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~º 2. AGOS1D 1993.
ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA ARQUEOLóGICA EN UN SmO TALLER DEL
NORTE DEL ESTADO LARA, LOS TRES CRUCES.
Arturo Jaimes Q.

La arqueología estudia el pasado desde el presente, pero el arqueólogo no debe olvidar


que el presente está marcado y condicionado por las investigaciones precedentes, y
que el conocimiento arqueológico de hoy constituirá una de las muchas arqueologías
pasadas en una o dos décadas.
Glyn Daniel ( 1974).

RESUMEN:
SE PRESENTAN ALTERNATIVAS PARA LA INVESTIGACIÓN ARQUEOLóGICA EN SrnOS CON MATERIAL SUPERFICIAL. EL
ESTUDIO SE REALIZA EN UN smo TAlLER "Los TREs CRucES" UBICADO EN EL NOIITE DEL ESTADO LARA, VENEZUELA.
EL ANÁUSIS PRESENTADO PERMITE OBSERVAR EL COMPORTAMIENTO DE LOS ESPAOOS UTILJZADOS Y CÓMO Aul SE
GENERARON ACTIVIDADES,DEPINIENDO "ÁREAS DE ACTIVIDAD", A PARTIR DEL ANÁUS!S FUNCIONAL DE LOS INSTRUMEN-
TOS Y ARTEFACTOS, Y RECONSTRUYENDO LAS ETAPAS DE MANUFACTURA DR ESTOS A TRA vt';s DE LOS DESECHOS DETAUA.
SE APUCAN PROGRAMAS ESTADfsmcos PARA RESALTAR LOS ASP!lCTOS ARQUEOLóGICOS EN TmtMINOS DE RELACIÓN DB
LOS MATERIALE.\ Y LOS ESPAOOS UTII..IZADOS.

Introducción.
La arqueología es una ciencia antropológica que trata los aspectos humanos
en varias dimensiones, es decir, existe un primer objeto de estudio que corresponde
al hecho "material, restos con evidencias ailtrópicas "sensorialmente" captables, que
plantearía la necesidad de producir una gama de métodos y técnicas que según un plan
teórico y un problema investigativo previamente concebido, entran en acción para
relevar todos y cada uno de aquellos elementos culturales y/o relacionados con estos,
que pueden no tener "marcas culturales".
Para poder plantear problemas de otros niveles tales como migraciones,
modos de vida, actividades, estrategias de subsistencia, comportamientos religiosos,
implica poseer un marco de referencia que pueda soportar argumentos e inferencias
que motiven, por ejemplo, modelos explicativos sobre grupos humanos cazadores-
recolectores, sociedades con estructuras políticas y sociales "complejas" o
estructuradas con "jerarquías", "economía de mercado" entre tales sectores, o
cazadores especializados de megafauna extinta.
Es por esto, entre otras cosas, que a la arqueología hay que asumirla como una
"ciencia" que posee un número determinado de herramientas propias y tomadas de
otras, capaces de abordar un problema y poder entender los comportamientos
humanos en términos sociales, económicos, religiosos y políticos, para entonces
poder hablar y discriminar sobre los grupos que habitaron una región, y es cuando,
desde otro punto de vista, se logra reconstruir la "historia" de aquellos.
Uno de los problemas fundamentales que ha motivado cientos de discusiones,
es el hecho de poder trasladar concienzudamente las inferencias técnicas que se
elaboran sobre el material arqueológico, producto del análisis de campo y laborato-
rios, para el segundo nivel explicativo, es decir, cuáles fueron realmente las
motivaciones, intenciones, estados emocionales, situaciones de cualquier orden, y

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paremos de contar las posibilidades que nuestro "sujeto de estudio" es capaz de
desarrollar en cada segundo del quehacer, y que el fruto de esas interacciones dejaron
esas huellas que son las que el arqueólogo encuentra, a veces.
Pero esto se aclararía (de alguna forma) si estuviéramos haciendo arqueología
en la casa de nuestros padres y que uno esté vivo, así como ellos, de esta forma
sabríamos un poco más de los por qué de encontrar chapas de refrescos en gran
cantidad en el patio, frente a una pared, que tiene una leve mancha de pintura y que
está situada a unos 60 centímetros desde el suelo. Sólo yo y los que me vieron, saben
que allí se jugó béisbol , con un viejo palo de escoba y mi hermano lanzaba desde
cierta distancia las chapas, que muchas veces golpeaban la zona de strike, marcada
en la pared y caían sobre el suelo, mientras el bateador, descuidado, las pisaba
incorporándolas de inmediato al registro arqueológico.
Ahora cuando tratamos yacimientos en los cuales sólo se poseen los restos de
materiales líticos, cerámicos, acumulaciones de carbón, aglomeraciones de huesos
o esqueletos humanos y no poseemos relatos ni evidencias escritas que de alguna
forma, facilitarían las contrastaciones para construir los modelos explicativos
satisfactorios en términos de antropología, la interpretación confiable y viable se nos
coloca cuesta arriba.
Entonces es cuando sólo partiendo de una minuciosa labor de recolección de
datos se podrá llegar a explicaciones casi certeras sobre los acontecimientos que
circundaron en el ahora yacimiento arqueológico, de lo contrario, sólo estaremos
hablando de especulaciones, de niveles de discusión inmersas en el sabotaje de la
historia de nuestros antepasados.
Es por esto, que se plantea una ciencia del registro, que nos permite rescatar
los aspectos estáticos, observables en cada uno de los elementos encontrados,
relacionando sus ubicaciones estratigráficas, horizontales y verticales, analizando
muestras de sedimento, de ceniza y carbón, que nos van a permitir comprender el por
qué de sus orígenes en el sitio, los acontecimientos y símbolos, y toda la acumulación
cognocitiva que allí están internamente en cada aspecto, descubiertos en la recolec-
ción y excavación, es decir, la dinámica (Binford, 1988).
También hay que considerar y explicar cuáles son los elementos que pueden
perturbar o formar un yacimiento arqueológico, el estudio interdisciplinario que
permite planteamos cuáles han sido los factores que han producido la "formación de
un sitio arqueológico". Para no caer en la contradicción de trabajar en un "sitio" que
dejó de existir, ya que su estructura ha sido alterada, y considerar las asociaciones
como primarias que responden al último día en que sus habitantes dejaron de
recurrirlo, sin tomar en cuenta que la erosión eólica e hídrica, así como el saqueo y
el arado o animales excavadores pudieron haber introducido elementos de capas
superiores hacia capas inferiores y viceversa, o cualquier actividad, bioturbación o
geoturbación que pudo sepultar intactos los restos, como alterar las asociaciones
entre estos. De la misma forma la acumulación de chapitas del patio de la casa,
pueden ser producto de la abertura de refrescos y no del juego de beisbol, y es sólo
a través del estudio de cada elemento y la discriminación entre las marcas que
produce cada tarea, que podemos comenzar a entender lo que realmente pudo haber
pasado en el área encontrada.

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De esta forma, podemos construir relaciones entre los materiales y el
comportamiento humano, a pesar que la arqueología es una ciencia social y sobre esta
pesa tanto la carga "cultural" del investigador como lo acertado, probado y convin-
cente que pueda llegar a ser la inferencia y el enunciado. Tentado a ser demolido por
carencia en el uso de métodos y herramientas teóricas, contrastables fielmente sobre
el registro arqueológico.
Dentro de la comprensión del origen de los materiales arqueológicos y cómo
se acumulan, surgen explicaciones provenientes tanto de la analogías etnográficas e
etnohistóricas, así como de la "arqueología experimental". En los primeros casos se
trata de compilar la información que nos interesa, registrada en el pasado por
viajeros, colonos y exploradores, y sobre la etnografía de grupos que incluyan dentro
de su "sistema cultural"(por ejemplo) construcciones, técnicas de manufactura sobre
litos o barro, formas de cocción y de conservación de alimentos, o de cuáles son las
conductas y relaciones que se asocian a estas, para entonces poder comenzar a
descartar cuáles son las factibilidades que se requieren y así poder explicar nuestros
restos arqueológicos. Aún sabiendo que estos no son los mismos de ayer, pero sí nos
pueden ayudar a entender lo que pudo haber pasado.
La arqueología experimental nos permite repetir las estratégias (por ejemplo)
para la manufactura de utensilios líticos, cerámicos, óseos, metálicos, su conforma-
ción en el espacio a partir de su introducción en una estructura horizontal, dados los
efectos que en ellos se producen a través de su producción, uso y desecho. Además
del estudio de las propiedades químicas y físicas que ellas deben tener para ser
utilizados por el hombre.
Experimentos sobre la durabilidad de los bordes cortantes de un artefacto
lítico, dependiendo de su conformación litológica así como la permeabilidad y
acumulación de calor de una vasija de barro o de bronce son llevados a cabo. También
el uso de una hierba con posibles propiedades curativas, utilizada y examinada
químicamente para validar su potencial, sin dejar de lado la carga psicológica y el
poder "mágico" que pudo conceder el "patólogo" e influir en la superestructura
psiquiátrica del enfermo.
En fm, como apenas vemos, éste es un campo de la historia del hombre que
resulta muchas veces controversia!, pero que sólo cuando se estudia sistemáticamente
podemos comenzar a escribirla.

Campaña de campo y localización de "Los Tres Cruces".


Para la prospección, se tomó como referencia general el reporte de Molina
(Molina, 1985) sobre algunos fragmentos del tipo paleo-indio encontrados en el área
de las Mesas. Posteriormente nos trasladamos al perímetro reportado, pero no se
hallaron las grandes concentraciones mencionadas.
En enero de 1989 emprendimos una campaña de prospección en la vasta
región de La Mesa de Carora. Localizándose ésta 17Km.al norte de Aregue, en el
Municipio Torres del Estado Lara (Mapas 1 y 2). Cabe destacar que la región es
{!enominada La Mesa con una extensión aproximada de unos 200 Km. cuadrados,
siendo Los Tres Cruces un punto de ref~rencia toponímico usado por los lugareflos,
así como hemos localizado otros sitios con otros topónimos, en la misma región. Para

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entender las nomenclaturas se ha convenido el uso de los términos: Localidades,
sitios y yacimientos, con el objetivo de delimitar espacialmente las áreas de trabajo,
utilizadas por muchos investigadores de Suramérica.
Dadas las peculiaridades y sorpresas durante las salidas de campo, se nos
presentó la dificultad de continuar el recorrido en automóvil, ya que se nos terminaba
el combustible, lo que impulsó a prospectar un área no demarcada dentro del plan
de trabajo. De esta forma encontramos grandes cantidades de material elaborado por
percusión y con características similares a los encontrados por Cruxent en el área del
río Pedregal (Las Lagunas), en el Estado Falcón (Cruxent y Ro use; 1962). Respetan-
do la toponímia empleada por los lugarefios el sitio se denomina "Los Tres Cruces".

Para la realización del levantamiento del material, establecimos transectas


orientadas de sur a norte, subdivididas a su vez en cuadrículas de 1mt. x 1mt., para
luego ubicar cada hallazgo por sus coordenadas cartesianas "X" y "Y" en cada sector
de la cuadrícula.
Se colocaron cuatro cuadrículas a saber: tres cuadrículas (A= 6 mts. x 6 mts.,
B= 6 mts. x 3 mts. y C= 5 mts. x 3 mts.) en el yacimiento l. Los yacimientos II y IV
fueron muestreados mediante recolección no controlada, por tratarse de material
cultural en seria situación de perturbación dadas las características de inclinación y
la alta incidencia de actividad hídrica. En el yacimiento III ubicamos la cuadrícula
D= 8 mts. x 5 mts. Todos los materiales localizados por fuera de las cuadrículas
fueron ubicados en los planos utilizando cinta métrica y brújula. Posteriormente
trazamos una poligonal para establecer las relaciones de los yacimientos.

Descripción del área en estudio.


La zona en estudio se encuentra ubicada dentro del surco de Barquisimeto,
siendo éste sitio de sedimentación "Flysch" (formación de depósitos marinos de gran
espesor, donde alternan techos de areniscas y esquistos) y deslizamientos submari-
nos caóticos, extendida desde un lugar al norte del Alto de Siquisique, bordeando la
llamada hoy Plataforma de Barbacoas hasta alcanzar el Estado Portuguesa.
Los sedimentos más típicos del surco de Barquisimeto pertenecen a la
Formación Matatere (paleoceno-eoceno: 65 milis. de afios), definidos como una
gruesa sección de turbidíticas, principalmente areniscas impuras y areniscas
conglomeráticas. Las areniscas están grabadas y muestran típicamente turbidíticas
(Gonzalez de Juana et al, 1980).
Además, se agregan esquistos arcillosos deleznables sobrepuestos al lignito,
margas (roca más o menos blanda de color gris compuesta de carbonato de calcio y
arcilla) que contienen yeso, sal gema, glauberita, epsomita, etc. Estas capas alternan
con arcillas ferruginosas y caliza conífera, siendo esta última muy rica en conchas y
moldes de muchas especies marinas. La marga arenosa encierra grandes cantidades
de madera petrificada (Silva Uzcategui, 1981). En general, la Mesa de Carora está
formada por capas de origen terciario de poca resistencia, en donde aparecen
segmentos sedimentarios recientes producto de las escorrentías y corrientes intermi-
tentes que se desplazan por las superficies accidentadas, producto estas de la
actividad tectónica que levantaron a manera de "terrazas inclinadas" ciertos sectores.

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Sobre estas se ha podido reconocer material arqueológico superficial, fabricado
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sobre la arenisca cuarzítica que abunda en la zona, vinculado a sedimentos eólicos,
en algunos casos. De la misma forma, fuertes incidencias de corrientes intermitentes
han producido grandes cárcavas.
Las temperaturas registradas van desde 27 Q.C. a 35 Q.C. durante el día
alternando con unos 20 º C. como promedio durante la noche. Los niveles de ·
humedad son relativamente bajos, unos 860mb. como media aproximada en el afio,
y una altura de 530 m.s.n .m. Los niveles pluviométricos son de unos 500 c.c anuales.
La velocidad del viento está registrada entre unos 20 a 30 Km/h.
La vegetación actual está constituida por especies xerófitas macrotérmicas de
las familias, Mimosoideae: úveda. Leguminosae: cují yaque. Cactaceae: dató,
lefaria, cardón, tuna de cabra, tuna de guazábara y buche, entre otras.
Actualmente la zona es muy seca y árida, con ausencia sustancial de agua para
los lugarefios.

Marco teórico-conceptual.
Una comunidad de cazadores-recolectores, opera dentro de una región y se
relaciona con otras generando funciones internas que responden a la interacción de
los subsistemas tecnológicos, económicos, socio-políticos, ideológicos y religiosos
característicos de su sistema cultural. El sistema cultural de cualquier sociedad no
puede ser visto y definido en términos estáticos y "monolíticos", es decir, existen
peculiaridades que son producto de las interacciones con otros grupos y ambientes.
Las sociedades son motorizadas espacial y temporalmente, conformadas por
sistemas esenciales que entran en contradicción directa con otros sistemas externos
que tienden a producir estímulos y que a través de mecanismos reguladores de los
subsistemas (p. ej. subsistema tecnológico) son capaces de acoplar y producir el flujo
de necesidades que van a cumplir con las prioridades de ese momento "histórico",

.. consecuencia de una tradición. Sin embargo, ante situaciones nuevas para el sistema
cultural total, es necesario poner en práctica dispositivos de experimentación e
innovación para lograr respuestas positivas conformes con un equilibrio armónico ya
sea en un subsistema, para evitar un posible colapso de toda la estructura (Clarke;
1984).
Para el caso de sociedades cazadoras-recolectoras, se han manejado infinidad
de modelos que permitan acoplar las distintas modalidades de comportamiento y
relaciones entre los sistemas internos y externos que han cumplido estas "histórica-
mente".
No podemos definir de manera ortodoxa que los grupos de inmigrantes que
penetraron al desconocido continente americano, necesariamente mantuvieron los
comportamientos y aptitudes que prevalecieron en el tiempo y la historia de ancestros
en territorios asiáticos. Es por esto que es necesario entender el problema del
poblamiento americano como invasiones provistas de innovaciones y cambios
paulatinos producto de los nuevos teatros de operaciones. Diversas discusiones han
sido planteadas con peculiaridades locales sobre la necesidad de un nuevo paradigma
sobre el hombre pleistocénico en América (Bryan; 1973, 1986, 1991, Alsozatai-
Petheo; 1986, Lynch; 1990, 1991, Ardila; 1991) entre otros.

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Bajo esta perspectiva estamos observando al hombre que le tocó vivir uno de m
los momentos con más cambios ambientales en la historia de América, como lo fué él
el pleistoceno final hace unos 10.000 años antes del presente. e
m
Retomemos el punto inicial y observemos un caso particular, en cuya micro- ac
región del Estado Lara un grupo de cazadores-recolectores estaba operando en una ec'
extensión espacial, generando acciones de explotación de recursos alimenticios y/o re
de materia prima, bajo ciertos comportamientos sociales.
El espacio puede ser entendido en términos diversos dadas las características
valorativas que el hombre defina en su entorno. Así vemos jerarquías simbólicas
sobre el uso de ciertos espacios en donde se desarrollaron acciones que privan a otros
sectores de la sociedad. De esta forma el hombre desarrolló actividades bien pensadas
en busca de respuestas y subconcientemente define las atribuciones que le correspon-
den a cada espacio.
Es posible, pues, encÓntrar sitios con características diferentes desde el punto
de vista material y su distribución, en donde se hayan dado parte de las actividades

- totales del grupo o que sólo se reflejan como producto de las relaciones definitivas
de los otros espacios bien definidos por una actividad específica.
En sitios de taller se realizaron, principalmente actividades de extracción de
materia prima ya sean canteras líticas y/o de madera y fibras, para la elaboración de
artefactos finales, los cuales fueron utilizados en los "sitios de matanza", en donde
las tareas y actividades realizadas son diferentes a las de otros sitios.
Los grupos humanos, posiblemente divididos sexual y/o socialmente, gene-
raron actividades o trabajos de producción de bienes materiales que sirvieron para la en
obtención de los recursos alimentarios, que a su vez fueron buscados, localizados,
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trasladados y preparados por grupos determinados para así facilitar "soli<4uiamente" E-i
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las actividades de ese episodio. Tal episodio consiste en todos los eventos que en
ocurren durante un día en el asentamiento. Un evento sería la matanza de un animal
y el episodio todás las actividades relacionadas antes y después de la matanza llevada
a cabo por un cazador (Brooks; 1982).
Dentro del sitio, todas las actividades de destazamiento de presas, prepara-
ción de fogones, áreas de habitación, de dormitorio, manufactura de útiles y posibles
actividades "religiosas" tuvieron que generarse en áreas circunstanciales, tomando
en cuenta que el tamaño del área requerida y la cantidad de restos existentes permiten
determinar la elección del espacio donde debió desarrollarse una actividad. Denomi-
naremos área de actividad la delimitación espacial restringida donde se llevaron a
cabo tareas específicas o conjunto de tareas relacionadas (Flannery y Winter; 1976).
Entendemos como tarea el conjunto de pasos requeridos en una acción determinada
de una actividad. Actividad también se podría definir como, "serie de tareas
integradas que se ejecutan generalmente en una secuencia temporal y de manera
inenterrumpida, en donde tareas idénticas pueden formar parte de actividades
distintas: la tarea ile cortar carne en el descuartizamiento de una animal cortar carne
para la pr:paración y consumo" (Binford; 158,1988).
Posiblemente la primera repartición de acth-idades está relacionada con la .
división sexual. Un segundo tipo, paralelo, es que la utilización de espacios dependa
de las actividades inmediatas necesarias en áreas de actividad individual y

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multifuncional. Por ejemplo, áreas destinadas socialmente a un individuo en donde
él reruizará todas las labores pertinentes; preparación de un fogón individual,
elaboración de artefactos destinados para diferentes funciones que se van a consumir
internamente en el área o fuera de ésta. Esto se debe observar cuando existe
acumulación de diferentes elementos producidos, utilizados, consumidos y/o des-
echados por el individuo y que pueden referirse " ... pertenecientes al repertorio
reoetido de actividades de un individuo específico" (Zeidler·, 14 , 1983)
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multifuncional. Por ejemplo, áreas destinadas socialmente a un individuo en donde
él realizará todas las labores pertinentes; preparación de un fogón individual,
elaboración de artefactos destinados para diferentes funciones que se van a consumir
internamente en el área o fuera de ésta. Esto se debe observar cuando existe
acumulación de diferentes elementos producidos, utilizados, consumidos y/o des-
echados por el individuo y que pueden referirse " ... pertenecientes al repertorio
repetido de actividades de un individuo específico" (Zeidler; 14,1983).
Otro tipo de utilización del espacio corresponde a las áreas de actividades
comunales y de tareas específicas, por ejemplo, dentro de un espacio varios indivi-
duos se dedican a la elaboración desde preformas hasta puntas de proyectil, además
de unos tajadores y raederas, destinados todos estos a las labores de cacería y
descuartizamiento de presas. En este caso, la variedad de los procesos de trabajo de
manufactura, de técnicas aplicadas y diversidad de elementos es relativamente
restringida dentro del área arqueológica observada actualmente (Zeidler;1983).
En definitiva, entender el uso del espacio en comunidades no occidentales, de
cualquier medio, dependerá del conocimiento que se posea de éstas en términos de
"convivencia" y de estudiar el elemento arqueológico como un todo, desde el simple
artefacto hasta el yacimiento y todas las relaciones espaciales entre las partes y el
medio.
Desde el mismo instante en que la comunidad migra o deja de explotar el sitio
por razones a veces desconocidas, quedando ináctivas las áreas y produciéndose o no
la deposición, alteración o simplemente quedan allí intocables por el resto del tiempo,
localizamos en ellas los restos materiales que permiten inferir las actividades
realizadas, es decir, que son condición indispensable para desarrollar aquellas que se
mfieren directamente (Bate; 1982), y nos permiten ahondar en )os aspectos no
materiales del funcionamiento, comportamiento y las relaciones que-'Surgen dentro
de un sistema cultural como modelo particular regional e históricamente ubicado.
El tipo de material y su organización, resultado éste de su articulación, refleja
un patrón de distribución y asociación no aleatoria que supone uno o varios tipos de
actividades. A dicha ubicación y organización material la denominamos estructura
arqueológica, la cual está formada por variables individuales que organizadas
reflejan un contexto arqueológico definido por el tipo de elementos que se asocian
y asociamos con nuestros modelos explicativos. Entonces es la estructura arqueoló-
gica y sus componentes la que nos va a proporcionar la base informativa requerida
para reconstruir las diferentes actividades del área en cuestión.
Los rasgos que definen el carácter de las actividades, la organización del
trabajo empleado en su ejecución y el uso previsto de un lugar, en relación a los
subsistemas, (p.ej. tecno-economía), del asentamiento están registrados en la estruc-
tura de un yacimiento, lo cual esquematizamos de la siguiente manera:
Metodología clasificatoria.
Al arqueólogo se le presenta a menudo el problema de que la mayoría de los
yacimientos explorados y estudiados no presentan todos los materiales, modificados
o no por el hombre, ya sean de origen orgánico o inorgánico. Es entonces cuando se
deben desarrollar métodos de aná}isis que permitan aprovechar toda la información
que produzcan los restos encontrados. En nuestro caso el único material disponible

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lo constituyen los desechos de talla producto de la manufactura de útiles, instrumen-
tos y artefactos. Nos propusimos emplear una metodología de análisis que
proporcionara información sobre las funciones de estos, tomando en cuenta el tipo,
forma y sentido de su borde activo, además de tomar en cuenta y categorizar los tipos
de lascas, discriminándolas por su tamafio y características generales de forma,
presencia de córtex, cantidad y tipo de negativos, a fin de ubicarlas en el proceso de
preparación y reducción de matrices para la fabricación de utensilios.
Cada uno de los elementos fueron ubicados mediante la elaboración de planos
de distribución espacial con el fin de identificar posibles "áreas de actividad",
destacando en ellas instrumentos y/o artefactos por sus funciones y los tipos de
lascas, de acuerdo a su momento de aparición durante los trabajos de manufactura.
La elaboración de artefactos líticos (y otros) requiere de un conocimiento
previo y el fin al cual van a ser empleados, es decir, a las funciones que en el futuro
cubran las necesidades inmediatas a mediano o largo plazo. Para ello, hay que llegar
a dominar las características de diversas materias primas, siendo el artesano quien
defina el empleo de las mismas ante las dificultades físicas del material a trabajar. Las
mismas se pueden presentar de diversas formas y durezas: grandes, medianos y
pequeflos bloques y/o cantos rodados, lascas "naturales" y vetas. La reducción inicial
de una matriz hasta el producto final, requiere de sucesivas etapas de una determinada
tecnología, y estas a su vez dependen de la forma cómo se presenta la materia prima.
La primera intención al enfrentarse a un gran bloque, es la de debastarlo a base
de golpes con grandes percutores, a fin de obtener una gran variedad de lascas de todo
tamafio y anchura, el criterio de selección del individuo de escoger las lascas
necesarias para elaborar cuál tipo y tamaflo de útiles, (puede ser verificado por el tipo
de desecho de los primeros intentos, además de la localización de la materia prima
en dicha forma), dependerá de las funciones a cumplir como imposición de un patrón
en el uso. Para el caso de enfrentarse a cantos rodados o lascas naturales, el artesano
elaborará ciertos artefactos dependiendo del tamaflo y forma de las matrices,
volviendo a estar presente el criterio de selección, el cual se adecuará a la función
previamente pensada.
Las técnicas para la elaboración son diversas y adecuadas a la 'forma de la
materia prima y los tipos, tamaflos y formas de los desechos, son correspondientes
a la técnica empleada.
Pensamos que la manufactura de un artefacto corresponde a una función
pensada, requiriendo de un tamaflo más o menos determinado, contando con una
superficie de manejo o en algunos casos, con la preparación de un área para
enmangamiento. Tampoco hay que dejar de lado la cantidad de borde activo, tamaflo
y peso de una pieza, que varían de acuerdo a la función destinada.
Es posible que una tipología funcional de artefactos nos muestre una morfo-
logía homóloga de las piezas, ya que se estarían cumpliendo una serie de atributos
necesarios para la utilización y buen funcionamiento especializado de los instrumen-
tos y artefactos.
Para el análisis de los instrumentos y artefactos líticos utilizamos una
clasificación taxonómica, la cual definimos como: "clasificación adimensional, en
la cual las clases se definen mediante intersección" (Dunnel; 241, 1977). Nos

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basamos para ello en el método clasificatorio utilizado por García Cook (1967) y
Martín La Riva sobre la base de la tipología elaborada porGorodzov (Martín La Riva,
1976). Las clases que componen nuestra clasificación en orden jerárquico son:
1-. INDUSTRIA: entendida como la fabricación de artefactos sobre una materia
prima específica. Así, tendremos por ejemplo: industria de hueso, industria lítica, etc.
2-. CLASE: categoría que agrupa a la industria según la técnica de trabajo
empleada sobre la materia prima: si es tallado o pulido, etc.
3-. Uso: reunirá aquellos útiles que cumplan una función genérica y la manera
de empleo: p. ej., corte-percusión: corte, la función genénca y percusión la manera
de su empleo.
4-. CATEGORíA: se refiere a los artefactos cuyas funciones específicas están
plenamente identificadas: p. ej., las puntas de proyectil, utilizadas para penetrar y
desgarrar presas animales.
5-. FAMILIA: las muestras se agruparán según las características formales
genéricas, sentido y orientación de los bordes, lo cual nos dará una forma geométrica
general.
6-. TIPO: nos reunirá elementos con atributos exclusivos de la forma especí-
fica de los bordes, es decir, la forma, sentido y orientación específica.
Otros elementos a considerar, son los desechos de talla y la presencia de
artefactos inconclusos y fragmentos de estos.
Definiremos los desechos de manufactura como el desperdicio producto del
trabajo hecho en la preparación de matrices y elaboración de útiles.
Los núcleos como matrices de materia prima para la elaboración de artefac-
tos, se agruparán por la forma final obtenida luego del desbaste. Las lascas, producto
de las etapas de fabricación, se agruparán por el tamaño, ancho y espesor de la misma,
a fin de que las podamos ubicar dentro del proceso.
Los artefactos inconclusos estarán definidos por su tamaño y por el momento
técnico en que se paralizó el trabajo sobre la pieza, además de la carencia de "bordes
activos". (cuadros 1 y 2).

Definiciones de las funciones genéricas y específicas.

Entendemos que instrumentos son aquellos utilizados en el proceso de elaboración


de artefactos, artefactos los elementos utilizados para funciones de preparación y
consumo de otras materias primas (Wagner y Jaimes, 1988). A continuacion
ubicamos instrumentos y artefactos según la función genérica con que ejercen sus
funciones específicas.
1-.FUNCJÓN GENÉRICA:
Percusión: acción de golpear un elemento pasivo con otro activo, para desbastar
una materia prima.
1.1-.FUNCIÓN ESPEdFICA:
Percutores: instrumento para trabajar sobre núcleos y/o lascas. Generalmente se
presentan en forma de cantos o guijarros y lascas gruesas.

13
2-.FUNCIÓN GENÉRICA!
Corte-percusión: acción de penetrar y cortar por percusión en línea recta o curva.
2.2-.FUNCIÓN ESPEdFiCA!
Tajadores: artefactos utlizados ya para quebrar huesos, ya para desmembrar.
Pueden ser utilizados como hachas para cortar maderos (quemados). Pueden presen-
tarse como guijarros trabajados en uno de los extremos, observándose un filo recto,
convexo o cóncavo, también se pueden presentar sobre lascas grandes y gruesas.
Puntas bifaciales lanceoladas: artefacto (enmangado) no arrojadizo, utilizado para
penetrar y desgarrar (cuchillo potencial) presas animales. Se presentan como hojas
trabajadas bifacialmente con bordes convergentes en un ápice puntiagudo, pueden
tener lados rectos o convexos.
3-.FUNCIÓN GENÉRICA!
Corte-presión: acción de cortar, raer la superficie de una cosa por presión.
3.1-.FUNCIÓN ESPECIFICA!
Raederas: artefacto utilizado para desprender la carne y el cuero del cuerpo de la
presa. Se presentan sobre lascas, cuyo borde activo es convexo, ocupando casi por
completo el lateral y el extremo.
Cuchillos: artefactos utilizados para penetrar y cortar mediante presión. Pueden
presentarse como fragmentos de puntas de lanza reutilizados, aprovechando los
bordes filosos, también pueden elaborarse sobre hojas bifaciales y unifaciales.
Perforadores: instrumentos de terminación aguda utilizados para perforar huesos,
madera y/o cuero. Se emplea también en la fabricación de las cavidades de
enmangue en las astas de madera, en la preparación de cueros para vestido o para
techos de viviendas.
4-.FUNCIÓN GENÉRICA!
Raspado-presión: acción de rebajar o emparejar la materia prima allí donde se
raspa y se desgasta por presión. ·
4.1.-FUNCIÓN ESPECIFICA!
Raspadores plano-convexos: instrumento utilizado para alisar y curtir las pieles
para su futuro empleo. Se definen por tener la superficie ventral plana y por la
presencia de dorso alto, sin rebajar, para manipulación, funciona como "cepillo".
Raspasdores ierminales: instrumentos utilizados para rebajar la superficie de
maderos o hueso para su futuro empleo. Se definen por tener borde activo en el(os)
extremo de la pieza. El sentido del borde puede ser recto, convexo o cóncavo.
Raspadores laterales: instrumentos utilizados para rebajar la superficie de maderos
o hueso para su futuro empleo. se definen por tener el(os) borde activo sobre la(s)
superficie lateral de la pieza. El sentido del borde activo es recto cóncavo.
Muescas: instrumentos utilizados para rebajar fibras vegetales, madera y posible-
mente huesos pequeños, rebajando las superficies interesadas. Borde cóncavo
modificado por percusión (y/o el uso) hasta obtener el arco deseado.
S.-CLASIFICACIÓN DE LAS LASCAS!
Lascas muy grandes: lascas utilizadas como matrices para la elaboración de
instrumentos y artefactos. Extraídas de grandes bloques (núcleos), o producto de
estrellar grandes rocas contra otras a fin de extraerlas.
Dimensiones: Long.: de 15 cm. Ancho: de 10 cm. Espesor: de 6 cm.
Lascas grandes: pueden ser el resultado dellasqueo sobre núcleos o lascas
matrices para el trabajo de elaboración de instrumentos y artefactos. Pueden ser
tomadas como matrices para producir útiles.

14
Dimensiones: Long.: de 10 a 14 cm. Ancho: de 8 a 10 cm. Espesor: de 3
a5 cm.
Lascas medianas: son producto de la secuencial rebaja de las anteriores o de
núcleos, para obtener preformas y/o útiles.
Dimensiones: Long.: ·de 5 a 9 cm. Ancho: de 6 a 9 cm. Espesor: de 2 a 4 cm
Lascas pequeñas: lascas producto de la elaboración directa desde preformas
hasta la casi terminación de un instrumento y/o artefacto.
Dimensiones: Long.: de 3 a 6 cm. Ancho: de 3 a 6 cm. Espesor: de l a 2 cm.
Lascas muy pequeñas: desecho de manufactura producto de la elaboración
de un instrumento y/o artefacto.
Dimensiones: Long.: de 1 a 3 cm. Ancho: de 2 a 3 cm. Espesor: menos de
1 cm.
Micro lascas: elementos que se producen por el retoque de los bordes de un
instrumento y/o artefacto.
Dimensiones: Long.: hasta l cm. Ancho: hasta 2 cm. Espesor: hasta 1 cm.

Presentación y análisis de los planos de distribución espacial.


A continuación se presentan los planos resultantes del relevamiento de los
elementos en cada sector, así como los gráficos y cuadros en donde se presentan los
valores cuantitativos.
Para el anális1s de los materiales ubicados en rejillas (cuadrículas) y alrede-
dores de estas, y poder obtener información sobre sus relaciones entre sí y el
significado de estas agrupaciones, procedimos a separar los conjuntos de puntos en:
elementos asociados a la manufactura de artefactos y piezas fracturadas así como
núcleos y percutores como primer grupo y un segundo agrupando a todos los
instrumentos y artefactos, ya que estos corresponden a otro tipo de actividad.
Utilizamos el método estadístico para agrupar conglomerados conoCido, como "el
vecino más próximo", para lo cual elaboramos dos matrices de datos cuantitativo
basados en las distancias "X" y "Y" que posee cada elemento, y por separado
relacionamos los dos grupos para observar cuantos grupos espaciales dehmita1
agrupaba el método, pudiendo ser estos áreas de trabaJO de algún upo dependiendO
de los integrantes.
De esta manera pudimos separar áreas de reducción de matrices, manufactura
de artefactos bifaciales (puntas lanceoladas), de trabajo sobre madera y fibras
vegetales y áreas probables de consumo de carne y tratado de cueros.
A partir de la aplicación del "método del vecino más próximo" medidos en
términos de distancia "euclidiana", agrupamos elementos para separlos de otros
grupos. .
Los datos básicos son las distancias desde cada punto hasta el punto más .
próximo (su vecino más próximo).
Este método resulta a veces errático, ya que los límites entre conjuntos
pueden ser producto de las condiciones de formación del sitio arqueológico, o de las
condiciones culturales que se desenvolvieron en el pasado o por las modificaciones
que sufriera el mismo, y el test estadístico de agrupación de conglomerados no
captaría estas posibilidades. Otra de las limitan tes que se presentan depende del área
límite que se trabaje, es decir, si el área donde se ubican puntos arqueológicos en baja
densidad (y representan comportamientos culturales incompatibles entre sí) ocupan-

15
do un espacio relativamente restringido, el test nos lo agrupará creando un patrón
artificial. Estas condiciones deben ser las primeras observaciones que deben estar
claras a la hora de aplicar este método de agrupación (Orton y Hodder, 1990).

Los Tres Cruces 1, Cuadrícula A.


El Plano NQ 1 nos muestra cinco agrupaciones de elementos asociados a la
reducción y manufactura de útiles. El conjunto n.1 presenta lascas muy grandes y
medianas en donde probablemente sólo se redujo hasta cierto punto una matríz, dada
la cantidad de desechos. En donde los cuchillos aquí hallados fueron desincorporados
del circuito de uso y abandonados en el mismo sector. El sector n.2 que ocupa un área
de 2x4 mts. presenta características de haberse reducido una matriz hasta el retoque
final de una pieza probablemente bifacial, dadas las cantidades de lascas medianas
y pequeñas, además de un percutor desechado una vez culminada su tarea, y en la
reducción fmal los bifaces se fracturaron quedando en el sitio. El área n.3 presenta
el único núcleo del sector, las lascas presentes así como se ve la presencia de varios
artefactos en el plano n.2, permite plantear que los desechos son producto del
reacomodo de lascas a perforadores, raspadores laterales, muescas y raederas
utilizadas posteriormente.
Es posible que en el área n.4 se definieran algunos bordes de alguna pieza y
que las lascas pe-queñas no encerradas también formen parte de este proceso final.
E! sector n.S muestra características similares de reducción desde una lasca
grande hasta la preparación de una preforma, dada las bajas proporciones de lascas
medianas, pequeñas y muy pequeñas.
El plano NQ 2 nos muestra 4 sectores en donde la actividad predominante es
la realizada sobre madera y fibra vegetal.
El n.l presenta dos cuchillos que posiblemente fuera la parte proximal
quebrada de una punta lanceolada y reacomodado para el momento y luego
desincorporado. Las asociaciones entre un raspador lateral, un raspador terminal,
cinco muescas y un raspador lateral-muesca son franca evidencia del trabajo de
reacomodo e incorporación de nuevas astas de madera así como la preparación de
fibra vegetal como tiras para el enmangue o para la fabricación de cestos tejidos, para
el transporte de preformas de puntas o cualquier otro elemento del ajuar personal o
del grupo.
Nos parece que el área n.2 se corresponde con el área n.4 dada la cercanía
"ocular" de los instrumentos. Aquí encontramos tres raspadores laterales, un perfo-
uescas ;· tres raederas que pudieron ser reemplazadas en el sitio, ya
fllos o utilizadas para el corte de carne y repartición, para su
:::~ con s.al o ahumada en fogones, para su traslado en buen estado al

El ·área n.3 presenta un raspador plano-convexo y cuatro perforadores que


asoc~ados pueden permitirnos hablar del tratado de pieles, en este caso es posible que
un pequeño animal cazado o trampeado fuése descuartizado con las raederas aquí
presentes, y posteriormente su piel haya sido trabajada para su posterior uso dado el
tiempo que requiere su secado y curtido, los perforadores actuan con mayor eficacia
cuando la piel está fresca.

16
Los Tres Cruces 1, cuadrícula B.
El plano. Nº 3 presenta lascas primarias muy grandes, elemento que no se
encuentra en ninguna de las otras cuadrículas y sectores.
Los procesos técnicos para la producción de artefactos que requieren de una
tecnificación mayor para su puesta en uso, debieron manufacturarse desde una matriz
muy grande cumpliéndose pasos en mayor número, que comenzando con otras
matrices menores, siendo los desechos de mayor tamaño, presentando dificultades
mayores para su reducción.
La presencia de doo fragmentos de puntas lanceoladas pueden ser producto
de las dificultades que se presentan al reducir una matriz muy voluminosa.
La relación con los instrumentos y artefactos del plano Nº 4 evidencian la
secuencia de la elaboración de litos y de madera para el área n.l de éste plano.
En el plano Nº 4 observamos un primer sector ya analizado en el párrafo
anterior, un segundo con presencia de dos muescas, dos perforadores y un raspador
plano-convexo que formarían parte posible del tratado de cuero y fibra para su tejido
y dar función y uso posterior como cesto o indumentaria.
El área n.3 presenta tres raederas en éste, al igual que en el área n.3 del plano
Nº 2 de la cuadrícula A, pudiendo resultar el mismo comportamiento. Tres perforadores
y un raspador lateral asociados, podrían formar parte de la estructuración de un
mango menor, dada las dimensiones de los hallados y la baja cantidad de artefactos
e instrumentos para un trabajo más pesado. Esto se dice por el hecho de que los bordes
filosos de la arenisca cuarzítica se amellan rápidamente y casi no permiten recuperar
el filo asi sea retocándolos.

Los Tres Cruces 1, cuadrícula C.


El plano Nº 5 nos permite delimitar dos conglomerados, el primero sólo
presenta productos del retoque final de piezas y probablemente durante este proceso
e haya producido la fractura de la punta que se encuentra en el sector. En el sector
n.- observamos una diseminación de pequeñas lascas que probablemente tengan que
10 -e con la punta fracturada encontrada en el sector.
o , "º 6 encontramos una primera asociación entre dos perforadores
_ ~ ~umpheron sus funciones sobre un pequeño listón o sobre un hueso
~ :rra comerurlo en utensilio. El sector n.2 presenta cuatro muescas, un
De. or dor. un raspador plano-convexo, un raspador lateral y una raedera. Los
esunados al trabajo sobre madera tienen relación con la manufactura de un asta y
el enmangue probable de la parte distal sobrante de la fractura de la punta cuyo resto
proximal se encuentra en el área. Es posible que los otros dos utensilios tengan
relación con el trabajo sobre cuero. El área n.3 presenta dos fragmentos de punta
de echados y un raspador, probablemente todos arrojados desde el sector n.2.

Los Tres Cruces 111, cuadrícula D.


En el plano Nº 7 se observan dos vastas concentraciones de desechos de
diferentes densidades, las áreas 1 y 2 presentan desde lascas muy grandes hasta muy

17
pequeñas en altas cantidades (estas últimas) lo que permitiría decir claramente que
en dichas zonas se facturaron varias piezas bifaciales desde matrices muy grandes.
De la misma forma, que en las áreas 3 y 4 acompañando a la idea el hecho de que en
estas se encuentran piezas bifaciales fracturadas, preformas de puntas lanceoladas
que se quebraron durante el proceso de reducción también desde lascas muy grandes.
El sector n.S podría catalogarse como área de residuos producto del retoque
final de una pieza bifacial no culminada por presentar desperfectos en su composi-
ción físico-química, impidiendo el desbaste de superficies muy abultadas, escalones
o charnelas que impedirían su uso como puntas de defensa o ataque.
Los núcleos y algunos desechos fueron empleados para la ex tracción y factura
de instrumentos y artefactos empleados en: El área n.1 del plano N2 8, muestra dos
raspadores terminales, seis raspadores laterales, dos muescas, dos raspadores latera-
les-muesca, dos raederas y dos raspadores plano-convexos, todos los destinados al
trabajo sobre madera se asocian con las altas concentraciones de lascas, consecuencia
de la producción de puntas, mientras los plano-convexos podrían asociarse con la
estructura que pudo ser utilizada para soportar una piel " ... pequei'ios círculos de
piedra aparecen ... aunque su presencia puede deberse a una de las diversas activida-
des que tienen lugar, además del secado de pieles" (Binford; 142, 1980). Las raederas
dieron haber sido reemplazadas.
De la misma forma, el área n.2 se uso para el trabajo sobre algún asta, fuera
del sector n.2 del plano N.ll?, debido a la cantidad de desperdicios, el artesano se
movilizó centimetros para poder terminar su labor en un sector más "limpio" que no
le impidiera su trabajo final. El sector n.3 con tres raspadores laterales un raspador
lateral-muesca y un raspador terminal, tienen relación con la proposición anterior
para las área n.3 y n.4 del plano 7.

Análisis de gráfico N2 1 y cuadro N2 3.


En el gráfico N 2 1 se puede observar el alto porcentaje de lascas medianas,
pequei'ias y muy pequei'ias que tienen relación directa con los procesos medios y
finales de la manufactura de artefactos bifaciales, tales como de preformas y puntas
lanceoladas en primera instancia, esta característica parece ser la misma para todas
las cuadrículas analizadas. Podemos observar como sólo en la cuadrícula B el
proceso comenzó desde lascas muy grandes primarias y lascas grandes primarias a
diferencia de las encontradas en los otros sectores.
Los porcentajes de lascas muy grandes y grandes, son más altos que los
• leos encontrados, esto se debe a la forma de presentarse la materia prima en el
donde las matrices aparecen como lascas muy grandes naturales y grandes
e los oue se desprendieron grandes lascas para su posterior reducción,
eos fueron debastados ocasionalmente para recuperar algunas
'o pequeñas para su transformación en utensilios fácil de producir.
En la distribución de frecuencias observamos la alta cantidad de desechos
producto de la transformación de matrices en piezas bifaciales, actividad desempe-
ilada con mayor énfasis en la cuadrícula D que en la C. Estas proporciones nos están
diferenciando las actividades de reducción y retoqu~de artefactos que se dieron en
cada uno de los sectores analizados.

18
que
des. Análisis de gráfico Nº2 y cuadro Nº4.
El gráfico nos muestra que existe una inclinación porcentual hacia el trabajo
sobre madera y fibras vegetales, dada la altitud de los histogramas que representan
los raspadores laterales y muescas en todos los sectores. Sólo en la cuadrícula A se
observa un incremento de las raederas por encima de los raspadores y muescas. Los
altos porcentajes en la cuadrícula D de raspadores laterales, terminales, laterales-
muescas y muescas son producto de la amplia actividad de factura de utensilios que
requieren enmangue como consecuencia requerirían de una amplia producción de
astas y mangos de madera.
El cuadro NQ4 nos muestra la frecuencia de los útiles encontrados en cada
sector y la sumatoria de aquellos que tienen relación se traducen en actividades
desempeñadas.

Discusión.
Generalmente los sitios con material superficial son de poco interés por
presentar todas las condiciones negativas de exposición a factores de perturbación
que tafonómicamente (De la palabra griega "taphos" que significa tumba o entierro
y "nomos" ley o sistema de leyes. Subdisciplina de la paleontología que estudia los
procesos que operan en la integración de restos orgánicos después de la muerte y la
deposición sobre depósitos fósiles. Transición de los restos de animales de la biósfera
hacia la litósfera) pueden afectar la distribución, el estado original de los materiales
entre otros, es decir, factores ambientales como corrientes de agua, corrientes de
v1ento, paso de animales, crecimiento de vegetación, hasta extremas temperaturas y
._ondi 10nes climáticas así como factores antrópicos pueden afectar con iderable-
mente la estructura arqueológica de un sitio.
Considerando los trabajos experimentales realizados y en proceso de análisis,
así como otros llevados a cabo en otras latitudes (Bowers, Bonnichsen and Hoch,
19 3 sobre como se comportan los desechos de talla y artefactos expuestos en
-upertlcie con ciertas condiciones como lo son inclmacione- del terreno. ubiCación
erca de comentes intermitentes o no, sobre c1erto tipo de suelos, nos permite
tear que los matenales relevados en Los Tres Cruces han sufrido un mínimo de
<tu"""·'-R,ul al o mparar los patrones de dispersión de lascas de diferentes dimensiones
ra turado- "cercanos" entre sí, encontrados en los experimentos
~on lo localizados en las superficie~ inclinadas de Los Tres
TC-1 cuadrículas A, By C tienen una pendiente de 13 grados y
r,.,,.., r,··~·nla D unos 10 grados.

Por ejemplo, vemos cómo los movimientos de dispersión de lascas observa-


do- en regiones subárticas de Alaska (Tangle Lak:es and Brooks Range) sobre
superficies inclinadas de 1 grado para un primer experimento y un segundo con
melina::: iones de 6,5 grados, se desarrollaron como media rata anual unos 4 cm. para
hos el pnmero. mtentras que para el segundo fue de unos 4,7 cm. En donde lascas con
pe- dimen tone. entre 9x7 cm. se movieron hasta 15 cm. mientras otras de 2x4 cm. se
tán desplazaron unos 4 cm. por año, durante un período experimental 3 años.
en Se encontraron que las causas más importantes era la acción de la escarcha
(frost action) definida como proceso mecánico de la intemperie causado por la

19
alternancia de ciclos repetidos de congelamiento y descongelamiento del agua en los
poros, grietas y otras aberturas que se encuentran en la superficie de los componentes
de esta (op. ci/.,561). Este fenómeno incluye producción de escarcha en los bordes
y en las grietas levantando y empujando la escarcha, incrementando las agujas de
hielo (needles ice). Estos procesos pueden ser los agentes primarios de la intemperie
e importantes contribuyentes de las masas climáticas de desgaste, al igual que el
arrastre y la geliflucción. Los agentes de levantamiento de escarcha (frost heave)
(movimiento vertical) y el empuje de escarcha (frost thrust) (movimiento horizontal)
son procesos relacionados y elementos primarios que influyen en el desplazamiento
de los minerales del suelo y el desarrollo de agujas de hielo en la superficie y poros
de las piezas en donde el deslizamiento de éstas, para zonas en donde hayan ciclos
diurnales de congelamiento y descongelamiento, permiten que tanto el viento como
el sol canalicen los desplazamientos (op. cit.).
Estos fenómenos no los encontramos en esta zona que comprende el neo-
trópico, por lo tanto, los factores de afectación serían los primeramente mencionados
y no los encontramos en los sitios trabajados.
Otro punto a discutir es el hecho, de que Los Tres Cruces y sus componentes
fueron áreas en donde se extrajeron y explotaron recursos líticos y posiblemente de
madera y otros en la misma zona, como espacio propicio para visitar frecuentemente,
dependiendo de la cercanía tanto del campamento base como de los cotos de cacería
y recolección. Este se encontraría como área importante dentro de los componente
de ocupación de una comunidad cazadora-recolectora, entonces esta formaría parte
del subsistema tecnológico operando cuantitativamente mayor que los otro
subsistemas del sistema cultural total de este grupo. Esto permite replantear el
principio de que los talleres son sitios residuales y que su información carece
cualitativamente de datos para entender otras áreas de funcionamiento de esto
grupos.
Si suponemos que las áreas estudiadas fueran contemporáneas y que cada
sector trabajado no fut< reutilizado a mediano o largo plazo y que por el contrario la
muestra observada permaneció inalterada, dado que su uso fue temporalmente
restringido, el número de desechos producto de la manufactura de una hoja bifacial
además de su sectorización en áreas de actividad desde el trabajo sobre material lítico
hasta el enmangue con madera, podríamos decir que todos los trabajos sumados por
área serían equivalentes a la ubicación de por lo menos 10 individuos, es decir, la
sumatoria de las áreas de actividad expuestas se corresponderían al trabajo que
realizarían 10 individuos. Aunque esto no quiere decir que sean necesanamente
contemporáneas entre sí, es sólo el hecho de que las actividades zonificadas
reconstruidas. perm1urían plantear la cantidad de hombres que se necesitan
realizarlas.
El s1úo pudo servir como cantera, taller de producc1ón y finahzaClón de
mstrurnentos y artefactos que tendrían su función en otras actividades, en donde la
grandes puntas lanceolada~ bifaciales tendrían como objetivo especies animales de
"gran formato" lo que plantearía una ubicación cronológica tentaúvamente temprana
de finales del pleistoceno, y esto es posible ya que las relaciones dimensionales de
las armas líticas no pueden ser eficaces con pequeños animales sobrevivientes a los
últimos fenómenos climáticos, aunque esta suposición quedaría fundamentada con

20
fechas absolutas y su hallazgo en sitios de matanza de Megafauna con estas
involucradas.

Como se sabe, la única fecha que se posee en Venezuela para materiales


líticos del pleistoceno final asociados con megafauna, es en el sitio de Taima-taima
en el norte del Estado Falcón de unos 14.000 años antes del presente, en donde se
encontraron restos de mastodonte asociados a un fragmento de punta de proyectil del
tipo El Jobo (Gruhn y Ochsenius, 1979). La cuestión es que las puntas joboides son
de menores dimensiones, realizadas con técnicas más refinadas y son arrojadizas, a
diferencia de las puntas de Los Tres Cruces del tipo Las Lagunas. No podemos
plantear seriamente si hay o no contemporaneidad entre los dos tipos o si las foliáceas
"evolucionaron" técnicamente desde las lanceoladas, en la región Falcón-Lara.

Conclusiones.
En Los Tres Cruces identificamos cuatro sectores con material arqueológico
en donde LTC-I cuadrículas A-B-C y LTC-III cuadrícula D fueron relevados
mediante la colocación de retículas y la lectura de dos dimensiones espaciales,
mientras en L TC- II y IV no fueron considerados para este artículo debido a las
condiciones de alteración en que se encontraron.
A partir de los análisis realizados, podemos concluir que:
El sitio de Los Tres Cruces presenta características de talleres sectorizados
por la existencia de materia prima en cada uno de ellos, en donde se produjeron
labores de producción de instrumentos y/o artefactos líticos, trabajo sobre fibras para
obtener cuerdas y sobre madera para lograr astas y/o mangos o posiblemente otros
utensilios de este material perecederos, añadiendose el trabajo sobre pieles en
algunos de los sectores.
En el sitio se llevaron a cabo actividades de explotación de diferentes materias
pnmas en donde cada sector los individuos cumplieron una serie de tareas integradas
en una núsma actividad: la elaboración de instrumentos y 'o artefactos líticos (lera
tarea), la elaboración de mangos y/o astas (2da tarea) añadiéndose el trabajo de
producción de cuerdas (3era tarea). Todas estas se hacen en forma continua y finaliza
::on la obtención de útiles para ser puestos en acción en otras actividades que se van
dar en otros contextos. Estas se pueden definir como áreas de actividad individuales
tifuncionales.
la extensión espacial que alberga el área de estudio representa un
uso semi-continuo por la cercanía de las áreas, la similitudes del
üdad de instrumentos y artefactos destinados a labores inmediatas,
p;xlcrllos- de{:u, que fue visitado y explotado varias veces ailadiéndose cada vez un
e trabajo siempre y cuando existan las condiciones para esto, expandiéndose
vez más el área de explotación.
Los sitios superficiales, descartados por muchos investigadores, pueden
arroJar información importante y permiten explotar una tendencia investigativa a
e una arqueología horizontal", como procesos tafonómicos de formación
de no • 1empre y cuando se consideren sus condiciones y limitacioneS.
Es necesario el hecho de estudiar otras problemáticas que se inclinen hacia los
comportamientos humanos y el uso de los espacios a partir de ii;Jvestigaciones
regionales a largo plazo, y tratar de superar los estudios netamente tipológicos sobre

21
los artefactos, para que la arqueología se acerque cada vez más como antropología
al estudio del hombre en el pasado y no continúe como ciencia de los artefactos.

Agradecimientos.
Durante el transcurso de los trabajos de campo en febrero de 1989 partlciparon el colega Juan José
Sainar y J .J Escalona a quienes debo mi agradecimiento.
Al prof Carlos A. ~artín, profesor, tutor y amigo, quien fue de gran incentivo durante mis estudios en
la Unhersidad.
Al prof J M Cruxent por sus valiosas críticas y su invalorable existencia.
Al colega Guillermo Colmenares compañero de cursos y de otras batallas.
A los colegas y amigos Juan José Salazar, Felix Gil, Edgar Gil, Lilia Vierma, Liliam Arvelo y Juan José
Escalona por haberme acompañado durante las interminables pesadillas vividas en el limbo de la
incertidumbre desde agosto 1989-90.
A la comunidad del caserío Las Mesas y al señor Cirilo de la bodega Los Tres Cruces.

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298 Este trabajo es una síntesis de la tesis de grado elaborada por el autor, para optar por el título de
antropólogo en la escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela, cuya versión
original de 1989 fue tutoreada por Carlos Albeno Manín, investigador del Instituto de Investigaciones
de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la U.C.V.

23
o 25 !50km
Uocacionde
Loo Tres Ouces
en el Edo. Lara.

UbicaciÓn relafi\(] del Estado ltlra


en Venezuela

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Baragua (

Ubicación de Los Tres Cr~~:es


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PERFCflADCflES
PERCUTCflES

TAJAD~uao
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F'\.NTAS
BIFACIALES
FUSIFORMES
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1!.) RASPAOORES
LATERALES

RAEOCRAS 1() 6
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Cuadro 1 1nstrumentos, artefactos y sus formas de borde activo <'

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E ~ de reóJcción y Etapa final de


;repcrao<inde matrices para refinamiento y retoques ..
elaborar útiles
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;e!':: S.. .::C.

Coodro 2 ' Ti pos de lascas y su rromento de apcrición en el proceso de


marufactura de útiles
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50

40

30

20

10

L MGP L.M.G L.G. UiP. L.M. L. P. L.M.P M.L N BF PL. P


Desechos de talla

Gráfico 1: Relacioo porcentual entre los desechos de talla de los cuadrículas A-B-C tO
de los Tres Cruces.
-
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l 8
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Cuad. 12 - 7 49 49 9 - - 3 2 2

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19 13 1 1 6 -
~14 - 61 4 4
8 ---
f--_5__
324 95 1 6 10 9
L-- - -'- - -
Cuadro 3: Distribución de frecuencias de los instrumentos y desechos de talla de las cuadrículas
A-B-C y D de los Tres Cruces.
• ' 1 1 1 '::1 J
Cuadro 3: 01stribuaón de frecuencias de los instrumentos y desechos de talla de las cuadrículas
A-8-C y O de los Tres Cruces.

ccntual entre los instnrnentos y artefactos de las cuadrículas A-B-ey D


Cruc

lúesoas Perfads. <lK:hlos •.llores ~~fr.


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5 __L ,e> .. . 19 11 2 18 9 8
Cuadro4: fr~os de los instnmertos y atefactos de los cucx:ríQJias .
1 los Tres Cruces
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J' Los Tres Cruces I


Cuadrícula A
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X bifaces
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.X: L.a.,cas grandes
de talla. O Lascas rnedlar>as
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Recolección superficial. a
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Los Tres Cruces I


Leyenda
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O Rospod<Yes ttrnln<ies
14 16

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Cuadricula A ¡( Raspadores laleroles-m.Jesca
X Muescas
Instrumentos y artefactos. • Rospadore> plano-C<:J!1\,exos
Reco!ecciál Slprlicial. :tPerforodores
-l-Raeoeras
Plano 2 ~C.JChillos
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LEYENDA
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Cuadrícula B X Ptrtas lcmceoladao
Desechos de tala *
h.
NuCieo~
Lcscasrruy grandes prírnarias
RecolecciOO sl@ficial (> Lascas grandes !Yimarlas
O Lascas medianas
X Lascas gr~s
« Lascas pequenas _
]~~~pequeros

14 16
2 3 4 6 7
n:::lt;S ces I Leyenda
:1es a B Raspadores laterales
+e. Rasoadores
~exas
rruesco
y a1 Etac:tos * !otemles-truesca
.Raspadores olano-<:001'""s
X Muescas
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kJÍ Los Tres Cruces I
Cuadricula C ~ Raspati::>res larerdes

Instrumentos y artefados. +• Pertcrodores


Muescas

RecdecciOO superficial. O Raspadores plano-ccxvexos


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Lá ·na 2: Vista parcial de desechos de talla
y e .ructura circular Los Tres Cruces 1'
Lámina 3. 1-8 Puntas bifaciales lanceoladas fragmentadas. 9-1 OCuchillos bi-
faciales. 11-13 (11) Pieza bifacial fragmentada, (12-13) Preformas bifacia-
les. 14-16 Perforadores. 17-18 Raederas. 19-21 Muescas, (20) Raspador
lateral - Muesca. 22-23 (22) Raspador plano-convexo vista de planta, (23)
Raspador plano-convexo vista lateral. 24 Raspack>r lateral.

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