Introducción
Palabra para los que están agobiados con los problemas, que a causa de los
mismos se sienten avergonzados o cautivos en medio del dolor. Sienten que creer
que algo bueno vaya a sucederles es más una fantasía que un destino profético.
Hoy el Señor viene con una palabra que te dice que por cada dolor, por cada
esperanza que el enemigo te ha robado, el Espíritu Santo viene para guiarte y
hacer que el enemigo te devuelva el doble, y hacerte habitar en la tierra de la
esperanza.
Ante un problema cada uno tiene una manera de responder y los resultados
obtenidos tienen directa relación con esa manera de responder.
Ante un problema, según tu fe, podrás obtener resultados bien diferentes.
Ante problemas algunas personas eligen:
1º Paralizarse.
2º Reaccionar.
1º Paralizarte: es cuando dices: “y bueno, esta tengo que pasarla” “a todos les
pasa, ¿por qué a mí no?” “ya va a pasar esta mala racha” “y bueno, me la
aguanto, que voy a hacer, con la metida de pata que cometí…” “… ¿y qué le voy
a hacer?”
Dios te dice sos parte de mi pueblo, yo tengo para vos las riquezas de las
naciones, solo hace falta que te muevas, que aún en medio del dolor del problema
y las circunstancias puedas ver que ese no es tu destino ni tu lugar para habitar,
sino que tu destino es la tierra que el te ha prometido, llena de las abundancias.
Vos elegís: quedarte inmóvil ante el problema o avanzar a pesar de… hacia las
promesas del Señor.
“Ah, no, yo algo tengo que hacer…mi hijo no puede repetir de año”
Leía de de una mamá que golpeó a la maestra de su hijo porque este no había
pasado de año; también leí de unos adolescentes que amenazaron de muerte al
profesor también porque no aprobaban materias y los denunció. Ahora no solo
tienen el problema escolar sino que por reaccionar sin pensar o evaluar sus
consecuencias tienen un nuevo problema y con la justicia.
Te pasó alguna vez de haber dicho impulsivamente todo lo que pensabas o lo que
te vino a mente y al rato lamentarte por no haberte callado. Quizás aún estés
sufriendo las consecuencias de tu impulsividad.
Es verdad, ante un problema algo tendrás que hacer, pero hacerlo con la sabiduría
del Señor y avanzando con ese algo hacia el cumplimiento de tu sueño. Dios te va
a sorprender con mucho más.
Juan 18: 10-11 relata que cuando va a apresar a Jesús, Pedro le corta la oreja al
siervo que respondía al sumo sacerdote y Jesús le ordena a Pedro guardar la
espada porque Jesús sabía que después del gran dolor vendría la gran victoria,
Jesús sabía que vendrían tiempos difíciles, y si bien Jesús le pide al Padre pasar
de él esa copa, luego dice, no lo que yo sino lo que tu digas porque el fin para el
que me creaste se llevará a cabo con este dolor o sin este dolor y si es de este
modo será porque se que un gran resultado de vida, de victoria viene. Para Jesús
fue un momento de gran dolor pero también de gran fuerza y poder espiritual.
3º Accionar: es cuando ante una situación adversa algo hacés, pero no lo que se
te ocurre, sino lo que te acerca a la bendición y a la promesa y confiás en que el
Padre traerá añadidura y agregará completa bendición. Viste que cuando estás a
punto de conseguir ese trabajo algo pasa y no se da, cuando estás a punto de
abrir tu negocio un nuevo trámite aparece y decís ¡BASTA! Es el momento de
detenerte y decir: ¡Acá algo está pasando! Señor revelame qué es, hice todo lo
que me dijiste que haga y estos resultados no son los que esperaba, ¿te pasó?
Ahí estás frente a dos posibilidades: o te enojás con Dios porque crees que no te
escucha, te paralizás, reaccionás o le decís “Señor revelame que pasa porque si
hay tanta oposición es porque detrás hay gran bendición y cuando Dios te bendice
no solo lo hace con vos sino que te bendice para que seas de bendición.
El enemigo quiere robarte tus sueños, porque si bien sabe que te ha perdido, sabe
que si sos bendecida, multiplicada, sanada prosperada no solo te pierde a vos
sino a todos los que son impactados con tu milagro y la manifestación del poder
del amor de Dios.
Es por eso que un momento de problemas es una oportunidad para desatar tu fe,
tu confianza en el Señor, o te dejás robar. Vos elegís según tu manera de
responder ante los problemas.
Tenés que saber que si hay un gran problema viene una gran victoria una mayor
bendición y vas a pasar a un nivel superior de fe, de multiplicación, de
prosperidad. Después de haber pasado ese problema, tomado de la mano de
Dios.
Dios te ha elegido para llenarte de sus favores. Los problemas no son permitidos
para que sufras, para que te paralices, para que reacciones sino para que crezcas,
te pares sobre ellos y pases a un nuevo nivel de bendición y poder de Dios.
Por eso los problemas no pueden robarte la fe ni las ganas de vivir. Dios va darte
una manera de pensar de multiplicación y bendición. Cuando parezca que nada
tenés, que nada te queda, que te han robado, avergonzado, vendrá su presencia a
multiplicarte honra y herencia.
A quién vas a creerle, a los problemas, al dolor a las promesas que Dios te ha
dado, a sus palabras. ¿Dónde está puesta tu fe? en tu Dios tan grande o en que
esos problemas van a aplastarte y terminar con vos.
Si pastora, pero ¿cómo hago? Job nos deja su experiencia de declara lo negativo
y luego de conectar con la presencia de Dios.
Job decía “el mal que temía, y del que hablaba, ese me vino” Job tenía tanto
miedo a lo malo que sus hijos pudieran hacer, que hablaba de sus miedos y de lo
que hablaba eso le vino. Que estás hablando, que confiesan tus labios. Si estás
con miedo paralizante estarás hablando fe, pero fe en lo negativo. Esto es cuando
decís “y si… no me van a pagar…” “…estudié pero me va a ir mal…” “El dice que
me ama, pero yo creo que me engaña…” Eso es tener fe, pero fe negativa. Por
eso toda tu fe tiene que estar dirigida hacia los sueños de Dios, hacia sus
promesas.
Comienza a conectarte con su presencia, presta atención a las palabras que salen
de tu boca. Tus declaraciones ¿te conectan o desconectan de su presencia? Si
estás en problemas, vos elegís tomarlos como la mala suerte que te paraliza o
como la antesala de una gran victoria.
Nadie puede robarte la economía, nadie puede robarte tus hijos, nadie puede
robaste tu matrimonio, nadie puede robarte la sabiduría, nadie puede robarte la
salud, nadie puede seguir robándote NADA!!! ES TIEMPO DE RECUPERAR! POR
SIETE TE SERÁ DEVUELTO!!!