INDICE
En esta unidad:
Visualizaremos en esta unidad el cómo se establece los funcionamientos de la Organización, a
parir de dos componentes fundamentales la Administración y la Estrategia. Revisaremos estos
campos de acción para el entendimiento y aplicación del concepto de estrategia en la gestión
organizacional.
En una sección siguiente, se presentarán las categorías de decisiones estratégicas, vinculadas a
la gestión de RRHH. Se analizará cada una de ellas y se establecerá cómo se logra la
congruencia en la estrategia de gestión de RRHH. Se estudiará un marco general para la toma
de decisiones, que permitan establecer planes de acción concretos para la gestión de RRHH.
LA NECESIDAD DE ADMINISTRAR
Esta sesión está basada en el artículo “Evolución Académica y Profesional del Pensamiento
Estratégico”, escrito por el profesor Mario De La Fuente Sáez (Ingeniero Comercial de la
Universidad de Chile y MBA Stanford University, Estados Unidos) y el profesor Cristián Muñoz
Canales (Ingeniero Comercial U. de Santiago), ambos de la Facultad de Administración y
Economía de la Universidad de Santiago de Chile. Esta publicación aparece en la Revista Trend
Management. Vol. 7. Edición Especial, mayo de 2005.
La administración y la estrategia son prácticas humanas tan antiguas como el hombre mismo,
cuyo reconocimiento y estudio académico es muy reciente. De esta manera podemos definir
administración como la aplicación del intelecto humano coordinado a la consecución de
propósitos determinados por el hombre. Y estrategia, como el conjunto de cursos de acción
orientados a alcanzar estos propósitos en un ambiente dinámico e incierto en función de
recursos escasos.
Con el paso del tiempo, señalan los autores, las necesidades humanas se hicieron más
complejas y diversas. El hombre descubrió en la asociación y el intercambio, dos vectores
claves para su desarrollo material. Esto, a su vez, le permitió desarrollar sociedades cada vez
más avanzadas y prósperas. No es extraño entonces, que el mundo de hoy sea un conjunto
imbricado de interrelaciones entre organizaciones de distinta naturaleza, en que una en
particular, la privada, se ha constituido en un eje central del sistema. El desarrollo de los
países, hoy más que nunca, no depende sólo de correctas políticas públicas. El éxito de las
empresas privadas, es decir la calidad de su gestión, se ha constituido también en una parte
primordial del desarrollo.
Al ser la administración y la estrategia prácticas tan universales, las perspectivas de análisis
posibles son muy variadas y heterogéneas, y se les ha dedicado espacios de estudios formales
sólo en los últimos 40 años.
El conjunto de cursos de acción que busca satisfacer ciertas necesidades de los clientes mejor
que la competencia, gestionando y desarrollando recursos en un ambiente dinámico e incierto,
con el propósito de obtener una rentabilidad superior al costo de capital, pero sin perder de
vista a los constituyentes.
Por tanto, las empresas más exitosas serán las que logren formular e implementar mejores
estrategias.
El SWOT de Anderson, destacó por su carácter práctico y simplicidad. Éste señalaba que era
necesaria una correspondencia entre los recursos y las necesidades del entorno para que los
primeros tuvieran valor, era un modelo más bien estático y que no distinguía entre corto y
largo plazo ni ponderaba la incertidumbre. Sin embargo, este nuevo marco para el análisis
estratégico, dejó una huella tan profunda que aún sigue siendo aplicado por algunas empresas
y enseñado en algunas universidades.
Este método de análisis, abrió un intenso debate sobre qué elemento del análisis estratégico, debía
guiar el crecimiento y la diferenciación.
Una de las posturas importantes es la que sugiere Ansoff, que señala que las empresas deben
preguntarse si un nuevo producto o negocio tiene un hilo conductor con sus negocios o
productos existentes, definiendo este hilo conductor como la misión de la empresa o
compromiso de explotar una necesidad real en el mercado, como un todo.
Para que una empresa pudiera mantener su foco estratégico y definiera su hilo conductor,
Ansoff proponía cuatro diferentes caminos en una matriz de análisis que se denominó “Matriz
producto/mercado”.
En estos años surgieron las empresas consultoras en estrategia, cuyo principal aporte consistió
en entregar herramientas prácticas para la asignación de recursos en empresas diversificadas.
Sus constantes investigaciones y modelos analíticos, buscaban entregar sustento empírico a la
gestión de carteras de negocios. La Boston Consulting Group, fue una de las consultoras más
destacadas del período. Su gran aporte, fue el concepto de curva de experiencia, que explicaba
la diferencia entre los rendimientos de dos compañías por la experiencia acumulada.
Porter, en conjunto con Richard Caves, estudió los escritos iniciales de la organización
industrial, específicamente en la relación existente entre la estructura de la industria y la
estrategia de negocios. En sus ya clásicos libros, Ventaja Competitiva y Estrategia Competitiva,
no sólo señalaban cómo hacer análisis estratégico, sino que además, explicaban de forma
plausible las diferencias entre las rentabilidades de distintos sectores industriales, de distintas
empresas en una industria y la naturaleza de estas diferencias. Por primera vez integraba en
un modelo, tanto el análisis del entorno, del posicionamiento y de la incertidumbre en función
de las necesidades de los clientes y las rentabilidades de las empresas.
Para Porter, la empresa es un conjunto de actividades, donde algunas de éstas pueden ser
fuente de ventaja competitiva. El modelo conceptual que las describe se llama “Cadena de
Valor”. Cuando una empresa ha configurado su Cadena de Valor de forma única, satisfaciendo
las necesidades de los clientes mejor que su competencia, ha logrado desarrollar una ventaja
competitiva.
Desde mediados de los 80 y con una gran fuerza en los 90, los académicos de estrategia de empresas,
comenzaron a basar las fuentes de estrategia de ventaja competitiva, a partir de los recursos, en que se
señala que las diferencias de las rentabilidades de las empresas, dependen, en última instancia, de las
diferencias en los stocks de recursos (activos y capacidades organizacionales) que éstas poseen.
De esta forma, cambió el foco de atención y ahora son los recursos las fuentes de la ventaja
competitiva y no las actividades ajustadas al entorno.
La visión de la empresa basada en los recursos, enfatiza el rol del posicionamiento competitivo
y se fundamenta en cuatro principios:
Finalmente, señala el artículo, un estudio realiza por Hax y Wilde II afirma que las empresas
cuya complementación a nivel de red está muy desarrollada, pueden llegar a agregar cuatro
veces más valor que aquellas cuya estrategia está basada en posicionamientos clásicos de
costos o diferenciación.
Para muchos de los más importantes ejecutivos de las más importantes empresas, si se define
la tarea correcta y se ponen a las personas adecuadas a cargo de ellas, respaldado con un
adecuado sistema de recompensa, se obtienen excelentes resultados, sin que para ello se
necesite ser un buen gerente.
Sin embargo y, a pesar del creciente interés, el manejo estratégico de los RRHH está lejos de
ser una realidad en la mayor parte de las empresas. La formulación de estrategias corporativas
y de negocios, no están siendo abordadas con un sentido adecuado de prioridades, más bien,
los requerimientos de personal, que forman parte de esas estrategias, son identificados como
un subproducto de la estrategia y transmitido a los gerentes de personal, solamente, para que
puedan suministrar el personal necesario en los diversos niveles de habilidades exigidos por
los planes estratégicos.
Existen suficientes puntos comunes en la formulación de una estrategia de RRHH como para
identificar un proceso general, que guíe el pensamiento gerencial en esta área. Sin embargo,
cualquier metodología para apoyar el desarrollo de una estrategia de RRHH, debe ser hecha a
la medida para acomodarse a las características de cada empresa, su cultura, su medio
ambiente competitivo, el estilo y la idiosincrasia de gestión de la organización.
Una estrategia de RRHH, debe ser amplia, en el sentido de abordar todas las diversas
actividades de RRHH y de personal, que son centrales al desarrollo en el largo plazo de los
negocios de la empresa. Sus fundamentos descansan en el reconocimiento adecuado de las
principales categorías de decisiones estratégicas, que es preciso reconocer en la gestión de
RRHH.
Las principales categorías de decisión, son las siguientes: (A. Hax y M. Majluf, Gestión de
Empresa con una Visión Estratégica. Ediciones Dolmen, Cap. 17, año 1993)
Estas categorías de decisión, se definen con mayor detalle en la figura a continuación, que
también describe los problemas estratégicos centrales, relacionados con cada categoría, así
como las correspondientes alternativas estratégicas. Las opciones estratégicas disponibles en
cada categoría, son la base para definir la política de RRHH y la calidad resultante de la
organización como lugar de trabajo.
(A. Hax y M. Majluf, Gestión de Empresa con una Visión Estratégica. Ediciones Dolmen, Cap.
17, año 1993)