MARTES, 27 SEPTIEMBRE 1994 CULTURA LA VANGUARDIA 41

I D EA S
• Karl Popper, recientemente fallecido, fue uno de
los grandes filósofos del siglo. Los debates epistemo-
lógicos de las últimas décadas no pueden explicarse
sin tener en cuenta la influencia de "La lógica de la
investigación científica". Y su aplicación de la teo-
ría de la falsación al análisis político y a la filosofía
de la historia lo han convertido en un punto de refe-
rencia ineludible del pensamiento antitotalitario.

Popper y el error fecundo mejor) y en su subsiguiente crítica implaca- mismos de carácter irremediablemente alea- allá, y niega la posibilidad misma de tales le-
JESÚS MOSTERÍN
ble. Esa crítica se basa en la deducción de con- torio. Ni siquiera es necesario recurrir a la me- yes. Según Popper, es imposible predecir con

L
a filosofía de Kári Popper es una secuencias a partir de las hipótesis y en los in- cánica cuántica para comprobar el carácter seguridad el curso futuro de la historia. Uno
filosofía de la fecundidad del tentos denodados por refutar experimental- indeterminado de muchos procesos físicos, de sus argumentos más fuertes se basa en el
error. Ni en la ciencia ni en la po- mente dichas consecuencias, contrastándolas que puede ya ser establecido a partir de los papel fundamental que tiene el conocimiento
lítica puede haber métodos infa- con los resultados de observaciones y experi- postulados de la mecánica clásica, como en la acción. Los hombres del futuro sabrán
libles cuya aplicación excluya el mentos. El verdadero método científico es hi- muestran las actuales teorías de la inestabili- cosas que nosotros no sabemos, y en función
error. De lo que se trata no es potético-deductivo. dad y del caos, y como las propias investiga- de ese conocimiento harán cosas que ahora no
tanto de evitar los errores (meta condenada al ciones de Popper sobre la precisión de las me- podemos predecir. La hipótesis de que pudié-
fracaso de antemano), sino de detectarlos, de didas han puesto de relieve. Hoy en día todo ramos saber ya ahora lo que se descubrirá en
criticarlos, de sacarles todo el jugo posible, de
Contra el determinismo parece apuntar al carácter fundamentalmente el futuro es contradictoria. Si pudiéramos
aprender de nuestros errores. Ningún otro fi- La crítica del error requiere libertad para indeterminista del mundo físico, tal y como predecir ya ahora lo que se descubrirá en el fu-
lósofo ha valorado tan altamente ni ha anali- ejercerse. Y, como es bien sabido, la defensa Popper ha defendido. turo, el mero hecho de predecirlo equivaldría
zado tan finamente el papel que el error tiene de la libertad constituye uno de los ejes cen- De todos modos, podría ocurrir que, aun- a hacer ya ahora el descubrimiento, con lo
en la empresa científica, en el aprendizaje, en trales del pensamiento de Popper. Por eso se que el mundo físico fuera compatible con la li- cual no se trataría de un descubrimiento futu-
la política y en todos los ro. Lo que descubriremos
órdenes de la vida. En esto dentro de diez años es algo
estriba también el elemen- que ahora no sabemos; si
to más original y profundo pudiéramos predecirlo
de su epistemología. ahora ya lo sabríamos; lo
Desde Parménides y descubriríamos ahora, no
Platón hasta Bacon, Des- dentro de diez años. El
cartes y Husserl, muchos progreso del conocimien-
filósofos han tratado en to es imprevisible y con él
vano de asentar la ciencia la evolución histórica y so-
y la filosofía sobre bases cial.
indudables e inasequibles
al error. La historia entera Criaturas falibles
de la filosofía es un cemen-
terio de intentos fallidos La evolución de la socie-
de asegurar de una vez por dad, que depende en parte
todas la verdad definitiva, de la evolución del conoci-
de establecer certezas ab- miento, es impredecible.
solutas e inquebrantables. El determinismo social es
Popper, sin embargo, par- falso. Y las ideologías que
te del supuesto de que pretenden haber descu-
siempre c o m e t e r e m o s bierto las leyes del desa-
errores, y de que lo impor- rrollo social y haber en-
tante es el esfuerzo incan- contrado la fórmula de la
sable por corregirlos. sociedad perfecta son in-
aceptables y conducen al
Hipótesis . sufrimiento y al desastre.
APRENDER DE LOS ERRORES Nunca llegaremos a poseer
De ahí deriva también "Es a través del ensayo y del error, de la fantasía y de la crítica, como recorremos él camino del progreso científico y un conocimiento perfecto
la tenaz oposición de Pop- social, por el que Karl Popper apuesta decididamente" • ILUSTRACIONES: YAMÁNDÚ CANOSA ni una sociedad perfecta.
per al método inductivo, Sólo tiene sentido hacer
al que consideraba lógica- reformas político-sociales
mente inválido y ajeno a la realidad científica, opuso también al determinismo. Si todo estu- bertad, el mundo social estuviese regido por parciales, evaluar sus resultados y, eventual-
lo cual lo llevó a polemizar con Carnap y otros viera predeterminado, si nuestras acciones leyes propias que hiciesen ilusoria esta liber- mente, dar marcha atrás y probar nuevas solu-
inductivistas. La ciencia no procede por in- dependieran de un modo inevitable de causas tad. ' ciones. No la revolución total, sino la ingenie-
ducción, saltando de la observación de casos anteriores, la libertad sería una mera ilusión. Popper ha combatido siempre el determi- ría social puntual, constituye el camino del
singulares a la formulación de una ley general. Esa postura -conocida en la filosofía con el nismo social, basado en la presunta existencia progreso.
La inducción ni siquiera resulta útil para esta- nombre de determinismo- ha atraído a mu- de leyes inexorables del cambio social. Ningún sistema político puede garantizar-
blecer la probabilidad de las leyes. chos pensadores, pero ha sido severamente Spengler, Marx y otros pensadores han creí- nos que los gobernantes sean buenos. Lo im-
El método científico consiste en la formula- criticada y refutada por Popper. No es cierto do descubrir que la evolución histórica discu- portante es que el sistema minimice los efec-
ción de hipótesis y conjeturas arriesgadas que todo esté predeterminado en la naturale- rre necesariamente de acuerdo con pautas fi- tos de los malos gobernantes. En definitiva,
(cuanto más improbables y arriesgadas, tanto za. Gracias a la mecánica cuántica, sabemos jas y por canales preestablecidos. Pero las pro- somos criaturas falibles y cualquier conclu-
que el mundo subatómico es esencialmente fecías de esos profetas sociales no se han sión teórica o práctica que alcancemos siem-
JESÚS MOSTERÍN, catedrático de Lógica indeterminista. No es sólo que seamos inca- cumplido, lo cual invalida ya de por sí las pe- pre tendrá un valor inseguro y provisional, y
y Filosofía de la Ciencia de la Universidad paces de predecir con seguridad los eventos culiares leyes de desarrollo histórico que ellos
de Barcelona subatómicos, sino que esos eventos son ellos propusieron. Pero Popper todavía va más Continúa en la página siguiente •

Al margen
• Decía Whitehead que la historia
de la filosofía es un suma y sigue de
notas a pie de página a la obra de
Platón. Algo parecido podríamos
decir de Popper: su filosofía es una
serie de notas al margen de "La ló-
gica de la investigación científica",
su obra principal, fruto ella misma
de un sucesivo proceso de amplia-
ción, reedición y engorde. Las
aportaciones básicas de Popper ya
están allí. Después se suceden los
desarrollos, aplicaciones, puntua-
lizaciones, extrapolaciones, analo-
gías, hasta completar una extensa
obra filosófica.
Quiero con ello decir que, inde-
pendientemente de que la popula-
rización mediática de su obra haya
hecho especial hincapié en las ex-
trapolaciones políticas, Popper es
principalmente un filósofo de la
ciencia. Una filosofía de la ciencia
que podríamos llamar subjetivista
en tanto que pone el énfasis en las
hipótesis y no en los hechos: "Mi
teoría de la ciencia -ha dicho- es
increíblemente simple. Somos no-
sotros quienes creamos las teorías
científicas y somos nosotros quie-
nes las criticamos. A eso se reduce
toda mi epistemología. Nosotros
inventamos las teorías y nosotros
acabamos con ellas. De ese modo
creamos nuevos problemas y nos
vemos en el trance de inventar
nuevas teorías, si es que pode-
mos".
Una teoría de la ciencia que pide
humildad al científico: "es impor-
tantísimo intentar afirmar de tal
modo las propias teorías para que
puedan ser refutadas" y que en-
cuentra en la falsación el criterio
de demarcación que separa las pro-
posiciones científicas de las de-
más. Sin que ello autorice a la cien-
cia a tapar la boca a los demás dis-
cursos. Lo que hay que evitar es
confundir. No se puede llamar
ciencia a lo que no cumple sus re-
quisitos, pero "tenemos toda la li-
bertad del mundo para hablar de
todas las cosas habidas y por haber
en el terreno de la metafísica.-Y al
que no le interese que se vaya."
Desde esta'posición, su teoría
contiene elementos que el propio
Popper ha trasladado al terreno de
lo político: la defensa del carácter
fructífero del error, la negación del
determinismo, la imposibilidad de
predecir el futuro en tanto que algo
por construir, el privilegio dei len-
guaje, el optimismo posibilista,
son algunos de los argumentos
que configuran su teoría de la
democracia y su apología de
la sociedad abierta.
El error como punto de
partida. Aprender de
las equivocaciones.
No es !o mismo "ju-
gar" a equivocarse
en el laboratorio
que en el ejercicio del poder. En
política, la optimización del error
consiste en atender la realidad
frente a la rigidez de los principios
y en practicar un reformismo mi-
nucioso que permita rectificar
cuando sé acumulan las equivoca-
ciones. La única garantía para la
rectificación es disponer de meca-
nismos que favorezcan el cambio
de gobierno. Ahí Popper se en-
cuentra con la democracia.
La crítica de Popper al histori-
cismo es también una crítica al de-
terminismo."Somos nosotros
quienes buscamos nuestro medio
ambiente, quienes lo moldea-
mos". Y somos nosotros quie-
nes escogemos nuestros "ni-
chos ecológicos". La socie-
dad abierta es la toma de
conciencia de que nada
está construido ya y
nosotros mismos no
podemos predecir
lo que todavía
no es porque se está construyendo.
Pero la clave está en el lenguaje.
Ejercer el lenguaje es asumir la res-
ponsabilidad de demostrar qué es
y qué no es aceptable de lo que dice
otro. Es decir, ejercer la crítica y la
crítica bien entendida empieza por
uno mismo. El marco de la socie-
dad abierta. Donde no cabe la críti-
ca sólo hay dogmática, estanca-
miento y, finalmente, asfixia.
Aunque la suerte del hombre
esté echada y al final del camino es-
pere la destrucción, el lenguaje,
como expresión del sujeto activo,
anima la prometeica ilusión de que
la vida anda siempre buscando un
mundo mejor. Sobre el aprendiza-
je del error Popper construye una
de las más simples teorías de la de-
mocracia. En definitiva, ¿qué es la
democracia sino el único sistema
político que se define en función
del error.y no de la implacable y au-
toritaria imposición del bien?
JOSEP RAMONEDA