Los perros llevan con los humanos miles de años, acompañándonos y siendo no
solo nuestras mascotas, sino también nuestros defensores y compañeros de caza.
En un primer momento, estos animales habían sido salvajes, muy cercanos a
cómo viven actualmente una especie que se consideran de la misma familia
como son los lobos, los zorros, entre otros. Sin embargo, gracias a la interacción
constante con las personas, a los cuidados que estos les daban a los perros, fueron
cada vez más acercándose a estos, terminando por criarlos y domesticarlos para
las funciones anteriormente descritas.
Las características físicas de los perros van a venir determinadas por la raza de la
que hablemos, pero por lo general, van a contar con cuatro patas, siendo las
traseras las más fuertes y con las que mejor van a caminar, ayudándole estas para
saltar en cualquier caso que lo necesiten. Tienen un hocico alargado en la
mayoría de los casos, con unos dientes afilados y grandes molares, que les
ayudan a masticar mejor.
Son animales muy sociables y geniales mascotas.
Los ojos de estos animales no son excesivamente grandes, y aunque ven
relativamente bien, se van a dejar guiar
más por su olfato como también por su oído. Por otro lado, su cuerpo es
alargado con una cabeza separada del cuerpo por un cuello fuerte. Para terminar,
poseen una cola larga que les ayuda a equilibrarse cuando van corriendo o
simplemente andan, pero que también les ayuda para comunicar su estado de
ánimo, desde que están contentos hasta que sienten miedo, todo esto puede ser
detectado con la cola.
Otro de los datos curiosos de estos animales es su lengua, ya que cuando están
cansados o sienten calor, sacan la lengua con la que regulan la temperatura
corporal y se sienten mejor.