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Fracturas recientes y antiguas


de ambos huesos del antebrazo
en el adulto
L. Obert, D. Lepage, P. Garbuio

Las fracturas diafisarias de los huesos del antebrazo del adulto pueden afectar a uno o
dos huesos así como a la membrana interósea, medio de unión entre ambos. La
afectación de esta entidad anatomofuncional, que es el cuadro antebraquial, va a
perturbar la pronosupinación, la cual sólo puede conservarse mediante la restitución
quirúrgica de la anatomía del radio y del cúbito. La osteosíntesis mediante placa de
compresión es la técnica de referencia. Es la intervención quirúrgica utilizada con más
frecuencia. El enclavado con agujas centromedulares de los dos huesos del antebrazo
requiere condiciones particulares: implantes específicos y fracturas especiales. En caso de
fracturas abiertas, puede ser útil el fijador externo. La complicación precoz de este tipo de
fracturas es el síndrome compartimental, sobre todo en caso de traumatismos de alta
energía asociados a lesiones del húmero. Las seudoartrosis son secundarias a fracturas
abiertas, una estabilización inadecuada o un defecto óseo no rellenado. Se tratan
asociando una osteosíntesis estable con un autoinjerto esponjoso que rellena el defecto,
corticoesponjoso encastrado y fijado o injerto vascularizado libre de peroné, en función
de la pérdida de sustancia. Las sinostosis radiocubitales postraumáticas son frecuentes
en los traumatismos que dañan la membrana interósea y los tejidos blandos. El
tratamiento incluye la escisión de la sinostosis; los adyuvantes médicos no han
demostrado eficacia para evitar la recidiva. Los callos viciosos, si no son sintomáticos, no
requieren osteotomía.
© 2010 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Radio; Cúbito; Membrana interósea; Fracturas; Pronosupinación; Sinostosis

Plan ¶ Seudoartrosis 12
Principios del tratamiento 12
¶ Anatomía aplicada a los huesos del antebrazo 1 Aspecto técnico del foco de seudoartrosis 14
Radio 1 ¶ Sinostosis radiocubitales postraumáticas 15
Cúbito 3 Principios de tratamiento 16
¶ Fractura de los dos huesos del antebrazo: ¶ Callos viciosos 18
mecanismos lesionales y principios terapéuticos 4 Generalidades 18
Mecanismos lesionales 4 Principios del tratamiento 19
Principios terapéuticos 4 ¶ Conclusión 20
¶ Fracturas diafisarias recientes de los huesos
del antebrazo 5
Colocación 5 ■ Anatomía aplicada
Técnica de osteosíntesis por placa 5
Otras técnicas 7 a los huesos del antebrazo
¶ Lesión de Galeazzi 7
Diagnóstico 8
Radio
Tratamiento 9 El radio presenta una doble curvatura cóncava por
delante y por dentro. En el plano frontal, la curvatura
¶ Lesión de Essex-Lopresti 9
por dentro forma la curvatura pronadora, indispensable
Diagnóstico 10
para que el radio ruede alrededor del cúbito durante el
Tratamiento 10
movimiento de pronación. La colisión entre los dos
¶ Fractura de Monteggia 10 huesos es el final de la pronación [1]. Cualquier modifi-
Diagnóstico 11 cación anatómica de la curvatura produce una disminu-
Tratamiento 11 ción del arco de supinación (Figs. 1 a 3).

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 1


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Figura 1. La curvatura pronadora del radio en el plano frontal Figura 3. Restitución de las curvaturas de dos huesos gracias a
y la membrana interósea (disección del doctor Guyot, laborato- una osteosíntesis anatómica que permite al mismo tiempo la
rio de anatomía de Besançon). reducción de las luxaciones.

Figura 4. Imagen por encima de la curvatura en el plano


sagital y de la cara anterior plana del radio.

Figura 5. Imagen medial de la cara anterior cóncava pero


plana del radio.
Figura 2. Fractura diafisaria de dos huesos con luxación bipo-
lar que perturba la antomía de las curvaturas.
directa. El acceso del radio por sus dos tercios distales
puede también hacerse a través de una vía posteroex-
En el plano sagital, la curvatura cóncava hacia terna de Thompson [2] o por una vía externa ampliada
delante constituye la cara anterior que es aplanada en de Vichard [3]. Esta vía de acceso permite llegar a las dos
los dos tercios distales y permite la aposición sencilla de caras y comprimir la fractura, pero requiere la adapta-
una placa (Figs. 4 y 5). El acceso a esta cara anterior del ción de la placa de osteosíntesis a la curvatura prona-
radio se realiza habitualmente a través de una vía de dora del radio. Si en distal las ramas sensitivas del
Henry, centrada sobre el relieve del flexor radial del nervio radial son subcutáneas y evitables (Fig. 7) (no se
carpo. Esta vía de acceso al radio permite llegar hasta la debe buscarlas y dejarlas en el tejido celular subcutá-
tuberosidad bicipital y ofrece referencias sencillas que neo) [3], el riesgo en el tercio proximal de daño del
permiten controlar la reducción y la rotación. En el nervio interóseo posterior es muy alto [4-7]. Es una vía
cuarto distal, en el plano subcutáneo, hay que evitar que se debe evitar.
encontrarse entre el flexor radial del carpo y el palmar Canal medular: la forma del canal medular del radio
mayor, más medial. Entre estos dos músculos y el plano no presenta porción central mediodiafisaria estrechada
subcutáneo se encuentra la rama sensitiva del nervio «en reloj de arena», ni la simetría habitual de los canales
mediano, que abandona a éste a unos 7-10 cm del medulares de otros huesos largos [1]. El radio presenta una
pliegue palmar de flexión de la muñeca (Fig. 6). Si la cavidad medular en forma de tronco de cono, con vértice
desinserción del pronador cuadrado no es necesaria en proximal y base distal, cuyo eje curvo sigue la curvatura
distal, las fracturas del tercio proximal requieren la pronadora del hueso. Así, toda osteosíntesis mediante
desinserción del pronador redondo para exponer la clavo intramedular único sin fascículos debe preformarse
diáfisis. La reducción y colocación de la placa bajo el para poder adaptarse a la curvatura anatómica del radio
relieve del pronador redondo, posible para realizar una con el fin de evitar la aparición de un callo vicioso. Se
reducción indirecta, es difícil para una reducción debe prestar atención a los clavos rectilíneos.

2 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto ¶ E – 44-342

Figura 9. Los dos puntos de introducción posibles a nivel de la


Figura 6. Vía anterior de Henry: la rama sensitiva del nervio
epífisis radial distal.
mediano es fácil de evitar si el cirujano está por encima o por
fuera del flexor radial del carpo.

Figura 10. El cúbito es convexo por detrás.

(Fig. 8). La epífisis distal autoriza la introducción de


clavos en haz a dos niveles: uno al tubérculo de Lister y
el otro a nivel de la estiloides radial (Fig. 9).

Cúbito
Como recuerda Lefèvre [1], el cúbito no es estricta-
mente rectilíneo ni estrictamente inmóvil durante la
pronosupinación. En el plano frontal, la diáfisis presenta
una doble curvatura invertida respecto al radio, que
Figura 7. Vía externa ampliada: las ramas sensitivas del nervio toma el aspecto de una S estirada, con una convexidad
radial se dejan en su paquete celuloadiposo. por fuera en la mitad proximal y una convexidad por
dentro en la mitad distal. En el plano sagital, el cúbito
es convexo por detrás (Fig. 10). En la mitad proximal de
La epífisis distal del radio presenta en el plano sagital la cara posterior de la diáfisis se observa una cresta que
una concavidad que es muy variable en función de cada separa las dos caras, superficiales, fácilmente palpables y
individuo; en consecuencia, la osteosíntesis por placa sintetizables mediante placas (Fig. 11). Siempre se
debe responder al siguiente imperativo: un diseño que accede a la diáfisis cubital por vía posterior, pero en su
permita evitar una implantación excesivamente distal parte distal la rama posterior del nervio cubital cruza el
que pueda provocar la rotura de uno o varios flexores [8] borde interno de la muñeca sobre la cabeza cubital y se

Figura 8. La epífisis radial y sus varia-


ciones anatómicas implican la elección de
una placa epifisaria que permita dejar dis-
tancia con la articulación.

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Figura 11. Cortes tomográficos de cúbito proximal que muestran las dos caras que pueden recibir las placas.

evita gracias a un acceso más dorsal que interno. En la rotativas con lesión plástica diafisaria. Pero el desplaza-
parte proximal, el canal medular presenta una sección miento de la fractura dependerá también de las acciones
triangular, ancha, que se va haciendo más cilíndrica y musculares sobre las diáfisis fracturadas. Tres músculos
más estrecha, de 4-6 mm de diámetro en su parte distal. favorecen la aproximación de los dos huesos en caso de
El enclavado de ese hueso queda limitado por las fractura diafisaria: el pronador cuadrado y el redondo y
dimensiones del canal medular en distal y en esa zona el supinador. Así, el nivel del foco de fractura sobre el
el fresado sólo puede realizarse mediante fresas flexibles radio determinará el desplazamiento y, en consecuencia,
que eviten falsas vías [1]. La epífisis proximal del cúbito las maniobras de reducción. Si el trazo sobre el radio se
es fácilmente accesible al enclavado en haz o no. encuentra entre el supinador y el pronador redondo, el
fragmento proximal quedará en supinación y el distal,
en pronación. Si el trazo pasa por debajo de la inserción
■ Fractura de los dos huesos del pronador redondo, el fragmento proximal queda
más bien en posición neutra [14]. A nivel del cúbito, el
del antebrazo: mecanismos fragmento proximal tiene una gran tendencia a aproxi-
lesionales y principios marse al radio.

terapéuticos Principios terapéuticos


La fractura diafisaria de ambos huesos requiere una
Mecanismos lesionales reducción anatómica (para evitar problemas durante la
Las fracturas de los dos huesos del antebrazo ocurren pronosupinación) y, al contrario de lo que sucede con
esencialmente en varones de unos 30 años [9] por tres otros huesos largos, una fijación de foco abierto (ya que
causas principales: caídas desde su propia altura, acci- ninguno de los dos huesos es rectilíneo). Así, como lo
dentes de tráfico y choques directos [10]. Existirían dos han recordado Lefèvre y Bégué y para la mayoría de los
mecanismos esenciales que pueden romper el cuadro autores, la fijación de foco abierto es sinónimo de
antebraquial. osteosíntesis con placa gracias a las diferentes vías de
Un mecanismo indirecto: caída sobre la mano con el acceso [1, 7]. Una placa de 3,5 mm de espesor con tres a
codo en extensión [11] con un componente más o cuatro tornillos a uno y otro lado del foco de fractura
menos marcado de rotación. En ese caso la fractura de son los estándares admitidos. Pero también puede
radio se sitúa clásicamente por encima del trazo cubital proponerse la osteosíntesis de foco cerrado. El enclavado
y la posible rotura de la membrana interósea se produce centromedular rígido o en haz se plantea ante fracturas
en el sentido de las fibras oblicuas hacia abajo y aisladas y poco desplazadas de uno de los dos huesos.
adentro [12]. En algunos casos el fijador externo puede ser una
Un mecanismo directo: la fractura se puede producir alternativa. Los sistemas de enclavado y fijación externa
por un choque directo sobre el hueso; su acortamiento son técnicas que controlan menos la reducción anató-
conlleva la luxación de una de las articulaciones radio- mica; su uso depende de la experiencia del cirujano.
cubitales proximal o distal. Es el mecanismo descrito en Pueden presentarse tres situaciones características:
las lesiones de Monteggia y con menos frecuencia en las • una fractura de ambos huesos cerrada o abierta
lesiones de Galeazzi. En realidad, como se trata de dos puntiforme, sin lesiones vasculonerviosas asociadas,
huesos solidarios mediante un sistema de unión (articu- sin lesión de los tres medios de unión (luxación o
lación radiocubital y membrana interósea [MIO]), toda subluxación de la articulación radiocubital distal,
lesión de un hueso, con independencia del mecanismo, proximal o de la MIO). La osteosíntesis anatómica y
tiene alguna consecuencia sobre el otro hueso o sobre estable de dos huesos es el objetivo terapéutico único;
alguno de los medios de unión (articulación radiocubital se empieza por la fractura más «sencilla»;
y MIO). Es bastante difícil y probablemente algo artifi- • existe una fractura de uno o dos huesos del antebrazo
cial buscar un mecanismo unívoco. Parece que una o de ambos pero con luxación de una de las articula-
rotación o una impactación (caída sobre la mano) ciones radiocubitales. La reducción no es posible
pueden asociarse a un choque directo. Las circunstancias hasta conseguir la fijación mediante placas de las
de aparición de fracturas recientemente publicadas fracturas diafisarias. En esos casos, la fractura conmi-
parecen que van en ese sentido [13]: caídas de patinado- nuta o plástica es a menudo difícil de sintetizar
res con fractura por encima de la protección, airbag, debido a la integridad del otro hueso, que hace difícil
fracturas en quad, fracturas durante el uso de maquinas la reducción. La articulación reducida se inmoviliza

4 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


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Figura 12. Colocación del paciente, que debe permitir la Figura 13. Acceso posteromedial del foco de fractura cubital,
movilización y el acceso a la muñeca y el codo. codo flexionado.

según la estabilidad. Así, una fractura aislada sólo


existe si se ha comprobado la estabilidad de las dos
articulaciones. Si no, nos encontramos ante un
cuadro de Galeazzi [15] , de Monteggia, de Essex-
Lopresti [16] o una crisscross injury [17];
• existe una fractura de dos huesos con defecto de
tejidos blandos o de hueso. En esos casos, poco
frecuentes, el problema se basa sobre todo en el
efecto de los tejidos blandos, con lesiones vasculone-
rviosas que determinan el pronóstico. La fijación de
ambos huesos no es más que el primer paso en un
complejo plan terapéutico (reconstrucción microqui-
rúrgica, trabajo de varios equipos) donde la supervi-
vencia del miembro está en juego y las lesiones
musculares proporcionan el pronóstico funcional.

■ Fracturas diafisarias
recientes de los huesos
del antebrazo
Colocación (Fig. 12) Figura 14. Se puede acceder con facilidad al segmento óseo,
Con independencia de la técnica de osteosíntesis muy superficial.
empleada, el paciente se coloca en decúbito dorsal sobre
una mesa corriente, con el miembro superior que se va
Acceso y características del foco radial
a intervenir descansando sobre una mesa de mano. Hay
que verificar el acceso a imágenes de escopia intraope- Se realiza a través de una vía de Henry que permite
ratoria a la altura del codo, especialmente en pacientes exponer el foco de fractura, liberando progresivamente
corpulentos. El cirujano diestro debe colocarse hacia la los músculos de la cara anterior sin alcanzar la mem-
cabeza del paciente mientras que el zurdo debe colo- brana interósea (riesgo de sinostosis radiocubital). Esta
carse a sus pies. Se coloca un manguito de isquemia en vía permite acceder al radio hasta la tuberosidad bicipi-
la raíz del miembro, preparado según el protocolo de tal. Puede ser necesario desinsertar el braquiorradial a
cada equipo. Se vacía el miembro y se hincha el man- nivel de su inserción distal sobre el radio, lo que
guito a menos de 300 mmHg. En caso de pacientes con permite una movilización más sencilla del foco. Para las
tratamientos corticoideos de más de 3 años de duración, fracturas del tercio superior se desplaza la placa por
nunca debe emplearse vendaje adhesivo debido a la fuera de la tuberosidad bicipital sobre la cara externa del
fragilidad de la piel. En caso de fractura conminuta o radio, que se prolonga de manera rectilínea con el borde
defecto óseo, se prepara el acceso a la cresta ilíaca. La anterior.
comprobación preoperatoria de la disponibilidad de
implantes puede ser útil.
Acceso y características del foco cubital
(Figs. 13 y 14)

Técnica de osteosíntesis por placa Se realiza a través de una vía posteromedial sobre la
cresta cubital situada sobre la línea de unión del vértice
Requiere un doble acceso para cada uno de los dos del olécranon con la estiloides cubital; el antebrazo se
focos, su reducción y su fijación. Se empieza por la mantiene flexionado con ayuda y la mano, en supina-
fractura más sencilla, que no siempre será el cúbito. ción. En ocasiones, las placas de osteosíntesis parecen

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Figura 16. Radiografía de una fractura de los dos huesos del


antebrazo.

Figura 15. La fijación con agujas de los fragmentos óseos


permite una reducción óptima (A, B).

algo voluminosas en la parte distal de la diáfisis cubital


de los pacientes de pequeño tamaño. Es indispensable
colocar la placa perfectamente centrada sobre la diáfisis.
La placa de osteosíntesis puede colocarse sobre la cara
posterolateral o posteromedial del hueso sin crear un
conflicto con el radio en pronosupinación.
Figura 17. Osteosíntesis con placa con 3 o 4 tornillos a cada
Reducción y fijación con placa de ambos lado; obsérvese el tornillo oblicuo largo que comprime el foco de
focos fractura.

La preparación de los extremos fracturarios se realiza


de manera ideal con una legra que referencie los frag- teórica (la pinza molesta la movilización y no mantiene
mentos del puzzle de la fractura que se va a reconstruir. perfectamente bien el foco para ser movilizado) y en
Los fragmentos periósticos o musculares interpuestos ocasiones difícil. Es crucial colocar las placas perfecta-
deben liberarse. Se debe desperiostizar lo menos posible mente centradas en la diáfisis ya que, si quedaran
y limitarlo a algunos milímetros perifracturarios [5], la excéntricas, puede ser imposible atornillar todos los
conservación del hematoma perifracturario es ilusoria. tornillos necesarios o impedir una correcta pronosupi-
La fijación temporal de los fragmentos intermedios a nación. Debe colocarse una placa de al menos seis
menudo es indispensable para permitir la reducción de orificios (tres tomas bicorticales a cada lado del foco)
los fragmentos (Fig. 15). Esta fijación se realiza mediante evitando moldear la placa (lo que induciría una mala
agujas de Kirschner de 15-18 mm, que son inmediata- corrección) (Figs. 16 y 17). El atornillado se realiza de
mente cortadas en sus dos extremos. La fractura una vez proximal a distal partiendo del foco de fractura. El
así simplificada, queda reducir los dos fragmentos brocado debe ser cuidadoso debido al número de ele-
diafisarios, lo cual se realiza combinando tracción y mentos vasculonerviosos, tendinosos y al riesgo de
rotación. En ocasiones, esta reducción es estable, lo que dañar la membrana interósea. El brocado se hace sin
permite elegir la placa adecuada. Con frecuencia la placa contrapresión para evitar lesionar los tejidos blandos o
se estabiliza atornillando unos de los lados al hueso los órganos principales. La compresión del foco de
mejor que empleando las pinzas de hueso, ya que la fractura es posible si el trazo es transversal; se realiza
contención provisional con pinza autoestática, en mediante brocado excéntrico sobre el orificio del primer
cuanto al control de la pronosupinacion, es bastante tornillo. Algunas placas AO disponen de un orificio

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ovalado concebido para obtener este efecto de compre- Incluso en caso de foco abierto, un fijador externo
sión dinámica. En caso de fractura espiroidea larga, un puede evitarse gracias a la masa muscular que permite
tornillo puede cruzar el foco para comprimirlo [7]. La cubrir los focos de fractura. En cuanto al enclavado
normalidad de la pronosupinación debe conseguirse al desarrollado por Lefèvre [1], presenta riesgo de rotación
final de la osteosíntesis sin provocar desplazamiento de de la fractura y mal control de las curvaturas anatómi-
los focos estabilizados. Si existe algún déficit se debe cas; además, expone a una posible seudoartrosis. No
buscar algún defecto de reducción por rotación de los obstante, se puede pensar que en caso de fractura
fragmentos. Todo desplazamiento del montaje es fre- aislada de la diáfisis cubital, debido al pequeño calibre
cuentemente consecuencia de algún error en el empla- del canal medular, el enclavado puede evitar el acceso y
zamiento del material de síntesis. La comprobación permitir una buena consolidación.
intraoperatoria mediante radioscopia busca tres elemen-
tos: la perfecta reducción del foco, la buena colocación
de las placas y la longitud de los tornillos, los cuales
pueden provocar un conflicto con los elementos tendi-
■ Lesión de Galeazzi (Figs. 18 a 22)
nosos o membrana interósea y ser origen de sinostosis, La fractura de Galeazzi es una fractura de la diáfisis
así como de un brocado intempestivo. radial (de la tuberosidad bicipital a 5 cm de la radiocu-
bital distal [RCD]) asociada a una luxación de la RCD.
Cierre Kapandji señala que si la descripción de la lesión de
Se realiza antes o después de quitar la isquemia y Galeazzi fue realizada en 1934, ya era conocida por
controlar la hemostasia sobre un drenaje aspirativo para Cooper en 1922 y fue confirmada por Darrach y Milch
cada vía de acceso según la costumbre del cirujano. Las en 1912 y 1926,respectivamente [22]. Failla demostró que
aponeurosis musculares no se cierran para evitar un el radio se lesiona a proximal y a continuación la
posible síndrome compartimental [18]. El plano celular energía se transmite distalmente al cúbito por las fibras
subcutáneo se cierra con puntos sueltos o continuos. El de la MIO [23]. Es una lesión poco frecuente que plantea
cierre cutáneo se realiza según la costumbre del ciru- dos problemas: el diagnóstico en ocasiones se ignora
jano. No se debe emplear material adhesivo sobre (toda lesión aislada de la diáfisis radial debe ir acompa-
segmentos con dos huesos afectados por la posible ñada de una exploración de la articulación RCD) y la
aparición de flictenas. El antebrazo se inmoviliza con pronosupinación, en caso de tratamiento inadecuado,
una férula braquioantebraquial en supinación para
«abrir» el espacio interóseo, con el codo flexionado a
45°.

Postoperatorio
La rehabilitación es inmediata: movilización pasiva y
activa de los dedos, muñeca y codo, retirando la férula
una vez que el dolor disminuye [19]. La movilización
activa del codo se estimula gracias a ejercicios simples
de autorrehabilitación.
La carga de peso y el apoyo sobre el miembro inter-
venido están prohibidos hasta la consolidación
(3 meses). En caso de fractura difícilmente estabilizada
o de paciente que no sigue las recomendaciones, se
puede inmovilizar el miembro con una férula termo-
plástica durante 3 meses, a pesar del riesgo de rigidez.
Los controles radiográficos se efectúan el 8.° día, el 15.°
día, el 1.er mes, el 3.er mes y el 6.° mes. La extracción
del material debe discutirse con el paciente, explicán-
dole los riesgos de la nueva cirugía. Sobre todo, es la
placa del cúbito la que molesta. La extracción de la
placa del radio debe realizarse según el caso; siempre
existe un riesgo de lesión nerviosa, sobre todo en el
tercio proximal del antebrazo. Las fracturas como
consecuencia de los tornillos de gran diámetro son
excepcionales si se respetan los consejos postoperatorios:
inicio de esfuerzos de torsión y carga a partir del 3.er
mes tras la extracción de las placas (baja laboral en
función de la actividad y capacidad de adaptación del
paciente). El simposio de la Société Française de Chirur-
gie Orthopédique et Traumatologique (SOFCOT) acerca
de las fracturas de los huesos del antebrazo, no publi-
cado, recomienda no extraer el material.

Otras técnicas
Bégué ha informado de los resultados de las series con
pacientes tratados con placas, así como de las tasas de
consolidación (más del 95%) y las tasas de complicacio-
nes (seudoartrosis e infecciones alrededor del 2%) que
hacen que el uso del fijador externo y el enclavado
deban ser realizados por cirujanos expertos. Basándose
en su experiencia, Schuind encuentra hasta un 9,4% de
Figura 18. Fractura de Galeazzi abierta; el paciente ha sufrido
pérdida de reducción, con tasas de infección variables
una lesión por sierra (A a D).
según las series de fijadores externos del 4 al 16% [20, 21].

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Figura 19. Imagen intraoperatoria: placa epifisaria larga colo-


cada (el hilo de poliglactina permite estabilizar una esquirla no
sintetizable).

Figura 20. Radiografía postoperatoria inmediata; obsérvese


la aguja de estabilización temporal radiocubital distal (A, B).

Figura 22. A los 5 meses, recuperación de la pronosupinación


(A, B).

Diagnóstico
Un mecanismo lesional por torsión violenta debido a
una fuerza externa es en ocasiones difícilmente descrip-
tible por el paciente. Un dolor en el borde cubital debe
alertar en caso de fractura de radio. La luxación no
siempre es visible en las imágenes del antebrazo en la
urgencia. Las imágenes centradas sobre el codo y la
muñeca, en proyección anteroposterior y lateral, en caso
de fractura de uno o dos huesos del antebrazo, deberían
ser sistemáticas. Las imágenes en pronación y supina-
ción de urgencia son difícilmente realizables en un
paciente con dolor. Una valoración intraoperatoria tras
la estabilización ósea con ayuda del fluoroscopio aporta
grandes ventajas (Fig. 23) a la hora de buscar una
Figura 21. Aspecto a los 3 meses tras la resección de la aguja inestabilidad en pronación para las luxaciones «poste-
a nivel de la radiocubital distal (RCD) realizada al mes y medio: riores» y una inestabilidad en supinación para las
la RCD es estable (A, B). luxaciones «anteriores». La artrografía de urgencia ya no
se solicita. Mansat mostró que en un 68% de los casos
la fractura se situaba en la unión del tercio medio con
el tercio distal, con un trazo transversal u oblicuo [24].
tiene consecuencias sobre la osteosíntesis y la evalua- Describió la constante lesión del TFCC con tres patrones
ción de la estabilidad de la RCD. En este sentido, para característicos: lesión estable y aislada del complejo,
que la RCD sea inestable tras la estabilización ósea se lesión acompañada de inestabilidad y luxación, a
debe de asociar una rotura del complejo triangular menudo «dorsal», de la cabeza cubital. Rettig y Raskin
(TFCC, por sus siglas en inglés) y de la MIO distal. han demostrado que cuanto más proximal es el trazo de

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Figura 23. Comprobar la radiocubital distal permite descubrir


una inestabilidad existente.

Figura 25. Ejemplo de lesión de Essex-Lopresti: fractura de la


cabeza radial y luxación de la radiocubital distal.

Si la RCD sólo es estable en pronación, la inmoviliza-


ción se mantiene durante 45 días con yeso braquioan-
tebraquial palmar (BABP) en pronación. La actitud es
semejante en lo que respecta a la supinación. Si la RCD
es inestable en pronación y supinación, se puede pasar
una aguja en la RCD en posición neutra con el codo
flexionado durante 45 días, con especial cuidado de
pasar la aguja por encima del cartílago y no exacta-
mente en la RCD. Un acceso dorsocubital permite retirar
las interposiciones y la reparación del TFCC. Como
señala Kapandji, la inestabilidad residual de la RCD es
Figura 24. Los dos tipos de lesión de Galeazzi. un elemento de mal pronóstico en estas fracturas [22].
A. Traumatismo en hiperextrensión. No obstante, Rothe comunicó pérdidas de pronosupina-
B. Traumatimso en pronación. ción en alrededor del 50% de los pacientes revisados, en
un estudio retrospectivo de 25 fracturas de Galeazzi en
las que la RCD había sido estabilizada con aguja [27]. No
fractura en el radio más posibilidades tiene de que la obstante, es difícil saber quién es el culpable, si la aguja
RCD sea estable [25]. Han descrito dos tipos de lesiones o la propia lesión (de la MIO y del TFCC). Nosotros
de Galeazzi: el tipo 1, donde el trazo de fractura se sitúa hemos podido observar así mismo pérdidas de prona-
a más de 7,5 cm de la articulación radiocarpiana ción. Por otra parte, nunca hemos reparado el TFCC o
(1/18 de los casos de inestabilidad de la RCD) y el tipo la MIO de urgencia ante una fractura de Galeazzi.
2, donde el trazo de fractura se sitúa a menos de 7,5 cm
(12/22 de los casos de inestabilidad de la RCD). Según
estos autores, en caso de fractura «distal» (tipo 2) la ■ Lesión de Essex-Lopresti
propagación longitudinal de las fuerzas se hace como en
las fracturas de radio distal, con una incidencia más (Fig. 25)
importante de lesiones del TFCC. En caso de lesión de
tipo 1 más proximal, la propagación de las fuerzas de Esta lesión permitió establecer la importancia de la
hace en la MIO proximalmente al TFCC con un meca- MIO y su relación con los déficits funcionales en
nismo de rotación donde la energía se agota antes de pronosupinación. Inicialmente fue descrita por Curr y
lesionar las estructuras (Fig. 24). En nuestra experiencia Coe en 1946 [28], aunque en 1951 Essex-Lopresti descri-
hemos encontrado este concepto. bió esta lesión en dos pacientes y por eso lleva su
nombre [16]. Por definición, la lesión de Essex-Lopresti se
caracteriza por la migración proximal del radio, asociada
Tratamiento a una fractura de la cabeza radial y una luxación de la
Hughston [26] y Mansat [24] encontraron un 90% de RCD. Para que se produzca esta migración proximal, es
malos resultados en caso de tratamiento ortopédico, lo necesario que exista una solicitación longitudinal
que confirma la dificultad de controlar y mantener la aplicada de distal a proximal a lo largo de los dos
reducción del foco de fractura. El tratamiento sigue huesos del antebrazo. Igual que en la fractura de Galea-
siendo quirúrgico mediante osteosíntesis del radio con zzi, presenta un problema de diagnóstico, ya que puede
placa anterior; lo ideal es una placa epifisaria larga en pasar desapercibida (toda lesión conminuta de la cabeza
caso de fractura baja y mediante placa diafisaria en las radial es una lesión de Essex-Lopresti hasta que se
localizaciones más proximales. La fijación ósea se sigue demuestre lo contrario) y tiene consecuencias sobre la
de un estudio de la estabilidad de la RCD en pronación pronosupinación en caso de tratamiento inadecuado
y en supinación. La mayoría de las fracturas de Galeazzi (reparar o emplazar la cabeza radial y evaluar la estabi-
se solucionan mediante fijación ósea e inmovilización. lidad de la RCD).

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 9


E – 44-342 ¶ Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto

Diagnóstico
Para que se produzca un desplazamiento de la frac- 1
tura de cabeza radial o que ésta sea conminuta, se
requiere una lesión del ligamento medial del codo
(secundario a un traumatismo en valgo) o a un daño en 3
el TFCC y la MIO (secundario a un desplazamiento
proximal violento del radio). Así, ante una fractura 2 1
desplazada o conminuta de la cabeza radial, el diagnós- Figura 26. Esquema del crisscross injury donde las dos articu-
tico de lesión de Essex-Lopresti debe realizarse ante: laciones radiocubitales pueden ser inestables con integridad de
• una modificación de la varianza cubital mayor de la membrana interósea. 1. Ligamento interóseo; 2. pivote;
2 mm (comparada con el lado contralateral); 3. fuerza axial.
• dolor, edema y/o inestabilidad de la RCD;
• un aumento doloroso postraumático del volumen del
antebrazo.
Deben solicitarse radiografías del codo y la muñeca y
también del hombro, el codo y la muñeca en el mismo
plano. Más recientemente, varios autores han demos-
trado el interés de la ecografía y la resonancia magnética
(RM) para la valoración de la afectación de la banda
central [29, 30]. Durante la cirugía, como señala Stabile, la
presión axial ejercida sobre el radio (shuck test) permite
desenmascarar la migración proximal dinámica del
radio [31].

Tratamiento
Edwards y Jupiter demostraron que los resultados son
malos cuando el tratamiento se retrasaba (más allá de
las 6 semanas) [32]. El tratamiento en la urgencia con-
siste en devolver la longitud al radio (evitando a toda
costa la resección de la cabeza radial) y estabilizar la
RCD. En caso de resección de la cabeza, la MIO trasla-
dará las presiones entre ambos huesos, pero no podrá
ser así en caso de lesión de Essex-Lopresti. La recons-
trucción de la cabeza radial a menudo es imposible y el
reemplazo protésico es la única solución para garantizar
la estabilidad longitudinal. El implante de Swanson
inicialmente desarrollado para las fracturas irreducibles
ha mostrado sus limitaciones: incapacidad biomecánica
para resistir el colapso y riesgo de sinovitis [33-36]. Las
series de prótesis metálicas, a pesar de su breve desarro-
llo, se han publicado a partir de 1981. Si las especifica-
ciones técnicas se respetan, son fáciles de implantar y
dan buenos resultados, vistas las series de fracturas no
reconstruibles de la cabeza radial [37]. La estabilización
de la RCD se realiza durante 4-6 semanas según los
autores, asociada a una inmovilización para evitar la
rotura de la aguja. La posición de esta inmovilización
no ha sido aún consensuada. Failla propone la repara-
ción de urgencia de la banda central, para evitar inter-
posiciones musculares que puedan impedir la
cicatrización de la MIO [29] . Debido a la potencial
iatrogenia y a la actual ausencia de técnica, Stabile
recomienda prudencia a la hora de reconstruir la MIO
con carácter de urgencia. Recientemente, Leung ha Figura 27. Lesión de Monteggia con luxación posterior de la
publicado un estudio anatómico y clínico que pone en cabeza radial difícilmente visible en la radiografía anteroposterior
entredicho el carácter aislado de las luxaciones de la (A), evidente en la lateral (B), donde la conminución del foco
articulación radiocubital proximal o distal en caso de cubital también es perceptible.
afectación de uno de los dos huesos [17] . Este autor
observó algunas fracturas Mason 2 asociadas a luxación
de la articulación radiocubital proximal y distal que no
podían ser explicadas como lesiones de Essex-Lopresti.
Pudo demostrar en cadáver y confirmar, gracias a una ■ Fractura de Monteggia
serie clínica, que era posible obtener una luxación de (Figs. 27 a 30)
una de las articulaciones radiocubitales seguida de una
luxación en el sentido opuesto de la otra articulación La asociación de una fractura del tercio superior del
radiocubital sin lesión de la MIO, asociada a una cúbito y una luxación anterior de la cabeza radial fue
fractura Mason 2 de la cabeza radial (crisscross injury). El descrita por primera vez por Monteggia en 1814. En
.1
interés de esta publicación era demostrar la posibilidad 1967, Bado [38] extendió el término de fractura de
de tener las dos articulaciones radiocubitales luxadas Monteggia a todas las lesiones que asociaran una frac-
(Fig. 26). tura de cúbito y una luxación de cabeza radial (sin tener

10 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto ¶ E – 44-342

Figura 28. Imagen radiográfica intraoperatoria (A) y postope-


ratoria (B); la colocación de dos placas permite aumentar el
número de tornillos; en consecuencia, mejora la estabilización.
Nunca se han observado necrosis óseas con ese tipo de fijación.

Figura 30. Caso en que el cirujano se ayuda de agujas centro-


medulares para alinear el foco de fractura cubital. Todas las
lesiones se estabilizan: fijación anatómica del foco cubital, artro-
plastia de sustitución de la cabeza radial, fijación con placa de
radio distal. Al final de la intervención, la RCD era estable. Las
curvaturas de los dos huesos son anatómicas (A, B).

Diagnóstico
Toda lesión fracturaria de cúbito debe hacer sospechar
una posible lesión de Monteggia, es decir, una luxación
asociada de la cabeza radial o una inestabilidad de la
articulación radiocubital proximal.
Las radiografías centradas sobre el codo y la muñeca,
en proyección anteroposterior y lateral, deben solicitarse
inmediatamente en caso de fractura de uno o dos
huesos del antebrazo, al igual que en las fracturas de
Galeazzi. La alineación de tres referencias (diáfisis radial,
cabeza radial, cóndilo humeral) debe controlarse en las
radiografías laterales con independencia de la flexión
del codo [41].
Figura 29. Lesión de Monteggia compleja con fractura de
cabeza radial pero también fractura de la epífisis radial distal que Tratamiento
subrayan la posibilidad de lesión bipolar de las dos articulaciones
radiocubitales «alrededor» de la membrana interósea (MIO) Como en las lesiones de Galeazzi, el tratamiento de la
(A, B). fractura de Monteggia es quirúrgico en el adulto y
consiste en una reducción anatómica y una síntesis
estable del foco cubital que permite la reducción de la
cabeza radial. La colocación del paciente se realiza en
decúbito supino con el fin de realizar primero la fijación
en cuenta el nivel de la fractura o el sentido de la del cúbito. Las fracturas diafisarias o del tercio proximal
luxación de la cabeza radial) y propuso una clasificación se sintetizan habitualmente mediante una o varias
descriptiva de estas asociaciones lesionales (Cuadro I). placas colocadas por vía anteroexterna a lo largo de la
La clasificación de Bado se basa en el sentido de la cresta cubital. Así, se puede plantear el enclavado en
luxación de la cabeza radial, mientras que la de Tri- caso de fractura a nivel del tercio medio sobre un hueso
llat [39], retomada por Comtet [40], se basa en el nivel de de pequeño diámetro, pero sólo en caso de cabeza radial
la fractura de cúbito con consecuencias diagnósticas y reducible y estable. La forma ideal de sintetizar las
pronósticas (Cuadro II). fracturas de la región olecraniana es mediante cerclaje o

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 11


E – 44-342 ¶ Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto

Cuadro I. • en ocasiones existe una lesión fracturaria de la cabeza


Clasificación de las lesiones de Monteggia según Bado. radial que necesita reconstrucción: en caso de fractura
Tipo I Luxación anterior de cabeza radial
simple, la cabeza radial se sintetiza con minitornillos.
En caso de fractura conminuta, la cabeza radial se
Fractura de la diáfisis cubital a cualquier nivel,
reemplaza por una prótesis. Es indispensable no
con angulación anterior
realizar una reducción brusca y/o mantenida con
Tipo II Luxación posterior o posteroexterna agujas humerocubitales o radiales. El miembro se
de la cabeza radial inmoviliza con una férula posterior braquioantebra-
Fractura de la diáfisis cubital con angulación
quial con el codo en flexión de 90° en supinación.
posterior La rehabilitación puede iniciarse a partir de la
3.a semana.
Tipo III Luxación anterior o anteroexterna de la cabeza
cabeza radial
Fractura de la metáfisis cubital ■ Seudoartrosis
Tipo IV Luxación anterior de la cabeza radial La seudoartrosis varía entre el 2 y el 10%. La defini-
Fractura del tercio proximal del radio
ción es confusa (6 meses, 9 meses): si a los 6 meses de
una fractura de los dos huesos del antebrazo existe
Fractura de cúbito al mismo nivel
inestabilidad del foco de fractura con ausencia de callo
Equivalentes de la fractura de Monteggia óseo visible en el foco, se debe plantear la indicación de
Tipo I Fracturas de la diafisis cubital asociada revisión quirúrgica. Cualquier cirugía para el trata-
a fractura de cuello radial miento de la seudoartrosis tiene consecuencias sobre la
Fracturas del cuello de radio función de la pronosupinación, más todavía a causa de
Fracturas de la diáfisis asociada a fractura una retraso quirúrgico superior a 1 año que puede
de tercio proximal de radio (la fractura radial causar un defecto óseo importante. Los factores de
es siempre proximal a la de cúbito) riesgo de aparición de seudoartrosis están bien defi-
Fracturas de la diáfisis cubital asociada nidos:
a una luxación anterior de la cabeza radial • factores locales: fracturas abiertas con efecto óseo no
y fractura de olécranon rellenado, fractura aislada de cúbito, focos conminu-
tos, fracturas con tercer fragmento no estabilizado
Tipo II Luxaciones de la cabeza radial en fracturas (grupo B de la AO), parálisis asociada;
de cuello de radio • factores humanos: la elección del tratamiento (trata-
miento ortopédico [42] , enclavado centromedular,
Tipos III y IV No hay equivalente
fijador externo) o en caso de placas: placas demasiado
cortas, número insuficiente de corticales, defecto de
compresión, tornillos en el foco [43];
Cuadro II. • factores asociados al paciente [44]: tabaquismo, diabe-
Clasificación de Trillat. tes, hipotiroidismo, trastornos del metabolismo
Grupo I Fractura de cúbito, asiento diafisario + luxación fosfocálcico, consumo de antiinflamatorios no este-
de la cabeza radial (anterior, posterior o externa) roideos (AINE), falta de inmovilización.

Grupo II Fractura metafisoepifisaria de cúbito + luxación Principios del tratamiento


de la cabeza radial (anterior, posterior o externa)
Ante una seudoartrosis de un hueso largo, el cirujano
Grupo III Conjunto de fracturas de cúbito del grupo I o II en sede responder a las preguntas siguientes, propias a
las cuales se asocia una lesión de húmero, de radio cualquier seudoartrosis o específicas al cuadro
(cabeza o diáfisis) o de muñeca antebraquial.

Preguntas propias de las seudoartrosis


por un sistema de placas en caso de conminución que ¿Se puede explicar el desarrollo de una seudoartrosis?
puede requerir injerto. La reducción de la cabeza radial ¿Defecto óseo inicial con falta de relleno? ¿Infección
dependerá de tres factores: en curso? ¿Estabilidad insuficiente? ¿Traumatismos
• perfecta reducción del foco cubital, lo cual sigue repetidos? ¿Factores asociados al paciente difícilmente
siendo un reto terapéutico en caso de lesión de alta controlables?
energía con conminución; un foco cubital acortado
no permite la reducción de la cabeza radial, incluso ¿Es una seudoartrosis aséptica?
cruenta, lo cual obliga al cirujano a resecar la cabeza El conocimiento de los microorganismos y de su
radial, algo que debe evitarse a toda costa, para virulencia y la necesidad de resección del tejido óseo
prevenir las consecuencias a largo plazo sobre la infectado guiarán el proyecto terapéutico, donde el
muñeca (ascensión del radio a causa de las presiones problema es asociar una antibioticoterapia específica
de MIO); junto con una estabilización con injerto, ya que el
• la incarceración del conjunto capsuloligamentoso defecto óseo siempre está presente en caso de seudoar-
impide la reducción a foco cerrado de la cabeza a trosis séptica. Clásicamente, se debe detener la antibio-
pesar de la reducción anatómica del foco cubital. En ticoterapia y prever dos etapas quirúrgicas; la primera
estos casos, la prolongación de la vía de acceso etapa consistirá en una escisión de todos los tejidos
posteroexterna hacia el epicóndilo es necesaria. El infectados con resección de los extremos óseos hasta la
acceso de la cabeza radial permite su reducción y el zona sana. Se realizan extracciones óseas profundas para
análisis de las lesiones: incarceración de la cápsula o análisis bacteriológicos (múltiples extracciones profun-
desgarro asociado del ligamento anular, cuya repara- das [8-10], tejidos blandos [médula y canal medular],
ción puede ser delicada; se debe evitar todo efecto de tornillos de la síntesis anterior) al mismo tiempo que
serrado. Los procedimientos de reconstrucción del hemocultivos intraoperatorios. Estas extracciones de
ligamento por autoinjerto de fascia lata en caso de material permiten la adaptación postoperatoria de la
imposibilidad para la reparación no están validados y antibioticoterapia más adecuada durante 3 meses. El
exponen a una rigidez de codo; antebrazo se inmoviliza con una férula mejor que con

12 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto ¶ E – 44-342

Figura 32. Nueva osteosíntesis con placa con adición de


autoinjerto esponjoso: aspecto postoperatorio inmediato.
Figura 31. Seudoartrosis del radio 9 meses después de una
fractura abierta sin defecto óseo inicial pero con un defecto óseo
relativo inferior a la anchura del hueso (A, B).

un fijador externo. Si es necesario, puede realizarse una


cobertura cutánea. Dos meses después de la primera
etapa, si la infección ha sido erradicada desde los puntos
de vista clínico, radiológico y analítico (normalización
de la proteína C reactiva [CRP]), la reconstrucción ósea
puede iniciarse según las técnicas de seudoartrosis
asépticas. Así, se puede discutir una técnica de mem-
brana ideada por Masquelet [45] con relleno de defecto
óseo mediante cemento. Lo ideal es que a partir de las
6 semanas el cemento se reemplace por un autoinjerto
esponjoso compactado. Durante este tiempo, el cemento
se envuelve con una membrana de cuerpo extraño que
crea factores de crecimiento. El hueso esponjoso se
coloca en esa cámara biológica.
¿Cuál era la fijación inicial y cómo debe ser la nueva
osteosíntesis?
En caso de seudoartrosis, la osteosíntesis por placa se
impone con los mismos principios que en caso de
fractura. Debe conseguirse la compresión, elemento de Figura 33. Aspecto de la consolidación radiológica a los
estabilidad. 7 meses.
¿Existen problemas de cobertura de los tejidos
blandos?
Es indispensable prever una cobertura fiable (colgajo aloinjertos osteoconductores no aportan el valor bioló-
facial, muscular, colgajo local o libre) antes de cualquier gico esperado por un autoinjerto; es prudente reservar el
reconstrucción ósea. aloinjerto para los defectos masivos donde no haya otra
alternativa. Un solo estudio publicado hasta hoy ha
¿Existe un defecto óseo, qué importancia tiene demostrado el interés de emplear proteína morfogenética
y cómo son los extremos óseos? ósea (BMP) en las seudoartrosis del antebrazo [46]. A
Si no existe defecto óseo, el aspecto atrófico o hiper- partir de 5 cm, es necesario un autoinjerto vascularizado
trófico ilustra sobre la necesidad de aporte de injerto o de peroné (Fig. 34) [47]. En estos grandes defectos óseos,
no. En caso de seudoartrosis hipertrófica se debe poder puede plantearse un aloinjerto óseo o una técnica de
aplicar la paca sobre los contornos óseos, que deben membrana inducida de Masquelet; el programa quirúr-
aplanarse con precaución. No siempre es necesario gico siempre es complejo y las soluciones asociadas
injertar. En caso de seudoartrosis atrófica, es preferible deben plantearse a medida. El relleno de defecto óseo,
aportar injerto. Si el defecto óseo es inferior o igual a sea cual sea, presentará dificultades para la restitución
1 cm (de espesor del hueso), el aporte puede consistir en de las curvaturas de los huesos responsables de la
un autoinjerto esponjoso compactado o corticoespon- pronosupinación.
joso (Figs. 31 a 33). Si el defecto óseo es superior a la
¿El paciente comprende el proyecto del que es parte
anchura del hueso pero está comprendido entre 1 y
integrante?
3 cm, el aporte debe consistir en un autoinjerto corti-
coesponjoso con valor estructural (relleno del defecto) y El control de los factores de comorbilidad, los posi-
biológico (posible osteoinducción). Hasta 5 cm, se puede bles tratamientos inmunosupresores y los factores
rellenar el defecto con un autoinjerto corticoesponjoso. perjudiciales sobre la consolidación (tabaco, antiinfla-
En esos límites del defecto, los sustitutos óseos o matorios) son puntos clave del éxito del tratamiento.

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 13


E – 44-342 ¶ Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto

3
4
2

A B
Figura 34. Esquema del peroné vascularizado (A, B). 1. Tibia; 2. vasos peroneos; 3. músculos peroneos laterales; 4. peroné.

Figura 35. Esquema del antebrazo con hueso único.

Preguntas propias de la localización


de los dos huesos
¿La seudoartrosis afecta a ambos huesos?
Figura 36. Seudoartrosis de radio con luxación de la radiocu-
En caso de afectación de los dos huesos del antebrazo bital distal 9 años después de una fractura abierta. La resolución
con un defecto menor de un centímetro, se plantea el de la seudoartrosis (injerto esponjoso + fijación con placa)
acortamiento a demanda de ambos huesos del ante- se asocia aquí a la resección de la cabeza cubital (A, B).
brazo, lo que permite una síntesis por compresión. En
caso de seudoartrosis única y defecto infracentrimétrico,
el acortamiento del hueso sano también es una opción:
una pronosupinación útil no puede esperar, no parece
es interesante porque permite la compresión, pero
que deba proponerse la reconstrucción compleja de dos
criticable porque afecta al hueso sano. En caso de
huesos (Fig. 36).
grandes defectos que afecten a los dos tercios distales
del radio de manera aislada, se puede proponer una
técnica de antebrazo de hueso único (técnica de Aspecto técnico del foco
Watson-Jones) que bloqueará definitivamente la prono- de seudoartrosis (Figs. 37 a 39)
supinación (Fig. 35) [48-50]. Se trata de una técnica de
El acceso, como en caso de fractura, debe respetar los
rescate donde la síntesis se realiza con tornillos según la
tejidos blandos, evitar la iatrogenia nerviosa y conservar
técnica «en escalón» o con una placa; el clavo introdu-
una buena vascularización. Los extremos óseos se deben
cido a través del olécranon corre el riesgo de producir avivar con resección de los extremos hasta la zona de
rigidez de codo. hueso sangrante y se deben repermeabilizar los canales
¿Las articulaciones radiocubitales proximal y distal medulares mediante fresado con precaución. La osteo-
están sanas? ¿Son congruentes? Dicho de otra síntesis con placa respeta los principios del tratamiento
manera, ¿es recuperable la pronosupinación? de fracturas. El autoinjerto libre o vascularizado colo-
cado tras la osteosíntesis debe ser estable (fijación por
Toda intervención «ambiciosa» sobre el esqueleto tornillo o aguja y cerclajes). En caso de autoinjerto
antebraquial no se concibe si las articulaciones supra y esponjoso libre, éste debe compactarse antes de su
subyacentes son funcionales y si un solo hueso de los colocación en el foco de resección de los extremos
dos requiere alguna intervención. Si la recuperación de óseos [51, 52]. En caso de injerto corticoesponjoso, éste se

14 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto ¶ E – 44-342

Figura 37. Aspecto de seudoartrosis de cúbito tras una fijación


inadecuada con aguja.

Figura 38. Imagen intraoperatoria de la fibrosis interfragmen-


taria antes y después de su exéresis (A, B) después colocación de
una placa (C); un injerto esponjoso tomado de la epífisis radial
Figura 39. Aspecto de la consolidación radiográfica a los distal se colocará a continuación.
8 meses.

esta complicación. El tratamiento consiste en la resec-


intercala en el defecto y se fija con agujas cortadas. En ción quirúrgica con una hemostasia cuidadosa (el
caso de duda sobre el carácter séptico, se realizan varias hematoma postoperatorio es un factor de recidiva). Se
extracciones como se indica en el caso de seudoartrosis debe distinguir estas sinostosis de las osificaciones
séptica. Se coloca un drenaje; la duración y el tipo de postraumáticas y de las sinostosis congénitas (a menudo
inmovilización, que se coloca en el 2.° día postoperato- bilaterales) o de las osificaciones periarticulares del
rio, dependen de las condiciones intraoperatorias y del traumatismo craneal o del quemado (origen extraarticu-
resultado de la fijación. lar) donde existen problemas de tejidos blandos. Estas
sinostosis postraumáticas son la consecuencia de una
■ Sinostosis radiocubitales estimulación y una diferenciación de las células mesen-
quimales en osteoblastos. Los factores de riesgo de
postraumáticas [53] aparición de una sinostosis son mal conocidos, aunque
pueden señalarse algunos: edad inferior a 40 años,
La sinostosis radiocubital corresponde a la existencia fractura de radio y cúbito al mismo nivel (rotura de
de una osificación en el espacio interóseo y conlleva MIO asociada) y del tercio proximal, fractura de radio
una anquilosis de la pronosupinación. La aparición de bajo la fractura de cúbito (MIO rota perpendicularmente
este puente óseo es una complicación poco frecuente y a sus fibras, cicatrización más difícil con riesgo de
difícilmente previsible que agrava el pronóstico funcio- sinostosis) [54], traumatismo de alta energía, fractura
nal de las fracturas de antebrazo. Su frecuencia se estima conminuta de uno o dos huesos, tornillos demasiado
en un 2% (1-9,3%), pero las series son cortas y con largos o agujas que irritan la MIO, asociación con un
muestras pequeñas. El riesgo de recidiva, tan real como traumatismo craneal, daño medular (en las series de
imprevisible (30-50%), subraya el mal conocimiento de Garland [55]hasta el 33% asocia estas lesiones) y vía de

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 15


E – 44-342 ¶ Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto

Zona 5
Zona 3
Zona 4

Zona 2
Zona 3

Zona 2
Zona 1
Zona 1

Figura 40. Clasificación de Vince y Miller. Figura 41. Clasificación de Hastings.

acceso posterolateral con acceso combinado de ambos


huesos a través de una sola vía. En cambio, son excep-
cionales en las fracturas aisladas de cúbito (nightstick de Tipo 3C
los anglosajones), en las fracturas de Galeazzi y en los
retrasos de la fijación (en la 2.a semana) (71% de las
sinostosis si la fijación es alrededor del 13.er día) [56].

Principios de tratamiento TTipo 3B


Ante una sinostosis, varias preguntas pueden guiar el
tratamiento [53].
Tipo 3A
¿Qué molestias presenta el paciente?
El tratamiento dependerá de la posición del bloqueo
de la pronosupinación. Si el paciente se presenta en
posición de pronosupinación indiferente, el tratamiento
quirúrgico se discute y dependerá de las posibilidades de
adaptación con la movilidad del hombro y de la mano
que compensan los déficits de pronación y de supina- Figura 42. Clasificación de Jupiter.
ción. En caso de bloqueo en pronación, la conservación
de la prensión puede generar cierta molestia. No obs-
tante, si el bloqueo es en supinación, las consecuencias el mismo riesgo de desestabilización del muñón cubital
sobre la prensión requieren una liberación quirúrgica. en caso de sinostosis extensa proximal.
¿Qué localización? Tipo 2 de Vince: sinostosis mediodiafisarias
Las radiografías simples de codo, de la muñeca y del Son cada vez menos frecuentes debido a la mejora de
conjunto del cuadro antebraquial deben completarse las técnicas de osteosíntesis y tienen buenos resultados
con una tomografía computarizada (TC) que permita (70% para Vince). A veces se asocia un callo vicioso que
localizar la sinostosis y evaluar sus límites. Vince y requiere una corrección específica, sobre todo cuando se
Miller (Fig. 40) [56] , Hastings (Fig. 41) [57] y Jupiter cierra el espacio interóseo.
(Fig. 42) [58] establecieron varias clasificaciones (que se El tratamiento consiste en una resección quirúrgica de
complementan) según la localización de la sinostosis. La la sinostosis en la medida de lo posible. La elección de
clasificación de Vince y Millar tiene un interés descrip- la vía de acceso depende de la localización y la exten-
tivo, terapéutico y sigue siendo una clasificación simple sión de la sinostosis, que se aprecia mejor con TC. Se
que distingue tres tipos de sinostosis según la pueden retomar las vías de acceso anteriores, pero
localización. también debe valorarse la mejor vía para acceder a la
sinostosis directamente. Lo más frecuente es la ablación
Tipo 1 de Vince: sinostosis distales de la sinostosis a través de una vía posterior, que se
Son las menos frecuentes. La sinostosis afecta a la desliza a lo largo del borde externo del cúbito y queda
articulación radiocubital distal así como a la región en contacto con él, preservando los pedículos interó-
metafisaria proximal a la articulación. Aparecen esen- seos. La resección del puente óseo con sierra oscilante se
cialmente en los casos de fractura de radio distal con realiza de manera subperióstica y se lleva la MIO vecina
basculación dorsal. En esos casos y siempre que la y los tejidos blandos fibrosadas. La cauterización de los
sinostosis no sobrepase los 4 cm, se debe realizar su bordes óseos con el bisturí eléctrico puede completarse
exéresis que asocie una resección de la cabeza cubital con el uso de cera de hueso. En ocasiones, la vía de
(intervención de Darrach), ya que en esta zona de acceso centrada sobre el cúbito no permite la escisión de
estrecho contacto entre los dos huesos, la resección sola todo el puente óseo [7] . La ausencia de una buena
puede ser insuficiente. Si la sinostosis es más proximal, recuperación de la rotación debe hacernos pensar en
la resección puede producir un muñón inestable y se lesiones asociadas de las articulaciones radiocubitales
debe valorar el riesgo de lesiones iatrogénicas de los proximal y distal, así como un callo vicioso a nivel de
extensores con la abstención terapéutica. La interven- las curvaturas diafisarias, en particular la del radio. La
ción de Sauvé Kapandji puede también plantearse, con rehabilitación es inmediata, siempre por debajo del

16 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto ¶ E – 44-342

Figura 44. Imagen tomográfica que permite un análisis en el


plano horizontal y definir los límites de esta sinostosis (A, B).

afectación de la sinostosis: la región bajo la articulación


radiocubital proximal (subtipo 3A), la articulación
(subtipo 3B), la articulación del codo con afectación
sobre la flexión y la extensión del codo (subtipo 3C).
Sinostosis 3A y 3B (que respetan la articulación
humerocubital). Pueden tratarse mediante resección,
empleando una vía de acceso posterolateral que permite
acceder a los dos huesos del antebrazo y al espacio que
Figura 43. Sinostosis proximal tras un traumatismo de codo los une. Si la vía permite un acceso directo a la sinosto-
sin fractura visible sobre las radiografías a los 7 meses (A, B). sis, expone a riesgo de recidiva [7]. La resección debe ser
amplia.
Sinostosis 3B y 3C. Proximales a la tuberosidad
umbral doloroso, estimulando el trabajo activo con bicipital, la resección asociada de la cabeza radial está
indicada, sobre todo si existe una incongruencia articu-
ayuda. En esos casos de sinostosis mediodiafisarias se
lar o una inestabilidad.
han propuesto numerosos procedimientos de interposi-
ción; la resección simple no permite, para algunos [54], Sinostosis 3C. Existe a menudo rigidez de codo y es
necesaria una capsulotomía anterior y posterior; la
obtener resultados duraderos. En teoría se realizan para
intervención se asemeja a lo que sería una artrólisis de
evitar la recidiva [53]: colgajos de grasa libre, músculo
codo.
(sutura de músculos anteriores y posteriores) fascia lata,
En ocasiones la resección puede poner de manifiesto
elastómero de silicona, gelatina reabsorbible, cera de
una inestabilidad de codo y puede ser indispensable un
hueso.
fijador externo articulado. En las sinostosis de tipo 3, en
En ausencia de un estudio comparativo, es difícil
caso de puente óseo extenso con destrucción articular,
aconsejar una técnica precisa y un modo de interposi-
Kamineni propone la resección de 1 cm de diáfisis radial
ción particular. En esos casos excepcionales, puede a distal de la sinostosis con el fin de evitar el bloqueo
proponerse una osteotomía de desrotación: sin tratar la proximal [59]. La cera ósea y la rehabilitación proximal
causa de la sinostosis, se corrige la posición de la son los elementos importantes según este autor, que
muñeca gracias a una osteotomía de desrotación de los refiere siete casos de sinostosis proximales fijadas y
dos huesos del segmento antebraquial, lo que permite tratadas de esta manera con una recuperación del arco
colocar la muñeca y la mano en posición neutra o de pronosupinación de cerca de 100°.
favorecer la supinación. Los riesgos iatrogénicos vascu-
lares no se pueden ignorar; estas osteotomías de gran
envergadura se reservan a las formas bilaterales, más
¿Será necesario añadir un fijador adyuvante
bien congénitas. postoperatorio y de qué tipo?
Tipo 3 de Vince Se pueden asociar al drenaje y a la movilización
inmediata los tratamientos cuyo objetivo teórico sea
Las sinostosis proximales, a nivel de la radiocubital reducir las recidivas influyendo sobre las neoformacio-
proximal (Figs. 43 a 45) son más complejas de tratar nes óseas. La eficacia en la prevención de las osificacio-
debido al acceso quirúrgico y al carácter multifactorial nes periprotésicas de cadera o de fracturas de cotilo de
de su aparición. Se trata siempre de un traumatismo de los AINE (indometacina) ha sido documentada y se ha
codo con afectación de la articulación radiocubital trasladado al codo. La duración de la prescripción varía
proximal (fractura de la cabeza radial, fractura luxación de 1 a 6 semanas. La radioterapia antiinflamatoria ha
de codo, cirugía percutánea de bíceps). Jupiter [58] ha demostrado su eficacia en la prevención de las osifica-
dividido en tres subgrupos el tipo 3 en función de la ciones periprotésicas o en la cirugías de fracturas de

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 17


E – 44-342 ¶ Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto

¿Cuál es la madurez de las sinostosis


y cuándo proponer la intervención?
Varios autores [23, 56] aceptan que es lógico resecar
una sinostosis después de su maduración con el fin de
reducir las recidivas. Los mejores resultados se encuen-
tran en la serie donde la sinostosis es intervenida tras
un año de evolución. La madurez de «1 año» parece el
tiempo razonable. Por desgracia, el concepto de madu-
ración es confuso; la osificación se considera madura si
sus bordes están bien definidos y no se extiende al estar
completamente mineralizada. Vince propone el estudio
con TC en ventana ósea para evaluar la madurez
ósea [56] . Algunos sólo intervienen cuando no hay
captación en la gammagrafía, captación que puede
persistir hasta los 18 meses. A la inversa, la exéresis de
la sinostosis tras 3 años no se aconseja si se desea un
adecuado resultado funcional. No parece razonable
esperar más allá de 1 año; las retracciones de la MIO y
la rigidez articular del paciente harán más difícil y
menos aceptables las intervenciones más agresivas.

■ Callos viciosos [63]

Generalidades
El callo vicioso siempre es la consecuencia de una
reducción insuficiente (antes de la colocación del
material) o de un desplazamiento secundario (estabili-
dad insuficiente). Con la osteosíntesis con placa, que
permite una estabilización fiable así como la restitución
de la anatomía de las curvaturas, la frecuencia de los
callos viciosos de fractura de los huesos en el adulto ha
disminuido: Se trata de una cirugía poco frecuente y
difícil, sobre todo si la corrección debe hacerse sobre dos
huesos al mismo tiempo. Por otra parte, un gran
número de callos viciosos se toleran bien. Sea cual sea
el plano de la deformidad (callos viciosos rotatorios o
angulares), la afectación de la pronosupinación guiará la
actitud terapéutica. El papel de los tejidos blandos es
importante en las consecuencias funcionales; una
rehabilitación bien realizada debe preceder a cualquier
cirugía. La consecuencia clínica de los callos viciosos del
antebrazo asocia tres grandes síntomas; la disminución
de la amplitud, sobre todo en pronosupinación, posible
dolor con o sin inestabilidad de una de las articulacio-
nes radiocubitales y un aspecto morfológico del seg-
mento antebraquial antiestético. El estudio previo a la
intervención comprende imágenes de los huesos del
antebrazo incluidas las articulaciones supra y subyacen-
tes en posición lateral y anteroposterior, en pronación y
supinación máxima, con imágenes comparativas. Se
realizará una TC de ambos antebrazos (estudio compa-
Figura 45. Imagen intraoperatoria de la sinostosis que va a ser rativo) en posición de supinación máxima y de prona-
resecada subperiosticamente (A) y resultado obtenido intraope- ción máxima. En los tres planos se mide el valor
ratoriamente sobre la pronación y la supinación (B, C). angular de la deformidad.

Preguntas
cotilo [60], donde en ocasiones se emplea sin complica- Las preguntas que se plantean ante un callo vicioso
ciones ni retraso cicatrizal (si la vía de acceso ha sido permiten establecer el plan terapéutico adaptado.
excluida del campo de irrigación) o sarcomas radioindu-
¿Cuántos huesos y cuáles? ¿Cómo son
cidos cuando las dosis son inferiores a 30 grays en un
las articulaciones radiocubitales supra y subyacentes?
período de 3 semanas [61]. Las dosis propuestas están
comprendidas entre 6 y 10 grays fraccionados en cuatro Si sólo está afectado uno de los huesos, el callo
o cinco veces o, más recientemente, una dosis única de vicioso se integra hace parte de una secuela de Galeazzi
6 grays que tendría la misma eficacia biológica [62]. No o Monteggia. En caso de secuelas de fractura de Galeazzi
obstante Jupiter [58] , en una serie de 18 sinostosis con callo vicioso sobre el radio, los pacientes presentan
intervenidas, no encuentra ningún beneficio con ese a menudo una pronación limitada con o sin inestabili-
tratamiento. En consecuencia y teniendo en cuenta la dad del muñón cubital. Si el muñón es reducible, se
baja incidencia de las sinostosis y la diversidad de deben plantear los mismos tratamientos que las lesiones
formas clínicas, es imposible argumentar a favor de agudas. En el caso contrario, debe considerarse una
estos tratamientos. intervención de Sauvé Kapandji.

18 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto ¶ E – 44-342

En caso de secuelas de fractura de Monteggia con


callo vicioso sobre el cúbito (lo más frecuente a nivel
del tercio proximal), el problema es la luxación invete-
rada de la cabeza radial. En ese momento, la resección
aislada será suficiente. Todo intento de sustitución o
artroplastia corre el riesgo de no arreglar el problema y
50°
producir iatrogenia. 50°

40°

“ Punto esencial
La osteotomía del cúbito no debe plantearse hasta
que la angulación no sobrepase los 15°; se asocia
25°
siempre resección de la cabeza radial.

¿Cuál es el plan? ¿A qué nivel? ¿Qué importancia


tiene?
25°
Existe una tolerancia a los callos viciosos angulares
diafisarios inversamente proporcional a su importancia. 25°
Esta tolerancia varía en función del nivel y del plano de
la angulación.
Una angulación de 10°, independientemente del
hueso o el plano, tiene pocas consecuencias funciona-
les [64] . A partir de 20° de deformidad angular, las
consecuencias funcionales aparecen. Una angulación
aislada de uno o dos huesos del antebrazo en el plano
frontal o sagital de más de 10° limita la pronosupina-
ción en unos 24°. A la inversa, una angulación simultá-
nea de 10° del radio y el cúbito conlleva una limitación A
de la pronosupinación de unos 18°. En cambio, en caso
de callo vicioso rotatorio, el porcentaje de pérdida R
funcional en pronosupinación es igual al número de 10 14 18 22 26 30
grados de consolidación viciosa. No obstante, los A
problemas rotatorios de la diáfisis cubital no modifican
la amplitud de la pronosupinación y la desplazan hacia 10 45 35 28 24 20 18
uno de los dos sectores, mientras que a nivel del radio
toda deformidad angular es funcionalmente muy 14 54 45 37 32 27 24
molesta. Los callos viciosos del tercio distal del radio
tienen repercusiones sobre la pronación, mientras que 18 60 51 45 38 34 30
los del tercio distal del cúbito tienen consecuencias
sobre la supinación. 22 65 57 50 44 39 33
Un callo vicioso aislado y rotatorio de 45° del cúbito
no disminuye la pronosupinación más allá de 20°; hay
26 68 61 54 49 45 40
que insistir en la importancia de la retracción de tejidos
blandos en el paciente [7].
30 72 64 58 53 48 45

Principios del tratamiento


A : ángulo de angulación
Idealmente y como para las sinostosis, la interven- R : ángulo de rotación B
ción es probablemente una opción que debe plantearse
Figura 46. Principio de la osteotomía plana oblicua en función
durante el año posterior a la fractura, evitando las
de cálculos (A, B).
repercusiones de la retracción de los tejidos blandos. La
corrección quirúrgica debe realizarse en el vértice de la
deformidad, es decir, a nivel de la antigua fractura. La
técnica de elección es la osteotomía correctora a foco paralelo a la articulación más cercana. La osteotomía se
abierto y fijación mediante placa; no es posible aplicar realiza con sierra y se corrige manualmente, llevando
técnicas de enclavado o fijador externo. El acceso de los las dos agujas paralelas. Un injerto esponjoso o cortico-
dos huesos se realiza como en las fracturas. El acceso esponjoso se coloca en la zona de osteotomía. En caso
del cúbito se hace a través de una incisión sobre el de problema rotatorio, el injerto no suele ser útil y se
borde medial del hueso entre el extensor cubital del requiere un autoinjerto esponjoso. En cambio, el
carpo y el flexor cubital del carpo; el acceso al radio se empleo de las dos agujas sigue siendo útil, aunque en
hace a través de la vía anterior de Henry. En cuanto se esos casos sea más difícil de realizar, ya que el cirujano
comete un error de localización del vértice de la curva- no tiene acceso al plano horizontal. En esos casos los
tura de más del 5% o que se sobrepase la angulación de tejidos blandos deben ser liberados minuciosamente de
20°, los resultados funcionales serán peores. En caso de la zona de osteotomía.
deformidad «simple», es decir, predominante en un Las osteotomías planas oblicuas en el vértice de la
plano, la planificación quirúrgica permite saber si es deformidad son las más lógicas en teoría, ya que pueden
necesario un injerto. En caso de deformidad angular corregir las angulaciones y los defectos rotacionales sin
(en el plano sagital o frontal), se coloca una aguja en modificar la longitud. Su realización según cálculos
cada segmento óseo, a cada lado del callo vicioso exigentes es en ocasiones un poco teórico (Fig. 46).

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 19


E – 44-342 ¶ Fracturas recientes y antiguas de ambos huesos del antebrazo en el adulto

■ Conclusión [4] Chapman MW, Gordon JG, Zissimos AG. Compression plate
fixation in acute fractures of the diaphyses of radius and ulna.
El cuadro antebraquial se constituye por dos huesos J Bone Joint Surg Am 1989;71:159-69.
que presentan varias curvaturas que permiten la prono- [5] Heim D. Forearm shaft fractures. In: Rüdie TP, Murphy WM,
supinación. La fractura diafisaria de ambos huesos editors. Principles of fracture management. Stuttgart:
requiere una reducción anatómica (para evitar proble- Thieme; 2000. p. 341-55.
mas en la pronosupinación) gracias a una fijación del [6] Strachan JC, Ellis BW. Vulnerability of the posterior
foco mediante placas (ya que los dos huesos no son interosseous nerve during radial head resection. J Bone Joint
rectilíneos). El acceso al radio se hace a través de una Surg Br 1971;53:320-3.
vía anterior y el del cúbito, a través de una vía posterior. [7] Bégué T. Fractures des deux os de l’avant-bras de l’adulte. In:
Las ramas sensitivas deben respetarse en la muñeca. Se Cahiers d’enseignement de la SOFCOT n°79. Paris: Elsevier;
debe evitar el acceso externo combinado, que permite 2002. p. 187-206.
acceder a ambos huesos pero puede provocar lesiones [8] Obert L, Rochet S, Leclerc G, Rheby L, Garbuio P, Tropet Y.
iatrogénicas del nervio radial en proximal. Las fracturas Intérêt de plaques ITS dans la chirurgie du radius distal.Allieu
diafisarias sin afectación de las articulaciones radiocubi- Y, Roux JL, Meyer Zu Reckendorf G. éd. Fractures du radius
tales se estabilizan con el acceso el foco de fractura mas distal de l’adulte. Montpelliers: Sauramps Médical;
Montpellier; 2006. p. 161-9.
sencillo y, después, el más conminuto. Las lesiones de
[9] Singer BR, McLauchlan GJ, Robinson CM, Christie J.
Galeazzi asocian una fractura de la diáfisis radial y una
Epidemiology of fractures in 15 000 adults. The influence of
luxación de la RCD que requerirán una estabilización de
age and gender. J Bone Joint Surg Br 1998;80:243-8.
la fractura y una inmovilización de la RCD por BABP
[10] McQueen MM. Epidemiology of fractures of the radius and
con o sin artrodesis temporal. La lesión de Essex-
ulna. In: Radius and ulna. Musculoskeletal trauma series.
Lopresti se caracteriza por la migración proximal del
Oxford: BH Editions; 2000. p. 1-1.
radio asociada a una fractura de cabeza radial y una
[11] Cheng SL, Rajaratnam K, Raskin KB, Hu RW, Axelrod TS.
luxación de la RCD posible a causa de una lesión de la ″Splint-top″ fracture of the forearm: a description of an in-line
MIO. Como la fractura de Galeazzi, tiene como pro- skating injury associated with the use of protective wrist
blema el diagnóstico, que pasa fácilmente desapercibido. splints. J Trauma 1995;39:1194-7.
Las lesiones de Essex-Lopresti deben tratarse devol- [12] Birkbeck DP, Failla JM, Hoshaw SJ, Fyhrie DP, Schaffler M.
viendo la longitud al radio (evitando a toda costa la The interosseous membrane affects load distribution in the
resección de la cabeza radial) y estabilizando la RCD. forearm. J Hand Surg [Am] 1997;22:975-80.
Las lesiones de Monteggia asocian fractura de cúbito y [13] Lundy DW, Lourie GM. Two open forearm fractures after
luxación de la cabeza radial y requieren tratamiento airbag deployment during low speed accidents. Clin Orthop
quirúrgico para fijar el foco anatómicamente, lo que Relat Res 1998;351:191-5.
permite la reintegración de la cabeza radial. La seudoar- [14] Kapandji IA. La pronosupination. In: Physiologie articulaire
trosis de uno o dos huesos plantea dos tipos de proble- 1. Membre supérieur. Paris: Maloine; 1980.
mas; el de todas la seudoartrosis (la causa, el defecto, la [15] Obert L, Lasserre G, Lepage D, Garbuio P. Les fractures
fijación a emplear, séptica o no, etc.) y el de la especi- fraîches de Galeazzi et d’Essex-Lopresti. Herzberg G. éd.
ficidad del cuadro antebraquial y su dificultad para la Pathologie traumatique radio ulnaire distale. Montpellier:
reconstrucción anatómica. Una fijación estable y aporte Sauramps Médical; 2005. p. 73-86.
de autoinjerto son los pilares del tratamiento. Las [16] Essex-Lopresti P. Fractures of the radial head with distal
nuevas técnicas (membrana inducida) o factores bioló- radio-ulnardislocation. J Bone Joint Surg Br 1951;33:244-7.
gicos (factores de crecimiento, células madre) permiten [17] Leung YF, Ip SP, Ip WY, Kam WL, Wai YL. The crisscross
alcanzar una consolidación en el caso de grandes injury mechanism in forearm injuries. Arch Orthop Trauma
defectos. Toda intervención ambiciosa sobre el esqueleto Surg 2005;125:298-303.
antebraquial se concibe si las articulaciones proximal y [18] Gelberman R, Garfin SR, Hergenroeder PT, Mubarak SJ,
distal son funcionales y uno solo de los dos huesos Menon J. Compartment syndromes of the forearm: diagnosis
requiere alguna intervención. La sinostosis radiocubital and treatment. Clin Orthop Relat Res 1981;161:252-61.
corresponde a la existencia de una osificación en el [19] Munshi P, Neale G, Maclellan G. Detachable functional
espacio interóseo, lo que conlleva una anquilosis de la forearm focused rigidity cast. A ″one-off″ definitive treatment
pronosupinación. El tratamiento consiste en una resec- for stable forearm greenstick fractures. Injury 2000;31:
ción quirúrgica asociada o no a adyuvantes, cuya 239-42.
eficacia se conoce pero es difícil de extrapolar al ante- [20] Schuind F, Andrianne Y, Burny F. Treatment of forearm frac-
brazo (radioterapia, AINE). La maduración de la osifica- tures by Hoffmann external fixation a study of 93 patients.
ción es importante pero no debe retrasar la operación Clin Orthop Relat Res 1991;266:197-204.
más allá de 1 año. El callo vicioso aislado pocas veces [21] Smith D, Cooney W. External fixation of high energy upper
es la parte más difícil de tratar. El rigor quirúrgico debe extremity injuries. J Orthop Trauma 1990;4:7-18.
asociarse, más que en otro sitios, a un proyecto terapéu- [22] Kapandji AI. Dislocation et instabilité post traumatique de la
tico construido a medida para el paciente, que debe radio cubitale inférieure. In: Conférence d’enseignement de
haber comprendido los riesgos y beneficios de la chirurgie de la main. Monographie du GEM. Paris: Expansion
reconstrucción de las curvaturas del cuadro Scientifique Française; 1991. p. 69-89.
antebraquial. [23] Failla JM, Amadio PC, Morrey BF. Post-traumatic proximal
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L. Obert, Professeur des Universités, praticien hospitalier (lobert@chu-besancon.fr).


D. Lepage, Maître de conférence des Universités, praticien hospitalier.
P. Garbuio, Professeur des Universités, praticien hospitalier.
Service d’orthopédie, de traumatologie, de chirurgie plastique, reconstructrice et assistance main, EA 4268 I4S - IFR 133 INSERM, CHU
Jean-Minjoz, Université de Franche-Comté, boulevard Fleming, 25000 Besançon, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Obert L., Lepage D., Garbuio P. Fractures récentes et
anciennes des deux os de l’avant-bras chez l’adulte. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales -
Orthopédie-Traumatologie, 44-342, 2009.

Disponible en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias clínico

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 21

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