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TITULO: FUNDAMENTOS TEORICOS QUE AVALAN LA

INTEGRACION POLITECNICO-FAMILIA PARA LA EFICIENCIA EN EL


CICLO

AUTORES: M.Sc. EPIFANIO DE JESUS CALA GARCIA


M.Sc. FREDESVINDA MACHADO BARVERY
Lic. GONZALO FLORENTINO FIGUEROA LINARES.

CENTROS DE PROCEDENCIA:

INSTITUTO POLITECNICO DE INFORMATICA “GRAL. LAZARO


CARDENAS DEL RIO”

SANTA CLARA. VILLA CLARA. CUBA

FACULTAD DE TECNOLOGIA DE LA SALUD. INSTITUTO SUPERIOR


DE CIENCIAS MÉDICAS “Dr. SERAFIN RUIZ DE ZARATE RUIZ”.

SANTA CLARA. VILLA CLARA. CUBA

2006

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FUNDAMENTOS TEORICOS QUE RESPALDAN LA INTEGRACION POLITECNICO-
FAMILIA PARA LA EFICIENCIA EN EL CICLO
Introducción
Entre los indicadores que evalúan la eficacia del desempeño en la actividad
educacional de directivos, funcionarios, docentes y no docentes; organizaciones
políticas, de masas y estudiantiles, de las entidades empleadoras, de la familia y la
comunidad, es la Eficiencia en el Ciclo uno de los más importantes, pues permite
conocer cuántos alumnos de los que comienzan su preparación egresan graduados
para enfrentar las exigencias sociales desde el nivel científico-técnico-político-
ideológico adquirido en el período de preparación.
En estudio realizado para rendir cuenta del proceso docente-educativo en los institutos
politécnicos de la provincia de Villa Clara, se pudo constatar que el indicador Eficiencia
en el Ciclo, en los últimos seis cursos (2000-2006), es del 64.3 %, valor que expresa
que de cada 100 estudiantes que matriculan en los politécnicos el 40% no culminan los
estudios.
Esto constituye una contradicción en la época actual que tanto se necesita de sujetos
capacitados para enfrentar y dar solución a los problemas que se presentan en la
sociedad en las esferas productiva y de servicios, así como en la Educación Superior.
Ello ha conducido a la búsqueda de soluciones metodológicas referentes a la formación
de los educandos y a la preparación del personal docente para tales fines. De ahí, que
una de ellas sea, la creación de un grupo de acciones que a partir del año 2000 se
acometen junto a las empresas empleadoras, destinadas a consolidar la estrategia para
la formación técnica y profesional de los estudiantes que evidencian la prioridad que el
Estado y Gobierno cubanos le ha brindado a la Educación Técnica y Profesional en el
país, lo cual se materializa además, en el desarrollo del “Proyecto de la Escuela
Politécnica Cubana” que tiene entre sus objetivos específicos: diseñar un “Modelo de
Integración escuela-entidad productiva-comunidad” y elaborar una metodología en
función de lograr la elevación de la eficiencia en la organización escolar de acuerdo a
las particularidades de cada territorio, al contexto socio-económico y a las propias
tradiciones de la Educación Técnica y Profesional.

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Sin embargo, no se aprecian estudios científicos dirigidos a dar solución a la
problemática existente referida a la elevación de la Eficiencia en el Ciclo de los
politécnicos, que en cuya solución están involucrados, tanto, la misma entidad docente,
las productivas y de servicios; la comunidad, así como las familias de los estudiantes.
De esta situación problémica que se presenta con los valores bajos que exhibe la
Eficiencia en el Ciclo de los politécnicos, inclusive después de estarse aplicando las
transformaciones educacionales en esta Educación, se jerarquiza a la integración
politécnico-familia como vía que influye decididamente en su elevación.
Históricamente la familia ha sido objeto de estudio desde muy diferentes aristas y por
profesionales de diversas ramas de las ciencias, pero por el acercamiento al tema que
se aborda en este trabajo científico destacamos las concepciones de los fundadores del
marxismo, C. Marx y F. Engels, en relación con sus teorías materialistas acerca del
papel de la familia en la vida de la sociedad y en el desarrollo de la personalidad
humana, así como los postulados de los pedagogos: J.A. Comenius, J. Rosseau, J.E.
Pestalozzi, F.Froëbel y M. Montesson, acerca del papel de la familia en la educación de
sus hijos.
En el ámbito internacional, la significación de la educación, el desarrollo y la atención
integral de los adolescentes y jóvenes, y particularmente en el contexto familiar, son
temas frecuentemente estudiados.
En Cuba, desde los inicios del proceso revolucionario, la política educacional trazada
por el Estado ha contemplado entre sus planes la educación de las familias, la cual ha
estado basada esencialmente, en nuestras tradiciones más genuinas, legadas por
representantes destacados de la filosofía, la educación y la cultura de siglos
precedentes, como J.A. Caballero, Félix Valera Morales, José de la Luz y Caballero y
José Martí Pérez.
Para el cumplimiento de esta misión se ha responsabilizado al Ministerio de Educación
y a otros organismos y organizaciones sociales del país, para que en conjunto, dirijan
su accionar hacia el perfeccionamiento de la relación Institución educacional-familia
como vía necesaria y decisiva en la formación de las nuevas generaciones.

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Desarrollo
En el presente trabajo de investigación y dada la situación problémica que se presenta
con la Eficiencia en el Ciclo de los politécnicos en la provincia de Villa Clara, y
conociendo que hasta estos momentos la simple relación de la escuela con la familia no
ha resuelto completamente el indicador de eficiencia problematizado. En esta
investigación se asume el concepto elaborado por el Dr. Raúl Pérez Ortiz (2002) en su
tesis doctoral, el cual define: “La integración es un tipo peculiar de complementación,
donde determinado agente aglutinador, por medio de la síntesis de determinados
elementos, que concurren en cierto contexto, produce el logro de una aspiración, que
no se alcanza ni con la participación independiente de los integrandos, ni con la simple
superposición de los mismos.
Se trata, por tanto, de una situación problémica centrada en dos direcciones:
 La integración politécnico-familia para la Eficiencia en el Ciclo de dichos centros
educacionales.
 El esclarecimiento de las acciones a desarrollar e integrar por los factores
involucrados en la orientación vocacional y profesional de los educandos para la
Eficiencia en el Ciclo.
La situación problémica expuesta y la necesidad de buscar una vía de solución a la
Eficiencia en el Ciclo, nos sitúa ante el siguiente problema científico:
¿Cómo contribuir a la elevación de la Eficiencia en el Ciclo en los politécnicos de Villa
Clara?
Papel de la escuela como agente director para la integración con la familia
Un rápido análisis nos permite afirmar que, hace unos pocos años, las familias
contaban con elementos de solidez propios muy superiores a los actuales: tenían unas
con, ficciones más profundas, mayor estabilidad, menor estrés, más miembros y
mayores oportunidades de interacción entre ellos, etc. En la actualidad, las familias, a
pesar de sus mejores niveles de formación y educación, están más afectadas por
influencias sociales negativas, propias de la sociedad occidental y son más débiles en
su estructura, encontrándose inmersas, en muchos casos, en problemas reales que

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afectan a su estabilidad: carencia de ideales claros de vida, dificultades de convivencia
o ruptura del matrimonio, etc.
Esas familias necesitan más que nunca ayuda en su acción educativa profunda, y
deben encontrar colaboración e integración de acciones en el ámbito escolar, dentro de
un marco de confianza.
Una escuela no puede limitar su actividad a los campos que sean de su exclusivo
interés, sin atender a las necesidades de la familia. Esa peculiar relación de confianza-
servicio es característica de la escuela.
La relación que se entabla entre la familia y escuela es tan peculiar que sólo cabe
situarla en el marco de la confianza, es la escuela, como parte de la familia, una
prolongación suya, adquiriendo así su pleno sentido.
Esa relación de confianza es la que determina y da forma al binomio escuela-familia,
que debe estar marcado por una actitud de responsabilidad compartida y
complementaria en la tarea de educar a los hijos. Ello implica una verdadera relación de
comunicación donde los padres y maestros establezcan una vía abierta de información,
de orientación, sobre la educación de los hijos, exenta de tensiones por el papel que
cada uno de ellos desempeña.
Carácter director de la escuela en el proceso de socialización
El proceso de socialización del hombre adquiere una importancia especial en cualquier
tipo de sociedad “…pues resulta evidente que de la forma en que se conciban sus
resultados facilitarán o no el desarrollo de individuos preparados para una de las más
importantes facetas de la vida: la convivencia consigo mismo, con los demás y con la
sociedad. (Núñez, E., 1995).
El valor de la socialización radica no solo en hacer del individuo un ser social, sino
como mediante la interacción social se forma el individuo lo que hace posible la
apropiación de los contenidos socialmente significativos para desarrollarse como
personalidad.
La misma comprende tres procesos íntimamente relacionados:
a) Afectivos (orientados hacia la formación y el mantenimientos de los vínculos
afectivos y sociales con las personas).

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b) Cognitivos ( dan lugar a la interiorización y conocimiento del propio” yo” del
sujeto implicado, así como la relación “yo y otros”) necesaria para las relaciones.
En fin con el conocimiento de si mismo, del rol de las personas.
c) Comportamientos (favorecen la adquisición de determinados hábitos de las
interacciones interpersonales, permite disponer de estrategias
comportamentales, conversaciones, resolución de problemas, conflictos, nuevos
amigos), lo que se aprende en la convivencia, son fácilmente modificables.
Se impone la realización de ajustes en la acción de la escuela para lograr la
coordinación de esfuerzos al asumir un papel determinante dirigido a:
 Enfatizar en las transformaciones del quehacer pedagógico, orientándolos
hacia el fomento de la educación más que el de la instrucción.
 Transformar la institución escolar en una potencia que contribuya al
desarrollo de la creatividad y la autonomía de los educandos, la familia y
de los profesores para el enfrentamiento de las soluciones educativas.
 Promover la comportación familiar y escolar de acorde con las
condiciones concretas que posee cada agente y actor para la
implementación de acciones conjuntas.
 Reforzar la atención y relación con las organizaciones de la institución
escolar como escenarios que contribuyan a preparar al joven para la vida
social.
Así, en el mundo contemporáneo la escuela actual es objeto de nuevas demandas que
abren nuevos caminos y posibilidades prometedoras para la formación moral y social.
Por ello se requiere de un proceso de socialización flexible, abierto e integrado para
poder responder a las exigencias sociales. Los doctores en Ciencias Pedagógicas y
Psicológicas Diego González Serra y Amalia Amador Martínez proporcionan valiosas
reflexiones acerca de la influencia de este en la educación y desarrollo de la
personalidad.
Para González Serra el proceso de socialización no es algo que ocurre de modo
abstracto para dar lugar al desarrollo del individuo sino que como él expresa:
“… en la determinación de los fenómenos psíquicos es necesario enfatizar tanto en su
determinación externa (socio-histórica en el hombre) como su automovimiento o

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autorregulación (su transformación en dependencia de contradicciones internas;
inherentes al propio psiquismo) y que ambas facetas de la determinación de lo psíquico
se penetran o influyan recíprocamente; la determinación externa incluye en si el
automovimiento y viceversa y la conduce al otro, es el punto de partida del otro y
viceversa. (González, D., 1994).
Tales ideas apuntan a destacar la acción del medio social y la propia habilidad del
sujeto para formarse como ser humano. Además, enfatiza el papel que para dicho
desarrollo tienen los factores sociales en la apropiación de los contenidos significativos
para constituirse como personalidad.
Resulta interesante en el concepto de socialización que ofrece Amelia Amador, quien
entiende por socialización:
“… como el conjunto de procesos sociológicos, pedagógicos y psicológicos por los
cuales el individuo en la asimilación de la experiencia social incorpora a diferentes
actividades, participa con otros, se implica en su ejecución, establece relaciones y se
comunica, todo esto en función de las expectativas y representaciones que como
miembros del grupo de que se trate va desarrollando, de los conocimientos,
sentimientos y actividades que él se va formando al respecto, con lo cual reproduce,
modifica o crea nuevas expectativas que a su vez dan lugar a su práctica en una
dirección cada vez más reflexiva y autodirigida como heredero o representante de las
conquistas de la humanidad, de la región y país en que vive, de la provincia,
comunidad, grupo, familia de que es miembro, como sujeto que se desarrolla.(Amador,
A.,1999).
Esta definición lleva implícita la idea de que en el trabajo del educador debe analizarse
los aspectos fundamentales de la personalidad de los educandos como
representaciones o unidades integradoras de su funcionamiento y de las tendencias de
su desarrollo que se ponen de relieve en el campo de sus valoraciones, relaciones y
comunicaciones bajo determinadas condiciones de vida y educación.
También es evidente, que es la escuela la encargada de dar dirección a las formas de
socialización.
En la tesis doctoral la Lic. Marcelina Hernández Ortiz plantea que:

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“…representa un reto para la educación encausar el perfeccionamiento de la acción
socializadora, lo cual es viable si mediante la integración escuela-familia se:

0 Instrumentan las vías metodológicas más adecuadas para la introducción del


proceso de socialización en la práctica, a fin de alcanzar mayor coherencia e
integración en las influencias y accionar educativo.
 Profundiza en hechos y fenómenos pedagógicos que junto a hechos y
fenómenos de otra naturaleza en los que interactúa a partir de su carácter
eminentemente social, propicia el abordaje de la realidad en sus múltiples
dimensiones y contribuye al mejoramiento de la práctica educacional y social.
 Establecen nuevos modelos educativos acordes a las necesidades actuales que
incluyan las acciones de cambio para la transformación del proceso pedagógico,
la labor de profesores, los vínculos con la familia con un carácter integrador.
 Concibe el enfoque del proceso de socialización en el carácter activo de los
agentes socializadores y sujetos de socialización sobre la base de la
comunicación participativa y el accionar integral que debe caracterizar a la
escuela, la familia y la sociedad en general.
 Crea un grupo de trabajo integrado para el establecimiento de coordinaciones e
integración de los principales factores que intervienen en la acción educativa de
socialización mediante la implantación de vías y formas encaminadas a vincular
la escuela y la familia”.
Aspectos con los cuales este autor se afilia y los considera aplicables en la
investigación actual.
La escuela como organización
Uno de los aspectos más importantes de la escuela es observarla como una forma de
organización, y reflexionar sobre el hecho de que el alumno aprende en ella esa forma
de organización social típica de esa escuela y sociedad en que se educa.
El término organización posibilita acoger una enorme variedad de estructuras,
interacciones, objetivos, funciones. Dentro de esa variedad y complejidad hay dos tipos
de intereses comunes: el elemento básico y los elementos de trabajo. (Freemont, E.,
1993).

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El elemento básico son las personas, cuyas interacciones componen la escuela como
organización.
La condición necesaria para su existencia es la interacción que se produce con los
miembros del radio de acción. El propio éxito o fracaso está determinado por la calidad
de las interacciones para alcanzar los objetivos previstos. Las interacciones constituyen
la expresión de las personas y se pueden describir en cuatro niveles diferentes. Son
menos personales a medida que se hacen más elevadas. (Miardi, A., 1997).
Niveles de interacción entre el espacio interno y externo de la escuela
0 Individuales. Es el más viable e inmediato. La actividad de cada uno (alumno,
profesor, directivo) está en parte determinada por la actividad del otro.
1 Existe una influencia recíproca y cada miembro de la escuela evoca una
respuesta física o mental a los otros miembros.
2 Entre los individuos y la escuela como organización Los individuos y la escuela
están en constante interrelación y toman continuamente decisiones adaptativas para
permanecer en equilibrio con el entorno. El flujo de información es esencial para el
proceso de tomar decisiones y coordinar esfuerzos. La escuela como organización
engendra una compleja dinámica interna dentro de la cual los individuos son inducidos
a tomar parte: los individuos se integran, se capacitan, pasan a ocupar y desempeñar
las responsabilidades de acuerdo con el status que ocupan y a su vez los individuos
obtienen por medio de su participación la satisfacción de determinadas necesidades.
3 Entre la escuela y las distintas estructuras y organizaciones que la componen.
Mantiene la institución escolar conexiones con las estructuras y organizaciones que
matizan su mundo interno, constituyendo un conjunto organizacional cuyos papeles se
engranan, entrelazan y son utilizados directamente para operar eficazmente.
Representa este nivel el horizonte más inmediato de las interacciones para el
cumplimiento del fin, objetivos y funciones sociales. El conjunto organizacional lo
integran el Consejo de Dirección, el Consejo Técnico, Grupo Operativo, los
Departamentos, los Colectivos de Asignaturas, los Claustrillos, los Consejos de
Escuela, de Aulas y las organizaciones políticas y de masas.
4 Entre la escuela y su entorno. Además de los vínculos con las estructuras y
organizaciones que conforman su medio ambiente más inmediato, la escuela también

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mantiene relación con las organizaciones, organismos y otras instituciones de la
localidad para la planificación, organización y desarrollo del proceso pedagógico, la
escuela, como sistema abierto, es profundamente influida por el entorno. Toda la
actividad de ella y de las propias organizaciones, organismos e instituciones está
condicionada por la permeabilidad o apertura al medio ambiente próximo o mediato, lo
que exige establecer mecanismos bidireccionales para abrirse a sus influencias.
Además, la escuela es una organización que aprende, por cuanto está invariablemente
relacionada con la siempre creciente velocidad de los cambios tecnológicos,
económicos y sociales que las organizaciones enfrentan. (Gairín, J., 1998).
Constituyen estos movimientos científico-técnicos, sociales y económicos una exigencia
para la escuela que tiene la capacidad de emprender un continuo proceso de cambio a
fin de poder cumplir las nuevas demandas y requerimientos socioeconómicos. Desde
este ángulo ha dominado por una parte el arte de adaptarse y producir cambios y, por
otra, el de preservar su propia dirección y identidad, dejarse influir por el entorno así
como ejercer una influencia sobre él que conduce al desarrollo.
Representa la clave de la organización que aprende. Si el proceso de aprender es a
través de la educación y la experiencia, la institución escolar es la máxima exponente
donde se pone en función el cumplimiento de esta tesis.
Si se considera la organización que aprende como aquella que posibilita el aprendizaje
de todos sus miembros y continuamente se transforma a si misma, se está resaltando
el valor del aprendizaje como base fundamental de la organización. La organización
que aprende exige, por su propia naturaleza, las estructuras y sistemas de
funcionamiento flexibles. A su vez, la institución escolar es una organización que
aprende a aprender desde el mismo momento que empieza a reconocer los problemas
por ella misma, reflexiona y toma decisiones para su solución. Esta le confiere la
posibilidad de ser competente y, sobre todo, mantenerse con resultados eficientes.
Aprender a aprender requiere potencial colectivo, siendo la estructura organizacional de
la escuela uno de los aspectos que la propicia.
Constituye este aspecto uno de los elementos fundamentales en el establecimiento de
la integración. Por otra parte, existen características distintivas en el proceso de
aprender de la escuela, que se acentúa cuando:

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 El proceso de aprendizaje se orienta a la resolución de problemas de la escuela
y la familia al determinarse, para qué aprender, qué debe aprenderse, cómo
debe aprenderse y quiénes deben participar.
 Existe variedad en los modos de actuación de los miembros de la escuela, así
como en la estructura de cada sistema para actuar y reflexionar sobre la práctica
educativa.
 Permite la existencia de contradicciones como fuerza motriz del desarrollo y los
conflictos se conciben como retos por afrontar.
 El aprendizaje se dirige hacia el desarrollo potencial para aprender, es decir, el
meta aprendizaje. La base es el autoconocimiento que cada escuela, familia,
posea de su labor educativa, en particular, en saber como y por qué encauzar la
educación de las nuevas generaciones.
 Parte del conocimiento individual de cada sistema como condición necesaria
para el aprendizaje conjunto a partir de la estructuración del trabajo por
modalidades grupales y responsabilidades individuales y conjuntas donde el
diálogo y una cultura orientada a las tareas flexibles y creativas.
El proceso de aprendizaje es continuo no segmentado, centrado en los problemas,
vinculado al contexto y afectando a todos los miembros de la organización, lo esencial
no es el aprendizaje individual, sino el aprendizaje de la organización. Su realización
supone la atención a cinco aspectos que actúan conjuntamente y que tienen que ver
con las capacidades de los miembros de esta y las características que les son
inherentes tales como:
0 Pensamiento sistémico y holístico.
1 Construcción de una visión compartida
2 Aprendizaje en equipos.
3 Cambios en los niveles mentales.
4 Creación de condiciones que permitan el desarrollo personal y profesional
adecuado.
Por supuesto, la escuela como organización constituye un sistema extremadamente
complejo y peculiar. No puede olvidarse este condicionante que exige un conocimiento

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profundo de su naturaleza, actitudes colegiadas para la actuación compartida y
prácticas contextuales.
Representa la institución formal encargada de posibilitar al individuo procesos y
experiencia educativos estables, permanentes y continúas, ella se revela compuesta de
actividades humanas en diversos niveles de análisis, personalidades, pequeños grupos,
intergrupos, normas, valores, actitudes, todo eso existe sobre un patrón
multidimensional. La idea de tratar la escuela como una organización da la medida del
sistema de interacción que lleva implícito, de los procesos de influencia mutua o
recíproca, de relaciones de interdependencia y ser un sistema abierto. En este sentido,
son válidos los criterios de Hebert Spencer cuando afirma que:
“… un organismo social asemeja a un organismo individual en los siguientes aspectos
esenciales: en el crecimiento, en el hecho de volverse más complejo a medida que
crece, en el hecho de que, volviéndose más complejo, sus partes exigen una creciente
interdependencia mutua, porque su vida tiene inmensa extensión comparada con la
vida de sus unidades componentes; y, porque en ambos casos hay creciente
integración acompañada por creciente heterogeneidad. (Ministerio de Educación
Superior, p.11).
Como puede apreciarse la escuela, entonces, es algo más de lo que usualmente se
piensa. Es un complejo social donde se establece la necesaria relación dialéctica de
tres elementos esenciales en el proceso educativo: individuo, familia, escuela.
.
La escuela como un sistema abierto
Se afirma por todos los entendidos que es la escuela el modelo más elevado de la vida
social y constituye un sistema porque:
0 Tiene definidos e interrelacionados el fin (encargo social), objetivos y funciones
que se expresan en el modelo del egresado.
1 Cada uno de sus componentes (alumnos, profesores, estructuras de dirección,
organizaciones) tiene una forma concreta de interrelaciones a través del proceso
pedagógico.

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2 Se aprecia la influencia o acción mutua de sus propios componentes en el efecto
de la labor pedagógica sobre los individuos, en la actividad del colectivo, de las
organizaciones políticas y estudiantiles.
3 Se relaciona ampliamente con la sociedad en el encargo social que determina
sus objetivos y a la que aporta sus graduados.
4 Tiene normas de funcionamiento que le confieren una identidad cultural.
5 Posee un enclave material espiritual que la identifica en el tiempo y en el
espacio.
Estas peculiaridades le confieren a la escuela la capacidad para cumplir el encargo
social y transformar la realidad educativa, La supervivencia como sistema no sería
factible sin un proceso continuo de entrada de recursos materiales y humanos, proceso
de transformación y flujo y salida, al formar un egresado que responda a los
requerimientos del entorno de la sociedad. Además, la organización interna de la
escuela es considerada como integrada por varios subsistemas importantes.
Desde esta perspectiva cada subsistema ocupa un status y desempeña un rol
específico que hacen de la escuela una entidad interna integrada, para cumplir la
función que la sociedad le ha asignado.
Esto es realizable si cada uno en sí y en su conjunto se caracteriza por:
 Poseer los conocimientos y habilidades requeridos para el desempeño de la
labor pedagógica en general y de cada subsistema en particular, para cumplir las
tareas y aprovechar los recursos materiales y humanos.
 Demostrar los sentimientos, valores, actitudes, expectativas y aspiraciones de
sus miembros y el entorno con la finalidad de crear un clima psicológico
favorable que contribuya a establecer el sistema de influencias necesario para
realizar las actividades y desempeñar las funciones.
 Adoptar vías y formas en el cumplimiento de las tareas para la formalización de
las relaciones con en el entorno inmediato y mediato.
La escuela puede y debe ser agente de cambio en la familia, a su vez, esta última
interactuar en los procesos formativos que se dan en la primera. Se trata de que la
escuela se proyecte a la familia y para la familia, perfeccionando ininterrumpidamente el

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sistema de influencias que sobre esta ejerce y, de hecho, sobre los alumnos. Esta
condición se cumple cuando la escuela es capaz de:
 Dar respuesta a las necesidades y expectativas de estudiantes, profesores, y
familia.
 Conocer la evolución de las variables del entorno para poder organizar
objetivamente el proceso pedagógico.
 Analizar las capacidades internas de la escuela para establecer realmente las
ventajas, desventajas, oportunidades y amenazas a partir de la relación causa-
efecto que motiva la integración escuela-familia.
Es necesario meditar hasta que punto y en que forma se lleva a cabo el intercambio
entre profesores, directivos y familias para que se produzca el crecer físico-espiritual de
unos y otros, y la formación recíproca como sujetos sociales.
Independientemente de los problemas y contradicciones específicas que la escuela
confronta en su quehacer diario, es ella quien debe rectorar el proceso de
interrelaciones e integración como institución capacitada para afrontar las
contradicciones que genera el binomio escuela-familia.
Es desde el proceso pedagógico en primera instancia que la escuela puede lograr la
integración con la familia y así poder lograr influir en la conducta y actuación de los
alumnos y a su vez en el perfeccionamiento de la propia integración. La integración
escuela-familia constituye una estrategia pedagógica de tipo propedéutico para formar
al ciudadano adulto. Así Piaget, J. (1967) escribía que”… más que imponerse a los
niños un estudio complementario verbal de las instituciones de su país y de sus
deberes ciudadanos, está efectivamente muy indicado aprovechar los tanteos del niño
en la constitución de la ciudad escolar para informarle sobre los mecanismos de la
ciudad adulta.”
Es imprescindible determinar las características esenciales del proceso de aprendizaje
de la familia donde se destaque el papel protagónico de la escuela. En tal dirección se
exponen lo siguiente:
 Organización del conocimiento informal de la familia a través de los hechos de la
vida cotidiana.

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 Estudio de las relaciones entre las estructuras que no aparecen directamente
perceptibles.
 Concepción de la familia como un sistema dinámico, evolutivo, involucrado en
constantes cambios.
 Conocimiento y utilización de recursos con los que cuenta la familia para hacer
valedero el principio de aprender a aprender.
 Estudio de la familia con sus virtudes y defectos a través de una posición
transformadora.
La puesta en práctica de la investigación demostrará que es innegable el papel de la
escuela para integrarse con la familia e influir en la transformación de los alumnos y
modificar la eficiencia de la escuela.
Requisitos para integrar la familia a la escuela
 Tener en cuenta la diversidad.
 Aplicar métodos de aprendizaje de participación y colaboración activa.
 Proyectar acciones coordinadas, interesantes y creativas.
 Precisar los objetivos y las tareas (funciones) a cumplir por cada factor.
 Realizar encuentros prácticos entre los representantes de cada uno de los
sistemas.
 Satisfacer las prioridades, intereses y expectativas de los miembros que integran
el área de influencias.
 Contribuir a la formación de un pensamiento flexible que refleje las
contradicciones objetivas de su entorno y provoque una relación de compromiso
con la realidad.
 Desarrollar una ética profesional en las relaciones y comunicación entre actores
y agentes socializadores.
 Potenciar el funcionamiento de las estructuras y órganos de dirección,
organizaciones en función de la integración escuela-familia.
La escuela como núcleo potenciador de la integración con la familia ha de
comprometerla en la educación de sus hijos y en el cumplimiento de su función
educativa en cuatro niveles:
1. Se dirige a compartir información básica entre la escuela y la familia.

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2. Se encamina a incorporarse a programas de participación y colaboración
integrada estableciendo sistemas de comunicación desarrolladores.
3. Se destina a asumir responsabilidades de forma activa, disminuyendo la
discontinuidad y desencuentros entre escuela y familia.
Se orienta a la educación recíproca entre familia y educadores
Papel de la familia en la formación de las nuevas generaciones.
A pesar de que la escolarización supone una ampliación considerable de los contextos
educacionales externos al hogar, cobrando una importancia creciente; la familia
continúa teniendo una influencia decisiva sobre el desarrollo psicológico de los niños,
adolescentes y jóvenes, lo que se aprecia en diferentes dimensiones evolutivas (logro
escolar, motivación al logro, socialización de valores, etc.). (Lorenzo, 2003).
La obra de los clásicos del marxismo permitió comprender a la familia como una
categoría histórica, al analizar su papel en la formación de las sociedades y resaltar la
importancia y trascendencia como institución social.
En primer plano enunciaron que la producción y reproducción de la vida material de
cada persona, la producción del hombre mismo se concreta en el medio familiar. Al
respecto Federico Engels apunta: “... El orden social en que viven los hombres en una
época histórica y en un país determinado está condicionado por esas dos especies de
producción: por el grado del desarrollo del trabajo por una parte, y de la familia por la
otra parte”. (Engels, F (s.a.)). Al respecto, (Comenius, 1983) planteó refiriéndose a la
importancia de la familia sentenció: “…corresponden, naturalmente, a los padres; los
cuales ya fueron autores de la vida natural, deben también serlo de la vida racional,
honesta y santa”.
La familia es una institución mediatizadora inicial y duradera de la relación sociedad-
individuo que refleja las tendencias macrosociales en todos los órdenes desde el
cultural hasta el económico, pasando por las dimensiones psicológicas, políticas y
sociales. La sociedad determina aspectos medulares de la vida familiar y, a su vez, la
familia condiciona en sus descendientes importantes cualidades de la personalidad, es
decir, ella desempeña de una manera muy singular el rol del vínculo entre lo social y lo
personal. Tales pensamientos obligan a expresar que en el universo educativo, la
familia, por diferentes razones, ocupa un lugar central. Entre las principales

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características de la familia que señalan la necesidad de la integración con la escuela
se encuentran:
 Por ser un contexto de referencia permanente del ser humano.
Este marco referencial puede influir de manera positiva o negativa en dependencia de
los patrones morales asumidos, el modelo de familia, el tipo de funcionamiento familiar,
la manifestación del profesional educativo en relación con la comunicación, el proceso
de individualización, el conocimiento de las características psicológicas de los
miembros y el grado de contacto con la escuela y el macromedio.
 Orienta e influye la inclusión de sus miembros en diferentes actividades de su
radio de acción y sociales.
La familia constituye el contexto donde se toman decisiones sobre la participación de
sus descendientes en las diversas instancias y actividades educativas. Son los padres y
las madres quienes suelen introducirlos en las otras instituciones y ello es positivo para
su integración en el nuevo entorno.
Se parte en todo momento de considerar, por eso, a la familia como una institución
social desde su carácter como sostén biológico, afectivo, económico del sujeto y a la
vez por su dinámica interna, como un grupo a través del cual el sujeto adquiere las
cualidades primarias de subjetividad que lo distinguen como ser social, portador en sí
mismo de las características principales que lo enmarcan como perteneciente a un
determinado régimen social.
 Está representada en los Consejos de Escuela y de Aula lo que constituye un
eslabón importante para el cumplimiento de la labor formativa de la familia y la
escuela.
La incorporación de la familia en el Consejo representa una vía para apoyar la labor
educativa encaminada a la formación de hábitos culturales, laborales y de convivencia
social entre otros, interesar a los padres y/o tutores en la adquisición de conocimientos
pedagógicos para una correcta educación en el hogar y aunar esfuerzos con el
colectivo pedagógico y directivos de la escuela y organizaciones para el desarrollo de
actividades, a su vez la familia, como representante de una organización social
constituye un sistema abierto, que se define como: “…aquel que intercambia
información energía o material con su medio ambiente(…) sus límites están

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determinados primordialmente por las funciones y actividades de la organización; tiene
la tendencia a alcanzar niveles más altos de diferenciación y especialización. Puede
lograr sus objetivos con principios diversos y distintas actividades internas, de tal forma
que no está limitada por la simple relación de causa y efectos de los sistemas
cerrados”. (Freemont, 1993).
Al respecto el Doctor Carlos Álvarez de Zayas (1999) en su obra “La escuela en la
vida”, expresa: “… que las organizaciones e instituciones sociales son consideradas
como sistemas, es decir, como un conjunto de componentes que se caracterizan por su
cualidad resultante, composición y estructura y relación con el medio ambiente”.
La institución familiar como un sistema abierto
Cada familia, como todo sistema, tiene una estructura determinada que se organiza
teniendo en cuenta demandas, interacciones y comunicaciones que se dan en su
interior y con el exterior.
Esta estructura se forma a partir de las pautas transaccionales de la familia, que se
repiten e informan sobre el modo, el momento y con quien se relaciona a cada una.
Dichas pautas regulan el funcionamiento de la familia, que intenta mantenerla todo el
tiempo que puede. Cuando a causa de factores intrafamiliares o extrafamiliares se
producen desviaciones, la familia puede oponer resistencia al cambio por miedo o
romper su equilibrio (homeostasis).
Dentro de la familia hay diferentes subsistemas y al mismo tiempo se relaciona con
sistemas sociales diversos. Entre todos los sistemas y subsistemas existen límites más
o menos dirigidos y flexibles, que protegen el funcionamiento y mantenimiento de la
estructura. Para desarrollarse de manera funcional, la familia ha de proteger la
integridad del sistema total y la autonomía de los diferentes subsistemas, Tiene que
haber un grado correcto de permeabilidad en los límites; tanto en un extremo como el
otro pueden en principio generar dificultades. Otro aspecto importante desde la
perspectiva sistémica es el contexto histórico-familiar e ideológico. Las familias van
creando su identidad y la manera de hacer según las ideologías, creencias e historias
anteriores.
Es un sistema autodirigido con cierto grado de conciencia colectiva de los miembros.

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Se consideran las ideas de Alicia González al puntualizar que la familia como
sistema:”… significa interpretar como unidad sus distintos componentes, las
interrelaciones de sus miembros, el intercambio de sus opiniones, la correlación de sus
motivaciones, la elaboración o ajuste de sus planes de vida. La unidad del sistema
familiar es realmente un procesos dinámico que va desarrollándose a lo largo del ciclo
vital, con etapas de grandes cambios y otras de relativo equilibrio” (González, A., 1997).
Por tal motivo, la familia no se encuentra encerrada en si misma en el proceso de
crecimiento interno: la familia es un sistema abierto y recibe continuamente la influencia
de otros grupos sociales, como la escuela. El carácter abierto no solo se manifiesta en
los intereses como grupo humano, planes de vida, y las posturas que adopta se
corresponden en cierta medida con las influencias educativas señaladas, sino también
en la relación activa con el medio inmediato.
Como sistema abierto tiene múltiples intercambios con otros agentes educativos, por
ejemplo, la escuela actúa sobre el sistema familiar tanto a través de la educación que le
da al hijo, como por la influencia que ejercen directamente sobre los padres. Además, el
sistema familiar actúa sobre la escuela en la medida que el hijo es portador de diversas
actitudes, comportamientos e incluso orientaciones valorativas que reflejan el medio
familiar. (González, A.1997).
La entidad familiar, entonces es un excelente instrumento para la reproducción de la
sociedad, tanto en el plano estrictamente organizativo (donde se enseñan y ejercitan los
distintos papeles sociales), como en el establecimiento de una relativa continuidad
ideológica y del sistema de valores sociales y actividades básicas.
Es de interés hacer referencia al concepto de familia, pues en la práctica pedagógica
cotidiana se evidencia como muchos maestros y profesores tienen una concepción
estrecha de la familia en cuanto al lugar y posibilidades para la educación de los hijos y
los lazos concretos que unen la escuela y viceversa. El término familia ha sido definido
por varios autores cubanos como los doctores Arés Muzio, Rodríguez Rodríguez, que
toman como punto de partida la concepción de grupo, la expresión de las funciones
inherentes y el criterio de clasificación (cohabitacional, consanguíneo, afectivo,etc.). La
afiliación a la concepción de Julián Rodríguez sobre el concepto de familia se efectúa
teniendo en cuenta los elementos expuestos, el énfasis en la función educativa y la

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referencia a la personalidad como área vital lo que coincide con el papel que se le
atribuye al contexto familiar desde el punto de vista educativo.
Este autor asevera que “… la familia es el pequeño grupo humano cuyos lazos de
parentesco y/o convivencia social forma un sistema peculiar, que cumple entre sus
funciones la de educar a sus hijos en la vida cotidiana familiar y formar cualidades de al
personalidad.” (Rodríguez, J., 1990).
Este concepto puede ser alcanzable en gran medida cuando existe la integración entre
la escuela y la familia.
Función educativa y formadora de la familia
Como expresa el Doctor en Ciencias Pedagógicas Fernando González Rey,”…los
sistemas esenciales de información de la personalidad (el vivencial y el conceptual)
deben avanzar de forma armónica sobre el desarrollo de formaciones y unidades
pedagógicas cognitivo-afectivo, bajo la influencia de la acción familiar.” (González, F.,
1990).
En este sentido, la familia debe tener una actitud activa y participativa, más allá de las
aportaciones puntuales de información sobre los hijos, en la medida que lo requieran
los maestros: esto es, trabajar conjuntamente en la orientación de la persona en orden
a un proyecto común de educación.
Si no se produce un acuerdo previo sobre cómo y para qué queremos educar a
nuestros hijos, la disfuncionalidad en la relación padres-maestros (escuela-familia), y en
el mismo proceso educativo, esta asegurada.
La familia representa la forma de relación y de acción más profunda sobre la
personalidad humana, adoptando a lo largo del desarrollo de la progenie nuevas formas
cualitativas, nuevos criterios valorativos y objetivos en la labor educativa, con el
propósito de evitar dificultades y enfrentamientos, aplicar métodos de educación y
búsqueda de alternativas para la solución de problemas de la vida familiar.
La función formativa tiene gran significado social y personal. En el seno de esta
institución el ser humano tiene la primera y más perdurable determinación social de su
personalidad en el desarrollo de la actividad y comunicación conjunta, el adulto
suministra la experiencia histórico-social acumulada de la cual los descendientes se
apropian.

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Diferentes investigaciones han constatado que existen factores que entorpecen o
limitan el ejercicio de la función formadora de la familia entre las cuales se encuentran:
condiciones de vida, irresponsabilidad paterna o materna, poca colaboración,
distribución desigual de tareas domésticas, exceso de tiempo a la función económica,
poco aprovechamiento de los espacios de contactos para la comunicación y no
cumplimiento de la atención tratamiento diferenciado y diferenciador a los miembros.
(Savater F.,1998).
Según Pedro Luís Castro “… se debe tener en cuenta que la familia cumplirá su función
formativa en la medida que las condiciones de vida creadas por la sociedad, las
relaciones sociales instauradas y el desarrollo de la conciencia social contribuyan a la
formación de un determinado modo de vida hogareño. Hay que enfocar el proceso
educativo familiar como la actividad de un grupo socialmente condicionado
comprendido en sus referencias socioclasista.” (Castro, P.L., 1996).
Sin embargo esta relación recíproca no siempre se tiene en cuenta, pues en el mundo
contemporáneo existe una diversidad de problemas relacionados con el abandono y
mal trato de menores, falta de información a la familia, desviada orientación sobre el
valor en los medios de comunicación, insuficientes programas de prevención primaria,
falta de promoción integral y concientización del papel de la familia en la sociedad.
El análisis del cumplimiento de la función educativa de la familia implica el balance
integral de los efectos que pueden imputársele, tanto en las relaciones intrafamiliares
como extrafamiliares, en razón de la formación de la personalidad de los hijos y de los
futuros miembros activos de la sociedad. Los resultados obtenidos por la familia con
respecto a la educación de sus hijos en todos los órdenes redundan en la incorporación
a la sociedad de un ciudadano consciente, con firmes convicciones; convencido de su
protagonismo y transformador en los distintos contextos de actuación en que
desempeña su labor.
La familia aporta elementos de gran significación para la formación de los individuos
que viven en su seno al menos en tres áreas: comportamientos sociales (afecto,
desarrollo individual, primeras relaciones interpersonales), aprendizajes básicos (se
producen los primeros y más básicos aprendizajes) y en el sistema de control del

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comportamiento (establecimiento de la disciplina, asunción a normas y valores) .
(Clemente, R., 1996).
En la actualidad las tendencias de cambios en la familia ponen en peligro en gran
medida lo anteriormente expresado. Entre estos se hallan: familias monoparetadas
(fundamentalmente mujeres), alto índice de divorcialidad, reensamblaje familiar,
actuación en un escenario de transformaciones socioeconómicas. Es necesario crear
nuevos referentes, nuevos espacios que fortalezcan su función educativa, su encargo
social. Es imprescindible un saber hacer.
La función educativa de la familia se potencia cuando se integra a la acción formadora
de la escuela como polea transmisora que concreta los objetivos de la sociedad
Conclusiones
El análisis de la escuela como núcleo potenciador y a la familia en su papel formador
para el establecimiento de un modelo de integración, permite arribar a las conclusiones
siguientes:
 Los contextos escuela y familia constituyen un sistema, como instituciones
sociales son representantes de los sistemas abiertos porque presentan una
estructura, límites, jerarquía, organización, funciones, un encargo social e
intereses entre sus componentes.
 Se encuentran integrados a la sociedad con la que conforman una unidad
dialéctica. Se manifiesta una estrecha relación con los efectos positivos o
negativos entre el medio ambiente sociocultural y la función educativa que
influyen en los medios de actuación que asume el escolar en cada uno de los
contextos en el que el se desarrolla como personalidad y en la participación
conjunta de los actores y agentes socializadores.
 El proceso de integración entre las influencias educativas permite la unidad de
criterios y acción para el cumplimiento de objetivos educativos en el desarrollo de
la personalidad escolar y en el fortalecimiento de la función formativa de los
agentes socializadores; si es considerada la escuela núcleo potenciador de la
integración con la familia.
 Cada contexto posee determinadas peculiaridades que propician la
materialización del vínculo con el entorno inmediato y favorecen su acción

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sinérgica que confluyen en la formación de cualidades de la personalidad y la
continuidad a escala pedagógica y social de la labor educativa
 Aún existiendo en la escuela y la familia características que les son propias y que
hacen que sean contextos diferentes, la experiencia en uno de ellos puede servir
como facilitador u obstáculo para la adaptación en el otro y teniendo en cuenta el
fin común de ambas instituciones sociales (educación de sus hijos). Tanto la
escuela como la familia son portadoras de las funciones que les asignaron y
estas son las que determinan principalmente cuales son los rasgos de la
personalidad que se acentúan y cuales son los que se transforman.
 La integración de acciones, por parte de los diferentes factores resulta
imprescindible para dejar una huella realmente desarrolladora en los sujetos, a
partir de que propicie, el aumento y profundización de la actividad de
conocimiento de los alumnos, un enriquecimiento de su vida espiritual, relaciones
y comunicación, un nivel más alto de independencia, un vínculo y arraigo más
fuerte con su entorno, una complejización de la actividad e implicación personal.
 La socialización y al educación son procesos formadores de la personalidad.
Ambos procesos al ser abordados por la escuela y la familia deben ser tratados
de forma integrada para que sus efectos no se contrapongan internamente en el
objeto de la educación y la socialización.

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