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ACERCA DE LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES DE MASAS Y OTROS

“DEMONIOS” EN EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL


APUNTES PARA UNA LÍNEA DE MASAS

El objetivo de este pequeño documento es el de sustentar algunas ideas que creemos claves
para el trabajo de masas, en específico cómo debemos asumir y desarrollar la construcción de
los espacios orgánicos de las mismas: para la elaboración de objetivos, propuestas, tomar
decisiones, tener representantes, entre otras cosas, de acuerdo a sus necesidades comunes.
Todo ello de una forma ordenada y sistemática (niveles, reglas, cargos, principios, objetivos, etc.)
como parte del aprendizaje y elevación de la conciencia del papel que tenemos como seres
humanos colectivos, para lo que debemos ir recuperando nuestro carácter creador y creativo
en el sentido de que nuestro esfuerzo será para darnos mejores condiciones de vida, ser más
plenos cada día, de acuerdo a la recuperación de nuestra libertad colectiva para concretarlo, lo
cual se traduce en la construcción de Poder Popular como alternativa desde y para las propia
gente del pueblo.

Para poder explicar mejor lo que tratamos de sustentar, tomaremos el caso del movimiento
estudiantil y el proceso de construcción de sus espacio gremiales: Bases, Centros de Estudiantes,
Centros Federados y Federaciones, lo cual en los últimos años ha generado un debate
importante teniendo como resultados el surgimiento del Conare - FEP, el de la CIEL, el “gremio”
de los Comensales en SM, el debate sobre la FUSM, entre otros, pero que aún no ha quedado
nada claro ya que no se tienen ideas precisas y coherentes respecto a línea de masas y mucho
menos propuestas respetables de acuerdo a la particularidad del sector estudiantil, más solo
intereses particulares nada sanos de “individuos” u organizaciones políticas que hacen que los
procesos iniciados se trunquen o que otros anteriores continúen en ese estado. Por eso para
muchos estudiantes todo es como “volver a empezar una y otra vez la misma historia”. Esto es
lo que debemos enfrentar, pero para ello primero debemos plantear el problema de una manera
mucho más precisa, de acuerdo a concepciones y métodos de análisis más adecuados.

Para empezar, creemos que todo tipo de espacio de organización es una herramienta clave que
nace y se desarrolla por la voluntad de los sujetos, por algún interés de tipo colectivo y no por
la voluntad de algunos pocos “dotados de grandes capacidades” que se les consideren innatas
y que luego de generarlos se los entrega al “resto”. Ahora, debemos tener presente que este
proceso no flota en el aire o surge y se desarrolla de la nada, sino que responde a condiciones
sociales y necesidades de un grupo humano de acuerdo a su proceso histórico particular y con
ello sus concepciones culturales-ideológicas forjadas a través del tiempo. Esto evidencia cierto
grado una identidad colectiva sobre la base de condiciones materiales que permiten continuar
con las relaciones sociales en el sentido de manifestar la potencialidad de poder llegar a ser un
grupo integrado y sólido que vaya mejorando sus condiciones de vida mediante su trabajo
cotidiano. A esto se refiere uno de los principios fundamentales de la perspectiva materialista
de la historia: “las masas hacen la historia”. Ahora, podemos encontrar a muchos grupos
humanos que han truncado o que les han truncado sus procesos de organización por interés de
otras colectividades restando así sus libertades, sometiendo a sus actores, perdiéndose los
conocimientos adquiridos, dejando de sistematizar los que van alcanzando, perdiendo las
identidades, las tradiciones y formas de organización, por lo tanto, haciéndose más difícil y
complejo el proceso de organización para la vida social.

Esto fue lo que sucedió en todo nuestro país y como parte de este la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos y sus organizaciones populares universitarias. Es por eso que ahora nadie
recuerda si existió una tradición de lucha realmente consecuente y correcta, por ende
reivindicable, si se tuvo aportes teóricos político-orgánicos, si tenemos referentes
institucionales, historia política y social, héroes estudiantiles, ritos, tradiciones, fechas, etc., todo
lo que corresponde a una comunidad: su identidad, su memoria histórica, con lo que se puede
proyectar al futuro. Ahora podemos preguntarnos si en este contexto aun somos una comunidad
o qué tipo de comunidad, sobre la base de que argumentos se basa el ser “san marquinos” y en
particular estudiantes o en cómo se ve el estudiante “san marquino” a sí mismo: ¿luchadores?
¿Terroristas? ¿”Rojos”? ¿Aplicados? ¿”Todo terreno”? ¿Emprendedores? ¿Buenos
profesionales? ¿Con visión de futuro? ¿Responsables? ¿Indiferentes?, etc.

Quizá tenemos si una comunidad fragmentada en pequeñas comunidades que se relacionan


pero que no se integran entre sí, por lo tanto se hace difícil consensuar una unidad y una
identidad que nos permita poder caminar juntos hacia un mismo destino: asumir el papel de
mejorar nuestra calidad académica para el avance del país. Esto nos remite a tener en cuenta
ciertas instituciones claves que permiten generar la identidad como unidad, pero desde un
discurso particular que busca ser hegemónico o contra-hegemónico desde una postura basada
en los intereses sociales de la gran mayoría de peruanos y peruanas: el pueblo que está a la
izquierda, ligado a dinámicas de conflicto contra los sectores sociales dominantes y
explotadores. Para esto es clave construir herramientas como son las organizaciones sociales
que deben tener carácter popular como alguna vez fueron las estudiantiles y que hoy quedan
muy pocas y débiles.

Como se evidencia, el problema de la construcción de organizaciones sociales no es para nada


sencillo o algo que se soluciona colocando “responsables” en los “cargos dirigenciales” de
cualquier nivel, como tampoco es sencillo “hacer política” de la forma que ahora implícitamente
estamos planteando. Esto nos lleva a que se necesita herramientas teóricas para obtener
claridad del panorama social contemporáneo para lo que es tenemos que asumir
conscientemente que la actividad en ella es vital, lo cual lleva a tener una constante formación
intelectual y práctica política inmersos en la comunidad y en el sector en el sentido de
reconocerse a sí mismo como parte de ambos y, a su vez, parte de todo el pueblo que lucha.
Pero tampoco quiere decir que esta tarea por ser un tema complejo o muy complicado tomará
tiempo y, por lo tanto, tendremos que dejarlo de lado o no hacer lo suficiente ya que pronto
abran otros compañeros a quienes “echarles el muerto” porque ahora “llegó la hora de egresar”.

La idea es hacer lo que se debe y puede, y eso amerita ver la etapa en la que nos encontramos,
plantear los objetivos y las estrategias para bajar hasta lo más operativo posible, de acuerdo a
las necesidades de la comunidad universitaria y el sector estudiantil. La idea es empezar a
trabajar de forma constante teniendo presente que la revolución no se hará solo en la
universidad. Como sabemos, el paso por este espacio que se traduce en este caso como asumir
la condición de estudiante, es algo pasajero. Otros compañeros tienen que continuar el trabajo
y es nuestra obligación dejarles ciertas condiciones elementales o reforzar las existentes para
que puedan avanzar mucho más que nosotros para el beneficio del pueblo trabajador.

Si nos referimos a construir, a crear y forjar, esto implica no solo acción colectiva en sí misma,
sino que ella va de la mano de un correcto planteamiento del problema del cual haremos brotar
un plan de trabajo claro y preciso sobre cómo construiremos, con quiénes, en qué momento,
por donde empezaremos, hacia dónde orientaremos esto, etc., lo cual no es más que hacer
aterrizar las ideas, deseos y sueños de lo que se quiere lograr. El ser humano no actúa y luego
piensa, sino que de acuerdo a la experiencia acumulada como conocimiento planea que hacer
para superar los problemas que va enfrentando, luego, mientras experimenta, mientras pone
en práctica lo pensado, va aprendiendo y amoldando sus ideas iniciales a como se va
desarrollando el proceso de trabajo productivo, pero todo de forma colectiva. No nos podemos
quedar solo en las ideas o las intenciones, si queremos lograr algo debemos pasar a los hechos
pero elaborando una guía que no es más que el plan de trabajo, pero de acuerdo al análisis de
las condiciones en las que nos encontramos, tanto a nivel de sujetos (condiciones subjetivas) y
procesos estructurales (condiciones objetivas). Teniendo claro todo ello, se podrá pasar a
desarrollar coherentemente las acciones pero, repetimos, de acuerdo a nuestros objetivos
generales. Lo que se busca es sacar todo el provecho posible o profundizar las condiciones
actuales para generar nuevas condiciones subjetivas y objetivas que las superen y las
reemplacen.

No solo se trata de un deseo de elevar los niveles de organización (en este caso a Centro
Federado o Federación), como también el de la conciencia de clase a una más popular para así
alcanzar nuestras reivindicaciones y solucionar nuestros problemas educativos como parte de la
comunidad universitaria y del pueblo trabajador en general. No solo se trata de creer que
obteniendo ese nombre o una Junta Directiva se soluciona por obra de magia el problema de
organización, movilización, representación y participación estudiantil (sin ni siquiera mencionar
el tema de la politización), o con solo sacar actividades o centralizar, como si todo ello fuese solo
un mero problema de estructura orgánica, acciones por acciones o de simple voluntad política.
Y es que se olvidan cuestiones fundamentales porque en ellos predominan los intereses de
grupo o los dogmas políticos que parten de concepciones que solo ven los problemas
inmediatos, coyunturales, sin proyectarse seriamente a futuro de la mano de la construcción del
Poder Popular como parte de una estrategia de reconstrucción del tejido social que componen
las organizaciones populares en el país.

Para todo esto pues, es de decisiva importancia ubicarnos en el momento por el cual estamos
atravesando, las fuerzas estudiantiles con las que contamos, los problemas cruciales que hoy en
día se viven, la identificación de los actores políticos internos y externos que vamos enfrentando,
entre otras cosas. Si no tenemos estos datos en claro y con una adecuada interpretación del
proceso histórico, pues todo lo que creamos conveniente a realizar solo serán ganas y emoción
por cambiar las cosas, lo cual no es malo si es que no va con una lectura concreta de la situación
concreta (en su totalidad de particularidades diversas y entrelazadas). La voluntad por sí sola no
va muy lejos o no logra construir condiciones duraderas; no podemos confiar en el azar, lo
espontáneo o lo improvisado; tenemos que ser rigurosos en nuestros planteamientos. No solo
el hacer, el esfuerzo máximo, o el soñar y esperar que lo demás caiga por su propio peso, pero
si actuar sobre lo espontáneo ya que suele ser característica de los procesos de lucha, lo cual no
es más que darle dirección política, lo cual es garantía de triunfo.

Si nos referimos a una organización popular como es un gremio, debemos tomar en cuenta
entonces que ello implica intereses comunes de un sector productivo: artesanos, obreros,
campesinos, empresarios, madres, estudiantes, etc., que por lo general son de tipo social –
reivindicativo: mejoras o mantenimiento de sus condiciones básicas para reproducir su vida. Y
es que tanto la confluencia de sus intereses y el cumplimiento de estos son lo que les da
identidad, los fortalece, los agrupa, y a su vez les va planteando nuevas tareas y expectativas
para lo que tendrán que ir superando sus limitaciones y perfeccionando sus formas de
organización, sus objetivos y la mirada general que tienen sobre el mundo, asumiendo entonces
una nueva forma superior de vivir.
En el caso del sector estudiantil, tendremos que tomar en cuenta cual es el perfil actual de este
actor social de acuerdo a su respectivo contexto general, particular y el inmediato (coyuntural).
Los actores no son los mismos ya que las situaciones en la que viven tampoco lo son del todo. El
estudiante de la década de 1920, de 1970, el del año 2005 y el de 2012 no es el mismo, existen
cambios bien marcados como otros que no lo son. Empezar a reconocer esto es de vital
importancia. En todo caso ¿cuáles son los intereses de estos nuevos actores? Esto nos podrá
acercar a ellos y que a su vez ellos se acerquen. Entonces, debemos partir de las condiciones
reales o existentes para alcanzar lo que deseamos, de lo contrario si partimos de lo que creemos
que debe ser o que existe sin haber estudiado la realidad podemos causar graves problemas no
solo para nuestro proyecto, sino para la población a la que apuntamos: ilegitimidad, descredito,
ninguneo, aislamiento, menosprecio, rechazo, etc. Pero esto no quiere decir que demos la razón
en todo al grueso de estudiantes o incluso a sus posiciones erradas, sino partir de lo correcto
que manifiesten y corregir mediante la persuasión lo que sea incorrecto, como también
aprender y corregirnos. Este es un criterio básico para trabajar con masas, pero ligado a metas
y objetivos estratégicos correspondientes a la etapa que se vive.

Como militantes debemos tener en mente que nuestra labor es estar inmersos en las masas y
apoyar a solucionar sus problemas cotidianos, lo que les importa realmente, pero acudiendo
siempre a la formación colectiva basada en que la organización es un aspecto fundamental para
lograr lo que deseen y con ello nosotros comenzar a incentivar la ligazón e importancia que tiene
con el Poder Político. Es la única forma de entender al pueblo y hacerse parte de este.
Suponemos que por nuestra formación podemos darle mayor solidez y sostenimiento a las
organizaciones populares y orientarlas políticamente. Entonces, para ello debemos fijar las
características básicas de la etapa que ahora se vive en el movimiento estudiantil. Grosso modo
podemos señalar lo siguiente:

- Por un lado vemos que hay un ausentismo estudiantil de grandes proporciones. Una
gran mayoría vive paralelamente al desarrollo y participación del movimiento
estudiantil de tipo reivindicativo y con carácter “izquierdoso”, por lo tanto, es
evidente la debilidad tanto en fuerza de trabajo, contundencia en la lucha, como en
representación y calidad de propuesta en el sentido de ser resultado del consenso
de la gran mayoría, por lo tanto movilizador, y de un estudio serio de las condiciones
reales de la educación superior en el país. Lo que se ha visto es que estudiante por
lo general si tiende a organizarse, pero en otros espacios y con objetivos distintos.

- Pero también se evidencia que las luchas estudiantiles alcanzan puntos máximos de
movilización en las luchas coyunturales, que si bien no movilizan ni a la décima parte
de la población estudiantil de una universidad, demuestran contundencia y logros
momentáneos por su fuerza y resistencia (como tirarse a bajo una propuesta de ley
universitaria). Esto no es más que el resultado de un proceso de coordinación
netamente coyuntural, cuyo resultado tiende en los hechos a restarle capacidad a
la mirada estratégica de los propios activistas estudiantiles.

- De la misma manera, se evidencia un discurso político que no genera un nivel de


conciencia suficiente, por lo tanto de débil poder de convocatoria y de calidad de
propuesta, siendo en muchos casos rechazado por la mayoría de estudiantes. Si bien
el discurso puede ser bueno y reflejar en cierto modo la cruda realidad educativa,
este no se adapta tácticamente a lo que el estudiante de hoy en día es y quiere lograr
para sí mismo, como también ver que estas nuevas expresiones reivindicativas
también son importantes para el desarrollo del movimiento estudiantil: sus
características y puntos de interés social reivindicativo han variado y se necesita que
se parta de ello también.
- A su vez, no existe un aparato solido que sostenga de forma eficiente y eficaz los
procesos de lucha. Con esto hacemos referencia a la construcción de organización
estudiantil de tipo gremial reivindicativo, lo cual es clave ya que implica no solo una
estructura orgánica, funciones, elecciones, etc., sino también perspectivas,
estrategias, objetivos, y en lo fundamental: participación estudiantil.

- Finalmente, se puede ver un vacío de propuesta política: táctica y estratégica, y


reivindicativa (puntos sensibles para el estudiantado) a pesar de que existen
diferentes organizaciones políticas. Podemos ver que lo que abunda es información
de tipo agitativa y periodística, más no análisis profundo sobre la problemática
social, económico, cultural, educativo y político del país, entre otros temas, que nos
lleven a propuestas clave para la solución de los problemas que tenemos como
sector y como país.

En esto se evidencia que se debe tener una estrategia clara de cómo trabajar para acercar a las
masas y con ello hacer más fuerza para luchar contra las clases dominantes y explotadoras
aliadas del gran capital transnacional. Por lo tanto aquí la idea también es el combate contra las
posiciones ideológicas hegemónicas antipopulares, las mismas que conforme vamos
reconstruyendo el tejido social y popular, irán retrocediendo derrotadas. Esto amerita realizar
campañas de difusión masiva por diferentes medios sobre la importancia de la organización pero
de acuerdo al perfil o los perfiles existentes de los estudiantes que hoy en día son parte de la
comunidad universitaria, con lo que ya podemos saber a quienes nos enfrentamos, construir
estrategias pata poder saber cómo acercarnos, saber que decir y argumentar, como los ligamos
a los intereses generales de acuerdo a sus intereses particulares. Por otro lado, es importante
tener un diagnóstico de la situación universitaria real en diferentes aspectos: cultural, educativo,
logístico, servicios, infraestructura, etc., para de esa manera podamos saber qué puntos son los
de interés colectivo y ver la posibilidad de ponerles atención primordial.

Pero de igual manera, es conveniente hacernos unas cuantas preguntas: ¿Cuál es la forma en
que podemos construir? ¿Sabemos o hemos definido cuales son las opciones? ¿Esas opciones
son las que creemos o estamos seguros que son las correctas? ¿Se basan en que razones o
investigaciones? (quien no ha investigado no tiene derecho a la palabra) ¿Sabemos cuáles son
las condiciones reales del estudiante? ¿Cuáles son sus limitaciones? ¿Porque no quieren
hacerlo? ¿Tenemos alguna estrategia para poder superar ese problema? ¿Será que no quieren
hacerlo como nosotros queremos? ¿Cómo debemos acercarnos o incentivarlos? ¿Debemos
aprender de ellos? ¿En realidad creemos que hay algo que aprender? ¿Por dónde debemos
empezar? ¿Qué es lo que existe y cuáles son las limitaciones gremiales? ¿Qué debemos hacer?
¿Qué paso toca dar ahora de acuerdo a lo que tenemos?

Entonces, si no tenemos nada de esto claro, sencillamente estamos improvisando, siendo unos
tontos soñadores o en el mejor de los casos unos artesanos de la organización, lo que demuestra
que no tomamos en serio el problema y solo queremos opinar desde nuestro punto de vista, por
lo tanto le damos solo una mirada individual. Hacer lo que creemos que se debe hacer y los
demás no importan, solo importa lo que pienso y sentirme “revolucionario” con ello, ¿y es que
es acaso nosotros somos los únicos estudiantes que vemos o tenemos estos problemas? ¿Será
que los demás no tienen una posición o ideas claras que podamos tomar en cuenta? En todo
caso ¿será que son gente que “vive en la caverna” y nosotros somos los que logramos “salir de
allí, ver la luz del sol y volver con las ideas a iluminarlos”? ¿No necesitamos de los demás y sus
puntos de vista? ¿No será que tenemos “temor” que el resto de estudiantes pueda tener
mejores ideas o puedan generar mayor debate y nos pueda arrebatar nuestra propiedad privada
gremial y política? Entonces ¿estaremos cumpliendo nuestro papel como militantes de un
Partido Revolucionario, por lo tanto interesados y especializados en estos temas que la gran
mayoría no toman en cuenta?

Es un error mirarse el ombligo o no tomar en cuenta a los demás y sus opiniones, es un vicio
liberal que se nos ha pegado por medio del bombardeo ideológico cotidiano que nos dicta como
debemos vivir en sociedad en el sentido de creerse autosuficiente para enfrentar la realidad y
obtener los beneficios por esfuerzo individual, en todo caso, estar preparado para la guerra a
muerte que es el mercado capitalista. Debemos entender que nuestro trabajo es con y desde
las masas sobre la base del consenso con las posiciones avanzadas y en la lucha contra las
posiciones conservadoras, por lo tanto la tarea importante que se desliza de ello es tener en
claro a que masas ir y como ir.

SI reconocemos que existen necesidades como son organizarse, tener distintos niveles o grados
de decisión y representación estudiantil, comenzar a dar mejores condiciones a los estudiantes
tanto con procesos de lucha reivindicativa como gestionarlas por nuestra cuenta, eso es ya un
inicio importante, pero es insuficiente si solo se queda en ello. La limitación de hoy en día, el
debate interno, el techo alcanzado, el límite que debemos superar para llegar a otra etapa pasa
por superar el que ya no se sabe que más hacer: se debate, se propone, pero no hay claridad
suficiente en las propuestas, que buscar y como alcanzarlo, y mucho menos un trabajo integrado
de todos los niveles gremiales existentes con las organizaciones políticas, y sin mencionar el
compromiso para realizar lo que se propone. Es cierto que en la facultad de CCSS por los menos
8 de cada 10 bases están activas en todas las escuelas, que tienen delegados y responsables de
comisión, que los Centros de Estudiantes tienen JD regulares y un mínimo de trabajo gremial, la
Coordinación de Gremios de CCSS mantiene reuniones mínimamente, que se tiene presencia en
el Tercio Estudiantil, entre otras cosas, pero cada cual trabaja por su lado desarrollando pocas
actividades sin perspectivas mayores y la gran mayoría de estudiantes o no conoce a sus
dirigentes o sencillamente no ve que cubran sus expectativas.

Para esto debemos partir de reconocer que los estudiantes ahora no están interesados en estas
organizaciones y mucho menos en vincularse orgánicamente a ellas, en el mejor de los casos
puede que las reconozcan y algunos puedan evaluar vincularse a ellas, pero no de la manera que
nosotros las asumimos y creemos que es la única y correcta. Fácilmente podemos percatarnos
que existen diversas organizaciones “alternas”: colectivos culturales, grupos de estudio, grupos
de apoyo social, equipos de deporte, etc., que son “invisibles” para nosotros por nuestra
estrecha mirada política, lo cual hace que no les demos importancia debida o que simplemente
lleguemos a pensar: “no nos harán caso, no están concientizados” “lo que hacen no es
importante, no podemos perder tiempo con ellos” “ellos no entienden, hay que ir con los que sí
están de acuerdo con nosotros, los que están avanzados, los que son conscientes”, lo cual de
por sí manifiesta un problema grave de entendimiento de los procesos sociales y políticos que
generalmente nos lleva a una polarización estudiantil: “interesados” - “no interesados”,
“conscientes” - “no conscientes”, “vanguardia” - “masas” (incluso “atrasadas”) etc., que no es
más que una ruptura de la relación de ambos niveles que en la realidad actúan relacionadas
pero que deberían actuar relacionadas pero como un solo bloque consensuado.

Ahora, sabemos que estas expresiones orgánicas no son pocas y que a su vez es un síntoma del
tipo de estudiante que tenemos y de sus intereses. Entonces, una primera idea es que los
estudiantes se organizan espontáneamente para realizar actividades que solucionen sus
problemas o cubran sus expectativas ya que la realidad tiende a serles hostil. En todo caso, no
están de acuerdo en cómo es la realidad, por lo tanto intentan de algún modo superarla, pero
como sus objetivos y expectativas son de otro tipo en relación a los activistas de izquierda, esto
los lleva a que no reconozcan o no se vean como parte de las propuestas “tradicionales” de
organización que vienen desde esta posición política, ya que los estudiantes no conciben de la
misma manera sus necesidades y la forma de solucionarlos, aunque se compartan ciertas cosas
y más si se parte de un problema común, un problema de fondo que origina todo: que es la
relación trabajo-capital.

Además, debemos precisar que no ha habido un acercamiento mucho más táctico y estratégico
por el temor que tiene la propia izquierda a “desviarse” o “contaminarse” de lo que no es
“revolucionario”, “consecuente” que en este caso se traduce en “romper las tradiciones” “que
sí o sí nos llevaran al triunfo” de forma ensimismada, para darle paso a la renovación de ideas
que se sustenta sobre el análisis de la realidad y el contacto directo con el pueblo trabajador
como requisitos fundamentales para hacer la revolución, lo cual no niega la vigencia de los
principios y estrategia histórica de los socialistas, más solo si ver como error fundamental haber
caído en desviaciones de tipo sectaria y dogmática lo cual se explica con un correcto análisis de
la posición de clase de los sujetos en un momento dado del proceso histórico del pueblo
trabajador. Y es que lo que se hace es quedarse con solo los principios es la concepción que
parte de la actividad que realiza quien asume las ideas, en este caso la pequeño burguesía que
tiende en los hechos a no entender lo que es la transformación de la realidad como acción de
los sujetos, esto por no tener contacto directo con el proceso de transformación colectiva de la
realidad, llegando solo a entender y explicar lo que sucede, pero impedido de poder hacerlo, en
todo caso hacerlo equivocadamente, siendo entonces limitado su papel para la Revolución:
quien lo realiza es el proletariado, pero por medio de una correcta militancia y formación
política.

De igual manera, lo “táctico” que tienden a desarrollar por medio de “camuflaje” presentándose
como “independientes”, solo “democráticos” y “progresistas”, ante el pueblo por el temor al
rechazo que estas harían por las malas prácticas que ha desarrollado la misma izquierda y el
discurso anti-partido de la derecha. Pero realizar ello no garantiza el desarrollo de la conciencia
de los estudiantes sobre su realidad, el problema del poder y como esto les afecta,
postergándose porque solo se quiere obtener los cargos para continuar con los proyectos como
organización política, ya que lo correcto desde esta mirada es ir a lo más “fácil” para “abrirte
puertas”, a lo que le beneficiará al Partido confundiendo a este con las masas y sus necesidades
y propuestas, dejando de lado el trabajo fundamental: CREAR PODER POPULAR, y asumiendo
solamente aprovechar lo que ellos creen correcto porque en sus cabezas “les han sembrado” no
ver la totalidad de cosas, más solo un aspecto que les conviene como organización política, como
clase y sus intereses en relación al Estado.

Pero también está el poco o nulo interés en hacer un trabajo mucho más serio, pacienzudo,
planificado, con metas en relación a objetivos, con estrategias claras de trabajo estudiantil,
sobre la base de un análisis de contexto, con evaluaciones constantes y con responsabilidades
por cada integrante. En todo caso, estamos hablando de un proyecto político y social viable, que
se piense en todo momento y que vaya reajustándose a los cambios que se vayan dando. Esto,
a su vez, es ir desarrollando las capacidades del equipo que lo impulsa y de los estudiantes de
base en general, con lo que se irá creando y forjando nuevos dirigentes y líderes que podrán ser
una verdadera Vanguardia Estudiantil, de lo contrario se seguirá en el trabajo poco reflexivo,
basado en solo recibir órdenes para concretarlas mecánicamente. Esto no es más que una
actitud conservadora que parte de querer mantener como ideas invariables el marxismo y el
espacio orgánico político que se haya podido construir, además de concebir la organización
como un espacio cerrado, solo para pocos, sin vinculación real con el contexto social ni con
opiniones diferentes, por el hecho de no querer atreverse a pensar más allá y con ello
problematizar, ser más libres y que se vea mellado o cuestionado el control del todo por parte
de cierto grupo reducido de “ilustrados políticos”.
Podemos decir que esto puede explicarse en la ya mencionada ofensiva ideológica neoliberal y
con la hegemonía pequeño-burguesa en las universidades que busca o se centra solo en el
individuo que compite y se interesa en sí mismo, en lograr obtener algo de propiedad privada
para cubrir sus necesidades como tal e incluso poder llegar a ser como la burguesía, no siendo
en estos casos más importante lo que dicen, escriben o piensan de sí mismos, sino lo que
realmente hacen guiados por la falsa conciencia “invisible”. De igual manera, lo señalado puede
explicar a su vez el surgimiento y hegemonía de los “independientes” en política, fenómeno que
no solo se ha dado en el sector estudiantil sino en todas los sectores donde participa el pueblo
trabajador como resultado, como ya mencionamos, de la mala actuación y relación política que
ha tenido por lo general la izquierda con el pueblo trabajador y la injerencia nefasta de los
partidos burgueses. La izquierda es vista con recelo a causa de sus graves errores que ha hecho
que pierda su relación directa con las masas, que parta del seno de estas, dejándole espacio a la
derecha y su discurso político. Errores que van desde la traición a procesos de lucha, ver
solamente los intereses particulares de la organización política, imponer ideas que la mayoría
no concibe y más incluso por no asumir los errores ante las críticas como también saber hacer
la autocrítica.

Ahora, si la izquierda estudiantil que emergente tiene serios problemas para construirse como
tal, es por la herencia de estos vicios y taras de las generaciones anteriores y esto porque la
derrota hizo que se deje de lado los aciertos, métodos y estilos de trabajo adecuados,
generándose un vacío tanto generacional como de ideas, quedando a su vez pendiente el
balance de las organizaciones ya que con esto se puede evitar volver a cometer los mismos
errores y sacar lo mejor que produjeron, pero estas se niegan a realizarlo. En todo caso, se ve a
los partidos de izquierda como algo ajeno, como organizaciones con sus propios objetivos, por
lo tanto ser “independiente” es de confiar y es más cómodo ya que no existe una estructura
“rígida”, se carece de posiciones ideológico-político claras y es concebida solo para acciones de
beneficio común. Esto lo podemos ver no solo en la universidad sino en toda nuestra sociedad.
La tarea es como encontrarle salida a ese desencuentro.

Pese que resulte que la universidad y el sector estudiantil no se vuelva lo que queremos en
nuestros sueños de “revolución violenta”, que todos sean de “izquierda” y se “movilicen
aclamando la lucha armada” o la “unidad obrero – campesina – estudiantil” tal como era en
décadas pasadas, sino que en nuestro contexto lo que es ser izquierda parte de las actuales
condiciones histórico-sociales de lo que resulta una identidad y propuesta diferente de acuerdo
a lo que ahora se necesita, para con ello ir alcanzando mejores condiciones para profundizar la
lucha popular revolucionaria. Es claro que el discurso hoy en día ha variado ya que nos
encontramos en la etapa de reflujo del movimiento popular, pero en el fondo los problemas
siguen siendo los mismos aunque se expresan de diferente manera y complejidad. Por ello es
importante ver la composición de clases de la institución universitaria y con ello que tipo de
movimiento estudiantil y de izquierda puede brotar o está brotando para desde allí hacer la
lucha y la unidad desde las posiciones revolucionarias.

Pero ante tanta poca idea clara no se puede esperar a que la situación comience a tocar fondo.
Tampoco se trata de que por obra y magia broten espontáneamente las propuestas de solución:
“ya saldrá todo, no hay que desesperarse”, “las bases lo harán, ya lo verás… solo hay que
sumarse” o “solo necesitamos tener una JD, lo demás ya se verá”. En realidad, los elementos
militantes son los llamados a dar los primeros pasos para iniciar el trabajo de la construcción
gremial con lo que se probaran e irán forjando como dirigentes y vanguardia del sector
estudiantil. Sabemos que es necesario tener un mínimo de bases organizadas, con dirigentes
legítimos y en pleno funcionamiento ya que estas serán las que realmente sostendrán la
construcción del siguiente nivel orgánico mediante su fortalecimiento en relación al accionar
que vaya desarrollando a su vez este nuevo nivel superior.
Es que la construcción implica acciones de solución a los problemas del sector que a su vez irán
aclarando la lógica orgánica que debe tener este nivel, y es que el problema de construcción
solo se puede resolver de la mano con la solución de lo que es su función esencial: lo político -
reivindicativo. En todo caso, debe fortalecerse la Coordinación de Gremios en el sentido que
vaya desarrollando su trabajo de dirección política – reivindicativa, pero sacando las lecciones
de su trabajo para ir consolidándose a sí misma como nivel orgánico superior: Centro Federado,
el mismo que conlleva a tener una mayor claridad política que va de la mano con objetivos y
estrategia clara de trabajo. Su grado máximo de desarrollo será alcanzar una vida orgánica que
cubra no solo reivindicaciones como exigencias a la autoridad universitaria y Estatal, sino
propuestas propias de autogestión para generar un tipo de poder alterno sobre la base de
solucionar por su cuenta otros problemas como parte de la vida orgánica institucional que debe
alcanzar, cobrando mayor poder y legitimidad en la comunidad universitaria y en la sociedad,
para lo que debe hacerse del control de medios o herramientas claves de gestión que solo podrá
arrancarlas a la Universidad Pública que es arrancarle pedazos al Estado Central.

Por otro lado, en el debate sobre cómo construir organización normalmente se contrapone la
elección del grupo de responsables que formularan las propuestas por ellos mismos y luego se
las harán llegar a los demás quienes las asumirán por medio de su convencimiento, contra el
proceso de construcción desde abajo con la participación de todos los estudiantes y de aquello
como resultado obtener dirigentes y la consolidación de la organización. Esto se sintetiza en la
pregunta ¿se construye desde arriba o desde abajo? Al parecer ambas posiciones se
contraponen, pero esto no es tan cierto. El problema es creer que ambas son “opciones
diferentes”, sino que son dinámicas que se integran y que se dan con diferente intensidad en el
proceso de construcción, por lo tanto el problema está mal planteado. De por si hay una
dirección que se encarga de orientar el trabajo de construcción de las condiciones básicas para
levantar una organización, lo que los caracteriza es ello, pero estos no proponen o ejercen su
función sobre la nada, sino sobre su vinculación cotidiana con los estudiantes tratando a su vez
de generar participación o escuchar su opinión para de ello lograr construir un referente vivo,
legitimo, movilizador, democrático y participativo.

La construcción implica que no solo se debata o esclarezca como debe funcionar la organización
gremial o lo que debe buscar, esto solo se puede aclarar cuando se asuman las tareas
reivindicativas que le interesan a los estudiantes, asumiendo ellas se construye las condiciones
mínimas para la organización. En otro momento de su maduración, cuando ya se tenga
mínimamente claro el tipo de organización, su orden, carácter, dinámica y participación de un
número considerable, es que los responsables de acuerdo a las condiciones cambiaran de
objetivo y funciones, asumiendo ya la vida orgánica normal de toda organización y es que ello
se vuelve necesario y posible porque las bases sostienen su dinámica, el proceso mismo de
construir las condiciones elementales ha hecho que las bases maduren y le den vida a la
organización. El problema es la sistematización de toda la experiencia de una etapa, la síntesis
que haga posible dar el salto a otro nivel de desarrollo organizacional. Como se ve son
intensidades diferentes de cada dinámica para cada momento. En todo caso, la idea central
consiste en que toda construcción involucra la participación de la población afectada o
beneficiada y de a pocos ir desarrollándose en ello tanto en cantidad como en calidad. Conforme
se evoluciona, madura, es que se toma otro carácter orgánico, conforme se gane la experiencia
y se sistematice se puede lograr dar el salto.

Hay que reconocer que un grupo de compañeros no podrá hacerlo todo, pero también es cierto
que las cosas se inician y se sostienen si existe un grupo que tenga la iniciativa, las ideas básicas,
la claridad, la constancia, pero que no podrá hacer historia si no logra “enganchar” al resto.
Además, este grupo puede cumplir esta labor no solo por sus cualidades personales, sino porque
existe interés en dedicarse a ello, desean cumplir este papel, y porque tienen la potencialidad
para sintetizar las necesidades de las mayorías y darles dirección en el sentido de cumplir el
papel de centralizar, articular y dirigir los trabajos gremiales como acuerdo de la mayoría.
Además, hay que considerar que no todos los estudiantes trabajaran al mismo ritmo ni en el
mismo nivel, pero harán lo que les corresponde por el principio de división social del trabajo,
siempre y cuando se identifique cualidades e intereses de los mismos y se les oriente a
desarrollarlos en beneficio del colectivo donde también saldrá beneficiado porque es parte de
este.

Este grupo promotor con potencial dirigente debe tener como estrategia poder articular a lo
diverso mediante un discurso incluyente que no sea solo de izquierda, sino que trate de orientar
a la gran mayoría a una posición progresista y democrática que dará resultados mediante
acciones consensuadas y distribuidas entre todos. Ya luego se verá en la lucha política -
reivindicativa como se va definiendo la orientación político - ideológica del trabajo gremial. Pero
lo cual no niega que se coloquen métodos y necesidades de tipo económico y académico en
relación a la lucha contra el neoliberalismo, pero esto debe tener sus matices para aglutinar a
más gente, pero luchando, activando y organizándose de una manera más creativa, pero sin
perder el objetivo. Se tiene entonces que establecer estrategia y objetivos claros de acuerdo a
las características, intereses y capacidades de los estudiantes y en específico el tipo de dirigente
que debemos sacar de allí, no solo lo que queremos, sino partir de lo que hay y de acuerdo a
ello construir lo que se necesita sobre la base del consenso entre los dirigentes y nuestra línea
política.

Ahora bien, si entendemos que el Centro Federado como también la Federación Universitaria
son las expresiones de mayor nivel del desarrollo de la organización estudiantil, el resultado
máximo del proceso de construcción gremial de tipo reivindicativo, hay que entender también
que si bien esto va surgiendo no solo cuando sea necesario sino cuando creemos que es posible.
Siempre es necesaria la organización y sus niveles de alta centralización, lo importante es saber
cuándo es que comienzan a existir las condiciones para poder construirlo y eso amerita que
debemos ser conscientes que solo los estudiantes y su voluntad lo pueden hacer: generar las
condiciones básicas, construir organización estudiantil. Entonces, ambos niveles serán resultado
de un trabajo previo. Siempre hay necesidades, el punto es cuando y como pasamos de
solucionar en lo inmediato los problemas a dar el salto a tener espacios que garanticen no solo
soluciones inmediatas, sino alternativas duraderas que permitan una mejor educación y calidad
de vida para el pueblo trabajador.

RECOMENDACIONES FINALES:

- TRABAJAR EN LOS CUATRO NIVELES: BASE, JUNTA DE DELEGADOS, CENTRO DE


ESTUDIANTES Y COGRE. CADA UNA DE ESTAS CONTIENE UNA DINAMICA PROPIA
PERO QUE SE INTEGRA A LAS OTRAS. PARA ESTO DEBEMOS SABER QUE SECTORES
ESTUDIANTILES ESPECIFICOS EXISTEN Y A CUÁLES IR CON EL DISCURSO
REIVINDICATIVO MÁS SENSIBLE Y AMPLIO, APOYANDO A SOLUCIONAR SUS
PROBLEMAS, HACIENDO INCAPIÉ EN QUE SOLO ORGANIZANDONOS SE PUEDE
SOLUCIONAR TODO TIPO DE DIFICULTADES.

- PARA ESTO SE DEBE TENER UNA CONVIVENCIA BIEN PENSADA Y EL USO DE


HERRAMIENTAS CLAVES PARA PODER OBTENER LA INFORMACIÓN REQUERIDA,
ESTO NO ES MÁS QUE AFIRMARSE COMO PARTE DEL SECTOR. PARA EXPRESAR LOS
RESULTADOS COMO PROPUESTAS DEBEMOS TENER EN FUNCIONAMIENTO
NUESTRA ESTRUCTURA DE MASAS.
- ENUMERAR LOS DISTINTOS TIPOS DE INTERES DE LA MAYOR PARTE DE
ESTUDIANTES, EN TODO CASO DE LOS SECTORES DE NUESTRO INTERÉS INMEDIATO.
ARTISTICOS (MUSICAL, LITERARIO, ETC), ACADÉMICOS (estudio y debate), LABORAL
(MERCADO PARA PROFESIONALES) SOCIAL (APOYO EXTERNO A OTRAS
ORGANIZACIONES) POLÍTICO (OPINIÓN Y POSICIÓN SOBRE HECHOS DE FACULTAD,
UNIVERSIDAD, PAÍS Y MUNDO).
- ESTAR PREPARADO PARA RESOLVER LAS PREGUNTAS COMUNES DE LOS
ESTUDIANTES DE BASE: ¿POR QUÉ ORGANIZARSE? ¿ESO NO QUITA TIEMPO? ¿CUÁL
ES SU IMPORTANCIA? ¿NOS REPRESENTA? ¿CÓMO FUNCIONA? ¿ES NECESARIO?
¿EN REALIDAD SIRVE PARA ALGO? ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL CENTRO
FEDERADO? ¿QUÉ GANAMOS? ¿TENEMOS QUE HACERLO REALMENTE? PERO LAS
RESPUESTAS DEBEN DARSE EN RELACIÓN A LO QUE VIVEN O LES INTERESA Y DE ELLO
LLEVARLO A LOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES Y A NUESTRA LÍNEA POLÍTICA.

- MINIMAMENTE LOGRAR QUE EL CENTRO FEDERADO SEA UNO DE LOS TEMAS DE


CONVERSACIÓN E INTERÉS ENTRE LOS ESTUDIANTES. CAUSAR EXPECTATIVA,
IMPORTANCIA, DE ACUERDO A SUS INTERESES. SE DEBE HACER UN PLAN DE
INFORMACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN MAS AUDAZ Y DE IMPACTO QUE MOVILIZARÁ AL
ESTUDIANTADO Y A NOSOTROS LEGITIMARNOS. AL MOMENTO DE VOLVERSE UN
TEMA DE INTERÉS O QUE MINIMANETE SE TENGA EN MENTE.

- SE DEBE DESPERTAR CONCIENCIA ACLARANDO AL ESTUDIANTE QUE TIENE LA


CAPACIDAD DE CONSTRUIR, DECIDIR, ORGANIZARSE, DE TENER LA OPORTUNIDAD
DE PLANTEAR SU PUNTO DE VISTA PARA QUE SU FUTURO ESTE GARANTIZADO. ESTO
EN RELACIÓN A UNA IDENTIDAD COLECTIVA: SOMOS ESTUDIANTES CUYA LABOR
BUSCA MEJORAR EL PAÍS. LOS ESTUDIANTES SE PREPARAN PARA MEJORAR LAS
CONDICIONES DE VIDA DE TODOS Y CON ESO DEJAR UN MEJOR LUGAR PARA LOS
QUE VENDRÁN.

- CONCRETAR UNA CONSIGNA EXTERNA PARA ORIENTAR A LOS ESTUDIANTES DE LAS


MASAS Y GENERAR INTERES EN LO QUE ESTAMOS HACIENDO. SENSIBILIZAR SOBRE
SU IMPORTANCIA TOMANDO SUS INTERESES Y CON ELLO COMENZAR A CONSTRUIR:
LA ORGANIZACIÓN ESTUDIANTIL HARÁ DE TU FORMACIÓN ALGUIEN CON MEJOR
PREPARACIÓN PARA LA VIDA.

- CONCRETAR UNA CONSIGNA PARA NUESTRA ORGANIZACIÓN PARA LA


ORIENTACION DE LOS MILITANTES. EL TRABAJO DEL CENTRO FEDERADO IMPLICA
FORTALECER CADA BASE SENSIBILIZANDO EN ELLAS LA IMPORTANCIA DE SU
CONSTRUCCIÓN. SIN LOS ESTUDIANTES NO SE PODRÁ HACER NADA SERIO O
IMPORTANTE: CON LOS ESTUDIANTES TODO, SIN LOS ESTUDIANTES NADA.
ORGANIZACIÓN PARA LA LIBERACIÓN ESTUDIANTIL Y DEL PUEBLO.

- DETERMINAR A QUE SECTORES CLAVES SE ORIENTARÁ EL DISCURSO Y


COORDINACION POLITICA. NO PODREMOS SOLOS, DEBEMOS HACER ALIANZAS
POLÍTICAS Y DISTRIBUIRNOS EL TRABAJO POR ESCUELAS, BASES, ETC.,
CONSENSUANDO LÍNEA DE TRABAJO: OBJETIVOS, ESTRATEGIA, TAREAS, PERO DE
ACUERDO A LA REALIDAD O NECESIDADES DE LAS BASES. ESTO ES LA UNIDAD DE
DIRECCIÓN POLÍTICA DE LOS GREMIOS A CARGO DE LOS ELEMENTOS Y
ORGANIZACIONES POLÍTICAS: UNIDAD EN LA ACCIÓN, UNIDAD PARA LA
REVOLUCIÓN.
- DETERMINAR QUE TENEMOS QUE ALCANZAR POLITICAMENTE EN ESTA ETAPA DEL
PROCESO Y TAMBIEN A NIVEL DE MASAS QUE DEBEMOS OBTENER COMO
RESULTADO. DEBEMOS SER HONESTOS Y PLANTEAR LO QUE SE PODEMOS HACER
ANTE LA NECESIDAD DE LAS MASAS.

- DEBEMOS TENER EN MENTE QUE LAS IDEAS CLAVES GENERALES SON LAS
SIGUIENTES: CONCIENTIZAR, ORGANIZAR, MOVILIZAR Y POLITIZAR, SIEMPRE SOBRE
LA BASE DE NUESTRA LÍNEA POLÍTICA GENERAL, COMO TAMBIEN DEL DIÁLOGO Y
CONSENSO CON LOS SECTORES DEMOCRATICOS, PROGRESISTAS Y
REVOLUCINARIOS DE LAS BASES, PERO EN LUCHA CONTRA LOS QUE NO LO SON Y
ESTAN EN BASES.

SIN BASES ESTUDIANTILES NO SOMOS NADA. SON LAS MASAS LAS QUE LE PONEN VIDA A LAS
ORGANIZACIONES, LAS QUE CONSTRUYEN SU AGENDA, LAS QUE LES DAN EL RITMO A SU
DEVENIR COTIDIANO. SON LAS MASAS LAS QUE HACEN LA HISTORIA Y NOSOTROS COMO
PARTIDO REVOLUCIONARIO SOMOS PARTE DE ELLAS.

¡JUVENTUD QUE LUCHA!


¡REBELDE ES EL CAMINO!

¡EL CHE ES NUESTRO EJEMPLO!


¡VENCER NUESTRO DESTINO!

¡DISPUESTOS A LUCHAR!
¡DECIDIDOS A VENCER!

L. Jarrín
Lima 03 de mayo de 2014

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