Apodado en aquella época como „el hombre de ojos rayos X”, pronto fue llamado a Moscú, al
Servicio de Aviación Federal donde se encargó de la seguridad de los vuelos del gobierno. Aunque
a finales de la década de los 80 defendiera su primera tesis doctoral, su destino visiblemente no
era la investigación: la vida real reclamó la utilización práctica de sus talentos extraordinarios. A
mediados de los 90 el Centro de Preparación de Cosmonautas requirió de sus servicios y poco más
tarde le tocó realizar una tarea muy especial.
Su momento estrella en esta actividad llegó en septiembre de 1997 cuando desde el Centro de
Vuelos Cósmicos asistió el acoplamiento de la estación del transbordador norteamericano Atlantis
a la Estación Espacial MIR indicando defectos que de no ser corregidos gracias a su advertencia
habrían provocado el fracaso de aquella compleja operación tecnológica.
Grabovoi no sólo utilizó sus dones para esta actividad. Su contribución a la salud humana – a
través de la sanación de centenas de personas de enfermedades supuestamente incurables y que
incluían logros tan particulares como la regeneración de órganos quirúrgicamente extirpados,
demostrada en cada caso mediante diagnósticos de médicos alopáticos alopática y documentos
notariales – le granjeó también el reconocimiento oficial. La Academia Rusa de Ciencias le
condecoró con la Medalla de Plata de la “Orden de Pavlov” por su contribución a la esfera de la
salud y el gobierno con la Medalla “Pedro el Grande”, por su extraordinario aporte „al
renacimiento de la ciencia y la economía en Rusia”.
La prevención de una catástrofe en una central nuclear de Bulgaria en 1999 forma parte también
de sus logros más conocidos, que se suman a la materialización y teleportación de objetos y otros
hechos habitualmente catalogados como „milagros”... que a su modo de ver no tienen nada de
sobrenatural, siendo simplemente „incomprendidos todavía para la ciencia oficial” que apenas
está empezando a atisbar las inmensas posibilidades que se abren cuando se trabaja desde el
nivel de la información.
Su mayor contribución al futuro de la Humanidad, sin embargo, está en sus “Enseñanzas sobre la
Salvación y el Desarrollo Eterno”. En las mismas, aboga por la participación de cada individuo en
los esfuerzos de proteger a la Tierra de una catástrofe global y ofrece métodos prácticos y
aprendibles para la utilización de la conciencia humana como instrumento de control y
armonización. Su objetivo es preparar a la conciencia colectiva – cada vez menos rígida gracias al
despertar masivo en la actual etapa de la evolución del género humano - para que acepte la
posibilidad de la vida eterna en el cuerpo físico en la que el funcionamiento del organismo se
fundamente ya en procesos espirituales en lugar de bioquímicos.
Su saber enciclopédico que lo coloca a la altura de genios del siglo XX como Albert Einstein o
Nicola Tesla y la profunda humanidad de su cosmovisión no sólo le enfrenta a la ciencia
newtoniana y al materialismo reduccionista, sino también a los engendros de una civilización en
crisis como la fusión hombre-máquina como supuesto camino hacia el futuro. Los seres
espirituales que estamos viviendo una experiencia humana no hemos aprovechado todavía ni
siquiera un por ciento de nuestro inmenso potencial creador dentro del cuerpo físico. Por eso no
hay razón para someternos a una nueva esclavitud en lugar de utilizar nuestro vehículo biológico –
que su teoría trata como una parte más de nuestra alma eterna - para desplegar, confiados, todas
nuestras capacidades creando una nueva civilización de base espiritual y colaborativa.
Por ideas menos herejes que lo expuesto en sus Enseñanzas, en la Edad Media otros han ido a la
hoguera. Hoy se viven otros tiempos pero estar a la vanguardia de la ciencia no es nada cómodo
e implica riesgos profesionales y personales que sólo saben enfrentar las mentes más preclaras
cuando unen su conocimiento académico con profundas convicciones espirituales. Aunque – a
pesar del reconocimiento de su actividad - el propio Grabovoi también haya recorrido ya su
propio viacrucis , la amplia divulgación de su obra a nivel global acabará por asegurarle al final un
lugar digno entre los grandes maestros del siglo XXI.
En este articulo vamos a indicar diversas secuencias numéricas del Dr. Grabovoi muy útiles para
Detrás de cada número está la estructura vibracional correspondiente. Lo mismo puede decirse de
la
secuencia de números … y el enfoque en la secuencia indica la aÙnación. Del mismo modo que
sucede con
Puedes utilizar las siguientes secuencias para la armonización especiÙca que necesites: