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Xavier Oquendo Troncoso
Primera edición
Octubre de 2012
Ilustración de cubierta
Noche estrellada sobre el Ródano, por Vincent Van Gogh,
óleo sobre lienzo, 1888
Impresión y encuadernación
Nomos Impresores
Impreso en Colombia
Printed in Colombia
Universidad
Externado de Colombia
7
antes de la caza
A mi padre
Vete y no vuelvas
hasta después de la caza.
8
bicicletas
9
autobuses
Esas piernas,
más piernas que nunca,
me han devuelto el fragor de la utopía.
10
la invisible
Hay alguien,
en otro lugar,
que me mira como espejo.
Que se pone a hacerme muecas
en el borde.
Que se pasea por mí
como epidemia.
Me sigue a los labios,
a las narices,
a las penas.
Hay alguien que quiere enamorarse de mí
como si fuera actor de cine,
como si no hubieran más domingos
para el parque,
como si el juicio final
tuviera sentencia.
Hay alguien que camina por las calles,
pero en la vereda de enfrente
hay mucho tráfico,
y la pierdo.
11
el pulso
Corazón,
si puedes convocar latidos de agua,
convoca el que me falta
para oxigenar la soledad.
12
granada
Allí
era la Alhambra un arco,
un pilar hecho en agujeta.
Allí
el agua tomaba su cauce,
se anunciaba en el tiempo.
13
las brujas de galicia
Caminamos largo
por la península del castellano.
En Compostela descansamos.
Fabricamos un templo
con el apóstol Santiago.
...
14
sed
La sal, samaritana,
es el lamento del mar
sin naufragar.
Samaritana,
quiero en tus ojos
ver el mar.
15
dos soles
16
el amazonas, 1542
Al río de la especia
lo tapaba las selvas.
17
Llegaron ofuscados,
sacándose la sed
de entre las mangas.
18
tarde de tango en radiola
En el bandoneón
hay agua
cuando el tango
se ahoga.
19
deuda
Un poema a la arcilla
que inventó las vasijas,
a las estaciones del tren de Barcelona,
a los arupos que se cansan de escribir color,
a las cordilleras, los deshielos, los caminos;
y a las aguas,
siempre.
Irreductiblemente a las aguas.
20
el gentío
La magia de otros
es la repetición de nuestra magia.
21
la católica
Cristóbal:
repite conmigo la oración castellana
y que en las grandes olas la oración se repita.
Que puedas llegar hasta el fondo de este mundo
sin fondo,
que no tiene vértice y que parece un huevo sin
retorno.
Espero tus especias: las esencias prometidas
y esa transparente complicidad
que conspira entre nosotros.
Las joyas se van contigo hasta donde el mar las
haga flotar.
Son finas piedras. Cuida de su recuerdo,
como he cuidado yo de tu locura.
Ve hasta las Indias y conquista esas matas de aromas.
Tráelas hasta donde su majestad
pueda olfatearlas.
Y después, vuelve a repetir la oración castellana.
Yo te estaré esperando toda esta vida de especias,
toda esta muerte de esencias.
22
el conquistador que peca
Estabas tú
pensando que yo era un bizarro.
Alumbrando con un candil
el incendio incesante de la culpa.
23
lunfardo
A Iván Oñate
24
reflexiones de pizarro
25
la playa
26
la habitable
27
los niños
28
Les crecían unas plumas en el cuello,
unos ojos enormes los vigilaban
desde las bahías de sus miedos.
29
tiempo de hijos
A mis jotas
II
Mira hijo,
allá hay un fino ángel
que quiere jugar con el fuego de tus ojos.
30
Y por allá han aparecido otros seres nuevos
que no son los juguetes de la casa
ni los que encontramos en las ramas de los árboles.
III
Es el silencio ahora.
El silencio está de noche ahora.
31
IV
Es la madre y el padre
y los hijos que se van haciendo
en el zaguán de los años.
Y esos sofás y esos adornos y cristales
y esas maderas y los libros, son la casa.
Y la casa son los hijos que se leen nuestros libros
y los libros que se van haciendo hijos de los hijos.
Y las cobijas y los almohadones donde duermen
todos los animalitos fabricados en cuentos
que han leído los hijos
y que se hacen realidad de esta casa,
que es el hijo de la casa y la casa del hijo.
32
el primer país
II
III
En esta barbería
los mayores peinaron
la catarata de su corazón.
El olor de su perfume y de su sombra
salía en busca de la noria andina
con ojos de petróleo.
33
IV
34
cédula
Mi nombre es Abraham:
me bauticé a mí mismo
con sangre de gitano compulsivo.
35
Tuve los guantes del poder
y los perdí con creces.
He decidido sacrificarlos.
Subiré al monte
y llevaré un cordero
que los sustituya.
36
cacería
37
el segundo de abordo
Mi nombre es Moisés.
He venido a conquistar
la tierra prometida de tu vientre,
las insinuantes llanuras de tu cordillera
en donde haré valer
la ley de mis mandamientos.
38
las monedas
39
chicos cocodrilo
40
colegio de monjas
Te esperamos
arrimados al auto
de nuestras ansiedades.
Con nuestras hormonas desatadas
nos fumamos nervios
y vemos pasar el día
y al cometa Halley.
41
buscadores
Luego de cenar
el último alimento de la pesca
corríamos a buscar a la mujer
en todos los costados de la vida.
Buscábamos mirarlas
por entre sus túnicas cerradas
y hallar en sus corpiños
la luz del nuevo día.
42
del que se fue…
43
Jonás aloja en sus costillas una cigarra que sostiene
el recuerdo. Me ha escrito esta postal desde la vieja
Roma, el día en que Nerón decidió romper los
diques del mundo.
44
diagnóstico reservado
No sé si mañana amanezcamos.
45
diva
46
Tuvo amigas en Roma. Fue famosa como las mel-
cochas. Se perfumaba en uva y enjuagaba su cutis
en las mañanas de luna.
Ella es su recuerdo.
47
la bohemia
48
Allí llegó Goliat con sus poderes
y allí nació el David de nuestras ansias,
allí pelearon y allí se hicieron almas.
49
mochileros
50
años
51
confesión
52
recuento de los hechos
53
el ignorante
Una especie
de reproducción del mundo.
Me quedé absorto
frente a los colores
que danzan en su luz.
¡Desconocida la nieve!
54
la residencia de estudiantes
Mis hijos
son esos soles
que el viento necesita.
Aquellos soles
que se asientan
en las semillas
de los chopos,
sobre esa suave colina,
donde se dibujan
pasos de poetas.
55
Son mis hijos
esas hojas de vino
que se instalan bajo los soles.
Esos poetas,
esas semillas
y esos ventarrones
que se ven desde la
Residencia de Estudiantes,
donde un día
los hijos de los poetas
pensamos en nuestros hijos.
56
frío de lejos
57
Todo es Invierno.
También un fruto
en esos árboles sin posición de árbol,
que se ven escuálidos
y que se agitan
como la ventisca
que estoy viendo
en una cañada.
58
postal del frío
La ventana
es un montón
de sonidos.
59
nostalgia del día bueno
El sueño,
la nieve,
esa nube de hastío que se repite
en los mismos rostros;
la misma calle de la ciudad
que alguna vez
fue cuna del encantamiento.
Sin embargo,
en algún árbol,
por algún techo,
en cualquier teja
deberá anidar el día bueno:
En este frío,
el día al que le canto
aún no emigra.
60
solos
todas las voces
)1(
Así, como la costra de la almendra
que encierra el fruto en su corteza firme,
viven los solos,
separados de su historia,
de su tiempo, de sus aguas.
)2(
Cerca de la avenida repleta de silencios
viven todas las familias de los solos.
Unas son ciegas. Otras han perdido
el olfato y amaestran un perro
que les sirve de lazarillo.
Las más perdieron la memoria
y están sentadas a la derecha
de su soledad.
Muchas machacaron sus oídos
para no escuchar el motor
de sus recuerdos.
Pocas no disponen
del sentido del gusto,
pero tienen hambre,
y apenas todas tienen miedo
de enfrentarse a su miedo.
61
)3(
Los solos comen la tristeza
y ahuyentan a la gente
con el olor de su potaje.
Están siempre esperando
que los acompañe
esa mísera persona
que los habita,
mientras el tren pasa.
)4(
Los solos: esas velas que se apagan
y dejan el vacío del humo
en la atmósfera repleta.
)5(
Los solos se miran las pupilas
desde adentro, donde hay un laberinto
que termina en sí mismos.
)6(
Aquí estamos los más solos que nunca. Los que
ni Dios pudo sacarnos la costilla. No pudimos
oxigenarnos en el paraíso. Fuimos arrancados
por algún misántropo divino.
62
Ahora hemos alquilado unas compañías que
llegan a la hora del té. Ellas crecen como una
madreselva en las paredes de nuestra piel cicatrizada.
)7(
Es solo el que se anuda la corbata
y vierte en el espejo su reflejo.
Se va mirando azul en un perplejo
golpe que da la luz y lo desata.
63
Y aquí me quedo solo como el Cristo
que quiso ser humano y quedó listo
para llenar la alforja de su caza.
)8(
Allí viven dos solos
que han decidido desunirse del sistema.
Quieren poblar sus soledades divididas,
cortadas por el hacha astuta
de Dios –principal solitario
que nació de nuestra semejanza–.
)9(
Recomendamos tomar su equipaje de mano.
No regresar a ver al que está al lado
porque no existe.
Aquello que usted ve
es el reflejo de un holograma azul
que convive con su realidad virtual.
Usted está en el sombrero del mago
que luego desaparece.
Cualquier conejo aparecido
es un simple gesto de cortesía.
Si está pensando aparecer en grande
no espere. Que los solos
tienen siempre una medida estándar.
64
)10(
Se prohíbe el sonido del viento en compañía.
Se prohíben dos solos sin pensar en un tercero.
Se prohíben los besos abultados.
Los pájaros de un tiro.
Los ángeles volando.
Se prohíbe vivir sin tener sombra que lo siga.
Sin estar callado. Con mordaza.
Se prohíbe domesticar a los silencios,
darle de comer a la patria de un idioma
querido.
Se prohíben las reuniones de más de uno,
abrazos gratis,
sonrisas en oferta y
besos sin impuestos.
Se recuerda al pueblo: a los hombres y mujeres
que solos lo habitan,
que no hagan de su vida una visita.
)11(
El solo está libre de impuestos,
no paga el iva de la ausencia.
No debe registrarse en las aduanas.
65
El solo está exonerado de los otros.
Tiene un banco donde
no hay más plazo fijo que la muerte.
El solo está exento de figurar en catálogos
donde otros solos lo escojan.
No irá a la misa de los otros.
Deberá buscar a un Dios independiente.
Crear una iglesia con sus mitos,
vivir un rito solo con sus santos.
Persignarse mirándose en su espejo.
Igualar el reloj a sus horas
desfijándose la exactitud de Greenwich.
)12(
El que no esté solo
que lance la primera piedra
contra él mismo,
contra el espejo de su bruma,
contra su deuda auto impuesta.
Que se levante y camine,
que busque un espacio en la muchedumbre,
que baje las escaleras,
que llegue en el montón hasta los trenes,
que busque su boleto,
66
que haga el amor con una máquina.
Que no mire más que carteles
de otros solos que cantan,
que actúan, que pintan.
)13(
No hay que buscar a aquel que nos cobije.
Es solo la manta lo que importa.
67
el deseo
)1(
En ese rincón donde la luz no se refleja,
en ese desván de la casa de todo hombre,
ahí te habito, como una hortensia de alameda.
)2(
Entre las cercas de tus ágiles piernas
el sol oscuro de la vida
revienta en infinitas semillas de amor.
)3(
Porque la única meta de la especie
es la alcanzada por Salomón
en Los Cantares de la Bella Sulamita.
)4(
Solo el viento sexual
que producen tus rodillas,
y ese punto azul
que convierte en mar la fantasía
es el amor.
68
)5(
En ese puerto donde guarecen mis memorias
en esa ventolera trashumante
que permanece abierta a mis caminos,
allí apareces.
)6(
Allí, donde Dios pidió perdón a las costillas,
solo allí, la vida es un instante más largo.
Lo demás es sufrimiento.
)7(
Allí,
donde se logra silenciar toda la filosofía
existo, reluciente,
como el brillo transparente del manzano,
que quiere enseñar a Dios,
enredado en su mito.
69
xavier oquendo troncoso
(Ambato-Ecuador, 1972). Periodista y Doctor en
Letras y Literatura. Ha publicado: El (An)verso de las
esquinas (1996); Después de la caza (1998); Deste-
rrado de palabra (Cuentos, 2000); La Conquista del
Agua (2001); El mar se llama Julia (novela infantil,
Quito, 2002, 2004, 2006, 2009, 2010, 2011); Salvados
del naufragio (poesía, 1990-2005); Esto fuimos en la
felicidad (Mención de Honor, Premio Jorge Carrera
Andrade, al mejor libro de poesía publicada en el año,
Municipio de Quito, 2009); Solos (2011); Alforja de
caza (México, 2012). Es el Director del Encuentro In-
ternacional “Poesía en paralelo cero”. El Municipio de
su ciudad, en 1999, le concede la condecoración Juan
León Mera por toda su obra literaria y de difusión.
Parte de su poesía ha sido traducida al italiano, francés
y portugués.
70
contenido
Se compuso en caracteres
Sabon de 10,5 puntos
y se imprimió
sobre papel periódico de 48,8 gramos,
con un tiraje de
8.000 ejemplares.
Bogotá, Colombia