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Un Jamais vu es justamente lo contrario de un déjà vu: encontrarse en una situación

familiar que ya ha sucedido antes pero no reconocerla. Las encarnaciones típicas de


este curioso fenómeno mental son no reconocer momentáneamente el nombre de
una persona, una palabra o un lugar que la persona debería reconocer. A medio
camino está el Presque vu: saber que se sabe algo (meta-memoria), pero no
recordarlo en ese momento, coloquialmente conocido como «tener algo en la punta
de la lengua».
LOS LÓBULOS CEREBRALES
El cerebro se divide a lo largo en dos hemisferios, llamados hemisferios cerebrales
cada uno de estos hemisferios se divide a su vez en cuatro partes o secciones.

Estas partes o regiones son lo que llamamos lóbulos cerebrales.

Existen 3 Cisuras (De Rolando, De Silvio y Parieto-Occipital) que separan los


hemisferios cerebrales en 4 lóbulos visibles y 1 oculto:
1. Lóbulo frontal.- Está delante de la cisura de Rolando y de Silvio.
2. Lóbulo parietal.- Está detrás de la cisura de Rolando y sobre la de Silvio.
3. Lóbulo temporal.- Está debajo de la cisura de Silvio.
4. Lóbulo occipital.- Ocupan los polos posteriores cerebrales.
5. La ínsula, quinto lóbulo (Islas de Reil), no visible desde fuera del cerebro y
está localizado en el fondo de la cisura de Silvio.

Función de Los Lóbulos Cerebrales


a) Lóbulo Frontal.- Relacionado con el pensamiento, incluye la corteza motora
(Mov. Voluntarios de partes específicas).
—Movimiento.
—Razonamiento.
—Resolución de problemas.
—Memoria.
—Emociones.
—Lenguaje.

b) Lóbulo Parietal.- Procesa información táctil.


—Percepción y reconocimiento de estímulos táctiles, la presión, la temperatura
y el dolor.
—Manipulación de objetos.
—Conocimiento numérico.
—Lenguaje.

c) Lóbulo Temporal.- Procesamiento de información auditiva.


—Percepción y reconocimiento de estímulos auditivos y olfativos.
—Equilibrio.
—Coordinación.
—Memoria.
—Reconocimiento de caras.
—Emociones.

d) Lóbulo Occipital.-
—Percepción e interpretación de estímulos visuales.
—Reconocimiento espacial.

e) La ínsula.- Centro de conexión e interoperabilidad entre el sistema límbico y


el neocortex (encargado del razonamiento humano y de la anticipación de
resultados).

CONVULSIÓN DEL LÓBULO TEMPORAL


Descripción general
Las convulsiones del lóbulo temporal se originan en los lóbulos temporales del
cerebro, los que procesan las emociones y son importantes para la memoria a corto
plazo. Algunos síntomas de la convulsión del lóbulo temporal pueden relacionarse
con estas funciones, que comprenden tener sensaciones extrañas (por ejemplo,
euforia), déjà vu o temor.
Durante una convulsión del lóbulo temporal, es probable que continúes consciente de
lo que sucede. Durante las convulsiones más intensas, podrías parecer consciente
pero no estarlo. Es probable que los labios y las manos hagan movimientos repetitivos
y sin objeto.

Las convulsiones del lóbulo temporal pueden provenir de un defecto anatómico o una
cicatriz en el lóbulo temporal, aunque a menudo se desconoce la causa. Las
convulsiones del lóbulo temporal se tratan con medicación. Para algunas personas
que no responden a la medicación, la cirugía puede ser una alternativa.

Síntomas
Una sensación poco común (aura) puede preceder a una convulsión del lóbulo
temporal, lo que actúa como una advertencia. No todas las personas que tienen
convulsiones del lóbulo temporal tienen auras, y no todos los que las tienen las
recuerdan.
El aura es, en realidad, una simple convulsión focal o parcial, una que no afecta la
conciencia. Algunos ejemplos de auras son los siguientes:

 Una sensación repentina de temor no provocado


 Una experiencia de déjà vu, una sensación de que lo que está sucediendo ya ha
ocurrido con anterioridad
 Un olor o sabor repentino o extraño
 Una sensación ascendente desde el abdomen
A veces, las convulsiones del lóbulo temporal afectan la capacidad para responder a
otras personas (convulsiones parciales complejas o convulsiones discognitivas
focales). Este tipo de convulsiones del lóbulo temporal suele durar de 30 segundos a
2 minutos. Las características y los síntomas son:

 Pérdida de la conciencia del entorno


 Ausencias
 Chasquido de labios
 Tragar y masticar repetidas veces
 Movimientos poco comunes con los dedos, como movimientos de recolección
Después de una convulsión del lóbulo temporal, podrías tener:
 Un período de confusión y de dificultad para hablar
 Incapacidad para recordar lo que ocurrió durante la convulsión
 Desconocimiento de haber tenido una convulsión
 Somnolencia extrema
En casos extremos, lo que comienza como una convulsión del lóbulo temporal
evoluciona a una convulsión tonicoclónica generalizada (epilepsia mayor), que
presenta convulsiones y pérdida del conocimiento
Causas

Con frecuencia, la causa de las


convulsiones del lóbulo temporal se
desconoce. Sin embargo, pueden ser
resultado de varios factores, entre ellos:

 Lesión cerebral traumática


 Infecciones, como encefalitis o
meningitis, o antecedentes de esas
infecciones
 Un proceso de cicatrización (gliosis)
en una parte del lóbulo temporal llamado
hipocampo
 Malformación de los vasos
sanguíneos
 Accidente cerebrovascular
 Tumores cerebrales
 Síndromes genéticos
Durante el sueño y mientras estás despierto, las células cerebrales producen una
actividad eléctrica variable. Si la actividad eléctrica en muchas células cerebrales se
torna anormalmente sincronizada, se puede producir una convulsión o ataque.

Si esto sucede en solo una zona del cerebro, el resultado son convulsiones focales.
Una convulsión del lóbulo temporal es una convulsión parcial que se origina en uno
de los lóbulos temporales.

Información básica sobre la epilepsia

1. ¿Qué es la epilepsia? ¿Qué es una convulsión?


La epilepsia, en ocasiones conocida como trastorno de convulsiones, es un trastorno
cerebral. Se le diagnostica epilepsia a una persona cuando ha tenido dos o más
convulsiones.
Una convulsión es un cambio breve en la actividad normal del cerebro.
Las convulsiones son el principal signo de la epilepsia. Algunas convulsiones pueden
parecer episodios catatónicos. Otras convulsiones pueden hacer que la persona se
caiga, tiemble y no se dé cuenta de lo que sucede a su alrededor.

2. ¿Por lo general, cuánto duran las convulsiones?


Típicamente, una convulsión dura entre unos segundos hasta unos pocos minutos.
Depende del tipo de convulsión

3. ¿Cuáles con los principales tipos de convulsiones?


A veces es difícil saber si una persona está teniendo una convulsión, porque quien tiene
una convulsión puede parecer confundido o verse como que tiene la vista fija en algo
inexistente. Otras convulsiones pueden hacer que la persona se caiga, tiemble y no se
dé cuenta de lo que sucede a su alrededor.
Las convulsiones se clasifican en dos grupos:

1. Las convulsiones generalizadas afectan a ambos lados del cerebro.


2. Las convulsiones focales afectan solo a un área del cerebro. Estas
convulsiones también se conocen como convulsiones parciales.
Una persona con epilepsia puede tener más de un tipo de convulsiones. Lea más
acerca de los tipos de convulsiones y cómo se ven.
4. Si tengo una convulsión, ¿eso significa que tengo epilepsia?
No siempre. Las convulsiones también pueden ocurrir debido a otros problemas
médicos como los siguientes:

 Fiebre alta.
 Nivel bajo de azúcar en la sangre.
 Abstinencia de alcohol o drogas.

5. ¿Qué causa la epilepsia?


La epilepsia puede ser causada por condiciones distintas que afectan el cerebro de la
persona. Entre las causas conocidas se incluyen:

 Accidentes cerebrovasculares.
 Tumores cerebrales.
 Infestaciones cerebrales, como neurocisticercosis.
 Lesiones cerebrales traumáticas u otras lesiones en la cabeza.
 Falta de oxígeno en el cerebro (por ejemplo, durante el nacimiento).
 Algunos trastornos genéticos (como el síndrome de Down).
 Otras enfermedades neurológicas (como la enfermedad de Alzheimer).
Se desconoce la causa de la epilepsia en 2 de cada 3 personas que tienen este
trastorno. Este tipo de epilepsia se conoce como criptogénica o idiopática.
Lea más acerca de las causas de la epilepsia en la Biblioteca Nacional de Medicina de
los EE.UU.: Generalidades sobre la epilepsia.

6. ¿Es común la epilepsia?


La epilepsia es una de las condiciones más comunes que afectan al cerebro.
Incluidos los niños y adultos en los Estados Unidos:

 Alrededor de 5.1 millones de personas en los Estados Unidos tienen


antecedentes de epilepsia.
 Alrededor de 3.4 millones de personas en los Estados Unidos tienen epilepsia
activa.

Prevención y control de la epilepsia

7. ¿Cómo puedo prevenir la epilepsia?


A veces se puede prevenir la epilepsia. Lea más acerca de las maneras de reducir su
riesgo de presentar epilepsia.
8. ¿Cómo se diagnostica la epilepsia?
Las personas que tengan una convulsión por primera vez deben hablar con un
proveedor de servicios de salud, como un médico o personal de enfermería
especializado. Él o ella hablará con la persona acerca de lo que pasó y tratará de
encontrar la causa de la convulsión. A muchas personas que tienen convulsiones se
les hacen pruebas como exploraciones cerebrales para tener una mejor visión de lo
que ocurre. Estas pruebas no causan dolor.

9. ¿Cómo se trata la epilepsia?


Hay muchas cosas que el proveedor de atención médica y la persona con epilepsia
pueden hacer para detener o reducir las convulsiones.
Los siguientes son los tratamientos más comunes para la epilepsia:

 Medicamentos. Los medicamentos anticonvulsionantes limitan la propagación


de convulsiones en el cerebro. Un proveedor de atención médica cambiará la
cantidad de medicamentos o recetará uno nuevo si es necesario para encontrar
el mejor plan de tratamiento. Los medicamentos funcionan para unas 2 de cada 3
personas con epilepsia.
 Cirugía. Cuando las convulsiones provienen de una sola área del cerebro
(convulsiones focales), una operación para extirpar esa área puede evitar
convulsiones futuras o hacer que sean más fáciles de controlar con
medicamentos. La cirugía para la epilepsia se utiliza con más frecuencia si el foco
de la convulsión está ubicado dentro del lóbulo temporal del cerebro.
 Otros tratamientos. Cuando los medicamentos no funcionan y no es posible
operar, puede que otros tratamientos ayuden. Estos incluyen la estimulación del
nervio vago, en la cual se coloca un dispositivo eléctrico debajo de la piel en la
parte superior del pecho para enviar señales a un nervio grande en el cuello. Otra
opción es la dieta cetógena, que es rica en grasas, baja en carbohidratos y
contiene una cantidad limitada de calorías. Lea más acerca de las opciones de
tratamiento de la epilepsia en la publicación del Instituto Nacional de Trastornos
Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (National Institute of Neurological
Disorders and Stroke): Crisis epilépticas: Esperanza en la investigación.

10. ¿Quién trata la epilepsia?


Muchas clases de proveedores de atención médica tratan a las personas con epilepsia.
Los proveedores de atención médica primaria, como médicos de familia, pediatras y
enfermeros especializados, son con frecuencia los primeros que ven a una persona con
epilepsia cuando presenta convulsiones por primera vez. Estos proveedores pueden
hacer el diagnóstico de la epilepsia o puede que hablen con un neurólogo o
epileptólogo.
El neurólogo es un médico especializado en el cerebro y el sistema nervioso. El
epileptólogo es un neurólogo especializado en la epilepsia. Cuando hay problemas,
como convulsiones o efectos secundarios de los medicamentos, el proveedor de
atención médica primaria puede remitir al paciente a un neurólogo o epileptólogo para
que reciba atención especializada.
Las personas que tienen convulsiones difíciles de controlar o que necesitan atención
médica avanzada para la epilepsia pueden ser remitidas a centros de epilepsia. Estos
centros tienen personal especializado en la atención de la epilepsia:

 Epileptólogos y neurólogos.
 Personal de enfermería.
 Sicólogos.
 Técnicos.
Muchos centros de epilepsia trabajan con hospitales universitarios y con científicos
investigadores.

11. ¿Cómo encuentro a un especialista en epilepsia?


Hay varias maneras en que puede encontrar a un neurólogo o un epileptólogo cercano.
Su proveedor de atención médica primaria o médico de familia puede darle información
sobre los tipos de especialistas. La Sociedad Americana de la Epilepsia (en
inglés) proporciona una lista de sus neurólogos y especialistas en la epilepsia, incluidos
los epileptólogos. La Asociación Nacional de Centros de Epilepsia (en inglés) también
proporciona una lista de los centros miembros, organizados por estado.

12. ¿Qué puedo hacer para controlar mi epilepsia?


El autocontrol es lo que usted hace para cuidarse a sí mismo. Usted puede aprender a
manejar las convulsiones y llevar una vida plena y activa. Comience con estos
consejos:

 Tómese sus medicamentos.


 Hable con su médico o enfermero cuando tenga preguntas.
 Reconozca los desencadenantes de las convulsiones (como las luces
intermitentes o brillantes).
 Lleve un registro de sus convulsiones.
 Duerma lo suficiente.
 Disminuya el estrés

13. ¿Qué son los estudios clínicos?


Aunque existen muchas definiciones de estudios clínicos, por lo general, son estudios
de investigación biomédica o relacionada con la salud en personas, que siguen un
protocolo definido con anterioridad.
Lea más acerca de las opciones de tratamiento de la epilepsia en el sitio web de los
Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health): Estudios clínicos sobre
epilepsia (en inglés).

Preocupaciones sobre salud y seguridad

14. ¿Hay preocupaciones especiales para las mujeres que tienen epilepsia?
Las mujeres que tienen epilepsia enfrentan retos especiales. Los cambios hormonales
pueden hacer que algunas mujeres con epilepsia tengan más convulsiones durante la
menstruación.
Para las mujeres con epilepsia, también hay preocupaciones especiales respecto al
embarazo, porque tener una convulsión y tomar ciertos medicamentos durante el
embarazo puede aumentar el riesgo de daños en el bebé.
Si usted tiene epilepsia y planea quedar embarazada, hable con su equipo de salud
sobre la mejor manera de cuidarse y cuidar a su bebé en gestación.

15. ¿Puede una persona morir de epilepsia?


La mayoría de las personas con epilepsia viven por muchos años. Sin embargo, el
riesgo de muerte prematura es más alto para algunas. Sabemos que el mejor control
posible de las convulsiones y una vida segura pueden reducir el riesgo de muertes
relacionadas con la epilepsia.
Los factores que aumentan el riesgo de una muerte prematura incluyen

 Problemas de salud más graves como un accidente cerebrovascular o un


tumor. Estas afecciones conllevan un mayor riesgo de muerte y pueden
causar convulsiones.
 Caídas u otras lesiones que ocurran debido a las convulsiones. Estas lesiones
pueden ser mortales.
 Convulsiones que duren más de 5 minutos. Esta afección se llama estado
epiléptico. El estado epiléptico puede presentarse algunas veces cuando la
persona de repente deja de tomar los medicamentos.
Con muy poca frecuencia, las personas con epilepsia pueden presentar muerte súbita
en epilepsia (SUDEP, por sus siglas en inglés). No hay mucha información acerca de
la SUDEP y los expertos no saben lo que la causa, pero suponen que a veces se debe
a cambios en los latidos cardiacos (el ritmo) durante una convulsión. La muerte súbita
debido a los cambios en el ritmo cardiaco también se da en las personas que no tienen
convulsiones.
El riesgo de muerte súbita es mayor para las personas con convulsiones no controladas
graves.

16. Si tengo epilepsia, ¿puedo de todos modos manejar un auto?


La mayoría de los estados y el Distrito de Columbia no emitirán una licencia de
conducción a alguien que tenga epilepsia, a menos que esa persona proporcione
documentación que certifique que no ha tenido convulsiones por cierto tiempo. El
periodo sin convulsiones exigido oscila entre unos cuantos meses hasta más de un
año, dependiendo del estado.
Algunos estados necesitan una carta de su proveedor de atención médica para emitir
la licencia cuando la persona tiene convulsiones con las siguientes características:

 No distraen a la persona de manejar.


 Solamente le ocurren mientras duerme. Estas se llaman convulsiones
nocturnas.
 Presentan signos de advertencia que alertan a la persona de que podría tener
una convulsión. A veces la persona se siente rara antes de una convulsión.
Esto se conoce como aura.

17. Si tengo epilepsia, ¿puedo hacer ejercicio y practicar deportes?


A las personas con epilepsia a veces les preocupa que el ejercicio o los deportes
puedan empeorar sus convulsiones.
Sin embargo, es muy poco frecuente que el ejercicio sea un “desencadenante”• de
convulsiones. De hecho, el ejercicio regular puede mejorar el control de las
convulsiones. Practicar deportes de manera segura también puede ser muy bueno para
su bienestar físico, mental y emocional.
Siempre es importante evitar lesiones relacionadas con deportes que puedan aumentar
el riesgo de tener convulsiones.

¿Cuáles son las causas la epilepsia?


Todas las funciones del cuerpo están controladas por el cerebro. Si algo altera el
funcionamiento normal del cerebro, se puede producir un ataque epiléptico. Identificar
la causa de las crisis puede ser útil al decidir sobre un plan de tratamiento. Sin
embargo, en más del 70% de personas que padecen epilepsia no se puede identificar
la causa.
Algunas causas de epilepsia:
 Enfermedades de otros órganos, como enfermedades del hígado y de los riñones,
diabetes y alcoholismo.

 Epilepsias familiares.

 Problemas antes del nacimiento que afectan al crecimiento del cerebro.

 Problemas durante el parto, como lesión cerebral.

 Lesiones de la cabeza, sobre todo por accidentes de coche.

 Tumores cerebrales.

 Infecciones del cerebro, como meningitis o encefalitis.

 Otra enfermedad que dañe o destruya el tejido cerebral.

 Hemorragia cerebral, es decir formación de un coágulo de sangre en el interior del


cerebro.

 Envenenamiento por plomo


Convulsiones y la epilepsia en niños
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia es un trastorno neurológico que afecta al cerebro y hace que las personas sean más susceptibles
a tener convulsiones recurrentes. Es uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso y afecta a
personas de todas las edades, razas y origen étnico. Según la Fundación Americana de Epilepsia (Epilepsy
Foundation of America), aproximadamente 3 millones de estadounidenses conviven con la epilepsia.

Todo lo que interrumpa las conexiones normales entre las células nerviosas del cerebro puede provocar una
convulsión; esto incluye fiebre alta, bajo nivel de azúcar en sangre, abstinencia de alcohol o drogas, o una
conmoción cerebral. En estas circunstancias, cualquier persona puede tener una o más convulsiones. Sin
embargo, cuando una persona sufre dos o más convulsiones recurrentes, se considera que tiene epilepsia.
Existen muchas causas posibles de epilepsia, que incluyen un desequilibro de sustancias químicas que envían
señales nerviosas llamadas neurotransmisores, tumores, accidentes cerebrovasculares (ataques cerebrales),
malformaciones en el cerebro, trastornos genéticos, hipertensión, infecciones cerebrales y daños cerebrales
como consecuencia de enfermedades o lesiones, o alguna combinación entre estas. En la mayoría de los
casos, la epilepsia puede tener causas no detectables.

¿Qué es una convulsión?


El cerebro es el centro que controla y regula todas las respuestas voluntarias e involuntarias del cuerpo. Se
trata de células nerviosas que normalmente se comunican entre sí mediante la actividad eléctrica.

Una convulsión se produce cuando una parte o partes del cerebro reciben un estallido de señales eléctricas
anormales que interrumpe temporalmente la función eléctrica normal del cerebro.

¿Cuáles son los distintos tipos de convulsiones?


El tipo de convulsión depende de la parte y de la cantidad de cerebro afectado y de lo que sucede durante la
convulsión. Las dos grandes categorías de convulsiones epilépticas son las convulsiones generalizadas (de
ausencia, atónicas, tónico-clónicas, mioclónicas) y convulsiones parciales (simples y complejas). Dentro de
estas categorías, existen varios tipos diferentes de convulsiones en los niños, entre las que se incluyen:

 Convulsiones focales. Las convulsiones focales se presentan cuando se produce una función eléctrica
cerebral anormal en una o más zonas de una parte del cerebro. Las convulsiones focales también se pueden
denominar convulsiones parciales. Con las convulsiones focales, en especial las convulsiones focales
complejas, el niño puede experimentar un aura antes de que se produzca la convulsión. El aura más común
implica sentimientos tales como un deja vu, una fatalidad inminente, miedo, o euforia. Un aura también
puede consistir en cambios visuales, anomalías auditivas o cambios en el sentido del olfato. Existen dos tipos
de convulsiones parciales, que son los siguientes:

o Convulsiones focales simples. El niño puede presentar diferentes síntomas según la zona del cerebro
afectada. Si el funcionamiento eléctrico cerebral anormal se produce en el lóbulo occipital (parte posterior
del cerebro, que involucra a la visión) el niño puede sufrir alteraciones en la vista. Sin embargo, es más
común que el trastorno afecte los músculos del niño. La actividad de las convulsiones se limita a un conjunto
muscular aislado, como por ejemplo, los dedos, o a músculos más grandes en los brazos y las piernas. En
este tipo de convulsión localizada en un solo lado del cerebro, el niño no pierde el conocimiento. Es posible
que experimente sudor, náuseas o palidez.

o Convulsiones focales complejas. Este tipo de convulsiones generalmente se produce en el lóbulo temporal
del cerebro, la zona que controla la función de las emociones y la memoria. Las convulsiones suele durar
entre uno y dos minutos. Generalmente, durante estas convulsiones, el niño pierde el conocimiento. Perder
el conocimiento no significa que el niño se desmaya; algunas veces, el niño puede dejar de percibir lo que
sucede a su alrededor. El niño puede aparentar estar despierto, pero al mismo tiempo presentar diversas
conductas. Las conductas pueden ser las siguientes: ahogarse, relamerse los labios, correr, gritar, llorar y/o
reírse. También puede haber alteraciones de la conciencia si la convulsión se extiende desde un lado del
cerebro para comprometer los dos lados. Cuando el niño vuelve en sí después de la convulsión, es posible
que se queje porque se siente cansado o con sueño. Esto se denomina período postictal.

 Convulsiones generalizadas. Las convulsiones generalizadas afectan a ambos lados del cerebro
simultáneamente. Después de la convulsión, se produce la pérdida de conocimiento y un estado postictal,
aunque algunas convulsiones generalizadas tienen períodos de estado postictal muy breves. Entre los tipos
de convulsiones generalizadas se incluyen los siguientes:

o Convulsiones de ausencia (también llamadas pequeño mal o petit mal). Estas convulsiones se caracterizan
por un breve estado de consciencia alterada y episodios de mirada fija. Por lo general, el niño mantiene la
postura durante la convulsión. Puede mover la boca o la cara, o pestañar. Las convulsiones no suele durar
más de 30 segundos. Cuando terminan, es posible que el niño no recuerde lo que acaba de ocurrir y continúe
con sus actividades, actuando como si no hubiera sucedido nada. Estas convulsiones pueden producirse de
unas pocas a docenas de veces al día. A veces se las confunde con un problema de aprendizaje o de conducta.
Las convulsiones de ausencia casi siempre comienzan entre los 4 y los 12 años de edad.

o Atónicas (también llamadas ataques de caída). En las convulsiones atónicas, se produce una pérdida
repentina del tono muscular, por lo que el niño puede caerse si está de pie o dejar caer la cabeza de repente.
Durante la convulsión, el niño está sin fuerzas y no responde.

o Convulsiones generalizadas tónico-clónicas (también llamadas gran mal o grand mal). La forma clásica de
este tipo de convulsión, que puede no presentarse en todos los casos, se caracteriza por cinco fases diferentes.
El cuerpo, los brazos y las piernas se flexionan (se contraen), se extienden (se estiran) y tiemblan (se
sacuden), seguidas por un período clónico (contracción y relajación de los músculos) y del período postictal.
No todas estas fases se presentan en cada uno de estos tipos de convulsiones. Durante el período postictal,
el niño puede tener sueño, problemas de la vista o del habla, un fuerte dolor de cabeza, fatiga o dolores en
el cuerpo.

o Convulsiones mioclónicas. Este tipo de convulsiones consiste en movimientos rápidos o una sacudida brusca
de un conjunto de músculos. Estas convulsiones tienden a producirse en agrupaciones, es decir, que pueden
ocurrir varias veces al día o durante varios días seguidos.

o Espasmos del lactante. Es un tipo de trastorno convulsivo poco común que afecta a lactantes generalmente
antes de los 6 meses de vida. Se produce con mayor frecuencia cuando el niño se despierta o cuando intenta
dormirse. Los lactantes suelen experimentar breves períodos de movimientos del cuello, el tronco o las
piernas que duran unos pocos segundos. Es posible que experimenten cientos de estas convulsiones al día.
La mayoría de los espasmos del lactante tienen causas serias. Aunque el niño reciba un tratamiento adecuado,
pueden presentarse complicaciones a largo plazo.

o Convulsiones febriles. Este tipo de convulsiones está asociado con la fiebre. Estas convulsiones son más
frecuentes en los niños de entre 6 meses y 5 años de edad, y es posible que existan antecedentes familiares
de este tipo de convulsiones. Las convulsiones febriles que duran menos de 15 minutos se llaman simples y,
generalmente, no tienen efectos neurológicos a largo plazo. Las convulsiones que duran más de 15 minutos
se llaman complejas y pueden producir alteraciones neurológicas a largo plazo en el niño. Muchos niños que
presentan convulsiones febriles tienen afecciones genéticas.

¿Cuáles son las causas de una convulsión?


Un niño puede experimentar uno o muchos tipos diferentes de convulsiones. Aunque se desconoce la causa
exacta de las convulsiones, las más comunes se producen debido a los siguientes factores:

 En los recién nacidos y lactantes:

o Trastornos perinatales (inmediatamente antes o después del nacimiento)

o Problemas congénitos (presentes al nacer)

o Prematurez (bebé nacido antes de tiempo)

o Fiebre/Infección

o Desequilibrios químicos o metabólicos del cuerpo

o Factores genéticos

 En niños, adolescentes y adultos jóvenes:

o Alcohol y drogas

o Traumatismo en la cabeza o lesión cerebral

o Infecciones

o Trastornos congénitos

o Factores genéticos

o Razones desconocidas

 Otras causas posibles de las convulsiones pueden ser:

o Tumor cerebral

o Problemas neurológicos

o Abstinencia de drogas

o Medicamentos

o Uso de drogas ilegales

¿Cuáles son los síntomas de una convulsión?


El niño puede tener grados variables de síntomas según el tipo de convulsión. A continuación se enumeran
algunos síntomas generales o señales de advertencia que podrían indicar que su hijo está sufriendo
convulsiones. Los síntomas o señales pueden incluir:

 Mirada fija

 Sacudidas de los brazos y las piernas

 Rigidez corporal

 Pérdida del conocimiento

 Problemas para respirar o episodios en los que deja de respirar

 Pérdida del control de la vejiga o el intestino

 Caídas repentinas sin motivo aparente, especialmente cuando están asociadas con la pérdida del
conocimiento

 Breves períodos de falta de respuesta al ruido o a las palabras

 Confusión o aturdimiento

 Movimiento rítmico de la cabeza como asintiendo, cuando está asociado con la pérdida de percepción o del
conocimiento.

 Períodos de mirada fija y parpadeos rápidos

Durante la convulsión, el niño puede presentar una coloración azulada en los labios y no respirar
normalmente. Los movimientos suelen ir seguidos de un período de sueño o desorientación.

Los síntomas de una convulsión pueden parecerse a los de otros problemas o trastornos de salud. Consulte
siempre al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostican las convulsiones?


Es posible que no se comprenda en su totalidad la magnitud de la convulsión inmediatamente después de la
aparición de los síntomas, pero puede manifestarse al realizar una evaluación médica completa y pruebas de
diagnóstico. Una convulsión se diagnostica mediante exámenes físicos y pruebas de diagnóstico. Durante
los exámenes, el médico obtiene una historia clínica completa del niño y de su familia, y pregunta cuándo
se produjeron las convulsiones. Es posible que las convulsiones se deban a problemas neurológicos y
requieran seguimiento médico adicional.

Las pruebas de diagnóstico pueden incluir:

 Análisis de sangre.

 Electroencefalograma (EEG). Procedimiento que registra la actividad eléctrica continua del cerebro
mediante electrodos conectados al cuero cabelludo.

 Resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés). Procedimiento de diagnóstico que utiliza una
combinación de imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para producir imágenes detalladas de
los órganos y las estructuras internas del cuerpo.

 Tomografía computarizada (también llamada escáner CT o CAT, por sus siglas en inglés). Procedimiento
de diagnóstico por imágenes que utiliza una combinación de radiografías y tecnología informática para
obtener imágenes horizontales o axiales (a menudo llamadas "cortes") del cuerpo. Una tomografía
computarizada muestra imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo, incluso los huesos, los músculos,
la grasa y los órganos. Las tomografías computarizadas muestran más detalles que las radiografías generales.

 Punción lumbar (punción espinal). Se coloca una aguja especial en la parte baja de la espalda, dentro de la
duramadre, por debajo del nivel donde termina la columna vertebral. Se puede medir la presión que existe
en el canal espinal y en el cerebro. Se puede extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo (LCR)
y enviarla como prueba para determinar la existencia de una infección u otros problemas. El líquido
céfalorraquídeo baña el cerebro y la médula espinal de su hijo.

Tratamiento de una convulsión


El médico de su hijo determinará el tratamiento específico para una convulsión basándose en lo siguiente:

 La edad de su hijo, su estado general de salud, y su historia clínica

 Gravedad del trastorno

 Tipo de convulsión

 La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias específicas

 Las expectativas respecto de la evolución del trastorno

 Su opinión o preferencia

El objetivo del tratamiento para las convulsiones consiste en controlar, detener o disminuir la frecuencia de
las convulsiones sin interferir en el crecimiento y desarrollo normal del niño. Entre los objetivos principales
del control de las convulsiones se incluyen los siguientes:

 Identificar correctamente el tipo de convulsión

 Utilizar medicamentos específicos para el tipo de convulsión

 Utilizar la menor cantidad posible de medicamentos para lograr un control adecuado

 Mantener niveles correctos de medicamentos

El tratamiento puede incluir:

 Medicamentos. Existen muchos tipos de medicamentos que se utilizan para tratar las convulsiones y la
epilepsia. Los medicamentos se eligen según el tipo de convulsiones, la edad del niño, los efectos
secundarios, el costo del medicamento y la aceptación por parte del niño.

Generalmente, los medicamentos que se utilizan en el hogar se administran por vía oral (por ejemplo,
cápsulas, pastillas, gránulos o jarabes), pero en algunos casos esto se hace por vía rectal (en el recto del niño)
o intranasal (dentro de las fosas nasales). Si el niño se encuentra hospitalizado, el medicamento puede
inyectarse o administrarse por vía intravenosa (IV).

Es importante que su hijo tome los medicamentos respetando los horarios y las indicaciones del médico. El
cuerpo de cada persona asimila un mismo medicamento de forma diferente, por lo que es posible que deban
realizarse ajustes (de dosis y horarios) para lograr un buen control de las convulsiones. Evite interrumpir de
golpe los medicamentos de su hijo para las convulsiones, ya que eso puede causar que aumente la cantidad
o la gravedad de los ataques. Los medicamentos anticonvulsivos se deben reducir siguiendo las indicaciones
del médico de su hijo.
Todos los medicamentos pueden tener efectos secundarios, aunque es probable que algunos niños no los
experimenten. Hable con el médico acerca de los efectos secundarios de los medicamentos que toma su hijo.

Durante el tiempo que su hijo esté tomando los medicamentos, es posible que se realicen diferentes exámenes
para supervisar su eficacia. Por ejemplo, los siguientes:

o Examen de sangre. Generalmente, es necesario extraer sangre con frecuencia para comprobar los niveles de
medicamento en el cuerpo. Basándose en esos niveles, el médico puede aumentar o reducir las dosis para
alcanzar el nivel deseado. Este nivel se denomina nivel terapéutico que se logra cuando el medicamento
alcanza su punto máximo de eficacia. También puede examinarse la sangre para vigilar los efectos de los
medicamentos en los órganos del cuerpo.

o Electroencefalograma (EEG). Procedimiento que registra la actividad eléctrica continua del cerebro
mediante electrodos conectados al cuero cabelludo. Este examen se lleva a cabo para monitorizar la manera
en que el medicamento resuelve los problemas eléctricos del cerebro.

o Dieta cetogénica. Algunos niños que tienen problemas con los medicamentos o cuyas convulsiones no se
están controlando bien, pueden tener que realizar una dieta especial llamada dieta cetogénica. Este tipo de
dieta es baja en carbohidratos y alta grasas.

¿Qué es una dieta cetogénica?


La dieta cetogénica se ofrece a veces a aquellos niños que sufren convulsiones aun cuando toman los
medicamentos indicados para controlarlas. Cuando los medicamentos no son eficaces, se debe considerar
llevar adelante una dieta cetogénica. Nadie sabe exactamente cómo funciona esta dieta, pero en algunos
niños las convulsiones desaparecen cuando la realizan. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la dieta
puede no ser efectiva para todas las personas.

¿En qué consiste la dieta?


La dieta cetogénica tiene un alto contenido graso (alrededor del 90 por ciento de las calorías provienen de
la grasa). La proteína se administra en cantidades que ayudan a estimular el crecimiento. Se incluye una
cantidad muy pequeña de carbohidratos en la dieta. Esta dieta alta en contenidos grasos y de bajo contenido
de carbohidratos estimula la producción de cetonas por parte del cuerpo. El cuerpo produce las cetonas que
se forman de la descomposición de las grasas. Son una fuente alternativa de energía que el cuerpo usa
normalmente durante los momentos de ayuno (falta de alimento). El cerebro y el corazón funcionan
normalmente usando las cetonas como fuente de energía. Cuando la salud es normal y la dieta también, el
cuerpo generalmente no produce (o no necesita producir) cetoas. La presencia de cetonas es importante
para el éxito de la dieta de su hijo. Esto significa que su hijo tiene que seguir la dieta estrictamente. Basta
solo un refrigerio pequeño con un contenido alto de carbohidratos para destruir la cetosis.

Alimentos con alto contenido graso:

 Mantequilla

 Nata

 Aceite

 Mayonesa

 Queso crema
 Tocino

 Queso

Alimentos con alto contenido de carbohidratos:

 Frutas y jugo de frutas

 Panes y cereales

 Vegetales (maíz, chícharos y papas)

 Frijoles

 Leche

 Refrescos

 Bocadillos (papas fritas, pastelillos, galletas saladas)

 Dulces

El médico determinará si esta dieta es apropiada para su hijo. Cuando se comienza una dieta cetogénica, su
hijo debe ingresar al hospital. Mientras está en el hospital, pueden pasar entre cuatro y cinco días para
iniciar la dieta y para que usted aprenda a planearla.

Durante la estadía en el hospital, su hijo no podrá comer por uno o dos días, hasta que se midan las cetonas
en la orina. Una vez que se detecta la presencia de cetonas en la orina, se puede empezar con batidos
especiales con alto contenido graso y bajo contenido de carbohidratos. A veces se los llama batidos
cetónicos. Después de varios de estos batidos, su hijo comenzará a ingerir alimentos sólidos.

Usted también puede aprender a examinar la orina de su hijo para detectar cetonas. El dietista le ayudará a
determinar cuánta grasa, proteínas y carbohidratos puede consumir su hijo, cantidades que normalmente se
dividen en tres comidas diarias. Preparar una dieta cetogénica puede ser un desafío, ya que además se
necesita pesar todos los alimentos en una balanza. Dado que la dieta cetogénica no es una dieta equilibrada
nutricionalmente, es necesario agregar suplementos vitamínicos y minerales.

Algunos medicamentos y otros productos como las pastas dentales y los enjuagues bucales contienen
carbohidratos. Es importante evitar estos productos cuando su hijo lleva adelante una dieta cetogénica. Es
posible que su hijo no produzca cetonas en la orina si se incluyen demasiados carbohidratos en la dieta. El
médico y el dietista de su hijo pueden darle una lista de medicamentos y productos que no contienen
carbohidratos.

¿Cuánto tiempo debe utilizarse la dieta?


Los niños normalmente utilizan esta dieta durante aproximadamente dos años. Luego la dieta se modifica
gradualmente hasta convertirla en una dieta común. Sin embargo, es posible que algunos niños mantengn
esta dieta por muchos años.

Ejemplo de comida cetogénica Ejemplo de batido cetogénico

60 g de nata 500 g de fórmula sin carbohidratos Ross (concentrada)

21 g de fresas 270 g de nata


53 g de huevo 13 g de Egg Beaters®

10 g de queso cheddar

10 g de tocino

21 g de mantequilla

Opciones de tratamiento adicionales:


 Estimulación del nervio vago (VNS, por sus siglas en inglés). Algunos niños, cuyas convulsiones son
difíciles de controlar con los medicamentos anticonvulsivos, pueden beneficiarse de un procedimiento
llamado estimulación del nervio vago. La estimulación del nervio vago se utiliza en la actualidad y más
frecuentemente en niños mayores de 12 años de edad que sufren convulsiones parciales que no pueden
controlarse mediante otros métodos.
El procedimiento consiste en intentar controlar las convulsiones enviando pequeños impulsos de energía al
cerebro a través del nervio vago, un nervio grande que se encuentra en el cuello. Esto se lleva a cabo mediante
la colocación quirúrgica de un generador electrónico de pulsos con una pequeña batería en el pecho. Luego,
se conectan a la batería pequeños cables que se insertan debajo de la piel y alrededor del nervio vago. La
batería se programa para enviar impulsos de energía al cerebro cada pocos minutos. Cuando el niño siente
que va a tener una convulsión, puede activar los impulsos al presionar un pequeño imán contra el dispositivo.
En muchos casos, esto ayuda a detener las convulsiones.

Pueden existir ciertos efectos secundarios cuando se utiliza este procedimiento. Entre otros, se incluyen los
siguientes:

o Voz ronca

o Dolor o malestar en la garganta

o Cambio en la voz

 Cirugía. Otra opción de tratamiento para las convulsiones es realizar una cirugía de cerebro para quitar o
desconectar la parte afectada del cerebro que genera las convulsiones. Puede considerarse para un niño que:

o Tiene convulsiones que no pueden controlarse con medicamentos

o Tiene convulsiones que comienzan siempre en una zona determinada del cerebro

o Tiene convulsiones en una parte del cerebro que se puede extraer sin alterar funciones importantes como el
habla, la memoria o la visión

Las cirugías para la epilepsia y las convulsiones son procedimientos muy complicados que los lleva a cabo
un equipo quirúrgico especializado. La operación se realiza para extraer la parte del cerebro donde se
producen las convulsiones o, a veces, para evitar que las corrientes eléctricas inadecuadas se extiendan por
el cerebro.

El niño puede estar despierto durante la cirugía. El cerebro en sí no siente dolor. Si el niño está despierto, es
capaz de cumplir órdenes, y esto resulta fundamental para que los cirujanos se aseguren de no dañar zonas
importantes del cerebro.

La cirugía no es una opción para todos los pacientes con convulsiones. Hable con el médico de su hijo para
obtener más información.
Más información acerca del niño con convulsiones o epilepsia
 Asegúrese de que usted y su hijo (si tiene la edad apropiada) comprendan el tipo de convulsiones que padece
y la clase de medicamento o medicamentos que necesita.

 Conozca las dosis, los horarios y los efectos secundarios de todos los medicamentos.

 Consulte con el médico de su hijo antes de administrarle otros medicamentos. Los medicamentos para
controlar las convulsiones pueden interactuar con otros y eso podría disminuir su eficacia y/o causar efectos
secundarios.

 Las mujeres jóvenes en edad fértil que toman medicamentos para las convulsiones deben saber que estos
medicamentos pueden dañar al feto y disminuir la eficacia de los anticonceptivos orales.

 Busque información en su estado o localidad acerca de la existencia de leyes que regulen la posibilidad que
tienen las personas con epilepsia o convulsiones de conducir vehículos.

 Si su hijo tiene un buen control de las convulsiones, las restricciones a las que deberá someterse serán
mínimas. Siempre debe utilizar un casco al practicar deportes (como el patinaje en línea, el hockey y las
patinetas) o al montar en bicicleta. Además, debe asegurarse de contar con la supervisión de un amigo o un
adulto cuando practique natación.

 El seguimiento la evaluación específicos serán determinados por el médico de su hijo. Hable con su
proveedor sobre todos los temas de seguridad.

 Es posible que el niño no necesite medicamentos anticonvulsivos en toda su vida. Algunos niños pueden
dejar de tomar sus medicamentos si no tienen convulsiones durante uno o dos años. Esto lo determinará el
médico de su hijo.

Déjà vu y Jamais vu; dos caras de la misma moneda

Muchas personas (hay encuestas que apuntan a que 2 de cada 3) hemos


experimentado alguna vez la extraña y a la par fascinante sensación de encontrarse
en una situación que, aun a sabiendas de que es la primera vez que estamos en
ella, sentimos que ya la hemos vivido. Esto es lo que se ha venido a llamar Déjà Vu
(del francés "ya visto"). Sólo que, como cualquiera que lo haya experimentado
acordará, es un fenómeno que va mucho más allá de "la vista". Implica una sensación
de familiaridad total con la escena que en realidad estamos viviendo por vez primera.

¿Por qué se produce?


Se han elaborado muchas y variadas teorías para explicar este fenómeno, desde las
más misteriosas (reencarnaciones, clarividencias) hasta las más neurológicas
(desincronización de los hemisferios cerebrales).
Pierre Janet, un muy conocido psicólogo y neurólogo que vivió entre finales del s.XIX
y mediados del XX, fue uno de los primeros dentro de la comunidad científica en
identificar y analizar este fenómeno (el término lo acuñó un psíquico llamado Émile
Boirac). Janet decidió considerar el déjà vu como una anomalía en la percepción:
entendía que ésta era un proceso activo y de síntesis de todo lo que nos rodea. Así
pues, el problema no sería por qué un observador recuerda una situación
que sabe que nunca ha vivido, sino cómo la percibe: qué claves hay en la situación
en la que se encuentra para que le lleven a sentir que no es la primera vez que la
vive.
Hoy en día este fenómeno aparece clasificado como una anomalía relacionada con
la memoria, dentro de las paramnesias (o anomalías en el reconocimiento). En el
caso del déjà vu, se produciría por un fallo al evocar en una situación nueva recuerdos
de experiencias ya vividas, creando así la sensación equivocada de familiaridad.
¿Es "algo malo"? ¿Quién tiene más posibilidades de experimentarlo?
Como señalaba al principio, se estima que un 60-70% de la población ha
experimentado en alguna ocasión este fenómeno. Aún así, aunque cualquiera puede
vivirlo, parece que hay cierto perfil más proclive a ello:

1. Jóvenes. La mayoría de estudios señalan que los déjà vu se dan sobre todo entre
los 15-25 años, tendiendo a ser más infrecuentes en personas más mayores.
2. Cansancio. Se ha visto que bajo condiciones de fatiga, es más probable que
experimentemos un déjà vu.
3. Personalidad. Se ha encontrado cierta relación entre tener una inteligencia y una
creatividad altas y experimentar déjà vu.
No obstante, aunque para la mayoría de nosotros es algo que ocurre rara vez, y a lo
que solemos responder más bien con curiosidad y fascinación que con temor, hay
personas que padecen de déja vú crónicos, lo cual les hace sufrir bastante. Estos
casos crónicos se han relacionado en ocasiones con lesiones en una zona del cerebro
llamada lóbulo temporal y, con epilepsias.

Jamais vu, la experiencia contraria.


A modo de anécdota, puesto que es mucho menos común, otra experiencia
encuadrada dentro del marco de las paramnesias (anomalías en el reconocimiento),
es el jamais vu. Seguro que por el nombre ya podéis intuir en qué consiste; al contrario
que el déjà vu, en este fenómeno aunque la persona conoce y recuerda una situación
(sabe que ya la ha vivido), no experimenta ninguna sensación de familiaridad.
El ejemplo que se suele encontrar en los libros de psicopatología es el de una persona
que entra en su habitación y aún a sabiendas de que es la suya, no siente que le sea
familiar.
Otra experiencia que se suele comentar cuando se habla del jamais vu es algo que
estoy segura nos sonará más; la pérdida del significado de las palabras: si
repetimos mentalmente "caracola" (por ejemplo), centrando bien nuestra atención en
la palabra, sorprendentemente acabará convirtiéndose en una articulación de sonidos
sin sentido. Es decir, vamos a acabar perdiendo la sensación de familiaridad con esa
palabra.
Así, aunque la ciencia ya nos haya dado varias explicaciones para este tipo de
fenómenos, el sentimiento de "experiencia sobrenatural" que experimentamos
cuando tenemos un déjà vu hará que sigamos encontrándolo fascinante y que
disfrutemos de libros, artículos y películas relacionados con él.
Dogmatismo: es la posición filosófica según la cual podemos adquirir conocimientos seguro
y universal y tener absoluta.

Escepticismo: es la oposición opuesta al dogmatismo. El escepticismo duda de que sea


posible un conocimiento firme y segura.

Criticismo: es una postura intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo. El


conocimiento es posible, sin embargo, este no es difinitivo.

Relativismo: es la postura que niega la existencia de una verdad absoluta, es decir, válida en
sí misma en cualquier tiempo y lugar.

Perspectivismo: aunque tiene muchas características en común con el relativismo se


diferencia en una cosa: no niega la posibilidad teórica de una verdad absoluta.

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