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MARCO DEL BUEN DESEMPEÑO DOCENTE (ENSAYO)

Si bien es cierto que el Ministerio de Educación, y a través los órganos


educativos, como El Consejo Nacional de Educación, el sistema Nacional de
Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa, conjuntamente con la
Defensoría del Pueblo, asimismo el SUTEP, el Colegio de Profesores y otros órganos
no gubernamentales, han impulsado El marco del Buen Desempeño Docente, pero
con políticas integradoras para tal fin que puedan tener un marco verdaderamente
positivo por parte de los Docentes.

Para el logro de ese Buen Desempeño Docente, se tiene que tener en cuenta,
los requerimientos necesarios y pertinentes para el logro del mismo. Las Municipales
tienen un rol importante en este marco; ya que son ellos los que tiene que brindar todo
tipo de apoyo a la Instituciones Educativas, aún más que son ellos miembros de la
Comunidad Educativa.

Las Municipalidades también deben invertir en capacitaciones en calidad de


la Educación, aspectos jurídicos de gestión, brindarles apoyo en los estudios de Post
grados a los Docentes de su judirección; de tal manera elevar la calidad profesional de
los Docentes y el resultado va a verse reflejado en cada ciudadano que egrese de
cada Institución Educativa, luego continúen sus estudios superiores ya con
capacidades y competencias, ampliamente definidas; porque hoy en día los educamos
a través de capacidades, lograr a que los estudiantes sean competitivos dentro y fuera
de su sociedad y su entorno inmediato.

En la escuela el Docente goza de su plena autonomía, esto está contemplado


en la Ley General de Educación, como también la Ley de Reforma Magisterial, pues
es la escuela que tendrá el firme rol de asumir responsabilidades propias de exhibir
una gestión democrática y líder en calidad Educativa, por parte de todos los Docentes,
bajo la tutela del Director, quien debe manejar la dirección con una gestión
democrática y justa, de tal manera le permita al Docente desarrollarse íntegramente en
su rol correspondiente.

La gestión de la escuela o Institución Educativa también tiene que buscar


aliados, como las empresas públicas y privadas, para que les brinden apoyo en el
mejoramiento de la Calidad Educativa a los Educando y por ende de los propios
Docentes, ahí veremos también reflejado el buen desempeño del Docente.

La escuela también debe brindar una convivencia inclusiva, acogedora en


mejora de las relaciones de la comunidad educativa y comunidad en general, sobre las
bases integradora, del respeto por la cultura, el derecho al pensamiento y la libertad en
expresar sus ideas. Convirtiéndose la escuela en un escenario estratégico para
asegurar los aprendizajes fundamentales de los educandos y el buen desempeño del
Docente.

También es indispensable que la escuela propicie una convivencia inclusiva y


acogedora, desde todo punto de vista, sobre la base del respeto, las buenas
costumbres y cultural de la comunidad, donde el rol de los padres contribuya también
al logro de la calidad educativa de toda la sociedad.

Cada Institución Educativa o escuela, está en la obligación de liderar los


mejores niveles de aprendizajes de sus educandos, por cierto, promoviendo el
pensamiento crítico y creativo, dentro de un marco de estado de Derechos y Deberes
que les competen como estudiantes de Educación Básica Regular.

En el caso del Director, debe ser una persona idónea con capacidades de
liderar en la escuela, centrado en los aprendizajes y en los procesos pedagógicos, de
tal manera que permite a sus Docentes a su cargo, brindar todo tipo de orientación y
oportunidades en la enseñanza aprendizaje, que maneje información apropiada sobre
el aspecto cultural, oportunidades laborales y productivas de la comunidad o localidad
de la Institución Educativa. Un Director con cualidades de crear siempre una
armoniosa convivencia en la Comunidad Educativa que conlleve al buen desempeño
de los Docentes, alumnado en general. Un Director con un verdadero espíritu de
saber compartir conocimientos y experiencias laborales y académicas con los
Docentes de la Institución Educativa a su cargo; motive siempre a los Docentes a ser
siempre innovadores, didácticos, comprometerse en el uso de la ciencia y la
tecnología; para así lograr el final el logro deseado, para el bienestar de la comunidad
educativa. Desde esta perspectiva se podrá obtener buenos resultados en un buen
desempeño del docente.

Una gestión que funcione democráticamente, que se centre siempre en su


accionar de los aprendizajes, una dirección pragmática en el sistema educativo y la
propia realidad educativa local y social.

Se promueva en el aula una convivencia y aceptación mutua, así como la


cooperación: de alumnado, padres de familia, docentes; el respeto por las diferencias
lingüísticas y físicas vengan de donde vengan. Que exista una verdadera valoración
incondicional de la identidad cultural de la localidad y por ende respeto a los derechos
de todos y todas. Confiar siempre en el aula, en las capacidades de los estudiantes y
así como sus posibilidades de aprender por encima de cualquier adversidad de su
entorno familiar, de grupo o la propia sociedad.

Considerar que cada alumno(a) es un(a) líder, de tal manera; despertar en


ellos tales cualidades de liderazgo, que cada uno es importante en el aula y fuera de
ella, dentro de su familia, en su entorno de grupo; en su sociedad.

En los procesos pedagógicos, el maestro debe estar inmerso continuamente


en la indagación e investigación de nuevas informaciones, que lo lleve a ser cada vez
a una mejor formación profesional. Propicien que los educandos educando aprendan
de manera reflexiva, crítica y creativa, haciendo uso continuo de diversas fuentes de
información y estrategias de investigación.

El maestro aprende también de manera colaborativa, propiciando que los


educandos trabajen en equipo, aprendiendo entre ellos, intercambiando saberes
previos y cooperando cada uno desde sus capacidades, tanto maestro y educando. El
docente en el aula hallará una diversidad de características individuales,
socioculturales entre los educandos, que le permitirá desarrollar sus competencias
como profesional idóneo.

En estos tiempos el maestro se convierte en agente de cambios e


innovaciones en el proceso educativo peruano, avacado siempre en la entereza por
ser cada vez óptima su labor pedagógica, afrontar a los nuevos retos de la ciencia y la
tecnología, que avanza a una gran velocidad. El maestro consiente de los grandes
cambios sociales, culturales y tecnológicos; no es ajeno a esos aspectos que son
fundamentales para desarrollar sus competencias como un gran profesional.

Responder a esta demanda específica sobre la función del maestro nos


confronta con un reto singular: realizar cambios en la realidad de la profesión docente,
es decir, en su identidad profesional, en su formación y su cultura, en los paradigmas
que guían sus prácticas pedagógicas. Los motivos del cambio son estructurales, pues
obedecen a transformaciones en la sociedad, en la cultura, en la producción del saber
y en la necesidad de contribuir, desde la educación, a la conformación de sociedades
más equitativas, democráticas y con altos niveles de desarrollo humano.

Son necesarios cambios profundos en la práctica de la enseñanza, en los


mecanismos para profesionalizar el trabajo docente y revalorar el saber pedagógico de
los maestros en la sociedad. Los docentes y la sociedad requieren afrontar de manera
concertada, colaborativa y sostenida. En esta orientación, se requiere concordar
previamente una visión específica de la profesión docente con los diversos actores
involucrados en el ejercicio, promoción, desarrollo y regulación de la docencia.

El rol del Docente es principalmente un ejercicio de reflexión sobre el sentido


de la profesión del maestro y su función en la sociedad, la cultura y el desarrollo con
equidad. Constituye un proceso de deliberación sobre las características de una
enseñanza dirigida a que niñas, niños y adolescentes logren aprendizajes
fundamentales durante el proceso de su educación básica, y aspira a movilizar al
magisterio hacia el logro de un desarrollo profesional permanente que garantice estos
aprendizajes.

Una nueva docencia para cambiar la educación en el Perú, es también una


necesidad de cambios en la identidad, el saber y la práctica de la profesión docente en
el Perú. Las profesiones son prácticas sociales que se concuerdan a partir de
necesidades específicas de una sociedad en un determinado momento histórico.
Cumplen una función social y poseen un saber específico sobre el que sus
practicantes tienen dominio. La importancia y prestigio de las profesiones y sus
practicantes están sujetos a las demandas y expectativas de los procesos sociales y
culturales que los contextúan.

De ahí que las profesiones cambien en sus sentidos, su tecnología y su valor


por efecto de los procesos económicos, sociales y culturales que les demandan
adecuaciones, pero también por la misma actuación de sus propios practicantes en
cuanto comunidad profesional. Hoy el país y el mundo requieren que la profesión
docente se resitúe en los cambios que vienen sucediendo. En materia de balance, la
práctica de la docencia ha estado sujeta a un modelo de escuela que promovía una
relación crítica con el conocimiento, propiciando una actitud y un pensamiento
dogmáticos. Una escuela en la que predominaba una cultura autoritaria sustentada en
el ejercicio de la violencia y de la obediencia. Una escuela ajena al mundo cultural de
sus estudiantes y de las comunidades en las que estaba inserta.

En lo que toca a lo prospectivo, la emergencia de nuevos actores sociales y


culturales, la valoración de la diversidad, el valor de los derechos humanos y de la
democracia, la afirmación de la educación como derecho, la urgencia de constituir
sociedades más equitativas y movimientos migratorios, han generado fenómenos de
intercambio y convivencia cultural y propiciado así demandas de aprendizaje sobre
culturas y lenguas diversas.

En este contexto, también se han dado cambios en el conocimiento humano y


en las tecnologías que han acompañado los procesos de producción del saber, que
han impactado en la pedagogía enriqueciéndola e interpelándola. En consecuencia, la
sociedad actual pide a los educadores preparar a las nuevas generaciones para
afrontar los desafíos de una sociedad futura aún en construcción.

Existen cuestionamientos sociales a los sistemas escolares y a los propios


docentes, se exigen sistemas para una Nueva Docencia para cambiar la Educación en
el Perú. El país ha establecido un rumbo de consenso para la política educativa. Se
señala la necesidad de revalorar la profesión docente, no sólo a través de medidas de
orden laboral sino, principalmente, replanteando el proyecto de docencia. Se requiere
una nueva docencia, funcional a una educación y una escuela transformadas en
espacios de aprendizaje de valores democráticos, de respeto y convivencia
intercultural, de relación crítica y creativa con el saber y la ciencia, de promoción del
emprendimiento y de una ciudadanía basada en derechos.

Para concebir cambios duraderos en la identidad, el saber y la práctica de la


profesión docente tenemos que lograr una cohesión en torno a una nueva visión del
maestro comprometido de manera protagónica en el cambio y mejora del Sistema
Educativo en el Perú. El docente siempre estará comprometido con la formación de
sus estudiantes no solo como personas, sino también como verdaderos ciudadanos,
orientados a la transformación de las relaciones sociales partiendo del enfoque de
justicia social, equidad social, dentro de un marco de libertad, cooperación y
democracia.

Siempre será de gran importancia los conocimientos amplios por parte de los
docentes de su entorno social, con el fin de enfrentar los diversos desafíos
económicos, políticos, sociales y culturales, así como de la historia en el contexto
local, regional, nacional e internacional. Implica pues en el maestro, analizar la
evolución, dilemas y retos para comprenderlos que conlleven a aprendizajes
contextualizados, en donde cada sociedad estará siempre vigilante de la labor y el
buen desempeño del Docente.

Maestro, maestra, asumamos el nuevo reto de esta nueva sociedad, que nos
exige en la transformación de un nuevo y verdadero maestro dentro del marco
protagónico, creativo e innovador.

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