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EXPLORACIONES SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS RELATIVOS

BAJO DOLARIZACIÓN

Pedro Páez P. 1

1. Introducción

Este documento presenta los criterios básicos que orientaron los trabajos de investigación de la Dirección
General de Estudios del Banco Central del Ecuador en torno a la evolución de la inflación y de los precios
relativos en el proceso de dolarización oficial de la economía. Al mismo tiempo se presenta a manera de
propuesta personal una interpretación de los primeros resultados del nuevo enfoque que ha tomado el estudio
de los precios en la Dirección General de Estudios del Banco Central del Ecuador.

El Banco Central tiene como una de sus funciones el seguimiento y el control de la inflación2, pero la
dolarización oficial elimina una de las herramientas más importantes con este propósito. No obstante, algunas
posiciones teóricas aducirían que justamente la mutilación de la capacidad de emitir moneda elimina la causa
única o, al menos, la fundamental de la elevación de los precios; de manera que, con la dolarización
automáticamente la inflación habría pasado a ser historia y que por tanto ya no debería ser preocupación de
política económica. El año 2000, sin embargo, acabó con una inflación promedio del 91% (experimentándose
a septiembre de ese año el pico histórico de 108% anual), el 2001 con el 22.4% y se espera que en el año
que empieza se alcance un resultado de un solo dígito en el ritmo de crecimiento de los precios, todavía alta
dada la inflación internacional esperada y los problemas de competencia que esto implicaría para la
producción nacional.

Pero más allá de lo que estos niveles generales podrían evidenciar, es necesario desplegar nuevas lecturas del
fenómeno de los precios, más aún cuando es muy probable que el país entre a un período que combine
procesos inflacionarios en unos sectores con deflacionarios en otros. En cualquier caso, estos movimientos en
los precios relativos podrían ser decisivos en aspectos relativos a la distribución, la competitividad
internacional e incluso la via bilidad económica de los diversos sectores y del crecimiento económico en
general.

En la Dirección General de Estudios del Banco Central del Ecuador se ha venido trabajando desde hace
algún tiempo con diversos tipos de modelos de pronóstico de la inflació n. No obstante, tanto en términos
conceptuales como econométricos, la dolarización oficial de la economía plantea una serie de interrogantes en
torno a la posibilidad de un cambio estructural de la economía. No se trata solamente de un cambio extremo
del régimen de política económica, sino que la economía nacional se halla en un proceso de transición hacia
nuevas reglas de funcionamiento de los mercados y de los agentes económicos, que probablemente se inició
con la profunda crisis de 1999.

1
Los puntos de vista expresados aquí no necesariamente representan la posición oficial del Banco Central. Se agradecen los
comentarios de los compañeros de la Dirección General de Estudios, en particular de Diego Mancheno y Miguel Acosta. La
responsabilidad por los errores y omisiones, no obstante, es mía.
2
Ver Dirección General de Estudios: “ La misión y visión institucionales del Banco Central del Ecuador”, BCE, Quito, Apuntes de
Economía No. 15, mayo de 2001.
Efectivamente, la dolarización no solo es un cambio del régimen monetario y cambiario del país, implica una
modificación sustancial en:

– las reglas de “cierre macroeconómico”


– la operación de los mercados
– los mecanismos de disputa distributiva
– la relación entre rigideces reales y nominales
– la formación de los ingresos de los distintos actores
– la formación estructural de los precios

Por esta razón, se hizo necesaria una exploración más amplia del fenómeno de formación de los precios.
aunque la urgencia práctica era la adecuación de los modelos de predicción de la inflación, no se podía
proceder mecánicamente a la elaboración de nuevos modelos de estimación debido a la probabilidad de lo que
en econometría se conoce como cambio estructural. El análisis debía rebasar el seguimiento y la predicción
de los precios e ir más allá para plantear la necesidad de indicadores sociales de alerta temprana.

Tras esta introducción que trata de ubicar brevemente el ambiente y el propósito generales de las discusiones
en torno al comportamiento de los precios en la coyuntura, la sección 2 planteará las principales razones
teóricas que soportan el tipo peculiar de organización de todo el esfuerzo investigativo que se expresa en esta
compilación, en debate con las principales corrientes de pensamiento que implícita o explícitamente circularon
entre la opinión pública durante este período. La sección 3 presenta una interpretación muy personal y
resumida de los principales resultados de los trabajos del Grupo de Precios de la Dirección General de
Estudios y la sección 4 sintetiza el espíritu de la nueva propuesta metodológica para el estudio del
comportamiento de los precios, a modo de conclusión de esta introducción y de propuesta para futuras
investigaciones.

2. Metodologías a explorar

En esta sección se hará una breve síntesis de los elementos teóricos que llevaron a adoptar un diseño de
investigación en torno al comportamiento de los precios en la fase inicial de la dolarización oficial que se
aparta del tipo de estudios convencionales

La complejidad del proceso de marras requería una aproximación innovadora para aportar con pistas
metodológicas que efectivamente contribuyan al entendimiento y control de la inflación bajo las nuevas
condiciones en las que la política económica ha sido drásticamente limitada. Para ello, se definieron
exploraciones desde diversos ángulos, abarcando varios enfoques teóricos, en buena parte mutuamente
excluyentes en los debates académicos. Esta perspectiva, sin embargo, requiere de principio una actitud
crítica en la revisión de las diversas posiciones para poder armar una línea de explicación coherente y no
caer en un eclecticismo amorfo. El mantener una visión amplia es crucial pues limitar el tipo de diagnóstico
implicaría de antemano restringir las líneas de políticas a plantear.

Hay varias escuelas del pensamiento en Economía y cada cual podría presentar una hipótesis orgánicamente
articulada respecto a lo que estaría pasando en el país durante este período de transición. Cada una de esas
hipótesis sugeriría sus respectivas orientaciones en torno a las líneas de investigación a seguir, las cuales
resultan, en general, divergentes. Esas divergencias implicarían focalizar los estudios en uno u otro aspecto de

6
la realidad. Esquemáticamente, y con un propósito de agrupación que podría resultar forzado en determinados
casos, se pueden señalar las siguientes áreas de exploración para las divergentes líneas explicativas en
competencia 3:

. Por el lado de la demanda, propuestas en general de tipo monetarista, nuevo clásica y de la síntesis
neoclásica y neokeynesiana
. Por el lado de la oferta, diversas vertientes, por un lado estructuralistas, clásicas y poskeynesianas, por
otro, ofertistas
. La alineación internacional de los precios, ligada en general a la noción de precio único y la teoría de la
paridad del poder de compra (conocida en la literatura como PPP por sus siglas en inglés).

En la siguiente sección haremos una referencia muy sucinta a las principales posibilidades y limitaciones que
estarían presentes en cada una de las áreas referidas de exploración y avanzaremos algunos criterios
respecto a la orientación que, por contraste, en cada área deberían adoptar las investigaciones de la
Dirección General de Estudios.

2.1. Los enfoques desde la demanda

El enfoque en esta área puede hacerse desde una pluralidad de perspectivas teóricas. Se pueden identificar
dentro de esta vertiente, posiciones que sostenían las principales versiones que circularon entre la opinión
pública en el sentido que la dolarización acabaría drástica y rápidamente con la inflación4. Paradójicamente,
en cierto momento se consideraba incluso que las estadísticas monetarias ya no serían necesarias bajo
dolarización, olvidando los debates históricos en torno al mercantilismo, las fluctuaciones de la balanza de
pagos y los orígenes de la teoría cuantitativa (los aportes de Condorcet, Locke, Hume, entre otros 5), en torno
a la importancia del estudio de las fluctuaciones de los flujos externos de la capacidad de pago sobre el
movimiento de los precios. Además estos enfoques adolecen, de partida, de los problemas de agregación de
tipo hicksiano, lo cual les impide considerar el efecto diferenciado de las políticas económicas,
particularmente en períodos de gran polarización social como es el caso de los últimos años en el Ecuador 6.

3
Sin señalar correspondencias biunívocas con respecto a los diversos autores, estas vertientes pueden ser identificadas en el debate
académico y en los medios de comunicación, particularmente durante los años 1999 y 2000. Como referencia de las principales
posiciones que han circulado al respecto, a más de la prensa de la época, ver, por ejemplo: Schuldt, J. Y A. Acosta (1995)
“Inflación. Enfoques y políticas alternativos para América Latina y Ecuador” ILDIS-LIBRESA, Quito; Nazmi, N. (1998).
“Modelos Dinámicos de la Demanda de Dinero para el Ecuador”. Banco Central del Ecuador. Notas Técnicas No. 50, BCE,
octubre de 1998; López, F.(1999): “Por qué y cómo dolarizar” ESPOL, Guayaquil; Lucio, P. (2000) “El libro de la dolarización”,
Quito; Varios Autores (2000): “Dolarización. Informe urgente” ILDIS-Abya Yala, Quito; Marconi, S. (ed.) (2001)
“Macroeconomía y Economía política en Dolarización” Abya Yala – ILDIS - UASB, Quito.
4
A más de los argumentos explícitos hechos en su momento por seguidores nacionales de esta corriente, el razonamiento resulta
lógico por simetría con la línea explicativa de las escuelas monetaristas de viejo y nuevo cuño al atribuir al abandono del patrón oro
la responsabilidad mayor en los episodios de hiperinflación europeos de la primera mitad del siglo XX. Ver, por ejemplo, Sargent,
T. (1982) “The End of Four Big Inflations”, en may, R. E. (ed.) “Inflation: Causes and Effects” Chicago University Press y
NBER; Cagan, P. (1956) “The Monetary Dynamics of Hyperinflation” en Friedman, M. (ed.) “Studies in the Quantitative
Theory of Money” The university of Chicago Press.
5
Ver, por ejemplo, Denis, H.(1970) “Historia del Pensamiento Económico” Editorial Ariel, Madrid.
6
Para una referencia en torno a los diversos matices en esta corriente, ver, por ejemplo: Agénor, P. & P. Montiel (1996)
“Development Macroeconomics” Princeton University Press, New Jersey. Resta mencionar las alternativas híbridas que resaltan
las rigideces nominales, en particular la referente a los salarios.

7
La receta de política implícita en este enfoque resultaba paradójica, puesto que con la dolarización se le
cerraba la posibilidad de emisión al Banco Central; la evidencia de los hechos superó este supuesto y, ... sin
embargo de que el Banco Central ya no emitía, seguían subiendo los precios! No faltaron voces que
intentaron responsabilizar al mínimo margen de acción que le restaba al Banco Central (emisión del
fraccionario, plazos de canje de la masa monetaria en sucres y políticas de encaje, por ejemplo) pero los
efectos en esos campos han sido más bien marginales.

La propuesta de interpretación que circuló en el Banco Central del Ecuador en cambio, llamaba la atención
respecto a las nuevas consideraciones monetarias vigentes desde una perspectiva no monetarista, en torno a
las funciones de la moneda y de su relación con los diferentes bonos emitidos durante el salvataje bancario en
un ambiente de co-circulación monetaria y de crisis del sistema de pagos 7, no como factor monocausal, sino
como uno de los propiciadores del proceso inflacionario bajo dolarización.

El cambio de régimen monetario en contexto de crisis del sistema de pagos y de legitimidad monetaria hacía
más necesario adoptar una posición menos ortodoxa en el estudio de los fenómenos monetarios y, en este
contexto resultan relevantes por ejemplo los canales de circulación de los medios de pago y las estrategias
empresariales de fijación de precios 8. Obviamente en esta nueva perspectiva analítica, la conclusión lógica
sería buscar nuevos mecanismos de modulación del ciclo y regulación monetaria, como puede ser un sistema
de fondos de estabilización y desarrollo 9, el despliegue de nuevos elementos de política monetaria, dentro de
lo que cabe bajo las nuevas circunstancias, a través de políticas de encaje, y de tasas de interés, etc.

Adicionalmente, esta forma de contemplar al ejercicio de la política económica, permite apreciar la


importancia de políticas redistributivas en el desempeño macroeconómico, en tanto no importan solo los
montos de los agregados monetarios, sino sus canales de circulación y sus efectos sobre el aparato productivo
en términos de precios o cantidades.

2.2. Los enfoques desde la oferta

En la vertiente de opinión que busca las principales causas de la evolución de los precios en factores de
oferta estarían representadas una diversidad de corrientes económicas.

Por un lado, los inspirados por las escuelas “ofertistas” y “austríaca”10, que convergerían a la noción de
posiciones que privilegian el lado de la demanda, de que la dolarización acaba por sí sola con la inflación (y
que actuaría decisivamente en el combate a la recesión, el subdesarrollo, la pobreza, y la corrupción, etc.) si
es que no hay distorsiones en el proceso. La receta implícita o explícita en estas posiciones consistía en que,

7
Ver Páez, P. “Circulación simultánea de sucres, dólares y bonos”. Documento interno BCE, Quito, febrero de 2000.
8
Ver Páez, P. “Estrategia empresarial de precios en coyunturas de polarización social”, en Revista “Tendencias Económicas
Financieras y Políticas”, CORDES, Quito, julio 2000, y Páez, P. “Más sobre precios y polarización social” en Revista
“Tendencias Económicas Financieras y Políticas”, CORDES, Quito, enero 2001.
9
Ver, por ejemplo, Dirección General de Estudios: “Sistema Integral de Estabilización y Desarrollo”, Apuntes de Economía No. 13,
BCE, Quito, diciembre de 2000.
10
Pese a la cercanía de sus posiciones en materia de política y política económica, debe advertirse las profundas diferencias
epistemológicas entre estas dos escuelas, y entre ellas y la corriente principal neoclásica, cuyos detalles están más allá del
propósito de esta breve nota metodológica. Cabe destacar, sin embargo, que la inclusión de la escuela austríaca entre las
propuestas inspiradoras de un enfoque por el lado de la oferta es solo por razones pragmáticas. Para esta posición, los costos son
subjetivos y solo se confirman por la sanción final del mercado del precio del producto final.

8
una vez adoptada la dolarización el paso inmediato sería el de la eliminación del BCE al instante y luego, la
reducción de impuestos y gastos fiscales.

Por otro lado, pueden incluirse en esta vertiente a aquellas posiciones estructuralistas y afines, con
consideraciones básicas por el lado de los costos. Se podrían también incluir posiciones que podríamos
calificar de “estructuralistas ad hoc”, en la medida en que los eventos de la coyuntura no se acomodaban a su
tradicional explicación monetarista, y por tanto se buscaban explicaciones por el lado de los costos y sus
rezagos en ser transmitidos a precios 11.

No obstante las importantes consideraciones metodológicas involucradas en el enfoque, esta vertiente debía
afrontar el hecho de que los precios han seguido subiendo mucho más allá que los costos, en particular en el
caso de los principales costos relacionados con la devaluación. Si el énfasis es en costos, queda por explicar
los rezagos en precios relativos diferenciados por tipo de bien y los efectos amplificados de la alineación de
los precios controlados y las tarifas.

Las recetas que se derivarían de este tipo de posiciones varían conforme a los cuerpos teóricos en los cuales
están articuladas12. Para unos solo queda esperar; para otros, es necesario avanzar en ganancias de
eficiencia y competitividad; otros ya empiezan a mencionar una mayor flexibilización laboral y bajar salarios
para reducir costos; otros, como alternativa, salirse de la dolarización para continuar con el proceso
devaluatorio.

Adoptando la perspectiva de este tipo de posiciones, se ha considerado importante incluir un componente de


la oferta que, en general no se toma en cuenta o se lo asume como exógeno: la evolución de los márgenes de
ganancia sobre ventas, conocido también en la literatura como “mark-up”13. La alternativa metodológica
exige, implícitamente romper la dicotomía entre oferta y demanda en la medida en que la definición del
“mark-up” incluye elementos de uno y otro lado. Este enfoque implica emprender en el análisis de los nichos
de mercado, sus dinámicas, los canales distributivos, el poder de mercado y la estructura industrial en cada
tipo de producto. Las alternativas de política económica que esta línea de investigación puede sustentar
incluiría: la regulación anti-monopólica, una acción más decidida de defensa del consumidor, políticas
distributivas, políticas de reconversión industrial, una estructura impositiva progresiva, etc.

11
El problema de plazos con que se ha pretendido dar una explicación intuitiva al desfase entre el ritmo de crecimiento de la moneda
y el de los precios no es trivial. Debe recordarse que en la versión monetarista de la teoría cuantitativa, hay una causalidad
unidireccional de agregados monetarios a precios, asumiéndose constantes, al menos en el corto plazo, tanto la velocidad de
circulación cuanto el nivel de transacciones. De haber un rezago en el impacto de la expansión monetaria sobre los precios, éste
puede ser aprovechado por el aparato productivo para responder tanto en precios como en cantidades, modificando paralelamente
a la velocidad de circulación respectiva. En qué medida cada sector lo hace en un sentido u otro y cuál es el nivel de actividad y la
velocidad de circulación resultantes, depende de la estructura de los mercados sectoriales y las condiciones distributivas de cada
cual. Ver, por ejemplo, Páez, P. (1995) “Precios y cantidades: respuestas del aparato productivo ecuatoriano”, en Cuestiones
Económicas 24, Banco Central del Ecuador, Quito.
12
Es importante recalcar que la clasificación planteada aquí solo tiene sentido desde la perspectiva de la definición de las áreas de
investigación, ya que, como queda claro en este caso, no se puede sacar de contexto determinadas hipótesis, en tanto son orgánicas
a las diversas escuelas de pensamiento y a las orientaciones de política económica que ellas respaldan.
13
Generalmente, en la literatura estructuralista se asume que el margen de ganancias sobre ventas es exógeno o constante, ver, por
ejemplo, Taylor, L. (1988) “Varieties of Stabilization Experiences”, Oxford, Clarendon Press, o (1983) “Structuralist
Macroeconomics”, Basic Books, NY. En Schuldt y Acosta (1995), op. cit., se encuentra un tratamiento muy sugestivo del papel
de los márgenes sobre la inflación.

9
2.3. Los enfoques desde la noción de alineación internacional de los precios

Aparte de las visiones del problema desde la oferta y desde la demanda, puede hallarse otra vertiente que
encuentra el punto central en la relación entre los precios domésticos e internacionales. La alineación
internacional de los precios, ligada en general a la noción de precio único y la teoría de la paridad del poder
de compra (conocida en la literatura económica como “PPP” por sus siglas en inglés), parte también desde
una visión macroagregada, hicksiana, que, básicamente pasa por alto los canales distributivos y la
heterogeneidad de formas productivas y mercados. Brevemente, podría resumirse la idea básica de este
enfoque así: los precios internos nominales varían con el crecimiento de la masa monetaria (conforme a la
teoría cuantitativa) y vía arbitraje, las presiones sobre el tipo de cambio terminarían igualando esos precios
internos a los internacionales. Para las posiciones más extremas inspiradas por este enfoque, la inflación en
Ecuador debió converger a la de Estados Unidos inmediatamente. Otras plantearían que la convergencia se
daría en niveles de precios y no en tasas de crecimiento, pero ello anularía las posibilidades de que hayan
precios domésticos por encima de los internacionales14.

La propia literatura convencional ha reconocido que la noción pura de PPP es solo un supuesto simplificador 15
y que habrían varias razones por las cuales no se cumpliría, entre las que cabe destacar: cambios en los
fundamentos básicos de las economías: dotaciones (recursos naturales, crecimiento de la población, capital
humano) tecnología (cambios de productividad, ahorros sesgados de insumos) y preferencias (preferencias
no-homotéticas, aparición de nuevos productos, etc.); restricciones al flujo libre de mercancías y factores
(prohibiciones a la migración de mano de obra y capitales, tarifas arancelarias y cuotas de importación, etc);
cambios en la política monetaria o cambiaria, que generalmente acarrean desviaciones en los precios relativos
o crecimientos no balanceados con efectos sobre los patrones de comercio y precios relativos; no
homogeneidad de los productos; no sustituibilidad idiosincrática de los productos; diferentes ponderaciones
para cada uno de los bienes dentro de las canastas a nivel internacional; diferentes estructuras de mercado;
“protección geográfica” dada por importantes costos de transporte que afectan los precios al consumidor,
etc. Muchas de estas cuestiones combinadas o por separado modifican radicalmente las conclusiones de la
teoría de la PPP y origina un campo aún en exploración de posiciones heterodoxas sobre el tema 16.

Una variante más realista dividiría a los bienes de acuerdo a su grado de transabilidad internacional, es decir,
el grado en que la movilidad de los bienes los somete a la competencia internacional. Tras una
macrodevaluación como la vivida en el país durante 1998-9, los bienes transables se ajustarían
automáticamente por la teoría del precio único a sus similares internacionales, mientras que los bienes no
transables convergerían con rezago al nivel de los transables17.

14
Ver, por ejemplo, Rogoff, K. 1996. The Purchasing Power Parity Puzzle. Journal of Economic Literature. Vol. 34; o Dornbusch,
R. 1987. Purchasing Power Parity. En “The New Palgrave: A Dictionary of Economics”. Editado por John Eatwell, Murray
Milgate y Peter Newman. MacMillan. Stockton Press.
15
Ver Rogoff, op. cit., para referencias sobre los numerosos y contundentes estudios que demuestran la poca validez empírica de la
PPP.
16
Para una apreciación de los efectos de levantar uno a uno los supuestos ortodoxos involucrados en la PPP, ver, por ejemplo,
Yotopoulos, P. A. 1996. "Exchange rate parity for trade and development. Theory, tests and case studies". Cambridge University
Press.
17
Ver Obstfeld, M. (2001) “International Macroeconomics: Beyond the Mundell-Fleming Model” Working Paper 8369, NBER,
Cambridge, MA, julio 2001, para las referencias y la discusión respecto a los episodios de rezago de los precios internos ante
turbulencias en regímenes de flotación.

10
Este tipo de modelos son muy populares en la literatura y permiten vislumbrar ciertas tendencias generales de
los procesos de devaluación y estabilización. Por ejemplo, en la versión a la Calvo & Vegh18, por efecto del
impacto en ingreso permanente de una estabilización cambiaria (efecto riqueza) podría darse que los bienes
no transables sufran inflación, deteriorando rápidamente el tipo de cambio real y generando expectativas de
ruptura del esquema estabilizador que terminan auto cumpliéndose.

Bajo dolarización, las expectativas de ruptura estarían supuestamente controladas y el esquema estabilizador
se sostendría. Según esta línea explicativa, las presiones inflacionarias deberían darse básicamente en los
bienes no transables, tras un período rápido de ajuste en los transables. La receta implícita en este enfoque
sería: el lograr la mayor apertura posible en todos los renglones de la economía, y, en particular, una drástica
e inmediata reducción en las barreras arancelarias acompañada de una gestión fiscal más rígida 19.

Aparece un problema de inconsistencia teórica básica detrás de muchos de los modelos que sostienen este
tipo de hipótesis, en la medida en que las expectativas de devaluación estarían sobredeterminadas: obedecen
a la teoría cuantitativa o a la teoría de la paridad de interés no cubierta? El punto tiene mucho que ver
con la unilateralidad de este tipo de modelos con respecto a la balanza de comercial: no toma en cuenta los
movimientos de la balanza de capitales y consecuentemente las reglas de cierre macroeconómico respectivas
sufren de ese problema.

Por otro lado, en esta visión no se considera con mayor detalle los factores de la formación interna de los
precios, el papel de los nichos y el poder de mercado, incluyendo el caso de las importaciones. Los precios de
los bienes importados incluyen no solo el costo de origen y el costo de internación: la formación del margen
de ganancias sobre ventas depende de las características específicas de cada mercado. Por ejemplo, una
misma hamburguesa, producida por la misma transnacional comprada ya hecha en los Estados Unidos deberá
enfrentar diversos mercados allá (consumo masivo, en particular entre los estratos medios y bajos de la
población) y en Ecuador (consumidores básicamente jóvenes, de estratos medios y altos).

En esta perspectiva, deberían buscarse entonces alternativas de clasificación de los bienes conforme la
estructura productiva y no solo en torno a sus niveles de transabilidad, buscando una visión que integre la
perspectiva de sustitución y de mercados contestables implícita en este tipo de modelos con los elementos ya
mencionados de oferta y demanda.

2.4 Una nueva propuesta metodológica

En esta subsección presentaremos la propuesta metodológica que definió la organización del trabajo del
Grupo de Precios de la Dirección General de Estudios. Del análisis anterior se desprende la necesidad de un

18
Ver, por ejemplo, Calvo, G. & C. Vegh (1993) “Credibility and the Dynamics of Stabilization Policies: A Basic Framework” in
Sims, C. (ed.) “Advances in Econometrics” Cambridge, Cambridge University Press.
19
Obstfeld (2001) op. cit., reseña la literatura reciente que evidencia que los bienes transables son internacionalmente tan
segmentados como los no transables, con lo cual la hipótesis implícita de ajuste automático en transables resulta poco realista. Sin
desconocer la posibilidad de efectos como los sugeridos en ese artículo, basados en la literatura de discriminación de precios de
tercer orden basada en la localización nacional, llamada por Krugman “pricing to market”, la hipótesis de esta investigación pone
énfasis en la formación de un “mark-up” interno, incluso para bienes importados.

11
enfoque crítico, integral e innovador que combine los diversos aspectos mencionados 20. Por tanto, la agenda
de investigación consideró los siguientes aspectos:

- La multidimensionalidad del proceso


. Aspectos monetarios (no monetaristas)
. Demanda solvente nominal y segmentada
. Cuellos de botella productivos
. Expectativas y dinámica

- La centralidad del aspecto distributivo


. Nichos de mercado
. Canales de circulación

- Las estructuras de mercado


- Grados de sustitución y apertura

El resultado que se pone ahora a consideración del lector es fruto de un trabajo colectivo de discusión y
enriquecimiento mutuo, que tuvo que darse como una responsabilidad adicional a las tareas regulares de los
diversos compañeros involucrados. Se espera que este esfuerzo tenga otros resultados más o menos
inmediatos que podrían reflejarse en: la publicación de Notas Técnicas y Apuntes de Economía, reportes
internos de inflación mejorados, propuestas de política alternativas, la construcción de indicadores sociales de
alerta temprana, etc. La organización del trabajo estuvo definida en torno a las grandes áreas de estudio
mencionadas.

Por el lado de la demanda, se realizaron los estudios de los agregados monetarios bajo dolarización
coordinados por María Belén Freire y Armando Jijón, los impactos diferenciados de la inflación por grupos de
ingresos, llevados adelante por Pablo Cabezas y Patricio Ruiz, el estudio de la dispersión geográfica de
precios coordinado por Alicia Pesantez y los estudios del comportamiento regional de los precios coordinados
por Armando Jijón para la Costa y por Carlos Cordero para Cuenca21.

Por el lado de la oferta, las exploraciones se organizaron en torno a los estudios de los niveles de
concentración de las ventas en la industria (Patricio Ruiz) y en el comercio y los servicios (Renán
Rodríguez). Por otro lado, en base a la matriz de insumo producto, Danilo Lafuente y Gabriela Córdova,
introdujeron mejoras en el modelo de costos planteado por Patricio Ruiz que había venido teniendo un
desempeño notable en la predicción de la inflación22. Finalmente, Angélica Valle y Danilo Estrella realizaron
la evaluación del comportamiento predictivo de los modelos de inflación que ya ha aparecido publicada como
Nota Técnica No. 63.

20
Por supuesto, muchos de los elementos considerados han tenido, de una u otra manera, importantes antecedentes en la discusión
académica del país, algunos de cuyos ejemplos han sido mencionados en estas páginas, sin pretender ni exhaustividad, ni siquiera
representatividad, dados los propósitos específicos del documento. El carácter integral e innovador de la propuesta tiene sentido
en una perspectiva institucional, cuya continuidad podría dar interesantes frutos en otras áreas del análisis económico.
21
Desgraciadamente, no se contó con un documento sobre la evolución del Austro para esta compilación.
22
Ver Valle, A. y C. Estrella “Una evaluación de los modelos de pronóstico de la inflación utilizados en el Banco Central del
Ecuador”, Nota Técnica no. 63, Banco Central del Ecuador, Quito, mayo 2001.

12
Por último, desde el enfoque de la alineación internacional de los precios, se incluyeron los trabajos de
comparación de precios medios del Ecuador con los de países vecinos y la convergencia de los precios
transables y no transables llevados adelante por Santiago Segovia, la investigación en torno a precios
agrícolas y de frontera coordinado por Iván Carrión y Marco Naranjo y Danilo Lafuente exploraron su
hipótesis de que la coyuntura inflacionaria estuvo marcada por el retorno de los precios a su promedio
histórico.

La siguiente sección presenta una introducción sintética de los principales resultados de la investigación, en
una interpretación que muestra la coherencia de la evidencia empírica con las nuevas hipótesis planteadas y
como las hipótesis tradicionales se quedan cortas en su poder explicativo de la coyuntura.

3. Principales resultados, desde una perspectiva alternativa23

3.1. Enfoques desde la demanda

3.1.1. Agregados monetarios en dólares

El estudio de los agregados monetarios bajo dolarización, coordinado por María Belén Freire presenta una
primera aproximación al cálculo del circulante en dólares en el país, antes y después de la dolarización, que
puede ser el punto de partida para la construcción de una batería de agregados monetarios bajo el nuevo
régimen. Basados en una revisión crítica de las estadísticas de Balanza de Pagos y de las Cuentas
Bancarias, se ha llegado a una primera aproximación, pionera en el mundo, en torno al cálculo de las especies
monetarias en circulación en dólares aplicable antes y después de la dolarización oficial.

Las dificultades que han hecho prácticamente imposible el cálculo del circulante en dólares en los diversos
países que sufren de un fenómeno tan extendido como la dolarización espontánea de sus economías, surgen
del hecho que buena parte de las transacciones de la balanza de pagos se realizan sin el correspondiente
movimiento efectivo de dólares físicos sino a través de asientos contables en el sistema financiero. La
aproximación explorada por el grupo de trabajo es que el flujo neto de dólares que ingresa al país durante un
período determinado, capturado de modo grueso por las estadísticas de balanza de pagos (en particular bajo la
versión sugerida por el 5to. Manual del FMI, con la dilucidación de la cuenta “Moneda y depósitos”) deberá
reflejarse, de acuerdo a las preferencia s del público, en mayores depósitos en el sistema financiero, lo cual se
reflejará en las estadísticas financieras, o en forma de especies monetarias en circulación en dólares, que
resultaría como saldo.

El gráfico 1 muestra los resultados de esta propuesta metodológica planteada como una aproximación luego
de extensas discusiones entre los técnicos del Banco Central y que están aún sujetos a los comentarios y
críticas de los usuarios.

23
Estas apreciaciones de síntesis respecto a los resultados de las exploraciones organizadas por el grupo de precios que coordiné
responden a una perspectiva personal y, pese a las intensas discusiones mantenidas en el seno del grupo, no necesariamente
coinciden con la visión de los diversos equipos ni con los autores de los distintos reportes de esta compilación.

13
Gráfico No. 1

Stock de Especies Monetarias en Circulación en dólares

1680
1480
1280
1080
880
680
480
280
80
Se Di Ma Ju Se Di Ma Ju Se Di Ma Ju Se Di Ma Ju Se Di Ma Ju Se Di Ma Ju Se Di
p- c- r- n- p- c- r- n- p- c- r- n- p- c- r- n- p- c- r- n- p- c- r- n- p- c-
94 94 95 95 95 95 96 96 96 96 97 97 97 97 98 98 98 98 99 99 99 99 00 00 00 00
FUENTE: estadísticas de balanza de pagos y del sistema financiero nacional,
elaboradas o recopiladas en la Dirección General de Estudios del Banco Central.
ELABORACION:Belén Freire

FUENTE: Freire, op. cit.

Lejos de pretender que sea perfecta, la metodología, cuyo detalle se expone más adelante en esta misma
compilación24, arroja resultados en bruto que por sí solos, sin corrección alguna, permiten al lector ensayar
algunas historias interpretativas en torno a la tendencia creciente a la sustitución monetaria en las
transacciones, al peso creciente del dólar billete como instrumento de conservación de valor por capas cada
vez más amplias de la población, las salidas de capitales durante coyunturas críticas, etc.

El gráfico 2 plantea una primera medición del M1 en dólares al sumar esa estimación del circulante en
dólares al resto de componentes que ya se venían publicando con anterioridad al ser registrados desde hace
ya un buen tiempo en las estadísticas del sistema financiero. Los resultados permitirían completar una batería
de indicadores monetarios respecto al comportamiento del público durante el proceso de sustitución
monetaria.

24
Freire, M. (2002) “Metodología para estimar el stock de especies monetarias en circulación en dólares”.

14
Gráfico No. 2

EMC como proporción de M1 y M2 en dólares

Gráfico 3
M1 MEDIDO MAS EMC EN DOLARES VERSUS M1 MEDIDO
Datos en millones de dólares

2800
2600
2400
2200
2000
1800
1600
1400
1200
1000
800
Sep-94

Sep-95

Sep-96

Sep-97

Sep-98

Sep-99

Sep-00
Dic-94

Jun-95

Dic-95

Jun-96

Dic-96

Jun-97

Dic-97

Jun-98

Dic-98

Jun-99

Dic-99

Jun-00

Dic-00
Mar-95

Mar-96

Mar-97

Mar-98

Mar-99

Mar-00
FUENTE: estadísticas de balanza de pagos, monetarias y del sistema
financiero nacional, elaboradas y recopiladas en la Dirección General de
Estudios del Banco Central. ELABORACION: la autora.
M1 medido mas EMC dólares M1 medido

FUENTE: Freire, op. cit.

Hasta fines de 1997, la masa de dólares circulando en el país habría fluctuado entre 9 y 66% del M1
efectivo. La relación sube durante los años de crisis 1998 y 1999. Con la dolarización, la relación pasa a
tener otro sentido por el proceso de canje monetario y la pérdida del curso forzoso del sucre, alcanzando un
máximo del 153.5% a fines de 2000. La relación respecto al M2 “medido” (es decir a todos los componentes
de M2 en dólares restantes, sin incluir las especies monetarias en circulación en dólares) es mucho más
estable, pero está marcada por el mismo tipo de fluctuaciones en la coyuntura.

3.1.2. Estimación de la demanda monetaria por dólares

No necesariamente toda esta masa monetaria en dólares que resulta de las estimaciones debe interpretarse
como una preferencia por liquidez, como podría suponerse a primera vista. Esta aproximación ha sido
contrastada con diferentes estimaciones de la demanda monetaria por dólares bajo el método de máxima
verosimilitud25, llevado a delante por Armando Jijón26. Aún cuando hay varias limitaciones en este tipo de
enfoques teóricos, principalmente los supuestos de exogeneidad de la oferta monetaria y de estabilidad de la
demanda por liquidez, la estimación del modelo de máxima verosimilitud da algunas pistas respecto a la

25
Ver, por ejemplo Krueger, Russell. y Ha, Jiming. (1995). “Measurements of Co-circulation of Currencies”. International
Monetary Fund. IMF Working Paper WP/95/34, March 1995. Estos enfoques no solo asumen una demanda por dinero estable,
tradicional en las posiciones monetaristas, sino que además asume que la demanda proporcional por moneda nacional y extranjera
también es estable a través del tiempo, supuesto talvez no muy apropiado para episodios de deterioro explosivo de la demanda
por moneada nacional. La estimación de Armando Jijón, sin embargo, restringe en parte este problema cortando su muestra en
1998.
26
Jijón, A. “Ecuador: Estimación Indirecta Del Circulante En Moneda Extranjera Con El Método De Máxima Verosimilitud”, en esta
compilación.

15
complejidad del fenómeno monetario, inclusive a este nivel agregado. Una lectura de los resultados 27 de la
iteración para hallar la máxima verosimilitud de la proporción de la preferencia por dólares billetes frente a
los sucres circulantes, ilustrados en el gráfico 3, sugeriría que solo una parte de esos dólares que han entrado
en la economía actuaron como circulante, evidenciándose, por contraste, la importancia de la función como
medio de atesoramiento del dólar billete durante parte de la coyuntura y la eventual saturación de los canales
de circulación tras la dolarización oficial que dio espacio para la inflación anual del 91% durante el año
200028.

Gráfico No. 3

Valores más verosímiles de la demanda monetaria por dólares como múltiplo de la demanda
monetaria por sucres, bajo diversas especificaciones
L I K E L I H O O D

F U N C IO N V E R O S I M I L IT U D
5 8 . 0

5 7 . 5

5 7 . 0

5 6 . 5

5 6 . 0
L O G

5 5 . 5

5 5 . 0

0 . 0 0 . 5 1 . 0 1 . 5 2 . 0 2 . 5 3 . 0 3 . 5 4 . 0

V A L O R E S D E B E T A

FUENTE: Jijón, op. cit.


L O G L I K E L I H O O D

F U N C I O N V E R O S I M I L I T U D
5 8 . 0
5 7 . 5
5 7 . 0
5 6 . 5
5 6 . 0
5 5 . 5
5 5 . 0
5 4 . 5
5 4 . 0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0

V A L O R E S D E B E T A

FUENTE: Jijón, op. cit.

27
La siguiente es una interpretación personal de este coordinador del equipo que no necesariamente refleja las posiciones de los
respectivos reportes.
28
Ver Páez (febrero 2000) ya citado, para más detalles del paso de la función del dólar billete como medio de atesoramiento a medio
de circulación por efecto de la dolarización oficial de la economía y la gradual pérdida del curso forzoso del anterior circulante, el
sucre.

16
Los resultados varían y establecen que la demanda monetaria por dóla res en promedio durante todo el
período considerado (1992-8) está entre el 70 y el 100% de la demanda monetaria por sucres, dependiendo de
la especificación usada, lo cual podría evidenciar que una parte variable de las especies monetarias en
circulación en billetes dólares fueron utilizadas como medios de atesoramiento por parte de la población.

Estos resultados pueden ser consistentes con las estimaciones de especies monetarias en circulación en
dólares presentadas previamente si se toma en cuenta que la muestra para las corridas econométricas
terminan en 1998. Las especies monetarias en circulación en dólares tendían a equipararse a las equivalentes
en sucres hasta fines del año 1997, es decir consistente con una relación estable del parámetro estimado con
el procedimiento de máximo verosimilitud de 1 (panel superior del gráfico 3). En el año 1998 empieza la
inestabilidad de la crisis que difícilmente es capturada dentro de la muestra: se observa una ampliación de la
brecha a favor de los dólares, que, sin embargo se desploma tras el estallido de la crisis bancaria, desde el
último trimestre de dicho año hasta junio de 1999. Desde el último trimestre de 1999, la brecha a favor de la
tenencia de billetes dólares habría aumentado y más aún desde marzo de 2000, cuando empieza el canje
oficial, obviamente. Con una relación de 1 como la estimada econométricamente, los excedentes de dólares
billetes sobre las barras negras antes de la dolarización oficial en el gráfico 4 corresponderían a
atesoramiento29.

Gráfico No. 4

Especies en Circulación Estimadas en Dólares y en Sucres

1800.0
1600.0
1400.0
1200.0
1000.0
800.0
600.0
400.0
200.0
0.0
Se Ma Se Ma Se Ma Se Ma Se Ma Se Ma Se
p- r- p- r- p- r- p- r- p- r- p- r- p-
94 95 95 96 96 97 97 98 98 99 99 00 00
FUENTE: estadísticas de balanza de pagos, monetarias y del sistema
financiero nacional, elaboradas y recopiladas en la Dirección General de
EMC DOLARES STOCK EMC SUCRES
Estudios del Banco Central. ELABORACION: lB. Freire

FUENTE: Freire, op. cit.

Otros indicadores son consistentes con esta hipótesis. De hecho. un contraste con el cuasidinero (medido
anteriormente a éstos cálc ulos) en moneda extranjera sería incluso mayor a los dólares billetes debido a las

29
Es necesario notar, sin embargo, que el autor mismo alerta sobre los problemas de sensibilidad a cambios en la especificación
presentes en estas estimaciones.

17
altas tasas de interés que imperaron durante esta coyuntura, evidenciándose el creciente papel de los activos
denominados en dólares frente a aquellos en moneda nacional.

3.1.3. Impactos diferenciados de la inflación por grupos de ingresos

El estudio de los impactos diferenciados de la inflación por grupos de ingresos, fue coordinado por Pablo
Cabezas y Patricio Ruiz. La evolución de los índices de precios para cada estrato evidencia que en efecto,
como se había hipotizado, varían las estrategias de fijación de precios por parte de las empresas dependiendo
de la evolución y elasticidades precio e ingreso de sus respectivos nichos de mercado y cómo la dolarización
marca un cambio en el comportamiento de los precios respecto al período previo 30.

El gráfico 531 muestra que a diferencia de un ligero sesgo en contra de los deciles más pobres en 1997, las
barras de las inflaciones específicas por estratos de los años de la crisis, 1998 y 1999, crecen para los
estratos más acomodados. Tras la dolarización la tendencia cambió y los pobres han resultado los más
afectados por el proceso inflacionario en tanto una contribución muy importante a la inflación general vino de
la inflación en alimentos que tiene un peso más fuerte en los estratos de bajos ingresos (frente a un peso del
46% entre los dos deciles más pobres, representa solo el 10% en los dos deciles más ricos).

Gráfico No. 5

Inflación anual por estratos de ingreso

INFLACION ACUMULADA POR ESTRATOS DE INGRESO

70

60

50

40

30

20

10

0
GENERAL 1-2 3-4 5-6 7-8 9-10

1997 1998 1999 2000 2001

FUENTE: Cabezas, op. cit.

30
Nótese que en esta hipótesis no necesariamente se asume discriminación de precios, aunque no se excluye esta posibilidad.
31
Cabezas, P. “Inflación por estratos de ingreso”, en esta compilación.

18
3.1.4. Comportamiento regional y dispersión geográfica de los precios

Los estudios del comportamiento regional de los precios coordinados por Armando Jijón para la Costa y los
cálculos de Alicia Pesantez sobre dispersión geográfica, corroboran en muchos casos, sin dejar de matizar en
otros, los resultados de los puntos anteriores, ratificando el papel del poder de mercado en la formación de los
precios y la necesidad de proseguir en enfoques meso y microeconómicos para entender la evolución de los
precios bajo los nuevos escenarios 32. Del análisis pormenorizado de los diversos rubros y de los coeficientes
de variación de los precios entre ciudades, puede desprenderse una lectura (que no necesariamente coincide
con la de los equipos que hicieron el análisis regional) que evidencia el papel diferenciado de las demandas
locales y las estrategias de posicionamiento en precios de las empresas durante la crisis y los ajustes de la
dolarización.

El gráfico 6 compara el nivel del IPC por regiones y se observa que, con excepción del período de la crisis en
1999, la Región Costa presenta niveles más altos que la Región Sierra, especialmente desde marzo del 2000,
lo cual evidencia comportamientos diferenciados de la demanda local y sensibilidades diversas ante los
cambios de la coyuntura y la política económica.

Gráfico No. 6

Diferencias regionales en la contribución a la inflación

C O N T R I B U C I Ó N A L A V A R I A C I Ó N A N U A L D E L I P C
3 5 , 0 %

3 0 , 0 %

2 5 , 0 %

2 0 , 0 %

1 5 , 0 %

1 0 , 0 %

5 , 0 %

0 , 0 %

M A N T A QUITO G Q U I L . C U E N C A

FUENTE: Jijón y otros, op. cit.

A nivel de las tres ciudades más importantes, como lo muestra el gráfico 7, Cuenca ha tenido un efecto muy
importante en su contribución a la inflación debido al papel jugado por las remesas de los emigrantes

32
Jijón, A. Y otros: “Ecuador: Un Análisis del Comportamiento de los Precios en la Región Costa”, en esta compilación.
Lamentablemente, no ha sido posible contar con el trabajo correspondiente a la zona de Cuenca para esta publicación.

19
internacionales, en particular en lo que respecta a bienes duraderos y bienes raíces, no obstante, Guayaquil le
ha tomado la delantera en la contribución a la inflación nacional, en particular desde la dolarización oficial.

Gráfico No. 7

Diferencias en el comportamiento de la inflación en las tres ciudades principales

I P C T R E S C I U D A D E S ( S E P . 9 4 - A G . 9 5 = 1 0 0 )

1 3 5 0

1 1 5 0

9 5 0

7 5 0

5 5 0

3 5 0

1 5 0

QUITO GQUIL. C U E N C A

FUENTE: Jijón y otros, op. cit.

Al pasar revista a los agregados más importantes, puede vislumbrarse la segmentación de la demanda y el
tratamiento diferenciado a nivel local, aunque factores regionales exógenos como el fenómeno de “El Niño”,
pueden haber jugado un papel importante en ciertos casos específicos.

“Alimentos, bebidas y tabaco”, y “Vestido y calzado”, necesidades que podrían llamarse “básicas” con un
peso fundamental en las canastas más pobres, tienen un comportamiento similar en ambas regiones pero
desde la dolarización, la Sierra toma la delantera. Por su lado, en “Alquiler, electricidad, gas y agua” y en
“Muebles equipo y mantenimiento de vivienda”, la Costa ha tenido siempre la “ventaja”, pero en los índices
del primer rubro, los niveles son mucho más distantes.

En cambio, en “Salud”, la Sierra ha mantenido sus índices un poco por arriba en general. En “Transporte”,
especialmente desde 1999, la Sierra parece preceder en los ajustes hacia arriba. En “Esparcimiento y
cultura” hay una ligera ventaja de los precios de la Costa, mientras que en un campo relacionado,
“Educación”, en cambio, hay una significativa delantera de la Sierra, que precede con la estacionalidad de la
apertura de clases las alzas de la Costa. En “Hoteles cafetería y restaurantes”, clara ventaja de la Costa en
niveles y tasas de crecimiento. El rubro “Bienes y servicios misceláneos” muestra una ligera delantera de la
Costa, hasta que en la mayor parte del año 2001, la Sierra toma una sensible ventaja.

20
Para completar la evidencia en torno a la hipótesis del papel del margen de ganancia sobre ventas definido
por las estrategias diferenciadas de las empresas para enfrentar demandas social y geográficamente
diferenciadas, el lector puede fijarse en el gráfico 8. A diferencia de lo que convencionalmente se esperaría,
el gráfic o muestra que la dispersión de los precios no disminuyó tras el proceso de estabilización que implica
la dolarización, sino que los “posicionamientos” de las empresas han definido un nuevo nivel, estable, de
dispersión de los precios de la (misma) canasta, mucho más polarizado que antes de la crisis.

Gráfico No. 8

Coeficiente de variación de los precios de todos los productos de la canasta

COEFICIENTE DE ASIMETRIA
P R E C I O S M E D I O S
13.8

13.7

13.6

13.5

13.4

13.3

13.2

13.1

13.0

12.9
Dic-00

Dic-01
Abr-00

Abr-01
Nov-00

Nov-01
Oct-00

Oct-01
Ene-00

Jul-00

Sep-00

Ene-01

Jul-01

Sep-01
Feb-00

Mar-00

Jun-00

Feb-01

Mar-01

Jun-01
May-00

Ago-00

May-01

Ago-01

FUENTE: Informe sobre la inflación de Diciembre de 2001, BCE.

3.2 Enfoques desde la oferta

3.2.1. Niveles de concentración

Los estudios de los niveles de concentración de las ventas en la industria coordinado por Patricio Ruiz y
Alicia Pesantez33, y en el comercio y los servicios, coordinado por Renán Rodríguez dan pistas
complementarias en torno a la importancia de la estructura de mercado en el comportamiento de los precios
en Ecuador.

Al distinguir las dinámicas diferenciadas de productos con diversas estructuras de mercado, se evidencia
claramente la vulnerabilidad distributiva que implican el movimiento de los precios relativos en esta coyuntura
inflacionaria.

33
Pesantez, A. y P. Ruiz: Concentración y precios en la canasta básica”, en esta compilación.

21
El papel de las ramas más concentradas de la economía en la formación del proceso inflacionario hace
patente la necesidad de la creación de legislación antimonopólica y el fortalecimiento de los mecanismos de
defensa del consumidor, como el marco legal que existe en países más desarrollados, como por ejemplo en los
Estados Unidos para una política de estabilidad macroeconómica, de defensa del tipo de cambio real y de
protección de la capacidad adquisitiva de la población. Parece ser que argumentos como los de la industria
infante y la consideración de nuestro subdesarrollo vuelven aparecer como justificación para no avanzar en
este sentido. Esto resulta más paradójico cuando, en muchos casos, ese tipo de argumentos provienen de
sectores que han venido impulsando una acelerada apertura de la economía ecuatoriana.

Las estadísticas de la Superintendencia de Compañías establecen que en promedio, los 4 mayores


establecimientos de cada categoría industrial (a 4 dígitos del CIIU) concentran entre el 50 y 75 % del total
de las ventas. Más en detalle, la calificación de concentración daría que 41 de las 73 ramas industriales
consideradas corresponden a “muy alta” (las 4 mayores empresas concentran más del 75 % de las ventas);
23 ramas industriales tienen una concentración “alta” (los 4 mayores establecimientos centralizan entre 50 y
75 % de las ventas de la rama) y solo 9 ramas industriales pueden ser consideradas de “moderada”
concentración (los 4 mayores establecimientos concentran entre el 25 y el 50%). El cuadro 1 evidencia el
importante grado de oligopolización de la economía ecuatoriana, y en particular de la canasta considerada en
el IPC.

Cuadro No. 1

Peso de las industrias monopólicas en el IPC

Grupo Número de Productos Ponderación

Monopólicos 60 0.2689810
No monopólicos 122 0.6046200
Tarifas 10 0.0928120
Servicios 5 0.0335870

TOTAL 197 1.0000000

FUENTE: Ruiz y otros, op. cit.

Sin embargo, es muy importante destacar que el nivel de cobertura de la Superintendencia de Compañías está
lejos de ser completo, ni siquiera dentro del sector formal de la economía, como lo muestra el cuadro 2,
requiriéndose un análisis más detallado para matizar esta visión general34.

34 Nótese, sin embargo que los resultados de esta metodología son muy sensibles al número seleccionado de mayores
establecimientos. Por otro lado, en esta metodología no se toma en cuenta la competencia externa (ni en mercados internos ni
externos) y el nivel de agregación (a 4 dígitos de la CIIU2) da lugar a productos no homogéneos, de manera que los niveles de
poder de mercado involucrados podrían estar distorsionados, generalmente a la baja.

22
Cuadro No. 2

Grado de cobertura de la producción registrada por la Superintendencia de Compañías respecto a


la estimada por la contabilidad nacional

Cuadro comparativo Cuentas Nacionales Superintendencia de Compañías

Ramas de Actividad Cuentas Nacionales Superintendencia de


(1) Compañías (2)
Valor de Producción Ventas (3) Porcentaje
1998 1998 %

09. Carnes, pescado elaborado 10927428 2192244 20.1


10. Cereales y panadería 5492702 1058046 19.3
11. Azúcar 1584313 1435387 90.6
12. Alimenticios diversos 7741055 3256480 42.1
13. Bebidas 2615711 1509131 57.7
15. Textiles y prendas 7251771 1052480 14.5
16. Madera 3240887 420029 13.0
17. Papel e imprentas 5322906 1934356 36.3
18. Químicos, plásticos, caucho 4961469 4705841 94.8
19. Metálicos y no metálicos 7703064 3253691 42.2
20. Maquinaria y equipo 4833733 2261897 46.8
21. Otros manufacturados 996028 245270 24.6
62671067 23324852 37.2

(1) Previsión marzo de 1999.


(2) La información de la Superintendencia de compañías no incluye producción artesanal.
(3) Se consideraron exclusivamente las 4 empresas más grandes por rama de actividad a 4 dígitos de la CIIU.
FUENTE: Rodríguez y otros, op. cit.

Por otro lado, debe señalarse que la cobertura de la información anterior en ramas como la agrícola es muy
limitada y allí podrían encontrarse ejemplos de producciones con un gran número de oferentes. No obstante,
los niveles de concentración en distintas etapas de comercialización definen una estructura de mercados al
consumidor con gran capacidad de fijar precios y establecer fuertes márgenes de ganancias sobre ventas, por
encima de los costos de producción y comercialización. El estudio de Renán Rodríguez da cuenta de ello con
gran detalle, incluso explorando las condiciones del problema a nivel de algunas provincias35. Solamente para
ilustrar el punto, véase los gráficos 9 y 10, a continuación.

35
Rodríguez, R. “Grado de concentración en la comercialización”, en esta compilación.

23
Gráfico No. 9

Concentración en el comercio en ventas gravadas con IVA

CONCENTRACION EN EL COMERCIO AÑOS:1994-1998


V E N T A S G R A V A D A S C O N I V A
60

50
Porcentajes

40

30

20

10

Muy alta Alta Media Competitivo

Concentración en el Comercio

1 9 9 4 1 9 9 8

FUENTE: Rodríguez y otros, op. cit.

Gráfico No. 10

Concentración en el comercio en ventas exentas de IVA

C O N C E N T R A C I O N E N E L C O M E R C I O
AÑOS: 1994-1998 VENTAS EXENTAS DEL IVA

71

61
Porcentajes

51

41

31

21

11

1
Muy alta Alta Media Competitivo

Concentración en el Comercio

1994 1998

FUENTE: Rodríguez y otros, op. cit.

24
Sobre la base de esas clasificaciones de los mercados, es posible discriminar los comportamientos de los
precios relativos desde otras perspectivas y entender el contenido distributivo y de sectores de producción de
cada coyuntura inflacionaria, como lo sugiere el gráfico 11.

Gráfico No. 11

Evolución de los precios relativos de sectores seleccionados

EVOLUCIÓN DE PRECIOS RELATIVOS

250

200

150

Monopólicos
No monopólico
Tarifas
Educación

100

50

0
1

1
-8

-8

-8

-8

-8

-8

-8

-8

-8

-9

-9

-9

-9

-9

-9

-9

-9

-9

-9

-0

-0
ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne

ne
E

Es claro en este gráfico que los precios relativos de los sectores monopólicos han estado históricamente por
encima de los de los sectores no monopólicos, definiendo un patrón de transferencias de recursos en la
sociedad. No obstante, esta tendencia general no siempre se manifiesta en las contribuciones a la inflación de
cada coyuntura, como lo evidencia el gráfico 12a. Nótese que la estructura de mercado afecta a un margen
de ganancias sobre ventas que no necesariamente se expresa en los ritmos de crecimiento de los precios de
cada mes, sino en el nivel que adquieren los precios y en la posibilidad misma de su fijación.

25
Gráfico No. 12a

Contribuciones a la inflación por grado de concentración de la producción

C O N T R I B U C I O N E S A L A I N F L A C I Ó N P O R G R A D O D E C O N C E N T R A C I Ó N
E N L A P R O D U C C I Ó N

D i c - 0 1

N o v - 0 1

O c t - 0 1

S e p - 0 1

A g o - 0 1

J u l - 0 1

J u n - 0 1

M a y - 0 1

A b r - 0 1

M a r - 0 1

F e b - 0 1

E n e - 0 1

-0.50 0 . 0 0 0 . 5 0 1 . 0 0 1 . 5 0 2 . 0 0 2 . 5 0 3 . 0 0 3 . 5 0

Tarifas E d u c a c i ó n N o M o n o p ó l i c o s M o n o p ó l i c o s

FUENTE: Informe sobre la inflación de Diciembre 2001, BCE.

El gráfico 12b revela que también hay un comportamiento distinto digno de ser monitoreado entre los distintos
sectores en lo que respecta a sus niveles de dispersión, reflejando estrategias empresariales diferenciadas por
segmentos de demanda.

Gráfico 12b

Evolución de los precios relativos de sectores seleccionados

D ispersión según los diferentes sectores económicos


0.6

0 . 5 5

0.5

0 . 4 5

0.4

0 . 3 5

0.3

FUENTE: Ruiz y otros, op. cit.

26
3.2.2. Modelo de costos

En tanto el modelo de costos planteado por Patricio Ruiz ha mostrado una ventaja fundamental en la
capacidad predictiva durante buena parte de esta coyuntura, se han explorado mejoras en base de la matriz
de insumo producto y a la endogeneización del comportamiento del margen sobre ventas. los trabajos de
Gabriela Córdova y Danilo Lafuente 36 en ese sentido son muy prometedores aunque solo iniciales. Quedan
pendientes la diferenciación más pormenorizada del componente importado en la matriz, la inclusión de la
evolución salarial, el cómputo de los efectos indirectos y la evolución del margen sobre ventas. En cualquier
caso, los gráficos 13 ilustran el papel que ha jugado el margen de ganancias sobre ventas en la evolución de
precios.

Frente a un comportamiento más o menos estable del margen entre 1996 y 1998, el análisis detecta que en
1999 hay una importante dispersión debido, según la lectura de éste coordinador, a las estrategias diferentes
de fijación de precios predominantes en cada rama conforme a las características de su demanda bajo
condiciones de aguda polarización. Para el año 2000, se aprecia una importante recuperación del margen
ante una relativa estabilización de los costos, en particular aquellos relacionados a la detención del acelerado
proceso devaluatorio del año previo. El año 2001 hay un cambio de tendencia en algunas ramas debido a los
aumentos de algunos costos y la creciente dificultad por ajustar los precios hacia arriba.

Tomando como ejemplos algunas ramas representativas de los sectores agrícola, agroindustrial, industrial y de
servicios, puede verse esta evolución con más detalle. Dentro del sector alimenticio, por ejemplo, en el gráfico
13a puede apreciarse que la tendencia general descrita se expresa en mayor o menor medida en todos los
ejemplos, con excepción de la “cría de animales”, que tiene una ganancia relativa en el año 1999 y una
relativa moderación en el 2000. Cabe destacar que “otros cultivos” (tubérculos, hortalizas, leguminosas y
frutas, entre otros), muestra el más elevado ajuste en el 2000. El año 2001 presenta una moderación de los
márgenes en los cultivos de exportación y de cereales y una declinación significativa de “otros cultivos” y
“cría de animales”.

Gráfico 13a

Desviaciones de precios con respecto a la evolución probable de costos en Alimentos


d i f e r e n c i a p o r c e n t u a l

A L IM E N T O S
80.00
C u l t i v o d e
b a n a n o , c a f é y
60.00 c a c a o

C u l t i v o d e
40.00
c e r e a l e s

20.00
O t r o s c u l t i v o s

0.00
1996 1997 1998 1999 2000 2001
C r í a d e
-20.00
a n i m a l e s

-40.00
a ñ o s

FUENTE: Córdova & Lafuente, op. cit.

36
Ver Córdova, G. y D. Lafuente: “Relación entre costos de los insumos e inflación por rama de actividad”, en esta compilación.

27
En la agroindustria, en cambio, como puede verse en el gráfico 13b, la tendencia general se expresa
claramente en el caso de “productos lácteos”, mientras que en “oleaginosas” y de productos de molinería y
panadería” se encuentra el comportamiento opuesto en los años 1999 y 2000, lo cual refleja la diferencia en
las elasticidades precio e ingreso de la demanda de esos productos. Por su lado, el sector azucarero,
evidenciaría un sostenido incremento de precios relativos por encima de sus costos, hasta que la tendencia se
revierte en 2001.

Gráfico No. 13b

Desviaciones de precios con respecto a la evolución probable de costos en Agroindustria

A G R O I N D U S T R I A
diferencia porcentual

70.00

60.00
Elaboración de aceites
50.00 y grasas de origen
vegetal y animal
40.00

30.00 Elaboración de
productos lácteos
20.00

10.00
Elaboración de
0.00
productos de molinería
-10.00 1 9 9 6 1 9 9 7 1 9 9 8 1 9 9 9 2 0 0 0 2 0 0 1 y panadería

-20.00
Elaboración de azúcar
-30.00

-40.00
a ñ o s

FUENTE: Córdova & Lafuente, op. cit.

Los ejemplos escogidos de entre las ramas industriales en el gráfico 13c, con excepción de “productos del
caucho y plásticos” (que evidencia una dinámica parecida a la de “azúcar” en el gráfico previo), muestran
una contracción en 1998 y una recuperación diferenciada en 199 y, más acentuadamente, en 2000. El año
2001 evidenciaría una reducción del margen en todos los casos analizados.

28
Gráfico No. 13c

Desviaciones de precios con respecto a la evolución probable de costos en Industria

INDUSTRIA
diferencia porcentual

120.00

Fabricación de
100.00 textiles, prendas de
vestir; cuero y
artículos de cuero
80.00
Producción de madera
y fabricación de
60.00 productos de madera

40.00 Fabricación de papel y


productos de papel
20.00

0.00 Fabricación de
productos de caucho
1996 1997 1998 1999 2000 2001 y plástico
-20.00
a ñ o s

FUENTE: Córdova & Lafuente, op. cit.

Entre los ejemplos del sector de “servicios” presentados en el gráfico 13d, se destaca un aumento
desproporcionado de los precios en el suministro de electricidad y agua por la política de fijación de precios
del gobierno, en particular en 1999. Las otras ramas del sector tienen un comportamiento relativamente
acorde a la tendencia general señalada, con mayores incrementos de sus márgenes entre 1999 y 2000,
especialmente en la rama de “correos y telecomunicaciones”, que también tiene precios controlados.

Gráfico No. 13d

Desviaciones de precios con respecto a la evolución probable de costos en Servicios

S E R V I C I O S
180.00
diferencia porcentual

160.00 Suministro de
electricidad y agua
140.00

120.00

100.00 Hoteles y restaurantes

80.00

60.00
Transporte y
40.00 almacenamiento

20.00

0.00
Correos y
1996 1997 1998 1999 2000 2001 telecomunicaciones
-20.00

-40.00
a ñ o s

FUENTE: Córdova & Lafuente, op. cit.

29
3.2.3. Evaluación de los modelos de inflación

La evaluación, del comportamiento predictivo de los modelos de inflación generados antes de la dolarización
oficial coordinada por Angélica Valle y Danilo Estrella, ha permitido hacer un seguimiento de los cambios
cualitativos que el nuevo régimen implica. A pesar que en algunos casos el cambio implica una reducción de
la incertidumbre, en particular en lo que respecta a la inclusión ex -ante de variables de política, en otros
casos, como lo señala la Nota Técnica No. 6337, publicada con estos resultados, los modelos presentan
problemas para funcionar luego del quiebre estructural implicado por la dolarización.

La construcción de nuevas estadísticas monetarias bajo dolarización, por un lado y la exploración de la


evolución de los costos y los márgenes sobre ventas abren nuevas perspectivas en la explicación futura de la
inflación y en la eventual construcción de nuevos modelos.

3.3. Enfoques desde la noción de alineación internacional de los precios

3.3.1. Comparación de precios medios con países vecinos

Actualizando la metodología propuesta en la Nota Técnica No. 138, Santiago Segovia ha coordinado un gran
esfuerzo de compilación de la información y extracción de la información, comparando los precios medios del
Ecuador con los de los países vecinos 39. Aunque no se pudo trabajar con una canasta amplia (solo se pudo
cubrir el 26.45% de la del IPC), el análisis producto por producto arroja resultados interesantes. Venezuela
tiene el 60% de los productos más caros de la muestra, Estados Unidos, el 28%, Perú tiene el 8% y Ecuador
el 4%. Los promedios simples de índices de precios, con cada precio de Ecuador igual a 1, muestran que a
mediados de 2001 Ecuador aún tiene ventajas en general con respecto a Venezuela (1.663), Estados Unidos
(1.383) y Perú (1.085), pero no frente a Colombia (0.844). La proximidad geográfica con Colombia y Perú y
la posibilidad de devaluación en manos de los países vecinos pero vedada ya al Ecuador muestran en estas
cifras una indicación de alerta.

La investigación muestra la velocidad del deterioro del gran adelanto cambiario previo a la dolarización
(overshooting) en buena parte de los productos para los que se cuenta información, en particular en lo que
respecta a los mercados relevantes de los países vecinos.

El gráfico 14 sugiere que, sin mediar medidas de política económica, la proyección de la alineación de los
precios ecuatorianos considerados presenta un panorama difícil. En los casos de Perú y Colombia, los vecinos
más relevantes, se evidencia que en los productos considerados, la canasta resulta más cara en Ecuador,
aunque es mucho más lenta la proyección desde abajo de Colombia que conserva un nivel más barato por
mucho más tiempo, y que hace difícil hablar de convergencia en términos prácticos relevantes40.

37
Véase también Lafuente, D. 1999. Inflación y Comportamiento Reciente y Métodos de Proyección. Apuntes de Economía No. 4.
Banco Central del Ecuador.
38
Ver Páez, P. “Ecuador: Tipo de Cambio, Competitividad y Alineación internacional de precios” Nota Técnica No. 1, Banco
Central del Ecuador, Quito, abril 1994.
39
Segovia, S. “Ecuador: Inflación y Alineación internacional de precios”, en esta compilación.
40
Dada la cercanía de Colombia, la extensión de las fronteras comunes, la accesibilidad por medios terrestres, marítimos, fluviales y
aéreos, el conocimiento de los mercados, etc., esta evidencia por sí sola plantea un serio reto al enfoque de paridad de poder de
compra y muchas de sus variantes.

30
Igualmente puede vislumbrarse que los precios considerados para Estados Unidos se volverán más baratos
allá en un plazo relativamente cercano. Santiago Segovia remarca también el hecho de que estas
comparaciones deben hacerse en términos de la capacidad adquisitiva de la población, tomando como
referencia el salario, aspecto en el cual, la población ecuatoriana sufre una clara desventaja.

El trabajo muestra la necesidad de un monitoreo continuo de las alineaciones de los precios y el desarrollo de
políticas alternativas y no tradicionales de ganancias reales de productividad y de competitividad.

Gráfico No. 14

Comparación de precios de algunos productos con sus similares internacionales

Alineación Internacional de Precios


1.50
Colombia
1.25
Perú

1.00 USA
Venezuela
0.75
Logaritmo del Indice

0.50

0.25

0.00
Ecuador está representado por el eje "X"

-0.25

-0.50

-0.75

-1.00
Abr-97

Jul-97

Abr-98

Jul-98

Abr-99

Jul-99

Abr-00

Jul-00

Abr-01

Jul-01

Abr-02

Jul-02
Ene-97

Ene-98

Ene-99

Ene-00

Ene-01

Ene-02
Oct-97

Oct-98

Oct-99

Oct-00

Oct-01

FUENTE: Segovia, op. cit.

3.3.2. Investigación en torno a precios agrícolas y de frontera

En similar línea y con resultados consistentes con el estudio anterior, Iván Carrión ha coordinado la
investigación en torno a precios agrícolas y de frontera41. Tras arduo trabajo, se está completando una base
de datos a partir de la información del SICA, que sería imprescindible darle continuidad en el futuro, tanto
para alimentar los reportes de inflación como para el seguimiento de la coyuntura. De los 160 productos
investigados solo se dispone información completa para 32 (cubren el 68% de la sección “agropecuarios” y
17% de la sección “agroindustriales” de la canasta del IPC) en 26 ferias mayoristas nacionales y 2 fuera de
las fronteras, pero las limitaciones de cifras solo permiten hacer comparaciones con la frontera colombiana
como lo ilustra el gráfico 15.

41
Carrión, I. “Los precios de frontera”, en esta misma compilación.

31
Gráfico No. 15

Productos que aún presentan ventajas respecto a Colombia

Productos de mayor comercialización a Colombia


20%
10%
0%
-10%
-20%
-30%
-40%
-50%
-60%
-70%
-80%
1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001
Fréjol Banano Limón Maíz duro Pimiento

FUENTE: Carrión, op. cit.

3.3.3. Convergencia de los precios transables y no transables

En otro importante esfuerzo técnico, Santiago Segovia ha explorado el tema de la convergencia de los precios
transables y no transables, utilizando técnicas de cointegración42. El estudio empieza revisando la definición de
transabilidad que se ha venido usando, basada en la posibilidad de que los productos de la canasta del IPC
sean comercializados internacionalmente, mientras que este estudio compara los resultados basados en esa
clasificación con lo de otra fundada en el hecho de que los productos sean efectivamente sujetos de comercio
exterior, utilizando la información de Cuentas Nacionales de 1996 (es decir, si la suma de importaciones más
exportaciones es mayor al 40% de la oferta total del rubro). El cuadro 3 muestra que los cambios son
significativos.

42
Segovia, S. “Precios de Bienes Transables y No Transables: Análisis de Cointegración”, en esta compilación.

32
Cuadro No. 3

Diferencias en la clasificación de bienes transables

Clasificación anterior Clasificación según CN


# de productos Porcentaje # de productos Porcentaje

Transables 164 83% 95 33%


No transables 33 17% 194 67%
Total 197 100% 289 100%

FUENTE: Segovia, op. cit.

La evidencia econométrica es robusta a ambas clasificaciones y sugiere que habría convergencia en el largo
plazo (1990-2001) pero los resultados no son concluyentes en tanto alteraciones de la muestra cambian
radicalmente los resultados (no hay cointegración en la muestra 1995-2001).

Una reflexión sobre el gráfico 16 permite, por ejemplo una lectura diferente, consistente con el marco teórico
sugerido en esta introducción y desde allí ubicar la importancia de esos cambios coyunturales que relativizan
los resultados del muy largo plazo y que hacen que la definición de los límites de la muestra sean tan
importantes. Puede verse que hay un primer periodo, que podría llamarse de “luna de miel” de la
estabilización con ancla cambiaria de la administración de Durán Ballén, en el cual los transables muestran
una inflación menor y estable.

Cuando el esquema de estabilización empieza a presentar problemas de sustentabilidad, las expectativas


devaluatorias empiezan a generar turbulencia y la formación del margen de ganancias sobre ventas empieza a
incluir las expectativas de los posibles costos de reposición de insumos y pago de deudas dolarizadas en el
futuro, presionando al alza de precios y convirtiendo a las expectativas de devaluación en profecía auto
cumplida, incluso en el caso de no mediar otros factores de desajuste macroeconómico que se
desencadenarán posteriormente en la coyuntura. La pendiente del índice de precios de bienes transables
resulta desde 1996 mayor que la de los no transables y desde 1997 su nivel es también mayor, en una
constante que solo se revertirá a fines del año 2000, luego de marcar una brecha de más de 40 puntos
porcentuales en su pico histórico.

33
Gráfico No. 16a

Evolución de la inflación de bienes transables y no transables

%
% Inflación Anual
140

120.6
120
Transables

100
91.7

80
No Transables

60

40

37.1

20

17.1

0
Ene-94

Sep-94

Ene-95

Sep-95

Ene-96

Sep-96

Ene-97

Sep-97

Ene-98

Sep-98

Ene-99

Sep-99

Ene-00

Sep-00

Ene-01

Sep-01
May-94

May-95

May-96

May-97

May-98

May-99

May-00

May-01
FUENTE: Segovia, op. cit.

La nueva clasificación que propone Santiago Segovia conserva esas tendencias descritas, sugiriendo sin
embargo un seguimiento más fino en tanto las nuevas canastas representan una suerte de indicadores de
adelanto en los puntos de inflexión de la evolución de la canasta anterior con una definición más amplia, como
puede verse en los gráficos 16b y 16c.

Gráfico No. 16b

Comparación de la inflación de bienes transables bajo diversas clasificaciones

I N F L A C I Ó N A N U A L B I E N E S T R A N S A B L E S S E G Ú N D E F I N I C I Ó N
1 8 0
166.4

1 5 0 O r i g i n a l N u e v a

120.6
1 2 0

9 0

6 0

3 0

0
Abr-98

Abr-99

Abr-00

Abr-01
Oct-97

Oct-98

Oct-99

Oct-00

Oct-01
Jul-97

Ene-98

Jul-98

Ene-99

Jul-99

Ene-00

Jul-00

Ene-01

Jul-01

FUENTE: Segovia, op. cit.

34
Gráfico No. 16c

Comparación de la inflación de bienes no transables bajo diversas clasificaciones

INFLACIÓN ANUAL BIENES NO TRANSABLES SEGÚN DEFINICIÓN


120

101.6

100 Original Nueva


91.7

80

60

40

20

0
Oct-97

Oct-98

Oct-99

Oct-00

Oct-01
Jul-97

Jul-98

Jul-99

Jul-00

Jul-01
Abr-98

Abr-99

Abr-00

Abr-01
Ene-98

Ene-99

Ene-00

Ene-01
FUENTE: Segovia, op. cit.

3.3.4. Retorno de los precios a su promedio histórico

En una exploración empírica enmarcada en una interpretación heterodoxa de la noción de precios sombra
que los autores proponen, Marco Naranjo y Danilo Lafuente han presentado su hipótesis de que los precios
bajo dolarización han estado regresando a una especie de “nivel natural” en torno a su promedio histórico,
luego de la tremenda deflación en dólares que significó la devaluación de 1998-9943.

Quedan los interrogantes en torno a estacionariedad o no de las series de precios en dólares y, más
importante aún, las regularidades económicas que han hecho de este regreso más o menos acelerado en unos
productos y lento en otros (incluso hasta el punto de vislumbrarse un nuevo “nivel natural”). Más aún, cabría
preguntarse cómo opera el mecanismo de retorno en el caso de precios en dólares que ya han rebasado su
promedio histórico, como en el caso de algunos mariscos como el camarón, algunas bebidas como el café, el
vino y las gaseosas, algunas frutas y hortalizas, algunas prendas de vestir y textiles (pantalón, pantaloneta,
casimires, calzado, camisetas, blusas, etc.), la mayoría de muebles y artefactos del hogar, medicinas, etc.
Talvez muchas de las ideas de esta introducción y de los distintos reportes de esta compilación estarían
llamadas a responder estas interrogantes. El gráfico 17 ilustra con algunos ejemplos las desviaciones a
mediados de 2001 respecto a los promedios históricos de los últimos años. Aparece una duda adicional que
habría que constatarla a futuro: de si la brecha que algunos productos presentan con su promedio histórico
plantea un reto a la estabilidad futura de los precios.

43
Naranjo, M. y D. Lafuente” La inflación inicial una vez que se ha adoptado la dolarización oficial, el caso de Ecuador”, en esta
compilación.

35
Gráfico No. 17

Desviaciones de los precios de algunos productos a mediados de 2001 respecto de su promedio


histórico previo a la crisis

DESVIACION DE LOS PRECIOS EN RELACION CON SU PROMEDIO


HISTORICO

150

100
porcentaje

50

0
alquiler

arroz

azucar refinada

aceite vegetal

pan

pescado fresco

almuerzo

gasolina

carne de pollo

pantalon

carne res sin

gaseosa (salon)

agua

carne de res con

g uniformes

leche

automóvil

medicinas

autobús urbano

electricidad
-50

-100
producto

FUENTE: Naranjo y Lafuente, op. cit.

4. A modo de Conclusión

Estas páginas han pretendido introducir al lector en esta compilación que presenta los primeros resultados de
un esfuerzo de investigación ambicioso. Ambicioso por la complejidad del tema y también por la audacia de
explorar por caminos intransitados en gran parte, en un ambiente académico y tecnocrático que cada vez
menos se arriesga apartándose de las veredas convencionales.

La crisis financiera que se desencadenó a fines de 1998 y el consecuente proceso de dolarización oficial de la
economía iniciado a principios del año 2000 han marcado un quiebre estructural en el funcionamiento de los
mercados y en el comportamiento y el horizonte de reproducción social de los agentes económicos. Si se
revisa lo que recogían los medios de comunicación y las publicaciones especializadas durante los primeros
meses de la dolarización, puede constatarse que la evolución de los precios después de la estabilización
cambiaria ha sorprendido a la mayoría de voceros de las posiciones económicas tradicionales.

Esta compilación refleja un esfuerzo investigativo organizado desde una propuesta metodológica alternativa,
que prioriza el desempeño de los precios relativos, sus corolarios distributivos y sus horizontes de crecimiento
diferenciado por sobre una visión tradicional y agregada, muy popular en el pasado. El énfasis en los
comportamientos diferenciales de los mercados es clave para entender los tiempos que vienen, cuando muy
probablemente se combinen procesos inflacionarios en unos sectores con experiencias deflacionarias en
otros.

36
Como lo ha comprobado la evidencia empírica detallada en el resto de la compilación, las visiones
tradicionales son insuficientes para comprender la complejidad del proceso vivido por el país en los últimos
tiempos. El papel del margen de ganancias aparece, en cambio, crucial en esos desempeños y debe ser una
consideración esencial en las discusiones acerca de la política económica, la competitividad y el desarrollo.

Los estudios por el lado de la demanda mostraron que la visión monetarista tradicional no es suficiente para
explicar el proceso inflacionario en un ambiente de co-circulación monetaria y circulación de sustitutos
monetarios. Hay evidencia suficiente de la importancia de los cambios de las funciones del dinero al interior
de los agregados monetarios y su efecto macroeconómico, por un lado, y del efecto diferenciado de los
movimientos de la demanda nominal sobre los precios en mercados segmentados local y socialmente. Por
tanto, se hace necesario el estudio de los canales de circulación de los medios de pago y sus efectos
distributivos y productivos. De allí se desprende la necesidad de pensar desde una nueva perspectiva a las
políticas monetarias y crediticias en función del desarrollo.

Por el lado de los factores de oferta, quedó claro que la explicación debe ir más allá de la estructura de
costos. Por otro lado, se evidenció que la estructura de los mercados es muy importante en la evolución de
los precios relativos, sobre todo en una economía como la ecuatoriana, con niveles de oligopolización tan
marcados en la mayoría de las ramas relevantes. Queda abierta la necesidad de nuevas investigaciones
acerca de las implicaciones de estos tópicos sobre el bienestar, el crecimiento y la competitividad y la
oportunidad de implementar un esquema integral de regulación antimonopólica como en otras economías
desarrolladas y en desarrollo.

Los estudios que exploraron el enfoque de la alineación internacional de los precios han dado cuenta de las
dificultades de asumir sin más la teoría del poder de paridad de compra y muchas de sus variantes. La
evidencia de cointegración es muy sensible a la selección de muestra involucrada y el estudio producto por
producto sugiere que es muy difícil hablar de convergencia. Tampoco se podría plantear una hipótesis de
convergencia de precios en dólares a sus niveles “naturales” o “históricos” o “sombra” como se ha
empezado a llamarlos: la extrema lentitud en unos casos y el hecho de que otros han rebasado esos niveles
(con evidencia de estar más caros que los precios homologables de los países vecinos 44) alertan sobre la
necesidad de incorporar criterios de sustitución, segmentación de la demanda y estructuras de mercado en el
análisis. En cualquier caso, la evidencia señala la creciente vulnerabilidad de la producción nacional de
persistir esta dinámica de los precios, y los efectos distributivos de las políticas a implementarse, sobre todo
considerando las nuevas reglas de juego bajo dolarización.

Estas exploraciones se presentan aquí como una contribución al debate plural y riguroso que el país necesita.
El lector encontrará en las páginas que siguen una serie de sugerentes ideas e informaciones que contribuirán
a un mejor entendimiento del multifacético fenómeno de los precios, más útil aún ahora cuando parecería ser
que su aspecto más comúnmente tratado en el pasado, el crecimiento de su nivel general, habrá pasado a un
segundo plano para dar lugar al análisis del contenido productivo y distributivo del movimiento de los precios
relativos.

44
Al momento no se cuentan con estudios respecto a costos de internación por productos que haría más categóricas estas
afirmaciones y que dejan dudas respecto al grado en que la competencia internacional afecta a los precios. En tanto el bien nacional
y el sustituto importado enfrentan el mismo tipo de mercados, bien podría darse el caso en que las estrategias empresariales en la
fijación del margen de ganancias sobre ventas sea similar.

37

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