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Respuesta espectral de las superficies Teledetección

TEMA 2.- INTERACCIÓN DE LA ENERGIA ELECTROMAGNETICA CON LAS


SUPERFICIES NATURALES

1. Curvas de respuesta espectral

2. Características espectrales de las zonas acuáticas

3. Características espectrales del suelo

4. La vegetación: factores que determinan su respuesta espectral

4.1. Estructura y comportamiento espectral de la hoja

4.2. Comportamiento espectral de las cubiertas vegetales

1. Curvas de respuesta espectral

La teledetección estudia la radiación emitida y/o reflejada por los diferentes objetos o coberturas
que existen en la superficie terrestre. En el caso de la energía emitida, correspondiente al
infrarrojo lejano, es el objeto en sí la propia fuente de radiación, mientras que en el caso de la
energía reflejada, ésta puede provenir del sol, de la atmósfera (tras la dispersión de la luz
solar), o de radiación artificial (radar o lidar).

Para identificar y estudiar las coberturas de la superficie terrestre a través de la radiación que
reflejan o emiten, es preciso conocer su comportamiento diferencial a lo largo de los distintos
intervalos del espectro electromagnético o, dicho de otra forma, su respuesta espectral. Esta
información nos permitirá elaborar curvas de respuesta espectral o firmas espectrales para
cada tipo de cobertura (especies vegetales, minerales, áreas urbanas, etc.) y utilizarlas como
referencia en la identificación y en los análisis posteriores. La obtención de dichas curvas puede
realizarse mediante radiómetros de campo, de forma que no interfieran las condiciones
atmosféricas ni las características propias de cada sensor o plataforma.

Sin embargo, aunque idealmente el conocimiento detallado del patrón de respuesta espectral
de un objeto nos permitiría reconocerlo a partir de imágenes multiespectrales, en la práctica
dicho patrón varía en el tiempo y en el espacio (un cultivo está sujeto a cambios fenológicos a lo
largo de una campaña; la proporción de especies arbóreas de un bosque mixto varía de un
lugar a otro; etc.).

En general, si bien es cierto que no es viable definir "firmas" espectrales únicas para tipos de
vegetación, por ejemplo, sí es posible establecer patrones espectrales específicos entre zonas
con o sin vegetación, definir ciertos tipos generales dentro de ésta, o incluso detectar la
existencia de vegetación enferma o en condiciones de estrés. Con frecuencia se definen
características espectrales válidas dentro de unos límites geográficos y temporales como medio
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para el estudio de la distribución de la vegetación o de las características del suelo. La figura


1.7 recoge un ejemplo de cuatro patrones de respuesta espectral genéricos.

Una curva de respuesta espectral es un gráfico en el que se representa la respuesta espectral


(reflectancia) de uno o varios objetos o coberturas a lo largo de un intervalo definido de
longitudes de onda. La respuesta espectral depende, en términos generales, de los siguientes
factores:

Ángulo de iluminación solar

Relieve

Influencia atmosférica

Ángulo de observación

Variaciones espacio-temporales

Su interpretación y análisis nos ayudará a entender las diferentes bandas espectrales de una
imagen para su procesado y aplicación a casos concretos de estudio. La figura 1.2 relaciona
tres curvas espectrales genéricas con cuatro de las bandas de un sensor multiespectral, el
Thematic Mapper (TM) de Landsat.
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A continuación analizaremos las características espectrales de tres tipos de cobertura


genéricos: agua, suelo y vegetación.

2. Características espectrales de las zonas acuáticas

Vienen determinadas por la interacción de varios factores:

• Radiación incidente en la superficie del agua.

• Propiedades ópticas del agua.

• Rugosidad de la superficie.

• Ángulos de observación e iluminación.

• Reflexión de la luz desde el fondo del agua.

Parte de la radiación que llega hasta la superficie del agua es reflejada nuevamente hacia la
atmósfera; aunque esta radiación conlleva poca información sobre el agua propiamente, nos da
idea de la rugosidad en superficie, en concreto sobre el viento y oleaje. Las propiedades
espectrales de las zonas acuáticas vienen determinadas en gran medida por la energía
dispersada y reflejada dentro del agua, ya que parte de esta radiación se redirige de nuevo
hacia la superficie, atraviesa la atmósfera y llega finalmente hasta el sensor. El resto de la
energía que penetra en el agua se ve afectada por los fenómenos de absorción y dispersión en
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el caso del agua clara, o por reflexión y dispersión en el caso del agua que transporte partículas
suspendidas (agua turbia). Así pues, estudiaremos los dos casos por separado.

Agua clara

Son aplicables algunos de los principios descritos con anterioridad para la dispersión
atmosférica. Las partículas cuyo diámetro es muy pequeño en relación a la longitud de onda de
la radiación producen dispersión de Rayleigh, afectando a la radiación de onda corta. Según
estudios experimentales, la máxima transmitancia de luz a través del agua libre de impurezas
ocurre para longitudes de onda comprendidas entre 0,44 y 0,54 µm, con un pico en 0,48 µm
(Figura 1.8), por lo que es de esperar que el agua profunda presente un color entre azul y azul-
verdoso.

Cuando interese obtener información del agua en profundidad habrá que tener en cuenta que
en la región del azul la penetración de la radiación no está en su punto óptimo, pero a
longitudes de onda ligeramente superiores (verde-azul) la penetración es máxima, por lo que
esta será la mejor zona espectral para su estudio. En la región del rojo se da una gran
absorción, siendo únicamente detectables elementos poco profundos. Por último, en el IR
cercano la absorción es tal que únicamente puede diferenciarse entre agua y tierra.

Examinando la gráfica de la figura 1.8, en la que se representa la radiación que llega a un


medio acuático (agua clara) a diferentes niveles de profundidad vemos que, en la superficie del
agua, la curva de energía es similar a la del espectro de radiación solar, pero a medida que se
desciende en profundidad la composición espectral de la radiación varía progresivamente. A 20
m. de profundidad la radiación IR presente es prácticamente nula, persistiendo únicamente las
longitudes de onda entre el azul y el verde. Por otra parte, en este intervalo espectral es donde
más dispersión atmosférica se produce, por lo que la energía proveniente de capas más
profundas se irá perdiendo progresivamente.

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Agua turbia

Se entiende como tal aquélla que lleva, en mayor o menor medida, partículas en suspensión.
Por lo general son pequeñas partículas de arcilla y limo que han sido erosionadas de zonas
expuestas a corrientes fluviales o arrastradas de suelos de estructura débil. En ocasiones,
cauces rápidos situados en terrenos de pendiente acusada pueden arrastrar partículas de
mayor tamaño y depositarlas en lagos o desembocaduras de ríos.

El aumento de la turbidez (contenido en sedimentos) en el agua provoca la disminución de la


transmitancia. Los efectos del aumento de la concentración de sedimentos pueden apreciarse
en la figura 1.4 y son los siguientes:

• Aumenta la energía electromagnética reflejada en el visible, cuyo efecto visual es


que el agua toma una tonalidad más clara.

• La longitud de onda de máxima reflectancia se va desplazando desde la zona del


azul en el espectro hacia la zona del verde.

• El pico de máxima reflectancia se hace menos acusado, con lo que a elevados


niveles de turbidez el color se vuelve más impreciso como indicador del contenido
en sedimentos. En última instancia, cuando el contenido en sedimentos alcanza
niveles muy altos, el color del agua comienza a ser el del propio sedimento.

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3. Características espectrales del suelo

El suelo es una compleja mezcla de materiales con propiedades físicas y químicas diferentes.
La totalidad de la energía electromagnética que llega a él es absorbida o reflejada. Las
diferencias entre las curvas de reflexión de los distintos tipos de suelos vienen determinadas en
gran medida por los siguientes factores:
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Textura

Humedad

Rugosidad de la superficie

Composición química

Materia orgánica

Textura y humedad

La textura de un suelo se clasifica en función del tamaño de las partículas que lo forman, las
cuales pueden ser : arcilla, con partículas cuyo diámetro es inferior a 0,002 mm ; limo, de
diámetro comprendido entre 0,002 mm y 0,05 mm ; y arena, cuyo diámetro es superior a 0,05
mm. Un suelo será arcilloso, limo-arenoso, etc. según el tamaño y la proporción de las
partículas sólidas que lo integran.

La textura juega un papel importante en el comportamiento espectral de los suelos debido tanto
a su influencia sobre la capacidad de retención de agua como al propio tamaño de las
partículas. Los suelos arcillosos se componen de elementos sólidos muy pequeños y unidos
entre sí, de manera que el agua forma una fina película alrededor de cada partícula que dificulta
en gran medida el drenaje y la evaporación. Dado lo difícil que resulta que estos suelos se
sequen, su reflectividad se ve muy afectada por la curva de absorción del agua (Figura 1.5).
Como puede observarse, existen dos mínimos relativos de reflexión en las longitudes de onda
próximas a 1,4 µm y a 1,95 µm , debido precisamente a sendos máximos relativos de absorción
del agua en esas zonas. Además, al aumentar el contenido de humedad de un suelo disminuye
su reflectividad global.

Suelo arcilloso

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Los suelos arenosos, formados por partículas de mayor tamaño, permiten tanto la infiltración
del agua hacia el interior por gravedad como su aireación, facilitando la evaporación. Por ello,
su reflectividad es prácticamente independiente de la curva de absorción del agua, siempre y
cuando la humedad del suelo sea baja (Figura 1.6). La influencia de la humedad en la
reflectividad de los suelos arenosos es menos acusada en la parte visible del espectro que en la
zona del IR.

Suelo arenoso
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2#

Composición química

Dos de los componentes que más influencia tienen en la reflectividad de un suelo son la materia
orgánica y el óxido de hierro. La presencia de materia orgánica provoca una disminución de la
reflectividad en el visible e IR cercano, de tal forma que cuando se supera una concentración
del 2% llega a enmascarar el resto de las características del suelo. El óxido férrico (Fe2O3)
presenta un máximo de reflexión en la región del rojo, como puede apreciarse en la respuesta
espectral de la hematita (Figura 2.7), con un pico de reflectancia en el rojo en la zona del visible.

En la figura se muestran también las diferencias espectrales en la zona del infrarrojo para varios
minerales.
Respuesta espectral de las superficies Teledetección

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Rugosidad de la superficie

Como se ha visto anteriormente, en las superficies rugosas la componente difusa de la reflexión


es mayor, mientras que en las superficies lisas predomina la componente especular. Esta
propiedad, unida al ángulo de iluminación y a la longitud de onda de la radiación, definirá la
cantidad de energía que llega al sensor. La rugosidad es un factor especialmente crucial en
imágenes radar, donde influye directamente sobre el coeficiente de retro-dispersión (indica la
proporción relativa de energía que llega al sensor). Así, las imágenes radar pueden emplearse
para detectar vertidos de hidrocarburos en el mar. Estos compuestos reducen la rugosidad
superficial propia del océano, aumentando la componente especular de la radiación reflejada, la
cual se dirige en otra dirección opuesta a donde se encuentra la antena receptora del sensor
(recordemos que los radares son sensores activos, que emiten y registran energía reflejada de
forma autónoma desde la misma posición), como se aprecia en la figura 2.8.

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4.- La vegetación: factores que determinan su respuesta espectral

4.1.- Estructura y comportamiento espectral de la hoja

La reflectancia de las hojas, consideradas aisladamente, proporciona la información básica para


la determinación de la respuesta espectral global de las cubiertas vegetales. La sección
transversal de una hoja típica (Figura 2.9) revela las siguientes capas y elementos:

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- Epidermis superior : Formada por células especializadas estrechamente unidas


entre sí y sin huecos entre ellas. Está cubierta por una cutícula cerosa que previene
pérdidas de humedad. La radiación se transmite a través de ella.

- Epidermis inferior : Similar a la anterior pero con aberturas o estomas para el


intercambio de gases. A través de ellos tiene lugar la entrada de dióxido de carbono
(CO2) en la hoja, necesario para la fotosíntesis. También juegan un papel importante
en el mantenimiento del balance térmico al permitir el intercambio de humedad con el
exterior. Transparente a la radiación EM.

- Parénquima en empalizada : Está formado por células alargadas dispuestas en


paralelo que albergan los cloroplastos, los cuales contienen clorofila y otros pigmentos
esenciales para la fotosíntesis. La radiación visible es absorbida en función del
contenido y tipo de pigmentos. La radiación infrarroja se transmite.

- Mesófilo esponjoso : Situado debajo del parénquima en empalizada, está compuesto


por células de forma y orientación irregulares separadas por espacios intercelulares
en donde tienen lugar los intercambios gaseosos (CO2 y O2). Se produce dispersión
de la radiación infrarroja, parte se transmite a capas inferiores y parte se refleja.
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Los cloroplastos pueden contener diversos pigmentos cuya función es la absorción de energía.
Los más habituales son: clorofilas a y b, antocianinas, carotenos y xantofilas. La Figura 2.10
recoge las curvas de reflexión de una hoja según su pigmentación.

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En la mayoría de las plantas el más abundante es la clorofila a, que absorbe entre el 70 y el 90


% de la energía correspondiente a las regiones azul y roja del espectro. Por el contrario, la luz
verde es reflejada por este pigmento en una mayor proporción que el resto de la luz visible,
motivo por el cual percibimos la vegetación sana de este color. Cuando las plantas se ven
sometidas a condiciones de estrés hídrico, enfermedades, ataque de insectos, senescencia,
etc., disminuye la producción y el contenido de clorofila, adquiriendo tonalidades amarillentas
debido a un incremento en la proporción de carotenos y xantofilas que presentan una banda de
máxima absorción en la región azul del espectro (alrededor de 0,45 µm). Estos dos pigmentos,
junto con las antocianinas, son los responsables de la coloración típica de las hojas en otoño.

La reflectancia de las hojas en la zona del IR cercano está condicionada no por la pigmentación,
sino por la estructura del mesófilo esponjoso. La cutícula y la epidermis son prácticamente
transparentes a la radiación IR, por lo que ésta pasa hasta el mesófilo donde la orientación de
las paredes celulares es aleatoria y existe una gran cantidad de espacios intercelulares,
provocando la dispersión de la radiación IR. Una pequeña parte de esta radiación es absorbida
internamente, mientras que el resto se refleja hacia fuera o se transmite hacia capas inferiores
de la vegetación.

Si examinamos la respuesta espectral de una hoja, vemos que en la zona próxima a los 0,7 µm
comienza a declinar la absorción de luz por parte de la clorofila, mientras que la reflexión sufre
un incremento brusco. Este comportamiento justifica la gran utilidad del IR cercano en estudios
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de vegetación, facilitando la discriminación entre zonas con y sin cubierta vegetal. Además, las
diferencias de reflectividad entre distintas especies vegetales suelen ser más acusadas en esta
región que en el visible. Esta característica se tiene en cuenta en el diseño de los sensores
multiespectrales, que normalmente disponen de bandas espectrales en el rojo y el NIR, para
aprovechar esta circunstancia.

Los fenómenos de senescencia de las plantas, falta de vigor vegetativo, enfermedades, etc.
suelen ir acompañados de cambios en la respuesta espectral, más evidentes en el IR que en el
resto del espectro. En este caso, la disminución de la reflectividad está causada por el deterioro
de las paredes celulares del mesófilo. En longitudes de onda superiores a 1,3 µm, sin embargo,
es el contenido de agua en la hoja el que más condiciona sus propiedades espectrales (Figura
2.11).

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Resumiendo, pueden considerarse tres zonas diferenciadas del espectro


electromagnético en función de las causas que provocan la diferencia en la respuesta espectral
de una hoja (Figura 2.12):

* (0,5 - 0,75 µm) : zona de gran influencia de los pigmentos celulares,


fundamentalmente la clorofila, donde la absorción de la luz es elevada.

* (0,75 - 1,35 µm) : tiene lugar una alta reflectancia y una baja absorbancia ; ello es
debido a la estructura interna de la hoja.

* (1,35 - 2,5 µm) : zona de ligera influencia de la estructura foliar, pero básicamente
afectada por las bandas de absorción de agua (con dos máximos en 1,45 µm y 1,95
µm).
Respuesta espectral de las superficies Teledetección

Influencia de
los pigmentos

Influencia de la
estructura interna de la
hoja

Influencia del contenido


en humedad

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2)

4.2.- Comportamiento espectral de las cubiertas vegetales

El conocimiento del comportamiento espectral de las hojas individualmente es importante para


comprender las características espectrales de las cubiertas vegetales, pero no permite
explicarlas por completo. En condiciones naturales, las cubiertas vegetales se componen de
varias capas de hojas. La capa superior produce sombras que enmascaran a las inferiores,
dándose una reflectancia global resultado de la combinación de sombras y superficie foliar. La
cantidad de superficie sombreada dependerá de factores como el ángulo de iluminación,
tamaño, forma y orientación de las hojas.

El sombreado tiende a disminuir la reflectancia global con respecto a la observada en las hojas
individuales, si bien la disminución relativa es mucho menor en la región del IR cercano que en
el visible. Esto es debido a que gran parte de la radiación IR se transmite a través de las capas
más altas de la vegetación, siendo parcialmente reflejada por las capas inferiores y transmitida
de nuevo a través de las hojas superiores, obteniéndose como resultado un incremento relativo
de la reflectancia global en el IR cercano. Por el contrario, la radiación visible es absorbida en
proporciones mucho mayores.

Numerosos estudios de teledetección tienen como objetivo detectar estrés temprano en la


vegetación debido a enfermedades, altas temperaturas u otros factores ambientales o de
cultivo, y también a estimar la biomasa o la densidad de vegetación en zonas agrícolas o
forestales. Para estas aplicaciones es conveniente disponer de bandas en el rojo y en el NIR,
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de forma que se pueda caracterizar la pendiente de la reflectancia de estas coberturas y


estudiar su evolución en el tiempo. La Figura 2.13 muestra el efecto de la reducción de biomasa
o densidad de vegetación en la reflectancia entre el visible y el NIR.

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La Figura 2.14 muestra un ejemplo del empleo combinado de las bandas TM3 (rojo) y TM4
(NIR) del satélite Landsat para realzar la presencia y vigor de la vegetación.

TM3 (0,63 – 0,69 ) TM4 (0,76 – 0,90 ) TM4 – TM3

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# 2 #
Respuesta espectral de las superficies Teledetección

Por último, señalar que en las aplicaciones en las que se persigue una discriminación entre
especies agrícolas es conveniente utilizar información relativa a la respuesta espectral de cada
una de ellas en distintas épocas de la campaña, con objeto de conocer la evolución de las
mismas a lo largo del tiempo y así poder evaluar las variaciones estacionales (fenología) en el
crecimiento y vigor de las plantas. Para poder aplicar esta técnica de análisis multitemporal, es
preciso disponer de varias imágenes de la zona de estudio obtenidas en diferentes momentos
del ciclo biológico de los cultivos, donde puedan apreciarse diferencias de respuesta espectral
en dos o más momentos de la campaña y relacionarlas con el calendario de siembra,
emergencia, recolección, etc., de las distintas especies de cultivos (Figuras 2.15 y 2.16).

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Existen varias formas de obtener curvas de respuesta espectral, algunas de las más comunes
son:

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Respuesta espectral de las superficies Teledetección

• Mediante espectroradiómetros de laboratorio: permiten obtener curvas de respuesta


espectral en condiciones de iluminación controladas y de elementos puros (minerales),
así como modificar de forma controlada ciertos parámetros (contenido en humedad en
hojas o suelo, concentración de elementos disueltos en agua, etc.).

• Espectroradiómetros de campo: Similares a los anteriores pero diseñados para obtener


muestras de reflectancia en campo, en condiciones reales de iluminación y
combinación de elementos (Figura 2.17).

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• Sensores hiperespectrales: Se trata de sensores ópticos o térmicos que pueden


instalarse en plataformas espaciales o aéreas, bien sean tripuladas o no, poseen
numerosas bandas espectrales (hasta varios cientos) con un paso de banda pequeño
(del orden de varios nanómetros), generalmente en intervalos del visible e infrarrojo, lo
que les permite obtener imágenes en las que de cada píxel se puede obtener una curva
casi continua sobre la reflectancia en un intervalo del espectro (Figura 2.18).

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Respuesta espectral de las superficies Teledetección

Referencias

Camilla Brekke, Anne H.S. Solberg, Oil spill detection by satellite remote sensing, Remote
Sensing of Environment, Volume 95, Issue 1, 15 March 2005, Pages 1-13

Bibliografía

Remote sensing and image interpretation. Lillesand, T. M.; Kiefer, R. W.; Chipman, J. W.; John
th
Wiley & Sons Ltd, Chichester, UK, 2004, (5 edition).
th
Introduction to Remote Sensing. James B. Campbell. The Guildford Press, 2007 (4 edition).

Teledetección Ambiental. E. Chuvieco, 3ª edición revisada, Barcelona, Editorial Ariel, 2010.

Introducción al tratamiento digital de imágenes en teledetección. Luis Ángel Ruiz. Publicación Nº


680, UPV, 1998.

Páginas web

Bibliotecas de curvas de respuesta spectral:

http://speclab.cr.usgs.gov/spectral.lib06/ds231/datatable.html

http://cocoon.caf.dlr.de/intro_en.html

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