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Enrahonar.

Quaderns de Filosofia 50, 2013  101-112

RESSENYES

García Varas, Ana (ed.) (2011)


Filosofía de la imagen
Salamanca: Universidad de Salamanca

Desde hace algo menos de dos décadas, tradiciones divergentes, como las moti-
se viene denominando «giro pictorial» vaciones y los retos de sus estudios res-
(Pictorial turn), en su vertiente anglosajo- pectivos. Los trabajos de Bernhard Wal-
na, o «giro icónico» (Ikonische Wende), denfels, Hans Belting, Dominic McIver
en su variante continental, al creciente Lopes, Noël Carroll y Dieter Mersch,
interés por el estudio de las imágenes y su junto con la entrevista realizada por la
progresiva recurrencia como tópico cen- editora a Klaus Sachs-Hombach y al teó-
tral en el ámbito de las ciencias humanas. rico de la cultura Martin Jay, completan
Con sus obras respectivas, W. J. Thomas la obra.
Mitchell —Picture Theory (Chicago: Uno de los aspectos más atractivos
University of Chicago Press, 1994)— y del volumen es, sin duda, la variedad de
Gottfried Boehm —Was ist ein Bild? disciplinas y metodologías que convergen
(Múnich: Fink, 1994)— llegaron, a me- en el estudio y el análisis de las condicio-
diados de los años noventa y por caminos nes y los mecanismos de la producción
diversos (el de la tradición de los visual de sentido de las imágenes. Así, a la ha-
studies, heredera del más amplio campo bitual heterogeneidad disciplinaria de los
de investigación de los estudios cultura- estudios visuales y a la perspectiva que la
les, por una parte, y el de la nueva Bild- filosofía analítica puede aportar, viene a
wissenschaft alemana, por otra), a un con- sumarse el desarrollo reciente de una
vencimiento común: la especificidad de «ciencia de la imagen» en el ámbito ale-
los elementos semánticos de la imagen y mán (aun poco difundida en nuestro
su relevancia en el estudio de los procesos país), destinada al estudio y al análisis de
de conocimiento. Bajo el título genérico las condiciones y de los mecanismos de
de Filosofía de la imagen, el volumen edi- producción de sentido de las imágenes, y
tado por Ana García Varas recoge sendos en la que toman parte la filosofía, la his-
ensayos de Mitchell y Boehm, así como toria y la teoría del arte, así como otras
una interesante correspondencia epistolar materias afines, como la filología o la psi-
entre ambos en la que abordan tanto los cología. Entre la variedad de enfoques y
problemas de fondo de sus perspectivas y preguntas planteados en el libro, ambas

ISSN 0211-402X (imprès), ISSN 2014-881X (en línia)


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tradiciones coinciden en la referencia de conciencia. La diferencia respecto al


común a Richard Rorty y, en concreto, a planteamiento de Boehm radica en que
su conocida antología sobre el «giro lin- esta aparición de la imagen como objeto
güístico» de 1967, como modelo para independiente y no subordinado del len-
señalar el auge que el estudio de las imá- guaje verbal, no se refiere a una amplia-
genes ha experimentado en los últimos ción del campo cognoscitivo que el pen-
años. La elección del término «giro», de samiento filosófico es capaz de abarcar,
resonancias kuhnianas, apunta desde sino que se ve envuelto en un contexto
luego a un desplazamiento del foco de más amplio que implica ámbitos dispares
interés en el pensamiento y la cultura ac- como las artes plásticas y cinematográfi-
tuales, pero asume las consecuencias del cas, la cultura popular, la política o la
modelo anterior e intenta llevarlo más ideología. Es decir, que el aludido cam-
lejos, determinando las características bio de paradigma no apunta únicamente
específicas que los elementos visuales al hecho de que dentro de las disciplinas
aportan al conocimiento humano. académicas las representaciones no ver-
Aceptando, por tanto, que el estudio bales sean consideradas como un objeto
de la imagen no sustituya, sino que se digno de estudio, sino también a la insis-
sitúe hermanado junto al estudio del len- tente aparición de la imagen en la retóri-
guaje, resulta interesante revisar las im- ca de la esfera pública, en relación con los
portantes diferencias que presentan las cambios que se han producido en los me-
premisas generales de las que parten canismos de su reproducción, distribu-
ambos autores, como representantes de ción y consumo.
las dos principales tendencias menciona- La pregunta, por tanto, que se sitúa
das. Así, para Boehm, historiador del arte en el trasfondo del estudio de la imagen
de formación y discípulo de Hans-Georg para Mitchell afecta al modo en el que las
Gadamer, si bien el estudio de la imagen imágenes, y la imaginación que las pro-
se muestra deudor y continuador de los duce, se transforman en facultades dignas
logros de la crítica lingüística, abre tam- de confianza y respeto. El conocimiento
bién un nuevo campo cognoscitivo, antes se convierte, por tanto, para este último,
ignorado o minusvalorado, independien- en un asunto de prácticas, disputas y
te de las manifestaciones del lenguaje acuerdos sociales y no en la propiedad de
verbal. Desentrañar los mecanismos de alguna forma de representación natural e
percepción de las imágenes implicaría, inmediata. Frente a la idea de que existi-
pues, embarcarse en la búsqueda de una ría un tipo de reproducción natural, de
nueva lógica, una «lógica icónica» autó- que las imágenes puedan ser un espejo de
noma e independiente de lo lingüístico la naturaleza, Mitchell nos recuerda que
que no se realiza, por tanto, al hablar, los sentidos son «ventanas a través de las
sino al percibir. El esfuerzo principal de cuales mira una imaginación intencional
la empresa de Boehm consiste en advertir y culturizada» y no «una puerta que se
la innecesaria subordinación de las imá- abre a golpe de llave maestra». La aproxi-
genes al lenguaje en el discurso y en de- mación al objeto de estudio debe enten-
terminar su especificidad. derse, según él mismo señala, en el marco
Para Mitchell, la aparición de las imá- de un relativismo riguroso que considera
genes en el horizonte del pensamiento el conocimiento como un producto so-
occidental se muestra también como un cial, como un diálogo o una batalla entre
desarrollo inevitable del proceso que con- lenguajes, modos de representación y vi-
virtió al lenguaje en el objeto central de la siones del mundo. Ante la imposibilidad,
filosofía y vino a sustituir al interés de por tanto, de formular una teoría global
la filosofía moderna por los contenidos del signo, se trataría más bien de advertir
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cómo la diferencia, la brecha que separa afectan a las imágenes artísticas, científi-
palabras de imágenes, obedece a poderes cas y cinematográficas, y que otorgan
e intereses que deben ser desentrañados. importantes pistas para abordar la proli-
En torno a este núcleo de problemas feración de las mismas en la comunica-
y aproximaciones a los elementos visuales ción y la cultura de las últimas décadas.
como herramientas de conocimiento, el
libro ofrece, en definitiva, una muestra Sandra Santana
representativa de las líneas de trabajo ac- Universidad de Zaragoza
tuales sobre la materia y proporciona una
herramienta excelente para introducirse
en esta nueva corriente de estudios que

Wilson, George M. (2011)


Seeing Fictions in Film
Oxford: Oxford University Press

It is the standard function of the image- cuestiones, podemos decir: 1) cuando


track to prescribe what the movie viewers nos encontramos frente a una ficción,
are to imagine seeing in individual shots como el final de la película Casablanca,
and collection of them. Similarly, the estamos imaginándonos que vemos una
sound-track prescribes what the viewer is
to imagine hearing from within the
ficción en la que el no tan truhan Rick se
world of the story. despide de Ilsa en un aeropuerto en plena
noche, porque renuncia a su único amor
George M. Wilson, por la lucha contra el nazi, y 2) nos ima-
Seeing Fictions in Film (cursiva mía) ginamos viendo esto de esta forma (y no,
en cambio, a Papá Noel volando con su
trineo) porque existe una entidad que ha
George M. Wilson trabaja, a lo largo ejercido su agencia en montar toda aque-
de Seeing Fictions in Film, con dos pre- lla ficción —la narración— y así prescri-
guntas: 1) ¿cómo vemos las ficciones? y 2) birnos que nos imaginamos que vemos a
¿mediante qué las vemos? Sus propuestas Rick y a Ilsa despidiéndose y no a Papá
se alejan de forma explícita de la ontolo- Noel repartiendo regalos. La entidad a la
gía y la fenomenología de la imagen, así que nos referimos sería el narrador.
como de los problemas derivados de la Seeing Fictions in Film se estructura
realidad de las entidades de ficción. Es en tres partes. Wilson dedica la primera
por ello que preguntarse por qué vemos parte —el núcleo principal teórico sobre
ficciones queda fuera de los límites del la imagen— a justificar cómo es que,
libro. En éste se cuestionan asuntos como cuando vemos una película, imaginamos
qué nos sucede cuando interactuamos que vemos tal o cual cosa que allí se nos
con una obra de ficción o cuál es nuestra muestra. Presenta dos hipótesis, la tesis
actividad como espectadores. ¿Tenemos del ver imaginado (Imagined Seeing The-
libertad para imaginar lo que queramos sis) y la hipótesis del mostrar la ficción
sobre el film? ¿Existe algún tipo de agen- (Fictional Showing Hipothesis), además de
cia que haya dejado su impronta en la una variante de la primera que es la que
obra y que dirija en cierta medida nuestra finalmente pretende defender, la versión
imaginación hasta algún punto en con- mediada (Mediate Version). La segunda
creto? Como respuesta rápida a estas parte explora si puede decirse que haya

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