COMO REPRESENTACIÓN
Histor· ralía, conmemoración y es ultnra pública
i) 11 1' IN\1111 111 1 o 1 l'\1 u 111 n, 1'1 ,11 1,Nn,
l h11,1d11 l li H.. 1¡.;.1 (1'H. 1 i111,1 11
1'·11.: ( 1 1) .11) (,11),1
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Prohibida La reproducción total o parcial del texto y de Las caracterlsticas grdficm tk me libro
por cualquier medio sin permiso de los editores.
__ __:____,;.;,_,._....;.._~----------
W/01 .04.03/B/4 ----
El civismo sobre las armas.
La estatua ecuestre de Simón Bolívar
en Lima, 1825-1859*
D ANIEL VtFIA N L ó PEZ
Había ya ganado José Rufino Echenique las elecciones generales a la presidencia del
Perú en 1851, dando paso, así, con todo el peso de la legalidad constitucional y la
l itimidad política, a que el nuevo ambiente de paz creado a partir de la anterior
a1minisrración de Ramón Castilla (1845-1851) se transformase en un motor de
desarrollo nacional:
Biensabeis, legisladores, la urgente necesidad que de lobras públicas] tienen los pueblos,
porque, desatendidos en esta parte hasta el año de 1845, aún carecen de las comodidades
que la civilizacion ha introducido como indispensables al bien del género humano.1
Críticas, aunque más bien impulsadoras, son estas palabras parte del Mensaje
del presidente Echenique presentado ante el Senado y la Cámara de Diputados en
1853. Las vías de comunicación -como caminos, puentes y vías de ferrocarril-
eran el principal problema para el desarrollo de un Perú industrioso; no obstante,
tras una detenida exposición de los beneficios que traería su construcción Y otras
. ' Echemque
medidas como la mm1grac1on,
. . . d..tJO lo stgmente:
. .
[... ] [p]ara no cansar vuestra atención omito en este lugar una ·mstrucc1"ó n minuciosa
· · d
e
todas las obras emprendidas en el bienio; pero sí os diré que, en la parte monumental, Y
como testimonio · de grautud
. nacional, he mandado eng1r · · en Lima,
· dos columnas para
~
El Presente a ' ¡O · ·¡ 'bl' t l
en lima de nicu deriva directamente de mi tesis de Licenciatura, Escultura civi pu ,co-tSla ª
'Me . 1852 ª 1860 (2014).
tlsa¡e del · ¿· · de
1853~. En EL ~residente de la República en la apertura de las sesiones del Congreso or mano
eruano, 2IVIII/ 1853, p. 249.
290
Danit/Vifi
l QI¡
colocar las estatuas del D escubridor del Nuevo Mundo lCristóbal Colón\ d
t.,dor del Perú lSimón BolívarJ .2 'y el liber.
. , . . d I Congreso ordinario de
2. «Mensaje del Presidente de la Republica en la apertura de las sesiones e
1853». En El Peruano, 2/VIB/ 1853, p. 251.
3. Pineda 1973, Castrillón 1991, Leonardini 2011 .
4. Micheli 1992, Gutiérrez Viñuales 2004. cxiscencia
. Le d' . (2011) sobre 1a d1
5. Se debe contar, además, la importante notiaa que ofrece onar 101 I _J de Trujillo e
de una maqueta de bronce firmada por Adamo TadO t·101·• rcsguardada end ª Iscue
maqueta, pero en
O
Banco Central de Reserva del Perú. Rafael Pineda ( 1973) había ya reporta ª
el estudio de Tadolini en Roma.
6. Majluf 1994.
7. Bochicchio 2012.
8. Gutiérrez Viñuales 2004.
9. Yifian 2014.
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. , l·I ¡rn>gn:so d e las c il:nc ias como hermanas civilizado i:¡ ,.. 1o
1 ·.1 rl' lll,1 . . .Jtmón ras. i::,
11
,l''·' ' ,e .
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tll ,q, 11,
en l·;i n1h 10, de fo n alecer la nueva vida civi l rep u 61 icana,
' Ia cual se
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L' J ¡¡'¡I l · . .
,,ruci...¡1,111· v,1.
.
. b,t it1CI ,1 1 •
111,~L.1 . ,c,t ~e corn plCJ..1za en t a n to que la estatua se d esenvol 1-6
~::,r.1 pi o f11 · ·1 , . . · v en tres con-
di\'t·rso~. ;iunq 11 c, co rno se expondra, simila res: 1825, 1852- l 8 54 y 1857_
· . l:n
(t'\[ll~ . 1c.:!í · · ·0 1a estatua 6usco' s1m
. .. t,,nen.. :L¡ 1n1c1 . 6o 1izar
· l a paz y el orden ¡ d
. . . . a canza os
1819.. M Jt'JT;lS de 111 dependen c1a (182 5) , pero, al quedar su eJecución inconclusa
rr.tS l.1~ .:-
. ,d..i años mas ,
card e ( 18 52 - 185 4). E1 nuevo ambiente,
. pacífico gracias a 1'
tue reron1" . . . . a
.- c·,a del poder p res1denc1al mediante las elecciones generales de 1851 estu
rrans1eren , , -
,·o. sin embargo, fu ertem ente marcado por el recuerdo de las guerras civiles, lo cual
hizo que el Simón Bolívar m antuviese su significado, pero transformado en una me-
ráfora: mientras en la superficie se conm em o raba el triunfo de la independencia, una
lecrura más atenta revelará que la referencia d e fondo fueron los recientes conflictos
inrernos. Este significado se reprodujo con m ayor énfasis entre 1857- 1859, tras ser
finalmenre instalada la escarna en Lima luego d e dos guerras civiles (1 854- 1855 y
1856-1858). En ese sentido, la independencia, representada a través del Simón Bolí-
var, pasaría a simbo lizar, por analogía, todo tránsito satisfactorio del desorden nacio-
nal hacia una prosperidad ciudadana.
Sobre la estructura de este trabajo, como se pretende estudiar el Simón Bolívar
en relación con las intenciones gubernamentales en distintas épocas, se procurará
que la merodología de exposición sea diacrónica.
~
I¡
. •El
ari
.
2015
del ~ ~greso Consci 825 .· veas
, e Gaceta del Gobierno
, eru 1967 ruyenre del Perú», Gaceta de Gobierno, 17/Il/1 J'd d en Pineda
973· , torno 11 [ , d ·d0 en su rora I a
18 25]: 436. Este decreto aparecio repro uct
.. ·tos. ¡Hinws. el ( \ rngr, so vino e n J e r1.·1:1 r y decretó en su rt{c l
,.\ n ll u,
, ís d , m.11,d.H .1n111.1r u na m edalla y c.·labor.u •ll tca~ u O ltgun
l¡\, q11c ••\l1t 111 • • ' . . r ' -~ conrncrn . .
. .. . . 1 \ ,Ph \ de b C011srtru 1 ó n un m o numcmo con la •st 0 rat11,.,,.
se ..-r,g1l'., ( l 11 · • • · 1
.. atu ce · ,q,
.i1, ·rr.1\1.
• ¡ , .1 ,ut· ¡1 cr¡1ct úc la mem o ria de los heroicos hechos con nu h u tr, del
, e adad 1
l , l., .
, ,, o ªP
, l.l libcrt.td .ti Pcrn)). · a1
P.is.iron los 111 ·ses, y p.,ra el 8 d e diciembr de 1825, a las cinco del
1•
Ul\l Ull,
· Jor 1a co1ocauon
\ c··rc.·nu.rnta 1
'- r
-·' d e 1a primera
· · d ra uc
pte .i
la bas.._.. Para laªese
tard,, "
1
_ k l.l cu.ll 110 ha llegado recuerdo visual algu no -. u Tanto la invitacid,, ofi,· ~ tura
presenciar el suceso, como el discurso d e Hip6lito Unanuc, presidente del~ Pa~a
de Gobierno. y luego la editorial d e la Gaceta del Gobierno de Lima del 1S de di ~5'Jo
bre de 1825, conC1'b'1eron 1a construcc1011
más
.
· ' d e la estatua como una dádiva Para elcicrn.
ro puesto que Simón Bolívar, «h abiendo hecho para la presente jcncracion [ . )futu.
'
allá de lo que podría esperarse de un mortal sobre la tierra, ha prerua....d
. . . r-• o para
las jeneraciones venideras los elementos de una felicidad imperturbable y sólida».'•
~-
Fue un acto que pronto se fue multiplicando artísticamente en distintos sopor-
tes, tal como constó en la Memoria presentada por Hip6lico Unanuc como ministro
de Estado ante el Congreso de 1826:
Fuertes obligaciones tenemos para este gran Capitán que, desde las orillas del Orinoco,
vino a librarnos de la servidumbre y la anarquía. [ .. .]. El pincel, el cincel y d buril son
los nobles instrumentos con que se transmite en el lienzo, el metal y la piedra, la memo-
ria, las imágenes y las glorias de los héroes. Todos eres abrazó el Congreso, ya todos tres
abrazó el Consejo. En las grandes Asambleas del Palacio Republicano preside la imagen
de Bolívar. Sobre el pecho de los ciudadanos de ambos sexos pende su busto. y en la
Plaza de la Constitución se levanta una enorme mole representativa de los Andes que
reciba su estatua ecuestre. 15
1.-, , ,,11. 11 .1 • ·l md,1 de los •1 ap1t.m es>), mie ntra que l. , guerras civ iles
·'"'' ' 1 1 1," 1,.11,' l 111 • ,
11.., 111.1 " · • . k-;cnvoh-ía n 1 .os ene nos y Clle mistad es, ,,y I que empieza
t ' , ,,l.1n1 ,· 111 , l . . 1· . J I IH M ' d 1
,ni ' 1' • · ,11u1H.•~ , •11-' 1 en re ncorc:s tlll lV tuu a es». as a e ante ' cuando fiue
,"ll ' ' 1 1
,,11 ,1 ~ 1:-
J .',·11 1' ':- , , d fi '6 1 d . d .
, ¡ . J Li.·1, 1"¡.1 del Prorector.1 o. s re rt a as guerras e In ependenc1a e n
•
nt,Ul r.i:
. r.. r, H.ihrí:1 al momento s ido reduc ida a polvo y ceniza: hemos sido nosotros
h~h\l \ ('Í L •
1
\)
---
SanM , l
amn en a misma plazuela del Simón Bolívar, pero dicha columna quedó
16. p3ch
eco Vélez 1955: 656.
17. U
nanue 1820: sp.
18· lbíd,
19. U
nanue 1822: 25.
20. U
nanue 1820·
21. F . sp.
ue una ,
. practica nov d d 'ed d
Jerarquizad e osa en cuan to que <, [ . . . ] al héroe tradicional le l.'Orrcspon e un.t son a
stamental
ap .
ªrt1r de a,la e. d' . Y organizada· en cuerpos sociales. mientras que e1 h eroe' mod erno surge·
asocia. do excl in. iv1dua1·izac,o ., n y 1a construcción d e la ciudadanía. En ese Sl'llll'd o ueJ:t
J . de e car
blo usivamenr . b . .1
, 'entonces eª su p ertenencia d e élite pues al haberse transfenJo la so er.m,a JJ pue-
her • cua1qu· · ' 'd
oe Por su so . d ter ciudad ano virtuoso tiene la posibilidad de ser un héroe reconoca O como
a 1os p . . c,e ad . si h . . 1 d" .
rtnc1pios es que a logrado realizar un acto destacado que lo v1m:u e trel:t.amente
y valores [ · · .] del mundo mode rno»; véase Casalino .2008: .11 .
mconclu_\a.· Ma1luf informó que, en el mísm<J mo, h h<, n:a ír í · í a par;.
~1onumento Nacional , del cual llegó a colocar 1a prirr era p; ::.clr:. t 1 1(; dt ..
\e ., ,
)'
~0 _: Tampoco se concluyó este monumento, pero \C puede deducir 1r a
alcgóriu en él, aunque no bajo qué támín~. Sin embargr,, t o ra, , , • ,, .·
~
/ /
proyectos el haber dejado una constancia \ Íquk"fa pardal de qué q,.: -¡ .. ,,,n ·í!J · .
en su momento, como se puede leer en la de.,críncíón
r-- del disef ,, de CÍ>rr,,1 ,,,, : rt;;¡.
!izarse el Simón Bolívar; ~te dí~ño se correspondía con hu. fuenr t'\.lr,,pe.:
que por cuatro se rec.ojen <.-n un elegante rcc.cpticulo parad u~ pú~ iu, · .i¡:,r «. ,
la\ instalaciono de la fuente que ahí \C: ubkaba\, ~pub de haber bú~. ·: :\ Pf'
don~ vtjcul~. Dese.ansa '°bre d zóc.alo el pe<btal que, dt,mínandt, 1,-,., td f'Ó( der..,
h~ca d~brírse a gran dutancia, la ~tatua c:cuotrc del U8E.KTAIJCJ~ ptt\c., , t:1
bajos rclíev~ y lámina\ de bronce w baulb.\ y~ háoa que a,nd tjtr,,n a~ 'lCU,na.
'(
Así BOLfVAR será el primer objeto que, entrando a ota ~ítal. "'1udc d v~ ,
tiendo ecsítarse en su pccl,o w emociono sublímo qllf difunde la pr~..._ ~
dd salvador de 1~ puehlo,.2-4
Conciudadanos:
Orden, libertad práctica, reformas en Ja administración, y mejoras materiales, son los
b'eros que me afanaré por asegurar, a tratar d e promover sin traspasar los límites d e
~a ~ucoridad que en mí depositáis. La desconfianza, que siento, justa sin duda, e n Ja
suficiencia de mis propias fuerzas, m e aconseja solicitar Ja cooperación de los hombres
laboriosos y de capacidad para el m ejor cumplimiento d e mis arduos deberes; y me p o ne
en la necesidad también de apelar a vuestra unión para que codos contribuyáis a los
adelantamientos de la patria com ún. Bajo un gobierno como el nuestro, la suerte de la
nación no puede depender exclusivamente de un ho mbre: depende de los esfuerzos de
codos los ciudadanos; directa o indirectamente, bien o mal, codos con curren a formarla.
Trabajemos unidos para q ue el Perú alcance en nuestros días ese grado d e bienesta r a que
nuestro patriotismo puede racionalmente aspirar. 27
[ ... ] concurrieron 64 candidatos, de los cuales fueron elegidos tres: [Adamo] Tadolini,
[Filippo) Gnaccarini y [Rinaldo) Rinaldi, con la obligación de bocetear un modelo de
dos palmos de altura, uno para el conjunto ecuestre y otro para el pedestal.3~
. . , . reso ordinario de
3o. «MensaJe del Presidente de la Republica en la apertura de las sesiones del Cong
1853». En EL Peruano, 2/VIU/1853 p 251 he:!
' . . Barrcncc
31. Citado por Barrenechea y Raygada 1947: 76-77. Todos los documentos citados par el Cua-
·ficados colllO
Y Raygada, Y que él publicó en calidad de inéditos, se encuentran ahora e1asi
cierno Copiador 34 del Archivo Central del Ministerio de Relaciones Exteriores.
32. Citado por Barrenechea y Raygada 1947: 76.
33. Ibíd.
34. Véase Barrenechea y Raygada 1947: 72.
35. Pineda 1973: 129-130.
•• ; ,. / . I ("!> f.:/"U.I t'\'IIC"'rn' "~ s,,,"í,, H i, r f/1 I i,,¡. • ,s_, 18 1) ,.,.
¡..
,,.; . dl'I f>r•rií. preds.1 que fue en n.-.1l id.td 1111 t.tl ( ;,i1 11 p 1 1,1111111 d , l.,
( ,l. ,.,
~
Apesar de la descripción citad a arriba del diseño de 1825, no se sabe cómo d ebió
ser la conformación física final d el proyecto, m ás allá de ser una estatua ecuestre;
en un momento, el mismo Hipó lico U n anue también se mostró insatisfecho con
~ propuestas q ue recibía fre nte a las estatuas que él había observado en Europa; 8
s10
embargo, para 18 52, la imagen de cómo se debió mostrar e1 Simón Bolívar fue
exprbesa: «[a]dvierro a U S. [Barcolomé Herrera] que la estatua está descubierta o sin
som rero
la ' para consultar la conveniencia artística debe ponérsele el sombrero en
par:~do derecha en acritud de saludar», se ñaló el ministro Tirado.·39 A pesar de los
c1 os noc .
:-----::_s entre los proyectos de 1825 y 1859, recuérdese que en el primer
36. p s
~ oldán 1862: 297.
Citado
por Barre h
llnanue se refiri , nec ea Y R.aygada 194 7: 79.
O
!e la sigu¡ente sobre el proyecto, en una cana dd 26 de septiembre de 1825 enviad.a a Simón Bolívar,
Plai.a de la l rndanera: «¡Qué sé yo sí podré hacer erigt'r d monumento ordenado por el Congreso en
enco, no-ar el din ependeneta! · ,M ___.J
is ideas en esca parce son muy grandes y me petsu.KJO que sera m.is e
' ' fá iJ
~n I nero que se · · d ñ n
ofu os fllodclos necesita p ara ejecutarlo, que no es poco, que los aruscas que esempe e
las ~n desernpe - que me he propuesto. Con rodo, me han traído un escultor Y un fundidor que me
lt lllás
, . Cé·1ebres nar en bronce la escarua ecuestre de \ ~ E. Yo he visco en Europa en este genero ' una de
Pótr0 lJ ' veremos 51· ha 1· · De
0 . Oanue s· cen algo q ue se le pa.rezca,,.· véase «f.pisrol:uio sobre asum~ po mcos.
'-lt.d0 , Bo ,
a irn00 . ,l'IV\ i:::n 1
Por Bar · ÜVa.r. 3 12,., 26/IX/ 1825, en Arias-Schrciber 1974, vol. 7: ovv-uv ·
renech
ea Y Raygada 1947: n.
298
f.Jltf¡oreS
40 • «Memona . que presenta a las Cámaras de 1853, el Ministro de Gob'terno y Rtladc,nes
(Conclusión)». En El Peruano, 20/VIIII 1853, p. 278.
1 /f ,,, . , ,
/ ,1 , . , 1,1111,1 ,·,·11r.,,,.,. tlr Si111,111 /t,,/,,,,,r ,•11 / /,11,1, / H ' '> ¡ H 1 ,,
,/-•) 1,1 •• IIJI¡
',,.,,,,,,, ,,
t '.
_h
Como ~e .1,·i ·ro. d
proyecto q ued ó en suspenso hasta que nuevamente fue rcroma-
_.i·
do mn.i1,ince el dccrero del 30 de . m. arzo
, d e 1857,
. tal . lee en El Comercio del
. como se
9Je d.tClc'íl1
. bre de 1859, en su ed1c1on •especial d edicada a la inauguración d e la esra-
rua. e s...1b.,", por esta fuente, que el prime r acto para volver a poner en movimiento
· ' n t·ue lae contrata celebrada con la Fundición Real de Ferdinand von Müller
la gesno
42
en~\1únich. «quien se comprom etió a entregar la estatua en el puerro de Amsterdam
por la dicha suma de 11 800 pesos». 43
A parcir de ahí, las gestiones se aceleraron, tanto así que al año siguiente, en la
F.sradísricageneral de Lima de Manuel Atanasio Fuentes se señalaba que:
------
41. F
ue iusro con el
todos ,
.
caso del Simón Bolívar que Majluf ( 1994: 11) delimitó dos periodos que afectaron
polfric~ arr'.cul~: el de 1825 y el de la décad a d e 1850. El Simón Bolivar del primero era •<de orden
ernbargo
y sirnbolico» 1d 1 1( ' bl º '
Y e e segundo «entró a calar en un nuevo discurso: e ornato pu tco 1'· in
s·
P
se:
Podía no s~ueda clara la lógica d e exd usió n : en tanto obra artística, ¿por qué el primer caso no
royecro con iderado
. e0 mo «ornato publico»?;
, . , o podia
o: ·com , lo «po J'meo · bóJ·tco,, d e 1pnmer
· y s1m ·
dis ser ªJeno · 1 d < ' bl '
,,, _ E lllinuía ¡O «pol1tico
1
, ª ª ecoración
· b , . urbana?; y <·h asta qué punto el discurso del 1<ornaro pu tco»
n el Arch· Y stm O 1tco» del segundo caso?
Pie ivo General d 1 . d F
tro
corn0 I Sanri Para la col e a.,Nación (AGN) O .L. 403-376, J
· unro con la concratac1ón
, De rancesco . .
i3. e encar d O ocac,on de todas las esculturas importadas, se señala ademas a omemcom
~- ga de llevar ª ca b o 1a contrata ya celebrada para 1a ,un c. dº 'ó
te--~n
ah Gut"ierrez
' v· - 1ct n.
2
~- ¡: orro ll"loner _inuales 004: 57 8 , la contrara con la fundición alemana significó un «imponan-
Uen ar,o... Tamb. , .
tes lasa. 6 _ ten cnado en Leonardini 2011 : 17.
. )8-659_
• i(>(}
Dan;,¡ V.,t:
''"'"
Fin.d rnentr, bajo la di r e ión d e M ari:tno Felipe Paz Soldán la .
, estatua fu .
~m.1d.1 el 9 de d iciemb re de l 859, 4 ~ fecha del aniversario de la batalla de A e 1nau.
en l.1 rnmt't n m c 11tt: llam:H.b Plazuela d e la I ndependcncia. Cuan<lo Y~cucho,
. .. , . se revisan 1
tufl)S de L1 q)o<:.1 d d S1111ó11 Bolrvar, se pued en notar las veqas y el enlosado d ª~
(.fon n.sion ·s qur de ·ora el pe rímetro (véase la imagen 1) , como un lujoso ma; corcas
hu.sc1h:1 rt-.1lzar y di rigir b atenció n hacia la obra que rodea. 46 co <¡uc
Por lo Fmmro, la ubicació n mism a d e la estatua llamaba a la imp . ,
. ., . ~ res1on. Ha
qut' pcm.1r en que la compos1c1o n del damero limeno permite que uno ueda y
.. . . . . .d P ver
roda 1•1 recri ru d de Ios ¡,rones sm 1nterrupc1ones, pero 1mp1 e asimismo la visibilidad
de ·u.1lquicr objeto colocado en el centro de una plaza abierta en la regularidad d
1
.1jedre1.1do u rba no.47 La remodelación de la Alameda de los Descalzos y la ubi' cac1on
. ,e
de l.1 esrarua a C,istóbal Colón en la Alameda de Acho quebraron teatralmente escaló-
gic,1 urbana, pues ambas obras podían ser vistas según uno iba caminando hacia ellas.
La esrarua de Simón Bolívar, en cambio, no gozó de esta simetría axial, por lo
que al ingresar a la plazuela desde alguna de las estrechas calles, sin un punto fijo de
atención en la lejanía, la presencia no anunciada de la estatua debió ser visualmente
imponente mientras que el resto seguía siendo casi tan colonial como cuatro décadas
atrás (véase la imagen 2). Era una impresión que disminuiría con el tiempo, pero eso
no cambiaba que la estatua, encerrada entre viejas casonas, quedase como un repenti-
no brote de modernidad. Físicamente la obra cargaba con un importante significado,
pero ahí no se cerraba su función.
El mismo día d e la inauguración, se pronunciaron grandilocuentes discursos
que complementaban todo el relato histórico sobre Simón Bolívar que la estatua
no contemplaba; hasta se escenificó una pieza alegórica en el Teatro de Lima. En el
título de la obra se nombró a la plazuela como «de la Inquisición», 48 como también
. . Guía histórico-
45. La cifra final de los costos, 22.25 1 pesos, la detalla Manuel Atanas10 Fuentes en su ul d del
O
f.Úscriptiva, administrativa, j udicial y de domicilio, de Lima de 1860. El «[c]0st0 cale da 'ón
con ucc1
modelo hasra su llegada al Callao» fue el siguiente: 17.204 pesos; «[s]u desem barqueieYdel pedescal
hasta el muelle» costó 649 pesos 4 reales; la «[c]onducción desde el Callao hasta el P al . dusive
situado en la Plaza de la Independencia», 458 pesos; la «[c]olocación sobre d ped~t dinplaza~,
· maderas, etc.», 1.447 pesos; y la colocación «del pedestaJ , veíJa,
an darrnos, · rerraplen e
2.493 pesos. Véase Fuentes 1860: 148.
46. Véase Gombrich 201O: 284. raruas
. 1
47. En esce contexto urbano, cuán significativa resulta la sustentación de a prese ocia de las es d
185 I ouniscro e
por parce del ministro Tirado en la «Memoria que presenta a las Cámaras de \~ 853, P· z7B:
11
Gobierno Y Relaciones Exteriores (Conclusión)», publicada en El Peruano, 2 1~
conrnbuyen
º al recuerd0
«Se ha norado en Lima la falta de ciertos monumentos que en otras partes d escras Plaza.S
de hom bres memorables; y que la unifo rmidad de nuestras calles Y Ia desnu dez e nu
¡ genio e
d las
. .
nunca son mrerrurnp1das por esas obras del arce, que expresan e uen lb gusroye
naciones».
48. Loa 1859.
(\.,_~m-tb3,,,ó,,&l1ttrnrlima. 1815- 1859 ni
.... . l.:
,
t, r., /14 •1
Poca es la atención que se le h a dado a los dos relieves del pedestal del Simón Bolívar.
C.Omo se mencionó, el autor fue Filippo Gnaccarini (Roma, 1804-Roma, 1875),50
un escultor formado dentro del neoclasicismo arcaizante de Bertel Thorvaldsen, y
;º desempeño en sus relieves históricos resultó de dudoso esmero. Al ser relegado,
as quedar en segundo 1 . e nfrenead o
aelabo ugar, a una tarea para 1a cual no comp1no,
. . , se vio
rar dos com ..
la rep pos1C1ones complejas en cuartto a la numerosidad de personajes:
resenración d l b
blernática for . e as acallas de Junín y de Ayacucho. No se abordará acá la pro-
1.
ra propia mal1sra
.. , de las compos1c1ones,
· · que al parecer en firento' a G naccanrn
· · con
,51 trad1c1on l . . .
resaltar e asicista con la que se identificaba; sin embargo, es necesario
distinguibleque,d l
del e, 1 d
umu O e personajes esculpidos, ninguno de ellos pue a ser
d
e otro salvo por detalles como el vello facial.
~ ~V·fi
lacua1 t an201 4y2015
So. 1
. fue resig ·fi ' donde se observa el caso de la Estatua conmemorativa a Cristóbal Colón,
'-OS da 6
de'- t0s biográfi ni cada en e
uacro tras1ac1ones
. urbanas entre 1860 y 190 .
i¡¡ ene· 1 cos de G
ic ºPed¡ ·. _1 •
. rfi ,,J-l · l 1.· ,
naccanni y Tadolini son tomados del Dizíonario biogra ,·oucE.•1 1 ,am, ª
a lld.J1a.na .
vircual WWW.treccani.ir.
302
' la c:2'
ue cerceno . da
dálico en 1967' q · iealit,3
51. C omo anota Pineda ( 1973: 13 1), este relieve sufrió un acto van I ,escauradO"
beza y espada de la figura del Bolívar. Estos daños fueron subsanados con al:ra,o
ina)'O'·
po r Bruno Campaiola. Sin embargo, ambos relieves dan cuenca de un m
52. Véase Barrenechea y R.aygada 1947: 79.
/.i , ,1, 1111, 1 c.-i,r,trt· dr Simó" Holit•,,rm li111,1, / 82 5- JR'SY .J0.1
/.1, .,,· •,'¡/.\,
, ,,, I,n '
., . rl''m .
fi• 1
Para resolver el problema abierto arriba, es preciso describir la estatua para delimitar
el carácter con el que se presentó al público. El autor, Adamo Tadolini (Boloña,
1788-Roma, 1768), estudió primero en la Academia de Bologna de manera sobre-
saliente, hasta que ganó una beca en 1813 para acceder a la Academia de San Lucas
bajo la tutela de Antonio C anova. Pronto se convirtió en uno de los discípulos favo-
ritos del maestro, al punto que, en palabras de Rafael Pineda:
De esa manera, la tipología del traje romano era ya una convención que había
caído en lo común, y el esfuerzo por alejarse de ella, por parte de Falconet, quizá no
caló justamente por su equivalencia con la convención del desnudo, pues pronto el
maestro de Tadolini, Antonio Canova, en su estatua ecuestre de Carlos Ill, trajearíaa
un español de romano; y Antonio Cali, discípulo de Thorvaldsen, concluiría su Fer-
nando I de Borbón también como un romano. 57 El ejemplo de Falconet, sin embar-
go, da constancia de que ya, desde el siglo XVIII, se buscaban soluciones alternativas,
o suplamativas en el mejor de los casos.
Al ser aquel el contexto, la estatua de Tadolini logró sepultar por completo
dicha tradición. Como se señaló, uno de los motivos del cambio fue la introducción
de las concepciones del purismo italiano, pero el otro motivo, que se correspondió
con el primero, fue el pedido por parte del gobierno peruano porque se cuidase «la
semejanza que es indispensable», en palabras del ministro Tirado.58 Es remoto pensar
que en el Perú se conociera algo del movimiento purista italiano; por lo canto, se
debe observar lo sucedido como una confluencia de intenciones con raíces di5dntas,
pero coincidememente con resultados similares. n
d l s· , B l' ares el correspo -
•C
Pasando a la lectura de la estatua, el unuorme e zmon rn ° alo-
diente al del capitán general. Calza botas granaderas con espuelas Yviste con pan:¡vos
nes largos. Ceñida a la cintura con un fajín, exhibe la muy conocida casacachco~eteras
Porta ar
de laureles en la pechera, en las solapas del cuello y en las mangas, a En el
la ·mene ·
y, en el cuello, se aprecia el típico focale para evitar los roces con vestt le hicie·
1825
pecho, ostenta una medalla con la efigie de Washington, regalo que en 0 derecha
ra el general Lafayette. Por último, en actitud de estar saludando, su manpuesto, sú
sostiene el bicornio con penacho de plumas, al tiempo que, en el plano : 0 nfirtllª la
espada cuelga de su cintura. Este último es un importante detalle, pues
pICl10 . ro • ~·i y •,1unq tie 11 0 con una visrosa Ruidez, sí en momenros aprovech-..,.
COíl AIC
bles: el 31 de ocrnbrc de 1856, se da e/ levanramienro de Arequipa, y el 22 de no-
viembre de l 856 se contrn ró al ja rdinero para la Alameda de los Descalzos/'º cuando
los contlicros esraban confi nados aún en el su r, lejos de Lima. Sin embargo, el 30 de
marzo de l 85 7, en medio de uno de los momenros más punzanres de la guerra, y 3
menos de un mes de iniciado el a raque de Vi va neo al Callao, hay que recordar que se
reanudó el conrraro para la fu ndició n del Simón Bolívar. Casi por regla, los conRiccos
bélicos no son posirivos para el desarrollo del arre; por ello, resu/ra significarivo, en
el caso particular de la g uerra civil conrra Vivanco, la insistencia g ubernamenral por
resolver los pendientes. El 11 de agosro de 1~57, c uando la revolución quedó confi-
nada en Arequipa (desde junio), se mandó cancelar en Roma rodas las esraruas y se
empezó a buscar la conrrara de un ensamblador para su colocación.61
No se puede pasar por alro rampoco el hecho de que en octubre de 1858, Cas-
rilla fue elegido presiden re constitucional por el Congreso, 62 pues, aunque no se sabe
la fecha precisa de la ina uguración de la Alameda de los Descalzos, lo más probable
es q ue se diera op orrunamenre en los primeros meses de 1859, o fines de 1858; 63 de
esta manera, la inaug uración del Simón Bolívar, celebrando los 35 años de la baralla
de Ayacucho, se enmarcó así en un nuevo conrexro de orden constitucional.
59. Es elocuenre de ello /a edición de El Peruano del 5 de enero de 1857, página 7, en el segundo
aniversario de /a baralla de La Palma. La edirorial, después de los discursos de CasriUa, y de los
decreros emiridos que hicieron crecer el número del ejército y dar indicaciones para salvaguardar
/a insrirucionalidad duranre /a rebelión vivanquista, presentó un resumen de los hechos reniendo
los rérminos de orden y moral como arm as recurrenres. Respecto de la siruación en Lima Y d Ca-
llao se dijo lo siguienre: «D esde los sucesos del l O del actual, en que el Gobierno cumpliendo sus
primeras obligaciones defendió con /as armas las propiedades de los ciudadanos que comenzaronª
usurpar los facciosos, solo hay q ue notar la fidelidad con que la capiral de /a República y el Callao,
a ejemplo de los demás pneblos [sic.] del territorio, p ermanecen unidos al Liberrador que con
mayor celo y actividad satisface la esp eranza común de los parrioras, fijada en la conservación de
las insrituciones y en el afianciam iento de las leyes».
60. AGN 0 .L. 403- 103.
61. Ibíd., 403-256.
62· Para Castilla fue imporranre su desempeño polfrico y administrativo, no solamenre el milirar, du;
r 1 . ·1 . b e nuevamenr
anre ª guerra c1v1 con Vivanco, pues pudo aprovechar la siruación para encum rars 6 E}
185
como el prorecror de la m oralidad y aún m ás ahora de la nueva constitucionalidad de ·)
eSrablecimiento de esta postura fue ra,n necesaria que 'una vez finalizada /a guerra en 1858 (~3:'~ro'
I I . , ·.1. • grado m1n1s
Y tras as e ecc,ones generales con Castilla com o ganador (octubre), su recicn ,n re 50
en
de GO bierno,
· Cu Iro y O bras Públicas, Manuel M o rales, en su Memoria presenra dª al Congre rar sio
1858, Y publicada en El Peruano el 24 de noviem bre del mismo afio (p. l 24), p udo i:se"\poli·
Pro blemas /O siguienre
· · fi
respecto de /as obras públicas: «En medio de los uerres sa
cudimu~nro
bido eo
ri d ·d
cosque esgrac1a am ente han conturbado la tranquilidad de los pueblos, Y q ue
han absor
d fas obnl5
su mayor parre las rencas fiscales, el Gobierno no ha d esatendido el imporranre ramo \,; ~nd0
pu'bl'leas, haciendo
· llevar adelante las que estaban iniciadas, promov,en °
· d orras. más d Yª
Prmcip · almente 1as que por su naturaleza eran urgen res, y de indíspensa ble neces1da "·
63. Vifian 20 l 4: 82-87.
. ,,, .
1 1 i.: . f ,; e•t.1m,1 f-.·u~rrr de Simon Bn/11 \,r . ¡
,.,,brt' i.l). •. m ,,,,,,. 18.: IH~•>
f/ 111 ~;inO · 1(1
Esto equivale. en mi concepto, a la inauguración de una nueva' polít'tea que. dce 1arando
ce rradas \as puertas del templo de Ja.no, no dice, que de hoy m-'s ,1, la• paz ser,. .in destru -
n
'ble entre nosotros.
.
Porque, a la verdad,
,
eñor, <·no serfa una• a,
•1
t'ilog·ia lsic.· l vcrgo1nosa
Ya
bsurda. que mbutando el Peru y u Estados aledaños un , • s .,...
11 ,1. 1, ,0 et1lto a su ·¡I ustrc
fundador, no arreglasen sus mutuas difere ncia por medio de árb itros O por otras vías
que \a diplomacia sujiera?M
fJ Ph-o..
G· ·· '""no 141
). lb¡d_ ' Xllll859, p. l 57.
· Pp. lS7-lS8.
308
. d ad : e.1h a b\ ,\ n"'UY
CSl3 CI U "
alto ·\' wdas \as naciones en que está dividida
, . .
h América 'ant•·...s
_ \ \ .. . d ,,.,
espano a, 1qa:. e u1 .., " . '
t""'isma idea .'
h ermanas en e\ sufnm1ento
.
e inseparables
. .
conip"n· ..
" ....
rJs en todJs \as fatigas de esa tan santa como h er01ca lucha que ongm6 la dominaci6 n
que pesab a sOb r.,-- ellas , por derech o de conquista: .él es una . constante
. reprensión p..,r
.. a
\a Repúblicas que no procu ran hoy, p~r los rncd10s p~s1b\es, unir tod~s sus fuerzas, a
fin de conseguir su particular afian2.am1ento y su comun grande2a, as1 como anttll las
unieron para combatir a favor de su libertad.
Siendo el Genio el causante de \as guerras intestinas y guerras entre países her-
manos, América respondió:
5e retira·
La obra finalizó con una «mutación)): América y el Genio dt la guerra mi-
ron, Y la estatua de Simón Bolívar ingresó triunfante seguida de una pomposa co
tiva internacional y alegórica.67 • das que se
Como reflexión fina\, se puede afirmar que todas las obras mencio~a \os duda·
importaron de Italia exigían traducir sus mensajes en acción Por parte _e\\ durante
. 'n casu a,
danos, y existe la probabilidad de que, al no haberse visto Ramo
cscabkcid.1 c.011 la c.:.,tarua para que esta lo significara. Pero no solamente hubo una
rcconicxrualizac.ió11 entre 1825 y la década de 1850, sino también entre los gobier-
no\ cnfrcntadm Jr Echcnique y Castilla, a los cuales se sumó la posterior actuación
de Vivanco. La c~tatua significó siempre renovación y estabilidad políticas.
La Estatua ecuestre de Simón Bolívar, colocada en Lima en 1859, sería la que
simbólicamente pondría punto final a una etapa hostil, corno también se buscó que
sucediese en 1825 y en 1852. Luego, la inauguración del 3 de agosto de 1860 de la
&tatua mnmcmorativa a Cristóbal CoMn sería el coronamiento de esta nueva etapa.
En otm palabra~, la disposición por parte de todas las estatuas de la década de 1850
por simbolizar la renovación poiítica, acarreada en su origen por la independencia, es
capi1al para la comprensión de su supervivencia a través de dos guerras civiles, pero
el panicular aporte de la estatua de Simón Bolívar fue el estar dedicada a expresar tal
mensaje.
Por último, indagando en esta complementariedad entre el Simón Bolívar y el
Criuóbal Col6n, introducida por el ministro granadino, se evidenció la mayor magni-
tud del programa conmemorativo. Invariablemente, a través de todo el siglo XIX, el
Dh_e~cubrimienro de América y la independencia latinoamericana fueron los dos hitos
istóricos , . . . ., ., .
. mas instrumental1zados hacia la concrec1on de una nac1on cnolla que es-
. , a la par de 1os pa1,ses europeos que serv1an
tuviese , de mo deIo de c1.v1·1·1zac10n;
. , su con-
crec1on
p como c5ratuas en la década de 1850 actualizaba este optimismo nacionalista.
Desearª coocluir, ambas estatuas significaron - junto también a la Alameda de los
apei,o zos~ el desarrollo producido por la laboriosidad, la nueva ética ciudadana, el
o crec1ente h . 1 .. 1·
~ón verdad acia e progreso de las ciencias y la fe en el catolicismo como re 1-
sufrirn¡ era, todo siendo consecuencia del estado de paz logrado tras los terribles
11 entos de la . d'
os. Lo s guerras Internas, fueren estas independentistas o entre cau 1-
9ue esra ·
constatar en . pare¡a escultórica significó fue además duradero, como se puede
Pietro della y,1adinaugu racion
. , de un busto de mármol de Cristo, bal Co I'on hech o por
e ova, en el día de la batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1876,
.i /() Danit/ V!fi¡,,,
11
. H1o
. ul,,c c 11 e,1 \l·,1
, ·u.:io de b Exposición de Lima.c' El ministro italiano encargad0
.,t11 mú lo 1-iµuientc..':
dad (ivil (fuclltl' inagotahk de bien pa~a todos) entre los de~cendientes del descubridor
dl' Amérka y \os hijos de aquellos valientes, que, por medio de la independencia, lla-
rn.ltHlob ,1 1111 cva vida, b hicieron capaz de representar en el mundo de las naciones d
impnrt:,nrc papd a que Dios la destinó.