EL HOMBRE.
El MÉTODO.
Con toda certeza existió. Era originario de la isla de Samos;
su apogeo tiene lugar el año 532, según Apolodoro: es la fecha en No obstante parece cierto que la innovación pitagórica
que llegó al poder Polícrates, tirano de Samos, y en que Pitágoras se consistió en aliar sistemáticamente el método místico y práctico (lo
decidió por un exilio voluntario. Se instala entonces en el sur de que Aristóteles llama Παθειν) con el método racional y especulativo
Italia, en Cretona, ya célebre por su escuela de medicina. Al primer (lo que Aristóteles llama Ματηιν). El pitagorismo aparece primero en
signo de rebelión contra su influencia, se retiró a Metaponto, donde la Italia meridional de fines del siglo VI, como una de las
murió. innumerables sectas órficas: lleva consigo una serie de tabúes,
Escribieron su vida los neopitagóricos, que utilizan a como la abstinencia, la prohibición de comer habas y el examen de
Apolonio de Tiana, el cual, por creerse la reencarnación de conciencia, que manifiestan una voluntad de purificación que tiende
Pitágoras, no tenía ninguna necesidad de documentos. Pero hacia la inmortalidad bienaventurada. Podríamos decir que son unos
Además los biógrafos más antiguos (Andrón, Aristóteles, Heródoto) πατηµατα religiosos.
No siempre es fácil reconstruir lo que, en el pitagorismo del pitagóricos tiene el mismo significado (que la de Demócrito): algunos
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de ellos, en efecto, decían que el alma era un polvo en suspensión penetra también en él el vacío, el cual distingue las naturalezas, por
en el aire, otros que era el principio que lo mueve. Ahora bien, si se el hecho de que el vacío sería un separador de los cosas que están
evocan estas casas, es porque ese polvo está continuamente en las unas a continuación de las otras y un divisor; y dicen que es el
movimiento, incluso si hay una completa ausencia de viento primero de los números, pues es el vacío lo que separa la naturaleza
(Aristóteles, De Anima I, 2, 404 al 7). Pero, de un modo menos sutil, de cada uno de ellos (Aristóteles, Física IV, 6, 213622). Parece que
parece que el pitagorismo primitivo asimiló el alma al aire mismo: es Pitágoras, partiendo del infinito de los jonios que lo contiene todo, lo
lo que explicaría, bastante gRoseramente, la prohibición alimenticia produce todo y lo reabsorbe todo, se haya preocupado de revalorizar
concerniente a las habas: Abstenerse de habas, a causa de que, por las existencias individuales, como lo exigía la necesidad de salvar
ser flatulentas, participan en gran manera en lo psíquico (Diógenes del devenir a los seres humanos existentes. Ahora bien, según un
Laercio viI, 24). Así el alma sale del cuerpo del moribundo con la lugar común al que se refiere Aristóteles (Física vi, 6, 213a30), lo
última expiración; entra en el cuerpo del recién nacido con la primera que está lleno de aire está vacío.
inspiración, y esto es la palingenesia.
De este modo, el aire, o el vacío, ha de proporcionar al alma,
Un día que en su presencia se castigaba a un perro, se dice no sólo un, soporte, sino también un determinador: el vacío penetra
que él (Pitágoras) gimió y dijo estas palabras: en el «cielo» (= la totalidad del universo), e introduce en él la
distinción o la separación; por este mismo hecho, en el infinito,
¡Detente y no lo golpees más; pues es de un hombre querido
introduce el número; así pues es él el primero de los números.
el alma, que he reconocido por sus gritos! (Jenófanes; Diels-Kranz
21, B, 7) Lo que autoriza a pensar que esta doctrina haya podido ser
la del mismo Pitágoras, es que, a pesar de la gran profundidad que
podemos hallar en ella, no deja de tener un carácter primitivo: el
EL SER.
límite que rodea y encierra la figura de un ser, le da su forma o
Pero si recordamos que el aire de Anaxímenes está «cerca determinación, en d sentido más intuitivo, que es el geométrico: ¿De
de lo incorpóreo», comprenderemos que el aire haya conducido a la qué modo los números son las causas de las substancias y del ser?
especulación pitagórica a interesarse por el vacío: Los pitagóricos ¿Lo son a título de límites, a la manera como los puntos determinan
también decían que el vacío existe, y que un soplo, por así decir, en los tamaños? Así Eurito fijaba un número para cada cosa, por
exhalación, penetra en el interior del cielo por efecto del infinito, y ejemplo, un número determinado para el hombre, otro para el
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caballo, reproduciendo la configuración de los seres vivos por medio Como buen órfico, el pitagórico se interesa por el devenir
de guijarros, del mismo modo que se reducen los números a las sobre lo en la medida en que arrastra al hombre en la ronda de los
figuras del triángulo o del cuadrado... (Aristóteles, Metáfísica N, 5, nacimientos. El «misterio» pitagórico tiene como fin liberarnos de
1092b9). este devenir. Contribuyen a ello las variadas prohibiciones. Pero unte
todo, el examen de conciencia, que no es tanto una revisión de .sus
Aquí se evoca la especulación matemática de Pitágoras.
faltas, como un esfuerzo para adquirir conciencia del daimon, el ser
Él reduce los números a figuras engendradas por puntos: números
divino e inmortal que habita en nosotros, y para recordar vidas
aladrados u oblongos, según sean el producto de factores iguales o
anteriores. En este ejercicio Pitágoras sobresalía, según nos
no; números triangulares, engendrados por la serie de los números
«segura Empédocles:
enteros 1,2,3,4 (si nos detenemos en el 4, se obtiene [1+2+3+4]
célebre tetractis o tétrada, de propiedades maravillosas). Pero Vivía entre ellos un hombre extraordinariamente sabio, que
porque toda cosa tiene su figura y toda figura es un número se sigue había adquirido la mayor riqueza de corazón, y que albergaba el
que dicen que las cosas mismas son números (ARISTÓTELES, mayor número de obras buenas de todas clases; pues cuando se
Metafísica A, 6, 987628). esforzaba por una tensión de su espíritu, veía fácilmente todo lo que
hay en diez y veinte generaciones de hombres.(Diels-Kranz 31, B,
129)
Pero de ahí se sigue que el conjunto de las cosas, como el
La filosofía no es más que esta «purificación», de la que aún
conjunto de los números, forma una armonía, en el sentido de «justa
nos hablará Platón en el Fedón, y que poco a poco debe liberar
proporción de un todo, cuyas partes se ajustan convenientemente»
nuestra alma del cuerpo; su tumba (σωµα−σηµα). El alma aérea se
(Schuhl). La ley que reparte los planetas es la misma que la que
Jolino los acordes musicales: reunirá entonces con el éter ígneo del que está hecha la parte alta
del cosmos: el lugar de la inmortalidad ya no es la región sub-
El cielo (ουρανος) y el universo por él contenido merecen,
terránea, como en los misterios de Eleusis, es la región de los
pues, ir llamados «Κοσµος» (orden armónico). astros. No obstante, la inmortalidad estelar no permite a las almas
escapar absolutamente a la rueda del devenir. Recordemos que el
infinito de Anaximandro reabsorbe, según el orden del tiempo, las
EL DEVENIR.
existencias efímeras que envuelve y gobierna. La distinción bien
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