía que suceder pasó. y Ileqó el día en que decidí romper el
sistema de seguridad d~ mi escuela. No por otra cosa. yo llevaba
buenas calificaciones. sino para ver que podía hacerlo. Fue
mucho más fácil que entrar a la homepaqe de Playboy. ¿porqué?
Pues por que Jos sistemas de seguridad resultaron muy ineficien-
tes y primitivos. Una mierda. Lo único que hice fue cambiar las
calificaciones de un cabrón que me cagaba. Lo mandé a ocho
extraordinarios. y no tuvo manera de reclamar: los archivos
decían que estaba reprobado, y las computadoras no mienten.
Créame, capitán. el silicón es adictivo. En poco tiempo me vi
atacando redes de tiendas. bancos. compañías telefónicas y
oficinas de gobierno. En breve, parecía que no existía sistema
que se me resistiera.
Y entonces hice fa primer peor cosa que puede hacer un
haci<er: comencé a fanfarronear. tras !o cual vino fa seg:unda:
aiquien me hizo caso.
Tapia escuchaba pacientemente, la vista fija en el rostro de su
i11terloc11tor; las 9estic11laciones nerviosas, el manoteo incesante, la
voz aguda, esa manera de hablar ta11 rápido provocaban fascinación
en el tira, quien no podía creer que existiera alguien que encajara tan
17
bien en el adjetivo nerd. Dentro de la oficina, la corpulencia del
capitán contrastaba vio!en!amcnte co11 el cuerpo rnentulo y frágil de
ese «güerito pecoso», como !o había anunciado (;onzálcz ct1ando llegó
a bt1scarlo. Quizá por eso, el chico se sobresaltó cuando !a grave voz
de Tapia i11tcrri11npió el monólogo:
-)\!luy bien, mi chavo, lodo esto está 1n11y interesante, pero lo 1nio
son los narcos. ¿(~ué tengo qtie ver con tu historia?
A eso voy, capitán. Casi no podía creer que en tan poco
tiempo me hubiera convertido en un hacRer tan cabrón.
Así que fanfarroneaba en los news¡zroups ... Ah. perdón. un
news¡zroup es alqo así como un pizarrón de corcho virtual en el
que uno peqa sus mensajes. y a quien le interesa los lee.
Este era uno poco conocido en el que los hacRers intercam-
biaban información y datos. La comunidad diqital es bastante
especial. no es fácil convertirse en miembro. Leerán lo que les
escribes. y si no te equivocas te aceptarán como uno de ellos.
pero si cometes alquna pendajada. pueden desde ii¡inorarte
hasta flamear tu computadora Sí. iclaro que pueden hacerlo!
Yo mismo Jo sé hacer. Por eso. al aceptarme en el newsqroup
sin ninqún problema. supe que era uno de el!os. y quizá alqo
más: uno de los mejores, pues descubrí que había roto sistemas
de sequridad a los que auténticos hacRers profesionales no
habían hecho ni cosquillas. Desde !ueqo no me lo callé. Estúpi-
damente enumeré todas las corporaciones a las que había
entrado. Mi c11rricult1n1 bastante impresionante. !!amaba Ja aten-
ción. Así fue como me conoció el Paisano.
Llna onda fria recorrió la espalda del capilán Tapia. En sus ojos
se encendió 1111 fulgor que no pasó desapercibido para Grillo. iE!
Paisano! l!no de los 1nalandros n1ás buscados al norte del país.
/vfie1nbro renegado de ¡¡n cártel sina!oense, había decidido apartarse
de la manc11er11a a11toridades-narcos. ¿Porqué repartir el dinero a
1nanos llenas si podía qurdárse[o p11ra sí y la gente que trabajaba con
él? Despreciando la protección ofrecida por altos funcionarios que
aceptaban otros capos, :;e lia bía con1't'rtido en 1111 otils ider que 5e movia
al margen de las bien organizadas redes del narcotráfico; tanto la
policía co1no sus ex-socios deseaban verlo Juera del negocio.
18
A diferencia de sus colegas, en su mayoría hoteleros y restauranteros,
rl Paisano lavaba su dinero en negocios de comp11tadoras y desarrollo de
software. Nada tonto, se había 1netido en el mundo del silicón, lo que le
daba una gran ventaja sobre la policía y !os demás narcos.
El l'aisano era un excéntrico entre los de su gremio, quienes habían
ido refinándose al paso de varias generaciones de capos, educadas en
las mejores universidades europeas y norteamericanas: en vez de vestir
lujosos trajes italianos y aparentar en la 1nedida de lo posible ser un
hombre de negocios, no dejaba de esforzarse por parecer una mezcla
de estrella de rock, raver y co1vboy.
Autoproclamado como e! Tecnonarco, el Paisano había entrado
de lleno en la industria de las designer drugs, substancias sintetizadas
en sofisticados laboratorios por un ejército de ingenieros bioquímicos
y visionarios gurús del ácido. Su última creación, el ZAP, era la pasta
de moda en las discotecas europeas. Un psicotrópico orgullosamente
mexicano, el ZAP, producto relativamente inocuo y no adictivo, se
producía a un costo ridículo y era vendido a precios exorbitantes.
Pero no era esta droga lo que ocupaba a {as autoridades," sino el
Rancio, 11n subproducto de s11 fabricación que habia invadido las
calles: Adictivo desde la pri1nera dosis y mortal en poco tiempo, el
Rancio se producía en una proporción de diez a uno respecto al ZAP,
y resultó ser mejor negocio, por volumen de ventas, para el Paisano.
Tap.ia ~r~ un policía limpio, o al menos lodo lo limpio que puede
ser un p1d1c1al. Atrapar al Paisano sería t1n triunfo para su corpora-
ción. Pero para ¡¡n oficial deshonesto, entregar la cabeza del Tecno-
narco representaría una jugosa .comisión por parte de alg(1n capo
enemigo. Por donde se viera, la captura del Paisano era algo caliente,
y Grilto tenía información.
-A ver, _muchacho --dijo el capitán, al tirmpo q¡¡e sacaba otro
Del Prado, ignorando la ausencia de cerillos-, esto comienza a
interesanne. iGonzález, más café!
Lo sabía. Sabía que le iba a incumbir. Yo iqnoraba quién era el
Paisano. por eso. cuando en el newsqroup encontré un mensaje
diriqido a mí, en el que me retaba a romper su sistema de
sequridad. me extrañó que usara un nicRname tan absurdo.
Quiero decir. si todos utilizaban nicRs como Nexus-6. Raven.
19
EviJDude o Friedhead. ¿qué clase de persona podía usar uno
tan ... naco como Paisano?
Y aunque el sentido común indicaba que no hiciera caso del
reto, la curiosidad me qanó. Fui a su sistema. y me encontré con
una auténtica joya, un sistema de sequridad impenetrable. el
ICE perfecto. Sequramente lo había diseñado un hacRer. porque
había aqotado todas las posibilidades que se le ocurrirían a
cualquiera de nosotros para romper el códiqo de sequridad. Sin
embarqo, y aunque me pasé Seis días frente al monitor. sin
dormir y comiendo sólo pizza. lo!¡!ré romperlo a través de una
rendija diminuta que el proqramador olvidó cerrar. Aqueila era
la red más impresionante con la que me había topado. Ni
siquiera las corporaciones más qrandes cuyos sistemas había
violado tenían redes tan sofisticadas. De una cosa me di cuenta
al entrar ahí, y era que. sin importar cuáles eran los neqocios
del Paisano. eran alqo cabrón. y que a diferencia de otros
sistemas a Jos que había entrado y salido sin dejar rastro alquno.
no había manera de abandonar esta red sin ser rastreado.
Me tenía aqarrado por !os qüevos.
Empecé a anqustiarme. Ahí tenía toda esa información. que
sequramente vaiía mucho. y había roto el software de sequridad
más complejo con el que me había topado, todo para caer en
una trampa. Estaba acabado. Entonces encontré un mensaje
diriqido a mí. Decía:
iFelicidades. Grillo!
Lo lograste.
Todos habían faflado.
Te espero para celebrar.
El martes a las 11 :OO.
en el bar Turín.
No faltes.
Tu amiguito.
El Paisano
Nunca había ido a un bar. Pero mi *amiguito~ sabía dónde
encontrarme. Evidentemente era un tipo muy poderoso. Era la
clase de invitaciones a las que uno no se puede neqar.
zo
Llequé puntual. No era el tuqurio que había imaqinado. al
contrario. flotaba un ambiente absolutamente cool. Todos ahí
parecían salidos de «The Face~ ... ¿Que qué es eso? Una revista
inqlesa, ¿Nunca la ha leído? Ah. no sabe inglés... Bueno. el caso
es que Ilequé a la barra y pedí una Coca-cola. En cuanto me la
dieron. sentí una mano pesada caer sobre mi hombro. y escuché
una voz con acento norteño decir:
-Tú debes ser el GriHo. ¿qué no?
Al voltear me encontré con unos lentes de espejo que cubrían
la mirada de un hombre más qrande de lo que había imaqinado.
Rondaría los 45 años, muy alto. su cara iba adornada con biqotazo
y qrandes patillas; IIevaba un sombrero texano del que escapaban
mechones a la rasta, y ropa de neopreno, con una chamarra
vaquera de piel de jirafa. La cosa más extraña que había visto.
-l.Usted es el Pais ... ?
-Sí. m'ijo, pero no lo qrites. por que te puedes quemar.
Me diriqió a un apartado. De camino nos cruzamos con
varias personas que fo saludaban. Todos qente conocida: acto-
res. cantantes, hijos de alquien, políticos... rostros familiares de
las revistas y la 'IV.
Ya a solas me ofreció tabaco, primero. y Iueqo cocaína. pero
le dije que no usaba nada de eso.
-Estás creatura. bato me dijo.
-l.Cómo?
-Que eres muy joven. 'Tás chavalillo.
No podía creer que un tipo de 17 años hubiera penetrado su
sistema de seguridad. Mientras platicamos sólo tomó agua
Evian. Me dijo a qué se dedicaba. Yo jamás escuché hablar del
ZAPyel Rancio. pero entendí inmediatamente de qué se trataba.
Después. fue directo al qrano:
-Necesito al.quien como tú, un hacRer de primer nivel. Un
hijo de la chinqada ... virtual.
-l.Qué tenqo que hacer?
-Romper ciertos sistemas. robar alquna informacionci!fa
por ahí de vez en cuando. en fin. trabajitos de ésos.
--f.Porqué no lo hace el que le diseñó el sistema de sequridad?
Se ve que ese qüey está cabrón.
Zl
 La mirada del Paisano endureció. Apretó los labios. su rostro
enrojeció. y Iueqo dijo. marcando cada palabra:
-Ese móndrigo cabrón está muerto. el muy puto. Por trai-
dor.
Me quedé helado. No sabía qué decir. Lo único que alcancé
a hacer fue soltar un ~Je-jé~ nervioso. Pero fue suficiente para
romper el hielo: el Paisano comenzó a reír conmigo, discreto al
principio. para estallar en una carcajada después. Reímos como
idiotas. hasta que me dolió ef estóma!ijl'o y a él se !e botaron las
láqrimas. El trabajo era mío. De cualquier manera. no podía
decir no.
Et cenicero rebosaba colillas. Gonzálcz había conseguido unos
cerittos, pero ya Tapia estaba encendiendo el cigarro en turno con ta
colilla de! anterior. Habían vaciado varias rondas de café, y para
entonces Grillo había acabaGo con rl azúcar. El capitán tomaba breves
notas que pasaba a González cada qur ella entraba at cubículo. No
era fea, pero Tapia, un obsesivo del trabajo, no tenía tiempo para
fijarse en e1la; no así Gril!o, que paseaba los ojos por las caderas de
La secrelaria siempre que etla invadía s11 campo visual.
-Entoncrs --dijo el capitán-, ¿Entraste a la red :le la policía?
Y a la de la Procuraduría. y a la de la DEA. Y a muchas otras.
El Paisano sabía lo que quería. y lo q4e es mejor. sabía qué se
necesitaba para obtenerlo. Pronto me vi frente al equipo de mis
sueños. todo para mí. a cambio de hacer !oque más me gustaba.
Empezó pidiéndome que buscara los estados de cuenta de
ciertas personas. a quienes yo no conocía. en una serie de
bancos suizos y norteamericanos. Pronto. el Paisano tenía sufi-
ciente información como para extorsionar a la mitad de Jos
funcionarios metidos en el combate al narcotráfico. Y de hecho
mandó la información de uno de ellos a un columnista político.
junto con un sobre lleno de billetes. Recordará aquel escándalo
de hace un año. que le costó la chamba al subprocurador de
justicia de Sinaloa. Sí. veo que se acuerda. Esa fue una adver-
tencia para todos !os que estaban implicados en el negocio y
que de alquna manera le estorbaban.
''
zz
Me convertí en su ojo diqital. No había movimiento bancario
fiscal ~ ?ursátil que hicieran sus enemiQos que yo no pudier~
ver. Iniciamos una campaña de terrorismo virtual.
Al poco tiempo, Paisano se hizo de un asesor de inversiones.
lfn auténtico genio recién salido de la universidad de Chicaqo
El le decía qué movidas había que hacer. y yo me dedicaba ~
perpe_trar!as. Entre los tres hicimos naufrai¡;ar más de un imperio
enem1qo.,Pero c;:reo que al qringo le dio miedo y se peló. No supe
nunc~ ma.s d~ el. Sin nuestro asesor. mi jefe decidió optar por
el esp1ona¡e directo a los archivos de la policía. Pronto teníamos
un informe diario de !os avances de la supuesta lucha contra fas
drogas en cada estado. A través de ello. el Paisano sabía qué
coi;iandante de la judicial o qué oficial del ejército proteqía a
que capo. No sé bien qué hacía con !a información, pero le
puedo decir que !e sacaba todo el provecho posible. y !le~ó un
momento en el que yo sabía mucho más de Jo que quería
con?cer. Sin proponérmelo. sólo por estar frente al monitor. me
~ab1a vuelto un experto en narcotráfico. Al principio me diver-
t1a, era ~uy emocionante jugar a los villanos. Disfrutaba pensar
en.el Paisano como un Darth Vader nacido en Mocorito. Ade-
mas, pagaba muy bien y me daba todo el equipo que yo pedía.
Pronto. mi mundito de niño pendejo de coleQio católico me
quedó chico. Decidí irme de casa. Podía sobradamente rentar
un departamento en Polanco. a unas cuadras de donde vivía.
Mi mamá pareció no enterarse de la noticia. estando absorta en
su lucha contra los barbitúricos y el alcohol y acabando de
asumirse como lesbiana. Papá me concedió quince minutos en
su ?espacho. Preguntó de qué iba a vivir. le dije que tenía una
serie de neq?cios relacionados con las computadoras que deja-
ban buen dinero. Luego quiso saber si todavía era virqen. A!
contestar que sí. me dio !a tarjeta de una madame que él
frecuen!~~a. ~iciéndom: que pidiera una chica cuando quisie-
ra, que el invitaba la primera con la condición de que no me
volviera un adicto. Así fue como salí de sus vidas para siempre.
Creo que fue más un alivio que otra cosa ..
. D_e tal for~a que ahí estaba yo. virqen. a punto de cumplir
d1ec1ocho anos y viviendo la fantasía perfecta de cualquier
1
''
23
UNIX-nerd. Trabajar con el Paisano resultó ser altamente stres-
sante, pero también muy divertido y sin duda estimulante. Me
pasaba dieciséis horas sequidas frente al monitor. accesando
información confidencia!. robaP.do datos que nos permitían ir
un paso adelante de la chota. Era el mejor hombre del Paisano,
y él correspondía con mucho dinero y atenciones.
Constantemente me ofrecía droqas, y yo siempre las recha-
zaba No. ninquna moral. simpfemente no me interesaban. Yo
sólo pensaba en computadoras.
-Pcnníte1nc un 1nomento, Grillo -interrumpió Tapia cuando
González anunció que tenía lista la comunicación solicitada. El
procurador general de la Repríblica estaba al teléfono. El capitán
informó escuetamente la situación, lo cual entusiasmó notoriamente
al funcionario. El papel de la Procuraduría no había sido muy bueno
últimamente, y siendo su titular de un partido oposilDr, era doble-
mente vigilado y criticado por los medios. Capturar al Paisano sería
asestar un golpe al hampa que subiria los bonos de la dependencia.
El procurador ordenó a Tapia dar prioridad absoluta al asunto, y
mantenerlo informado.
Cuando el capitán regresó a su oficina, los temblores habian vuelto
al chico. Ordenó más café, y cuando las tazas fueron puestas frente a
ellos, preguntó:
_¿Porqué te decidiste a hablar?
Bueno. estaba trabajando, como de costumbre. en un encarqo
del Paisano. Af parecerse había filtrado la información de que tenía
un hacRer bajo sus órdenes. por lo que la DEA había reforzado su
seQuridad diqital. Así que en una ocasión casi me dejo atrapar en
una trampa de su red. un caballito de Troya sencillo pero que por
poco se me va. El Paisano entendió que era demasiada tensión
para mí. pero no dijo nada. A los dos días tocó a la puerta
-siempre lo hacía. aunque tenía llave- y al abrir me encontré
con que venía acompañado de ... mire. para que se haqa una idea.
los que la odiaban le decían da pelirroja más buenota de Sinaloa».
Para sus amiqos era Karina.
Aquélla era una mujer a la que ni siquiera en mis sueños
Z4
'!!
húmedos imaqinaba que me acercaría. Esto le sonará cursísimo.
pero si al¡¡,?una vez el fue¡zo tomó forma de mujer. fue en el
cuerpo de Karina. flabía sido reina de belleza de su estado y
finalista para Señorita México.
•.•
Y ahí estaba. para mí. fAquí le traje esto. m'ijo~. dijo el Paisano.
.I
Ella se me acercó y embarró sus senos en mi cara.
-Hola ~dijo. y me sonó como si me lo dijera una diosa. al
:;:; tiempo que me rodeaba con sus brazos.
No escuché salir al Paisano.
Sé que esto parece estúpido. Es como un cómic de Archie: el
nerdo y la reina de belleza. Pero así fue. La idea era que sólo
estuviera ahí por una noche. pero Ileqada la mañana me hizo el
desayuno. y hacia la tarde preparó la comida. y en la noche ...
.Bueno. lo cierto es que nunca dijimos nada, pero tácitamente
acordamos que éramos pareja. Era una pendeja, cierto. pero
también un auténtico demonio de lujuria en la cama. Y me
quería honestamente. !o sé. Ella simplemente existía. Rondaba
por la casa, sin estorbar. mientras yo me sentaba frente al
monitor. Y cuando la necesitaba. sólo tenía que llamarla.
Al principio. el Paisano no se opuso a que viviéramos juntos.
pero luego noté cierta reticencia. Finalmente, me dijo que las
viejas acababan con uno. pero que mientras cumpliera mi
trabajo podía meter mi verqa donde quisiera.
Los días. pues. transcurrían mientras ella iba al qimnasioyyo
me dedicaba a lo mío.
Todo iba muy bien. casi como en un cuento de hadas pache-
cas. Hasta que un día descubrí restos de coca sobre un CD de
KraftwerR. Eso me volvió loco. ~iiPendeja!! Nosotros no caqa-
mos donde comemos». le qrité. Lloró y me prometió que nunca
más se iba a meter nada.
El Paisano se dedicaba a proporcionarle sistemáticamente
todo tipo de drogas a mis espaldas. Pero me enteré muy tarde.
Ya para entonces Karina prácticamente tomaba el desayuno por
vía intravenosa. En mi desesperación intenté cortar las dosis de
golpe. pero el síndrome de abstinencia resultó monstruoso:
vómito. convulsiones. paro respiratorio. AI final. tuve que dejar-
la esnifar unos qrarnos de nieve.
•.
•
;~ 25
'·'"
 Al!Jo dentro de mí entendió la dinámica de la adicción_ Y yo
era parte de la cadena que !levaba hasta el adicto !a substancia
que prefiriera para suicidarse en abonos.
Me llené de culpa mientras la depresión me devoraba.
Karina era incontrolable, y se había hecho fan del Rancio,
pero ya no lo pudo soportar. Murió de una sobredosis. en medio
de espasmos y vómito espumoso. Se quedó tiesa en mis brazos.
era un quiñapo qelatinoso.
Hubo que soltar mucho dinero para callar a la prensa y
mantener a la policía a distancia prudente. Ello no me salvó de
ir a reconocer el cuerpo. Todo su esplendor convertido en una
pálida estatua, la expresión conqelada en una mueca dolorosa,
las articulaciones endurecidas como si fuera un burdo maniquí
Al funeral. en Mazatlán. fue lo mejor de !a sociedad sinaloen-
se_ Oficialmente se manejó que había muerto de una insuficien-
cia renal.
Ahí estaba. !!orando, sin poder pronunciar palabra. Cuando
sentí fa mano del Paisano en mi hombro. no volteé a verle. sólo
escuche que me decía:
-6Ya ve, m'ijo? Si le diqo que las morras son pe!iqrosas
En ese momento juré destruirlo.
Y aquí estoy.

Grillo no pudo retener las lágri1nas que rodaban por sus n1cjillas
co1no queriendo huir de ese rostro infantil. Bajó la vista n1ientras
sollozaba, al tiempo que Sil dennis facial enrojecía 1-Vlunnuraba algo
que resultaba ininteligible para Tapia, quien lo observaba entre
fascinado y conmovido. El policía pulió a s1t secretaria q11c llc\'ara
pañuelos de ¡1apel, y a falta deéslos (;onzález le entregó pape! de baño.
El capitán buscaba 1naquinar un plan para echarle el guante al
Paisano con la ayuda de Grillo, sin poner al chico en peligro. (~uando
la idea llegó, le dijo:
-Hey, ¿qué fal que metemos o la red de la procurfuh1ría ínfor-
1nación _(a Isa? ..

Z7
 2.0 -Esto está muy raro.. -dijo el Paisano. Grillo se sintió
intranquilo. iQué tal que se olía la trampa y ... ?
_¿Todo bien. m'ijo? -preguntó el Paisano.
-Una acción así -reanudó el narco- es lo que Ja procura-
-Sí. sí. sin pedos -respondió Grillo. sin apartar la vista del
duría general necesita. Un golpe espectacular. que compense
monitor. Aunque la mirada de su jefe eran dos cristales espejea-
todas las pendejadas que han cometido desde que el procurador
dos. no soportaba ver!a. A veces imaqinaba que detrás de los
lentes no había nada. tornó el carqo. Así. la opinión pública queda satisfecha. el
El capo se recan¡;'Ó junto a uno de !os libreros. Paseó su índice
partido del procurador se beneficia en las urnas, él hace un buen
papel. con miras a un mejor puesto. quizá la !2Ubernatura de su
entre los lomos de los comics que ahí tenía Grillo. Tomó uno al
azar y lo hojeó sin interés. estado natal. y el cártel se deshace de un mal elemento. A !2'Üevo.
Grillo -por primera vez desde que lo conocía. el hacRer vio
-Ya no saben ni qué inventar--co1nentó con tonoapaqado.
sonreír a su jefe-. ¿sabes Jo que eso siqnifica?
Lo dejó sobre fa mesa de la computadora y observó por
-No.
encima del hombro de Grilio; aunque era a!qo que hacía muy
-Van a dejar prácticamente sin viqi!ancia las demás carre-
sequido. el hacRer no había notado lo molesto que era sentir su
teras. Es decir. que por fin podremos sacar el stocR de ZA.P que
respiración en el cuello.
tenqo parado hace más de un mes en la bodega. y ponerlo en
___¿Qué me tienes hoy? -pres¡¡untó el Paisano.
Veracruz de una buena vez. Ahora mismo fe hablo al «Venast
-Por lo visto, los del cártel de Tijuana no se han puesto a mano
para que comiencen a cargar el tráiler. ¿Cuándo dices que es el
con alqún comandante. Parece que planean transportar un carqa-
operativo?
Plento desde Chiapas hasta San Dieqo en un camión platanero. y
-Esperan interceptar el camión platanero mañana en la
van a instalar retenes sorpresa en Ja carretera a Querétaro y todas
tarde.
sus posibles bifurcaciones. Debe ser alqo muy qordo. porque van a
destacar casi al ochenta por ciento de su fuerza en el operativo. -Ya está. mañana a las siete tenemos el ZAP de camino al
puerto. y para el lunes estará puesto en Amsterdarn. y todo sin
Aunque r10 los podía ver. Grillo supo que los ojos del Paisono
se inundaron de una expresión de cautelosa aleqría. soltar un solo centavo a la policía capitalina. iJujujuy!
-Es una de las movidas del pendejo del procurador. Sequro Sin más. el Paisano se dirigió a la puerta del departamento
alquno de los del mismo cártel neqoció entreqar a uno de los mientras canturreaba una vieja canción de un qrupo industrial:
___.:.Tendremos al mundo, tendremos al mundo, tendremos
suyos a cambio de que no fo estén chinqando y se pueda Hevar
una tajada más qrande. al mundo. tendremos al mundo. tendremos al mun ... iAh!.
casi se me olvida --dijo ya en la puerta- aquí te dejo un
-Eso. o acordaron Unqir un qolpe qrande -acotó Gri!Io.
reqalito.
-Ándale. Las elecciones están cerca. Una movida de éstas
Y tras abandonar en una mesa un frasquito lleno de pastillas
puede fortalecer la imaqen de su partido. y favorecerlo en las
azules. salió del departamento.
elecciones. Esos culeros de la ultraderecha son capaces de
encarcelar a su propia madre con tal de ¡;¡anar votos.
-Bueno. ya las relaciones del cártel con la PGR estaban
bastante deterioradas. aunque se llevaban bien con la procura-
duría de su estado.
3.0
En el monitor de la computadora de González, la secretaria del
capitán Tapia. parpadeó el icono que indicaba la lleqada de

28 29
correo electrónico. Al abrirlo. la mujer encontró un escueto
mensaje que decía tan sólo:
SÍ
AZÚCAR
1296CUM
4.0
La temperatura había descendido bruscamente en las últimas
horas. lo que hacía que esperar el tráiler azucarero en el retén.
montado sobre la calzada Zaraqoza. se volviera casi insoporta~
ble.
-6Qué pedo con tu soplón, Tapia? -prequntó Rosales. que
no podía dejar de acariciar su GlocR- El camión ya se colqó
dos horas.
-Es que.. -.--..comenzó a responder nervioso el capitán.
cuando la radio !es interrumpió para avisar que el vehículo ya
venía por fa calzada.
Efectivamente. !a placas eran ! 296CUM. En un instante. las
patrullas de la judicial se emparejaron al tráiler. obliqándolo a
orillarse. En minutos. el confundido chofer estaba amaqado, y
los oficiales procedían a abrir el contenedor. Al hacerlo. se
encontraron con una pared falsa de cajas de azúcar.
-Pensé que la empacaban en bultos ---dijo distraídamente
Rosales. al tiempo que levantaban Ja pared falsa. Dentro estaban
apiladas centenares de cajas de cartón. cuidadosamente sef!a·
das con cinta canela.
-Ahora sí. te carqó la chingada --dijo Tapia al asustado
chofer al tomar una de las cajas. Arrancó de fi?Olpe la cinta que
Ja sellaba. y sacó victorioso un frasco de vidrio.
-iiA qüevo!! -gritó. poniendo en alto el frasco. sólo para
darse cuenta de que aquellas pastillas blancas no eran ZAP.
-Pero. ¿qué?
-Sacarina. O algo así -oyó decir a Rosales a su espalda,
que ya había abierto uno de los frascos y probado el contenido.
30
Tapia arrojó al suelo la caja. y tomó otra. La abrió y compro-
bó el contenido. Y lueqo otra. y otra más_ Tras nueve paquetes.
ordenó a los aqentes rei;tistrar cada uno de los frascos.
Todos eran sustituto de azúcar.
5.0
Abrumado. Tapia llevaba una semana envuelto en la depresión.
La frustrada captura del Paisano se había filtrado hasta la prensa.
la cual no bajaba de peleles a los de! cuerpo de narcóticos. El
procurador había regañado a Tapia como si fuera un niño tonto.
humi!Iándolo frente a los demás oficiales de la corporación. y
el Grillo se había esfumando sin dejar rastro.
Tapia no pensaba en nada cuando Gonzá!ez le anunció que
tenía una llamada.
-Bueno ... -.--..contestó desganado el capitán.
-¿Qué pasó. móndrigo? -le respondió una voz de marca-
do acento norteño-. listé y yo no tenemos e! qusto de cono-
cernos, pero tenemos un amiguito común muy platicador..
-¿Quién?
- ... que nos ha contado a los dos muchas cosas respecto del
otro.
-6Es usted e! Pa .. ?
-Como por ejemplo. lo de aquella cuentita que tiene usted
en un banco de El Paso. Ah. qué calladito se lo tenía. pela' o ..
-iGonzález! iQue me rastreen la llamada! -----ordenó Tapia
mientras tapaba la bocina.
-Ya lo oí. Ni se moleste, capitán. ahora teni;io un nuevo hacRer
que también domina !as malas artes de los phreaRs. Un qeniecito
de la telefonía. No pierda su tiempo. Ah. qué mi capi. ¿conque
aceptándole dinero a !os del cárte! de Cu!iacán? iQué pena! Toda
la documentación, junto con unos cuantos dolarucos. l!eqó hoy
en la tarde al despacho de mi amiqo Juan Ramón Valenzuela, el
columnista. Mañana. todo México va a saber de sus nexos con los
narcos. Ni modo mi cuate. esa famita de honesto se le acabó.
-Pero qué ..
31
 -Y después del fiasco de[ tráiler azucarero. creo que su
carrera terminó. Como buen judicial. !a ironía escapa a su
sensibilidad. Sacarina. Azúcar falso. ¿Recuerda a qué era adicto
el Grillo? Todo era falso. ¿No se fijó en las placas? CUM, ¿Entien-
de? Chingue Listé a su Madre. ¿capta?
-E ... el Grillo ..
-{,Quién? Ah. su amiguito. Bueno. si le interesa. cometió el
error de no saber diferenciar el ZAP de! Rancio. Le dejé un frasco
de este último sin decirle qué era. Sabía que no soportaría la
tentación de probarla, y cayó. Honestamente. sí me creí e!
cuento del tráiler platanero. pero el pobre Grillo se traqó de
putazo todo el frasco de Rancio. No sé si sería e! delirio que fe
provocó la droga. o los horribles dolores. lo que le hicieron
llamarme. lleno de remordimiento. para confesarme todo su
plan. iPobre pendejo! Pero bueno. donde está, eso ya no le
importa. Mi capi. lo dejo. creo que tiene bastantes cosas qué
hacer. y yo también. Que le aproveche ...
Colqó. pero el capitán Tapia ya no le oía.
Se había pegado un tiro.
6.0
-iiMamá!! Este chilorio sabe raro-se quejó la hija. haciendo
a un lado ef plato.
-Está bien. no te lo comas. a lo mejor está pasado ---contes-
tó su madre desde Ja cocina-; qué raro. esta marca siempre me
ha salido muy buena.
De haber tomado un bocado más. la chica se habría metido
a fa boca la punta del meñique del Grillo.
Enterita.
Con todo y uña.
Era el trozo más Qrande que quedaba de su cuerpo.
Siudad de 1\1éjiko.
13111996
2:30AM
32
:~
Santo sudario
jasé luis ramírez
P11ebla, Pt1e. 10.11. 74
lnqeniero industrial c/cctró11ico, fanzinero incansable y uno de los
d((en5orcs y culti1 1 1ulor~s 1nás acérrin1os del Cyberpunk.
Es rcspo11s11/1/c, j1111/o con 1._;ernrdo Si.fuentes, de la creación del ya
.fallcc11/o en pape!, fanzine fractal.
Apnsio11ndo rle los \'1dco¡11eqos y l11s con1p11tndorns confiesa que
tnictó su carrera 1itera ria con10 co11scc11c11cia ineludible de sti pro.fes1611
l/ a partir de [[J lcc/¡¡r11 tic La Lanqosta Se Ha Posado.
- Es d uilpo/i/c, junio con (:crardo Si.fuentes. ile /11 nc11i1nción del tén111no
c¡¡/1c1}Ji11k p1un designar toda aquclla _f¡cuón a1Tibi.,ta, no co1npromctida,
iiuc nu1ncjc los túpÍ(OS de n1ayor oln'icd1ul para crear bodrios cybe1¡n111-
kctos c11rc11tcs ilc la 1·crdadcr11 a/n111 de este n101·1nHc11to.
1\fl 1111ln1c11 te ilisc1io y edito 111 pnqi na ~\'c/J de fractal' zine e in un da
el n1er(11i/o ¡¡/cantaril!cro con u11a nucru y re\'ol11c1onnrin idea en
papel: los conipucf-books, /i/Jros en (onnato y presentación co111pac/
de discilo ensero. 1·r11/J11j11. 11dc1nús, en s11 tesis con 11n so.ftivare para
d1sei10 de s1s/e111as de control: rnis1no que ya le ha ganado pre1nios
en 1os encuentros 111ter1ec110/ór¡rcos de cn·atividnd.
Es tn1tor de lll 1101•c/¡¡ 1/c ct;rtc c¡¡bcrp1111k Púpura Visual, que aún
pcnnanecc inédita
1\Jo es 11/istcrnio. 111/on1 el gnu1gc. pero 110 le hace al tabnquísrno.
Santo sudario es uno de los 1nejore5 cjen1plos de asiini/ación
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