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LOS

BUENOS
MODALES
EN LA
EDUCACION
INFANTIL

Torpografo
Aunque siempre estamos aprendiendo, durante toda nuestra vida, no debemos
olvidar que empezamos desde que tenemos uso de razón a asimilar
comportamientos. Desde muy pequeños nuestros padres nos van inculcando
los buenos modales, luego estas enseñanzas se van complementando con las
que recibimos en la escuela, y luego poco a poco aprendemos lo que nos va
enseñando la vida en sus distintas facetas. Para ayudar en estos primeros
pasos hemos querido reflejar aquí temas que puedan servir de ayuda a estas
edades tempranas. Lo que podríamos haber llamado buenas maneras para la
juventud o el mundo infantil.

ANDAR POR LA CALLE. CUIDA TUS MODALES.


RESPETO A LOS DEMAS.

Muchos son los pequeños que nos encontramos por la calle y que se hacen
dueños de ella como si fuera de su propiedad. No respetan a los viandantes ni
mantienen la compostura cuando caminan por las aceras. Y lo que es peor, a
veces, ni acompañados de sus padres, éstos les llaman la atención por tal
motivo.

Que podemos esperar de unos niños así en el futuro. Y la culpa no es de ellos


sino de sus padres que no les enseñan a “circular” por las aceras; aunque
parece sencillo andar por la acera tiene sus normas, y muchos de nosotros las
hemos olvidado.

Vamos a ver las principales normas, o consejos a seguir como viandantes:

1.- Siempre se debe caminar por la derecha y lo más pegados a la pared


posible. Es decir, debemos caminar por el lado interior de la acera, por
nuestra derecha.

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2.- Si enfrente viene una persona mayor o alguien cargado, podemos cederle
nuestra derecha y desplazarnos a nuestra izquierda.

3.- Como excepción diremos, que si no hay aceras (por ser un descampado,
vivir en un pueblo o urbanización sin aceras, etc.). entonces debemos caminar
por nuestra izquierda, viendo venir los coches u otros vehículos de frente.

4.- Si viene alguien de frente hacia nosotros, debemos mantener nuestro sitio,
la derecha y esa persona deberá tomar nuestra izquierda, es decir, su derecha
(lado exterior de la acera).

5.- Si nos encontramos con amigos o familiares no debemos pararnos y


ocupar toda la acera. Trataremos de retirarnos a un sitio más apartado donde
no estorbemos al resto de viandantes.

6.- Tampoco debemos ir jugando y corriendo, con el consiguiente peligro de


dar un empujón e incluso tirar a alguna persona al suelo. Tampoco ir jugando
con el balón, lanzando cosas o juegos similares.

7.- Al tropezar con alguien, lo primero que debemos pedir son disculpas por
ello.

8.- Si vamos acompañados y se paran nuestros padres o mayores con otras


personas, debemos estar quietos y no andar corriendo y revoloteando entre
ellos.

9.- Cuando vamos andando debemos comportarnos de forma correcta y no


hacer cosas tales como: dar patadas a las papeleras o señales, pintar en

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paredes, autobuses, etc., escupir en el suelo, dar voces, insultar o meterse con
la gente, subirse con los pies en los bancos para sentarse, etc. Hay que evitar
estos comportamientos.

10.- No debemos olvidar estos dos puntos fundamentales de todo lo dicho


anteriormente: Respeto a las personas y a las cosas. Hay que tener un
comportamiento digno de una persona.

COMPARTIR, REPARTIR Y AYUDAR.


BUENA EDUCACION.
COLABORAR EN CASA.

La familia ha sufrido una gran transformación en todos los aspectos:


composición, roles de los componentes que la integran, etc. Hay modelos de
familia distintos a los que estábamos acostumbrados a ver. Y los roles han
evolucionado a favor de la mujer. Ahora la colaboración en la casa es tarea
de todos y no solo de las mujeres.

Hay que enseñar a los niños, desde


pequeñitos, que las tareas de la casa no
tienen sexo. Cualquiera puede hacer
una cama, recoger la mesa o poner el
lavaplatos. Cualquier tipo de tarea,
bien sea doméstica o no, no debe ser
asignada en razón al sexo. Si
enseñamos esto desde pequeños a los
niños lograremos empezar a realizar
un cambio tan necesario en nuestra
sociedad.

Entre las tareas que podemos enseñar a


nuestros pequeños, poco a poco,
podemos citar algunas (aunque ustedes mejor que nadie, y en función de la
edad del niño, sabe mejor que nadie que le puede encargar y que no):

.- Orden en el cuarto: ordenar los juguetes y demás trastos que pueda haber
en su habitación. Enseñarle a tener en orden la habitación una vez que ha
terminado de jugar. Si es un poco más mayor, enseñarle a tener ordenada
también su ropa, sus libros, sus zapatos, etc.

.- Hacer la cama. Siempre antes de irse a la escuela, hay que enseñarles a


dejar la cama hecha y arreglada.

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.- Recoger siempre después de cada comida (desayuno, almuerzo, merienda,
cena, etc.). Hay dejar el plato, el vaso, los cubiertos, etc. en el lavavajillas o
bien en el fregadero (o donde se les diga que lo dejen).

.- Colaborar en algún tipo de tarea simple (dependiendo de la edad) en la


limpieza de la casa (barrer, limpiar cristales, etc.).

.- Recados. Hay que colaborar haciendo los recados que nos pidan: ir al
supermercado, a la mercería, etc.

.- Mascotas. El cuidado de las mascotas


debe ser responsabilidad del dueño de la
mascota. Si la mascota es familiar,
entonces habrá que hacer un calendario o
esquema para repartirse las tareas que
tengan que ver con la mascota (comida,
paseo, aseo, etc.).

.- Pinche de cocina. Algunas veces puede ser necesaria la ayuda en la cocina.


Habrá que darles tareas poco peligrosas y sencillas; la cocina es una fuente de
peligros.

La colaboración y asunción de todo tipo de tareas, además de educar al niño,


le ayuda a tomar conciencia del sentido de la responsabilidad. El niño tendrá
una mayor autoestima y una mayor capacidad de independencia, en un
futuro. Y si desde niño lo hace, tendrá un sentido menos "machista" que los
educados en la filosofía de que las cosas de casa son cosas de mujeres.

COMPORTAMIENTO EN EL AUTOBUS.
NO VIAJAS SOLO.
MODALES Y EDUCACION.
La mayor parte de los niños que no tienen
una escuela o colegio cerca de su domicilio,
necesitan utilizar un transporte escolar
común, que suele ser el autobús (salvo
aquellos niños que les llevan sus padres o
los padres de sus amigos en el coche).

Dada la gran cantidad de niños que puede

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transportar un autobús, hay que establecer algunas normas de
comportamiento, para que todo marche bien.

Vamos a dar las principales normas de comportamiento:

1. Cuidado al subir al autobús. Debe esperar a que se pare del todo el


vehículo, y no estar cerca del bordillo de la acera, pues puedes ser atropellado
por el autobús si se arrima mucho a la calzada.

2. Si es la primera vez que monta en el autobús escolar, hay que hacer caso
de todas las instrucciones que da el conductor del autobús.

3. Una vez que sube al autobús debe ir directamente a su asiento y no debe


quedarse de pie por el pasillo o charlando en otro asiento que no es el suyo.

4. Hay que tomar asiento de forma correcta, y sin poner los pies en el asiento
de adelante o sacarlos al pasillo (alguien se puede tropezar y caer). Lo pies
siempre en el suelo.

5. No puede ir dando gritos en el autobús o hablando a voces con otros


compañeros. Debe utilizar un tono normal de voz.

6. No hable ni moleste al conductor cuando está conduciendo, es muy


peligroso despistar al conductor. Espere a que haga una parada para
preguntarle algo.

7. Hay que cuidar todos los elementos del autobús como si fuese suyo. No
puede estropear o romper nada del autobús (además si lo hace, lo tendrán que
pagar sus padres).

8. No se permite fumar, o tomar cualquier tipo de sustancia ilegal.

9. No se debe pelear, dar empujones o cualquier otro tipo de juego que


entrañe un peligro para el niño o para el resto de sus compañeros. Dejemos
los juegos para el colegio; el autobús no es
un sitio para jugar.

10. Está prohibido decir tacos, groserías,


palabras malsonantes o cualquier otra que
no sea un vocabulario correcto.

11. No se puede sacar ninguna parte del


cuerpo por la ventanilla ( ni la cabeza, los
brazos, las piernas, etc.).

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12. No se debe tirar ningún tipo de objeto, tanto dentro como fuera del
autobús.

13. No se puede comer dentro del autobús. Nada de abrir el bocadillo o la


fiambrera que nos ha dado mamá.

14. No puede tomar bebidas alcohólicas ni otras bebidas no aptas para su


edad.
15. No puede llevar cosas peligrosas en la mano o sueltas, como cuchillas,
palos de hockey o cualquier otro elemento con el que se pueda hacer daño o
causar un accidente.

16. Cuidado con la mochila o cartera al subir y bajar del autobús.


Corre el peligro de engancharse con algo y que el autobús arranque sin darse
cuenta.

17. Cuando suba al autobús debe colocar su cartera o su carpeta sobre sus
rodillas para no molestar a nadie.

18.- No debe dejar nada en el pasillo, con el consiguiente peligro para el resto
de personas que se pueden tropezar y caer.

19.- Aunque debe seguir las indicaciones del conductor, los niños más
pequeños se suelen sentar en la parte delantera y los más mayores en la parte
trasera. Es decir, se colocan de menor a mayor edad (empezando por los
asientos delanteros, los más cercanos al conductor).

20.- Debe permanecer sentado hasta que el autobús se detenga por completo.
Una vez parado, ya puede levantarse para salir de forma ordenada.

EDUCACION Y ESCUELA. LOS MAS PEQUEÑOS.

Podemos encontrar en el mercado varias


decenas de manuales de urbanidad, de buenos
modales y de comportamiento social, pero
todos ellos ( o la mayoría) dirigidos a las
personas mayores. Desde la apertura de
nuestra Web, siempre hemos recibido muchas
consultas pidiendo información sobre el tema.
Nos queremos hacer eco de tales peticiones
creando y desarrollando capítulos especiales
para los más pequeños para que les sea más
cercano el tema de la buena educación desde
una edad temprana.

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Todo el material que aquí expongamos es totalmente libre siempre que se
utilice con fines educativos y sin ánimo de lucro (excepto cursos y
seminarios, que suelen ser con fines educativos, pero generalmente también
con ánimo de lucro). Puede Usted imprimir los capítulos que le parezcan más
interesantes y distribuirlos entre sus alumnos, para que entre todos logremos
que nuestros futuros mayores sean personas educadas, correctas, tolerantes y
respetuosas.

A cualquier edad podemos aprender. "Nunca


es tarde, para aprender". Aunque haremos
capítulos especiales para los más pequeños , no
por ello descartamos a los adolescentes,
jóvenes, universitarios y adultos. En el Site
puede encontrar información de interés para
todas las edades y para la mayor parte de las
situaciones. Los buenos modales nunca se han
perdido, como mucho se pueden haber
olvidado un poco, pero nunca perdidos.
En los próximos meses, nuestra redacción
pondrá a disposición de todos los educadores y
público en general, una serie de sencillos cuestionarios para que usted pueda
utilizarlos y saber de una forma más real el nivel de conocimientos básicos
que sus alumnos tienen en esta materia. También nos pueden servir para
autoevaluarnos y saber si verdaderamente sabemos como actuar en las
situaciones más cotidianas. Entre todos podemos hacer una sociedad más
educada y tolerante.

EL VESTUARIO DE LOS MAS PEQUEÑOS.


VESTIRSE Y DESVESTIRSE.
NORMAS DE URBANIDAD.

Hay que enseñar desde pequeños a los niños a vestirse y desvestirse por ellos
mismos sin la ayuda de los mayores (esto se puede empezar a lograr a partir
de los 4 - 5 años, dependiendo de cada niño).

Vestirse.

Hay que enseñarles como vestirse y estar presentes en esos primeros días
para ver si lo hacen bien y poder corregir posibles errores.

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1.- Primero se debe poner la ropa interior (calzoncillo/braga, camiseta,
calcetines/medias).

2. Luego hay que ponerse la


camisa/blusa o lo que se vista en la
parte superior del cuerpo, después de la
ropa interior.

3. Después hay que ponerse el


pantalón/falda y meterse la
camisa/blusa por dentro (aunque hoy en
día la moda es llevarla por fuera).

4. Ahora hay que ponerse los zapatos,


sandalias o el calzado apropiado para
ese momento. Se atan los cordones, si
los tiene, o se cierra la hebilla. Si son
mocasines o cualquier otro tipo de
calzado sin cordones o hebillas, habrá
que utilizar un calzador para no
estropear los zapatos.

5. Si tenemos un jersey o cualquier otra prenda para ponernos encima de la


camisa/blusa, este el momento de ponérsela.

6. Por último, cualquier otro tipo de complemento de nuestro vestuario se


pone al final (generalmente cuando vamos a salir): abrigo, cazadora, guantes,
bufanda, gorro/verdugo, etc.

Desvestirse.

Quitarse la ropa es tan sencillo como seguir los pasos anteriores, dados a la
hora de vestirnos, pero en orden inverso. Primero nos quitamos las prendas
más exteriores hasta llegar a la ropa más cercana al cuerpo, como es la ropa
interior.

Vestirse y desvestirse es un proceso por etapas; cada etapa tiene sus prendas
y poco a poco se va configurando nuestro vestuario. Es como hacer una
receta de cocina; se siguen unos pasos para obtener el resultado final
deseado.

Torpografo
Consejos.

.- La ropa que nos pongamos debe estar limpia y planchada. No debe tener
rotos, falta de botones o cremalleras, hilos sueltos, etc.

.- Al llegar a casa lo mejor es cambiarse de ropa y ponerse una para andar por
casa más cómoda (así la ropa nueva, de calle, nos durará mucho más).

.- Si alguna de las prendas que nos quitamos está sucia, habrá que dejarla en
el sitio adecuado para lavarla. Hay que cambiarse a menudo (mejor a diario)
la ropa interior.

.- Los zapatos deben quitarse al llegar a casa y cambiarse por unas zapatillas.

Así evitamos estropear o rayar el suelo y las alfombras.

.- La ropa que nos quitamos debe estar recogida y doblada o colgada en su


sitio. Nada de dejarlo todo tirado por ahi.

.- Es importante no olvidarse de complementos, que no son indispensables,


pero si de gran utilidad: guantes, bufanda, gorra, etc. El pañuelo es un
complemento que no debe faltar en los bolsillos de los más pequeños (y hay
que enseñarles a utilizarlo).

.- Si se nos mancha una prenda antes de salir de casa, lo mejor es cambiarse.


No se sale con la ropa sucia.

.- En resumen: la ropa siempre limpia, planchada y en buen estado. No es de


buena educación utilizar ropa sucia, rota o en mal estado.

LA HIGIENE PERSONAL. PROTOCOLO INFANTIL.

Torpografo
Las normas de aseo para mantener una correcta higiene corporal es una base
importante en la educación de nuestros hijos o los menores a nuestro cargo.
Las buenas maneras no solamente consisten en ser correctos en todos ámbitos
sino en mantener una buena presencia también.

La costumbre que debemos inculcarles


es la ducha diaria (mejor que el baño),
aunque si son muy pequeños podemos
empezar por enseñar a bañarles y saber
cuales son las partes de su cuerpo a las
que deben prestar más atención. La
cabeza, las axilas, el cuello, la zona
genital, las rodillas y los pies son las
partes que más suelen sufrir los efectos
de la sudoración, aunque deben
jabonarse bien todo el cuerpo.

Antes de ducharse hay que enseñarles a


prepararse la ropa, la toalla y todos los
elementos necesarios para arreglarse
después del baño. También debemos preocuparnos por enseñarles a secarse
bien después de salir del agua y repasar algunos puntos que pueden ser más
delicados, como la limpieza de las uñas y de las orejas (los oídos).

Después de la ducha, también hay que enseñarles a dejar el baño limpio, la


ropa sucia depositada en su lugar correspondiente (cesta de la ropa sucia o en
la propia lavadora) y dejarlo todo, más o menos, como estaba.

La higiene personal no solo abarca la ducha sino que debemos preocuparnos


de otros aspectos.

La higiene bucal es muy importante a dos niveles: a efectos estéticos y a


efectos de salud. Mantener una boca limpia es evitar problemas de caries,
sarro y otros futuros problemas en la boca. Hay que acostumbrarles a
cepillarse los dientes después de cada comida, y enseñarles a hacerlo de
forma correcta. En el caso de no saber como hacerlo lo mejor es consultar
con nuestro dentista para que él nos de las pautas a seguir. Es recomendable
visitar al odontólogo al menos una vez al año para que revise el estado de su
dentadura.

Podemos dar otras cuantas normas para mantener una buena higiene personal
y mostrarnos siempre limpios y aseados:

Torpografo
.- Antes de comer siempre debemos lavarnos las manos.

.- Después de cualquier comida, lavarse


los dientes.

.- Mantener siempre las uñas limpias y


en perfecto estado. Nada de morderse
las uñas; es muy feo y además se
estropean. Lo mismo para las pieles y
otros pellejitos de los dedos o las manos.
No se muerden.

.- Si nos manchamos la cara u otra parte del cuerpo, también debemos


lavarnos para mejorar nuestra presencia.

.- La ropa también debe estar limpia y sin manchas o lamparones. Sin rotos,
deshilada o a falta de algún botón.

.- Lo mismo ocurre con el calzado, que debe estar bien limpio.

.- Después de hacer deporte o una actividad física moderada, se debe


tratar que el niño se duche para eliminar los malos olores y el sudor.

.- Cuidado con el derroche de agua a la hora de lavarnos o ducharnos. Hay


que tener conciencia del gasto y la escasez de este bien. Cerrar el agua
siempre que no estemos utilizándola (nada de dejar el grifo abierto mientras
nos enjabonamos o mientras buscamos el champú, el jabón o el gel).

LA HORA DE LA COMIDA. ENSEÑARLE A COMER.


COMER DE TODO.
Enseñar una buena educación y unos buenos modales a la hora de la comida a
los niños comprende no solo como coger bien los cubiertos, como poner bien
la mesa, saber lo que se permite o no hacer en ella, sino que también debe
hacer hincapié en la actitud que se debe tener frente al resto de personas
sentadas a la mesa y frente a la comida.

¿ Qué hacemos si no quiere comer ?

Creemos, que la mayoría de los padres han pasado alguna vez por esta
situación. No me gusta, no me apetece ... que y cuánto se come se convierte

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muchas veces en un verdadero campo de batalla. Aquí es donde deben entrar
los padres, en mostrar su capacidad para poder "controlar" estos
comportamientos.

Las horas de comer, tanto para la comida como para la cena, son las horas
idóneas para tratar temas sobre las buenas formas en la mesa, teniendo
siempre en cuenta que estamos tratando con niños. Utilizar el diálogo y
procurar evitar, en todo momento, sacar la mano "a pasear". Si les enseñamos
desde pequeños algunas normas básicas, lograremos en un futuro disputas y
riñas a la hora de comer. Solo hace falta tener un poco de paciencia con ellos.

Si nuestro hijo se niega a comer, debemos analizar las causas que le llevan a
rechazar la comida (falta de apetito, enfermedad, ...) . Si lo que quiere nuestro
hijo/a es llamar la atención, tendremos que tratar de no darle nosotros más
importancia de la que merece. En estos momentos, lo mejor es tratar de
hablar de otros temas que no sean la comida (su serie favorita de dibujos
animados, sus amigos del colegio, etc.). Es importante que intentemos crear
un ambiente agradable a esta hora, con el fin fomentar el "deseo" de nuestros
hijos por comer, y crecer sanos y fuertes.

Los especialistas en psicología infantil coinciden en la idea de que si el niño


se niega en rotundo a comer no se le debe a obligar a ello, aunque al menos
debemos intentarlo. Desde luego, no es una solución pasarnos horas delante
del plato hasta que el niño coma (una cosa es la paciencia y otra la lucha
hasta el agotamiento). Lo mejor es conseguir hacerle ver, que todo lo
hacemos por su bien, que sino no será un niño sano y fuerte y no podrá hacer
las cosas que hacen otros niños de su edad.

Evite, en la medida de lo posible, las recompensas materiales; es decir,


premiarle si come con tal o cual cosa. No debe acostumbrárseles a esto. Es
mejor la opción de recompensas no materiales. Podemos hacerle ver al niño
que si no come lo que le ponemos no podrá salir al parque con sus amigos, no
podrá ver su serie favorita o no podrá ir de visita a la finca de unos amigos.
No obstante, es mejor no tener que recurrir a éstos términos. Hay que hacerle
ver que comer es una obligación no un
capricho o un favor que nos hacen.

Procure no servirle mucha cantidad de platos


que no le gusten demasiado (acelgas, purés,
etc.) Si está en un mesa con otras personas
(una cena familiar o de amigos) y el niño no
come, retírele el plato sin discutir, para pasar
al siguiente, pero no monte ninguna escena.

Si luego, a media tarde o por la noche tiene


hambre, le debe recordar que no podrá tomar

Torpografo
nada hasta el horario de la siguiente comida, para que aprenda la lección.
Tampoco en el caso contrario, niños que comen mucho de todo, deberá
servirle grandes raciones, ya que no es conveniente ni para su estómago ni
para su salud.

Hay platos a los que lo niños suelen tener una especial "aversión" como suele
ser el caso de muchas verduras, algunos pescados y determinados purés. Lo
mejor que podemos hacer es tratar de darles este tipo de alimentos,
disimulados en otras recetas como pueden ser unas croquetas de verduras o
un puré de verduras con saber a queso, o alguna receta similar de gusto
agradable al niño.

Por supuesto, una cosa que se debe llevar a rajatabla, es evitar que el niño
coma cualquier chuchería antes de comer, o tome algún tipo de bebida
refrescante dulce, que le puede quitar el apetito. Si tenemos costumbre de
comprarle alguna cosa de vez en cuando es mejor comprarle unos cromos o
un cochecito de plástico, por ejemplo, que comprarle cualquier cosa de
comer; asi le evitamos la tentación de comerlo.

Primera lección: enseñarle a poner la mesa

Pero no todo es enseñarle a comer, sino que podemos educarle para que
aprenda a desarrollar otras "habilidades" relacionadas con la mesa y su
entorno. Cuando el niño ya cuente con 5 o 6 años de edad (dependiendo de lo
despierto que sea) tenemos que acostumbrarle a ver como ponemos la mesa e
irle adjudicando alguna pequeña tarea como poner los vasos, o algún plato
(con los cubiertos, cuidado si es demasiado pequeño o poco habilidoso). Al
mismo tiempo, le podemos ir explicando por que se pone cada cosa en un
determinado sitio.

LOS MODALES EN LA MESA.


SABER COMPORTARSE EN LA MESA.
EDUCACION A LA HORA DE COMER.
Hay que tener en cuenta, que de nada vale
"predicar" si no damos un buen ejemplo. Es
decir, no podemos decirle al niño que no
chupe el cuchillo, que no juegue con los
cubiertos, que no haga bolitas de pan con la
miga, etc. cuando nosotros estamos haciendo
eso mismo. Se debe enseñar con el ejemplo, y
no debemos permitirlos actuar de forma
incorrecta en la mesa.

El buen ejemplo es uno de los mejores

Torpografo
métodos de enseñanza. De hecho, de mayores, solemos ser un fiel reflejo de
las costumbres de nuestra casa.

Enséñele a que las cosas se piden por favor, y dar las gracias por todo. Y
también a tratar de Usted a todas las personas mayores.
La mesa, es el "campo de prácticas" de nuestros hijos, por lo que debemos ser
muy comprensivos con ellos, sobre todo en las primeras fases de su
aprendizaje.

Por ningún motivo, debemos reprenderle o llamarle la atención en sus


primeros pasos. Y mucho menos reirnos de él o ponerle en ridículo delante de
otras personas. Hay que ser comprensivos y hacerle ver, de manera razonada,
sus errores.

Aparte de las "normas" de la mesa, se le puede ir enseñando también a tener


las manos y las uñas limpias, y que debe lavarse siempre las manos antes de
comer. También que debe sentarse a la mesa, arreglado y con la ropa limpia.
De igual manera, después de terminar de comer. Enseñarle a recoger la mesa,
a lavarse los dientes y a cambiarse de ropa si se ha manchado.

Ya en sus primeros pasos como una personita educada, debemos enseñarle


que no se empieza a comer hasta que todas las personas de la mesa están
servidas y no lo empieza a hacer alguno de nuestros mayores. Que no se
come con la boca abierta, que no se habla con la boca llena o que no se chilla
o vocea en la mesa.

Solamente a los niños muy pequeños, y que aún no están muy "habilidosos"
con los cubiertos, se les pone la servilleta a modo de babero. Los niños ya
más crecidos deben empezar a utilizar la servilleta en el regazo, como los
mayores. Y hay que enseñarles que la servilleta no es una trapo para limpiar
los cubiertos, la mesa, las copas, etc., sino que sirve para limpiarse los labios
antes y después de beber, para limpiarse alguna pequeña mancha de la cara
(de salsa, de puré, etc.).

Hay que enseñarle, también, a utilizar de


forma correcta los cubiertos. Como se
sostienen, como se corta, como se pincha,
etc. No obstante, puede ser que en
determinados casos tengamos que darles una
pequeña "ayuda" ya que ellos solos no
podrán cortar ese trozo de carne un poco
dura, o no sabrán como empezar a comer un
determinado plato.

Una de las mayores "disputas" a la hora de


sentar a los niños a la mesa es la postura.

Torpografo
Les suele gustar moverse, sentarse de lado, inclinar la silla, etc. Se deben
sentar con la silla pegada a la mesa, rectos con la espalda pegada al respaldo
de la silla (si la silla es de su tamaño, claro), y deben saber que no deben
jugar con la silla, balanceándose, por ejemplo, hasta caerse como suele
ocurrir a veces. Y tampoco se levanta nadie de la mesa, antes de que todos
hayan terminado de comer.

Cuando los niños son pequeños, para acostumbrarle a los cubiertos de los
mayores, se pueden utilizar unos cubiertos de menor tamaño, que se adaptan
mejor a sus características físicas (la cuchara de mayores no les cabe en la
boca por ejemplo, y el cuchillo es demasiado largo para ellos). Tampoco
debemos obligarlos a tomar ciertos alimentos, que sean demasiado fuertes o
indigestos para ellos.

Hay tener cuidado con darles demasiados líquidos a la hora de la cena (sopas,
agua, etc.) si el niño es propenso a orinarse en la cama. Lo mismo con
alimentos que puedan trastornarles en alguna medida el sueño (digestiones
pesadas).

MALOS GESTOS Y COMPORTAMIENTOS EN LA


MESA.
HABITOS A ELIMINAR.
ENSEÑAR BUENOS MODALES EN LA MESA.

Los niños, como niños que son, se comportan de una forma un poco
"desordenada" en la mesa, o bien podíamos decir de una forma inquieta. Es
normal, pero siempre dentro de unos límites.

En la mesa, y también en otros lugares, hay que enseñarles a comportarse con


una cierta educación y compostura. Nunca es tarde para empezar, aunque es
mejor hacerlos desde sus primeros años.

Hay que enseñarles que en la mesa:

No se bosteza. Si por cualquier motivo ha dormido mal, está cansado o tiene


sueño, y no puede reprimir el bostezar, deberá enseñarle a poner la mano
delante de la boca o hacerlo de una forma lo más discreta posible.

No se rasca. Los niños, con cierta naturalidad, tienden a rascarse la cabeza,


los brazos, etc. sin darle mayor importancia. Hay que enseñarles que no debe

Torpografo
hacerse en la mesa por que es una cosa poco correcta, que no es de mucha
higiene en un sitio donde hay comida y se come.

No se anda en la nariz. Los niños son muy propensos (al igual que algunos
mayores) a meterse el dedo en la nariz, y no es nada agradable en ningún
momento, pero menos sentados a la mesa. Hágale ver que no debe hacerlo,
que es un gesto muy feo.

No se juega con la silla. Las sillas han sido hechas para sentarse no para
jugar, ponerse en pie sobre ellas, etc. Recuerde que además, se puede dar un
buen golpe si juega con la silla. Debe aprender a sentarse y a estarse quieto
durante toda la comida.

No se anda en las orejas. Lo mismo que para la nariz. No es correcto


andarse en las orejas, rascarse, etc. Si algo les molesta, lo mejor es que se
retire de la mesa para ver si tiene algo metido en ellas.

No se debe descalzar. Si lo zapatos le aprietan o le molestan no debe


quitárselos. Si están en casa puede ponerles unas zapatillas, pero no debe
acostumbrarles a sentarse descalzos a la mesa.

No jugar con la comida. Ni los niños ni los mayores pueden hacer bolitas
con la miga de pan, jugar con los colines del aperitivo, etc. Los alimentos son
para comer, no para jugar. Y no de mal ejemplo si hay niños, haciendo
figuritas con la miga del pan, o con cualquier otro alimento.

No sin vestir. A la mesa se sienta uno vestido, no se debe sentar desnudo o


solo con ropa interior. Hay que acostumbrarles a sentarse vestidos.

Gritar. En la mesa no se grita, ni se dan voces. Las cosas se piden sin


levantar la voz. Si es preciso se repite, pero no se levanta la voz.

NIÑOS EDUCADOS. NIÑOS CON BUENOS


MODALES.

Torpografo
Los niños suelen ser un fiel reflejo de lo que ven en casa en cuanto a
comportamiento y modales; sobre todo en los primeros años que apenas
cuentan con otro contacto social que el de sus padres (pues no van al colegio
o la guardería). Desde ese preciso
instante debemos tener cuidado con
nuestro comportamiento, con nuestro
lenguaje, con nuestros gestos ... los
niños lo absorben todo, son como
pequeñas esponjas ávidos por conocer y
descubrir. Y aunque, en muchas
ocasiones, no nos demos cuenta los
niños están "grabando" todo lo que ven y
escuchan.

Todas las enseñanzas son buenas, pero


la educación será una de las más
importantes y necesarias para su
desarrollo como persona. Un niño
educado es un adulto respetuoso,
tolerante y preparado para convivr con
los demás. La preparación profesional es
importante, para poder desarrollar un trabajo determinado y ganarse el
sueldo, pero el desarrollo personal es importante para todos los órdenes de la
vida, su vida social, laboral, familiar.

Ahora bien, la realidad nos hace conocer lo dura que es la fase de educación
del niño. Cambiar comportamientos, conductas, insistir, remarcar, etc. es una
tarea diaria, para la que se tiene que armar de mucha paciencia. La capacidad
de aprender de los niños es muy grande, pero también son muy grandes sus
ganas de hacer lo que más les gusta: saltarse las normas y hacer lo incorrecto
que, generalmente, es más fácil (e incluso, divertido) que hacer lo correcto.

Los buenos modales (incluidas otras enseñanzas como la higiene personal, el


vestuario, etc.) son fundamentales en todas las personas que conviven con el
pequeño. No hay que darle una disculpa sobre si tal o cual persona hizo eso;
el se escudará rápidamente en este hecho para justificarse.

Durante los primeres meses de vida del niño, está claro que las enseñanzas
deben ser mínimas pues el niño apenas tiene capacidad motriz para poder
realizar actos como tomar bien una cuchara o cualquier otro cubierto,
limpiarse con una servilleta o babero, etc. Asi todo, no podemos descuidar
nuestros modales, pues los niños son "máquinas de imitar" y, aunque de
forma inconsciente, imitarán todo lo que hacemos.

Torpografo
Un punto importante en su educación es el momento en el que empiezan a
decir sus primeras palabras. Después de asimilar la gran alegría de haber
escuchado por primera vez papá, mamá o cualquier otra palabra, hay que
ponerse manos a la obra. Hay que enseñarle a pedir las cosas por favor, a dar
las gracias cuando le dan un caramelo, le deja un juguete, etc. No es fácil,
pero a base de insistir se consigue.

Los niños, desde que son pequeñitos hasta la pubertad requieren de


atenciones, que suelen ir mermando o cambiando a medida que crecen. Por
eso un lema que es importante recordar; hay que "invertir" en nuestros hijos;
pero no solo dinero (mandarle a un buen colegio, a clases de refuerzo, a
realizar actividades extraescolares, etc.), sino que hay que "invertir tiempo"
en nuestros hijos. Y de eso tiene todo el mundo. Lo importante es saber
aprovecharlo y saber que es una inversión de futuro hacerlo en nuestros hijos.

Cuando el niño empieza a tener una buena coordinación de movimientos (ya


no anda que parece que se va a caer), puede tomar cosas con las manos de
una forma bastante buena y se mueve de una forma bastante suelta (a partir
de los dos años, aproximadamente, dependiendo de cada niño), es hora de
empezar a enseñarle algo más que gracias y por favor. Es hora de enseñarle a
utilizar los cubiertos de forma correcta, a beber del vaso, a utilizar la
servilleta ... pero con moderación. No se puede atosigar al niño. Ni dejarle
que haga lo que quiera ni atosigarle. Hay un término medio para todo. Solo
hay que ser un poco insistentes.

Cada vez que haga algo incorrecto hay que decirle como se hace de forma
correcta, pero nunca regañarle (ya habrá tiempo para ello). No se le puede
hacer que tome una actitud negativa ante este tipo de aprendizaje, pues
supondría un grave handicap a la hora de tratar de enseñarle temas que le
producen un fuerte rechazo.

Toma la cuchara asi, o el tenedor de esta manera; no chupes el cuchillo;


límpiate las manos antes de tomar el vaso para beber ... y muchas otras
cuestiones que irán saliendo a lo largo de
los días. Paciencia, mucha paciencia. El
resultado merece la pena.

A partir de los 3-4 años empieza una


nueva etapa en su vida, la vida social. Es
fácil que a esa edad vaya a la guardería,
le inviten a fiestas de cumpleaños o
desarrolle una vida social paralela a la de
sus padres (le llevan de compras, de

Torpografo
visita a otra casa, etc.). El niño puede poner en práctica todas las enseñanzas
recibidas y aprender otras nuevas. Empiezan las alegrías. Se siente contento
porque su niño se mueve bien en todos los ambientes y de una forma
educada. No tiene que escuchar la temida frase: "Que niño más
maleducado !".

Ahora empuieza una etapa en la que irá descubriendo nuevos retos, tanto
personales como sociales; y sucederá algo mucho más importante en su vida;
empezará a hacer cosas en las que usted no está presente. Tendrá una cierta
autonomía de comportamiento. Aqui empieza a poner en práctica todo lo que
ha aprendido y usted le ha enseñado. No obstante, tendrá siempre la
vigilancia y observancia de los profesores (o debería tenerla), parte
importante también en la formación no solo académica del niño, sino
personal.

Todo lo que ha aprendido, con algún que otro "repaso", le sirve para
desenvolverse de forma correcta en sociedad. En el colegio, en la calle,
cuando va a un cumpleaños, cuando juega con otros compañeros, cuando se
va de campamento, etc.

Ahora solo queda refrescarle la memoria, de vez en cuando, y enseñarle


nuevos comportamientos, sobre todo sociales (en el autobús, el metro, en la
calle, en un restaurante o cafetería); ceder el paso en la puerta de entrada de
un establecimiento, al entrar en el ascensor, ceder un asiento en el autobús o
el metro, etc.

Con todo lo que le ha enseñado ha preparado al niño para desenvolverse de


forma socialmente correcta en todo momento, por lo que podrá ir con el a
todas partes (cosa que no siempre se puede hacer con niños que no están bien
educados).

Tenacidad y paciencia, son una parte importante en este tipo de enseñanza o


educación. No desfallecer, aunque a veces den ganas de tirar la toalla. Es por
el bien del niño y, un poco egoistamente, por nuestro bien.

PONERSE DE PIE. LA EDUCACION EN LA


ESCUELA.

Esta época no ha sido muy proclive para el despliegue acertado de los


métodos de disciplina.

Torpografo
Un político acaba de proponer que los escolares se pongan de pie cuando
entre su maestro en clase. Formará parte de su programa electoral para ser
presidente de la República francesa. Ello quiere decir que la medida pretende
ser reclamo publicitario para ser elegido, por lo que es de suponer que se ha
formulado tras los sondeos acostumbrados para conocer la opinión del
electorado. Y que el cuerpo electoral opina que ello es bueno para mejorar la
convivencia o para evitar el deterioro de la disciplina escolar.

A mí me parece muy bien. No sabía que los escolares franceses no se ponían


de pie cuando entraba su maestro. Qué maleducados. Desconozco si en
nuestro entorno ocurre otro tanto de lo mismo, pero me huele que en la
escuela de por aquí las cosas son igual que en Francia.

Durante un tiempo se pensó que la disciplina formal, las buenas maneras, las
formas, las reglas de urbanidad habían pasado a mejor vida y que los nuevos
tiempos obligaban a cambiar todo eso por un nuevo trato, por un nuevo
vínculo educativo basado en la amistad entre maestros y alumnos, por el
tuteo, por el buen rollito. El sostén de las formas obligaba a los propios
maestros a esfuerzos continuados para imponer esa disciplina formal, y ante
la presión social, y ante la propia educación recibida por los nuevos maestros
nacidos en los sesenta y los setenta, las décadas de la liberación, poco a poco
el clima escolar se fue relajando con el decisivo empuje de unos padres,
también nacidos en esas dos décadas, especialmente las madres
sobreprotectoras de sus hijos, elevados en los noventa a la categoría de sus
majestades, nos han dejado un panorama educativo y escolar, fiel reflejo de
los vientos sociales, pero de creciente malestar. En este marco, no es de
extrañar que empiecen a proliferar propuestas como la de Sarkozy.

Es claro que la pérdida de la autoridad natural de los docentes no tiene que


ver con ellos exclusivamente. Por supuesto que hay docentes que no saben ni
sabrán sostener los principios de la autoridad, sencillamente porque pueden
mostrar muchos conocimientos, bagajes científico-intelectuales, sabiduría
didáctica, pero escasa aptitud para hacerse respetar, para imponer normas,
para sostener la mirada, para crear condiciones de disciplina sin recurrir ni a
la agresividad ni a la violencia ni a los reglamentos. En una palabra para
hacerse respetar. Pero en general, la época que vivimos no ha sido hasta la
fecha muy proclive al ejercicio y la preparación de padres y educadores para
el despliegue acertado de los métodos y técnicas de disciplina.

Toda la crítica pedagógica a la disciplina formal, imponer por ejemplo que


los escolares se pongan de pie cuando entra su maestro o maestra, se ha
basado en la idea de que lo importante no son las formas externas, y que el
asunto central es el aprendizaje del alumno. De acuerdo, pero, para que el
alumno aprenda, se requiere que haya un marco mínimo. Los pedagogos

Torpografo
pensaron que la disciplina es algo fácil de transmitir, y sino bastaba con los
reglamentos disciplinarios y negaron que hubiera que preparar a los futuros
maestros para saber conducir grupos de escolares, y en especial, los más
difíciles, los grupos de adolescentes.

Joaquín Costa lanzó a comienzos del siglo XX la proclama: ¡despensas y


escuelas! Decía que España lo necesitaba por encima de otras necesidades.
Hoy hay despensas, y epidemias de obesidad. Y hay escuelas, pero se las
reclama que suplan una acción educativa que la sociedad ha abandonado. A
comienzos del siglo XXI, el vecino ilustrado contempla atónito el declive de
la exquisita educación: ceder el paso, saludar con cortesía, tratar de usted, no
tirar pipas ni chicles al suelo, no hablar por el móvil en recintos públicos y
cerrados como restaurantes o trenes molestando a los vecinos, respetar el
turno, no contestar ni replicar,… ponerse de pie cuando entra el maestro.

En el Louvre he visto en varias ocasiones a grupos de escolares adolescentes


de distintos países escuchando atentos, sentados en el suelo y en silencio, las
explicaciones de su maestra ante un cuadro. Grupos de noruegos, ingleses….
atentos. También he visto a otros grupos: todos moviéndose, algunos mirando
el móvil, y a maestras desesperadas enfadándose con unos y con otros. Estos
grupos casi siempre eran grupos de españoles. Algo falla en el país que creó
el Instituto-Escuela.

Quienes conocimos al profesor Lomana, en el Instituto Jorge Manrique de


Palencia durante la década de los sesenta y setenta, tras mayo del 68,
asistimos en primera línea a la lección de autoridad que se trasmitía por
ósmosis, en un escenario no carente de un gran sentido del humor y de una
adecuada sabiduría de las distancias entre un profesor y un alumno. No fue el
único, pero para algunos de los compañeros y amigos de esa época, un
símbolo.

Por supuesto siempre nos pusimos de pie.

SEGURIDAD PARA LOS NIÑOS. FUERA PELIGROS.


PRECAUCIONES EN LA CALLE.
Actualmente la calle es cada vez más insegura. Y si no es segura para los
mayores, que decirle para los pequeños. Se acabaron los tiempos de poder
jugar en la calle con toda tranquilidad.

Es por ello, que además de por la educación de nuestros hijos tenemos que
velar por su seguridad y vamos a darles algunas pautas de comportamiento
que deben aprender para evitar posibles problemas.

Torpografo
Estas son algunas de las cosas que tenemos que enseñarles y que deben poner
en práctica:

1.- Si va y viene solo a clase o algún otro sitio nunca debe andar por calles
poco concurridas o solitarias, callejones o descampados.

2.- Siempre que pueda, debería ir acompañado de algún amigo o persona


mayor (padre de un amigo, hermano mayor, etc.) que siga su mismo camino.

3.- Nunca debe atender a extraños que le invitan a golosinas o que le


prometen enseñar algo, o le digan que le van llevar a un sitio estupendo.

4.- Nunca debe montar en el coche con personas desconocidas.

5.- Si se hace tarde es mejor que llame a sus padres, hermanos mayores o
cualquier otra persona responsable de su custodia para que le vayan a
recoger.

6.- Si tiene algún juguete u objeto de valor (un reloj caro, una videoconsola,
etc.) es mejor que la guarde hasta que llegue a casa o al menos no irla
enseñando por la calle. Eso puede ser una tentación para otras personas que
pueden querer quitárselo.

7.- En caso de que se vea en peligro hay que enseñarle que no dude en gritar
o pedir ayuda. Hacer una llamada por el móvil, tocar un silbato, etc.

8.- Debe tener cuidado al cruzar, sobre todo en las calles con mucho tráfico.
Hay que esperar siempre a que el semáforo esté en verde para los peatones.
Así todo, hay que mirar bien a ambos lados antes de cruzar.
9.- Cuidado con los lugares que frecuenta con sus amigos. Hay lugares que
no son para gente pequeña como los billares, salas de recreativos y sitios por
el estilo.

10.- Aunque no hay porque andar con miedo por la calle, si debemos
enseñarles a tomar ciertas precauciones para evitar situaciones desagradables.

VIDA DIARIA EN CASA. HABITOS COTIDIANOS.


BUENA EDUCACION. SABER CONVIVIR.

La buena conducta en casa es fundamental para una buena convivencia


familiar; si además somos muchos en casa (hijos, padres, abuelos, parientes,
etc.) aún es mucho más necesario. Además de las reglas básicas de
comportamiento se pueden establecer otras propias que vayan encaminadas a

Torpografo
mejorar la convivencia entro todos los miembros de la familia y personas que
viven en casa.

Vamos a dar algunas pautas que hacen que las relaciones con los demás
miembros de la casa vayan por buen camino:

.- Desde por la mañana al levantarnos lo primero que debemos hacer es dar


los buenos días a todas las personas que nos encontremos por la casa (bien
sea camino del baño, de la cocina o de donde sea).

.- Lo primero de todo, al levantarse, es


asearse y vestirse, nada de ir de
cualquier manera a desayunar (y mucho
menos en ropa interior o desnudo); los
padres deberían dar ejemplo.

.- Se pueden hacer preguntas de cortesía


como ¿ Qué tal has dormido ?, ¿ Has
descansado bien ?, etc.

.- Dejar recogido el pijama, la habitación


y la cama hecha antes de irse al colegio.

.- Si vamos a mediodía se come en casa (en vez de en el colegio) se debe


colaborar a la hora de poner la mesa y ayudar en lo que se pueda (o en lo que
nos indiquen nuestros mayores).

.- Al terminar de comer, siempre se debe recoger nuestro servicio (plato, vaso


y cubiertos) y llevarlo a la cocina. Si nos piden otro tipo de ayuda habrá que
hacerlo. Las tareas de casa se deben repartir entre todos los que conviven
bajo el mismo techo.

.- Al salir de casa siempre se debe uno despedir de los presentes; bien de


palabra con un "hasta luego", "adios", "hasta pronto", etc. y/o con un abrazo
o un beso.

.- Al llegar a casa (cuando sea, mediodía, por la tarde, etc.) se debe saludar a
todos los presentes, de la misma forma que al despedirse: de palabra o con un
beso o abrazo.

Torpografo
.- A la hora de la cena, igual que a la hora de la comida, colaborar en todo lo
que se pueda o en todo lo que nos manden.

.- Las mascotas también son un miembro más de la familia por las que todos
debemos preocuparnos. Hay que compartir su cuidado. Una mascota no es un
juguete que podemos dejar apartado cuando nos cansamos. Es un ser vivo.

.- Para ver la televisión, dado la gran cantidad de canales que hay en la


actualidad, hay que llegar a un acuerdo con la mayoría de las personas que
quieren ver un determinado programa. En el caso de tener otra televisión, se
puede optar por que los más pequeños de la casa vean la otra televisión con la
programación más adecuada para ellos.

.- A la hora de acostarse nos despedimos con un hasta mañana y con un beso


o abrazo.

Si el niño es pequeño este el momento de contarle un cuento o hablar con el


de sus cosas, miedos, etc.

En resumen, convivir es compartir. Se comparten los espacios, se comparten


las tareas de la casa, se comparten las alegrías, las penas y todo lo que nos
sucede. Vivir en compañía de otras personas requiere, en muchas ocasiones,
de paciencia y comprensión. Hay que hacer un esfuerzo. No siempre es fácil
pero a base de intentarlo se llega a conseguir.

Torpografo

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